Utilizando las herramientas teóricas brindadas por Eliseo Verón, podremos establecer la estrategia discursiva utilizada por la FADM, así como la ideología que se expresa en sus discursos. Es necesario profundizar en el análisis de las propuestas para repensar cuales son los objetivos y/o fines que tiene ésta fundación.
Pregunta de Investigación:
¿Cómo se constituye ideológicamente el discurso de la Fundación Argentina del Mañana y cuales son las estrategias discursivas que ésta emplea a partir del año 2001 hasta la actualidad en Argentina?
Marco Conceptual
El marco conceptual que emplearemos en esta investigación remite a los conceptos acuñados por Eliseo Verón, el cual establece que "la noción de discurso designa todo fenómeno de manifestación espacio-temporal del sentido, cualquiera sea el soporte significante: ella no se limita, pues, a la materia significante del lenguaje propiamente dicho. El sentido se manifiesta siempre como investido en materia significante, bajo la forma de un producto. Como tal remite siempre a un trabajo social de producción: la producción social del sentido." (Verón, 1980: 85)[7].
Desde esta perspectiva, al referirnos a los fenómenos de sentido y su materialización en el discurso es preciso analizar las condiciones bajo las cuales tiene lugar su funcionamiento, de este modo puede hablarse de condiciones de producción, circulación y reconocimiento. La condición de "circulación" no puede hacerse visible en el análisis más que como la separación precisamente entre el conjunto de producción y el conjunto de reconocimiento, el concepto "circulación" no es más que el nombre de esta separación. La condición de "reconocimiento" expresa que "se reconoce al discurso como referido a su propia relación con la realidad que describe, esta doble relación se obtiene con un discurso que como todos se halla sometido a determinadas condiciones de producción…" (Verón, 1980: 156-158).
En el marco de esta conceptualización, en la esfera de "producción" el termino ideología designa determinadas gramáticas de producción discursiva desde un punto de vista descriptivo: "las ideologías son entonces formaciones históricamente determinadas e identificables… pero al mismo tiempo necesitamos considerar la dimensión de lo ideológico como una dimensión analítica, propio de todo discurso social. El concepto de lo ideológico designa no un tipo de discurso sino una dimensión de todo discurso a saber, aquella determinada por la relación entre las propiedades discursivas y sus condiciones de producción…" (Verón, 1980: 95). Desde este punto de vista se considera que "la ideología es propia del discurso absoluto, es decir, del discurso que se presenta como único discurso posible sobre aquello que se habla, pero el efecto de reconocimiento tiene lugar necesariamente en discursos que son ideológicos en cuanto a su producción…" (Verón, 1980: 158).
Siguiendo con este eje de análisis, cabe destacar, que el campo discursivo de lo político implica también un enfrentamiento, una relación con un enemigo, en otras palabras, una lucha entre enunciadores. La enunciación política[8]conlleva la construcción de adversarios y aliados. Hablar de enunciador es remitirse a la creación de un modelo abstracto que permite el anclaje de las operaciones discusivas a través de las cuales se construye en el discurso, la imagen del que habla.
Verón expresa que el funcionamiento discursivo consiste en relacionar las entidades entre si, es decir, relacionar la imagen del que habla -"enunciador"- y la imagen de aquel a quien se habla –"destinatario"-. Esta relación se produce a través de lo que se dice; en términos del autor "la relación entre el plano de la enunciación y el plano del enunciado es un fenómeno del orden de la enunciación" (Verón, 1986:20).
Podemos decir que el imaginario político supone varios destinatarios: un destinatario positivo y un destinatario negativo. Precisamente en el discurso político, al construir su destinatario positivo y su destinatario negativo, el enunciador político entra en relación con ambos. El lazo con el primero reposa en lo que podemos llamar la "creencia presupuesta". El destinatario positivo es esa posición que corresponde a un receptor que participa de las mismas ideas, los mismos valores y persigue los mismos objetivos que el enunciador. Se definirá a este como el prodestinatario. "La relación entre el enunciador y el prodestiantario cobra en el discurso político la forma característica de una identidad que llamaremos colectivo de identificación. El colectivo de identificación se expresa en el nosotros inclusivo" (Verón, 1980: 67).
En oposición se encuentra el destinatario negativo; por supuesto, excluido del colectivo de identificación, y al que se denominará contradestinatario. "El lazo con éste reposa por parte del enunciador, en la hipótesis de una inversión de la creencia: lo que es verdadero para el enunciador es falso para el contradestinatario y viceversa, lo que es bueno para el enunciador es malo para el contradestinatario. En verdad ese "otro" discurso que habita todo discurso político, no es otra cosa que la presencia siempre latente de la lectura destructiva, que define la posición del adversario" (Verón, 1980: 67).
Por ultimo resta clasificar a un tercer tipo de destinatario. Éste tercer destinatario hace referencia a la presencia de sectores de la ciudadanía que se mantiene, en cierto modo neutros; y que en los proceso electorales son identificados habitualmente como los indecisos, cuyos votos son definidos en ultima instancia. Es decir que si la imagen del prodestinatario está asociada a la presuposición de creencias y la de contradestinatario a una inversión de las creencias, la posición de los indecisos tiene en el discurso político el carácter de una hipótesis de suspensión de la creencia. Designáremos esta posición como la del paradestinatario, cuya finalidad del discurso político se relaciona con la persuasión.
Ya ingresando en el plano de la enunciación, Verón plantea la existencia de dos niveles de funcionamiento. En primer lugar las entidades del imaginario político; y en un segundo nivel es el de los componentes. El discurso político está habitado por varios tipos de entidades que se describirá a continuación.
El primero tiene que ver con el colectivo de identificación marcado por el nosotros en el plano enunciativo. Este colectivo es el sostén de la relación que el discurso construye entre el enunciador y su prodestinatario. El colectivo de identificación aparece también en el plano del enunciado en la medida en que habitualmente se lo designa de manera explícita en el discurso, y esta designación tiene un sentido negativo cuando se trata del colectivo de identificación de un contradestinatario, estos colectivos de identificación son entidades enumerables, posibles de fragmentación y cuantificación.
En segundo lugar, se ha de mencionar a entidades también enumerables que designan colectivos, pero que no funcionan como operadores de identificación de los actores en presencia, sino que corresponden a entidades más amplias que los colectivos y que el enunciador político coloca en posición de recepción. Estos están dirigidos a colectivos asociados al paradestinatario.
Existen también entidades llamadas meta-colectivos singulares, que no admiten la cuantificación y difícilmente la fragmentación. Llamados meta-colectivos, porque son mas abarcadores que los colectivos propiamente políticos que fundan la identidad de los enunciadores.
No obstante hay ciertas formas nominalizadas que el enunciador utiliza para ritmar sus argumentos. Se trata de expresiones, entidades, cuya función específica es de poseer un valor metafórico respecto del conjunto de la doctrina de un enunciador o una posición política, ya sea con un valor positivo o negativo. La tendencia a la autonomía de estas entidades respecto del contexto discursivo es reforzada por el hecho de que se las utiliza habitualmente como slogans publicitarios. A diferencia de estas formas nominalizadoras, existen formas nominales que poseen un poder explicativo, que facilitan la interpretación. Su utilización supone un efecto inmediato de inteligibilidad por parte al menos aquel que comparte la creencia. Todas estas entidades antes nombradas permiten identificar en el discurso rasgos, que denotan la estrategia utilizada por el enunciador.
En el segundo nivel dentro del plano de la enunciación, se hace mención a un aspecto fundamental: el de los componentes. Aquí opera como articulación entre el enunciado y la enunciación, puesto que los componentes definen las modalidades a través de las cuales el enunciador construye su red de relaciones con las identidades del imaginario. Las entidades del imaginario aparecerán bajo diversas formas en cada componente; para la cual, el prodestinatario, el contradestinatario, y el paradestinatario tendrán uno u otro de los componentes como espacio favorecido de exposición.
En este sentido se distinguirán cuatro zonas del discurso, bajo la designación de componentes descriptivo, didáctico, programático e interpelativo.
El componente descriptivo es aquel que esta marcado por el ejercicio de la constatación o balance de una situación. En esta zona del discurso político, prevalecen los verbos en presente del indicativo. Este componente conlleva habitualmente una lectura del pasado y una lectura de la situación actual.
En cuanto al componente didáctico, es necesario destacar que tanto el componente descriptivo como el didáctico corresponden a la modalidad del saber. Pero a diferencia del primero, en el didáctico no se emplea la constatación. A través del componente didáctico el enunciador no evalúa una situación, sino que enuncia un principio general; es decir no describe una coyuntura específica sino que manifiesta una verdad universal. En esta zona didáctica del discurso político, las marcas de la subjetivas por parte del enunciador son menos habituales ya que estos principios se enuncian en el plano intemporal de la verdad (Verón, 1980:69).
Otro de los componentes que se destaca es el interpelativo: el mismo se relaciona con lo que en el discurso político es del orden del deber, o para lo que el autor designa como del orden de la necesidad deontológica. En esta zona es donde se interpela en un mayor número de oportunidades a los diferentes destinatarios, en especial al prodestinatario y al paradestinatario.
En última instancia desarrollaremos el componente programático. Es en este componente donde se hace alusión al futuro en el discurso político. En otras palabras es aquí donde el enunciador promete, anuncia y se compromete con la solución de los problemas en cuestión. El componente programático se caracteriza por la preeminencia de las formas verbales en infinitivo que en el futuro, estos infinitivos pueden llegar a ser reemplazado por nominalizaciones. La modalidad de este componente es del orden del poder hacer (Verón, 1980:70).
De acuerdo con el marco conceptual expresado, se define la noción de estrategia como "situarse a sí mismo, y en situar tres tipos de destinatarios diferentes por medio de constataciones, explicaciones, prescripciones y promesas, respecto de las entidades del imaginario: por un lado respecto de aquellas entidades con las cuales el enunciador busca construir una relación con los meta-colectivos y por otro respecto de la identidad que funda la legitimidad de la toma de la palabra, el colectivo de identificación." (Verón, 1980: 67).
En conclusión, en el desarrollo de la investigación se tendrán en cuenta todos aquellos rasgos del discurso susceptibles de análisis, cuya finalidad es la de poder desentrañar las diversas estrategias discursivas empleadas en el mismo y la ideología de nuestro objeto de estudio.
Objetivo general:
Este proyecto tiene por objeto determinar cómo se constituye ideológicamente el discurso de la Fundación Argentina del Mañana y cuales son las estrategias discursivas que esta emplea, a través de un análisis de discurso en su principal instancia comunicacional: www.fadm.org.ar.
Objetivos específicos:
Determinar las condiciones de producción del discurso de la FADM y sus propiedades.
Establecer la relación existente entre condiciones de producción y las propiedades discursivas.
Reconocer los destinatarios del discurso de la FADM identificando al
prodestinatario, contradestinatario y paradestinatario.
Analizar los componentes del discurso en la relación que la FADM establece con sus destinatarios.
Analizar cómo se sitúa la FADM frente a las entidades del imaginario y qué tipo de relación construye respecto de ellas
Lógica de investigación
Eliseo Verón analiza la realidad desde un enfoque macrosociológico, y considera como elementos fundamentales las determinaciones sociales que atraviesan los diferentes discursos sociales. Para Verón, "el discurso hace referencia a un conjunto de imágenes producidas colectivamente y que determina una visión de mundo." (Dittus Benavente, 2006: 43)
La teoría de los discursos sociales de Verón "(…) reposa sobre una doble hipótesis: a- Toda producción de sentido es necesariamente social (…) b- Todo fenómeno social es, en una de sus dimensiones constitutivas, un proceso de producción de sentido" (Verón, 2004: 125).
El análisis de los discursos sociales supone una apertura al camino del estudio de la construcción social de lo real. Este tiene como meta develar la producción de tales construcciones sin enredarse con un modelo subjetivista del actor, porque la discursividad es necesariamente social, tiene un sentido compartido por un grupo de personas en un lugar y tiempo determinados, y por lo tanto, no puede analizarse desde la individualidad del sujeto.
De esta manera, una de las tareas del investigador consiste en revelar el elemento ideológico que toda construcción social lleva consigo, teniendo en cuenta que el mismo investigador está socialmente situado y forma parte de su objeto de estudio, la sociedad
Verón analiza los discursos de forma esquemática, siguiendo una lógica de investigación tripartita. Sus estudios se inician con un análisis de la fase de producción del discurso político en cuestión. El autor realiza una distinción entre la noción de "ideología", la cual conceptualiza el plano del enunciado (una colección de enunciados) y la "dimensión ideológica" que se encuentra en el plano de la enunciación, en donde "se construye la relación de un discurso con sus condiciones sociales de producción" (Verón, 1986:21). Es aquí donde el autor muestra que los invariantes que caracterizan las especificidad y la continuidad del discurso son invariantes enunciativos que operan como elementos que determinan una manera particular de articular la palabra política al sistema político (Verón, 1986). Esta faceta de producción, se verá relacionada con el último nivel de análisis, el de reconocimiento, puesto que ambas nociones de ideología movilizan creencias que refuerzan la recepción discursiva. Es por esto que la determinación de tales propiedades discursivas, se conforman, para Verón, como aspectos fundamentales para el análisis. También dentro de esta fase identifica las diferentes entidades discursivas, como el prodestinatario, paradestinatario, y contradestinatario.
En segundo nivel de análisis se sitúa la faceta de circulación. Si bien esta no es visible ni concreta, puede producir efectos relevantes en la recepción del discurso. Normalmente la faceta de "circulación" suele ser utilizada como una mera diferenciación entre la producción y la recepción discursiva. Pero la circulación también puede "materializarse" adquiriendo una entidad propia, y generar múltiples variedades de reconocimiento discursivo, generando de esta forma, el discurso, múltiples efectos. Los agentes que interactúan en esta faceta de análisis son generalmente los medios y sistemas de comunicación, los cuales pueden generar este efecto de "aspersión" de significados.
La tercera parte del análisis se centra en la fase de reconocimiento. Aquí, como ya dijimos anteriormente, se evidencia la relación existente con la faceta de producción discursiva, en la medida en que las nociones ideológicas movilizan una creencia y a su vez esta solventa tal recepción discursiva. Es por esto que en esta faceta, Verón intenta observar cuales son los efectos que generan las diversas formas de reconocimiento, y el modo en el que la creencia opero en dicha faceta analítica (Verón, 1986).
Por último "La conclusión intenta, en fin, a partir del fenómeno discutir algunas consecuencias del análisis sobre la teoría del discurso político en general, y sintetizar el punto de vista sobre la contribución que el análisis del discurso puede aportar al estudio de los procesos y los movimientos políticos" (Verón, 1986: 23).
En el desarrollo de la presente investigación nos centraremos en la primera etapa de la lógica de investigación que propone Verón. Es decir, nos centraremos en las condiciones de producción del discurso para determinar la constitución ideológica y las estrategias discursivas utilizadas por la FADM.
Fundamentación epistémica
El actual término "semiótica" remite a una larga historia de búsquedas y exploraciones en torno al complejo fenómeno de la significación o de las situaciones significantes, que han desembocado en las actuales prácticas de desmontaje, de la más diversa índole, aplicadas a distintas configuraciones culturales, interesadas en los sistemas y mecanismos de la significación. La semiótica se ocupa de signos, sistemas sígnicos, acontecimientos sígnicos, procesos comunicativos y funcionamientos lingüísticos. Es decir la semiótica se ocupa del lenguaje, entendiendo tanto la facultad de comunicar como el ejercicio de esa facultad. Esta disciplina, por tanto, se ha ocupado de las más diversas cuestiones: arquitectura, cine, teatro, las modas, las señales de tránsito, la publicidad, la literatura, los juegos, las normas de cortesía, la televisión, los gestos, y demás.
Dentro de la división estructural del desarrollo de tales estudios pueden distinguirse diversas variantes. Todas estas reconocen a la lengua, entendida como lo hemos indicado, como objeto de estudio.
Recién en los años 70´ la semiótica empieza a recibir la influencia de las obras que se levantaban contra el modelo propuesto por la lingüística saussureana y propugnaban, vía las teorías discursivas, una toma de distancia respecto de ella. Así es que en la semiótica también, pero con quince años de "retraso", se empieza a reflexionar sobre el concepto de signo. De este modo ella empieza a entrar en lo que se puede denominar como "semiótica de segunda generación". El principal exponente de tal vertiente es Charles Sanders Peirce.
Los estudios semióticos de Peirce se desarrollan dentro de una directriz más específica que las de los estudios Sausserianos. Saussure es lingüista mientras que Peirce es filósofo, un lógico. Para él lógica y semiótica son sinónimas; desde la óptica saussureana estas son disímiles.
Peirce se preocupaba por indagar en la problemática de la producción de conocimientos, por saber cómo el hombre conocía. No le interesaba, por supuesto, saber cuáles eran las operaciones que se ponen en juego en el cerebro de las personas, sino en cómo se producen avances en la ciencia.
Es en esta generación donde podemos ubicar los trabajos realizados por Eliseo Verón. Y decimos que se lo encuentra cercano a Peirce ya que postula al semiólogo como investigador que posee la dificultad sobre el tema de las materias de expresión, porque el que trabaja desde la semiología (a diferencia del lingüista que trabaja con una sola materia de la expresión) se ve enfrentado a materias de expresión diferentes y que no sólo se relacionan con aquella sino que en muchas oportunidades se relacionan entre si. Esta relación de materias diversas interviene en los procesos de producción de sentido.
Por un lado la teoría de Verón comporta, a través de la definición de texto, objetos concretos (citados anteriormente como lo son el cine, la televisión, literatura, etc.) pero por otro lado, el asunto de la materialidad del sentido se asocia a las dos hipótesis que sirven de base a la teoría de los discursos sociales. La materialidad se vincula con la idea de que la semiosis es social, es decir se trata de una "socio-semiótica" y que el proceso de producción de sentido está condicionado por restricciones socio-históricas (Del Coto, 2000, s/p). De esta manera "el único camino para acceder a los mecanismos imaginarios y simbólicos asociados al sentido de la acción es, el ANALISIS DE LOS DISCURSOS SOCIALES" (Verón, 1986: 13)
Conforme a Morin, una de las características de la concepción positivista de ciencia es que eliminó la contradicción, la ambigüedad, la imprecisión y se fundó sobre la eliminación de la subjetividad en la relación de conocimiento, al enfatizar al método científico como garantía de "objetividad".
En este sentido la Semiótica como una metodología de investigación en ciencias sociales, (aunque según este trabajo también provee aportes valiosos para otros tipos de ciencias) abandona la cuestión de cómo entrar en contacto con una realidad independientemente de la mente y del lenguaje y rompe así con esa vasta tradición filosófica que vincula "ciencia", "racionalidad" y "verdad" con "validez objetiva".La Semiótica se constituye así en un aporte teórico-metodológico fundamental para cuestionar los postulados del positivismo.
"Aplicada a las Ciencias Sociales, la Semiotica tiene la tarea de veriificar la significación vigente de un fenómeno social en una sociedad, en un tiempo y espacio determinado". Esto no quiere decir que no se pueda aplicar como modo de estudio permanente, verificable, a las significaciones que hace el comentarista social en su momento.
Por otro lado, en cuanto disciplina está en proceso de constitución. En efecto, la comunidad científica en su conjunto aún no ha logrado un acuerdo acerca de cómo abordar su objeto de conocimiento.
La sociosemiótica se encarga de realizar un análisis semiótico (de los signos) de objetos socialmente relevantes, intentando descubrir sus efectos de sentido. "Así, la sociosemiótica nos propone formas de lectura, de reconstrucción de la realidad simbólica a partir de la identificación de los discursos que operan en la construcción de lo social." (Dittus Benavente, 2006: 42)
Bibliografía
DITTUS BENAVENTE, Rubén (2006) "Discurso social, hegemonía e imaginarios sociales: marco conceptual para un método sociosemiótico". Revista "Légete Néyete, Estudios de Comunicación y Sociedad" Nº 6: pp. 41- 61. Junio 2006. Disponible en Internet:
ROBIN, Marie Monique (2005) Escuadrones de la muerte. La Escuela Francesa. Buenos Aires: Sudamericana.
SIGAL, Silvia; VERÓN, Eliseo (1986) "Perón o muerte". Argentina: Legasa.
VERÓN, Eliseo (1980) "Discurso, poder, poder del discurso" en Anais do primero coloquio de semiótica (ed.) Rio de Janeiro: Loyola – PUC.
VERÓN, Eliseo (1980) "La palabra adversativa" en Verón y otros (ed.) El discurso político. Lenguajes y acontecimientos. Buenos Aires: Hachette.
VERÓN, Eliseo (1980) "La semiosis social" en Mario Monteforte Toledo (coord.) El discurso político. México D.F.: UNAM – Nueva Imagen, pp. 156-158.
VERÓN, Eliseo (2004) "La semiosis social: fragmentos de una teoría de la discursividad" Barcelona: Gedisa
VERÓN, Eliseo (1999) "Entre la epistemología y la comunicación" en "Cuadernos de información y comunicación" Nº 4: pp. 149- 155. Disponible en Internet: http://www.ucm.es/BUCM/revistas/inf/11357991/articulos/CIYC9899110149A.PDF
FUNDACIÓN ARGENTINA DEL MAÑANA (2008) "¿Quiénes somos?" Disponible en Internet en: http://www.fadm.org.ar/quienes.htm consultado en 2008
SEMANA PROFESIONAL (2007) "Presentarán un proyecto de ley para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo". Disponible en Internet en: http://www.semanaprofesional.com.ar/?nota=8740&enviar consultado en 2008
"Una Aproximación A Las Concepciones Epistemológicas QueSubyacen A Las Practicas De LaEnseñanzaEn La Unt" Disponible en Internet: http://74.125.45.132/search?q=cache:exUBQzAYNO0J:rapes.unsl.edu.ar/Congresos_realizados/Congresos/IV%2520Encuentro%2520-%2520Oct-2004/eje8/081.htm+eliseo+veron+analisis+de+discurso+epistemologia&hl=es&ct=clnk&cd=7&gl=ar
Winkler, Paula (2005). "La semiótica y el conocimiento científico" en revista venezolana de información, Tecnología y conocimiento. Año 2: No 3. Disponible en Internet: dialnet.unirioja.es/servlet/fichero_articulo?codigo=1986541&orden=73101 –
[1] “Las incontables adhesiones, recibidas de norte a sur del país, se hicieron valer ante los directores de los canales y motivaron la cancelación de programas como "Juegos nocturnos", "La marca del deseo", "Da2" y "South Park", entre otros.” http://www.fadm.org.ar/quienes.htm
[2] En los años 70, combatieron contra el marxismo en países como Chile, Argentina, y Brasil, fundamentados en la doctrina crítica de la infiltración social-comunista en las filas del clero católico. A mediados de la década del 80 la asamblea nacional de obispos del Brasil afirmó que por "(el) carácter esotérico, el fanatismo religioso, el culto prestado a su jefe y progenitora", TFyP no contaba de un lazo con la iglesia, e incitó a la congregación brasileña a no colaborar ni afiliarse a la organización. De allí en más esta formación entro en decadencia y necesito de otro tipo de organización para continuar con sus prácticas.
[3] El proyecto de la senadora Ibarra modifica, entre otros, el artículo 172 del Código Civil de la Nación. Con la modificación propuesta, el texto legal tendría la siguiente redacción: "Es indispensable para la existencia del matrimonio el pleno y libre consentimiento expresado personalmente por los contrayentes ante la autoridad competente para celebrarlo. El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos, con independencia de que los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo". http://www.semanaprofesional.com.ar/?nota=8740&enviar
[4] Los espectáculos públicos pueden ser sometidos por la ley a censura previa con el exclusivo objeto de regular el acceso a ellos para la protección moral de la infancia y la adolescencia, sin perjuicio de lo establecido en el inciso 2.
[5] Resolución A/54/4 de la Organización de las Naciones Unidas del 6/10/99
[6] Verón expresa que en el discurso político operan las esferas de “producción”, “circulación” y “reconocimiento”
[7] De esta manera, el concepto de discurso que establece Eliseo Verón, permite el análisis de discurso de texto, imagen y sonido que constan en la página Web de la fundación: www.fadm.org.ar.
[8] Para designar el acontecimiento singular que es la producción de un enunciado o de un discurso, se debe hablar de acto de enunciación. Al mismo tiempo el autor se refiere a la existencia de distintos planos a la hora de analizar un discurso. Utilizando la teoría de la enunciación se distingue, en el funcionamiento de cualquier discurso, dos niveles: el enunciado y la enunciación. “El nivel del enunciado es aquel de lo que se dice (en una aproximación gruesa, el nivel del enunciado corresponde al orden del “contenido”); el nivel de la enunciación concierne a las modalidades del decir.
Autor:
Cristian Marty
cristianmarty_15[arroba]hotmail.com
Quiróz, Martín
Tcach, Ariel
Fecha de entrega: 11/12/2008
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