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Abordaje epistemológico del conocimiento (página 2)

Enviado por carlos venegas


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El mérito del racionalismo consiste en haber visto y subrayado con energía la significación del factor racional en el conocimiento humano. Pero es exclusivista al hacer del pensamiento la fuente única o propia del conocimiento. Como hemos visto, ello armoniza con su ideal del conocimiento, según el cual todo verdadero conocimiento posee necesidad lógica y validez universal. Pero justamente este ideal es exclusivista. Cree poder penetrar en, la esfera metafísica por el camino del pensamiento puramente conceptual. Deriva de principios formales proposiciones materiales; deduce, de meros conceptos, conocimientos. (Piénsese en el intento de derivar del concepto de Dios su existencia; o de definir, partiendo del concepto de sustancia, la esencia del alma) justamente este espíritu dogmático del racionalismo ha provocado una y otra vez su antípoda, con el empirismo.

2. EL EMPIRISMO: El término «empirismo» proviene del griego ?µpe???a, cuya traducción al latín es experientia, de donde deriva la palabra experiencia.

El empirismo es una teoría filosófica que enfatiza el papel de la experiencia, ligada a la percepción sensorial, en la formación del conocimiento. Para el empirismo más extremo, la experiencia es la base de todo conocimiento, no sólo en cuanto a su origen sino también en cuanto a su contenido. Se parte del mundo sensible para formar los conceptos y éstos encuentran en lo sensible su justificación y su limitación.

Mientras el racionalismo se deja llevar por una idea determinada, por un ideal de conocimiento, el empirismo parte de los hechos concretos. Para justificar su posición acude a la evolución del pensamiento y del conocimiento humano. Esta evolución prueba, en opinión del empirismo, la alta importancia de la experiencia en la producción del conocimiento. El niño empieza por tener percepciones concretas.

Sobre la base de estas percepciones llega paulatinamente a formar representaciones generales y conceptos, Éstos nacen, por ende, orgánicamente de la experiencia. No se encuentra nada semejante a esos conceptos que existen acabados en el espíritu o se forman con total independencia de la experiencia. La experiencia se presenta, pues, como la única fuente del conocimiento.

Suele distinguirse una doble experiencia: la interna y la externa. La interna consiste en la percepción de sí mismo, la externa en la percepción por los sentidos. Hay una forma del empirismo que sólo admite esta última. Esta forma del empirismo se llama, sensualismo (de sensus = sentido).

El empirismo, bajo ese nombre, surge en la Edad Moderna como fruto maduro de una tendencia filosófica que se desarrolla sobre todo en el Reino Unido desde la Baja Edad Media. Suele considerarse en contraposición al llamado racionalismo, más característico de la filosofía continental. Hoy día la oposición empirismo-racionalismo, como la distinción analítico-sintético, no suele entenderse de un modo tajante, como lo fue en tiempos anteriores, y más bien una u otra postura obedece a cuestiones metodológicas y heurísticas o de actitudes vitales más que a principios filosóficos fundamentales. Respecto del problema de los universales, los empiristas suelen simpatizar y continuar con la crítica nominalista iniciada en la Baja Edad Media.

En la Antigüedad clásica, lo empírico se refería al conocimiento que los médicos, arquitectos, artistas y artesanos en general obtenían a través su experiencia dirigida hacia lo útil y técnico, en contraposición al conocimiento teórico concebido como contemplación de la verdad al margen de cualquier utilidad. (ini, Carlo (2004), «Empirismo», en Gianni Vattimo et al., Enciclopedia Garzanti della Filosofía)

Historia: Ya en la Antigüedad tropezamos con ideas empiristas. Las encontramos primero en los sofistas y más tarde especialmente entre los estoicos y los epicúreos. En los estoicos hallarnos por primera vez la comparación del alma con una tabla de escribir, imagen que se repite con continuamente desde entonces.

En la Antigüedad clásica el conocimiento teórico y práctico, como saber universal y necesario, ideal del «saber» es independiente de la experiencia, y constituye la Sabiduría. La máxima expresión como conocimiento de la verdad, como ciencia, es la Metafísica el modelo ideal de vida el más cercano posible a la felicidad, como ética, constituyen el ideal del sabio.

Esta separación del conocimiento y la acción práctica respecto a la producción de bienes materiales responde a una tradición aristocrática y guerrera de la nobleza o clase dominante. Las artes y los oficios eran propios de esclavos o comerciantes, pero la «sabiduría» (filosofía) era lo propio de la nobleza y de los hombres libres.

En la Atenas clásica ya apareció una doble actitud de pensamiento que se va a mantener a lo largo de toda la Historia de la filosofía en occidente y que hoy caracterizamos básicamente como racionalismo y empirismo. En realidad responden a dos actitudes y modos de concebir la función del pensamiento y el sentido de la vida.

Los primeros en mantener una actitud claramente empirista fueron los sofistas quienes negaron las especulaciones racionalistas sobre el mundo natural común a sus predecesores, presocráticos y, sobre todo, Platón; por el contrario se preocuparon "en tan relativas entidades como el hombre y la sociedad" (Encyclopedia Britannica, Empiricism"(Empirismo), vol. 4, p. 480)

Aristóteles proclamó la importancia de la inducción basada en la experiencia.Tal vez sea Aristóteles quien mejor expresó el valor del conocimiento de la experiencia, por más que lo considerara sometido al supremo valor de lo teórico. En su Metafísica (982b 11-32), Aristóteles concibe al conocimiento como un proceso:

  • Se parte de lo común con los animales dotados de sensación y memoria y, por tanto, con experiencia; es la acumulación de experiencia lo que a los hombres hace «expertos».

  • Más perfecto es el conocimiento de dicha experiencia unida a la reflexión, lo que convierte a los hombres en "artesanos"; lo que hoy denominaríamos técnicos (médicos, arquitectos, estrategas, etc.)

  • La perfección de la función racional humana se manifiesta en la suprema facultad de elevarse a los fundamentos de dichos conocimientos a través de las causas hasta los primeros principios; es en esto en lo que el hombre se asemeja a los dioses, el saber de una Ciencia primera, entendida hasta el siglo XVIII como Metafísica. Esto solo es posible en la medida en que una sociedad tiene asegurados los bienes materiales, y por tanto puede dedicar a los «hombres libres» a la «inutilidad» del pensamiento en búsqueda de la verdad de la ciencia

En el Helenismo greco-romano,La influencia de los artesanos en la elaboración de teorías, o mejor dicho normas generales, más o menos científicas para la práctica de la construcción, la agricultura, la navegación, la medicina, etc., siempre estuvo presente, sobre todo en el helenismo, Alejandría y durante el Imperio romano donde las «artes» tuvieron una importancia enorme en las construcciones civiles, no solo en las ciudades, sino en la construcción de carreteras, puentes y obras hidráulicas.

Hipócrates de Cos, (siglo V a. C.) pasa por ser el padre de la medicina, por el cambio de orientación que hasta entonces tenía la tradición sobre todo egipcia, ligada a la magia y a lo sagrado. Es el primero que elabora una teoría general sobre lo que es la salud y la enfermedad en relación con un concepto determinado de hombre.

Son nombres relevantes de la cultura clásica, además de los citados: Arquímedes, siglo III a. C., un auténtico teórico y práctico de la lógica empírica,15 Vitrubio, siglo I a. C., el primero en hacer un tratado de arquitectura y urbanismo y en medicina Galeno, siglo II d. C.

En la Edad Media, En Occidente la caída del Imperio romano deja todo el saber refugiado en los monasterios y queda restringido prácticamente al control y poder de la Iglesia. El pensamiento cristiano adoptó durante la antigüedad y toda la Alta Edad Media el platonismo y neoplatonismo por ser el pensamiento que mejor se adaptaba a su creencia en un Dios único y creador del mundo conforme a unas Ideas (Divina Providencia), y concedía un sentido trascendente a la vida del ser humano, con otra vida que ha de ser juzgada por Dios.

A partir del siglo XI, por medio de los árabes se recupera el aristotelismo en occidente. Son pensadores importantes en este proceso Alkindi, Avicena, Averroes, Alhazen, Avempace y de especial trascendencia cultural la Escuela de Traductores de Toledo.

Pero el desarrollo sistemático del empirismo es obra de la Edad Moderna, y en especial de la filosofía inglesa de los siglos XVII y XVIII. Su verdadero fundador es John Locke (1632-1704). Locke combate con toda decisión la teoría de las ideas innatas. El alma es un "papel blanco", que la experiencia cubre poco a poco con los trazos de su escritura Hay una, experiencia externa (sensation) y una experiencia interna (reflexión). Los contenidos, de la experiencia son ideas o representaciones, ya simples, ya complejas. Estas últimas se componen de ideas simples. Las cualidades sensibles primarias y secundarias pertenecen a estas ideas simples. Una idea compleja es, por ejemplo, la idea de cosa o de sustancia que es la suma de las propiedades sensibles de una cosa. El pensamiento no agrega un nuevo elemento, sino que se limita a unir unos con otros los distintos datos de la experiencia. Por lo tanto, en nuestros conceptos no hay contenido nada que no proceda de la experiencia interna o externa. En la cuestión del origen psicológico del conocimiento, Locke adopta, por ende, una posición rigurosamente empirista. Otra cosa es la cuestión del valor lógico. Aunque todos los contenidos del conocimiento proceden de la experiencia. -enseña Locke-, su valor lógico no se limita en modo alguno a la experiencia. Hay, por el contrario, verdades, que son por completo independientes de la experiencia y, por tanto, universalmente válidas. A ellas pertenecen ante todo las verdades de la matemática. El fundamento de su validez no reside en la experiencia, sino en el pensamiento. Locke infringe, pues, el principio empirista, admitiendo verdades a priori.

El empirismo de Locke fue desarrollado por David Hume (1711-1776). Hume divide las "ideas" (perceptionsns) de Locke en impresiones e ideas. Por impresiones entiende las vivas sensaciones que tenemos cuando vemos, oímos, tocamos, etc. Hay, pues, impresiones de la sensación y de la reflexión. Por ideas entiende las representaciones de la memoria y de la fantasía, menos vivas que las impresiones y que surgen en nosotros sobre la base de éstas.

Así como los racionalistas propenden a un dogmatismo metafísico, los empiristas propenden a un escepticismo metafísico. Esto tiene una conexión inmediata con la esencia del empirismo. Si todos los contenidos del conocimiento proceden de la experiencia, el conocimiento humano parece encerrado de antemano dentro de los límites del mundo empírico. La superación de la experiencia, el conocimiento de lo suprasensible, es una cosa imposible.La significación del empirismo para la historia del problema del conocimiento consiste en haber señalado con energía importancia de la experiencia frente al desdén del racionalismo por este factor del conocimiento.

3.- INTELECTUALISMO: En filosofía, se denomina intelectualismo a la postura de quienes dan al intelecto preeminencia frente a lo afectivo y frente a lo volitivo. Por extensión, a cualquier exageración del papel del intelecto.

El racionalismo y el empirismo son antagónicos. Pero donde existen antagonistas no faltan, por lo regular, intentos de mediar entre ellos. Uno de estos intentos de mediación entre el racionalismo y el empirismo es aquella dirección epistemológica que puede denominarse intelectualismo. Mientras el racionalismo considera el pensamiento como la fuente y la base del conocimiento y el empirismo la experiencia, el intelectualismo es de opinión que ambos factores tienen parte en la producción del conocimiento El intelectualismo sostiene con el racionalismo que hay juicios y universalmente válidos y no sólo sobre los objetos ideales -esto lo admiten también los principales representantes del empirismo-, sino también sobre los objetos reales. Pero mientras s que el racionalismo consideraba los elementos de estos Juicios, los conceptos, como un patrimonio a priori de nuestra razón, el intelectualismo los deriva de la experiencia. Corno dice su nombre (intelligere, de intus legere = leer en el interior), la conciencia cognoscente lee, según él, en la experiencia, saca sus conceptos de la experiencia. Su axioma fundamental es la frase ya citada: nihil est in incorrecto quod prius non fuerit in sensu. Es cierto que también el empirismo ha invocado repetidamente este axioma.

Este punto de vista epistemológico ha sido desenvuelto ya en la Antigüedad. Su fundador es Aristóteles. El racionalismo y el empirismo llegan, en cierto modo, auna síntesis en él. Como discípulo de Platón, Aristóteles se halla bajo la influencia del racionalismo; como naturalista de raza, se inclina, por el contra río, al empirismo. De esta suerte, se sintió fatalmente impulsado a intentar una síntesis del racionalismo y el empirismo, que llevó a cabo del siguiente modo.

edu.rededu.redSiguiendo su tendencia empirista, coloca el mundo platónico de las ideas dentro de la realidad empírica. Las ideas ya no forman un mundo que flota libremente; ya no se encuentran por encima, sino dentro de las cosas concretas. Las ideas son las formas esenciales de las cosas. Representan el núcleo esencial y racional de la cosa, núcleo que las propiedades empíricas rodean como una envoltura. Partiendo de este supuesto metafísico, trata Aristóteles de resolver el problema del conocimiento. Si las Ideas se hallan sumidas -en las cosas empíricas, ya no tiene razón de ser una contemplación preterrena de aquéllas, en el sentido de Platón. La experiencia alcanza, en cambio, una importancia fundamental. Se convierte en la base de todo el conocimiento. Por medio de los sentidos obtenemos imágenes preceptivas de los objetos concretos. En estas imágenes sensibles se halla contenida la esencia general, la idea de la cosa. Sólo es menester extraerla.

Intelectualismo en Mises( ejemplo);Para muchos autores como Lachmann -hasta para el mismo Hayek-, Mises era un racionalista. Que fuera racional, no sería ningún problema. El problema es ser racionalista. Ahora bien, hay muchas formas de racionalismos. Dentro de éstas, pienso que el de Mises quedaría bien caracterizado bajo lo que se suele denominar "intelectualismo".

¿A qué me refiero por "intelectualismo"? A asignar un rol desequilibradamente preponderante a la inteligencia como fuente de la acción humana. Esta tendencia se ha manifestado en corrientes filosóficas de lo más diversas y ha conducido a varias reacciones o tentativas de "reivindicación de la voluntad"

Mises en Theory and History dice que "la elección de medios es cuestión de la razón, la elección de los fines es una elección del alma y de la voluntad" ([1957] 1985: 15) y "La acción" – afirma él en Acción Humana– "implica acudir a ciertos medios para alcanzar determinados fines" ([1949]1980: 13). Hasta aquí no habría inconvenientes. Por eso, "Actuación y raciocinio constituyen realidades con-genéricas y similares"(íd.: 39). Lo único que la voluntad debería hacer respecto a la acción es "proceder conforme al deseo de alcanzar la meta ambicionada"(íd.: 38). Esto es lo que Mises llama "determinismo activo":

edu.redRicardo Crespo es Lic. En Economía y en Filosofía. Dr. en Filosofía. Investigador del CONICET. Secretario Académico Universidad Austral. Profesor Titular de Seminario de Teorías Económico-Sociales, UNC. (N de la D).

"Si usted desea conseguir un determinado fin, debe recurrir a los medios adecuados; no hay otra manera de tener éxito" ([1957] 1985: 177-8). Así aparece un primer problema. Para Mises no hay lugar para la libertad "durante" la acción, o no lo hay para una consideración dinámica de la acción humana. De acuerdo a la antropología clásica, la voluntad racional y la libertad dan origen a e informan toda acción humana desde el principio hasta el final. Mientras tanto, para Mises, "el incentivo que lleva al hombre a actuar es siempre alguna disconformidad", una sensación sensible, no el deseo positivo de un fin. El segundo problema es que aunque ha dicho que la elección de los fines últimos depende de la voluntad, ésta, a su vez, parece estar incluida en un proceso cósmico. Pero eso, tampoco estaría la libertad presente para Mises "antes" de la acción. Los valores y los fines últimos no son elegidos libremente.

"Todas sus acciones [las del hombre] son el resultado inevitable de su individualidad formada por todo lo que lo precedió. Un ser omnisciente podría haber anticipado correctamente cada una de sus decisiones (…) las acciones son dirigidas por las ideas, y las ideas son producto de la mente humana, la que definitivamente es parte del universo y cuyo poder está estrictamente determinado por la estructura del universo" ([1962] 1978: 57).

Por eso la libertad es sólo una apariencia que surge de la ignorancia. En resumen, "los resultados de los esfuerzos mentales humanos, las ideas y los juicios de valor que dirigen las acciones individuales, no pueden ser retrotraídas a sus causas, y son, en este último sentido, datos. [la carencia de dicho conocimiento genera las diferencias epistemológicas entre ciencias naturales y de la acción humana. (Cf. [1962] 1978, p. 58.)] En el trato con ellos es que nos referimos al concepto de individualidad. Pero recurrir a esta noción en modo alguno implica que esas ideas y juicios de valor surgen de la nada por una especie de generación espontánea y que no estén conectados y relacionados a lo que ya estaba en el universo antes de su aparición. Meramente establecemos el hecho que no sabemos nada acerca del proceso mental que produce dentro del ser humano los pensamientos que corresponden al estado de su entorno físico e ideológico" ([1957] 1985: 78).

Así, para Mises la incertidumbre en última instancia surge de la ignorancia. Una vez que ésta última es superada, surge una única mejor manera de realizar las acciones. De esta manera, su intelectualismo y su determinismo lo conducen a otra especie de racionalismo: la reducción de todos los tipos de racionalidad a la racionalidad técnica o instrumental. Lo explica explícitamente en un escrito muy antiguo y fundamental, su Grundprobleme der Nationalökonomie (Epistemological Problems of Economics [1933] 1960: 82), al criticar la división weberiana de los cuatro tipos de racionalidad.

Podríamos preguntarnos si estamos frente a un concepto de economía en el que la libertad queda "escondida". Es decir, si el problema más que antropológico es epistemológico. En mi opinión, y eso es lo que traté de mostrar aquí, no es este el caso. Pienso que no es su noción de economía lo que limita su visión de la acción humana (libertad), sino que, por el contrario, es su devaluada noción de acción humana (intelectualista) la que limita el alcance de su noción de economía (a racionalidad instrumental).

4. EL APRIORISMO: Las expresiones a priori (en latín: previo a) el conocimiento a priori es aquel que —en algún sentido importante— es independiente de la experiencia.

La historia de la filosofía presenta un segundo intento de mediación entre el racionalismo y el empirismo: el apriorismo. También éste considera la experiencia y el pensamiento como fuentes del conocimiento. Pero el apriorismo define la relación entre la experiencia y el pensamiento en un sentido directamente opuesto al intelectualismo. Como ya dice el nombre de apriorismo, nuestro conocimiento presenta, en sentir de esta dirección, elementos a priori, independientes de la experiencia. Esta era la opinión del racionalismo. Pero mientras éste consideraba los factores a priori como contenidos, como conceptos perfectos, para el apriorismo estos factores son de naturaleza formal.

Por ejemplo el conocimiento de que "ningún soltero es casado" no requiere de ninguna investigación para ser establecido como verdadero, en cambio, el conocimiento de que "no todos los cisnes son blancos" es un caso de conocimiento a posteriori, pues se requirió de la observación de cisnes negros para ser establecido.

Tradicionalmente, el conocimiento a priori se asocia con el conocimiento de lo universal y necesario. En su momento esta tesis supuso una revolución, comparable a la revolución de Copérnico que trasladó el centro del universo de la Tierra al Sol. De la misma forma el conocimiento es humano, sujeto a sus condiciones trascendentales, que no puede superar e ir más allá del campo de la experiencia. La metafísica no es posible como ciencia.

No son contenidos sino formas del conocimiento. Estas formas reciben su contenido de la experiencia, y en esto el apriorismo se separa del racionalismo y se acerca al empirismo. Los factores a priori semejan en cierto sentido recipientes vacíos, que la experiencia llena con contenidos concretos. El principio del apriorismo dice: "Los conceptos sin las intuiciones son vacíos, las intuiciones sin los conceptos son ciegas". Este principio parece coincidir a primera vista con el axioma fundamental del intelectualismo aristotélico-escolástico. Y en efecto, ambos; concuerdan en admitir un factor racional y un factor empírico en el conocimiento humano. El fundador de éste apriorismo es Kant. Toda su filosofía está dominada por la tendencia a mediar entre el racionalismo de Lelbniz y Wolff y el empirismo de Locke y Hume. Así lo hace, declarando que la materia del conocimiento procede de la experiencia y que la forma procede del pensamiento. Con la materia se significan las sensaciones. Éstas carecen de toda regla y orden, represen tan un puro caos. Nuestro pensamiento crea el orden en esté caos, enlazando unos con otros y poniendo en conexión los contenidos de las sensaciones. Esto se verifica mediante las formas de la intuición y del pensamiento. Las formas de la intuición son el espacio y el tiempo. La conciencia cognoscente empieza introduciendo el orden en el tumulto de las sensaciones, ordenándolas en el espacio y en el tiempo, en una yuxtaposición n y en una sucesión. Introduce luego una nueva conexión entre los contenidos de la percepción con ayuda de las formas del pensamiento, que son doce, según Kant. Enlaza, por ejemplo, dos contenidos de la percepción mediante la forma intelectual (categoría) de la causalidad, considerando el uno como causa, el otro como efecto, y estableciendo así entre ellos una conexión causal. De este modo edifica la conciencia cognoscente el mundo de sus objetos. Como se ha visto, toma los sillares de la experiencia. Pero el modo y manera de erigir el edificio, la estructura entera de la construcción, está determinada por las leyes inmanentes al pensamiento, por las formas y las funciones a priori, de la conciencia.

En realidad lo que Kant pretende es justificar la existencia del conocimiento científico, consolidado ya como ciencia moderna con la física de Newton. ¿Cómo es posible que podamos afirmar, con garantía de verdad universal y necesaria, las leyes científicas?

Según Kant, los juicios sintéticos a priori no son posibles en la metafísica, pero sí en las matemáticas y en la parte racional de la física: el propio Kant pone los siguientes ejemplos: "4 + 3 = 7", "la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos", "la cantidad de materia del universo se mantiene invariable", "en todo movimiento acción y reacción son siempre iguales". También los juicios sintéticos tienen que ver con la lógica, ejemplo: "suba para arriba", "salga para afuera".

Los juicios a posteriori se verifican recurriendo a la experiencia, son juicios empíricos, se refieren a hechos. Tienen una validez particular y contingente. Ejemplos: "los alumnos de filosofía son aplicados", "los ancianos son tranquilos".

En filosofía, se denomina juicio sintético a aquel juicio en el que el predicado no está incluido en la noción de sujeto. Estos juicios dan información o son extensivos, amplían nuestro conocimiento. Los juicios a priori son aquellos cuya verdad puede conocerse al margen de la experiencia; son universales y necesarios.

Ejemplo de las Interpretaciones de Hume y Kant

Según Hume, ambas calificaciones coinciden y se superponen: de una parte hay juicios analíticos que son a priori; de otra parte están los juicios sintéticos que son a posteriori Por ejemplo:

  • "Un todo es mayor que sus partes": es analítico y es a priori; por lo tanto, es estrictamente universal y necesario.

  • "Los nativos del pueblo X miden más de 1'90 metros": es sintético y es a posteriori; por tanto, no es estrictamente necesario ni universal.

El punto de vista de Kant es distinto. Al estudiar el enunciado "La recta es la distancia más corta entre dos puntos" advierte que:

  • No es un juicio analítico, ya que el predicado no está contenido en la noción de sujeto.

  • No es un juicio a posteriori, ya que nos consta su verdad sin tener que medir distancias entre dos puntos sin necesidad de recurrir a ninguna experiencia comprobatoria.

Así, al contrario que Hume y a toda forma de empirismo, Kant admite la existencia de juicios sintéticos a priori.

Sabemos que el transcendentalismo kantiano planteó desde una perspectiva novedosa lo que desde Platón conocemos como la aporía del Menón: ¿cómo puede el conocimiento no partir de cero y, sin embargo, comenzar todo él con y por la experiencia? También sabemos que su solución apriorista planteó inmediatamente otro problema que Cassirer elevó a problema crítico fundamental en los términos que el mismo filósofo de Königsberg le planteaba a Marcus Herz en la famosa carta de 21 de febrero de 1772: ¿Cómo puede nuestra mente formarse totalmente a prio- ri conceptos de las cosas con los que éstas coincidan necesariamente? Es una cuestión que, aunque la primera Crítica resolvió apelando a la propia legislación de nuestro entendimiento, siempre dejó para nuestro filósofo un rastro de oscuridad "con respecto a nuestra capacidad para entender de dónde puede sacar el intelecto esta coincidencia con las cosas mismas" (Ak. X, 131).

edu.redFue Popper uno de los primeros que planteó en los años treinta –concretamen- te en los trabajos preparatorios de su Logik der Forschung, que posteriormente vie- ron la luz con el título de Los dos problemas fundamentales de la epistemología– que ese problema epistémico sólo podía iluminarse atendiendo a una cuestión de tipo biológico más general: cómo se explica la adaptación de los organismos vivos a las condiciones objetivas del mundo circundante (Popper 1998, pp. 141-142.). En principio, la tesis de Popper es parecida a la que una década después mantuvo Konrad Lorenz y que mucho antes había ya anticipado Haeckel2. Lo "a priorístico" no es sino un conjunto de especializaciones hereditarias del sistema nervioso central que han sido adquiridas filogenéticamente en la evolución de las especies y que determinan disposiciones congénitas. Del mismo modo que la forma-aleta de un pez concuerda apriorísticamente con las propiedades del medio líquido para hacer posible el mejor desplazamiento, las formas a priori kantianas serían las estructuras que adaptadas al mundo posibilitan su conocimiento y, por tanto, la supervivencia de los individuos y especie humana. Nuestras formas de intuición y categorías son recipientes naturales, adaptados filogenéticamente, como cualquier otro órgano, para la recepción y reelaboración de una realidad exterior, en sí, a la que nos enfrentamos y a la que tenemos que responder si queremos mantenernos con vida, adaptarnos al mundo real. Pero decíamos que sólo son, en principio, similares las tesis de Popper y las de los epistemólogos evolucionistas, porque ya desde sus primeros trabajos el filósofo vienés es consciente de que Kant exploró una vía diferente a la de la armo- nía preestablecida (preformista) y a la del adaptacionismo (en último término, empi- rista); una vía (de preformación genética o epigenética) que Popper reconoce bien fundada y resume así (Popper 1998, p.144).

5. CRÍTICA Y POSICIÓN PROPIA: Si analizamos las tesis anteriores, podremos notar de inmediato que las dos extremas (racionalismo y empirismo) son falsas. Porque el empirismo va contra los estudios psicológicos que han demostrado que no solo hay conocimientos intuitivos y sensibles, sino que hay otros no intuitivos. El racionalismo tampoco puede contra la sicología, porque se ha demostrado que no solo hay conocimientos del pensamiento, sino que también hay una experiencia que influye en el conocimiento.

Empecemos fijando la vista en el primero y considerando el racionalismo y el empirismo como dos respuestas a la cuestión del origen psicológico del conocimiento humano. Ambos resultan entonces falsos. El empirismo, que deriva de la experiencia el contenido total del conocimiento y que sólo conoce, por tanto, contenidos de conciencia intuitivos, está refutado por los resultados de la moderna psicología del pensamiento. Ésta ha demostrado, en efecto, que además de los contenidos de conciencias intuitivas y sensibles hay otros no intuitivos, intelectuales. Ha probado que los contenidos del pensamiento, los conceptos, son algo específicamente distinto de las percepciones y las representaciones, son una clase especial de contenidos de conciencia. Ha demostrado, además, que ya en las más simples percepciones hay contenido un pensamiento; que, por tanto, no sólo la experiencia, sino también el pensamiento, tiene parte en su producción. Con esto queda refutado el empirismo (psicológicamente entendido). Pero tampoco el racionalismo resiste a la psicología. Ésta no sabe nada de conceptos innatos, ni menos de conceptos dimanantes de fuentes trascendentes. La psicología demuestra, por el contrario, que la formación de nuestros conceptos está influida por la experiencia, que por ende, en la génesis de nuestros conceptos tienen parte, no sólo el pensamiento, sino también la experiencia. Por eso cuando el racionalismo lo deriva todo del pensamiento y el empirismo todo de la experiencia, es menester acudir a los resultados de la psicología, que ha demostrado que el conocimiento humano es un cruce de contenidos de conciencia intuitivos y no intuitivos, un producto del factor racional y el factor empírico. 

Considerando las posiciones intermedias, ambos resisten a los hechos psicológicos. Lógicamente se le puede dar la razón al apriorismo en el sentido de que para las ciencias reales el conocimiento presenta factores a priori. Aunque a priori no significa que así tenga que ser, sino que es un requisito para la experimentación. 

Tampoco ahora podremos dar la razón al racionalismo ni al empirismo. Debemos hacer, por el contrario, una distinción entre el conocimiento propio de las ciencias ideales y el propio de las ciencias reales. Ya la historia de ambas posiciones nos conduce a esta distinción. Vimos, en efecto, que los racionalistas procedían las más veces de la matemática, una ciencia ideal; los empiristas, por el contrario, de las ciencias naturales, ciencias reales. Unos y otros tendrían también completa razón si limitasen sus teorías epistemológicas a aquella esfera del conocimiento que tienen a la vista. Cuando el racionalismo enseña que nuestro conocimiento tiene la base de su validez en la razón, que la validez de nuestros juicios se funda en el pensamiento, lo que enseña es absolutamente exacto, tratándose de las ciencias ideales. Cuando considerarnos, por ejemplo, una proposición lógica (verbigracia, el principio de contradicción) o matemática (verbigracia, la proposición "el todo es mayor que la parte"), no necesitamos preguntar nada a la experiencia para conocer su verdad. Basta comprobar entre sí los conceptos contenidos en ellas, para ver con evidencia la verdad de estas proposiciones. Estas proposiciones son, pues, válidas con completa independencia de la experiencia, o a priori, como dice la expresión técnica. Leibniz las llama verités de raison, verdades de razón.

Sin embargo, podemos dar ya al apriorismo la razón en el sentido de que también el conocimiento propio de las ciencias reales presenta factores a priori. No se trata de proposiciones lógicamente necesarias, como las que podríamos señalar en la lógica y la matemática; pero sí de supuestos muy generales, que constituyen la base de todo conocimiento científico. A priori no significa en este caso lo que es lógicamente necesario; sino tan sólo aquello que hace posible la experiencia, esto es, el conocimiento de la realidad empírica o el conocimiento propio de las ciencias reales, Uno de estos supuestos generales de todo conocimiento propio de las ciencias reales es, por ejemplo, el principio de, causalidad. Este principio dice que todo proceso tiene una causa. Sólo haciendo este supuesto podemos llegar a obtener conocimiento en la esfera de las ciencias reales. Nos sería imposible, por ejemplo, establecer leyes generales en la ciencia de la naturaleza, si no supusiéramos que en la naturaleza reinan la regularidad, el orden y la conexión. Nos encontrarnos aquí con una "condición de la experiencia posible", para hablar con Kant.

Uno de los supuestos de las ciencias reales es el principio de causalidad. Este principio dice que todo efecto tiene una causa. Este principio nos permite emitir supuestos que nos pueden llevar al conocimiento. 

ESENCIA DEL CONOCIMIENTO

El conocimiento presenta una relación entre sujeto y objeto, el problema consiste en la relación entre ambos.

Si se hace intervenir en la cuestión el carácter ontológico del objeto, es posible una doble decisión; o se admite que todos los objetos poseen un ser ideal mental (idealismo)

O si se admite que además de los objetos ideales hay objetos reales, independientes del pensamiento (realismo)

Dentro de estas dos concepciones son posibles distintas posiciones:

1. EL OBJETIVISMO: El objeto es decisivo entre los dos miembros, el objeto determina al sujeto. Los objetos son dados, algo que presenta una estructura totalmente definida, estructura que es reconstruida por la conciencia cognoscente.

Platón defendió esta postura en su teoría de las ideas, las ideas según platón son realidades objetivas, así como descubrimos los objetos (mundo sensible) en la intuición sensible en la percepción; así descubrimos los objetos (mundo suprasensible) en una intuición no sensible, la intuición de las ideas.

Lo que Platón llama idea, Husserl lo denomina esencia, con una esfera propia, independiente, así en las ideas no sensibles, Husserl, los llama intuición de las esencias.

Mientras Husserl se detiene en el reino de las esencias ideales, Platón avanza a atribuir una realidad metafísica a estas esencias. La característica de la teoría platónica sobre las ideas, está en definir las ideas suprasensibles, como entidades metafísicas.

En resumen, para el objetivismo, el centro de gravedad del conocimiento reside en el objeto. El reino objetivo de las ideas o esencias, es el fundamento sobre el que descansa el edificio del conocimiento

2.- EL SUBJETIVISMO: Contario al objetivismo, el subjetivismo trata de fundar el conocimiento humano en el sujeto, colocando al mundo de las ideas, el conjunto de los principios del conocimiento, en un sujeto. No el sujeto concreto, individual, del pensamiento, sino un sujeto superior trascendente.

San Agustín, coloco al mundo flotante de las ideas platónicas en el espíritu divino, haciendo de las esencias ideales, contenidos lógicos de la razón divina, pensamientos de Dios. Por lo tanto la verdad ya no está fundada en un reino de realidades suprasensibles, en un mundo espiritual objetivo, sino en una conciencia, en un sujeto. El conocimiento entonces ya no consiste en enfrentarse con un mundo objetivo, sino en volverse al sujeto supremo. Este se halla fundado en lo absoluto, en Dios.

3.- EL REALISMO: Posición epistemológica según la cual hay cosas reales, independientes de la conciencia. Admitiendo diversas modalidades, dentro de ellas:

  • Realismo Ingenuo; El problema del sujeto y el objeto no existe aun para él; no distingue en absoluto entre la percepción, como contenido de la conciencia y el objeto percibido, sino como solo contenidos de la percepción con los objetos.

Las cosas son según él exactamente tales como lo percibimos, así por ejemplo los colores, sabores, olores, dureza, etc., les pertenecen como cualidades objetivas, independientemente de la conciencia que lo percibe.

  • Realismo Natural; ya no identifica el contenido de la percepción y el objeto, sino que distingue el uno del otro; sin embargo sostiene que los objetos responden exactamente a los contenidos de la percepción.

  • Realismo Critico; No cree que convengan a las cosas todas las propiedades encerradas en los contenidos de la percepción, por el contrario, todas las propiedades o cualidades de las cosas que percibimos por los sentidos, solo existen en nuestra conciencia. Las cualidades surgen cuando determinados estímulos externos actúan sobre nuestros órganos de los sentidos, so reacciones de nuestra conciencia, no tiene carácter objetivo, sino subjetivo.

El realismo crítico acude a una diferencia elemental entre las percepciones y las representaciones. Consiste en que en las percepciones se trata de objetos que pueden ser percibidos por varios sujetos, mientras que los contenidos de las representaciones solo son perceptibles para el sujeto que los posee.

Otra razón del realismo crítico es la independencia de las percepciones respecto de la voluntad; hace valer la independencia de los objetos de la percepción respecto de nuestras percepciones., el realismo crítico infiere de aquí que en la percepción nos encontramos con objetos que existen fuera de nosotros, que poseen un ser real ( busca asegurar la realidad por un camino racional). La realidad no puede ser probada según ellos, sino solo experimentada y vivida.

4.- EL IDEALISMO: En sentido metafísico, e idealismo en sentido epistemológico.

  • Idealismo Metafísico; Es la convicción de que la realidad tiene por fondo fuerzas espirituales, potencias ideales.

  • Idealismo epistemológico; Sustenta la tesis de que no hay cosas reales, independientes de la conciencia.

Entonces quedan dos clases de objetos, los de la conciencia (representaciones, sentimientos, emociones, etc.) y los ideales (objetos de la lógica y de la matemática). De aquí surgen dos formas de idealismo. El subjetivo o psicológico y el objetivo o lógico.

  • Idealismo Subjetivo o Psicológico; Sostiene que toda realidad está encerrada en la conciencia del sujeto; las cosas no nada más que contenidos de la conciencia. Todo su ser consiste en ser percibidas por nosotros, ser contenidos en nuestra conciencia, tan pronto dejan de ser percibidas, dejan también de existir. (consciencialismo, Berkeley).

  • Idealismo Objetivo o lógico; Toma como punto de partida la conciencia objetiva de la ciencia, tal como se expresa en las obras científicas., es una suma de pensamientos, de juicios; no es nada psicológicamente real, sino lógicamente ideal; es un sistea de juicios.

No reduce el ser de las cosas a su ser percibidas, como el idealista subjetivo, sino que distingue lo dado en la percepción de la percepción misma. Considera los objetos como engendrados por el pensamiento. Este idealismo es llamado también panlogismo, ya que reduce la realidad entera a algo lógico., es defendido por el Neokantismo.

Entre ambos idealismos hay una diferencia esencial, pero ambas se mueven dentro de una común concepción fundamental, siendo esta la tesis idealista; donde el conocimiento no es nada real, sino algo ideal. Luego no hay objetos reales extra conscientes, sino que toda realidad se halla encerrada en la conciencia.

5.- FENOMENALISMO: es la teoría sobre el cual no conocemos las cosas como son en sí ,sino como nos aparecen para el fenomenalismo hay cosas reales pero no podemos conocer su esencia el fenomenalismo coincide con el realismo en admitir cosas reales pero coincide con el idealismo en limitar el conocimiento a la conciencia al mundo de la apariencia. El fenomenalismo niega también las a las cosas las cualidades primarias, como la forma, la extensión, el movimiento y todas las cualidades espaciales y temporales y las desplaza a la conciencia, el espacio y el tiempo son solamente según kant formas de nuestra intuición, y funciones de nuestra sensibilidad.

La teoría del fenomenalismo desarrollada por kant, en su contenido esencial puede resumirse en tres proposiciones.

1. La cosa en si es incognoscible.

2. Nuestro conocimiento permanece limitado al mundo fenoménico.

3. Este surge en nuestra conciencia porque ordenamos y elaboramos el material sensible con arreglo a las formas a priori de la intuición y del entendimiento.

Kant Establece que el sujeto sólo puede conocer el fenómeno, que corresponde al objeto tal como lo percibe el sujeto de acuerdo a su sistema cognoscitivo. Por ejemplo, el hombre percibe el azúcar con sabor dulce de acuerdo a su sistema cognoscitivo, pero ¿será realmente dulce? Al objeto tal cual es, y no como lo percibe el hombre se le denomina noúmeno, y es incognoscible. Los seres humanos conocemos las cosas, no como realmente son, sino como somos nosotros, como lo captamos según nuestro sistema cognoscitivo). Sentidos (formas de sensibilidad. Razón) categorías del entendimiento.

El término fenómeno tiene un sentido especial en la filosofía de Kant, al poner en contraposición el concepto de fenómeno con el de noúmeno. Los fenómenos constituyen el mundo tal como lo percibimos, en oposición al mundo tal como existe independientemente de nuestra experiencia, a lo que Kant llama «la cosa en sí misma» (Das Ding an sich). Según Kant, el ser humano no puede conocer las cosas-en-sí-mismas, sino solamente las cosas tal como las percibe o experimenta. Por lo tanto, la tarea de la Filosofía consiste en tratar de comprender el propio proceso de la experiencia.

El concepto de "fenómeno" condujo a una corriente de la filosofía conocida como Fenomenología. Entre las figuras señeras de dicha corriente se cuentan los filósofos alemanes Hegel, Husserl y Heidegger, así como el francés Derrida.

6.- CRITICA Y POSICIÓN PROPIA: En la crítica del realismo y el idealismo, ambos no logran demostrar que una prevalezca sobre la otra, así tenemos;

  • Ni el realismo ni el idealismo pueden refutarse o probarse por medios puramente racionales, entonces súrgela decisión de hacerlos por el método irracional; siendo el idealismo volitivo el camino para hacerlo.

  • El realismo volitivo subraya que el hombre es en primer término un ser de voluntad y de acción; nuestra convicción de la realidad del mundo exterior no descansa en un razonamiento lógico, sino en una vivencia inmediata, en una experiencia de la voluntad, quedando superada el idealismo.

  • Pero también el idealismo fracasa en el problema de la existencia de nuestro yo, Descartes señalaba que en nuestro pensamiento, en nuestros actos mentales, no vivimos como una realidad, tenemos la certeza de nuestra existencia, de nuestro propio yo, el idealismo fracasa contra la auto certidumbre del yo.

  • Con esto queda resuelta la cuestión de la existencia de los objetos reales, pero ¿podemos conocer la esencia de las cosas? La respuesta depende de la concepción que se tenga de la esencia del conocimiento humano, las concepciones aristotélicas y kantianas son las más opuestas. Según Aristóteles los objetos del conocimiento están ya listos, tienen una esencia determinada y son reproducibles por la conciencia cognoscente, esta refleja el orden objetivo de las cosas (el conocimiento como una función receptiva y pasiva). Según Kant, no hay objetos del conocimiento hechos, sino que los objetos del conocimiento son producidos por nuestra conciencia, ella crea el orden objetivo de las cosas (el conocimiento como una función activa y productiva).

  • Cundo el conocimiento es concebido como una reproducción del objeto, representa una duplicación de la realidad, primero objetivamente luego subjetivamente; no tiene sentido tal repetición ni duplicación.

Se trata entonces de un problema que escapa a una solución sencilla y segura, como seres de voluntad y acción estamos sujetos a la antítesis del yo y el no yo del sujeto y el objeto, por lo tanto no es posible superar el dualismo, de ahí que mejor debemos abrirnos a la realidad, teniendo conciencia que somos seres pensantes y con espíritu.

CONOCIMIENTO MULTIDIMENSIONAL

Para comprender más éste aspecto, es necesario citar a Morín cuando nos habla del conocimiento pertinente, él menciona que el conocimiento de los problemas claves del mundo, de las informaciones claves concernientes al mundo, por aleatorio y difícil que sea, debe ser tratado so pena de imperfección cognitiva, más aún cuando el contexto actual de cualquier conocimiento político, económico, antropológico, ecológico… es el mundo mismo. La era planetaria necesita situar todo en el contexto y en la complejidad planetaria. El conocimiento del mundo, en tanto que mundo, se vuelve una necesidad intelectual y vital al mismo tiempo. Es el problema universal para todo ciudadano del nuevo milenio: ¿cómo lograr el acceso a la información sobre el mundo y cómo lograr la posibilidad de articularla y organizarla? ¿Cómo percibir y concebir el Contexto, lo Global (la relación todo/partes), lo Multidimensional, lo Complejo? Para articular y organizar los conocimientos y así reconocer y conocer los problemas del mundo, es necesaria una reforma de pensamiento. Ahora bien, esta reforma es paradigmática y no programática: es la pregunta fundamental para la educación ya que tiene que ver con nuestra aptitud para organizar el conocimiento.

A este problema universal está enfrentada la educación del futuro porque hay una inadecuación cada vez más amplia, profunda y grave por un lado entre nuestros saberes desunidos, divididos, compartimentados y por el otro, realidades o problemas cada vez más poli disciplinarios, transversales, multidimensionales, transnacionales, globales, planetarios.

En esta inadecuación devienen invisibles:

¨   El contexto

¨   Lo global

¨   Lo multidimensional

¨   Lo complejo

CONOCIMIENTO MULTIDIMENSIONAL

Para Morín, el ser humano o la sociedad, son multidimensionales; el ser humano es a la vez biológico, síquico, social, afectivo, racional. La sociedad comporta dimensiones históricas, económicas, sociológicas, religiosas… El conocimiento pertinente debe reconocer esta multidimensionalidad e insertar allí sus informaciones, pudiéndose distinguir las partes del todo y estas entre sí; la dimensión económica, por ejemplo, está en inter-retroacciones permanentes con todas las otras dimensiones humanas; es más, la economía conlleva en sí, de manera holográmica: necesidades, deseos, pasiones humanas, que sobrepasan los meros intereses económicos.

La posmodernidad a dado origen a un profundo cambio de perspectiva y nuevas formas de estudiar la realidad. Este nuevo paradigma reacciona contra la excesiva especialización que prevalece en el desarrollo de la ciencia contemporánea, lo que supone una fragmentación excesiva de los problemas de la realidad y una pérdida de contacto con la misma. Reacciona contra el reduccionismo modernista y pretende modificar la forma de conocer nuestro entorno haciéndolo más compatible con lo que es el ser humano, no reductible a un nivel de la realidad.

Así se ha ido generando un nuevo conocimiento que podemos llamar conocimiento multidimensional, motivador de dinámicas terminológicas, conceptuales y estructurales diferentes a las que se conocían en los espacios disciplinares. (*)

La psicología se acoge a este concepto al valorar al hombre como un ser bio-psico-social, aunque su estudio lo divide luego por influencias sociales, factores biológicos y formaciones psicológicas, es la integración general la que formula la comprensión del ser humano.

Muy relacionado con este concepto se encuentra la complejidad, concebida por la inseparabilidad de elementos diferentes que constituyen un todo, es la "unión entre la unidad y la multiplicidad".

Morín expresa que la educación debe crear una "inteligencia general" para referirse a lo complejo; de forma multidimensional, para referirse al contexto desde una concepción global.

La inteligencia emocional adquiere mayor significación y alcance cuanto mayor sea, pudiendo resolver con mayor facilidad los problemas especiales. Esta explicación se basa en que la comprensión de elementos particulares necesita de la activación de la inteligencia general para operar y organizar los conocimientos de conjunto en cada caso particular. Esta explicación se vincula con los procesos del pensamiento determinados por la psicología, donde el individuo realiza procesos de análisis, comparación, síntesis, abstracción y generalización, debiendo en primer momento conocer el fenómeno y establecer distinciones con otros para su identificación, llegando luego a establecer sus características esenciales y extrapolarla a otras situaciones. De esta forma se explican conductas como la toma de decisiones, la diferencia de conceptos y conocimientos, procesos de aprendizaje mediante asociación, entre otros mecanismos de aprendizaje y comportamiento del sujeto.

Se explica así lo planteado por Morín de que el conocimiento, buscando su construcción en relación con el contexto, con lo global, con lo complejo, debe movilizar lo que el cognoscente sabe del mundo, lográndose la correlación entre la movilización de los conocimientos de conjunto y la activación de la inteligencia general.

(*)http://scholar.google.com.pe/scholar?hl=es&lr=&q=related:KY-dAtvNre4J:scholar.google.com/&um=1&ie=UTF-8&ei=BNruTa-0GMOx0AG7zuH2DA&sa=X&oi=science_links&ct=sl-related&resnum=3&ved=0CCYQzwIwAg

Concibe la educación como estimuladora y desarrolladora de la aptitud natural de la mente para hacer y resolver preguntas esenciales y propiciar el desarrollo de la inteligencia emocional.

En la psicología educativa influyó un concepto mencionado anteriormente como ZDP (Zona de Desarrollo Próximo), donde se tienen en cuenta las condiciones presentes para estimular el aprendizaje y el desarrollo del individuo.

Resalta la importancia de comenzar la estimulación en las etapas tempranas de la vida como la infancia y la adolescencia y comprende la importancia de estas etapas. Esta estimulación se efectúa sobre la curiosidad como característica esencial de la etapa, la cual sufre afectaciones con la instrucción dirigida por el sistema educativo.

La educación, en la estimulación de la inteligencia general, debe utilizar los conocimientos existentes, superar las antinomias provocadas por el progreso de los conocimientos especializados e identificar la falsa racionalidad.

La antinomia constituye un fenómeno que se ha agravado durante el transcurso del siglo XX por motivo de las especializaciones, donde el conocimiento se ha visto fragmentado, se producen grandes avances pero de forma individualizada sin lograr la integración, lo que provoca aumento de contradicciones y distanciamientos entre las ciencias. Este proceso provoca disciplinas hiperespecializadas orientadas hacia sí mismas y desvinculadas de otras, perdiéndose la integración necesaria para la obtención de conocimientos reales.

Este proceso ha provocado la pérdida de las aptitudes naturales de la mente humana para contextualizar los saberes e integrarlos, se ha debilitado la percepción de lo global, con lo cual cada cual se responsabiliza con su especialidad y se desprende de otras ciencias.(*)

La biblioteconomía y la documentación ante el conocimiento multidimensional (**)

A medida que el conocimiento multidimensional fue formando parte de los sistemas de información, se hizo evidente que las herramientas tradicionales de indización y recuperación de la información eran incapaces de cumplir las funciones con eficacia. Pero este cambio no sólo afectó a modelos tradicionales de indización y recuperación de la información sino que se hizo y se sigue haciendo notar sensiblemente en otros aspectos importantes en los sistemas de información como son las colecciones que alojan, el nuevo tipo de usuario que se genera y sus necesidades especiales de información y desde luego el nuevo tipo de documento: El documento multidimensional.

(**)http://www.eumed.net/rev/ced/24/mlc.htm

BIBILOGRAFÍA

J HESSEN. (1971). Teoría del conocimiento. Buenos Aires Editorial Losada.S.A Decimo Primera Edición.

WEBSITE

http://scholar.google.com.pe/scholar?hl=es&lr=&q=related:KY-dAtvNre4J:scholar.google.com/&um=1&ie=UTF-8&ei=BNruTa-0GMOx0AG7zuH2DA&sa=X&oi=science_links&ct=sl-related&resnum=3&ved=0CCYQzwIwAg

http://www.eumed.net/rev/ced/24/mlc.htm

 

 

Autor:

Venegas Montoya Carlos Mario

Profesora: Dra. Josefa Cabrera Díaz.

Nombre Del Curso: Investigación Cualitativa

Universidad Particular "Antenor Orrego " – Trujillo

Doctorado en Educación

Partes: 1, 2
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