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Diálogo con José Martí


  1. Palabras iniciales
  2. Desarrollo
  3. Bibliografía utilizada

Palabras iniciales

Este libro pudiera parecer raro, es difícil de ubicar en los géneros más tradicionales, se mueve entre el ensayo y la ficción, aunque no es una novela, posee cartas, más no se reduce a un epistolario, no posee pretensiones de biografía, el autor se acoge al criterio de los autores del gran Diccionario Larousse de La Lengua Española, que en una de sus acepciones considera el diálogo como un género literario, con la intencionalidad de: mostrar un Martí más cercano, con las cualidades del ser humano y contemporáneo que es, él nos acompaña en las grandes batallas sociales y existenciales, su Ética es la brújula que nos orienta, en un mundo donde cada día se pretende negar La Historia, las identidades y hasta los paradigmas.

Se asumen los riesgos que entraña romper algunos cánones tradicionales y "hacer camino al andar" como dijera el poeta, más no se trata de innovar, sino de encontrar el modo de echar a volar la imaginación tratando siempre en lo posible y desde la perspectiva del autor, de ser fiel al legado martiano, no se pretende imitar su estilo, lo cual para el autor es imposible, sino aproximarnos a su modo de decir ,al menos, sino en la letra sí en el espíritu, sabemos que podemos tener puntos coincidentes y divergentes con otros autores, respetamos sus criterios, sin embargo, creemos con convicción en los planteados, que en todo caso no son dogmas sino una guía que pretende ser motivante para que los lectores se acerquen por ellos mismos a la obra martiana, a su pensamiento universal, si se evoca a José Martí como padre espiritual es porque el hábito de más de 25 años de lecturas de sus obras, nos identifican de un modo tan íntimo que no encontramos un modo mejor de expresarlo que: padre, amigo y contemporáneo, a quién en verdad se le debe gran parte de la vida y el modo de sentir, pensar y actuar, tamaña deuda, reclama muchos libros y más acciones, con él y con la patria se está comprometido, se intenta buscar un camino inédito para aproximarnos a él, tal vez este pueda resultar, está abierto a la crítica, pero lo que le aseguramos que se hizo con amor.

El autor 11 de septiembre de 2009.

Desarrollo

Al señor Don José Martí Pérez. Contramaestre Santiago de Cuba, 10 de abril de 2009.

Tal vez parezca iluso escribir una carta para una personalidad histórica que vivió en el siglo XIX, pero tomando en consideración que usted es el hombre contemporáneo, me tomo la libertad de dirigirme a usted, para rogarle encarecidamente que tenga la amabilidad de responder a algunas dudas surgidas de la lectura de sus obras y otras que no son personales, sino que están de alguna manera diluidas en la memoria de su pueblo y se transmiten de generación en generación, por vía de la oralidad, tales cómo:

¿Por qué en su Diario de Campaña aparecen más refencias sobre el Río Contramaestre, qué sobre el Cauto, siendo este último el más importante de Cuba?

¿Qué le motivó a bañarse en el Río Contramaestre el 12 de Mayo de 1895 y Por qué habló justamente ese día de hijos?

Disculpe mi impertinencia y es probablemente que en otras cartas le pregunte otras cuestiones. Le quedará eternamente agradecido su amigo y contemporáneo Luis Enrique Jerez Domínguez.

Segunda Epístola: Contramaestre 12 de abril de 2009.

Al Señor Don José Martí.

Muy distinguido amigo, perdone que un desconocido por usted se auto titule amigo, lo que ocurre es que, yo si creo conocerle un poco, gracias a la oportunidad que he tenido de leer por más de veinticinco años su prolífera obra escrita, a tal punto que me siento ser su deudor para siempre, usted no sabe todo lo que le agradezco sus enseñanzas y aunque sé que a usted no le gustan los elogios desmedidos, créame que aprecio en usted una persona generosa, que ha logrado ofrecer mucho amor a tantos, yo soy uno de esos tantos, a los que usted, sin serle posible saberlo, le ha prodigado mucho amor y ahora le devuelvo ese amor como gesto de reciprocidad. Atentamente: L.J.

Respuestas del Maestro en sueños de este autor:

Al Señor Luis Enrique Jerez Domínguez.

Muy querido hijo, así me atrevo a llamarle después de leer con gran sorpresa sus alabanzas generosas, que sólo las acepto porque fluye en ellas resplandores de sinceridad, que puede venir de un alma: domada por el sacrificio y el deber, ellos son los únicos estandartes que alivian las penas y fortalecen el alma.

En cuanto a sus preguntas, apenas me atrevo a responder, ha pasado mucho tiempo y las imágenes desfilan esquivas en tropel borroso, cual luces y sombras adoloridas por las sacudidas de las historias, que tejen sus encantos en los pueblos nobles de hombres rebeldes, con las almas altivas en serpenteante sendero, donde realidades, y mitos danzan sus verdades ocultas, cual rito de hojalata, y barro domado por el tiempo.

Creo recordar con un leve estremecimiento, la impresión imborrable que aquél espectáculo magnífico: (…) "Con barrancas como la del Cauto asoma el Contramaestre, más delgado y claro"[1], tal vez mi preferencia por lo pequeño, venga de la vocación por admirar el arroyo con sus aguas, que fluyen en el remanso, por encima de la omnipotencia del mar, casi inconscientemente quedé prendido de su corriente cristalina , que alivió el dolor del grillete infame que aún laceraba el cuerpo, cual braza adherida a la piel llagada, recuerdo que ese día el motivo de la conversación eran los hijos de Bellito[2]y otros oficiales que lo exhibían orgullosos, ellos peleaban en la misma tropa y mi nostalgia ahogada de que el mío no me acompañaba, el azar del destino con sus caprichos tortuosos, y sólo el paisaje con el verdor y las aguas del Contramaestre aliviaron mis penas, cual seda premio al agotamiento de largos caminos, mi predilección por este río fue algo instintivo, tal vez mi destino ya estaba ligado con lazos indestructibles a sus márgenes, para entonces era sólo un presentimiento casi imperceptible, alcancé a divisar entre la maleza retorcida, marcando el final del túnel telúrico: paso al camino luminoso. Me gustaría refiera si el cubano bueno que conocí unos días antes en los campos del Oriente cubano, el día 9 de Mayo, después del recuerdo triste de los sucesos del crimen de Federicón con la hermosa Panchita[3]hija del bravo Eusebio Venero en Altagracia está en sus ancestros, rastree su genealogía, coincidentemente se llamaba Luis Jerez[4]todo suyo JM.

Tercera Epístola:

Al señor JM (en lo sucesivo el autor sólo utilizará estas iniciales para referirse a José Martí Pérez),

Apenas me atrevo a darle crédito a mis sueños, pero lo vi tan cerca que todo me parecía real, entre cortinas de luz su rostro y sus palabras, que no sé a ciencia cierta si logré en la agonía del sueño, captar en toda su dimensión, al despertar sobresaltado y feliz, traté de recordar sus palabras. Un día a alguien le escuché decir, cuidado con sus deseos que se pueden hacer realidad y esta ha sido una misteriosa realidad que me regocija y me compromete aún más, porque no puedo ser egoísta y guardarla como regalo personal, pienso es un patrimonio colectivo de Cuba y de nuestra América, en su decir, por ello le solicito autorización para publicarla, en cuanto a los lazos familiares que me puedan unir con el patriota que usted menciona, trataré de averiguarlo, por ahora nada sé, gracias por lo de hijo, con todo respeto a mi padre espiritual JM, un abrazo afectuoso Luis E Jerez Domínguez( en lo sucesivo el autor sólo utilizará las iniciales LJ, para referirse a su identidad).

Queridísimo hijo, L.J.

Nada debe agradecer quien como tú eres fiel a este legado, que soñé despierto en vida, aún sin alcanzar a divisar en toda su grandeza que llegara tan lejos en el tiempo, como impulsado por la energía universal, ábrete el pecho y cuéntame tus esperanzas y penas, ¿cómo está mi Cuba amada?, ¿qué fue del sueño de unidad de nuestros pueblos de América?, eso y todo lo que la prudencia te aconseje decirme, que lo guardaré con la misma satisfacción del baño en el río Contramaestre, que ahora puedes contemplar: imaginas que esas aguas nos unen en el tiempo, nos permiten un diálogo como de un padre a un hijo, así tal vez pueda aconsejar y seguir siendo útil a mi pueblo virtuoso, le abraza JM.

Cuarta Epístola:

Padre y amigo JM, cuanta alegría me trajo su carta soñada ayer, desde ahora ya estoy imaginando las aguas que cruzarán las barreras en el tiempo para conversar, imagine que además de su pluma contara con una computadora y a ella instalada un correo y en vez de carta en lo adelante utilizáramos este medio propio de mi época, entonces, chatearíamos con menos formalidades un diálogo continuo, más se entrecruzaría su estilo cinematográfico con mi pobre prosa y ojalá en ese leer y decir, logre captar algo de la inmensidad de su cultura y la incorpore poco a poco a la mía, si está de acuerdo cambiamos de medio, pero las aguas del Contramaestre seguirá siendo el referente de unión fraternal. En cuanto a su Cuba amada está de pie en América Latina, con sus aciertos y sus errores es hoy soberana, intenta seguir sus ideas, no ha alcanzado toda la justicia, pero no se rehúsa de luchar por conquistarla, no es una sociedad perfecta, sino perfectible, aprendió a ser solidaria, le reconoce como el héroe nacional y apóstol de la independencia, pero como sociedad, está lejos de conocer en toda su magnitud su inmensa obra. En cuanto a la unidad latinoamericana, no se ha logrado plenamente, más se dan pasos con la revolución cubana, la bolivariana y la apertura de la izquierda en otros países del área, abrazos infinitos de su LJ.

Respuesta de JM en chateo.

Querido hijo LJ, qué sorpresa cuando descubrí esa magia de tu época, todavía no le doy crédito, paso de la duda al desconcierto, ¿cuanto hubiese podido escribir y difundir del siglo XIX con un invento como este?, ¿qué pueda autorizar? cuando, y sin mi consentimiento vi publicado por Internet hasta mis cartas más íntimas, incluso una noveleta que en mi época publiqué con el seudónimo de Adelaida Rhal y jamás pensé que ustedes llegaran a saber que era mía, le hablo de "Amistad Funesta" ó "Lucía Jerez" y qué decir de mis "Cuadernos de Apuntes" que eran estrictamente personales y en Carta a mi amigo Gonzalo de Quesada y Arostegui, le sugerí lo que se debía publicar y hasta el orden, mejor impresión causaron las "Obras Críticas"[5], me sorprendió cuanto han indagado de mi vida en sus aspectos más recónditos, ya que no hay secreto alguno, nada tiene de extraño que publiques nuestro diálogo y menos este chateo que es un sabroso ejercicio al espíritu que vaga por la infinitud del espacio cósmico en espera del reencuentro definitivo. Siempre suyo JM.

Respuesta de Chateo de LJ (en lo sucesivo omitiré esta aclaración innecesarias y sólo la identidad representada por las iniciales delimitarán el diálogo). Maestro JM cuanto placer me trae chatear con usted, esto todavía me perece un sueño, ¿será que no he despertado?, lo cierto es que usted lo hace muy bien y me sorprende con la rapidez que se ha adaptado a este modo postmoderno de comunicación, más me conmueve con qué precisión maneja sus metáforas, cual si escribiera con su pluma de siempre. LJ.

Jamás pensé que existiera una invención tan divertida, esto en mi época me hubiese ahorrado cientos de viajes y lo que es más importante el tiempo, más me asombra no es el aparato mismo, sino el banal uso que se hace de el, me indigna como se pierde el tiempo es cuestiones cursis, que pensé se superaran en el futuro y ahora posicionado en el mismo,(desde la dimensión cósmica de las aguas del Contramaestre), observo con horror las mismas ambiciones de los hombres multiplicadas, y hasta "globalizadas" como gustan decir ustedes, lo curioso es que el inmenso mundo de mi tiempo se ha reducido a una aldea global caótica, cual ráfaga voraz con apetitos infernales. JM.

Así es amigo, peor es contarle cual desigualmente están repartidos: el dinero, las riquezas, incluso, los propios medios tecnológicos informáticos, baste un simple ejemplo, sólo en La Ciudad de Nueva York que usted conoció tanto en el siglo XIX, ahora en el XXI, hay más celulares y computadoras que en todo el continente africano, ¿qué le parece?, LJ.

Hijo, espantado del futuro me refugio en el pasado, donde éramos angelicales comparado con este mundo, qué dolor me produce el cerco de hierro salpicado de sangre y penalidades de esa guerra económica, que eufemísticamente llaman "bloqueos" los más radicales y "embargo" los más calculadores, y junto a todo ello alcanzo a percibir un auto muro de contención, cuantos contrastes y miserias gravitan en un manto de justificaciones, tú puedes ayudar a coartar el flujo de mercaderes, que esconden sus pretensiones en discursos que no están en equilibrio con sus modos de hacer, ¡cuantas de mis ideas tergiversadas¡, un coro de consignas pierden raíces en el suelo fértil, que espera por manos piadosas, ¿por qué se pierde tanto tiempo en ritos sonoros?. Suyo JM.

Maestro estas mismas preguntas, con otras palabras me formulo a diario y no logro tener a mano todas las respuestas. LJ.

Las respuestas no las tendrá nunca a mano, sino en el pensar, e impulsar los modos de remediar los males de una sociedad que se debate en desafíos existenciales jamás vistos, tamaña tarea rebasa las dimensiones individuales y se asentarán en la medida que encuentren el sendero próspero del derecho uniforme, asístase a la dignidad con el celo de un padre de una nación urgida de encontrarse ella misma en sus orígenes, la génesis de nuestra cultura mestiza, avasallada ayer y despreciada hoy por tantos en este submundo, ya no me queda cuerpo para situarlo en medio de tantos males, reconozco lo logrado, que es bastante, si se compara con el pasado y poco si se compara con el presente, hacer sigue siendo no sólo la palabra de pase, como dije en el pasado, sino la única alternativa para sobrevivir desafíos cruciales, pero aún me quedan: ideas en tus ideas, aguas en tus vientos, tierra en tus cimientos, soles que alumbran, en un desconcierto ecológico provocado por los propios hombres, que ahora no encuentran los modos de armonizar la naturaleza maltratada. Perdón creo me extendí demasiado, para un chateo común. Es que un remolino de ideas pugna por salir todas de una vez y se enredan en la hierba crecida. JM.

Maestro JM, con qué placer disfruto sus mensajes, me justaría saber más de las motivaciones de sus obras, de cómo visualiza para Cuba y América Latina el futuro. Con mucho afecto LJ.

Hijo y amigo LJ:

Las motivaciones de mis obras son simples, cual monte de espumas y creo se explican en sí mismas, intenté ser un hombre sincero, con la honradez en el pecho y observo incrédulo las ambiciones de los hombres y las naciones que presumen de civilizadas, que se autonombran "democráticas" y desbastan los bosques, envenenan los animales y asesinan a mis pobres de la tierra, sin pensar en su suerte, mercaderes atormentados de vicios, que se disputan el petróleo de los pueblos, sobre un mar de sangre de inocentes, que dedican más dinero en hacer armas, cual si ellas remediaran el hambre, las privaciones de millones de seres humanos, que entre la vida y la muerte imploran una salida con decoro y encuentran un puño, pobres de los cuerpos que se arrastran, infelices los que teniendo cabezas las llenan de adornos mezquinos y no la usan para el bien común de los que habitan el espacio terrenal, reciba mi cariño y lo que queda de mi espíritu diluido en todos los que anhelan vivir en paz y hermandad. JM.

Me emocionan sus palabras porque siempre son sinceras, disculpe pero me gustaría saber por qué no respondió las cartas de Blanca De Montalvo, aquella andaluza de su época de estudiante. LJ.

Hijo, cuantos recuerdos se agolpan como racimo de fuego, pero lo cierto es que nunca recibí aquellas hermosas cartas de la bella Blanca De Montalvo, cuanto me apena, mi vida era muy azarosa de un viajero infatigable, en lentos barcos que entonces elogiábamos como rápidos, cuanto hubiese deseado entonces esos modernos celulares, que habrían borrado los cientos de miles de millas que nos separaban, ¡pobre Blanca Mía¡, cuanto habrá sufrido, jamás la he visto en la inmensidad del espacio cósmico, tal vez está vagando por otra galaxia, son recuerdos tristes, pero hay que saber sufrir en vida y después de ella. JM.

Maestro querido, por la vía de la oralidad nos han llegado algunos rumores, que aunque supongo no se ajustan a la realidad desearía usted me los comente. Algunos para referirse a usted lo califican de adicto a las bebidas alcohólicas y se lo representan como un conquistador de mujeres por su elocuencia comunicativa, ¿hay algo de cierto en todo esto? Desearía una respuesta. LJ.

Discípulo de otros tiempos, hasta donde han sido capaces de dar crédito a las falacias de mis enemigos, poco faltó para que me enviasen al infierno, pero mi alma conmovida todavía conserva la capacidad del perdón, nada diré que me defienda más que lo que fue mi propia vida reservada al sacrificio, por tratarse de una petición suya, sólo algunos comentarios: mi bebida preferida era el vino Marianni, que era dulzón, y no contenía alcohol, a otros embriagó el vino a mi me absorbió el exceso de trabajo, ellos vivieron de palacios y oro, yo escapé de esas ambiciones mezquinas, recuerdo que en ocasiones andaba con más de cuarenta mil pesos oro, que eran del Partido Revolucionario Cubano y por mi mente jamás pasó la idea de tocar un solo centavo para comprarme un par de zapatos, aún cuando los míos estaban raídos, mi traje negro por el luto de mi Cuba esclava, era añejo como Matusalén, pero digno como David, no vale la pena gastar tinta, cuando los que más me critican son los que menos han leído mis escritos, ellos le hablarán más que yo. JM.

Perdón Maestro, no quise ofenderlo, me consta su pureza y desprendimiento, no se trata en modo alguno de dudas personales, es que deseo confirmar algunas de mis ideas con las suyas propias, es un modo de aprovechar esta magia del chateo vía fluvial cósmica, que tal vez otros no han tenido ni tengan jamás esa oportunidad, preferiría girar nuestro diálogo hacia sus gustos y preferencias personales, como un modo de conocerlo mejor. Le admira mucho.

Discípulo a destiempo, es difícil recordar en todos sus detalles después de tantos años, pero si se refiere a mis preferencias: en la naturaleza" El arroyo de la sierra me complace más que el mar" [6]JM. Versos Sencillos. En OE en tres tomos el t.2:522), en la sociedad: "Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar"[7] . En cuanto a las comidas: ordeno una mesa admirable y sin embarguen el sustento ordinario soy frugal.

Maestro hábleme de sus amigos, de ellos ¿a quiénes apreció más y por qué?

Hijo esa pregunta es muy difícil, no es justo comparar a personas diferentes, tuve muchos y buenos amigos, más si tuviera que reducir en un puño con los dedos de una mano no debieran faltar: durante la infancia Fermín Valdés Domínguez, en México Manuel Mercado: "…Desee para mí mejores tiempos, que si pueden venir, pero no me desee mejor amigo que usted que no puede venir ya"[8]). Gonzalo de Quesada y Arostegui, José Dolores Poyo y Juan Gualberto Gómez. Y no incluyo a Rafael María de Mendive, porque más que un amigo fue un padre espiritual para mi, entre tantos que faltan dedos y jamás sobrarán amigos, porque son como las estrellas en el cielo, que todas tienen un espacio y luz.

Maestro, ¿Cómo valora usted las personalidades de Antonio Maceo y Máximo Gómez?, se comenta que entre ustedes también hubo encuentros y desencuentros, afinidades y contradicciones, disculpe tanta impertinencia.

Llegue junto al mensaje los mejores parabienes, a veces al pasar del tiempo todo es más lejano y a su vez más claro, ahora fluye la luz con la velocidad del rayo y la mansedumbre de una paloma, para valorarlo debí escribir un opúsculo como el dedicado a Céspedes y Agramante, el generalísimo y su lugar teniente general lo merecieron, más el tiempo y la muerte fueron nuestros principales adversarios y no logré este sueño. Con el tiempo se sobredimensiona lo que era lo más natural del mundo, que hombres con historias de vidas, y experiencias diferentes tuvieran momentos felices y desdichados: siendo el sol lo más perfecto no carece de manchas, los desagradecidos hablan de las manchas y los agradecidos de la luz, prefiero ser de estos últimos: sentí, siento y sentiré una profunda admiración por Gómez y Antonio Maceo, el primero fue un estratega virtuoso que supo estar por encima de sus intereses y alcanzar la cima, es cierto que en una ocasión infeliz le dije: "General un país no se funda como se manda un campamento", pero ello fue circunstancial y no pesa como para contrarrestar su amistad sincera y reconocimiento cuando el 15 de mayo de 1895, me ascendió a mayor general y días antes habíamos navegado y desembarcado juntos por Playita de Cajobabo, el segundo fue un hombre que llevó en su cuerpo muchas cicatrices de su amor por Cuba: " Le son naturales el vigor y la grandeza "[9], es cierto que en La Mejorana" "No puedo desenserdarle a Maceo la conversación(…) y me habla cortándome las palabras, como fuese yo la continuación del gobierno leguleyo, y su representante(…)"[10], pero ello no le impidió días después rendirnos honores a Gómez y a mi con su tropa formada: "Tengo ante mis ojos La Protesta de Baraguá que es de lo más glorioso de nuestra Historia". Sintetizando un poco fueron más los encuentros que los desencuentros, a los dos les tengo un sitio en mi corazón grande y cálido. Postdata: Perdona, acostumbrado a la pluma, olvidaba que el chateo prima la brevedad y en mi ella es expansiva.

Gracias por sus precisiones y comentarios, nada debo perdonarle y sí mucho que agradecerle. ¿Recuerda maestro a la niña de Guatemala?, a la que usted escribiera un hermoso poema.

Luís Enrique, me lacera el alma hablar de esa niña, la conocí cuando era mi discípula en Guatemala, yo visitaba La Casa de Los García Granados, su familia, a la que me unió una sincera amistad, ella se enamoró perdidamente de su maestro y él estaba comprometido para matrimoniarse con la cubana Carmen Sayas Bazán, yo regresé a México, volví casado: "Dicen que murió de frío: Yo sé que murió de amor."[11]. Así lo escribí en ese poema, que la inmortalizó más a ella que a mí, lo cierto es que no pasó de ser una bella historia sin historia. JM.

Maestro de todos los tiempos.

Usted me confirmó lo que pienso sobre esa historia hermosa de la niña de Guatemala. Deseo indagar sobre otro asunto. ¿Es cierto que usted practicaba la masonería? y ¿dígame algo sobre la religión y las creencias? Atentamente LJ.

Discípulo de siempre, admiro su síntesis para instarme a temas complejos, le responderé condensando mis ideas cual racimo de uvas, nada tiene de extraño que en el siglo XIX practicara la masonería, era casi una tradición, un acto de fe en el hombre mismo, en su capacidad para crear y transformar el mundo, pertenecí a la hermandad Armonía en España, donde reconocieron en mí hasta jerarquías elevadas, nada tiene de malo y no me arrepiento, en cuanto las creencias y las religiones son cosas diferentes: la primera es parte de una cultura milenaria, que de alguna todos tenemos, la segunda es una institución diversa con raíces profundas, en verdad siempre fui creyente, más no religioso, no pertenecí a ninguna religión, la respeté pero cuando fue justo censuré procedimientos de los hombres, no de la fe para asegurarse privilegios en el clero de México y otros lugares, las ambiciones: rondan, tuercen a los que buscan más que el placer de servir, en cuanto a mis creencias pertenecen al templo del amor, es algo más íntimo que sostuvo un cuerpo llagado, pero, altivo, un hombre sin fe es un planeta sin órbita que se desplaza a no se sabe donde, forma parte de la espiritualidad, de la sabia del espíritu, de la contención de las fieras dormidas que habitan en nuestros cuerpos, mejor léase mis obras que le dirán más que yo, ha pasado mucho tiempo y las ideas danzan JM.

Gracias, su mensaje está claro.

El rudo deber de esclarecer polémicas de ayer y de hoy me llevan a preguntas indiscretas que hubiese preferido evitarle, se rumora que María Mantilla es su hija consanguínea, me gustaría tratara al menos de forma breve. Con todo el afecto del mundo LJ.

Discípulo de otros tiempos.

Hasta donde llega la maldad de la gente, cuando escribí el borrador de aquella carta a Victoria Smith, pensé que el asunto quedaba enterrado para siempre, lo cierto es que como el ave fénix retorna el mal al mismo lugar. Lo rigurosamente cierto es que Carmen Millares, jamás contó con un amigo que la respetara tanto en su desgracia de perder a don Manuel Mantilla: No paga quemándole la lengua a quien afirme semejante maldad, ella siempre tuvo en mi un amigo leal al recuerdo de Manuel, en cuanto al cariño que despertó en mi aquella niña, no es secreto alguno, siempre la sentí como si fuera hija propia y le ofrecí cuanto consejo pude para que fuera una persona de ley, en ello no hay pecado alguno, ojalá y esta sea la última vez que de este asunto hable, con mi parabienes. JM.

Maestro, lamento angustiarle tanto con inquietudes que para nada son personales, son más bien preguntas que reiteradamente me hacen los que poco han leído de su obra, pero estoy seguro que sus palabras ayudarán a conocer la verdad desde sus escritos. Ahora me gustaría que se refiera a su periodismo, que tanto en bien suyo se ha comentado: ¿cómo pudo escribir al mismo tiempo para tantos periódicos y sobre temas tan disímiles? Con todo afecto. LJ.

Siempre añorando ramas de un bosque tupido LJ, le saludo entre las altas nubes donde las montañas parecen sólo gotas de aguas, comencé jugando a ser periodista en España, luego México fue mi cuna en ese noble oficio desde "El Universal" entre otros periódicos, fue un camino espinoso por la censura y sobre la marcha pulir la prosa, con muchas lecturas, una observación continua, sin darme cuenta apenas, cambiaba de tema como de publicaciones, con la misma naturalidad que una abeja extrae el néctar para fabricar su miel, luego Guatemala y Venezuela fueron momentos de mucho hacer con el alma acuestas por un camino pétreo, el filo del viento sacudió al viajero, los caudillos se arremolinaron sin sol y el aprendiz de periodista tuvo que marchar al norte, desde donde siguió escribiendo, para dentro y fuera, dondequiera que un editor juicioso permitiera, mudando formas y firmas para no ser barrido por el silencio, fue una época de mucho aprender y de poco que enseñar pero que marcó mi destino como pocas. Qué difícil es chatear sin la pluma y el tintero al viento y no contemplar volar a una paloma. Suyo. JM.

Maestro con un saludo agradecido, sigo el diálogo, me toco las manos para saber que no sueño y aún no estoy seguro, de cualquier manera sería un sueño hermoso, por lo que me animo a indagar sobre los idiomas. Con mucho afecto LJ.

No había pensado en eso, la vida marchó con tanta prisa que de la calle de Paula a Dos Ríos fueron segundos apenas sin trecho, ni un árbol para reposar a su sombra, los caminos se unen, ahora todo pasó y sigue pasando sobre vidas y muertes, la vida.

Creo que fue en casa de Don Rafael María de Mendive y su compañera donde escuché embelezado y balbuceé las primeras palabras en inglés y francés, entonces me pareció un divertimento, luego reto, después hábito, al fin y al cabo, no sé, todo fue como lo demás: vivir, caminar, navegar, leer y hablar eran tan naturales necesidades del cuerpo y del alma en comunión, tal vez fue en España donde lo tomé más en serio, luego en el peregrinar por América Latina era como llevar un libro, en los Estados Unidos, el viajero entendió que sabía muy poco inglés y se empeñó en aprenderlo, tal vez fue allí cuando escribí para "La hora y el Sol", que perfeccioné el pobre decir de un recienllegado, luego fue el idioma francés, en eso me ayudó el hermano Don Manuel Mercado cuando traduje Ramona, los contactos con el griego, el Latín, el Hebreo, el Italiano y el Alemán, fue sólo un soplo que comenzó en España y del que no vale la pena hablar pues no lo considero aprendido en toda magnitud, mejor el español y el quechua del contacto directo con los hombres, tal vez fue de esa manera que los idiomas entraron por las venas en torrente implacable, sé que me atribuyen saberes que demando, hasta en esto sois exagerados como dijera un castellano legítimo, en resumen más ruidos que nueces. JM.

Amigo y contemporáneo le estoy agradecido, grande es su modestia en cuanto a conocimientos de idiomas se refiere y no pienso que se haya exagerado, sino justipreciado sus habilidades para el dominio de las lenguas, no menos extraordinaria fue su labor como escritor en prosa y en versos, su poética merece una valoración que no la puede ofrecer quien no es poeta, por ello agradecería que usted chatee. LJ.

Señor LJ, usted me sitúa en gran aprieto, pues no me gusta hablar de esos hijos de las ideas que nacieron con la misma angustia con la que llegó José Francisco, no es casual que uno y otros ocupen espacios especiales, no por simple gusto bauticé mi primer libro como "Ismaelillo", en fusión de amores y esperanzas, por lo que hablaré brevemente de ellos, no de mi que sólo dejé correr la pluma: "Ismaelillo" es el amor puro de un padre fascinado en un mar de ternura hacia su hijo que lo espoleaba cual jinetuelo, asiéndose de sus cabellos, aquellos riachuelos nacidos como pedazos del corazón herido. "Versos Sencillos" es otra cosa, es el itinerario del sufrimiento, médula de la expresión de la cubanía, pasión sentida, perfume raigal, amasijo vivencial que no se puede comprimir, ansias de libertad expresada en versos que la generosidad de unos amigos le otorgaron otros significados, Los "Versos Libres" es el desbordamiento de un río de imágenes con un ritmo casi escultórico, donde " Yugo y Estrella", es sólo un látigo furtivo contra los malos patriotas, los que piensan más en ellos que en La Patria. "Las Flores del Destierro", son partes de la piel que se mese en una brisa de espejos. La narrativa merece otros espacios, sólo le diré que estuvo movida por necesidades existenciales de expresar las más diversas ideas, no fue carrera buscando fama, respondió a la utilidad de la virtud, géneros diversos: obras teatrales, dramas, epístolas, crónicas, artículos, cuentos, una novela por encargo, traducciones y otras que no clasificarían en ningún género".Ahora, voló una estrella y me desconectó el correo, que pena esta añeja prosa mía que no está echa para chateos, siempre termina expansivamente, ¿será que las aguas del Contramaestre estarán ahora turbias?, suyo. JM.

Padre espiritual, ya están claras las aguas del Contramaestre, la supernova se trasladó y podemos seguir la plática hábleme de "La Edad de Oro" que tan justificado revuelo ocasionó en la literatura Infantil Contemporánea, ahora que los niños americanos son todos sus amigos, revise el cable de conexión a la red, su discípulo LJ.

Hijo de otros tiempos, ese es un poema, ó por lo menos fue una inspiración divina la que me acompañó aquellos días, no creo pudiera escribirla ni antes ni después, era una revista moderna para esa época destinada a todos y todas, como se diría hoy, los niños de nuestra América, proyecto que abortó por la idea de su editor "Da Costa Gomes" quien quería imponerme escribir del temor a los dioses, cuanta ilusión truncada de golpe, tal vez fue mejor así y hasta haya que agradecer al editor más que censurar, porque, ¿podría yo mantener por cuantos números más esa inspiración de rara pureza, de luces sin sombras, en un fluir de voces acopladas por un rayo de amor?. ¿Cuántas veces la leyó mi buen amigo LJ? Responda ahora a su maestro.

Querido maestro, apenas me atrevo a decirle que sólo la he leído cinco veces, ahora estoy apenado debí hacerlo por lo menos diez veces, pero le prometo lo haré, pero no como la primera vez que me limitaba a leer los cuentos: "Meñique", "Bebé y el señor Don Pomposo", será una relectura completa y seguro encontraré cosas nuevas, si no le molesta ¿cuénteme algo de su labor de maestro? Con afecto. LJ.

Amigo LJ.

En verdad nunca pensé ser maestro, en España, el viajero obligado a no estar en Cuba, estudió La Licenciatura en Derecho Civil y Canónico y en Filosofía y Letras, primero en Madrid, luego en Zaragoza, allí para costearme el pago de mis estudios tuve que ofrecer clases, para entonces todavía no había alcanzado el escalón de maestro ,cúspide con laderas talladas, creo haberlos alcanzado en Guatemala hacia 1876: "Y me hice maestro que fue hacerme creador", trabajo que ya había realizado con anterioridad en México y con posterioridad en Venezuela y los Estados Unidos, lo único que podría adicionar a mi favor es que, siempre tuve el magisterio como un profesión amorosa, es como el carbón que se quema para dar luces y deviene en diamante pulido. Suyo. JM.

Muy apreciado maestro, no deseo cansarlo con tantas preguntas y me complacería me comentara curiosidades o reflexiones de su vida que le lleguen a su órbita galáctica, a manera de conclusiones de esta plática, en la que he abusado de su generosidad y de la trasparencias de las aguas del Río Contramaestre, canal virtual para que esta comunicación fuera posible, no sin antes decirle que no me privaré de la posibilidad de una segunda conexión. Atentamente. LJ.

Muy estimado LJ.

Apenas me atrevo a descifrar el enigma, como le expresara Meñique a la princesa en una ocasión, lo primero que llegó fueron los recuerdos de mi madre Doña Leonor, sus caricias cálidas, las siete niñas, mis hermanas me rodean, jugamos felicidad plena.

Don Mariano, deseo estudiar, por qué me reprocha mis visitas a la casa de Fermín.

Este poema es para Micaela Nin. Cómo que está preso mi maestro, no es posible Don Rafael María en prisión, iré a verle, "Mi madre llora… Nubia me reclama…"[12] , Yo fui el único que escribió esa carta y responderé por ella, Pobre negrito Tomás, Lino ven para curarte esas llagas, El mar está enfurecido "Llevo el remo de Proa"[13], Don Manuel Mercado el honor es para mí, Que bella es Blanca de Montalvo:

"Para Aragón, en España,

Tengo yo en mi corazón

un lugar todo Aragón,

Franco, fiero, fiel, sin saña."[14].

Se llamará José Francisco… Mi Carmen cuanto disfruto tu presencia y Por qué está colgado ese pobre negro en ese Seibo del Monte, Sírvanme chocolate con poca azúcar, Amigo de letras es que no tan sólo de pan vive el hombre los campesinos son buenos hijos de La Patria, si crear un partido que una en un solo has a todos los grupos sociales para libertar a Cuba y auxiliar la independencia de Puerto Rico, porque no iré a la logia Armonía, es cierto vi salir del cuerpo de un moribundo el alma era como un gas verdoso. Madre por tu amor no llores si esclavo de mis doctrinas tu mártir corazón llené de espinas, piensan que nacen entre espinas flores.

Mendive es más que un maestro, es un padre espiritual, su carta me ha salvado. Y no sólo no puedo usar sayas, sino que soy tan hombre que no quepo en los calzones que llevo dentro Zambrana y eso se lo puedo demostrar cuando usted quiera y si es ahora mismo mejor, que hace mi niña tan lejos, se prepara a la vida virtuosa, gracias José ese caballo es muy hermoso lo cuidaré mucho, el poder es del pueblo que lo delega por ello prefiero que me llamen delegado, no pondré mi pluma al servicio de un dictador.

Carmen no quiero que te vayas a Cuba y me abandones, si mañana examinaré ocho asignaturas, Cuba debe ser libre de España y de los Estados Unidos, "(…) Un pueblo no se funda, General, como se manda un campamento (…)"[15], usted él último en deponer las armas es el primero en honores, Nicolás del castillo cuanto habrás sufrido en manos de estos bárbaros, Rosario Mía este servidor besa su mano, México me llama:

"Tiene el conde su abolengo:

Tiene la aurora el mendigo:

Tiene ala el ave: yo tengo

Allá en México un amigo"[16],

Maestro, acabo de despertar y aún está en el displey su frase:" Está muy turbia el agua crecida del Contramaestre,- y me trae Valentín un jarro hervido en dulce, con hojas de higo."(JM: Diarios de Campaña. Ciudad de La Habana, Cuba Ediciones Crítica. CEM. 2007:145). Estoy un poco confundido, pero no renuncio a próximas comunicaciones, hasta pronto su amigo y contemporáneo LJ. Nota: Qué pena si no tengo el correo de JM.

Bibliografía utilizada

Martí Pérez José. Obras Completas en 27 tomos. La Habana. Cuba: Edición de 1975.

————————-. Diarios de Campaña. Ciudad de La Habana, Cuba Ediciones Crítica. CEM. 2007

 

 

Autor:

Luis Enrique Jerez Domínguez.

 

[1] José Martí. Diario de Campaña. Ciudad de La Habana, Cuba. CEM. Edición Crítica.2007.p-137

[2] Se refiere al coronel Bellito del Ejército Libertador, natural de Jiguaní, actual provincia cubana de Granma. En Diario de Campaña, Edición Crítica. La Habana 2007.p. 137

[3] Panchita la hija de Eusebio Venero asesinada por el oficial español Federico en la guerra del 68.

[4] Luis Jerez. Mambí que se encontraba entre los que recibió a José Martí el 9 de mayo de 1895.En Diario de Campaña, Edición Crítica. La Habana 2007.p.131.

[5] Se refiere a las obras Completas Edición Crítica del CEM.2003.

[6] José Martí. Versos sencillos. En Obras Escogidas en tres tomos el tomo II .p.-522.

[7] Ibídem.

[8] JM Carta a Manuel .Mercado. Guatemala, 6 de julio de 1878. En Obra y tomo1 –p.1

[9] José Martí. Antonio Maceo. En O.E en tres tomos el T III-p-274

[10] José Martí. Diario de Campaña Edición Crítica. CEM.2007.p.-115.

[11] José Martí. Poema La niña de Guatemala. En obras escogidas en tres tomos el tomo II. p .528

[12] JM. Abdala. En Obras Escogidas en tres tomos el tomo I. P21.

[13] JM. Diario de Campaña. Edición Crítica P. 81

[14] JM. Versos Sencillos. En obras Escogidas en tres tomos el tomo II. P. 525.

[15] JM. Carta al general Máximo Gómez Báez. En Obras Escogidas en tres tomos. La Habana Editorial Ciencias Sociales. 1992. El tomo I. P .459.

[16] JM. Diarios de Campaña Ciudad de La Haban., Cuba Ediciones Crítica. CEM. 2007 .P.145