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De la sintesis de la urea a la clonacion

Enviado por adelaida


    1. Introduccion
    2. Desarrollo
    3. Conclusiones
    4. Referencias bibliograficas

     

    INTRODUCCION

    Los seres vivos están integrados por moléculas inanimadas. Cuando se examinan integralmente estas moléculas aisladas se ajustan a todas las leyes físicas y químicas que rigen el comportamiento de la materia inerte. Sin embargo, los organismos vivos poseen, además, unos atributos extraordinarios que no exhiben cúmulos de materia inanimada.

    El atributo más sobresaliente de los seres vivos es quizás su complejidad y su alto grado de organización. Poseer estructuras internas intrincadas que contienen muchas clases de moléculas complejas. Se presentan, además, en una variedad asombrosa de especias diferentes. Por contraste la materia inanimada de su entorno, representada por el suelo, el agua y las rocas, está constituida habitualmente por mezclas fortuitas de compuestos químicos sencillos, de organización estructural más bien escasa.

    Los organismos vivos presentan además la capacidad de extraer y transformar la energía de su entorno a partir de materias primas sencillas y de emplearla para edificar y mantener sus propias e intrincadas estructuras. La materia inanimada no posee esta capacidad de emplear la energía externa para mantener su propia organización estructural. De hecho habitualmente se degrada a un estado más desordenado cuando absorbe energía externa, ya sea en forma de calor o de luz.

    Pero el atributo más extraordinario de los seres vivos consiste en su capacidad de producir una réplica similar a sí mismo, propiedad que puede considerarse como la verdadera esencia de la vida.

    Según se conoce hasta ahora, la materia viva necesita solamente 22 de los 100 elementos químicos encontrados en la corteza terrestre: los cuatro elementos carbono, hidrógeno, nitrógeno y oxígeno constituyen el 99% de la masa total de la mayor parte de los organismos. Casi toda la porción no acuosa de las células vivas están constituidas por compuestos orgánicos del carbono, que son muy escasos en la corteza terrestre. El carbono parece el elemento idóneo para constituir la estructura del esqueleto de las biomoléculas por su capacidad de formar enlaces covalentes estables con el hidrógeno y sobre todo con otros átomos de carbono.

    Existe una jerarquía en la organización molecular de las células. Precursores simples obtenidos del entorno tales como dióxido de carbono, agua y amoníaco, se emplean para formar moléculas que constituyen sillares estructurales tales como los aminoácidos, los nucleótidos, los azúcares y los ácidos grasos. Estos a su vez se unen covalentemente para formar diversas biomoléculas: las proteínas, los ácidos nucleicos, los polisacáridos y los lípidos.

    La atención fundamental de los químicos, físicos y biólogos contemporáneos se centra en dos clases importantísimas de macromoléculas: los ácidos nucleicos y las proteínas ya que las mismas son elementos inseparables de la vida.

    DESARROLLO

    En 1828 el científico alemán Wholer sintetizó de sustancias inorgánicas una sustancia orgánica: la Urea. En 1845 el también científico alemán Kolbe obtuvo de forma experimental el ácido acético y en 1854 el químico francés Bertlo sintetizó por primera vez una grasa, Butlerov (1861) un azúcar. En este mismo año Alexander Mijailovich Butlerov formuló la teoría de la estructura química, creando la base de la Química Orgánica Molecular. Los postulados fundamentales de su teoría son: (Cbetkob, 1968).

    1. Los átomos y las moléculas se encuentran no desordenadamente, ellas están unidas unas a otras en determinada relación, en dependencia de sus valencias.
    2. Las propiedades de las sustancias dependen no sólo de los átomos de los elementos y en qué se encuentran formando parte de las moléculas, sino de la unión de los átomos en la molécula y de su influencia de uno en otro.

    Entre los químicos de aquel tiempo estaban muy difundida las ideas atomísticas. En el Primer Congreso de los Químicos en 1860 se determinaron claramente las diferencias entre átomos y moléculas. Estos químicos no le daban importancia al conocimiento de la estructura y algunos consideraban que esto era imposible a través de métodos químicos.

    Butlerov también descubrió la reacción de polimerización de los hidrocarburos alifáticos insaturados, sentando los principios de las síntesis de las macromoléculas. Sus trabajos en la hidratación del etileno crearon la base de uno de los métodos más modernos de la síntesis del alcohol etílico. (Perekalin, 1977).

    Ha sido enorme el impacto de la Química Orgánica en el desarrollo de la humanidad. En su corto período de existencia como ciencia independiente (menos de dos siglos). Tal vez ninguna como ella marcó el desarrollo de la humanidad en la primera mitad de este siglo, donde los compuestos derivados del petróleo y otros compuestos sintéticos se convirtieron en tan o más cotidianos e imprescindibles al hombre que los metales, la madera y la piedra. Tal vez ninguna como ella haya puesto en manos de los hombres recursos que puedan llevar a la propia destrucción de la humanidad, como los quimicatos utilizados en la agricultura que contaminaron suelos y reservas de agua o gases industriales que destruyen la atmósfera.

    Sería interminable referirse al impacto de los diferentes descubrimientos de esta ciencia, basta decir que la lista de los nuevos compuestos químicos aumenta cada semana en un número próximo a seis mil. En el trabajo nos referiremos fundamentalmente a dos grupos de compuestos químicos: los Acidos Nucleicos y las Proteínas, los cuales constituyen la base para interpretar los fenómenos objeto de estudio de la Ingeniería Genética y la Biotecnología, ciencias que junto a la Cibernética caracterizan a la humanidad en estos años a finales del Siglo XX.

    En una fecha tan anticipada como el año 1869 G. Miescher descubrió que en la composición de los cromosomas, junto a las proteínas, se encontraban presentes ácidos nucleicos. Sin embargo durante muchos años no se asoció la conservación de la información genética con estos compuestos, sino más bien con las proteínas.

    En 1928 F. Griffith utilizando sustancias de células muertas de neumococos logró variar las propiedades hereditarias de otra especie, pero tampoco estos resultados permitieron relacionar las propiedades hereditarias con los ácidos nucleicos.

    Solo en 1944 los trabajos desarrollados por T. Avery y otros investigadores, permitieron descubrir que las sustancias capaces de producir tales modificaciones que se transmitían de una generación a otra de microorganismos son los ácidos desoxirribonucleico (DNA).

    Trabajos posteriores de A.D. Herwshey y M. Chase (1952) demostraron que en el proceso de infección de células bacterianas con fagos, al interior de las mismas penetra solamente el filamento de DNA del fago, quedando fuera el fragmento proteico.

    Todos estos hechos, citados por Dubinin (1981), sirvieron como base para comenzar a considerar que no son las proteínas las portadoras del material de la herencia, sino los ácidos nucleicos y en primer lugar las moléculas de DNA. Estas moléculas se encuentran en los cromosomas de los humanos, todas las formas superiores de vida, las bacterias y la mayoría de los virus y fagos.

    Resulta muy interesante conocer los mecanismos mediante los cuales ocurren los procesos de infección viral.

    Los virus que han sido descritos con toda propiedad como estructuras situadas en el umbral de la vida, son partículas compuestas principalmente por ácidos nucleicos y cierto número de proteínas específicas, poseen la capacidad de dirigir su propia replicación en una célula huésped específica. Pueden infectar a las células animales, a las vegetales y a las bacterias. Muchas enfermedades como la poliomielitis, la gripe y el resfriado común se transmiten por virus. Existen evidencias suficientes para sugerir que algunos tipos de cáncer son causados o transmitidos por virus, al menos en algunas especies animales. Uno de los males mas temibles para la humanidad en el fin de siglo es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, causado por el VIH (virus de inmunodeficiencia humana).

    El impacto del SIDA es tan grande por las formas de transmisión, que incluyen de madre a hijo, que el futuro de algunos pueblos, sobre todo de Africa, puede ser el de desaparecer, si no se encuentra una vacuna para pevenirlo o medicamentos para combatirlo, lo anterior en el caso de que pudiera estar al alcance de las personas mas pobres.

    Por el momento los tratamientos de este síndrome están más bien dirigidos a las enfermedades que afectan aprovechando la insuficiencia inmunológica producto del virus. Las terapias más eficientes, hasta ahora son las combinadas, o sea, utilizando varios fármacos simultáneamente, lo que permite aumentar la supervivencia de los enfermos entre un 30 y un 50 %, según avalan dos investigaciones, una estadounidense del Institutos Nacional de la Salud y otra australiana y europea hecha por un equipo británico. Lo anterior naturalmente por el momento al alcance de los que pueden en los países más desarrollados. Dentro de los países del tercer mundo, Cuba es una excepción. Cuenta con un programa contra el SIDA, de prevención y tratamiento de la enfermedad, único en el mundo a cargo totalmente del Estado y el cual ha demostrado su eficacia al evitar la propagación exponencial de la enfermedad como ocurre en el resto de los países.

    Cuba se encuentra además a la vanguardia de las investigaciones científicas en esta esfera y es uno de los pocos países que cuenta con un candidato a vacuna que ha comenzado a ser probada en donantes voluntarios.

    Los ácidos nucleicos son componentes imprescindibles de todas las células vivas. Su significado está dado porque estas sustancias son las responsables de conservar y trasmitir los caracteres hereditarios, el código genético de toda una generación, además de que juegan un papel protagónico en el proceso de biosíntesis proteica.

    Los ácidos nucleicos poseen masa molecular muy elevada (20 000 – 10 000 000 g/mol), por hidrólisis se descomponen en los precursores que le dieron lugar (bases nitrogenadas, azúcar pentosa y ácido fosfórico). Los ácidos nucleicos son polímeros formados por nucleótidos unidos por enlace 3’-5’fosfodiéster.

    En dependencia del azúcar que forma parte de la estructura de los mismos los ácidos nucleicos pueden ser ácido desoxirribonucleico (DNA) y ácido ribonucléico (RNA). La diferencia no sólo se da desde el punto químico sino también en sus funciones biológicas. El DNA es el encargado de conservar y trasmitir de una generación a otra la información genética, por lo que en cada organismo vivo tiene una estructura determinada exactamente definida. El RNA participa en la biosíntesis de las proteínas. (Lehninger, 1979).

    Las investigaciones sobre la bioquímica de los ácidos nucleicos permitieron no sólo establecer su composición química sino particularidades específicas y estas fueron generalizadas en 1953 por Watson y Crick. Los postulados fundamentales son: (Lehninger, 1979).

    1. La composición en bases del DNA varía de una especie a otra.
    2. Las muestras de DNA aisladas de distintos tejidos de una misma especie tienen la misma composición de bases.
    3. La composición en bases del DNA de una determinada especie no cambia con la edad, el estado de nutrición ni con las variaciones del entorno.
    4. En casi todos los DNA examinados, el número de restos de adenina es siempre igual al número de restos de timina, es decir, A=T, y el número de restos de guanina es siempre igual al de restos de citosina G=C. Como corolario queda claro que la suma de restos de purinas iguala a la suma de restos pirimidínicos A+G=C+T.
    5. Los DNAs extraídos de especies estrechamente relacionadas poseen similares composiciones en bases, mientras que los procedentes de especies ampliamente diferentes, es probable que contengan muy distinta composición en bases. En verdad la composición en bases de sus respectivos DNA puede utilizarse para clasificar los organismos.

    Esta teoría, como resultado de la generalización de un gran número de hechos experimentales posibilitó un salto cualitativo en el desarrollo de la genética. A partir de la integración entre ésta, la Física, la Química y la Matemática, surgiendo nuevas ciencias como la Genética Molecular y la Biología Celular.

    Lo animado se diferencia de lo inanimado por la capacidad de reproducir algo semejante a sí mismo, esto es posible sólo porque los organismos vivos tienen una información genética codificada en un soporte material que se encuentra en las estructuras moleculares, que programan la reproducción para lo cual se requiere energía.

    Sin la herencia no puede haber vida, no pueden surgir nuevos organismos a partir de los anteriores.

    El gen como portador material de la información genética es primario, universal y obligatorio en esa forma cualitativamente especial del movimiento de la materia que es la vida (el movimiento biológico).

    El conocimiento de la estructura de los ácidos nucleicos y la relación de esta con la conservación y transmisión de la información genética tiene una gran significación metodológica y científica para la interpretación de la forma de movimiento biológico.

    Todos conocemos que la actividad vital de las células no es la duplicación de su material genético sino la síntesis de las proteínas.

    Las proteínas son las moléculas orgánica más abundante en la célula constituyendo el 50% o más de su masa seca. Se encuentra en todas las partes de cada célula ya que son fundamentales en todos los aspectos de la estructura y funcionamiento celular.

    Las células generalmente contienen miles de proteínas diferentes, cada una con una función o actividad biológica distinta. Estas funciones incluye catálisis enzimática, transporte molecular, nutrición, motilidad y contractibilidad, defensa, reguladora, energética y otras muchas más.

    Las proteínas son largas cadenas polipeptídicas teniendo desde 100 hasta más de 2 000 residuos de aminoácidos unidos por enlaces peptídicos. El primer aminoácido aislado de un hidrolizado fue la glicina o glicocola, obtenida en 1820 a partir de la gelatina por Braconnot. De los 20 aminoácidos que se hayan corrientemente en las proteínas, el descubierto mas recientemente es la treonina, aislada por primera vez por W.C. Rose en 1953.

    Algunas poseen más de una cadena polipeptídica denominada subunidad. Las proteínas simples rinden solamente aminoácidos por hidrólisis mientras que las conjugadas contienen algunos otros componentes tales como iones metálicos y grupos prostéticos.

    Las proteínas son purificadas teniendo en cuenta las propiedades en las cuales ellas difieren, tales como forma, afinidad del enlace, carga, etc. Las proteínas pueden ser separadas y visualizadas por métodos electroforéticos. Los anticuerpos que se enlazan a ciertas proteínas pueden ser utilizados para detectar y localizar que proteína se encuentra en una solución, en un gel o aún en el interior de la célula.

    Todas las proteínas contienen los mismos 20 aminoácidos, su diferencia en función resulta de la diferencia de composición y secuencia de sus aminoácidos. La secuencia de aminoácidos en cadenas polipeptídicas puede ser establecida fragmentando esta en unidades más pequeñas y analizando estas o por métodos automatizados (secuenciador de aminoácidos). La secuencia de aminoácidos puede ser deducida a partir de la secuencia de nucleótidos en el DNA.

    La secuencia aminoacídica de una proteína queda especificada durante su biosíntesis por una secuencia colineal de tripletes consecutivos de mononucleótidos en la molécula de RNA que a su vez es complementaria de la secuencia nucleotídica en el DNA. El segmento de DNA que codifica una cadena polipeptídica recibe el nombre de gen.

    En 1953, Sanger estableció la estructura completa de una proteína, la insulina en tanto que Crik y Watson demostraron que el ácido desoxirribonucleico tenía una estructura de doble hélice. En 1963, Niremberg descifró la clave genética cuya generalidad se aplicaba desde la bacteria hasta el hombre. El mensaje hereditario y su significación se tornaron accesibles, en especial la relación entre la clave genética y la estructura de las proteínas.

    En los años 70 al determinarse automáticamente la estructura de las proteínas a raíz del perfeccionamiento de las técnicas de análisis de Sanger y de los métodos de degradación de las proteínas de Edman y Begg (1967), se comercializaron entonces aparatos capaces de determinar la secuencia de los aminoácidos de las proteínas. Mediante ellos en 1978 se establecieron las secuencias de más de 500 proteínas que se almacenaron en una computadora en forma de atlas de proteínas.

    Durante mucho tiempo se reconoció que el flujo de la información tiene una dirección de la molécula del DNA hacia el RNAm y luego hacia las moléculas de proteína, esto se denominaba el dogma fundamental de la vida, sin embargo a partir de los trabajos de H.M. Temin (1960) se ha demostrado que la enzima transcriptasa inversa copia las moléculas de DNA del RNA, de esta forma hay una nueva vía de surgimiento para nuevos genes.

    La molécula de DNA no es capaz de reproducirse de forma independiente, sino que requiere de la presencia de enzimas que son de naturaleza proteica.

    Existe una retroalimentación entre las moléculas de proteínas y de DNA pero no por vía directa, no por una transcripción inversa proteína – RNA – DNA sino por una interdependencia entre la molécula de proteína y DNA mediante la acción enzimática. Según N.P. Dubinin (1984), la grabación de la información genética en la estructura de la molécula de DNA, es sólo una parte de la compleja dialéctica de las contradicciones internas, sin las cuales es inimaginable la existencia de las propias moléculas de DNA. Por ello el análisis del problema de la herencia adquirió una profunda significación científica y filosófica.

    La esencia del fenómeno hereditario consiste en la reproducción de los procesos de la interacción material de las moléculas de DNA – RNA – Proteína en el sistema vivo, abierto, creado y que se desarrolla históricamente.

    La interpretación del papel de los genes en el análisis de la forma de movimiento biológico llevó a muchos científicos a una interpretación equivocada de los hechos concluyendo que los mecanismos de autorreproducción confirman que cualquier gen es descendiente de una serie interminable de sus antecesores. Esto lleva a la conclusión equivocada de que los organismos se someten a una subordinación total a los genes ignorando que los organismos vivos se caracterizan por la integridad que posee la propiedad de autodesarrollo y autorreproducción, o sea, que pueden surgir genes con una nueva información, como puede ocurrir con las mutaciones.

    La síntesis de los genes confirma la posibilidad de crear nuevos que no han existido en la naturaleza, otro análisis puede conllevar a la conclusión de que la vida no surgió a partir del mundo inorgánico, lo que implicaría que la vida ha existido eternamente o surgió como resultado de una fuerza externa..

    Muchos hechos confirman que la vida surgió hace más de 4 millones de años mediante la interacción de sustancias proteicas, ácidos nucleicos, energía, bajo determinadas condiciones del ambiente. El hecho de la aparición de la vida fue un fenómeno colosal donde se pusieron de manifiesto la unidad de lo casual y lo necesario. Sustancias surgidas de forma abiogénica (no producto de la vida, sino de lo inorgánico) como proteínas y ácidos nucleicos simples dieron lugar a una nueva cualidad, el movimiento biológico. ¿Fue éste un hecho casual, irrepetible en el Universo?

    Las investigaciones científicas cada vez más aportan nuevos elementos de que no fue un hecho casual, la publicación ABC del año 1996, señala que se detectaron indicios de actividad biológica en una roca marciana que cayó hace 13 mil años en la Antártida. Según esta propia publicación Martes podría no ser una excepción ya que en 1996 se descubrieron 9 candidatos a Planetas alrededor de estrellas similares al Sol.

    Los extraordinarios avances obtenidos en los campos de la Bioquímica, la Genética y la Biología Molecular y Celular (asociados no sólo al descubrimiento de la composición, estructura y funciones de macromoléculas como los ácidos nucleicos y las proteínas, sino de todo el complejo mecanismo del metabolismo celular) crearon ya a partir de la década del 80 las condiciones para lo que muchos han dado en denominar "una revolución en el campo de las ciencias". Entre los fundamentos de esta "revolución" se encuentran el conocimiento de la estructura y funciones de un grupo de enzimas y su utilización en diferentes procesos industriales y el descubrimiento de técnicas de modificación y de transformación de DNA entre organismos (Sasson, 1984), como resultado del perfeccionamiento de las técnicas de ingeniería genética. Todo lo anterior condujo al surgimiento de las Biotecnologías, o sea, a aprovechar en el plano tecnológico las propiedades y posibilidades de los microorganismos y cultivos celulares. Aplicados a escala industrial, las biotecnologías constituyen la bioindustria. Naturalmente, procesos biotecnológicos se aplican desde hace muchos años, basta decir que 6 mil años a.n.e., los babilonios dominaban el proceso de fermentación para la fabricación de la cerveza, pero sólo ahora las biotecnologías tienen un empleo masivo, caracterizando nuestra vida.

    Cuba no ha estado al margen de esta revolución. Esto ha sido posible porque cuenta con un alto desarrollo de sus recursos humanos, expresado en miles de profesionales y técnicos formados como resultados de la política educativa del País, dotados de conocimientos y posibilidades de investigación científica. Cuba es uno de los pocos países del tercer mundo que puede exhibir resultados internacionales en el campo de la industria médico – farmacéutica, asociados a la industrialización de los procesos biotecnológicos que pueden ejemplificarse en la producción de:

    antibióticos

    reactivos de diagnóstico

    interferón

    vacunas

    productos derivados de la sangre

    anticuerpos monoclonales

    Más recientemente se comenzaron las investigaciones en la esfera de la biotecnología vegetal y ya resulta posible reproducir plantas mediante embriogénesis somática, a partir de suspenciones celulares usando técnicas de fermentación.

    Hoy muchos se preguntan hasta donde podrá llegar el hombre haciendo realidad sus fantasías al soñar despiertos y hasta donde el impacto social de los resultados de estas ciencias permitirán mejorar las condiciones de vida de la especie humana o la destruirán.

    Hoy estas interrogantes están más que nunca a la orden. El 22 de febrero de 1997 se supo que un cordero hembra de siete meses tenía la respuesta a un enigma que la genética llevaba años intentando descifrar (Galán, 2 de marzo de 1997). Este resultado fue obtenido por un grupo de investigaciones encabezado por el profesor Ion Wilmut en el Centro de Investigaciones de Roslin de Edimburgo (Escosia). Dolly, como ha sido nombrada la oveja en honor a la exhuberante estrella de la canción country – Dolly Porton – es una oveja clonada.

    No es la primera vez que se logra clonar mamíferos (en plantas es conocido desde hace mucho los procedimientos de propagación asexual), en 1981 científicos de la Universidad de Ginebra lograron clonar ratones de laboratorio. Esto se logró introduciendo material genético de la célula de un embrión de ratón en el óvulo de una hembra fecundada. Como resultado de esto nacieron tres ratones genéticamente idénticos (Toharia, 1997).

    Pero lo conseguido por los científicos escoceses después de 16 años es cualitativamente diferente. Dolly surgió como resultado de tomar material de una célula ya especializada (de las mamas de una oveja) el cual fue implantado en un óvulo al cual se le había retirado previamente el material genético. Este óvulo fue implantado en el útero de una oveja donde se desarrolló la nueva vida.

    La relevancia de este logro y que lo diferencia de lo señalado anteriormente respecto a los ratones clonados es que el material genético no fue tomado de una célula embrionaria (que posee un mensaje bioquímico que la hace crecer y reproducirse para luego diferenciarse y dar lugar a tejidos, órganos y seres vivos completos) sino de una célula ya especializada que no tiene la capacidad bioquímica de reproducirse y diferenciarse posteriormente.

    A partir del procedimiento creado por Wilmut, el material genético de cualquier célula puede ser implantado en un óvulo y dar lugar a un gemelo idéntico al que donó la célula.

    Naturalmente aún se requiere un óvulo que asegure las condiciones bioquímicas para la multiplicación y diferenciación de las células y un útero para el intercambio físico y químico con el feto. Según Galán (1997) seguramente la ciencia no tendrá que esperar otros 16 años para dar esos dos pasos: reproducir las condiciones bioquímicas del embrión y crear un útero artificial.

    ¿ Qué impacto podrá tener esto?

    Según Heredero citado por Pelaez (1997), la posibilidad de clonar un animal posibilitará reproducir razas ganaderas altamente productoras de leche y carne, crear animales cuya sangre o leche produzcan compuestos químicos necesarios para tratar determinadas afecciones del hombre. Wilmut (citado por Galán, 1997), señala que cuando consigamos hacer lo mismo en cerdos se podrán clonar animales previamente alterados genéticamente para lograr que sus órganos sean menos vulnerables al rechazo humano y más útiles para transplantes. Heredero continúa señalando como otros beneficios de la clonación la posibilidad de realizar con mayor celeridad y eficiencia la evaluación de nuevos medicamentos y vacunas al eliminárseles la variabilidad genética en los modelos de animales de experimentación, pues todos reaccionarán de igual forma ante la aplicación de un preparado farmacéutico o candidato vacunal. Sin embargo señala el peligro de esta uniformidad genética porque todo individuo tiene genes anormales o puntos débiles en su código genético y esto lo hace susceptible a determinadas enfermedades que atacarían con la misma agresividad a sus dobles genéticos.

    Precisamente la fortaleza de la naturaleza ha estado en la biodiversidad, en que ha encontrado diversas formas de respuesta, dadas en la manifestación de miles de formas diferentes de presentarse la vida. (Govallo, 1990).

    Sólo hace unos años el hombre se ha dado cuenta de la necesidad de proteger la biodiversidad como una condición indispensable para la supervivencia de la especie humana. Después de lograr con su acción que hayan desaparecido y aún desaparezcan miles de especies animales y plantas se ha convencido de la necesidad de mantener la biodiversidad de las especies animales y plantas, inclusive sin uso comercial aparente ya que ellos constituyen el banco de genes para los procesos de mejoramiento genético vegetal y animal.

    Ejemplos de los peligros señalados por Heredero (1997) los hemos visto en nuestro país con grandes afectaciones producidas por la Royal de la caña (a la variedad Barbados) y la cigatoca negra (al plátano macho). Por lo cual ahora nuestro país se tiene toda una estrategia varietal para evitar que la producción dependa de la propagación de una sola variedad.

    El otro asunto estaría relacionado con la posibilidad de clonar humanos.

    La opinión mayoritaria considera que el manejo de los genes humanos podría tener beneficios, hacia este sentido está orientado el Proyecto Genoma Humano, en el cual trabajan cerca de diez mil investigadores de Institutos y Universidades de Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña y otros países europeos.

    Con este proyecto se pretende trazar el mapa de los casi cien mil genes presentes en los 46 cromosomas que posee el hombre. Esto permitirá conocer la ubicación exacta de cada gen dentro de los cromosomas y la función que cada uno realiza.

    Según Pelaez (1995) los resultados de este proyecto dará un impacto en la vida como en su momento lo tuvo la revolución industrial.

    Sólo en el campo de la salud sería posible que :

    • los médicos conocieran con anticipación la carga genética de un individuo y las enfermedades que podría padecer a lo largo de la existencia.
    • se podría agregar un gen donde se detecte su ausencia o sustituir uno alterado por otro normal y de esta manera evitar una parte considerable de más de 3 500 enfermedades hereditarias descritas hasta el momento.

    Wilmut, citado por Rivera y Ruíz (1997) expone que podrían prepararse en laboratorio cultivos personales de células para autotratamiento futuro ante enfermedades hereditarias.

    Un avance importante en el establecimiento del mapa del genoma humano (ABC, 1996) se alcanzó en el año 96 al completarse la secuencia completa del DNA de la levadura "saccharomyces cervisiae" esto se debe a que el 50% de las proteínas transcriptas a partir de los aproximadamente 6 000 genes de los 16 cromosomas de la levadura tienen una secuencia de aminoácidos similar a las proteínas humanas. Ya en el año 2 000 se esclareció alrededor del 25 % de la función de los genes.

    Otro análisis tendría cuando se trate del mejoramiento genético de las personas y clonarlas con el objetivo de obtener seres genéticamente superiores. Según Heredero citado por Pelaez (1997) la clonación en personas y la creación de dobles es posible en el plano teórico y técnico, de ahí la urgencia de adoptar a tiempo cuantas regulaciones sean necesarias para prohibir la experimentación con seres humanos, salvo en aquellos casos que se justifiquen por estrictos criterios médico – terapéuticos y nunca a titulo personal, bien se trate de meros caprichos publicitarios o con el afán de fabricar científicamente seres con características físico – intelectuales superiores a los demás.

    Refiriéndose a esto el Premio Nobel británico Jeseph Rotblat (citado por Galán, 1997) señala que es una amenaza tan grave al menos como el arma nuclear.

    Parecería que el hombre está en el umbral de tener los conocimientos y posibilidades teóricas de lograr la pesadilla descrita por Huxley en su libro "Un Mundo Feliz". Pero cabría preguntarse ese "Mundo Feliz" podría alcanzarse por la vía de lograr una población formada por seres genéticamente superiores. Estas ideas surgieron ya desde la década del 20 de este siglo, planteando en su esencia que el hombre nuevo debe formarse no en la estructuración social de las condiciones de vida, sino en la selección de la descendencia de los individuos y sus grupos mejores genotípicamente. Se preconiza de esta forma la biologización humana (conocida como social darvinista), contraponiéndose a la concepción marxista – leninista sobre el hombre como producto de la historia y de la sociedad.

    De forma similar la corriente conocida como Eugenesia aspira a perfeccionar el género humano con la ayuda de la selección al igual que se hace con las razas de animales y las variedades de plantas.

    A raíz de los nuevos descubrimientos de las ciencias biológicas señalan que la naturaleza espiritual del hombre es invariable por cuanto está registrada en sus genes.

    En contraposición a esto el marxismo demostró que la naturaleza social y espiritual del hombre se forma por la situación concreta de su vida.

    En Cuba también estamos enfrascados en la formación del hombre nuevo, en el mejoramiento humano, pero no genéticamente, sino socialmente

    CONCLUSIONES

    1. El desarrollo de los conocimientos químicos sentó las bases para el surgimiento de la Química Orgánica como ciencia a partir de la segunda mitad del Siglo XIX.
    1. La síntesis de la urea en 1828, tuvo una gran significación para la concepción dialéctica materialista sobre la unidad del mundo material, al demostrar que no existe una barrera indivisible entre las sustancias minerales y las orgánicas (hasta ese momento considerados como productos únicamente de los organismos vivos).
    1. El conocimiento de la estructura de los ácidos nucleicos y la relación de esto con la conservación y transmisión de la información genética tiene una gran significación metodológica y científica para el materialismo dialéctico, en la interpretación de la forma de movimiento biológico.
    1. El fenómeno de la reproducción (esencia del movimiento biológico) consiste en la reproducción de los procesos de la interacción material de las moléculas de DNA – RNA- Proteínas en el sistema vivo, abierto, creado y que se desarrolla históricamente.
    1. Las posibilidades con que cuenta la humanidad de hoy con los conocimientos de Ingeniería Genética y Biotecnología exigen de una gran responsabilidad de los científicos, los pueblos y los Gobiernos para que los resultados sean utilizados en beneficio de la humanidad.

    REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

    1. Acoso al SIDA. 1996. Los 10 Avances Científicos del Año. ABC, 20.12.96
    2. Cbetkob, P.B. 1968. Química Orgánica. Editorial Química. Leningrado. (idioma Ruso).
    3. Dubinin, N.P. 1981. Genética General. Tomos I y II. Editorial MIR. Moscú.
    4. El "atlas del; hombre" primero del genoma humano, presentado en Washington. El País. 28.9.1995.
    5. Galán, L. 1997. Los enigmas de "Dolly". El País 2.03.97. España.
    6. Glinka, N. L. 1974. Química. Edición 17. Editorial Química. Leningrado. (idioma Ruso).
    7. Govallo, V. 1990. Por Que no nos parecemos unos a otros. Ensayos sobre las particularidades biológicas. Editorial Mir. Moscú.
    8. Huxley, A. 1932. Un Mundo Feliz. Editorial Porrúa. S.A. México. 1991.
    9. Lehninger, A. 1979. Bioquímica. Edición Revolucionaria. Cuba.
    10. Levadura. 1996. Los 10 Avances Científicos del Año. ABC, 20.12.96
    11. Nekrasov, B.V. 1988. Química General. 1era reimpresión. Editorial Mir Moscú.
    12. Origen de la Vida. 1996. Los 10 Avances Científicos del Año. ABC, 20.12.96.
    13. Pelaez, O. 1995. Armando el rompecabezas de la vida. Granma. 9.12.95
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    15. Perekalin, B.B. 1997. Química Orgánica. Editorial Instrucción. Moscú. (idioma Ruso).
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    Adelaida Ballbé Valdés

    Dr. Hipólito Peralta Benítez