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Los religiosos en Costa Rica


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Una presencia silenciosa y tolerada (1850-1940)
  3. Una presencia activa y productiva (1940

Introducción

1º. La presencia de la vida religiosa en América Latina ha sido una acción determinante para la evangelización de este continente de la esperanza para la Iglesia Católica.

El documento de Medellín nos dice:

"A lo largo de la historia de la Iglesia, la vida religiosa ha tenido siempre, y ahora con mayor razón, una misión profética: la de ser testimonio escatológico. Todo cristiano -sea religioso o laico- ha de buscar el Reino de Dios identificándose, por amor, con Cristo en el misterio de su Encarnación, Muerte y Resurrección, que culmina en la escatología. Pero lo propio del religioso, lo más característico, es entregar toda su vida al servicio de Dios, viviendo así la caridad, mediante una peculiar consagración que se funda íntimamente en la del bautismo y la expresa con mayor plenitud" (Concilio Val. II, Decreto Perfecta caritatis, No. 5). Esta consagración peculiar es un compromiso a vivir con mayor intensidad el aspecto escatológico del cristianismo para ser dentro de la Iglesia, de un modo especial "testigo de la Ciudad de Dios" Doc. Medellín: 12-I-2

Por su parte el Documento de Puebla nos indica:

"Es un motivo de gozo para nosotros los Obispos verificar la presencia y el dinamismo de tantas personas consagradas que en América Latina dedican su vida a la misión evangelizadora como lo hicieron ya en el pasado. Podemos decir con Pablo VI: "se les encuentra no raras veces en la vanguardia de la misión y afrontando los más grandes riesgos para su santidad y su propia vida. Sí, en verdad la Iglesia les debe muchísimo" (EN 69). Esto nos mueve a promover y acompañar la vida consagrada según sus notas características (Cf MR 9) Doc. Puebla Nº 722

2º. La acción histórica de los religiosos en particular fueron los franciscanos que abrieron brecha a la tarea de difundir el "Reino de Dios" es estas pobres tierras de América Central, en particular en Costa Rica. La presencia de los hijos de San Francisco fue tesonera, callada y muy particular. Se gastaron y se desgataron como dice San Pablo por el evangelio. Es muy polémica la metodología evangelizadora empleada por las diferentes órdenes y congregaciones religiosas. Es algo que todos conocemos.

La característica individualista del costarricense, hizo que fuera mayor la presencia del clero diocesano que el clero regular. Aunque algunos nativos fueron franciscanos, siendo destinados a otras tierras de misión en América Central.

En 1678 intentaron establecer un convento de Padres Agustinos, en Cartago, pero el conflicto no fue con el clero diocesano, fue más bien con los franciscanos, por falta de la "Cedula Real", aunque contaron con el apoyo de las autoridades civiles y de otros sacerdotes. Al final no teniendo más opción que regresar a Panamá[1]

Desde el siglo XVI hasta la mitad del siglo XIX los franciscanos siguieron bregando apostólicamente

3º. Podrías esquematizar la presencia de la vida religiosa masculina en Costa Rica después de la Creación de la Diócesis de San José de Costa Rica (1850) en dos etapas:

  • 1- Una presencia silenciosa y tolerada (1850-1940)

  • 2- Una presencia activa y productiva (1940

Debo señalar que la presencia del clero nativo diocesano ha llevado a los religiosos en Costa Rica a tener una acción que se percibe como modesta, sí comparamos la acción de las diferentes comunidades de órdenes y congregaciones en el resto de América Central.

Una presencia silenciosa y tolerada (1850-1940)

1-1. Padres Capuchinos (OFM Cap). En Costa Rica después de 1740 partieron los últimos frailes franciscanos.

Después de 1850 por causa del movimiento liberal en Centro América, fueron prohibidas las órdenes y congregaciones que trabajaban en el Istmo. Los Padres Capuchinos fueron extrañados de Guatemala y luego de El Salvador. Por esta causa llegan en 1876 dos padres capuchinos que residieron el Convento de Cartago[2]Fr. Antonio de Igualada y Fr. Bernardino de Montroing. Mons. Sanabria indica en su obra "Los últimos años de la orden franciscana en Costa Rica"砨1931) la labor silenciosa evangelizadora de estos humildes frailes. Incluso con todo el huracán anti-clerical de los años 1884-1886, los padres no fueron molestados por las autoridades políticas. Estos humildes frailes no eran peligro.

Mons. Bernardo Augusto Thiel durante el Concilio Plenario Latinoamericana (1899), negocio con el Cardenal José Vives y Tutó, OFM Cap., la llegada a Costa Rica de un grupo de estos frailes de la Provincia Catalana[3]

"Y por la presente le encargamos la Iglesia de San Francisco de Cartago', le comunica el Dr. José Zamora, Vicario General de la, entonces, Diócesis de San José de Costa Rica, al cuidado de Monseñor Thiel, al Padre Capuchino Fray Fidel de Montclar, el 30 de diciembre de 1899"[4].

Años posteriores el Convento de Cartago de fortalece con la presencia constante de frailes catalanes, que culmina con una misión significativa en Puntarenas y Guanacaste, durante el episcopado de Mons. Antonio del Carmen Monestel Zamora, Obispo de Alajuela (1921).

Para conocer de manera detallada la historia de los Capuchinos en Costa Rica: Cartago, Puntarenas y Guanacaste: Capuchinos Catalanes en Centro América y México, II parte. P. Pacifico de Villanova, OFM Cap. Editorial Imprenta 덹ria묠Barcelona 1947

En 1950, Mons. Victor Sanabria Martínez, II Arzobispo de San José les entregó una nueva obra, la capilla en Barrio Santa Lucia, que luego se llamaría "Las Animas".

1-2. Padres Dominicos[5](OP): El mismo camino de los capuchinos sufrieron los padres Dominicos en Guatemala en 1872, fueron expulsados los últimos frailes de la Provincia de San Vicente Ferrer de Chiapas y Guatemala (1551). Durante la colonia nos dice Mons. Thiel "Costa Rica siempre quedo excluida del campo de trabajo de la Provincia Dominicana"[6]-

El primer dominico que llegó a Costa Rica fue Fr. Miguel Pagés, exclaustrado por causa de las leyes anti-clericales del siglo XIX. Mons. Thiel lo ubica cerca de la capilla de La Dolorosa (1892). El P. Pagés se resiste a la extinción de la Provincia de San Vicente. Pensó que en Costa Rica podría iniciar la restauración de la Provincia de San Vicente. La labor misionera de este dominico fue muy activa: visita parroquias, predica, fortalece la Tercera Orden de Santo Domingo, presta servicios varios a Mons. Thiel. Luego se ve la necesidad de que lleguen otros religiosos a Costa Rica.

En 1895 es nombrado el P. Miguel Pagés (sale de Costa Rica en 1903), capellán de la Iglesia de Nuestra Señora de Los Dolores. En 1903 ingresa otro sacerdote dominico, Fr. Jesús Aguilar, OP para relevar al P. Pagés. En 1904 llega el P. Ángel Alvarez, OP. En adelante Mons. Juan Gaspar Stork, negocia con los superiores de la Orden el establecimiento de la comunidad en Costa Rica. El 6 de enero de 1909 La Dolorosa es elevada a parroquia. Desde esta época los padres dominicos atendieron los nacientes barrios del sur de San José: Barrio Los Ángeles, Barrio Keith, Sagrada Familia, Cristo Rey, Barrio Cuba, Hatillo, Paso Ancho, San Sebastián y San Cayetano.

Mons. Juan Gaspar Stork le ofreció a la orden dominicana toda la Península de Nicoya para que la atendieran, pero por falta de personal no pudiendo atener la solicitud del obispo, por varios años se hicieron cargo de Filadelfia (1914-1916), atendida por el hoy beato P. Germán Caballero, O.P. Allí murió el hermano Fr. Esteban Moran, OP

Adjunto a La Dolorosa, nace la escuela parroquial "Nuestra Señora de los Ángeles" (1923), que luego se trasladan al barrio del mismo nombre, se termina la Capilla (1929) las instalaciones del Colegio de Los Ángeles (1932). En 1934 la Comunidad de los Padres Dominicos del Colegio Los Ángeles se independiza de la Comunidad de La Dolorosa. En 1958 la secundaria es trasladada a la Sabana y es erigido el Convento de Los Ángeles.

Por algún tiempo los Padres Dominicos residieron en La Iglesia de La Agonía de Alajuela, colaboraron mucho con Mons. Antonio del Carmen Monestel Zamora, Primer Obispo de Alajuela (1921). Los padres dejaron su presencia con la promesa de ayudar en el futuro en Guanacaste. Convenio que se realizará en la Década de los 60, cuando varios padres dominicos llegan a Santa Cruz, Filadelfia y Cartagena, después de una negociación con Mons. Juan Vicente Solís Fernández, Obispo de Alajuela. En 1994 dejan definitivamente la Diócesis de Tilarán por falta de personal después de 33 años.

Dos obras consultadas son: Fr. Marciano Diez Tascón, O.P. Dominicos en Centro América, Siglo XX, Biografías. Editado por Fr. Vernos Rojas, OP, La Dolorosa, San José 1997 y la obra y Fr. Marciano Diez Tascón, O.P. Vicariato Dominicano de la Provincia de España en América Central. San José, 1982.

Los Padres Dominicos regentan actualmente: La Parroquia La Dolorosa (San José), el Colegio Los Ángeles (Sabana); la Casa de Formación Santo Tomás de Aquino (Calle Fallas de Desamparados y la Casa Fr. Bartolomé de las Casas, Heredia.

1-3. Padres Jesuitas (SJ): Llegan en 1875 tres padres Jesuitas para iniciar una acción educativa en Cartago, con la venia del General Tomas Guardia. Los vecinos de Cartago firman una petitoria a la Municipalidad para que la haga llegar al Gobernante Guardia. El Padre España, acepta regentar el Colegio de Cartago, que se llamaría en el futuro San Luis Gonzaga, El 13 de febrero de 1876 se inicia el periodo lectivo con 80 alumnos, bajo las reglas y organización propia de la Compañía de Jesús[7]

Por su parte los liberales francmasónicos sorprendidos en un principio inician una guerra de baja intensidad contra los padres jesuitas.

Durante el Gobierno de Prospero Fernández en 1884, con facultades dadas por el Congreso de la República, en el mes de julio se expulsa a Mons. Bernardo A. Thiel, CM, y a los Padres de la Compañía de Jesús[8]Posteriormente fueron expulsados dos Padres Paulinos franceses.

"Por decretos del 18, 19 y 22 de julio de 1884, respectivamente, fueron extrañados del territorio de la República el señor obispo de la diócesis, doctor don Bernardo Augusto Thiel, y los jesuitas establecidos en la ciudad de Cartago; se declaró la secularización de los cementerios, hasta entonces colocados bajo la autoridad de la iglesia; y se prohibió absolutamente el establecimiento de órdenes monásticas o comunidades religiosas en la República, cualesquiera que fuesen su clase y denominación"[9].

Es un momento difícil para la Historia de Costa Rica y en particular para la Historia de la Iglesia nacional. Nos dice Ricardo Blanco Segura en su obra: -1884 El Estado, la Iglesia y las reformas liberales-: "el año 1884 y los sucesos, antecedentes y consecuentes que originaron un cambio de gran trascendencia en la vida institucional de nuestro país"[10].

Un obstáculo para los obispos en el futuro (Thiel y Stork) fueron las leyes liberales de 1884, ya que la prohibición existente al ingreso de nuevas comunidades religiosas de varones, hacía casi imposible los contratados entre la diócesis y los superiores generales. Además la Santa Sede era muy vigilante por medio de los internuncios.

1-4. Padres Paulinos (CM = Lazaristas): Una de las preocupaciones de Mons. Anselmo Llorente y Lafuente, 1º Obispo de San José de Costa Rica, fue la promoción y formación del clero nacional. No contando con un grupo de sacerdotes formados para atender el Seminario Tridentino, pensó en una comunidad religiosa. Nos cuenta la historia:

"En 1877 llega a Costa Rica Mons. Bruschetti, como Delegado Apostólico, nombrado por la Santa Sede el 7 de julio de 1876. Con ello terminó la vicaría el Dr. Rivas. Monseñor Bruschetti ultimó las negociaciones para el establecimiento de los Padres Paulinos en el Seminario. Con fecha de 3 de abril de 1877, Pío IX confirmó su autorización a ese efecto"[11].

Los primeros Paulinos fueron franceses que llegaron en diciembre de 1877: Juan Bautista Theilloud, Tomas Gougnón y el alemán Bernardo Augusto Thiel. Después ingresaron a Costa Rica los padres Tomás Malesieux, Juan Floro Bret, Vitoriano Rosero y Yanuario Marino. El curso se inició el 3 de enero de 1878. Los Padres Lazaristas formularios el reglamento y el programa de estudios[12]

La respuesta del clero diocesano, de los estudiantes y en general de la ciudadanía costarricense de la época fue muy positiva.

El 18 de julio de 1884 Don Prospero Fernández decreta la expulsión de Mons. Bernardo A. Thiel, de los padres de la Compañía de Jesús y posteriormente de los Padres Paulinos (1885). El Seminario fue cerrado en 1ª de julio de mismo año.

Luego de la llegada en 1886 de Mons. Thiel, su preocupación fue volver abrir el Seminario, para una formación de calidad del clero. Para esto Mons. Thiel inicia un proceso de negociación con los Padres Paulinos de la Provincia Alemana, para que vinieran atender el Seminario Mayor. No fueron fáciles las negociaciones, ya como la situación legal de permanencia de religiosos no era claro.

"A fines de éste año, 1892, el asunto estaba resuelto y el P. Juan Gaspar Stork, superior de la nueva fundación, el 18 de noviembre de 1892, lo comunicó oficialmente a Mons. Thiel"[13].

En el mes de junio de 1893 llegan a Costa Rica los padres Juan Gaspar Stork, Adolfo Dünkel, Nicolás Stappers, José Schneider y Federico Rosemberg, dos teólogos Agustín Blessing, Felipe Verter y siete hermanos legos. Después llegaron los Padres: Carlos Trapp, Humberto Prausse y el Juan Rossmair.

Los padres paúles alemanes regentaron el Seminario Mayor desde 1893 hasta diciembre de 1966. Fue una donación de generaciones de padres y hermanos alemanes para la formación del clero, luego de la juventud con el Colegio Seminario (1893), y desde 1921 con la creación del Vicariato Apostólico de Limón que les fue entregado para su regencia y servicio evangelizador.

"La obra misionera de la Orden de los Vicentinos o Paulinos iniciada por Monseñor Bernardo Augusto Thiel en Talamanca y Limón y la labor pedagógica a través del renombrado Colegio Seminario es ampliamente reconocida"[14]

Una tarea silenciosa fue la Misión Vicentina en la Zona Sur de Costa Rica, labor que cumplieron a cabalidad los Padres Paulinos desde 1900 a 1949. Para conocer más la historia de los Padres Paulinas (Congregación de la Misión) está la obra del P. Bernardo Drüg Ingerman, CM. Historia de la Viceprovincia de Costa Rica, Ediciones FE y Vida, Teruel-1995

Actualmente tienen el Seminario San Vicente de Paul en Ipís de Goicoechea, el Colegio Seminario en Barrio La Cruz, las parroquias: Amubri y Bribri en Talamanca

1-5. Padres Salesianos: En el año 1883 el Obispo Bernardo Augusto Thiel, escribe a Don Bosco solicitándole su colaboración para la evangelización del pueblo costarricense. Sin embargo, la Costa Rica liberal de finales de siglo XIX y la gran demanda de misioneros salesianos en otros países, lo retrasaron hasta el 20 de julio de 1907.

"En 1908, la Congregación Salesiana de San Juan Bosco, que tenía a cargo el antiguo Hospicio para Huérfanos, de Cartago, transforma el concepto del desamparo en una nueva expectativa educacional: la Escuela de Artes y Oficios" [15]

El 4 de mayo de 1910, en un terremoto mueren los coadjutores Joaquín Vega, Francisco Stanga, el sacristán y dos jóvenes estudiantes.

En la presencia salesiana tiene una efectividad en la educación en general y la educación técnica en especial, en 1933 fue creada la Escuela de Artes y Oficios, dormitorios y una Capilla para "limpiabotas" de San José. Luego es trasladado el 17 de febrero de 1955 se traslada a Zaragoza de Palmares, a un hermoso terreno producto de una donación, bajo la dirección del padre Bernardino Permanece hasta 1962 cuando se muda a la anterior casa salesiana de Cartago.

En 1956 se transforma en Instituto Técnico y en 1969 se efectúa la primera graduación de los 10 bachilleres industriales. Continúa funcionando en estas instalaciones hasta enero del 2005 cuando es absorbido por CEDES Don Bosco

En 1996 se coloca la primera piedra de una magna obra "El Centro de Educación Salesiana, CEDES Don Bosco, surgió como una necesidad de atender a niños, niñas y jóvenes marginados y de gran pobreza, vecinos de los barrios del sur de la capital. Ante gestiones realizadas por el Padre Giuseppe Coro, la familia Castro Ortega donó en 1996 un terreno de 8 hectáreas en Concepción Arriba de Alajuelita con el propósito de contribuir a la erradicación de la ignorancia, la pobreza y la injusticia de los marginados"[16]

1-6. Los padres Redentoristas (CSsR)[17]; El 13 de mayo de 1927, llegaron a Puerto Limón un grupo de Padres Redentoristas, pasaron por Alajuela, donde pernotan la noche y siguieron el día siguiente a San Ramón. Mons. Antonio del Carmen Monestel Zamora, 1º Obispo de Alajuela, les brinda la Iglesia de Santo Cristo de Esquípulas (La Agonía).

A los Padres Redentoristas les fue, al inicio, un poco difícil, pero fueron poco a poco saliendo adelante, con su laboral evangelizadora, entrega y servicio a la comunidad entregada.

Inicial una etapa de misiones populares en diferentes parroquias y pueblos campesinos de Alajuela. En 1929 inician la construcción del convento de un piso. El 22 de diciembre de 1935 se pone la primera piedra del futuro Santuario de La Agonía.

La primera misa de pontifical, la celebró Mons. Victor Sanabria Martínez, 2º Obispo de Alajuela (1938-1940), con un cáliz donado por Presidente de Costa Rica, Don León Cortés Castro y Señora. La acción apostólica de los Redentoristas no solo se marca en Alajuela, son invitados a las novenas patronales en San José, Heredia y Alajuela. Posteriormente son invitados a la predicación de "Misiones Populares" en Panamá y Nicaragua. Alajuela es la base para este servicio misionero.

En 1987 Mons. Román Arrieta Villalobos, bendijo el Seminario y Postulantado Redentorista San Clemente, Barrio Córdoba (San José).

1-7. Los Hermanos de la Salle (Escuelas Cristianas)[18]: En 1935 llega un grupo de religiosos o Hermanos de la Salle durante el tercer mandado del Lic. Ricardo Jiménez Oreamuno e invitados por Mons. Dr. Rafael Otón Castro Jiménez para hacerse cargo del Reformatorio de Menores San Dimas. Era un correccional para jóvenes delincuentes. Esta obra había sido ofrecida a los Padres Salesianos.

La primera comunidad estaba formada por los Hermanos: Félix, Adornardo Juan, Gaudicio, Félix, Andrés (falleció luego en San José). En la administración de Don León Cortés los hermanos abandonaron la obra por problemas con la administración del nuevo gobierno. El grupo de religiosos regresaron a Panamá.

En 1940 regresaron nuevamente durante la Administración del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia y estando Mons. Victor Sanabria Martínez como II Arzobispo de San José. En esta ocasión las cosas fueron diferentes para los Hermanos de La Salle, se firmó un contrato entre Don Francisco Calderón Guardia, Secretario de Gobernación y el Hno. Apolinar Pablo, Visitador de los Hermanos de la Salle para Centro América. Se formó una junta Administrativa con empresarios y ciudadanos distinguidos que buscaban la superación de la juventud costarricense.

Los Hermanos regentaron el San Dimas de 1941 a 1950, que volvieron a tener problemas con el Gobierno de Don Otilio Ulate. Los hermanos dejan la Dirección del San Dimas el 1º de diciembre de 1950 y es nombrado el Lic. Fernando Segura Herrera, Director.

Volvió la duda a la Los Hermanos de la Salle de continuar en Costa Rica o abrir otras obras en el resto de América Central. Al final en 1951 se abrió el Colegio La Salle.

Una valiosa experiencia pastoral educativa fue la regencia del Colegio de San Gabriel de Aserrí por varios años (centro estatal). En la actualidad cuentan con el noviciado regional en Heredia.

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Una presencia activa y productiva (1940

En 1940 se ofrece una oportunidad a la Iglesia Católica, es elegido el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, Presidente de Costa Ruca y es nombrado como II Arzobispo Mons. Victor Sanabria Martínez Se inicia una apertura para los religiosos, para las Iglesia y la educación católica.

Como hemos señalado en este mismo trabajo, uno de los problemas mayores para el establecimientos de comunidades religiosas eran las leyes promulgadas mediante la ley No. 33 del 22 de julio de 1884, se prohibió de manera absoluta el establecimiento de órdenes monásticas y comunidades religiosas.

Por la ley N. 8 del 5 de junio de 1894 se interpretó de manera auténtica la ley anterior diciendo su artículo 1:

"La prohibición establecida por el artículo primero de la ley de 22 de julio de 1884, comprende toda congregación religiosa, de hombres o de mujeres, de eclesiásticos o de seglares, ligados con cualquier género de votos que vivan o no en comunidad. Queda así interpretado el referido artículo".

Todas las leyes anti-católicas son derogadas durante el Gobierno de Don Rafael A. Calderón Guardia. Se establece la educación religiosa escolar, se reconoce a los colegios privados expedir títulos de bachillerato y pueden ingresas comunidades religiosas,

Muchos lugares en Costa Rica eran verdaderas tierras de misión: Guanacaste, el litoral Pacífico y la Zona Sur. Las situaciones de abandono y la escasez de clero para la Diócesis de Alajuela, era urgente la contratación de religiosos. Los Padres Capuchinos dejaron en 1940. Guanacaste y Puntarenas. Además la población en la Área Metropolitana iba en crecimiento y la presencia de comunidades religiosas podría dar un gran alivio pastoral.

Monseñor Sanabria con gran entusiasmo abrió las puertas de su gobierno pastoral a distintas congregaciones: los Padres Franciscanos, los Franciscanos Conventuales, los Padres Capuchinos, los Carmelitas Descalzos. Además, se inició el contrato con los Padres Claretianos; se fortaleció la presencia los Padres Salesianos, los Hermanos de La Salle y varias comunidades religiosas femeninas, para fortalecer la presencia de la Iglesia en la atención a los pobres, los enfermos y la educación católica. Erigió más de 10 parroquias y 2 coadjutoras territoriales[19]

Luego de una vivencia anticlerical y un periodo de incertidumbre de 56 años por la promulgación de las Leyes anticlericales de 1884, como he apuntado anteriormente de su derogatoria, tanto Mons. Victor Sanabria Martínez, Arzobispo de San José como Mons. Juan Vicente Solís Fernández, Obispo de Alajuela, estaban preocupados por la ausencia pastoral de la Iglesia Católica en diferentes lugares, tanto urbanos como rurales. Existiendo una seguridad jurídica para comunidades religiosas, sobre todo de varones, se avocan ambos pastores a contactar diferentes órdenes y congregaciones para funden casas en Costa Rica. No fue fácil.

2-1. Los Padres Franciscanos Conventuales (OFM Conv). Una de las primeras tareas de los obispos costarricenses después de la derogatoria de las Leyes de 1884, fue avocarse a buscar religiosos. Esta primera tarea la emprendió Mons. Victor Sanabria Martínez, II Obispo de Alajuela al enviar al neo sacerdote Don Eladio Sancho Camaronero, a un viaje por los Estados Unidos en búsqueda de religiosos que se hicieran cargo de la Zona Sur, o llamada la "Bananera". Era claro que la diócesis de Alajuela no contaba con sacerdotes suficientes para atender esta vasta región con problemas serios de prostitución, alcoholismo, madres solteras y muchos otros males sociales y sanitarios. Otro elemento era la presencia de grupos evangélicos que fueron tomando espacio y se fueron asentando en la zona.

El Padre Sancho, se fue a los Estados Unidos a recorrer diferentes estados, tocar puertas de de los Padres Claretianos y venderles la idea de venir a Costa Rica a trabajar en la evangelización. La cosa no fue fácil. De regreso de los Estados Unidos en 1939 el Padre Sancho fue a la Zona Bananera para atender la región: Puerto Jiménez, Golfito, Parrita, Palmar y Puerto Cortés. El Padre Sancho sufrió varias veces paludismo.

En 1945, Mons. Juan Vicente Solís Fernández envía nuevamente al P. Sancho a los Estados Unidos en busca de sacerdotes para la Zona Bananera. Primero los Padres de Mariknoll, pero rechazaron la invitación por estar de llenó en Guatemala. Luego los Claretianos, que rechazaron la oferta por el clima, pero los Franciscanos Conventuales de Syracusa, mostraron un mayor interés. El Padre Provincial estudio el caso con su consejo. La respuesta fue afirmativa, no pusieron condiciones.

El Padre Sancho llegó a Costa Rica acompañado de dos frailes conventuales. Luego vinieron los religiosos: Fr. Buenaventura Imhoff, OFM Conv., Superior; Fr. David Shulze, OFM Conv., Fr. Beltrán Hodes, OFM Conv., Fr. Román Ondecko, OFM Conv., Fr. Eustaquio Brossene, OFM Conv., Fr. Hilario Stromberg, OFM Conv y Fr. Eugenio Zwahl, OFM Conv. Y el Hermano Tadeo (Lego). Mons. Solís estableció tres Coadjutorías Territoriales: La Inmaculada de Quepos; Nuestra Señora de os Ángeles, Puerto Cortés y San José de Golfito[20]

Una vez en Alajuela, Mons. Solís los brindo la parroquia de Sabanilla como casa de descanso y residencia del superior[21]"En Sabanilla, como párroco Fr. Buenaventura Imhoff, OFM Conv y como vicario Fr. Basilio Corbett, OFM Conv"[22]. Los religiosos con la mística franciscana realizaron toda una obra de evangelización en está parroquia: construyendo el Templo de Sabanilla, la casa Cural y las estructuras necesarias para la atención pastoral de la gente. Los Padres Conventuales estuvieron de 1946 a 1998, que entregaron la Parroquia de Sabanilla a la Diócesis de Alajuela[23]

En 1949 en Barrio Aranjuez los Padres Conventuales abren el Colegio Saint Francis. Luego se pasan a San Vicente de Moravia en 1953, Convento y Colegio. La labor de los Padres Conventuales en la educación ha sido notable, sobre todo en la formación bilingüe.

Otra tarea que emprenden los Padres Franciscanos Conventuales fue la promoción vocacional, abriendo el Seminario Franciscano de la Asunción (Alajuela) en 1952. Posteriormente fundan el Noviciado para atender las vocaciones nativas (San Josecito de Alajuela). Los dos primeros frailes conventuales ordenados en Costa Rica fueron: Fr. Carlos Valverde y Fr. Manuel Duarte Enríquez, ordenados el 23 de mayo de 1959.

Otra Comunidad de Franciscanos Conventuales italianos llegaron a San Vito de Java (Coto Brus). Aquí además por muchos años los Padres Conventuales atendieron la comunidad de origen italiano y Radio Emaús.

La labor evangelizadora y educativa de los frailes ha sido ejemplarizante, y muchos de los religiosos norteamericanos vivieron y murieron en Costa Rica. Por varios años los Padres Conventuales atendieron la Parroquia de Ipís de Guadalupe, además de las capellanías de diferentes comunidades de religiosas[24]

En 1976 se fundó Nuestra Señora de la Custodia de los Ángeles. Para el año 2003 la custodia fusionado con la Inmaculada Concepción Provincia.

La Custodia de María Madre de los Pobres de Honduras ha puesto en marcha una casa de formación en San Antonio de Belén (Costa Rica) por más de 20 años. La casa ha sido en su ubicación actual desde 1989[25]Los jóvenes postulantes asisten al Instituto Teológico de América Central (hoy UTAC).

2-2. Los Padres Franciscanos (OFM). Cuenta en la obra del Pbro. Alberto Mata Oreamuno "Memorias propias y ajenas":

"En 1947 invité al Reverendo Padre Franciscano Miguel Murcia, que de Nicaragua vino a Heredia para predicar la Semana Santa.

Y el lunes de Pascua, fuimos juntos a saludar a Monseñor Sanabria, y a pedirle su anuencia en la venida de los Franciscanos a Costa Rica. Monseñor atendió muy gentilmente a Fray Miguel, y de una vez le dijo "están gustosamente admitidos, a condición de que primero se encarguen de la Iglesia de Orosi, porque este año se cumplen 200 de que, de allí salieron los Franciscanos, y sería muy hermoso que regresen a Costa Rica en ocasión de esta efemérides"[26].

Los primeros religiosos que llegaron a Orosí fueron R.P. Domingo Encima, OFM y Fr. Victoriano Elecobarrutia, OFM, además les tocó atender la Coadjutoría Territorial de Tucurrique.

En 1953 se establecieron también en el Barrio Esquivel Bonilla, jurisdicción de Guadalupe, con residencia en su Templo y Convento de San Antonio de Padua. Además de atender la Capellanía de las religiosas Franciscanas de la Purísima (antigua Clínica Católica). En la segunda mitad de década de los 60 esta casa fue centro de formación para los frailes franciscanos de Centro América. Luego fue abandonado el proyecto.

En 1996 los Franciscanos entregaron la Parroquia de Orosi a la Arquidiócesis de San José por falta de personal.

En la actualidad permanecen unidos a la Provincia Franciscana de Cartagena tres comunidades: San Francisco y la Recolección en Guatemala ciudad y la de san Antonio en Guadalupe-San José en Costa Rica.

Para profundizar la presencia franciscana en Costa Rica durante la colonia tres obras son obligatorias de consultar: Prado, Eladio. La Orden Franciscana. Ed. Costa Rica, San José, 2 Ed. 1983 y Sanabria Martínez Victor. Últimos años de la Orden Franciscana en Costa Rica. En: El Mensajero del Clero, Año XLIV No. 4, abril de 1931 págs. 138-195. Debemos destacar: Prado, Eladio. Vida Popular del Venerable Padre Fray Antonio Margil de Jesús, Misionero Franciscano. Ed. Heraldo Seráfico, Cartago, 1924.

2-3. Los Padres Carmelitas Descalzos (OCD). Llegaron a Costa Rica por solicitud de Mons. Víctor Sanabria Martínez, 2° Arzobispo de San José, para regentar la Rectoría de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa (Barrio Cuba).

La Bendición de la Iglesia se inicio en la segunda mitad de la década de los 40 por la cooperación directa de Mons. Víctor Manuel Arrieta.

Los Carmelitas Descalzos iniciaron su labor pastoral el 19 de noviembre de 1950. Los dos religiosos fueron: Fray Clemente de la Virgen de Lidón (49 años) y Fray Fidel de la Sagrada Familia (27 años). Tres años después concluyen la casa convento.

En 1954, Mons. Rubén Odio Herrera, les solicita llevar la Capellanía de la Penitenciaría Central. Años después se hacen cargo de la Capilla de Santa Teresa (Cuesta de Traube) carretera a Tibás.

Mons. Carlos Humberto Rodríguez Quirós, 4° Arzobispo de San José crea la Parroquia de Barrio Cuba el 7 de abril de 1960. El primer sacerdote costarricense fue Fr. José Luis Cascante (1963). Los Carmelitas descalzos siempre prestaron un valioso servicio a parroquias y comunidades religiosas femeninas con predicaciones, retiros espirituales y consejería espiritual.

Vale la pena recordar a un folclórico religioso: Fray Eliseo, hermano lego, creador de caballos andaluces y el primero en estar con las familias del barrio por cualquier conflicto o desgracia. Era una persona que todos querían, hasta viajaba en radio patrulla. Los monaguillos le pusieron en la puerta de su celda: Fray Eliseo, Carmelita Descalzo "con zapatos y medias".

A finales de la década de los 60, por la construcción de la nueva carretera hacia Tibás, Mons. Carlos Humberto Rodríguez les concede la Rectoría de Nuestra Señora de Fátima en Los Yoses a cambio de la Capilla de Santa Teresa de Jesús. Varios años después los Padres Carmelitas crean la Casa de Formación para la Provincia de Centro América.

En la década los 80, abren la Casa de Postulantado y Noviciado en Santiago de San Ramón, Alajuela. En el año 2006 los Carmelitas Descalzos dejan la Parroquia de Barrio Cuba después de 56 años. Se califica su acción pastoral trabajadora, comprometida con una comunidad de profundos problemas sociales y económicos. Adjunto al Convento se creó el Colegio Niño Jesús de Praga.

2-4. Los Padres Claretianos (CMF). Durante la década de los 40, los Padres claretianos que contaban con el Vicariato Apostólico del Darién y otras casas en la Ciudad Panamá, venían periódicamente a Costa Rica a dar Ejercicios Espirituales a religiosas y Misiones Populares en diferentes lugares.

En 1950 Mons. Víctor Sanabria Martínez, II Arzobispo de San José acuerda con el Superior

General, la apertura de una fundación y les asigna la Iglesia Nuestra de las Mercedes de Heredia.

El 3 de noviembre de 1951, llegan los Padres Jesús Serrano, CMF y Antonio Román, CMF.

"La población de Mercedes se siente sumamente agradecida con el Excmo. Sr. Arzobispo Mons. Sanabria, por haber designado ese lugar como sede de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María"[27]

En 1952 la Comunidad de Claretianos cuenta con cuatro religiosos: R.P. Jesús Jaurrieta, CMF – Superior, P. Francisco Fierro, CMF P. Samuel Santiesteban, CMF y el P. Antonio

Román. En la década de los 70 seria la Parroquia de las Mercedes. Luego es entregada a la

Arquidiócesis.

En la década de los 40, Mons., Sanabria había encomendado al P. Carlos Humberto Rodríguez Quirós (luego IV Arzobispo de San José) la obra de los Ejercicios Espirituales para laicos. En octubre de 1953, Mons. Rubén Odio Herrera, III Arzobispo de San José conviene con el P. Rodríguez entregar la Casa de Ejercicios Espirituales a los Padres Claretianos. El 14 de marzo de 1954 en acto solemne con la presencia de Mons. Odio y el Pbro. Dr. Carlos H. Rodríguez, inician sus tareas los Padres Claretianos, con dos religiosos P. Vicente Cerezo, CMF y el P. Jesús Serrano, CMF. Desde 1957 los Padres Claretianos trasmiten diariamente el Rosario de la Aurora por Radio Fides.

Años después abren el Seminario Claretiano, para la formación secundaria de las vocaciones claretianas. Posteriormente esta obra pasa a ser el Colegio Claretiano. Por algunos años en la Casa de Ejercicios Espirituales estuvo el Centro de Formación para estudiantes Claretianos, la filosofía la llevaban en el Seminario Central. Luego el estudiantado es trasladado a Guatemala. Algunos Padres Claretianos cooperaron con profesores primeramente para el Seminario Central y luego para el ITAC. Las vocaciones claretianas ticas han sido muchas y actualmente trabajan en Centro América.

Por varios años (1973-1979) el P. Francisco López de Dicastillo, CMF y el P. Pedro García, CMF fueron miembros de la Junta Directiva de Radio Fides y los Directores Religiosos de la Emisora.

2-5. Los Padres Jesuitas – Compañía de Jesús (S.J.). Llegan a Costa Rica en 1957 por invitación de Mons. Rubén Odio Herrera, III Arzobispo de San José y se establecen en la Rectoría de Nuestra Señora de Lourdes. Según el Estado del Clero de 1958 habían dos religiosos: R.P. Florentino Iduate, S.J. y el R.P. Álvaro Echarte, S. J.

Han atendido las comunidades circunvecinas, el Colegio Vargas Calvo y algunos jesuitas han sido profesores en la Universidad de Costa Rica. Invitados a muchas comunidades religiosas a predicar retiros y fiestas patronales. Mons. Carlos Humberto Rodríguez Quirós, crea la Parroquia de Nuestra Sra. de Lourdes: 25/01/1969 regentada por los Jesuitas.

Actualmente tienen un centro de Espiritualidad (Lourdes), un Centro de Atención a Migrantes (Lourdes) y una Casa de Ejercicios Espirituales en San Isidro de Heredia.

Debemos apuntar que dos sacerdotes Jesuitas: El R.P. Franz von Tattenbach, S. J. y el R.P. Rogelio Pedraz, S.J. fundador en 1972 el Instituto Costarricense de Enseñanza Radiofónica – ICER. La visión social del P. Tattenbach visualizó que para una mayor autonomía el ICER tenía que tener una junta directiva. Siempre un sacerdote jesuita es miembro de Junta Directiva.

El P. Pedraz y el P. Tattenbach fueron miembros de la Junta Directiva de Radio Fides por algunos años. Con la Ayuda del P. Franz se consiguió el dinero para modernizar la Emisora Católica Arquidiocesano. Mons. Carlos H. Rodríguez Quirós, Arzobispo de San José y Mons. Enrique Bolaños Quesada, Administrador Apostólico siempre agradecieron la valiosa cooperación de los Padres Jesuitas en Radio Fides

La labor de educación radiofónica del P. Tattenbach se proyecto a Honduras (IHER) y Guatemala (IGER). El ICER se volvió un centro generador de formación en comunicación alternativa con la colaboración de Radio Nederland T. C.

2-6. Los Padres de la Congregación del Oratorio (C.O.). Mons. Rubén Odio Herrera, III Arzobispo de San José por mediación de Mons. Victor Manuel Arrieta Quesada concedió el establecimiento de la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri, dándoles para su administración y residencia la Iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Calle Moreno. Llegó la primera Comunidad de Oratorianos el 29 de diciembre de 1957, procedentes de México: R.P. Tomás Rodríguez, Martínez, C.O. Superior y Rector; R.P: José Luz Martínez Salas, C.O. y el Hermano Mauro A. Alvarez, C.O.[28]

Posteriormente llegaron otros religiosos a servir en la comunidad, cooperando en parroquias de diferentes diócesis, predicando fiestas patronales, retiros y ejercicios espirituales a grupos de laicos y a comunidades de religiosas.

La Erección canónica del Oratorio de los Padres Oratorianos de San Felipe Neri se da en 1963 por acuerdo de Mons. Carlos Humberto Rodríguez-Quirós, IV Arzobispo de San José y los Superiores de la Congregación[29]

En 1971 los Padres Oratorianos mejicanos fueron sustituidos por una comunidad de religiosos de origen colombiano: R.P. José Alberto Delgado, C.O. Superior y rector; P. José Alirio Coral Revelo y el P. Hernán Castillo Huertas, C.O. en 1976 los padres del Oratorio entregan a la Arquidiócesis de San José el templo y la casa rectora.

Mons. Enrique Bolaños Quesada, Administrador Apostólico 듥de Plena려e la Arquidiócesis de San José, entrega en julio de 1978 la Parroquia de Santiago de Puriscal y Barbacoas. Que la regentan por varios años y por falta de personal hace entrega a la Arquidiócesis. Años posteriores los padres del Oratorio de San Felipe Neri, ocuparon la Parroquia de San Cayetano, el Templo Expiatorio de Las Ánimas. Actualmente tienen una casa de formación en San Josecito de San Isidro de Heredia.

2-7. Los Padres Misioneros del Espíritu Santo (M.Sp.S.). En enero de 1961, Mons. Juan Vicente Solís Fernández, III Obispo de Alajuela acuerda la creación del Seminario Menor de la Inmaculada Concepción en Tacares de Grecia y es regentado por los Padres Misioneros del Espíritu Santo, una comunidad de origen mexicano (1937). El 6 de marzo de 1961 abre las puertas a un grupo de jóvenes de la Diócesis de Alajuela para iniciar su preparación secundaria con miras de la vida sacerdotal[30]

Los primeros religiosos fueron: R.P. José Torres, M.Sp.S., Rector y Superior; profesores: R.P. José Javier Ramírez, M.Sp.S., R.P. Jesús Medina, M.Sp.S., y el Hno. Juan Pablo Aranda, M.Sp.S. el segundo Superior y Rector fue el R.P. R.P. José Javier Ramírez, M.Sp.S. (1965), murió en Costa Rica en 1968.

En 1969 el Seminario Menor de la Inmaculada Concepción en Tacares de Grecia es clausurado, y algunos jóvenes pasan al Seminario Menor de Nuestra Señora de los Ángeles, Tres Ríos.

Con motivo de la partida de los Padres Paulinos en 1966 del Seminario Mayor, los Obispos de Costa Rica solicitaron a los Misioneros del Espíritu Santo la regencia del Seminario Mayor. Los Padres del Espíritu Santo respondieron que no tenían mucho personal en el momento para atender la solicitud.

En 1994, los Padres del Espíritu Santo y Mons. Román Arrieta Villalobos, V Arzobispo de San José, inician conversaciones para la fundación de una Casa de Formación de la Congregación. Mons. Arrieta los acepta (1997) y los misioneros inician la construcción de del Aspirantado para Centro América y la atención espiritual de las Hermanas de la Santa Cruz (Heredia). Llegan los Padres: Rafael Moctezuma y Rodolfo García.

2.8. Hermanos Maristas (FMS). Llegaron a Costa Rica admitidos por Mons. Enrique Bolaños Quesada, Administrador Apostolico de Alajuela: "El Colegio Marista se fundó en 1967, con 107 estudiantes. El director fundador fue el Hermano Juan Alonso Tablado, junto a los hermanos Justo Martín. José de Jesús Cuadrado y Alfredo Ortega.

En la actualidad, la población total del centro educativo es de 1.068 alumnos distribuidos en los niveles de preescolar, educación básica (de primero a noveno grado) y educación diversificada (décimo y undécimo), así como el Taller Pre-vocacional. Gracias al sistema de becas de la institución, más del 10% de los estudiantes gozan de este beneficio"[31].

Atienden en los Chiles, Zona Norte desde hace varios años un centro de acogida de migrantes nicaragüenses.

2.9. Los Padres Escolapios (Sch. P.). Los Escolapios llegaron a Costa Rica invitados por Mons. Carlos Humberto Rodríguez-Quirós, IV Arzobispo de San José. Se establecen en San Pedro de Montes de Oca fundado el Colegio Calasanz (kínder, primaria y secundaria). La primera Comunidad fue formada por el R.P. Bruno Martínez, Sch. P., R.P. Manuel Antequera, Sch. P. y el P. Luis Espinoza, Sch. P.[32].

Nueva obra, la Ciudad Hogar Calasanz: "Ayer en la Casa Arzobispal, fue firmada el acta mediante la Iglesia costarricense entregó un terreno en San Pedro de Montes de Oca, para la construcción de la Ciudad Hogar Calasanz, a la orden de las Escuelas Pías.

Partes: 1, 2
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