Descargar

Los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna


Partes: 1, 2

  1. El por qué de este trabajo
  2. Introducción
  3. Los fundadores
  4. Los Congresos

El por qué de este trabajo

La historia de los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (C.I.A.M.) eran un punto del Programa de Historia del Arte, que notábamos no contaba con materiales que ofrecieran la consistencia requerida. Puestos a reunir información, advertimos que necesitaba un adecuado tratamiento y análisis, para que los estudiantes pudieran aprovecharla, y entendieran el modo de trabajar y de pensar de un conjunto de figuras, que trascendiendo el estricto ámbito de la profesión, se mostraban en una dimensión social mucho más amplia.

Lo que comenzó siendo un congreso, donde intercambiar experiencias profesionales cobró una trascendencia inusitada, mostrando nuevas fronteras del conocimiento, de la técnica y de los materiales.

Quiero recordarles que el peso de este estudio, recae en los innumerables documentos que se han ubicado en la red de redes, herramienta sin la cual estos materiales no se lograrían reunir de forma rápida y en formato accesible.

Introducción

El presente estudio apunta a llenar un espacio hasta ahora poco trabajado. La producción de material relacionado con los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna, (C.I.A.M.) se basa fundamentalmente en el uso de distintas fuentes, resultado del empleo de Internet. Así se pueden apreciar documentos, artículos, entrevistas, etc. que permiten conocer el nivel de algunas figuras que trascendiendo el mero discurso arquitectónico se muestran en toda su dimensión tanto técnica como humana, pensando en el ser humano y en la mejora de la calidad de vida, a través de la vivienda y su entorno.

Los Congresos, van a mostrar las idas y venidas, el acercamiento a ideologías políticas, la fascinación que sobre algunos profesionales ejerció la Unión Soviética, así como el alejamiento de ella, con arquitectos que justificaban los errores cometidos por dicha nación. También la brillante gestión que se traduce en proyectos y en obras cuya practicidad y estética armonizan en una idea edilicia, armonizando en un espacio, distintas propuestas constructivas.

La primera interrogante que nos formulamos, es ¿Qué es un Congreso? A esta pregunta, el Diccionario nos auxilia, estableciendo:

"Reunión de personas que deliberan sobre intereses o estudios comunes" [1]

La acepción mencionada define el alcance del término. En el caso que nos ocupa, se trata de una reunión de arquitectos. Un conjunto de profesionales, que van a crear un ámbito donde dialogarán sobre múltiples inquietudes surgidas del ejercicio responsable de su especialidad. En el año 1928 nace el Congreso Internacional de Arquitectura Moderna. El objetivo del mismo pasa por unificar los distintos aportes, generándose un centro donde todas las ideas son escuchadas, transformándose en un enorme generador de proyectos. Los arquitectos que acuden a esta convocatoria, son en su mayoría creadores, tanto en la construcción de viviendas, cuanto en el plano urbanístico.

Sin lugar a dudas, la figura más relevante, Le Corbusier, será quien presentará seis puntos, que serán discutidos en el Congreso. En primer término, la técnica moderna y sus consecuencias. El Genial Le Corbusier plantea la situación, por cuanto las nuevas técnicas y los materiales ofrecen más posibilidades y nuevos desafíos.

En segundo lugar, la estandarización. Las opciones constructivas se han visto mejoradas por la estandarización de los sistemas, que agilitan los procesos, con el consiguiente abaratamiento de los costos.

En tercer término, la economía. Las nuevas técnicas, los nuevos materiales, en momentos en que la economía mundial atraviesa un período de dificultades, direccionan todo proceso constructivo, descartando soluciones costosas, tanto a nivel personal así como a nivel de las naciones.

En cuarto lugar, la urbanística. La ciudad, organismo vivo, necesita adaptarse a los cambios que la tecnología está ofreciendo, y la calidad de vida del hombre necesita.

En quinto término, la educación de la juventud. Se debe considerar por donde van las inquietudes estéticas, y como se compatibilizan, a nivel arquitectónico con los diferentes tipos de construcciones. En este sentido, es de fundamental importancia, la acción de las facultades de arquitectura, en la capacitación pero también en el despertar del espíritu crítico de los futuros arquitectos. En sexto lugar, la arquitectura y el Estado, en una relación fundamental, pues en la mayoría de los casos, puede ser el principal cliente, y será fundamental la obra del arquitecto en la planificación de los distintos edificios que deba proyectar y construir.

Los fundadores

Hélène de Mandrot y Sigfried Giedion son los promotores y encuentran el eco necesario en una serie de arquitectos. La lista de integrantes se ajusta al siguiente detalle:

  • Karl Moser

  • Víctor Bourgeois

  • Pierre Chareau

  • Josef Frank

  • Gabriel Guevrekian

  • Max Ernst Haefeli

  • Hugo Häring

  • Arnold Höchel

  • Huib Hoste

  • Pierre Jeanneret

  • Le Corbusier [2]

  • André Lurçat

  • Ernst Mayt

  • Fernando García Mercadal

  • Hannes Meyer

  • Werner Max Moser

  • Carlo Enrico Rava

  • Gerrit Rietveld

  • Alberto Sartori

  • Hans Schmidt

  • Mart Stam

  • Rudolf Steiger

  • Henri-Robert Von der Muhll

  • Juan de Zabala

Le Corbusier es por sus ideas y proyectos, el gran impulsor del Congreso. Al respecto señala:

"El destino de la arquitectura es expresar el espíritu de una nueva época, Se afirma hoy en día la necesidad de un nuevo concepto de la arquitectura que satisfaga las exigencias materiales, sentimentales y espirituales de la vida presente.

La transformación de la estructura social y económica exige la correspondiente transformación de la arquitectura. Busca la armonización entre los elementos presentes en el mundo moderno y de volver y situar a la arquitectura en su verdadero ámbito, que es económico, sociológico y estatal al servicio de la persona humana." [3]

A su vez los objetivos que debe cumplir la arquitectura, pasan por "el uso del suelo", la "organización de la circulación" y la legislación. Las actuales aglomeraciones, dice, no favorecen. Deben ser recalculadas las relaciones, de manera que se alcance una equilibrada proporción entre los volúmenes edificados y los espacios libres. Así mismo, es necesario redimensionar el problema de la circulación y la densidad del tráfico.

Los Congresos

Primer Congreso: Castillo de la Sarraz, Cantón de Vaud, Suiza, año 1928.

El primer Congreso se celebra en el castillo mencionado, gracias a la generosidad de su propietaria, Hélène de Mandrot. En dicho Congreso, luego de haber examinado la problemática por la que atravesaba la arquitectura universal, en París, procedieron a confeccionar un programa, que planteaba el arte de construir. En este encuentro, tienen oportunidad de conocerse, intercambiar ideas, reflexionar y comenzar a pensar en una arquitectura de nivel internacional.

El 28 de junio de 1928, los concurrentes al Congreso aprueban la Declaración de la Sarraz.

"Los arquitectos firmantes, representantes de los grupos nacionales de arquitectos modernos, afirman su unidad de puntos de vista sobre las concepciones fundamentales de la arquitectura y sobre sus obligaciones profesionales. Insisten en particular sobre el hecho de que "construir" es una actividad elemental del hombre, ligada íntimamente a la evolución de la vida. El destino de la arquitectura es expresar el espíritu de una época. Hoy afirman la necesidad de una concepción nueva de la arquitectura, que satisfaga las exigencias materiales, sentimentales y espirituales de la vida presente. Conscientes de las profundas perturbaciones causadas por el maquinismo, reconocen que la transformación de la estructura social y del orden económico entraña fatalmente una transformación del fenómeno arquitectónico correspondiente. Se han reunido con la intención de buscar la armonización de los elementos presentes en el mundo moderno y de volver a situar la arquitectura en su verdadero plano, que es de orden económico y sociológico y que se halla enteramente al servicio de la persona humana. De este modo, escapará la arquitectura a la férula esterilizadora de las Academias. Firmes en esta convicción, declaran que se asocian para realizar sus aspiraciones." [4]

"Economía general

El problema de la arquitectura en sentido moderno exige en primer lugar una relación intensiva de su cometido con el cometido de la economía general.

Se debe entender economía en sentido técnico-productivo y esta significa la utilización más racional posible del trabajo y no el máximo beneficio en sentido especulativo comercial. La necesidad de la producción económicamente más eficaz resulta imperiosamente del hecho de que actualmente y en el futuro próximo deberemos contar con unas condiciones de vida deterioradas en general.

Independencia económica de todos los países y de las colonias.

Depresión de la economía internacional – mayor economía interna.

Las consecuencias de la producción eficaz son la racionalización y la estandarización. Tienen una influencia decisiva sobre el trabajo de la arquitectura actual.

La racionalización y la estandarización se manifiesta bajo tres aspectos:

  • Exigen del arquitecto una reducción y una simplificación intensas de los procesos de trabajo necesarios en la obra.

  • Suponen para la artesanía de la construcción una reducción tajante de la actual multiplicidad de profesiones a favor de menos oficios, fáciles de aprender aún para el trabajador inexperto.

  • Exigen del usuario del promotor y del habitante de la casa una clarificación de sus exigencias en el sentido de una amplia simplificación y generalización de las viviendas. Esto significa una reducción de las exigencias particulares actualmente sobrevaloradas y cultivadas por algunas industrias, a favor de una satisfacción general y amplia de las necesidades hoy postergadas de la gran masa.

  • Pero las exigencias planteadas a la producción no sólo han aumentado, sino que ésta también se ha modificado en cuanto a que podemos contar con la producción industrialmente organizada del pasado.

El colapso de la artesanía por la supresión de los gremios tiene como consecuencia una profunda desorganización de la artesanía de la construcción. Esta desorganización hizo necesario el control de la edificación mediante leyes adecuadas.

El desarrollo industrial exige una nueva orientación de estas leyes de la construcción, en consideración al hecho de que la industria requiere, por una parte, la necesaria libertad de movimientos dentro del desarrollo técnico y, por otra parte, cuida ella misma del necesario control de sus productos (normas de calidad, marcas de fábrica).

Planificación urbana y rural

El urbanismo es la organización de todas las funciones de la vida colectiva en la ciudad y en el campo. El urbanismo no puede venir determinado por consideraciones estéticas, sino exclusivamente por exigencias funcionales.

El primer lugar dentro del urbanismo lo ocupa la ordenación de la funciones: – la vivienda

-el trabajo

-el ocio (deporte, diversiones)

Los medios para cumplir estas funciones son:

  • Distribución del suelo

  • Reglamentación de la circulación

  • Legislación.

Sobre la base de la densidad de población, establecida por la planificación nacional de acuerdo con principios sociales y económicos, se determina la proporción de superficie habitable, superficie destinada al deporte y de terreno descubierto y superficie destinada a la circulación, La actual fragmentación caótica del suelo, debido a la compraventa, a la especulación y a la ley de herencia, debe convertirse mediante una administración colectiva del suelo ejercida de forma planificada. Este proceso ya se puede iniciar hoy mediante la transferencia de la plusvalía injustificada a la comunidad y la modificación de las leyes relativas a la herencia.

El Reglamento de circulación debe abarcar el aspecto espacial y temporal de todas las funciones de la vida de la comunidad. La creciente intensidad de estas funciones vitales, constantemente comprobada a través de medios estadísticos tiene como consecuencia una creciente dictadura de la circulación.

Los medios técnicos de la época moderna, en constante desarrollo, exigen una total transformación de la legislación y una constante modificación acorde con el progreso técnico.

Arquitectura y Opinión Pública

La necesidad de influir sobre la comunidad de acuerdo con los principios de la nueva arquitectura constituye una importante tarea del cuerpo de arquitectos. Las obligaciones de los arquitectos ante esta comunidad están mal definidas. Los problemas de la vivienda no están planteados con claridad. Las exigencias de los consumidores – dueños y habitantes de las casas – se hallan determinadas actualmente a través de una serie de factores que no tienen nada que ver con el problema de la vivienda e impiden una clara formulación de los requisitos justificados. En consecuencia, el arquitecto solo puede satisfacer de forma incompleta los verdaderos cometidos de la vivienda. Esta realización imperfecta condiciona un resultado extraordinariamente improductivo para la comunidad. Otra consecuencia es un nivel demasiado elevado de la vivienda, una tradición de viviendas demasiado caras, que limitan necesariamente las posibilidades de una vivienda sana para una gran parte de la población.

Los principios elementales de la vivienda podrán difundirse con eficacia mediante su enseñanza en los centros de educación, necesidad de la limpieza, influencia de la luz, del aire y del sol, fundamentos de higiene, utilización práctica de los utensilios domésticos.

Esta enseñanza tendría como consecuencia que la generación que esestá formando ahora poseyera un concepto claro y racional de las funciones de la casa y con ello estuviera en situación, como futuro consumidor, de plantear las exigencias razonables que la casa debe satisfacer.

Arquitectura y relación con el Estado

Para la arquitectura moderna, que se propone llevar a cabo la construcción bajo su aspecto racional, económico, las actuales academias y escuelas superiores del Estado, con sus métodos de orientación estética y formalista, constituyen un pesado lastre.

Las academias son necesariamente las guardianas del pasado. Han convertido los métodos prácticos y estéticos de las diversas épocas históricas en dogmas de la arquitectura y, con ello, han renegado de los principios de la propia arquitectura. Sus puntos de vista son erróneos y sus resultados igualmente incorrectos.

El academicismo obliga a los Estados a grandes gastos en construcciones monumentales y con ello impone un lujo superado, que se paga con el abandono de las tareas urbanísticas y económicas más apremiantes.

Por ello es necesario que los Estados emprendan una revisión fundamental de los métodos de enseñanza de la arquitectura y que adopten en este terreno los mismos principios que han conducido en otros campos a dotar a sus países de los organismos más productivos y avanzados.

Un obstáculo paralelo para el desarrollo de la arquitectura en un sentido racional, económico, está constituido por aquellas normas nacionales que de un modo u otro, tienden a ejercer una influencia estética formal, sobre la arquitectura, y que por ello deben ser combatidas enérgicamente.

La nueva actitud del arquitecto, su necesaria y voluntaria inserción en el proceso de producción, hacen que resulte superflua toda especial protección por parte del Estado.

La modificación de la actitud del Estado ante estos problemas supone la máxima reivindicación que presenta la nueva arquitectura en este sentido y se encuentra en la misma línea de los problemas generales económicos y culturales de la sociedad.

28 de junio de 1928" [5]

La declaración, limó las posturas que en principio eran mucho más radicales.

"Desde la primera reunión, una serie de animadas discusiones, que quedarán suavizadas en la redacción final de la "declaración" constitutiva, enfrentan a Le Corbusier, Ernst May, Hannes Meyer y André Lurçat." [6]

El Congreso crea un Ejecutivo, llamado C.I.R.P.A.C. (Comité Internacional para la resolución de problemas arquitectónicos Contemporáneos). El Historiador del Arte, de Zurich Sigfried Giedion, es designado Secretario General del Congreso. [7]Mientras tanto la presidencia, recae en el arquitecto suizo Karl Moser.

SEGUNDO CONGRESO

El segundo Congreso se celebra en Franfurt, año 1929. En él "se inaugura el uso de basar los debates en una exposición de proyectos presentados según los mismos estándares gráficos" [8]

El Congreso está dedicado al problema de la vivienda mínima. En ausencia de Le Corbusier, las discusiones son dominadas por Walter Gropius y los arquitectos alemanes integrantes del equipo de Ernst May.

May y la "existenz minimun"

Con relación a la primera interrogante, señala que muchas opiniones anunciaban que la edificación de viviendas pequeñas, no es un buen negocio. En este sentido señala que hay un argumento conocido El punto de vista del Arquitecto May, es explicitado en una nota, que se sintetiza a continuación. La misma presenta la idea de May a través de la contestación a tres preguntas:

  • 1) Necesitamos viviendas para el mínimo nivel de vida?

  • 2) ¿Quién debe construir la vivienda para el mínimo nivel de vida?

  • 3) ¿Cómo debe realizarse la vivienda para el mínimo nivel de vida?

"Cuanto menor es el espacio de la vivienda, mayor es el precio unitario; las viviendas que quedan por debajo de una cierta medida, serán después inalquilables. Temores de carácter higiénico o sicológico salen a consideración y finalmente se aconseja edificar viviendas mayores – aproximadamente 50 metros cuadrados como superficie de vivienda mínima y dejar las viviendas viejas para la gente de bajo nivel de vida." [9]

Ahora bien, May pregunta, ¿de quién serán estos conceptos? Saldrán de los labios de los muchos miles de personas que están sin vivienda, cuyas vidas transcurren en mansardas [10], sótanos o compartiendo la vivienda con parientes o amigos. Pero, tales consejos, no se originan en quienes necesitan la vivienda, por el contrario vienen de gentes que no tienen necesidad ni de casa ni de espacio, y por consiguiente no pueden imaginarse la problemática que "los sin vivienda" deben padecer.

"Por eso no les hacemos mucho caso. Nosotros preguntamos figuradamente al ejército de desheredados, a los que esperan ansiosamente un acomodo humano. ¿Estarían ellos de acuerdo si un reducido número recibe grandes viviendas, mientras que la masa se ve sentenciada a soportar su miseria durante años y decenios. O bien preferirían una vivienda pequeña, que a pesar de la limitación espacial satisfaga las necesidades, cosa que debemos resolver en la vivienda de la nueva época, si de esta manera se pudiese extirpar en poco tiempo el mal de la falta de viviendas? " [11]

La respuesta a la interrogante, no admite dudas, lo importante es tener una vivienda, que aunque sea pequeña, sea sana y habitable, y cuyo alquiler sea accesible.

En el período antes de la guerra, en las grandes ciudades se han construido cientos de miles de viviendas, que responden a las exigencias mínimas, pero con muy mala calidad. Esta situación repercutirá en la salud, especialmente en las ciudades de mayor población.

En la posguerra, las viviendas edificadas, son de superior calidad, pero el valor de los alquileres supera el nivel que las familias de bajo nivel pueden pagar. Eso lleva a concluir que se requieren mayor número, y de calidad, para satisfacer las necesidades de las masas, que están procurando hacerse de una vivienda sin disponer de medios. El Arquitecto May concluye en que se necesitan viviendas para el mínimo nivel de vida.

Con relación a la segunda pregunta, May señala que varios países europeos, tienen dificultades para instrumentar un plan de vivienda que subsanar las carencias anotadas. Hay dos elementos, que deben ser considerados, por un lado el estado del índice de construcción y el valor medio de los intereses de las hipotecas. El caso de Alemania muestra índices muy desfavorables.

"Las condiciones son muy desfavorables en Alemania, ya que con un índice de construcción de 1928, los intereses hipotecarios han aumentado de un 4,5 `pr 100 antes de la guerra a un 11,5 por 100 en 1929, de manera que el alquiler de una vivienda obrera de 50m2 de superficie, que antes de la guerra costaba aproximadamente 30DM ha subido hoy a 118 DM. Por tanto no podemos mantener asequibles los alquileres de las nuevas viviendas si, además de la aplicación de todas las medidas de organización y racionalización técnica, no se lleva a cabo el mismo tiempo, una disminución de los intereses." [12]

May considera que los poderes públicos, serán quienes deberán encargarse de organizar la construcción de viviendas para aquellos que no podían superar el mínimo nivel de vida. Sólo el Estado, puede instrumentar la edificación de viviendas destinadas a personas con mínimo nivel de vida. Era el Estado quien podía instrumentar otras alternativas, especialmente disponer del dinero necesario, y en este sentido encargado de distribuir los fondos necesarios de forma adecuada. En otras palabras, el Estado es el organismo indicado para llevar a cabo las acciones tendientes a asegurar una correcta inversión, teniendo presente no efectuar movimientos que generen especulación en el rubro edificación.

La tercera interrogante, apunta a determinar cómo debe realizarse la vivienda para el mínimo nivel de vida. En principio, no se puede dar una contestación afirmativa. Sin embargo, señala el Arquitecto May señala "debe realizarse de manera que en el futuro no se repitan los defectos que hasta ahora tenían las viviendas para el mínimo nivel de vida." [13]

Si bien en las ciencias de la ingeniería se ha estudiado durante largo tiempo aplicando métodos científicos exactos, mientras tanto en arquitectura no ha sido así, se ha procedido de manera sentimental. May considera que los arquitectos no han comprendido, que en la construcción de viviendas el aspecto exterior de los volúmenes así como la distribución de las fachadas no son los aspectos principales.

"La parte más importante es la construcción completa de la célula individual de vivienda según los principios de una concepción moderna de la vida y que a ellos les corresponde, además la tarea urbanística de incorporar a la imagen de la ciudad la suma de esta células de viviendas, es decir, el barrio (Sleidung), para que de este modo se creen las mismas condiciones favorables para cada elemento individual de la vivienda." [14]

Los profesionales, con mucha lentitud han ido incorporando algunos detalles. Así en la distribución de los espacios en una casa, recién están aceptando el hecho que cada problema, repercute en el todo que es una vivienda como organismo total. La cuestión radica en la solución de los problemas técnicos individuales en las viviendas para el mínimo nivel de vida. Y es en este tipo de edificación, donde el espacio se vuelve un factor significativo. La cuestión estriba en determinar hasta qué superficie, una edificación destinada a vivienda, puede reducirse. May entiende que los arquitectos hacen jugar un aspecto, que enmascarado en las conveniencias de carácter económico, tienen presente "estimaciones estéticas simplistas" llegando en algunos casos a imponer sus propias necesidades vitales, sin tomar en cuenta a los verdaderos receptores de tales viviendas. En este sentido, sostiene que se podían haber evitado muchos fracasos si el arquitecto de viviendas pequeñas hubiese sido obligado a convivir un período de tiempo con una familia trabajadora antes de iniciar el proyecto. Muchos problemas, que en una visión macro no se advierten, pero si se experimentan en la cotidianeidad si se aprecian. Ya sea la colocación de la cocina, el espacio interno de circulación, la luz, las aberturas, etc.

Las viviendas para el máximo nivel de vida, debe desarrollarse, corrigiendo distintas inexactitudes hasta alcanzar la perfección. La medida inmutable para determinar si se han solucionado los problemas, es el hombre. "Sólo la exacta consideración de las necesidades humanas, biológicas y sociológicas que atañen a las viviendas para el mismo nivel de vida prescindirán de teorías inútiles y nos acercarán a la meta de la construcción de viviendas realizadas de tal forma que, aún con alquileres asequibles, satisfagan las exigencias materiales y espirituales de sus ocupantes." [15]

Hubo varios arquitectos que contribuyeron al alto nivel que tiene el Congreso. Víctor Bourgeois, por ejemplo, redactó su principal contribución de tipo técnico sobre el Programa de la vivienda mínima. [16]Por su parte, Hans Schmidt, presenta una ponencia titulada "Ordenanzas de edificación y vivienda mínima". En dicha ponencia afirmaba:

"Al usuario le corresponde dilucidar los problemas de la vivienda con la ayuda de las organizaciones cooperativas o gremiales. El usuario estará entonces en situación de reconocer qué puede razonablemente pretender de una vivienda racional de bajo costo y, eventualmente, hacer de estas premisas una norma de actuación. Al productor de las viviendas se le debe responsabilizar sistemáticamente de todos los problemas relacionados con la construcción de los alojamientos más modestos. Los arquitectos, en lugar de confiar únicamente en las ordenanzas, deberán ser capaces – con la ayuda de las diferentes romas de la ciencia y de la industria, así como con la colaboración de los usuarios de formular y tomar las decisiones que hasta ahora han recibido del Estado. De esta forma los arquitectos podrán entrar en escena como competidores de la construcción de viviendas de las trabas de un reglamentación asocial." [17]

De esta forma concibe Hans Schmidt, en el año 1929, su trabajo como arquitecto. Está presente en su opinión, la necesidad que los profesionales tienen de tomar decisiones que hasta entonces las tomaba el Estado. El problema de la vivienda era necesario atender con premura. Era de fundamental importancia, atender al crecimiento que estaban experimentando las ciudades. En las mismas, se estaban produciendo una gran concentración de población, que estaba padeciendo condiciones de hacinamiento, que requerían plantear nuevas formas constructivas, que apuntan a solucionar el tema constructivo, conciliando calidad con costos razonables.

TERCER CONGRESO

Este Congreso se efectúa en Bruselas, 1930.

"El tercer congreso extiende el proyecto de un modo común y científico a la forma urbana y discute en 1930 en Bruselas el tema de la urbanización racional, evaluando ventajas e inconvenientes de la construcción en altura." [18]

El CIRPAC celebrado el 17 de mayo de 1930, aprueba "expandir formalmente el interés del grupo hacia el urbanismo. En dicho encuentro, al cual asistieron Gropius, Giedion, Marcel Breuer, Rudolf Steiger y otros, Le Corbusier llamó la atención sobre la necesidad de una "doctrina del urbanismo", diciendo que el CIAM debía intentar articular "la arquitectura y la planeación de ciudades con la evolución social." Sugirió que la Unión Soviética era el lugar que sería el más receptivo a tal intento. Aún cuando su propio ideal político pronto se acercaría más hacia la derecha, al igual que otros miembros del CIAM, Le Corbusier estaba fascinados en aquel momento por los experimentos soviéticos en urbanismo y estaba finalizando sus "Comentario relacionados con Moscú y la Ciudad Jardín". Solicitados por los Oficiales Soviéticos, estos comentarios eran un esfuerzo para rediseñar Moscú a través de la combinación de elementos de su ville contemporaine con las propuestas para el trazado de las nuevas "ciudades de recreación" para trabajadores que habían sido sugeridas en la competencia de la Ciudad Jardín en marzo de 1930. En un texto acompañante, Le Corbusier abogó por un urbanismo moderno,; sostenía que las ciudades europeas existentes eran "demasiado extensas" (étendu) y dispersas, carecían de arborización, y contaban con densas calles y patios llenos de aire insalubre, ruido y el peligro constante de las congestiones de tráfico. Le Corbusier insistía en que: "el urbanismo moderno puede llevar a una reducción en el área total de las ciudades de forma tal que las distancias sean más cortas; la habitación pueda quizá ser agrupada y las viviendas con servicios comunales puedan ser construidas. Pero se debe contar con una separación categórica entre tráfico y habitación. Se deben situar entonces las diferentes rutinas que dan a la ciudad su razón de ser." (Cohen, 1987)" [19]

Estas posturas serán ampliadas y presentadas al CIAM III. El Congreso realizado en el mes de noviembre de 1930, será el transformador de las ideas plasmadas en los "Comentarios" mencionados. Posteriormente darán lugar al concepto de ciudad radiante, o como lo expresará Le Corbusier en 1935, "La Ville Radieuse."

Pero el Congreso, "expandió sus estudios comparativos del diseño de las unidades mínimas de vivienda al diseña de los asentamientos de vivienda "funcionales", tales como aquellas que estaban siendo construidas por los gobiernos municipales en apoyo. Gran parte del debate del CIAM III se centró en la cuestión de la vivienda en ltura versus la vivienda de baja altura. Mientras Le Corbusier y Gropius abogaban por la primera, May y algunos otros miembros del C.I.A.M. apoyaban la segunda" [20]

Entre los participantes se halla Víctor Bougeois,. Como la orientación del Congreso apuntaba a los temas urbanísticos, presenta su proyecto "Nouveau Bruxelles". El mismo, no es sino la culminación de sus estudios en esa dirección. Ya en 1928 había comenzado a experimentar en las cuestiones urbanísticas. "A partir de 1928, proyecta un museo vivo del urbanismo o "Urbaneum", mientras que para el mundialista belga Paul Orlet, estudia un proyecto de ciudad mundial para edificar en la periferia de Bruxellas, en Terviuren (1932)" [21]

"Para ese momento, los líderes del ala radical germano – parlante del C.I.A.M. habían aceptado el ofrecimiento del gobierno soviético para diseñar algunas de las nuevas ciudades industriales mencionadas en el Primer Plan Quinquenal. May, Stam, Schmidt y Hannes Meyer, quien había dirigido La Bauhaus de 1928 a 1930, todos partieron hacia la Unión Soviética en octubre de 1930. De todas formas, muchos otros arquitectos asistieron al C.I.A.M. III, incluyendo a un menos orientado políticamente Ludwig Mies Van der Rohe." [22]

A raíz de conversaciones surgidas durante el Congreso, con el Arquitecto residente en EE.UU. Richard Neutra, que había viajado para trabajar con Frank Lloyd Wright, se manejó la posibilidad de que se realizara un congreso en los Estados Unidos. En este sentido, Neutra consideraba que aún no estaban dadas las condiciones, por cuanto los intereses de los arquitectos norteamericanos diferían mucho de los arquitectos europeos.

Durante este Congreso se produce la renuncia del Presidente del Congreso, el Arquitecto suizo Karl Moser. Por sugerencia de Walter Gropius, el arquitecto holandés Cornelius Van Eesteren era conocido como el planificador de Amsterdam, y reconocido integrante de la vanguardia holandesa.

CUARTO CONGRESO

Sede: a bordo del Crucero Patris II (1933), aunque se menciona a la ciudad de Atenas.

Antecedentes

En el año 1931 se realiza un Congreso Especial en la ciudad de Berlín, donde todos los puntos considerados se encaminan a preparar el terreno para organizar un congreso en Moscú. Este encuentro se produce en junio de 1931. El Presidente de los C.I.A.M. Arquitecto Van Eesteren "presentó los métodos de exposición gráficos a los delegados, con la idea de que fueran la base para las presentaciones del siguiente congreso, que según lo planeado para aquel momento debía llevarse a cabo en Moscú en 1932. Delegados de varios capítulos del C.I.A.M. de todo el mundo estaban preparando los planos a la misma escala que documentarían las condiciones urbanas de unas 30 ciudades industriales, y las conclusiones que de allí salieran serían la base para el diseño de las nuevas ciudades industriales que para entonces se construían en la Unión Soviética, tales como aquellas diseñadas por las "brigadas" de los miembros germano – parlantes del C.I.A.M. En este evento en Berlín, May presentó su proyecto para las ciudades satélites alrededor de Moscú y para la nueva ciudad industrial de Magnitogorsk, así como algunos otros proyectos urbanos." [23]

Pese a los esfuerzos del Arquitecto May, ya se detectaron indicios que la actitud de la U.R.S.S. hacia los C.I.A.M. estaba modificándose. En este sentido, nuevas investigaciones aportan información en cuanto a que Stalin y su diputado a cargo de la región de Moscú, Lazar Kaganovich ya habían adoptado una postura contraria a las vanguardias tanto en arquitectura como en urbanismo.

"Sin embargo, para el encuentro de Berlín las autoridades soviéticas habían indicado que el libro Sotsgorod (la ciudad socialista) debía ser la base para la planificación de las nuevas ciudades en la Unión Soviética. Dicho libro proponía una variante de la aproximación "desurbanista" soviética, también recomendada por Ginzburg, la cual proponía llevar los esfuerzos de Marx y Engels a eliminar las distinciones económicas y sociales entre la ciudad y el camo a través de la descentralización de las ciudades existentes a lo largo de las líneas de transporte." [24]

No se trataba de una medida tomada al azar, el planteo busca alcanzar una meticulosa organización en áreas separadas, por un lado producción, por otro sector almacenamiento y por último viviendas. Esta forma de organización exigía que las tres áreas estuvieran cercanas a líneas férreas y a las zonas agrícolas. "El objetivo era reorganizar tanto la agricultura como la industria de una forma "biológica", de modo que los costos de trabajo y transporte fueran minimizados y los residuos orgánicos fueran devueltos como material fertilizante a la tierra (Miliutin, 1974)." [25]

En el encuentro de Berlín muchos delegados aprobaron el modelo, así Walter Gropius confirma en sus notas que el Arquitecto May le había señalado estar de acuerdo con los principales aspectos. Pero también hubo planteos discordantes, el arquitecto sueco Uno Ahren, no estaba de acuerdo con los lineamientos planteados por los holandeses, aunque acepta que en función del corto tiempo con que se cuenta, los Sotsgorod debían ser la base sobre la que tendría que trabajar el C.I.A.M. IV. Pero considera que el punto de mayor relevancia, es el tema concerniente a la propiedad del suelo en las posibles transformaciones urbanas propuestas en el Congreso, y en este sentido "argumentaba que las ciudades existentes debían ser estudiadas en términos de los aspectos económicos, sociales y políticos." [26]

Esta posición es apoyada por un integrante del grupo de los alemanes del C.I.A.M., el Arquitecto Arthur Korn.

Por su parte, el polaco Szimon Syrkus, sostiene que la revolución social no es un tema de arquitectura, y agrega "La arquitectura es probablemente capaz de encarnar las ideas más radicales en los edificios." El polaco sostiene que lo que se entiende como actividad o trabajo político tiene que dejarse en manos de especialistas y que el C.I.A.M. tiene que actuar en estrecho contacto con lo político. La idea que Sotsgorod incorporara el concepto de coletivización total de la sociedad, no sería por cuanto, se trata de un concepto que es demasiado avanzado y existen países que aún no están en condiciones de asimilarlo.

"Dada la "urgente emergencia" de las condiciones urbanísticas en Polonia, Syrkus coincidía con el interés de los holandeses por separar la ciudad en diferentes categorías funcionales del trabajo, el transporte y la producción de viviendas, ítems todos que deberían ser el fundamento para "futuros trabajos"dek C.I.A.M. (Syrkus, 1976)" [27]

Ahora bien, dentro de la delegación alemana también existían posiciones distantes del socialismo. En este sentido, Mies Van de Rohe criticaba el acercamiento del C.I.A.M. a temas urbanísticos, cuando se trataba de un asunto más de política que de arquitectura.

Otro alemán, Erich Mendelsohn presenta una postura diferente, por cuanto empieza por aceptar que el tema urbanístico es un problema complejo, y concluye en que "la ciudad no se desarrolla simplemente a partir de la economía y los medios de producción, sino también de la vida de los seres humanos nacidos unos cerca de los otros." [28]No veía como una actitud útil y positiva del C.I.A.M. la preocupación manifestada por muchos de los arquitectos referente a la ciudad socialista.

Por su parte el representante finlandés, Aalto llamó la atención al grupo, en cuanto a que el programa de trabajo propuesto por Walter Gropius para el C.I.A.M. tenía como prioridades el desarrollo de soluciones técnicas, y por lo tanto la manera correcta de la "konstruktive Stadt" socialista es un aspecto secundario Aalto veía en las soluciones técnicas una clara coincidencia entre las ciudades socialistas y las ciudades burguesas, ues ambas requerían soluciones detalladas, preparadas por arquitectos. Ése debe ser, para Aalto el tema.

"Tal como aconteció, estos intensos debates sobre la respuesta adecuada del C.I.A.M. al problema del diseño de las nuevas ciudades en la Unión Soviética iban más allá de lo necesario, ya que la esperada invitación soviética para llevar a cabo el C.I.A.M. IV, en Moscú no llegó inmediatamente.

Partes: 1, 2
Página siguiente