Práctica de la Orientación Educativa en el Bachillerato de la UAS, Mexico
Enviado por Armando Bueno Blanco
- Introducción
- Aspectos metodológicos
- Encuadre conceptual
- Evolución histórica de la orientación educativa en la UAS
- Práctica de la orientación educativa en el bachillerato de la UAS: fin de siglo
- Conclusiones
- Bibliografía y documentos
Introducción
La orientación educativa está considerada como un servicio que se presta en el bachillerato de la Universidad Autónoma de Sinaloa, y queda comprendida como una actividad de apoyo para el estudiante, buscando facilitar en éste la adquisición de herramientas que mejoren el aprendizaje, reafirmen su personalidad, la toma de decisiones, así como la elaboración de un proyecto de vida profesional.
Sin embargo, los propósitos planteados enfrentan una problemática diversa y compleja, reflejando un servicio con deficientes condiciones para su funcionamiento, insuficiente formación profesional de los orientadores, improvisación de acciones, e imprecisión conceptual y metodológica, entre otros aspectos.
En el interés por acercarnos al reconocimiento de la problemática y comprender lo que ocurre en este campo de trabajo, la presente investigación tiene entre sus objetivos centrales realizar un análisis histórico de la orientación educativa en el bachillerato de la UAS; identificar la práctica predominante en su ejercicio; así como aproximarnos al reconocimiento de la identidad del orientador educativo.
De entrada reconocemos el presente trabajo como una aproximación al conocimiento de los objetos de estudio que se plantean. Sin embargo, la metodología utilizada auxilia en el propósito de interpretar los procesos objetivos, subjetivos e intersubjetivos que experimenta la orientación educativa, utilizando tres herramientas básicas: el análisis documental, la encuesta y la entrevista, consultando la opinión de orientadores, alumnos, profesores y padres de familia.
La exposición del trabajo se desarrolla en dos grandes partes, que comprenden cuatro capítulos, además de las conclusiones.
En la primera parte se exponen las bases y criterios metodológicos que se tomaron para la investigación (capítulo primero), así como un encuadre conceptual (capítulo segundo) donde se realiza una revisión teórica que permite dar lectura a los elementos de análisis y discusión que se abordan en los capítulos subsiguientes.
En la segunda parte se presentan los resultados, abordando la evolución histórica de la orientación educativa en la UAS durante el periodo 1965-1994 (capítulo tercero); así como, la práctica contemporánea de este campo a partir de estudiar las características centrales de su ejercicio y los rasgos del pensamientos, imágenes e identidad del orientador educativo (capítulo cuarto).
A partir de lo anterior puntualizamos algunas conclusiones que al mismo tiempo sintetizan los hallazgos centrales de este trabajo, sin dejar de aceptar la relatividad y transitoriedad de los mismos.
CAPÍTULO PRIMERO
I. EL OBJETO DE INVESTIGACIÓN
A. LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA EN EL BACHILLERATO DE LA UAS
La Universidad Autónoma de Sinaloa es una institución educativa que nace en 1873, y actualmente imparte educación media superior, subprofesional, profesional, especialidades, maestrías y doctorados, con una cobertura estudiantil de 106,427 estudiantes, de los cuales el 40.45% pertenecen al sistema de bachillerato, distribuidos en 45 escuelas y 52 planteles ubicados en 17 de los 18 municipios con que cuenta el estado de Sinaloa.[1]
El subsistema de bachillerato es coordinado por la Dirección General de Escuelas Preparatorias (DGEP), misma que cumple las tareas de apoyo académico, revisión curricular, supervisión escolar e investigación de la práctica educativa de este nivel, entre otras actividades. A partir de 1979, la DGEP toma un papel protagónico en el diseño y estructuración de los planes y programas de estudio que se desarrollan en el bachillerato de la UAS, mismos que son evaluados y reformulados bajo el liderazgo de los investigadores de esta dependencia.
Precisamente la más reciente reforma curricular realizada en 1994, bajo el liderazgo de la DGEP, generó una nueva propuesta curricular donde se define el bachillerato como "esencialmente formativo y propedéutico. El carácter formativo del nivel se expresa al integrar en el estudiante, un pensamiento científico y social que le permita comprender la naturaleza y la sociedad y, a la vez, fortalecer su proyecto de vida. En lo propedéutico, se propone formar a los estudiantes en los aspectos de los conocimientos, los valores, los hábitos y las capacidades que le permitan su incorporación en las carreras profesionales." (DGEP,1997:84)
Dentro de la estructura de este plan de estudios se localiza el servicio de orientación educativa, entendido como un actividad de apoyo educativo, colateral al plan de estudios, y que mantiene como propósito general promover en el estudiante la comprensión de "los factores biopsicosociales que influyen en el proceso de conformación de su personalidad y el desarrollo educativo, orientándolo hacia la resolución de su problemática académica y consolidando la toma de decisiones en torno a su proyecto de vida. El área prevé su intervención en las preparatorias a partir de actividades centrales mediante la modalidad de talleres, a través de la intervención formal en el aula y el servicio departamental." (DGEP, 1997:108)
El servicio de orientación educativa se brinda en las cuarenta y cinco escuelas del bachillerato de la UAS, por una población aproximada de ochenta orientadores, procedentes de distintas profesiones, y se concibe como "una estrategia que contribuye en la formación integral del estudiante proporcionándole herramientas teóricas y analíticas para elaborar estrategias de aprendizaje mejorando el vínculo familia-escuela, reafirmando su personalidad; promoviendo la toma de decisión de la fase especializada y la elaboración de un proyecto de vida profesional." (DGEP,1997:112)
A treinta y cuatro años de su nacimiento (en la modalidad de orientación vocacional) y entenderse como un espacio de relevante importancia en los fines que persigue el bachillerato, la práctica de la orientación educativa presenta un panorama incierto, con evidentes problemas en su ejercicio práctico, que de alguna manera precisan una revisión y estudio.
De esta manera, nuestro tema de investigación se circunscribe al servicio de orientación educativa que se brinda en el bachillerato de la UAS, y que se ofrece en cincuenta y dos planteles de la institución ubicados en diecisiete municipios del estado de Sinaloa.
B. CAMPO PROBLEMÁTICO DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA
La problemática de la orientación educativa en México y particularmente en el bachillerato de la UAS se muestra diversa, compleja, y de alguna forma proyecta un escenario poco alentador. Las discusiones en torno a esta temática se han convertido en un circunloquio que no encuentra salidas claras que permitan resolver los diversos puntos problemáticos que recurrentemente se abordan en distintas reuniones, congresos o foros académicos, de tal manera que los cambios pretendidos han quedado en el plano de los buenos deseos, causando incertidumbre en la instituciones y entre los propios orientadores educativos.
En el panorama nacional se observa una práctica orientadora que no reúne las condiciones óptimas para su buen funcionamiento, debido, por una parte, a la poca preparación de los orientadores y, por otro, a la ausencia de una identidad claramente definida de parte de éste. Si bien es cierto que podemos encontrar excelentes prácticas, por lo general no funcionan sistemas integrales de orientación que permitan atender con seguridad al conjunto de los demandantes, y como consecuencia se combinan una atención excelente a ciertos grupos con una desatención absoluta a otros. Tampoco se dispone de materiales especializados que inciten a los profesores a involucrarse en el proceso, además de que los esquemas vigentes de Orientación no contribuyen a brindar una atención específica a los individuos ni a fomentar en ellos una capacidad de toma de decisiones que les ayude a responsabilizarse de su porvenir. (Didou,1998)
Particularmente en México, aproximadamente de 15,000 orientadores más del 50% carecen de las condiciones necesarias para ofrecer el servicio de orientación. Además, prevalece el manejo arbitrario de las funciones de parte de las autoridades de los planteles, al asignarle tareas al orientador que no tienen correspondencia con el servicio académico que ofrece. Los planteles de secundaria y bachillerato, arrojan un faltante aproximado por plantel de 70 a 80% de orientadores. (Muñoz y otros,1997)
A lo anterior se agrega la insuficiente formación profesional del orientador; la poca permanencia e improvisación de las acciones; el desconocimiento de parte de autoridades y profesores de las funciones académicas del orientador; y la falta apoyo en los recursos financieros y materiales que se requiere, presentando un panorama incierto y evidentemente problemático. Paradójicamente en algunos casos se sobrestiman, o en su defecto, subestiman las funciones del orientador, además de que se presenta ambigüedad en el reconocimiento del trabajo docente de éste frente al grupo. (Muñoz y otros,1997)
A manera de síntesis podemos resumir la problemática de la Orientación educativa en México de la siguiente forma:
No funcionan sistemas integrales que cubran la demanda estudiantil satisfactoriamente;
predomina el sentido vocacional y se encuentra desarticulado con la orientación profesional;
predomina la concepción de una psicología pragmática e instrumental, con la idea de "colocar al mejor hombre en el mejor puesto";
las autoridades y profesores desconocen y/o confunden las funciones del orientador, el cual, en general, mantiene una insuficiente formación académica y profesional;
el orientador presenta insuficiencia formativa, incierta identidad pedagógica y confusión conceptual y metodológica de su campo de trabajo.
En el caso del estado de Sinaloa, a principios de los años noventas[2]la Orientación reflejaba una problemática muy amplia, presentando indefinición clara de criterios para elaborar programas; insuficientes materiales y condiciones de trabajo; arbitrariedad para la selección de orientadores; imagen del orientador sumamente devaluada; ambigüedad y contradicciones en cuanto a los objetivos y funciones; ausencia de programas de formación y actualización académica sistemáticos y a largo plazo; desorganización gremial; diversa asignación de tareas, mismas que varían de auxiliar administrativo, prefecto, orientador profesiográfico y profesor consejero, entre otras. (CEPPEMS, 1992)
Distinguiendo esta problemática, durante el periodo citado anteriormente, los orientadores sinaloenses enfatizan la necesidad de fortalecer la investigación en este campo; establecer mecanismos de garantía para una normatividad, seguimiento, verificación y apoyo sistemático para la orientación, incluyendo una condición laboral digna. Así también, plantean la urgencia por propiciar el involucramiento de todos los individuos o sectores que también influyen en la orientación educativa; fortalecer e institucionalizar programas de formación y actualización para orientadores, y definir el perfil del orientador. (CEPPEMS, 1992) Sin embargo, estas líneas alternativas no fueron resueltas por las diversas instituciones; la mayoría de los planteamientos se quedaron en el plano de las buenas intenciones, sin repercutir en el ejercicio práctico, conceptual ni metodológico de la orientación educativa. Es decir, los planteamientos realizados no pasaron de ser una lista de necesidades que aún no han sido cubiertas.
En el bachillerato de la UAS, la orientación educativa refleja una evidente crisis, al observar el demérito este campo de trabajo, la incierta orientación vocacional que se ofrece y la imprecisa delimitación teórica y metodológica existente entre el colectivo de orientadores, entre otras problemáticas que presenta.
Al mismo tiempo, las diversas manifestaciones del comportamiento juvenil como la drogadicción y la delincuencia,[3] expresados en los propios escenarios escolares, hacen que las autoridades dirijan la mirada a la orientación educativa, entendiendo que esta área debe reforzar sus acciones para prevenir los problemas antes citados.
Por otro lado, también las autoridades escolares, profesores, padres de familia y orientadores asumen como responsabilidad de la orientación educativa incidir en los asuntos de aprovechamiento académico y rendimiento escolar, sumado a la tradicional asignación del rol vocacional y de consejería, aspectos que también se han convertido en preocupación institucional por sus pobres resultados.
Las anteriores, entre otras, son las tareas que se le asignan al orientador, mismo que refleja una práctica difusa y amorfa que aún no hemos podido explicar con suficiencia. Diversas investigaciones han mostrado una práctica orientadora centrada en las vocaciones, donde el orientador asume un papel eminentemente informativo, instrumentalista y basado en el sentido común, mostrando insuficiente formación profesional e impreciso manejo conceptual y metodológico. Así también, se ha encontrado que la práctica orientadora no tiene una influencia relevante en la formación y toma de decisiones del estudiante de bachillerato, ya que son los agentes extraescolares los que regularmente influyen con mayor peso en estos aspectos. Además, la tendencia hacia las carreras del área de las ciencias sociales y administrativas, provoca concentración de la matrícula de educación superior en sólo unas cuantas escuelas. A lo anterior debemos agregar la poca valoración de la práctica y trabajo del orientador de parte de los diversos actores educativos, y las deficientes condiciones materiales y de infraestructura en las cuales ejerce su práctica.
Un punto más que se observa es la modalidad en que se ejerce la orientación educativa, ya que aun cuando ésta ha tomado diferentes formas (hora-clase, extraclase, o de manera mixta) no se han cubierto las expectativas planteadas. Sumado a lo anterior las políticas académicas emanadas de la DGEP muchas de las ocasiones quedan sujetas a la voluntad de directivos, y en su caso de los orientadores, de tal forma que las innovaciones en este campo no han sido plenamente aplicadas en los diversos contextos escolares.
Por otro lado, en los diversos trabajos de evaluación e investigación educativa sobre este campo se ha ignorado el análisis de la evolución histórica de la orientación educativa en la UAS, o al menos se ha realizado de manera parcial dejando ausente una serie de elementos ideológicos y políticos que han distinguido a la institución y que inciden en la práctica de los orientadores educativos. Es decir, la práctica de la orientación educativa en el bachillerato de la UAS refleja también una problemática derivada de la historia universitaria, matizada de una influencia ideológica tradicionalmente opositora a los regímenes gubernamentales, y que de alguna forma influyen en el pensamiento del orientador educativo.
En el intento por comprender esta problemática debemos preguntar de inicio, ¿cuál es la fundamentación conceptual de la práctica de la orientación?, ¿cómo autopercibe el orientador su práctica?, ¿cómo la perciben los demás actores del acto educativo?, ¿cuáles son las líneas o funciones prácticas que desarrolla predominantemente el orientador y de qué herramientas teóricas y metodológicas hace uso? Para conocer de mejor manera lo anterior debemos preguntar también, ¿cuál ha sido la evolución histórica de la Orientación en el bachillerato de la UAS?
Estas, entre otras interrogantes pretenden ser analizadas y comprendidas en esta investigación, en el intento por encontrar elementos que nos aproximen a la comprensión de la problemática de la práctica orientadora. No podemos, ni debemos, seguir ofreciendo una orientación educativa al margen del análisis y comprensión de su problemática, que cada vez se observa más compleja e incierta. De esta manera, este trabajo mantiene el genuino interés de comprender lo que ésta sucediendo en este campo educativo.
C. EJES PROBLEMÁTICOS
Dentro de la diversa problemática que presenta la orientación educativa en el bachillerato de la UAS, la presente investigación se orienta bajo los siguientes ejes problemáticos:
Evolución histórica de la Orientación Educativa en el bachillerato de la UAS. Partimos del supuesto que conocer nuestro pasado permite reconstruir la comprensión del presente. De esta manera, precisamos reconocer la evolución histórica de la Orientación en la UAS, identificando las características de su ejercicio, de su entendimiento, del contexto en el cual se desarrolla y las variables que suceden en su entorno, y que de alguna forma le confieren características particulares a este campo de trabajo en la institución. Para ello, hemos delimitado cronológicamente el presente trabajo en el periodo 1965-2002, sin dejar de reconocer la importancia de la práctica antecedente desde el plano informal.
Predominancia subyacente o explicita del modelo teórico de la Orientación en el bachillerato de la UAS. A partir de plantear la necesidad por conocer cuál es la concepción y práctica del orientador educativo, requerimos identificar cuál es su fondo teórico, mediante la distinción del o los objetos epistemológico inscritos en su discurso y en su práctica.
Características del pensamiento e identidad del orientador educativo. Por la relevancia que adquieren en la conformación conceptual y práctica del campo de trabajo del orientador educativo, intentamos incursionar en la auscultación, estudio e interpretación del pensamiento, las imágenes y la identidad que portan los orientadores, la cual consideramos que se deriva de una construcción personal, social, y de su propio ejercicio pedagógico
Actividades, funciones y problemática predominante en la práctica de la orientación educativa. Identificar las actividades, funciones y problemática predominantes en la práctica de la orientación educativa nos permite reconocer como se desarrolla esta acción pedagógica en el bachillerato, y la relación que guarda entre los planteamientos formales y la forma en que el orientador la ejerce, cómo lo conciben el resto de los actores escolares y cómo se autoconcibe él mismo en esta relación.
Estos ejes marcan la dirección de nuestro interés, y sobre el cual se orienta este trabajo.
D. OBJETIVOS GENERALES
La presente investigación planteó cuatro objetivos centrales:
Analizar, reconstruir y comprender la evolución histórica de la Orientación en el bachillerato de la UAS.
Identificar y comprender la práctica predominante en la orientación educativa del bachillerato de la UAS, a partir de localizar las actividades y funciones más frecuentes en este campo de trabajo, así como localizar los conceptos y objetos epistemológicos que maneja el orientador educativo del bachillerato de la UAS.
Reconstruir y caracterizar la identidad pedagógica del orientador educativo, a partir de estudiar sus conceptos, ideas y rasgos del pensamiento.
F. SUPUESTOS INICIALES
Aún cuando la presente investigación parte de reconocer que las líneas hipotéticas pueden variar en el transcurso del trabajo, y éstas se reconstruyen en el desarrollo del mismo, de manera anticipada nos planteamos una serie de respuestas a las interrogantes preestablecidas.
Supuestos iniciales:
La orientación educativa en el Bachillerato de la UAS se desarrolla bajo una visión pragmática, utilitaria, fundamentada en la experiencia personal y educativa del orientador, sin un objeto de trabajo, ni discurso epistemológico claramente definido, recibiendo la influencia histórica e ideológica del contexto universitario.
La práctica de la orientación educativa en el bachillerato de la UAS está centrada en la preocupación porque el estudiante elija una carrera profesional, sin embargo su influencia en la elección de carrera que realiza el estudiante no es significativa.
El modelo teórico metodológico de la orientación educativa en el bachillerato de la UAS es impreciso, indefinido, predominando el sentido común y la manifestación subjetiva en el ejercicio práctico.
El orientador educativo del bachillerato de la UAS mantiene una confusa identidad profesional, causada por la imposibilidad de cubrir satisfactoriamente las funciones asignadas por la institución y por la insuficiente formación profesional para cubrir estas funciones.
F. ANTECEDENTES DE INVESTIGACIÓN Y ESTUDIO SOBRE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA
Los diversos estudios e investigaciones realizadas en torno a la orientación educativa reflejan las preocupaciones de los investigadores y estudiosos de este campo, y al mismo tiempo presentan un panorama de las líneas problemática tratadas con el fin de conocer y comprender la problemática que prevalece. Revisar este aspecto permite aproximarnos al conocimiento de los caminos recorridos y por recorrer, en cual de éstos se inserta la presente investigación, las posibles novedades que puede presentar, así como los aportes de la misma en el estudio de su campo problemático.
F.1 Las preocupaciones temáticas de la Orientación Educativa en Latinoamérica
Dentro de la investigación, análisis o preocupación de los orientadores latinoamericanos encontramos predominantemente temas relacionados con la orientación vocacional, centrando su atención en el adolescente y el orientador. En el caso primero se abordan aspectos como el autoconcepto, toma de decisión, valores e intereses. En lo referente al orientador, los estudios se dirigen a las responsabilidades y papeles del orientador, sus necesidades de formación, su desempeño profesional y limitaciones. Así también se abordan estudios sobre la identidad profesional y la definición del ser orientador, y los instrumentos de medición de aspectos vocacionales. En el área de orientación escolar prevalecen los trabajos de reflexión sobre los valores desde diferentes posturas filosóficas, así como roles y responsabilidades del orientador, la escuela, la familia, la pareja y otras instituciones. Además, el centro de atención está en la enseñanza media superior, y en mucho menor medida el nivel profesional y su relación con el ámbito laboral. Agregado a lo anterior se incluyen temas como: perfil escolar de ingreso, discapacidad y orientación, la descripción de servicios, y se reflexiona sobre el carácter humanista de la orientación, su identidad profesional, roles y responsabilidades. (FAPOAL, 1997)[4]
Según la Federación de Asociaciones y Profesionales de La Orientación en América Latina (FAPOAL,1997), la evaluación de programas y el establecimiento de estándares de desempeño a la especificación de papeles y responsabilidades del orientador, dentro y fuera de la escuela, parecen ser las vertientes a considerar en el establecimiento del estado del arte de la Orientación en Latinoamérica. Estos objetos de estudio predominantemente se abordan desde enfoques reflexivos, empíricos y de análisis de programas del servicio. A decir de esta organización el campo de la Orientación se encuentra en un periodo de desarrollo en el cual la definición de su propia identidad y de sus responsabilidades profesionales parece ser el reto del próximo siglo.
F.2 Antecedentes de Investigaciones y estudios de la Orientación Educativa en México
En México, en el año de 1993 la Asociación Mexicana de Profesionales de la Orientación (AMPO) reportaba que los trabajos de investigación, estudio o ensayos en Orientación, se sustentaban predominantemente en la psicometría; realizados desde teorías conductistas y enfoques sociológicos cuestionando la interacción entre el contexto y la orientación educativa; también se abordan áreas del proceso de Orientación desde enfoques derivados del psicoanálisis, del cognoscitivismo, de la antropología social, de la economía, y desde métodos cualitativos como la etnografía y la investigación acción. En los trabajos realizados por los orientadores mexicanos predominan los temas de "Aportes teórico-conceptuales" y los "Servicios que realiza el orientador educativo"; y en menor medida se presentan temas sobre la "Formación del orientador" y "La orientación y su relación con la institución escolar". (Nava,1993)
Por otra parte, la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), elabora un reporte de estudios y proyectos sobre Orientación entre los años 1984 y 1992 donde se detecta que la mayoría de los trabajos realizados en México estaban concentrados en temas relacionados con las actividades de orientación educativa para los alumnos, y en mucha menor medida temas como: contextualización de los servicios y funciones del orientador; elementos teóricos, metodológicos y prácticos de la orientación; relación de la orientación con aspectos socioculturales. Minoritariamente se encuentran temas sobre la orientación institucional, propuestas metodológicas de trabajo y alternativas de integración de los orientadores.[5]
Reporte de estudios y proyectos sobre Orientación
en México 1984-1992 (UPN)
Temas | % | |||||
Actividades de orientación educativa para los alumnos | 54 | |||||
Contextualización de los servicios y funciones del orientador | 13.40 | |||||
Elementos teóricos, metodológicos y prácticos de la orientación | 11.40 | |||||
Relación de la orientación con aspectos socioculturales | 8.90 | |||||
Orientación institucional | 6.10 | |||||
Propuestas metodológicas de trabajo y alternativas de integración de los orientadores | 5.70 |
En un trabajo más reciente, de mayor magnitud, por su amplitud y cobertura, Muñoz Riverohl y otros (1995), después de revisar 876 trabajos procedentes de todo el país encontraron que el 14.72% de éstos correspondían a investigaciones y el 85.78% a producciones intelectuales donde destacan los ensayos (42,12%), estudios (11.98%), planes, programas y proyectos (10.04%), informes (11,41%) y materiales y prototipos (9.70%). Es decir, los trabajos de investigación en el campo de la orientación educativa en México han sido muy pocos, predominando los trabajos de reflexión, de propuestas de intervención y mejoramiento, y programas o proyecto que intentan elevar el funcionamiento de este campo de trabajo.
Dentro de la producción investigadora localizamos temas predominantes sobre la orientación profesional, psicopedagógica, educativa y vocacional.
Investigaciones en México (1995)
Area Temática de Investigación | % | |
Orientación profesional | 21.9 | |
Orientación psicopedagógica | 18.6 | |
Orientación educativa | 17.9 | |
Orientación vocacional | 15.7 | |
Tratamiento social | 7.9 | |
Abordaje teórico-metodológico | 6.2 | |
Orientación escolar | 6.2 | |
Orientación personal | 5.4 | |
Otras temáticas | 0.7 | |
Formación de orientadores | 0 |
Entre la orientación profesional y la vocacional suman el 37.16% de los trabajos, reflejando la preocupación predominante en la Orientación en México; sin embargo llama la atención la inquietud de los orientadores por incursionar en la investigación de los aspectos psicopedagógicos y educativos, significando un incremento en el interés por problemas como el aprendizaje y la reprobación escolar. Así también, coincidiendo con la estadística presentada líneas arriba, sorprende que los trabajos sobre la formación de orientadores sea nulo, ya que esta es una de las deficiencias mencionadas reiterativamente en la problemática orientadora, sin embargo no se aborda como objeto de investigación.
Respecto a la localización geográfica de estos trabajos, se detectó que la producción investigadora y de estudios se encuentra concentrada en el Distrito Federal, de donde procedieron el 54.97% de los trabajos, en tanto Sinaloa ocupa el décimo lugar a nivel nacional con el 1.17%, junto con estados como Baja California Norte y Aguascalientes. Esta estadística refleja la escasa investigación realizada en nuestro estado, donde además los trabajos reportados fueron sobre orientación educativa y los problemas sociales en la Orientación.
De alguna manera nuestra investigación se inscribe en líneas de investigación ya exploradas a nivel nacional, en el sentido de localizar las actividades y funciones predominantes de la orientación, así como de la imagen del servicio, sin embargo la introducción al sentir y pensar del orientador, así como de la evolución histórica de la Orientación en las instituciones, es mínima, por no decir nula. La ubicación psicológica y social del orientador, a partir de la forma de concebir su propio rol, no es presentada como objeto de estudio o análisis de parte de los investigadores, reflejando un nulo aporte en este línea de investigación, que desde nuestra óptica es urgente y necesaria por abordar, ya que de alguna forma el sujeto que ejerce la práctica de la orientación transmite una seria de valores que inciden al mismo tiempo en la práctica que ejerce.
F.3 Investigaciones y estudios sobre la Orientación Educativa en el bachillerato de la UAS
En el caso particular del bachillerato de la UAS la producción investigadora no es muy amplia, sin embargo en los años recientes esta tarea ha iniciado su despegue, sin restar importancia a los trabajos de reflexión o ensayos que antecedentemente se han realizado en los diferentes eventos académicos.[6]
Entre 1985 y 2001 localizamos once trabajos de investigación desde enfoques metodológicos cuantitativos y cualitativos, donde los objetos de investigación han sido: la concepción y práctica de la Orientación; la elección de carrera; la orientación educativa y su relación con el currículo del bachillerato; las funciones y práctica del orientador educativo, y evaluación del programa de orientación educativa. En su mayoría los trabajos han considerado la opinión de los sectores docente, estudiantil, directivo y del propio orientador, y han sido elaborados con el propósito de cubrir trabajos de Tesis de Maestría.
Entre los hallazgos encontramos muchas similitudes, aunque también se encuentran diferenciaciones que detallan la problemática y caracterización de este objeto de investigación. Por la importancia de este punto, y en virtud de que nuestra investigación está dirigida a este contexto, sintetizamos los resultados de éstas investigaciones, agrupadas de acuerdo a objetos de estudios similares:
Sobre la concepción y práctica de la orientación
En este eje temático u objeto de estudio, encontramos seis trabajos de investigación, los cuales los propios autores los definen dentro de las metodologías etnográficas, estadísticas y hermenéuticas.
Los hallazgos de estas investigaciones caracterizan la práctica y concepción de la orientación educativa del bachillerato de la UAS de la siguiente forma:
Existe énfasis en la función profesiográfica, donde el orientador asume el papel de informador y consejero-terapeuta, realiza una acción pedagógica instrumentalista. Metodología:Etnografía.[7] (Bueno Araujo y Márquez García,1987)
La información profesiográfica se realiza de manera limitada y deficiente, aunado a que el alumno considera más la opinión de otras personas que la de el orientador para tomar decisiones. Metodología: Hermenéutico-etnográfico (López Moreno,1998)
Los alumnos refieren que los orientadores realizan con muy poca frecuencia las funciones psicológica, pedagógica y socioeconómica. Método descriptivo-analítico por encuesta (Rodríguez, 1998)
El orientador presenta dificultades en su situación laboral del orientador, y exceso de población que atender; además de insuficiente formación teórico-metodológica; falta de apoyo de parte de directivos, y menosprecio al área; sumado a que la modalidad implementada no funciona adecuadamente; y se da escasa participación del alumno. Encuesta y entrevista. (Sandoval,1993)
La mayoría de los directores conciben la orientación con carácter profesiográfico y fines vocacionales, observan una deficiente formación del orientador, mismo que refleja confusión conceptual, sumado a que los alumnos pasan desapercibido el trabajo de esta área. Encuesta con fines estadísticos. (Reyes Portillo y Morales Villa,1990)
La orientación se realiza de una forma empírica y se le concibe con base en el sentido común; existe carencia de un proyecto que rija programas, organización y formación del orientador; y no prestan suficientemente atención individual al estudiante; las autoridades no valoran adecuadamente el trabajo del orientador; y éste realiza su trabajo de manera aislada e individual; además los estudiantes eligen su carrera profesional, sin haber recibido orientación vocacional, con desconocimiento del plan de estudios, e ignorando los campos de acción profesional. Método comparativo con enfoque hermenéutico (Cárdenas,1997)
En estas investigaciones se observa una preocupación por conocer las situación prevaleciente en el ejercicio de la orientación y la forma en que el orientador ejerce sus funciones, localizando hallazgos que ubican en un plano realmente difícil el ejercicio de este campo educativo. El encontrar que la orientación se ejerce por orientadores sin formación y capacitación suficiente, sin cubrir las funciones asignadas, y sustentados en el sentido común hacen que la práctica orientadora se aprecie incierta e imprecisa, sin dejar de considerar las adversas condiciones en que se desarrolla la misma.
Sobre la elección de carrera o intereses vocacionales
En este eje temático encontramos cuatro trabajos, también desde enfoques metodológicos cuantitativos y cualitativos, y entre los hallazgos se encuentran los siguientes:
Existe reciprocidad entre la fase especializada del plan de estudios y la elección de carrera. Existe relación entre género y elección profesional. Metodología: encuesta con fines estadísticos (Covantes Rodríguez,1985)[8]
Los estudiantes que han elegido carrera reciben mucha mayor influencia de agentes que se ubican externamente a la escuela, donde predomina la familia, obteniendo el orientador muy poca intervención en las decisiones vocacionales Metodología: encuesta con fines estadísticos(Bueno Blanco,1997)
El periodo más adecuado para el estudio de la vocación es a partir del último año de secundaria y en el transcurso del bachillerato; se observa una marcada tendencia hacia las carreras del área de ciencias sociales y económico administrativas; es mínima la influencia del orientador en la elección vocacional. Método: cuantitativo interpretativo (Cervantes,1997)
La aceptación o rechazo de un contenido escolar provoca acercamiento o alejamiento respecto a las fases especializadas del bachillerato; la forma de presentar el contenido escolar, el discurso que se asume desde la clase, y las diferentes acciones pedagógicas, coadyuvan a la toma de decisiones en la elección de carrera de los estudiantes; las decisiones son influidas fuertemente por los amigos; el alumno considera que la toma de decisión es individual; y afirma que la organización del plan de estudios de bachillerato contiene de manera natural un efecto orientador. Método: etnografía. (Avila Alvarez,2001)
Las preferencias vocacionales se concentran en el área de ciencias sociales y humanidades, en primer lugar y enseguida en las ciencias naturales. Metodología: encuesta con fines estadísticos (Avila Alvarez,1996) (Bueno Blanco, 1997)
De las investigaciones anteriormente referidas, destaca la realizada por Avila Alvarez (2001), ya que es de los primeros intentos por abordar el estudio de la orientación, y particularmente la elección de carrera, desde una óptica que incluye las relaciones pedagógicas, los contenidos escolares y el discurso pedagógico que se presenta en el espacio áulico como elementos de influencia en el aspecto vocacional. La mayoría de los trabajos en el bachillerato respecto a este tema se han abordado desde la metodología cuantitativa, o bajo elementos puramente estadísticos, sin embargo en el presente caso este objeto se aborda desde la cotidianidad escolar, analizando el discurso docente y estudiantil, así como sus reacciones ante la relación pedagógica, utilizando una metodología etnográfica. La mayor relevancia de esta investigación, en nuestra opinión, consiste en que se considera la estructura curricular, el plan de estudios, el abordaje de las asignaturas desde el aula, el papel del profesor, entre otros elementos, que hacen entender que la elección de carrera va más allá del profesor y del propio estudiante, especificando que la orientación vocacional es corresponsabilidad institucional donde inciden los distintos actores y elementos pedagógicos.
Así también, el trabajo realizado por Cervantes (1998) al investigar la elección de carrera aborda procesos de interioridad de parte del estudiantes, mismo que refleja un sentido de independencia y libertad al momento de elegir la carrera. Esta situación que Cervantes encuentra, ubica en el plano de la polémica el papel que juega el orientador en la elección de carrera que experimenta el estudiante. Cervantes afirma
"..los estudiantes son capaces de realizar un autoanálisis que les permita tener una idea de quiénes son y cómo son, además denotan una gran conciencia de su propio yo. Realizan o establecen relaciones con otros, se desprenden del mismo núcleo familiar y logran la independencia emocional de sus padres; buscan y obtienen cierta independencia económica y, por lo tanto, reclaman su derecho para "elegir su vocación y prepararse para el desempeño de su trabajo", de tal manera que aún en el incierto mundo de la transición que la adolescencia implica, los estudiantes buscan su autonomía, quieren ser ellos, precisamente, los que decidan la carrera y oficio que pretenden estudiar y si no tienen a la mano información idónea respecto a las aptitudes, intereses, motivaciones, etc., la elección vocacional puede realizarse simplemente por un impulso de autoafirmación que les haga sentir que son dueños de decidir por sí mismos, aunque a veces estén equivocados…" (Cervantes, 1997)[9]
Aun con el comentario anteriormente dicho, habrá que cuestionar dicho sentimiento de libertad y autonomía que se reconoce como existente, y la ubicación real de esta autodeterminación en el proceso de elegir e incorporarse a estudios superiores.
De alguna forma la presente investigación pretende ingresar en este análisis, a partir de considerar que el orientador educativo realiza una práctica centrada en la promoción de la elección de carrera en el estudiante de bachillerato, sin embargo el proceso psicosocial que éste vive al momento o durante el proceso de elección muchas de las veces es ajeno al trabajo del orientador.
Por otro lado, existen otra interesantes investigaciones realizada por López Beltrán (1996), al margen de la orientación educativa, pero que guardan relación con nuestro objeto de estudio al intentar caracterizar las representaciones sociales de los profesores del bachillerato de la UAS. Estas representaciones sociales de alguna manera se mueven en el plano de la percepción y les confiere o les resta una determinada identidad pedagógica y social a los sujetos, elementos a investigar en el presente trabajo.
Utilizando como herramienta metodológica la entrevista a profundidad, López Beltrán encontró lo siguiente:
Las representaciones sociales de los profesores están construidas desde actitudes que dan más importancia a los elementos de tipo afectivo-social que de tipo reflexivo e intelectivo.
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