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Metodología e historiografía de la Historia del Pensamiento Económico (página 2)


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1.10 Luis Perdices de Blas: Luis Perdices de Blas en "Los historiadores y sus aproximaciones a la historia del pensamiento económico" (1999), expone el criterio iniciado por Pedro Schwartz en su memoria de cátedra y en el trabajo "Teaching the history of economic thought" (1975), que en cierta forma está inspirado en el pensamiento de Schumpeter y es ampliado a su vez por el grupo de profesores de historia del pensamiento económico de la Universidad Complutense de Madrid. Asimismo tiene en cuenta el ensayo "¿Importan los conocimientos biográficos? Una aproximación metodológica a la historia del pensamiento económico" de Manuel Jesús González (1977), en la que se expresa una clasificación similar a la expuesta por Schwartz y Perdices, aunque se evidencia un escepticismo en cuanto a la posibilidad de contar con un contenido diferenciador. Así como el trabajo de Victoriano Martín "Las reflexiones críticas sobre la historia del pensamiento económico a propósito de un libro" (1984) y "Los enfoques metodológicos recientes en los manuales de historia del pensamiento económico" de Fernando Méndez (1989), principalmente. En su clasificación distingue seis "aproximaciones" a la historia del pensamiento económico, con las siguientes peculiaridades: La clasificación no intenta ser exhaustiva, pero se ha llevado a cabo sobre un número considerable de manuales cuya selección obedece a un doble criterio: el primero, la importancia de las obras en cuanto a la influencia que hayan podido ejercer en la formación de generaciones de estudiantes; el segundo, se refiere a las publicaciones que han tenido lugar aproximadamente en los últimos veinticinco años. Con este fin me ha sido de mucha utilidad las reseñas que aparecen en las siguientes revistas: History of Polital Economy, Journal of the History of Economic Thought, History of Economic Thought, Newsletter, European Journal of the History of Economy Thought, Storia del Penssiero Economico, Bolletino di Informazioane e Documentazione, American Economic Review y Journal of Economic Literature. Por supuesto, me ha sido de mucha utilidad la base de datos ECONLIT (1969-1996), realizada por la American Economic Association sobre la base del Journal of Economic Literature, que nos permite tener una buena información sobre los principales libros de historia del pensamiento económico aparecidos desde 1969 (Perdices: 1999, I, 579-580). Aunque como igualmente indica Perdices de Blas la "mayoría de las distintas formas de aproximarse a nuestra disciplina", y que se recogen en su clasificación, "caben bien bajo el enfoque absolutista (…) o (…) relativista" propuesto por Blaug (Perdices: 1999, I, 579). Por otra parte, mucha de la bibliografía aludida por él puede y de hecho integra varios grupos clasificatorios a la vez, como por ejemplo la Historia del análisis económico de Schumpeter (2, 3 y 6).En esta línea, Schwartz establece tres posicionamientos distintos: Historia del análisis, Historia de las doctrinas e Historia de las opiniones, que coincide con los tres primeros de Perdices:1. La Historia de las opiniones económicas, "es aquella aproximación que recoge la colección de ideas con algún contenido económico compartidas por no profesionales" (Perdices) y que "flotan en la mente pública" (Schumpeter). Ejemplo, Histoire de l"économique en Europe despuis les anciens jusqu"à nos jours de Adolphe Blanqui (1837).

2. La Historia de las doctrinas económicas "es un enfoque relativista que concede menos importancia a los avances analíticos, y es el que, salvo algunas excepciones importantes, ha predominado en la profesión" hasta la publicación en 1954 de la Historia del análisis económico de Schumpeter.. Aunque la preponderancia de ingredientes filosóficos, políticos y sociales en este enfoque implica la imposibilidad de definir criterios objetivos de progreso. Los historiadores de las doctrinas económicas consideran todas las teorías formuladas en el pasado como un reflejo más o menos fiel de las condiciones en que surgieron. No obstante, la connotación de esta aproximación es la importante carga ideológica que conlleva, así como las referencias históricas a puntos particulares de doctrina (Perdices: 1999, 581) Y, que subdivide en dos grupos:A Los que proponen una defensa explícita de determinadas escuelas, o autores que estudiaron aspectos parciales de la doctrinas acordes con la concepción dominante del historiador. Ejemplo, L"ordre natural et essential des sociétes politiques de Paul Mercier de la Riviere (1767).B Los que recopilan los escritos de los autores del pasado. Ejemplo, Literature of Political Economy de John Ramsay McCulloch (1845).

3. Historia del análisis económico. Los autores que elaboran una historia del análisis económico realizan un aproximación "absolutista" (Blaug), a partir del supuesto de que la teoría económica ha progresado, y que sus proposiciones son universales, y por tanto la validez de éstas no están sometida a criterios de espacio y de tiempo, aunque admiten que en el tiempo y en el espacio se pueden producir desviaciones teóricas sobre el posible progreso lineal del pensamiento económico, y asimismo admiten la existencia de criterios suficientes para aplicar el falsacionismo de las teorías.

Mientras, que Schumpeter define la historia del análisis económico como "la historia de los esfuerzos intelectuales realizados por los hombres para entender los fenómenos económicos o bien-redundando en los mismo la historia de los aspectos analíticos o científicos del pensamiento económico" (Schumpeter: 1982, 37).

Aunque, teóricamente, como se cuestiona Perdices frente al relativismo propio de la historia de las doctrinas económicas, el trabajo analítico es "neutral" porque tiende a obedecer reglas lógicas "objetivas", y es lo que hará especialmente Schumpeter para indicar que existe un progreso económico, independientemente de nuestras ideologías, o del prejuicio ideológico del crítico. Igualmente, Schumpeter considera que la teoría económica no es lo que se denomina hipótesis, sino la "caja de herramientas" del análisis [el método], junto a algunos supuestos de comportamiento practico aplicables a la teoría. Por lo que más que la biografía de los economistas y el contexto histórico en que se desarrollan su actividad, debe interesar las aportaciones que realizaron al perfeccionamiento del análisis. Ejemplo, Historia del análisis económico de Schumpeter.4. La historia de la teoría económica, al igual que la historia del análisis económico, consta de dos aproximaciones absolutistas, que parten de unos supuestos comunes, piensa que la teoría económica ha progresado, y que sus proposiciones son universales. La historia de la teoría económica se centra en el estudio crítico de las teorías del pasado a partir de análisis para la comprensión del presente, esta declaración que realizara Blaug en su teoría económica en retrospección (y a la que alude Perdices) no implica necesariamente una creencia en el valor absoluto de la teoría económica contemporánea, sino la regla heurística por la que se puede comprender las ideas del pasado a partir de las consideraciones de veracidad de las actuales, a pesar de que esta postura es necesario corregirla con el criterio de evolución teórica que afecta incluso a las presentes teorías aceptadas. Ejemplo, Teoría económica en retrospección de Blaug (1968).5. La Historia nacional de las doctrinas económicas, frente a la globalización, en la que augura Manuel Castells y otros pensadores la desaparición paulatina del Estadonación, al menos como se ha venido desarrollando a lo largo de la Edad Moderna y Contemporánea hasta la actualidad, otros autores se ha propuesto una aproximación nacional a la historia del pensamiento económico, que se puede definir como una aproximación al estudio de las teorías de los economistas del pasado en un país determinado, como expone Ernest Lluch en "Sobre la historia nacional del pensamiento económico" (1980) o a nivel regional lo hace Louis Baeck en The Mediterranean Trdition in Economic Thoyght (1995). Dentro de esta tendencia, se crea en 1993, bajo la dirección de José Luis Cardoso la European Journal of the History of Economic Thought, a partir de la iniciativa conjunta de dos grupos de investigación, uno francés, el Centre Alexandre Vandermonde pour l"Histoire de la Pensée Economique y otro grupo portugués del Centro de Investigaçáo sobre Economia Portuguesa (CISEP), del Instituto Superior de Economía e Gestáo da Universidade Técnica de Lisboa. Y, los criterios de esta tendencia, lo expone Cardoso, con la siguiente defensa:A Mediante el estudio de la asimilación de las doctrinas o herramientas analíticas extranjeras en un país determinado, se puede entender que dichas doctrinas y "herramientas" (no indica el término métodos) pueden adaptarse a una realidad concreta con cierta peculiaridad nacional.B Con esa doctrina o "herramienta" se logra un conocimiento más profundo de la propia realidad nacional analizada, que termina "pensada, construida y proyectada" (Cardoso: 1989, 19). Aunque posteriormente el propio Cardoso matiza que la transmisión de un determinado pensamiento foráneo es importante para conocer la aceptabilidad o no de ciertas ideas en un país en concreto.C Un país (como una ciudad, según mi criterio), puede constituir o favorecer un estilo determinado de pensamiento económico, debido a que a un problema o problemas específicos se pueden estudiar con una aproximación metodológica propia, como lo lleva a la practica la Escuela de Salamanca, Escuela Austricaca, Escuela de Chicago… Pero, al mismo tiempo, este posicionamiento de defensa de una teoría nacional del pensamiento económico, puede motivar la idea equivocada de que una obra general se conforma con la suma de las partes, y no es así, sino que al contrario se necesita la anuencia, complementariedad o confrontación de unas teorías frente a otras, y no es por tanto una casualidad, que hasta la fecha, se ha impuesto el mundo aglosajón (Inglaterra, Estados Unidos…) y Alemania y Austria sobre el resto del mundo, y esto no se puede cambiar como aparentemente se intenta hacer en la Economía y economistas españoles, en cuya obra para subsanar la ausencia de casi la totalidad de los pensadores económicos españoles en los libros de referencia internacionales, se presenta una lista casi al infinitum de autores -novelistas –Clarín…-, políticos- Cánovas…-… hasta los economistas que han pensado, dicho, escrito o han referenciado algún aspecto económico, y en cambio en dicho libro se echa en falta sobre todo economistas que de forma metodológica o histórica hayan elaborado o analizado teóricamente la economía.Acorde al criterio establecido en la Economía y economistas españoles y en defensa de este tipo de enfoque nacional, Perdices añade, que

D "Esta aproximación nacional al pensamiento económico incluso puede descubrir algunas aportaciones analíticas sobresalientes de los autores estudiados" (Perdices: 1999, I, 605-606) .6. Paradigmas alternativos y distintos programas de investigación. A partir de la clasificación convencional que han efectuado los autores de la historia del pensamiento económico, historia del análisis, o de las doctrinas económicas…, así como atendiendo a la orientación metodológica e incluso método implícito aplicado, y en relación a las corrientes metodológicas de la filosofía de la ciencia, se puede indicar que la mayoría de las obras de la corriente absolutista se insertan en el deductivismo o en el método hipotético-deductivo o falsacionismo (Popper), mientras que las relativistas se introducen en el inductivismo de los historicistas o en el propio relativismo. En este sentido, Perdices propone añadir a estas "aproximaciones", la concepción de la historia del pensamiento económico como una sucesión de cambios de paradigma, como idea Kuhn en La estructura de las revolucione científicas o programas de investigación, según el criterio de Lakatos.Lakatos critica la postura ahistórica de Popper y el relativismo de Kuhn, pues cree que las teorías individuales no son las unidades de evaluación apropiadas, sino que en cambio lo que debe evaluarse son las agrupaciones de teorías interconectadas o "programas de investigación científicos" (PIC). Mientras, que Kuhn Guy Routh en The Origin of Economic Ideas (1975), concibe el desarrollo del pensamiento económico como una sucesión de paradigmas alternativos que responden a los cambios experimentados en los diferentes problemas o cuestiones que analizan los economistas. Entre Kuhn y Lakatos se puede mencionar la obra de T. W. Hutchison Sobre las revoluciones y progresos en el crecimiento económico (1978), en la que la comprensión del método implícito daría lugar a otro trabajo sobre la historia de la historia del pensamiento económico o análisis explícito de la metodología de la teoría económica, o filosofía de la ciencia.Unos años más tarde Luis Perdices en un "Breve ensayo bibliográfico sobre manuales de Historia del Pensamiento Económico" (2004), remodela su anterior propuesta historiográfica, de la siguiente forma:

1. Historias de las doctrinas económicas. El enfoque de esta historia de las doctrinas económicas entiende todas las teorías formuladas en el pasado como "un reflejo más o menos fiel de las condiciones en que surgieron", por el que concede menos importancia a los avances analíticos, y en cambio, resalta el contexto histórico en el que se encuentran insertas, o bien los aspectos filosóficos, políticos y sociales, lo que implica –según Perdices- "la imposibilidad de definir criterios objetivos de progreso del conocimiento económico" (Perdices: 2004, 504-506). Por ejemplo: Hanna R. Sewal en The theory of before Adam Smith (1901, reeditada por Augustus M. Kelly Publishers, Nueva York, 1968).

2. Historias de las doctrinas económicas desde la perspectiva de una escuela de pensamiento. Dentro del enfoque de la historia de las doctrinas económicas algunas publicaciones se especializan en algunas tendencias explícitas de determinadas escuelas, o estudian aspectos parciales de la doctrina, acordes con la concepción dominante del autor. Ejemplo, Karl Marx en Teorías sobre la plusvalía (1905, México, FCE, 1981).

3. Las Historias de las ideologías económicas, se fundamenta en la "creencia de que las ideas de los economistas no son más que la racionalización de los intereses de clase o de grupo y es típica de la variante marxista del relativismo" (Perdices: 2004, 507-508). Ejemplo, Eric Roll, Historia de las doctrinas económicas (1937. México, FCE, 1942).

4. Las Historias nacionales de las doctrinas económicas, son una "aproximación que se detiene en el estudio de los economistas del pasado en un país o región determinada" (Perdices: 2004, 508-510). Es la tendencia que propone, en su conjunto, la Escuela Histórica Alemana, aunque parte de su contenido y metodología trasciende las fronteras. Individualmente, por ejemplo, la realiza G.H. Bousquet en Esquisse d"une histoire de la science économique en Italie. Des origines "a Francesco Ferrara (París, Marcel Rivière, 1960).

5. Las Historias del análisis económico parten del criterio de que la teoría económica ha progresado, y que sus proposiciones son universales, aunque admiten que en estas coordenadas de espacio y tiempo pueden producirse algunas desviaciones en el progreso lineal del pensamiento económico, y asimismo piensan que existen criterios para detectar la falsedad de ciertas teorías. Ejemplo más representantito de esta tendencia es la Historia del análisis económico de Joseph A. Schumpeter (1954, Barcelona, Ariel, 1971).

6. Las Historias de la teoría económica se centran en el estudio crítico de las teorías del pasado a partir del criterio de la teoría económica actual. Ejemplo Teoría económica en retrospectiva de Blaug (1962, Barcelona, Miracle, 1968).

7. Las Historias de los paradigmas alternativos y de los distintos programas de investigación. A partir del criterio de que algunos libros se han escrito bajo la influencia metodológica de Kuhn o Lakatos, se concibe la historia del pensamiento económico como una sucesión de cambios de paradigma o de programas de investigación, respectivamente. Para Kuhn, en La estructura de las revoluciones científicas (1962), la "ciencia normal", o la actividad de resolución de problemas en el contexto de un marco teórico aceptado, constituye la regla, mientras que la "ciencia revolucionaria" o la crítica de un paradigma por otro a consecuencia de las refutaciones reiteradas y la acumulación de las anomalías, constituye la excepción en la historia de la ciencia. Por ello, para Kuhn la historia de la ciencia está determinada por largos períodos de refinamiento continuo, interrumpidos a veces por saltos discontinuos de un "paradigma" a otro sin ningún punto de comunicación. Mientras, para Lakatos en La metodología de los programas de investigación científica (1978), considera que las teorías individuales no son las unidades de evaluación apropiadas. Sino que en cambio, lo que debe evaluarse son agrupaciones de teorías interconectadas o, "programas de investigación científicos" (PIC). Pues, en el avance de la ciencia se puede establecer una distinción entre los cambios de problemas progresivos y degenerativos. Y, en el que un PIC es teóricamente progresivo si las formulaciones sucesivas del programa tienen un mayor contenido empírico que sus predecesoras, o que pronostican algún hecho novedoso, hasta el momento inesperado, y es "empíricamente" progresivo si corrobora este contenido empírico excedente. En cambio, si un PIC se caracteriza por adiciones interminables de hipótesis ad hoc que sólo acomodan los hechos nuevos que aparezcan, es llamado "degenerativo".

1.11 Samuel Hollander: Samuel Hollander en Classical Economics (1987), distingue tres tipos de aproximaciones a la historia del pensamiento económico:

1 La Historia del análisis económico, la define como la Historia de la economía que nos suministra una descripción de la marcha gradual hacia la verdad y el sucesivo desprendimiento de errores, que impiden una acumulación más rápida de la verdad". Ejemplo, la Historia del análisis económico de Schumpeter., que "niega cualquier papel a las preferencias e ideológics en el desarrollo del análisis económico, así como a las inclinaciones filosóficas personales, creencias religisosas e ideológicas " (Hollander: 1987, 7-8).

2 En un posicionamiento distinto al análisis económico menciona la existencia del Pensamiento económico (o "historia de las opiniones", según Perdices de Blas), que engloba las opiniones referentes a la política pública relativa a asuntos económicos, y que se originan con criterios públicos.

3 Los Sistemas de economía política (o "Historia de las doctrinas económicas –Perdices de Blas-), están conformados por un "conjunto completo de políticas económicas basadas en algún principio unificador de carácter normativo, tales como el socialismo o el marxismo" (Hollander: 1987, 7-8).

1.12 Robert B. Ekelund y Robert F. Hébert: Robert B. Ekelund y Robert F. Hébert en A History of Economic Theory and Method (Historia de la teoría económica y de su método) (1990), identifican la historia de la teoría económica como una Historia de las ideas económicas. Pues, los historiadores del pensamiento económico. Han estado trabajando en el descubrimiento de nuevas contribuciones y anticipaciones, reinterpretando aportaciones pasadas y evaluando las nuevas ideas que informan y amplían el flujo de la literatura económica contemporánea (…) [y en particular su libro] presenta, en forma inteligible y amena, las principales ideas teóricas y metodológicas que han formado y continúan formando la economía contemporánea (…) [atendiendo a] las contribuciones analíticas del pasado, tanto las que han conseguido incorporarse a la corriente principal de la economía como las que no lo han hecho, han configurado la teoría económica contemporánea (…) (Ekelund, Hébert: 1997, XVII-XIX). Asimismo, unen el análisis económico y la historia de la economía, aunque esta última, presenta tres ventajas:es una mejor comprensión del proceso creativo (…) una segunda ventaja que proporciona un estudio de la historia de la economía es una sensibilidad ante la clase de ideas que muestran "resistencia" en una disciplina científica [y] también constituye otra ventaja la mejor comprensión de la teoría económica contemporánea, a través de una estimación de las deficiencias de las teorías del pasado y de los obstáculos superados por los principios que sobreviven (…) (Ekelund, Hébert: 1997, 3-8). Mientras que la historia del pensamiento económico, cuenta con tres problemas en toda su diversidad cultural e intelectual plantea varios problemas. El primero y más importante consiste en identificar las hebras comunes que trenzan el amplio tapiz de la economía en un todo coherente (…) el segundo problema consiste en definir los límites de la investigación económica (…) el tercer problema consiste en elegir un adecuado "estilo" o planteamiento del tema (…) [Por todo ello] este libro se titula Historia de la teoría económica y de su método porque intenta presentar no sólo una revisión histórica de las contribuciones teóricas del pasado, sino también algo de la gestalt de cada pensador, es decir, del sistema de ideas que pasa de un pensador al siguiente (…) [y por último] la dirección principal de este libro es el desarrollo de las abstracciones económicas per se, aunque los temas sociales y metodológicos se consideran con frecuencia como partes integrales del panorama intelectual" (Ekelund, Hébert: 1997, 3-8). Ekelund y Hébert divide su Historia de la teoría económica…, en cinco partes, siguiendo un criterio cronológico sobre el desarrollo de la teoría e ideas económicas: En el primero trata sobre los orígenes, le sigue el periodo clásico, después las "reacciones y alternativas a la teoría clásica en el siglo XIX, "la microeconomía en la Europa continental y en Inglaterra" y por último "los paradigmas del siglo XX".

1.13 Joseph E. Stiglitz: Stiglitz en su Economía (1993) señala que la economía es una ciencia social, pues "estudia el problema social de la elección desde un punto de vista científico [y por ello es ciencia económica], lo que significa que se basa en una exploración sistemática del problema de elección, que implica tanto la formulación de teorías como el examen de datos", en el que la teoría económica consiste "en un conjunto de supuestos (o hipótesis) y de conclusiones extraídas a partir de esos supuestos" y los modelos aplicados igualmente por los economistas "-con palabras o ecuaciones– para describir las características de la economía a la que se refieren" (Stiglitz: 1993, 37-38).En las ciencias económicas o "sociales" establece tres aspectos importantes:

1 Descubrimientos e interpretaciones de las relaciones económicas, por la que una variable es Cualquier elemento que puede medirse y que varía" [los precios, los salarios, los tipos de interés, las cantidades compradas y vendidas y] lo que le interesa a los economistas es la relación entre las variables. Cuando ven lo que parece ser una relación sistemática entre variables, se preguntan si surgió por casualidad o si existe, de hecho, una relación. Ésta es la cuestión de la correlación (Stiglitz: 1993, 37-41).

2 Causación frente a correlación, porque a los economistas les gustaría hacer algo más que afirmar simplemente que diferentes variables están, de hecho, correlacionadas. Les gustaría llegar a la conclusión de que los cambios de una variable son la causa de los cambios de la otra. Esta distinción entre correlación y causación es importante. Si una variable "causa" la otra, el cambio de una altera necesariamente la otra. Si la relación es una mera correlación, puede no alterarla, [aunque] a veces hay relaciones sistemáticas entre las variables en las que es difícil decir cuál el efecto (Stiglitz: 1993, 37-41).

3 Experimentos en economía, por el que muchas ciencias realizan experimentos para contrastar distintas explicaciones, ya que éstos permiten al científico alterar un factor cada vez y ver qué ocurre(…) Los economistas buscan situaciones en las que sólo varíe un factor y estudian las consecuencias de esa variación (…). En algunos casos, los economistas han realizado experimentos sociales (…). Pero incluso utilizando todos los instrumentos existentes, es muy difícil encontrar diferentes correlaciones entre varios tipos distintos de datos y tener que distinguir entre las que son reales y las que sólo son aparentes (Stinglitz: 1993, 37-41).

Por todo ello "las lecciones" importantes que deben recordarse las siguientes:

1 El hecho de que exista una correlación no demuestra que exista una causación.

2. El modo de contrastar diferentes explicaciones causales es mantener constantes todos los factores, excepto uno y dejar que este varíe.

3. Los datos no siempre son definitivos y a veces no permiten extraer conclusión alguna" (Stinglitz: 1993, 37-41).

1.14 Manuel Castells: Castells fundamenta la nueva economía en el "informacionalismo", la globalización e interconexión en red. Se desarrolla en el último tercio del siglo XX, y se fundamenta en la tecnología (nuevas tecnologías de la información o revolución de la tecnología de la información), que incide sobre la sociedad produciendo un peculiar cambio histórico. En su trilogía sobre La era de la información (1996), y especialmente en el primer volumen sobre "La sociedad red", exponiendo las características del método aplicado por su autor, al señalar que la metodología seguida (…), cuyas implicaciones específicas (…), está al servicio del propósito de este empeño intelectual [consiste en] proponer algunos elementos de una teoría transcultural y exploratoria sobre la economía y la sociedad en la era de la información, que hace referencia específica al surgimiento de una nueva estructura social" (Castells: 2000, I, 56).

1.15 Manuel Santos Redondo: Santos Redondo es autor de Los economistas y la empresa. Empresa y empresario en la historia del pensamiento económico (1997), resultado de una tesis doctoral dirigida por Pedro Schwartz, y cuyo trabajo comenzó. Con la pretensión de desarrollar las ideas austriacas y schumpeterianas sobre el empresario. Defendía la necesidad de construir una teoría económica basada en el empresario, frente a los modelos de equilibrio general [siguiendo los criterios establecidos por Schwartz en su libro Empresa y libertad, pero al considerarlo "un callejón sin salida", por ello Santos prosigue] la línea neoinstitucioalista que presento al final del libro como camino a seguir, basada en Coase y Williamson (…) Prueba de que el trabajo de los autores que intentaron una teoría del empresario ha sido fructífero –porque el problema que pretendían resolver, la incapacidad de la economía necoclásica para decir algo sobre la organización, era real- es que hoy la llamada "organización industrial" tiene cada vez más peso dentro de la economía (…) Este trabajo queda, por tanto, abierto: el neoinstitucionalismo de la economía de los costes de transacción es el camino a seguir para responder a esas cuestiones. Pero es ese neoinstitucionalismo el que ya ha servido de guía en esta incursión por los autores que en el pasado han discrepado de la corriente principal, que ve la empresa como una función de producción, y han intentado construcciones teóricas en las que la organización –para ellos, concretamente, el liderazgo económico del empresario- ocupe un lugar que los hechos, día a día, muestran como importante (Santos: 1997, 9-10). Con el presente texto de Santos sobre la empresa y el empresario en la Historia del Pensamiento Económico, tras un posicionamiento neoinstucionalista, propone que sea la organización industrial y el liderazgo empresarial la clave de una Historia económica de la organización industrial. Subdivide el libro en cuatro partes atendiendo a la diferenciación existente entre las distintas escuelas y tendencias de pensamiento económico: En la primera, trata sobre "Los precursores y los clásicos…", seguidamente de los "marginalistas y neoclásicos…"; en la segunda parte, se refiere a la figura de Schumpeter…; después lo hace sobre Knight y termina con los "Críticos del capitalismo…". III, "La teoría del empresario, hoy: psicólogos y sociólogos", y "la escuela austriaca…", y por último, en la cuarta parte se centra sobre la "Organización industrial neoclásica" y la "Jerarquía y organización en la economía de mercado".

1.16 McCloskey y Kramer: Casares Ripol en "Una guía de las corrientes de pensamiento económico actual" completa el panorama del pensamiento económico de la segunda mitad del siglo XX, propuesta por Santos Redondo en Los economistas y la empresa…, al presentar las "principales corrientes de pensamiento en los tiempos actuales", entre las que destaca los fundamentos metodológicos de McCloskey, Kramer… que titula "aspectos retóricos de la ciencia económica", y en los que para la comprensión del pensamiento económico entienden la economía en particular como una "ciencia retórica" o "arte de hablar", pues "los científicos económicos tratan de probar lo que ellos deben creer, en lugar de probar que es cierto de acuerdo con métodos de mayor o menor abstracción" (Casares: 2004, 498). La ciencia económica, desde el punto de vista de la retórica, debe fundamentarse –como indica Casarres- en los siguientes cinco aspectos:1. Escribir mejor.

2. Enseñar mejor.

3. Relacionarse más ampliamente con otras disciplinas.

4. No limitarse exclusivamente a hechos objetivos.

5. Desarrollar un marcado espíritu crítico (Casares: 2004, 499).

1.17 Fernández Díaz: Fernández Díaz en Dinámica caótica en economía, propone la economía del caos para analiza las series temporales y los modelos relativos al ciclo y al crecimiento, que se basa en un conjunto de técnicas matemáticas que sirven para estudiar el comportamiento de los procesos que se comportan aparentemente de forma aleatoria, aperiódica y carente de cualquier tipo de regularidad, aunque su desarrollo puede estar determinado por algunas leyes deterministas. Considerando la economía como un sistema complejo se pueden emplear los instrumentos de las matemáticas del caos ante el abandono de los supuestos del equilibrio económico, la existencia de externalidades, los mercados imperfectos… y las economía de escalas. Y, la teoría del caos en especial, según Fernández Díaz, es aplicable al estudio de fenómenos complejos que son esencialmente no lineales y en los que no es válido el principio de superposición –en el que todo es más que la suma de las partes-.

1.18 Miguel Héctor Fernández Carrión: A la manera de un resumen, sin pretender ser obviamente exhaustivo, se expone una amplia selección de las diferentes propuestas de pensamiento económico o economistas que han tratado, teorizado y analizado la economía a lo largo de la historia, destacando los trabajos publicados desde finales del siglo XIX en adelante. Si se atiende a la clasificación cronológica que sobre los distintos contenidos bibliográficos han establecidos Cossa, Schams, Margenstern y Popescu, se puede aceptar la idea de que la amplia diferenciación conceptual existente está motivada por el propio criterio personal de los respectivos autores que han trabajado sobre temas similares, denominándolo de forma distinta a sus escritos: historia, análisis, opinión, doctrinas… económicas . Lo que en un principio parece ser correcto, atendiendo a la propia distinción existente en el tratamiento de su contenido, Perdices de Blas (en "Los historiadores y sus aproximaciones a la historia del pensamiento económico") nos demuestra que esto no es totalmente cierto, pues en ocasiones un libro comprende dos o más enfoques o aproximaciones distintas como sucede, por ejemplo, con la Historia del análisis económico de Schumpeter, pero en otras, por el contrario, el autor tiende a suscribir su trabajo de una determinada tendencia, cuando realmente lo debería hacer de otra distinta, como la Historia de la economía política en España de Manuel Colmeiro, que según Perdices se correspondería con la Historia de las opiniones económicas, y esta posibilidad puede haber sido considerada conscientemente por parte del autor, dando lugar a lo que denomino doble enfoque, como sucede a la Historia de las doctrinas económicas de Roll, donde prosigue un proceso tendente a la historia de las ideas económicas, y por último, puede igualmente darse el caso de Lajuguer en Las doctrinas económicas de interrelacionar o une la "Historia de la teoría, doctrinas o sistemas económicas" con la "Historia de la teoría, doctrinas o sistemas económicas". Todo esto puede crear una cierta confusión en el estudio de las ciencias económicas, y para su clarificación proponemos acogernos, en primer lugar, a los criterios establecidos por Schumpeter, Hollander, Schwartz y Perdices de Blas. Y, seguidamente se realiza una nueva clasificación en la que de alguna manera se conjunta a todos ellos, completándose a continuación con los enfoques propuestos por Hollander, Roll y Ekelun y Hébert:

1. Historia del pensamiento económica (propuesto por Schumpeter o –Pensamiento económico- para Hollander), y que según Hutchison puede dar paso en un doble enfoque de un Sistema de pensamiento a un Sistema de principios económicos .

2. Historia del análisis económico (Schumpeter, Hollander, Schwartz, Perdices).

3. Historia de los sistemas de economía política (Schumpeter, -Sistemas de economía política- Hollander).

4. Historia de las doctrinas económicas (Schwartz, Perdices), mientras que Roll propone el paso de la Historia de la doctrina económica a la Historia de las ideas económicas.

5. Historia de las ideas económicas (Roll, como consecuencia del doble enfoque propuesto por el autor en el punto 4, y tal como se muestra en el punto 7, por Ekelun y Hébert).

6. Historia de las opiniones económicas (Schwartz, Perdices).

7. Historia de la teoría económica (Perdices). Mientras que Ekelun y Hébert propone pasar de la

Historia de la teoría económica a la Historia de las ideas económicas.A partir de esta clasificación elaborada por diferentes economistas, y que denomino conjunta, me propongo establecer una nueva clasificación de síntesis, en la que se atienda a las definiciones realizadas por los diferentes autores, y a la que se añadirá una serie de aclaraciones o complementariedades que se consideren oportunas para su mejor comprensión:1 La Historia del pensamiento económica en su conjunto, o en su mayor extensión, se considera como una disciplina de las ciencias económicas, que puede dar lugar a diferentes enfoques (o "aproximaciones", según Perdices…), tales como los que se recogen en los restantes siete puntos.Schumpeter considera como Historia del pensamiento económico como "la suma total de todas las opiniones y todos los deseos referentes a temas económicos, sobre todo a la política pública que afecta a las cuestiones que en un determinado tiempo y un determinado lugar ocupan la atención del público". (Schumpeter: 1982, 75). Pero, también, puede tenerse en consideración como un simple enfoque, particular, sobre la economía, como realiza en cierta forma Hollander al entender que engloba las opiniones referentes a la política pública relativa a asuntos económicos, y que se originan con criterios públicos, y es precisamente por esto Perdices denomina a este criterio una "Historia de las opiniones" (no alude a historia del pensamiento económico). En cambio, que Lajugie destaca "El encadenamiento del pensamiento económico"que permite no sólo destacar mejor el sentido y alcance de las tesis de los diversos autores, sino también poner más de relieve el desarrollo y el enriquecimiento progresivo del pensamiento económico, la filiación de las diversas escuelas que, por influencia o por reacción, se entrelazan y presentan un carácter de continuidad más profundo que sus aparentes antagonismos (Lajugie: 1972, 6-7). Mientras, Hutchison establece un criterio de transformación (doble enfoque) por el que los Sistema de pensamiento económico que darán lugar a un Sistema de principios económicos, en general.

2 Sistema de principios económicos. Hutchison considera que los Sistemas de pensamiento "con sus orígenes y subsiguientes desarrollos (….), la mayoría y los más destacados de estos economistas [individualmente o en escuelas] construyeron, con criterio unitario, extensos sistemas de principios económicos" (Hutchison: 1967, 7).

3 La Historia del análisis económico, es tomada en consideración por Schumpeter, como posteriormente lo hará también Hollander, Schwartz y Perdices. En particular, Schumpeter la define como "la historia de los esfuerzos intelectuales realizados por los hombres para entender los fenómenos económicos, o bien –redundando en lo mismo- la historia de los aspectos analíticos o científicos del pensamiento económico" (Schumpeter: 1982, 37). "De ahí –que Perdices dirá siguiendo el criterio establecido por Schumpeter- que más que la personalidad de los economistas, y más que el contexto en que se desarrollan su actividad, nos interesen las aportaciones que realizaron al perfeccionamiento del análisis" (Perdices: 1999, 592), y todo ello ha configurado el proceso científico de los economistas. Aunque, al final Schumpeter propone que "sería posible escribir paralelamente una historia del análisis económico y otra de las opiniones populares acerca de temas económicos" (Schumpeter: 1982, 37).

4 La Historia de las doctrinas económicas, la cuestionadan Schwartz y Lajugie , aunque Perdices señala que:

5 Los historiadores de las doctrinas económicas consideran todas las teorías formuladas en el pasado como un reflejo más o menos fiel de las condiciones en que surgieron. No obstante, la connotación de esta aproximación es la importante carga ideológica que conlleva, así como las referencias históricas a puntos particulares de doctrina (Perdices: 1999, 581). Y, que Schumpeter califica como "las referencias históricas a puntos particulares de doctrina" (Schumpeter: 1982, 435, n. 4). Mientras, Roll con un criterio de transformación (o doble enfoque) la Historia de las doctrinas económicas la ultima en la Historia de las ideas económicas.

6 La Historia de la teoría económica, es considerada por Perdices, a partir del criterio establecido a este respecto por Blaug, y que centra en el estudio crítico de las teorías del pasado bajo el criterio de la teoría económica actual. Aunque atendiendo a la consideración de la existencia de un criterio evolutivo y progresivo de las ideas, estas transformaciones no tiene un valor absoluto, pues obviamente será tenido en consideración y criticado en un futuro, como ha venido sucediendo a lo largo de la historia. Y, que Ekelun y Hébert tenderán a considerar la Historia de la teoría económica en última instancia como una Historia de las ideas económicas.

7 Historia de las opiniones económicas. Aunque es Schumpeter en su Historia del análisis económico quien alude a las "opiniones" económicas al referirse a la necesaria comprensión del pensamiento económico en general, como "la suma total de todas las opiniones y todos los deseos referentes a temas económicos" (Schumpeter: 1982, 75), y por extensión se puede considerar que una parte de este conjunto de opiniones, la constituye exclusivamente las opiniones económicas, en el sentido que lo toma Perdices al señalar como tales a "aquella aproximación que recoge la colección de ideas con algún contenido económico compartidas por no profesionales, y que, utilizando las palabras de Schumpeter, "flotan en la mente pública"" (Perdices: 1999, 580). Pero con la mayor anuencia de profesional puede dar lugar a lo que también define Schumpeter como "opiniones populares acerca de temas económicos". Y, a pesar de una posible desconsideración académica, Schumpeter insiste en señalar, que "sería posible escribir[la] paralelamente [a] una historia del análisis económico" (Schumpeter: 1982, 75).

8 A la Historia de las ideas económicas ha llegado Roll a partir del desarrollo de doble enfoque sobre la Historia de las doctrinas económicas. Mientras que Ekelund y Hébert, por el contrario, lo han hecho desde la consideración última de la Historia de las teorías económicas. En este sentido, Roll considera que

9 En la historia de las ideas económicas, una multitud de otros factores causales ha estado operando para producir una teoría o una actitud determinada en una época dada; muchos de ellos de una influencia más directa que el económico, al cual están eslabonados finalmente (…). [Aunque] tampoco puede negarse que las ideas, a su vez, influyen en el desarrollo de la práctica económica (…) [y por último] la falta de una secuencia cronológica clara en la evolución de la doctrina económica es más perceptible cuando se comparan países diferentes (Roll: 1974, 11-16). Mientras que Ekelun y Hébert, entiende que los historiadores del pensamiento económico han estado. Trabajando en el descubrimiento de nuevas contribuciones y anticipaciones, reinterpretando aportaciones pasadas y evaluando las nuevas ideas que informan y amplían el flujo de la literatura económica contemporánea (…) [y en particular el libro] presenta, en forma inteligible y amena, las principales ideas teóricas y metodológicas que han formado y continúan formando la economía contemporánea (…) [atendiendo a] las contribuciones analíticas del pasado, tanto las que han conseguido incorporarse a la corriente principal de la economía como las que no lo han hecho, han configurado la teoría económica contemporánea (…) (Ekelund, Hébert: 1997, XVII-XIX). La Historia de los sistemas de economía política, es tenida en consideración por Schumpeter y Hollander. Schumpeter, la define como una exposición de un amplio conjunto de procedimientos económicos que su autor propone sobre la base de ciertos principios (normativos) unificadores, tales como los principios del liberalismo económico, el socialismo, etc. [Y] esos sistemas entran en nuestra consideración en la medida en que contienen trabajo genuinamente analítico" (Schumpeter: 1982, 74). Y, en cambio, Perdices la entiende como una "Historia de las doctrinas económicas", aunque Schumpeter considera la Historia de las doctrinas como "las referencias históricas a puntos particulares de doctrina". Mientras, Hollander presenta a los Sistemas de economía política (o "Historia de las doctrinas económicas" –Perdices de Blas-), la presenta como un "conjunto completo de políticas económicas basadas en algún principio unificador de carácter normativo, tales como el socialismo o el marxismo" (Hollander: 1987, 7-8), por lo que Perdices, al igual que hiciera con la historia de los sistemas de economía política de Schumpeter, denomina también historia de las doctrinas económicas a los sistemas de economía política propuesto por Hollander. Pero si pensamos en la Historia de los sistema de economía política en su mayor extensión se podría denominar Historia de los sistemas económicos, aunque con ello pasaría a un segundo lugar la economía política, a pesar de la importante aportación que ha hecho desde sus orígenes a las ciencias económicas. Una vez realizada esta clasificación metodológica de síntesis de la Historia del pensamiento económico, se puede terminar indicando, que se puede atender a las corrientes relativista y absolutista propuesta por Blaug, a las reconstrucciones históricas (relativistas) y reconstrucciones racionales (absolutistas), de Rorty y aplicadas por Blaug, o la propuesta de establecer una diferenciación específica entre la metodología implícita cuando el objeto, el tema… de análisis se toma como centro de debate o si por el contrario el autor (con criterios metodológicos, referencias históricas…) se propone como punto de referencia, dando lugar de esta forma a dos posicionamientos distintos y antagónicos: receptivo ("positioning receptive") o directo e interpretativo ("interpretative") o indirecto, respectivamente.

Aportaciones teóricas de economistas españoles al pensamiento económico: Después de cotejar una amplia bibliografía sobre el tema se ha tenido constancia de la ausencia de una aportación significativa española en el Pensamiento Económico internacional, antes del siglo XVII y después del siglo XVIII, pues ninguno de los autores citados sean pensadores económicos como economistas en general no son referenciados normalmente en la bibliografía internacional sobre la materia, a excepción de lo que hace, de forma minoritaria en España, Fuentes Quintana et al en Economía y economistas españoles (VII vol.) y Cristina Quintana García en su tesis doctoral Capacidad emprendedora y racionalización organizativa: estudio teórico-empírico de su papel en la creación y desarrollo de las empresas andaluzas (Málaga, 1999) . Los autores españoles incluso economistas prestigiosos como Juan Velarde cuando trata de establecer una Introducción a la historia del pensamiento económico español en el siglo XX, no presenta ningún criterio personal sobre la materia, como lo hace en parte Manuel de Torres a aludir al pensamiento expresado por Knight o Marcial Campos a Drucker, sino que pocos versan en general sobre algunos aspectos generales de la teoría del empresario (como lo hace Fernández Pirla, Marcos de Fuente… y Manuel Jesús González), a excepción, de Amando de Miguel y Juan J. Linz, que a partir de un análisis empírico de "psicología social" sobre los empresarios, muestran unas conclusiones personales bajo el título de "Tipos humanos y conducta empresarial" (1963). Tampoco es posible obviar la pretensión de desarrollo del pensamiento económico realizado por varios economistas españoles, durante el siglo XX, como lo realiza Flores de Lemus, Bernis… y Bermúdez Cañete, según la opinión de Juan Velarde (1974), y es proseguido de forma analítica por el "Seminario sobre pensamiento económico" en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Complutense de Madrid, dirigido por Pedro Schwartz… (como indica Luis Perdices –2004-).

Auditoria del Dr. MiguelHéctor Fernández-CarriónCentro Internacional de Estudios e Investigaciones CientíficasUniversidad Nacional de Educación a [email protected]

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"NO A LA CULTURA DEL SECRETO, SI A LA LIBERTAD DE INFORMACION"®

METODOLOGÍA E HISTORIOGRAFÍA DE LA HISTORIA DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO, DEL DR. MIGUEL HÉCTOR FERNÁNDEZ CARRIÓN

 

 

Autor:

Ing. +Licdo. Yunior Andrés Castillo S.®

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Santiago de los Caballeros,

República Dominicana,

2015.

Partes: 1, 2
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