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Maquiavelo y la religión

Enviado por cimpamar43


    1. Las obras de Maquiavelo

    El siglo XVI es del Renacimiento. El Humanismo se caracterizará por un antropocentrismo filosófico y religioso, un individualismo típicamente burgués, y el clasicismo como modelo de sabiduría. La filosofía y la religión coinciden, la primera es representación, la segunda es concepto del espíritu absoluto; tienen en común el contenido, las exigencias y los intereses. La ciencia también tiene un desarrollo importante al abandonarse la Escolástica y definirse el método científico de investigación.

    El absolutismo monárquico se impone como ideología de Estado, gracias a los juristas que salen de las universidades; principalmente las de Bolonia, Salamanca, París y Valladolid; pero también triunfa por que se extiende la doctrina del origen divino del poder de los reyes.

    Se trata de una continuación del pensamiento medieval mismo con un desplazamiento de intereses, con una mayor interioridad religiosa, más moral y menos codificada, menos definida y más abierta y tolerante.

    También es necesario destacar, que la aparición del Estado moderno, caracterizada por los monarcas absolutos que centralizan la lucha por su primacía (en lo interior, contra los señores feudales y en lo exterior, contra el pontífice y el emperador), hubiera sido imposible sin un apuntalamiento ideológico. Así, se señalan como los tres grandes jalones del absolutismo monárquico a: Maquiavelo, con su separación de la política de la moral; Bodin, con su teoría de la soberanía; y Hobbes, con su concepto de soberanía absoluta, sin límites. (Haiek,2002)

    Nicolás Maquiavelo Nació en Italia, Florencia el 3 de mayo de 1469, historiador y pensador político. Comenzó trabajando como funcionario y destacó cuando se proclamó la república en Florencia en 1498. Fue secretario de la segunda cancillería encargada de los Asuntos Exteriores y Guerra de la república. Maquiavelo realizó importantes misiones diplomáticas ante el rey francés (1504, 1510-1511), la Santa Sede (1506) y el emperador (1507-1508). En el transcurso de sus misiones diplomáticas dentro de Italia, conoció a muchos gobernantes italianos, y tuvo ocasión de estudiar sus tácticas políticas, en especial las del eclesiástico y militar César Borgia (c. 1476-1507, Era el prototipo descrito en El príncipe. Militar, político y eclesiástico italiano, nacido en Roma, hijo ilegítimo de Rodrigo Borgia, que más tarde fue el Papa Alejandro VI, en Roma durante el siglo XV. César Borgia fue un hombre sin escrúpulos, traicionero y cruel con sus rivales políticos). Y Fernando II el Católico (1452-1516), rey de Aragón (1479-1516) y, con el nombre de Fernando V, rey consorte de Castilla (1474-1516); esposo de la reina Isabel I de Castilla, por cuyo reinado conjunto sobre las dos coronas son más conocidos ambos como los Reyes Católico que en aquella época trataba de extender sus posesiones en Italia central. (R. Ridolfi, 1961).

    Entre 1503 y 1506 Maquiavelo reorganizó las defensas militares de la república de Florencia. Aunque los ejércitos mercenarios eran habituales en aquella época, él prefirió contar con el reclutamiento de tropas del lugar para asegurarse una defensa permanente y patriótica. En 1512, cuando los Medici (familia italiana de banqueros y políticos que gobernó Florencia durante cuatro siglos, Dos de los papas más destacados del renacimiento, León X y Clemente VII, fueron miembros de la familia Medici) recuperó el poder en Florencia y la república se desintegró, Maquiavelo fue privado de su cargo y encarcelado durante un tiempo por presunta conspiración. Después de su liberación, se retiró a sus propiedades cercanas a Florencia, donde escribió sus obras más importantes. A pesar de sus intentos por ganarse el favor de los Medici, nunca volvió a ocupar un cargo destacado en el gobierno. Cuando la república volvió a ser temporalmente restablecida en 1527, muchos republicanos sospecharon de sus tendencias en favor de los Medici. Murió en Florencia, el 21 de junio de ese mismo año. (R. Ridolfi, 1961).

    Maquiavelo trató de crear un Estado capaz de rechazar ataques extranjeros y afianzar su soberanía. Sus escritos tratan sobre los principios en los que se basa un Estado de este tipo y los medios para reforzarlos y mantenerlos.

    Las obras de Maquiavelo:

    El príncipe.

    Redactado en 1513, fue publicado hasta 1532, cinco años después de haber muerto su autor. Además de su interés histórico, constituye un interesante ejemplo de la prosa escrita en italiano.

    A lo largo de sus 26 capítulos, Maquiavelo propuso las condiciones que habían de caracterizar a un príncipe, entendida esta figura como la cabeza o jefe del Estado. El príncipe describe el método por el cual un gobernante puede adquirir y mantener el poder político. Este estudio, que con frecuencia ha sido considerado una defensa del despotismo y la tiranía de dirigentes como César Borgia, está basado en la creencia de Maquiavelo de que un gobernante no está atado por las normas éticas. Maquiavelo creía que estos gobernantes podían ser descubiertos mediante la deducción, a partir de las prácticas políticas de la época, así como de épocas anteriores.

    En El príncipe muestra la fuerza política que había llegado a adquirir la Iglesia y la manera como lo había logrado, estableciéndose como una potencia en el centro de Italia, obstáculo serio para la unidad. Maquiavelo designa en plural de principal – grupos étnicos eclesiásticos, pero, en realidad, se refiere a uno solo, a la Iglesia Católica. Más aún, a la Iglesia en cuanto que un principado o un reino enclavado en el centro de Italia, el Estado pontificio.

    "Al discernir acerca del triunfo del estado tiene importancia para él de manera que llega a indicar que la misma religión queda sometida al estado, si su decisión fuera la de dicelar, como el religioso en torno a un triunfo de la religión en el corazón de los hombres, la misma inexorable lógica llevaría por el camino opuesto" (Vida de Nicolás Maquiavelo, pag 179) 

    Discurso sobra la primera década de Tito Libio (1513 – 1517)

    La formulación de Maquiavelo de los principios históricos inherentes en el gobierno romano, que fue escrita a partir del 29 a.C. y publicada desde el 26 hasta el 14 d.C. Respondía al ambicioso proyecto de narrar la historia de Roma y con ello mostrar la grandeza del poder que acabó por formar un Imperio bajo el liderazgo de Augusto.

    Maquiavelo parte de los conceptos teocráticos medievales de la historia, atribuyendo hechos históricos a las necesidades de la naturaleza humana y a los caprichos de la fortuna.

    – Primer decenal. (1504) Crónica en versos de los acontecimientos en Florencia y en Italia en el decenio 1494 a 1504.

    – Segundo decenal. (1514) Crónica sucesiva que abarca los años 1505 a 1509; inconcluso.

    – De Principatibus. (1513 – 1515) Tratado de política.

    Belfagor, o El diablo que tomó esposa. (1517) Fábula.

    El asno. (1517) Pequeño poema en primera rima. Es la idea del autor de convertirse en bestia para poder atacar bestias más reales.

    Andria. (1517) Comedia, La muchacha de Andros, del dramaturgo romano Terencio, traducida al vernáculo.

    – La Mandrágora. (1518) Obra de Teatro. Una sátira mordaz y obscena sobre la corrupción de la sociedad italiana de su tiempo.

    – La vida de Castruccio Castrani (1520), una serie de poemas, y varias obras de teatro

    – Discursus ó Discursos sobre los asuntos públicos de Florencia después de la muerte de Lorenzo el joven(1520). Propuesta para una nueva constitución. Presenta la crítica es más directa y taxativa. El motivo debe ser ubicado en las relaciones entre los Médicis y la Iglesia y la esperanza que tiene Maquiavelo de que Juan de Médicis encabece la lucha por la unidad italiana. Como los Discursos no estaban destinados a la acción inmediata, puede extenderse sin inhibiciones en la crítica Las críticas que Maquiavelo le hace a la Iglesia en los Discursos giran alrededor de dos ejes: los "malos ejemplos" de la corte pontificia, por una parte, y el mantener a "Italia dividida" por otra

    Arte de la Guerra. (1521) Libro en forma de dialogo que describe las ventajas de las tropas reclutadas frente a las mercenarias

    – Historias Florentinas. (1520 – 1525) Historia desde 375 a 1492. interpreta las crónicas de la ciudad, en términos de causalidad histórica.

    – Cliza. (1525) Comedia basada en Casina del dramaturgo romano Plauto.

    – Exhortación a la penitencia. (1525 – 1527)Sermón para una cofradía.

    Contexto histórico:

    A fines del siglo XIII. El imperio estaba constituido por el denominado Sacro Imperio Romano Germánico, con centro en la actual Alemania, y el sacerdocio, por el Pontífice de Roma, señor de los Estados pontificios en el centro de Italia, con Roma de capital.

    En Italia, considerando que la Iglesia como institución no solamente religiosa, sino política, si se quería que Italia formara una nación no se podía prescindir de la Iglesia que constituía un Estado, el llamado Estado pontificio, ubicado en el centro de la península. Pero en ello tuvo precursores, entre los cuales sobresale Marsilio de Padua (1275-1343, teólogo, filósofo y teórico político italiano) a él le preocupan fundamentalmente las relaciones entre el Estado y la Iglesia. Escribe el Defensor pacis. Considera el surgimiento y desarrollo de la sociedad civil desde la naturaleza, presentando las bases de la independencia con respecto a la Iglesia. El gobierno es elegido por el pueblo y no puede haber dos cabezas, de manera que la cabeza religiosa debe ser decapitada. La segunda parte desarrolla todo lo referente al sacerdocio, es decir, a la Iglesia viéndola desde el punto de vista del poder. La Iglesia no tiene ningún poder coactivo ni en lo espiritual, ni en lo material. Por otra parte, la Iglesia está formada verissime ac proprissime por todos los fieles creyentes que profesan el nombre de Cristo, los cuales eligen a sus sacerdotes.

    En el contexto político se desarrollan la actividad y el pensamiento de Guillermo de Ockham (c. 1285-c. 1349), teólogo franciscano; considerado el mayor representante de la escuela nominalista, la más consistente y directa rival de las escuelas tomista y escotista). El centro del pensamiento y de las preocupaciones era la libertad de conciencia religiosa y de investigación en el ámbito de la filosofía y de las ciencias. Niega que al Papa le pertenezca de ninguna manera el poder absoluto tanto en materia espiritual como política. Son los albores del mundo que se agitarán convulsivamente en el renacimiento.

    La espléndida cosmovisión elaborada por Santo Tomás en el siglo anterior comienza a agrietarse seriamente. La solución dada por el aquinatense al problema de los universales como solución intermedia entre el realismo y el nominalismo, como un ente de razón con fundamento en la realidad, es cuestionada radicalmente por el nominalismo de Ockham. ( Encarta 2001).

    Pero en el siglo XIV los Papas caen bajo la órbita del rey de Francia. Se ven obligados a abandonar Roma y establecerse en Aviñón, en el sur de Francia. Allí residirán de l305 al 1378, sucediéndose Clemente V, Juan XXII, Benedicto XII y Clemente VI. El imperio se encontraba desgarrado por la lucha de la sucesión a la corona. Los pretendientes antagónicos eran Luis de Baviera y Federico de Habsburgo. Por otra parte el emperador fue excomulgado varias veces. La Iglesia era no sólo un poder espiritual, sino también material, directamente político. Era un Estado que dominaba el centro de Italia. Poseía riquezas, distribuía honores, tenía ejército propio, hacía alianzas militares. Los cardenales y los mismos Papas, se ponían al frente del ejército. Las familias nobles de Italia se disputaban el solio pontificio. (R..Ridolfi, 1961).

    En el siglo XIV la cristiandad como forma política entra en crisis. Italia se encontraba dividida en una serie de Estados. Con la modernidad surge la necesidad de la formación de estados que sean naciones, como marco político del mercado que necesita el nuevo sujeto histórico, la burguesía. En Italia y Alemania este problema de fragmentación hará que se retarden sus procesos modernizadores.

    Para Maquiavelo está claro que, mientras la religión romana, era políticamente eficaz al promover la virtù política del ciudadano, la religión cristiana en su manifestación histórica es más bien inútil e incluso nociva. La Iglesia, es decir, el poder del Pontífice romano es la causa de la intranquilidad o falta de paz que perturba a los reinos. Denuncia la doble causa de perturbación que parte de la Iglesia, el afán de poder y de riqueza. Se refiere al poder del Papa con los términos más duros. La teología con la que se pretende fundamentar el poder del Papa, la denomina "causa sofística".

    Maquiavelo se encuentra frente a lo religioso con la Iglesia sólidamente establecida no sólo como poder religioso sino también político, en el centro de Italia, y con el fenómeno religioso en general, que debía ser considerado de acuerdo a las nuevas necesidades que planteaba el fin de la Edad Media y los albores de la modernidad.

    Maquiavelo, preocupado por la unidad italiana, por el destierro de la discordia y el logro de la pacificación en una nación fuerte, próspera, unida, hereda no sólo la preocupación de Marsilio, en cuanto al motivo de intranquilidad que representa la Iglesia, sino también sus conceptos.

    Su crítica no va dirigida a la religión como tal. No sólo no está mal que los pueblos sean religiosos, para Maquiavelo. Todo lo contrario, la religión es uno de los fundamentos de la buena marcha de un Estado. El problema es la corrupción de la religión, sobre todo en su cabeza, en aquéllos que se presentan como sus pastores. Es el caso de la Iglesia que se presenta corrupta en su cabeza, en la corte pontificia.

    En sus críticas a la corte pontificia coincide Maquiavelo con Savonarola (1452-1498, predicador y reformista italiano, cuyo intento entusiasta de eliminar la corrupción terminó en martirio.) Sí bien no exactamente por los mismos motivos. El fraile quería una reforma y purificación de la Iglesia por motivos fundamentalmente religiosos, si bien los políticos no estaban ausentes. A Maquiavelo, en cambio lo religioso no le interesa, le importa cuanto influye en lo político. Maquiavelo apreció la fuerza religiosa del fraile, capaz de convencer con ello al pueblo de Florencia. Su crítica va dirigida al hecho de que ello no era suficiente. Faltaban las armas, el momento de la fuerza. Savonarola era el "profeta desarmado" que necesariamente debe sucumbir.

    Así como no bastaron las reverentes palabras que escribió el secretario en su madurez acerca de Savoranola, para hacer olvidar las irreverencias y las burlas que había tenido contra el religioso (igualmente durante mucho tiempo no pudieron remover los prejuicios inveterados ni la predilección que sentía para los pueblos que habían concertado la pureza original de la religión cristiana, ni la admiración que profesaba a quienes seguían "el ejemplo de la vida de Cristo ", a los religiosos "que seguían "seguían las huellas de San Francisco ", y a los soldados llenos de temor de dios.

    No había quien comprendiera su cristianismo sustancial (Alderisio pagina 102) y la intima religiosidad de su conciencia que se desprende de cada obra no le sirvió de nada haber escrito "así como donde hay religión presupone todo bien, así donde aquella falta presupone lo contrario (Discursos I, 12)

    Al faltar la religión, al ser ésta despreciada debido a los malos ejemplos de la cabeza, los hombres se transforman en malos. Un Estado así anda a los tumbos. Pero no es éste el mayor de los males que la Iglesia ha ocasionado a Italia, es la crítica que ya encontrábamos en Marsilio de Padua. La Iglesia, es decir, el Estado pontificio, establecido en el centro de Italia ni puede lograr la unidad italiana, poniéndola bajo su dominio, ni permite que otro lo pueda hacer.

    Con la división del imperio romano y la desaparición del imperio de occidente, en el siglo IV, la Iglesia quedó como heredera de su poder. Frente a la anarquía reinante, fueron tanto el obispo de Roma como el de Milán o el de Hipona los garantes del orden y la paz. El obispo de Roma, la capital del fenecido imperio, fue acumulando poder religioso, político y económico. Comienza a formarse un Estado eclesiástico, desconocido en la historia

    En el siglo XV el Estado pontificio o Estado de la Iglesia era débil. No hubiera podido ser el obstáculo a la unidad italiana que Maquiavelo presenta. Pero en el siglo XVI adquiere la fuerza necesaria para serlo, debido a la acción de dos Papas, Alejandro VI y Julio II.

    Alejandro VI empleó el dinero y la fuerza en favor de su hijo César Borgia. Si bien el Papa no buscaba directamente el engrandecimiento de la Iglesia sino el de su hijo, finalmente las conquistas que éste, con el auxilio papal, realizó, redundaron en bien de la Iglesia, sobre todo por la habilidad política de Julio II que, tras el breve pontificado de Paulo III, se ciñó la tiara pontificia. Julio II es el verdadero artífice del poder de la Iglesia en el siglo XVI. La Romana, el territorio que había conquistado César Borgia, queda incorporado a la Iglesia.

    Maquiavelo y su concepción de religión pretende presentar los fundamentos de una república ya establecida. En una república tal la religión figura, al lado de las leyes buenas y de la milicia nacional, como su fundamento. Maquiavelo no sólo no fue un hombre religioso, sino que la experiencia religiosa no parece haber sido en ningún momento parte de su evolución personal. Ello no significa que Maquiavelo fuese ateo. De hecho se consta que se confesó antes de morir. Maquiavelo no sólo no excluye la religión de la consolidación, conservación y buena marcha del Estado, sino que la exige. Hace de la religión un tratamiento sociológico – político. Le interesa la religión como fenómeno sociológico que debe ser tenido en cuenta si se quiere conservar y perfeccionar el Estado. Se adelanta en esto a Rousseau y a Hegel. No se trata tampoco de cualquier religión, sino de la que corresponde al Estado en cuestión. Tampoco se trata de una única religión que se debería implantar, como podría ser el cristianismo, sino de la religión que profesa en el Estado en cuestión. La religión pertenece a la identidad de un determinado Estado. Para los ciudadanos forma parte fundamental de su identidad. La pérdida de la experiencia religiosa deviene pérdida de la propia identidad. Por ello se requiere cuidar todo lo referente a lo religioso.

    Maquiavelo ve a la religión como fundamental para mantener el orden social, cumple con una función educativa. Las buenas leyes deben fundarse en la religión, pues son las convicciones religiosas las que aseguran su cumplimiento por parte de los ciudadanos.

    Los ciudadanos se sentían rigurosamente atados por sus juramentos en tanto creían en sus dioses, esto es, en cuanto su religión respondía, efectivamente, a su experiencia religiosa. Ello quiere decir que no inventó una religión, ni la importó, sino que pulió, desarrolló y cuidó aquélla que constituía un momento fundamental de su identidad.

    Cuando la religión forma parte de la identidad de un pueblo, el faltar a los juramentos que se hacen en nombre de la religión, o sea, de sus dioses, es faltarse a sí mismos, es traicionarse. Los juramentos constituyen, de esa manera, una base sólida para la construcción y el mantenimiento del orden social. Por eso persiste la práctica de los "votos" en las órdenes religiosas.

    La preocupación por los ejércitos fue una constante en la práctica y en las reflexiones de Maquiavelo. Observador agudo de todas los problemas sociales, políticos y militares, cuestionó siempre la utilización de ejércitos mercenarios como era costumbre. No cesaba de recomendar la formación de un ejército de tal manera que éstas, junto con las buenas leyes y la religión constituyeran los verdaderos fundamentos de un Estado sano.

    Pero el ejercito para cumplir realmente con su misión, debe tener fundamento religioso. La religión es, pues, el medio más eficaz para asegurar la disciplina militar, tan necesaria para la buena marcha del Estado, y tan destruida en los ejércitos mercenarios que empleaban los principados y repúblicas italianas, y entre ellas, Florencia. Los soldados están casi naturalmente inclinados al pillaje, al desorden.

    La religión y el despotismo en Maquiavelo: Se lo conoce, en consecuencia, como autor de los gobiernos absolutistas, autoritarios e incluso despóticos. El arsenal de sentencias sacadas de dicha obra que fundamentan lo que se conoce como "maquiavelismo" justificaría tal interpretación. Maquiavelo fue "maquiavélico", partidario de un gobierno despótico, dispuesto a utilizar cualquier medio para hacerse del poder y ejercitarlo sin ningún escrúpulo ni participación popular.

    Sin embargo, ello se contradice con su práctica. Efectivamente, él no sirvió a un principado sino a una república. La fuente principal de su grandeza se encontraba en el pueblo, no en la nobleza, porque entre la nobleza y la clase popular Maquiavelo se manifiesta con claridad y sin ambivalencias por la última.

    En consecuencia, la guardia de la libertad debe estar en manos del pueblo y no de la nobleza. Ello fue lo que hizo la república romana mediante la institución de los tribunos de la plebe. Una de las amenazas de la libertad, que es esencial a la república, la constituyen los nobles que suelen ocasionar "grandísimos desórdenes" ya sea por el miedo a perder sus riquezas, ya por el deseo de aumentarlas.

    Otra de las amenazas es la del despotismo, tan frecuente en la Italia de Maquiavelo. El despotismo destruye la libertad, de manera que la república debe buscar todos los medios necesarios para protegerse de él. Entre esos medios el principal para Maquiavelo, es la religión.

    "La religión fue, pues, uno de los fundamentos de la grandeza de la república romana. No sólo sino que también fue la defensa principal de la libertad en contra del despotismo, pues "… cuando falta el temor a Dios, el estado perece o vive solamente por el temor a un príncipe, temor que suple la falta de religión…" (1971[a]: p. 83)

    La alternativa, pues, es o temor a un príncipe y, en consecuencia, despotismo, o temor a Dios y, por lo tanto, observancia de las leyes de la república que se fundamentan religiosamente.". (Rumbeen Dri).

    Algunos filósofos en forma generalizada consideran la religión como:

    San Agustín:. Afirmaba que la fe religiosa y el entendimiento filosófico obran como complementarios en lugar de ser opuestos. Al igual que los neoplatónicos, consideraba el alma una forma más elevada de la existencia que el cuerpo y mantuvo que el conocimiento consiste en la contemplación de las ideas que han sido depuradas tanto de sensaciones como de imágenes.

    Martín Lutero es el gran impulsor de la reforma de la Iglesia. Su conflicto con el papado se concreta en la crisis de las indulgencias. Lutero considera que la salvación sólo se consigue a través de la Fe. Lutero encuentra el apoyo de los príncipes alemanes, ya que les da poder sobre la Iglesia. Lutero sostuvo que Dios actúa sobre los seres humanos a través de la ley y de los Evangelios. Para Lutero, la ley cumple dos funciones. Permite a los seres humanos mantener cierto orden en su mundo, su comunidad y sus propias vidas a pesar del profundo alejamiento de Dios, del mundo, de sus semejantes y de sí mismos provocado por el pecado original que introdujo el mal radical. Además, la ley acerca a los seres humanos a Cristo por la necesidad del perdón de los pecados.

    Calvino es otro de los reformadores de la Iglesia. Las diferencias más notables son: su creencia en la predestinación, y que hay que demostrar con los actos que se es digno de Salvación. Según Calvino, la Biblia especificaba la naturaleza de la teología y de todas las instituciones humanas. Por eso, sus exposiciones doctrinales comenzaban y concluían en las Escrituras, aunque citaba con frecuencia a los Padres de la Iglesia y a importantes pensadores católicos medievales. Pretendió minimizar la especulación sobre los temas divinos y acercarse, en cambio, a la Palabra de Dios. También exhortó a la Iglesia para que recuperara su vitalidad y pureza originales.

    Que dijeron otros sobre él:

    Campanella toma en cuenta a Maquiavelo como el promotor del utilitarismo religioso. Ya que consideraba que el maquiavelismo había rebajado a la religión a un simple instrumentum regni. Contrario a su opinión de religión la cual la consideraba como el alma de la comunidad política, el principio vivificante de la unidad social.

    Para Campanella la religión consistía en el afán de las criaturas para por volver al seno de Dios contrario a este Maquiavelo había tenido sólo en cuenta el movimiento egocéntrico. Según Campanella, Maquiavelo se equivoco ya que veía en el afán de poder la única forma de obrar humano y en el arbitrio la forma de dirigir los acontecimientos humanos. Campanella toma en cuenta que en todos los ambitos tambien en el político el pensamiento se ha de conciderar siempre el conjunto de los hechos y su última fuente que es Dios. Maquiavelo carecía de esta visión omni comprensiva de la realidad. (Truyul,1968).

    Arendt, Hannah "La bondad por lo tanto, como consistente forma de vida, no es solo imposible dentro de los confines de la esfera pública, sino que incluso es destructiva. Quizá nadie ha comprendido tan agudamente como Maquiavelo esta ruinosa cualidad de ser bueno, quien en un famoso párrafo, sé atrevió a enseñar a los "como no ser bueno" (El Príncipe capítulo 15). Resulta innecesario añadir que no quiso decir que a los hombres se les debe enseñar a ser malos; el acto criminal, si bien por otras razones, también ha de huir por ser visto y oído por los demás. El criterio de Maquiavelo para la acción política era la gloria, el mismo que en la antigüedad clásica, y la maldad no puede brillar más gloriosa que la bondad. Por lo tanto, todos los métodos que lleven a "ganar más poder que gloria"(ibid.cap8) son malos. La maldad que surge de lo a culto es impúdica y destruye directamente al mundo común; la bondad que surge de lo oculto y asume un papel público ya no es buena, sino corrupta en sus propios términos y llevará la corrupción a cualquier sitio donde valla. Así para Maquiavelo, la razón por la que la iglesia estuviera corruptora influencia en la política italiana se debía a su participación en los asuntos seculares como tales y no a la corrupción individual de obispos y prelados. Para él, la alternativa la alternativa planteada por el problema del dominio religioso sobre la esfera secular era ineludiblemente ésta: o la esfera pública corrompía el cuerpo religioso no se corrompía y destruía por completo la esfera pública. Así, pues, a los ojos de Maquiavelo, una iglesia reformada era aun más peligrosa, y seguía con gran respeta y con mayor aprensión el renacimiento religioso de su tiempo, las "nuevas ordenen "que para "salvar a la religión de quedar destruida por la disipación de los prelados y jerarquías de la iglesia "enseñaban al pueblo a ser bueno y a no "resistir al mal" con el resultado de que "los perversos gobernantes hacen todo el mal que les place" (Los discursos, libro III, cap1). (Hannah, 1993. PG 82).

    Maquiavelo es un gran pensador que en sus razonamientos ha abarcado campos que en su época eran totalmente revolucionarios por lo cual conciderarlo un hombre audaz y brillante en todos los sentidos. Fue reconocido en el pasado, es grandemente estudiado en el presente y lo será en el futuro.

    Bibliografía.

    Antonio Truyul. Dante y campanella, dos visiones de una sociedad mundial. Editorial Técnos,1968.

    Arendt, Hannah. La condición humana. Paidón, 1993.

    Enciclopedia® Microsoft® Encarta 2001. © 1993-2000 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

    Maquiavelo Discursos

    Maquiavelo, n. El príncipe Ed. Planeta, Barcelona

    R..Ridolfi . Vida de Nicolás Maquiavelo. Editorial renacimiento S.A,Mexico,1961.

    Rumbeen Dri La religión en la concepción política de Maquiavelo. Universidad de Buenos Aires http://168.96.200.17/ar/libros/maquiavelo/dri.pdf.

    Spinoza Tractatus theologico politicus. 1670.

    www.monografias.com. Eduardo l. Haiek Nicolás Maquiavelo Universidad Nacional de La Rioja, 2002.

     

    Cindy Murillo Artavia

    UNIVERSIDAD DE COSTA RICA.

    ESCUELA DE EFILOSOFÍA