- Introducción
- Información externa
- Información interna
- Resumen
- Personajes
- Espacio
- Estructura
- Comentario acerca de la obra
- Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
Uno de los fenómenos sociales más importantes acontecidos en el Perú de las últimas décadas ha sido la migración masiva del campo a la ciudad. Esta migración cambió sustancialmente y de manera irreversible la fisonomía de la ciudad y el campo, dando origen a nuevos espacios sociales donde confluyen lo andino y lo criollo. La narrativa peruana no ha permanecido al margen de estos fenómenos. Muchos son los narradores que han escrito sobre el Ande y sus transformaciones. En un principio, los escritores se concentraron en la descripción de eventos externos, fieles a la tradición de la narrativa realista decimonónica para luego pasar al análisis del desgarramiento que genera el proceso migratorio en los personajes y sus historias. Mientras la primera narrativa arguediana presentaba sociedades duales y antagónicas, la narrativa actual explora la multiplicidad cultural de la sociedad peruana y cuestiona lo que significa vivir entre realidades diferentes.
Este es el caso de Zeín Zorrilla para quien la devastación de la gran sociedad feudal es el gran tema, la migración y la búsqueda de un nuevo orden para los espíritus y para la sociedad son los otros temas. En el cruce de ellos se hallan los personajes; desgarrados unos, festejando con euforia sus magros triunfos los otros. Identidades en crisis y recomposición, actuando sobre la sociedad-feudal de los Andes unas veces, sobre las ruinas de una Lima colonialista en otras.
En ese sentido, el presente trabajo, con el objetivo de contribuir en la investigación literaria, abordará, de un modo claro y coherente, todo lo concerniente a Zein Zorrilla , de quien se tratará su vida y su trascendencia literaria, y a la vez se hará un análisis y comentario sobre una de sus novelas recientemente publicada: "CARRETERA AL PURGATORIO".
Información externa
TÍTULO
DENOTATIVO
Desde el punto de vista denotativo "CARRETERA AL PURGATORIO" es una frase nominal.
CONNOTATIVO
En este punto cabe precisar que "purgatorio" desde la concepción católica es el lugar en el que las almas purifican sus culpas para alcanzar el paraíso.
En ese sentido, desde el punto de vista connotativo "CARRETERA AL PURGATORIO" refleja los sucesos que vienen ocurriendo en la realidad nacional: un huaico es una propuesta de cambio, de limpieza; luego de la caída de un huaico viene la "limpia" de la carretera, la purga del camino por el que conduciremos nuestro porvenir. Asimismo, el título connotativo refiere la reflexión y la toma de conciencia de Ciro Sotomayor (quien verá transformados en adelante su vida y pensamiento con la noticia de los cambios en su tierra de origen).
BIOGRAFÍA DEL AUTOR
Destacado exponente de la actual narrativa peruana, Zein Zorrilla, ingeniero minero de profesión, nació en Tayacaja (Huancavelica, Perú), el 21 de setiembre de 1951.
"Nacido en un hogar mestizo de las serranías y acunado en una hacienda del Bajo Mantaro, al pie de las comunidades indias de Chopqa y Paucará, descubrí los libros y los usos de Occidente por obra de mi abuela mestiza doña Ana Agüero. Mas la suerte me deparó otra abuela, doña Carmen Bendezú, india por sus cuatro lados. Por ella descubrí la música india –no el huayno mestizo de García Zárate, no los yaravíes y mulizas de las hermanitas Sánchez de Huancavelica, sino la otra, que hallaría su más lograda expresión en las voces y guitarras de "El Trío Amanecer" y en la desgarrada voz de "La Calandria del Sur" de "Condemayta de Acomayo" y en la hirviente voz de la finada "Huerfanita de Apurímac"
Ambas abuelas fueron responsables de mi educación. Doña Ana vestida al estilo sastre y con pañuelo de seda al cuello, doña Carmen luciendo pollera y monillo indio de lentejuelas; doña Ana ataviada con peineta y moño a la nuca, doña Carmen con dos gruesas trenzas; doña Ana exigiéndome perfeccionar mi español, doña Carmen inculcándome el dulce quechua de los indios de su original Allato y Huayllay. Las dos son finadas hoy, mas aquí se halla su obra, el producto de sus miedos y sus esperanzas. Por realizar los sueños de la abuela mestiza me hice ingeniero; en afán de convertirme en el guapo violinista que la abuela india se empeñó en hacer de mí, es que me hago escritor"[1].
Ha publicado en editoriales peruanas el cuentario ¡Oh Generación! (1988), las novelas Dos más por Charly (1996) y Las mellizas de Huaguil (1999) y los ensayos Un miraflorino en París. Ribeyro: la tortuosa búsqueda del Craft (1998) y Vargas Llosa y su demonio mayor: la sombra del padre (2000). En la actualidad, tiene un nuevo cuentario en preparación, así como una novela (La doncella) y un ensayo titulado Hija de Bergman y Kurosawa, nieta de Balzac: la novela del siglo XXI. Carretera al Purgatorio es la novela ganadora de la I Edición del Premio Internacional de Novela "La ciudad y los perros", patrocinada por esta casa.
No hay duda que la narrativa de Zeín Zorrilla encarna la búsqueda de la identidad del peruano de hoy. Esta búsqueda representa una permanente reflexión acerca de lo que constituye vivir en sociedades en transformación, caracterizadas por mundos disímiles como lo son el andino y el occidental. En toda su obra el tema es siempre el mismo: el choque cultural que sufren muchos migrantes provincianos y los problemas de adaptación e inserción en el nuevo escenario. Las alternativas de identidad que se le presentan al peruano de hoy son claras: o somos leales al Ande o nos aventamos a una occidentalización sin freno. Sin embargo, como hemos podido apreciar, la mayoría de los personajes de Zorrilla enfrentan de manera dolorosa su identidad: son sujetos escindidos, incapaces de hallar una síntesis o integración de las dos vertientes culturales que los tensionan.
OBRAS
CUENTOS
NOVELAS
Dos más por Charly (1996)
Las mellizas de Huaguil (1999)
Carretera al purgatorio (2003).
ENSAYOS
Los ensayos Un miraflorino en París.
Ribeyro: la tortuosa búsqueda del Craft (1998)
Vargas Llosa y su demonio mayor: la sombra del padre (2000).
La novela andina: tres manifiestos (2004)
De toda su producción literaria, vale destacar sus tres novelas: Dos más por Charly (1996), Las melizas de Huaguil (1999) y Carretera al purgatorio (2003). Cuba Cronkleton (2006) señala que en estas obras el autor aborda de diferentes maneras, el tema de la transformación de las sociedades andinas, sociedades que están pasando del feudalismo al capitalismo. Sin embargo, no trata de presentar los cambios profundos que se están produciendo en la realidad socio-económica y cultural de la sierra andina peruana como lo hiciera el escritor José María Arguedas en su conocida obra Todas las sangres. Más bien, lo que busca es adentrarse en las modificaciones de la identidad que se vienen produciendo en la sociedad peruana de las últimas décadas y diseñar el perfil del hombre nuevo, del peruano de hoy.
Información interna
DATOS INFORMATIVOS
La novela tuvo varios nombres mientras se escribía: en un comienzo se llamó "Carretera a Ingahuasi", luego "Ingahuasi", después "Carretera de dos fortunas" y finalmente Carretera al Purgatorio. Con este título se presentó el libro al Premio de Novela.
El peruano Zein Zorrilla ganó el Primer Premio Internacional de Novela La Ciudad y Los Perros, mientras que el cubano Reinaldo Bragado quedó como finalista, según informaron los organizadores del concurso. Zorrilla, nacido en 1951, logró el galardón con una obra titulada "Carretera al Purgatorio" y que presentó bajo el pseudónimo de Tony Flags. Entre tanto, el jurado determinó como finalista a Bragado por la novela "La muerte sin remitente". Bragado, que presentó su libro bajo el pseudónimo de Oscar Rivera, es redactor de un canal de televisión en Miami. De acuerdo con los organizadores, ambas obras fueron seleccionadas de entre más de 40 novelas que entraron al concurso convocado por el Instituto Cultural Iberoamericano Mario Vargas Llosa.
Resumen
La historia comienza una noche del mes de febrero , cuando Ciro Sotomayor recibe una carta de su padre: Gamaniel Sotomayor, un hombre aferrado a las antiguas costumbres de los hacendados tiránicos. En la carta, Gamaniel le pide que vaya a visitarlo a Ingahuasi con la finalidad de arreglar asuntos relacionados con la tierra. Antes de viajar, Ciro va donde sus dos hermanos, Helen y Marcos, ambos fracasados en sus proyectos vitales (arribista, el de la hermana, revolucionario, el del hermano), quienes prefieren no acompañarlo en la travesía de retorno. Su viaje a la sierra se ve interrumpido por una avalancha que destruye un tramo de la carretera por dos días y permite que Ciro se reencuentre con Jessica, un amor de juventud. Si bien ambos tienen un origen común, enfrentan la vida de modo diferente. Y es allí donde reside el conflicto mayor, en la falta de sintonía de ambos, en las posturas diferentes que tiene cada uno frente a los desafíos planteados por el mundo moderno. Ella, convertida ahora en toda una mujer, independiente y hasta un poco cínica, está embarcada en el mundo moderno y sus vicisitudes; él, por su parte, sigue mirando atrás y añorando tiempos pasados. Luego de un deslumbramiento inicial ambos se dan cuenta que no son los mismos de antes. Ciro va descubriendo que Jessica no es la niña que fue, sino una mujer que ha entendido rápidamente cómo funcionan las cosas en la ciudad. Jessica, por su parte, se percata que Ciro sigue viviendo en el pasado, lo que le impide salir adelante y brindarle todo lo que ella quisiera merecer y lograr en esta sociedad occidental. Ciro toma conciencia que pertenece a un mundo feudal desaparecido, y que en la adaptación al mundo moderno que las circunstancias le exigen, Jessica le ha sacado una gran ventaja. Se trata de una relación sin futuro.
Luego de platicar con Jessica, Ciro tiene que interactuar con los jóvenes del nuevo Ingahuasi; jóvenes que han nacido después de la reforma agraria y que se mueven fluidamente entre el campo y la ciudad. Ciro ha arreglado el tractor que puede despejar el camino al ómnibus donde viaja. En la cantina, que está a la orilla de la carretera, se produce la siguiente situación:"Un mozo de labios renegridos de coca y ojos encendidos por el licor brota del rincón de la música y descarga sobre el mostrador su mano adornada por anillos de cobre.-¿Así que este guapo cholo reparó el motor, no? –Se dirige hacia las sombras de donde viene la música-. ¿No tenemos un traguito para el maestro? ¿O va a tomar puro ron? No pues, oy. No sean tacaños. Estos indios lisos no saben lo que es la gratitud.Ciro conoce el tono burlón. Lo usan los provincianos cuando se parodian a sí mismos. Simulan ser indios llegados a la ciudad, desubican a los criollos y los contraatacan. Es una forma de decir: soy varios hombres a la vez en uno solo y me comportó según la necesidad." (p.109)Se instaura entonces un ambiente tenso. Más tarde cuando Ciro pretende invitar y pide el servicio de alguien para que compre el trago, se produce el siguiente diálogo:
"- Invitar, si –dice Ciro- . Ahora me toca-Entonces compra tu trago. Anda a comprar tu mismo. ¿Por qué tienes que mandar?- Ciro se humedece los labios.- Está bien no hay problema. Yo voy a comprar.- El que quiere invitar, compra su trago. Aquí nadie es peón de nadie. ¿Está claro?…- Misti maldito… ¿Qué quieres? ¿Mandar también aquí?…- Perros. Todos familia Sotomayor yo hago polvo. Grande y chico como mala hierba yo arranco"Es un hecho que los jóvenes no conocen personalmente a Ciro pero de inmediato lo catalogan de misti; entonces de sus entrañas nace un rencor atávico. Ciro representa una realidad que ellos no han vivido pero que odian con toda la fuerza de su ser. Y es que frente al "misti" ellos son otra vez los "siervos". Los indios que tienen que obedecer. Pero Ciro no pretende ser un "mandón". Sucede que su presencia evoca en los jóvenes el "fantasma del patrón", la ira y el resentimiento. Esos jóvenes que "son varias cosas a la vez", que abandonaron la serranía pero que "aprendieron en la ciudad los usos mestizos y ahora vuelven a lucir su éxito en la fiesta del pueblo" se sienten todavía víctimas del abuso que sufrieron sus padres. Han recibido como legado una "herencia de rabia".Más tarde un viejo campesino le explica la situación a Ciro:"Los padres de esos muchachos eran tus sirvientes, pero ellos ya no lo son. No puedes buscarlos y ordenar.Yo no ordené¿Eso crees? Fíjate pues. Yo pasaba de casualidad por allí y vi que ordenabas…Amablemente pero ordenabas…Los padres de esos chicos se rajaron el lomo en Ingahuasi, y también los abuelos. Por ello les eriza recordar aquel tiempo. Y tu apellido se lo ha recordado; tu presencia más aún.Fue sin quererEs que mandar está en ti, y ni cuenta te das…"
Si bien la trama de Carretera al purgatorio está planteada como una historia de amor, ésta es sólo una excusa para mostrar una sociedad atravesando profundos cambios, una sociedad agraria en doloroso tránsito a la modernidad. El escenario humano de fondo es de transformación, gentes que migran de uno a otro estadio cultural con variada suerte. A pesar de ser diferentes, todos los personajes tienen algo en común: ilustran una serie de facetas de la decadencia agraria y subrayan la idea de un mundo desaparecido para el cual ya no hay cabida, y por lo tanto, hay que olvidar. Don Dagoberto, por ejemplo, es un ex-acaparador de granos que afectado por la ruina del agro, ha decidido venderlo todo después de veintiún años y empezar un nuevo negocio vendiendo materiales de construcción. Aunque en un principio se resistió a reconocer los cambios provocados por la reforma agraria "atrincherándose tras la balanza de la plataforma y los sacos de maíz" (60), ahora es conciente de que tiene que adaptarse a los nuevos tiempos. Sin embargo, no puede deslindarse de sus creencias y su pasado: va a la fiesta a regalarle a la virgen unos castillones y un manto para que lo ampare en el nuevo negocio. Lili, por su parte, es una enfermera técnica para quien el matrimonio de su sobrina representa un triunfo personal. Por un lado, ha logrado imponerse ante sus compadres quienes la habían humillado cuando apenas había llegado a la capital y se desempeñaba como empleada doméstica. Por otro, le ofrece la oportunidad de demostrarle a todos sus paisanos de cómo ha triunfado en la ciudad, de cómo ella si pudo hacer su sueño realidad. No obstante, a pesar de sus logros, ella es conciente de que en Lima son aún forasteros "En Lima no somos nada. Unos cholitos de la sierra, gente de relleno. Nada más" (47). Jon William por su parte, es un indiecito de dieciséis años en pleno tránsito a la adultez que viste una blusa verde brillante y botines que resuenan cuando camina, símbolos de la modernización que ya ha hecho su entrada a los Andes peruanos.
El huayco que interrumpe el viaje por unos días también le permite descubrir a Ciro que el pasado que él había conocido y en el que él había estado viviendo ya no existe. Ingahuasi es ahora Los Angeles de Ingahuasi y la hacienda de sus antepasados no es más que una hacienda en ruinas, una sombra de lo que fue. El primer personaje que le permite concientizarse de los cambios es Arroyo, un viejo que les brinda techo a Ciro y a Jessica el primer día del huayco cuando ella "toma la decisión" de pasar al otro lado. El viejo que en otros tiempos fuera dueño de la hacienda La Ponderosa pasó después de la reforma, se ha convertido en el dueño de una simple casa y una huerta. Le describe a Ciro el Ingahuasi de antes, en pleno furor de la feudalidad y también el otro Ingahuasi, el de hoy, que Ciro tampoco ha conocido. Conce Rojas es otro personaje importante que igualmente da cuenta de las transformaciones experimentadas en la sierra peruana. Es a través de él que Ciro se entera de que la hacienda de su padre y los privilegios a los que él había estado acostumbrado no existen más y de cómo la reforma agraria dejó sin tierra y sin propiedad a su padre. Al igual que la madre de Inés en Las mellizas de Huaguil, Gamaniel había tratado de solucionar su situación con "amigos" pero pronto se dio cuenta que los apellidos y los contactos ya nada valían, y que "cualquier sapo vale más que un Sotomayor" (120), viéndose por lo tanto obligado a aceptar que ahora sea una de las hijas las que mantiene el hogar. Es también a través de Conce Rojas, que Ciro descubre que su padre ha muerto muchos meses antes. Sin embargo, los personajes que revelan el cambio de manera dramática son los Cotay, indios que aún recuerdan con resentimiento los abusos sufridos en la hacienda de Gamaniel. Al enterarse de que Ciro es un Sotomayor, no tienen problema alguno en enfrentarlo y gritarle a la cara los delitos cometidos por el padre. Pero los tiempos han cambiado. Hoy son ellos los dueños de Los Angeles.
Existen otros personajes, que aunque menos importantes permiten apreciar otra faceta de las sociedades andinas o sus migrantes. Marco, por ejemplo, el hermano de Ciro, es un hombre que en otros tiempos buscó la destrucción de la hacienda como institución. Hoy no es más que un guerrillero arrepentido, un hombre de lomo arqueado que ha renunciado a sus sueños y vive ahora con una mujer de otro nivel, una indiecita del valle, borracha y lavandera que le ha dado tres hijos. Su vida va cuesta abajo: incapaz de llevar con dignidad su fracaso, no encuentra el valor para acompañar a Ciro y enfrentar al padre. La hermana de Ciro, por su parte, partió a Alemania en busca de un futuro mejor. Al igual que Rosaura en Las mellizas de Huaguil, se cambió el nombre, evidenciando una vez más esa necesidad del migrante de construirse una nueva identidad, una identidad que lo deslinde de su pasado indígena y le permita acceder al mundo moderno de hoy. La Helen de antes sin embargo no es la misma de hoy y anticipando una posible humillación, se niega a acudir al lecho del padre enfermo.
Al final de la novela Ciro en realidad nunca llegará a Ingahuasi, pues sabe que es inútil seguir viajando puesto que todo lo que él había conocido y le era familiar ya no existe.
TEMAS
La devastación de la gran sociedad feudal de la sierra central como consecuencia de la reforma agraria.
La occidentalización del ande peruano.
El viaje interrumpido por un huayco que destruye un tramo de la carretera que conduce a Ingahuasi.
El resentimiento filial: expresado en Helen y Marcos Sotomayor, quienes muestran su falta de reparo por su padre don Gamaniel, al no querer viajar a visitarlo, pese a que sabían que él yacía enfermo.
La actitud pesimista y conformista: expresado en Marcos Sotomayor, el revolucionario fracasado.
La devoción religiosa: expresado en don Dagoberto, un antiguo empresario en el rubro de los granos.
El problema de la identidad cultural expresada en Helen, Lilí y los jóvenes ingahuasinos, quienes deciden deslindarse de sus raíces para acceder a la modernidad de la urbe y hacerse un buen futuro en ella.
La situación de menoscabo que viven Arroyo y su esposa en La Ponderosa, una hacienda venida a menos.
El total desinterés en el ande y en los asuntos de su padre por parte de Helen, hermana de Ciro, quien, establecida en Lima y luego de experimentar una vida turbulenta en Alemania, ve la posibilidad del retorno al hogar como totalmente ajena a su nuevo esquema de vida.
La acaecida experiencia en las guerrillas de Marcos, el hermano de Sotomayor.
El complejo de inferioridad
La automarginación
La lluvia, el huayco y otros fenómenos meteorológicos.
La descripción de la naturaleza.
La impaciencia y la desesperación de los pasajeros a causa del huayco.
La añoranza de Jessica y Ciro sobre su relación sentimental.
El deseo de superación y del éxito personal.
La muerte de don Gamaniel y su esposa.
La ruina de los hacendados como consecuencia de la reforma agraria.
La hospitalidad
La subversión
La indolencia paterna
La locura de Samuel, tío de Ciro
La fiesta popular en el camino interrumpido
El resentimiento de los jóvenes ingahuasinos con los hacendados
Reencuentro de Sotomayor con Jessica
El amor de la adolescencia
La obstinación de Don Gamaniel Sotomayor en recuperar su hacienda.
La muerte de don Gamaniel Sotomayor
Los recuerdos que los choferes hacen de sus aventuras por las carreteras de la sierra peruana.
La imprudencia del Puma, un chofer que se osa a cruzar la carretera recientemente reparada y que al hacerlo hunde su bus en el lodo.
La penetración de la modernidad en Ingahuasi
La alienación de los ingahuasinos
El resentimiento y la antipatía de los indios Cotay hacia los hacendados.
El rechazo que sufre Ciro de parte de Jéssica, pues ella considera que él no sería capaz de darle la gran vida moderna que tanto ansía.
La decisión de Ciro de retornar a Lima, pues se entera de que la hacienda de su padre ya no existe más.
Personajes
PRINCIPALES
CIRO SOTOMAYOR: hombre de 30 años dueño de un pequeño taller automotor en Lima. Este personaje vive encasillado en el pasado, pues añora la vida campestre y aun cultiva los usos costumbres del habitante andino; asimismo no tiene interés por adaptarse a la modernidad ni buscarse un buen futuro en la gran Lima, ya que todavía piensa que el poder económico reside en las grandes extensiones de tierra, pero las haciendas y los terratenientes ya han desaparecido como resultado de la reforma agraria, así que Ciro tiene que aceptar la realidad y tomar un nuevo rumbo en su vida.
JESSICA: Hermosa mujer natural de Ingahuasi que tiene grandes aspiraciones en la vida, pues con esfuerzo y perseverancia poco a poco irá cosechando muchos triunfos en la urbe. Este personaje se caracteriza por poseer ideas progresistas, por tener metas claramente definidas y gracias a ello logrará concretar sus aspiraciones.
SECUNDARIOS
DON DAGOBERTO: un ex-acaparador de granos que afectado por la ruina del agro, ha decidido venderlo todo después de veintiún años y empezar un nuevo negocio vendiendo materiales de construcción. Obedeciendo a sus creencia religiosas va a la fiesta de Ingahuasi a regalarle a la virgen unos castillones y un manto para que lo ampare en el nuevo negocio.
Lili ( Bartola): ex empleada de la hacienda Ingahuasi. Es una enfermera técnica para quien el matrimonio de su sobrina representa un triunfo personal. Por un lado, ha logrado imponerse ante sus compadres quienes la habían humillado cuando apenas había llegado a la capital y se desempeñaba como empleada doméstica. Por otro, le ofrece la oportunidad de demostrarle a todos sus paisanos de cómo ha triunfado en la ciudad, de cómo ella si pudo hacer su sueño realidad. No obstante, a pesar de sus logros, ella es consciente de que en Lima son aún forasteros "En Lima no somos nada. Unos cholitos de la sierra, gente de relleno. Nada más" (47).
EL VIEJO ARROYO: expropietario de la hacienda La Ponderosa, la que con la reforma agraria se convirtió en una simple casa y una huerta. Le describe a Ciro el Ingahuasi de antes, en pleno furor de la feudalidad y también el otro Ingahuasi, el de hoy, que Ciro tampoco ha conocido.
GAMANIEL SOTOMAYOR: Ex dueño de la hacienda Ingahuasi. Hombre despótico, abusivo y temido de ebrio, pero decente y respetado de sobrio. Intentará recuperar su hacienda a toda costa, pero no lo logrará, más bien en su intento hallará la muerte.
CONCE ROJAS: antiguo hortelano de la hacienda de Ingahuasi. Es otro personaje importante que igualmente da cuenta de las transformaciones experimentadas en la sierra peruana.
JON WILLIAM: es un indiecito de dieciséis años en pleno tránsito a la adultez que viste una blusa verde brillante y botines que resuenan cuando camina, símbolos de la modernización que ya ha hecho su entrada a los Andes peruanos.
MARCO SOTOMAYOR: el hermano de Ciro, es un hombre que en otros tiempos buscó la destrucción de la hacienda como institución. Hoy no es más que un guerrillero arrepentido, un hombre de lomo arqueado que ha renunciado a sus sueños y vive ahora con una mujer de otro nivel, una indiecita del valle, borracha y lavandera que le ha dado tres hijos. Su vida va cuesta abajo: incapaz de llevar con dignidad su fracaso, no encuentra el valor para acompañar a Ciro y enfrentar al padre.
HELEN CAMPODÓNICO (Elena Sotomayor): es la hermana de Ciro, quien partió a Alemania en busca de un futuro mejor. Es el símbolo de la crisis de identidad, pues se cambia el nombre, evidenciando una vez más esa necesidad del migrante de construirse una nueva identidad, una identidad que lo deslinde de su pasado indígena y le permita acceder al mundo moderno de hoy.
CARMELA: esposa del viejo Arroyo.
PÍO CONDE: ingahuasino resentido con los hacendados. Es quien insulta e intenta golpear a Ciro Sotomayor al considerarlo un "perro misti" descendiente de un hacendado.
EL PUMA, MILAGRITOS, GUILLERMO, EL NEGRO, ETC.: choferes y ayudantes de buses interprovinciales.
Espacio
A) MACROCOSMO
Huancavelica departamento de la sierra central del país.
B) MICROCOSMO
Las acciones de la obra se desarrollan en diferentes escenarios de la sierra central y parte de Lima:
La casa de Ciro Sotomayor
El Balneario de Barranco
Huancayo
Ingahuasi o Los Ángeles
La carretera interrumpida por el huayco
La ex hacienda Ponderosa
La pampa de los guarangos
Etc.
TIEMPO
A) CRONOLÓGICO
Las acciones de la obra transcurren en cuatro días aproximadamente.
B) HISTÓRICO
Históricamente la obra está enmarcada en los inicios de los años 70, tiempo en el cual se hizo efectiva la reforma agraria que significó la devastación socio económico y política de los terratenientes peruanos.
Estructura
La obra está constituida por 25 capítulos y presenta una estructura lineal, pues las acciones se desarrollan en forma secuencial, esto es, según un antes y un después.
TÉCNICA NARRATIVA
La obra está narrada desde el punto de vista de la tercera persona gramatical. Presenta un estilo llano, sencillo e indirecto.
LENGUAJE
En la novela se combinan el lenguaje culto, coloquial y vulgar, además se manifiestan los rasgos dialectales del español andino en muchos de sus personajes. He aquí algunos ejemplos:
¿Qué no más me has traído de Lima, tiocito? (pág. 20)
¡Que café ni vainas! ¡Una champaña! una botella de la mejor champaña para la peruana más hermosa de Alemania. (pág. 13)
¡So cojudo! , le dije yo- dice el viejo sin dejar de reír-. (pág. 86)
To pis papay, Piucha. Anda cómpramelo traguito, jay. Liso piucha eres,¿no? (pág. 113)
Comentario acerca de la obra
Carretera al purgatorio es la historia de un viaje al ande del Perú, a la zona centro del país. Zein Zorrilla es huancavelicano y, como tal, ha levantado su obra narrativa apelando a sus raíces. Pero este dato sólo es la premisa que delimita el marco espacial del relato; lo importante es el trasfondo anímico configurado por sus personajes, la correspondencia de hechos que organiza la personalidad de lo narrado, la alegoría desprendida en forma de mensaje y alusión. En este sentido, la novela se desarrolla desde la compleja idiosincrasia nacional y el surtido (y sugerente) escaparate de nuestros temperamentos culturales.
Para este fin, es importante prestar atención a la marcada psicología de los protagonistas, piezas de una actual peruanidad que se concibe e interpreta de distintas maneras, de un teatro social en el que cada quién actúa a su particular modo. Para ello, Zorrilla hace uso de una catástrofe natural, un huaico, situando (deteniendo) a todos sus personajes en un mismo lugar y brindarnos de ese modo la versión conjugada de todos ellos. La novela es un capítulo crucial en la vida de Ciro Sotomayor, hijo de hacendados que pretende retornar a la tierra de su infancia, Ingahuasi (un feudo del centro del Perú), sometiendo al lector a la historia de una "desolación", la de la clase a la que pertenece Sotomayor, menoscabada por los trastornos nacionales sufridos con la Reforma Agraria del siglo XX. Ingahuasi es ahora una comunidad campesina que engendró en sus hijos nuevas formas de descubrirse y mirarse ante la realidad; y esto es lo que hallamos acentuadamente en sus personajes, porque Ciro Sotomayor descifra con asombro el rostro del nuevo ande peruano en este viaje de retorno (interrumpido por el huaico) tantas veces postergado. Todo ha sucumbido ante las transformaciones, los ingahuasinos ya no son los peones del patrón, sino comuneros orgullosos de su nueva condición y con iguales derechos que todos; mientras que, de igual modo, los hijos de los migrantes andinos no tienen por qué sentir el sometimiento y la mansedumbre que muestran sus padres y ancestros ante el antiguo hacendado.
Alrededor de este decisivo escenario social, se tejen circunstancias y referentes complementarios que se corresponden acertadamente con el tema central: la del reencuentro de Sotomayor con Jessica, el amor de la adolescencia; la situación de menoscabo que viven Arroyo y su esposa en La Ponderosa, una hacienda venida a menos; el total desinterés en el ande y en los asuntos de su padre por parte de Helen, hermana de Ciro, quien, establecida en Lima y luego de experimentar una vida turbulenta en Alemania, ve la posibilidad del retorno al hogar como totalmente ajena a su nuevo esquema de vida; y la acaecida experiencia en las guerrillas de Marcos, el hermano de Sotomayor.
Articulados el argumento y el patrón contextual, el huaico se convierte en un muestrario vivo, en un caldo de cultivo de metáforas del Perú de hoy. Lo que Zorrilla consigue, entre otras virtudes, es insertar ciertos signos de la peculiar modernidad de los nuevos habitantes del ande; uno de ellos precisamente es el que produce el viaje como hecho social, es decir, como un fenómeno que abre posibilidades al hombre andino para acceder con mayores frecuencia y facilidad a la urbe; pero he aquí que hay que llamar la atención acerca de si esta correlación fluida con la urbe es verdaderamente la forma de acceder a una modernidad favorable. El tema de la identidad es importante en este sentido, pues advierte acerca de un signo macro de los nuevos tiempos: la amenaza de la globalización. Modernidad e identidad deben confluir en un solo concepto donde jueguen un rol estratégico las conciencias histórica y cultural y la idea de nación que queremos fabricar para el futuro. Por ello, la alienación en esta novela (como desafortunado sinónimo de modernidad) se encuentra eficazmente representada en el habitante del ande, sino en la "nueva vida" del andino habitando ahora la urbe.
Apelar a un huaico como estrategia argumental es detener al hombre andino (al campesino y al citadino del ande, así como al que está en la costa,) para tomarle una radiografía actual en la posibilidad de lograr un diagnóstico situacional. E interrogarnos, con ello, de qué manera estamos implicados y somos afectados por esta realidad en la que la cultura andina ha cobrado relevancia capital, una que resulta legítimo estimar ahora como una reivindicación, como una real transformación, una purga de nuestra coyuntura sociocultural. Por eso un huaico funciona bien como alegoría de lo que ocurre no solo con Ciro Sotomayor (quien verá transformados en adelante su vida y pensamiento con la noticia de los cambios en su tierra de origen), sino de lo que viene ocurriendo en la realidad nacional, un huaico es una propuesta de cambio, de limpieza; luego de la caída de un huaico viene la "limpia" de la carretera, la purga del camino por el que conduciremos nuestro porvenir.
Trasponiendo los parámetros de asuntos esencialmente indígenas, la nueva narrativa andina, siguiendo los recientes sucesos sociales del país, empezó a configurar una temática contemporánea del mestizaje, de las caídas de la burguesía y el feudalismo, de la occidentalización del ande, de una turbulenta modernidad en la que ¿podremos definir finalmente un rostro reconocible para el Perú?; a esta configuración es a la que se suma la narrativa de Zorrilla, donde la realidad se somete a lo ficcional desde una preocupación sincera por reflejar el nuevo universo andino. Narrador maduro y con varios libros en su haber, para Zorrilla dejó de ser problema el manejo expresivo o la elaboración verbal, su preocupación se centra en el afán de narrar un "nuevo orden para los espíritus y para la sociedad" andina, como reconoce él mismo en un manifiesto añadido a la novela. La realidad del ande es otra, el indio supo en más de un caso trasponer los límites de lo territorial y cultural, y ese resultado es el que testimonian, junto a él, narradores como Enrique Rosas Paravicino en Cusco, Miguel Arribasplata en Apurímac, Feliciano Padilla en Puno, Óscar Colchado desde Lima o Macedonio Villafán en Huaraz, sólo por dar unos ejemplos.
Zorrilla nos insinúa desde esta novela la trascendencia de una narrativa que crece como la espuma en este Perú de rostros disímiles, que no hacen otra cosa que proponernos, a la vez que una multiplicidad, una realidad temática que sabe armonizar con el color de nuestras perspectivas y los distintos modos de interpretar el paisaje social que nos contiene.
Conclusiones
En su novela Camino al Purgatorio, Zein Zorrilla, nos presenta un panorama amplio y denso de la sociedad peruana de raíz andina. Aquella que vive repartida entre la ciudad construida por las migraciones y el campo ya integrado a los flujos comunicativos y económicos de la globalización.
Desde su primer libro Zein Zorrilla asume una visión integral de la experiencia humana. Sus relatos se develan como lluvia a cántaros, suspiros al cielo raso, sombras rumbo a la oficina, mujeres maduras caminando displicentes, vagas, levemente fatigadas y con las dulces voces del saxofón y los clarinetes desmadejando las danzas.
Cierto, Zein es un "bordador" andino que eterniza la imagen de la mujer que "llora lágrimas de plata" que "escudriña la remota maraña de la cordillera, divisa los muros de piedra que cercan los abandonados campos de cultivo". Es decir, asume la vida en todas sus dimensiones, llegando a la plenitud, al alto ámbito de la existencia situándonos con el impacto del paisaje cotidiano frente a la palabra confluida de mundo, cimentada a través de las historias orales escuchadas de niño, pues Zein escribe no de las cosas sino de la esencia misma de las cosas.
Bibliografía
Cuba, Martha. La narrativa de Zein Zorrilla: un acercamiento a la identidad cultural del peruano de hoy, 2008.
Zorrilla, Zein. "La novela andina contemporánea: tres manifiestos", revista peruana de literatura, 2005, Lima.
Zorrilla, Zein. "Carretera al purgatorio". Edit. Essimavall, 2003.
http://www.zeinzorrilla.com/
Autor:
Luis Melgar
[1] Zorrilla, Zein. “La novela andina contemporánea: tres manifiestos”, revista peruana de literatura, 2005, Lima.