- Introducción
- Carta de Atenas
- Análisis de la arquitectura del siglo XX
- La Arquitectura de Finales del Siglo XX
- Tipologías de edificios de los principales arquitectos
- Estudio de elementos arquitectónicos
- Innovación de materiales
- Nuevas aportaciones constructivas
- Descripción de edificios
- Bibliografía consultada
Historia de la Arquitectura del Siglo XX
La ciudad actual no se puede concebir sin tener presente los cambios acontecidos en el siglo anterior, una vez iniciado el proceso de revolución industrial, cambios múltiples y en progresión ascendente fueron:
Crecimiento urbano
Aglomeración de la mano de obra
Multiplicación de los sectores de actividad económica.
En nuestro siglo, la arquitectura depende en gran medida del progreso técnico, de la incorporación de las masas obreras a los movimientos políticos y de las nuevas formas políticas; estos aspectos influyen en la remodelación de la ciudad desde distintas concepciones.
El capitalismo favorece el crecimiento constante del precio del espacio urbano, provoca la aparición masiva de la construcción en vertical y de los grandes rascacielos que configuran la imagen actual de la ciudad durante la primera mitad de siglo.
El sistema capitalista económico y la industrialización dan a la ciudad un papel en nuestro mundo. Los cambios necesarios para el buen funcionamiento de las grandes urbes otorgan un creciente papel al urbanismo.
La primera guerra mundial supone la paralización de la actividad constructiva. Al terminar ésta, se producen cambios profundos en la situación socio-económica y tecnológica de los países desarrollados. La guerra acelera el proceso industrial y con la recuperación demográfica, la población urbana aparece como una gran masa obrera que adquiere conciencia de su peso político, ya que, el proletariado puede influir, apoderarse y mantener el poder. Las clases dirigentes y las elites de técnicos burgueses tendrán desde ahora un mínimo respeto a esta clase social.
La estructura urbana queda anticuada ante los cambios de sus funciones y responde a las nuevas exigencias sociales. El urbanismo es el problema más grave, tanto al plantearse la creación de las ciudades nuevas como en la remodelación necesaria en las antiguas.
La modificación del paisaje urbano configura la ciudad moderna entorno a varias zonas básicas y bien diferenciadas:
La "citi"
Los "barrios residenciales"
Las periferias de las ciudades dormitorio
Cinturones Industriales
Para evitar el caos urbano fue indispensable un plano urbanístico, los criterios urbanísticos deben atender a múltiples aspectos:
La ciudad debe contribuir y facilitar el desarrollo tecnológico y económico
Debe albergar a una población en continuo aumento y en condiciones dignas (aspectos higiénicos y psicológicos)
Conseguir una ciudad habitable, confortable, funcional y arrebatarla de la especulación.
La vivienda:
La necesidad de viviendas exige nuevas soluciones que buscan el empleo de la tecnología industrial. Ésta tiene limitada su solución por las características del propio sistema económico en su proyección urbana, como el ansia de lucro económico de constructores y propietarios de terrenos o las consecuencias de la ley de oferta y demanda.
Los cambios producidos en la vivienda están determinados por factores como la aglomeración de unidades de habitación en zonas concretas que provocan altas densidades de población, la reducción de las superficies edificables, que hacen aumentar los precios del suelo y los cambios de mentalidad y modos de vida, exigiendo mayor calidad y funcionalidad en el diseño y la construcción de los inmuebles.
Surgen los grandes bloques verticales que coexisten con la vivienda unifamiliar, se reduce el espacio de la vivienda en superficie y volumen pero con condiciones teóricas, higiénicas, iluminación, ventilación y distribución lógica del espacio. Siendo el primer elemento de cambio en apariencia externa de la ciudad moderna.
Las nuevas necesidades constructivas:
Podríamos denominar nuevos temas constructivos indispensables en la nueva ciudad:
Fábricas
Oficinas
Grandes mercados para atender a las necesidades del desarrollo económico.
El incremento de la actividad del sector terciario requiere grandes vías de comunicación:
Estaciones de ferrocarril
Aeropuertos
Puentes
Grandes centros comerciales.
Para cubrir el área de servicios públicos que atiende a una población creciente se multiplican:
Los hospitales
Las escuelas
Los hoteles
Los edificios administrativos
Edificios vinculados al mundo de la cultura, ocio y esparcimiento (museos, bibliotecas, universidades, auditorios, teatros).
Este cambio de fisionomía externa de la ciudad se acompaña del uso de nuevos materiales ya experimentados algunos en el siglo XIX:
Hormigón armado
Acero
Hierro
Fibras plásticas.
También de la necesidad de seguir buscando nuevas soluciones constructivas y arquitectónicas ligadas con los avances de ingeniería.
Integrar tantas necesidades y cambios en el conjunto urbano supone ampliar el concepto de ciudad al de área metropolitana, por todo ello el urbanismo adquiere una dimensión y concepción totalmente nueva.
El arquitecto urbanista:
Podemos decir que cambia la figura profesional del arquitecto, ahora debe ser urbanista y proyectar en el espacio urbano planteándose el problema funcional de la ciudad para alcanzar resultados estéticamente válidos.
El arquitecto era diseñador del espacio interior y exterior además de urbanista cuando planificaba el entorno, pero esta función ahora está enlazada.
El uso de las nuevas técnicas exige la conexión del arquitecto con ingenieros, diseñadores y múltiples consultas profesionales (geógrafos, sociólogos, ecólogos, políticos…).
Surgen los gabinetes y equipos de trabajo interdisciplinares, el avance tecnológico se liga a la búsqueda de nuevas soluciones arquitectónicas:
Cálculo de tensiones
Resistencias de materiales
Características de materiales
Aplicaciones de nuevos materiales químicos.
Por otra parte el uso de nuevos tipos de aislamientos, de sistemas de seguridad, de evacuación de desechos obliga al arquitecto a contactar con distintos grupos de especialistas.
El arquitecto-urbanista-ingeniero está sometido a la dependencia y a las exigencias concretas del cliente, del mercado, de las empresas constructoras y de políticas urbanísticas que no pueden modificar. Todos estos impedimentos a su libertad creadora que no puede manifestarse ni disfrutarse, por lo que muchas veces se pliega a los criterios meramente económicos, con el resultado de los múltiples edificios que en nuestras ciudades no solucionan el problema de habitáculo y degradan ostensiblemente el espacio urbano.
Estos cambios generan una nueva estética que se inclina por la libertad y la simplicidad de formas, las superficies lisas y los espacios funcionales, pero la variedad formal es inagotable y coexistente con formas curvas, parabólicas y modelos de recuerdo clásico.
El uso de materiales de diseño industrial y la estandarización es un importante fenómeno que acompaña a las nuevas estéticas. La arquitectura no excluye el mundo rural, aunque su importancia es decreciente. Algunas corrientes (constructivismo) incluyen en su programa arquitectónico el tema de eliminar las diferencias entre entorno rural y entorno urbano.
La arquitectura moderna traspasa las barreras idiomáticas o nacionales y se universaliza a través de los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM), que se realizan desde 1928. Los grandes concursos urbanísticos o edificios singulares contribuyen también a ello, además de poder contrastar soluciones diferentes a problemas concretos.
La revolución de la arquitectura:
La arquitectura se desarrolla con unos criterios generales en todo el mundo:
Prioridad de la planificación urbanística sobre el proyecto arquitectónico
Economía de terreno urbano para resolver el problema de la vivienda
Rigurosa racionalidad de las formas arquitectónicas, entendidas como efecto lógico de las nuevas causas objetivas:
Tecnología y diseño industrial
Estandarización y uso de prefabricados en serie.
La evolución arquitectónica a lo largo del siglo se puede dividir en tres grandes generaciones:
1. Desde sus inicios hasta la mitad del siglo, Le Corbusier, Gropius la Bauhaus y Wright, son figuras claves que junto a otros movimientos arquitectónicos ligados a las vanguardias literarias y pictóricas incluyen a la arquitectura en el proceso general de enfrentamiento con el arte anterior, abriendo la búsqueda de nuevas soluciones por caminos más libres para superar el formalismo a favor del funcionalismo racionalista u organicista. La activa publicidad, el intercambio de experiencias a través de los CIAM, la actividad formativa de la Bauhaus y los impulsos de las grandes exposiciones son vehículos de difusión de ideas e intercambios.
A partir de 1930 se perfila una introducción conservadora marcada por el auge de los sistemas políticos autoritarios y del fascismo que propugnan movimientos clasicistas y eclecticistas, símbolos arquitectónicos de los poderes facticos (Italia, Alemania, Unión Soviética con Stalin y España con la dictadura franquista).
Los años anteriores a la segunda guerra mundial y la propia guerra provocan el exilio forzoso de algunos grandes arquitectos europeos hacia EE.UU., cuya arquitectura recibe un impulso decisivo al llegar la vanguardia emigrada.
2. Tras la segunda guerra mundial, coincidiendo con el "boom económico" de la década de los "60 se inician nuevos caminos arquitectónicos, de los que son protagonistas tanto la primera como la llamada segunda generación de arquitectos del siglo, que continúan aplicando las teorías y los métodos anteriores, e iniciando nuevos caminos de forma individual. otros marcan conscientemente las tradiciones nacionales o regionales, con el fin de establecer una continuidad histórica, mientras que el resto sigue caminos más eclécticos.
3. Después de la crisis económica de 1973, se inicia una etapa de mayor sensibilidad y respeto al patrimonio urbano, la integración de éste con nuevas zonas de construcción. la tercera generación de arquitectos manifiesta una diversidad de tendencias, criticando los resultados obtenidos anteriormente y buscando eliminar sus consecuencias negativas o entrar en contradicción con ellos.
Se llama así a la carta de urbanismo que resume la doctrina de los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM) y reúne las conclusiones del IV CIAM que, sobre el tema: "La ciudad funcional", tuvo lugar en Atenas en 1933. Por una parte, la carta condena sin apelación a la ciudad contemporánea y, por la otra, expone y propone una ciudad ordenada, modelo del urbanismo progresista. Este texto ha ejercido y ejerce aún, particularmente en los países en vías de desarrollo, un impacto único en su especie y ha impreso su huella en el ordenamiento del espacio en el mundo entero.
CARTA DE ATENAS, 1931 SOBRE LA CONSERVACIÓN DE LOS MONUMENTOS DE ARTE E HISTORIA
I La conferencia, convencida de que la conservación del patrimonio artístico y arqueológico de la humanidad interesa a todos los estados defensores de la civilización, desea que los Estados se presten recíprocamente una colaboración cada vez más extensa y concreta para favorecer la conservación de los monumentos artísticos e históricos; considera altamente deseable que las instituciones y los grupos calificados, sin menoscabo del derecho público internacional, puedan manifestar su interés para la salvaguardia de las obras maestras en las cuales la civilización ha encontrado su más alta expresión y que aparecen amenazadas; hace votos para que las solicitudes a este efecto sean sometidas a la Comisión de la Cooperación Intelectual, después de cuestas hechas por la Oficina Internacional de Museos y después de ser presentadas a la atención de cada Estado. Corresponderá a la Comisión Internacional de la Cooperación Intelectual, después de las solicitudes hechas por la Oficina Internacional de Museos y después de haber obtenido de sus organismos locales la información pertinente, dictaminar sobre la oportunidad de las medidas a tomar y sobre los procedimientos a seguir en cualquier caso particular. II La Conferencia escuchó la exposición de los principios generales y de las teorías concernientes a la protección de monumentos. Observa que, a pesar de la diversidad de casos especiales en los que se pueden adoptar soluciones específicas, predomina en los diferentes Estados representados, ¡tendencia general a abandonar las restituciones integrales y a evitar sus riesgos mediante la institución de obras de mantenimiento regular y permanente, aptos para asegurar la conservación de los edificios. En los casos en que la restauración aparezca indispensable después de degradaciones o destrucciones, recomienda respetar la obra histórica y artística del pasado, sin menospreciar el estilo de ninguna época. La Conferencia recomienda mantener, cuando sea posible, la ocupación de los monumentos que les aseguren la continuidad vital, siempre y cuando el destino moderno sea tal que respete el carácter histórico y artístico. III La Conferencia escuchó la exposición de las legislaciones promulgadas en cada país con el fin de proteger a los monumentos de interés histórico, artístico o científico, y aprobó unánimemente la tendencia general que consagra en esta materia un derecho de la colectividad en contra del interés privado. La Conferencia ha constatado que la diferencia entre estas legislaciones procede de la dificultad de conciliar el derecho público con el derecho privado y, en consecuencia, si bien aprueba la tendencia general, estima que estas legislaciones deben ser apropiadas a las circunstancias locales y al estado de la opinión pública, para encontrar la menor oposición posible y para tener en cuenta el sacrificio que los propietarios deben hacer en el interés general. La Conferencia desea que en cada Estado la autoridad pública sea investida del poder para tomar medidas de conservación en casos de urgencia Desea, en fin, que la Oficina Internacional de Museos Públicos ponga al día una lista comparativa de las legislaciones vigentes en los diferentes Estados sobre este tema. IV La Conferencia constata con satisfacción que los principios y las técnicas expuestas en las diferentes comunicaciones se inspiran en una tendencia común, a saber: cuando se trata de ruinas, se impone una escrupulosa labor de conservación, y cuando las condiciones lo permitan, es recomendable volver a su puesto aquellos elementos originales encontrados (anastilosis); y los materiales nuevos necesarios para este fin deberán siempre ser reconocibles. En cambio, cuando la conservación de minas sacadas a la luz de una excavación, fuese reconocida como imposible, será aconsejable, más que destinarlas a la destrucción enterrarlas nuevamente después, naturalmente, de haber hecho levantamientos precisos. Es evidente que las técnicas de excavación y de conservación de restos imponen la estrecha colaboración entre el arqueólogo y el arquitecto. En cuanto a los otros monumentos, los expertos, reconociendo que cada caso se presenta con características especiales, se han encontrado de acuerdo en aconsejar que antes de cualquier obra de consolidación o de parcial restauración se haga una escrupulosa investigación acerca de la enfermedad a la cual se va a poner remedio. V Los expertos escucharon varias comunicaciones relativas al empleo de materiales modernos para la consolidación de los edificios antiguos; y han aprobado el empleo juicioso de todos los recursos de la técnica moderna, muy especialmente del concreto armado. Expresan la opinión de que normalmente estos medios de refuerzo deben estar disimulados para no alterar el aspecto y el carácter del edificio a restaurar; y recomiendan el empleo de dichos medios, especialmente en los casos en que ellos permitan conservar los elementos in situ, evitando los riesgos de la destrucción o de la reconstrucción. VI La Conferencia constata que en las condiciones de la vida moderna los monumentos del mundo entero se encuentran más amenazados por los agentes externos; y si bien no pueden formular reglas generales que se adapten a la complejidad de los distintos casos, recomienda: 1. La colaboración en cada país, de los conservadores de monumentos y de los arquitectos con los representantes de las ciencias físicas, químicas y naturales para lograr resultados seguros de cada vez mayor aplicación. 2. La difusión, por parte de la Oficina Internacional de Museos, de estos resultados, mediante noticias sobre los trabajos emprendidos en los varios países y mediante publicaciones regulares. La Conferencia considera, acerca del resguardo y la conservación de la escultura monumental, que el traslado de esas obras fuera del contexto para el cual frieron creadas deba considerarse, como principio, inoportuno. Recomienda a modo de precaución, la conservación de los modelos originales cuando todavía existen y la ejecución de copias cuando estén faltando. VII La Conferencia recomienda respetar, al construir edificios, el carácter y la fisonomía de la ciudad, especialmente en la cercanía de monumentos antiguos donde el ambiente debe ser objeto de un cuidado especial. Igualmente se deben respetar algunas perspectivas particularmente pintorescas. Objeto de estudio pueden ser también las plantas y las ornamentaciones vegetales adaptadas a ciertos monumentos o grupos de monumentos para conservar el carácter antiguo. La Conferencia recomienda sobre todo la supresión de todos los anuncios, de toda superposición abusiva de postes e hilos telegráficos, de toda industria ruidosa e intrusiva, en la cercanía de los monumentos artísticos e históricos. VIII La Conferencia emite el voto. 1. Que todos los Estados, o bien las instituciones creadas en ellos y reconocidas como competentes para tal fin, publiquen un inventario de los monumentos históricos nacionales, acompañado por fotografías y notas. 2. Que cada Estado cree un archivo donde se conserven los documentos relativos a los propios monumentos históricos. 3. Que la Oficina Internacional de Museos dedique en sus publicaciones algunos artículos a los procedimientos y a los métodos de conservación de los monumentos históricos. 4. Que la misma Oficina estudie la mejor difusión y el mejor uso de las indicaciones y de los datos arquitectónicos, históricos y técnicos así recabados. IX Los miembros de la Conferencia, después de haber visitado en el curso de sus trabajos y de las giras de estudio realizadas, algunas de las principales excavaciones y algunos de los monumentos antiguos de Grecia, rinden homenaje unánime al gobierno griego, que desde hace muchos años, además de asegurar por su parte la realización de trabajos considerables, ha aceptado la colaboración de los arqueólogos y de los especialistas de todos los países. En eso han visto, los miembros de la Conferencia; un ejemplo que no puede más que contribuir a la realización de los fines de cooperación intelectual, de los cuales ha aparecido tan viva la necesidad en el curso de los trabajos. X La Conferencia, profundamente convencida de que la mejor garantía de conservación de los monumentos y de las obras de arte viene del afecto y del respeto del pueblo, y considerando que este sentimiento puede ser favorecido con una acción apropiada de las instituciones públicas, emite el voto que los educadores pongan empeño en habituar a la infancia y a la juventud a abstenerse de cualquier acto que pueda estropear los monumentos, y los induzcan al entendimiento del significado y, en general, a interesarse en la protección de los testimonios de todas las civilizaciones.
Análisis de la arquitectura del siglo XX
Los comienzos de siglo conocen la sucesiva a parición de las vanguardias arquitectónicas. En un primer período, los sismos no solo afectan a artes figurativas sino a todas en general: Literatura, Música y Arquitectura, expresando una postura concreta ante la vida.
Algunos de estos movimientos tienen interés arquitectónico, ya que suponen nuevas vías que posteriormente tendrán gran influencia y desarrollo, aunque en sus inicios sean solo teorías, manifiestos o proyectos ideales sin realización concreta.
Finales del siglo XIX La arquitectura de finales del siglo XIX se llamaba Arquitectura Victoriana, en honor a la Reina Victoria de Inglaterra (1837-1901).
Se caracteriza por una variedad de estilos, usando motivos clásico, románicos, góticos y renacentistas, ya que los arquitectos buscaban ideas que se adaptaran a su era, y estilos apropiados para los diferentes tipo de edificios, dentro de éstos estaba el estilo Bellas Artes, una gran mezcla de motivos Griego, Romano, Renacentistas y Barrocos utilizados para edificios públicos de gran escala. Hacia finales de siglo comenzaron a existir estilos totalmente nuevos como el Art Noveau. Este estilo se caracteriza por utilizar formas curvas que eran reminiscencia de formas florales "el nuevo arte" rompió con la dependencia de los modelos antiguos para crear algo completamente nuevo "escaleras curvas".
Escalera Curva – Hotel Tassel, de Víctor Horta.
El Modernismo.
El Modernismo se difundió entre los años 1890 y 1910 por toda Europa. Será años de transición entre el cierre de los historicismos y el inicio de las vanguardias. Años de intensa actividad económica ligada a un cambio de ideas. En cada país recibió un nombre distinto: "Art Noveau" en Bélgica y Francia; "Modern Style" en Inglaterra; "Jugendstil" en Alemania; etc. También se le llamó estilo 1900.
Surgió en lucha contra la cada vez más poderosa industrialización que se veía como una fuerza deshumanizadora, y por la voluntad de crear frente a la falta de estilo del siglo XIX, un estilo nuevo. Se ha considerado el modernismo como "un movimiento romántico, individualista e antihistórico". A pesar de tener su origen en la pintura, las mejores realizaciones del modernismo se obtuvieron en arquitectura y en las artes decorativas.
Las formas típicamente modernistas huyen del ángulo recto y utilizan, en cambio, el arabesco y las líneas sinuosas, ondulantes y asimétricas de la naturaleza. Así llegan a un preciosicismo y a una artificiosidad de gran refinamiento. En todas las obras abiertamente modernistas los arquitectos renuncia expresamente a imitar los estilos anteriores, introduciendo una construcción basada en el ornamento.
Los arquitectos modernistas utilizan todos los materiales de construcción conocidos, desde la piedra labrada y la tierra cocida hasta el hierro y el vidrio. Las combinaciones que se hacen entre dichos materiales no obedecen nunca a reglas generales fijadas de antemano, sino a particulares fines que cada arquitecto pretende obtener.
La elaboración de los distintos materiales es cuidada con suma atención, según los principios tradicionales más estrictos a fin de conseguir determinadas texturas y calidades. Por lo general, el arquitecto de esta época es un hombre con amplios conocimientos técnicos desde el punto de vista artesano y que rechaza de plano toda falsificación en la preparación de los elementos primarios que van a intervenir en la obra. Será el eje, quien lo diseñara todo además de los edificios y las viviendas: muebles, objetos menores, vestidos, calzado, etc.
Junto a los materiales más clásicos como la madera y posteriormente el hierro, aplican otros que tuvieron prestigio en determinadas épocas, como la cerámica, la porcelana, el barro cocido, los escayolados árabes, etc.
La primera obra más significativa de este movimiento será la Casa Tassel, de Víctor Orta, construida en Bruselas. El arquitecto la diseñara con una gran actividad formal e ideológica. Víctor Orta se considerará el fundador del modernismo en Europa, influenciado por muchos arquitectos anteriores
Casa Tassel, de Víctor Horta
Gaudí y el Modernismo en España
Antonio Gaudí (1852-1926) es uno de los arquitectos más personales y originales del movimiento. Pone la decoración en el exterior del edificio. En su primera etapa, tiene tendencias historicistas: la casa Vicens, el palacio episcopal de Astorga. En una segunda etapa recibe la influencia del arte africano y de los pueblos primitivos: el parque Güell. Proyecta sus edificios como obras únicas, casi como esculturas. Los muebles, los mosaicos, las rejerías, todos los detalles finales salen de su propia mano. El parque Güell es un proyecto para una ciudad jardín. Para la decoración de todos los motivos usa la cerámica rota, que pega a modo de mosaico. Utiliza las columnas inclinadas, para dirigir el peso, los arcos y arbotantes con distintos ritmos, dando al conjunto una apariencia caótica. La casa Milá es una de sus obras más conocidas e internacionales. Asombra su decoración de guerreros, sus luces y sus sombras y las diferentes texturas que se observan. La obra más significativa de Gaudí es la Sagrada Familia, que dejó inacabada, pero que es una auténtica antología de toda su obra.
Casa Milà, de Antonio Gaudí.
Expresionismo
En 1914, Paul Scheerbart publica su obra "Glassarchitectur" (arquitectura de vidrio), debido al necesitado cambio funcional, pero sobre todo estético. Scheerbart pensaba que la arquitectura de vidrio nos introduciría en una nueva cultura que mejoraría la actual, realizaría cambios como la construcción de casas con muros de vidrio para cambiar el carácter cerrado de las habitaciones y dejar pasar la luz en su totalidad, y así poder observar el maravilloso mundo de colores.
Bruno Taut, en 1914, construyó la "Casa de Cristal", inspirada por Scheerbart. Todo en ella estaba destinado a una función didáctica, de tal forma que cuando se estaba en ella se iniciaba un viaje de conocimiento y transformación de las personas, purificándolas.
A finales de 1916, Taut organizó una correspondencia epistolar entre artistas y arquitectos, en ella se exponían las visiones personales en dibujos y comentarios. Esto constituyó un desarrollo del expresionismo, por el que han pasado todos los arquitectos alguna vez en su carrera.
Pero el expresionismo no llega sólo con el vidrio, hay otros arquitectos cuya arquitectura mantiene relación con la naturaleza. Mendelsohn, uno de estos trece componentes, usó el lenguaje expresionista con una visión mediadora hacia la nueva era maquinista, pero terminó contrastando lo viejo con lo nuevo, lo que le produjo un efecto de choque, y en esta dirección se fue olvidando del mundo mecánico.
Casa de Cristal, de Bruno Taut
La Bauhaus
Fundada por W. Gropius en Alemania como centro pedagógico y experimental de arquitectura y diseño. Aunque entra en decadencia en 1930, ejerce una enorme influencia que crece al emigrar sus componentes a otros países de Europa y EEUU. Walter Gropius: su primera obra importante fue la Fábrica Fagus (1911) concebida como una hermosa combinación de hierro y vidrio, pero su gran obra es el edificio Bauhaus en el que colaboraron tanto profesores como estudiantes. La planta está formada por tres brazos que se extienden con libertad y multiplica los puntos de vista. Los muros son de cemento armado y vidrio. Mies van der Rohe. La primera obra de este autor que podemos considerar revolucionaria data de 1919: el edificio de oficinas de la Friedrichstrasse de Berlín, tres torres unidas en el centro en el que se situaron escaleras y ascensores. Entre 1923 y 1924 proyecta dos casas de campo y en 1929 el pabellón de Alemania en la Exposición Universal de Barcelona, en el que demuestra que su arquitectura se fundamenta en el adecuado manejo de los materiales modernos, en los volúmenes nítidos y en el empleo del muro cortina que sustituye al muro tradicional. Emigrado a EE.UU. construye un gran número de rascacielos que parecen grandes cajas de cristal, en los que se percibe la devoción del arquitecto por las formas puras.
Centro de la Bauhaus en Dassau, de W. Gropius.
El Racionalismo
El movimiento denominado Racionalismo agrupa las más fuertes personalidades de este siglo; su obra y su teoría son individuales pero tienen el denominador común de la simplicidad de las formas, la forma sigue a la función: Usa materiales altamente industrializados especialmente el hormigón armado. Es un material barato, adaptable, incombustible, anticorrosivo y que permite la construcción en esqueleto dejando la planta libre. Además permite la prefabricación en serie. Se alterna con otros como acero, vidrio o ladrillo. El muro no es soporte, quedando reducido a una ligera membrana de cerramiento con gran número de ventanas que proporciona a los interiores luz y aire. Los soportes son pilares de diferente sección de acero y hormigón. Las cubiertas en general son adinteladas apoyando en los soportes con los que forman el esqueleto, consiguiendo un efecto ligero e ingrávido de gran audacia constructiva. Los elementos decorativos desaparecen a favor de la forma recta y desnuda. Hay una gran preocupación por la proporción, la simplicidad y la asimetría. El espacio interno se basa en la planta libre con paredes interiores que se curvan y mueven libremente adaptándose a las diferentes funciones. En los exteriores los voladizos, los bajos libres y las terrazas en horizontal definen la nueva imagen. Hay un gran interés por los temas urbanísticos ya que tratan de acomodar a los hombres al nuevo ritmo de vida y organizar sus agrupaciones, proponiendo nuevas fórmulas como la ciudad-jardín de Howard o la ciudad industrial de T. Ganier. Los edificios más representativos son las viviendas sociales, en especial rascacielos de viviendas, construcciones industriales, edificios administrativos, teatros, salas de conciertos y estadios deportivos.
Ciudad-Jardín, de Howard
El Protorracionalismo de Adolf Loos: La mayor parte de sus obras fueron para la ciudad de Viena. Estaba totalmente en contra de la ornamentación de la arquitectura. Ésta ha de ser según él, utilidad, y sus formas y volúmenes han de estar en relación con el ser humano. Peter Brebens es, ante todo un arquitecto de fábricas como la AEG o la de turbinas de Berlin. Aprovechó las máximas cualidades de de los diferentes materiales para conseguir la máxima economía y simplificación, sin reñir con la estética. Auguste Perret representa el racionalismo en Francia, y es el autor de la Casa Franklin de París (1902), en la que se sirve de cemento armado y vidrio, igual que Tony Garnier que presentó una ciudad industrial para 35.000 habitantes a base de los mismos materiales. Su obra se sitúa en utopías socialistas de Owen y Fourier.
Fábrica de turbinas AEG (Berlín), Peter Brebens.
El Organicismo
Por arquitectura orgánica debemos entender todas aquellas manifestaciones arquitectónicas que tratan de adecuarse y aliarse con la naturaleza. Esta idea la podemos encontrar en la arquitectura desde tiempos muy remotos, pero su verdadera formulación la redacta F. Lloyd Wrigt (1869-1959). Se define por: -El sentido de lo interior como realidad. -La planta libre como flexibilidad y continuidad de ambientes. -La unidad entre interior y exterior. -El uso de materiales naturales. -La casa como protección. Con F. LL. Wrigt el Racionalismo comienza a ser olvidado y se ensayan nuevos caminos para la arquitectura. De origen norteamericano, viaja a Tokyo, donde se siente fascinado por la arquitectura japonesa, igual que por los templos mayas del Yucatán, por lo que puede decirse que tiene una formación cosmopolita. A esta amplia formación debemos la Casa de la Cascada en Pensilvania, bella simbiosis entre naturaleza y arquitectura. Con las formas curvas experimentó en el Museo Guggenheim de New York (1943-58). En este caso se encargó de que el museo poseyera espacios luminosos con luz controlada, no relejada por las superficies, por otro lado un espacio para disfrutar ascendiendo una rampa de un modo continuo y sin rupturas la exposición de objetos.
La casa sobre la cascada, de F.L. Wright
La Arquitectura En Los Años 50
La nota que mayor define la arquitectura a partir de estos años es la diversidad. Aparecen arquitectos como Le Corbusier, que interpretan la arquitectura como si de un objeto escultórico se tratase. Es el caso de P. Luigi Nervi que basará sus creaciones en tres aspectos: La cúpula esférica, la bóveda cilíndrica y los pilares inclinados en forma de Y. En esa línea están Félix Candela, nacido en Madrid, pero avecindado en México, donde realizó la mayor parte de sus obras. Jørn Utzon, nacido en Copenhague es el autor de la Opera de Sydney (iniciada en 1957). Edificio realizado con cascarones de hormigón prefabricados superpuestos unos sobre otros que avanzan hacia la bahía. Alvar Aalto (1898-1976), finlandés que funde en sus obras el espíritu racionalista con la tradición popular y los materiales tradicionales, preferentemente de madera. Son edificios cálidos y adecuados a la dimensión del ser humano, en los que se percibe la influencia de Wrygt.
La Opera de Sydney, de Jørn Utzon
La Arquitectura De Los Años 60
Son tiempos de revoluciones utopías y propuestas, dentro de las que sobresalen los arquitectos japoneses, los más creativos e innovadores del momento. El urbanismo experimenta cambios extraordinarios. Una de las propuestas más significativas es la del grupo Archisgram, de origen inglés, procedente de la estética Pop y del mundo del cómic, que llegó a discernir una ciudad que podría moverse gracias a las patas de las casas que semejan grandes naves espaciales. Uno de los arquitectos más interesantes es Kenzo Tange, que junto a Korokawa y Arata Isozaki, representan lo que se ha venido denominando Metabolismo, que se fundamenta en: -Megaestructuras: torres formadas por diversas células con un eje central. -Vigas voladizas, elementos horizontales volados. -Mallas colgantes -Edificios como cajas cúbicas. En este tiempo se sigue desarrollando la tecnología sísmica para dotar de mayor estabilidad a los rascacielos, cúpulas geodésicas, etc.
Catedral Saint Mary – Tokyo, Japón, de Kenzo Tange.
La Arquitectura de Finales del Siglo XX
En torno a la década de los 70 comienzan a simplificarse las diferentes tendencias y corrientes que se habían desarrollado en las décadas anteriores. Destacan dos corrientes:
El Movimiento Postmoderno, que niega validez al Movimiento Moderno.
El Movimiento Tardomoderno, que lo sigue considerando vigente.
El debate entre Posmodernidad y Tardomodernidad caracterizó la historia de la arquitectura hasta que, a mediados de los años 90, se impone como tendencia dominante el Tardomoderno, que se acaba convirtiendo en el lenguaje constructivo de los últimos años.
El Postmoderno
Parte de la consideración del Movimiento Moderno como un fenómeno histórico más, sin vigencia en el mundo actual su muerte se habría debido a que generó una arquitectura fría, aburrida y muy difícil de entender por el público. Los teóricos postmodernos, como Robert Venturi o Philip Johnson propugnan una arquitectura variada, imaginativa y comprensible para todos. En definitiva, una arquitectura que fuera capaz de satisfacer a una sociedad cada vez más relativista, divertida y cínica, donde los grandes sistemas ideológicos están desapareciendo. Sus seguidores, como Charles Moore o Michael Graves, utilizan un doble código: por un lado, sus edificios presentan referencias históricas o cultistas que interesan al público especializado, mientras que, por otro, también tienen elementos fácilmente reconocibles y asimilables por las personas sin formación arquitectónica. Los elementos que utilizan son variados: recuperación de las formas históricas, valoración del entorno, gusto por la sorpresa, ironía, humor…
Edificio Postmoderno:
Edificio AT&T, New York, de Philip Johnson
El Tardomoderno
Los autores que, como Norman Foster, I.M. Pei o Frank O. Ghery, defienden el tardomoderno, creen que en su esencia el Movimiento Moderno sigue vigente. No existen unas características formales que permitan hablar de estilo. Dentro de esta corriente hay diferentes maneras de entender la arquitectura, desde la muy ligada al racionalismo de los años 20, hasta la Deconstrucción. Ahora bien, se pueden señalar tres principios básicos muy generalizados en esta arquitectura:
predominio de edificios con un cierto sentido escultórico, con gran fuerza en sus líneas externas
composiciones variadas y disgregación del espacio en pequeñas unidades
utilización masiva de elementos relacionados con la tecnología y la industria.
A partir de mediados de los 80, dentro del Tardomoderno, se definieron dos grandes tendencias: High-Tech y
Deconstrucción.
La denominación de High-Tech deriva del empleo obsesivo de elementos tecnológicos. Los conductos de ventilación o agua, las escaleras mecánicas, las grúas para la limpieza de los vidrios, etc., se evidencian hasta convertirse en un elemento fundamental de la construcción. El cierre de los muros se realiza, por lo general, con vidrio reflectante, con lo que se potencia un aspecto brillante y agresivo de alta tecnología. El primer edificio e este género fue el Centro Pompidou de París, de Renzo Piano y Richard Rogers.
Centro Pompidou, París, de Renzo Piano y Richard Rogers
La Deconstrucción fue dada a conocer como tendencia constructiva con motivo de la exposición organizada en el MOMA de Nueva York en 1988 por Philip Johnson. Las formas arquitectónicas se sitúan en la antítesis de la claridad y la pureza racionalistas al mostrarse como estructuras constituidas de elementos dispares que parecen chocar y distorsionarse. El espectador, en principio sorprendido por la sensación de inestabilidad que transmiten estos edificios, acaba por identificarse con unas construcciones que materializan a la perfección las sensaciones y gustos del ser humano que vive a las puertas del siglo XXI. El Museo Guggenheim de Bilbao, construido por Frank O. Gery, entre 1991-97, es el paradigma de esta tendencia arquitectónica.
Museo Guggenheim, Bilbao, de Frank O. Gehry
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