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Manual de Plantación de Células (página 2)


Partes: 1, 2, 3

¿Difícil? En lo más mínimo. Por el contrario, trabajar en la articulación de un Grupo de Estudio Bíblico o célula es una labor sumamente sencilla. Podrá comprobarlo en desarrollo de las siguientes lecciones. Y usted puede. Tiene todas las capacidades que le otorgó nuestro amado Dios para lograrlo.

Ahora, es natural que se pregunte ¿Qué ventajes ofrecen los Grupos de Estudio Bíblico o células?¿Es algo nuevo?¿Es eficaz?¿Qué beneficios trae a la congregación? Este cuestionario y el sinnúmero de preguntas que quizá se está haciendo, es el que vamos a resolver a continuación.

Ventajas de los Grupos de Estudio Bíblico o Células

Es probable que su interrogante se oriente justo a "¿Qué beneficios, aplicación y ventajas ofrecen los Grupos de Estudio Bíblico o Células?".

Es probable incluso que haya escuchado de muchas otras estrategias articuladas por diferentes denominaciones. Tal vez está escéptico y razona: "¿Se trata de un nuevo método que pretende ser la fórmula mágica para llevar almas a Jesucristo?". No dudamos que considere que ya probó todas las formas y ninguna funcionó. Está en todo su derecho de estar dudoso. Pero a continuación hallará respuestas para despejar -sino todas"al menos sí la mayoría de sus inquietudes.

1.- Los grupos pequeños (Grupos de Estudio Bíblico o Células) constituyen el primer modelo de congregación que hallamos en el Nuevo Testamento.

¿Cuál es la razón? Sencilla. Horas después que se produjera la ascensión del Señor Jesús a los cielos (Lea Hechos 1:6-11), los discípulos: "… volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo. Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hermano de Jacobo. Todos estos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos" (Hechos 1:14, 15).

¿Se da cuenta? Tal vez leyó el texto muy rápido. Hágalo de nuevo. ¿Pudo descubrirlo? Los primeros encuentros de los creyentes se sostuvieron en una casa. Nada excepcional. Un hogar como el suyo o quizá el mío. Sencillo. Era allí en donde "…perseveraban en oración y ruego…"(versículo 16).

Una práctica común en muchas de muchas denominaciones cristianas, cuando tienen el propósito de abrir una nueva misión, consiste en alquilar un local, promover una campaña evangelística, contratar propagandas en la radio -generalmente emisoras cristianas"y sentirse satisfechos porque dentro de las jornadas de predicación, llegan muchas personas.

Pasado el evento, se encuentran con la desapasionante realidad de que los concurrentes eran cristianos de otras denominaciones que vinieron atraídos por la presencia de un evangelista invitado.

En pocas palabras, la estrategia inicia a la inversa. Primero consiguen las instalaciones físicas para el templo, para después ir en búsqueda de las almas. Cuando la estrategia inicia con el contacto del inconverso, su fortalecimiento espiritual y doctrinal para -por último"rentar o comprar el lugar donde se realizarán las reuniones masivas, se está en la dirección indicada.

2.- Es más fácil contactar a los nuevos creyentes a través de las reuniones en los hogares

Con frecuencia apreciamos personas que, recién convertidas a Jesucristo, pareciera que se encaminan a un lugar clandestino en lugar de ir en dirección al templo. Envuelven su Biblia en una bolsa plástica, ojalá de color oscuro para que pase desapercibida; se cubren o camuflan bien para evitar que los identifique alguien conocido y por último, a las puertas del sitio donde se celebran los servicios religiosos, miran con precaución a todos lados antes de ingresar.

Semejan alguien que esta por entrar a una reunión secreta y no a la Asamblea en la que se alaba y glorifica el nombre de Jesucristo.

Al referirse a la vida de los primeros cristianos, las Escrituras señalan "Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos"(Hechos 2:46, 47).

Los Grupos de Estudio Bíblico no fueron concebidos por ninguna denominación eclesial de nuestros tiempos. Son tan antiguos como la fe misma.

¿En dónde más que en un hogar se puede lograr"en la primera fase de crecimiento espiritual"ese ambiente agradable y de hermandad que se genera allí donde se reúne un Grupo de Estudio Bíblico o Célula?.

¿Cómo vamos hasta el momento?¿Ha comprendido la esencia del asunto y la importancia de estos principios bíblicos de trabajo para evangelizar? Cualquier inquietud que le asalte, no dude en consultar con su líder o tutor de estos talleres.

Ahora observe algo interesante. No se trataba de una sola casa en donde se reunían. Por el contrario, eran muchas.

A raíz de la persecución que se desencadenó contra quienes creían en Jesús como Señor y Mesías "…todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo"(Hechos 5:42).

Los cristianos experimentaron, durante esa primera fase de formación como iglesia de Jesucristo, la conveniencia de congregarse en sus hogares para compartir el mensaje transformador de las Buenas Nuevas.

Tenían claro el hecho de que ese era el mejor espacio para integrarse en torno a la fe ya que -de entrada"no se sentían presionados como sí puede ocurrir cuando escuchan la Palabra en el templo y –tras la decisión de fe por Jesucristo"se les pide que regresen.

Segundo, un hogar abre las puertas a la participación de todos, no solo en cuanto a inquietudes sino también en las reservas o apreciaciones personales que no se atreverían a exponer ante una nutrida concurrencia.

Tercero, porque una familia puede invitar más fácilmente a los allegados, amigos o conocidos, que un líder convocar a personas desconocidas. Y por último, la facilidad y cercanía de los Grupos de Estudio Bíblico o Células al sitio en el que residen los nuevos creyentes.

3.- A partir del momento en que nos reunimos como creyentes, somos Iglesia

Con frecuencia hay quienes consideran que sólo se puede llamar Iglesia o comunidad de creyentes, a un número significativo de concurrentes, y desestiman los grupos pequeños que conforman un volumen reducido de personas.

¿Qué dicen las Escrituras al respecto? Absolviendo un interrogante de sus discípulos sobre cuántas veces se debe perdonar a un hermano que comete faltas contra nosotros, Jesús expresó unas frases de suma importancia. El dijo: "Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí esto yo en medio de ellos"(Mateo 18:19, 20).

Revise el texto cuidadosamente. ¿Puede apreciar la enseñanza? Es sencilla. Señala que para tener reconocimiento ante Dios como Iglesia, basta que haya un mínimo de dos o tres creyentes, reunidos en el nombre del Señor Jesús.

¡Gloria a Dios que s trate de un templo con una membresía enorme, pero si se trata de pocos asistentes, el Señor les recibe igual, con amor!.

Las Escrituras continúan diciendo algo interesantes. Cuando Pablo fue llevado ante las autoridades de Roma, sentó las bases para una nueva congregación. "Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo abiertamente y sin impedimento"(Hechos 28:30, 31).

Y es el mismo Pablo quien, al despedirse en la carta dirigida a los cristianos de Colosas, escribe: "Saludad a los hermanos que están en Laodicea, y a Ninfas, y a la iglesia que está en su casa"(Colosenses 4:15).

Por supuesto, si avanzamos en el Nuevo Testamento, encontraremos un mayor sustento al principio de que un hogar representa el lugar aconsejable para contactar a quienes todavía no han experimentado un encuentro con el Señor Jesús, y para que una vez sólidos en su fe, se les pueda conducir al templo.

Cuestionario para la Lección Uno

1.- ¿Por qué razones es recomendable la apertura de Células o Grupos de Estudio Bíblico?

a.- Porque no se necesitan líderes

b.- Porque facilitan la proclamación del evangelio desde las casas.

c.- Porque no hay necesidad de ir al templo.

2.- Para aplicar las lecciones que se comparten en las Células o Grupos de Estudio Bíblico es necesario:

a.- Tomar el curso y aprobar los cuestionarios.

b.- Disponerse a llevar la teoría a la práctica, consultar la Biblia y corroborar las citas bíblicas y comprobar las respuestas a las preguntas que aparecen al final de cada lección.

c.- Simplemente leer la lección y compartirla

3.- De acuerdo con la Gran Comisión que leemos en Mateo 28:19, 20, deducimos que:

a.- Es necesario proclamar el evangelio, hacer discípulos y prepararles para el bautismo.

b.- La tarea se circunscribe a predicar el evangelio simplemente.

c.- Tener la certeza de que Jesucristo nos acompaña en la tarea de predicación.

d.- Las respuestas a y c son las correctas.

4.- Entre las ventajas de las Células o Grupos de Estudio Bíblico se cuentan:

a.- Sintetizan el primer modelo neotestamentario de evangelización, es más fácil contactar a los nuevos creyentes.

b.- Desde el momento en que un grupo de creyentes se reúnen en la Célula o Grupo de Estudio Bíblico se es iglesia.

c.- Todas las anteriores

Lección Dos

El líder de Célula

Y en la práctica ¿Quién puede asumir el liderazgo en la dirección de una Célula o Grupo de Estudio Bíblico?

Esa es la primera pregunta que nos asalta cuando iniciamos este programa encaminado a la evangelización desde las casas. Y tiene fundamento. ¿Las razones? El líder estará a cargo no solo del grupo de personas que se reúnen una vez por semana, sino que deberá tener la capacidad de preparar, ajustar e impartir las lecciones; desarrollar un pastoreo a cada uno de los asistentes y, algo de suma importancia: despejar los interrogantes que naturalmente les asaltan.

Selección del líder

Dado que asumirá una responsabilidad grande, lo recomendable es que el líder:

a.- Que haya hecho el tránsito de simpatizante, discípulo y creyente bautizado.

b.- Que sean el pastor y su equipo de colaboradores quienes, tras haber visto su desenvolvimiento, le postulen y tras un seguimiento, puedan alentarlo a asumir el reto.

c.- Que haya madurado como cristiano para que pueda dar óptimos resultados en la misión que asumirá como líder de Célula o Grupo de Estudio Bíblico.

d.- Que en lo posible haya recibido un proceso de acompañamiento y formación al lado del pastor y su equipo de liderazgo. Tal como el Señor Jesús instruyó a quienes proseguirían el ministerio, es esencial que formemos a los líderes.

Una vida ejemplar

Quienes ostentarán el liderazgo de la Célula o Grupo de Estudio Bíblico es recomendable que observen tres características de suma importancia en su existencia:

a.- Búsqueda permanente de Dios en oración.

b.- Estudio sistemático de las Escrituras.

c.- Testimonio de vida cristiana.

Adicionalmente reviste trascendencia que el líder asuma la disciplina de leer material de edificación espiritual y de tópicos seculares y de la cotidianidad que le permitan ampliar su panorama de conocimientos.

¿Cómo prepararse?

Es esencial que al asumir el hábito de prepararse leyendo las Escrituras, realizando los estudios bíblicos que le permitan sumar conocimientos y al tomar notas, el líder destine un tiempo específico de su jornada diaria y evite así justificar el que tiene muchas ocupaciones para quedarse rezagado en su proceso de formación.

Preparación de materiales

La preparación de las enseñanzas es fundamental con el propósito de que la lección no se circunscriba a informaciones elementales, sino que le permitan a los asistentes a la Célula o Grupo de Estudio Bíblico conocer más sobre el tema que reciben.

Una vez tengan el prospecto de la enseñanza, deberán:

a.- Revisar y comparar los textos bíblicos citados.

b.- Buscar otras referencias bíblicas.

c.- Ajustar las lecciones para que se adapten a la realidad local de la Célula o Grupo de Estudio Bíblico.

d.- Preparar ilustraciones, que deben estar en consonancia con la Palabra de Dios.

e.- Escribir sus propios bosquejos.

La selección de los líderes no se debe ni puede hacer movidos por que se trata de quien más o mejor se expresa, porque tiene determinado conocimiento académico, porque lleva un buen número de años en la iglesia sin hacer mayor cosa o porque es amigo del pastor o líder. Las cosas no pueden manejarse influidos por las emociones sino bajo la perspectiva de la fe y la vida cristiana práctica.

La recomendación que cabe aquí entonces, es guardar mucha prudencia y permitir que Dios guíe la escogencia del equipo de colaboradores para las Células o Grupos de Estudio Bíblico.

Cuestionario para la Lección Dos

1.- El líder de la Célula o Grupo de Estudio Bíblico deberá asumir entre sus tareas:

a.- El líder deberá instruir a las personas que asisten al grupo.

b.- El líder estará a cargo del grupo y deberá tener capacidad de preparar, ajustar e impartir las lecciones.

c.- El líder deberá desarrollar el pastoreo de cada uno de los asistentes y despejar sus interrogantes.

d.- Todas las anteriores

e.- Las respuestas a y b son falsas

2.- Para la escogencia de quien asumirá la responsabilidad como líder se recomienda:

a.- Que haya sido simpatizante, discípulo y creyente bautizado.

b.- Que lo escojan el pastor y sus colaboradores previa verificación de su crecimiento espiritual.

c.- Que evidencia madurez

d.- Que haya demostrado como asistente, manejo de un grupo.

c.- Que haya recibido acompañamiento del pastor o sus colaboradores en el proceso de formación.

e.- Todas las anteriores son verdaderas

f.- Excepto la respuesta c todas las anteriores son verdaderas

3.- En la vida del líder se debe evidenciar:

a.- Una búsqueda permanente de Dios en oración y lectura de la Biblia.

b.- Una búsqueda permanente de Dios en oración, estudio sistemático de las Escrituras y testimonio de vida.

c.- Con el testimonio de vida cristiana basta.

4.- La preparación del material que se compartirá es fundamental. Con este propósito se recomienda:

a.- Leer la lección, escoger ilustraciones, corroborar las citas bíblicas.

b.- Buscar otras referencias bíblicas.

c.- Ajustar las lecciones para que se adapten a la realidad local.

d.- Escribir los propios bosquejos para la enseñanza.

e.- Todas las anteriores

f.- Ninguna de las anteriores

5.- Una recomendación esencial para quien escoge a un líder de Célula o Grupo de Estudio Bíblico es:

a.- Que evidencie elocuencia en su forma de expresarse de tal manera que imprima solidez a las lecciones.

b.- Que evidencie dependencia de Dios y disposición de proclamar el evangelio y no construir su propio reino.

c.- Es necesario que se recurra a la oración a Dios en procura de orientación y no permitamos el influjo de las emociones.

Lección Tres

¿Qué pasos sigo ahora?

El primer interrogante que nos asalta cuando la congregación ha tomado la determinación de ampliar su radio de acción evangelizador mediante el establecimiento de Células o Grupos de Estudio Bíblico es ¿Cómo comenzar el trabajo?.

A esta pregunta sumamos otras que revisten importancia. ¿Por qué planes algunos celulares fracasan con relativa facilidad?¿Cómo evitar que igual ocurra con nuestra comunidad de creyentes?¿Cuáles son las estrategias para empezar?

I.- Formación de líderes

Antes de iniciar cualquier avanzada para la plantación de Células o Grupos de Estudio Bíblico es esencial que pensemos en la formación de los primeros líderes. Nada podríamos hacer pese a contar con un esquema de trabajo y con las estrategias a seguir, si no disponemos de recurso humano suficientemente capacitado.

¿Cómo escogerlos? Con sabiduría. La misma que proviene de Dios. Y la obtenemos en oración.

La decisión respecto a quiénes nos acompañarán en este proceso, debemos asumirla con sumo cuidado, bajo la orientación divina. El propio Señor Jesús lo hacía. Observe lo que hizo previo a la selección de sus discípulos. "En esos días, Jesús se fue a un cerro a orar. Pasó toda la noche en oración. Al amanecer llamó a sus seguidores, escogió a doce de ellos y los llamó apóstoles…"(Lucas 6:12, 13. Nuevo Testamento la Palabra de Dios para todos).

Tome nota de tres elementos de suma importancia. Primero, la decisión acerca de quiénes le acompañarían, no la adoptó en un abrir y cerrar de ojos. Aunque el Señor Jesús tenía conciencia -al igual que usted"sobre la necesidad de contar con un pequeño grupo de colaboradores, no se dejo mover ni por las emociones, ni los lazos de amistad y menos por el convencimiento humano sobre quiénes eran los más apropiados para asumir el compromiso y misión siguientes.

Segundo, antes de tomar cualquier decisión, llevó el asunto a la presencia del Padre en oración. "Pasó toda la noche en oración con Dios".

Tercero, comenzó con un grupo pequeño. Usted no requiere "invariablemente" de doce colaboradores. Puede comenzar con dos o tres, quizá con cinco o seis.

Hago claridad al respecto porque decenas de personas me preguntan si estamos en la línea de trabajo de "Los Doce". Y mi respuesta respetuosa pero categórica es que no.

Si bien es cierto reconozco la labor realizada por los pastores César Castellanos y César Fajardo, en Colombia y gran parte de Latinoamérica, considero que para emprender un trabajo de evangelización a través de las Células o Grupos de Estudio Bíblico no es obligatorio que tomemos como base un número determinado de seguidores.

Es esencial que tengamos mucho cuidado con la selección del equipo de colaboradores.

II.- Acompañamiento en el proceso de formación

Con frecuencia veo líderes que emprenden tareas eclesiales con un entusiasmo enorme. Sin embargo desisten fácilmente. ¿La razón? Es probable que no hayan estado preparados o tal vez, no recibieron una estrecha asistencia representada en el asesoramiento para el desarrollo de sus tareas.

El acompañamiento es vital. Observe la escena que se produjo en los comienzos del ministerio del Señor Jesús: "Jesús caminaba cerca del lago de Galilea cuando vio a Simón y a su hermano Andrés. Los dos estaban lanzando una red al lago porque eran pescadores. Jesús les dijo: Vengan conmigo. Yo les enseñaré a ser pescadores de hombres"(Marcos 1:16, 17. Nuevo Testamento la Palabra de Dios para todos).

A partir de esta sencilla lectura aprendemos varias cosas. La primera, que el Señor Jesús veía en aquellos dos hombres no a rústicos pescadores sino a potenciales líderes. A su turno, debe llevarle a considerar que sus discípulos no necesariamente deben tener titulación profesional.

Usted los formará para que aprendan los rudimentos del evangelio y su proclamación. Conforme lo haga ellos podrán desarrollar su misión. Un segundo aspecto es que el maestro fue enfático en señalar "Yo les enseñaré a ser pescadores de hombres"(versículo 4). Es usted y nadie más que usted quien capacitará a quienes serán los inmediatos colaboradores.

El propio apóstol Pablo veló en todo momento porque el acompañamiento a sus seguidores fuera permanente, compartiendo con ellos el día a día tal como escribió a la comunidad de Tesalónica: "Ustedes y Dios son testigos de que cuando estuvimos con ustedes los creyentes, nos comportamos de una manera santa, justa y honesta. Y saben muy bien que nosotros tratamos a cada uno de ustedes como un padre trata a sus hijos. Los exhortamos, consolamos y animamos a vivir de una manera que honre a Dios, quien los invita a entrar en su reino y en su gloriosa presencia"(1 Tesalonicenses 2:10-12. Nuevo Testamento la Palabra de Dios para todos).

La mejor enseñanza se imparte con el ejemplo y una presencia permanente al lado del discípulo para conocer y contestar cada una de sus inquietudes.

III.- Fundamental en una sólida doctrina.

En el mercado abundan muchos libros de diversos autores y acerca de infinidad de temas. Admito que yo mismo leo mucho sobre la literatura cristiana que inunda el mercado. Sin embargo he aprendido que no todas las lecturas edifican y preparan a un líder para que ejerza su misión frente a una Célula o Grupo de Estudio Bíblico Familiar.

Es necesario retornar a la senda antigua, es decir, aquella que se fundamenta en las Escrituras. Sólo de esta manera tendremos un equipo de colaboradores sólidamente arraigados en la doctrina de Cristo.

El libro de los Hechos señala que tras una poderosa intervención pública de Pedro en Pentecostés "… los que hicieron caso a lo que Pedro decía fueron bautizados. Este día se unieron al grupo de creyentes más de tres mil personas. Ellos estaban dedicados a aprender lo que los apóstoles les enseñaban. Compartían lo que tenían, participaban de la cena del Señor y moraban juntos"(Hechos 2:41, 42).

¿En qué se afirmaban los nuevos creyentes que posteriormente se convertirían en multiplicadores del evangelio? Se fundamentaban en las enseñanzas impartidas por los apóstoles.

Un poco más adelante, el apóstol Pablo exhortó a la comunidad cristiana de Tesalónica "A través de las buenas noticias les hemos enseñado, Dios los ha llamado a la Salvación… Hermanos, sigan fuertes y crean en las enseñanzas que les hemos dado, en lo que escucharon de nosotros, y en lo que les hemos escrito por carta"(2 Tesalonicenses 2:14, 15).

IV.- ¿Dónde y cómo se forma a los líderes?

Una estrategia apropiada puede ser a través de una reunión semanal solamente con los líderes. En lo posible, en un espacio neutro distinto de la iglesia.

Es aconsejable que el encuentro no transcurra como normalmente las sesiones que se desarrolla en el templo. En absoluto. Recomendamos que todo se desenvuelva con un cariz de informalidad, sin que esto por supuesto, vaya a restar seriedad y profundidad en el evento.

¿Qué temas compartir? Temas esenciales. Si usted toma tiempo para auscultar a sus líderes, encontrará que tienen muchos vacíos en cuanto a doctrina. Esa es la falencia que debemos atender. Una forma sencilla y práctica de hacerlo, radica en tomar las lecciones de un buen texto de "Teología sistemática".

V.- El objetivo: reproducir discípulos en otros discípulos

Cuando haya cimientos doctrinales en un líder o discípulo, podemos pasar a la etapa final: enviarles, es decir, ponerlos al frente de una Célula o Grupo de Estudio Bíblico.

El apóstol Pablo en su carta a Filipos escribe:"Hagan todo lo que les enseñé, todo lo que aprendieron al verme y oírme, y el Dios de paz estará con ustedes."(Filipenses 4:9).

También en la segunda comunicación que le dirige a Timoteo, escribe: "Has escuchado mis enseñanzas confirmadas por muchos. Ahora enséñalas a creyentes dignos de confianza, quienes a su vez, puedan enseñárselas a otros" (Filipenses 2:2).

Reproducirse en más discípulos es una de las metas a las que necesariamente tenemos que llegar, y vamos a lograrlo con una adecuada preparación de los líderes que serán quienes asuman la orientación de las Células o Grupos de Estudio Bíblico.

Cuestionario para Lección Tres

1.- Cuando iniciamos la plantación de líderes es fundamental que sentemos bases mediante:

a.- Escoger un buen sitio y que tenga comodidades para acoger a los visitantes.

b.- Formar líderes.

c.- Formar líderes, acompañarlos en el proceso de formación y fundamentales en la sana doctrina.

d.- Ninguna de las anteriores.

2.- La formación de líderes es esencia y se logra:

a.- Mediante compartirles material bíblico que les permita responder a sus interrogantes.

b.- Mediante reuniones semanales, ojalá en un lugar distinto a la iglesia y que se compartan temas sencillos pero de fundamentación doctrinal.

c.- Mediante el estímulo a los líderes para que cursen teología.

3.- ¿Cuál es el propósito de preparar discípulos en las Células o Grupos de Estudio Bíblico.

a.- Que el volumen de asistentes a la iglesia crezca.

b.- Que los discípulos se constituyan a su vez en formadores de nuevos discípulos.

c.- Que lleguen a ser buenos cristianos.

d.- Ninguna de las anteriores.

4.- De acuerdo con el planteamiento del apóstol Pablo en su carta a los creyentes de Filipos (Filipenses 2:2) un líder debe:

a.- Transmitir las enseñanzas a otras personas en el proceso de discipulado.

b.- Transmitir las enseñanzas a otras personas en el proceso de discipulado y que sean dignas de confianza.

c.- Ninguna de las anteriores.

d.- Transmitir las enseñanzas a otras personas en el proceso de discipulado y que sean dignas de confianza y que a su vez transmitan la enseñanza a otras personas.

Lección Cuatro

¿Qué pasos seguir para plantar una célula?

Una vez disponemos de líderes a quienes se haya capacitado en la estrategia de evangelización a través de las Células o Grupos de Estudio Bíblico, emprendemos una segunda fase que conjuga la teoría con la práctica y que consiste en el trabajo de plantación propiamente dicho.

Censo de membresía

En caso de que se trate de una iglesia grande, el primer paso para iniciar este trabajo consiste en elaborar una encuesta que permita identificar en dónde residen los miembros y además, los datos respecto al nombre, profesión u ocupación, tiempo de membresía en la denominación y si tiene disponibilidad de abrir su hogar para comenzar reuniones.

Esta base de información abre las puertas para ir concentrando a los nuevos creyentes en aquellas casas con el propósito de hacerles seguimiento y avanzar en su proceso de solidez doctrinal y espiritual, mediante el discipulado.

Igualmente se constituyen en los puntos de contacto de personas nuevas a quienes compartir el evangelio transformador de Jesucristo.

Una iglesia naciente

Si por el contrario usted lidera una iglesia que está surgiendo, la primera fase ineludible es la preparación de quienes integran su equipo de trabajo y establecer uno, dos o tres puntos en los cuales iniciar las reuniones. En lo posible y teniendo en cuenta las posibilidades de desplazamiento, se buscará que residan en hogares próximos al templo.

En uno u otro caso usted que asume este programa, deberá visitar el lugar, comprobar qué capacidad tienen para alojar personas durante cada reunión, y aspectos logísticos sencillos pero elementales como es la disponibilidad de sillas.

A las personas que habitan la casa, quienes en adelante prestarán sus servicios a la obra de Jesucristo en calidad de anfitriones, se les preparará en cuatro a normas primarias de atención a los visitantes. No olvide que la primera impresión que se llevan es esencial. Si quienes asisten como invitados consideran que fueron víctimas de la descortesía, es probable que no regresen.

El pastor o líder les explicará la importancia de recibir a la gente con un saludo, de esbozar una sonrisa cálida y la inmediata invitación para que sigan y se sientan cómodos.

¿Con cuántas personas podemos iniciar las reuniones?

Para responder a este interrogante vale la pena remitirnos a las Escrituras y en particular a un pasaje que usted como líder deberá tener siempre a mano. Lo encontramos en los evangelios. La escena ocurre en una reunión que sostuvo el Señor Jesús con sus discípulos. Tras orientarlos sobre cómo actuar con alguien que nos ha ofendido, señaló: "Además les digo que si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedido por mi Padre que está en el cielo. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos"(Mateo 18:19, 20. Nueva Versión Internacional).

Usted puede comenzar con un número reducido de personas. Incluso, podría ser con su propia familia. Lo fundamental es que nuestro amado Señor Jesucristo esté en medio. Si espera hasta tener un volumen grande de participantes para comenzar, lo más probable es que no emprenda la tarea jamás.

II.- La oración debe anteceder todo trabajo eclesial

La experiencia nos ha mostrado que así haya una enorme disponibilidad de lugares en donde emprender las reuniones de las Células o Grupos de Estudio Bíblico, es inapropiado dejarnos mover por las "corazonadas" o los sentimientos, y que lo más aconsejable es llevar el asunto a Dios en oración.

¿Recuerda a Felipe, el evangelista? La Biblia dice que un ángel del Señor le dijo: "Un ángel del Señor le dijo a Felipe: "Ponte en marcha hacia el sur, por el camino del desierto que baja de Jerusalén a Gaza." Felipe emprendió el viaje, y resulta que se encontró con un etíope eunuco, alto funcionario encargado de todo el tesoro de la Candace, reina de los etíopes. Éste había ido a Jerusalén para adorar y, en el viaje de regreso a su país, iba sentado en su carro, leyendo el libro del profeta Isaías. El Espíritu le dijo a Felipe: "Acércate y júntate a ese carro."(Hechos 8:26-29).-

Como podrá deducir de una forma sencilla, el camino y perspectiva que tenía el evangelista eran bien distintas de los planes que en ese preciso instante tenía Dios. Igual ocurre cuando nos embarcamos en esta iniciativa. Creemos tener todo cronometrado y listo para iniciar acciones, pero nada nos asegura que si seguimos obrando en nuestras fuerzas obtendremos resultados satisfactorios.

Otro ejemplo práctico lo hallamos unos capítulos mas adelante, en el mismo libro de los Hechos de los apóstoles: "Atravesaron la región de Frigia y Galacia, ya que el Espíritu Santo les había impedido que predicaran la palabra en la provincia de Asia. Cuando llegaron cerca de Misia, intentaron pasar a Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió. Entonces, pasando de largo por Misia, bajaron a Troas. Durante la noche Pablo tuvo una visión en la que un hombre de Macedonia, puesto de pie, le rogaba: "Pasa a Macedonia y ayúdanos." Después de que Pablo tuvo la visión, en seguida nos preparamos para partir hacia Macedonia, convencidos de que Dios nos había llamado "(Hechos 16:6-10).

Apreciará que es indispensable el que todos nuestros proyectos, y en este caso la plantación de Células o Grupos de Estudio Bíblico los llevemos a la presencia de Dios ¿Cómo lo logramos? Con oración. No olvide la recomendación del salmista cuando escribe: "Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará"(Salmo 37:5. Nueva Versión Internacional).

III. Pedir a Dios que abra puertas

Con frecuencia hallamos hogares que a todas luces se perfilaban como los más indicados y a la postre el funcionamiento de las Células allí sólo trajo problemas. ¿La razón? Transcurrido algún tiempo de estar realizando las reuniones, alguno de los miembros"por cualquier circunstancia"se oponía a que siguieran encontrándose. Ese error debe llevarnos a reconsiderar cómo hacemos las cosas.

¿Qué hacer? Pedir orientación a Dios para que nos abra los espacios indicados, los que -bajo su voluntad"sabemos que resultarán apropiados.

Recuerde que, de acuerdo con las Escrituras y al referirse al Señor Jesús, El es "…el verdadero, el que tiene la llave de David el que abre y nadie puede cerrar, el que cierra y nadie puede abrir"(Apocalipsis 3:7).

Pablo tenía claro que era Dios quien abría las puertas y lo dejó sentado en sus escritos: "Pero me quedaré en Efeso hasta Pentecostés, porque se me ha presentado una gran oportunidad para un trabajo eficaz, a pesar de que haya muchos en mi contra"(1 Corintios 16:8, 9).

Un poco más adelante escribe: "…cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo, descubrí que el Señor me había abierto las puertas…"(2 Corintios 2:12), y también en su carta a los nuevos creyentes de Colosas, les anima: "Dedíquense a la oración; perseveren en ella con agradecimiento y, al mismo tiempo, intercedan por nosotros a fin de que Dios nos abra las puertas para proclamar la palabra, el misterio de Cristo por el cual estoy preso"(Colosenses 4:2, 3).

IV.- Actividades iniciales

Ahora que todo está listo ¿Cómo iniciar el trabajo? Hay varias formas. Una puede ser promoviendo entre amigos y conocidos –por quienes habremos orado previamente"para que nos acompañen al lugar, el día y a la hora convenidas, a la proyección de una película con mensaje cristiano, a una integración de amistad con un refrigerio, a una charla sobre un tema de interés general o quizá, a algún curso sobre elaboración de artesanías o algún oficio práctico que generalmente despiertan curiosidad e interés entre las personas.

Cualquiera de estos elementos se convierte en nuestro primer contacto con las personas nuevas o simpatizantes.

En estos encuentros preliminares no es aconsejable ni cantar coros ni pedir ofrendas. Recuerde que alguien con un estilo de vida sujeto al mundo buscará el menor pretexto para no regresar.

Tampoco es aconsejable utilizar términos propios de quienes ya conocen y están caminando de la mano del Señor Jesucristo.

Otra estrategia que rinde buenos resultados es distribuir con antelación literatura cristiana atrayente y preguntar, poco tiempo después y con mucha prudencia, cuál es la opinión sobre aquellos textos e invitarles a las reuniones.

Un tercer elemento que tuve la oportunidad de escuchar al evangelista puertorriqueño Yiye Avila, consiste en ir de casa en casa entregando trataditos o folletos evangelísticos, compartiendo el evangelio transformador de Jesucristo e invitando inmediatamente después, al lugar en donde se integrará la Célula o Grupo de Estudio Bíblico.

Sin duda, con su grupo encontrará muchas otras ideas que permitan captar el interés de las personas invitadas.

Cuestionario para Lección Cuatro

1.- Uno de los primeros pasos una vez se dispone de líderes para plantar Células o Grupos de Estudio Bíblico, es la realización de un censo entre la membresía con el propósito de…

a.- Identificar en dónde residen los miembros y cuáles están dispuestos a abrir sus casas para establecer Células o Grupos de Estudio Bíblico.

b.- Para concentrar a los nuevos creyentes a fin de que asistan a las Células o Grupos de Estudio Bíblico.

c.- Facilitar el seguimiento de los nuevos convertidos.

d.- Las respuestas a y c son ciertas

e.- Todas las anteriores

2.- Durante las lecciones aprendemos que si la congregación apenas comienza, la fase ineludible es:

a.- Compartirles la visión de las Células o Grupos de Estudio Bíblico.

b.- Preparación de los líderes que trabajarán en las Células o Grupos de Estudio Bíblico.

c.- Realizar de todos modos el censo.

3.- Si hemos decidido emprender la plantación de Células o Grupos de Estudio Bíblico es necesario que:

a.- Informemos a los nuevos convertidos que vamos a plantar Células o Grupos de Estudio Bíblico.

b.- Decirle a quienes ofrecerán sus casas para plantar Células o Grupos de Estudio Bíblico que apenas tengamos solidez económica, les daremos una ofrenda.

c.- Visitemos el lugar donde se plantará la nueva Célula o Grupo de Estudio Bíblico para determinar ubicación, comodidad e incluso, proximidad al templo:

c.- Ninguna de las anteriores.

4.- Con respecto a quienes serán anfitriones en las Células o Grupos de Estudio Bíblico, es necesario:

a.- Hacerles un seguimiento para comprobar si van o no a los cultos.

b.- Prepararles sobre normas primarias de atención a los visitantes.

c.- Compartirles la importancia de recibir bendición apenas abren sus casas para plantar las Células o Grupos de Estudio Bíblico.

5.- ¿Con cuántas personas podemos emprender una Célula o Grupo de Estudio Bíblico?.

a.- Con diez. Hacerlo con menos es perder el tiempo.

b.- Con doce porque doce eran los discípulos del Señor Jesús.

c.- Con el número que haya sobre la base de que donde hay dos o tres reunidos en el nombre del Señor Jesús allí está en medio de ellos (Mateo 18:19, 20).

6.- Antes de plantar Células o Grupos de Estudio Bíblico es necesario:

a.- Orar a Dios en procura de orientación.

b.- No es necesario hacer nada. Las personas solas llegarán.

d.- Desarrollar una gran campaña evangelística para atraer nuevos creyentes.

c.- Orar a Dios en procura de orientación y que abra las puertas.

6.- Entre las actividades iniciales a la plantación de Células o Grupos de Estudio Bíblico se cuentan:

a.- Una campaña evangelística casa por casa.

b.- Invitar conocidos a la presentación de una película, una actividad de integración o quizá una capacitación sobre oficios prácticos.

c.- Un concierto de música cristiana.

Lección Cinco

Inicio y consolidación de las primeras reuniones

Como hemos visto, las ciudades concentran un 50% de la población de los países hispanos contrario a lo que ocurría treinta años atrás cuando el mayor volumen de personas residía en los campos. Esa proporción tiene de a ser cada día mayor a raíz de la migración progresiva de los campesinos a los asentamientos urbanos, lo que necesariamente obliga a replantear y a aplicar ajustes a las estrategias de evangelización. Frente a esta realidad toman fuerza las opciones que se ofrecen a través de las Células o Grupos de Estudio Bíblico.

¿A qué reflexión nos lleva este hecho? A la necesidad de acudir a métodos sencillos, económicos y eficaces con el propósito de llegar a un enorme volumen de personas con el ánimo de fortalecer las reuniones en las casas. No olvide que a la par que crecen las ciudades, se dispara el número de ofertas para colmar el vacío espiritual de hombres, mujeres, jóvenes y niños.

Las religiones orientales y los métodos de superación o de relajación, forman parte del enorme abanico de competidores y no podemos desconocer que sus sistemas de trabajo para captar adeptos son cada día más sutiles y contundentes.

Sobre esta base, hay tres elementos que deben caracterizar todas las células y que también deben primar desde las primeras convocatorias que se hagan a las gentes para asistir:

a.- Oración

b.- Acogida como en el propio hogar

c.- Evangelización

1.- La oración en las casas

¿Quiere una estrategia que le permita impactar a las personas que se encuentran alrededor: vecinos, amigos y familiares? La respuesta es sencilla: oración. Mucha pero mucha oración.

No pasa un día sin que usted y yo escuchemos las quejas de las personas en torno a los problemas que enfrentan, bien sea de orden espiritual, emocional, familiar, laboral o quizá económico.

Nos comparten sus inquietudes porque están buscando una salida al laberinto. Una extraordinaria alternativa es decirles: "En casa nos reunimos tal o cual día desde en el siguiente horario. Generalmente lo hacemos para orar y leer la Biblia. ¿Permitirías que te ayudáramos a orar por esa situación?".

No conozco a la primera persona que exprese su negativa a esta disposición de colaborar. Allí está abierta un puerta que posteriormente nos permitirá invitarles a las Células o Grupos de Estudio Bíblico.

Una vez traiga la solicitud y comiencen a interceder, es aconsejable que durante la semana en curso usted hable con el interesado y le diga. "Estamos orando por su situación, no nos hemos olvidado, y si observa cambios favorables le pido que por favor nos informe". ¿Sabe qué ocurre? Que normalmente tenemos la certeza de que Dios responde tal como sucedía con los primeros cristianos cuando "Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apóstoles"(Hechos 2:43. Nuevo Testamento, la Palabra de Dios para todos).

¿Se da cuenta? Nuestro amado Señor -si está en Su voluntad"va a testimoniar respaldo, y las oraciones serán respondidas. El peso de esta respuesta desarma con frecuencia los argumentos que tienen las personas para no asistir a la Célula o Grupo de Estudio Bíblico.

En las casas se debe orar. Recuerde que es justamente eso lo que hacían los primeros creyentes. Cuando el apóstol Pedro fue encarcelado y a instancias de Herodes estaba a las puertas de ser llevado a juicio, esa noche Dios se manifestó milagrosamente. El capítulo 12 del libro de los Hechos señala que mientras estaban durmiendo en medio de los guardias:"De repente apareció un ángel del Señor y una luz resplandeció en la celda. Despertó a Pedro con unas palmadas en el costado y le dijo: "Date prisa, levántate". Las cadenas cayeron de las manos de Pedro"(Hechos 12: 7, 8. Nueva versión Internacional).

De una manera prodigiosa, el ser angelical guió a Pedro hasta la salida de la prisión. "Cuando (Pedro) cayó en cuenta de esto, fue a casa de María, la madre de Juan, apodado Marcos, donde muchas personas estaban reunidas orando"(Hechos 12:12. Nueva versión Internacional).

Observe que en esas y otras ocasiones, fue en los hogares en donde se reunían los primeros cristianos y en donde se clamaban a Dios en procura de las necesidades que les asistían.

2.- Acogida como en el propio hogar

¿Por qué razón muchas personas se muestran renuentes a asistir a una Célula o Grupo de Estudio Bíblico? Porque quizá temen que no tengan la acogida especial que normalmente uno esperaría en su propio hogar. Esa es justamente la actitud que debemos adoptar: amabilidad para con quienes llegan.

¿Qué es aconsejable? Invitar a los visitantes a tomar asiento -invitados que asumimos fueron convocados por el anfitrión o alguno otro de los asistentes"y comenzar a llamarles por el nombre.

En algunos casos se escribe una pequeña tarjetita con el nombre de la persona y se le invita a ponérsela en un lugar visible. Obviamente cada uno de los concurrentes –comenzando por el líder– portan también su propio distintivo con el propósito de que se facilite la identificación por parte de los que llamamos "nuevos". Aunque a primera vista no parezca impactante, este método arroja excelentes resultados.

Es bueno que -en un comienzo"no llamemos a los demás, cercanos al grupo, como "hermano tal…" ¿La razón? Aunque se trata de un término de fraternidad cristiana, los visitantes pueden sentirse excluidos y probablemente no regresen, o tal vez se manifiesten renuentes.

Partes: 1, 2, 3
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