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Soñar si cuesta (página 3)

Enviado por Jaime Castañe


Partes: 1, 2, 3

Los bancos o instituciones financieras, hay que reconocer que perderían sus tarjetas de crédito o débito y algunos movimientos bancarios y con ellos recargos por servicios, comisiones y otros gastos, pues éstos serían sustituidos totalmente por las tarjetas de vida, pero otras actividades normales bancarias permanecerían y otras se crearían. No obstante sus operaciones serían más sencillas, yo diría «Naturales».

Sin embargo, muchos de los gastos de papelería se suprimirían, como chequeras y notas de débito o crédito etc. Los préstamos bancarios, por ejemplo, serían mucho más ágiles y controlables pues en la tarjeta de vida de cada persona jurídica o natural, se sabría sus ingresos periódicos, cuanto de ellos ya tiene comprometidos y de que ingresos dispondría para un nuevo préstamo, con eso se podría congelar automáticamente la cantidad a pagar y en cada vencimiento el traspaso a la cuenta del banco sería de inmediato sin mayores trámites. Sólo cabría cubrirse el banco de algún percance como un accidente mortal, pero un seguro conveniente podría hacerlo.

Los paraísos fiscales no existirían lo cual dejaría de ser conveniente para algunos países que obtienen ingresos debido a la imperfección de los sistemas actuales, no obstante eso sería una bendición más que nos traería el nuevo sistema monetario.

8- Inconvenientes que Podría Presentar El Sistema

Pero hay que reconocer que todo sistema, por bueno que sea, debe tener su lado débil ¿Y cuál sería éste? Pensemos cuando menos en los que a mí se me ocurren.

Se podría pensar que un empleado, al no recibir el sueldo directamente del empleador, no se esmeraría en su trabajo o labor, pero eso lo pueden controlar fácilmente las leyes del trabajo o laborales si se dispone que cualquier falta, tanto del empleador como del empleado, debidamente comprobada, pueda ser motivo para ser aplicada una sanción, por ejemplo, una nota en la tarjeta del empleado y de acuerdo a la falta, disminuir o rebajar de categoría al empleado en el tabulador de sueldos y salarios, con lo cual su sueldo se reduciría y hasta penas mayores si fuera preciso. En cuanto al empresario, podría ser desde la amonestación hasta impedirle dirigir empleados directamente o incluso dirigir o tener empresas.

Habría un flujo constante de dinero, pues cada día, cada vez que alguien trabaje, creará dinero y puede llegar a ser una gran masa sin drenar. Pero el sistema o los sistemas actuales también lo hacen y en mayor medida que la proporción del crecimiento demográfico y mucho más. Calculemos por ejemplo, cuantos dólares norteamericanos se han emitido, digamos desde 1933. Son muy pocos los eliminados definitivamente, pues los renovados no suprimen o reducen el circulante ¿Y a dónde han ido a parar? Decir que la inflación también ha absorbido una buena parte podría ser verdad pero no suficiente.

Un escrito en el periódico "El Universal" de Venezuela del 27 de Octubre de 1.995 dice:

"…los 358 mayores multimillonarios del mundo mencionados en la lista del año pasado en la revista Forbes, tienen una fortuna equiparable al ingreso combinado del 45 por ciento inferior de la población mundial…"

No tengo la menor duda que, igual que ahora, el capital excedentario se acumulará en pocas manos, cuando esto suceda deberá pensarse en alguna medida de control que ahora no la expondré aunque tenga varias ideas sencillas sin traumas, pero sé que la podría haber para absorber el excedente o a controlarlo, aunque no alcanzo a ver el daño que esto pueda ocasionar con el sistema propuesto, pues nadie se habrá convertido en miserable por culpa de un nuevo multimillonario, como bien puede ocurrir con los sistemas actuales. O sea, que la existencia de muchos multimillonarios es tolerable y hasta como un agradable incentivo en algunos casos, sin causar mayores dolores de cabeza a mi manera de ver.

Se me ocurre que otra causa, además de una perseverante vigilancia para evitar fanatismos agresivos e intransigentes, tanto políticos, religiosos, étnicos, raciales etc., que pudieran de alguna manera amenazar al sistema, pudiera llegar a ser "el crecimiento poblacional o demográfico excesivo".

Si empiezan a escasear los alimentos o los bienes necesarios, es cuestión de tiempo para que ningún sistema se prolongue. Para que esto no suceda debería adoptarse un sistema de estricto cumplimiento por encima de cualquier creencia o religión pues el bien común está primero que nada.

El sistema de La China ha caminado muy bien para ellos, pero también hemos visto como muchos países europeos que antes ostentaban el más alto índice de emigración, han disminuido su crecimiento poblacional hasta cifras negativas en algunos casos. Su bienestar social y un sistema estable podrían ser la respuesta sin necesidad de mayores controles. El caso de Singapur es el más relevante pues a pesar de su población eminentemente asiática o china, para ser más precisos, el crecimiento poblacional es muy negativo.

«Habría que revisar las súper-ventajas dadas a las patentes, pues no se deberían dar exageradas protecciones. Eso se trata solamente de una opinión personal y no tiene que ver con el sistema propuesto».

Si un empresario o persona descubre o inventa lo que sea, debe de reconocérsele su propiedad pero no creo que se deba reconocer su exclusividad total de comercialización. Si cualquiera, legalmente establecido y con posibilidades quiere fabricar el mismo producto debería de permitírsele hacerlo, pero mediante el pago por un tiempo o para siempre, si así se determina o se establece, de un porcentaje justo sobre la venta o lo

que se estipule deba ser. Eso evitaría precios exagerados si no se autoriza el monopolio. Pero con un permiso omnipotente por un determinado tiempo, se convierte en un súper-privilegio tan desmesurado que debe ser regulado y lo cual ya está más que comprobado pues las tímidas leyes antimonopolio no lo han impedido.

Tenemos casos más que evidentes de nuevos multimillonarios en poco tiempo gracias a la súper- protección del sistema. Con tanto dinero, toda demanda o intento de corrección se demora, se disminuye o se evade. Pues cualquier invento, el del bombillo por ejemplo, depende de los materiales que lo componen los cuales no han sido descubiertos por el inventor, ni la electricidad, ni el vidrio, ni los cables etc. Una patente omnipotente distorsionaría el mercado si no hubiera competencia o controles que regularan la especulación, ya ha sucedido y seguiría sucediendo. Buscamos oportunidades democráticas para todo el mundo. Buscamos la justa igualdad en lo posible para todos. Si todos vivimos de todos pues todos debemos tener parecidos derechos y deberes sin exagerarlos.

—El sistema central de tarjetas es tan fácil y ágil que, el cobro y traspaso de royalties o permisos de marca, se podría hacer de inmediato sin más trámites—

«Eso no tiene nada que ver con los derechos de autor, pues un escritor por ejemplo no debe ser plagiado».

9- ¿Por qué Los Sistemas Monetarios no son Democráticos?

Es imprescindible referirnos de nuevo a Los Estados Unidos de Norteamérica si queremos hablar de la economía monetaria. Lamento tener que referirme a EEUU pues es un país maravilloso en infinidad de hechos y ejemplos, así como su gente y sencillez entre los que cuento con sinceros amigos, pero así es la historia.

Empecemos con la conferencia de Bretton Woods en el noreste de Los Estados Unidos de Norteamérica allí nace el FMI o Fondo Monetario Internacional, en la década de los cuarenta, en 1944. El patrón sería el oro a 35 dólares la onza troy, y el equivalente para otras monedas, lo cual garantizaba un cambio fijo. EU tenía en sus reservas más del sesenta por ciento de todo el oro del mundo occidental (como apuntamos anteriormente) por lo tanto casi mandaba… aunque tácitamente así era. Después vino el plan Marshall, ayuda monetaria en $, dólares americanos, para los países devastados por la guerra, inversiones de capitales privados desde EU a Europa y Japón, compras de Estados Unidos a estos países a crédito en dólares. Todo eso creó una dependencia casi exclusiva del Dólar, los países no tenían ningún inconveniente en tener en sus reservas dólares en vez de oro, pues para el caso era lo mismo, por las calles circulaba la moneda de plata, níquel o cobre con un precio estable en el mercado internacional, por lo tanto las monedas no tenían variación.

Para finales de la década de los sesenta Los Estados Unidos de Norteamérica había reducido sus reservas en oro drásticamente. Naturalmente el mundo se estremeció, sin embargo las cosas siguieron adelante, pero como el gigante del norte seguía "fabricando y exportando dólares" sin crecer las reservas de oro equitativamente, pues al fin colapsó el sistema y en Agosto del año de 1971… EU abandonó el patrón oro y dejó que las monedas flotaran a la ley de la oferta y la demanda.

No es tan increíble que el Dólar fuera protegido por todos los países industrializados o no del mundo, pues sus reservas eran en esa moneda, la mayoría de las cuentas por cobrar y sus deudas también, no iban a decir que no valía nada, así que Estados Unidos de Norteamérica no tuvo que hacer demasiado para apoderarse de la economía monetaria del mundo. De ahí en adelante todo flotaría, petróleo, materias primas, comida, mercancía, monedas etc. todo en lo absoluto todo, menos… menos el nuevo sustituto del patrón oro en el mundo, el Dólar.

(Ojala fuera posible aplicar este nuevo sistema monetario con tanta rapidez y efectividad como lo hizo Los Estados Unidos de Norteamérica con el dólar cuando lo consideró conveniente a sus intereses. Pero los que ahora podrían hacerlo, como dominan al mundo con el suyo, lo más probable me atrevería a afirmar, sea, que no deseen arriesgarse)

Pero razonando sobre este tema; solamente EU era o fue el país indicado para desempeñar esta extrema misión. Veamos porque:

Era y sigue siendo la nación más poderosa del mundo. Pues posee las armas y la estructura ofensiva sin precedentes en todo el planeta y era un país democrático en muchos aspectos.

Europa acababa de salir de terapia intensiva y se encontraba en recuperación. Casi una mitad del mundo era comunista y éste sistema liderado en parte por La Unión Soviética amenazaba con devorar a toda Europa, pues ya muchos países habían caído bajo su influencia, unos antes, algunos mientras y otros después de la segunda guerra mundial.

El sistema político de los Estados Unidos de Norteamérica casi era eminentemente democrático, lo cual convenía al resto del mundo y como se vería después, a todo el mundo. Su moneda, el Dólar, era apetecida por todos, incluso por el mundo comunista.

Todo lo dicho y más, lo convirtieron sin oposición en el líder del mundo occidental. Este momento de la historia, a mi forma de ver, fue desesperado, se trataba de detener o morir y por eso todos los países occidentales se pusieron, como única gran esperanza, al lado de Estados Unidos de Norteamérica como el pariente fuerte que los podía librar de ser engullidos y del desastre. Y cumplió perfectamente con su misión, de lo contrario, otra historia estaríamos contando y eso si nos dejaran contarla. Por eso, cuando Los Estados Unidos de Norteamérica abandonó el patrón oro, lo pudo hacer porque era Estados Unidos de Norteamérica y nada más. Y también por mucho tiempo fue el único que se quedó con el exclusivo derecho de fabricarlo sin otra reserva que su condición de líder mundial.

Eso es tan cierto como que hasta hace poco, solamente el Dólar ha podido ser emitido de acuerdo a las necesidades que Los Estados Unidos de Norteamérica determine sin ningún otro respaldo que el de su predominio en todo el mundo. El déficit de EU es brutal, pues hablamos de cifras imposibles de imaginar, millones de millones de dólares. El año 2.003, superó los quinientos mil millones de dólares (año 2003) que fueron a engrosar el déficit acumulado imposible de imaginar repito, de millones y millones de dólares. Ya al principio se enumeró una cifra más actualizada.

¿Y a quién o a qué se lo debe? ¿Al Fondo Monetario Internacional, como la mayoría de los países pobres o

en desarrollo, a quien hay que pagar el servicio de la deuda? ¿A los bancos particulares? ¿A otros países?

¿Podrá algún otro país hacer esa gracia de emitir más de su moneda a conveniencia sin que se deprecie o devalúe? El país iluso que lo haga pagará las consecuencias con pobreza y violencia, su moneda se derrumbará. Y eso es lo que ha sucedido y sigue sucediendo.

Los Estados Unidos de Norteamérica son la imagen de un sistema democrático que de alguna manera funciona… y bastante bien, pero… buena parte de su fortaleza se apoya en un monarca de actuación imperialista: «El Dólar».

La base de todos los sistemas, es el sistema monetario y si éste no es democrático; todos, o casi todos los demás tropiezan o se desbarrancan. Pero como todo monarca o monarquía, deberá democratizarse o seguir perfeccionando su democracia y permitir que todos tengan iguales oportunidades cuando menos mínimas y ahí está el problema. Nadie deja el poder tan fácilmente o permite que sea compartido por otros aunque sea para el bien de toda la humanidad.

¡El dinero como tal no desaparecerá! es una aseveración que me atrevo a decir, ningún sistema ha prescindido de él. Ni tan siquiera el comunista, las religiones tampoco, pues sin pago no hay devoción, hay que pagar el trabajo pues si no es así las cosas no perduran, debe haber una retribución, alguna compensación… aunque ésta, hoy por hoy, sea en muchos países miserable.

Esa explicación ha sido a mí entender necesaria para seguir desarrollando la idea del futuro que viene y que inevitablemente traerá cambios contundentes en el sistema monetario mundial.

10- ¿Qué Podría Obligar a los Países a Cambiar El Sistema Monetario?

Estados Unidos de Norteamérica dio un gran ejemplo al mundo cuando se constituyó como nación a finales del siglo dieciocho. Trece estados, no muy grandes, decidieron unirse y formar un sistema federativo. Todos empezaron por empujar en la misma dirección y con el tiempo fueron veinte, después cuarenta y por fin cincuenta. Cincuenta estados todos con los mismos principios, donde cedieron parte de su soberanía para el bien de todos (de todos ellos) y repetimos, empujando en la misma dirección, de modo que se convirtió en la nación más rica y poderosa del planeta.

Europa parece que, después de siglos de luchas, peleas y tragedias, comprendió que en la unión está la fuerza. No importa que se haya repetido por miles de años este dicho, pues se repite y se repite pero no se practica; o no se practicaba, pues dos visionarios en Francia, en el año de 1.952, Schumann político francés, nacido en Luxemburgo y Monet, francés de origen y empresario, tuvieron éxito en proponer y empezar con lo que hoy es La Unión Europea. La cosa empezó con el carbón y el acero pero acabó por ser todo o casi todo.

En el año de 2.004, es una unión de veinticinco países que el mundo admira y envidia pues sus bases y su sistema monetario están sujetos a normas y reglas estrictas que se cumplen rigurosamente.

Aún hay algunos países dentro de la Unión Europea que no han adoptado el euro, demasiados a mi entender, lo cual no lo acabo de concebir, aunque admito que fue expuesto democráticamente en cada uno de esos países buscando el voto del soberano, pero el soberano deberá de volverlo a considerar, pues yo lo veo como vivir en la casa de uno y pagar alquiler. Ya que, sus monedas, para que tengan valor internacional deben de tener reservas y éstas deben estar representadas en dólares o euros. Cada vez que viajen o salgan de su país vienen las casas de cambio, los bancos, las comisiones etc.

Pero no importa tanto, se va hacia delante y se ha prescindido del patrón oro, dólar o cualquier otro pues ahora es el euro que se emite libremente, bajo reglas estrictas claro, pues su potencial es de más de cuatrocientas cincuenta y cinco millones de almas (todos los veinticinco países que para el año 2004 conforman la Unión Europea), la mayoría de clase media, con una cultura y preparación buena que garantizan un futuro bastante promisorio. Además, irá creciendo a medida que los otros países logren

cumplir con las regulaciones necesarias y entonces serán muchos millones más.

Al fin y aunque ahora no esté dispuesta, la nueva Rusia más democrática cada vez, acabará por ingresar y con ella otros países tal vez no totalmente europeos. Quizás se llamará Unión Euroasiática, quien sabe, pero eso ya se verá.

No hay la menor duda de que el Dólar americano tiene un fuerte competidor, no es más poderoso que el Dólar de EU, todavía, pero el tiempo dirá. Lo que sucede es que el pariente protegido ha llegado a la mayoría de edad económica y quiere independencia… o una parte del poder, la llegada de un nuevo señor, con un sistema algo más liberal pero decidido a tener cuando menos una parte de la torta del mundo.

China por ejemplo tiene sus reservas en dólares y un veinte por ciento más o menos en euros —año

2004—, eso era impensable. ¿O no? Estados Unidos de Norteamérica tiene que haber pensado forzosamente que esta supremacía monetaria, que le ha dado casi el poder absoluto por más de cincuenta años, no iba a ser eterna. ¿Pero habrá pensado, cuando llegue el momento, de qué forma remediarlo? ¡Veremos!

Ahora EU debe compartir una parte, bien que mal, de su hasta ahora monopolio monetario, o dictadura monetaria si se quiere aplicar un término más duro, con la Unión Europea, pero esto, por los aires que soplan; no se va a detener ahí, pues tenemos otro u otros que aprendieron la lección y quieren o desean participar.

Japón fue una cultura cerrada por muchos siglos y la conservó convenientemente hasta casi inmediatamente después de la segunda guerra mundial. No renunció a sus costumbres, pero las combinó con las occidentales y aprendió rápidamente, de tal manera que en poco tiempo se convirtió en una potencia industrial y comercial, la segunda tal vez. El extremo Oriental es así, gente trabajadora, inteligente y yo agregaría que práctica pues otros países hicieron lo mismo, Taiwán, Singapur, Corea del sur y así otros, eso significó más gente en el mercado de consumo pero, "no significó independizarse del Dólar de Estados Unidos de Norteamérica", pues sus reservas monetarias siguen siendo en dólares.

Uno de los últimos en penetrar a ese mundo dislocado del consumismo ha sido China, no lo hizo mucho antes debido tal vez en parte a su sistema político, pero ha logrado cambiarlo convenientemente por uno capitalista o una rara combinación de ambos, pero muy eficiente y ahora es una temible potencia económica.

China tiene una población de mil trescientos millones de habitantes, hoy por hoy la nación más poblada del mundo, algo más de una quinta parte de la población total del planeta (de cada cinco personas vivas de este mundo una es china), eso hay que respetarlo y tenerlo en cuenta, es tan grande su potencial económico que actualmente consume cinco millones de barriles de petróleo diarios, EU casi veinte millones diarios. Eso sucede cuando muchos países petroleros no han logrado producir ni para complacer las necesidades actuales de la pujante China. Y eso es el principio pues en pocos años se espera que en la China progresista se precisen diez millones de barriles diarios y no se detendrá ahí tampoco, según veo. Perturbaciones se deben esperar con este exceso de la demanda de petróleo, nada agradables.

(El empuje súbito o tsunami de su naciente economía hacen o harán que se levante una ola gigantesca que repercutirá probablemente en más consumo de petróleo, cemento y otras materias primas, después se calmará algo tal vez, pero su ritmo ascendente no se detendrá en bastante tiempo según intuyo, pues las empresas siguen adelante a pasos más lentos pero constantes. A menos que con los actuales sistemas, deban enfrentar una crisis económica).

Naturalmente que debe haber tenido presiones para que revalorice su moneda el yuan o renminbi pero esta moneda tiene un cambio fijo con el $ de EU desde 1.997 amparado por unas reservas en el año de

2.001 de $ 212.200 millones de dólares de Estados Unidos de Norteamérica (Para el año 2004 se supone que un 20% de sus reservas son en euros según hemos comentado anteriormente). A pesar de las presiones de los industriales norteamericanos para que revalorice su moneda, China todavía lo está pensando. Y por lo que se ve, lo seguirá pensando por bastante tiempo.

(También tiene un cambio fijo Singapur y otros países asiáticos, a nadie le gusta que se tambalee la escalera adonde está montado si puede evitarlo).

Pero estas reservas chinas tan fabulosas, producto de muchos años de trabajo y ahorro, son menos de la mitad de lo que tuvo de déficit en el año (2.003) los Estados Unidos de Norteamérica. Por ahora China tiene que respaldar su moneda con otra pero, "cuando llegue el momento"…, buscará la emancipación y por lógica deseará para empezar una parte del poder.

No sé si formará en un futuro cercano con la India, actualmente de mil millones de habitantes, alguna unión comercial o monetaria similar a la europea y si en esta nueva asociación participarían otras naciones asiáticas lo cual no lo veo tan fácil debido a las diferencias que todavía persisten entre algunas de esas naciones, pero aunque esta unión sería la comunidad más abrumadoramente numerosa de todo el planeta, para el caso que tratamos es lo mismo, pues dentro de un plazo y no demasiado largo, cuando China tenga un mercado propio de exportaciones casi iguales o mejores a la Unión Europea, lo más probable quizás sea que no precise de reserva alguna para proteger el yuan o renminbi, pues muy bien podría pagar y cobrar en

su propia moneda. Y casi de seguro que la paridad del renminbi con las otras monedas se encargará de evaluar la oferta y la demanda, sin que a la China productiva le importe demasiado.

Actualmente algunos países asiáticos comercian más con China que con occidente. Un mercado de mil trescientos millones de consumidores por poco que consuma… consume algo.

O sea, que el mundo deberá o debería aceptar en un futuro no muy lejano, por lo que se ve y por los aires que soplan y soplan mucho, a tres poderosas monedas, un mercado interno norteamericano de casi trescientos millones de habitantes, con su moneda el dólar; uno europeo de más de cuatrocientos millones de habitantes con el euro y un mercado asiático de mucho más de mil millones de personas, más los mercados que tradicionalmente o recientemente tengan relaciones comerciales con estos países. En este momento las materias primas y casi todo, de movimiento internacional, deberá de cotizarse en esas tres monedas. ¿Y entonces que harán los Estados Unidos de Norteamérica? ¿Qué decisión tomará la Unión Europea? ¿Y China y sus asociados si los hubiere, que camino decidirán recorrer?

Sin duda habrá pugnas de las potencias económicas, no habrá una guerra como tal, no concibo que el mundo actual no sepa que de las guerras solamente quedan muertos y ante el pavor y la potencia de las armas actuales probablemente ni muertos queden.

Pero sí, es casi seguro que los poderes económicos tratarán por todos los medios posibles de imponerse unos a otros y esto causará otra inmensa ola, como todas los choques de colosos, que acabará con muchos poderes industriales o riquezas del mundo, tambaleará imperios económicos, pero quien más pagará las consecuencias será el de siempre, el más débil, el miserable, la inmensa ola o tsunami barrerá a los más indefensos, a los habitantes más humildes del planeta.

La ciencia, a despecho del mundo mercantilista, sigue adelante y de sus avances se aprovecha el comerciante e industrial sin prever mayores consecuencias. De manera que así, como la informática se ha impuesto en el mundo acortando distancias y uniendo continentes, penetrando fronteras antes infranqueables, alcanzando logros y culturas convenientes la mayoría de ellas; así la tecnología logrará, avanzará cada vez más o si se quiere hasta llegar a robotizarse, incluso invadirá áreas domésticas, robots que harán las tareas del hogar, de vigilancia de infinidad de trabajos.

Cuando esto suceda el desempleo en el mundo puede llegar a ser mucho más preocupante, o mejor dicho, espantoso. No olvidemos que de los más de seis mil quinientos millones de seres humanos que habitamos este planeta para estos años del 2008, dos terceras partes son pobres y entre ellos la mayoría no tiene empleo seguro, están subempleados o no lo tienen.

Lo que entonces podría pasar es casi previsible con los sistemas actuales si no se encuentran soluciones rápidas y convenientes. Si reducimos la jornada de trabajo para obligar a emplear a más trabajadores, subirán los costos y tendremos más pobres y más desempleo y penalidades cada vez más preocupantes.

Forzosamente habrá que cambiar el sistema monetario mundial, él actual causa inflación y desempleo. El sistema monetario norteamericano y aun el europeo no aguantarían continuas crisis o recesiones mundiales, pues fabricar y exportar dinero para repartirlo "al boleo", no es lo adecuado y esto hace además que, al fin de cuentas, el dinero se quede en pocas manos y aumente la miseria, "la mayoría de ellas, naciones subdesarrolladas", para que desarrollen su industria o necesidades de su población y para que supuestamente promuevan nuevas empresas privadas o no, que puedan generar empleo. Pero además, muchas veces, la mayor parte de estos aportes se diluyen en el camino y solamente llegan pequeñas porciones o ninguna a la masa obrera o trabajadora. Esto trae el aprecio de algunos de los gobiernos de turno, pues muchos de sus integrantes se hacen ricos, esto no complace al pueblo, basta hacer una pequeña encuesta para confirmarlo. Expongamos un breve ejemplo muy reciente para resaltarlo:

«En el medio oriente, concretamente en Afganistán o en Irak y Pakistán, los Estados Unidos de Norteamérica han colocado decenas de miles de millones de dólares, (entre los tres países, cientos de miles de millones) para incentivar sus defensas contra la agresión y también para aliviar la inmensa miseria que sufren desde tiempos inmemoriales, eso no se ha logrado ni tímidamente. Sin embargo en la China progresista, en una determinada área del país (Shanghái principalmente), la empresa privada ha invertido directamente en los últimos tiempos, o sea, hasta el mes de abril de 2.004, la cantidad de cincuenta y tres mil millones de dólares y el resultado ha sido una congestión de los servicios por el crecimiento acelerado de la economía que ha beneficiado a muchos de la clase trabajadora, pero naturalmente no hay suficiente electricidad, se han desbordado los requerimientos de petróleo, carbón, cemento, gas, etc., el transporte no puede dar un servicio eficiente, los bancos al multiplicar sus operaciones precisan de más personal especializado, de nuevas agencias; pero todas estas vicisitudes podrán ser resueltas prontamente y el progreso seguirá en este lugar de la China gracias a la inversión privada, que debería ser protegida como base del progreso pero con otro sistema monetario más democrático. (Datos obtenidos por Internet).

Este es un solo ejemplo pues hay muchos más, incluso países que han descendido a niveles de atraso superior al que ostentaban antes de la ayuda gubernamental o de institutos internaciones, como el FMI.

Pensemos además que en muchas partes del mundo no se emplea o se emplea mucho menos a la persona con escasa preparación o que llega o ha llegado a los cuarenta años de edad. Una condición más de preocupación que aumenta el desempleo.

Los salarios vienen de arriba hacia abajo, o sea, primero lo gana el empresario y una parte de esta ganancia o ingreso lo reparte entre los empleados. En la empresa pública es parecido, se cobran impuestos, se pide prestado o se devalúa la moneda local y se cumple o medio se cumple con un presupuesto.

No nos olvidemos y lo repetimos, que en este planeta todos y los países incluidos, compran y venden y los ricos son aquellos que venden mucho más de lo que compran (excepto los Estados Unidos de Norteamérica que pueden emitir dólares y ahora la Unión Europea con el euro, como repetidamente hemos escrito), pero los que compran más de lo que venden son la mayoría y no tienen otra opción que conformarse y pedir prestado.

Estados Unidos de Norteamérica tiene una población de unos 300 millones de habitantes, en ésta cifra se incluyen todos; niños, jubilados, incapacitados etc. Esta población que es menor al 5% del total de todo el planeta, no puede consumir tanto como para alimentar adecuadamente a toda la humanidad. ¡Es imposible!

Con la robótica disminuirá el empleo mucho más y casi todas las áreas de trabajo serán invadidas, incluso las bastante o muy especializadas, por lo tanto deberá de reducirse la jornada de trabajo para que el empresario y el gobierno o el sector público inclusive, se vean obligados a emplear a más gente. De cualquier modo si se emplean más trabajadores sin aumentar la producción (pues el consumo tiene un límite) subirán los costos, como ya se indicó, o sea que no hay salida en el sistema monetario actual o el que sea de los que conocemos o hemos conocido.

Resumiendo; llegado el caso imperioso de un nuevo patrón monetario, los EEUU podrían aceptar una sola moneda mundial, pero ellos no pueden prescindir de emitirla a conveniencia, bajo los sistemas actuales, pues su balanza comercial es deficitaria en muchísimos millones, (lo cual, como ya se escribió, es imprescindible bajo el actual sistema) y no van a aceptar hacer cola para que el sistema los subsidie igual a todo el mundo, o sea, no aceptarán hambre en su nación, por lo tanto el sistema europeo no les sirve a ellos y tampoco a la China por razones obvias. Entonces… ¿Qué hacer?

Caminos los hay y el sistema monetario propuesto no afecta en nada a ningún país, a ninguno repetimos, «a menos que se pretenda un liderazgo, lo cual me atrevería a dudar». Pero hay que ser federativo en este caso, o sea, prescindir en algo de la soberanía de cada uno, para el bienestar general.

Los países que mejor estándar de vida poseen, con contadas excepciones, son en primer lugar los que pueden producir dinero sin pedirle permiso a nadie, dos únicamente hasta ahora. Otros, muy escasos, son aquellos que han logrado vender mucho más de lo que compran, repetimos. Por lo tanto para que el bienestar alcance a todo el mundo, se precisa que la moneda sea emitida más naturalmente, más democráticamente y para todo el mundo, para todo el mundo democrático.

Ante todo y con sinceridad habría que precisar; que sistema político y administrativo deberían tener las naciones que desearan unirse a la "Comunidad Monetaria Mundial". Yo diría otra vez que parecidos en principio a la Unión Europea con normas precisas y de forzoso cumplimiento, en donde se aceptaría entre otras condiciones, someterse al nuevo régimen monetario… —conveniente para todos en mayor o menor medida—.

Cualquier sistema que no se apoye en uno monetario y que además sea, muy eficiente, consistente, natural y democrático, está orientado al fracaso pues todo trabajo o labor debe tener una compensación cuando menos digna, ya que sin pago no hay devoción, como apuntamos anteriormente y se precisa de un medio, el dinero.

Para cumplir con las necesidades básicas antes descritas debería ser uno que sea plural, o sea, que proteja la propiedad, «sin permitir excesos», instinto natural del hombre. Eso lo puede hacer tanto el Dólar como el Euro. Eso tampoco garantiza la total accesibilidad a los bienes y servicios más indispensables pero es necesario como inicio básico.

Queremos que exista empleo, entonces necesitamos al empresario, sinónimo de emprendedor, es imprescindible para crear fuentes de trabajo y también lo hace un buen sistema público; son quienes mueven la riqueza o sea, el producto del trabajo. Eso también lo apoya el sistema capitalista y socialista democrático e incluso algunos dictatoriales. El empresario, con el interés del lucro o la ganancia, su única fuente de ingresos, propicia el desarrollo de nuevos descubrimientos o inventos y los comercializa o bien compite o mejora fabricando y vendiendo otros ya existentes lo que equivale a decir que los pone al alcance de todos los que lo puedan pagar, crea trabajo o fuentes de trabajo. ¡Cuidado!, no he afirmado que únicamente con el empresario se garantiza el pleno empleo, con los sistemas actuales.

Deseamos seguridad y bienestar social y económico, sobretodo económico, ya que éste lleva a los demás. Para eso señores "deberíamos garantizar la estabilidad de la nueva moneda, no debería haber inflación ni fluctuaciones" y si cada país impone impuestos y aforos a su conveniencia no habrá forma de impedir las diferencias en los precios de sus productos con las de otras naciones y habrá inflación para unos y bonanza para otros. Parecido a lo que tenemos ahora en el mundo. ¿Cómo lograr eso? ¿Cómo evitar estos altibajos?

Los economistas y muchos otros eruditos o interesados en la materia nos hemos pasado la vida, o buena parte de ella, calculando los índices inflacionarios y la manera de paliarlos, pero es el gobernante o la administración pública quien en definitiva dispone. Cada vez que precisan de ingresos adicionales para cubrir sus presupuestos y no quieren o ya no pueden devaluar su moneda o recurrir a más crédito público, buscan o inventan nuevos impuestos.

¿Queremos una moneda qué no permita más impuestos o mejor dicho, ninguno? ¿Qué sea fija o estable?

¿Qué sirva para dar empleo a todo el mundo y un sueldo digno al menos capacitado o ayude a que eso suceda? ¿Qué debilite las fronteras de todo el mundo o las borre definitivamente y con ellas la violencia, tráfico de drogas, corruptelas y muchas otras de las calamidades que los sistemas monetarios actuales conllevan? ¿Deseamos minimizar las represiones y aumentar las prevenciones actuales y… por lo tanto eliminar en el mundo entero, parte o casi todo el militarismo?

Parece bien difícil y en verdad lo es, pero no es imposible. Es difícil, no por el sistema en sí, sino por los intereses particulares en el poder, pero si aprendemos de la parte conveniente que tiene EEUU y de la Europa actual, ya que casi todo es conveniente —como ejemplo basta ver como se han unido los países en la Europa moderna, impensable hace muy poco tiempo y mucho antes lo hicieron los Estados Unidos de Norteamérica— aprenderemos a prescindir de una parte de nuestra soberanía para el bienestar común y aceptar una especie de sistema federativo.

«Federalismo según el diccionario Larousse es: "Sistema político por el cual varios Estados independientes prescinden de parte de su soberanía en beneficio de una autoridad superior"».

«Federalismo según "El Diccionario de La Lengua Española" es:(De federal) Espíritu o sistema de confederación entre corporaciones o Estados»

Quisiera agregar un pensamiento especial al margen y es que el empresario debería serlo cuando exista la competencia, "la verdadera competencia", pero hay ciertas áreas muy específicas a donde no se le debería permitir la inversión o intervención sin ningún control o medida, pues significaría una verdadera distorsión de la idea sobre lo que debe ser un empresario. Un ejemplo podría ser: Una represa de agua, ciertas minas de cualquier mineral o material, la extracción de petróleo, como caso a resaltar, puesto que es un producto de primerísima necesidad y además no renovable; en un campo así, como el del petróleo, no podría existir competencia, por lo tanto su extracción, aunque particular, debería ser responsabilidad de la administración pública de cada lugar o país, sujeto todo a la supervisión y normas mundiales para evitar ventajismos. Otra cosa bien distinta sería su distribución local o mundial o bien las bombas de gasolina que sí podrían o deberían participar, en igualdad de condiciones, los empresarios.

Lo único que me queda por decir en cuanto al sistema monetario y lo que se ha expuesto es que, puede ser la solución, por lo tanto, antes de cerrar esta lectura y aceptarlo sólo como un tema interesante, habría que hacerlo con cuidado y reconsiderarlo. Si usted lo acepta como posible, como muy conveniente o hasta como indispensable y tiene algo o mucha fuerza o el poder suficiente para divulgarlo entonces… ¿? Y si no la tiene pero cree que sería adecuado aplicarlo, entonces coméntelo, discútalo, extiéndalo, esa sería una magnifica contribución al bienestar universal tan esperado. Sino para nosotros, quizás para nuestros hijos o nietos.

Para terminar lo haremos con un cuento o historieta que amenice lo antes expuesto sobre el sistema monetario.

Un cuento sencillo

Otra vez reunidos con amigos y conocidos, discutimos lo impropio del imperialismo monetario, los terribles daños sin remedio alguno hasta ahora que causa y la necesidad de discurrir otro más natural, que fluya de manera fácil, conveniente y sin dificultades.

A solas de nuevo se me ocurre que para ilustrar la necesidad de un sistema monetario más conveniente, podría ser más explicativo, o dicho de otra manera, más atractivo, un ejemplo, o aún mejor, un cuentecito o historieta aunque éste sea muy simplista.

Pero antes hablaremos brevemente del capitalismo:

Tomemos como ejemplo a un país que sin duda está convenientemente socializado, muy socializado paradójicamente, Suiza. Pero para llegar a este sistema de gobierno, primero tuvo que favorecer y atraer a la inversión privada, al empresario, o sea, al capitalismo: Industrias, comercios, turismo y sobre todo un sistema bancario muy poderoso y confiable. Los impuestos que generan estas industrias favorecen y permiten que un gobierno capaz y dedicado al bienestar de su pueblo, haya logrado un éxito rotundo. De este corto ejemplo podremos deducir que el capitalismo adecuadamente manejado, es esencial para un "bienestar común". Pensemos que, el capitalismo desbocado, es un peligro poderosísimo, pero la inteligencia y aciertos del gobierno Suizo logró encauzarlo debidamente.

Nota: (Sin un gobierno capaz no hay futuro y un gobierno capaz sale de la educación conveniente de sus integrantes y… del talento de sus integrantes para desempeñar eficientemente su cargo)

"Los ríos muy caudalosos tienen una fuerza devastadora, terrible, destructora, pero… convenientemente controlada y aplicada esta fuerza da energía barata y abundante y son recursos para la industria, la agricultura y otras actividades, incluso turísticas".

Recordemos pues que: "Toda acción tiene una reacción igual y en sentido contrario" y como ley universal que es, según entendemos, deberíamos usarla en beneficio propio.

El empresario es eso, emprendedor, arriesga su capital y genera empleo, pero además favorece que circule el dinero al facilitar el comercio de sus productos, también contribuye al desarrollo y creación de nuevas técnicas y descubrimientos. Nada es completamente malo ni totalmente bueno si se analiza adecuadamente y se aprovecha su lado positivo, como apuntamos.

El cuentecito: Un ejemplo o cuentecito muy sencillo, extremadamente sencillo, podría indicarnos un camino distinto para el sistema monetario que se ha propuesto, éste podría evitar impuestos, inflación, burocracia, manejo indebido del mismo, tráfico de drogas, influencias, corrupción etc. pero además nos podría llevar al pleno empleo, empleo digno y bien pagado, en fin, al "Bienestar Común Natural y Universal".

Empecemos:

Una pequeña aldea conformada por siete personas y sus familias empezaron a trabajar y a comerciar entre ellos. Cada uno tenía la siguiente profesión:

1) Granjero, se ocupaba de producir todos los alimentos.

2) Herrero, fabricaba herramientas y utensilios de metal. Cuchillos, tenedores etc.

3) Sastre y zapatero, componía todas las prendas de vestir, incluso calzado.

4) Alfarero, fabricaba tejas, baldosas, platos, ollas de barro etc.

5) Albañil, construía viviendas y las reparaba.

6) Pintor, elaboraba las pinturas y con ellas pintaba muebles, casas etc.

7) Carpintero, se ocupaba de todo el mobiliario y otros utensilios de madera.

Pues bien, eran siete y sus familias y entre ellos se entendían bastante bien, pues no tenían ningún tipo de dinero, por lo tanto empleaban el trueque.

Pero con el tiempo, el granjero se vio obligado a contratar a tres trabajadores, pues tenía mucho trabajo. También el herrero necesitó uno y lo mismo el alfarero.

El granjero alimentaba a sus tres trabajadores y los alojaba. Pero el herrero y el alfarero solamente los podían alojar y a través del trueque los alimentaban, pero con tanto trueque la cosa empezaba a complicarse. Por lo tanto, se reunieron los siete y decidieron crear una especie de dinero, para lo cual buscaron la opinión de un experto administrador y banquero.

Después de considerar varias opciones, decidieron crear un fondo o depósito de joyas, alhajas y otras prendas de valor a cargo de un administrador que tuvieron que contratar y ahora además banquero, quien se ocuparía de hacer algunos billetes y monedas dándoles un valor determinado a cada uno de ellos, respaldado por las reservas de las joyas y alhajas que dejaron depositadas todos ellos como garantía. Estas prendas eran recuerdos y herencias que poseían cada uno de los siete, no eran abundantes pero suficientes para formar un buen depósito. También aportaron algunas cantidades de oro que habían obtenido de una casi agotada mina que estaba a unos pocos días de camino y que con bastante esfuerzo y trabajo se podía conseguir algunos gramos después de varias horas y a veces días de arduo esfuerzo.

El administrador, por sus servicios, recibiría un pequeño sueldo en dinero que lo aportarían todos ellos, o sea, los siete, llamémoslos "empresarios".

Al principio caminó aceptablemente, pero con el tiempo, en este tipo de sistema monetario, siempre hay quien vende más y quien, forzosamente, tiene que comprar más. El granjero, poco a poco, fue acumulando todo el dinero, pues había decidido no comprarle a los otros seis sino únicamente lo indispensable, pero los otros necesitaban comer y con el tiempo, tanto el herrero como el alfarero tuvieron que despedir a sus trabajadores. El granjero, al haber dos bocas menos a quienes vender sus alimentos, también retiró a uno de sus trabajadores.

El administrador y banquero, ante la situación de desastre que enfrentaba la aldea, recomendó que, el granjero, le hiciera un préstamo a cada uno de los otros seis con la garantía de sus negocios mientras se recuperaban. Como es natural, no pudieron pagar y el poco oro que con trabajo adicional lograron sacar de la mina de nuevo no bastó y perdieron sus negocios y sus depósitos en joyas y oro.

Al no encontrar como seguir, pues lo habían perdido todo, decidieron los seis, más el administrador, puesto que no quedaba nada que administrar, abandonar la aldea y buscar trabajo en otro país o lugar.

El granjero se quedó solo, para el sustento únicamente de él y de su familia, no era preciso ningún trabajador y con el tiempo, vino la necesidad de herramientas y productos que él no podía fabricar, por lo tanto, también emigró, pues nadie quiere estar tan solo y desasistido.

Este corto cuento podría compararse con el sistema del patrón oro, que fue aplicado y quitado varias veces en algunos países y que por última vez se volvió a aplicar con un cambio fijo según la conferencia de Bretton Woods y poco después de creaba el FMI o Fondo Monetario Internacional. Este, el oro como reserva, fue sustituido por el patrón "Dólar Americano" y todas las otras monedas empezaron a flotar alrededor de él. Las bondades de este sistema, observemos lo bueno que hubiera sido, si el granjero hubiera sido al único que se le hubiera permitido o hubiese tenido el poder suficiente para emitir dinero nuevo y repartirlo de acuerdo a las compras y ventas de cada quién y por supuesto, de dar préstamos a todos cuando a él le pareciera conveniente y adecuado, como hace con los dólares el gigante del norte actualmente (a través de bancos por supuesto o del FMI). No hay que ser adivino para comprender que es peor que el patrón oro. Pues se trataría, ni más ni menos, de un sistema imperialista.

Pero imaginemos que el granjero, como era el más poderoso, pues era quien lo tenía todo, decidió emitir moneda propia a su entera conveniencia y sin reserva alguna que la respaldara. Entendió que tenía que comprar más de lo que vendía, pues era la única manera de que los demás, alguna vez unos y otra vez otros vendieran más de lo que compraban. Así medio se mantuvo por un tiempo el nuevo sistema pero no fue posible medir quien debería ser el que esta vez comprara más y quien no y… pues el fin fue el mismo. Unos muy ricos y otros totalmente empobrecidos y empeñados.

En la aldea del granjero sólo hambre y desolación quedó y cuantos esfuerzos se hicieron para seguir adelante, no pudieron evitar el fin desastroso de miseria.

¡Lo que mal empieza mal acaba!

Con este ejemplo podríamos deducir que el granjero no quería a nadie y era una persona egoísta, pero esto hay que aceptarlo como debilidad humana, o… como un fuerte y potente impulso que puede convertirse en beneficioso. Recordemos el ejemplo del río que antes se ha mencionado.

¿En vez de buscar un culpable no sería preferible revisar de nuevo el sistema monetario y discurrir otro más conveniente? ¿Uno que sea eminentemente natural? ¿Uno al que no tengan acceso intereses personales y que fluya sin casi trabas y con escasa intervención humana?

Regresemos al punto en el cual los siete decidieron crear un sistema monetario:

El administrador que contrataron para que los aconsejara de cuál debería ser el más conveniente sistema monetario. Era un experto en sistemas y procedimientos y había pensado en uno inédito que muy bien se podría intentar su aplicación en aquella pequeña aldea.

De modo que de una manera lo más simple posible les explicó a los siete, de que se trataba el sistema monetario que el recomendaba:

—El oro o la plata, joyas o cualquier otro bien, es la riqueza, pero no es en sí sino un producto más del trabajo y por lo tanto la verdadera riqueza se obtiene con el trabajo —dijo el administrador—. Este es a mí entender el principio, el inicio de todo, "el trabajo". Sin trabajo no hay cosecha, no hay fruto, no hay riqueza.

—Por lo tanto recomiendo emitir o crear el dinero con el trabajo de los empleados o trabajadores que tienen, incluyéndome a mí, pues eso soy, un empleado público, o sea, de ustedes, mientras yo no emplee a nadie y no me independice.

Como no entendieron, pues ellos no eran especialistas en sistemas, pidieron que les explicase mejor o de una manera más simple o sencilla.

—Fíjense bien que el dinero fluye del trabajador privado o público al empresario —puntualizó el administrador—, también por presupuestos para entidades públicas pudiera ser, pero eso lo dejaremos para otra ocasión.

"La idea era, según entendieron, establecer un salario o sueldo para cada actividad de acuerdo a la experiencia y al tipo de trabajo, o sea, un tabulador de sueldos y salarios como lo hay en muchas partes y países. Al final de cada semana se le pagaría al personal contratado de acuerdo a esta escala de salarios, pero no lo pagarían ellos, los patronos o "empresarios", sino el sistema, o sea, se emitiría dinero nuevo con cada pago de salarios. Este dinero sería el circulante, producto del trabajo y una fuente natural de primera emisión, y los siete "empresarios" cobrarían y pagarían con esta misma moneda sus productos, pero no la emitirían ellos y repetimos, ni cobrarían sueldo alguno. El cobro por la venta de comida a los trabajadores contratados, así como cualquier otro bien o servicio sería en este dinero y los pagos y cobros entre ellos, los «empresarios», o a terceros, también".

Al principio los "empresarios" tuvieron que darse créditos entre ellos, pues no era tanto el consumo de los contratados como para pagar de inmediato o de contado, pero poco a poco fueron cobrando más y más debido a que la demanda creció y de manera directa aumentó el disponible.

Los obreros al tener un buen ingreso pues, el salario era suficiente para cubrir sus necesidades y algo más, quisieron adquirir una vivienda o alquilarla, muebles, zapatos y vestidos para los días de trabajo y de descanso, lo cual ocasionó que el albañil tuviera que contratar a más gente. Estos consumieron más comida y el granjero también contrató a más personal, lo mismo que los otros "empresarios" quienes tuvieron que hacer más muebles, herramientas, tejas, calzado etc.

El administrador se convirtió además en banquero y como empresario, dejó de obtener un sueldo y sus ingresos provenían de las comisiones que cobraba por el manejo de los fondos depositados y de los préstamos cuando los hubiere. Pero sus dos nuevos empleados ahora recibían su sueldo del sistema y por lo tanto también consumían y alimentaban a más fuentes de trabajo.

Los empresarios pronto se dieron cuenta que sus costos, sin sueldos que agregar o sumar, ni impuesto alguno que considerar, no tenían competencia y empezaron a exportar sus productos, con el comprensible éxito.

Matrimonios y nacimientos hablaban del crecimiento de la antes pequeña aldea. Más consumos y nuevos productos atrajeron a otros empresarios con nuevos artículos y nuevas ideas.

Con el tiempo hubo que nombrar a un alcalde y a otros empleados para que se ocupasen de la administración pública, calles, aceras, policías, centros asistenciales gratuitos o de muy bajo costo etc. que, tanto el alcalde como los demás empleados públicos, devengarían su sueldo del mismo modo que los trabajadores contratados, pues eran empleados del pueblo, ya que como apuntamos, la aldea había dejado de serlo.

Siguieron viniendo todavía nuevos empresarios que deseaban aportar sus capitales en nuevos negocios creándose así una competencia por precios y calidad que beneficiaría a todos pero que mantendría la calidad y precios estables o bastante estables debido a una competencia sana e igual para todos. Al haber tanto consumo, debido a la emisión natural del dinero sin la intervención ni el capricho de nadie, se fomentó la creación de laboratorios, fábricas de todo tipo, de ensambladoras de vehículos a precios inimaginables etc. etc. etc.

Empresario eso es, emprendedor e investigador en muchos aspectos.

El pueblo pasó a ser una ciudad, con la ciudad vino un gobernador que también obtuvo su sueldo del sistema y su desarrolló no se detuvo pues, como es fácil comprender, al no pagar los salarios el patrono ni el jerarca público de turno, los precios se mantuvieron más o menos estables, no se precisaba de impuestos de ninguna clase ni gastos propios del sistema anterior: El nuevo sistema monetario era "totalmente natural" desde su mismo inicio y por lo tanto terminaron definitivamente, para no volver, todas las calamidades que el patrón oro había mantenido, así como el patrón "Dólar o Emperador de turno" e incluso su pariente, ahora por fin mayor de edad, "El Euro".

Pero… pues siempre hay un pero, la ciudad ya no pudo crecer más, ya que todo tiene un límite y cuando no llegaron más habitantes y su número se estabilizó, la producción, como es normal que suceda, superó a la demanda o consumo.

Otro ejemplo sencillísimo y hasta absurdo si se quiere ver así, para que sea comprendido por todo el mundo, podría ser el siguiente:

Una fábrica de leche elaboraba ocho litros diarios para el consumo de dos familias y para la suya propia, en la fábrica trabajaban los dos cabezas de familia. Por lo tanto estaba equilibrada la producción con el consumo.

Pero con la tecnología que seguía avanzando, se logró obtener la misma producción con un solo trabajador, por lo tanto se despidió a uno.

Aquí empezaron las complicaciones: "Si uno de los dos no estaba empleado no tenía sueldo y no podía consumir o comprar". Por lo tanto no tenía justificación fabricar ocho litros de leche. Si sólo fabricaba cuatro litros diarios entonces tampoco necesitaba al otro trabajador todo el día. ¿Qué hacer entonces?

A diferencia de los sistemas actuales que los sueldos o salarios afectan al costo del producto y que en este caso la única solución hubiera sido pagarle medio sueldo al que quedaba y liquidar al otro; con el sistema ideado por "El administrador" de nuestro ejemplo o cuentecito, este problema ya había sido contemplado y la solución era fácil.

"No se despediría a ninguno de los dos trabajadores, pero se reduciría la jornada de trabajo a la mitad, pero el sueldo sería respetado. Con esta medida habría el mismo consumo y no se afectaría el ingreso de nadie ni causaría inflación. ¡Caso resuelto!".

¿Resuelto? Con la tecnología se iría reduciendo la jornada de trabajo hasta casi no trabajar y seguir cobrando un buen sueldo. ¿No era a esto a lo que se quería llegar? ¿"Al Bienestar común"?

¿Ocio total o casi total?

Probablemente el "Paraíso Terrenal" colapsó por el ocio, pues según se nos dice y debe ser cierto: "La pereza es la madre de todos los vicios".

¡No, jamás!, ¡Esto debía ser evitado a toda costa, o sería el final!

¿Por qué el final? ¡Dejar que la tecnología lo hiciera todo o casi todo era lo ideal!

"La pereza es la madre de todos los vicios", hemos dicho y lo repetimos por lo peligroso de caer en ella, pues casi irremediablemente el ocio conduce a la anarquía y la anarquía a la violencia. El ser humano entregado al ocio sin control lograría lo mismo que Adán y Eva, ser expulsados del Paraíso.

Este es el problema que habría que enfrentar pero que, afortunadamente, también había sido contemplado por «El administrador».

La idea era crear o fundar "El Ocio Productivo o Constructivo" y "El Ocio Recreativo", obligatoriamente moderado para que el ser humano desarrollara sus capacidades de acuerdo a sus aptitudes y deseos. O sea, centros de actividades deportivas o de diversión unas y otras de artes, oficios, ciencias y humanidades etc. Dentro de las cuales era preciso cumplir un horario para poder seguir devengando su sueldo.

Parece ser que también estos centros funcionaron positivamente y la humanidad empezó a obtener buenos resultados, pues ahora, con el ocio debidamente controlado de tantos miles y miles de gente pensante, los resultados fueron increíbles, adelantos y descubrimientos insospechados fueron el resultado y la recompensa para todos. Y además, el contacto en esos centros, generaron nuevas y convenientes amistades que acabaron con la terrible soledad que a veces nos abruma.

Algunos dirán: "Es sólo un cuento"

Pero hay que tener presente que en la pequeña aldea que fue en un principio y la ciudad que es hoy día, todos sus habitantes viven bien, felices y tranquilos, sin delincuencia desbordada, ni los sinsabores, peligros e inseguridades que tuvieron que soportar en gran medida debido a los sistemas monetarios anteriores.

Habría mucho más que contar de lo que ocurrió desde la que al principio fue nuestra pequeña aldea, pero eso… eso… lo dejaremos a la imaginación de cada uno de vosotros.

 

 

 

 

Autor:

Jaime Castañé Soriano

jaimecastane[arroba]gmail.com

Partes: 1, 2, 3
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