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Tendencias del abordaje del Bajo Peso al Nacer en Cuba (página 2)


Partes: 1, 2

Quinta etapa: Periodo especial (1990 – 2000) Derrumbe del campo socialista de Europa del Este. Recrudecimiento del bloqueo imperialista de los Estados Unidos de América e insuficiencias de la economía interna. Preservación de las conquistas logradas en el campo de la salud en etapas anteriores. Inicio en 1995 de un proceso de transformaciones económicas y de perfeccionamiento del Estado y el Gobierno. Inauguración de la Escuela latinoamericana de Medicina en 1999. Tener como estrategia de desarrollo, el perfeccionamiento de la Atención Primaria de Salud y como programas priorizados: Atención Materno Infantil, Control de Enfermedades Transmisibles, Control de Enfermedades no Transmisibles y Atención del Adulto mayor.

Sexta etapa: Implementación de la Batalla de Ideas y Los Programas de la Revolución (2000 – 2009) Informatización escalonada de la Sociedad, Universalización de la Enseñanza, Deporte, Perfeccionamiento de la Educación, Programas de la Revolución en Salud, Programa Trabajadores Sociales, Masificación de la Cultura e Informatización escalonada de la Sociedad.

Partiendo del echo de que la Salud Pública es la ciencia y el arte de prevenir las dolencias y las discapacidades, prolongar la vida y fomentar la salud y la eficiencia física y mental, mediante esfuerzos organizados de la comunidad para sanear el medio ambiente, controlar las enfermedades infecciosas y no infecciosas, así como las lesiones, educar al individuo en los principios de la higiene personal, organizar los servicios para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y para la rehabilitación, así como desarrollar la maquinaria social que le asegure a cada miembro de la comunidad un nivel de vida adecuado para el mantenimiento de la salud.(2)

Concepción que permite tomar las conductas adecuadas y necesarias para enfrentar el Bajo Peso al Nacer en la sociedad cubana de estos tiempos.

Favorecido por el trabajo fundamental de la salud pública en Cuba encaminado a desempeñar el papel rector que le corresponde en las ciencias de la salud, realizando los cambios necesarios para perfeccionar el Sistema Nacional de Salud, teniendo, entre sus funciones fundamentales, la promoción de salud, la prevención, curación y rehabilitación de enfermedades y otros daños; y como escenario principal, el de la atención primaria de salud, con su unidad básica: el policlínico y los consultorios de medicina familiar; y para ello cuenta con un equipo que actúa interdisciplinariamente, dentro del cual el médico y la enfermera de familia constituyen los elementos fundamentales.(2,3)

¿Cómo se llegó hasta aquí?

Durante el periodo colonial el Municipio y la Iglesia Católica fueron las instituciones que tuvieron a su cargo la protección de la salud de la población, hasta que se crearon las Juntas de Sanidad, poniéndose en práctica en 1825 una forma de atención médica estatal, dirigida al tratamiento de las personas en sus propios domicilios, con el nombre de Facultativo de Semana. No resolviéndose la situación nutricional de los más desposeídos. (4)

Después de la guerra independentista de 1895, la desnutrición, el agravamiento de la situación epidemiológica del pueblo de Cuba, los nacimientos de recién nacidos bajo peso, la mortalidad materna e infantil, la insalubridad de todas las ciudades y pueblos eran evidentes y graves. (4,5)

Durante la República los salubristas cubanos, bajo la dirección de Finlay (1902 – 1908), logran disminuir la mortalidad por tétanos infantil a partir de 1903; erradicar la fiebre amarilla definitivamente en 1908; establecer de manera permanente la vacunación contra la viruela; y elaborar una avanzada legislación en materia sanitaria. Estas medidas no lograron eliminar los problemas nutricionales y del bajo peso al nacer. (4, 5,6)

Con el triunfo de la Revolución de los humildes y para los humildes, la cubana, se producen cambios cuanticualitativos sustanciales y permanentes que permiten, entre muchas cosas, disminuir ostensiblemente la desnutrición poblacional y los índices del Bajo Peso al Nacer (BPN).

En Cuba para organizar, planificar y dirigir el programa de salud en la lucha contra el BPN el MINSAP elaboró en 1988 el Programa para la reducción del BPN. Que fue perfeccionado en el 1993 y responde al concepto fundamental de complementar y enriquecer el objetivo específico referido a la mortalidad del Recién Nacido Bajo Peso (RNBP) contemplado en el Programa Materno Infantil (PAMI). En 1989 se elaboro el Programa Nacional de Atención Materno Infantil. (6,7)

En 1998 se reevaluó el programa para la reducción del Bajo Peso al Nacer que establece dentro de sus objetivos: mejorar la salud de las madres mediante medidas que actúan sobre los principales factores de riesgo; reducir la incidencia del Bajo Peso al Nacer y actuar sobre las principales causas de mortalidad en este grupo. Muchos han sido los trabajos sobre BPN y todos coinciden en que su causa es multifactorial, y que su prevención primaria consiste en la identificación y corrección de los factores de riesgo. (6,7)

La condición de BPN, constituye una de las principales causas de morbilidad y mortalidad infantil, por lo que la detección de factores asociados con el recién nacido con peso inferior a 2 500 gr. resulta de gran importancia en los cuidados obstétricos.

El bajo peso al nacer puede predecirse antes del parto, si el útero es pequeño o si el ultrasonido refleja un feto pequeño. El feto puede parecer simétricamente pequeño o tener una cabeza de tamaño normal para la edad gestacional, pero un abdomen anormalmente pequeño. Si bien el tamaño total del feto o del niño es pequeño, los sistemas de los órganos tienen la madurez adecuada para la edad gestacional. Si la madre es pequeña, puede ser normal en ella tener un feto pequeño. (8)

Muchos factores pueden retardar el crecimiento del feto. Los bebés con anomalías congénitas o anormalidades cromosómicas a menudo son asociados con BPN. A veces, los problemas con la placenta pueden impedir que ésta suministre al feto el oxígeno y los nutrientes adecuados. Las infecciones que durante el embarazo afectan al feto, como la rubéola, citomegalovirus, toxoplasmosis y sífilis, también pueden influir en el peso del bebé al nacer. (9,10)

Dentro de los factores de riesgo de la madre que pueden contribuir al BPN se encuentran los embarazos múltiples, otros hijos con BPN, mala nutrición, cardiopatía o hipertensión, fumar, drogadicción, abuso del alcohol, exposición al plomo y cuidado prenatal insuficiente. El BPN es más común en las primerizas y entre embarazadas menores de 17 años y mayores de 35 años.

La atención prenatal es muy importante, ya que pocas mujeres embarazadas cuyo feto presenta retardo del crecimiento experimentan algún síntoma. El síntoma más común es simplemente una sensación de que el bebé no es tan grande como debería ser.

Debido a esta ausencia de síntomas, su proveedor de atención en salud debe medir cuidadosamente su abdomen durante cada visita prenatal. Si las medidas no aumentan lo suficiente con el tiempo, es muy probable que el examen de seguimiento incluya un ultrasonido. El ultrasonido puede determinar con mayor precisión la edad gestacional de su bebé y si existe o no retardo del crecimiento intrauterino. El índice de bajo peso al nacer también se diagnostica cuando se examina al recién nacido después del parto. Si el peso y longitud de su bebé se encuentran por debajo del décimo percentil para su edad, entonces es considerado de BPN. (2, 3,4)

Si bien no hay estrategias de prevención demostradas, existen algunas medidas que se pueden tomar para aumentar las probabilidades de dar a luz un bebé con peso saludable. Alimentarse y descansar adecuadamente, evitar los cigarrillos, drogas y alcohol contribuirá al desarrollo de un niño más saludable.

La OMS ha definido la salud como: "el estado de completo bienestar físico, mental y social" y no solamente la ausencia de enfermedad. La prevención de las complicaciones como el nacimiento de niños bajo peso y la muerte, que puede ser su consecuencia, durante el proceso de reproducción, es uno de los pilares para el desarrollo de la salud reproductiva. (16)

El porcentaje de la incidencia más reducida (4%) se registra en Estonia, Finlandia, Islandia, Lituana y Suecia, esta incidencia reducida de BPN, es un claro reflejo de una buena nutrición de las madres,(2,3,4) pero recién nacidos con un peso inferior al normal han aumentado en los países desarrollados en los último años, un fenómeno que se puede atribuir al creciente número de nacimientos múltiples, los embarazos de mujeres mayores y una mejor tecnología médica y atención prenatal que contribuye a la supervivencia de más bebés prematuros.(2,11,16 )

En Sierra Leona, existe una elevada proporción de BPN (23 %). (12) En Burkina Faso y Níger se registran las tasas más altas de BPN. En Gambia, la proporción de niños bajo peso se ha reducido del 26 % en 1996 al 17 % en el 2005. En el Congo hay la proporción más baja de neonatos con BPN (14 %). En Camerún se han producido retrocesos, aunque sus tasas de BPN se encuentran entre las más bajas de la región. Uno de cada cinco niños de Malawi, Mozambique y Zambia tienen un peso inferior al normal y la proporción de BPN en Lesotho y Zimbabwe era más elevada en 2004 que en 1990. La menor incidencia de BPN se registra en países industrializados. (12)

En África Oriental y Meridional no se ha registrado desde 1990 mejora alguna en la reducción de la proporción de BPN, la causa fundamental se debe a una menor productividad agrícola, a las crisis alimentarías recurrentes asociadas con las sequías y los conflictos armados así como a los crecientes niveles de pobreza. (5, 11,16)

Botswana ha reducido la incidencia del bajo peso al nacer del 17 % en 1996 al 13 % en 2005. Con el 12 %, Sudáfrica registra una proporción más baja de neonatos nacidos bajo peso que la de cualquier país excepto Swazilandia.

En Etiopía casi la mitad de los niños pesan menos de lo normal, una tasa que no varía desde 1990. (5, 11,16)

En Burundi y Madagascar, el peso inferior al normal entre los niños menores de cinco años es superior al 40 % y no hay indicios de mejoras.

Las tasas más elevadas de retraso en el crecimiento son las de Burundi (57 %) y de emaciación en Somalia (17 %). (2, 11,16)

En Bangla Desh, a pesar de las reducciones en la prevalecía del bajo peso entre 1990 – 2004, todavía se encuentra en segundo lugar, detrás de Nepal.

Bhután logro reducir a la mitad la prevalencia de nacimientos de neonatos con un peso inferior al décimo percentil en el transcurso de casi 10 años, y en Afganistán y Maldivas también han avanzado. (2, 4,16)

Los coeficientes entre los sectores pobres y ricos en Bolivia, Brasil, Nicaragua y Paraguay son incluso más elevados. (2, 14,16)

América Latina y el Caribe lograron reducir las tasas de peso inferior al normal para los niños menores de cinco años a un promedio del 3,8 % entre 1990 – 2004. (7) Sin embargo, sufren aún graves problemas nutricionales como resultado de la existencia de graves disparidades y de una fuerte crisis socioeconómica. Los principales problemas a largo plazo son el retraso en el crecimiento y la anemia por déficit de hierro.

Los gobiernos son poco enérgicos en su función normativa y promocional para fomentar regímenes alimentarios sanos y modos de vida activos. Muchos factores que influyen en la iniquidad de los resultados nutricionales en el mundo no se relacionan directamente con el sector de la salud, la educación, el agua, el trasporte, las políticas agropecuarias, alimentarías y laborales. (2, 7, 14,16)

El imperativo de mejorar la salud y la nutrición en el mundo actual tiene que tener en cuenta el proceso de globalización y las condiciones históricas y multisectoriales específicas de cada país. (2, 7, 14,16)

La comunidad internacional esta enfrascada en esto, así existen organizaciones como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) que lucha por erradicar el hambre y la pobreza en todo el mundo, específicamente en condiciones de emergencia y también de paz, pero esto no es suficiente mientras los gobiernos no asuman su parte. (2, 7, 14,16)

Por lo tanto, se puede decir que mientras la pobreza y el hambre no sean erradicadas, mientras sigan las enfermedades azotando a la población y específicamente a los niños y mujeres embarazadas y sigan naciendo niños bajo peso, las consecuencias sociales de tener en el mundo niños, adolescentes y personas adultas discapacitadas debido a la desnutrición sostenida a lo largo de la vida y mal cuidado de la salud, serán cada vez más elevadas. Por ejemplo en América Latina y el Caribe hay notorias disparidades socioeconómicas y étnicas entre y dentro de los países y entre grupos de población. Se calcula que la pobreza en la región afecta a 213 millones de personas, incluido los niños y adolescentes. (2, 7, 14,16)

Cuba muestra logros relevantes en la reducción de la mortalidad infantil que la sitúa en primer lugar entre los países del tercer mundo, e incluso una posición más aventajada que la de muchos países más desarrollados. De esta forma el índice de BPN en CUBA ha mostrado un descenso paulatino. (2, 7, 14,16)

El programa para la reducción del BPN fija sus límites de espacio y tiempo, establece el universo de trabajo, las actividades especificas a cumplir en la lucha contra el BPN y establece los elementos organizativos y de control relacionado con su relación, insiste en el trabajo preventivo sobre los diferentes factores de riesgo reconocidos en el fenómeno del BPN de manera que se pueda reducir su incidencia. (2)

En Cuba se diseñaron estrategias encaminadas a mejorar el estado nutricional de las mujeres embarazadas como la creación de Hogares Maternos y el apoyo de la comunidad. Estas Intervenciones tuvieron un rápido impacto y revirtieron favorablemente la situación en los índice del bajo peso, siendo el Médico y la Enfermera de la Familia entre otros, el personal que desempeña una función muy importante al accionar con las mujeres de alto riesgo, así cómo en el control de los factores prenatales. (2, 7, 14,16)

Es necesario señalar que a pesar de ser Cuba un país en vías de desarrollo, el índice de bajo peso al nacer se comporta de forma similar e incluso más bajo que el de países industrializados. Por ejemplo, en el año 2006 la tasa de bajo peso al nacer fue de 5,4 %. De forma general, el promedio es por debajo de 7 %. (2, 7, 14,16)

El comportamiento del Bajo Peso al Nacer en el Municipio en el año de la presente investigación se comporto con un índice de 5,9%, superior al alcanzado de manera general por el país, lo que sugiere la necesidad de desarrollar acciones para igualar o reducir la incidencia del mismo en consonancia con lo planteado en el Programa Nacional. Este indicador del éxito del Programa Materno Infantil hasta el 2004 se comporto de la siguiente manera: 1970(10,3) ,1980(9,7) ,1990(7,6) ,1995(7,9) ,2000(6,1) ,2002(5,9) ,2003(5,5) ,2004(5,5). (15,16)

Conclusiones

Lo anteriormente planteado incentiva el criterio de la autora del presente trabajo, de tener la seguridad de que están creadas las condiciones para una reducción profunda y sostenida del Bajo Peso al Nacer desde la perpertiva del control y prevención de los factores de riesgo que condicionan su aparición.

Recomendaciones

Continuar el estudio y profundización del Bajo Peso al Nacer, mediante estudios de doctorado, abordando la preparación de los profesionales de la salud en los demás componentes que inciden en su formación en las Sedes Universitarias de la Isla de la Juventud y su relación con el modelo de la Educación Superior.

Referencias bibliográficas

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  • 7.   Cuba. MINSAP. Programa de reducción de bajo peso al nacer. Grupo de Atención Materno Infantil. La Habana: Editorial Ciencias Médicas 1993. 

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  • 15. Cunningham G, Macdonald P. Retraso del crecimiento fetal. Obstetricia. Editorial Médica Panamericana Argentina 1998; 10(36): 783-796.

  • 16. Stüsser R, Paz G, Ortega M, Pineda S, Infante O, Martín P, Ordóñez C. Riesgo de bajo peso al nacer en el Área Plaza de la Habana. Bol. Oficina Sanit. Panam. 2003; 114:229–241.

 

 

 

Autor:

Lic. Ms. C. Mariela Navarro Reinosa.

Dr. Ms. C. Enrique Hernández González

Profesor Instructor.

Especialista de primer grado en Medicina General Integral.

Especialista de primer grado en Medicina Natural y Tradicional.

Presidente de la Cátedra de Medicina Bioenergética y natural.

SEDE UNIVERSITARIA POLICLÍNICO

"ORESTES FALLS OÑATE"

ISLA DE LA JUVENTUD

Mayo 2009

Partes: 1, 2
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