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Ensayo del libro “Las conexiones ocultas”

Enviado por Ginsterfeld


  1. Introducción
  2. Desarrollo
  3. Conclusión
  4. Bibliografía

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo sobre la obra de Fritjof Capra, encarado como parte de mis actividades académicas de estudiante del Programa de Doctorado en la Atlantic International University, tiene como objetivo preponderante la presentación de su pensamiento filosófico respecto a la organización de la sociedad, el mismo ha sido concebido desde una visión holística que involucra diversas facetas conjugadas convenientemente para estructurarlo.

Para ello, el citado autor, cuenta con el apoyo de especialistas prominentes en diferentes ramas de la actividad académica, científica, política y económica, entre otras, que le dan el soporte teórico imprescindible para el abordaje de los dichos aspectos.

Tratar de percibir las relaciones de causa y efecto que se plantean sistémicamente a lo largo de todo el trayecto del tema tratado, las consecuencias generadoras de nuevas reacciones en determinados entornos naturales o artificiales, a las que Capra describe a lo largo de su obra, y buscar una aplicación directa en nuestra propia percepción del mundo globalizado que nos contiene, más allá de comulgar o no con lo que se lee, es el desafío que confrontaré en la Conclusión de este ensayo.

DESARROLLO

1. MARCO TEÓRICO

En el marco teórico propuesto por Capra en su libro, se abarcan las tres dimensiones que lo fundamentan, dispuestas en la primera parte de su obra bajo el título: "La vida, la mente y la sociedad" (Capra, 23):

A- La naturaleza de la vida es presentada a través de la descripción de sistemas vivos tales como las bacterias y la célula viva (26, 27). También se ocupa de la forma prebiótica anterior a la aparición de esta última (38).

A continuación se adentra en las distintas clases de evolución que presenta la vida a través de millones de años: la mutación, el intercambio de genes y la simbiosis (54-58).

Al finalizar se hace hincapié en la tarea principal de su obra: la extensión de lo comprensivo de esta naturaleza a la dimensión social humana por medio del manejo de fenómenos derivados de la consciencia y la cultura humanas: pensamiento conceptual, valores, significado y propósito; tras lo cual se adentra en el tratamiento de la segunda dimensión (59).

B- En la presentación de la naturaleza de la mente y la consciencia (60), se contrasta la idea de Descartes, quien dividía a la materia y el pensamiento, con la proveniente de los estudios de Bateson (acerca del "proceso mental") (Capra, 61), por un lado, y aquellos de Maturana junto a Varela que desembocaron en la Teoría de Santiago acerca de la cognición, la cual establece que la actividad mental es inherente a cualquier estadio de la vida, incluyendo a la percepción, a la emoción y al comportamiento aún cuando no exista cerebro ni sistema nervioso superior (62-64).

A continuación, luego de considerar la relación entre cognición y consciencia (65-68), Capra se aboca a tratar al "fenómeno de la emergencia" (Capra, 69), como precursor de la innovación, y que en muchas ocasiones posee cualidades distintas de aquellos fenómenos que la originaron.

A renglón seguido se ocupa de las escuelas que se enfocan en el estudio de la consciencia (71-74):

a- Tradicional que circunscribe la consciencia a meros mecanismos neuronales;

b- Funcionalismo: que definen a los estados mentales de acuerdo a sus parámetros de organización funcional dentro del sistema nervioso.

c- Misteriana: que define a la consciencia como imposible de develar debido a la limitación de la inteligencia humana.

d- Neurofuncionalismo: que acepta la teoría de la complejidad y el análisis de la experiencia en primera persona, promoviendo un tratamiento investigativo independiente, de niveles iguales, de la psicología cerebral como de la experiencia consciente.

Luego de enfocarse en el tratamiento de la "dimensión social de la consciencia" (Capra, 81), prosigue con la presentación de la experiencia científica de la conversación con chimpancés (84), como base para el tratamiento del origen del lenguaje humano (88), a éste se lo concibe y explica como una de las resultantes procedentes de "la encarnación de la mente" (Capra, 92), que conduce finalmente al esclarecimiento de la dimensión espiritual de la vida (98), y se explaya, más allá de lo propuesto por la biología molecular, al establecer que para comprender la vida se debe partir del análisis de un entramado auto-genético de procesos metabólicos que aparecen subyaciendo, con específicos parámetros de relación, en la formación de cada estructura molecular (99).

C- Al ocuparse de la naturaleza de la "realidad social" (Capra, 103), el autor teoriza a partir de tres perspectivas fundamentales que se ocupan de la vida, del patrón y del proceso, esta última resulta de la fusión de las dos primeras. Posteriormente, agrega una cuarta, la de significado o de conciencia reflexiva, haciendo trascender la visión sistémica de la vida al campo social propiamente dicho (103-108).

A posteriori, realiza una presentación de las diversas teorías sociales desde el siglo XIX hasta la actualidad (108). Desfilan así Comte con su positivismo que preconizaba la aplicación del monismo metodológico de carácter exclusivamente científico sobre las sociedades (109); Durkheim con su teoría sociológica que establecía que los hechos sociales eran mensurables empíricamente al igual que los objetos físicos (109); también describe a las resultantes de las ideas anteriores: el funcionalismo, que buscaba respuestas a través de la realidad subyacente, y el estructuralismo, que lo hacía a partir de las estructuras subyacentes (figuran destacados Saussure y Levi-Strauss con sus ideas acerca de las relaciones entre realidad social, consciencia y lo lingüístico) (109, 110); además, presenta a Parsons con su intento de fusionar ambas corrientes en su "teoría general de las acciones" (Capra, 110) tomando como base la teoría de los sistemas que postulaban al "libre albedrío humano" (Capra, 111), junto a otros sociólogos, uno de ellos, Luhmann, propugnó la "autopoiesis social" (111), basado en las ideas de Maturana y de Varela; siguen Giddens y Habermas, en la segunda mitad del siglo XX, a través de sus teorías, presentadas por el autor como "integradoras" (Capra, 111). Guidens (con su teoría de la Reestructuración) determinó la dualidad de la estructura como aquella que permite la interacción cíclica entre estructuras sociales y libre albedrío, admitiendo su parecido con las redes autopoiésicas biológicas, en tanto que Habermas (con la teoría Crítica) teorizó acerca de la acción comunicativa al tiempo que propugnó integrar lo empírico-analítico, asociado al mundo externo como intérprete de las causalidades, con lo hermenéutico del mundo interno, referido a lo lingüístico y lo comunicativo (111-115).

A partir de todo lo anterior, Capra determina a la red autopoiésica como extensible a lo social más allá de las diferencias que puedan darse ya que los sistemas sociales, que involucran lenguaje, conciencia y cultura, también pudieran estar vivos en algún grado, eso, según su criterio, debido a que las redes sociales y las metabólicas generan estructuras materiales que responden al significado: la cuarta perspectiva, citada anteriormente, como creaciones que responden a un fin determinado (115-120).

Capra establece que la autonomía no es independencia y considera la existencia de conductas similares verificables tanto en los organismos vivos y su relación con las demás criaturas, como también en el hombre en sociedad: la autodeterminación sin injerencias de poder se traduce como comportamiento auto determinado y, consecuentemente, libre (120, 121).

Luego, Capra introduce su pensamiento acerca de la cultura a la que identifica como aquellas creencias y valores que reglan la conducta humana, es no lineal y se halla basada en la red de comunicaciones del sistema, produce identidad y se constituye en perímetro no físico, ya que está constituido por significados y aspiraciones que se negocian permanentemente modificando, con ello, los límites del sistema y por ende, los sistemas sociales resultan ser productores de estructuras materiales e inmateriales generando de esta manera, la denominada cultura de la red y, finalmente, las estructuras sociales que constituyen el fundamento de la teoría social (123-130).

Esta teoría ha sido, según su exposición, influenciada permanentemente por la tecnología y, basado en las afirmaciones de Melvin Kranzberg y Carrol Pursell, concluye que debido a ello, conviene comprender y dirigir, no sólo el proceso sino también el relacionamiento con lo tecnológico hacia objetivos que resulten dignos para la humanidad (130).

2. APLICACIONES PRÁCTICAS

A partir de aquí, nos adentramos en los cuatro capítulos que componen la segunda parte de la obra de Capra y que se centran sobre las aplicaciones prácticas de su marco teórico bajo el título de "Los retos del siglo XXI".

A- En el capítulo referido a la "vida y el liderazgo en las organizaciones" (Capra, 133), el autor aplica la teoría social a la gestión de las organizaciones humanas centrándose en determinar hasta qué punto se puede considerar a éstas como sistemas vivos.

Para centrar el tratamiento de este tema parte desde una contextualización actualizada que remarca el proceso permanentemente cambiante y con elevados índices de tensión que caracterizan al mundo empresarial de hoy (133-135), arribando, posteriormente, a la incidencia del tipo de información circulante, generalmente decepcionante del estado de la economía en general, como a los medios tecnológicos empleados para el desarrollo y que ocasionan graves perjuicios ambientales, sobre todo por la ausencia de códigos de conducta elevados, que terminan poniendo en peligro a la existencia misma de toda especie.

En este punto adquieren gran importancia las conceptualizaciones referidas a la gestión del conocimiento, el capital intelectual y el aprendizaje organizativo dentro de la teoría de la gestión empresarial propiamente dicha (139).

Asimismo, se ha constatado que la red comunicativa actual, con énfasis en Internet, ha determinado una novedosa manera de reconfigurar las prácticas de organización y que, de acuerdo a lo manifestado por Castells se ha gestado una economía cuyo fundamento esencial está formado por el manejo que de las informaciones, el poder y las riquezas hacen las redes financieras (145).

Luego se da lugar a la idea de Wenger quien se ocupa de las comunidades de práctica que se caracterizan por el contexto común de significado que se verifica en las redes sociales auto-genéticas (146). También se pone el acento en la necesidad de considerar a las organizaciones como redes vivas aplicando, con la intención de reconfigurarlas en el sentido deseado, las perturbaciones adecuadas para tal fin (148-151).

El autor se abre paso, luego, a través de las ideas de Weathley y Kellner- Rogers postulando un proceso de cambio que tenga sentido para la gente a fin de lograr estimular la participación y la creatividad (152).

Todo ello deberá producir en el seno de la organización una serie de respuestas que desemboquen en un estado de inestabilidad que lleve al sistema a la solución de la crisis, aunque se reconoce que también puede llegar a colapsarse, esta experiencia se conoce como "emergencia de novedad" (Capra, 156) y posibilita la aparición de las estructuras de emergencia que complementan a las denominadas como estructuras formales de diseño (160-162).

Un equilibrio entre ambas estructuras, las emergentes y las de diseño, es lo que debe ser logrado a través de un liderazgo positivo capaz de gestionar sabiamente recursos y procesos dentro de la red, promoviendo el accionar de aquellos líderes que incursionan dentro de las organizaciones vivas y que estimulan el desarrollo de la capacidad personal, las comunidades de práctica y la integración de los desafíos de una ecología sustentable en oposición al sistema económico actual (157-160).

B- En el capítulo dedicado a "las redes del capitalismo global" (Capra, 171), se centra el análisis en la globalización económica regida por la Organización Mundial del Comercio y otras instituciones capitalistas.

Recorre la aparición de la OMC de la mano del neoliberalismo apoyado sobre el irrefrenable crecimiento de la tecnología informativa y de comunicaciones que promueven con su actividad los nuevos ejes culturales, sociales y ecológicos. Cita las obras aparecidas en 1996: The Case Against the Global Economy y The Rise of the Network Society como los dos grandes intentos de aproximación al entendimiento de tales cambios que involucran a corporaciones y tecnologías en este tiempo (172).

Estas obras sirvieron para constituir el Foro sobre la Globalización que, con sus actividades, se erigió en el fundamento para movimientos mundiales contra la OMC y sus principios, llegando a bloquear en Seattle una de sus reuniones (173).

También menciona a Castells con su trilogía denominada The Information Age: Economy, Society and Culture donde teoriza acerca de la nueva Revolución de la Tecnología de la Información como la que permitió el nacimiento de la "sociedad de la información" (Capra, 173).

Según Castells, la nueva versión del capitalismo global, posguerra del 45, tiene las siguientes características:

a- Actividades económicas básicas globalizadas;

b- Fuentes de productividad y competitividad enfocadas en la innovación, la generación de conocimientos y el procesamiento de la información;

c- Estructuración, mayormente, en torno a redes de flujo financiero (178-180).

Para Capra es el momento de enfocarse en la demostración de que la globalización no es otra cosa que la consecuencia del proceso de interrelación entre estructuras diseñadas y emergentes que se considera como propio de las organizaciones humanas.

Identifica a los responsables directos de la globalización económica: los principales países capitales reunidos en el G7, las corporaciones trasnacionales, las instituciones financieras globales (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Organización Mundial de Comercio, bancos de desarrollo, entre otros) (182).

Postula la necesidad de estabilizar la economía global resultante del neoliberalismo a través de procesos estabilizadores por medio de la consciencia, la cultura y la política humanas ya que el impacto social es demoledor y el ecológico no le va en zaga (183).

Además, resulta conveniente destacar que la transformación de las relaciones de poder ocasionada por la revolución tecnológica informativa ha tornado más dificultoso el rol de la nación-estado responsable, por autoridad y legitimidad, de hacer que estas consecuencias sean eliminadas completamente o, al menos, manejables con cierta eficacia progresiva (194-199).

En este estado de cosas, y para hacer frente a las corporaciones, a las instituciones financieras, al flujo informativo y a las organizaciones delictivas, a juicio de Castells, se impone la aparición de un estado-red como es el caso de la Unión Europea (197), lo cual permitiría un choque más parejo de fuerzas que augurasen un mejor resultado en lo social y ecológico, especialmente, evitando así las desastrosas consecuencias de lo que Soros ha dado en llamar el "fundamentalismo del mercado" (Capra, 198).

C- El capítulo sexto desarrolla el tema de "la biotecnología en la encrucijada", (Capra, 205), por medio de un análisis sistémico de la problemática científica tanto como de la ética en el campo de lo biotecnológico, específicamente en la revolución conceptual a la que ha dado lugar el cúmulo de descubrimientos del llamado Proyecto Genoma Humano o PGH.

Luego de desarrollar los avances en la ingeniería genética, en la actualidad extraordinariamente más veloces y poderosos que en los años de la implementación de los primeros organismos genéticamente modificados (OGM) (208), lo cual ha significado un abandono de lo ético en función de lo económico y que ha terminado desembocando en el PGH (209), que causó gran revuelo mediático debido al secreto con el que se pretendió llevar a cabo la cartografía genética del ser humano. Como es de dominio público, los equipos involucrados en la investigación de la secuencia genética humana tenían el propósito de sustraer el resultado de sus investigaciones lo cual se evitó completamente cuando dicha secuencia fue cartografiada mediante un programa de montaje creado por James Kent en el año 2000 (210).

Capra se refiere a la ingeniería genética como realizadora de técnicas deficientes ya que no está en condiciones de comprender el alcance de las experiencias propias, además de producir un índice de éxitos bajísimo en el avance de dicha ciencia, merced a sus experimentos aplicados sin poseer aún el imprescindible conocimiento verdadero de la naturaleza del gen (229). Similar caso ocurre en el campo de la clonación, una elevada cifra de embriones sacrificados y unos resultados que orillan las consecuencias catastróficas a cambio de irrisorios avances momentáneos (232-237).

A todo lo anterior se suma la actividad biotecnológica dentro de la agricultura con la modificación de semillas, realizadas en ocasiones sin conocimiento público, y sus nefastas consecuencias en la tierra destinada a cultivo, en los consumidores de esos productos y en los que resultan expuestos a la manipulación de los herbicidas que conforman el paquete ofrecido por compañías como Monsanto o Du Pont a los productores cautivos de tales implementaciones técnicas en el campo agrícola (237-243).

Se constata así, la convergencia de tecnologías y corporaciones que diseñan planes y acciones lucrativas sin apego alguno a la ética, a la ecología o a la sociedad.

En contraposición a esto, Capra plantea el desarrollo de la agroecología que tiende a la recuperación y preservación del ecosistema como premisa fundamental y que determina, cada vez más acentuadamente que la biotecnología se halla frente a dilemas cuya índole abarcan lo científico, lo filosófico y lo político (244-246).

D- En el séptimo capítulo, "Cartas Nuevas" (Capra, 264), se plantea la situación del mundo de cara al siglo XXI como así también, se analiza la numerosa aparición de prácticas ecológicas y sus consecuencias relacionadas con el logro de un futuro sostenible(264-277). En el principio se aboca a considerar las consecuencias de la economía delictiva y de la globalización financiera con sus impactos en lo ecológico, en lo social y en lo cultural que promueven la destrucción de la humanidad y la biósfera planetaria, las comunidades más relevantes a las que pertenecemos (278-284). La combinatoria del respeto a los derechos humanos y una ética promotora de la sostenibilidad ecológica, para este estado de cosas, presupone una red completa de relacionamientos de la comunidad total, por ejemplo las ONGs, que defienden derechos humanos y sustentabilidad a través de redes globales de oposición a las corporaciones financieras y sus aliados (instituciones financieras, medios de comunicación bajo su dirección, etc.), (285-290). Entre otras propuestas tendientes a fortalecer estas redes, el autor cita la ecoalfabetización y el ecodiseño (290-296), las agrupaciones industriales que respondan al principio ZERI (Iniciativas e investigaciones de Cero emisiones), (296-302) y la economía del hidrógeno (312-328), entre otras posibilidades energéticas compatibles con la sustentabilidad ecológica.

En el Epílogo, Capra aconseja aplicar el sentido común y menciona a los movimientos feministas y ecologistas como algunos de los que promueven cambios de valores a mayor profundidad en tal dirección (329-336).

Finalmente, elige a Havel para concluir su ensayo con una cita de éste reconocido ciudadano checo, la que resume su parecer respecto al futuro del mundo y la humanidad. Dicha cita se basa en la esperanza que emerge como un baluarte ante la realidad que necesita ser transformada, aún a sabiendas de los considerables derrumbes que se pueda ocasionar, debido a que es lo único que tiene sentido realizar en pos de un futuro sustentable para toda la humanidad (337).

CONCLUSION

Sin lugar a dudas, distinguir las relaciones de causa y efecto que se plantean sistémicamente a lo largo de todo el trayecto de las temáticas desarrolladas por Capra, las consecuencias generadoras de nuevas reacciones en determinados entornos naturales o artificiales referidas a asuntos tan importantes para el ser humano como pueden ser la propia vida o el equilibrio del ecosistema, una economía al servicio de la sociedad o un modo de vida que presuponga el respeto a los derechos humanos, se constituyen en un desafío difícil de soslayar so pena de no ejercer los mínimos rasgos de raciocinio que toda persona común debe ostentar y los elementales aspectos de humanidad que caracterizan a cada persona en uso consciente de sus facultades intelectuales.

Por ello, sin tratar de contrarrestar en modo alguno lo dicho por Capra, a mi juicio y parecer, en cuanto a lo tratado acerca de las consecuencias de la globalización económica y que se traducen efectivamente sobre los individuos afectados por la exclusión social y sus derivaciones económicas delictivas, de enfermedades y muerte, se asemejan bastante a los resultados que producen los procesos patógenos en cualquier organismo vivo cuando no son tratados convenientemente con el remedio más eficaz para ello.

En este sentido, y con el único objetivo de tratar de comprender las consecuencias negativas derivadas de la aplicación de la economía globalizante a la red social, cabe preguntarse si a todo lo expuesto sistémicamente por el autor de las Conexiones Ocultas no le está faltando un capítulo, al igual que la pata ausente de la mesa, que se centre en la patogénesis.

BIBLIOGRAFIA

Capra, F. (2003), Las conexiones Ocultas, Ediciones Anagrama, Barcelona.

Castells, M. (1996). La era de la información: Economía, sociedad y cultura. Tomo I. Siglo XXI Editores. México.

Delgado, Jaime O. (2004). Globalización neoliberal: economía, política y cultura en "Globalización Revista Mensual de Economía, Sociedad y Cultura". http://www.rebelion.org/noticia.php?id=4428

Unesco. (2005), Hacia las sociedades del conocimiento, Ediciones Unesco, http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001419/141908s.pdf

 

 

Autor:

Victor Escobar

ATLANTIC INTERNATIONAL UNIVERSITY HONOLULU, HAWAI

SUMMER, 2012