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Educación en Contexto de Privación de Libertad

Enviado por carolina noriega


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Sistema educativo
  3. Modalidad: educación en contexto de privación de libertad
  4. Conclusiones
  5. Anexo
  6. Material bibliográfico

Introducción

En la Ley Federal de Educación menciona, en su capítulo VII, Regímenes especial, apartado B: Educación de adultos; entre otras, contempla la posibilidad de acceder a servicios educativos en los distintos niveles del sistema a las personas que se encuentran privadas de libertad.

Pero con la actual ley de Educación Nacional cobra transcendencia y relevancia "la educación para todos", esto significa que ningún habitante del territorio Nacional quede sin educación digna. La misma le permite al sujeto, en este caso privado de su libertad, recibirla para lograr una re-integración en la sociedad.

Por ello en el presente trabajo abordamos la modalidad de Educación en Contexto de Encierro. Cuyo objetivo es indagar cómo funciona el sistema educativo en la cárcel e instituto de menores de la provincia y, a modo general conocer la realidad de las demás cárceles. De esta manera nos permitirá conocer y ampliar nuestros horizontes. Además, saber quiénes conforman el plantel docente que tan noblemente desempeña sus tareas diarias de enseñar a estas personas que no pueden asistir a un establecimiento escolar como el resto de los adolescentes y adultos.

edu.red

CAPÍTULO I

Sistema educativo

La educación, su objetivo primordial es instruir, formar y transmitir conocimientos. Surge, así, el sistema educativo, entendido como "síntesis institucional de las concepciones jurídicas y pedagógicas de quienes gobiernan un Estado", es decir que todo sistema educativo encuentra su explicación en la forma peculiar y objetiva en la que un país planifica y desarrolla la educación del pueblo en un momento determinado de su historia; por ello, está inserto en el contexto de la organización política, cultural, social y económica de un país.

Una breve evolución histórica del sistema educativo.

En 1570 nace la primera Real Orden de Educación en América cuyos objetivos eran formar al sujeto en las operaciones formales, en las primeras letras y religión impartida por los jesuitas.

En 1810, la Educación Colonial consistía en obedecer, más bien sumisión.

En 1816, se implementa la Educación del Ciudadano, pues tenía un carácter de libertad y participación del mismo.

En 1853 se sanciona la Constitución Nacional establecía: Asegurar la Educación Primaria (art.5); derecho a enseñar y aprender (art. 14) y las leyes generales de educación (art. 75 inc. 18).

En 1884 se sanciona la ley 1420, Ley de Educación Común en la capital, colonias y territorios nacionales. La misma debe ser gratuita, gradual, obligatoria, neutral. La estructura del nivel primario estaba conformada de la siguiente manera; cabe aclarar que éste era obligatorio:

Ciclos

Grados

Edades

1º,2º y 3º

6,7 y 8

4º y 5º

9 y 10

6º y 7º

11 y 12

El nivel Inicial y Secundario no eran obligatorios.

En 1993 la Ley Federal de Educación nº 24.195. En esta ley, diez (10) años eran obligatorios y su estructura es la siguiente:

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También forman parte, los Trayectos Técnicos Profesionales. Además, contempla la Educación Cuaternaria, Regímenes especiales (educación especial, educación de adultos, educación artística, entre otros), la Educación no formal y la enseñanza de gestión privada.

El 14 de diciembre de 2006, la Ley Nacional de Educación nº 26.206. Su objetivo es proveer una educación integral, permanente y de calidad para todos; garantizando la igualdad, gratuidad y equidad.

Sostiene que la educación brindará las oportunidades necesarias para desarrollar y fortalecer la formación integral de las personas a lo largo de toda la vida y promover en cada educando la capacidad de definir su proyecto de vida, basado en los valores de libertad, paz, solidaridad, igualdad, respeto a la diversidad, justicia, responsabilidad y bien común.

En la presente ley, la obligatoriedad se da en los tres (3) niveles de formación; Nivel Inicial (5 años de edad), Nivel Primario (6 años a 11 años) y Nivel Secundario (12 a 17 años).

N I V E L E S

INICIAL

PRIMARIO

SECUNDARIO

SUPERIOR

Jardines:

  • Maternales: de los 45 días a 2 años.

  • Infantes: de los 3 a los 5 años (siendo este último obligatorio)

-A partir de los 6 años hasta los 11 años.

-Formación integral, básica y común.

– Comprende:

1º,2º,3º,4º,5º y 6º

De los 12 años a 17 años.

Ciclos: básicos y orientado.

Universidades, Institutos universitarios estatales o privados e Instituto de Estudios Superiores.

Se añade en ésta las modalidades. Cuyas características son:

Modalidades

Características

Niveles

Educación Técnica Profesional (art.38)

-Formación de técnicos medios.

Secundario, Superior.

Educación Artística (art. 39 al 41)

-La formación en distintos lenguajes artísticos de los/as niños/as.

Secundario, Superior.

Educación Especial (art. 42 al 45)

-Destinada a asegurar el derecho a la educación de las personas con discapacidades temporales o permanentes.

Inicial, Primario, Secundario y Superior.

Educación permanente de jóvenes y de adultos (art. 46 al 48)

-Garantizar la alfabetización y el cumplimiento de la obligatoriedad escolar.

Primario, Secundario y Superior.

Educación Rural (art. 49 al 51)

-Garantizar el cumplimiento de la obligatoriedad escolar a través de formas adecuadas a las necesidades y particularidades de cada zona rural.

Inicial, Primario, Secundario.

Educación Intercultural Bilingüe (art. 52 al 54)

-Garantiza el derecho constitucional de los pueblos indígenas.

-Promueve un diálogo mutuo enriquecedor de conocimientos y valores entre los pueblos.

Inicial, Primario, Secundario.

Educación en Contextos de privación de libertad (art. 55 al 59)

– Garantizar el derecho a la educación de todas personas privadas de la libertad. (Ampliación del tema).

Primario, Secundario y Superior.

Educación Domiciliaria y Hospitalaria (art. 60 al 61)

– Garantizar el derecho a la educación de todas personas que por razones de salud no asisten regularmente al establecimiento escolar.

Inicial, Primario, Secundario.

Forman parte, también, la Educación de Gestión Privada.

Capítulo II

Modalidad: educación en contexto de privación de libertad

En la Ley Nacional de Educación, en su capítulo XII, artículos 55 al 59; trata la modalidad Educación en Contexto de Privación de Libertad. Pues, la mencionada está destinada a garantizar el derecho a la educación de todas las personas privadas de la libertad, para promover su formación integral y desarrollo pleno. Los objetivos son:

  • Garantizar el cumplimiento de la escolaridad obligatoria a todas las personas privadas de libertad dentro de las instituciones de encierro o fuera de ellas cuando las condiciones de detención lo permitieran.

  • Ofrecer formación técnico profesional, en todos los niveles.

  • Favorecer el acceso y permanencia en la Educación Superior.

  • Asegurar alternativas de educación no formal y apoyar las iniciativas que formulen estas personas.

  • Desarrollar propuestas destinadas a estimular la creación artística y la participación en diferentes manifestaciones culturales.

  • Contribuir a la inclusión social.

En su artículo 59 nos dice que, "las formas de implementación de este derecho responderán a criterios de flexibilidad y calidad que aseguren resultados equivalentes a los de la educación común".

Mencionamos lo que la ley establece, ahora bien, expondremos las problemáticas significativas que afectan la educación en establecimientos penitenciarios.

Según este documento que surge como producto del Seminario Virtual realizado por el programa Nacional de Educación en Establecimientos Penitenciarios y de Minoridad, durante el primer semestre de 2004 con el objetivo de consolidar federalmente una mirada sobre los problemas significativos que afectan a la educación en establecimientos penitenciarios.

La importancia del documento radica, entre otros factores, en la posibilidad de:

– Contar con un documento en el cual confluye la mirada de todas las jurisdicciones del país con respecto a una problemática tan compleja como es la educación en establecimientos penitenciarios.

– Tener un sustento común que permita la construcción de futuras orientaciones de trabajo bajo una mirada compartida.

– Posibilitar la articulación de los distintos niveles del sistema educativo nacional, provincial e institucional como modalidad de construcción de política que incluya la participación de los actores involucrados en la gestión.

El trabajo de sistematización se organizó a partir de cuatro dimensiones de análisis:

  • Problemas relacionados con las características del alumno y de su aprendizaje.

  • Problemas relacionados con las prácticas docentes.

  • Problemas relacionados con la gestión escolar y las características de la oferta educativa.

  • Problemas relacionados con los contextos de inclusión de la educación en establecimientos penitenciarios.

PROBLEMAS RELACIONADOS CON LAS CARACTERÍSTICAS DEL ALUMNO Y DE SU APRENDIZAJE

Los sujetos de la educación en establecimientos penitenciarios presentan una gran heterogeneidad debido a la diversidad de trayectorias de vida, educativas y laborales. En su mayoría provienen de contextos de marginación, en los cuales la falta de finalización de la educación básica y media es un indicador más entre sus múltiples carencias. Aunque el delito se encuentra presente entre los miembros de diversas clases sociales, los detenidos en unidades penitenciarias tienen orígenes relacionados con pobreza y carencias de todo tipo.

Sobre ese común denominador, importa considerar su pertenencia social en relación con su carencia de educación, en tanto, supone las condiciones de producción de subjetividad, que son constituyentes de las posibilidades de inserción social y laboral de los sujetos. Esto presume estilos específicos de ser y de relacionarse, dentro de los cuales el delito consolida un nuevo circuito de exclusión.

Por otra parte, las personas privadas de la libertad, en tanto parte de la población de la Educación de Jóvenes y Adultos, configuran un grupo social con necesidades educativas específicas para el cual la educación puede ser un elemento primordial en la construcción de alternativas de inclusión social, económica y política mediatas.

La caracterización del sujeto de la educación en establecimientos penitenciarios se realiza a través de las siguientes categorías:

Características socioculturales

La mayor parte de la población privada de la libertad pertenece a grupos sociales provenientes de sectores altamente desfavorecidos, cuyas condiciones de vida están enmarcadas en una cultura caracterizada por la pobreza, el desempleo, la violencia, las adicciones y la inasistencia sanitaria.

Como primer dato a mencionar encontramos que el 70% oscila entre los 18 y 34 años, que con familias desarticuladas, escasa experiencia escolar, sin oportunidades de participación en redes de contención social y sin formación ni trayectoria laboral. Esto supone un abordaje desde la educación orientada a este grupo, dada que la tendencia manifiesta de los últimos años muestra una disminución en las edades de los internos, tanto lo que asisten a la escuela como los que no lo hacen.

Una característica propia de las unidades penitenciarias federales, es que los internos provienen de distintos lugares del país o son extranjeros, lo que refuerza la heterogeneidad de la población y en muchas ocasiones dificulta la comunicación con sus pares y con él. En el caso de las cárceles provinciales la población proviene sobre todo de la zona circundante, en especial de los ámbitos urbanos y urbanos marginales, con una menor participación de personas provenientes de ámbitos rurales.

En cuanto a la situación laboral la mayoría se encontraban sin trabajo o con condiciones de precariedad.

En este sentido, la educación en establecimientos penitenciarios opera como un elemento nivelador de las desigualdades y este es asumido como un desafío que compete a la sociedad y al Estado construir a través de políticas sustentables.

Características psicosociales.

Las características psicosociales, supone la comprensión y captación de la problemática de los individuos y sus relaciones interpersonales, considerando su historia personal, familiar y social, y su situación particular en la institución penitenciaria.

Por lo general se encuentran dos tipos de conducta predominantes:

– Las vinculadas a reacciones depresivas, manifestadas fundamentalmente en la baja autoestima, desvalorización y vergüenza, las cuales en muchas ocasiones conllevan al aislamiento de los internos.

– Las vinculadas a las reacciones impulsivo-agresivas, que se traducen en cambios de humor, impulsividad y susceptibilidad.

Estos comportamientos se ven reforzados por cuestiones particulares relacionadas con la situación de encierro, tales como la necesidad y el temor de salir y la alteración de sus estados anímicos especialmente en algunas fechas clave, como fin de año, navidad o los momentos cercanos a los trámites judiciales.

Frente a la adversidad del contexto institucional penitenciario se observa que la escuela promueve otro tipo de conductas, entre las cuales se observa la conformación de grupos de pertenencia entre los alumnos que llevan un tiempo compartiendo los estudios. Esto genera actitudes solidarias ante problemas familiares y personales. En algunos casos, unos internos comparten sus visitas con los otros cuando no se presentan familiares directos o dan contención ante problemas familiares.

Por otra parte, algunos alumnos presentan actitudes reactivas ante las noticias familiares, de las que están muy pendientes y que suelen influir en su asistencia a la escuela, determinando interrupciones o deserciones parciales o transitorias.

La inestabilidad emocional se manifiesta también en el aspecto cognitivo donde los factores de desinterés y falta de atención inciden en el proceso educativo, de lo que resulta que en muchos casos los alumnos no sostienen su escolaridad en el tiempo, ya sea por inconstancia en la concurrencia a la escuela. Producto de su punto de partida social, donde la marginación, la exclusión social, el desempleo han construido una brecha muy difícil de cruzar, la reflexión sobre los valores, se transforma en una vía para la integración social en tanto contenidos imprescindibles de abordar, ya que frecuentemente expresan una débil aprecio de la vida en general y su vida en particular, capaz de revertirse a partir de un vínculo educativo distinto de confianza y de respeto.

Salud y adicciones.

La realidad de las cárceles presenta una cantidad ilimitada de factores que inciden de manera negativa en la salud integral de las personas que las habitan. Por otra parte, la superpoblación y el hacinamiento descontrolado, que se da especialmente en los establecimientos de gran tamaño, facilita la difusión de las enfermedades infectocontagiosas.

Esto se suma a la incidencia de hechos de violencia, la difusión de conductas adictivas y la proliferación de enfermedades de transmisión sexual, como elementos intrínsecos de la vida en prisión, que constituyen una amenaza constante a la calidad de vida de los detenidos.

Ante la presencia de una dolencia o enfermedad son atendidos por médicos del servicio penitenciario o son derivados al hospital estatal.

Trayectoria educativa.

La población escolar en las cárceles, presenta fuertes carencias educativas determinadas por sus biografías pedagógicas previas. El alto índice de analfabetismo y muy bajo nivel de instrucción triplica la cifra nacional, constituyendo un indicador de los procesos de escolarización previos, signados por múltiples fracasos dentro del sistema educativo; largos períodos fuera de la escuela y finalmente el abandono. Los altos porcentajes de analfabetos o en proceso de alfabetización se evidencian sobre todo en las personas de mayor edad.

La población escolar es heterogénea, con variadas características cognitivas y culturales, reflejada en una diversidad de estilos, diferentes tiempos para el aprendizaje y ritmos discontinuos de asistencia a la escuela.

Con relación al nivel medio, la oferta es muy acotada y la población matriculada en este nivel es más joven y ha dejado sus estudios en tiempos más cercanos. Se estima prioritario asumir este nivel con una oferta suficiente para poder brindar la cobertura suficiente que atienda esta necesidad educativa.

Finalmente, la presencia de personas con posibilidades de ingresar a un nivel terciario o universitario promueve la necesidad de ampliar esta oferta educativa.

Actitudes frente a la propuesta educativa.

La actitud general frente a la educación por parte de los internos es positiva. Hay buena predisposición para ingresar por voluntad propia y asistir a clase, y en algunas unidades se articula e incentiva a través de actividades recreativas y culturales que sin duda es un excelente polo de atracción y trabajo que hay que desarrollar aún más.

Los motivos de los internos para asistir a la escuela son diversos, como la valoración que los jueces otorgan a la participación en la propuesta educativa.

Cuando la motivación es alta, las capacidades cognitivas permiten que los alumnos se apropien sin mayores dificultades de los contenidos presentados. En muchos casos la motivación está ligada a la utilidad del conocimiento, valorando con preferencia las propuestas de capacitación laboral o aprendizaje de un oficio.

La inestabilidad emocional y la discontinuidad en la asistencia, operan negativamente sobre los resultados del aprendizaje.

La discontinuidad en la asistencia y el abandono se relacionan por lo general con el traslado o con el logro de la libertad.

En cuanto a la capacitación laboral y de oficios, los internos la valoran y se encuentran motivados a realizarla.

El trabajo educativo, en tanto ámbito democrático de reconstrucción de la identidad y construcción de ciudadanía, constituye la provisión del tiempo y del espacio para la consolidación de una respuesta positiva.

Condicionantes de los alumnos frente a la situación de aprendizaje.

Los condicionantes de los alumnos frente a la situación de aprendizaje son múltiples, algunos vinculados específicamente a lo pedagógico y otros de tipo más general. En cuanto a los primeros, se trata de una población que presenta diversos grados de frustración en relación con las dificultades frente a la lectoescritura. De éstas se derivan otros obstáculos, como la dificultad para interpretar consignas y para relacionar los saberes previos con el conocimiento nuevo, la carencia de hábitos de estudio y la lentitud en el aprendizaje.

En otro orden, un importante grupo poblacional proviene de distintas regiones del país o de otros países, coexistiendo diversidades de idiomas y de idiosincrasia cultural.

La escuela, así constituida, puede construir una propuesta que renueve condiciones para mejorar la participación y la predisposición de los alumnos. Puede asumir formas de organización de la tarea escolar que incluso contribuyan a mejorar los vínculos entre los internos: grupos de trabajo, ayudantes.

PROBLEMAS RELACIONADOS CON LAS PRÁCTICAS DOCENTES

Se entiende por "prácticas docentes" al amplio espectro de cuestiones que atraviesan su tarea cotidiana y que se vinculan tanto con la enseñanza, como con situaciones institucionales y usos organizacionales. Este concepto nuclea un cúmulo de haceros y sentidos que exceden a los procesos de enseñanza y de aprendizaje.

  • Cuestiones vinculadas a la formación.

Es reconocida la preocupación y buena disposición de los docentes que trabajan en estos ámbitos, tanto en relación al desempeño de su rol específico en el aula como a la atención y, seguimiento de las dificultades y necesidades de sus alumnos. La fuerza del vínculo que se establece en este contexto promueve el compromiso por parte de los docentes.

En la actualidad es destacada la formación profesional docente.

El abordaje de estos núcleos básicos complementaría la formación inicial del docente para quienes se desempeñan en establecimientos penitenciarios, ampliando sus conocimientos y fortaleciendo su práctica, lo que incidiría en la profesionalización de su quehacer y se posicionaría positivamente el lugar de la educación en las organizaciones penales. También cabe considerar la formación continua del docente.

Una acción propuesta es la habilitación de una "hora institucional" en la cual los equipos de docentes encuentren espacios de reflexión sobre la práctica, la capacitación y el diálogo. El intercambio siempre atenúa la sensación de soledad.

Se debe tener presente que se está promoviendo un cambio en los fundamentos filosóficos mismos del sistema carcelario, al pasar de considerar el encierro como única manera para tratar al detenido, hacia la priorización de la educación como agente fundamental para la inserción social, en donde el docente tiene un rol protagónico para su implementación, y que constituye una actualización de su compromiso ético y político.

  • Aspectos relacionados con la percepción del rol docente.

Los docentes de escuelas en establecimientos penitenciarios presentan frecuentemente un alto compromiso con su tarea y una buena disposición ante la necesidad de adaptarse a las difíciles circunstancias que implica la enseñanza en estas instituciones. A las dificultades propias de la elevación del nivel de los aprendizajes, se suma la asunción de un rol de contención emocional que problematiza la configuración específica de su actividad. Un riesgo es que la exposición permanente a las situaciones conflictivas que presentan los alumnos, puede conducirlos a volcar más energía en la contención que en la tarea pedagógica.

En cuanto a los aspectos psicológicos del docente, es posible advertir el agotamiento y el desgaste por exposición permanente a condiciones adversas, miedo a los cambios y frustración inherente a las contradicciones propias de la educación en estos establecimientos.

Los educadores no sólo se encuentran interpelados a partir de los saberes específicamente escolares, sino también desde el posicionamiento frente a los dilemas de la época, a las condiciones en las que se inscribe nuestro sujeto y la escuela, a la función de la escuela en estos lugares. La recuperación de un sentimiento y una disposición frente al otro no como víctima sino como un ciudadano, para considerar su futura integración social.

  • Condiciones objetivas de trabajo.

La situación de los docentes se caracteriza por la alta heterogeneidad, tanto en la conformación de las plantas funcionales según la dependencia orgánica, como en situaciones particulares tales como alto grado de inestabilidad, nombramientos demorados, gran cantidad de docentes interinos, baja remuneración y falta de reconocimiento social a pesar de las condiciones inapropiadas que conlleva este escenario educativo.

Las experiencias en las que se ha creado una estructura funcional y operativa propia para la cobertura de la población carcelaria han permitido la selección y evaluación de los docentes de acuerdo al perfil requerido para el desempeño del rol.

Hay que tener en cuenta que mientras hay docentes a quienes no les interesa trabajar en las cárceles y presentan resistencias, temores o prejuicios, hay otros que desean trabajar en estas escuelas, por considerarlo como una experiencia valiosa para su desarrollo profesional.

En algunas provincias la convocatoria de docentes se realiza de forma abierta y voluntaria, y éstos se inscriben en listados específicos y, siguiendo el listado de méritos de las juntas de clasificación y disciplina, se realiza la selección. Cuando se da el caso de no tener docentes, se ofrece el cargo en acto público, previa información de las características del proyecto y sus implicancias.

El tema de los salarios también presenta diversidad: en algunas provincias ellos cobran igual remuneración que sus pares, no existiendo un reconocimiento salarial de las condiciones laborales particulares del sector, mientras que en otras jurisdicciones se reconocen complementos salariales en función del ambiente de riesgo.

  • Cuestiones vinculadas a la enseñanza.

Las problemáticas vinculadas a la enseñanza son múltiples. El docente de jóvenes y adultos en general, y el de unidades penitenciarias en particular, trabaja frecuentemente en soledad, y es el gestor de las propias actividades educativas, adaptándolas a lo que el contexto le permite realizar.

Por otra parte, si bien los docentes muestran preocupación por otorgar significado a los procesos de aprendizaje revalorizando los saberes previos e intentando facilitar el avance de los alumnos, también encuentran dificultades en la adaptación de los contenidos y en la aplicación de estrategias metodológicas pertinentes.

Esta situación se agrava porque carecen de espacios de reflexión en los que puedan recuperar y compartir sus prácticas cotidianas.

La heterogeneidad de la población en términos de sus distintos niveles culturales y educativos, hace que los docentes implementen estrategias de enseñanza individualizadas, que contemplan los diversos tiempos de aprendizaje y las distintas trayectorias escolares de sus alumnos. De esta manera la presencia del docente es una condición que otorga mayor solidez a la propuesta educativa.

  • Relaciones del docente con el ámbito penitenciario.

El docente de escuelas en las cárceles se halla en un lugar de tensión permanente, en tanto se ubica en el punto de inflexión entre la lógica escolar y la de la seguridad. Así, los docentes deben conocer e incorporar las reglas impuestas por los servicios penitenciarios y, si bien algunos no muestran dificultades otros no logran adaptarse al sistema. Un factor que incide en el proceso educativo es el de la interferencia de los sistemas penitenciarios en la administración del espacio y del tiempo para la educación. Otro factor, deviene de la coexistencia de cargos docentes que dependen de los servicios penitenciarios y otros de los sistemas educativos provinciales. En estos casos, la necesidad de definir funciones y generar espacios de articulación entre ambas instituciones, es fundamental para poder dar coherencia a las propuestas educativas.

  • PROBLEMAS RELACIONADOS CON LA GESTIÓN ESCOLAR Y LA OFERTA EDUCATIVA

La organización constituye una dimensión central de escuela; implica considerarla en tanto estructura atravesada por una lógica vinculada con lo pedagógico-didáctico y por relaciones vinculadas con la distribución del poder.

Los centros educativos en establecimientos penitenciarios dependen de distintos ámbitos gubernamentales que, por lo general, no funcionan articuladamente. Esto genera una trama relacional en permanente construcción, que articula historias personales y colectivas dentro de relaciones de poder, y cuyo mandato fundacional puede ser asumido, resistido, ignorado.

El Convenio firmado entre el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología y el Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos N° 13/00, así como otros Convenios suscriptos posteriormente entre órganos gubernamentales provinciales y con la Nación, han posibilitado el diseño de proyectos educativos en los que se han clarificado las misiones y funciones de ambos tipos de instituciones, las educativas y las penitenciarias.

Las escuelas en unidades penitenciarias representan una institución dentro de otra, las dificultades surgen tanto en el orden administrativo como en las dinámicas organizacionales. Así, es común que adquieran el estilo de organizaciones cerradas, centradas en lo administrativo y rígidas, estructuradas en función de la oferta, sin tener en cuenta la demanda, sea ésta explícita o potencial.

Estas cuestiones se reflejan en la administración que realizan de los internos, en algunos impidiéndoles la asistencia a clase, ausencias reiteradas por motivos ajenos a los mismos, como así también la suspensión de clases por motivos no relacionados con el proyecto escolar. Estas tensiones reafirman la necesidad de normativa que regule estas relaciones interinstitucionales.

  • Problemas curriculares.

La carencia de lineamientos curriculares para la Educación de Jóvenes y Adultos consensuados federalmente, que den un encuadre común al trabajo en esta modalidad, constituye un tema medular, ya que queda muchas veces en manos de la realización de adecuaciones sin contar con prescripciones específicas.

Otras provincias, poseen un currículum para la Educación de Jóvenes y Adultos y lo aplican en las escuelas de unidades penitenciarias.

  • Recursos e infraestructura.

La importancia de la infraestructura y los recursos materiales para el trabajo educativo son innegables. Las escuelas penitenciarias no escapan a la realidad de la mayoría de las escuelas de jóvenes y adultos del país, agregándose, en algunos casos, la falta de espacios propios por superpoblación y hacinamiento que se vive en la mayoría de las unidades penitenciarias.

La situación edilicia y de infraestructura, se caracteriza por los espacios inadecuados, inexistentes o de uso no exclusivo. Las aulas asignadas son insuficientes, carecen de iluminación, de apropiada ventilación e incluso de sanitarios.

El material didáctico y bibliográfico para alumnos en ocasiones es comprado por los docentes.

  • Cuestiones normativas.

Las cuestiones normativas afectan también el funcionamiento de la organización escolar.

Esta fragmentación de la gestión genera situaciones en las que el nivel EGB/ primario puede depender tanto de Educación Especial, en algunas provincias, mientras que en otras depende de Educación de Jóvenes y Adultos o EGB. El nivel medio en las provincias depende de la esfera de Educación de Jóvenes y Adultos o de la Educación Polimodal/ media.

En aquellas jurisdicciones donde se ha logrado unificar la gestión en el ámbito de la

Educación de Jóvenes y Adultos, se han podido superar las incoherencias normativas según dependencia y/ o nivel educativo, aspecto éste que se continúa propiciando.

  • LOS CONTEXTOS DE INCLUSIÓN DE LA EDUCACIÓN EN

ESTABLECIMIENTOS PENITENCIARIOS

En esta dimensión se recupera la relación de la escuela en unidades penitenciarias y sus distintos contextos de pertenencia: El sistema penitenciario, las comunidades locales donde se hallan situadas y la sociedad en su conjunto. Considerando que la función de la educación en este ámbito supone crear las condiciones para que los internos puedan construir un proyecto personal de inclusión social, la relación de la escuela con los distintos entornos adquiere una relevancia particular.

  • Características de los establecimientos que afectan a la propuesta educativa.

Las disposiciones de los servicios penitenciarios son el marco normativo que condiciona la organización escolar.

Al ser la cárcel un régimen cerrado organizado en pabellones, con una fuerte rigidez y una estructura vertical de funcionamiento, la comunicación entre sus directivos o su personal y el de la escuela tiende a ser escasa, lo que dificulta la convivencia y la construcción de acuerdos basados en criterios comunes para el manejo de la educación.

El discurso de los docentes u otro personal educativo ha incorporado que la institución penitenciaria prioriza la seguridad. Si bien esto responde a la razón de ser institucional, se destacan las diferencias en relación a las concepciones y valoraciones de la educación, y por lo tanto la importancia como medio para la inclusión social de los internos.

Uno de los factores que generan malestar y resistencias por parte los docentes, es el tipo de control que se realiza sobre ellos y sus pertenencias para poder acceder a las unidades penitenciarias, a pesar de que los docentes conocen este tipo de exigencias y de controles para el ingreso previo a la aceptación del cargo, siendo enmarcado como parte de su seguridad personal.

Lo señalado, más la serie de pasos administrativos que se deben cumplir para poder ingresar al establecimiento, se refleja en la reducción del tiempo real de clase.

  • Los agentes penitenciarios.

Los agentes penitenciarios ocupan un lugar importante en la vida cotidiana de los internos. Por ello, el tener en cuenta su apreciación sobre la educación y las posibilidades de cambio de los internos, es un factor que influye sobre el desarrollo de la propuesta educativa.

Otra dimensión del problema es el tipo de preparación específica del agente penitenciario basada sobre todo en la perspectiva de la seguridad, que no considera suficientemente su rol desde un enfoque socio- pedagógico.

  • Relaciones entre la autoridad educativa jurisdiccional y los servicios penitenciarios.

Las relaciones entre las instancias de los servicios penitenciarios y los Ministerios de Educación, son inicialmente rígidas y carecen de instancias formales y sistemáticas de articulación. Por ello, tienen un fuerte peso la actitud de Jefes de Educación de las unidades penitenciarias, tanto para dinamizar la implementación de programas educativos como para obstaculizar posibles cambios y mejoras.

También es importante destacar que se están abriendo nuevas instancias de articulación que permiten que las relaciones entre el servicio penitenciario y los ministerios de educación y cultura se mantengan fluidas, lo que está conduciendo a la concreción de metas específicas que llevan a la mejora de los servicios brindados por los centros educativos y en esta dirección hay que seguir trabajando.

La articulación con la comunidad local puede constituir una instancia muy importante para el tratamiento y la inserción social de los internos.

En la actualidad la relación de la institución penitenciaria con las comunidades donde se halla emplazada y con la sociedad en su conjunto, son muy escasas, no existiendo canales formales de comunicación. En algunos pocos casos y bajo experiencias concretas, muestras de arte, por ejemplo se produce ocasionalmente cierta apertura.

La actitud más frecuente del contexto social externo es de antagonismo y rechazo, no sólo hacia los internos sino también hacia los agentes y hacia la misma unidad penitenciaria. Los prejuicios y representaciones refuerzan actitudes excluyentes que no facilitan la generación y el sostenimiento de propuestas de inclusión.

La relación de la escuela en la cárcel con la comunidad local puede constituirse en elemento complementario que potencie los efectos de las acciones escolares.

  • Relaciones intersectoriales de gobierno.

La escasa experiencia previa de los órganos gubernamentales en la formalización de los acuerdos a través de la firma de convenios, produce lentitud en la gestión de los mismos. Esto redunda en el aislamiento de las áreas donde existe una doble dependencia y genera frecuentes dificultades en el trato cotidiano.

Se propicia la activa participación de los municipios como espacios privilegiados para construir modelos de organización y gestión que favorezcan la inclusión de niños/as y adolescentes en su grupo familiar, escuela, servicios de salud y en el barrio.

Cifras a tener en cuenta:

  • 52.457: Jóvenes y adultos detenidos en cárceles alojados en 209 unidades de detención (31 federales + 178 provinciales).

  • 1.799: Niños, niñas, adolescentes y jóvenes acusados de delito que viven en 119 institutos (1.525 en régimen cerrado más 274 semicerrados).

  • Sin información: Niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos que se encuentran en tratamiento por adicciones en centros de régimen cerrado o de atención atenuada.

Perfil socio demográfico de la población en cárceles:

  • Varones: 94%

  • Procesados (sin condena firme): 58%

  • Jóvenes (entre 18 y 34 años): 69%

  • Sin oficio o profesión: 51%

  • Desocupados: 46%

Ejes políticos y estratégicos del Plan Trienal de Educación Nacional 2009-2011

  • Estrategias de igualdad: Ampliación de la cobertura. Atención educativa de nivel inicial en escuelas externas para los niños menores de 4 años.

  • Universalización de las ofertas educativas de niveles obligatorios: primario y secundario.

  • Partes: 1, 2
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