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Talleres de Comunicación Comunitaria para estudiantes de la carrera Estudios Socioculturales


  1. Introducción
  2. Desarrollo
  3. Conclusiones
  4. Bibliografía

Introducción

La comunidad en la actualidad ocupa un lugar privilegiado de interés nacional, lo que se fundamenta en la importancia que otorga al individuo y a los distintos grupos sociales en el ámbito comunitario, las potencialidades que tiene este espacio permitió asumir una estrategia de supervivencia y desarrollo donde a lo local le corresponde un papel significativo.

La comunidad es un fenómeno multidimensional donde intervienen elementos geográficos, sociológicos, naturales, territoriales, políticos, culturales y sociales que deben ser conocidos, respetados e integrados para hacer de la localidad un organismo social eficiente y efectivo en lo material y espiritual. Grupos de personas que comparten un territorio, con rasgos culturales comunes, de comportamientos, sentimientos y niveles de organización que les permita interactuar como un entramado de relaciones sociales donde el sentido de pertenencia, identificación y arraigo adquieren una validez importantísima.

Es el espacio donde los procesos sociales ocurren en diversos escenarios y contextos asociados a lo más cotidiano de la reproducción de la vida y la supervivencia. La comunidad entonces, puede considerarse un lugar privilegiado de los procesos de adaptación y progreso de una sociedad.

Lo anteriormente expuesto permite asumir que uno de los retos principales que tiene el desarrollo cultural es la elaboración de estrategias que permitan favorecer procesos de construcción creativos, no limitados al consumo de las bellas artes, sino desplazadas a los espacios de la cotidianidad que permitan la búsqueda de una vida mejor.

Se entiende la cultura como un proceso, espacio de transformación, donde se deben tener en cuenta, las diferencias étnicas, territoriales, generacionales, de clases y de género; hacer mención a lo cotidiano, el ámbito rural y urbano, las tradiciones y la historia.

El trabajo sociocultural prepara a los grupos de personas dentro de la comunidad para participar en el control y transformación de su cotidianidad, para ser protagonistas en la toma de decisiones sobre políticas y estrategias que conducen las acciones culturales y posibilita el no ser solo consumidores de bienes y servicios, sino promueve la creatividad colectiva y la promoción de la participación ciudadana.

A partir del triunfo de la revolución el trabajo sociocultural deviene una de las principales preocupaciones del nuevo proyecto social al considerar al hombre como el elemento central del proyecto cultural cubano. Múltiples y valiosas experiencias se han desarrollado a lo largo de cuarenta años, la mayoría dirigidas a la satisfacción de necesidades inmediatas o de propuestas de transformación y desarrollo en la esfera de las manifestaciones culturales.

A medida que los procesos sociales se complejizan, los proyectos culturales requieren, en su concepción y realización, de un mayor nivel de preparación teórica y práctica, tanto de los que conciben y dirigen la actividad social cultural, como los que la ejecutan. Por otra parte, es cada vez más importante que se tomen en consideración las peculiaridades regionales para el trazado de políticas de transformación y rescate.

El ejercicio de esta profesión supone la formación científico y ética de los futuros graduados que, ante todo, deben tener conciencia y actuar en la práctica social, según dos principios básicos: el protagonismo real de las personas, grupos y comunidades y la participación activa de todos en los procesos socioculturales.

En el inicio de un nuevo siglo, ante el crecimiento de las necesidades espirituales y materiales del cubano, así como el incremento del turismo, se ha planteado un nuevo reto: la urgencia de la formación de un profesional de perfil amplio en el campo de las humanidades y las ciencias sociales.

La creación de la carrera Estudios Socioculturales obedece a una necesidad planteada en el país de brindar estudios superiores a trabajadores sociales, maestros, promotores, instructores y otros trabajadores comunitarios en las ramas de humanidades y ciencias sociales, además se hace necesaria para brindar posibilidades de superación en aspectos directamente vinculados con su labor.

La misma cuando surge como carrera en la universalización de la enseñanza no tenía antecedentes directos en el sistema de educación superior cubano, sin embargo es integradora de aspectos principales del sistema de conocimientos, habilidades y modos de actuación de las licenciaturas en Letras, Historia del Arte, Historia, Sociología y Ciencias Sociales, al mismo tiempo, complementa la formación de profesionales del sistema de cultura y turismo que no poseen este perfil en el tercer nivel de enseñanza.

El objeto de trabajo de este profesional es el trabajo sociocultural comunitario. Su modo de actuación es la realización de un trabajo especializado de detección, investigación e intervención sociocultural; por ello el objeto de la profesión es precisamente la intervención social comunitaria que implica el trabajo con grupos étnicos, género, territorios, generaciones, lo urbano y lo rural, el turismo, etc.

La carrera en Estudios Socioculturales prepara profesionales capaces de realizar trabajo social comunitario, asesorías, investigación social, promoción, animación y gestión cultural y turística e incluso labores de formación docente y de extensión en las esferas social, cultural, político – ideológica y del turismo.

Para realizar el trabajo de intervención sociocultural se requiere del dominio de los siguientes campos de acción: cultura, historia, teoría y metodología sociocultural. Los campos de acción abarcan todos los ámbitos sociales, muy especialmente las instituciones culturales y educativas, los centros de trabajo y los consejos populares.

Estos espacios de alta concentración de personas y grupos, cualitativamente significativos en el desarrollo sociocultural, deben ser priorizados para contribuir al proceso acelerado de socialización de la cultura, a partir de la concepción de convertir progresivamente en plazas culturales todos los lugares posibles: centrales azucareros, complejos agroindustriales, cooperativas, centros escolares, barrios, universidades, donde generalmente vive y actúa una gran parte de la población.

Son facilitadores de la afirmación y construcción de la identidad personal y social, la apreciación y creación de valores éticos y estéticos y el despliegue de la creatividad, la comunicación y la participación social, formaciones todas de amplia aplicación en el porvenir de la sociedad cubana.

Los campos de acción indican que el egresado en trabajo sociocultural debe rebasar los límites del reduccionismo que ha lastrado este trabajo y asumir un concepto adecuado de trabajador sociocultural en su más amplia acepción. Este profesional debe ser capaz de dar respuesta a exigencias culturales, artísticas, sociales, político ideológicas y del turismo.

Deben ser capaces de integrar grupos de trabajo interdisciplinarios en los campos y esferas de actuación determinadas, así como realizar diagnósticos de problemas con fines de intervención – transformación.

Sus esferas de actuación son aquellas vinculadas tanto a la concepción cultural del individuo, como a las zonas de relación sociocultural que demandan de un trabajo especializado de detección, investigación e intervención, tales como la sociocultural, el político ideológico, el turismo y la educación.

Los objetivos de la carrera están relacionados con la formación de un profesional con una concepción del mundo avalada por los principios del marxismo leninismo que les permita desarrollar con alto nivel científico cada tarea profesional en la transformación sociocultural de nuestra realidad.

Referente a lo planteado se hace necesario considerar que los egresados de la carrera Estudios Socioculturales deben conocer los elementos que aporta la Comunicación Comunitaria para la socialización de los aspectos culturales que se producen en y para la comunidad.

El plan del proceso docente de la carrera no posee una asignatura que aporte los conocimientos necesarios para la elaboración de proyectos socioculturales. Los estudiantes carecen de herramientas comunicativas necesarias para desempeñar la actividad sociocultural en el entorno comunitario, aun cuando se estudia la asignatura Teoría Sociológica de la Comunicación, donde se analiza la evolución de los modelos y paradigmas de la comunicación desde una perspectiva social, no profundiza en aspectos comunicativos que permitan el buen desenvolvimiento del graduado de Estudios Socioculturales en su encuentro con la comunidad.

Por tales motivos se propone el siguiente objetivo: Diseñar talleres de Comunicación Comunitaria para la asimilación de conocimientos en los estudiantes de la carrera Estudios Socioculturales del municipio San Antonio de los Baños.

Desarrollo

Cuando se habla de comunicación, generalmente pensamos en los medios masivos: la televisión, la radio, la prensa, pero en esta ocasión estos medios van a jugar un papel importante en el desarrollo de los procesos que se dan en los espacios más pequeños como son el barrio y la comunidad.

Estos no son menos complejos que los que se producen a nivel de toda la sociedad, por eso requieren ser estudiados y trabajados con inteligencia y dedicación. Desde estos espacios locales donde se desarrolla la cotidianidad es desde donde comienza la construcción del sueño de lograr una sociedad cada vez mejor. El trabajo que en ellos se realiza tiene un peso importante en el triunfo o en el fracaso de los proyectos sociales y políticos que se quieran impulsar.

Para lograr el éxito en esta labor es importante el conocimiento real del hombre y la participación efectiva en la planeación, ejecución y evaluación de estos proyectos. Aquí la comunicación es un factor vital. Saber escuchar, saber responder, saber conducir, saber respetar al otro son premisas indispensables en el trabajo social comunitario.

La comunidad está conformada por un conjunto de personas que se integran a esta en su condición de sujeto y de personalidad; su desarrollo y sus características como tales serán las que determinarán su participación y su aporte a la vida comunitaria, y desde este punto de vista influyen o conforman las cualidades de la comunidad. Esto es, además, un proceso recíproco, porque la propia formación del hombre como sujeto y como personalidad está determinada en gran medida por elementos comunitarios. Debido a ello, para la comprensión de las comunidades, tanto para la intervención en estas, es necesario el estudio de la personalidad y el sujeto.

Las comunidades, como forma de organización de la vida cotidiana, debe proporcionarle a sus miembros determinadas condiciones para el desarrollo de sus actividades vitales. En este sentido, la sociedad se puede concebir como una gran comunidad, que brinda al individuo las posibilidades para utilizar el nivel de progreso material y espiritual alcanzado por ella, según sus necesidades.

Este progreso se cristaliza o concreta en las condiciones de vida, que son "aquellas condiciones reales -considera Donate, 1991- en las que el hombre desarrolla sus actividades vitales, las cuales, en la medida en que devienen elementos de la actividad práctica de las personas, determinan y a la vez son determinadas por el modo de vida que caracteriza a la sociedad en que estos viven".

Un elemento importante en la determinación de las condiciones materiales de vida es el tipo de propiedad predominante (estatal o privada), el cual genera un modo de vida específico, un conjunto de formas de actividad que se realizan en el marco de estas condiciones y de las que el hombre se apropia, en su interacción con el medio, para la satisfacción de sus necesidades.

El modo de vida es una categoría sintética, que unifica varios factores en sí misma, y van desde situaciones sociales generales hasta el mundo individual del hombre, quien sintetiza en su actividad vital los aspectos biológico, psicológico y social.

El modo de vida se expresa directamente en el lugar de residencia del hombre, en su comunidad; es una manifestación de este como sujeto y como personalidad, el cual desempeña un rol activo en el establecimiento de su modo de vida, y a nivel individual muchos especialistas le denominan estilo de vida.

Para el análisis del modo de vida se tienen en cuenta patrones e indicadores del nivel de vida de las comunidades: la vivienda, la salud, la educación y el trabajo. Por tanto, el modo de vida y el nivel de vida son indicadores del nivel de desarrollo comunitario, es decir, crean determinadas condiciones para la salud y educación de sus habitantes. Una vez alcanzado determinado nivel de desarrollo, el sujeto ya es portador de características que lo llevan a reproducir o modificar las condiciones y modo de vida en que se formó.

Los estudios socioculturales exigen de un acercamiento al tema comunitario y requiere conocer elementos de la comunicación para poder interactuar en el ámbito social. En la lucha por este enfoque la inclusión en los planes de estudio de elementos de Comunicación Comunitaria cobra especial importancia, porque permitirá que los estudiantes de la carrera de Estudios Socioculturales conozcan y debatan los procesos de socialización que se dan en los espacios no institucionalizados y que se sustentan en determinadas redes de producción de saber y poder en relación directa con las expectativas y urgencias ciudadanas. No puede ser una asignatura para aprobar a través de un examen, sino que debe convertirse en un espacio de reflexión, debate y sensibilización.

La forma de organización seleccionada para contribuir a la asimilación de conocimientos de Comunicación Comunitaria en los estudiantes de la carrera Estudios Socioculturales son los talleres que se insertarán dentro del plan de estudio de la carrera.

Definir el taller no es tarea fácil, por cuanto en la práctica se ha designado con este nombre a muchas y muy diversas experiencias, tanto en el campo de la educación y la capacitación, como en el inmenso campo de la industria, el comercio, la política y el quehacer cotidiano.

El taller como forma de organización es una experiencia de pedagogía grupal que pretende centrar el proceso en los estudiantes, en su activo trabajo de solución de tareas profesionales de manera colectiva, como ocurre en la realidad al nivel social, y en particular, en los procesos educacionales, para en dicho proceso desarrollar las habilidades, hábitos y capacidades fundamentales para el desempaño óptimo.

Lo importante en el taller, es la organización del grupo en función de las tareas que tienen como objetivo central " aprender en el grupo, del grupo y para el grupo". Para lograrlo es fundamental proyectar una estrategia metodológica de trabajo colectivo, en la que debe existir un alto nivel de participación de los estudiantes y un ajuste del rol del profesor.

En la tarea común, de solución de problemas, se van integrando la teoría y la práctica, los estudiantes van aprendiendo a ser (afirmación de sí mismo), aprenden a aprender, (nuevas formas de adquisición de conocimientos) y aprenden a hacer, (solución de problemas, claves y centro de proceso de aprendizaje).

El taller, según Rosario Mañalich Suárez (1998), cumple diversas funciones esenciales:

Cognoscitiva. Por la sistematización de los conocimientos adquiridos durante el aprendizaje, en su actualización y en la concreción y consolidación de los mismos.

Metodológica. Por el hecho de que cada taller deviene modelo de actuación pedagógica para el futuro profesor y debe revelarle métodos de apropiación y exposición del contenido científico, que luego debe adecuar a los requerimientos de la asignatura escolar.

Educativa. Por el estrecho contacto profesor-alumno, alumno-alumno, alumno-grupo, grupo-profesor, en un ámbito que trasciende el formalismo, donde se abren espacios para el análisis, la búsqueda del respeto a la opinión ajena, la aplicación de métodos de discusión adecuados, el reconocimiento al mérito ajeno y la cooperación en la construcción de los aprendizajes y valores que tipifican al modelo de hombre socialista.

Control. Por el diagnóstico del nivel de conocimientos y habilidades de los estudiantes y su desarrollo progresivo para alcanzar los objetivos propuestos, ya que el taller es vía idónea para que la evaluación cumpla con su función formativa y el estudiante ejerza el autocontrol de su aprendizaje.

Teniendo en cuenta los principales presupuestos teóricos y metodológicos a medir para la confección de los talleres se presenta la siguiente propuesta que tiene como intención consolidar el perfil del egresado de la carrera Estudios Socioculturales.

Objetivo general de la propuesta:

Ofrecer instrumentos teórico-metodológicos que faciliten la conceptualización de los espacios y prácticas comunicativas en el trabajo comunitario.

Temáticas de los talleres:

  • Modelos de comunicación en función del desarrollo.

  • Comunicación interpersonal.

  • Comunicación para transformar.

  • Comunicación en la comunidad.

  • La investigación acción comunicativa. Su aplicación en el trabajo comunitario.

  • Taller integrador.

Esquema de los contenidos a desarrollar por encuentros.

Talleres

Temáticas:

Horas

  • 1. 

Modelos de comunicación en función del desarrollo.

1

  • 2. 

Comunicación interpersonal.

1

  • 3. 

Comunicación para transformar

1

  • 4. 

Comunicación en la comunidad.

1

  • 5. 

La investigación acción comunicativa. Su aplicación en el trabajo comunitario.

1

6.

Taller integrador.

1

Conclusiones

  • Los talleres permiten la asimilación de conocimientos de Comunicación Comunitaria en los estudiantes de la carrera Estudios Socioculturales.

  • Los talleres aportan habilidades para la comunicación interpersonal y la transformación de la realidad en el entorno comunitario, además brindan herramientas para el desarrollo de la investigación acción comunicativa.

Bibliografía

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  • 23. Pérez, Esther. De los orígenes y hoy: la Educación Popular en Cuba. Entrevista de María López Vigil En: Revista Caminos No. 9 enero –marzo, 1998 pp. 62-73

  • 24. —————- ¿Qué es hoy la Educación Popular para nosotros? En: Revista Caminos, No. 20, octubre-diciembre, 2000 pp. 2-12

  • 25. ______________________ Talleres educativos una alternativa de organización de la práctica laboral investigativa". Tesis en opción de la categoría científica de Dra. en Ciencias Pedagógicas. La Habana. Cuba. (1996).

 

 

Autor:

LIC. Evelyn Mederos Torres

Profesora Asistente del Centro Universitario Municipal. Universidad de Artemisa. Cuba.

Coordinadora de la carrera Comunicación Social.

Graduada de la Escuela Nacional de Trabajadores Sociales. (2003)

Graduada de Licenciada en Comunicación Social. (2008)

Miembro de la Asociación de Comunicadores Sociales de Cuba y Presidenta de la Asociación de Comunicadores Sociales del municipio San Antonio de los Baños. Artemisa. Cuba.

Coautor

Osiel Rodríguez Mesa

Profesor Asistente del Centro Universitario Municipal. Universidad de Artemisa. Cuba.

Profesor Adjunto de la carrera Comunicación Social.

Graduado de Licenciado en Comunicación Social. (2008)

Miembro de la Asociación de Comunicadores Sociales de Cuba.