Entre los problemas más apremiantes se encuentra precisamente, la insuficiente preparación que poseen las familias de los niños de edad preescolar para adecuar su dinámica familiar en aras de contribuir al desarrollo de sus hijos. En este sentido la influencia de los docentes y entre ellos el instructor de arte debe extenderse a las familias de los educandos y a la comunidad en la que se asienta la escuela, por lo que se tiene nuevos contextos de actuación profesional donde la labor de este especialista puede ser extraordinariamente útil, utilizando de forma novedosa y creativa el teatro de títeres, como una vía de trabajar los cuentos infantiles y ofrecer orientaciones precisas a partir de talleres de reflexión ,dirigidos a las familias de niños/as de edad preescolar. Por lo que se propone con este este trabajo: Reflexionar sobre como el instructor de arte con su labor puede contribuir a la preparación de las familias para el logro de una adecuada dinámica familiar de niños/as en la edad preescolar.
Desde el curso 2004/2005 se vienen enfrentando cambios en el modelo educativo cubano, entre ellos aparece la figura del instructor de arte, un aporte novedoso para la atención educativa de los escolares, quien debe estar en capacidad de desplegar actividad en cualquier área de trabajo con los alumnos.
La influencia educativa del instructor de arte al igual que los demás docentes debe extenderse a las familias de los educandos y a la comunidad en la que se asienta la escuela, por lo que se tiene nuevos contextos de actuación profesional donde la labor de este especialista puede ser extraordinariamente útil y en beneficio social inmediato.
La familia es la instancia de intermediación entre el individuo y la sociedad. Constituye el espacio por excelencia para el desarrollo de la identidad y es el primer grupo de socialización del individuo. Es en la familia donde la persona adquiere sus primeras experiencias, valores y concepción del mundo. La familia aporta al individuo las condiciones para un desarrollo sano de la personalidad o en su defecto es la principal fuente de trastornos emocionales.
De lo que se trata es de lograr que la familia llegue a adquirir conocimientos y a desarrollar determinadas habilidades que le permita ejercer más acertadamente su función educativa y, participe en la estimulación del desarrollo integral de sus hijos. Es oportuno señalar que, en la medida en que la familia se involucra y participa junto a la escuela en la educación de su hijo, éste se enriquece extraordinariamente, por lo que es importante la preparación que reciba para la realización de distintas actividades dirigidas al desarrollo de las diferentes esferas.
Entre los problemas más apremiantes se encuentra precisamente, la insuficiente preparación que poseen las familias de los niños de edad preescolar para adecuar su dinámica familiar en aras de contribuir al desarrollo de sus hijos.
Cada familia es un sistema abierto en continuo movimiento, cambio y estructuración, en busca de una estabilidad y equilibrio entre todos los miembros que la componen. Los procesos que tienen lugar son interactivos de forma que cualquier suceso que ocurre en uno de sus miembros repercute de una u otra manera en todos los demás.
Patricia Ares en sus investigaciones se refiere a que el educar a un niño impone un reto para el cual sólo el buen juicio y el amor no bastan. No todos los padres están suficientemente preparados; algunos no piden ayuda, a pesar de la situación difícil que vive la familia. Lo más terrible es que, en ocasiones, no tienen ni conciencia de lo mal que la manejan. De ahí la importancia de que los padres tengan acceso a todas las vías de orientación, no necesariamente asociadas al nivel cultural (Ares, 1999).
El proceso educativo se complejiza aún más cuando estamos frente a una familia donde alguno de sus hijos presenta una determinada necesidad. En estos casos la familia se somete a cambios, para los cuales no siempre tiene la orientación y la preparación suficientes; en otras ocasiones, las dificultades de la dinámica familiar influye en que aparezcan en los niños determinadas carencias a pesar de manifestar normalidad en su desarrollo físico, en estos casos, se pone a prueba la estabilidad familiar, suelen ocurrir alteraciones en el vínculo emocional de la pareja, se aferran a determinadas actitudes, estados de ansiedad, temores y angustias en los padres al pensar que sus hijos presentan algún trastorno; recriminaciones mutuas, estilos educativos inadecuados, dificultades en la comunicación e interacción familiar que no favorecen el desarrollo sano y el crecimiento personal, familiar y social de cada uno de sus miembros especialmente los niños/as.
Es por ello la complejidad del trabajo de preparación, precisamente por las múltiples complicaciones y barreras que las mismas generan en su dinámica funcional, las cuales entorpecen el desarrollo favorable de todos sus miembros; en particular, el de los propios hijos, de ahí la imperiosa necesidad de que todos los docentes y especialistas acometan las acciones de orientación a las familias.
Tomando en consideración estos aspectos se propone como objetivo de este trabajo: Reflexionar sobre como el instructor de arte con su labor puede contribuir a la preparación de las familias para el logro de una adecuada dinámica familiar de niños/as en la edad preescolar.
La investigación posee importancia y actualidad, pues permite fortalecer la preparación de las familias para el mejoramiento de la dinámica familiar a través de la utilización de talleres de reflexión utilizando de forma novedosa y creativa el teatro de títeres, como una vía de trabajar los cuentos infantiles, a partir de esto se ofrecen orientaciones precisas dirigidas a las familias de niños/as de edad preescolar.
La investigación tiene una concepción dialéctico materialista, apoyada en un sistema de métodos teóricos para poder realizar una interpretación conceptual de los datos empíricos encontrados, así como para explicar los hechos, profundizar en las relaciones esenciales, y en la construcción de la teoría, así como del nivel empírico, para constatar las acciones de preparación que realizan las mismas con las familias en relación con el logro de una adecuada dinámica familiar, precisar las necesidades y potencialidades de preparación para el logro de una adecuada dinámica familiar que poseen los padres y profundizar en la preparación de las familias de los niños /as de edad preescolar
En la actualidad la familia es un elemento activo, que permanece en constante transformación, a medida que la sociedad evoluciona, también evolucionan todas las instituciones que la conforman, estas reflejan el contexto social que ha estado relacionado con cada régimen social existente en cada época histórica.
Muchas son las definiciones de familia, para la investigación asumimos que la familia es el conjunto de personas vinculadas por lazos estables de tipo consanguíneo, maritales, afectivos, socioculturales, y de convivencia, al objeto de satisfacer necesidades fundamentales al grupo, y cumplir con las funciones que le viene encomendadas a través del devenir histórico social.
Es un sistema de íntersatisfacción de necesidades humanas, materiales y espirituales que permite la reproducción biológica de la especie, la reproducción de la cultura de la cual ella misma es expresión y la reproducción del sistema de relaciones económicas y sociales de la comunidad en que vive y para convivir adaptativamente en la cual, debe preservar a sus miembros existiendo un fuerte compromiso entre los mismos.
Las investigaciones y los estudios recientes que se realizan en el país respecto al tema de la familia, expresan la importancia que tienen en determinadas funciones, las que están encaminadas a satisfacer las necesidades de los integrantes de la familia.
Existe en la actualidad una amplia clasificación de funciones de la familia, la mayoría de los autores reconocen tres funciones básicas: la biosocial, la económica, y la cultural – espiritual. Algunos autores consideran que en todas las funciones se cumple también la educativa cuyo contenido encierra la formación en valores, el ejemplo de los padres, la preocupación por la vida escolar, la comunicación, entre otras acciones educativas típicas de la familia como ámbito educativo y que contribuyen con su fortalecimiento y preparación.
Un funcionamiento familiar adecuado implica el desarrollo de una dinámica adecuada. Al hablar de dinámica familiar, las autoras de esta investigación se refieren al establecimiento de determinadas pautas de interrelación entre los miembros del grupo familiar, las cuales se encuentran mediadas o matizadas por la expresión de sentimientos, afectos y emociones de los miembros entre sí y en relación con el grupo en su conjunto.
Producto de esa interacción surge la atmósfera de armonía o conflictualidad que caracteriza al grupo familiar en un momento y circunstancias dados y el bienestar, tensión o malestar que en su seno se experimenta, es entonces un proceso vivo e interactivo a partir del cual discurren los cambios, la adaptación a las crisis, los intercambios comunicativos y relacionales. En esta se analizan estilos comunicativos y educativos, las relaciones triangulares y duales, el sistema emocional, los estilos afectivos, la solución a los conflictos y la movilización de las redes de apoyo familiar y social.
En estas consideraciones queda incluido cómo y por qué se mueve y reacciona la familia, cuáles son las motivaciones esenciales de su comportamiento .La conjugación de actitudes que contribuyen a conformar el clima o atmósfera familiar y los modos en que operan los mecanismos de defensa y de afrontamiento a situaciones críticas, forman parte de la dinámica de la familia.
Entre los indicadores más utilizados para valorar la dinámica familiar, se pueden señalar los siguientes: la adaptabilidad o flexibilidad, la cohesión, el clima emocional y la comunicación.
La adaptabilidad familiar se refiere en primer lugar a la flexibilidad o capacidad de la familia para adoptar o cambiar sus reglas o normas de funcionamiento, roles, etc, ante la necesidad de tener que enfrentar determinados cambios, dificultades, crisis o conflictos por los que puede atravesar la misma en un momento dado. La no presencia de esta flexibilidad impide a la familia hacer un uso adecuado de sus recursos, lo que provoca un aferramiento a esquemas, normas, roles, actitudes, que resultan poco funcionales y dificultan encontrar una solución viable a la situación familiar problemática.
La cohesión es una de las dimensiones centrales de la dinámica familiar y puede ser definida a partir de los vínculos emocionales que los miembros de una familia establecen entre sí. Cuando la cohesión es estrecha favorece la identificación física y emocional y el establecimiento de sólidos vínculos y un fuerte sentimiento de pertenencia con el grupo familiar en su conjunto.
La comunicación familiar refleja los patrones de interacción a través de los cuales los miembros de una familia interactúan, intercambian mensajes con contenidos afectivos, informativos o normativos. La adecuación o inadecuación de los patrones comunicativos familiares juega un rol principal en la funcionalidad o disfuncionalidad de la misma.
La funcionalidad o no de la comunicación familiar, en última instancia, expresa el grado o la medida en que sus miembros han aprendido a manifestar adecuadamente o no, sus sentimientos en relación con los otros, y también cuánto la familia ha avanzado en la elaboración de sus límites y espacios individuales.
Por otra parte cuando se estudia la dinámica familiar es importante detenerse en los estilos educativos que se utilizan en la educación del menor, de manera tal que incorporen al resto de las personas que se vinculan al niño durante el proceso educativo-formativo y ofrezcan posibilidades de participación y responsabilidad a estos en la dinámica familiar en dependencia de sus posibilidades, estimulando la independencia, seguridad, autocontrol y crecimiento personal de los infantes, pues en ocasiones se encuentran estilos educativos inadecuados .
Las primeras etapas del desarrollo son de gran preocupación de los padres, a través de la profundización en esta temática se ha podido constatar que es frecuente encontrar estilos educativos inadecuados (sobreprotección, autoritarismo, permisividad, inconsistencia), la complacencia exagerada de los deseos y necesidades infantiles, sin estimular el desarrollo del niño, el pobre ambiente verbal que se relaciona específicamente con una baja oralidad general de las personas del medio, la privación afectivo emocional por el aislamiento y abandono del niño en sus relaciones, lo que trae consigo dificultades en lo afectivo (dificultades en las relaciones interpersonales).
La familia deberá ofrecer oportunidades suficientes para desarrollar aquellas habilidades y competencias personales y sociales que permitan a sus miembros crecer con seguridad y autonomía, siendo capaces de relacionarse y de actuar satisfactoriamente en el ámbito social. Tales exigencias cada día emanan de ella, alcances superiores, de manera que no se quede rezagada en la educación que le brinda a los hijos, sino que se convierta en potenciadora del desarrollo de estos.
A partir de estas consideraciones es que se entiende la necesidad de organizar las influencias dirigidas a elevar la preparación de las familias y estimular su participación consciente en la formación de su descendencia, en coordinación con la escuela.
La preparación a la familia suministra conocimientos, ayuda a argumentar opiniones, desarrolla actitudes y convicciones, estimula intereses y consolida motivaciones: contribuyendo a integrar la concepción del mundo en los padres. Una eficiente preparación a la familia debe contribuir al autodesarrollo de los padres, de forma tal que se auto eduquen y se auto regulen en el desempeño de su función formativa con sus hijos.
Uno de los primeros propósitos en el trabajo de preparación de la familia será el establecimiento de estrechas relaciones entre la familia y los centros educativos infantiles. Es necesario que la familia perciba la institución como su propia escuela, la que puede contribuir a prepararlos para resolver los problemas de la vida cotidiana: de sus interrelaciones familiares, de su convivencia diaria, de la educación de sus hijos, de otros aspectos de su formación, y así, cumplir con éxito la responsabilidad personal y social que entraña educar al ciudadano del futuro.
Los procedimientos para hacer más efectiva una relación positiva, coherente, activa, reflexiva entre la familia y la institución educativa deben basarse en la coordinación, colaboración y participación entre estos dos agentes. Ello generará un modelo de comunicación que propicie el desarrollo de estrategias de intervención programada de acuerdo al contexto social, comunitario.
La mayoría de los padres con hijos en edad preescolar, son muy jóvenes y se sienten aún muy inseguros en sus proyectos e ideas sobre cómo educar; no asumen de manera consciente un proyecto educativo como tal.
La inexperiencia de estos padres a veces los llevan a generar ansiedades por la calidad del desempeño de su responsabilidad, y llegan a sentir la necesidad de ser orientados por personas más experimentadas y capacitadas, como puede ser la educadora u otro personal preparado de la institución, en este caso el instructor de arte, que pueden utilizar diferentes vías para elevar la cultura pedagógica y psicológica de esos padres y es que, sin duda en los padres , se ponen de manifiesto una serie de expectativas que revelan en gran medida la actuación y resultados esperables entre sí.
El trabajo de preparación familiar consiste fundamentalmente en orientar, explicar y demostrar a cada padre, a cada familia, las actividades que puede realizar con su pequeño, con el propósito de aprovechar al máximo el período privilegiado que caracteriza esta etapa de la vida y desarrollar habilidades preparatorias básicas para su desarrollo integral y por ende, su mejor preparación para el aprendizaje escolar.
Para propiciar una preparación psicológica y pedagógica de la familia es necesario conducir esta labor hacia el logro de un objetivo que se planifique previa y sistemáticamente, con un carácter concreto y un enfoque diferenciado; esto presupone continuidad, complejidad consecuente y utilización de conceptos teóricos y metodológicos, teniendo en cuenta el nivel cultural, las condiciones de vida y de educación de cada familia.
Este fundamento anteriormente referido, refuerza una vez más, que el vínculo afectivo tiene que estar logrado para que en el sujeto pueda devenir en una personalidad sana, de ahí la importancia de atender temprana y oportunamente al niño.
Estas familias requieren de orientaciones precisas que incluyan una serie de conocimientos y ayudas concretas sobre qué hacer con los hijos, cómo, cuándo y para qué hacerlo. Es desarrollar actitudes y convicciones, estimular intereses y consolidar motivos y, de esta forma lograr la integración de los padres en una concepción constructiva.
La orientación familiar es una premisa para todo el proceso de preparación que la familia requiere a fin de enfrentar su labor educativa. La dota de variantes más adecuadas para educar con éxito a los hijos, después de reconocer los motivos y las causas que pudieran generar cualquier tipo de dificultad y tomar, en consecuencia, medidas más eficaces.
La orientación familiar es un proceso de ayuda de carácter multidisciplinario, sistémico y sistemático dirigido a la satisfacción de las necesidades de cada uno de los miembros de la familia. Es un sistema de influencias socioeducativas encaminado a elevar la preparación de la familia y brindar estímulo constante para la adecuada formación de su descendencia. . Es propiciar la creación de mecanismos de funcionamiento propios que contribuyan al crecimiento de la familia como institución social sin desestimar los patrones de comportamiento establecidos por la familia de origen.
Tomando en consideración todos los elementos expuestos es que se asume como preparación a la familia: el conjunto de acciones, planificadas, sistemáticas, con enfoque diferenciado y relacionadas entre sí, que conduce el educador para orientar a los padres y estimular su participación reflexiva y consciente en la educación de sus hijos, basadas en la coordinación, colaboración y participación entre ambos agentes educativos dentro de un proceso de comunicación donde predomina la función informativa y regulativa, orientar, explicar y demostrar.¨
El trabajo con las familias debe ser cada vez más renovador, para ello se cuenta con los instructores de arte los cuales desde sus especialidades cumplen una función especial la de preparar y formar a las distintas generaciones, el instructor de teatro puede jugar un papel fundamental en esta esfera ya que el teatro abarca otras especialidades dentro de la misma, una de ellas es el teatro de títeres la cual apoyada en los cuentos infantiles puede preparar a las familias de niños/as en la edad preescolar.
Los cuentos, han sido empleados desde épocas milenarias para la transmisión de conocimientos en diferentes áreas que sin lugar a dudas influyen directamente en los arquetipos psicológicos que el niño se formará. Por ello resulta un importante recurso a utilizar en la preparación de las familias pues no solo nos sirve para trabajar con ellas, sino que los mismos cuentos pueden ser utilizados por los padres para influir sobre el desarrollo de sus hijos.
Los cuentos infantiles en muchas ocasiones son representados con títeres los cuales les brindan tanto a los niños como sus padres, grandes enseñanzas ya que se sienten motivados por ellos, logrando desarrollar su imaginación.
Aunque muchas personas consideran al títere como sinónimo de público infantil o como parte inseparable del mundo de la infancia, lo cierto es que no es así o al menos no lo ha sido siempre. El teatro de títeres es un arte milenario cuyos oscuros orígenes se pierden en una muy remota antigüedad y que a lo largo de muchos siglos fue un medio de diversión y crítica social dirigido siempre a un público adulto. Sin embargo el teatro para niños se concibe exclusivamente para los pequeños espectadores, los títeres se pueden dirigir también a los mayores.
Lo cierto es que el teatro para niños contemporáneo en especial el que se hace en Cuba se expresa indistintamente mediante el actor o el muñeco. Tal vez el equívoco ha surgido por el hecho de que los títeres comenzaron a acercarse al público infantil desde finales del siglo xx cuando los niños fueron descubiertos como un masivo público para el teatro. Si alguna historia es difícil de contar es la de los títeres por dos razones fundamentales, la primera es el mismo títere y la segunda es el titiritero. Un títere como dijo el gran maestro argentino Ariel Bufano es cualquier objeto movido en forma de acción dramática o como lo definió el notable titiritero norteamericano Bil Baird una figura inanimada que se hace mover por medio del esfuerzo humano ante un público. Es cualesquiera de las dos definiciones salta a la vista un elemento común el títere ha de moverse.
Por otra parte el teatro de títeres tiene sus peculiaridades, debe tener presencia el títere según las características de su público. De la misma manera el teatro de títeres es tan teatro como el de actores, el titiritero es tan actor como el actor del teatro humano y en eso se asemejan solo que el titiritero es un actor especializado por tanto pese a la fuente común de su trabajo el teatro es dar vida. El títere sin embargo tiene una decisiva ventaja sobre el actor humano y es que puede volar su imaginación para que todos disfruten plenamente la obra. En cualquier modalidad el actor es el protagonista de la puesta en escena y de lo que quiere demostrarle al niño o al adulto.
El drama en general tiene una serie de requerimientos que deben cumplirse siempre como tener una historia coherente, personajes bien trazados, un dialogo en función de la acción dramática y sobre todo un conflicto fuerte el dirigido a los niños desde luego no puede pasar por alto estos requerimientos por las características del público al que se dirige ha de tener en cuenta algunas especificidades para trabajar en función de determinar o solucionar problemas.
Las formas tradicionales del teatro de títeres son aquellas que surgidas en un pasado más o menos remoto y en el seno de la anónima masa del pueblo se mantienen activas trasmitidas su técnica y su esencia de generación en generación, hasta construir manifestaciones actuales y vivas de la cultura popular en sus países de origen.
Aunque los títeres no son personas tienen sus progenitores unas veces humano y otras de su propia condición Entre esta centuria y las siguientes surgieron al mundo figuras de muñecos que por su arraigo y popularidad han sido capaces de quedar fijadas para siempre en la vasta corriente de la cultura universal. Cada una de estas figuras no solo tiene un ancestro más o menos lejano, sino que también aparece rodeado de un circulo de familiares, amigos, rivales y hasta animales domésticos. Cada una es familia de otra y genera a su vez una familia propia. Cada muñeco es único y singular, pero a la vez posee rasgos físicos y similares a los de sus congéneres
El teatro de títeres tiene como función fundamental llevar un mensaje al público con una enseñanza de forma precisa y completa, se puede presentar en lugares abiertos donde todos puedan disfrutar del mismo, es un teatro llamativo con muchos colores los cuales motivan no solo al público infantil, tanto adultos como niños con una puesta en escena de teatro de títeres desarrollan su imaginación, forman parte de su entretenimiento y a la vez obtienen conocimientos que nunca serán olvidados.
El teatro de títeres es teatro y por lo tanto arte, pero un teatro con características propias y un arte que requiere tanto de sus creadores como de su público una cierta disposición especial: la disposición de creer, una especie de ingenuidad compartida que permita aceptar a un engendro de madera, tela o papel como algo viviente, aunque sea por un rato. Y esto no solo debe creerlo el titiritero, sino también el público. Como dijo Bil Baird: El teatro de títeres apela a la facultad de la persona de dejarse maravillar.
Retomando las características del teatro de títeres es que se considera importante tomarlo en consideración para dramatizar los cuentos infantiles de forma tal que los padres puedan reflexionar en sus propias dificultades y buscar soluciones a las mismas, además de familiarizarse con los cuentos y aprender a narrarlos, por lo que pueden ser utilizados en la labor de orientación a las familias.
Entre las vías para el trabajo de orientación familiar se encuentran los talleres de reflexión , designados como modalidad de trabajo grupal con los padres donde se realiza la orientación con la utilización de formas novedosas que llevan a la reflexión, se obtiene opinión de los participantes acerca de los problemas fundamentales que se presentan en la familia en torno a la educación y las vías que pueden ser utilizadas para solucionarlos, a partir de las vivencias que en relación a ellos tienen los participantes y que favorecen la preparación de la familia.
Los talleres de reflexión a los que son convocados los padres de los escolares contribuyen al establecimiento de una dinámica que pone a la luz el sistema de interrelaciones familiares, mediante técnicas vivenciales (dramatización y visualización de videos entre otras) en las cuales se proyecta su modo de actuación en el espacio familiar y a la vez permite que broten indicadores emergentes a considerar en la orientación.
Es necesario insistir que el diagnóstico se mantiene de manera sistemática lo que permite evaluar la efectividad de las acciones profesionales del maestro en su labor educativa .No es intervención psicológica sino labor de orientación a la familia como función importante del maestro para lograr los objetivos de la educación.
Los Talleres de Reflexión utilizando el teatro de títeres dirigidos a la preparación de las familias de los niños /as de edad preescolar para el logro de una dinámica familiar adecuada tienen como base, la teoría materialista dialéctica del conocimiento, donde el mismo es considerado como el resultado de la interacción dialéctica del sujeto con los objetos de la realidad, el sujeto refleja esta realidad y va conformando su subjetividad, en la misma medida que se transforma así mismo transforma la realidad en la que se encuentra, presupuesto necesario a considerar como punto de partida en la confección de los talleres, pues nos permite comprender en gran medida la transformación que va ocurriendo en los padres en su interacción con el mismo.
Por otra parte en los talleres de reflexión diseñados, se considera que el aprendizaje que realizan los padres, de los contenidos relacionados con la dinámica familiar, constituye un proceso de construcción y reconstrucción de conocimientos y formas de comportamiento que se producen en la interacción social en dependencia del propio desarrollo cognitivo y afectivo alcanzado por ellos, lo que a su vez le permite en estrecha unidad cumplir con la función de autorregular su comportamiento en aras de lograr las metas propuestas.
Es por ello que toman en consideración:
1- La necesidad de que los talleres estén dirigidos a que los padres expresen sus juicios, actitudes y estén orientados a desarrollar la comprensión artística y la adquisición de criterios propios.
2- Los talleres se orientan hacia temas polémicos, tomando como hilo conductor de la problematización los factores que influyen y determinan la dinámica familiar en las familias de los niños/as de edad preescolar.
3- La metodología utilizada tiene como punto de partida la experiencia y el concepto personal de los padres.
4- Ampliar el conocimiento de los padres a través de la reflexión permitiendo establecer nuevas dimensiones y sometiendo sus proposiciones a un continuo proceso de evaluación, construyendo el conocimiento a partir de la experiencia personal.
5- Facilitar el aprendizaje de los padres a través de formas que propongan acercamiento compartidos a los temas y que permitan la disposición para expresarse activamente.
Para la elaboración de la propuesta de talleres de reflexión a partir de la utilización del teatro de títeres y lograr la preparación de la familia en aras de lograr una dinámica familiar adecuada se debe tener en cuenta:
1- La exploración de los problemas en la dinámica familiar y la determinación de las necesidades.
Se define como el conjunto de métodos, técnicas y procedimientos a través de los que se determinan las necesidades y potencialidades en relación con el objeto de estudio, obteniendo las regularidades, aspecto fundamental en la proyección de las acciones a desarrollar
2- La preparación y elaboración de los talleres de reflexión a partir del teatro de títeres.
Se precisan las acciones a desarrollar en correspondencia con los talleres de reflexión a elaborar como resultado. En este aspecto es necesario tener en cuenta que los protagonistas del proceso de preparación son tanto el instructor de arte (docente) como los padres, esto supone la superación de todo tipo de relaciones competitivas entre los padres, por tanto es necesario definir los roles:
El instructor de arte (docente) tiene la tarea de animación, estímulo, orientación, asesoría.
Los padres se encuentran en el proceso como sujeto de su propio aprendizaje
3- La acción educativa y participativa (intervención).
Esta área tiene como objetivo esencial poner en ejecución las acciones planeadas en los talleres elaborados, su aplicación a la práctica para lo cual es fundamental el conocimiento previo obtenido a través del área anterior
4- La evaluación
Incluye la evaluación final del programa, la forma de su realización y los resultados obtenidos. Para lograr el objetivo propuesto en esta investigación con la aplicación de la propuesta se requiere de una evaluación continua, para indagar el proceso de construcción de los padres y saber si se cumple con el objetivo, por lo que se debe tomar en cuenta todos los elementos que intervienen en el proceso, no solo los resultados.
La evaluación debe ser en dos planos: individual y grupal es que facilitará no solo evaluar la preparación de los padres sino el taller en su totalidad, por lo que debe ser una evaluación permanente y debe estimular la autocrítica y auto-conexión en un triple aspecto: intelectual, emocional y actitudinal.
Una cuestión importante para la elaboración de los talleres es la selección de los cuentos infantiles de forma tal que sirvan de motivación y que una vez dramatizados a través del teatro de títeres sean los contenidos a utilizar para la reflexión de los padres llevando la situación de los cuentos a las experiencias personales.
Los talleres de reflexión que se presenten deben contar con:
Fase previa: En esta fase se preparan las condiciones previas con vistas a la realización de los talleres, es decir se orienta la lectura del cuento por parte de los padres, se elaboran los títeres necesarios para la dramatización según el cuento seleccionado para trabajar en cada taller, se confecciona la guía de trabajo que será utilizada para la realización del taller, se distribuyen las responsabilidades de acuerdo al contenido a abordar. Al finalizar cada taller se da comienzo a esta fase, para dejar orientado el próximo taller.
Fase de ejecución: Esta fase cuenta con: Introducción, Desarrollo y Conclusiones.
Introducción:
Se preparan las condiciones a partir de la familiarización por parte de los padres con los títeres, los personajes de los cuentos y sus características, se presenta la guía de trabajo, se recuerdan los aspectos tratados en el taller anterior y se realiza la motivación para la actividad presentándose el cuento que les servirá para reflexionar sobre cuestiones importantes de su dinámica familiar y que les ayudaran a su preparación para reestructurar la misma. Se realiza además la orientación hacia los objetivos y las ideas básicas a trabajar en el taller.
Desarrollo:
Dramatización de cada uno de los cuentos, con la utilización de los títeres.
Discusión y reflexión a través de la orientación del instructor y de preguntas confeccionadas previamente.
A partir de las intervenciones se lleva a los padres a reflexionar sobre lo que está sucediendo en cada una de sus familias en relación con los diferentes indicadores y estilos educativos que caracterizan la dinámica familiar y que pueden estar influyendo en el desarrollo de los niños/a o viceversa así como poder reestructurar la situaciones
Conclusiones:
Se finaliza el taller con algunas conclusiones sobre cómo lograr una adecuada dinámica familiar a partir del tratamiento de los aspectos trabajados en el taller, los acuerdos y desacuerdos y la conducta a seguir por el grupo de acuerdo con los resultados de la reflexión para adecuar la dinámica familiares en aras de influir en el desarrollo de los niños /as.
Cierre Evaluativo: Se realiza la valoración general del trabajo en grupo y la valoración individual alcanzada por cada padre.
Existen diversas vías y procedimientos que pueden ser utilizados por el instructor de arte para la labor de preparación a la familia, sin embargo no se han explotado los talleres de reflexión utilizando formas novedosas como la dramatización de cuentos a través del teatro de títeres, lo que contribuye al establecimiento de una dinámica que pone a la luz el sistema de interrelaciones familiares, en las cuales se proyecta su modo de actuación en el espacio familiar.
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Autor:
Silvia Rosa Leiva,
Licenciada en Psicología graduada en la UCLV Marta Abreus, Master en Ciencias Pedagógicas, profesor auxiliar.
Maria de Lourdes Llano Muñoz
Licenciada en Educación Especialidad Instructor de Arte.
CUM DE ENCRUCIJADA ABEL SANTAMARIA
UNIVERSIDAD CENTRAL DE LAS VILLAS