Lengua y periodismo en el kiosco electrónico (prensa digital) (página 3)
Enviado por Ra�l Trejo Delarbre
Mutaciones, desfiguraciones o adaptabilidad del idioma español en la red de redes
" La prensa digital en español se enfrenta a varias limitaciones. Algunas, son consecuencia de la todavía escasa propagación de las redes de información electrónica en muchos de nuestros países. En 1994 México tenía 2.2 computadoras personales por cada cien habitantes y Chile 3.1, en comparación con las 17.5 de Canadá o, la tasa más alta, 29.5 en Estados Unidos [3]. Además, como es de esperarse, únicamente los segmentos de la sociedad con mayor capacidad económica tienen acceso frecuente a los recursos informáticos.
También en México, en 1994 sólo el 5.6% de la población urbana manifestaba que sabe usar una computadora. Unicamente en el 3.29% de los hogares mexicanos había al menos una computadora personal. De los hogares en donde había computadora, el 84.8% recibían un ingreso superior a ocho salarios mínimos, que es el estrato en donde se ubica el 15% de las familias mexicanas con mayores ingresos [4]. En otras palabras, los mexicanos que saben emplear esta herramienta informática siguen siendo pocos y el acceso a la computación es privilegio de las familias con más recursos.
Todo ello es muy obvio, pero no deja de ser útil documentarlo y precisar los límites del acervo en términos de destrezas y equipo informáticos que hay en cada país. Así que cuando hablamos de periodismo electrónico en naciones como las que son mayoría en el mundo de habla hispana, es preciso no olvidar que nos referimos sólo a sectores pequeños dentro de nuestras heterogéneas y polarizadas sociedades. Si las tasas de lectura de la prensa impresa son bajas, más lo serán los porcentajes de la población con acceso a publicaciones en la Internet.
Otra dificultad para este periodismo, se encuentra en la lengua en la que es pensado, escrito y publicado. Al difundir contenidos en nuestro idioma, esta prensa digital permite que los usuarios que tienen al español como su lengua principal o única, tengan puntos de referencia aprehensibles, en los cuales puedan reconocerse e incluso nutrir su bagaje cultural. Pero en un medio en donde la lengua preponderante es otra, los espacios en español pueden convertirse en una suerte de ghettos distanciados de los sitios más concurridos en la Internet.
Como quiera que sea, la lengua española no permanece ajena al desarrollo tecnológico ni a la necesidad de identificar nuevos recursos y conceptos con términos también actuales. De manera similar a como sucede en otras áreas del desarrollo tecnológico, pero quizá con mayor propagación en vista de que sus usuarios suelen tener acceso a los medios de comunicación, la informática ha requerido de palabras que no siempre encajan con la ortodoxia lingüística. De ello también hay amplia documentación y expresiones, en la red de redes.
Desde hace varias décadas, sobre todo en la zona fronteriza entre México y Estados Unidos en donde la migración significa, entre tantas otras consecuencias, una heterodoxa fusión de culturas e idiomas, se conoce y ha evolucionado una simbiosis idiomática conocida como espanglish. Pero ahora, además, existe un ciberespanglish formado por centenares de términos que se utilizan en computación. La profesora de origen peruano Yolanda M. Rivas, ha desarrollado un programa de investigación en el Laboratorio de Tecnologías en Comunicación Avanzada de la Universidad de Texas en Austin y mantiene sobre ese tema, una bien documentada página en la Internet [5]. Allí se incluye un diccionario del Cyber-Spanglish que da cuenta de esas nuevas realidades.
Hay palabras que, de manera oficial o no, ya forman parte del vocabulario común en nuestras sociedades. Términos como fax, módem, tóner, laptop, hardware e Internet, suelen ser aceptados sin demasiado azoro. De algunos de ellos se derivan verbos que suenan algo más extravagantes pero que no tienen sustituto satisfactorio como faxear. Hay palabras que en algunas de nuestras naciones comienzan a ser de uso común, en tanto que en otras son rechazadas. Al mouse en España se obstinan en seguirle diciendo ratón; pero hemos leído a escritores de esa nacionalidad escribiendo con toda comodidad downlondear para expresar la acción de "bajar" un archivo de la Internet. El autor de esta ponencia publicó el año pasado, en España, un libro sobre la red de redes. La única sugerencia de estilo en la cual nuestros editores en Madrid fueron inflexibles fue en la conminación para que todas la veces que habíamos escrito computadora, apareciera ordenador (lo cual, a su vez, trajo algún problema de compatibilidad cuando se publicó la edición mexicana de ese mismo libro).
El diccionario de la profesora Rivas incluye términos que al parecer ya son de uso frecuente entre los latinos que residen en Estados Unidos, como emailear (que es enviar un correo electrónico), backupear (hacer un archivo de respaldo), browsear (la acción de buscar, rastrear u hojear), efetepear (que es la recuperación de un archivo en el sistema FTP, o File Transfer Protocol). En numerosas ocasiones hemos escuchado, sobre todo entre usuarios frecuentes de computadoras –o, perdón, ordenadores– la palabra resetear que describe aunque insuficientemente la acción de apagar y encender una máquina, o escanear que en el mencionado sitio en la Red se traduce como "explorar", "barrer", "analizar" o "escudriñar", verbos todos ellos deficientes para describir la digitalización de una información gráfica a través de un escáner. Hay términos intraducibles como shareware, que se aplica a los programas de cómputo disponibles en la red o en copias en disco que se distribuyen sin costo, para compartir y que el Diccionario del CyberSpanglish explica como "soporte lógico de dominio público".
La profesora Rivas considera que "la dimensión de la evolución del idioma español en las comunidades latinas ha sido ignorada, tanto por miedo como por descuido. Continuando la perpetuación de la dependencia tecnológica respecto de las naciones del primer mundo, los hablantes del español ahora están adoptando palabras en su vocabulario cotidiano, cuando interactúan con o cuando hablan de las computadoras". Se trata de una mutación idiomática que además es ubicua, pues puede ocurrir en todas partes. "Hoy, las dimensiones de esta evolución alcanzan grandes implicaciones en tanto estas máquinas comienzan a formar parte de una matriz de información, gente e identidades. Más que nunca antes, los latinos se comunican a través de las distancias, reuniéndose en un medio que antes había sido concebido como ‘herramienta de trabajo’. En este nuevo espacio, los latinos han reconocido que la pureza de su lenguaje puede ser considerada como una segunda prioridad en vista de las limitaciones que implica cuando tienen que hablar de la ‘tecnología de habla inglesa’. Empleando a las ‘palabras’ como herramientas de interacción, las comunidades latinas, inconscientemente, han enfrentado el desafío de revolucionar la vieja pureza de las reglas y tradiciones de su lenguaje, estableciendo nuevos paradigmas para la perpetuación de su identidad en la era de la información. Es decir, el cyberspanglish no es sólo un signo de la evolución del lenguaje, sino de su gente que se enlaza a través de un nuevo medio: la computadora" [6].
Las consecuencias culturales de esas transformaciones quizá todavía están por ser evaluadas, pero los cambios en el lenguaje son tan drásticos que hay quienes dicen voy a emailearlo ahorita; zoomea para verlo más grande; necesito rebutear la computadora otra vez. Desde luego, "para algunos, el cambio desafía la pureza de las culturas. Otros lo acogen como una evolución necesaria, una manera de participación que tiene que ser comunicada. La Internet y su lingua franca, el inglés, ha llegado a las comunidades de habla hispana en línea y las dos culturas han llegado a ser más entretejidas. Esta transformación podría ser comparada con otros hitos que han modelado a otros idiomas: la invasión árabe-berbera en Iberia, que les dió a los hablantes del español las palabras árabes que usan a la manera latina; o la conquista normanda, que le dio al inglés tantas palabras para usar en un lenguaje germánico. Como el español y el inglés, los ciberlatinos están tomando prestados, pero están empleando términos en su propia, única manera española" [7].
Como es de esperarse, esa flexibilidad para considerar que las modificaciones que la terminología técnica impone en el habla frecuente en español son signos de progreso, es considerada prácticamente herética por otros analistas. Las posiciones interpretativas y el diccionario de la profesora Rivas, han propiciado quejas de quienes consideran que ella, "se atreve a defender algunos usos que a ningún hispanoparlante con un mínimo de sensibilidad idiomática pueden parecerle aceptables, como el traducir ‘exit’ por ‘hacer un exit’ cuando en español eso es ‘salir’, o el horrible ‘printear’ en lugar de ‘imprimir’ como equivalente al inglés ‘print’, o ‘deletear’, de ‘delete’, por ‘borrar’. Pretender que verbos tan españoles como salir, borrar o imprimir dejen de usarse sólo por estar relacionados con una computadora es, en mi opinión, actuar contra la unidad y corrección del idioma".
El lingüista Alberto Gómez Font, autor del anterior comentario, considera que si se aceptan cambios como los que ha recopilado Rivas, veremos declaraciones como la siguiente: "Querido Jesús: ya que hemos decidido emailearnos, te envío un archivo para que lo downloadees a tu ordenador. Lo he encontrado surfeando en el Web, cliqueando de site en site. Lo puedes pasar a un floppy o printearlo, y si no te interesa salvarlo lo deleteas…" [8]
La directora de la revista Apuntes, especializada en temas de traducción al español, Leticia Molinero, dice sobre la página de Rivas en la red de redes: "Esa postura de defensa del spanglish se basa no sólo en una crasa ignorancia de las posibilidades del español, sino en una actitud fáctica y servil ante el idioma inglés" [9].
Pero más allá de las indignaciones catárticas, es difícil ofrecer soluciones a esa evidente distorsión del idioma. Se trata de una tendencia imposible de frenar pues el español se encuentra en interacción con otras lenguas, especialmente el inglés. A lo mucho, se puede propiciar un ritmo de simbiosis menos acelerado y, claro, hace falta acuñar a veces, o reconocer en otras, los términos necesarios para describir acciones antes inexistentes y que ahora son cotidianas en el uso de la informática. Como ejemplo de las posturas testimoniales ante estos cambios en el lenguaje, está la propuesta del señor Jorge Tamayo, director de la editorial Enigma de Barquisimeto, Venezuela, recogida por el ya citado Gómez Font y que considera necesario que haya algún organismo que "de una vez por todas ejerza su mandato y le ordene al ordenador aceptar el más castizo nombre de computadora, o viceversa; que deje las ristras para los ajos (en la cocina) y utilice cadena para los caracteres del lenguaje binario de la computación, o viceversa. En síntesis, un Cervantes que al fin logre llegar a América a través de Internet para definir el vocabulario fundamental de informática castellana" [10].
Pero no parece que el idioma español vaya a ser organizado y menos actualizado, de esa manera. Como toda lengua viva, está abierto a las más diversas influencias. Lo que ocurre con la interdependencia que ya había del español con otras lenguas y con nuevos usos, ahora tiene lugar en un medio de propagación universal e inmediata. El desliz, la adaptación o el neologismo que aparecen en la Internet, tienen una circulación potencialmente mayor a la que antes alcanzaban otras formas de diseminación de nuevos vocablos.
En la Internet no existen trabas para decir las mayores tonterías. Lo que sí hay, son espacios específicamente dedicados a la discusión y reflexión de los cambios, así como a la presencia y vigencia de la lengua española. Divagando por las redes durante la preparación de este texto, encontramos listas de correo como la denominada "spanglish list", en donde a diario se discuten estos asuntos [11].
En el web, o la telaraña como preferirán llamarle los adversarios del pragmatismo lingüístico, hay sitios que reivindican el uso y el estudio del castellano, como La Página del Idioma Español que es mantenida desde Río de Janeiro por el periodista uruguayo Ricardo Soca [12]. Se trata, como dice su autor, de un intento para "contribuir a la preservación, unidad y pureza de nuestra lengua. Busca sumarse así a otras iniciativas que apuntan abrir en la Internet nuevos y más amplios espacios a la comunidad de 400 millones de hispanoparlantes". La página ofrece un índice de publicaciones electrónicas de América Latina y España, una selección de diccionarios digitales, un espacio para debates entre traductores, ligas a novedades y páginas literarias en la red y a cursos de español, así como una relación de foros de discusión sobre estos temas, entre otros espacios.
En la red hay varias páginas sobre el uso del español, especialmente de y para periodistas. Recientemente se abrió el foro "Periodismo", de discusión sobre el uso de la prensa específicamente en esta lengua [13]. Por otra parte, existen sitios como el denominado "Español Urgente"[14] , en donde la agencia EFE, "con el propósito principal de aportar criterios que eviten la dispersión lingüística y la invasión indiscriminada de neologismos", ofrece consultas y un vademécum con aclaraciones sobre nombres y palabras difíciles pero de uso frecuente en los medios. En compendios como ése, suelen aparecer ejemplos de las dificultades para uniformar el uso del idioma español en nuestros países.
La agencia EFE incluye, en su glosario, términos que pueden ser equívocos. Es el caso de una palabra que en México llega a tener un significado impensable en otros países y de la cual, el Vademécum del Español Urgente que puede ser consultado en la Internet, se ocupa de la siguiente manera:
"coger. Recibida una carta de México en la que se nos advertía sobre la inconveniencia de usar el verbo coger en las noticias de la Agencia EFE sin tener en cuenta su significado en algunos países de Hispanoamérica, creemos oportuna la siguiente aclaración:
No podemos aconsejar a todos los delegados y corresponsales de la Agencia EFE en Hispanoamérica que dejen de usar el verbo coger, cuando para la mayor parte de ellos no es malsonante. Lo lógico es que los receptores de las noticias de EFE sepan que nuestra agencia es española, y que por lo tanto hay palabras con distintos usos en sus países y en el nuestro. A los receptores corresponde cambiar lo que pueda resultar chocante en su país, antes de publicarlo en sus periódicos o de transmitirlo por sus cadenas de radio o televisión" [15].
La precisión de los redactores de EFE es representativa de la altanería con que frecuentemente, desde la llamada madre patria, se establecen criterios para el uso de la lengua que todos compartimos. El español de España no es sino uno de los varios que se hablan en el mundo, aunque por supuesto los giros en los significados de las palabras que se propagan en cada país o en cada región, no permiten que en la difusión de las noticias existan versiones idiomáticamente correctas. La irradiación de los medios de comunicación más modernos y ahora especialmente la Internet, quizá propicie una homogeneización en el español de uso corriente en nuestros países. Con ello perderemos originalidad, diversidad y vivacidad. Pero quizá, gracias a esa uniformidad algunos cables de la agencia EFE dejen de causar incomodidad en otros países de lengua hispana.
La lid por la "ñ" y las posibilidades del periodismo electrónico en español
" La Internet es un medio de y para el idioma inglés. Ello no cancela la posibilidad de que existan espacios en otras lenguas ni el mérito de los que, como hemos visto, ya hay en la red de redes dedicados al español. Pero incluso para encontrarlos, es preciso hacer nuestras búsquedas en inglés.
Quizá el índice más ambicioso que hay ahora en Internet sea el denominado Altavista, que no sólo busca entre los nombres de las páginas en la red, sino que además hurga dentro de ellas. En ese índice, a fines de marzo pasado intentamos un ejercicio muy sencillo. A través de la página electrónica del CNET, uno de los sitios con mayor información sobre la Internet, especialmente acerca de novedades tecnológicas [16], le pedimos al localizador de Altavista, que buscase todas las referencias para la palabra español. El resultado fue harto significativo: cero hallazgos. Pero cuando solicitamos la búsqueda de la palabra spanish los resultados fueron abrumadores: había 659 mil 204 sitios en los que destacaba ese vocablo. Luego, si quitábamos la "eñe" para escribir espanol, se nos informaba de 258 mil 300 sitios en la Internet con esa palabra. Lo que ocurría, era que la liga a la página desde la cual hicimos la búsqueda no tenía el software adecuado para descifrar la letra "ñ". Pero ya en una indagación directamente en la página de Altavista, encontramos que hay 88 mil 5 sitios con la palabra español, con todo y "ñ". Allí mismo, el término castellano aparece en 40 mil 980 casos. De todos esos sitios, el que ese índice pone en primer lugar, por considerarlo más relevante, es la página web con el curriculum de una especialista en computación en Florida, llamada Roslyn Castellano. El segundo, es una compilación de periódicos en idioma español.
La cibernética, en algunas de sus expresiones más específicas, está reñida con el español. La falta, hasta hace no mucho tiempo, de teclados sin "ñ" en nuestros países era una expresión de esa apropiación sin adaptación que solemos hacer de las nuevas tecnologías.
Pero además, a esas tecnologías y a quienes deciden respecto de ellas, les llegamos a endosar culpas que no son necesariamente suyas, en la distorsión y simplificación de nuestro idioma. En 1996 fueron célebres las pifias que aparecieron en el diccionario de sinónimos del procesador de palabras Word, de Microsoft. Varios usuarios encontraron que el término "indígena" era equiparado a las palabras "salvaje", "antropófago, "caníbal" o "beduíno", entre otras. Entre los sinónimos de "mujer" estaban "hembra", "señorita", "venus", "criada" o "doncella" pero en cambio, para la palabra "persona" uno de los sinónimos era "hombre" y para nada se mencionaba allí a las mujeres. "Homosexual", era equiparado con "invertido", "maricón" o "desviado" y "lesbiana", con "pervertida" y "viciosa" entre otros presuntos sinónimos. Y así por el estilo.
El pequeño escándalo que se desató a mediados de 1996 primero en España y luego al menos en México, fue un tanto repentino porque los procesadores de palabras de Microsoft hacía varios años que incluían equivalencias de tal sexismo y dogmatismo y que se sepa, nadie había reclamado. Además, las mismas acepciones se encuentran en diversos diccionarios de sinónimos, que desde tiempo atrás venían circulando y lo siguen haciendo, sin que sus editores hayan sido emplazados a revisar las expresiones desatinadas. No faltaron quienes, en una reacción autodefensiva pero un tanto candorosa, acusaron a la mencionada empresa fabricante de software de querer imponer criterios anglosajones pero al mismo tiempo machistas y segregacionistas, en sus diccionarios para usuarios en lengua española. La verdad, es que ésas eran acepciones publicadas desde mucho tiempo atrás por varios de los diccionarios convencionales de mayor uso en nuestro idioma [17]. Microsoft se disculpó, consultó a especialistas en varios países de habla hispana y puso a circular una nueva versión, gratuita para quienes tuvieran la anterior, de su diccionario de sinónimos [18].
* * *
" La Internet es un espacio que la prensa en español no puede, no debería desperdiciar. Si el periodismo electrónico sustituirá o no a la prensa en papel y tinta, es algo que, en realidad, no nos tocará presenciar. Todavía hay suficiente carencia de computadoras, módems, conexiones telefónicas y servidores de redes para que durante varias décadas, la información y el pensamiento por escrito y a través de los procedimientos tradicionales sigan manteniéndose. Pero no por ello es justificable que se descuide la expansión de la red de redes, que a las publicaciones que ya existen impresas en papel les permite aumentar su presencia y que ofrece la opción de ensayar nuevas formas de comunicación periodística.
La preponderancia del idioma inglés tampoco debiera amilanar al periodismo en español, aunque es un hecho que no podemos ignorar. El periodismo en la red de redes no es ni la panacea democratizadora ni el pozo de confusiones que sus paladines o sus detractores más encarnizados afirman. Es un recurso, de importancia creciente en el que hay que saber estar, antes de estar sin ton ni son. Allí, como en la prensa escrita, caben informaciones y calumnias, reflexiones lo mismo que infundios. Y eso sucede en todos los idiomas.
La Internet, lo mismo que el idioma, son instrumentos para comunicarnos. Si queremos que sean eficientes tenemos que admitir sus cambios, sin que esa transformación necesaria sea perturbación que haga inoperantes o inaccesibles a estos instrumentos. Podemos analizar o desentrañar, instruir o enseñar, de la misma manera que es factible causar perjuicio o daño y decir falsedades o patrañas, con eñe o sin ella.
Granja de la Concepción,
Ciudad de México,
Abril de 1997
ANEXO
Cuadro Uno
Páginas electrónicas de noticias y medios en español (América Latina y España) y otros países registradas en los índices Yahoo! de la Internet
marzo de 1997 [i]
OTROS PAÍSES
NOTAS
[1] "Larry Flynt, the most controversial man that nobody really knows", Hustler Online: . La entrevista, en traducción de María Cristina Rosas González, aparecerá con el título "Larry Flynt, el hombre de la prensa desmesurada", en el número 220, del 17 de abril de 1997, del semanario etcétera: www.caligrafia.com/caligraf/etcetera
[2] "Print vs. the web". Time Digital, suplemento de Time. New York, march 17, 1997.
[3] Poder Ejecutivo Federal, Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000. Programa de Desarrollo Informático. Secretaría de Hacienda y Crédito Público, México, 1996, p. 52. El documento lleva el pie de imprenta de la SHyCP aunque fue preparado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.
[4] En 1994, según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, 640 mil 222 hogares mexicanos –de un total de 19 millones 440 mil 278– tenían computadora personal. De esa cantidad, 542 mil 660 eran hogares con ingresos de más de 8 salarios mínimos. Datos elaborados a partir del Programa Nacional de Desarrollo Informático, cit., pp. 129-132.
[5] "CyberSpanglish WebSite": www.actlab.utexas.edu/~seagull/spanglish.html
[6] Ibid.
[7] Yolanda M. Rivas, "Hablas CyberSpanglish? You might find that you already do!", en Hispanic on Line, april 1996: www.hisp.com/apr96/tesoros/index.html
[8] Alberto Gómez Font, "Un nuevo lenguaje técnico: el español en Internet". Ponencia al III Coloquio Lenguaje y Comunicación en Caracas, Venezuela, febrero de 1997. Bajado de La página del idioma español: www.webcom.com/rsoca/index.html
[9] Ibid.
[10] Ibid.
[11] Las listas de correo en la Internet funcionan por suscripción. Los usuarios intercambian mensajes que reciben directamente en su buzón de correo electrónico, pero para participar es necesario ser aceptado por el administrador de la lista. La "spanglish list" recibe solicitudes en el domicilio: Además, una relación de los mensajes insertados en esa lista puede encontrarse, en la world wide web, en: www.eunet.es/listserv/spanglish
[12] La página del idioma español: www.webcom.com/rsoca/index.html y también: www.iis.com.br/~rsoca/index.html
[13] La lista de correos recibe suscripciones en: listserv[arroba]listserv.rediris.es ; en la WWW hay un archivo con los textos que han circulado en dicha lista: chico.rediris.es/archives/periodismo.html
[14] Español Urgente: www.efe.es
[15] Vademécum: www.efe.es/vademecum/index.html
[16] CNET es un proyecto conjunto de varias empresas de comunicaciones para ofrecer información sobre los vínculos entre la Internet y la televisión: www.cnet.com
[17] Tenemos a la mano el Gran Diccionario de Sinónimos, Voces Afines e Incorrecciones de Fernando Corripio, publicado en las Ediciones B de Grupo Editorial Z (de Barcelona) en México en marzo de 1991 y cuya primera edición es de junio de 1989. Al parecer el diccionario de sinónimos de Word y otros procesadores en español (como Works) de Microsoft fue calcado de esa obra. Así que las acepciones políticamente incorrectas o, de plano, discriminatorias, ignorantes u ofensivas, ya transitaban por nuestras bibliotecas antes de que fuesen atribuidas a esa corporación de programas de cómputo.
[18] Armando Neira, "Microsoft pide perdón por sus sinónimos". El País, Madrid, 24 de junio de 1996.
[i] Estos datos fueron elaborados a partir de los índices Yahoo! registrados el 26 de marzo de 1997. Como es evidente, hay países de América Latina que no están incluidos. Ello se debe a que no aparecen en tales índices: www.yahoo.com
[ii] Aquí incluimos a todas las páginas electrónicas de medios que no están expresamente clasificados como revistas, periódicos, radio o televisión. Entre ellos se encuentran agencias de noticias, servicios de procesamiento de información, índices de medios e incluso diarios o revistas que los índices Yahoo! no mencionan dentro de ésos rubros específicos.
[iii] Otro catálogo disponible en la red, el México Indez, registra en la misma fecha de esta revisión, 54 revistas y 56 periódicos mexicanos con páginas en Internet –aunque algunos de los diarios incluidos son publicaciones de otros países que incluyen noticias sobre México–.
[iv] De ésos 12 sitios, 4 corresponden a periódicos diarios y otro más a una revista, aunque en el índice Yahoo! están clasificados fuera de ésos rubros.
[v] Yahoo! no menciona sitios paraguayos de medios de comunicación o noticias. Sin embargo, el índice Ascinsa-Paraguaynet registra un periódico diario y al menos, una revista de esa nacionalidad.
[vi] Yahoo! incluye en algunos casos el rubro "current events", para remitir a páginas en las que se mencionan asuntos de actualidad en donde se menciona a un país específico, aunque de trate de sitios de otras nacionalidades. En este caso, las 22 páginas que hemos incluido en "otros" se refieren al secuestro en la embajada japonesa en Lima pero todas esas ligas llevan a fuentes de información no peruanas.
[vii] Puerto Rico está registrado como un estado más de la Unión Americana y por eso no hay datos específicos del número de páginas electrónicas originadas allí. De las 4 revistas electrónicas incluidas en este índice, sólo una está en español.
[viii] Descontando las 3 revistas puertorriqueñas en inglés, tenemos 67 en español.
[1] Investigador en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. Columnista político en el diario Crónica: www.cronica.com.mx/cronica ; director del semanario etcétera: www.caligrafia.com/caligraf/etcetera ; correo electrónico secundario:
[2] De este asunto nos ocupamos en nuestro libro La Nueva Alfombra Mágica. Usos y mitos de Internet, la red de redes, Fundesco (Madrid, 1996) y Diana (México, 1996), pp. 103 y ss.
[3] Enrique Galván Ochoa, "Internética. Salinas, localizado", columna en la primera plana de La Jornada, 22 de abril de 1996. El nombre descubierto por Galván Ochoa aparecía en el buscador de domicilios electrónicos llamado "who-where" en donde, pocos días más tarde, había varios registros a nombre de "Carlos Salinas de Gortari". Se trataba de nuevas bromas. Una de ellas, decía: "Esta es una prueba de que la portada de La Jornada del 22 de abril de 1996 es muy fácil de provocar". Para que no quedara duda de la burla, ahora el seudónimo que se le adjudicaba a Salinas era el de "babastodos". La Jornada ya no publicó más sobre ese asunto, en el que había sido víctima –y con ella, muchos de sus lectores– de una broma, precisamente, para bobos. Sin embargo, tampoco admitió que había proporcionado como cierta, una noticia falsa. En este como en tantos otros casos, hubo quienes creyeron lo que querían creer.
[4] La guía Magellan presenta una selección al azar, que se renueva cada 20 segundos, de los temas que en ese momento están buscando los usuarios del índice Excite: http://voyeur.mckinley.com/voyeur.cgi
[6] David Lidsky, "The Web Delivers". PC Magazine, vol. 16, no. 4, february 18, 1997. Los servicios seleccionados en ese informe son: After Dark Online, Air Media Live Internet Broadcast Network, AlphaConnect StockVue, BackWeb, Castanet Tuner, IBM NewsTicker, In-Box Direct, Intermind Communicator, My Yahoo! News Ticker, NETdelivery y The PointCast Network.
[7] Además hay 1983 páginas electrónicas de estaciones de radio, 6275 de televisoras y 3362 consideradas como de "eventos de actualidad"
[8] "Medios de comunicación españoles en la red": www.dat.etsit.upm.es/~mmonjaras/prensa.html
[9] Emy Armañanzas, Javier Díaz Noci y Koldo Meso, El Periodismo Electrónico. Información y Servicios Multimedia en la Era del Ciberespacio. Ariel Comunicación, Barcelona, 1996, pp. 128 y 195 y ss.
[10] Ibid., p. 195
[11] Mexico Index: www.trace-sc.com/index1.html
[12] El grupo Netree’s Internet Statistics (www.netree.com/netbin/internetstats ), con datos del Internet Business Center, estimaba en enero de 1997 que la cantidad de personas deambulando por la red de redes ascendía ya a 102 millones. Sin embargo, es posible pensar que esos datos han sido exagerados, quizá para entusiasmar a los posibles anunciantes en espacios en la Internet. Esa fuente deducía, además, que había ya un millón 600 mil espacios en la WWW. Más realista, parece el cálculo de la Internet Data Corporation (www.idcresearch.com ) que el 31 de octubre de 1996 contabilizaba 31 millones 400 mil usuarios. Una información más es la de Internet Info (www.webcom.com/walsh/ ) según la cual para el 27 de septiembre de 1996 había 611 mil 860 dominios, o domicilios en la WWW, registrados ante InterNic, que es la autoridad reguladora de la nomenclatura en la Internet. Un compendio de estas informaciones se encuentra en la página de la firma australiana ad.media: www.admedia.aust.com
[13] Por ejemplo, la compilación de datos del rastreador de Internet denominado WebCrawler, ofrecía en abril de 1996 la cifra de 145 mil 166 servidores registrados aunque cada uno de ellos podía ser "anfitrión" de varias páginas en la red. Otro dato indicaba la existencia de 199 mil 129 domicilios de servidores para esa fecha: www.webcrawler.com/WebCrawler/Special.html
[14] Nota sin firma en la primera plana de El Universal, México, 23 de mayo de 1996. Ese diario no volvió a ufanarse de tener una alta lectura en su edición electrónica.
[15] Adriada Malvido, "Cumple dos años La Jornada en Internet: 85 mil consultad diarias". México, 8 de febrero de 1997.
[16] Jacqueline Emigh, "First wave of web publiching failures arriving", en Newsbytes News Network: www.newsbytes.com (28 de marzo de 1997).
[17] "EL PAÍS y Microsoft, las páginas favoritas del ‘internauta’ español". El País, Madrid, 24 de enero de 1997. La encuesta completa puede encontrarse en la página electrónica de ese diario: www.elpais.es
[18] Juan Antonio Gallont, "Se ‘roba’ su propia exclusiva The Dallas Morning News", en Reforma, México, 10 de marzo de 1997. El domicilio del Dallas Morning News es: www.dallas-news.com
[19] Francis Pisani, "Los periódicos y la Web", en Reforma, México, 17 de marzo de 1997.
[20] En México, la nueva Ley Federal del Derecho de Autor, promulgada el 24 de diciembre de 1996, protege a los programas de computación y las bases de datos.
[21] Steve Outing, "Playboy asume posicao intermediaria quanto a protecao de direitos autorais", columna reproducida en "Parem as maquinas", espacio en la página electrónica del sistema brasileño Universo On Line. www.uol.com.br/internet
[22] "Crece la polémica mundial sobre los derechos de autor en Internet". El País, Madrid, 13 de diciembre de 1996.
Raúl Trejo Delarbre
Investigador en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
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