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Análisis económico de los gobiernos chilenos 1964-2000

Enviado por latiniando


Partes: 1, 2

    Indice1. Introducción 2. Gobierno De Eduardo Frei Montalva (1964-1970) 3. El Gobierno de Salvador Allende (1970 – 1973) 4. Chile: de un programa autoritario de modernización económica a una economía con rostro humano en democracia. 5. La política económica y social del gobierno de Patricio Aylwin 6. El Gobierno de Eduardo Frei Ruiz Tagle (1994- 2000) 7. El Gobierno de Ricardo Lagos (2000 – 2006) 8. Reseña de lo mas importante de los gobiernos de Alwyn- Frei – Lagos 9. Bibliografía

    1. Introducción

    La evolución de la economía chilena ha sido notable en todo sentido cuando se le compara con el pasado, debido a su gran recuperación y admirable crecimiento económico. Esta evolución tan favorable ha llamado la atención de muchos países que están todavía lidiando con severos desbalances macroeconómicos. El trabajo desarrollado hará hincapié sobre los diferentes periodos de gobiernos comenzando con Eduardo Frei Montalva (1964) hasta Ricardo Lagos (2000). Haciendo énfasis principalmente en el gobierno de PINOCHET y su sucesor PATRICIO AYLWIN. Observaremos que en Chile han sido aplicados cuatro tipos diferentes de modelos económicos en los últimos 30 años como el Sistema Social, aplicado por el gobierno de la Unidad Popular (1970 – 1973); el Sistema Neoliberal, aplicado en el Gobierno Militar de Pinochet (1973 – 1989); el Sistema Social de Mercado, reflejado en los dos gobierno de la Concertación DC (Aylwin, 1990 – 1993 y Frei Ruiz-Tagle, 1994 – 1999); y el Sistema Social de mercado con tendencia Liberal, presentado quizás con la intención de seguir el mismo camino que los anteriores pero que se ve una clara tendencia liberal en la economía Chilena (gobierno de Lagos 2000 – 2006). También observaremos las variables macroeconómicas que experimentaron los diferentes regímenes de gobierno y las políticas de cada uno, así como sus costos sociales para los chilenos.

    2. Gobierno De Eduardo Frei Montalva (1964-1970)

    El candidato democratacristiano Eduardo Frei, ganó las elecciones con un 56% de los votos, por sobre el 38,9% del socialista Salvador Allende y el 4,9 % del radical Julio Durán. Eduardo Frei llegó al poder con el apoyo de su partido, de los partidos de derecha y de los independientes que vieron en su lema "revolución en libertad" y en su programa de gobierno la solución más realista y definitiva a sus problemas. Su primer problema fueron las reformas que él proponía ya que no podían ser apoyadas por la derecha, razón por la cual esta le quitó pronto su apoyo. La reforma agraria constituyó el problema más conflictivo. Contra el parecer de muchos fue promulgada en 1967 la Ley de Reforma Agraria. Consistía en expropiar una gran propiedad, y enseguida repartírsela a quienes efectivamente trabajaban la tierra. Causales de expropiación eran el abandono o mala explotación, o que la superficie fuera mayor a 80 hectáreas de riego básico. Entre 1967 y 1969 se hace la chilenización del cobre, en que se compran el 51% de las acciones de las compañías mineras poseedoras de los grandes yacimientos de cobre. En cuanto a lo social, se fomentó a las organizaciones de base, como por ejemplo la Ley de Juntas de Vecinos. Como una forma de integrar y capacitar a la mujer dueña de casa se crearon los Centro de Madres, CEMA, bajo la conducción de la esposa del Presidente, doña María Ruiz-Tagle. Desafortunadamente, la inexistencia de monitores que enseñaran adecuadamente llevó a que estos centros se convirtieran en lugares de reunión de mujeres casadas con mucho tiempo libre, y dedicadas a la folklórica costumbre de hablar de los demás. Entre 1964 y 1969 se duplica el número de trabajadores sindicalizados (de 270.542 a 533.713). En el año 1965 se inició la reforma educacional, que tuvo como objetivo posibilitar el igualitario acceso al sistema educativo y el integrar al estudiante con la comunidad, a través de una educación que preparaba para el trabajo. Antes la educación tenía un sentido informativo, ahora tendrá un sentido formativo. Se eliminaron asignaturas tales como Economía Doméstica. El presupuesto fiscal se empleó en un 20 % con este fin educacional. Con todo esto lo lógico era que hubiese paz social. Pero eran tiempos ilógicos y la agitación social se hizo cada día más grande. El proceso de cambios produjo un hambre de nuevas expectativas de vida que llevaron a demandas sociales imposibles de satisfacer. En 1968 se declararon en huelga los profesores, los portuarios, el personal de correos y telégrafos, la línea aérea nacional y la ENAP. Hubo atentados terroristas al Instituto Chileno Norteamericano de Cultura, al diario El Mercurio, al consulado de E.E.U.U., a la sede del PDC y a las líneas férreas cerca de Rancagua. Por otra parte, hubo tomas de lugares, tales como las sedes universitarias y hasta la propia Catedral Católica de Santiago. La agitación aumentó al acercarse las elecciones parlamentarias de 1969. Se bloquearon carreteras, se tomaron terrenos, etc. Se hizo frecuente el enfrentamiento entre pobladores y carabineros y que éstos culminaran con algún muerto. La violencia callejera y se represión policial se hicieron habituales. Cada corriente política creó su fuerza de choque. Las ideas son superadas por las ideologías.

    Indicadores Macroeconomicos

    Año

    PIB Total Crec. Real ( % )

    Deficit de la balanza comercial ( % del PIB)

    Déficit del sector público ( % del PIB )

    Precio del cobre ( US$/ libra)

    Inflación ( % )

    Tasa de desempleo ( %)

    Tipo de cambio Real

    1970

    2,1

    12,5

    2,7

    0,64

    34,9

    5,7

    111,9

    Cuentas Externas, Reservas De Monedas Extranjeras Y Deuda Externa ( En Millones De Dolares Corrientes )

    Año

    Cuenta corriente

    Cuenta comercial Exportaciones / importaciones

    Cuenta de capitales

    Balanza de pagos

    Reservas de moneda extranjeras

    Deuda externa Pública / Privada

    1970

    -81

    156

    268

    114

    393

    2767

     

    3. El Gobierno de Salvador Allende (1970 – 1973)

    En medio de la aparición de la violencia como forma de acción política, y la permanencia del país dividido en tres tercios, cada uno con proyectos políticos globales y mutuamente excluyentes; gana las elecciones de 1970 el líder socialista de la Unidad Popular Salvador Allende, con un 36,2%, por sobre el 34,9% del independiente de derecha Jorge Alessandri y el 27,8% del democratacristiano Radomiro Tomic. Luego de un agitado debate el Presidente electo fue ratificado por el Congreso, tal como lo establecía la Constitución Política de entonces. En el plano económico el manejo se realiza con el Ministro Pedro Vuskovic, quien decidió estatizar la banca y las grandes empresas, con pago de indemnizaciones. Así también se utiliza la capacidad ociosa, lo que hace aumentar la oferta más allá del umbral de consumo. Se incrementan los salarios. Todo 1971 y principios de 1972 es época de bienestar para el país. Pero, la sobre oferta no pudo ser satisfecha, por lo tanto Vuskovic no halló otra solución que emitir más circulante que la riqueza verdadera del país; lo que trajo una inmediata inflación.

    El gobierno de Allende aceleró el proceso de Reforma Agraria, lo que impidió dar la asesoría técnica adecuada a cada uno de los nuevos dueños de la tierra . En 1972 nacionalizó los yacimientos de cobre, culminando así un largo y bien planificado proyecto . En el campo educacional se intentó hacer una reforma consistente en la creación de la Escuela Nacional Unificada. Esta pretendía un manejo del Estado y una accesibilidad general. Era excluyente de cualquier otro sistema educacional, lo que motivó diversas protestas. La fuerza de los colegios católicos en definitiva hizo imposible la idea, y se desechó el proyecto . La gran expectativa social que debió satisfacer Allende; lo llevó en 1972, una vez más, a emitir más papel moneda que la cantidad adecuada para la riqueza real del país. Así se generó una escalada inflacionaria, lo que hizo peligrar al empresariado nacional. No hay aparataje productivo que soporte una inflación de más de un 10% mensual. Por otra parte la manera de como se llevaba a cabo la Reforma Agraria llevó a violentos enfrentamientos entre asignatarios y propietarios. Demasiados cambios desea hacer Allende, y son cambios estructurales. Para modificar las estructuras del país es necesario un consenso filosófico que en ese momento no existe. La economía de Chile estaba en una vertiginosa caída. La inflación sumada a la baja de la producción daba como resultado una catástrofe. A esto se sumó la especulación, esto es el acaparamiento de bienes de consumo realizado por particulares y empresarios. La motivación de los particulares era estar con alimentos si ocurría un estallido social; que a la luz de la violencia política y callejera de esos días, pronto vendría. Los empresarios tenían una motivación muy simple: las constantes alzas de precios hacían más rentable vender "después que ahora", ya que el precio de venta , por ende las ganancias, serían superiores. En 1973 el Presidente va perdiendo el control del país. Se suceden las huelgas, encabezadas por los mismos trabajadores que en principio quiso ayudar. En agosto de 1973 se rumoreaba un golpe de estado . Para prevenir tal situación Allende nombra Comandante en Jefe a un militar políticamente neutro, Augusto Pinochet Ugarte. En septiembre de 1973 los comunistas planifican conversaciones con la Democracia Cristiana, para buscarle una salida política a la grave crisis que pasa el país. Sin embargo, el partido del Presidente se niega a tal hecho, y propone, en cambio , un plebiscito a nivel nacional. Estos últimos hechos son difíciles de confirmar, pues ya no viven quienes podrían confirmarlos o desmentirlos. El país vive un desabastecimiento en las tiendas comerciales, y sólo se puede comprar con una tarjeta de racionamiento, otorgada por la Junta de Abastecimientos y Precios ; la cual se corrompe en su fin, favoreciendo a la gente del sector gobernante. El centro político del país: la democracia cristiana, y la derecha, representada por varios partidos; sólo desean la caída del gobierno, la entrega de poder político al Senado y la convocación a nuevas elecciones. Así, el 11 de septiembre de 1973, después de un asalto aéreo y terrestre al palacio de La Moneda, el Presidente Allende se suicida para evitar un conflicto largo que sólo perjudicaría a los sectores más modestos del país.

    La democracia chilena queda suspendida y se inicia el periodo de la dictadura. Indicadores Macroeconómicos

    7

    PIB Total Crec. Real ( % )

    Déficit de la balanza comercial ( % del PIB)

    Déficit del sector público ( % del PIB )

    Precio del cobre ( US$/ libra)

    Inflación ( % )

    Tasa de desempleo ( %)

    Tipo de cambio Real

    1970

    2,1

    12,5

    2,7

    0,64

    34,9

    5,7

    111,9

    1971

    9

    13,3

    10,7

    0,49

    22,1

    3,9

    94,6

    1972

    -1,2

    15,9

    13

    0,49

    260,5

    3,3

    43,4

    1973

    -5,6

    15,1

    24,7

    0,81

    605,1

    5

    40,7

    Cuentas Externas, Reservas De Monedas Extranjeras Y Deuda Externa ( En millones de dolares corrientes )

    Año

    Cuenta corriente

    Cuenta comercial Exportaciones / importaciones

    Cuenta de capitales

    Balanza de pagos

    Reservas de moneda extranjeras

    Deuda externa Pública / Privada

    1970

    -81

    156

    268

    114

    393

    2767

    1971

    -189

    -16

    -27

    -300

    163

    2746

    1972

    -387

    -253

    327

    -231

    76

    3002

    1973

    -295

    -138

    242

    -112

    167

    3261

     

    4. Chile: de un programa autoritario de modernización económica a una economía con rostro humano en democracia.

    La Reforma Economica De Pinochet Todos los regímenes militares que proliferaron en América Latina en los años 60 y comienzos de los 70 rechazaron los viejos modelos económicos estructuralistas de la CEPAL y sus agotadas estrategias de sustitución de importaciones. Igualmente estos regímenes estuvieron opuestos a las políticas redistributivas de corte populista y a las ineficiencias políticas de las democracias nominales de la región. Sin embargo, el gobierno militar que asumió el poder en Chile, luego del golpe de estado de 1973 contra el régimen constitucional de Salvador Allende, se diferenció desde un comienzo de las otras dictaduras militares porque emprendió vigorosamente la aplicación de una serie de políticas de reforma económica de orientación ortodoxa neoliberal, apartándose del esquema de la doctrina de la seguridad nacional que venia caracterizando las alianzas militares y tecnocraticas de los regímenes autoritarios que en esos años regían en Brasil, Argentina, Uruguay y Bolivia, y que se sustentaba en un modelo de capitalismo de estado promotor de las políticas económicas del viejo monetarismo con el apoyo del Banco Mundial y del Fondo Monetario. Es bueno aclarar que la asistencia de estos organismos a esos regímenes autoritarios no significaba una identificación de estas instituciones internacionales con la doctrina política de dichos gobiernos, pues esa asesoria estaba enmarcada dentro de los programas de cooperación que tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario mantienen con los países miembros que los solicitan y que están dispuestos a seguir los lineamientos básicos de la política macroeconómica implícita en esos programas. En sus etapas iniciales, la dictadura de Pinochet careció de un planteamiento ideológico concreto; sin embargo esta transitoria deficiencia fue llenada con las teorías ortodoxas neoliberales aportados por un grupo de jóvenes tecnócratas y académicos a quienes el dictador encomendó para diseñar la política económica en los primeros años del gobierno. La mayoría de estos tecnócratas eran macroeconomistas entrenándose en las tesis económicas de la Universidad de Chicago quienes importaron a Chile las ideas del Nuevo Monetarismo y los paradigmas neoclásicos que habrían de ser implementados por primera vez en Latinoamérica, a través de ese régimen autoritario. Estas políticas, con algunos altibajos, se mantuvieron durante todo el periodo de más de 16 años del gobierno de Pinochet que concluyo en Marzo de 1990. Las políticas básicas que produjeron las profundas transformaciones de la economía chilena estuvieron orientadas a la reducción de la intervención del estado en la economía, mediante un amplio programa de privatización y desregulación, la apertura de la economía a la competencia externa, la liberalización de los mercados financieros, un programa de reformas estructurales en el mercado laboral impuesto de manera compulsiva, y el diseño e implementación de un programa de asistencia social bajo un enfoque económico neoliberal.

    La Primera Fase: 1974-1984, "Los Chicago Boys" Los esfuerzos iniciales de las políticas ortodoxas neoliberales de los Chicago Boys estuvieron concentradas en el logro de la estabilización económica y en la reducción del tamaño del estado, mediante un acelerado programa de privatización; mientras que el programa de liberalización económica se planteó para ser implementado de manera gradual. A través de las políticas de estabilización, el gobierno confronto los desbalances económicos generados por la excesiva intervención gubernamental durante las administraciones previas, concentrándose fundamentalmente en la corrección del déficit de balanza de pagos producido por el colapso de los precios mundiales del cobre –el principal rubro de exportación de Chile para entonces- y por la triplicación de los precios de las importaciones de hidrocarburos como consecuencia del primer boom petrolero. La política de ajuste fue también aplicada para controlar la inflación. El grave deterioro de los términos de intercambio debido a factores externos al principio del programa de ajustes (1974-1975), combinado con la declinación de la demanda interna, producto de las políticas monetarias y fiscales restrictivas y la devaluación inicial de la tasa de cambio, produjeron una caída del PIB de cerca de 13% y generaron una tasa de desempleo del 16,4%, y una drástica reducción de los salarios reales del 15,6%. El programa de estabilización se concluyo estableciendo una tasa se cambio nominal fija en Junio de 1979. A partir de entonces se logro la recuperación económica y se obtuvieron cuatro años de continuo crecimiento con una tasa promedio interanual del 7,5%, mientras el desempleo se mantuvo a niveles muy elevados (19,9% en 1976 y 15,6% en 1981). En los esfuerzos para reestructurar el sector publico, al cual durante la administración de Allende se le habían incorporado más de 500 empresas, el régimen de Pinochet implemento un acelerado programa de privatización entre 1974 y 1978 lográndose para 1980 reducir el sector público a solo 43 empresas, incluyendo un banco comercial. La política de liberalización orientada a promover una economía de mercado se comenzó eliminando la mayoría de los controles de precio que existían para finales de 1973. Dicha política incluyó además la desregulación de los mercados financieros y el comienzo de la liberalización comercial de un proceso que se extendió hasta los años 80 comprendiendo además la liberalización de las transacciones financieras internacionales. A pesar de la fuerte resistencia de los sindicatos, el gobierno implemento en 1979 una reforma de la ley laboral restringiendo las actividades de las organizaciones de los trabajadores, facilitando el despido de los mismos, limitando las huelgas y reduciendo el poder de negociación de los trabajadores ante los patronos. Con esta ultima reforma se concluyo la primera etapa del programa de cambio que genero en Chile una dramática reorientación de las estrategias de desarrollo económico del país, promoviendo una economía de libre mercado y la liberación del Mercado de Capitales con tasas de interés y precios determinados por el mercado –con excepción de los sueldos de los empleados públicos, una tasa uniforme de cambio y una tarifa de exportación uniforme del 10%. Durante 1981-1982 de nuevo una combinación de factores internos y externos, incluyendo la recensión mundial, la alta sobrevaluación del peso chileno, el incremento de las tasas externas de interés, la paralización del financiamiento externo como consecuencia de la crisis de la deuda, y el colapso de varias instituciones financieras como consecuencia de la radical liberalización de los mercados financieros domésticos sin el establecimiento de un marco regulatorio adecuado, pusieron fin a la bonanza de los años previos y la economía chilena sufrió entre 1982 y 1983 una contratación en su PIB real del 14,8%, generándose una tasa de desempleo que llego al 19,6% en 1982 y al 14,6% en 1983. Estos indicadores reflejaron una de las peores crisis económicas que el país hubiera sufrido desde los años 30. Para enfrentar la crisis, el gobierno implemento un drástico programa de ajustes y tomo otras decisiones radicales tales como la intervención del sector financiero en 1983 para evitar una crisis bancaria generalizada, la puesta en practica de un sistema de subsidios para favorecer los deudores que habían asumido compromisos crédito en moneda extranjera durante la época de la tasa de cambio fija –una decisión que genero grandes perdidas al Banco Central y un grave déficit en el sector público financiero- la política de tasas de cambio diferenciales incluyendo una tasa flotante fue rápidamente sustituida por un nuevo esquema mediante un manejo errático de la políticas cambiaria y otras medidas asumidas para reestructurar el sector financiero, el cual había entrado en una profunda crisis debido a la sobrevaluación del peso durante el periodo de la tasa de cambio fija. Estas políticas de ajustes redujeron el desequilibrio externo al lograr la contracción del gasto y de las importaciones las cuales cayeron en un 50% en 1983 en comparación con los niveles de 1981. Sin embargo, a pesar de todas estas medidas la economía no dio muestras de una recuperación significativa y el desempleo se mantuvo en sus más altos niveles, al igual que la crisis externa. Todos estos elementos fueron identificados como fallas del enfoque de ajuste macroeconómico automático promovido por los teóricos de la ortodoxia neoliberal quienes suponían que los mercados se podían ajustar rápidamente a las nuevas condiciones recesivas sin interferencias gubernamentales.

    La Segunda Fase: 1984-1985, Escobar Cerda La situación recesiva y sus traumáticos efectos económicos generaron ciertas dudas acerca de las estrategias económicas de libre mercado y sobre la habilidad de los Chicago Boys para enfrentar la crisis, lo cual debilito la credibilidad de Pinochet sobre estos tecnócratas y sus políticas económicas, al extremo que, en abril de 1984, destituyo a su cuarto ministro de finanzas, remplazándolo por Escobar Cerda, un economista tradicional quien desde primer momento trato de aplicar políticas proteccionistas al sector manufacturero y de implementar un agresivo programa de estímulos fiscales para estimular la economía. Todas estas medidas representaban un retroceso en los esfuerzos que se venían haciendo anteriormente, a fin de establecer el equilibrio fiscal y resolver serios problemas derivados de la crisis de la deuda y, a pesar de que las mismas generaron inicialmente una recuperación en el producto , la cual se manifestó en un incremento del 6.3% del PIB, estas produjeron igualmente un aumento del déficit externo y una aceleración en la tendencia inflacionaria –el déficit en cuenta corriente alcanzo la cifra de 10,7 % del PIB y la presión inflacionaria supero el 8% mensual para octubre de 1984. El ministro Escobar Cerda devaluó la Tasa de Cambio en septiembre de ese mismo año y elevo las tarifas aduaneras en un esfuerzo por provocar un cambio hacia el consumo local de bienes domésticos. Sin embargo, el resultado de sus políticas no fue del agrado de Pinochet, por ello fue remplazado en Febrero de 1985 por Hernán Buchi, quien a partir de entonces y a lo largo del resto del periodo de gobierno aplico un programa coherente de ajuste, recuperación y crecimiento económico con los resultados extraordinarios para la economía chilena. Dicho programa estuvo basado en un conjunto de políticas con orientación de libre mercado para promover las exportaciones no tradicionales y consolidar las reformas estructurales iniciadas en los años 70, promover el ahorro y la inversión de domésticos, y para fortalecer los sectores industriales y financieros.

    La Tercera Fase: 1985-1990, Hernán Buchi. Las políticas macroeconómicas aplicadas por Buche y su equipo se diferenciaron de las que se aplicaron en los años setenta los primeros Chicago Boys, ya que la estrategia de Buche no estuvo basada en las ideas ortodoxas neoliberales que pregonan el ajuste automático por el mercado y que al comienzo de 1980 generaron una fuerte sobrevaluación de la moneda. Buche por el contrario diseño un conjunto de políticas macroeconómicas cuidadosamente monitoreadas para controlar sus resultados.

    Algunas de las estrategias básicas implementadas por Buche fueron:

    1. Una política fiscal y monetaria focalizada hacia la reorientación del gasto publico con énfasis en la inversión y no en el gasto corriente.
    2. Reforma tributaria para incentivar el ahorro privado y la inversión.
    3. La continuación de la activa política de tasas de cambio iniciada en 1982, la cual se fundamento en una fuerte devaluación seguida por minidevaluaciones de acuerdo al comportamiento de la inflación.
    4. La consolidación de las reformas estructurales con orientaciones de mercado, a través de la reconstrucción del sector financiero, del fortalecimiento de las regulaciones bancarias, la reducción de las tarifas de importación a un nivel uniforme del 15%, la promoción de las exportaciones mediante un conjunto de incentivos fiscales y una tasa de cambio real competitiva, y la privatización y recapitalización de las empresas e instituciones financieras que habían colapsado durante la crisis de 1982.

    Todas estas medidas económicas se acompañaron con el agresivo uso de una variedad de esquemas de conversión de la deuda que le permitieron al país reducir su deuda externa en más de nueve mil millones de dólares entre 1985 y 1990. La deuda externa chilena alcanzo durante 1982 a diecisiete mil doscientos millones de dólares una de las mas elevadas deudas per cápita del mundo. Estas políticas al igual que las reformas básicas que se impulsaron durante el periodo 1975-1980, le produjeron al gobierno autoritario de Pinochet un gran éxito económico, a pesar de las graves consecuencias sociales que las mismas generaron en la sociedad chilena.

    Chile: Distribucion De Los Ingresos Medios * Según Quintiles De Hogares (porcentajes).

    Quintil

    1978

    1989

    1990

    1991

    1

    5,2

    4,6

    4,9

    5,5

    2

    9,3

    8,0

    8,4

    9,2

    3

    13,6

    11,3

    11,5

    12,4

    4

    21,0

    16,6

    17,2

    18,2

    5

    51,0

    59,5

    58,0

    54,7

    * Incluye: Sueldos y Salarios, ingresos del trabajo independiente y otros ingresos.

    Fuente: INF, Encuesta Suplementaria de ingresos, 1978, 1989, 1990 y 1991.

    Durante el ultimo periodo de ajustes -1985-1989- el PIB real se expandió a una tasa promedio de 6,2% la inflación promedio fue de 19,8%, las exportaciones de bienes y servicios se diversificaron y expandieron a una tasa promedio anual de 10,5% y para 1989 representaron el 29,4% de PIB en términos reales, en comparación con 23,6% de 1980. Y el déficit fiscal se redujo de 4,3% del PIB en 1984 a cerca de cero en 1989. El costo social del ajuste se reflejo en un deterioro significativo del esquema de distribución del ingreso y en el incremento del desempleo y los niveles de pobreza, como consecuencia básicamente de las dos agudas depresiones generadas durante la implementación de los ajustes, y de los efectos regresivos de algunas de las políticas aplicadas. La tasa promedio de desempleo se incremento de 6,5% en los años 60 a 17,3% durante 1974-89, alcanzando un nivel pico del 30,6% en 1982. El coeficiente de Gini se deterioro de alrededor de 0,50 en 1970 a mas de 0,54 durante 1982-84, y el 20% de los grupos de mayor riqueza de la población incrementaron su participación en el ingreso del 55,8% en 1970 al 59,5%, mientras que la participación en el consumo total del 40% de los grupos mas pobres de la población decreció del 19,4% en 1969 al 12,6% en 1988. Durante el periodo 1982-1985, los salarios reales se contrajeron en un 20% y en salario real mínimo se redujo en un 40% durante 1981-1985. Estudios realizados en 1987 determinaron que cerca de 5 millones de personas –el 45% del total de la población- estaba viviendo en situación de pobreza para 1985; esta cifra era del 50,9% para la zona del Gran Santiago en 1986.

    CHILE: Evolución de la Distribución del Ingreso (1970-1972)

    Años

    Coeficiente de Jun del ing. familiar

    Participación en el ingreso

    Índice del salario real 1970 = 100

    Tasa de desempleo %

    Grupo más bajo -40%

    Grupo medio 40%

    Grupo más alto -20%

    1970

    0.500

    11,5

    32,7

    55,8

    100,0

    5,7

    1979-81

    0,523

    11,1

    31,3

    57,6

    93,8

    16,5

    1982-84

    0,543

    10,0

    30,5

    59,5

    94,7

    27,4

    1989

    12,6

    27,9

    59,5

    97,6

    6,3

    1990

    13,3

    28,7

    58,0

    99,4

    6,0

    1991

    14,7

    30,6

    54,7

    104,3

    6,5

    1992

    109,3

    4,8

    El Programa Neoliberal de Asistencia Social Para enfrentar algunas de las consecuencias sociales extremas de su programa económico, el régimen de Pinochet implemento algunas medidas de asistencia social basadas en un enfoque neoliberal, es decir, orientado a atender solamente las necesidades básicas de los mas pobres, aquellos tradicionalmente marginados de los beneficios del estado e incapaces de participar en la economía de mercado. Estas medidas no consideraban ninguna de las inversiones en el capital humano o para incrementar la capacidad de los más pobres para generar ingresos. Por estas razones, muchos chilenos consideraron estos programas como un proceso de desmantelamiento de una de las mas eficientes y extendidas estructuras de seguridad social del continente, el cual había sido sustancialmente expandida durante los gobiernos de Eduardo Frei (1964-1970) y Salvador Allende (1970-1973). Los principios que sustentaban la idea de enfocar la ayuda social hacia los mas pobres constituían parte integral de la filosofía de los Chicago Boys, los cuales consideraban la pobreza como el resultado de las rigideces en la estructura social y de distorsiones en el funcionamiento del mercado, problemas que ellos intentaban resolver no a través de cambios en el orden económico y social existente, o mediante la intervención estatal, sino simplemente identificando estos grupos de pobreza extrema y suministrándole los bienes y servicios necesarios para mantener ese estándar de vida, sin mayores preocupaciones por la superación del mismo. Tal y como Graham afirma, "el papel del estado se limitaba a suministrar existencias –en forma de subsidios- a aquellos incapaces de asistirse por si mismo. Los subsidios no estaban designados para garantizar o mejorar la equidad." De acuerdo a los principios neoliberales indicados anteriormente, las políticas sociales de Pinochet tenían como objetivo incrementar los servicios básicos para los más pobres, a la vez que simultáneamente se cortaban de manera drástica los programas estatales relacionados con la asistencia al resto de la sociedad, incluyendo la clase media y los trabajadores. En estos programas los servicios sociales fueron también redefinidos cambiando los criterios tradicionales de los derechos ciudadanos por la idea de subsidios focalizados solo hacia aquellos incapaces de mantenerse por si mismos, aplicando de una forma autoritaria, con lo cual se evitaba que los pobres y las comunidades participaran en la solución de sus propios problemas. El régimen militar implemento la política social, de manera autoritaria, a través de la Oficina Nacional de Planificación (ODEPLAN), ejerciendo su administración a través de trece oficinas regionales, centralmente controladas y bajo la responsabilidad de los gobiernos municipales cuyas autoridades no eran electas sino designadas. En estos programas no se permitía la participación de los grupos locales en su implementación. A pesar de los compulsivo y restrictivo de estas políticas sociales, algunos indicadores mostraron resultados positivos en áreas especificas seleccionadas en las cuales se desarrollan redes de seguridad social para los grupos de pobreza extrema tales como los programas para combatir la mortalidad infantil y la desnutrición, áreas en las cuales la posición de Chile comparada con los países vecinos se mejoro dramáticamente entre 1975 y 1989. La tasa de mortalidad infantil que para 1960 era de 114 muertes por 100 niños nacidos cayó a 19 para 1989. En Bolivia estos indicadores fueron de 167 en 1960 y 106 en 1989. Y en Perú fueron de 163 en 1960 y 79 en 1989.

    Partes: 1, 2
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