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Comparación de un método de conservación tradicional de semillas de maíz (Zea mays, Lin) con el método de la conservación hermética (página 2)


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Introducción

El maíz (Zea mays, Lin) es un cultivo muy remoto de unos 7000 años de antigüedad, de origen indio que se cultivaba por las zonas de México y América central. Hoy en día su cultivo está muy diseminado por todo el mundo y en especial en toda Europa donde ocupa una posición muy elevada. EEUU es otro de los países que se destaca por su alta concentración en el cultivo de maíz (Zea mays, Lin). (InfoAgro, 2006).

El maíz (Zea mays, Lin) es una de las especies cultivadas más productivas. Es una planta C4 con una alta tasa de actividad fotosintética. Considerada individualmente, su tasa de multiplicación es de 1:600-1000 (Aldritch, Scott y Leng, 1975). El maíz (Zea mays, Lin) tiene el más alto potencial para la producción de carbohidratos por unidad de superficie por día. Fue el primer cereal a ser sometido a rápidas e importantes transformaciones tecnológicas en su forma de cultivo, tal como se pone en evidencia en la bien documentada historia del maíz híbrido en los Estados Unidos de América y posteriormente en Europa. El éxito de la tecnología basada en la ciencia para el cultivo del maíz (Zea mays, Lin) ha estimulado una revolución agrícola generalizada en muchas partes del mundo (FAO, 1993).

El maíz (Zea mays, Lin), ocupa actualmente la tercera posición entre los cereales más cultivados, después del trigo (Triticum vulgare) y el arroz (Oryza sativa). Su cultivo lo justifica la diversidad o multiplicidad de propósitos a que es destinado este cereal, más que el beneficio económico directo obtenido.

La conservación en finca de la agrobiodiversidad esta siendo reconocida como un componente importante de una estrategia global de la conservación de los recursos genéticos (Brush, 1999; IPGRI, 1993; Jarvis et al, 2000; Maxted et al, 1997; Wood & Lenné 1999). Este tipo de conservación requiere de la participación activa de los agricultores y sólo será exitosa en la medida que éstos consideren que está en su interés mantener la diversidad en sus fincas.

En Cuba, este cultivo ha sido tradicional en el desarrollo de nuestra agricultura, constituyendo desde la cultura indígena hasta la etapa actual un alimento básico en la alimentación humana, del ganado y de las aves. Hasta el presente, el maíz (Zea mays, Lin), se siembra como un cultivo de rotación en las empresas agrícolas o por pequeños agricultores que, en su conjunto, se dedican a la producción de viandas, vegetales o el cultivo del tabaco. Específicamente se convierte en nuestro país el sostén de la finca campesina siendo uno de los renglones fundamentales en la alimentación animal y humana.

Las semillas de este cereal son atacadas durante el almacenamiento por el Gorgojo (Sitophilus zeamais), provocando daños en la calidad del grano utilizado tanto para la siembra como la destinada para el consumo humano; así como su calidad culinaria. Este insecto, en la mayoría de los casos, inicia su ataque a nivel de campo, pero es en el almacenamiento donde se multiplica con mayor rapidez y donde el daño producido es más intenso.

El poder contar con un método de conservación que permita asegurar y mantener las semillas antes el ataque de plagas en la etapa de postcosecha es de gran importancia, pues garantiza satisfacer los abastecimientos por períodos prolongados de alimentos a la población, las tropas y los animales en situaciones de contingencia y cuando se desate la agresión directa por las tropas enemigas. La satisfacción de las necesidades de alimentos de las tropas y la población en situaciones excepcionales se garantizan territorialmente, para lo cual los municipios crean desde tiempo de paz las condiciones necesarias que le permitan alcanzar su autoabastecimiento.

Por esas razones el desarrollo de tecnologías que garanticen una mayor innovación del potencial productivo de diferentes tecnologías a emplear, permitiendo dar un mayor cumplimiento a estas orientaciones de la estrategia seguida por nuestro país de la lucha de todo el pueblo para enfrentar cualquier agresión del enemigo, lo cual toma mayor importancia en estos momentos de serias amenazas del imperialismo yanqui contra nuestro país.

Los residuos de productos químicos, generalmente usados en el control de insectos en productos almacenados, implican el riesgo de intoxicación de la población humana y animales domésticos que se alimentan de esos productos. El control del ataque de este insecto y de preservar la viabilidad y poder germinativo de las semillas de maíz (Zea mays, Lin) almacenadas, a través de vasijas hermética (pomos plásticos), se presenta como una alternativa segura de conservación.

Según (ONE, 2000) el 87% de la producción de maíz (Zea mays, Lin) que se obtiene en Cuba proviene de los campesinos. Sin embargo, este proceso puede verse afectado por muchos factores, entre ellos se encuentran las pérdidas de las cosechas por concepto de conservación debido al ataque de plagas. En el caso de la CCS Jesús Suárez, se conoce que los productores son afectados por un alto porcentaje de pérdidas de su cosecha de maíz (Zea mays, Lin) por concepto de conservación (Véase Anexo 4), lo que aporta negativamente a la vulnerabilidad económica y alimenticia de las fincas. Esto se corresponde con estudios realizados por investigadores del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA), quienes plantean que en Tejar-La Jocuma las pérdidas varían entre un 30 y 40%.

Por ello nos propusimos como objetivo, comparar un método de conservación tradicional de semillas de maíz (Zea mays, Lin) en sacos con parathión, con el método de conservación en vasijas herméticas.

Esto será logrado a partir de un experimento donde se conserven dos variedades de maíz (Zea mays, Lin) por dos métodos de conservación diferentes, el tradicional (sacos con parathión) y el método de vasijas herméticas (pomos plásticos), lo que nos posibilitará que se comparen estos dos métodos de conservación de semilla a través de pruebas de germinación cada 6 meses registrando el porcentaje de germinación, el porcentaje de pérdida y viabilidad de la semilla de maíz (Zea mays, Lin), entonces estaríamos en condiciones de aplicar métodos estadísticos como pruebas de comparación de proporciones, determinar cuál es el método de conservación que tiene mayor efecto sobre el poder germinativo de la semilla, y el más eficaz para la conservación de granos de maíz (Zea mays, Lin) lo que en un futuro aportará que se reduzcan las pérdidas de cosecha por este concepto.

Revisión Bibliográfica

EL MAÍZ (Zea mays, Lin)

Acorde a los antiguos indígenas, el maíz (Zea mays, Lin) ‘’fue la comida de los dioses que crearon la Tierra’’. Se cree que el maíz (Zea mays, Lin) puede ser originario del sur de México (Taba et al, 2004). El maíz (Zea mays, Lin), es uno de los granos alimenticios más antiguos que se conocen. Pertenece a la familia de las Poáceas (Gramíneas), tribu Maydeas, y es la única especie cultivada de este género. Otras especies del género Zea, comúnmente llamadas teocinte y las especies del género Tripsacum conocidas como arrocillo o maicillo son formas salvajes parientes de Zea mays, Lin.

Zea mays, Lin es la única especie cultivada de las Maydeas de gran importancia económica. Es conocida con varios nombres comunes; el más usado dentro de los países anglófonos es Maize, excepto en los Estados Unidos de América y Canadá, donde se le denomina Corn. En español es llamado maíz (Zea mays, Lin), en francés Maïs, en portugués Milho y en el subcontinente hindú es conocido como Makka o Makki. (Paliwal et al, 2001).

ORIGEN Y EVOLUCIÓN

Aunque se ha dicho y escrito mucho acerca del origen del maíz (Zea mays, Lin), todavía hay discrepancias respecto a los detalles de su origen. Generalmente se considera que el maíz (Zea mays, Lin) fue una de las primeras plantas cultivadas por los agricultores hace entre 7 000 y 10 000 años (Paliwal et al, 2001). (Pérez et al, 1991) plantea que la zona de origen del maíz (Zea mays, Lin) es América Central (México) y que su evolución está estrechamente ligada con el desarrollo de la cultura y la civilización de los pueblos aborígenes de la actual Latinoamérica. Los centros de domesticación y diversidad como Mesoamérica para el maíz (Zea mays, Lin) son zonas promisorias para la conservación en fincas porque ellas exhiben un alto nivel de baja especificidad de diversidad lo que refleja un largo proceso de coevolución entre el cultivo y las poblaciones locales humanas (Pipermo y Flannery, 2001).

El maíz (Zea mays, Lin) fue domesticado hace 6 mil años a partir de su pariente más cercano, el teocintle anual que crece en forma silvestre en México y norte de Centroamérica (Martínez, 2002) y vino a convertirse en la dieta principal alrededor de 3,500 años atrás (Taba et al, 2004).

La evidencia más antigua del maíz (Zea mays, Lin) como alimento humano proviene de algunos lugares arqueológicos en México donde algunas pequeñas mazorcas de maíz (Zea mays, Lin) estimadas en más de 5 000 años de antigüedad fueron encontradas en cuevas de los habitantes primitivos (Wilkes, 1979, 1985 citado por Paliwal et al, 2001). Las mazorcas de los especimenes de Tehuacan, por nuevas medidas, datan 5,500 años atrás sin mostrar introgresión de características de teocintes, pero con las flores pistiladas debajo y las estaminadas en la punta de la espiga (en condición bisexual). Después especimenes de Tehuacan indicaron que cerca de 3,000 años antes hubo un cambio explosivo en la talla de la mazorca. Los especimenes de la cueva de Guila Naquitz, alrededor de 5 km de Mitla, Oaxaca, datan incluso más allá de 6,250 años. Las mazorcas de la cueva de Guila Naquitz indicaron hibridación maize x teosinte por su raquis endurecido (Taba et al, 2004). Este hecho, junto con la proximidad de teocintes silvestre, avala a México como el área geográfica en la que tuvo lugar su domesticación. (MacNeish, 1985).

PRODUCCIÓN

La producción mundial de maíz (Zea mays, Lin) a principios de la década de 1990 ascendió a más de 469 millones de toneladas anuales; por volumen de producción, el maíz (Zea mays, Lin) ocupa el tercer lugar detrás del trigo (Triticum vulgare) y el arroz (Oryza sativa). A lo largo de la década de 1980, la producción de esta especie experimentó un crecimiento neto de casi el 11%, debido al cultivo intensivo y a la abundante aplicación de fertilizantes y herbicidas. Estados Unidos es el primer productor, y acumula más del 40% de la producción mundial. China, Brasil y México son otros importantes países maiceros. (Enciclopedia Encarta, 2000).

La producción en los países desarrollados es destinada a la ganadería e industria, mientras que en los países en desarrollo constituye un grano básico para la población humana. (Quiroga, 1995).

IMPORTANCIA DEL CULTIVO

Hoy el maíz (Zea mays, Lin) es indudablemente importante, junto con el trigo (Triticum vulgare) y el arroz (Oryza sativa) es uno de los tres cereales más importantes del mundo (Taba et al, 2004). Este grano es un excelente alimento para el hombre en diversas regiones del mundo y sobre todo en América (Socorro, 1989). Su significación cultural para esa región es muy similar a la que tiene el arroz (Oryza sativa) para Asia y el Trigo (Triticum vulgare) y la Cebada (Hordeum spp) para el Medio Oriente (Taba et al, 2004). Se consume como plato ocasional, ya sea tierno o seco, en forma de harina, maicena, gofio, tamales, arepas, pinoles, panes, empanadas, pudines, pasteles, sopas, bebidas llegando a definirse que existen más de 160 platos elaborados con maíz (Zea mays, Lin). Los estigmas de él son utilizados para elaborar emolientes de magníficas propiedades diuréticas empleados con éxitos en los cólicos nefríticos (Socorro, 1989). El maíz (Zea mays, Lin) es un alimento que es rico en almidón o carbohidratos, promediando aproximadamente el 71% de la base mundial, pero comparativamente bajo en proteína (9.5%). El germen contiene casi todo el aceite y aproximadamente el 20% de las proteínas del grano completo. La proteína del germen es de buena calidad nutritiva, mientras que la proteína del endospermo es deficiente en dos aminoácidos esenciales, la lisina y el triptófano (ICE/ Peace Corps, 1998).

Para el 2020, la demanda de maíz (Zea mays, Lin) en los países en vías de desarrollo se proyecta que superará la demanda de trigo (Triticum vulgare) y arroz (Oryza sativa). Esto se refleja en un 50% de aumento en la demanda de maíz (Zea mays, Lin) global de 558 millones de toneladas en 1995 a una proyectada de 837 millones de toneladas en 2020. En el mundo en vías de desarrollo solo, la demanda de maíz (Zea mays, Lin) aumentará de 282 millones de toneladas en 1995 a la proyectada de 504 millones de toneladas en el 2020. Aproximadamente 140 millones de hectáreas de maíz (Zea mays, Lin) son globalmente cultivadas. Los productores principales son EE.UU, China, y Brasil, seguidos por Argentina, Sudáfrica, y la Unión Europea. Aproximadamente 96 millones de hectáreas son cultivadas en los países en vías de desarrollo con cuatro países (China, Brasil, México, e India) responsabilizados con más de 50% del total (Taba et al, 2004).

Aunque es usado sobre todo para alimentación animal (78%), principalmente para el ganado, cerdos, y pollería, el 13% es usado como alimento para los humanos, dónde sus aplicaciones son diversas. Por ejemplo, se come como el maíz (Zea mays, Lin) sobre la mazorca, o en formas procesadas como el aceite, almidón, dulcificante, y harina. Tal es su versatilidad que sus derivados también pueden encontrarse en medicamentos como la aspirina y antibióticos, en los cosméticos y jabones, y en un rango ancho de productos industriales (Taba et al, 2004).

Además de los beneficios comerciales, el maíz (Zea mays, Lin) ofrece también varias ventajas científicas significantes (Taba et al, 2004). (Es una planta importante para las investigaciones).

Como alternativa a la desnutrición y baja producción, en diversos países donde el cultivo del maíz (Zea mays, Lin) es importante, en los últimos años se trabaja con los llamados maíces de calidad proteínica (QPM, por sus siglas en inglés: Quality Protein Maize), los cuales contienen hasta 100% más lisina y triptófano que los maíces comunes; de hecho, la calidad proteínica de los maíces QPM es similar a la de la leche (Bressani, 1994).

Es una planta anual, de tallo recto y cilíndrico, raíces poco profunda, además de raíces adventicias colocadas en anillos superpuestos, hojas lanceoladas envainadas y de gran longitud.

En los sistemas tradicionales de Chiapas, múltiples son los factores que limitan la producción, las condiciones ambientales, la genética y el manejo muestran deficiencias (Aguilar, 1996). Sobresalen dentro de estas causas, los arreglos topológicos (distribución intra específica de las plantas), la mala disposición de las semillas en los campos ha propiciado alto grado de competencia, lo que ha repercutido en los rendimientos. Varias investigaciones (Rhodes, 1985; Pedroza y Rivera, 1986; Montero, 1982; Peña y Márquez, 1984; Gómez, 1990 y Ruiz, 1990), han reportado que densidades de población óptimas bajo arreglos adecuados incrementan la producción de manera considerable.

VARIEDADES DE MAÍZ (Zea mays, Lin)

Las variedades locales son generalmente llamadas variedades autóctonas. (Hodking et al, 1993) describen las variedades autóctonas como poblaciones de cultivo morfológicamente identificables, las cuales tienen un grado de integridad genética. Los campesinos cultivan las variedades autóctonas con variabilidad inherente o cultivan variedades varietales (Lafond, 1998).

(Jansen et al, 1992) demostraron la capacidad de los campesinos en la selección de variedades de calidad en el cultivo del fríjol (Phaseolus vulgaris) donde de trece variedades seleccionadas por los campesinos resultaron tener mayor rendimiento respecto a las seleccionadas por los fitomejoradores profesionales.

– Algunas variedades

V. Francisco.

V. Tusón.

V. T-6

V. Jíbara

HD. T66

HD. T77

V. Victoria

Las numerosas variedades de maíz (Zea mays, Lin) presentan características muy diversas: unas maduran en 2 meses, mientras que otras necesitan hasta once. El follaje varía entre el verde claro y el oscuro, y puede verse modificado por pigmentos de color marrón, rojo o púrpura. La longitud de la mazorca madura oscila entre 7.5 cm y hasta 50 cm, con un número de filas de granos que puede ir desde 8 hasta 36 o más. Las variedades se encuadran en seis grupos en función de las características del grano.

En el maíz (Zea mays, Lin) de harina predomina el almidón blando o menos compacto, que facilita la molienda del grano. Se cultiva mucho en los Andes sudamericanos, en los territorios que ocupaba el antiguo Imperio Inca. El maíz (Zea mays, Lin) dulce es el tipo más cultivado para consumo humano directo. El azúcar que produce la planta no se convierte en almidón al madurar, como ocurre en otras variedades. El grano del maíz (Zea mays, Lin) dulce maduro presenta un arrugamiento característico. En la alimentación, el maíz (Zea mays, Lin) se consume tostado, sancochado en agua con cal para la molienda, preparado en discos delgados que se cuecen en un comal (las conocidas tortillas mexicanas), o bien cocido al vapor y cubierto de hojas de plátano (Musa paradisíaca) o de la propia mazorca (tamales). También el maíz (Zea mays, Lin) se ha utilizado desde hace muchos años para hacer una bebida fermentada, y en medicina como base para ciertas sustancias curativas. (Enciclopedia Encarta, 2000).

LOS REQUISITOS CLIMÁTICOS DEL MAÍZ (Zea mays, Lin)

– Lluvia

El maíz (Zea mays, Lin) no regado (nutrido con agua de lluvia) requiere un mínimo de 500 mm de lluvia para producir rendimientos adecuados.

Idealmente, la gran parte de ésta debería caer durante la estación del cultivo, aunque los suelos profundos arcillosos o fangosos pueden guardar hasta 250 mm de lluvias anteriores en la zona de las raíces del cultivo potencial. Cualquiera de los siguientes factores ayuda a aumentar las necesidades de agua del maíz (Zea mays, Lin) (y otros cultivos):

  • Los períodos de cultivo largos causados por temperaturas bajas.
  • Los suelos pocos profundos o arenosos con poca fuerza de absorción.
  • El desagüe excesivo causado por la falta de control de erosión en tierras en declive.
  • La humedad baja, especialmente en combinación con los vientos.

El maíz (Zea mays, Lin) tiene un poco de resistencia contra sequías pero no tiene la tolerancia del sorgo (Andropogon sorgum) y el mijo (Panicum miliaceum). (Leonard, 2000).

– Riego

El consumo de agua del maíz (Zea mays, Lin) es relativamente bajo comparándolo con otra planta tropical y varía según el subperíodo vegetativo. Los períodos críticos son:

Germinación, brotación, floración y formación del grano. En este último es donde hay un mayor consumo de agua.

Para lograr altos rendimientos la planta requiere agua durante todo el ciclo vegetativo, pero si se produce en exceso esta agua se pierde y en los suelos que no tienen buen drenaje produce la asfixia de la planta, que si es prolongada puede llegar a producir la muerte de la misma. El déficit limita los rendimientos.

El maíz (Zea mays, Lin) requiere de 3600- 5000 m3 de agua por hectárea para todo su ciclo vegetativo. De ellos, 1600- 2000 m3/ha desde la siembra hasta el inicio de la floración, 1400- 1750 m3/ha durante la floración y formación de los granos y de 600- 1250 m3/ha para el desarrollo y crecimiento del grano. (Rabí, 2001).

En nuestro país, la desigualdad de las lluvias y la enorme cantidad de elementos nocivos, constituyen los dos factores climáticos que de forma permanente se encuentran en interacción negativa con el cultivo del maíz (Zea mays, Lin). (Quesada, 1989).

– Temperatura

La tasa de crecimiento óptima del maíz (Zea mays, Lin) aumenta con temperaturas hasta 32- 35 ºC si la humedad del suelo es abundante, pero aminora un poco con temperaturas entre 27- 30 ºC cuando la humedad es sólo adecuada. Si la humedad de la tierra es baja, la temperatura para el crecimiento óptimo baja a 27 ºC o menos. A temperaturas de 10 ºC o menos, el maíz (Zea mays, Lin) crece muy despacio si llega a crecer, y queda susceptible a las heladas. A pesar de esto, las temperaturas en exceso de 32 ºC reducen los rendimientos si ocurren durante la polinización. Los rendimientos también se reducen con temperaturas nocturnas excesivamente altas, porque éstas apuran la tasa de respiración de la planta y la "quemadura" de las reservas para el crecimiento. (Leonard, 2000).

La media óptima diaria de temperatura durante junio, julio y agosto en el cinturón maicero de Estados Unidos es de aproximadamente de 22 ºC, con una variación de temperaturas entre el día y la noche comprendida entre 30 ºC (Diurnos) y 15 ºC (Nocturnos). Sin embargo, algunos investigadores han determinado que la temperatura óptima durante la noche debe ser de alrededor de 18 ºC, y comprobaron que disminuye el rendimiento en un 40% si la temperatura asciende a 29 ºC y en un 3% si desciende a 16.5 ºC. (Quesada. y Facundo, Enero de 1998).

Temperaturas medias mensuales…………………………………………..25.5ºC.

Temperaturas medias mensuales de las máximas diarias…………29.9 ºC.

Temperaturas medias mensuales de las mínimas diarias………….21.0 ºC.

(Quesada y Facundo, Enero de 1998).

– Requerimientos de Suelo

El maíz (Zea mays, Lin) crece bien en varios suelos si el desagüe es bueno (sin saturación en agua). El mejor desarrollo se produce en suelos de textura media, profundos, con buen drenaje. (Rabí, 2001). Tiene un sistema de raíces profundo (hasta 185cm) y se beneficia de suelos profundos que permiten el almacenamiento de agua durante sequías. El valor Ph óptimo para el maíz (Zea mays, Lin) es entre 5.5- 7.5, aunque algunos suelos tropicales producen buenas cosechas con un valor Ph de 5.0 (muy ácido). (Leonard, 2000).

– Fertilización del Maíz (Zea mays, Lin)

La presencia de los elementos nutritivos en las cantidades disponibles suficientes para el desarrollo de la planta es condición primordial para un rendimiento óptimo. El maíz (Zea mays, Lin) consume alrededor de 100- 150 Kg de nitrógeno para producir unas 5 t/ha de grano.

Cuando no se dispongan de los estudios agroquímicos necesarios se emplearán las cantidades de nutrientes por hectárea: Nitrógeno (100- 150 Kg/ha), Fósforo (60- 100 Kg/ha) y Potasio (100- 180 Kg/ha). (Rabí, 2001).

Por problemas de la baja fertilidad de los suelos pinareños (T- Baja) el ISPR (Instituto de Suelos de Pinar del Río) propuso otras relaciones de bases.

N – de 100 a 150 Kg/ha

P2 O5 – de 25 a 52 Kg/ha

K2 O – de 150 a 300 Kg/ha

Materia orgánica

  • Más de 4 (Muy alto)
  • 4 ( Alto)
  • 2- 3 (Bajo)
  • Menos de 2 (Muy bajo)

Fósforo

  • Menos de 15 (Bajo)
  • 15 a 30 (Medio)
  • Más de 30 (Alto)

Potasio

  • Menos de 10 (Bajo)
  • 10 a 20 (Medio)
  • Más de 20 (Alto)

Relación óptima de bases.

  • 60% Ca+
  • 12% Mg+
  • 6% K+
  • 2% Na+

SST (Porciento de Saturación).

Por debajo de 50% es bajo, 90 o más es muy bueno.

Según la DSM (Dirección de Suelos del MINAGRI) las relaciones de bases para toda Cuba son:

Relación óptima de bases.

  • 75% Ca+
  • 15% Mg+
  • 7% K+
  • 3% Na+

ÉPOCA DE SIEMBRA

Este cultivo admite siembra durante todo el año, sin embargo deben tenerse en cuenta los objetivos de la producción de maíz (Zea mays, Lin) tierno o grano seco). Para el caso de grano seco hay que considerar que la siembra se realice en un momento que garantice la cosecha en condiciones de baja humedad ambiental. El mejor período de siembra es desde Agosto hasta Abril para la producción de granos y de maíz (Zea mays, Lin) tierno ya que es cuando se alcanzan los mayores rendimientos y se presentan menos dificultades desde el punto de vista fitosanitario y del clima, facilitándose las labores de cultivo y de cosecha. La siembra fuera de estos períodos tiene mayores dificultades debido a problemas climáticos, independientemente de la temporada ciclónica, en la que pueden producirse grandes afectaciones. (Rabí, 2001).

La siembra se podrá realizar desde el 15 de septiembre al 31 de marzo.

Las fechas óptimas son:

1- Período seco: Del 15 de noviembre al 15 de diciembre, para la producción de granos y hasta el 15 de febrero para la producción de maíz (Zea mays, Lin) tierno.

2- Período húmedo: Desde el 16 de diciembre hasta el 10 de abril, tanto para la producción de granos como para maíz (Zea mays, Lin) tierno.

SEMILLA

La semilla tendrá no menos del 97% de pureza y un valor germinativo no inferior al 85% para que permita lograr una población aceptable durante la brotación. Se necesita teóricamente de 14- 20 Kg de semilla para sembrar una hectárea. (Rabí, 2001).

Conservación de semillas: En algunos casos se acostumbra a impregnar la semilla con agua-kerosene para evitar el ataque del gorgojo (Sitophilus zeamais) o de la hormiga (Solenopsis germinata) cuando ya está sembrada. También se puede emplear ceniza espolvoreada o aceite vegetal con el mismo fin. En este último caso, la semilla sí es apta para la alimentación, por lo que también es una técnica que nos sirve para almacenar los granos para el consumo. Otra forma de almacenar la semilla es colocándola entre capas alternadas de hojas de eucalipto o aguacate.

Para conservar las semillas en la mazorca los campesinos han empleado diferentes técnicas, algunas de las cuales se describen a continuación:

– Las semillas mazorcas se colocan en un parapeto, colgadas encima del fogón, donde puedan recibir el humo que les ayuda a protegerse de la plaga gorgojo (Sitophilus zeamais). En este caso se cuelga la mazorca, que aún conserva el capacho, amarrada de la punta con una hoja de éste mismo, buscando que quede bien ajustada. Bajo estas condiciones la semilla puede durar de 2 a 3 años.

– Hay otra técnica que se empleaba (información de Genaro González, vereda Alaska) que consistía en colocar las mazorcas sin descapachar en forma de columna con las puntas hacia adentro. Al tener la primera hilera en redondo se le echaba ceniza caliente, luego se colocaba otra nueva hilera y se agregaba ceniza, así se continuaba sucesivamente hasta formar una columna o pilastra. (Jorge E. Giraldo Moreno y Erminsu I. Pabón. Julio, 2005).

Secado

Normalmente el maíz (Zea mays, Lin) se recoge del campo con un contenido de 20-25% de humedad, el cual es excesivamente alto para un almacenamiento correcto. Para reducir la humedad del grano se puede usar el secado natural solar o el secado artificial. En cualquiera de ambos casos es imprescindible saber en que momento se debe detener el secado. Los conocimientos acerca de la relación que existe entre el contenido de humedad y el comportamiento de la semilla y los diferentes factores de estrés ayudarán a tomar las decisiones apropiadas.

Cuando la humedad del grano se encuentra entre 45 y 60% puede tener lugar el proceso de germinación. Por debajo de 45% y entre 18 y 20%, la respiración de los granos y de los microorganismos es extremadamente alta y el calentamiento puede alcanzar temperaturas lo suficientemente elevadas como matar el germen.

Cuando la humedad del grano se encuentra entre 14 y 20%, pueden crecer mohos y la infección es más severa en granos rajados o rotos (Christensen y Kaufmann, 1969).

Los granos con menos de 10% de humedad no proporcionan un ambiente favorable para la reproducción y el desarrollo de los insectos de los granos almacenados.

La semilla y el grano deben ser llevados a un nivel de contenido de humedad que garantice un almacenamiento seguro. Esto puede ser hecho por los agricultores en sus propias fincas usando procesos de secado tradicional, rústicos, más o menos económicos, o puede ser hecho con la ayuda de secadores mecánicos, con un mayor costo, pero con la posibilidad de obtener un producto de mejor calidad.

Almacenamiento y conservación de la semilla previa a la siguiente siembra

Algunas familias acostumbran solear las mazorcas durante 10 a 15 días antes de almacenarlas. En las áreas frías, las mazorcas se almacenan en el corredor, la cocina o el tapanco de la casa. En los dos primeros casos, las mazorcas no se deshojan completamente, se les dejan algunas hojas para amarrar dos mazorcas las mancuernas así formadas se cuelgan de un travesaño, ya sea en el corredor o en la cocina. La finalidad del primer método es que los granos puedan ventilarse, mantener su humedad natural y a la vez se prevengan las plagas del grano. El objeto del segundo método es que el humo del fogón sirva como repelente y que la cercanía al fuego contribuya a secar el grano. Las mujeres indican que el nixtamal con el cual se hacen las tortillas rinde más cuando el maíz (Zea mays, Lin) está bien seco.

Las mazorcas deshojadas o sin deshojar, frecuentemente se almacenan en el tapanco de la casa, el cual puede tener una base de tablas de ciprés y un techo de tejamanil o lámina de zinc. Las mazorcas se van bajando, según las necesidades, para consumo, venta o semilla.

En la zona templada predomina el almacenamiento de las mazorcas en los tapancos. Pero también se guardan deshojadas o sin deshojar en trojes, (ya sean las tradicionales o las mejoradas). Se asemejan a un corral con un entarimado que está a una altura de 0.50 a 1.00 metro, lo cual protege el producto de los roedores. El techo puede ser de lámina de zinc acanalada o de tejas, las trojes tradicionales de mayor capacidad pueden almacenar hasta 50 redes de mazorcas que equivalen aproximadamente a 75 quintales.

En la zona cálida, la tabulación de la encuesta indica que el almacenamiento del grano se realiza en tapancos (20%), trincheras (60%) y silos de lámina (20%). En el segundo caso, las mazorcas (desnudas o con doblador) se almacena en costales de yute o rafia. Los costales se cierran y se apilan sobre tarimas de madera. En el tercer caso, los silos se construyen con láminas lisas de zinc.

En la zona occidental y norte, las mazorcas deshojadas, sin deshojar, o el maíz (Zea mays, Lin) ya desgranado se guarda en cajones de madera. En estos casos, la mayoría de las familias de las cuales se obtuvo información en la encuesta utiliza productos químicos para evitar que los insectos dañen los granos almacenados. Una minoría consciente del daño que provocan los agroquímicos, utilizan alternativas orgánicas como cal, ceniza, chile seco y molido y flor de muerto (Tagetes erecta L.) como repelente para el gorgojo del grano. (FAO, 2001).

Para prevenir el ataque por insectos y hongos de los granos almacenados, estos deben ser tratados con un insecticida o protector de los granos. Los protectores de granos son insecticidas que cuando se aplican a estos previenen el inicio de las infestaciones; sin embargo, no son adecuados para controlar infestaciones fuertes en el producto en el momento del tratamiento. En estos casos, los granos deben ser tratados con fumigantes.

Solamente aquellos insecticidas que han sido específicamente aprobados como protectores de los granos pueden aplicarse con seguridad. Para que un insecticida sea considerado un protector de granos debe presentar varias características: ser efectivo contra una amplia variedad de plagas a dosis económicas; ser de uso seguro y no dejar residuos peligrosos; no ser tóxico al grano y a los consumidores del grano, sin afectar la calidad, el gusto o el olor del mismo; ser aceptable en el comercio internacional, o sea no ser explosivo ni corrosivo.

Hay muchos informes sobre la efectividad de un gran número de insecticidas para el control de los insectos de los granos almacenados. Sin embargo, solo los siguientes han sido aprobados y son usados comercialmente: bioresmethrin, bromophos, carbaryl, chlorphyrifos-metilo, dichlorvos, fenitrothion, lindano, malatión, pirimiphos-metilo, butóxido de piperonilo y piretrinas. Para comparaciones, la LD50 (dosis letal) de un insecticida muy tóxico, Etil-paratión, es 6-15 mg/kg.

La dosis de estos protectores para ser usados en los granos de maíz (Zea mays, Lin) dependerá si es destinado a ser utilizado como alimento o para semilla. Por ejemplo, si se usa malatión para proteger la semilla de maíz (Zea mays, Lin), la dosis recomendada es de 125 g/100 kg de polvo al 1,0%; sin embargo, si el grano es para consumo, la dosis debe ser reducida a la mitad de la dosis anterior (Lindblad y Druben, 1980).

En los trópicos, a causa de las condiciones climáticas, el maíz (Zea mays, Lin) no se seca en el campo lo suficiente como para permitir su desgranado inmediato. Algunas veces el agricultor no posee el equipo necesario para desgranar después de la cosecha; por lo tanto, los agricultores deben almacenar las mazorcas, con o sin las espatas, en construcciones rústicas hasta que se sequen y puedan ser desgranadas para el consumo o la venta. Este proceso puede durar de 6 a 8 meses.

Las construcciones rústicas para almacenamiento pueden ser hechas de paja trenzada, barro, madera, bambú o metales. Su tamaño y forma dependerán sobre todo de la imaginación y habilidad del agricultor así como del volumen de grano que acostumbra manejar. Por la mayor parte, estas construcciones suelen ser ineficientes porque no tienen bastante aislamiento de las altas temperaturas y humedades relativas que normalmente ocurren en los climas tropicales. Con algunas excepciones, muchas de estas construcciones no son a prueba de roedores, no presentan una barrera física contra las infecciones de insectos a los granos almacenados y no facilitan la fumigación de los granos para el control de los insectos.

Se han diseñado ciertas construcciones rústicas (Lindblad y Druben, 1980) que tienen el objetivo de mejorar las construcciones de los agricultores, con el objetivo de mantener los granos frescos y secos y de protegerlos de insectos y roedores. Los graneros son de tamaño, diseño y materiales variables pero todos deben reunir las mismas especificaciones básicas para que sean a prueba de roedores y protegidos de la lluvia; además deben ser construidos de tal manera que permitan pasar el aire a través de las mazorcas. La construcción de los graneros sobre postes elevados por encima del nivel del suelo, hará que sean de más difícil acceso para que los roedores lleguen al grano. Un techo impermeable hecho de chapas metálicas o de hojas de palma protegerá el maíz (Zea mays, Lin) de la lluvia. Las paredes de los graneros hechas de bambú, postes de madera o ramas de árboles deberán tener aberturas lo suficientemente grandes como para permitir un buen pasaje del aire, pero por las cuales no puedan caer las mazorcas. Para que haya un secado eficiente del grano, los graneros no debería ser de más de un metro de ancho, de lo contrario el aire no circulará entre las mazorcas, causando el calentamiento del grano y el posible ataque de mohos. Para tener condiciones de almacenamiento adecuadas y usando materiales de construcción locales, (Lindblad y Druben, 1980) recomiendan seguir las siguientes reglas básicas:

  • Secar el grano a 12-13% de contenido de humedad antes de almacenarlo.
  • Limpiar cuidadosamente todo el granero quitando restos de grano, paja, insectos, polvo, etc, antes de poner el nuevo grano.
  • Mantener el grano fresco y protegido de cambios importantes de la temperatura exterior; esto se puede obtener construyendo el granero con materiales aislantes y erigiendo la construcción en un lugar sombreado y pintándola de blanco.
  • Usar insecticidas protectores del grano para mantenerlos libres de insectos.
  • Hacer los graneros a prueba de roedores, por ejemplo sobre postes y protegiéndolos con conos de metal para que aquellos no puedan trepar.
  • El granero debe ser impermeable; se debe construir con materiales repelentes del agua, sobre todo para los casos de abundantes lluvias y en los que el agua no filtre; también se debe colocar en lugares altos, a salvo de inundaciones.

Todos estos elementos contribuirán a reducir el deterioro del grano, pero las mejores condiciones de almacenamiento estarán siempre dadas por un depósito bien diseñado y donde la temperatura y la humedad puedan ser debidamente controladas.

En ambos tipos de construcciones, tanto en las rústicas como en los depósitos comerciales, después de algún tiempo de haber almacenado los granos será necesario hacer una desinfectación. Las infestaciones pueden ocurrir como consecuencia del almacenamiento de granos ya infectados en el campo secado insuficiente del grano; tratamiento con protectores incorrecto; protectores sin efecto residual; y condiciones que favorecen la invasión de insectos, lo que es común en graneros rústicos.

Para detectar la presencia de insectos de los granos almacenados, estos deben ser inspeccionados por lo menos mensualmente. La inspección de los granos consiste en tomar muestras manuales del centro y cerca de las paredes, pero es recomendable tomar muestras con un calador en varias partes y a distintas profundidades de la masa de grano.

Acerca del papel de la mujer en la evolución y conservación del maíz (Zea mays, Lin)

Para conocer el papel de la mujer en la conservación de las variedades tradicionales es necesario desglosar las distintas actividades que la misma juega en las decisiones que se toman con respecto a qué tipo de material genético utilizar. Está claro que el tipo de agricultura desarrollada en el área de estudio favorece el sistema de policultivo o sea el sistema tradicional, lo cual conlleva como ya ha sido discutido, a favorecer la conservación del recurso genético maíz (Zea mays, Lin). Además, se ha documentado que el maíz (Zea mays, Lin) forma parte primordial en la alimentación de la población huehueteca ya que se consume en muchas formas; y finalmente, se ha demostrado que la mujer participa activamente en el proceso de producción agrícola del maíz (Zea mays, Lin), principalmente en lo relativo a labores de postcosecha. Sin embargo, quién toma la decisión referente a qué tipo de agricultura desarrollar, qué tipo de maíz (Zea mays, Lin) utilizar de acuerdo a los requerimientos culinarios, y en general quién es el que manipula los móviles de selección, el hombre o la mujer, o ambos. Alguna respuesta parcial se ha obtenido al demostrarse que la mujer es la encargada en la mayoría de los casos de desgranar las mazorcas previamente seleccionadas para ser utilizada como semilla para el siguiente ciclo de cultivo. De esta manera, los granos son desgranados y seleccionados por las mujeres. Esta técnica de cosecha a mano representa una fase de la selección artificial intensiva, permitiéndoles el mantenimiento de las características de las variedades locales así como dando la oportunidad a las "agricultoras" de reconocer y propagar atractivas mutaciones o híbridos nuevos.

Sobre la base de la presente investigación, sin embargo, la respuesta a la pregunta inicial sobre "el papel de la mujer en la conservación en el recurso genético de maíz (Zea mays, Lin)", solamente se puede adelantar que la mujer juega un papel importante a partir de su participación determinante en el proceso de selección de semillas, tanto como material de siembra como a partir de la selección del grano debido a sus propiedades culinarias. No obstante la cuantificación de esa participación en futuras investigaciones permitirá evaluar el peso específico que la contribución de la mujer tiene y ha tenido en el pasado en la preservación de determinadas variedades del grano y su contribución en la conservación de los recursos genéticos aún presentes en el Departamento de Huehuetenango. (FAO, 2001).

Calidad de semilla

El concepto de calidad de semilla es complejo pero alude fundamentalmente a tres factores: viabilidad, potencial de germinación y vigor del lote de semillas.

"La viabilidad nos habla del estado particular de cada semilla, nos dice si está viva, que es el prerrequisito básico para que pueda germinar", explicó Craviotto, didáctico.

Sin embargo, no todas las semillas vivas tienen la capacidad de germinar. Por lo que el potencial de germinación, es el segundo aspecto que hay que estudiar al analizar la calidad.

En Argentina, la semilla de maíz (Zea mays, Lin), para que pueda comercializarse, debe alcanzar un 90% de poder germinativo. Ese porcentaje se obtiene por pruebas en las que "se somete la semilla a condiciones de laboratorio que son lo más cercanas posibles a las óptimas para la especie nivel de humedad, temperatura, sustrato, luminosidad, entre otras que obligan a la semilla a germinar de manera rápida y uniforme. Si eso no sucede estamos ante un lote con fallas importantes en este aspecto".

Otra cosa que puede pasar es que, una vez implantada en el campo, que es lote de producción real, la semilla no se comporte como en la etapa de control de potencial de germinación.

Esto puede deberse, "a que las condiciones de germinación en el campo suelen alejarse de las óptimas porque ahí no controlamos el contenido de humedad del suelo, ni el grado de encostramiento que pueda tener, o la carga de patógenos, hay una serie de elementos del ambiente que no son controlables".

Por eso los valores que aparecen en el marbete como potencial de germinación no garantizan el rendimiento, ni siquiera cuando se siembra el mejor maíz (Zea mays, Lin), de la última campaña.

La incidencia del ambiente de producción siempre incierta evidencia la importancia de la tercera variable que define la calidad: el vigor. Esta variable, "describe la capacidad de germinación y emergencia de las plántulas cuando las condiciones del ambiente no son las óptimas". (Romina Gianfelici, 2003.)

Características de una buena semilla

En todo cultivo es imprescindible tener en cuenta la calidad de la semilla para el éxito del mismo. La semilla es el material de partida para la producción y es condición indispensable que tenga una buena respuesta bajo las condiciones de siembra y que produzca una plántula vigorosa a los fines de alcanzar el máximo rendimiento.

Desde un punto de vista sustentable, es imposible obtener una buena cosecha si no se parte de una semilla de calidad, ya que un cultivo puede resultar de una calidad inferior a la semilla sembrada, pero nunca mejor que ella. Si bien a través de prácticas post cosecha, como el secado, acondicionamiento y limpieza de semillas, es posible mejorar la calidad de la semilla cosechada, siempre es necesario evaluar la relación costo beneficio.

Propiedades que deben reunir los lotes de semilla de calidad

Genuidad: El lote de semillas debe responder a la especie y cultivar deseado.

Pureza: Estar libre de semillas extrañas, de semillas de malezas u otros cultivares o especies.

Limpieza: Las semillas deben estar libres de materias extrañas como palillos o tierra.

Sanidad: Estar libre de plagas y enfermedades.

Viabilidad: La viabilidad de las semillas es el período de tiempo durante el cual las semillas conservan su capacidad para germinar. Es un período variable y depende del tipo de semilla y de las condiciones de almacenamiento.

Vigor: Las semillas deben germinar y desarrollar una plántula normal en situaciones de siembra desfavorables.

Viabilidad y pureza son los dos atributos que intervienen en las fórmulas para determinar la densidad de siembra, por lo que su conocimiento es fundamental. El ensayo de germinación o poder germinativo (PG) es el más aceptado para evaluar la viabilidad de las semillas y el objetivo es determinar la potencialidad de las semillas para desarrollar plántulas normales y producir una implantación rápida y pareja de los cultivos en condiciones óptimas. Sin embargo, los resultados de PG obtenidos en laboratorio frecuentemente no se correlacionan con los obtenidos a campo, porque no siempre se dan condiciones óptimas de siembra. Por esta razón, se ha elaborado un nuevo concepto que se ajusta mejor a la realidad y es el concepto de vigor, para lo cual se desarrollaron distintas pruebas de germinación que simulan condiciones de siembras desfavorables como el estrés hídrico, la resistencia mecánica, pruebas de frío, entre otras.

Estos análisis se realizan en los laboratorios de semillas inscriptos en el "Registro Nacional de Laboratorios" para análisis de semillas, y que otorgan certificados de calidad para la comercialización de semillas. Además, los servicios que brindan dichos laboratorios son de utilidad para los productores que desean corroborar la calidad de la "semilla de uso propio" (aquella guardada de una cosecha anterior) o adquirida en el comercio como certificada. De tal manera, que le permita calcular en forma precisa la densidad de siembra.

Viabilidad y longevidad de las semillas

Una consideración importante es la del lugar que ocupan las semillas en la conservación de la biodiversidad y como fuente de material para el mejoramiento. Las semillas son repositoras de genes, por lo tanto, deben ser adecuadamente almacenadas y preservadas. Por otro lado, los máximos niveles de longevidad y calidad de las semillas dependerán de la eficiencia con la cual se realice el almacenamiento.

Una vez maduras, las semillas pierden humedad en la planta madre hasta valores que oscilan entre un 14 y 20%, momento en el que es posible su cosecha. De ser necesario, posteriormente, se procede a un secado natural o artificial de las mismas a contenidos de humedad de alrededor del 8% o inferiores, para su almacenamiento. Las semillas que muestran este comportamiento y que pueden ser almacenadas durante largos períodos, son las denominadas ortodoxas.

Como regla general, la longevidad de la semilla se duplica por cada 1% en que se reduce su porcentaje de humedad o cada 5°C en que se disminuye la temperatura durante el almacenamiento. Además, si las semillas se acondicionan en envases sellados con una humedad de 5-7% a -18°C pueden mantener su viabilidad por un siglo. Son ejemplo de semillas ortodoxas la mayoría de las especies cultivadas. (Peretti. A, 1994).

La Germinación

Se llama germinación al acto por el cual la semilla en estado de vida latente entra de pronto en actividad y origina una nueva planta. Dado que el embrión contenido en la semilla presenta diferentes características dependiendo de si pertenece a las monocotiledóneas o a las dicotiledóneas, deberemos estudiar la germinación de cada una por separado.

Germinación y plántula de monocotiledóneas. Maíz (Zea mays, Lin).

En primer lugar el maíz (Zea mays, Lin) se hincha como consecuencia de la absorción de agua lo que genera un ablandamiento del pericarpio (cobertura del fruto) y de los tejidos internos. En este momento la coleorriza se rasga permitiendo que asome la radícula hacia el exterior.

Luego, el coleoptile se abre paso hacia la superficie a través de la tierra protegiendo a la plúmula en su interior. En el caso del maíz (Zea mays, Lin) el cotiledón permanece siempre bajo tierra.

La radícula cambia su anatomía y se transforma en la raíz primaria.  

El coleoptile se rasga permitiendo que asomen las primeras hojas.

A los siete días aproximadamente la raíz primaria deja de crecer, se seca y muere. Comienzan a aparecer entonces otras raíces a nivel del nudo cotiledonal llamadas raíces adventicias.

Las primeras hojas se expanden y comienzan a fotosintetizar pero permanecen envolviendo al meristema apical (desde donde se desarrollará el resto de la planta).

A partir del meristema apical se desarrollan nuevas hojas envainadoras las cuales marcarán diferentes sitios de localización de los nudos. Estos nuevos nudos difieren del nudo cotiledonal. (Virginia y González, 2000).

Algunas semillas son capaces de germinar inmediatamente después de haber completado su desarrollo, inclusive antes del tiempo normal de cosecha. Sin embargo, luego de que el crecimiento del embrión se detiene y el contenido de humedad disminuye, las semillas de muchas especies habitualmente atraviesan por un período de inactividad o latencia. Durante esta etapa, el embrión mantiene una mínima respiración y es cuando está mejor capacitado para resistir las condiciones desfavorables del medio.

El proceso de germinación, es esencialmente la reiniciación del crecimiento del embrión una vez superado el período de latencia y cuando las condiciones de temperatura, luz, disponibilidad de oxígeno y agua son las adecuadas.

Independientemente del tiempo entre la madurez de la semilla y la reactivación del crecimiento, la germinación se puede caracterizar por su patrón trifásico. La fase I de imbibición, es un proceso físico cuya fuerza directriz está determinada por la diferencia de potencial agua entre la semilla y el sustrato que la rodea. Una vez incorporada una cierta cantidad de agua, que varía según la especie, comienza la fase II de activación metabólica. Durante esta fase en la que predominan los procesos catabólicos, se activan las enzimas para el desdoblamiento y movilización de las reservas (almacenadas ya sea en el embrión, endosperma o perisperma) hacia el eje embrionario donde el tejido quiescente se vuelve metabólicamente activo. La fase III de crecimiento o germinación propiamente dicha se inicia al producirse elongación celular y división celular

El primer signo de que la germinación se ha completado es la evidencia de la emergencia de la radícula que ha atravesado el tejido que la rodea.

Un hecho interesante es que la ruptura de la cubierta seminal y emergencia de la radícula no siempre es precedida por actividad mitótica y un aumento del número de células, sino por el contrario, en la mayoría de las semillas se produce por un alargamiento celular, como en el maíz (Zea mays, Lin), las cebadas (Hordeum spp) y la arveja (Pisum sativum). En los pinos (Pinus spp.) mitosis y alargamiento celular se producen simultáneamente.

Inicialmente, luego de la emergencia, la plántula pasa por un estado de transición durante el cual produce algunos asimilados pero aún depende del desdoblamiento de las sustancias de reserva. En la medida que la plántula se fija firmemente en el suelo y gradualmente se independiza de los tejidos de reserva ya exhaustos, se completa el proceso. De este modo, cuando la plántula comienza a absorber agua y a fotosintetizar en forma completamente autónoma, es posible afirmar que ha completado el proceso de germinación y se ha establecido convirtiéndose en un organismo autótrofo.

En síntesis, la germinación es un proceso inverso al desarrollo de la semilla y ambos forman parte del ciclo agronómico de los cultivos.

En el caso de gramíneas como el trigo (Triticum aestivum) y maíz (Zea mays, Lin) presentan Germinación hipogea.

Factores que afectan a la germinación

Los factores que afectan a la germinación los podemos dividir en dos tipos:

Factores internos (intrínsecos): Propios de la semilla; madurez y viabilidad de las semillas.

Factores externos (extrínsecos): Dependen del ambiente; agua, temperatura y gases.

Tipos de germinación

Germinación epigea

En las plántulas denominadas epigeas, los cotiledones emergen del suelo debido a un considerable crecimiento del hipocotilo (porción comprendida entre la radícula y el punto de inserción de los cotiledones). Posteriormente, en los cotiledones se diferencian cloroplastos, transformándolos en órganos fotosintéticos y, actuando como si fueran hojas. Finalmente, comienza el desarrollo del epicotilo (porción del eje comprendida entre el punto de inserción de los cotiledones y las primeras hojas). Presentan este tipo de germinación las semillas de cebolla, ricino, judía, lechuga, mostaza blanca.

Germinación hipogea

En las plántulas hipogeas, los cotiledones permanecen enterrados; únicamente la plúmula atraviesa el suelo. El hipocotilo es muy corto, prácticamente nulo. A continuación, el epicotilo se alarga,  apareciendo las primeras hojas verdaderas, que son, en este caso, los primeros órganos fotosintetizadores de la plántula. Este tipo de germinación lo presentan las semillas de los cereales (trigo (Triticum vulgare), maíz (Zea mays, Lin), cebada (Hordeum spp), etc.), guisante, haba, robles, etc.   (García Breijo, F.J., Roselló Caselles, J. y Santamarina Siurana, M. Pilar, 2001)

LABORES DE CULTIVO

Se ha establecido que el tiempo crítico de competencia de las malezas con el maíz (Zea mays, Lin) es durante los primeros 30 días y los que germinan después que el maíz (Zea mays, Lin) ha completado su fase inicial de crecimiento (a los 30- 35 días) tienen un efecto muy insignificante sobre el rendimiento. Cuando se aplique herbicida y no se observe deficiencia de fósforo, solamente se hará una labor de aporque a los 25- 30 días si el control ha sido efectivo en los suelos sueltos, si el suelo se ha compactado, a los 12- 15 días después de la brotación se le dará una labor de cultivo con vistas a aflojar la capa endurecida. (Rabí, 2001).

Si se aplica el herbicida en bandas, se darán las labores de cultivo necesarias para mantener limpia la parte no tratada, evitando no mover el suelo de la parte tratada.

Entre los herbicidas el Gesaprim 80 es el más recomendado; debe tenerse en cuenta que varias especies de hierba son resistentes, siendo las más importantes:

Sorghum halepense Pens (Don Carlos)

Rottboellia exactata L. (Zancaraña)

TAXONOMÍA (SOCORRO Y MARTÍN, 1989)

División………..Macrophyllophyta

Subdivisión…….Magnoliophytina

Clase…………Nymphaespsida

Órden………..Poales

Familia……..Poaceae

Género………Zea

Especie……..Zea mays L.

MORFOLOGÍA

El cultivo del maíz (Zea mays, Lin) es de régimen anual. Su ciclo vegetativo oscila entre 80 y 200 días, desde la siembra hasta la cosecha. La estructura del maíz (Zea mays, Lin) es la siguiente:

  1. Planta. Pueden ser desde 40 a 60 cm las variedades enanas hasta 200 a 300 cm las gigantes.
  2. Tallo. Es cilíndrico; constituido por una epidermis impermeable y transparente, es simple erecto, de elevada longitud pudiendo alcanzar los 4 metros de altura, sin ramificaciones. Por su aspecto recuerda al de una caña, no presenta entrenudos y si una médula esponjosa si se realiza un corte transversal. El número de nudos varía de 8 a 25.
  3. Hoja. La vaina de la hoja forma un cilindro alrededor del entrenudo, pero con los extremos desunidos. El número de hojas por planta varía entre 8 y 25.

4. Sistema radicar. Órgano de anclaje y absorción de agua y nutrimentos, constituidos por diversos tipos de raíces.

4.1 Raíz seminal o principal.  Está representada por un grupo de una a cuatro raíces, que pronto dejan de funcionar. Se originan en el embrión. Suministra nutrientes a las semillas de las primeras dos semanas.

4.2 Raíces adventicias. El sistema radicar de una planta es casi totalmente de tipo adventicio, pudiendo alcanzar los 2 metros de profundidad.

4.3 Raíces de sostén o soporte. Este tipo de raíces se originan en los nudos, cerca de la superficie del suelo. Las raíces  de sostén realizan la fotosíntesis.

4.4 Raíces aéreas. Son raíces que no alcanzan el suelo.

El maíz (Zea mays, Lin) tiene flores masculinas y femeninas en la misma planta. Las flores son: estaminadas (masculinas) presentes en la espiga o pistiladas (femeninas) las mazorcas.

La flor masculina se presenta en forma de espiga, las cuales están formadas por glumelas, estambres, y un pistilo rudimentario. (Cerda y Posada, 1991).

DIVERSIDAD BIOLÓGICA

Nuestro sustento está basado en la diversidad biológica que junto con nosotros, los humanos conforma la vida de este planeta. Son los alimentos que comemos: cultivos, frutas, animales, peces, raíces y cortezas; las plantas medicinales que nos curan; los árboles y tantas otras plantas que nos aportan materiales para vestirnos, cobijarnos y cantidad de otros servicios; y los incontables microorganismos en la base de todas las cadenas de vida.

Aún en la actualidad el 60% de la humanidad cultiva y recolecta para el autoconsumo, y un 80% utiliza plantas medicinales para el cuidado de su salud.

La conservación y el uso de la diversidad fitogenética son fundamentales para satisfacer las necesidades del desarrollo futuro del mundo. Se estima que la población terrestre se duplicará o triplicará antes de estabilizarse a finales del siglo XXI. Todo ello creará fuertes presiones en el ambiente y requerirá un enorme aumento en la producción de bienes alimentarios y no alimentarios. Es por esto que el Fitomejoramiento Participativo toma importancia significativa cuando busca la conservación de los recursos fitogenéticos mantenidos por años en las fincas de los campesinos. (Instituto Internacional de recursos Fitogenéticos, 2000).

PARÁSITOS DEL MAÍZ (Zea mays, Lin)

El maíz (Zea mays, Lin) está expuesto al ataque de numerosos parásitos e insectos. Un importante grupo de hongos ataca las raíces, los tallos y las mazorcas y provoca una podredumbre que merma el rendimiento y daña la calidad del grano. El tizón del maíz (Ustilago maydis) se debe a la acción de un hongo parásito que forma una gran masa de micelios en varios lugares de la planta (tallos e inflorescencias masculinas y femeninas); al madurar, el micelio se transforma en una masa de esporas negras. En algunas regiones de América Central y del Sur, las agallas o excrecencias no esporuladas del tizón de maíz (Zea mays, Lin) (Ustilago maydis) se consumen como alimento. En México se le conoce como hongo de huitlacoche, de exquisito sabor. También atacan al maíz (Zea mays, Lin) varios hongos que causan lesiones en las hojas y disminuyen el rendimiento. El gusano del maíz (Zea mays, Lin) (Heliothis zea), llamado polilla portaestuche (Sitotroga cerealella), se alimenta de los granos, que devora desde el interior de la mazorca.

– Algunas Plagas y Enfermedades

Los insectos del suelo pueden ser particularmente nocivos para el maíz (Zea mays, Lin) porque reducen la densidad de población y este cultivo no se recupera con facilidad de las densidades bajas. Algunos insectos y los nemátodos, pueden también afectar las raíces y causar problemas de estrés hídrico o acame.

Al maíz (Zea mays, Lin) lo atacan más de 36 especies de insectos algunos son de suma importancia, por la frecuencia con que inciden y por la gravedad de sus daños, siendo mayores las poblaciones en el período de las lluvias. (Rabí, 2001).

Palomilla: Spodoptera frugiperda.

Gusano de la Mazorca: Helicoverpa (Heliothis) Zea.

Borer: Diatraea lineolata y Diatraea saccharalis.

Royas del maíz (Zea mays, Lin): Puccinia spp.; Physopella sp.

Diente de caballo: Claviceps gigantea

Pudrición de la mazorca: Diplodia spp.; Fusarium spp.

Pudrición bacteriana del tallo: Erwinia chrysanthemi p.v. zeae

Gorgojo: Sitophilus Zeamais.

Gusano de la Mazorca: Helicoverpa zea, F.

Pulgón del maíz (Zea mays, Lin): Aphis maidis, Fitch.

COSECHA Y POSTCOSECHA

Una eficiente cosecha depende mucho del momento de cosecha, la variedad que se siembra, el estado de madurez y el clima predominante. Para la cosecha se pueden utilizar tres tecnologías básicas:

1. Cosecha manual

2. Cosecha semi-mecanizada

3. Cosecha mecanizada

La cosecha debe hacerse cuando la semilla haya acumulado suficiente materia de reserva, o sea cuando tenga entre 26- 28% de la humedad (108- 125 días según la época de siembra y la variedad). Una trilla de granos con humedad inferior al 16% puede ocasionar un alto porcentaje de granos partidos o de microfracturas internas, reduciendo el rendimiento y una trilla superior al 20% puede provocar también serios problemas pudiendo picarse una arrancadora de mazorcas (Corn picker), una arrancadora de mazorca y despajadura o una combinada que realice todas las operaciones anteriores y además desgrane, esto último es más conveniente, pues puede cosecharse de 0.8- 1 ha/hora si el enyerbamiento es ligero, y el rendimiento está entre 4- 5 t/ha de grano.

El proceso de secado se iniciará antes de las 24 horas de haber cosechado el grano debiéndose rebajar la humedad hasta el 15.5%, posteriormente se procede a la clasificación, limpieza, tratamiento y almacenamiento. Si la cosecha es en forma de grano tierno esta se realizará de forma manual en horas tempranas aunque puede hacerse durante todo el día. La mazorca cosechada no debe quedar expuesta al sol más de 24 horas sin distribuir al consumidor ya que el calor y los largos períodos de almacenamientos alteran la composición del grano y el maíz (Zea mays, Lin) se torna amargo, ácido o agrio. (Rabí, 2001).

OTRAS APLICACIONES

Este grano es un excelente alimento para el hombre en diversas regiones del mundo y sobre todo en América. Se consume como plato ocasional, ya sea tierno o seco, en forma de harina, maicena, gofio, tamales, arepas, pinoles, panes, empanadas, pudines, pasteles, sopas, bebidas llegando a definirse que existe más de 160 platos elaborados con maíz (Zea mays, Lin). Los estigmas de él son utilizados para elaborar emolientes de magníficas propiedades diuréticas empleados con éxitos en los cólicos nefríticos. (Quesada, 1989).

La mazorca de maíz (Zea mays, Lin) y sus desechos, hojas, tallos y raíces contiene gran cantidad de furfural, un líquido utilizado en la fabricación de fibras de nylon y plásticos de fenol- formaldehído, el refino de resinas de madera, la obtención de aceites lubrificantes a partir del petróleo y la purificación del butadieno para producir caucho sintético. Con las mazorcas molidas se fabrica un abrasivo blando. Con las mazorcas de gran tamaño de cierta variedad se hacen pipas para tabaco. El aceite de maíz (Zea mays, Lin), extraído del germen del grano, se consume como grasa alimenticia, tanto para cocinar como crudo o solidificado, en forma de margarina; también se emplea en la fabricación de pinturas, jabones y linóleo. La investigación de nuevas fuentes de energía se ha fijado en el maíz (Zea mays, Lin); muy rico en azúcar, a partir de él se obtiene un alcohol que se mezcla con petróleo para formar el llamado gasoil; las partes vegetativas secas son importante fuente potencial de combustible de biomasa. (Enciclopedia Encarta, 2000).

Materiales y Métodos

Análisis de los datos de la encuesta realizada

Se realizó una encuesta a un determinado grupo de campesinos (30) para un 47.62% de un total de 63 campesinos en la CCS Jesús Suárez para analizar los principales criterios sobre los métodos de conservación de maíz (Zea mays, Lin) empleados por ellos. (Véase Anexo 1).

Los datos recopilados con la realización de la encuesta fueron procesados para realizar el análisis correspondiente a la conservación de semilla de maíz (Zea mays, Lin). Los principales aspectos fueron:

  1. Método de conservación que conocen y utilizan.
  2. Pérdidas de semillas de maíz (Zea mays, Lin)
  3. Aplicación de químicos para conservar semillas de maíz (Zea mays, Lin).

Para llevar a cabo el proceso de análisis de los datos obtenidos de las encuestas realizadas, se utilizó como herramienta el Microsoft Access del paquete de Microsoft Office para Windows.

Composición varietal

Se utilizaron dos variedades de maíz (Zea mays, Lin) una variedad oriental de Santiago de Cuba y otra variedad criolla de Pinar del Río.

Tabla 1. Composición varietal.

PROCEDENCIA

MATERIALES

Santiago de Cuba

Variedad Oriental

La Palma

Variedad Criolla

Conservación

Se utilizaron dos métodos de conservación para ambas variedades de maíz (Zea mays, Lin); uno el tradicional en sacos con parathión y el otro es el método alternativo de vasijas herméticas. Se escogió el método de conservación tradicional (sacos con parathión) para ser comparado con el de vasijas herméticas (pomos plásticos) ya que este método tradicional es el segundo más usado después de la barbacoa con parathión y según los resultados de la encuesta no pierden sus semillas al ser uno de los más eficaces.

Tabla 2. Métodos de conservación.

MÉTODOS DE CONSERVACIÓN

MATERIALES

Tradicional (sacos con parathión)

Variedad Criolla

Variedad Oriental

Vasijas Herméticas (pomos plásticos)

Variedad Criolla

Variedad Oriental

Estas variedades tenían 3 meses de vida por exposición desde que se cosecharon hasta que fueron conservadas el 5 de octubre del 2004 donde se depositaron ambas variedades oriental y criolla en los pomos durante 6 meses para comenzar a realizar las pruebas de germinación; ese mismo día también se depositaron la variedad criolla y oriental en las bolsas de saco de nylon con parathión como uno de los métodos tradicionales de conservación.

Estas variedades se expusieron a las mismas condiciones de:

  • Secado.
  • Almacenamiento.
  • Conteo cada 6 meses.
  • Las pruebas de germinación se hacen en la época que corresponda al cultivo para su siembra.
  • Humedecimiento.

Para realizar la conservación de las variedades se utilizaron vasijas herméticas (pomos plásticos) como método de conservación alternativo; y bolsas de nylon con parathión para conservar las variedades por uno de los métodos tradicionales (sacos con parathión).

Cálculo de humedad

Ambas variedades de maíz (Zea mays, Lin) se le midió el porciento de humedad en una primera prueba de laboratorios el día 3 de noviembre de 2004; posteriormente se realizó una segunda prueba de laboratorio el día 5 de septiembre de 2006 para volver a medir el porciento de humedad de las variedades conservadas en vasijas herméticas (pomos plásticos).

Para realizar las pruebas de humedad en el laboratorio se tomó una muestra de 300 gramos de cada variedad criolla y oriental, se depositaron en un "Steinlite"; Probador Electrónico de Humedad que es el equipo utilizado para realizar estas pruebas.

Pruebas de laboratorio

Se realizaron pruebas de laboratorios en bandejas (Véase Anexo 2) para medir el porciento de germinación donde se utilizó un testigo de cada variedad para exponerlo al proceso de conservación tradicional (sacos con parathión) usado por los campesinos.

En la investigación se realizaron cuatro pruebas de germinación en bandejas cada 6 meses una de la otra.

Tabla 3. Pruebas de germinación.

Número de pruebas

Fecha de conservación

1

180 días (6 meses)

2

365 (1 año)

3

455 días (1 año y medio)

4

545 días (2 años)

Se expusieron a la germinación tanto las variedades que estaban conservadas en vasijas herméticas como las conservadas en bolsas de sacos de nylon y se analizaron los parámetros siguientes:

  • Se determinó el porciento de germinación haciendo un conteo a los 4 días y otro a los 8 días después de ser colocada la semilla en las bandejas de germinación; se realizó para los dos métodos de conservación el tradicional (sacos con parathión) y el método de vasijas herméticas (pomos plásticos).
  • Para determinar el número de plúmulas se confeccionó una escala de plúmulas para ambos métodos de conservación y se realizó un conteo de una muestra de 100 granos la cantidad de plúmulas a los 8 días después de ser depositados en las bandejas de pregerminación; estas pruebas se realizaron junto con las pruebas de germinación a los 180 días y otro a los 545 días de conservadas ambas variedades por ambos métodos de conservación.
Partes: 1, 2, 3
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