Los tres factores principales de la desigualdad: ingreso, riqueza y oportunidades (Parte I)
Enviado por Ricardo Lomoro
- Obertura En el nombre del hijo: ¿a esto llaman "nueva normalidad"? (crónica de una muerte anunciada: economía real, entre todos la mataron y ella sola se murió)
- Un dulce porvenir o ¿el ganador se lleva todo?
- Un regreso al medioevo: ¡paren la globalización, me quiero bajar!
- Mientras desaparece la clase media en EEUU y la UE, crece en China (¿and now?)
- Mercado laboral de los países nórdicos: ¿"bienvenidos" al Club Med?
- De la "austeridad" (fiscal) a la "histéresis" (social)
- Lo único que abunda en Europa, son los problemas (y la escasa capacidad de respuesta)
- Del "sueño americano", a la pesadilla del "subdesarrollo americano"
- El único "fin de la historia", ha sido el fin del estado del bienestar y la socialdemocracia
- ¿Cómo explicar la atracción hacia el populismo de los ciudadanos en los países ricos?
- Miopía y disfuncionalidad: de la "Nueva Normalidad" a la "Nueva Mediocridad"
- El Vía Crucis de la "recesión persistente"
- El Doctor Doom y el peligro de desintegración europea
- Un clásico: las permanentes "rectificaciones" a la baja del FMI (al fondo, a la derecha)
- Christine Lagarde (FMI): la insoportable levedad de la "economía menguante"
- Se va la "Cuarta" (Revolución Industrial), y nosotros? "con estos pelos"
- ¿El fin de las "banderas de conveniencia"? (a buenas horas, mangas verdes)
- Las nuevas "tendencias" laborales: el "precariato permanente" (y los "becarios eternos")
- Otra "receta" (y van?) para dominar con éxito el desafío de la 4ª Revolución Industrial
- Los "grandes bonetes" reunidos en Davos, predicen el "futuro del empleo" (¿acertarán?)
- El "testamento en vida" de la crisis: "heredarás" mis deudas (privadas y públicas)
- ¡Alegría, alegría! Nuestra pobreza hace ricos a los chinos, vietnamitas, camboyanos?
- ¿Nueva normalidad, nueva mediocridad o estancamiento secular? Igual estamos jodidos
- Economía real: entre todos la mataron y ella sola se murió ("fin de la historia")
- Poscrisis: la economía bipolar (donde unos han capeado el temporal y otros no)
Obertura En el nombre del hijo: ¿a esto llaman "nueva normalidad"? (crónica de una muerte anunciada: economía real, entre todos la mataron y ella sola se murió)
– La primera generación de clase media que vivirá mucho peor que sus padres (El Confidencial – 3/2/14)
"Esta es la primera generación que vivirá peor que la de sus padres". Todos hemos oído esta afirmación con relativa frecuencia durante el último lustro, desde que la crisis económica comenzó a golpear las expectativas de las generaciones más jóvenes, que ahora mismo se enfrentan a tasas de paro que superan el 50%. Sin embargo, apenas existen estudios que demuestren una tesis que necesita atender a variables muy diferentes para ser demostrada.
Por primera vez, una investigación británica ha sido capaz de responder en una encuesta a dicha cuestión y afirmar que los nacidos durante los años sesenta y los setenta tienen unas expectativas de futuro mucho peores que las de sus padres, especialmente en lo que concierne a la jubilación. El estudio, realizado por el Instituto de Estudios Fiscales (IFS) inglés, recuerda que la tendencia instaurada tras la Segunda Guerra Mundial por la cual cada generación esperaba vivir mejor que la precedente puede haberse revertido.
Un cambio ¿permanente?
El estudio señala que la generación analizada, la de los nacidos en los sesenta y los setenta -es decir, lo que en Estados Unidos equivaldría a los baby boomers-, que ahora tienen entre 43 y 53 años, necesitarán apoyarse en la herencia familiar si quieren disfrutar de una jubilación más relajada que la de sus padres. El cambio se ha producido durante la última década, ya que aquellos un poco más mayores no se han visto perjudicados en el mismo grado que estas generaciones.
Tres factores principales explican el cambio de tendencia: la reforma de las pensiones, el estancamiento de los sueldos y la subida de precio de los hogares. El estudio asegura que la generación analizada tiene menos casas en propiedad que sus predecesoras. Además, sugiere que si bien no goza de datos sobre las generaciones más jóvenes, las de los ochenta y los noventa, es poco probable que la situación cambie de manera significativa para ellos.
Andrew Hood, uno de los investigadores que han participado en el estudio, señala que "desde la Segunda Guerra Mundial, sucesivas generaciones han disfrutado de mayores ingresos y estándares de vida más altos que los de sus padres". Algo que parece haber terminado para siempre, ya que "las generaciones más jóvenes probablemente tendrán que recurrir al dinero heredado para vivir mejor que sus padres en el retiro".
La quinta que no pudo ahorrar
La encuesta pone de manifiesto una peculiaridad de la nueva generación que la distingue de sus mayores. Los nacidos entre 1960 y 1980 gozaron de más ingresos durante su juventud, pero gastaron todo el dinero adicional que recibieron a lo largo de toda su carrera profesional. A los 30 años, indica el estudio, los ingresos medios de alguien nacido durante los años setenta era un 20% superior a los de alguien nacido durante los 60, un 52% superior a alguien nacido durante los 50 y un 77% superior a los de alguien nacido durante los 40.
¿Qué pasó entonces? El grupo de investigación cree que aún hay que investigar más para conocer este desfase generacional a la hora de ahorrar, aunque el cambio en las costumbres y en la mentalidad de consumo que se produjo en los años ochenta puede tener mucho que ver. Como explica Hood, esta quinta no ahorró apenas nada del dinero que ganaron cuando eran "jóvenes adultos", quizá por confiar en recibir una herencia más cuantiosa que la que generaciones previas disfrutaron.
"Sólo un 28% de las personas nacidas durante los años cuarenta podían esperar recibir herencia, pero la cifra se eleva al 70% entre las personas nacidas en los años setenta", explica el autor. Curiosamente, aquellas personas que esperan recibir una herencia suelen juntarse en una relación con otras personas que también creen que recibirán una significativa cantidad de dinero. "El destino económico de las generaciones nacidas en los sesenta y los setenta depende de manera relativa de la fortuna de sus padres".
La encuesta señala que las familias que procedían en un pasado de entornos más privilegiados notarán en un menor grado el efecto de este cambio de tendencia. "Las herencias esperadas se distribuyen de manera desigual y son más altas para aquellos que ya son ricos", explica Hood. "El resultado sugiere que la rápida mejora en los resultados económicos de las nuevas generaciones que hemos visto en las últimas décadas puede haberse detenido".
Un debate internacional
Dicha investigación sale a la luz en un momento en el que Reino Unido debate sobre algunos de los aspectos sensibles que toca, especialmente en lo que respecta a la continua escalada del coste de la vida en el país británico. Ed Miliband, líder del Partido Laborista inglés, se ha mostrado particularmente crítico con el empobrecimiento de las clases bajas y medias británicas.
Una encuesta realizada en España a comienzos de este mismo año por el II Barómetro de la Familia puso de manifiesto que el 64% de los jóvenes considera que va a vivir peor que sus padres. Una opinión refrendada, en el sentido inverso, por estos últimos, que comparten en un 64,2% la opinión de sus descendientes. Sin embargo, se trata de apreciaciones subjetivas.
Según la Encuesta de Condiciones de Vida realizada en 2012, de los adultos que llegaban a fin de mes con dificultad cuando eran adolescentes, el 13,5% se encuentra actualmente en riesgo de pobreza. Además, los datos de paro juvenil, que más del 20% de los españoles vivan por debajo del nivel de la pobreza o la desaparición de los ahorros familiares de generaciones pueden ser pistas de aquello que depara a los más jóvenes españoles en un futuro.
Pero no sólo a ellos. Libros como Baby Bust: New Choices for Men and Women and Work in Family (Wharton Digital Press) de Stewart Friedman ya anticipan un futuro en el que la incertidumbre vital y económica a la que han de enfrentarse los millenials de todo el primer mundo hará descender las tasas de natalidad.
– Veinte millones de "ninis" se rinden y dejan de buscar empleo (Expansión – 27/5/15)
Esta cifra supone casi la mitad de los 39 millones de ninis de entre 16 y 29 años que se contabilizaban en los 34 estados de la OCDE en 2013.
Alrededor de 20 millones de ninis -jóvenes que ni estudian ni trabajan- de los estados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pueden haber salido ya del sistema educacional, social y laboral de sus países al no buscar empleo, advierte el último informe de este organismo.
La OCDE advierte de que la situación es especialmente preocupante en los países del sur de Europa, como en España y Grecia, donde más del 25 % de los jóvenes adultos en 2013 podían ser considerados ninis.
Esta condición constituye no sólo una "desgracia personal", sino una "inversión desperdiciada", porque las habilidades adquiridas durante su educación no se aplican de forma productiva y suponen una "potencial carga" para sus países, subraya el documento.
Una de las razones de este "desaprovechamiento de potencial humano" es que "demasiados jóvenes concluyen su educación sin haber adquirido las habilidades necesarias y tienen así dificultad para encontrar trabajo".
Falta de competencia y mercado laboral desfavorable
Según el Programa Internacional para la Evaluación de las Competencias de los Adultos (PIAAC, por sus siglas en inglés) de la OCDE, el 10% de los nuevos graduados son competentes sólo en los niveles más bajos de manejo del lenguaje y el 14%, del cálculo numérico. Esta falta de competencia asciende a más del 40% en aquellas personas que abandonan la escuela antes de finalizar la educación secundaria. De media, más del 8% de los jóvenes de entre 16 y 24 años ha dejado la escuela ante de concluir la secundaria superior; En España, uno de cada cuatro jóvenes se encuentra en esa situación, la tasa más elevada entre los países de la OCDE.
Una vez dentro del mercado laboral, uno de cada cuatro jóvenes tiene un contrato temporal, lo que se traduce en una tendencia a un menor uso de sus habilidades y en oportunidades más reducidas de capacitación que sus colegas con una relación laboral indefinida. Mientras, el 13% de los jóvenes empleados están sobrecualificados para sus empleos, lo que supone que algunas de sus habilidades están siendo desaprovechadas.
Según el informe, es poco probable que la situación cambie sustancialmente en los próximos años, dado el lento crecimiento que se prevé para muchos de los países, sobre todo los europeos.
Medidas
Entre otras medidas, la OCDE llama a garantizar que todos los jóvenes finalicen la escuela con un amplio abanico de habilidades cognitivas, sociales y emocionales, y a ayudarles a ingresar en el mercado laboral. Asimismo, es importante "desmantelar las barreras institucionales al empleo juvenil" y asegurar que los primeros contratos temporales representan un paso más hacia una ocupación estable. Además, la OCDE llama a identificar y ayudar a aquellos ninis fuera del sistema a reinsertarse. El informe destaca asimismo la necesidad de anticiparse las habilidades que necesita el mercado laboral y garantizar que se desarrollan en el sistema educacional y de formación profesional
– Bajar salarios para salir de una crisis puede ser fatal si el banco central no "imprime billetes" (El Economista – 18/11/15)
(Por Vicente Nieves)
La devaluación de una divisa es uno de los remedios más utilizados por un país con problemas financieros. Esta herramienta incrementa de la noche a la mañana el atractivo de las exportaciones del país mientras que las importaciones son menos apetecibles. Sin embargo, los países que pertenecen a un área monetaria no tienen esta opción, por lo que tienen que recurrir a la devaluación interna (moderación salarial y de beneficios distribuidos). ¿Es útil esta estrategia? Sólo cuando el banco central echa una mano.
El Fondo Monetario Internacional ha publicado un documento llamado "Wage Moderation in Crisis" en el que se usa como muestra a la Eurozona. Países como España pusieron en marcha devaluaciones internas para corregir el déficit por cuenta corriente e incrementar la competitividad de los bienes y servicios que se producen dentro del país: "Este remedio ha generado mucho debate. Es una forma de incrementar la competitividad del país, pero en lugar de devaluar la divisa, se hace forma interna reduciendo salarios y beneficios distribuidos", explica el documento del FMI.
Poner en marcha una devaluación interna sólo tiene sentido si el banco central acompaña vía políticas monetarias expansivas como reducción de tipos y programas de estímulo como el quantitative easing: "Si varios países en crisis emprenden este camino de la moderación salarial, el resultado sólo es positivo si se apoya con políticas monetarias acomodaticias. En ausencia de estas políticas, la moderación salarial puede terminar reduciendo el PIB del conjunto del área monetaria".
La política monetaria en el proceso
"La política monetaria necesita tener en cuenta el impacto desinflacionario de los salarios y la moderación de precios para hacerlos sostenibles… La moderación salarial incrementará probablemente la competitividad externa y las exportaciones netas. Sin embargo, ésta añade presiones deflacionarias, lo que implica altos tipos de interés reales, aumento de la deuda pública y privada en términos reales y una menor demanda doméstica", señala el FMI.
La simulación que han realizado los economistas del organismo explica que estos efectos se pueden agravar si son varios países los que ponen en marcha la devaluación interna. "Esta situación puede llevar al PIB a niveles inferiores a los del punto de salida. El resultado es un leve efecto negativo para la Eurozona en su conjunto".
Por eso, estos economistas señalan que desde el FMI "han defendido de forma insistente la puesta en marcha de una política monetaria acomodaticia como respuesta a las caídas de los salarios y a la moderación de los precios. Esta política debe incluir un quantitative easing, así como reformas estructurales y flexibilización fiscal en los países con margen de maniobra".
Es decir, el FMI cree en la Eurozona el BCE debería haber implementado una política monetaria mucho más expansiva mientras que países como España o Portugal estaban inmersos en una devaluación interna. Por otro lado, también deja entrever que Estados como Alemania u Holanda (con margen fiscal y fuertes superávits por cuenta corriente) deberían haber ayudado en este proceso incrementando su demanda a través de políticas fiscales.
"Los bancos centrales tienen la capacidad de amortiguar los efectos adversos de la moderación salarial y sobre la producción de algunos países. Bajar tipos de interés, por ejemplo, ayuda a estimular la inversión y el consumo de ciertos bienes duraderos", señala el informe.
Los gráficos de la memoria
Para ofrecer un panorama más amplio al lector, a continuación se presenta una selección de párrafos, tablas y gráficos, correspondientes al Informe del Fondo Monetario Internacional: Wage Moderation in Crises – Policy Considerations and Applications to the Euro Area – November 2015.
Y para completar los antecedentes preliminares, se presenta una selección de párrafos, tablas y gráficos, correspondientes al Informe sobre Desarrollo Humano 2015 publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Según el Informe del FMI: Wage Moderation in Crises – Policy Considerations and Applications to the Euro Area – November 2015
( )
Según el Informe sobre Desarrollo Humano 2015 publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
Dimensiones del Desarrollo Humano
(Del Informe completo, versión en inglés)
Luego de esta larga "Obertura", hago una propuesta para los "espeleólogos" de la economía (de quedar algún interesado en el "análisis histórico de un fracaso").
Si desean "revisar" la partitura (letra y música) del "canto del cisne", pueden hojear mis escritos anteriores:
Paper: "Crecimiento vs. Desigualdad": ¿un falso debate? (Partes I y II) (15/1/16)
Paper – Los daños causados por la crisis ya abarcan "tres generaciones" (abuelos -pensionistas, padres-trabajadores o parados, e hijos-empobrecidos y sin futuro) (Partes I y II) (15/4/16)
Paper – La economía bipolar (la "nueva normalidad" que la crisis nos legó) (Partes I y II) (15/5/16)
Paper – ¿Se ha perdido la confianza en la "economía de mercado", en los países avanzados? (el costo de la desigualdad y la falta de oportunidades) (Partes I Y II) (15/6/16)
Paper – La nueva normalidad: una economía desigual, dominada por la pobreza, la exclusión social y la marginalidad (Partes I y II) (15/7/16)
Paper – De la "histeria" del desempleo a la "histéresis" del fin del trabajo (¿too "insignificant" to fail?) (15/8/16)
Los olvidados de la crisis
La globalización ha generado ganancias para unos y pérdidas para otros. La revolución digital ha creado oportunidades, pero también ha dado origen a nuevos desafíos, como los contratos irregulares y el trabajo a corto plazo, que se distribuyen entre los trabajadores altamente cualificados y los no cualificados.
El trabajo sostenible promueve el desarrollo humano al tiempo que reduce o elimina los efectos colaterales negativos y las consecuencias imprevistas, de la globalización y la revolución digital. Este trabajo ampliaría las oportunidades de la generación actual sin socavar las de las generaciones futuras.
Fomentar el desarrollo humano por medio del trabajo requiere la creación de oportunidades de trabajo, la garantía de los derechos de los derechos y beneficios de los trabajadores, la ampliación de la protección social y la lucha contra la desigualdad.
Frente a las "economías fallidas" de los países (antes) "avanzados", ahora, "en vías de subdesarrollo", la pregunta es, cuándo la tendencia comenzará a revertirse -si es que esto sucede alguna vez-.
Si esperamos un único catalizador o "bala de plata" que consiga restaurar el optimismo en el mercado de trabajo laciate ogni speranza.
Tal vez, cuando líderes políticos se ocupen de la "economía real" y no del "mercado de valores", se consiga "volver a empezar", y se pueda "renovar la esperanza".
(En el próximo Apartado se actualiza la hemeroteca citada en los Papers anteriores)
– Y el Rey "continúa" desnudo: maldita hemeroteca (actualización 4ºT/15 – 1ºT/16)
Un dulce porvenir o ¿el ganador se lleva todo?
– Veinte datos llamativos que explican cómo serán las grandes empresas de la próxima década (Libertad Digital – 3/10/15)
Los márgenes se estrechan y se dispara el número de competidores. Las compañías exitosas tendrán que innovar e inventar.
(Por Domingo Soriano)
Las multinacionales no gobernarán el mundo, al menos durante la próxima década, si se cumplen los pronósticos de McKinsey Global Institute, que hace un par de semanas publicaba su informe "Jugando para ganar: la nueva competición global por los beneficios empresariales". Tras tres décadas de bonanza, las grandes empresas occidentales hacen frente a una serie de amenazas que podrían reducir su peso e importancia en la economía global.
La clave estará en cómo se adapten a este nuevo escenario. Para hacerse una idea del reto que tienen por delante, hay un buen puñado de cifras que pueden servir de ejemplo de cómo ha cambiado el tablero de juego en las últimas décadas y cómo es previsible que cambie en las siguientes.
La tesis
El informe se abre con un dato y una proyección. El dato es que desde 1980 a 2013 el beneficio de las grandes corporaciones globales ha pasado de 3 a 7,2 billones y de suponer el 7,6% del PIB mundial al 9,8%. Por eso, The Economist hablaba en su número de la semana pasada de "la Edad de Oro de las multinacionales occidentales". La apuesta es que la tendencia está empezando a cambiar y que para 2025 estos beneficios apenas supondrán el 7,9% del PIB mundial. Es decir, que estamos entrando en una década complicada para los grandes gigantes empresariales.
¿Y qué es lo que hace pensar a McKinsey que éste será el nuevo escenario? Los autores del documento plantean una serie de amenazas que complicarán la vida a las grandes empresas:
Los "márgenes se están reduciendo" en casi todos los sectores, especialmente en los muy intensivos en capital.
Algunos de los nuevos competidores que llegan desde los países emergentes están dispuestos a sacrificar beneficios a largo plazo a cambio de cuota de mercado y ventas. Para las grandes compañías chinas o indias (propiedad del Estado o controladas por las familias de los fundadores) la presión por el beneficio trimestral es menor que para las compañías europeas o norteamericanas, que responden ante sus accionistas.
En las últimas décadas, las multinacionales han visto una caída en algunos de los principales costes que soportan. Desde la mano de obra (gracias a su implantación en países en los que hasta entonces no estaban presentes, como China o India) a la financiación (con unos tipos de interés en mínimos históricos). Es complicado imaginar un futuro en el que cualquiera de estas dos variables no apunte, aunque sea ligeramente, al alza.
Los grandes gigantes de Silicon Valley (o Seattle) han entrado como un elefante en una cacharrería en cientos de sectores que hasta ahora parecían un coto cerrado de sus tradicionales ocupantes. Amazon, Apple, Google o Facebook no tienen ninguna intención de ser meras empresas tecnológicas. Y eso por no hablar de Uber o Airbnb. Coches, taxis, hoteles, música, libros, relojes, La lista de sectores que deben enfrentar nuevos y formidables enemigos es casi inacabable.
Internet, además, ofrece una plataforma formidable en la que se pueden apoyar millones de pequeñas y medianas empresas. Eso influirá en muchos sectores en los que hasta ahora el tamaño o los costes hacían muy complicada la entrada de nuevos competidores. Además, servicios o procesos que hasta ahora eran privativos de las grandes corporaciones ahora son accesibles, a un precio mucho más competitivo, para las pymes de todo el mundo.
Los autores creen que no todo está perdido para las multinacionales, al menos para las que sean capaces de aprender lo que tienen por delante. Su apuesta es que las empresas que quieran ganar este futuro tendrán que sobresalir en tres aspectos que ya están jugando un rol fundamental:
"Las empresas con más beneficios son también las más activas en los mercados emergentes"
"Las empresas con más beneficios construyen activos intelectuales, sea cual sea el sector en el que operan"
"Las empresas con más beneficios tienen procesos notablemente más eficientes que sus competidores, con menores costes de producción por cada dólar ingresado"
Las cifras
Pero no sólo hay consejos o predicciones. A lo largo del informe hay cientos de cifras, estadísticas o datos llamativos que explican mejor que cualquier comentario el estado del mundo empresarial en la actualidad y su futuro previsible a corto plazo. Las siguientes son algunas de las más llamativas:
1. El 32% de los beneficios a escala mundial ya va a parar a compañías de países emergentes.
2. Entre las compañías que cotizan en Bolsa en todo el mundo, el 10% superior acumula el 80% de los beneficios.
3. Las ventas a nivel global han pasado de 56 billones de dólares en 1980 más de 130 billones en 2013.
4. Desde 1990, el número de consumidores en el mercado global se ha incrementado en 1.200 millones y 1.800 millones más esperan unirse a este grupo para 2025.
5. Walmart tiene más empleados que población Eslovenia o Letonia.
6. El máximo de capitalización bursátil de Apple (750.000 millones de dólares) es aproximadamente igual a toda la bolsa española.
7. Desde 1980, el dinero en efectivo (reservas) en manos de las multinacionales se ha multiplicado. En EEUU, supone una cantidad equivalente al 10% del PIB; en Europa Occidental, al 22% del PIB; en Corea del Sur, al 34% del PIB; y en Japón al 47% del PIB.
8. Con bajos costes financieros y mucho dinero a mano, se han disparado las fusiones y adquisiciones. En 1990, hubo 11.500 operaciones de este tipo, que sumaron el equivalente al 2% del PIB mundial. Desde 2008, ha habido alrededor de 30.000 operaciones equivalentes al 3% del PIB mundial. En 2014, el valor total fue de 3,5 billones de dólares, un 47% más que un año antes.
9. La relación entre el coste de un robot industrial y el coste salarial ha caído un 50% entre 1980 y 2010.
10. En 1990, la producción de aluminio en China suponía el 4% del total mundial; en 2014, había subido hasta el 52%. Los costes marginales en el mismo período cayeron un 32%.
11. Facebook pagó 1.000 millones de dólares por Instagram en 2012, 30 dólares por cada usuario; la misma compañía pagó 19.000 millones por WhatsApp, 42 dólares por usuario.
12. Las compañías chinas ya suponen el 20% del índice Fortune Global 500. Mientras tanto, el porcentaje que corresponde a las empresas occidentales ha pasado del 76 al 54% desde 1980.
13. Las 50 compañías más grandes de mercados emergentes han pasado de tener el 19% de sus ingresos en el extranjero a más del 40%.
14. Amazon tiene más clientes activos (257 millones) que la suma de las poblaciones de Francia, Alemania, Reino Unido y España. Alibaba vendió más de 9.000 millones en un sólo día de 2014.
15. Los beneficios de Samsung en 2014 (22.000 millones de dólares) son una cantidad equivalente al PIB de Bolivia.
16. Facebook tiene más usuarios cada mes (1.400 millones) que habitantes de China.
17. La industria hotelera en EEUU acumula activos por valor de 340.000 millones (principalmente inmobiliarios); Airbnb tiene unos activos potenciales a su disposición (viviendas de propietarios) que suman más de 17 billones de dólares.
18. En Alemania, Japón y Corea del Sur, cerca del 50% de su fuerza laboral tendrá más de 55 años dentro de una década.
19. Los precios de los coches, en términos reales, han permanecido constantes desde 1985. En el año 2000, el coche medio en Europa y EEUU se vendía a un precio de unos 25.000 dólares en términos actuales. Este año, el turismo medio, incluso aunque incorpora 3.000 dólares en equipamiento extra, se vende a 23.000 dólares.
20. Los expertos prevén que los desequilibrios del mercado laboral provocarán una carencia de técnicos de nivel medio de unas 80 millones de personas y un excedente de personal de baja cualificación de unos 90 millones.
¿Autodisrupción o autodestrucción? (solo se trata de correr más que el león)
– Los gobiernos ante el desafío de la autodisrupción (Project Syndicate – 13/10/15)
Laguna Beach.- Uno de los desafíos más difíciles que hoy enfrentan los gobiernos occidentales es liberar y canalizar las fuerzas transformadoras de la innovación tecnológica, con su potencial de autoempoderamiento para personas y empresas. Pero no lo lograrán a menos que se abran más a la destrucción creativa y permitan la renovación y actualización no solo de herramientas y procedimientos, sino también de modos de pensar. Cuanto más demoren en hacer frente a este desafío, mayores serán las oportunidades que se perderán las generaciones presentes y futuras.
Hoy estamos rodeados de innovaciones tecnológicas autoempoderantes, que afectan a cada vez más personas, sectores y actividades en todo el mundo. Un número creciente de plataformas facilita más que nunca a hogares y corporaciones acceder a una gama cada vez más amplia de actividades y participar en ellas; desde el transporte urbano hasta el alojamiento, el entretenimiento y la producción mediática. Incluso las murallas reforzadas con regulaciones que tradicionalmente han protegido las finanzas y la medicina comienzan a derrumbarse.
Esta transformación histórica seguirá cobrando impulso conforme aumenten su escala y su alcance. Pero para obtener la plenitud de sus beneficios, es necesario que los gobiernos tomen medidas para empoderar a las fuerzas del cambio, asegurar la internalización de las enormes externalidades positivas y minimizar los efectos negativos. Por desgracia, para muchos gobiernos de países avanzados está siendo extremadamente difícil, en parte porque al no haber podido recuperarse plenamente de la crisis y recesión reciente, su credibilidad y su funcionamiento quedaron debilitados.
El surgimiento de partidos políticos no tradicionales antisistema a ambos lados del Atlántico está complicando aún más hasta los elementos más básicos de gobernanza económica, como la aprobación de un presupuesto activo en Estados Unidos. En este contexto, parece casi imposible tomar las medidas necesarias para renovar los sistemas económicos (incluidas las infraestructuras en Estados Unidos y la unión incompleta en Europa) o para hacer frente a desafíos históricos como la crisis de los refugiados.
De hecho, las estructuras políticas y económicas de Occidente están, en ciertos aspectos, diseñadas específicamente para resistir cambios profundos y veloces, aunque solo sea para prevenir que fluctuaciones temporales y reversibles influyan más de la cuenta en los sistemas subyacentes. Eso está bien cuando el funcionamiento de la política y la economía es cíclico, como ha sido habitual en Occidente. Pero en presencia de grandes desafíos estructurales y seculares como los de hoy, la arquitectura institucional de los países avanzados se vuelve un gran obstáculo contra la acción eficaz.
La influencia política de donantes financieros y grupos de presión magnifica el desafío. En vez de promover acciones que apunten a mejorar el bienestar a largo plazo del sistema en su conjunto, estos actores tienden a impulsar microobjetivos, que en algunos casos sirven para que los elementos tradicionales y a menudo ricos del establishment mantengan el control del sistema. Esto pone trabas a los pequeños actores emergentes, tan esenciales para la renovación y la transformación.
Todo esto contribuye a complicar el logro de un imperativo que es importante no sólo para los gobiernos, sino también para empresas y personas, que deben adaptarse a circunstancias cambiantes poniendo al día estructuras, procedimientos, habilidades y modos de pensar. Pocos están dispuestos a la autodisrupción, un proceso que nos saca de la zona de confort y nos obliga a confrontar viejas negaciones y sesgos inconscientes para adoptar una mentalidad nueva. Pero los que esperen hasta que la disrupción sea inevitable (algo fácil de hacer si los gobiernos no organizan una respuesta a tiempo) se perderán las inmensas ventajas que la tecnología tiene para ofrecer.
Incluso los gobiernos que decidan implementar políticas favorables a la renovación y adaptación económica no podrán hacerlo en forma aislada. Las nuevas tecnologías, al permitir un grado nunca antes visto de movilidad y conectividad, están erosionando el poder jurisdiccional de las naciones-Estado, de modo que una respuesta realmente eficaz (una que libere todos los beneficios de las tecnologías disruptivas) no será posible sin cooperación y coordinación multilateral.
Pero el multilateralismo también atraviesa su propia transformación, motivada por dudas sobre la legitimidad de las estructuras existentes. Como la reforma de las instituciones tradicionalmente dominadas por Occidente está estancada, surgieron intentos de crear alternativas, como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura que promueve China y que compite directamente con el Banco Mundial y con el Banco Asiático de Desarrollo en algunas áreas. Todo esto dificulta aún más dar respuestas de nivel global.
En estas circunstancias, una transformación veloz y abarcadora es claramente inviable. (Incluso puede que tampoco sea deseable, dada la posibilidad de daños colaterales y consecuencias imprevistas.) De modo que la mejor opción para los gobiernos occidentales es buscar un cambio gradual mediante una variedad de instrumentos adaptables que con el tiempo alcanzarán una masa crítica.
Algunas de esas herramientas son: alianzas público-privadas bien diseñadas, especialmente en lo referido a la modernización de las infraestructuras; la participación de asesores externos disruptivos (seleccionados no por lo que piensen, sino por cómo piensen) en el proceso gubernamental de toma de decisiones; mecanismos para fortalecer la coordinación entre agencias y así mejorar en vez de frenar la velocidad de respuesta de las políticas; y vínculos transfronterizos más amplios en el sector privado que mejoren la coordinación multilateral.
El funcionamiento de las economías está cambiando, conforme el poder relativo pasa de fuerzas establecidas y centralizadas a otras que responden a un empoderamiento nunca antes visto de las personas. Para superar los desafíos y maximizar los beneficios de este cambio para las sociedades, los gobiernos deben abrirse mucho más a la autodisrupción. De lo contrario, las fuerzas de la transformación los dejarán a ellos y a sus ciudadanos atrás.
(Mohamed A. El-Erian, Chief Economic Adviser at Allianz and a member of its International Executive Committee, is Chairman of US President Barack Obama"s Global Development Council. He previously served as CEO and co-Chief Investment Officer of PIMCO. He was named one of Foreign Policy's Top 100 Glob )
Un regreso al medioevo: ¡paren la globalización, me quiero bajar!
"Exactamente cuando el reloj marca las 6 de la tarde durante cualquier día laboral, el éxodo empieza en United Shore Financial Services LLC. Cinco minutos después, el estacionamiento está prácticamente vacío, cuenta Ahmed Haidar, quien trabaja en relaciones con los clientes en la entidad hipotecaria de Troy, Michigan. United Shore es parte de un grupo de pequeñas empresas que están ensayando una idea de gestión radical: una semana laboral de 40 horas"… Una idea radical: una semana laboral de 40 horas (The Wall Street Journal – 25/10/15)
Líderes dicen que esa cantidad de horas hace que los empleados sean más eficientes, al obligarlos a concentrarse en el trabajo mientras están en la oficina y desconectarse por completo cuando salen. La imposición de horarios estrictos ha ayudado a algunas empresas a atraer candidatos de alto calibre, algunos de los cuales están dispuestos a recibir un sueldo más bajo a cambio de horas limitadas, dicen gerentes de personal.
Mat Ishbia, presidente ejecutivo de United Shore, exige que sus 1.350 empleados trabajen duro, sin tomar descansos para visitar Facebook o hacer compras en Internet. Al ejecutivo le gusta recordarles que un viernes a las 5:55 de la tarde no es diferente a un martes a las 10:55 de la mañana. Una vez que la jornada laboral termina, sin embargo, los empleados pueden olvidarse de todo hasta la mañana siguiente.
"Usted nos da 40" horas, dice Laura Lawson, jefe de personal de la compañía. "El resto es suyo". El magnate mexicano Carlos Slim ha ido incluso más allá y ha propuesto una semana laboral de 3 días y 33 horas, con el fin de reducir la tasa de desempleo. Es un argumento que el segundo hombre más rico del mundo según la revista Forbes ha venido planteando desde hace varios años: "Para tener libres otros cuatro días y dedicarlos a la familia, a innovar, cultivarse o a crear", manifestó en 2014.
En Estados Unidos, una semana laboral finita se siente cada vez como un objetivo inalcanzable, puesto que la línea divisoria entre la oficina y el hogar se ha borrado en años recientes. Las políticas de "integración de la vida y el trabajo" promovidas por algunas empresas permiten que un empleado salga más temprano para asistir a algún evento de sus hijos o a una cita médica, siempre y cuando monitoree sus correos electrónicos en su teléfono hasta altas horas de la noche.
Los empleados en United Shore se vigilan mutuamente, hablando si detectan que alguien está holgazaneando o trabajando en exceso. Se los incentiva para que tomen una hora de almuerzo y hacen "bloques de poder", es decir períodos de 30 minutos durante los cuales los agentes de ventas se abstienen de usar el correo electrónico y pueden ponerse de pie mientras hacen llamadas, para mantener la concentración. Pedir a la gente que trabaje más horas no significa necesariamente que consigan hacer más cosas, razona Ishbia, una suposición respaldada por la investigación reciente.
"Los empleados necesitan tiempo para recuperarse del trabajo", dice John Pencavel, quien enseña economía laboral en la Universidad de Stanford. Sus estudios han encontrado que quienes trabajan demasiadas horas durante la semana o demasiados días seguidos se vuelven menos productivos con el correr del tiempo, con un descenso en la productividad por hora a medida que laboran más de 48 horas a la semana.
La empresa de Pensilvania myHR Partner Inc. señala que algunos empleados están dispuestos a una reducción de sus salarios por una semana laboral de 40 horas. Los anuncios de la firma de tercerización de recursos humanos resaltan "una semana laboral realmente de 40 horas", y anima a los contratados a decirle adiós a las largas horas de trabajo.
Tres vacantes han atraído 663 candidatos, dice Tina Hamilton, la presidenta de la compañía, quien añade que algunos contratados han aceptado menos sueldo para trabajar con myHR Partner, donde el salario oscila entre US$ 40.000 y US$ 90.000 al año.
Una jornada laboral de ocho horas puede ser difícil para los empleados acostumbrados a enviar e-mails a las 9:00 de la noche y aceptar llamadas de clientes los domingos.
Haidar, quien ha sido empleado de United Shore por unos dos años, cuenta que al principio dudó que el lema de 40 horas fuera real. Ahora sale de la oficina a las 6:00 p.m. y dice que casi nunca envía e-mails o contacta a colegas después de esa hora. "No hay nadie a quien llamar", señala. "Todo el mundo está en casa".
En Never Settle LLC, una firma de software empresarial de Denver, el cofundador Kenn Kelly quería inicialmente que los empleados trabajaran lo más que pudieran y que tomaran vacaciones cuando desearan.
Pero con la libertad de escoger, los empleados exageraron, trabajando 52 horas a la semana en promedio, de acuerdo con Kelly. El ejecutivo empezó a penalizar a los que trabajaban demasiado o muy poco, de modo que quien no tuviera un promedio de 80 horas laboradas en dos semanas perdía tiempo de vacaciones. Ahora, la mayoría de los trabajadores de la empresa reciben un sueldo por hora, de modo que el control de las horas también limita el gasto, pero Kelly dice que la política fue desarrollada para preservar un equilibrio entre trabajo y vida personal.
Los jefes en BambooHR LLC, una empresa de software de recursos humanos de Utah con una política de una semana laboral de 40 horas, confrontan a los empleados que no limitan sus horas, e incluso despidieron a uno por trabajar más de la cuenta. Otros creen que las horas limitadas quieren decir que llegar tarde a las reuniones es permitido, dice Ryan Sanders, director general de operaciones de BambooHR. El ejecutivo les recuerda que tienen que completar las 40 horas.
Las personas dicen que están trabajando más tiempo, pero la verdad no es tan clara. Un sondeo reciente de la consultora EY encontró que cerca de la mitad de los gerentes dice que trabaja más de 40 horas por semana y 39% reportó que sus horas se habían incrementado en los últimos cinco años. Cifras del Sondeo de Población Actual de la Oficina del Censo de EE.UU. muestran que las horas para los gerentes y profesionales que usualmente trabajan a tiempo completo se han mantenido relativamente estables durante los últimos años en alrededor de 43,3 horas a la semana.
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