Sonidos naturales en Internet
Enviado por Diana Escobar
Una categorización del papel de las fonotecas en la difusión de la comunicación acústica animal a través de la Red
- Internet, sonidos naturales y fonotecas
- Sonidos animales como colecciones científicas
- Difusión en la Red
- Una aproximación a las fonotecas en internet
- Los sitios más relevantes
- Sonidos naturales en la red: una categorización
- A manera de resumen
- Notas
ABSTRACT
La dimensión sonora que nos envuelve está conformada por infinidad de ruidos y sonidos, tanto naturales como producto de la actividad humana. Los sonidos naturales constituyen información biológica muy importante para el estudio del comportamiento de las especies y las fonotecas o archivos de sonidos son las encargadas de conservar, preservar y difundir este patrimonio de gran valor. La aparición de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) ha abierto enormes posibilidades para la transmisión de conocimiento y la difusión del patrimonio ofreciendo la oportunidad de llegar a una gran cantidad de usuarios muy diversos, sin limitaciones de espacio ni tiempo. El universo sonoro que circula por Internet pone de manifiesto que los sonidos naturales y la comunicación acústica no son una materia muy tratada. Este trabajo presenta una prospección realizada con el fin de obtener un ‘retrato’ de cómo están representados los sonidos naturales en la Red mediante el análisis, en particular, de los archivos de sonido asociados a centros museísticos, y categorizar los diferentes modelos de plataformas de fonotecas en línea.
Palabras clave: comunidades virtuales contenidos cultura divulgación científica tics
Internet, sonidos naturales y fonotecas
Muchos analistas coinciden en que las características de asincronía en el tiempo y en el espacio que rigen Internet hacen posible que la información se origine y, a la vez llegue, a segmentos de público muy diverso. En palabras de Castells (2001), se trata de "un medio para todo" que interactúa con el conjunto de la sociedad, mientras O'Connor (1) añade que su sorprendente capacidad para transportar textos, imágenes y sonidos con gran rapidez, eficiencia y accesibilidad, ha hecho mucho más fácil que las personas creen, compartan y experimenten conocimiento y cultura.
Numerosos estudios centrados en instituciones museísticas, muestran un claro aumento de los usuarios de Internet que utilizan más a menudo los servicios virtuales que ofrecen (Keene, 2000). Probablemente, esto se debe, en parte, a la cantidad creciente de páginas de variados contenidos que los museos van disponiendo en la Red. Sin embargo, la tipología de webs es variada: desde páginas a manera de folletos informativos (con información sobre servicios, horarios y accesos), hasta exposiciones virtuales –de gran atracción para los visitantes–, pasando por bases de datos de colecciones en línea. Gran parte de los sitios responde a una única tipología y son los menos los que integran en una misma plataforma más de una opción. Instituciones patrimoniales como las fonotecas, archivos dedicados a la conservación y documentación de grabaciones de sonidos (2), –sound archive o sound library–, en tanto que custodian colecciones muy valiosas para la investigación y la difusión del conocimiento deberían ofrecer, además de información práctica sobre sus servicios y el catálogo de grabaciones, contenidos rigurosos que permitan la contextualización de la colección y la interpretación del patrimonio (3). La implantación de las TIC ha de servir, por un lado, para implementar estándares profesionales relacionados con su conservación y preservación para el futuro y por otro para facilitar su consulta.
Una revisión a algunos sitios web relacionados con fonotecas de sonidos naturales apunta que hay diferencias en la representación que ofrecen de los sonidos: unos no incluyen ni tan sólo muestras de grabaciones; otros no se adaptan a las características de un medio como Internet en cuanto a facilidades de reproducción/descarga o adecuación de la interfície gráfica; los más, no proporcionan documentación científica asociada como la descripción del contexto de emisión, las propiedades comunicativas de la señal, o datos comparativos. Teniendo en cuenta la gran cantidad de información que circula por Internet, las facilidades que ofrecen los sitios web para mejorar la navegación y consulta pueden ser determinantes a la hora de captar la atención de un usuario desprevenido. Por otro lado, para aquellos interesados en el tema, disponer de la información asociada a las grabaciones representa poder acceder a datos relevantes que permitan realizar análisis y comparaciones como base de la investigación científica.
Ante esto, se podría deducir que la función social en lo referente a la difusión del conocimiento que se espera de las fonotecas, como ejemplo de instituciones patrimoniales, no se extiende a sus correspondientes plataformas en Internet. ¿Cómo están representados los sonidos naturales en Internet? ¿Qué papel juegan las fonotecas en la difusión de los sonidos naturales y la comunicación animal en la Red? ¿Contribuyen realmente a la divulgación y construcción del conocimiento a través de un medio como éste?
Sonidos animales como colecciones científicas
Acústica, musicología, antropología, etnología son algunas de las ciencias que se interesan, desde diferentes perspectivas, por las manifestaciones sonoras. Desde las ciencias biológicas también el fenómeno sonoro es motivo de estudio: la bioacústica es en este caso la disciplina que estudia las relaciones que se establecen entre los organismos, sus sistemas de comunicación acústica y el entorno (4). Su historia comienza en la década de los años cincuenta del siglo pasado y ha ido estrechamente ligada al desarrollo de la tecnología. Los primeros pasos se centraron en registrar y hacer visible el sonido para así poder estudiarlo: el magnetófono para el registro y el espectrógrafo de sonido para el análisis fueron sus aliados. A los medios analógicos les han seguido la grabación y las potentes herramientas de análisis de sonido digitales. La tecnología de dígitos ha permitido almacenar una gran cantidad de información en un tiempo muy corto y en muy poco espacio, además de permitir recuperarla rápidamente y realizar complejos análisis sin necesidad de transformar su naturaleza (Escobar, 1995; Lewis, 1983).
Los registros naturales representan, al igual que un esqueleto, una concha o una piel naturalizada, datos de gran valor científico que requieren ser documentados y conservados bajo unas condiciones especiales para asegurar su integridad para el futuro (Simms, 1979). Este patrimonio constituye colecciones de referencia que se preservan en Fonotecas zoológicas o de sonidos naturales (Wildlife Sound Libraries). Un archivo de sonidos consiste en una serie de 'grabaciones' o 'fragmentos' (cuts), cada uno de los cuales representa la grabación de un individuo o grupo de animales en un espacio y tiempo determinados. Cada uno de estos fragmentos tiene asociada una ficha con la documentación relativa a aspectos como especie animal (y relaciones taxonómicas); características del individuo/s como sexo, edad –si se conoce–; localidad de grabación, fecha y hora; temperatura ambiente y/o temperatura del agua -en el caso de especies como anfibios o peces; tipo de señal acústica y comportamiento asociado; datos de la persona que ha hecho la grabación; equipo utilizado; información relativa al registro como objeto/pieza de colección –número de registro, lugar de conservación, duración de la grabación, etc. (Escobar, 1995; Nelson [et al.], 2001).
Algunos archivos de sonidos pertenecen a universidades o son colecciones privadas. Otros forman parte de museos de historia natural, depositarios del conocimiento científico sobre la diversidad biológica de la tierra, por lo que deberían velar por la difusión y la interpretación del patrimonio que custodian, sirviendo de referencia tanto a científicos, como a la comunidad educativa o al público general.
La gran singularidad de un museo radica en sus colecciones sin embargo, el mero hecho de conservarlas y exponerlas no asegura que el visitante "adquiera conocimiento". Con el fin de hacer que la experiencia en el museo sea más rica, es necesario que el público entienda poco o mucho del mensaje oculto en las piezas y salgan teniendo la sensación de haber aprendido cosas, de habérselo pasado bien y, en definitiva, que consideren que el beneficio obtenido paga con creces el esfuerzo dedicado a la visita (Prats, 1999). La inclusión de las TIC se hace evidente en los procesos museológicos como la documentación y digitalización de colecciones, la gestión de bases de datos documentales, la accessibilidad para especialistas, y debe impregnar también el gran reto de futuro que constituye la difusión, tanto en las salas de exposición como en las plataformas en la Red (Munilla & Carreras, 2003). Involucrarse activamente con el público, motivarlo e inspirarlo implica mucho más que manipular el ratón del ordenador o simplemente observar una animación: tiene que ver más bien con la habilidad de responder cada vez con más entendimiento/conocimiento. El aprendizaje resultante de una experiencia en línea no tiene porqué ser diferente al aprendizaje cotidiano. Las diferencias deben radicar en las características del medio, en las maneras de comunicar y no en la calidad del propio aprendizaje (Clarke, 2001).
Los sitios web de museos difieren unos de otros no sólo en la arquitectura de sus páginas sino, y sobre todo, en los recursos que ofrecen. Teather & Willhem, citados por Carreras (2003) (5), distinguen algunas categorías generales de webs de museos: prospectos electrónicos, con información básica del centro; reconstrucciones físicas del edificio, ideales para una "visita virtual"; y verdaderos interactivos, recursos hipertextuales que complementan y prolongan la oferta del museo. Clarke (2001) menciona además otros tipos de recursos como los que proporcionan información para profesores y permiten la planificación de las visitas y la obtención de materiales didácticos; las exposiciones virtuales de algunos museos que, con excepciones, pueden proporcionar verdaderas experiencias educativas; y algunas propuestas consistentes en mostrar aquellos trabajos que se desprenden de la labor cotidiana del museo. En cuanto a las características y la estructura de las páginas web también hay notables variaciones respecto a los contenidos, tanto en lo concerniente al rigor científico como a la documentación asociada, al aspecto formal y navegación y, por supuesto, a la cibermuseografía (Carreras, 2003).
Muchos sitios web no incluyen sonido, otros incorporan apenas algún discreto efecto. En general, el sonido es precisamente uno de los elementos menos desarrollados, como argumenta Tillman (2000) (6). Evidentemente, los sonidos como efectos sonoros complementarios pueden hacer más amable la visita, pero el tema realmente interesante aquí es el tratamiento que se hace del sonido como materia, teniendo en cuenta, además, que los sonidos pueden representarse también gráficamente mediante oscilogramas o espectrogramas de frecuencias.
Internet, el gran canal de información, transporta sonidos de lo más variado y una primera prospección muestra que buena parte de éstos son guiños sonoros que complementan páginas muy diversas. Los sitios web dedicados al sonido en alguna de sus formas responden a diferentes tipologías: muchos tienen que ver con música en línea, hoy por hoy una de las consultas más habituales con lo que tanto oferta como demanda van en aumento; otros tantos están dedicados a la promoción y venta de efectos, cada vez más solicitados ya que se utilizan para la sonorización de creaciones artísticas de vanguardias multidisciplinares –ya sean música, teatro, danza o instalaciones plásticas–, producciones de cine y vídeo o en ediciones multimedia. También se encuentran páginas de diversas fonotecas del mundo de las cuales solo algunas están dedicadas a sonidos naturales lo que pone en evidencia el hecho que las señales animales y la comunicación acústica, como área de conocimiento, no son ampliamente difundidas en la Red.
Los archivos de sonidos en línea como las Bibliotecas de Voces (Ruiz-Felipe, 2001), las colecciones de música o de sonidos naturales son un buen medio para poner al alcance de una mayor audiencia colecciones históricas, piezas únicas o registros de interés científico. Hacer accesibles las colecciones museológicas para consulta es un primer paso en la difusión patrimonial, pero si a esto se une la posibilidad de explicarlas, de contextualizarlas, la experiencia de los usuarios será más enriquecedora por cuanto podrá obtener información complementaria que le permitirá acercarse a un área de conocimiento, más allá de la simple audición de una grabación.
El rápido crecimiento de Internet en los últimos años ha llevado a los conservadores de museos a hacer accesibles sus bases de datos en la Red, permitiendo así la consulta a usuarios remotos. Las ‘bibliotecas digitales’ que propone la iniciativa Open Archive Initiative, OAI, responden al deseo general de desarrollar sistemas interoperables en lo relativo al intercambio de datos y colaboración de servicios (Suleman & Fox, 2001). En cuanto a los archivos de sonidos Nelson [et al] (2001) cita como ejemplo el Borror Laboratory of Bioacoustics, que dispone ya de un catálogo en línea que permite únicamente la consulta aunque se espera que ofrezca la posibilidad de solicitar copias de grabaciones en un futuro próximo. Sin embargo, pone de manifiesto que debido a las limitaciones del ancho de banda, actualmente no es posible el "envío" de grabaciones a través de la red, teniendo en cuenta que para transmitir una muestra de 50 kHz de unos 2 minutos, se requiere demasiado tiempo. La solución de utilizar los algoritmos de compresión que se usan para la transmisión de música en línea no parece la más adecuada dado que éstos están basados en la fisicoacústica humana y no se asegura que no alteren las características de las señales sonoras animales.
Aunque la consulta de las Bases de Datos en línea representa un paso adelante, la oportunidad de examinar, investigar y comparar objetos con el fin de lanzar hipótesis, experimentar y extraer conclusiones basadas en sus experiencias virtuales está poco explotada. Internet, un mass media a través del cual se comparte información, debería ser un canal ideal para la construcción del conocimiento a través de la difusión del patrimonio de los museos (Clarke, 2001).
Una aproximación a las fonotecas en internet
Para la prospección sobre los sonidos animales en la Red se ha partido de una búsqueda de los sitios que tratan el sonido en general y los sonidos animales en particular, a través de motores de búsqueda generalistas y especializados MOTORES DE BÜSQUEDA. De los resultados obtenidos se han analizado, de acuerdo a un enfoque descriptivo, las webs de fonotecas de sonidos naturales pertenecientes a museos, siguiendo criterios generales aplicados en la evaluación de recursos virtuales y teniendo en cuenta las diferencias en la representación que ofrecen de los sonidos, al tratamiento que se les da y a la información complementaria que aportan (7). Sin pretender realizar una evaluación en profundidad de los recursos en Internet, se ha contemplado la presencia de sonidos o su ausencia; la información complementaria que permita contextualizar los registros; la inclusión de elementos de interactividad y recursos que favorezcan la difusión del conocimiento; facilidades de uso como la rapidez de conexión o la utilización de software accesible para la descarga de sonidos (8); el valor relativo del sitio web para la difusión del patrimonio; y la singularidad o grado de contribución al conocimiento -valorando por ejemplo la incorporación de información sobre bioacústica, la presentación de resultados de investigación o poner a disposición de determinados segmentos de público sus colecciones.
A partir de los primeros resultados se perfilan ya las diversas tipologías de sitios web: colecciones de efectos sonoros, productoras musicales y casas discográficas, fonotecas y archivos de sonido, y colecciones de carácter comercial. El estudio se ha centrado en los correspondientes a aquellas fonotecas de sonidos naturales y animales asociadas a museos y, por extensión, a los más importantes archivos de sonidos animales del mundo.
Según Munilla [et al] (2003), a pesar que las TIC constituyen herramientas de propaganda e información complementarias, grandes museos europeos como el Louvre, el British Museum o el Prado no han conseguido organizar un verdadero museo virtual que permita analizar sus fondos desde la perspectiva del estudio de las piezas y no de la mera contemplación. Más aún, tal y como han puesto en evidencia diversos estudios de evaluación de recursos virtuales asociados a instituciones culturales y del patrimonio, es necesario desarrollar estrategias de atracción de diferentes tipus de público en las experiencias de cibermuseografía (Munilla [et al], 2004).
Estas afirmaciones remarcan una realidad en cuanto a la implementación de las grandes posibilidades que ofrecen la TIC para la difusión del conocimiento. La situación parece no ser muy diferente en el caso de las fonotecas de acuerdo con los resultados que se desprenden de la observación realizada a partir de los motores y los términos de búsqueda descritos (9). Los sonidos animales están presentes en la Red, sin embargo, la gran mayoría de sitios aportan poca información a partir de la cual poder entender qué son, cómo los utilizan los animales, por qué y cómo se estudian.
La mayoría de las sesiones de búsqueda arrojan entre los primeros resultados relevantes las direcciones de las dos mayores fonotecas del mundo, esto es British Library Sound Archive – Wild Life Section <http://www.bl.uk/collections/sound-archive/wild.html>
y Macaulay Library of Natural Sounds (Cornell University) <http://birds.cornell.edu/MacaulayLibrary>. Se trata, por supuesto de dos puntos de referencia obligada dada la importancia de sus colecciones y de los servicios que ofrecen. La primera, fundada en 1969, forma parte del British National Sound Archive, una institución pública que conserva la memoria sonora del Reino Unido. Custodia actualmente 130.000 grabaciones científicamente organizadas y documentadas de especies animales de todos los grupos y de todas las regiones zoogeográficas del mundo. El sitio web, combina las características de una página de autopromoción con contenidos en profundidad. En este sentido, además de anunciar los servicios que ofrecen se incluye una buena cantidad de información sobre cómo grabar sonidos naturales; otra sección hace referencia a noticias relacionadas con bioacústica; un apartado igualmente relevante son los enlaces recomendados. El catálogo también se puede consultar en línea, sin embargo, no se pueden escuchar las grabaciones. De hecho, sólo unas pocas muestras de sonido se incluyen como ilustración en algunos apartados.
Macaulay Library of Natural Sounds. (Cornell University) es la otra gran fonoteca del mundo occidental. Depende del Cornell Laboratory of Ornithology y su principal objetivo es promover el conocimiento del comportamiento y la diversidad animal a través de proporcionar recursos multimedia para fines de investigación, educación y conservación. El sitio web ofrece, además de información sobre sus servicios, la consulta de su catálogo en línea. Sin embargo, aún no es posible descargar los archivos de sonido. Desde el 2001, se está implementando un nodo web a través del cual será posible acceder a los servicios de la Fonoteca de manera integrada para descargar recursos destinados a investigación, enseñanza a distancia, conservación, divulgación y aplicaciones comerciales. Mientras esto se hace realidad, lo que si se puede encontrar es una gran cantidad de información sobre técnicas de grabación. Además, a través del Cornell's Bioacoustics Research Program – http://birds.cornell.edu/brp – se puede acceder a artículos sobre sus proyectos de investigación (por ejemplo, bioacústica en ballenas, en aves o en elefantes africanos) ilustrados con sonidos y sonogramas/oscilogramas. También se incluyen entrevistas con especialistas y enlaces a otros recursos.
Además de las dos anteriores, muchos sitios especializados incluyen en los enlaces recomendados la Fonoteca rusa más importante, Veprintsev Phonotheca of Animal Recordings <http://birds.iteb.serpukhov.su>. Fundada en 1973 por el Dr, Boris N. Veprintsev, un reconocido biólogo ruso, actualmente conserva más de 10.000 grabaciones de aproximadamente 600 especies y constituye una fuente de referencia fundamental para la investigación en bioacústica de la región. Su página web ofrece, además de una breve historia del centro y su fundador, un catálogo en línea así como información sobre sus publicaciones y sus principales proyectos de investigación. Sin embargo, la colección no está disponible a través de la Red.
Tanto British Library Sound Archive – Wild Life Section como Macaulay Library of Natural Sounds (Cornell University) son webs que podrían considerarse bien estructuradas; la consulta del catálogo de grabaciones es posible en cada una de las páginas de las tres grandes fonotecas, sin embargo, no puede considerarse una 'colección en línea'. A pesar de presentar información sobre bioacústica ésta tiene que ver básicamente con técnicas de grabación y no se incluyen elementos interactivos -salvando el caso de Macaulay Library, que permite acceder a la página del laboratorio de investigación, en la cual se pueden consultar artículos científicos e informes sobre sus proyectos de investigación.
Los sitios de fonotecas pertenecientes a museos analizados más en detalle difieren entre si tanto en los contenidos como en aspectos relacionados con la facilidad de uso, el diseño gráfico y el empleo de elementos interactivos. The Fitzpatrick Sound Communication Library <http://www.nfi.org.za/Sound&Slide/Sound.htm> es un ejemplo de sitio que no ofrece más que una parte del catálogo sin incluir ningún sonido ilustrativo y una solicitud de grabaciones externas para enriquecer sus fondos. El caso opuesto es The Borror Laboratory of Bioacoustics <http://blb.biosci.ohio-state.edu/> , que, además de la información práctica sobre la consulta de la fonoteca 'off line', incluye el catálogo y la base de datos de la colección, algunas muestras de sonidos ilustrados con sonogramas e información sobre cómo grabar sonidos animales y documentar los registros, entre otras secciones.
Otras webs corresponden a páginas creadas con voluntad de divulgar el tema más que a colecciones en línea como las "Museum's Bioacoustic Pages" de NAVI. Natural History Museum of Slovenia <http://www2.pms-lj.si/staff/navis/navis.html , que aportan artículos sobre bioacústica de los investigadores del museo, muy interesantes y accesibles para el público general; Florida Museum of Natural History – Bioacoustics Archives <http://www.flmnh.ufl.edu/natsci/ornithology/ornithology.htm>, se limita a presentar una copia del CD "Sounds of Florida's Birds" editado por el propio museo, sin más información complementaria que el audio con la introducción del autor; o California Library of Natural Sounds – Oakland Museum of California <http://www.naturesounds.org/clns.html> que presenta la versión virtual de la exposición "Listening to Nature", articulada en torno al concepto de 'panoramas sonoros', cada uno de éstos acompañado de una breve descripción al igual que las diferentes especies que lo conforman, lo cual da como resultado una atractiva presentación.
Los sitios de Crocodile Talk. Florida Museum of Natural History <http://www.flmnh.ufl.edu/natsci/herpetology/brittoncrocs/croccomm.html>, Cicadas of Michigan. Museum of Zoology (Insect Division) University of Michigan <http://insects.ummz.lsa.umich.edu/fauna/Michigan_Cicadas/Index.html> y Museum of Southern Biology Acoustic Call Library <http://talpa.unm.edu/batcall/> presentan colecciones temáticas – cocodrilos y caimanes, cigarras y murciélagos respectivamente- y destaca la información que las complementa: descripción general de la bioacústica del grupo, datos sobre la biología y el comportamiento de cada especie, representaciones gráficas (sonogramas) de las llamadas, y enlaces relacionados. El lenguaje utilizado es claro y accesible para un visitante no especialista.
Especialmente remarcable es la página Batcall. Museum of Southern Biology Acoustic Call Library ya que pone a disposición de los visitantes su colección completa de grabaciones a través de su base de datos. La Lista de referencia, una base de datos de fácil consulta, incluye descripción, imágenes, archivos de sonido en formato WAV y sonogramas de las aproximadamente 40 especies representadas en su colección y constituye una magnífica fuente de información tanto para interesados en el tema como para neófitos. Según consta en la página, el sitio tiene la voluntad de servir como referencia para la investigación y el intercambio de grabaciones -incluye una colección de investigación la cual se debe consultar mediante un Software específico para el análisis de los ultrasonidos, ANABAT, por lo que ofrecen la posibilidad de descargarlo y actualizarlo directamente. Esta condición hace de la web una plataforma abierta para el conocimiento, ya que no sólo ofrece sus fondos a la comunidad sino que también acepta grabaciones para ampliar la colección.
Otros resultados de la búsqueda representan recursos con propuestas de difusión interesantes como por ejemplo, la Biblioteca de Sonidos de la Avifauna Mexicana <http://www.ecologia.edu.mx/sonidos/menu.htm> y Bug Bytes: Reference Library of Digitized Insect Sounds <http://cmave.usda.ufl.edu/~rmankin/soundlibrary.html>. La Biblioteca de Sonidos de la Avifauna Mexicana es un sitio desarrollado por el Instituto de Ecología de Veracruz (México) concebido como una herramienta para facilitar la búsqueda de información a todos los interesados en el tema. Cabe destacar de este recurso la información que ofrece sobre técnicas de grabación, Software de análisis y edición de sonidos; dos listas de discusión y un Glosario muy útil para iniciarse en el tema. Bug Bytes: Reference Library of Digitized Insect Sounds por su parte es una página realizada por un investigador del Center for Medical, Agricultural and Veterinary Entomology (Florida) que ofrece, además de una muy buena colección de sonidos de insectos muy poco conocidos, documentación básica y información especializada muy recomendable. Especialmente destacables son los sonidos, muy difíciles de grabar, de las larvas de insectos dentro del fruto o el grano, o aquellos producidos por las termitas en el interior de sus nidos.
Recursos como Pacific Northwest Bat Call Library <http://depts.washington.edu/~sdwasm/pnwbat/batcall.html> y South-Eastern Australian Bat Call Library <http://batcall.csu.edu.au/batcall/batcall1.html> son colecciones de sonidos en línea destinadas a la comunidad científica. Es interesante que, teniendo en cuenta que trabajan con ultrasonidos de murciélagos no audibles para el oído humano, el uso de representación gráfica de las emisiones mediante espectrogramas contribuye a 'percibir' y entender mejor las señales al poder visualizarlas.
Otras páginas que merece la pena mencionar son Songs and Calls of some New YorkState Birds <http://www.math.sunysb.edu/(tony/birds/> y Naturesongs <http://www.naturesongs.com>. La primera, perteneciente a una serie de recursos elaborados desde el Math Dept SUNY Stony Brook, incluye información sobre temas relacionados con la bioacústica desde perspectivas poco tratadas como los ejemplos de cantos muy abigarrados y de secuencias largas presentados a baja velocidad para facilitar su análisis. Cada canto está ilustrado con su respectivo sonograma. Además, utiliza referencias a la notación musical para la "trascripción" de los cantos, práctica que se empleaba en los comienzos del estudio de las señales animales, antes del desarrollo de sistemas de representación gráfica como el espectrograma o sonograma.
Naturesongs corresponde a una web personal de un aficionado a la grabación de sonidos naturales que pretende "promover la grabación naturalista y el archivo de grabaciones así como poner a disposición del público un archivo de sonidos de referencia para fines didácticos o de difusión." Aunque el sitio se beneficia, por supuesto, de las posibilidades del medio como vehículo de publicidad para sus producciones de sonido (tanto grabaciones sin editar como publicaciones comerciales), la gran cantidad de información que incluye es remarcable. Tanto los sonidos como los textos están a disposición del público para usos educativos no comerciales previa autorización por parte del autor, sin ningún recargo económico. Además aloja un Grupo de Discusión para interesados en grabación naturalista.
Sonidos naturales en la red: una categorización
Entre la gran cantidad de información que circula por la Red las referencias al sonido son muchas y muy diversas: páginas de música, efectos sonoros, emisoras de radio, equipos de informática o electroacústica conviven con artículos científicos, recursos didácticos o juegos. Una revisión exhaustiva de los más de 37 millones de resultados que ofrece la consulta en Google bajo el término 'sound' sería prácticamente imposible, sin embargo, empezar este trabajo de investigación con una prospección tan generalista ha sido útil por cuanto ha permitido imaginar la inmensidad que supone Internet como canal de comunicación y comprobar que la representación de los sonidos naturales tiene mucho que ver con conceptos más humanizados, como por ejemplo los efectos de sonido para producciones diversas, juegos sencillos para niños, manifestaciones artísticas multidisciplinares, la audición humana o la propia música, que con un conocimiento profundo de su esencia como señales de un alto valor comunicativo.
Aunque el mismo Google llega a listar hasta 987.000 URLs bajo el término 'animal sound', el empleo de directorios más específicos, como Copernic y Biology Browser, ofrece mucha más concreción. Así, centrando el tema de investigación, se ha podido obtener una primera visión de la presencia de sonidos naturales en Internet: webs de recursos, juegos, efectos y publicidad de juguetes sonoros son algunas de las páginas que los incluyen. Pero también se encuentran directorios, listas y fonotecas. Una ojeada a un directorio bastante completo como Guide to Animal Sounds on the Net <http://members.tripod.com/Thryomanes/AnimalSounds.html> muestra una relación de más de 120 direcciones entre centros de investigación, museos, archivos de sonidos, listas, o sonidos aislados. Sin embargo, no están todas las fonotecas encontradas en otras sesiones. Por otra parte, muchas de las direcciones contienen sonidos acompañados de muy poca o ninguna información complementaria.
Centrando el tema al objeto de estudio, la mayoría de consultas recogen resultados en los que se entremezclan archivos de sonidos, colecciones y laboratorios de bioacústica con fonotecas de museos, siendo éstas las menos numerosas (10). Las diferencias entre las diversas webs no permiten identificar un 'modelo' único ya que cada sitio propone contenidos distintos así como un tratamiento particular de aspectos relacionados con la facilidad de uso, el diseño gráfico y el empleo de elementos interactivos: desde The Fitzpatrick Sound Communication Library, por ejemplo, que se limita a incluir el catálogo parcial -sin muestras de sonido- y a pedir contribuciones de grabadores externos para enriquecer sus fondos, hasta el caso opuesto de The Borror Laboratory of Bioacoustics, que, además de la información práctica sobre la consulta de la fonoteca off line, incluye el catálogo y la base de datos de la colección, algunas muestras de sonidos ilustrados con sonogramas e información sobre cómo grabar sonidos animales y documentar los registros, entre otras secciones.
En general, se podría decir que las diferentes fórmulas se pueden enmarcar en tres tipologías: las páginas informativas, las páginas como recurso divulgativo y lo que propondría llamar 'fonotecas en línea'. Ejemplos de webs informativas son la fonoteca rusa Veprintsev Phonotheca of Animal Recordings y la surafricana The Fitzpatrick Sound Communication Library, que ofrecen básicamente información sobre sus servicios y no incluyen ejemplos de sonidos animales, asemejándose a un folleto impreso pero con el ciberespacio como canal de distribución.
Un recurso divulgativo serían las "Museum's Bioacoustic Pages" de NAVI, Natural History Museum of Slovenia que incorporan artículos ilustrados con grabaciones; el sitio de Florida Museum of Natural History – Bioacoustics Archives, con la versión en línea de un CD de edición propia; California Library of Natural Sounds – Oakland Museum of California que presenta panoramas sonoros de las diferentes regiones biogeográficas del territorio; Crocodile Talk. Florida Museum of Natural History con ejemplos de diversos tipos de llamadas de cocodrilos y caimanes; y Cicadas of Michigan. Museum of Zoology (Insect Division) University of Michigan que recoge señales de algunas especies de cigarras.
En general todos estos sitios incorporan muestras de sonidos y alguna información complementaria como descripción de la biología de la especie y sus comportamiento vocal con un lenguaje y una redacción accesibles para el público general, representaciones gráficas del sonido -sonogramas, oscilogramas, etc.- y en algún caso imágenes. La información es mucho más detallada en las páginas de Crocodile Talk y Cicadas of Michigan lo cual no es de extrañar si se tiene en cuenta que ambas dependen de universidades y han sido producidas por investigadores del tema, habituados a expresarse en un registro más especialista.
El tercer tipo sería el que podría tomarse como un modelo de fonoteca en línea, esto es, una colección de sonidos consultable en la Red a través de un catálogo o base de datos que incluiría información complementaria y la posibilidad de descargar los archivos para usos científicos, divulgativos o educativos. De los sitios analizados la página Batcall del Museum of Southern Biology Acoustic Call Library se correspondería con este tipo, ya que pone a disposición de los visitantes su colección de grabaciones y la completa información de la Lista de referencia.
The Borror Laboratory of Bioacoustics también se aproximaría a este modelo ya que, aunque no dispone de la totalidad de su colección para consulta y descarga -hay que tener en cuenta que sus dimensiones hacen que esta posibilidad sea prácticamente inabordable- tienen como proyecto inmediato disponer en Internet de la totalidad de la colección de Currucas del Nuevo Mundo, representada actualmente sólo de forma parcial.
Macaulay Library of Natural Sounds (el archivo de sonido del Cornell Laboratory of Ornithology), probablemente en la actualidad el mayor del mundo, está trabajando en una nueva propuesta de sitio web que permitirá acceder a todos los servicios de la fonoteca. Cuando este nuevo nodo entre en pleno funcionamiento, estaríamos hablando de una fonoteca en línea con muchas prestaciones.
Estos ejemplos de archivos consultables incluyen fichas documentales con información técnica de las grabaciones a partir de la cual, sin embargo, una persona no especialista no puede fácilmente hacerse una idea de lo que representa el valor comunicativo de la señal. Para poder contextualizar los registros sería necesario añadir información relativa a las características del comportamiento vocal de la especie y el contexto de emisión de la llamada, por ejemplo. Es más, situar al visitante en el tema -la bioacústica- es fundamental si se pretende divulgar algo más que el contenido de la colección. En este sentido, es probable que el público general saque más partido de una página del tipo recurso divulgativo como Crocodile Talk o "Listening to nature" de California Library of Natural Sounds que de una colección consultable en línea como las Currucas del Nuevo Mundo de The Borror Laboratory of Bioacoustics. En cambio, para un especialista la información de la base de datos será fundamental.
Algunos archivos en línea encontrados a lo largo de este estudio ofrecen planteamientos interesantes en cuanto a la difusión de la bioacústica. Un buen ejemplo son la Biblioteca de Sonidos de la Avifauna Mexicana, una de las pocas webs en castellano encontradas que ofrece amplia información sobre técnicas de grabación y Software de análisis y edición de sonidos, y aloja dos activos grupos de discusión; y Bug Bytes: Reference Library of Digitized Insect Sounds con grabaciones excepcionales y amplia literatura sobre la bioacústica de insectos, incluye una sección muy útil con ejemplos para distinguir sus sonidos del ruido ambiental muy bien documentada. También merece la pena mencionar Songs and Calls of some New York State Birds que utiliza como recurso perspectivas diferentes como la presentación de los cantos a baja velocidad para un mejor análisis o la notación musical para su ‘trascripción’.
A tenor de los resultados obtenidos podría decirse que la representación de los sonidos naturales es, cuando menos, diversa. A pesar de ser un recurso buscado como efectos sonoros o para productos educativos, el tratamiento de los sonidos como una área de conocimiento es limitado. Los archivos de sonido, ya sean fonotecas, colecciones de investigación o páginas comerciales no siempre incluyen información complementaria de los registros lo cual no contribuye a la contextualización y la interpretación de los registros. En este sentido, las webs que favorecen, ya sea a través de enlaces internos o bien a páginas externas, encontrar descripciones sobre las especies y su comportamiento vocal, sobre qué es la bioacústica o la grabación naturalista, permiten explicar los sonidos no como hechos aislados sino en su contexto.
¿Qué papel juegan, entonces, las fonotecas en la difusión de los sonidos naturales y la comunicación animal en Internet? Explorar la posibilidades reales del acceso virtual al patrimonio y cómo pueden las TIC mejorar la educación formal y no formal es una asignatura pendiente para gran parte de ellas. Evidentemente hay excepciones a tener muy en cuenta no sólo en cuanto a la cantidad y calidad de información complementaria que ofrecen sino también por la presentación de las colecciones en entornos más amigables, las facilidades de acceso a la consulta o el empleo de recursos didácticos efectivos. Ninguna de las webs analizadas responde a lo que llamaría un ideal de 'fonoteca en línea' ya que no se conjugan en un mismo sitio por ejemplo, la consulta en línea total o parcial de sus colecciones con recursos interactivos que ayuden a entender el fenómeno sonoro y quedan poco clara la voluntad de servir de referencia a distintos segmentos de público. Disponer sonidos en la Red sin más es una opción que no se aleja mucho de un tipo de web informativa ya que la divulgación pasa por ofrecer información complementaria y, sobre todo, recursos que permitan al visitante experimentar por él mismo, más allá del simple juego de aparear cada animal con su llamada. Los modelos informáticos, es decir, los programas que permiten prefigurar el comportamiento de un fenómeno determinado, son ideales para manipular situaciones y experimentar; las reconstrucciones virtuales permiten a su vez explorar las características de la comunicación animal de una manera atractiva; o los sonogramas producidos en tiempo real, que ofrecen la posibilidad de visualizar la estructura de las señales y sus características a medida que se va escuchando el sonido, serían una posibilidad a explorar. Recursos como estos son una vía de difusión tanto para la educación formal como para la no formal. La comunidad escolar, muy probablemente, celebraría disponer de estas u otras actividades para trabajar en línea.
La función social que se espera de instituciones patrimoniales como las fonotecas asociadas a museos debería extenderse a sus correspondientes plataformas en Internet y avanzar hacia un modelo que saque mayor partido a las posibilidades que ofrecen las TIC para la difusión del patrimonio y la creación de conocimiento.
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· [1] – Citado por Carolan, B. (2001) Technology, Schools and the Decentralization of Culture. First Monday, 6(8). [en línea] [O'Connor, W. (1997) Create or be created: How the Internet cultural renaissance is turning audience members into artists. First Monday, 6(8). [en línea] ]
· [2] – De acuerdo al ICOM (Internacional Council of Museums) -sociedad de profesionales de los museos, archivos y bibliotecas auspiciada por la UNESCO- la conservación, preservación, investigación, difusión y educación son las funciones esenciales que debe tener una institución patrimonial en su misión.
· [3] – La interpretación, según Tilden (1957) "es una actividad educativa que tiene por objeto devolver el significado a las cosas y sus relaciones a través de la utilización de objetos de origen, de la experiencia personal y de ejemplos, más que por la sola comunicación de hechos concretos".
· [4] – Para más información sobre la bioacústica ver por ejemplo los sitios web de Borror Laboratory of Bioacoustics ; Library of Natural Sounds de la Cornell University , o el artículo What is Bioacoustics?
· [5] – Teather, L. & Willhem, K. (1999) "Web musing: evaluating museums on the web from learning theory to methodology". En: Museums and the web. [en línea]
· [6] – "Given the continuum of Internet 'publishing', additional criteria must be added to reflect the multimedia nature of the medium. Quality of sound is still pretty early in its evolutionary cycle"
· [7] – Sobre diversos criterios de analisis de recursos en Internet se han consultado: Grassian, E. (2000) Thinking Critically about World Wide Web resources. Help Guides, UCLA College Library (6 Septiembre 2000). ; Smith, A. G. (1997) "Testing the Surf: Criteria for Evaluating Internet Information Resources." The Public-Acces Computer Systems Review, 8(3) ; Retting, J. (1996) "Beyond 'Cool'. Analog Models for Reviewing Digital Resources." ONLINE, September 1996.
· [8] – Tillman (2000) comenta que la facilidad de uso –usability– debe asegurar que el interés por la información esté por encima de los esfuerzos requeridos para acceder a ella.
· [9] – Aunque no hay que dejar de lado que los resultados son el reflejo de esta búsqueda en concreto y no de la totalidad de los sitios que circulan por la Red.
· [10] – Hay que puntualizar que los resultados obtenidos deben tomarse con prudencia ya que, cualquier exploración a través de un motor de búsqueda determinado puede variar de un día al siguiente en el número de páginas encontradas y su posición respecto a la concordancia con los términos clave. Más aún, dado que la efectividad de la búsqueda está determinada por la inclusión en los sitios de metatags en unos casos, o por los criterios subjetivos en la selección de los evaluadores de algunos motores y directorios, el escaso número de URL relacionados con archivos de sonidos animales encontrados no debe entenderse como el universo de sitios web existentes sobre el tema sino sólo como una muestra de éstos.
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Diana Escobar