La ingeniería fiscal de las grandes corporaciones para pagar impuestos "ridículos"
Enviado por Ricardo Lomoro
- ¿Se ha pasado de la hipocresía y la connivencia -estados + empresas- a una guerra recaudatoria -estados vs. empresas?
- La "simulación" perfecta
- Algunas "pistas" sobre la ingeniería fiscal de las grandes corporaciones
- El doble irlandés
- El sándwich holandés
- Las "trampas" del fin del secreto bancario
- El proyecto BEPS de la OCDE
- Casos con marca "registrada"
- BEPS y el poder del consumidor
- Google y su "doble irlandés con sándwich holandés"
- La "materia exótica" y los "socios del silencio" (business as usual)
- Apple e Irlanda
- Apple, la UE y la crisis política irlandesa
- Lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible
- Política monetaria ultraexpansiva
En USA y en la UE
¿Se ha pasado de la hipocresía y la connivencia -estados + empresas– a una guerra recaudatoria -estados vs. empresas?
– La "manzana" de la discordia (el día que se "jodió" la PAX de los mercados 4.0)
"La decisión de la Unión Europea de exigir a Irlanda que recupere casi 13.000 millones de euros (unos US$ 14.500 millones) en impuestos que Apple Inc. se habría ahorrado durante una década no sólo es un dolor de cabeza para el gigante de Silicon Valley y el país celta, sino que puede ahondar el conflicto entre Estados Unidos y la UE sobre el escrutinio del bloque a las prácticas fiscales de firmas estadounidenses"… La ofensiva europea contra Apple alarma a otras multinacionales (The Wall Street Journal – 30/8/16)
La magnitud del monto exigido en una decisión formal de los reguladores antimonopolio también sonó las alertas de las multinacionales que ahora pueden tener que pagar grandes sumas por impuestos que presuntamente evitaron pagar.
Se trata del mayor pago exigido bajo las normas de la UE que prohíben que las empresas obtengan ventajas competitivas frente a sus rivales a través de la ayuda de algún gobierno.
Tanto Apple como el gobierno irlandés anunciaron que apelarán la decisión, para iniciar un proceso ante el máximo tribunal europeo que podría durar varios años. El fallo, no obstante, puede desencadenar un enfrentamiento entre EEUU y diferentes países de la UE sobre el derecho a cobrar tributos sobre los miles de millones de dólares que los grandes conglomerados estadounidenses ganan fuera de su país.
El organismo antimonopolio de la UE indicó que el gobierno irlandés le permitió a la compañía de tecnología estadounidense eludir casi la totalidad de los impuestos que debía pagar dentro del bloque durante más de una década. Los pactos que el gobierno irlandés ofreció a Apple en 1991 y 2007 le habrían permitido a la empresa californiana pagar una tasa impositiva de entre 0,005% y 1% sobre sus ganancias europeas entre 2003 y 2014 al indicar que una fracción diminuta podía ser gravada en Irlanda.
Tim Cook, presidente ejecutivo de Apple, aseguró en una carta abierta que "Apple sigue la ley y paga todos los impuestos que debe" y acusó a la Comisión Europea de lanzar un esfuerzo para "reescribir la historia de Apple en Europa, pasar por alto las leyes tributarias de Irlanda y, en el proceso, trastornar el sistema impositivo internacional".
La decisión europea representa una gran amenaza al logro de un acuerdo tributario bipartidista en el Congreso de EEUU que parece al alcance de la mano pero no se ha concretado.
Los legisladores estadounidenses dijeron que esperaban que el fallo acelere los compromisos necesarios, incluyendo un impuesto único para que las empresas estadounidenses inviertan en proyectos en el país y distribuyan dinero a sus accionistas.
Las empresas estadounidenses han acumulado ganancias en el extranjero fuera del alcance del Servicio de Impuestos Internos de EEUU debido a la forma en que funciona el sistema en ese país. Las compañías con sede en EEUU deben pagar una tasa de 35% sobre las ganancias que obtienen en el exterior. No obstante, pueden obtener exenciones tributarias por los pagos realizados en otros países y esperar hasta la repatriación de esos ingresos para pagar la diferencia en EEUU.
Por ejemplo, una compañía estadounidense que obtiene una ganancia de US$ 1.000 millones en el Reino Unido, donde la tasa impositiva es de 20%, pagaría en teoría US$ 200 millones en el Reino Unido y US$ 150 millones en EEUU cuando repatríe las ganancias.
Este sistema incentiva a las empresas a buscar las tasas tributarias más bajas, acumular la mayor cantidad posible de ganancias en esos países y no repatriar los fondos. Las empresas farmacéuticas y tecnológicas, en particular, han sido muy adeptas a trasladar propiedad intelectual y acumular ganancias fuera de EEUU.
Apple, por ejemplo, contaba en junio de 2016 con US$ 215.000 millones en efectivo y otras inversiones líquidas fuera de EEUU, frente a US$ 187.000 millones en septiembre de 2015. La empresa dice que pagaría una tasa de 33% sobre parte de esos fondos si opta por repatriarlos y sugiere que en el extranjero ha pagado una tasa inferior a 10%. Cook indicó en una reciente entrevista con el diario The Washington Post que Apple no repatriará el dinero "hasta que haya una tasa justa".
Hasta su cambio de estructura en 2015, Apple utilizó subsidiarias que se movieron diestramente entre las legislaciones impositivas de EEUU e Irlanda. Según una investigación del Senado estadounidense de 2013, Irlanda consideraba estas firmas como residentes en EEUU ya que eran gestionadas y controladas desde California. EEUU, en cambio, las catalogaba como entidades foráneas que no estaban sujetas en forma inmediata a los impuestos del país por estar constituidas en Irlanda.
"La forma en que la Comisión presentó la decisión en su comunicado de prensa fue fascinante", dice Lilian Faulhaber, profesora de derecho tributario de la Universidad de Georgetown, en Washington. "Critica a EEUU por no exigirle a Apple pagar más impuestos".
El gobierno estadounidense ha advertido que la investigación de la UE podría tener un impacto directo en su recaudación de impuestos puesto que los tributos que cobre Irlanda serán descontados de los impuestos de Apple en EEUU. "En el fondo, el caso de la Comisión no tiene que ver con lo que Apple paga en impuestos", subrayó Cook en su carta, "sino con qué gobierno recauda el dinero".
Las petroleras estadounidenses han buscado desde hace tiempo modificar las leyes que las obligan a pagar impuestos sobre sus ganancias en otros países. El fallo de la UE contra Apple podría fortalecer sus razones. Los ejecutivos de las empresas energéticas, al igual que los de muchos otros sectores, señalan que la política estadounidense equivale a una doble tributación.
Aunque Irlanda podría recibir US$ 14.500 millones, el fallo de la UE amenaza el pilar de su modelo de desarrollo económico: cobrar impuestos bajos para atraer a las multinacionales estadounidenses con presencia en Europa y otros países.
Apple no es la única empresa estadounidense en la mira de la UE por temas de impuestos. Los reguladores europeos le ordenaron en octubre a Starbucks Corp. pagar entre 20 millones y 30 millones de euros en impuestos no devengados debido a la manera en que estructuró su política tributaria en Europa.
"La presión de la Unión Europea hacia la fiscalidad de las grandes empresas tecnológicas estadounidenses vivió esta semana su mayor hito con la reclamación por parte de Bruselas de 13.000 millones a Apple por impuestos no abonados entre 2003 y 2014. Las dudas de distintos estados por la forma de tributar de estas compañías y los favores de algunos Gobiernos han ocupado infinidad de portadas en los últimos años"… Las grandes tecnológicas sí tributan en EEUU (Cinco Días – 1/9/16)
Cinco son las grandes tecnológicas más reconocidas y señaladas por algunos en la UE: Amazon, Alphabet, Facebook, Microsoft y Apple. Acudiendo a los registros de la SEC, el equivalente estadounidense de la CNMV española, estas compañías pagaron en 2015 más de 31.000 millones de dólares (27.800 millones de euros) en impuestos por su negocio, con un incremento del 32% respecto a un año antes. Cerca de la mitad del total son abonados por Apple.
Todas estas empresas tienen una expansión internacional notable, con marcas que son reconocidas en cualquier lugar del mundo. Así, el 53% de los 520.000 millones de dólares ingresados por estas compañías en el último ejercicio, procedieron de fuera de EEUU, su país de origen. Amazon es la única de las cinco que todavía vende más en el mercado interno que en el exterior.
El peso del negocio internacional cae de manera notable si se estudian los impuestos pagados por estas empresas. Las autoridades estatales y federales estadounidenses recibieron en los 12 meses del pasado ejercicio casi 23.500 millones de euros, algo más del 74% del total. Así, pese a que el exterior supone más de la mitad de las ventas de la empresa, apenas suma un 26% de los tributos pagados por estas empresas. Si bien es cierto, el peso de la tributación exterior ha aumentado desde el ejercicio anterior, en 2014, cuando supuso menos del 22%.
El estallido del caso de Apple ha sentado un precedente histórico para el resto de empresas tecnológicas que operan en la UE. Tras rechazar las acusaciones de la Comisión Europea, la compañía contestó a las preguntas de los analistas señalando que el escrito de las autoridades comunitarias fue "engañoso y decepcionante", ya que aseguraron que es falso que pagase solo el 0,005% de los impuestos.
Se trata de la mayor reclamación que hacen las autoridades comunitarias a una empresa por impuestos no abonados, muy por encima del anterior precedente, cuando se exigió a EDF que devolviera 1.400 millones. Pero podría no ser el único caso. Tal y como la propia Amazon explica en sus cuentas del último trimestre, tiene abierto un proceso desde 2014 por el cual la Comisión Europea investiga el acuerdo fiscal que tiene en Luxemburgo.
Ya desde el anterior comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, las autoridades comunitarias han aumentado su presión sobre las multinacionales estadounidenses, no solo las tecnológicas. Así, la actual responsable del ramo, la danesa Margrethe Vestager también tiene el foco puesto en otras como McDonald"s o Starbucks.
Esta presión no ha sido bien percibida por las autoridades estadounidenses. "Estamos preocupados por un enfoque unilateral que amenaza con socavar el progreso que hemos realizado con los europeos para hacer justo el sistema fiscal internacional", comentó en rueda de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, tras conocerse la noticia. Este desencuentro entre EEUU y la UE llega en pleno proceso de negociación de un tratado de libre comercio entre ambas autoridades, el conocido como TTIP.
Tampoco en el Gobierno Irlandés, al que se le exige que reclame a Apple los 13.000 millones más intereses, ha sentado bien. El ministro de finanzas, Michael Noonan, se apresuró a anunciar un recurso contra la decisión de la Comisión Europea. Sin embargo, no parece tan claro que lo vaya a hacer. Las dudas surgidas en el seno del partido Alianza Independiente, socio de Gobierno de la formación Fine Gael a la que pertenece Noonan, provocaron que no hubiera acuerdo en el Ejecutivo al respecto.
Durante los últimos años, las autoridades de EEUU han mantenido una fuerte polémica con las grandes corporaciones a causa del dinero que estos grupos tienen depositado en sus filiales en el extranjero y que no repatrían para así evitar el pago de impuestos. Y las cifras son multimillonarias y crecientes.
Según las estimaciones publicadas por la agencia Moody"s, a la conclusión de 2015, las empresas no financieras de EEUU tenían en el extranjero un total de 1,2 billones de dólares (en torno a 1,07 billones de euros), cifra que supone un 72% del total de las tesorerías de estas compañías. En 2014 tenían 1,1 billones de dólares, por 947.000 millones en 2013, 840.000 millones en 2012 y 700.000 millones en 2011.
En este ranking, el sector tecnológico es el líder destacado, con un total de 630.000 millones de dólares fuera de EEUU a final de 2015 (540.000 millones a la conclusión de 2014). Apple, Microsoft, Cisco Systems, Google y Oracle lideraban el ranking global al acumular entre liquidez, inversiones a corto plazo e inversiones a largo plazo un total de 441.000 millones de dólares en sus filiales internacionales (369.000 millones a final de 2014), un 87% del total de su tesorería conjunta. En el caso de Apple ese porcentaje subía al 93%, por un 94% de Microsoft y Cisco Systems.
Los analistas de Moody"s destacaron que las compañías de EEUU dedican el dinero doméstico a pagar dividendos o realizar programas de recompra de acciones, además de pagar posibles adquisiciones. Para la agencia de calificación, el dinero depositado en el extranjero seguirá aumentando durante los próximos años a menos que cambien las leyes fiscales en EEUU, para animar a las compañías a repatriar estos fondos. Moody"s, en cualquier caso, indicó que no espera cambios en esta legislación en los próximos tiempos.
– Un puesto de salchichas paga más impuestos en Austria que Amazon o Starbucks (Expansión – 3/9/16) Lectura recomendada
El jefe del Gobierno austríaco dijo que, según estimaciones, la cadena de cafeterías Starbucks había pagado en 2014 en su país unos 1.400 euros como impuesto de sociedades.
El jefe del Gobierno austríaco, el socialdemócrata Christian Kern, criticó que cualquier cafetería o puesto de salchichas de Viena pague más impuestos en Austria que multinacionales como Amazon o Starbucks.
"Cualquier cafetería vienesa, cualquier puesto de salchichas, paga más impuestos que una empresa multinacional", lamentó Kern en una entrevista que publica hoy el diario Der Standard. "Esto se aplica a Starbucks, Amazon y otras compañías", sostuvo.
El canciller dijo que, según estimaciones, la cadena de cafeterías Starbucks había pagado en 2014 unos 1.400 euros como impuesto de sociedades, menos que cualquier quiosco de salchichas.
Kern consideró que debido a la escasa contribución a las arcas públicas de estas grandes empresas era importante la exigencia de la Comisión Europea de que Irlanda recaude 13.000 millones de euros a Apple en impuesto no cobrados.
El político socialdemócrata también reprobó a multinacionales como Google o Facebook, al asegurar que si pagasen más impuestos el Estado podría ofrecer más ayudas a la prensa escrita para afrontar su actual crisis.
Según Kern, Google tiene un volumen de negocio en Austria de unos 200 millones de euros, mientras que el Facebook es de unos 120 millones, y entre ambas empresas contratan a unas 20 personas.
El canciller criticó que ambas compañías obtuvieran muchos beneficios por publicidad en Austria pero no pagasen allí ni impuesto de sociedades ni sobre la publicidad.
En esta línea, criticó que algunos países de la Unión Europea compitan por bajar el impuesto de sociedades para atraer a estas empresas, lo que daña a otros socios del bloque. "Lo que hace Irlanda, Holanda, Luxemburgo o Malta es insolidario con el resto de la economía europea", concluyó.
Varias multinacionales han sido criticadas en el pasado por minimizar el pago de impuestos remitiendo la facturación a filiales situadas en otros países que gozan de mejor trato fiscal.
"Empresas estadounidenses como Apple Inc. no son solamente innovadoras de primera categoría en tecnología y marketing. Son, además, innovadoras de primera clase en la elusión de impuestos"… La elusión de impuestos de Apple ilustra la brecha entre la ley y la lógica económica (The Wall Street Journal – 7/9/16)
Esta es una de las lecciones evidentes del anuncio que realizó la Comisión Europea a principios de septiembre (2016) de que Apple le debe a Irlanda hasta US$ 14.500 millones en impuestos impagos. Hablando estrictamente en términos económicos, la CE tiene razón. Apple, con la ayuda de Irlanda, separó las ganancias que reporta y los impuestos que paga de la actividad comercial que genera esas utilidades. Ese comportamiento, repetido por numerosas multinacionales en otras jurisdicciones, ha creado brechas gigantescas en el sistema mundial de impuestos corporativos.
Sin embargo, determinar si la CE tiene razón o no en el aspecto legal es otra cuestión. El organismo afirma que Irlanda le dio a Apple un trato especial que constituye una ayuda estatal ilícita a una empresa privada. El gobierno irlandés lo niega y planea apelar la decisión ante los tribunales de la Unión Europea.
La CE no acusa a Apple de quebrantar las leyes tributarias de Irlanda. Ese el meollo del asunto. La elusión multinacional de impuestos está creciendo precisamente porque las compañías perseverantes pueden hallar muchas maneras, y muchos gobiernos socios, para evitar pagar tributos. Las normas impositivas son tan subjetivas que una compañía puede afirmar que cumple las normas y sin embargo paga una tasa que "todos los demás ven y dicen que es de locos", asevera Martin Sullivan, economista jefe de Tax Analysts, una consultora sin fines de lucro.
El hecho de que la elusión de impuestos corporativos haya crecido es evidente al ver las ganancias que las empresas estadounidenses reportan en paraísos fiscales. Las ganancias de las empresas de control estadounidense equivalieron en 2004 a 7,6% del Producto Interno Bruto de Irlanda. Para 2010, esa cifra se había más que quintuplicado, a 42%, según Jane Gravelle, analista del Servicio de Investigación del Congreso, que no tiene afiliación política. En Luxemburgo, la relación se ha disparado de 18,2% a 127%. En paraísos fiscales tradicionales como las Islas Vírgenes Británicas y las Islas Caimán, las ganancias de las subsidiarias estadounidenses equivalieron a 20 veces el PIB local en 2010.
Existen varias razones detrás de este aumento. Una es el crecimiento de la propiedad intelectual, como las patentes, las marcas y el software como fuente de ganancias, que se pueden trasladar fácilmente entre jurisdicciones en el extranjero. Otra es la sofisticación y la audacia con las que las multinacionales explotan los resquicios entre, y los tecnicismos en, los sistemas tributarios de diferentes países. Debido a que Estados Unidos es líder en sectores intensivos en propiedad intelectual, sus empresas son naturalmente los usuarios más ávidos de tales técnicas.
Según la CE, Irlanda tomó determinaciones impositivas en 1991 y 2007 que permitieron a Apple asignar ganancias sobre las ventas en la Unión Europa a una "sede" interna que existía sólo en papel y no era gravable bajo una provisión de las leyes tributarias irlandesas que ya no está en vigencia. Por consecuencia, sostiene, la tasa tributaria efectiva de Irlanda sobre las ganancias europeas de Apple fue de 0,005%, muy por debajo del impuesto corporativo oficial de 12,5%.
La respuesta de Apple, como es costumbre, distó de ser un pedido de disculpas. "Pagamos todos los impuestos que debemos", declaró su presidente ejecutivo, Tim Cook, en una carta a los clientes.
Cook calificó la tasa tributaria estimada de la CE como "estupideces políticas". Un vocero del gobierno irlandés dijo: Lo que sabemos que es irlandés está siendo tributado. Lo que sabemos que no es irlandés no estamos tocando". El secretario del Tesoro de EEUU, Jack Lew, quien suele vituperar contra malhechores corporativos, se puso del lado de Apple, argumentando que la CE ha sembrado incertidumbre y socavó la cooperación internacional, liderada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, para tomar medidas drásticas contra la elusión impositiva.
Lew también tiene una motivación monetaria. La CE afirma que Apple debe impuestos que ocultó indebidamente de los gobiernos europeos. No obstante, EEUU también reclama el dinero. Pese a que Apple envió las ganancias a una unidad que no es reconocida por la ley tributaria de EEUU, la compañía dice que las utilidades están sujetas a impuestos estadounidenses. Sin embargo, no tiene que pagar el impuesto mientras el dinero permanece fuera del país, y Cook asegura que no será repatriado hasta que la tasa de impuestos corporativos de EEUU, actualmente de 35%, sea más de su gusto. Apple reporta una tasa impositiva de 26%, pero eso incluye impuestos sobre ingresos extranjeros que en realidad no ha pagado. Sin contar eso, su tasa tributaria en efectivo es de 19%.
Esto, sin dudas, es lo que los accionistas de Apple quieren escuchar, pero solamente profundiza el cinismo del público hacia el sistema tributario y la globalización en general.
Las empresas estadounidenses argumentan que tendrían menos incentivos para trasladar las ganancias si EEUU bajara su tasa impositiva para las empresas y dejara de gravar las ganancias obtenidas fuera del país. De todos modos, cuesta creer que las empresas repatriarían sus ganancias con una tasa de 25% en EEUU si en los paraísos fiscales pagan una tasa efectiva de cero. Poner fin al derecho a postergar las ganancias obtenidas en el extranjero podría resultar efectivo, pero eso también podría llevar a las empresas estadounidenses a abandonar EEUU del todo. Y, por supuesto, ambas medidas requerirían un cambio de legislación.
La iniciativa de la OCDE apunta a cerrar algunos de los resquicios que facilitan la elusión fiscal, pero queda por verse cuán profundo puede ser su impacto. Un estudio de septiembre de 2015 para el Parlamento Europeo sugirió que una solución integral podría recaudar US$ 13.000 millones al año, una fracción de los US$ 56.000 millones a US$ 212.000 millones que pierde debido a "planificación impositivas enérgicas".
De hecho, los recaudadores fiscales tal vez nunca logren seguir el ritmo de sofisticación de las empresas que eluden impuestos. Por lo tanto, no debería ser una sorpresa que la tarea haya recaído en un regulador antimonopolio.
"Amazon parece no tener ningún temor a la investigación abierta en octubre de 2014 por la Comisión Europea por presunta evasión fiscal. Ese año el gigante de la distribución online de Estados Unidos declaró que su filial luxemburguesa Amazon EU Sarl había perdido 45,3 millones de euros. Lejos de esconderse ante el miedo a algún tipo de sanción, un año después declaró, sin embargo, unas ganancias de 481,7 millones en el Gran Ducado. La cifra es muy relevante, porque supone el equivalente al 90 por ciento de todo el beneficio de Amazon en el mundo. La razón de este fuerte incremento del resultado está, en principio, en unos ingresos extraordinarios por dividendos entre filiales, según consta en las cuentas depositadas en el Registro Mercantil de Luxemburgo. Su resultado neto global fue de 596 millones de dólares (531 millones de euros), aunque el beneficio de Luxemburgo no consolida como tal en el conjunto, al tratarse de movimientos internos en el grupo"… Amazon declara en Luxemburgo el equivalente al 90% de su beneficio (El Economista – 24/9/16)
En cualquier caso, Amazon se ha reforzado en el país centroeuropeo. En 2015 ha multiplicado por cuatro su capital, hasta 402,2 millones y ha subido un 20 por ciento sus ingresos, alcanzando los 18.616 millones. Esto significa que la compañía declara en este pequeño país, con poco más de medio millón de habitantes, casi una cuarta parte de su facturación en el mundo. En 2015, la compañía, que gestiona el negocio de distribución, abrió sucursales en Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España, pasando a declarar sus ganancias a nivel local. De hecho, la compañía ha mantenido siempre que paga todos los impuestos que se le requieren en cada uno de los países donde opera.
La Comisión Europea mantiene sin embargo el foco sobre la empresa y vigila, especialmente desde 2014, los pactos que las multinacionales alcanzan con determinados países de la Unión para rebajar su factura fiscal. Según todos los indicios, Amazon y McDonald's podrían ser la siguientes compañías en enfrentarse a una sanción como la que Bruselas impuso, el pasado mes de agosto, a Apple.
La firma de la manzana tendrá que devolver 13.000 millones de euros en impuestos eludidos más intereses a Irlanda por haberse beneficiado de rebajas fiscales entre 2003 y 2014, distorsionando así la competencia. Técnicamente, no se trata de una multa sino de un pago de impuestos no abonado.
Bruselas ya marcó precedente con las sanciones a Starbucks y Fiat en octubre de 2015, por aprovecharse de las ventajas fiscales obtenidas en Holanda y Luxemburgo, respectivamente. Ambas compañías eludieron cada una el pago de entre 20 millones y 30 millones de euros. El modo de operar de las multinacionales sancionadas siempre se repite: fijan la sede social en un país europeo con importantes ventajas de fiscalidad, a pesar de tener actividad en otros países de la Unión.
La compañía de comercio electrónico, por el momento, se mantiene a la espera de que Bruselas adopte una resolución sobre la investigación que mantiene abierta sobre ella desde hace dos años, aunque sin incidir en sus planes de crecimiento en el Viejo Continente.
Amazon, que acaba de cumplir cinco años en España, intenta ampliar mercado en nuestro país a través de la comercialización de alimentos frescos, con la garantía de llegada a su destino en 24 horas, mientras que en el resto de Europa ha puesto en marcha en sus establecimientos la venta de productos realizados a mano por artesanos de todo el continente.
La "simulación" perfecta
¿Cuándo se "jodió" el "matrimonio de conveniencia" entre las grandes empresas tecnológicas y los gobiernos de los países avanzados (ahora, en vías de subdesarrollo)? ¿Por qué, justo en este momento histórico (con la UE debilitada e indecisa, y los EEUU en vísperas de elecciones), se inicia una guerra fiscal? ¿Quién beneficia a quién? ¿Después del escándalo del LuxLeaks, los Papeles de Panamá y de tantos y tantos "destapes" de los negocios en la "sombra" de bancos y empresas, algún gobierno se anima a tirar la primera piedra? ¿Será porque ya no se puede negar la evidencia? ¿Será porque ya no queda nada, ni nadie, para "pagar las cuentas"? ¿Será porque la globalización ha demostrado ser un "timo"?
La ofensiva europea contra Apple es un acto desesperado de demagogia (por el riesgo populista, nacionalista y otros "istas", del electorado), y un acto descarado de cinismo, alegando ignorancia (o sorpresa) por prácticas fiscales promovidas, amparadas o toleradas, por unos políticos corruptos, confabulados con las mismas corporaciones multinacionales a las que ahora deciden demandar (habrá que esperar el final). Mandarines-comodines, autoridades dudosas e inciertas.
En el caso de las empresas "agraciadas" (funambulistas de la ingeniería fiscal), solo recordar que todo exceso de bienes degenera fatalmente en males, según lo acredita la experiencia. De la banca en la sombra pasamos a las empresas duendes.
En cuanto a ciertos "académicos" y analistas mediáticos (¿pastueños?), que no vieron, escucharon o hablaron, de la "simulación perfecta" solo decir que, con los años, se hacen espías, baqueanos, furrieles, informantes, se vuelven de manga con el "inversor". Lo incitan, lo ayudan en la conquista, en el avasallamiento de su propio país. Terminan perdiendo su lengua, alquilando su palabra, calumnian, difaman, escriben novelerías contra su propio país. Han pasado demasiados años, desengaños, traiciones, mal ilusiones para confiar en su "comprometido" juicio.
Algunas "pistas" sobre la ingeniería fiscal de las grandes corporaciones
Cocina de mercado: el "doble irlandés" y el "sándwich holandés" para eludir el pago de impuestos
Sí, los nombres suenan un tanto exóticos y, en gran parte, igual de exóticas son las estrategias que persiguen estos dos instrumentos para evitar el pago de impuestos.
Quizás el más conocido sea el "doble irlandés". En Irlanda el tipo del Impuesto de Sociedades es del 12,5% y, además, su legislación posibilita en buena medida el traslado de beneficios de las empresas hacia territorios de escasa o nula tributación.
Por ejemplo, para que una empresa española se beneficie de esta fiscalidad más ventajosa, puede crear dos empresas irlandesas. Una de estas empresas tendría sede en un paraíso fiscal, que es la que posee los derechos internacionales de la propiedad intelectual. La otra sociedad, con sede en Irlanda, es la que vendería al resto del mundo, pagando por esos derechos a la primera. De esta forma, y trasladando la sociedad española la práctica totalidad de los beneficios a la radicada en Irlanda, y ésta a su vez, a través del pago de los derechos, haciendo lo mismo hacia la radicada en el paraíso fiscal, el resultado es que la mayoría de los beneficios o no tributan o lo hacen escasamente, y una pequeña parte lo hace en Irlanda al 12,5%
Por otro lado, está el "sándwich holandés". Es aún un poco más rebuscado que el anterior. Su objetivo, es, combinado con el doble irlandés, evitar incluso el pago de esa pequeña parte de impuestos en Irlanda, aprovechando que la ley irlandesa permite que el pago de royalties estén exentos del Impuesto de Sociedades si se pagan a otra empresa europea.
De esta forma, se puede crear una sociedad en Holanda que cobra royalties por utilizar la propiedad intelectual de la sociedad con sede en Irlanda y después transfiere el 99% de lo que recibe a la sociedad radicada en otro paraíso fiscal. En definitiva, se habrán residenciado la casi totalidad de los beneficios finalmente en dos paraísos fiscales, eludiendo el pago de impuestos en los países donde realmente se han generado los ingresos.
– Cómo las multinacionales evitan pagar impuestos. Sírveme un doble irlandés y un sándwich Holandés (GurusBlog – 5/5/13) Lectura recomendada
Probablemente a muchos os ha cogido por sorpresa que Apple, una compañía con más de 140 mil millones de dólares en la caja, se haya tenido que endeudar para retribuir a sus accionistas. El motivo es que el grueso de su caja está fuera de los EEUU y repatriarla le supondría tener que pagar la tasa impositiva vigente en los EEUU del 35% sobre el impuesto de beneficios.
Apple no es la única compañía multinacional norteamericana que tiene su "caja" atrapada fuera los EEUU. Google, Microsoft, Facebook, Eli Llilly, Oracle o Pfizer, son algunas de las compañías norteamericanas que están utilizando la ingeniería fiscal para pagar impuestos ridículos sobre los beneficios que les generan sus operaciones internacionales.
Vamos a tomar a Google como ejemplo, aunque podríamos utilizar a cualquiera de las compañías mencionadas, para explicar de forma rápida cómo estas grandes multinacionales diseñan estructuras legales para "evadir" el pago de impuestos en países donde tienen una alta carga impositiva y trasladar los beneficios a paraísos fiscales donde la tributación por impuestos de sociedades es mínima. Básicamente se utilizan dos estructuras financieras conocidas como el doble irlandés y el sándwich Holandés. (La operativa no es del todo exacta, pero creo que sirve para que los lectores se hagan una idea sin tener que perdernos en los detalles)
Todo empieza con la creación por parte de la matriz de Google en EEUU de dos empresas Irlandesas. La primera denominada Google Ireland Holdings es una empresa irlandesa pero con sede en Bermudas. Esta compañía con sede en Bermudas adquiere a la matriz en EEUU los derechos internacionales de la propiedad intelectual de Google.
También se crea otra empresa irlandesa, con sede en Irlanda, denominada Google Ireland Limited. Esta empresa es la que soporta todos los costes de la operativa en el extranjero, y es la que se dedica a vender la publicidad de Adsense al resto de países del mundo. En 2009 Google Ireland Limited contaba con más de 2.000 empleados y vendió cerca del 88% de los 12.500 millones de dólares que Google ingreso fuera de los USA. Cómo la venta de publicidad es un servicio que se considera prestado en Irlanda aunque lo pague una empresa española, todos los ingresos generados en el resto del mundo por Google van a la sociedad con sede en Irlanda.
En Irlanda el tipo del impuesto de sociedades es del 12,5%, muy inferior al de los EEUU y al de la mayoría de países Europeos, pero a los financieros de Google les debe parecer un tipo impositivo demasiado elevado, así que para evitar el pago de impuestos en Irlanda, aprovechan que la ley Irlandesa permite que el pago de royalties o fees están exentos del impuesto de sociedades si se pagan a otra empresa Europea. Así que, que para eso Google crea una sociedad en Holanda, Google Netherlands Holdings B.V, con cero empleados.
La sociedad de Google en Holanda, Google Netherlands Holdings B.V, le cobra los fees y royalties por utilizar la propiedad intelectual a Google Ireland Limited, y después transfiere el 99% de lo que recibe en concepto de Royalites a Google Ireland Holdings, en Bermudas, paraíso fiscal donde el tipo máximo del impuesto de sociedades es del 3,2%. La ley irlandesa permite que una sociedad irlandesa tenga su domicilio fiscal donde esté ubicada la sociedad que ejerce el control y no donde se desarrolle la actividad, por lo que así los beneficios obtenidos por la sociedad Irlandesa en Bermudas no tienen que pagar impuestos en Irlanda.
Para que nos hagamos una idea, de las cifras, en 2009, Google Ireland Limited, generó 11 mil millones de dólares de ingresos, para obtener el beneficio de estos 11 mil millones le tenéis que restar los costes de estructura (2.000 empleados) que Google tiene en Irlanda y si aún queda beneficio debéis tener en cuenta que Google Ireland Limited pagó en 2009, cerca de 5.400 millones de dólares en conceptos de fees y royalites a Google Netherlands Holdings B.V y esta, pago a su vez una cantidad similar a Google Ireland Holdings, en Bermudas.
Para hacerlo todo un poco más opaco, Google Ireland Holdings, la sociedad irlandesa en Bermudas, es una unlimited liability company, que bajo la ley Irlandesa no tiene por qué hacer pública su información financiera.
Para tener una idea del impacto, estos 5.400 millones de dólares en fees transferidos de Irlanda a Holanda y de Holanda a Bermuda hubieran tenido que pagar en impuestos 1.890 millones de dólares si hubiesen tributado en EEUU, 675 millones si hubiesen tributado en Irlanda y no tributarán más de 172 millones de dólares al hacerlo en Bermudas.
Por cierto en 2012, Google Ireland Holdings, en Bermudas, tuvo beneficios por 10.000 millones de dólares.
La UE mantiene vías legales para que las empresas practiquen la elusión fiscal
– Un "doble irlandés con sándwich holandés" (El Economista – 22/4/14) Lectura recomendada
(Por José María Peláez Martos)
Quien se haya animado a leer estas líneas pensando que se trata de un artículo relacionado con el placer de la comida está en un craso error, ya que versa sobre algunas figuras legales existentes en el territorio de la Unión Europea, que las grandes empresas multinacionales aprovechan para no pagar impuestos.
Según funciona actualmente la UE existe la misma probabilidad de terminar con el fraude fiscal y la utilización de los paraísos fiscales de que un caracol recorra los 775 kilómetros del Camino de Santiago. En ambos casos, se puede decir que se va por el "buen camino" y que algo se está haciendo, pero en ninguno de los dos casos se llegará al final, ni el caracol a Santiago, ni la UE terminará con la utilización de los paraísos.
Las "trampas" del fin del secreto bancario
A principios del año 2014 podían leerse grandes titulares reflejando las manifestaciones de las autoridades europeas en el sentido de que el secreto bancario en la UE se ha terminado, cuando lo único que ha ocurrido es que finalmente se ha vencido la resistencia de Austria y Luxemburgo para aplicar la llamada Directiva del Ahorro, una norma de 2003 que estaba bloqueada por estos dos países desde 2008, y que ahora han levantado su veto, accediendo a eliminar su secreto bancario.
Dicha directiva regula el intercambio de información entre los países miembro, pero solamente respecto a los intereses que perciban personas físicas, por lo que resulta muy fácil de eludir, simplemente poniendo la titularidad de los bienes a nombre de sociedades. Además, se ha aprobado la llamada Directiva de Cooperación Administrativa para el intercambio de información sobre rentas del trabajo o bienes inmuebles y se está extendiendo el llamado acuerdo FATCA, impuesto por EEUU, que ha terminado con el secreto bancario suizo, y que ha firmado España.
El optimismo ante estos avances desaparece cuando en países de la propia UE existen otros instrumentos legales para no pagar impuestos, como es el llamado doble irlandés con sándwich holandés, respecto al cual nadie se ha manifestado en contra. Esta estructura consiste en crear un grupo de 4 sociedades, situadas en Irlanda y en un paraíso fiscal (por ejemplo, Islas Bermudas), y en Holanda y otro paraíso (por ejemplo, Antillas Holandesas).
La sociedad de Irlanda, que es la que recibe los ingresos de todo el mundo, paga cantidades astronómicas a la situada en el primer paraíso por la utilización de los derechos intelectuales. Para no pagar impuestos en Irlanda por los pocos beneficios que quedan, se envían a la sociedad de Holanda, aprovechando que por estas operaciones tampoco se pagan impuestos, y de ahí se envían finalmente al segundo paraíso, pagando un impuesto irrisorio. El resultado final es que la totalidad del dinero se ha situado en los dos paraísos fiscales, sin haber pagado casi ningún impuesto.
Hay que mencionar también el llamado acuerdo Rubik cuyo nombre se debe al famoso cubo de colores por lo complicado de su operativa. Ese acuerdo, firmado, por ejemplo, entre el Reino Unido y Suiza, supone continuar con el secreto bancario suizo para los ingleses que tengan cuentas en ese país.
Estas contradicciones dentro de la propia UE contrastan con las importantes medidas contra el fraude fiscal y la utilización de los paraísos fiscales que figuran en un informe aprobado por el Parlamento Europeo en 2013.
Muchas de ellas han sido propuestas por los inspectores de Hacienda del Estado en los últimos años y cito algunas de ellas a modo de ejemplo: elaborar una lista negra de paraísos fiscales; adoptar medidas contra las empresas que operen con estos territorios; establecer un impuesto especial sobre todas las operaciones con los paraísos; prohibirles el acceso a la contratación pública de bienes y servicios de la UE, o negarles ayudas estatales y europeas; también, prohibir a las entidades financieras de la UE establecer o mantener filiales y sucursales en territorios incluidos en la lista negra; estudiar la revocación de licencias de las entidades financieras y los asesores financieros que mantengan filiales en dichos territorios; y no reconocer, dentro de la UE, a la empresas creadas en territorios incluidos en la lista negra de paraísos fiscales.
En resumen, si a la UE le ha llevado más de diez años implantar una directiva que terminaba con el secreto bancario dentro de su territorio, y teniendo en cuenta que estas medidas han de aprobarse por unanimidad, a saber cuántos años serán necesarios para combatir la utilización de los paraísos fiscales, o para eliminar instrumentos como el doble irlandés con sándwich holandés.
El proyecto BEPS de la OCDE
"El proyecto BEPS de la OCDE, que España va a ser la primera en incluir en su legislación, obliga a dar información de cada país en el que se tenga presencia para probar que se pagan impuestos donde se genera el beneficio. Las administraciones tributarias tendrán la información pero estarán obligadas a velar por su confidencialidad. Una de las grandes preocupaciones de las empresas es a quién puede llegar esa información y el riesgo reputacional si llega al consumidor Las multinacionales dirán dónde pagan (o no) impuestos a condición de que el ciudadano no se entere (Sabemos Digital – 7/6/15)
Es probable que una parte de ustedes, si pudiera, elegiría cobrar su sueldo en Dinamarca, pagar el IVA de lo que consume en Canadá y el IRPF que grava su renta en Bulgaria. Olvídense. No pueden. Las multinacionales llevan años diseminando sus negocios en base a lo que más les conviene de cada esquina del mundo pero ustedes no pueden. Ellas han elegido dónde fabrican, dónde venden y dónde pagan (o no) impuestos pero ustedes no pueden. ¿Les indigna? Pues sigan porque funciona.
Las cosas están cambiando y mucho. Tiene que ver con la crisis, con los rescates de los desmanes financieros con dinero público, con el reclamo constante al bolsillo del ciudadano cada vez a cambio de menos y mucho, muchísimo, con investigaciones periodísticas tamaño Pulitzer como el Luxleaks del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (Icij, por sus siglas en inglés) que mostró el nivel de connivencia entre los políticos (en este caso de Luxemburgo, incluido el presidente actual de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker) y el capital para evitarle a éste que arrime el hombro.
A resultas del hartazgo social, la política fiscal internacional ha virado y el cerco en torno a las grandes multinacionales se estrecha. No son pocos ni menores los ejemplos y muchos de ellos, hay que reconocerlo, son consecuencia de la proactividad de la Administración Obama y el Reino Unido, centros neurálgicos del capital, que no han dudado en ponerse al frente de la manifestación y perseguir a quien busca subterfugios para no pagar los impuestos que debería. Sus sociedades no perdonarían hoy otra cosa. Pero también la Unión Europea, tanto con investigaciones como con su intención de exigir que los países miembros comuniquen al resto los acuerdos en materia fiscal que alcancen con multinacionales.
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