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Genocidio afroargentino


  1. Introducción
  2. Situación actual
  3. Verdaderas causas de la desaparición del pueblo afroargentino
  4. Conclusión
  5. Bibliografía

Introducción

Hace poco la Argentina reconoció el genocidio Armenio cometido en Turquía hace mas de cien años. Esto no es más que una hipocresía más de la República Argentina que ha sido prácticamente la más genocida del mundo. Al mismo tiempo que efectúa ese reconocimiento lleva adelante un genocidio contra el pueblo originario de aborígenes, sobre todo Qom, en las provincias del norte. El genocidio fue denunciado judicialmente, en una denuncia donde actúe como abogado, se llegó hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación y fue rechazado con pretextos procesales. Eugenio Raúl Zaffaroni, endiosado con argumentos falaces por la hipocresía del ambiente jurídico, tuvo el expediente que pasó por sus manos en el cual se denunciaba el genocidio. Este "Magistrado" incurriendo en diversos delitos no firmó ni dio su opinión en el expediente para luego en el diario "Pagina 12" decir todo lo que estaba en la denuncia como su propia opinión personal.

Si bien el genocidio aborigen ha alcanzado niveles monstruosos demostrativos de lo que es el pueblo argentino en realidad y sus gobernantes que no son más que la expresión de aquel. No es este el genocidio que ocupa el presente trabajo. Sino, otro genocidio, que ha alcanzado un nivel criminal de perfección y consumación que seria la envidia de Adof Hitler. Se trata del genocidio Afroargentino. 

Situación actual

Es común que se diga, como desde hace años se dice que la Argentina no tiene problemas raciales y que la Argentina no tiene negros, en referencia a las personas descendientes de africanos de color. Se hace alarde que estos "problemas" raciales están en Brasil e incluso en Uruguay. Ahora bien. ¿Porque la Argentina no tiene personas de color descendientes de africanos? Se dice desde institutos "que se dedican" a los derechos humanos y la discriminación que se los invisibiliza y que hay un porcentaje de personas conforme estudios genéticos, alrededor del 3 % de la población de la Provincia de Buenos Aires que tiene antepasados africanos. Pero mas allá de que existan esos tales descendientes la realidad es que su proporción resulta ínfima en relación a países como Brasil, Uruguay, Cuba, Estados Unidos, donde la población de origen africano resulta más que a la vista sin que haya que estar buscándolos como una aguja en un pajar ni realizando estudios genéticos. Por otro lado tales descendientes en su mayoría no responden al fenotipo del hombre africano de piel negra y cabello rizado, los que tenían tal apariencia no pudieron sobrevivir en el Estado Racista Argentino. Es así que en Argentina no hay un Cassius Clay o Muhammed Ali que a la vez de ser un excelente deportista se oponga a una guerra, no hay una Whitney Houston o Gloria Gaynor, ni mucho menos un Martín Luther King. Y cuando en las fiestas escolares se hacen actos representativos de la época colonial se le debe pintar la cara a un niño con un corcho quemado para ambientar el acto en aquellos tiempos. 

Verdaderas causas de la desaparición del pueblo afroargentino

La razón de que en la Argentina no se vean descendientes de africanos no es precisamente que no hubo africanos como en los países ya citados producto de la esclavitud. Se secuestraron durante la colonia española, millones de personas. Y luego de la independencia alrededor de la década de 1830 la población afroargentina alcanzaba el 30 % de la población de la provincia de Buenos Aires y en algunas provincias como Catamarca y Santiago del Estero rondaba el 50 % de la población. ¿Entonces como es que desde esos porcentajes pasan a ser una minoría imperceptible y en la cual para ver si hay descendientes hay que hacer investigaciones y estudios genéticos?

Comúnmente se sostiene por los muy pocos historiadores que tratan el tema que las personas de ascendencia africana perecieron en la Guerra al Paraguay y la epidemia de fiebre amarilla que asoló la Argentina en 1871. Estos dos motivos son totalmente insuficientes para dar como la causa de la desaparición de una etnia que consistía entre el 30 y el 40 % de la población unas décadas antes. Es común que las personas de color que venían sufriendo la marginación durante muchos años sean utilizadas como carne de cañón por las élites de los países que participan en guerras. Esto sucede en todos lados pero en ningún lado ha bastado para exterminarlas. Con respecto a la fiebre amarilla sucede lo mismo. Y si bien una epidemia no discrimina, esta probado que las personas de origen africano son más inmunes a la fiebre amarilla que las de origen europeo por lo cual no constituye un pretexto para la desaparición de las personas de origen africano y no de los europeos. Estas dos causas solo determinaron la culminación del genocidio sobre los pocos afroargentinos que quedaban para esos años. Enviándolos al frente en el caso de la guerra y exponiéndolos a la peste en el caso de la segunda mediante la marginación y el desamparo. Pero nunca hubiera sido suficiente para lograr el exterminio que se logró. 

Un genocidio de tal naturaleza y combinación requiere muchos más años, con un plan sistemático y dirigido a ese fin. Además de ser necesarias otras circunstancias como una situación de preponderancia en el marco de una guerra donde los genocidas actúan sobre las victimas en una situación de poder respecto de vencidos o de abierta agresividad como el caso del Holocausto Judío, con militares y equipos dedicados a eso. La pregunta entonces seria…¿Esto existió en la Argentina? Existió una situación de beligerancia con vencedores o poderosos respecto de otro grupo humano indefenso y prisionero. Y la respuesta es que si. Si uno investiga cual fue el último periodo donde la población de color argentina de origen africano tenía una participación social relativamente activa y era numerosa, se encuentra con que fue en la época de la Gobernación de Juan Manuel de Rosas. Los afroargentinos eran rosistas, integraban las filas del Ejercito Federal, en casos individuales llegaron a ocupar altos cargos, Rosas los beneficiaba, los negros lo consideraban su caudillo y su amigo. Rosas asistía a sus fiestas, a los carnavales y candombes. Y tanto se identificaba a los afroargentinos con el rosismo que cuando alguno se pasaba al bando unitario, los demás lo acusaban de mulato, o sea el hecho de pasar al bando unitario lo atribuían a la influencia de la parte de blanco que tal persona tenia que tener para traicionar la causa federal. 

Y por otro lado ¿Quiénes integraban las filas de los enemigos de Rosas? No solo los unitarios que querían un gobierno central fuerte, no solo quienes querían controlar la aduana de Buenos Aires con hegemonía respecto de todas las provincias, no solo quienes creían en el liberalismo. Los enemigos de Juan Manuel de Rosas eran quienes querían construir en la Argentina un país idéntico a los europeos. Eran, entre muchos otros, Domingo Faustino Sarmiento, Bartolomé Mitre y Juan Bautista Alberdi, que vuelven del exilio a la caída de Rosas. 

Los unitarios y los intelectuales como Alberdi y Sarmiento odiaban a los negros y la guerra contra la Confederación Argentina, de la que Juan Manuel de Rosas era el principal líder, fue también una guerra de exterminio contra el Pueblo Afroargentino. Basta con leer los pensamientos de quienes tomaron el Poder a la caída de Rosas luego de la batalla de Caseros para darse cuenta sin ningún tipo de duda cual era el país que querían, cual era la población que querían y que sentían respecto de los afroargentinos:

Dice Alberdi en "Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina" escrito en 1852: "Las Repúblicas de la América del Sud son producto y testimonio vivo de la acción de Europa en América. Lo que llamamos América independiente no es más que Europa establecida en América; y nuestra revolución no es otra cosa que la desmembración de un poder europeo en dos mitades, que hoy se manejan por sí mismas."….."Pero poblar no es civilizar, sino embrutecer, cuando se puebla con chinos y con indios de Asia y con negros de África."

Y Sarmiento, que luego fue presidente de la Republica Argentina, gestión en la cual les da a los afroargentinos el golpe de gracia con la Guerra al Paraguay y exponiéndolos a la Fiebre amarilla, en su libro "Facundo" relata mas que claramente su pensamiento: "Los negros ganados así para el Gobierno ponían en manos de Rosas un celoso espionaje en el seno de cada familia, por los sirvientes y esclavos, proporcionándole, además, excelentes e incorruptibles soldados de otro idioma y de una raza salvaje. Cuando Lavalle se acercó a Buenos Aires, el Fuerte y Santos Lugares estaban llenos, a falta de soldados, de negras entusiastas vestidas de hombre para engrosar las fuerzas. La adhesión de los negros dio al poder de Rosas una base indestructible. Felizmente, las continuas guerras han exterminado ya la parte masculina."

Surge claro de este pasaje escrito por Sarmiento que además de no querer a los afroargentinos, el y los demás enemigos de Rosas los consideraban una base indestructible del gobierno de Rosas, por lo cual si querían destruir a Rosas consideraban necesario combatir y exterminar a los negros. Expresamente declara la felicidad que le produce tal exterminio, gran parte del cual ya se había realizado al escribir el "Facundo" en 1845, exterminio que continuó luego de la caída de Rosas y se perfeccionó durante la Presidencia del propio Sarmiento.

Y resulta reveladora la afirmación del Estado Argentino cuando realiza el Censo Nacional de 1895 que afirma: "No tardará en quedar la población unificada por completo formando una nueva y hermosa raza blanca."

Conclusión

Sarmiento que tanto decía amar la libertad y la dignidad, que en el "Facundo" también dice que nada podrá impedir que en Argentina se establezca una Nación tan poderosa como Estados Unidos, no tuvo en cuenta que la grandeza de un país no esta dada por el color de la piel de las personas. Sino que esta dada por la cualidad moral y espiritual de su población. Y que al hacer selecciones raciales y exterminios también se va dando otro tipo de selección. Y es que el país va siendo conducido y compuesto por personas de cada vez mas baja calaña moral, verdadera escoria, donde cada gobierno es mas ladrón y criminal que el anterior. Donde no existe respeto ni amor al próximo. Donde la Justicia carece de las mínimas nociones éticas y de justicia reales siendo una farsa hipócrita compuesta por charlatanes que al mismo tiempo que pregonan los más dignos derechos, cometen y son cómplices de los crímenes más terribles.No se dio cuenta Sarmiento que existe una gran diferencia entre un país como Estados Unidos en el que se desata una guerra Civil para liberar a los negros y otro como la Argentina en el que la guerra se hace con el expreso propósito de exterminarlos. Hoy de aquella población solo quedan vestigios, con palabras incorporadas a la cultura que tienen origen africano como malambo, zamba, milonga. E incluso Tango, la música representativa argentina, es una palabra de origen africano. Resulta evidente que el exterminio de esta población, lejos de contribuir a generar una gran Nación solo constituye un crimen mas de un país que es una verdadera vergüenza, habiendo tenido todo para ser un ejemplo a nivel mundial.

Juan Manuel de Rosas en una fiesta afroargentina

edu.red

Bibliografía

FACUNDO. Domingo Faustino Sarmiento. Editorial Jackson de Ediciones Selectas. Buenos Aires, 1947.

BASES Y PUNTOS DE PARTIDA PARA LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA. Juan B. Alberdi. Editorial "La cultura Argentina". Buenos Aires. 1915.

JUAN MANUEL DE ROSAS EL MALDITO DE NUESTRA HISTORIA OFICIAL. O'Donnell, Mario "Pacho. Editorial Planeta. Buenos Aires. 2001.

JUAN MANUEL DE ROSAS. John Lynch. Editorial EMECE. Buenos Aires. 1984

 

 

Autor:

Fernando Marcelo Carletti

ABOGADO ARGENTINO ESPECIALISTA PARA EL EJERCICIO DE LA MAGISTRATURA