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La Argentina y la inmigración africana (página 2)


Partes: 1, 2

La estrategia dio sus frutos porque a partir del asociacionismo este grupo de inmigrantes articuló la institucionalización de las solidaridades, consolidando el predominio de la identidad étnica. Al mismo tiempo se fue priorizando lo institucional por sobre la prestación de servicios a los caboverdeano. Cabe agregar que en un primer momento había quienes no podían pagar las cuotas y eran subvencionados por la institución hasta que pudieran asumir esa responsabilidad.[59]

Quienes constituyeron la Sociedad se identificaron a sí mismos como nativos de Cabo Verde planteándose así, desde el inicio la cuestión de la identidad. En la Asamblea General de abril de 1933 se planteó el caso de dos socios, los hermanos Joaquín y Antonio Sequeira, que intentaron convencer a los miembros de la CD para fusionar la Institución con otra Sociedad desvirtuando su carácter identitario. La Comisión citará el artículo 5º del Estatuto que se oponía a cualquier fusión con otra Sociedad Portuguesa y el 21º, que facultaba a cualquier socio a convocar a una Asamblea Extraordinaria, ante cualquier irregularidad de la CD., procedió a la expulsión de dichos socios, en una resolución por aprobación en la Honorable Cámara. Se formó una comisión de socios ajenos a la CD. para tratar la expulsión, aunque finalmente se llegó a una reconciliación con los miembros afectados, en agosto de 1933.[60]

Estos acontecimientos van marcando la definición identitaria de la Asociación. En el artículo 5º de los estatutos, aclaraba que debían mantener relaciones cordiales con las demás Sociedades Portuguesas, pero conservando siempre su más completa y estricta autonomía. Se confeccionan distintivos tipo escarapela del auténtico escudo caboverdeano.[61]

Ante la proposición de José Gómes Monteiro de que era conveniente dar admisión a socios de cualquier nacionalidad, la Comisión Directiva resolvió que no era oportuno un paso tan delicado sin antes estudiar detenidamente las consecuencias que en el futuro podría acarrear. Se destacaba el esfuerzo con que la "Unión Caboverdeana" desde su fundación intentaba mantener la identidad, que era uno de los fines con que se fundó.[62]

El Acta de Constitución dice: Art. 5º "Podrán ser socios todas las personas de ambos sexos que se encuadren en las exigencias estatutarias y sean aceptadas por la Comisión Directiva por simple mayoría de votos."[63] Por lo tanto resulta interesante considerar la masa societaria en los primeros años para vislumbrar la formación de identidad que se fue construyendo en virtud no sólo de los "cuántos" sino también de los "quiénes" conformaron esta asociación.

Cuadro 3

Clasificación de la masa societaria entre 1932 y 1948

Socios activos varones………………………219 caboverdeanos

Socias activas mujeres…………………… 235 caboverdeanas

Cadetes………………………………………250 hijos de caboverdeanos

Participantes………………………………… 50 no caboverdeanos

Fuente: Libro de "Datos y Estadística" de la Asociación "Unión Caboverdeana"

En el cuadro 3 se aprecia el número total y la composición de la masa societaria. Las cantidades enunciadas no tenían en cuenta las bajas por fallecimiento o el alejamiento de la Sociedad por otros motivos. En  el cuadro se puede apreciar también la importante participación de los hijos, en la categoría de socios cadetes.

El propósito de la Asociación era convocar a los hijos de los caboverdeanos ofreciéndoles la posibilidad de una formación física, cultural y un lugar de reunión para los jóvenes. Esto sucede luego de superar uno de los primeros e importantes problemas que surgen dentro de la asociación. Los hijos nacidos en la Argentina, particularmente en la adolescencia, rechazaban los valores étnicos de sus padres y se "argentinizan", surgiendo en muchos casos conflictos intergeneracionales.

El deseo de un mejor status socioeconómico y de una mejor educación para los hijos, hizo que algunas familias, tanto de Dock Sud como de Ensenada, se alejaran de los barrios originales, sustituyendo componentes de cultura de origen, proceso acompañado de profundos sentimientos de ambivalencia acerca de su identificación étnica. "No fue fácil, cuenta Miriam Gómes (hija de caboverdeano), entender a nuestros padres, nos insistían para que de forma regular participáramos de talleres y encuentros culturales donde se recreaba las tradiciones de las islas. Pero hoy, ¿qué es lo que nos conserva unidos?, sobre todo es el sentido de pertenencia a un grupo, con mayor conciencia en unos que en otros".

La primera comisión directiva estaba formada solo por caboverdeanos.[64] Cobra significado detenerse en este aspecto a fin de establecer su dinámica relacional hacia fuera y dentro de la asociación. En esta "asociación étnica" a través del tiempo analizado, los líderes que presidieron la institución son nacidos en Cabo Verde. Recordemos que había otros caboverdeanos integrando sociedades en común con los portugueses.

Cobra significado detenerse en este aspecto en función de analizar el desempeño del grupo de dirigentes a fin de establecer y esclarecer cuál era el interés de los mismos al enfatizar el origen caboverdeano de la asociación que los representaba (ver cuadro 3).

Para ser miembro titular de la Comisión Directiva o de la Comisión Revisora de Cuentas, era necesario ser socio activo, tener un año de antigüedad como socio, salvo el caso de Presidente y Vicepresidente donde ésta debía ser como mínimo de dos años. Los miembros de la Comisión Directiva eran elegidos por la Asamblea Ordinaria y duraban dos años en sus funciones, renovándose cada dos años, cuatro y cinco de sus miembros alternativamente; pudiendo ser reelectos por un nuevo período. Para las elecciones sucesivas se requirió la aprobación de las tres cuartas partes de los votantes, cualquiera sea el cargo que hubiera desempeñado. Los Vocales Suplentes y también los Titulares y Suplentes de la Comisión Revisora de Cuentas, duraban un año en sus funciones. Todos los cargos directivos eran honorarios. Sus miembros eran solidariamente responsables del manejo e inversión de los fondos sociales y de la gestión administrativa durante el mandato y ejercicio de sus funciones.

Cuadro 4

Composición de la Comisión Directiva – Años Seleccionados

Fuente del cuadro 4: Elaborado en base a "Memorias y Balances. Comisiones Directivas". Años 1932, 1936, 1940, 1950 y 1957.

*hijos de caboverdenos. Los demás son caboverdeanos.

En el cuadro 4 vemos una marcada rotación en los puestos pero también hay un conjunto de 9 o 10 personas que se reitera en varias ocasiones, sobre todo, en los tres primeros registros. Esto demostraría la conformación de cierta elite dirigente que luego se iría ampliando. Las repeticiones en 1950 son menores, por la llegada al país de una nueva inmigración luego de la Segunda Guerra Mundial, y la mayor participación societaria en las Comisiones Directivas. Por último, ya en 1957, llama la atención que, por primera vez, hay tres hijos de caboverdeanos, que además, son mujeres. Esto indicaría ya un cambio de época que nos lleva a otra etapa.

Debemos aclarar que las caboverdeanas desde su fundación colaboraron en comisiones para festivales, en la confección de banderas, escudos, banderines, etc., en sus fiestas realizando comidas típicas de Cabo Verde. Pero es a partir de la década  del 50 que participan en la CD hasta llegar, en 1992, a ocupar por primera vez, la presidencia. Es el caso de Miriam Gómes, hija de caboverdeano, que aún hoy, en el 2006 ocupa la Vicepresidencia de la Unión.  

El espíritu de identidad que marcaba a los caboverdeanos de esta Asociación, queriéndose desprender del país colonizador, se advierte tempranamente. En 1933, Enrique Balthazar, presidente de mesa de la Asamblea, proclama…

"Consocios caboverdeanos: defended los sagrados principios de nuestra obra. Lo nuestro es nuestro. No os dejéis engañar por ningún traidor… En vuestras manos está la vida de la Institución. Cada uno debe cumplir con su deber"[65]

Paulatinamente se fue manifestando una mayor organicidad en las resoluciones de la Comisión Directiva electa a medida que fueron resolviendo problemas y se fue definiendo mejor la política que sostendrían con las demás asociaciones de Buenos Aires. Al mismo tiempo se decide tomar distancia de las posiciones político-ideológicas en pugna al declarar que no se recibirían instrucciones del exterior.[66] Debe tenerse en cuenta que en 1930 el historiador Félix Monteiro, junto a un grupo de compatriotas había fundado en Cabo Verde la revista de izquierda Claridad, expresión de un movimiento cultural, del que luego el movimiento pro- Cabo Verde tomaría su nombre.[67]

Una de las preocupaciones de la institución fue la de obtener la personería jurídica para lograr la afirmación definitiva de la asociación. En 1942 se formó un fondo voluntario. José Monteiro sugería entregar recibos a los socios que voluntariamente depositaran dinero en la caja pro- personería jurídica.[68] Los días 5, 6 y 7 en noviembre de 1944, participaron del "Congreso Mutualístico Argentino" auspiciado por la Secretaría de Trabajo y Previsión, siendo delegado de la asociación el señor Luis Rocha.[69]

La Asociación ya había iniciado los trámites en la Dirección de Mutualidades de ese mismo año. En marzo de 1945 una asamblea extraordinaria aprobó para tramitar ante el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires la obtención de la Personería Jurídica La aprobación de los Estatutos, modificados parcialmente (82 artículos y varios incisos), de acuerdo al Decreto Ley 24.499-45 sancionado por ley 12.921, Ley de Mutualidades, fue considerado y aprobado por la asamblea extraordinaria llevada a efectos el día 1 de agosto de 1948.[70]

De todos modos la Asociación Caboverdeana recién logró la Personería Jurídica por Decreto Nº 4690, del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, del 3 de abril de 1957.[71] El tiempo transcurrido para legalizar la Asociación podría reflejar más que los obstáculos externos las dificultades de los propios caboverdeanos para llevar a término toda la tramitación necesaria.

De este modo la Asociación pudo constituirse para algunos de sus miembros en una carta de presentación en distintos espacios, como laborales, oficiales y barriales. Como estrategia, construyó y preservó la presencia del grupo inmigrante proyectando una imagen societaria que facilitó la construcción de una identidad. En la que emergió el predominio de una etnia que consolidó posiciones de poder dentro de la Asociación Caboverdeana.

Conclusión

Esta investigación ha abordado el estudio de un grupo migratorio particular, el caboverdeano, caracterizado por problemas específicos de identidad, asociados con sus raíces africanas y su largo pasado colonial. El estudio se ha concentrado en observar de qué manera el asociacionismo pudo oficiar como elemento de consolidación y definición de una identidad caboverdeana inmigrante, en un período algo posterior al auge migratorio en la Argentina (los años 1930 y 1940), y qué importancia adquirió, en esa dirección, la práctica mutualista.

En el marco migratorio nacional argentino los inmigrantes utilizaron diversos canales entre la relación de las fuerzas sociales, económicas y sectores políticos, siendo el asociacionismo y el mutualismo uno de los más practicados por todas las colectividades como un resorte de protección para poder insertarse en esta sociedad en vías de desarrollo.

En la emigración caboverdeana fueron una conjunción de factores los que pusieron en marcha este proceso migratorio, entre los que se destacan los naturales, como aridez del suelo, las cíclicas sequías, la política implementada por la metrópoli portuguesa, y el impacto de la crisis de 1929 y las dos guerras mundiales.

Para los caboverdeanos que se agruparon, ese sentido de pertenencia y la conciencia de la propia identidad, fue el verdadero motor que hizo posible la creación de la Asociación de Socorros Mutuos "Unión Caboverdeana". En la Argentina comprendieron que el asociacionismo era fundamental desde el inicio, así como lo hicieron otras colectividades en este país, teniendo como propósito la ayuda mutua y la pretensión en mantener su identidad de origen.

Como toda asociación mutualista debió resolver la problemática de cómo obtener recursos y cómo administrarlos, teniendo en cuenta que estaba integrada por trabajadores. La estrategia de inserción dio sus frutos porque a partir del asociacionismo este grupo de inmigrantes articuló la institucionalización de las solidaridades, consolidando el predominio interno de una identidad étnica.

Desde el grupo étnico se buscaba mostrar una presencia unificada, evitando divergencias y legitimando las decisiones de la Comisión Directiva en las asambleas generales de socios. El apoyo brindado en las asambleas contribuyó a evitar el conflicto entre distintos sectores internos y a consolidar una imagen unívoca del grupo étnico. Prevaleció el interés de preservar la idea mutualista que fue para el inmigrante algo más que una mera combinación de asistencialismo y recreación. Como institución, las relaciones establecidas hacia afuera proyectaron una identidad que admitía formas y símbolos propios de un referente estadual, reconociendo como aglutinante el común rechazo a fusionarse con entidades identificadas con la Metrópolis portuguesa, por lo que esta entidad desempeñó un papel decisivo en el difícil pero irrevocable proceso de la formación de la identidad caboverdeana.

Anexos

Anexo I

Estatuto Social de la Sociedad de Socorro Mutuo "Unión Caboverdeana"

El estatuto se compone de 15 artículos. El Capítulo I define la denominación de la institución: Sociedad de Socorros Mutuos "Unión Caboverdeana". Así como los fines de la sociedad, su carácter mutualista y su radio de acción en todo el territorio de la República Argentina.

El Capítulo II define los recursos económicos de la Asociación, lo recaudado y su utilización.

El Capítulo III resuelve quienes están en condiciones de ser socios. Personas de ambos sexos que se encuadren en las exigencias estatutarias.

Activos: Personas mayores de 21 años que "gocen de buena reputación y no padezcan enfermedad alguna." Abonarán la cuota mensual establecida y gozaran de todos los servicios, así como del derecho de integrar y elegir los órganos directivos previstos en estos Estatutos.

Participantes: El padre, madre, cónyuge, hijas solteras y hermanas solteras de un asociado activo. Abonarán la cuota mensual que fije la Asamblea, gozan de todos los beneficios sociales, pero no tendrán derecho a participar en las Asambleas ni a ser elegidos para ocupar los cargos Directivos.

El capítulo IV establece que una Comisión Directiva y una Comisión Revisora de Cuentas, formará la Administración y Fiscalización de la Asociación Caboverdeana. Elegidos por la Asamblea Ordinaria, durarán dos años en sus funciones, presentando al final de cada año la Memoria y Balance de la Institución.

El capítulo V trata sobre las obligaciones de la Comisión Directiva y del Capítulo VI al XIV diseña los Deberes y Atribuciones del Presidente, del Secretario, del Tesorero, Vocales, Comisión Revisora de Cuentas, Asambleas, Elecciones, Servicios Sociales, Reuniones y Festivales.

Finalmente, el Capítulo XV dispone que la reforma de Estatutos se elaborara de acuerdo a la Ley de Mutualidades y Personería Jurídica (Acta Nº 31, del 1 de agosto de 1948)

"Capitulo I "Formación y Fines de la Sociedad"

"Art. 2º Los fines sociales y servicios reconocidos para sus asociados y son:

a) Fomentar la ayuda recíproca entre sus miembros para satisfacer sus necesidades.

b) Prestar servicios funerarios.

c) Otorgar subsidios por nacimiento por fallecimiento o cualquier otro evento que se determine.

d) Otorgar préstamos a sus asociados y un beneficio que estimule la capacidad ahorrativa de los mismos.

e) Proporcionar servicios de asistencia médica integral, farmacéutica, de proveeduría, recreación, turismo, culturales y otros compatibles con el desarrollo físico y espiritual de los asociados.

f) Contratar seguros.

g) Prestar cualquier otro servicio acorde con los fines de la actividad mutual.

Todos los servicios mencionados en estos artículos, se irán acordando a medida que las posibilidades económicas de la Sociedad lo permitan.

  • i) Los servicios precedentemente enumerados se prestarán precia reglamentación de los mismos aprobada por la Autoridad de Aplicación."

Capítulo II: "Patrimonios y Recursos"

"Art. 3º – Los recursos económicos de la Asociación se formarán:

a) Las cuotas y demás aportes sociales.

b) Por los bienes adquiridos y sus frutos.

c) Por las contribuciones, legados y subsidios.

d) Con el producto de los festivales o reuniones que se celebren y cualquier entrada por concepto lícito."

Fuentes

Sin editar

Acta de Constitución

Memoria Administrativa de la "Unión Caboverdeana" desde agosto de 1933 al 30 de abril de 1936.

Actas de Asambleas Extraordinarias de Socios (1933 – 1950)

Actas de Asambleas Generales de Socios (1933-1950)

Libro de "Datos y Estadistas" (1932-1950)

Actas de la Comisión Directiva (1933-1950)

Balances Generales

Estatutos Generales

Memorias Anuales (1932-1950)

Testimonios y entrevistas (citaremos algunos de los miembros de la institución que fueron entrevistados)

Dr. Adalberto Días, Cónsul Honorario de Cabo Verde en la Argentina, hijo de caboverdeanos. Entrevista, 20/10/1999.

Miriam Gomes, hija de caboverdeanos. Entrevista, 5/11/1999.

Augusto Días, caboverdeano, presidente de la "Unión Caboverdeana", 03/01/2000.

Arsenio Fonseca, caboverdeano, entrevista en la "Unión Caboverdeana", 03/01/2000.

Armando Monteiro, caboverdeano, fue presidente de la Asociación en 1987, entrevista 18/03/2000.

Adriano Rocha, caboverdeano, entrevista, 24/04/2000.

Augusto Timoteo Da Cruz, caboverdeano, entrevista, 24/04/2000.

Editados

Estatuto Social de la Sociedad de Socorros Mutuos "Unión Caboverdeana". Buenos Aires, Dock Sud (Avellaneda), primera edición 1934, última edición, 1976.

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Autor:

Lic. Susana Angela Malena

[1] Lattes (1979)

[2] Devoto (1984)

[3] Sabato y Cibotti (1986), 475-482.

[4] Gallo (1977)

[5] Devoto, F. y Fernández (1990), 133.

[6] Studer (1984), 87-102.

[7] Goldberg (1995), 10-18.

[8] Andrews (1990), 214.

[9] Chamosa (1995)

[10] Andrews (1990), .215.

[11] Picotti (1998), 71-74.

[12] Ibidem

[13] Miembro activo de la Asociación Caboverdeana.

[14] Andrews (1990), 183.

[15] Gallo (1992), 44 -54.

[16] Cortés Conde (1992), 38.

[17] Lattes (1975)

[18] Recchini de Lattes y Lattes (1999)

[19] Véase a Capel (1997), Lattes (1975), Recchini de Lattes y Lattes (1999)

[20] Gómes (1999)

[21] Maffia (1992)

[22] Carreira: Migraçoes nas ilhas de Cabo Verde. Lisboa, Universidad Nova de Lisboa, 1977, nos dice que el archipiélago de Cabo Verde está situado a 455 kilómetros de la costa occidental del continente africano y su superficie es estimada en 4.033 km2. Su nombre deriva del hecho de que las islas se localizan enfrente del cabo Verde, punto extremo oeste de África, próximo a Dakar (Senegal). Las islas comprenden dos grupos: Las de Sotavento, al sur, con Santiago donde se encuentra la Capital de Cabo Verde: Praia, en ese grupo están Maio, Fogo y Brava; las de Barlovento, al norte, con San Antonio, San Vicente, San Nicolás, Sal, Santa Lucía (despoblada) y los islotes Raso y Blanco. Las islas acceden a la independencia el 5 de julio de 1975 y hoy constituyen la República de Cabo Verde. Hasta el siglo XVI se desempeñó como plaza obligatoria de todo el comercio Atlántico, fundamentalmente el tráfico de esclavos. Los africanos provenían de la costa de Guinea, entre Senegal y Sierra Leona, formaban parte de 27 grupos étnicos, entre los que prevalecen los fulas, mandingas y falofos. Del contacto entre esclavos y colonos portugueses, resultó un intercambio de elementos espirituales y materiales que dieron un cariz particular a la sociedad.

[23] Gómes (1998)

[24] Carreira (1981)

[25] Picotti (1998).

[26] Gómes (1998)

[27] Ibidem.

[28] Maffia (1986), 191-193.

[29] Gómes (1997)

[30] Véase a Maffia (1980).

[31] Novick (1986), 239-252.

[32] Maffia (1994)

[33] McGoldrick (1982)

[34] Maffia (1994)

[35] Véase a Greenfield (1976, 1985, 1990)

[36] Ibidem

[37] Picotti (1998), 37.

[38] Bastide (1967), 3-14.

[39] Picotti (1998), 38.

[40] Ibidem.

[41] Andrews (1989)

[42] Chamosa (1995)

[43] Testimonio de Adriano Rocha, caboverdeano (1999)

[44] Testimonio de Augusto Días, caboverdeano, presidente de la ‘Unión’ en 1999.

[45] Maffia (1993)

[46] Testimonios de socios caboverdeanos entrevistados en la Asociación de Dock Sud, 1999.

[47] Acta Nº85, 19 de junio de 1937.

[48] Balance Administrativo de agosto de 1933.

[49] Acta Nº 129, 2 de junio de 1939.

[50] Memoria y Balance Administrativo de 1937, pp. 5, 6.

[51] Acta Nº 175, 24 de agosto de 1941

[52] Acta Nº 201, 15 de agosto de 1943.

[53] Acta Nº 5

[54] Acta Nº 53 y 7.

[55] Ver Memorias Administrativas de estos períodos.

[56] Acta Nº 156.

[57] Acta Nº 158.

[58] Acta Nº 160 Dijo el presidente de la Institución, Sr. Pedro Fontes Martínez: “…resalta a la vista de todos, aún del indiferente, lo ventajoso que es para la Sociedad la adquisición de la casa, pues la posesión pasará al dominio de la asociación Caboverdeana…”

[59] Véase ‘Estatuto Social’, p.5.

[60] Ibidem pp.7, 8.

[61] Acta Nº85, 19 de junio de 1937.

[62] Acta Nº179, 16 de noviembre de 1941.

[63] Capítulo III: Asociados, pp. 7-12.

[64] Memoria Administrativa de la ‘Unión Caboverdeana’, 1937, p.2.

[65] Memoria Administrativa, 1933, p.5.

[66] Acta Nº27, 25 de marzo de 1945, reforma del Estatuto, en el Art. 2 dice: “toda tendencia política, religiosa, ideológica o gremial queda excluida del seno de esta sociedad; así como también los juegos de azar.

[67] Félix Monteiro en Cabo Verde es una especie de héroe nacional. Su hijo Armando Monteiro, residente en Argentina, está realizando una investigación para demostrar las raíces de la comunidad caboverdeana en el pasado colonial. Un esclavo ‘el negro Manuel’ quien tenía a su cuidado a la virgen de Lujan, habría sido el primer natural de la región en el país.

[68] Acta Nº197, 4 de abril de 1942.

[69] Acta Nº217, 12 de noviembre de 1944.

[70] Acta Nº31, 1 de agosto de 1948.

[71] Inscripción en la Dirección de Mutualidades bajo el Nº 565.

Partes: 1, 2
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