Descargar

La poesía como praxis liberadora. El caso del salmo 16 de súplica en Ernesto Cardenal (página 2)

Enviado por jota romero


Partes: 1, 2

La teología de la liberación es sin lugar a dudas un problema para ciertos clérigos y laicos acomodados a su discurso y prácticas no populares[2]Es no solo una reflexión, es un tipo de organización popular en donde las gentes leen su historia personal y comunitaria desde la luces de la Sagrada Escritura, con ópticas populares. Como lo enseñó el padre Torres con su ejemplo[3]es una dinámica que no se puede entender sin una práctica concreta del amor al prójimo.

Finalmente, la TL no es una reflexión anacrónica, puesto que su propósito no está fijado en el marxismo, su objetivo[4]está centrado en la persona del empobrecido, y hasta que no desaparezca su condición no desaparecerá la Teología de la Liberación como acción popular leída desde la fe del pueblo, que – reitero – por una parte, es un acto profético que denuncia las injusticias sociales[5]políticas, económicas y ecológicas, y alienta a las comunidades para que continúen resistiendo al sistema imperante e inhumano, con esperanza cristiana efectiva.

2.3- Citar a su fuente fundante: Camilo Torres Restrepo. Un sujeto de palabra y acción. La ortopraxis en el amor eficaz

Camilo entiende que en la medida que exista circunstancias[6]que impidan a los hombres y mujeres entregarse a Cristo, el presbítero está en la obligación de combatir tales circunstancias; aún cuando esto se convierta en obstáculo para la celebración Eucarística. Hasta cuando no desaparezcan las circunstancias que impidan la entrega del hombre (hasta que no haga de la práctica del amor un acto efectivo, un acto de amor al prójimo) a Dios, dicha celebración no podrá ser ofrecida de forma auténtica por parte de la comunidad y del que oficia.

Luego, para hacer efectivo el amor se necesita unas prácticas concretas de éste. Es bien importante, entonces la práctica de un apostolado cristiano que trabaje estas dinámicas Éste último es entendido como las acciones encaminadas para arraigar o incrementar el Reino de Dios en la tierra[7]La práctica apostólica en dirigida a construir el reino de Dios en la tierra (la tenencia de la vida abundante) es sinónimo de justicia (dentro del corpus paulimun) y de vida (en San Mateo).

Por ejemplo, la acción de camilo aplicó durante el resto de su vida pastoral acciones encaminadas al trabajo integrado con las comunidades populares de Colombia, y en particular con las ubicadas en los llamados cinturones de miseria en la ciudad de Bogotá.

En su papel como presbítero de la Iglesia católica, entiende que su labor como la de Jesucristo era que todos sus fieles – sus hermanos – tuviesen vida, y vida en abundancia (Jn XVI, 2) y que correría tal riesgo aún cuando le constara su vida. El trabajo apostólico no genera logros visibles de manera inmediata, sus resultados son de orden trascendentes.

Así los indicios de la vida sobrenatural o trascendente, se evidencia gracias a la ejecución de unas formas inmanentes, a saber: primera, la lectura de las Escrituras; segunda, la oración, sacramentos y la misa; tercero, profesar fe en Jesucristo. No obstante, la práctica de tales no dan indicio absoluto de la vida sobre natural, pues se puede hacer uso de tales, aún cuando no exista caridad de por medio.

En últimas, no puede existir la vida sobrenatural, sino está atravesada por la caridad, el amor sobrenatural, la caridad eficaz.

Para que exista caridad verdadera (amor verdadero) se necesita que existan obras a favor del prójimo, pues serán éstas – dice Camilo – las que nos enjuiciarán o servirán de factor de apelación para nuestra salvación o condenación, respectivamente.

El problema de la salvación de quienes no profesan su fe insertos (as) en la Iglesia católica fue una cuestión resuelta por Camilo, que pone de manifiesto su personalidad ecuménica frete a las circunstancias de ese momento histórico, y que a mi juicio, el clero vaticanista debiera revisar y bajarse de su pedestal de omnisapiencia, de manera que escuchara las voces y experiencias de las gentes y así pudiese encontrar al Cristo cósmico que Theilhard de Chardin predicó, y al Cristo obrero e histórico que hizo efectivo Camilo con su coherencia teórica y pastoral. Camilo cree sobre este respecto que existen obras no sobre naturales (lectura de la Escritura, la oración. etc.), pero que pueden se ciertamente buenas. Para que estas sean sobrenaturales necesitan la gracia, para lo cual es indispensable tener Fe aún cuando sea ésta implícita.

La recepción de los sacramentos produce vida sobrenatural, sin la presencia de la caridad efectiva (la entrega a los hermanos hasta las últimas consecuencias), y estas se hacen materiales bajo la coyuntura en la que vivimos. Éstas son las prácticas pastorales que se mueven en dos frentes, a saber: primero, el problema social, y el segundo, el pluralismo. Veamos. El primer frente, supone el entender las circunstancias históricas que nos ha tocado vivir. Es posible ver este problema a la luz del magisterio de los Papas, no obstante la técnica y la ciencia – como lo recalca Camilo – son indispensables en la acción pastoral. Éste frente pastoral apunta a las soluciones de las cuestiones materiales a favor del prójimo, a fin de ser éstas acciones expresiones del amor efectivo en la actualidad en la cual se viva. El segundo frente, el pluralismo, aporta al acto pastoral la reflexión no maniquea. Cuando los seres humanos se comprometen con un proyecto histórico común en bien de la humanidad, pasando de presupuestos teóricos a planos prácticos, implica esta opción dos consecuencias: primera, aceptar las consecuencias[8]que implique el proyecto histórico común o el programa con el cual se afilie . Segundo, rechazarlo, es sinónimo de no ver las bondades que pueda tener éste. El pluralismo da elementos esenciales parar unir a los partidos políticos, grupos religiosos, asociaciones filosóficas, etc., en un partido político con ideales comunes para luchar y lograr el poder para las clases populares: El frente unido del pueblo. La unidad (combatir el sectarismo) y organización son pilares de este partido propuesta política lazada por el padre Torres. Sus planteamientos van desde la socialización de los medios de producción hasta la tolerancia religiosa y la reivindicación de la mujer.

Finalmente, La opción del Sacerdote Torres por el ingreso a la insurgencia (1965) al ELN, radica en que él estaba absolutamente convencido en la lucha insurgente como una forma para alcanzar el poder y de esta manera, hacer de éste proyecto un elemento que transparente el amor eficaz.

En vista de la no respuesta masiva de las gentes en proyecto insurgente, decide él ofrecer[9]de su vida por la causa de la revolución, pues de ésta manera el hace efectiva su labor sacerdotal[10]que consiste en llevar por el amor mutuo al amor de Dios.

Su sacrificio lo hace aislarse de una de los "derechos" – como el le llama – la celebración Eucarística (el culto externo), para que luego del triunfo de la revolución, existan mejores condiciones que hagan de éste culto más auténtico.

Él decide por esta opción para hacer más efectivo el precepto del amor – el mandamiento central del cristianismo – pues la norma de medida es la caridad, el cual deber ser un amor sobrenatural. Es como decide correr con los riegos que este implique y le exija (pluralismo.)

La praxis liberadora de la poesía Cardenaliana

3.1- Ernesto Cardenal

En el orden de ideas de la teología de la liberación, es teórica y prácticamente imposible desvincular lo inmanente de lo trascendente, es absurdo desvincular la historia de la espiritualidad; lo es aún más hacerlo al pretender hacer una muy breve reseña sobre la vida de este revolucionario. Por lo tanto, no podemos separar su quehacer revolucionario de su acción pastoral o espiritual – si se quiere – pues es lo mismo. De manera que aquí nos referiremos a este autor en términos de poeta, con el fin de emplear algún término sintético que incluya su ser-quehacer.

El poeta nicaragüense Ernesto Cardenal nació en Nicaragua (Granada) el 20 de Enero de 1925[11]Estudia en el colegio de los jesuitas en su ciudad natal, hacia 1942, se matricula en la UNAM a la licenciatura en Letras y recibe su grado en 1947, viaja luego a la Universidad de Columbia a estudiar literatura Norteamericana de 1948-1949, viaja a Europa donde escribe sus poemas de mayor significancia literaria.

Al volver a Nicaragua se vincula con los procesos revolucionarios hacia 1954, dos años después vive su conversión religiosa, lo cual lo conduce a vincularse a la vida de monacato en el monasterio de trapense our lady of Gethsemani en los Estados Unidos, donde tuvo allí a Thomas Merton por maestro de novicios. Viaja a México, al monasterio de Cuernavaca donde estudia allí dos años, escribiendo poemas tales como Vida en el amor. De 1961 a 1965 viaja a Colombia para hacer sus estudios sacerdotales, escribe allí Oración por Marilyn Monroe.

Ordenado sacerdote viaja a Nicaragua para fundar la comunidad llamada Solentiname, la cual fue un epicentro posterior de ayuda al FSLN a nivel político y militar. El padre Ernesto Cardenal se vuelve portavoz del FSLN durante el periodo de lucha armada hasta el triunfo de de la insurrección victoriosa en julio de 1979. Hacia 1982 es designado ministro de cultura.

3.2- Una mirada al quehacer literario de Cardenal: elementos para un breve preámbulo

La palabra en la obra de Cardenal refleja no tanto un recurso sintáctico ni semántico, no es la expresión por expresión ni la cosa per se – como se referiría Boff al ejemplificar el significado del sacramento sino como un acto metasemántico, pues esta se expresa por sí misma adquiriendo significancia por ella misma. Nos da a entender en su obra una relación óntica en cuanto la palabra como única herramienta de expresión que nos adentra en una experiencia de lo indescifrable y de todo aquello que no requiere ser descifrable, porque somos símbolos y no intérpretes, porque somos palabra. Somos seres que provoca una acción que provoca un abismo de libertad, un proyecto de praxis de la libertad por medio de la palabra.

Bajo estos presupuestos asume Cardenal su oficio de poeta y su vocación como algo único en el actual histórico, que apunta a concertarse con la Divinidad, hacer efectiva la hierofanía[12]en Latinoamérica. Su oficio de poeta está atravesado por la acción revolucionaria que trasciende el marco de lo periodístico, por lo cual habrá que atender la obra Cardenaliana como un producto que habla por sí mismo, que habla sobre la revolución, sobre la lucha del ser por la liberación, el encuentro de la contradicción histórica del hombre, y esto es superior a la obra informativa propiamente dicha.

En cuanto a la crítica literaria que posibilite acercarnos a su obra vale la pena mencionar que la técnica empleada por el autor alude a formas discursivas de la prosa: recursos antipoéticos e informativos. Es así como se pude considerar como un creador, alguien al cual no se le debe encasillar en una corriente literaria concreta. Pues su ocupación, su quehacer revolucionario lo relaciona con una estructura que trasciende lo temporal en un primer momento, y lo dispara hacia dos direcciones, a saber: la primera una horizontal, que lo referencia con su práctica poética que por última vez diré – es equivalente a lo sacerdotal-contemplativo y a su acción revolucionaria- , y a una vertical, que proyecta hacia una que redunda hacia lo Divino, hacia lo contemplativo en la historia que le tocó vivir.

El poeta se mueve en un sentido dicotómico en cuanto tiene presente unas estructuras literarias que son cánones poéticos y por el otro, presenta figuras propias de innovación que prefiguran un acto fundamentalmente revolucionario, visto en términos del mensaje por cuanto este lo da a conocer de manera clara, abierta, lo cual lleva al lector a transformar su cosmovisión y la estructura de valores.

En su obra logramos encontrar unos núcleos fundamentales que nos proporcionan elementos para comprender su trabajo, estos son:

– El sendero que conduce al encuentro subjetivo entre yo-tú, tú-nosotros hasta llegar al vaciamiento y encuentro total con el Trascendente catalizados por el amor (La misma referencia que hace Camilo) que generó la relación entre un nosotros. De manera podemos encontrar apelaciones concretas a la revolución como acto de amor directo que refleja un hombre nuevo, una tierra nueva, un tiempo nuevo;

– En su trabajo es común encontrar encuentros íntimos con Dios, que explican la relación mística y ética que existe entre los dos; lo anterior en el marco del compromiso social, un fuerte sentimiento religioso y contemplativo.

3.3- El salterio de súplica[13]

La salmodia o compendio de salmos es uno de los bloques literarios más ricos que presenta la obra Cardenaliana a mi modo de ver, porque integra la riqueza producto hipostático de la poesía y la prosa, y el ruego dependiente (en libertad) del poeta en relación a su pueblo dirigido al Dios de la historia[14]

A continuación un corto comentario al salmo en cuestión que considero refleja el sentir de liberación. Veamos.

En el salterio encontramos un recurso literario llamado el correlato[15]este hace referencia una vez más a la íntima relación entre la expresión poética con la realidad, es "la relación que se tiende entre éste y la especial imagen de mundo que configura en la obra"[16].

Es la imagen poética resignificada encontrada en la Biblia y alimentada por el recurso del correlato. La resignificación aquí ha de presentarse en la inmersión de términos fundamentalmente latinoamericanos, ciertamente esto garantiza que le lector encuentre en ellas experiencias humanas cercanas a sí, que sean cognoscibles, es decir aquellas experiencias que sean recurrentes en su diario vivir y que le sea de su cercanía histórica.

Cardenal por medio de los salmos, ve y a sume una forma nueva de ver al hombre, que va desde el encontrar el sentido profundo de a su realidad hasta aproximarse hacia la forma particular de leer su interior.

Seguidamente presento el salmo 16 y anotaré algunas ideas que a parecer son relevantes en este ejercicio literario:

OYE SEÑOR MI CAUSA JUSTA[17]

Salmo 16

Oye Señor mi causa justa

Atiende mi clamor

Escucha mi oración que no son slogans

Júzgame tú

y no sus Tribunales

Si me interrogas de noche con un reflector

Con tu detector de mentiras

no hallarás en mí ningún crimen

Yo no repito lo que dicen los radios de los hombres

ni su propaganda comercial

ni su propaganda política

Yo guardaré tus palabras y no sus consignas

Yo te invoco

Porque me has de escuchar

Oh Dios oye mi palabra

Tú eres el defensor de los deportados

y de los condenados en los Consejos de Guerra

y de los presos en los campos de concentración

guárdame Señor como a la niña de tus ojos

debajo de tus alas escóndeme

libértame del dictador

y de la mafia de los gángsters

Sus ametralladoras están emplazadas contra nosotros

Y los slogans de oído nos rodean

Los espías rondan mi casa

Los policías secretos me vigilan de noche

estoy en medio de los gángsters

Levántame Señor

Sal a su encuentro

Derríbalos

Arrebátame de las garras de los Bancos

Con tu mano Señor líbrame del hombre de negocios

Y del sucio de los clubs exclusivos

De esos que ya han vivido demasiado!

los que tienen repletas sus refrigeradoras

y sus mesas de sobras

y dan el caviar a los perros

Nosotros no tenemos entrada a su Club

Pero tú nos saciarás

Cuando pase la noche

Sin lugar a dudas nuestro autor presenta en este salmo una modalidad de súplica, la cual caracteriza a la mayoría de salmos que mantienen este estilo en donde el hablante se dirige a Dios de manera lírica. Aquí en interlocutor se intuye como un tú genérico, que rebasa espacios concretos, permitiendo que el interlocutor no cambie de tono al final de su diálogo con Dios.

Finalmente el interlocutor comenta de manera desgarradora su experiencia, presenta como suya y prioritario su problema. Pone por debajo las acciones malévolas del enemigo en contra suyo, pone de manifiesto confianza en la persona de Dios, casi se siente como si fuera este el último recurso, aún cuando lo es realmente. La figura de noche aquí finalmente refleja las situaciones obscuras y tenebrosas de la realidad, y el día o la luz hacen referencia a la justicia divina en su pueblo.

Conclusiones

En el intento por desarrollar el problema literario presente en el salmo 16, se puede decir inequívocamente que:

– La expresión poética en Cardenal refleja en un primer momento una reflexión teologizada de la historia que vive Nicaragua durante el proceso revolucionario;

– La poesía en este caso ha de considerarse como un instrumento que propicia el triunfo de la revolución en el marco de la conciencia de la historia y la fe, como dos columnas complementarias y no dicotómicas;

– El actuar de Dios en la historia nicaragüense como personaje principal se hace evidente gracias a la poesía, y a la concienciación del pueblo de su actuar pensada esta como una auténtica insurrección evangélica[18]que promete éxitos grandes pues está bajo la bendición de Dios;

– El salmo 16 pone de manifiesto la incuestionable fe del pueblo, al poner en manos de su libertador su proceso revolucionario;

Bibliografía

Berryman. Http//: www.ensayistas.org/critica/liberacion/berryman

Boff, Leonardo (2005). Los Sacramentos de la vida y la vida de los Sacramentos, Mínima Sacramentalia. Bogotá: Indo-American press service.

Boff, Leonardo. Http//:www.leonardoboff.com

Cabestrero, Teófilo (1983). Ministros Dios. Ministro del pueblo. Testimonio de tres Sacerdotes en el gobierno revolucionario de Nicaragua. Managua: Ediciones Ministerio de cultura Nicaragua Libre.

Cardenal, Ernesto (1968). La oración desde la praxis liberadora. Bogotá: Ediciones estudios de encuentro.

Casaldaligo, Pedro (1989). Nicaragua combate y profecía. San José de Costa Rica: Ediciones Departamento Ecuménico de Investigaciones.

García, Fernando (1978). Ernesto Cardenal poeta de la liberación latinoamericana, Buenos Aires.

Jaramillo, Oscar (1997). Medio siglo de historia acelerada. Cali: Pontificia Universidad Javeriana, Cuadernos javerianos.

Torres, Camilo (1965). La revolución: imperativo cristiano. Bogotá: ediciones del caribe.

http://www.camilovive.org/crono/index.php?option=com_remository&Itemid=73&func=fileinfo&id=1

*+*

Ensayo presentado como trabajo final del seminario de Educación y Cultura artística 2

 

 

 

 

Autor:

José Joaquín Romero Basallo

Estudiante de Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Ciencias Sociales, Universidad Pedagógica Nacional de Colombia, Bogotá.

[1] Leonardo Boff (2005), Los Sacramentos de la Vida y la Vida de los Sacramentos, Mínima Sacramentalia. Indo-American press service. Bogotá, pp. 29-37

[2] Entiéndase aquí por práctica popular, todas las construcciones culturales propias de una comunidad, las cuales van desde imaginarios referidos a la familia, la política, la moral, experiencias religiosas, etc.

[3] Y otros laicos y sacerdotes como Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Recordemos su última homilía: Que este Cuerpo inmolado y esta Sangre sacrificada por los hombres, nos alimente también para dar nuestro cuerpo y nuestra sangre al sufrimiento y al dolor, como Cristo, no para sí, sino para dar conceptos de justicia y de paz a nuestro pueblo.".   Últimas palabras de Monseñor Romero antes de que lo asesinaran, (Homilía 24 de marzo de 1980, VIII p. 384 en: http://www.sicsal.net/homilias.php)

[4] No es un discurso, porque la cuestión del empobrecido, no es un problema de discurso, es un evento innegable, concreto. Emplea el marxismo en ciertos momentos como método en cuanto, este proporciona elementos básicos de análisis social: brinda luces itinerantes en la construcción histórica de la realidad objetiva y un método científico para su estudio y su apuesta praxológica.

[5] Cuestiones de mujer y género, afrodecendecia, en últimas, los llamados grupos minoritarios que atraviesen por algún tipo de exclusión social. Denuncias las circunstancias económicas y políticas del sistema económico que explota y además (desvirtúa la imagen Divina impresa en los hombres y las mujeres), genera condiciones que destruye el ecosistema (ver: http//:www.leonardoboff.com

[6] Y estas son las que la superestructura engendra gracias a las dinámicas productivas capitalistas. Y su expresión más próxima es la pobreza de las clases populares.

[7] Camilo Torres (1965), La revolución: imperativo cristiano, Bogotá, ediciones del caribe, pp. 7-8

[8] El padre Torres, enfatiza que la opción por la toma del poder (el programa o proyecto histórico común) de las clases populares implicaba el uso de la guerra como medio para tal fin, y que las consecuencias de esta opción, será la lucha y el sacrificio de ésta generación, para que la próxima goce de los derechos que las oligarquías niegan (Proclama de Camilo, http://www.camilovive.org/crono/index.php?option=com_remository&Itemid=73&func=fileinfo&id=1

[9] ofrecimiento, u oblación en términos sacramentológicos, según los tratados Eucarísticos, donde Jesús es ofrenda, altar y víctima.

[10] También como cristiano y colombiano

[11] Teófilo Cabestrero (1983), Ministros Dios. Ministro del pueblo. Testimonio de tres Sacerdotes en el gobierno revolucionario de Nicaragua. Ediciones Ministerio de cultura Nicaragua Libre, Managua. pp.19-47

[12] En la teoría del hecho religioso se entiende por hierofanía la manifestación de lo Sagrado. La ruptura de una atmósfera trascendente sobre una inmanente mediante la participación de un elemento intermediario llamado transparencia, que facilita la aprehensión de la Divinidad en el devenir histórico de cada individuo. (L. Boff, op. cit., p.27)

[13] Fernando García Cambeiro (1978), Ernesto Cardenal Poeta de la Liberación Latinoamericana, Buenos Aires, pp. 17-39

[14] Ernesto Cardenal (1968), La oración desde la praxis liberadora, Ediciones estudios de encuentro, Bogotá D.E, pp. 1-54

[15] Op cit., p.18

[16] Op cit., p.15

[17] E. Cardenal, op. cit., pp. 9-10

[18] Monseñor Pedro Casaldaligo (1989), Nicaragua Combate y Profecía, Ediciones Departamento Ecuménico de Investigaciones, San José de Costa Rica

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente