El simbolismo. Atención hacia lo irracional y lo espiritual, es decir, la realidad que se esconde tras las apariencias y su correspondencia con la intimidad del escritor. Para expresar la intimidad, lo inmaterial, necesitan a las realidades perceptibles, de modo que se atribuye a ciertos objetos de la realidad una carga significativa que alude a las realidades más profundas que nos son observables.
El impresionismo. En la literatura la técnica impresionista consiste en representar la realidad por medio de aspectos destacados de la misma, escogiendo lo que el autor considera más relevante según su sensibilidad. Se trasmite mejor la impresión subjetiva y se obliga al lector a participar de esa creación al tener que aportar su propia experiencia para construir la realidad.
1.2 La renovación del estilo literario
Literariamente la estética de fin de siglo se define esencialmente por la libertad creadora. El autor se aleja de las normas estilísticas impuestas.
Los escritores de fin de siglo también desean distanciarse de sus antecesores en el estilo de la escritura. Rasgos característicos:
Empleo de la frase corta. Frases breves separadas por comas o puntos, sin nexos de unión entre ellas. La totalidad se va creando en la mente del lector.
Concisión y agilidad. Precisión expresiva para obtener el efecto comunicativo, lo que NO implica falta de imaginación o de descripciones.
Aumento del léxico literario. Debido a la presencia de mundos ajenos a lo cotidiano. La expresión de estas realidades ajenas exige recuperar el patrimonio léxico del propio idioma caído en desuso o importar términos de otras lenguas.
La expresión de la subjetividad del escritor, la importancia que toman los mundos espirituales e íntimos conduce a que las imágenes sean cada vez más subjetivas llegando incluso a alejarse de la lógica.
Renovación aplicada a la métrica. Volviendo a formas que habían caído en desuso y experimentando con la adaptación de estrofas y versos de otras lenguas. Ejemplo: versos de 14 y 12 silabas. También se presta gran atención al ritmo del verso y a la musicalidad.
1.3 Los autores de fin de siglo
No desarrollaron una teoría articulada o común, pero sí están ansiosos por señalar los males que aquejan a España, a la vez que proponen soluciones desde una perspectiva regeneracionista.
RAMÓN DEL VALLE INCLÁN
El pensamiento de Valle-Inclán es de oposición a la situación política y social de su tiempo. Para marcar su postura de disgusto opta por dos vías: evadirse o criticar.
La evasión es hacia el pasado, hacia una sociedad arcaica y tradicional, que muchas veces encarna en Galicia. Ideológicamente este pasado lo representa para él, el carlismo, y que refleja en varias de sus novelas, bien como tema principal o bien como trasfondo.
La crítica aparece en muchas de sus obras pero puede considerarse que es a través del ESPERPENTO donde alcanza su máxima expresión.
2.1 La obra de Valle- Inclán
La obra de Valle Inclán es muy extensa y abarca todos los géneros literarios, incluidos los periodísticos. Por señalar tres rasgos que pudieran identificar toda esta producción nos referimos a su prodigioso dominio expresivo, en el léxico y la sintaxis; su constante voluntad de alejamiento de las formas de la vida burguesa, ya sea en lo personal o en lo artístico; y su tendencia romper los moldes de los géneros, en particular en la novela y el teatro, de modo que encontraremos obras cuya clasificación será difícil.
En la dilatada producción de Valle Inclán se puede observar una evolución que va desde el modernismo dominado por la nostalgia de tiempos pasados, propio de sus inicios, a una literatura de profundo contenido crítico en la que recurre a la distorsión de la realidad. Etapas
Etapa modernista, caracterizada por la evasión, es decir, el alejamiento hacia mundos ideales que el artista embellece. La obra más característica de esta etapa son las Sonatas.
Etapa intermedia, ésta marcada por una trilogía de novelas (La guerra carlista y Comedias bárbaras). Ambas trilogías tratan el tema de la destrucción de mundos tradicionales, en gran medida idealizados por Valle- Inclán, que mueren en medio de la violencia.
Etapa del esperpento (1920). Se tratan de temas del presente del autor, deformados por la insistencia en sus aspectos negativos. Deformación de la realidad por medio de su degradación.
La técnica que utiliza para conseguir esta finalidad son distanciamiento y deformación
Distanciamiento. Consiste en adoptar un punto de vista alejado desde arriba, de modo que la realidad se ve empequeñecida deformada y el autor no se siente implicado en la misma ni identificado con la tragedia que viven sus personajes.
Deformación.
De los personajes. Se hace una caricaturización de los personajes, que se degradan el compararlos con animales o con objetos, con lo que pierden su carácter humano.
De las situaciones. Una situación trágica se convierte en grotesca o absurda por medio del contraste con los acontecimientos que se describen como parte de la misma
El ESPERPENTO es un intento de profundizar en la vida miserable de España, de modo que resalten sus contradicciones y sus problemas, enfocados desde una perspectiva crítica
2.4.1. El teatro del esperpento
Las obras dramáticas de Valle-Inclán rompen el estatismo escénico y representan la acción con muchos lugares y tiempos, incluye en la acción elementos de complicado manejo o da por medio de acotaciones información difícilmente trasladable al público a través de la escenografía estática.
Las obras de dramáticas de Valle Inclán que pertenecen a la época de esperpento son cuatro: "Luces de bohemia" (1920) y la trilogía "Martes de carnaval" compuesta por "Los cuernos de don Friolera" (1921), "Las galas del difunto" (1926) y "La hija del capitán" (1927).
2.4.2. El esperpento en la novela
En los temas se acerca al mundo de la alta política con una representación muy crítica de la actuación de los políticos que son en general, crueles, infantiles, interesados y corruptos.
En su estructura, las novelas de esta etapa son compuestas por cuadros independientes, cuya suma constituye la totalidad del argumento; estos cuadros, además, no están colocados en orden cronológico.
De esta etapa hay que recordar Tirano Banderas (1926) y El ruedo ibérico (1927).
Resumen
El inicio del siglo XX en España sigue las tendencias europeas y se caracteriza por una crisis de valores. En el arte lleva a una ruptura ostentosa con las tradiciones heredadas. Esta actitud de ruptura se manifiesta en diversas tendencias. De todas ellas, la que más influencia tiene en la literatura es el simbolismo, ya que da expresión a la subjetividad del artista.
Aunque tradicionalmente la crítica divide a los autores entre modernistas y generación del 98, en realidad todos ellos pertenecen a misma generación de fin de siglo. Sus autores viven en una España que está inmersa en una grave crisis social y política y se implican en sus posibles soluciones desde una ideología regeneracionista.
Valle- Inclán es, sin duda, uno de los autores más innovadores de este período. Su obra empieza dentro de una corriente esteticista donde recrea mundos del pasado, sin embargo, pasa pronto a retratar la sociedad de su época bajo un prisma deformador que resalta los aspectos más degradados y grotescos.
La generación de fin de siglo (II) Pío Baroja y Antonio Machado
1. Pío Baroja
1.2. La novelística de Baroja. Características
Disgregación de la trama en cuadros. Desarrolla el argumento en cuadros sucesivos que están enlazados por la existencia de personajes comunes, sin necesidad de explicar narrativamente las transiciones. La novela con esta técnica no es cerrada, sino abierta como la propia vida, a la que intenta parecerse.
Uso de la técnica folletinesca de suspender la linealidad de la acción para atrapar al lector en la intriga y mantenerlo a la expectativa de la continuidad de los sucesos iniciados.
Multitud de personajes. Muchos personajes aparecen brevemente en la acción, caracterizados con algunos rasgos rápidos, y no vuelven a tener cabida en el relato. En cuanto a los personajes principales, un aspecto frecuente en muchos de ellos es que son antisociales, es decir, se aíslan de la sociedad o viven fuera de sus normas. Se pueden dividir en dos tipos más frecuentes:
El aventurero, hombre de acción constante con rasgos de héroe.
El inadaptado, que observa la realidad y aunque intenta en alguna ocasión participar en ella, es un impulso breve para retornar a su situación contemplativa.
Abundancia de diálogo. El diálogo y la acción son los principales elementos de las novelas de Baroja, a través de los cuales se definen los personajes y sus motivos, más que por medio de la descripción de sus caracteres.
La ambientación está tomada de la realidad, pero expresada con una técnica impresionista, por lo que elige los rasgos más característicos. Los lugares más frecuentes en su obra son el País Vasco (ámbito rural) y Madrid (ámbito urbano por los general degradado)
Estilo antirretórico. Estilo directo y espontáneo, lo que no quiere decir que no utilice recursos estilísticos.
La novela como vehiculo de la ideología. Baroja utiliza sus novelas para exponer a través de sus personajes ideas científicas, filosóficas o morales que preocupan al autor y a la sociedad de su tiempo.
1.2. Las novelas de Baroja. Clasificación por etapas
Tres etapas
Desde sus inicios hasta 1904. Un tanteo hasta encontrar su propio estilo y definir su técnica novelística. Es asentamiento se produce con la publicación de la trilogía la lucha por la vida que marca el momento en el que obtiene su estilo personal.
1904-1913. Período central, donde alcanza sus mejores logros, plantea los temas fundamentales de su obra y utiliza en plenitud los rasgos que son definitorios de su obra.
1914-1936. Su universo novelesco no evoluciona, no se renueva, de modo que repite los mismos temas y moldes narrativos.
Clasificación por temas
Novelas de aventura
Uno de los personajes más característicos de las novelas de Baroja es, el hombre de acción que vive una existencia fuera de lo común al margen de los convencionalismos sociales. Las novelas protagonizadas por personajes de este tipo, todos ellos vascos, son Zalacaín el aventurero(1909), y sobre todo la tetralogía El mar formada por Las inquietudes de Shanti Andía (1911), El laberinto de las sirenas(1923), Los pilotos de altura (1929), La estrella de capitán Chimista (1930).
1.2.2. Novelas de la actualidad española
Una de las primeras trilogías de Baroja es La lucha por la vida (1904) formada por: La busca, Mala hierba y Aurora roja, que se desarrollan en Madrid. Cada una de estas obras trata una etapa distinta en la vida de Manuel, un personaje socialmente degradado y que oscila entre la vida de los trabajadores y la pequeña delincuencia, alternando una y otra hasta que se convierte en el dueño de una imprenta y, por tanto accede a la pequeña burguesía. A través del relato Baroja va presentando el Madrid de hacia 1900 en su parte más sórdida con un desfile de tipos lugares, trabajos, situaciones, etc. que por su crudeza sirven para denunciar la sociedad de su tiempo.
La raza. Esta formada por La dama errante (1908), La ciudad de la niebla (1909) y
El árbol de la ciencia (el personaje principal es Andrés Hurtado cuya vida se cuenta desde que inicia la Universidad hasta su suicidio después de la muerte de su mujer y su hijo)
Las ciudades agrupa tres libros publicados con gran distancia cronológica: Cesar o nada (1910), el mundo es ansí (1912) y la sensualidad pervertida (1920). Remiten a viajes de Baroja por Francia e Italia; los personajes principales muestran un deseo de satisfacción afectiva finalmente frustrado; que sus vidas se desarrollan en contraposición entre la gran ciudad y el pueblo.
En estas obras la realidad española aparece en contraste con la europea.
Novelas de tema histórico
La novela histórica atrajo a los escritores de esta época, que buscaban en el pasado una explicación a las lacras del presente español.
Baroja escribió una extensa serie titulada Memorias de un hombre de acción, cuyo argumento se inicia a finales del siglo XVIII y pretende llegar hasta 1872. Durante ese período el tema esencial es la lucha que vive el país entre el progreso y tradición, entre liberalismo y absolutismo; la conclusión de Baroja al respecto es muy pesimista.
2. ANTONIO MACHADO
2.1. Obra poética. Los rasgos más destacados de su poesía:
1) De la poesía le interesa lo más esencial del ser humano, su intimidad, que es a la vez lo más personal y lo más universal, y que surge en contacto con el mundo.
2) La poesía debe atender a lo esencial que es el ser humano en su propia realidad, en su historia. Por tanto, sus temas serán los de su época y los problemas que le afectan, bien al poeta como hombre (temas metafísicos, amorosos, religiosos) bien a la sociedad en la que vive (temas sociales).
3) Otro de los rasgos con que Machado caracterizó su poesía es el diálogo. En sus poemas dialoga con otros (amada, amigos, gentes de su entorno), pero sobre todo el diálogo que establece A. Machado consigo mismo.
El conjunto de la obra de A. Machado tiene una impronta muy personal que se observa desde sus primeros poemas. Esto se puede distinguir tres etapas:
1) Etapa inicial de intimismo simbolista, que abarca las obras Soledades (1902) y su revisión en Soledades, galerías y otros poemas (1907); también llamada "etapa de afirmación del yo".
2) Etapa regeneracionista, donde hay que encuadrar Campos de castilla en sus ediciones de 1912 y 1917; también llamada "etapa del tú".
3) Etapa del nosotros: Nuevas canciones (1924), De un cancionero apócrifo (1926-1936).
De estas etapas, las poesías más genuinamente líricas están en las dos primeras, mientras que la tercera contiene una poesía más filosófica, condensada en el pensamiento, y un buen número de escritos en prosa.
2.2 Soledades, galerías y otros poemas (1907)
El título de la obra Soledades, refleja bien su contenido, puesto que trata de las emociones íntimas del poeta, de su ensimismamiento, de la exploración de su alma a través de las galerías interiores.
Estas reflexiones sobre su yo tienen como tema común la desazón que le provoca vivir, la angustia como ser humano en el mundo y la búsqueda del sentido de la existencia. Los motivos en que se concreta este malestar vital son el paso del tiempo, la melancolía y tristeza por lo perdido-en particular el mundo infantil- , la angustia de vivir y la ausencia de amor, que se anhela.
Para expresar estos temas recurre a símbolos, es decir, alude a realidades tangibles, que en su poesía se convierten en símbolos de lo intangible o espiritual.
Machado concedió al AGUA la representación de la VIDA: las fuentes (nacimiento e infancia), los ríos (transcurrir del tiempo), el mar (la muerte). La tarde que representa cansancio y vejez espiritual, melancolía y tristeza; la noria es el reflejo del paso del tiempo; y sobre todo el camino, bien como galerías del alma por las que se adentra para conocerse así mismo, bien como nostalgia de la vida que discurre o como tristeza sin consuelo.
* Concedió al caminante el valor de la propia condición del hombre que se busca a sí mismo, a los demás o a Dios y al camino el valor de nuestra existencia en este mundo.
Antonio Machado es un poeta de su tiempo, seguidor de las corrientes estéticas que circulaban a fin de siglo. En particular del simbolismo, del impresionismo y de ciertos rasgos del parnasianismo. Esta influencia se manifiesta en la métrica, en la importancia que da a los efectos musicales de la expresión y en la atención el adorno expresivo.
2.3. Campos de Castilla
La gestación de Campos de Castilla durara varios años. Concretamente se prolongará entre 1912 y 1917, años decisivos, durante los que la vida sentimental de Machado sufre un gran cambio que afectará al libro. La primera versión fue compuesta durante sus años de profesor en Soria, tiempo en que conoció el amor y se casó; la segunda en gran medida fue escrita en Baeza, a donde se trasladó después de enviudar. Este cambio se notará en la variación en los temas y en los paisajes, porque suma los andaluces con los castellanos
Soledades, galerías y otros poemas | Campos de Castilla |
Etapa del yo intimista. Trata de sus propios sentimientos. | Habla de él, pero también de las gentes de su entorno. |
Paisajes imaginarios que se representan los sentimientos del poeta | Paisajes reales con los el poeta funde sus sentimientos o reflexiones sobre la realidad |
No existe el tema social | Aparece el tema de España como problema político e histórico que preocupa al poeta. |
La muerte como tema abstracto | La muerte se hace concreta con el recuerdo de la esposa muerta. |
Métrica más complicada e innovadora | Métrica más sencilla y tradicional |
Estilo más ornamental en adjetivación e imágenes | Estilo menos estético |
Inicia la serie de poemas breves de contenido sentencioso. |
El rasgo más característico de esta nueva etapa de Machado es la incorporación del paisaje real a su poesía. El paisaje tiene dos valores en la obra:
Paisajes con sus gentes que le sirven para la reflexión social e histórica, de modo que se convierten en un símbolo de España y sus problemas.
Paisajes que parecen ser reales en su descripción y que, no obstante, representan la intimidad del poeta, su estado de ánimo.
2.4. Etapa del nosotros: Nuevas canciones (1924) y últimas obras poéticas
El último libro de poemas independiente que publicó Machado es Nuevas canciones (1924), aunque su versión final se hará años después (1930). La principal característica del libro es que está formado por textos heterogéneos, en su calidad y en su inspiración, en los que mantiene temas que ya había desgranado en obras anteriores.
El "nosotros" con que se conoce esta etapa responde a la creación que hace Machado de otros poetas ficticios. En su obra Los complementarios, que redactó a lo largo de muchos años y no se publicó en vida del autor, habla de que pretende crear un gran conjunto de poesía atribuido a estos poetas y filósofos imaginados. Al final se resumen en dos nombres: Abel Martín y su discípulo Juan de Mairena.
En De un cancionero apócrifo (1926) une verso y prosa con total libertad, empleando para la expresión a estos dos filósofos a través de los cuales dialoga sobre los temas de interés.
Resumen
Pío Baroja fue un escritor muy prolífico que produjo obras en prácticamente todos los géneros de prosa, si bien hay que destacar sobre todo su creación como novelista. Aunque siempre sostuvo que su escritura era fruto del desaliño y del no-estilo, en realidad hay que atribuirle una renovación de la novela realista del siglo XIX con las nuevas ideas estéticas del fin de siglo. Sus novelas se caracterizan por presentar multitud de personajes, la abundancia del diálogo, la técnica impresionista para reflejar la realidad, el estilo antirretórico y la exposición de ideas. En cuanto a la clasificación de sus obras de pueden distinguir tres etapas, de las cuales la más importante es la central (1904-1913), cuando crea sus mejores obras, ya que luego seguirá aplicando las mismas técnicas y tratando los mismo temas.
Novecentismo y vanguardia. Juan Ramón Jiménez
1. Novecentismo (1914-1925)
A la generación de fin de siglo que veíamos en los temas precedentes, le siguió un grupo de autores que se engloban dentro del movimiento llamado Novecentismo. Su delimitación se establece sobre la diferencia con los autores precedentes, que pertenecen a la época de surgimiento y eclosión del modernismo; y quienes les siguen, que se engloban dentro de las vanguardias. La función de los novecentistas sin pertenecer a ni a unos ni a otros, es esencial por su valor de puente.
1.1. Características del Novecentismo literario
Las características más destacadas de los autores del Novecentismo están relacionadas sobre todo con su formación intelectual.
Son autores que coinciden en sus edades pero que no tienen conciencia de formar parte de un grupo diferenciado.
Se alejan del subjetivismo, separando la vida y la literatura. Esta actitud de distanciamiento racional puede llevar a lo que se ha llamado deshumanización del arte.
La claridad racional es uno de sus objetivos, persiguen el equilibrio clásico en la forma, con una preocupación fundamental por un estilo depurado, muy cuidado, lo más alejado posible del descuido o de la forma fácil. En síntesis, su preocupación ésta en la obra bien meditada, hecha en rigor.
Emplean el simbolismo depurándolo de su sentimentalismo.
En su ideología se decantan por el europeísmo y lo universal frente a lo local. Para estos autores el conocimiento intelectual une a los hombres en el ámbito objetivo, lo racional y la ciencia, de modo que a través de ese conocimiento España podrá entrar en la modernización con los demás países europeos y sumarse a ellos.
El género literario característico de esta etapa es el ensayo, como manifestación de su interés intelectualista. A su vez, esta lección les aleja del público mayoritario, de modo que su literatura es para minorías, elitista.
1.2. Autores novecentista
Algunos de los autores novecentistas más destacados de este período son los pensadores José Ortega y Gasset, Eugenio d" Ors o Manuel Azaña; los novelistas Ramón Pérez de Ayala, Ramón Gómez de la Serna, Benjamín Jarnés o Gabriel Miró; y poetas como León Felipe o Juan Ramón Jiménez. Entre ellos no se puede afirmar en ningún caso que formen un grupo compacto, sino que comparten un clima intelectual propio, que en algunos casos se aproxima a las vanguardias, pero sin una ruptura tan radical o violenta.
2. LAS VANGUARDIAS
La vanguardia es un movimiento artístico que se desarrolla en el período de entreguerras, es decir, entre 1914 y 1939. Ideológicamente responde al rechazo que el arte siente por los principios de una sociedad burguesa cuyo fracaso se manifiesta en no haber sabido evitar la guerra, por eso los artistas se sitúan contra las convenciones que consideran fracasas e inútiles. Esta actitud de rechazo se manifiesta por medio de la adopción de opciones estéticas de ruptura con lo anterior. Las vanguardias quieren destacar el espíritu de lucha, de confrontación con el arte anterior y la sociedad que representan.
2.1. Movimientos de vanguardia
El futurismo surgió en Italia, a partir del manifiesto de Marinetti, que propugna la libertad de la palabra para traducir la velocidad de la vida moderna, lo que en literatura se debía expresar con la supresión de las reglas de la sintaxis y de la puntuación, que sustituye por signos matemáticos; el valor absoluto de la imaginación del autor para las imágenes; o alteración de la tipografía. En sus temas exaltan la máquina, la velocidad y la técnica.
El cubismo surgió con pintores como Picasso, aunque luego pasó a la literatura de la mano del escritor francés Apollinaire. Su propuesta consiste fundamentalmente en descomponer la realidad, que se observa a la vez desde distintas perspectivas, en la fusión de las artes. De ahí la aparición del género del caligrama, que une la pintura con la literatura; o del collage donde se mezclan pintura y escultura con la literatura.
El Dadaísmo fue un movimiento creado por el suizo Tristan Tzara durante la primera guerra mundial. Su propuesta es aún más transgresora que las anteriores, que quiere hacer tabla rasa de todo lo anterior, valorando la expresión de la palabra por su sonido y no por su significado. Su aportación más relevante es el descubrimiento del absurdo como medio de expresión literaria.
El Surrealismo es el más importante de los movimientos de vanguardia, por su duración en influencia en el arte. Sus planteamientos quieren desvelar "el funcionamiento real del pensamiento", con "ausencia de toda vigilancia ejercida por la razón", según dijo André Bretón su fundador. Para eliminar la razón acuden a subconsciente y al sueño, donde los seres humanos tienen un lenguaje común, por lo que se trata de una arte que atiende a la colectividad y no sólo a la elite intelectual. La forma en se consigue expresar este mundo subconsciente es la escritura automática, que le permite al escritor ser el puente entre los planos de lo suprarreal y lo real. Con esta técnica surgen asociaciones libres e inesperadas que no responden a la razón.
2.2. Rasgos comunes de la vanguardia
Voluntad de ruptura y rechazo por lo anterior, traducido en una búsqueda de originalidad extrema y novedad explorando caminos absolutamente inéditos para el arte. Se trata por lo tanto de un arte experimental.
Antirrealismo radical, que huye de las representaciones tradicionales de la realidad, mantenidas en la cultura occidental desde el Renacimiento. La consecuencia será un alejamiento del público amplio, ya que es un arte difícil de comprender, lo que convierte las vanguardias en elitistas.
Deshumanización que evita las formas vivas y la anécdota, así como las emociones, por lo que muchas veces al arte se reduce a un simple juego intelectual o formal.
Internacionalismo del arte, que huye de lo local para buscar lo universal.
Relación, combinación y dependencia de las distintas artes: influencia de la música en el verso, de la literatura en la pintura y viceversa, etc.
Alejamiento de toda voluntad de transcendencia para el arte, es decir, la obra de arte es gratuita, inútil más allá de sí misma.
La literatura además de compartir las características anteriores tiene rasgos específicos como los dos siguientes:
Uso de metáforas cuyos términos tienen poca o ninguna relación aparente.
Libertad incluso para romper con los moldes de la lengua.
2.3. Las vanguardias españolas
Parte de sus planteamientos fructificarán y pesarán estéticamente con los autores del grupo del 27-
Dan lugar a la creación de dos movimientos vanguardistas españoles: el Creacionismo y el Ultraísmo.
El Creacionismo y el Ultraísmo se desarrollan entre 1918-1923, como reflejo español de futurismo y el dadaísmo, así en ellos se dan señas de identidad y renovación parecidas: la exaltación de la máquina, la renovación de las metáforas, la ruptura de la tipografía tradicional, la autonomía de la obra artística, rechazo de lo subjetivo, lo íntimo y lo emocional.
Precursor: Ramón Gómez de la Serna y seguidor de grupo del 27 Gerardo Diego.
3. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
3.1. Biografía
Nació en Moguer (Huelva) en 1881 y fallece en Puerto Rico en 1958. Premio Nobel de Literatura.
3.2. Trayectoria poética
En 1918, Juan Ramón Jiménez hace una síntesis de su trayectoria, donde reconoce tres fases: la inocencia o sencillez inicial, la poesía del ornato o la complicación y la poesía desnuda o pura.
En 1932 escribe una poética donde habla de seis etapas y concreta las influencias que recibió:
La poesía clásica y tradicional española, entre otros Bécquer o el romancero.
El modernismo de la generación de fin de siglo, en particular de Rubén Darío.
La poesía francesa, en especial del simbolismo, que será uno de los pilares de su creación.
La crítica, ha distinguido tres etapas para englobar toda su extensísima obra:
Sensitiva (1898-1915)
Intelectual(1916-1936)
Verdadera(1937-1958)
Sus obras siempre están sometidas a una constante revisión y corrección por parte del poeta.
3.2.1 Primera época o sensitiva (1898-1915)
Comprende desde sus poemas iniciales hasta el Diario de un poeta recién casado. El tema fundamental es la sensibilidad del poeta expresados en torno a distintos temas: la naturaleza, el amor, la muerte; todo ello con un tono melancólico e intimista y un lenguaje musical.
Hay en su poesía una influencia de Rubén Darío, del parnasianismo y del simbolismo.
Obras: Arias tristes, Soledad sonora y Jardines lejanos.
3.2.2. Segunda época o Intelectual (1916-1936)
Se inicia con el Diario de un poeta recién casado, tal como indica el título, el libro es un diario en sentido real, porque podemos seguir las etapas del viaje incluso con fechas.
Trata de experiencias íntimas ante lo que le sucede, unas veces en verso y otras en prosa. Sus contenidos son heterogéneos, pero se puede señalar algunos temas fundamentales que se repiten dando la unidad a la obra. Entre ellos el más importante es el mar, que lo empleara como uno de los símbolos fundamentales de su poesía.
Los rasgos que definen esta segunda época son los siguientes:
El intelectualismo que comparte con otros escritores del Novecentismo, ya que busca una obra depurada y muy elaborada, que la hace apta para las minorías.
Ausencia de la anécdota. Busca la transcendencia de las cosas y de la belleza.
Uso sistemático del verso libre, que tendrá una influencia decisiva en la poesía posterior.
Uso de formas métricas experimentales: mezcla de verso y prosa, verso blanco, collage.
Condensación de la palabra poética, con eliminación de adjetivos coloristas y sensoriales. El adjetivo será escaso, predominara siempre el sustantivo.
Autor:
Kari
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