Los movimientos literarios son los diferentes géneros o estilos poéticos y artísticos que surgieron en distintas épocas pasadas de la humanidad. Cada uno de estos movimientos se caracteriza de diferentes maneras tanto por su escritura o el lenguaje literario como por la métrica y la voz poética que se emplean en las obras literarias. A través de las obras escritas en cada movimiento, no solamente podemos recalcar las características de las formas de escritura sino también la cultura, política y sociedad de distintas épocas.
Después del Renacimiento, el Barroco surgió a principios del siglo XVII cuando Italia se irradió hacia la mayor parte de Europa. Este es el movimiento de estilo artístico y literario más glorioso de la historia literaria en España que también se reconoce como el Siglo de Oro. Durante esta época, los autores se caracterizan de la aplicación de diferentes figuras retóricas en sus obras literarias como la poesía, que se concentraban en temas como lo religioso, el mundo de los sentidos y el sueño. Aún así, la literatura barroca no solamente se centraliza en un concepto sino está dividido en dos tendencias, el Culteranismo y el Conceptismo.
El Culteranismo, o también se reconoce como el Gongorismo, es caracterizado por sus temas centrales como el amor y la religiosidad, y el uso de las formas poéticas que los autores emplean de maneras cultas del lenguaje literario como el hipérbaton, que invierte el orden natural de la frase castellana, las imágenes y metáforas en sus poesías para crear una impresión en un mundo de belleza absoluta. En esta tendencia podemos destacar los dos autores más conocidos: Luis de Góngora y Garcilaso de la Vega, quienes escribían para el sentido y se interesaban en la belleza de la imagen y la expresión refinada. Podemos resaltar dos de sus obras literarias que contienen las características de esta tendencia para mejor comprensión en sí.
El poeta Luis Góngora se considera como el mayor representante del culteranismo, por lo que también fue llamado Gongorismo. En sus obras literarias, principalmente escribía sonetos y empleaba en ellos los diferentes tipos de recursos literarios en una lengua complicada que están llena de hipérbatos y largas perífrasis. Una de sus obras maestras es el soneto "Mientras por competir con tu cabello" que tiene los temas como el tiempo y la belleza. En él hacía comparaciones entre la belleza de la mujer y la naturaleza. Esta poesía además de que sea un soneto (que tiene 14 versos endecasílabos dividido entre dos cuartetos y dos tercetos) en ella Góngora también empleó diferentes figuras literarias en cada verso para obtener las características de una obra culterana. Como las metáforas, este se encuentran en el segundo verso, "oro bruñido al sol relumbra en vano", que se refiere al color del cabello que es rubio. También en el décimo y duodécimo verso donde dicen "antes que lo que fue en tu edad dorada No solo en plata o viola troncada ", ambas frases la edad dorada y en plata o viola troncada constituyen en sí una antítesis, que uno refiere a la juventud y otro a la vejez. También se encuentra la enumeración en el noveno verso, "cuello, cabello, labio y frente…" estos son los elementos que muestran que existen lazos comparativos indirectamente con los conceptos en el undécimo "oro, lilio, clavel, cristal luciente." Y para el final del soneto en el último verso la figura gradación descendente fue empleada, "en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.", la idea de que la belleza se puede considerar algo palpable pero se va desgranando a nada.
Otro poema que se destaca por sus características de culteranismo es "En tanto que de rosa y azucena", escrito por Garcilaso de la Vega en el siglo XVI. Al igual que la obra de Góngora de que sea un soneto o de estilo italiano, este también fue llamado como el Soneto XXIII. Las figuras literarias que Garcilaso empleó en este poema fueron varias, como la personificación que se encuentra en el décimo verso " el dulce fruto, antes que el tiempo airado", fue utilizado para describir que el tiempo airaba; el uso de la metáfora en el sexto verso "del oro se escogió "donde la palabra oro es el color del cabello, y en el octavo verso "el viento mueve " se describe el movimiento del cabello; la anáfora, que existe entre el primer y quinto verso, "En tanto y en tanto "; el hipérbaton que altera el orden sintáctico entre el verbo, complemento y el sujeto en el primer verso del cuarto estrofa "Marchitará la rosa el viento helado", ya que este verso se puede ordenar en que "el viento helado marchitará la rosa"; también la figura circunloquio que se encuentra en el onceavo verso "cubra de nieve la hermosa cumbre", el autor sustituyó la palabra nieve y cumbre en vez de la vejez y cabeza. Y el uso de símbolo de representar algo sin describirlo directamente, como por ejemplo, Garcilaso sustituyó la palabra juventud por primavera que simboliza la juventud, la rosa a la belleza y pasión y la azucena a la pureza y honestidad.
Y para concluir con este movimiento, ambas poesías tienen la similitud de que sus autores utilizaron la naturaleza a través de diferentes figuras literarias como personificación, metáforas, símbolos y otros para describir la belleza femenina, indicando hay que aprovecharse de sus bellezas ya que este llega su fin junto con la vida. Este tópico literario se denomina como el carpe diem, de aprovechar los placeres presentes porque la vida es breve.
Otro concepto general que se encuentra en la literatura barroca es el memento mori, un término latino que significa "recuerda que morirás" , recordándole a todos los seres humanos que la vida es muy corta y llegará su tiempo de morirse tarde o temprano. Este se encuentra en las poesías conceptistas que se caracterizan por el uso de formas poéticas en la asociación ingeniosa entre palabras e ideas y la rebuscada de concepto, con las obras concentrados en temas como el amor, moral, políticas y poemas satíricos. A diferencial del culteranismo, los autores del conceptismo tienen pensamientos abstractos, ellos apelan a la imaginación en vez de los sentidos y emplean en sí de forma humorística y la antítesis o doble sentido de las ideas que ellos quieren expresar en sus poesías.
El autor más importante en el conceptismo es Francisco de Quevedo y Villegas quien también se reconoce como uno de los grandes poetas en el Siglo de Oro. Después de su regreso de la guerra en aquella época de inestabilidad y crisis social y política en España él escribió el soneto XVII "Miré los muros de la patria mía", que contiene el concepto de memento mori como el presentimiento de su propia muerte y las visiones negativas del tiempo y desengañado. Quevedo expresó sus críticas en contrastar los tiempos gloriosos del imperio Español con la actual decadencia y perdida de los valores, la nostalgia de España. Esta poesía fue formada por versos de arte mayor dividido en dos cuartetos y dos tercetos, con rima consonante entre el primer y cuarto, segundo y tercer verso en los primeros dos estrofas. Las figuras retóricas que se encuentran presentes son la antítesis, personificación y el hipérbaton. En el segundo verso "si un tiempo fuertes ya desmoronados", existe un antítesis entre fuerte y desmoronados; en el octavo verso "que con sombras hurtó su luz al día", en las palabras sombras y día ocurre una contradicción. En el primer verso de la segunda estrofa, "Salíme al campo: vi que el sol bebía ", Quevedo empleó la personificación al sol que por su proximidad a la superficie del agua parecía que estaba bebiéndola, utilizó el verbo beber en vez de decirle que el sol evaporaba los arroyos. También empleó en tercer y cuarto verso de la misma estrofa, "y del monte quejosos los ganados, que con sombras hurtó su luz al día", que el ganado está quejoso por las sombras que les impiden gozar de la luz del sol. En este mismo se encuentra también el hipérbaton, que se puede reescribir en forma de "y de los ganados quejosos del monte que con sus sombras hurtó su luz al día". En el poema en sí se puede reflejar la vida de la poeta la cual se siente derrotado y agotado de la larga lucha, tanto en su vejez y como en su deterioro físico.
Luego, al final del siglo XVIII hasta la mitad del siglo XIX, surgió el Romanticismo después del neoclasicismo como una de las consecuencias de la invasión francesa, pero por razones del gobierno de Fernando VII y la inestabilidad política, impidieron que el Romanticismo entrará a España y es más tardío. Logró imponer en España después con una serie de artículos publicados por Nicolás Böhl de Faber y la protesta contra los valores impuestos por el mundo de burgués. Este movimiento literario tiene sus características en contra del movimiento anterior y la fuerte imposición del racionalismo, supone una excitación de libertad y evasión. Los principales conceptos que podemos recalcar son que en todas las poesías los elementos de la naturaleza y el ambiente, son reflejos del estado anímico. También, la expresión exagerada de los sentimientos de lo intimo y el omnipresente tema del amor son incluidos en la mayoría de las obras aunque siempre en un tono triste y nostálgico. Otros temas centrales que podemos encontrar en obras escritas durante el Romanticismo son de misterio y ultratumba, los fantasmas, las creaciones sobrenaturales, etc. y como una de las principales características de este movimiento es que la libertad lo rige todo, los escritores mezclaban todos los estilos y tonos en sus poesías, empleaban todo tipo de estrofas de diferentes metros.
Gustavo Bécquer es uno de los últimos representantes de poetas postrománticos más importantes tanto en el movimiento literario de Romanticismo como en el Realismo. En sus obras literarias, él captura la atención de los lectores mostrándoles un mundo fantástico lleno de imaginación y sentimientos, en vez de enseñanzas o lógicas. Escribió su mayor producción literaria que consiste en 100 Rimas que son conocidas por la forma de escritura y la expresión son sensibles, refrenadas, y profundamente subjetivas. También escribió series de 20 Leyendas en prosa y ensayos literarios como "Cartas desde mi celda".
Una de las poesías que él ha escrito y se destaca con todas las características de la escritura romancista es "Volverán las oscuras golondrinas". El narrador de este poema es el autor, que va demostrando su pesimismo por el amor perdido y la desesperanza al no poder recuperarlo. Quería decirle a su amada que de estarse con él obtendrá la felicidad y es una perdida grande para ambos si se separan uno del otro. El conflicto de voz poética de este poema está destinado al fracaso con el uso del tiempo futuro pesimista y la sensación de abandono pues se trata, de una poesía lírica de contenido amoroso. Este tono nostálgico se refleja en algunos versos de la poesía, como ejemplo, en el séptimo verso "y caer como lágrimas del día " demostró la tristeza del narrador y en la última estrofa donde dice "pero mudo aborto y de rodillas como se adora a dios ante el altar" , esto describe la desesperación que tiene el narrador con el amor. La poesía está compuesta por seis estrofas con la mayoría de sus versos de arte mayor endecasílabos y pocos de arte menor, se puede encontrar varias figuras retóricas en sí. Como el hipérbaton, que altera el orden lógico de las palabras en los primeros dos versos, "Volverán las oscuras golondrinas, en tu balcón los nidos a colgar", y este se puede reescribir como las oscuras golondrinas volverán a colgar los nidos en tu balcón; el epíteto que destacan la cualidad de un objeto que en este caso sabemos que las golondrinas son de color negra, pero aún así Bécquer escribió en la poesía como las oscuras golondrinas; también se encuentra la anáfora entre el primer verso de la primera estrofa y la tercera, "volverán las oscuras golondrinas volverán la tupidas madreselvas". Y también las metáforas y las personificaciones, estos son las figuras que no se pueden faltar en una poesía romántico ya que funcionan como soporte de las ideas imaginarias de los autores. En la poesía, Bécquer empleó metáfora en el tercer verso de la cuarta estrofa para comparar las gotas con las lágrimas del día. Y también a las golondrinas le atribuyó cualidades humanas de aprender nuestros nombres, y a las madreselvas de escalar las tapias.
En el movimiento del Romanticismo no solamente se reconoce a Gustavo Bécquer sino también a otro autor como José María Heredia, quien fue el primer poeta romántico de América y periodista cubano. Él fue exiliado por su conspiración en contra del dominio español a través de sus escrituras en periódicos, y así siendo un poeta patriótica, muchos de sus poemas tienen el tema como la añoranza de Cuba durante aquella época. Una de las poesías que ha escrito y que contiene ideas independentistas es "En una tempestad", también llamada "Oda al huracán". Este tiene la estructura de la forma poética llamada silva, que está formado por siete estrofas de versos endecasílabos y heptasílabos. La poesía tiene tema central como el tiempo y espacio con relaciones interpersonales y temas secundarios como el poder de la naturaleza y la lejanía o ausencia, que capta la angustia y la melancolía del romántico. En esta obra, Heredia empleó diversos términos literarios como el el simbolismo de que la tempestad es como Dios, de poderoso que a los seres humanos le dan miedo; la personificación en el verso "los pajarillos tiemblan y se esconden" que expresa el respeto que siente por el poder de la naturaleza; la metáfora de comparar la tormenta con un toro. Y a diferencia de los otros poemas, podemos encontrar la epifanía en la última estrofa en este poema. "yo en ti me elevo al trono del señor… Ferviente lloro desciende por mis pálidas mejillas, y su alta majestad trémulo adoro." Aquí describe que el autor tiene una epifanía cuando enfrenta cara a cara el poder del Señor durante el huracán. Pero detrás de todas esas figuras literarias Heredia quería expresa su idea independentista a través de esta poesía, pues el huracán que incluye en la poesía representa indirectamente a la posibilidad de una revolución cubana de liberación. En los significados detrás de la poesía, simplemente es notable que Heredia siente una constante nostalgia por Cuba y refleja sus sentimientos de lejanía y ausencia en sus obras.
Para los finales del siglo XIX y principios de del XX, con las características heredados e influenciados por el movimiento Romanticismo y la literatura francesa, existieron un grupo de autores que se llaman los modernistas. Ellos se oponían a las obras creadas durante el Realismo y a las poesías prosaicas; rechazaban y evadían de la realidad, en vez, de buscar la belleza absoluta por medio del lenguaje, imágenes y la música como el Simbolismo. Por influencias del Romanticismo, en muchas de sus obras literarias incluyeron temas como la soledad, la fantasía y la melancolía y también la mitología griega, el arte aristocrático y lo exótico, que son temas heredados del Parnasianismo que luego forma típicamente características de las escrituras modernistas.
Durante el Modernismo la obra más relevante fue el libro "Azul" (1888) que se destaca por su espléndida escritura, la originalidad y refinamiento del contenido. Este libro fue escrito por el máximo representante y como el padre del Modernismo, Rubén Darío, quién fue un poeta nicaragüense que también escribió "Prosas profanas" (1896) , "Cantos de vida y esperanza" (1905), "Lo fatal" y entre otros. Sus obras recibían mayor influencia de los escritores franceses que obtienen la perfección formal de la obra de arte y predominaban imágenes exóticas, metáforas, símbolos y otros figuras retóricas. No solamente se trataban de temas amorosos sino también la naturaleza y sociopolítica, abundando los elementos decorativos y las resonancias musicales. La mayoría de ellos se asocian con mundos fantásticos e irreales, pero también con temas pesimistas como el sufrimiento de los seres y la muerte.
Una de sus poesías líricas que se identifica con características del Modernismo es "Lo fatal". En cuanto a estructura, contiene características de los poemas románticos que no se respetaban tanto las métricas de la poesía como la literatura barroca. Está compuesta por dos cuartetos y un tercetos de versos mayores, y un pareado de menores, con rima consonante en versos pares. Y en cuanto a la narración y el mensaje que el autor nos quiere transmitir, es el tema de la fragilidad humana ante la fatalidad de su destino y que la felicidad convive junto con el sufrimiento. Rubén Darío expresaba su sentimiento de la desesperación y lo aumentaba a través del empleo de la figura polisíndeton, enumerando los sufrimientos y lados negativos de la vida en la poesía. También incluyó cualidades humanas en los primeros dos versos "Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo; y más la piedra dura porque esa ya no siente", al árbol que es dichoso y es sensitivo, y más a la piedra ya que no se siente nada. Aunque existe un antítesis entre el sensitivo y ya no siente, pero el autor quería expresar su envidia o celos a estos objetos de la naturaleza de no hay que preocuparse por la muerte y la fatal de su destino. Al igual entre "y sufrir por la vida y por la sombra y por y la carne que tienta con sus frescos racimos, y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos," en estos versos Darío utilizó la antítesis para escribir la relación entre la vida y la muerte y su menor importancia. Esta idea pesimista causa su angustia dolorosa que podemos denotar desde la gradación ascendente que existen en la poesía: el temor, terror y el espanto. Y que cada uno de estos sentimientos se abarca en los tres tiempos que son ser sin rumbo cierto del presente, el temor de haber sido del pasado y un futuro terror expectante. Para concluir la poesía en los últimos versos "¡Y no saber adónde vamos, ni de dónde venimos!", Darío resumió su preocupación de la fatalidad y la falta de sentido de la existencia humana.
En el mismo tiempo, durante la existencia del Modernismo se desarrollaró la Generación del 98 por razón de la reacción anti-burguesa. Fue introducido por un grupo de escritores con un común espíritu de protesta y un profundo amor al arte, concentraban y preocupaban en temas como los problemas de España, existenciales y los conflictos religiosos, rechazaban los hechos barroquismo y retoricismo. Comparado con el Barroco, Romanticismo o el Modernismo, en vez de escribir sobre el mundo de fantasías, los escritores de la Generación del 98 tenían el objetivo de analizar la realidad como temas sociales y políticos. Destacando uno de los escritores influenciados de noventayochistas, el poeta Antonio Machado quien siendo elegido miembro de la Real Academia Española dejó sus huellas en el Modernismo español y al mismo tiempo también formó parte de la denominada Generación del 98. Él escribió libros como "Soledades", "Campos de Castilla" y "La Guerra", que se sobresalen por sus escrituras y la forma que Antonio Machado expresaba sus sentimientos sobre la realidad en la sociedad durante aquella época en España.
"He andado por muchos caminos" es una poesía que pertenece a uno de sus libros "Soledades", con la idea principal describir la vida como un camino, durante su viaje se encuentra con diferentes tipos de personas que existen en la sociedad hasta la llegada de su muerte. Expresó su preocupación de la diferencia entre la gente buena que vive, labora, pasa y sueña, y mala gente como personas borrachos, arrogantes y melancólicos. Ya que la mala gente va plagando la tierra por su desprecio y la buena gente se respetan y están satisfecha con sus pertenencias. La poesía está formada por siete estrofas de cuatro versos y uno de dos, con todos los versos de arte menor y rima asonante. Las figuras literarias que existen en esta obra son varias, como el hipérbole en la primera estrofa "… he navegado en cien mares, y atracado en cien riberas.", la idea de exagerar el número lugares que el narrador ha andado para mostrar su conocimiento sobre las diferentes personas. También podemos encontrar varias metáforas y símbolos para describir las cualidades de las personas. En el primer verso "He andado muchos caminos", la palabra camino es un símbolo que representa la vida del narrador y cuando dice he andado muchos caminos significa que él ha vivido por mucho tiempo. Al igual en el octavo verso "borrachos de sombra negra," existe una metáfora y símbolo donde la sombra negra representa las personas malas o desorientadas por la oscuridad, en la frase en sí también existe un epíteto de la sombra negra. A través de algunos de los adjetivos que Antonio Machado utilizó en esta poesía como vieja, mala, negra, tristes y melancólicos, se puede denotar el tono pesimista y la nostalgia del narrador.
Para resumir, de las características que se resaltaron de la poesía "He andado por muchos caminos" podemos dominar que Antonio Machado incluyó dos tipos de escrituras en sí. En uso excesivo de los símbolos se reflejan la influencia que tuvo durante el Modernismo, y el tema central que se trata de los problemas que existen en la sociedad proviene de la Generación del 98. Le mezcla entre dos formas poéticas de diferentes movimientos literarios no solamente hace que este poesía y sus otras obras se sobresalen pero sino también el presente.
Luego de la Generación del 98 durante la primera mitad del siglo XX alrededor de la Primera Guerra Mundial, ocurrió el movimiento Vanguardismo que comienza una profunda renovación contra el sentimentalismo tanto en Hispanoamérica como en Europa. Por las influencias de la guerra mundial, los escritores vanguardistas tiene incidencia al concepto de revolución y se caracterizan por su actitud provocadora y rebelde que va en contra los pensamientos imaginarios que se heredaron del Modernismo. Ellos luchaban contra las tradiciones y exigían la libertad individual y la innovación. El concepto de Vanguardismo en sí se inició en obras de artes y luego en literarios, que se divide en tres géneros principales: narrativa, dramático y lírica. Las obras literarios del Vanguardismo Hispanoamericano tienen características como la introducción de los elementos modernos y la creación de temas de ingenio, en cuanto a la estructura está la renovación de los recursos expresivos, la liberación de las reglas de la gramática y versos libres.
Uno de los vanguardias influenciados en Latinoamérica fue Pablo Neruda, un poeta chileno quien obtuvo el Premio Nobel de Literatura. También por razón de que ha sido miembro del partido comunista, temas y compromisos políticos fueron plasmados en muchas de sus obras. Una de sus obras "Walking Around" de su colección "Residencia en la Tierra II" (1935) fue escrito y publicado en Madrid antes de la Guerra Civil Española en 1936 hasta 1939. Este poema se encuentra algo de similar con la poesía de Antonio Machado "He andado muchos caminos", la idea de que el narrador estaba caminando y observaba los sucesos negativos que ocurrían alrededor de sí mismo. El hablante tiene el tono pesimista que es evidente en el primer verso de la obra "Sucede que me canso de ser hombre", la razón por lo cual estaba cansado de ser hombre es la vida moderna o sea la urbanidad le molestaba y es definido en la segunda estrofa. El poema consiste en diez estrofas de versos libres que no tiene una estructura específica, como he mencionado antes, los vanguardias se liberan de las reglas gramáticas y métricas. Se encuentra alguna figuras literarias como la personificación entre el verso veintiséis y veintisiete "Por eso el día lunes arde como el petróleo cuando me ve llegar con mi cara de cárcel", describiendo que el lunes arde como petróleo. El polisíndeton entre el noveno y décimo verso "Sucede que me canso de mis pies y mis uñas y mi pelo y mi sombra", que forma un paralelismo junto con el próximo verso "Sucede que me canso de ser hombre". También está la anáfora desde el comienzo del poema "Sucede que me canso de ser hombre. Sucede que entro en las sastrerías y en los cines.", esto representa la nostalgia y el cansancio mental que tiene el narrador al vivir en una ciudad moderna.
En resumen, cada movimiento literario se destaca por sus diferentes características en tanto los temas centrales y como la forma poética. Estos autores mencionados nos demuestran la belleza de la literatura a través de expresarse sus pensamientos y ideales con diferentes maneras de escritura, y podemos apreciar esta belleza analizando las obras y descubrir los significados detrás de las palabras.
Autor:
Amy H. Liang
Literatura Española – Profe. Rita Díaz