La dirección de la actividad científica educacional en las instituciones de la educación técnica y profesional (página 2)
Enviado por Jorge Alejandro Laguna Cruz
En los centros de la rama de Economía y Servicios, además de las prioridades antes declaradas, los esfuerzos se dirigen al perfeccionamiento de las instalaciones para la enseñanza práctica de los estudiantes y la creación de unidades-escuela atendida totalmente por alumnos y profesores de estas especialidades. En sentido general, se busca lograr la más racional utilización de la fuerza profesoral. Hoy, del total de la matrícula de la ETP, el 19% corresponde a Economía y Servicios.
Varias de las perspectivas inmediatas del trabajo de la ETP, aunque explícitamente no se mencionan, requieren para su logro de un perfeccionamiento de la gestión de la actividad científica educacional en las instituciones educativas.
Teniendo en cuenta la Política Científica Educacional, el Sistema de Ciencia e Innovación del Ministerio de Educación y la imperiosa necesidad de alcanzar el estado deseado, en correspondencia con las actuales transformaciones educacionales que se vienen realizando, se necesita que el Sistema de Trabajo de la Educación Técnica y Profesional establezca prioridades de investigación que den respuesta a las diferentes problemáticas, para que sean abordadas por los docentes que se encuentran en la maestría y en la formación de doctores.
La literatura consultada nos llevó al conocimiento de que el prisma de análisis y propuestas es amplio, como regla general se observa una tendencia a modelar la organización del trabajo científico en los diferentes niveles del sistema educacional, en la generalidad de ellos el escenario de actuación rebasa el marco de la escuela y en otros se centra en la concepción del maestro como investigador.
De acuerdo con los problemas que existen en la Educación Técnica y Profesional, el Programa Ramal del Ministerio de Educación de Cuba, referido a dicha Educación, plantea como objetivo específico: "Contribuir a los proceso de transformaciones de la enseñanza (…) mediante la investigación de sus condiciones actuales y perspectiva, aportando los presupuestos teóricos y metodológicos que permitan orientar la dirección del cambio educativo y la toma de decisiones en función de la calidad de la educación"[2].
La identificación y solución de los problemas que deben ser resueltos por la vía científica, a partir del análisis de la realidad educativa, sólo se hace posible cuando "se relacionan la labor cotidiana del maestro, la experiencia pedagógica sistematizada, los trabajos de curso y diploma de los estudiantes de los institutos superiores pedagógicos, las tesis de maestría y doctorado, y las investigaciones educativas específicas organizadas en proyectos, donde las diversas formas antes citadas se interrelacionan, complementan e integran"[3].
Los autores consideran que la Actividad científica educacional de las escuelas de la Educación Técnica y Profesional es parte del mencionado Sistema de Ciencia e Innovación, del cual constituye un subsistema.
El profesor de la Educación Técnica y Profesional, como todo profesional del Sistema Nacional de Educación en Cuba, debe buscar soluciones a las contradicciones que surgen en la realidad educativa, durante el cumplimiento del encargo social que la sociedad le asigna; para ello la Actividad científica educacional representa la vía más adecuada. Su accionar deberá incrementarse gradualmente en aras de alcanzar el estado deseado.
En tal sentido, este profesional y sus estudiantes deberán impregnarse de una actitud y una práctica de naturaleza científica e investigativa, basada en la comprensión científica de dicha realidad, como un reto cotidiano que implica la problematización, la búsqueda e implementación de alternativas de solución, la valoración reflexiva de soluciones experimentadas, y el replanteamiento de nuevas metas y pasos, según los intereses y necesidades de la institución educacional en la cual labora.
La actividad científica educacional y sus formas de organización
En Cuba, después de aprobada la Tesis y Resolución sobre la política científica nacional en el Primer Congreso del PCC (1975) se inicia todo un proceso de reorganización e institucionalización de esta actividad en el país que para el Ministerio de Educación tiene un punto de referencia en 1981 (MINED, V Seminario Nacional, febrero 1981) con la capacitación a dirigentes educacionales.
El V Seminario Nacional a dirigentes educacionales (MINED, 1981) dedicó el tema III al sistema de planificación, organización, orientación y control de las investigaciones en los Institutos Superiores Pedagógicos (ISP). En el análisis de las proyecciones para el quinquenio revelaba que en el trienio 1979-81, la actividad científico investigativa ha mostrado un ascenso general pero que aún subsisten deficiencias entre las que señalaba las relaciones que se deben establecer entre los ISP y la Educación Media General y la Educación Técnica y Profesional con vistas a lograr mayor eficiencia en las investigaciones.
Se reconoce de forma explícita que los niveles de planificación, orientación, organización y control de las investigaciones científicas en Educación son los siguientes: MINED, Vice rectoría de Investigación y Postgrado de los ISP (hoy Universidades de Ciencias Pedagógicas), Facultad y Departamento Docente. Es significativo que en estos niveles no se implicaba a la escuela y sus docentes.
En febrero 1982 durante el desarrollo del VI Seminario Nacional a dirigentes educacionales se dedica el tema XV al "trabajo científico en los Institutos Superiores Pedagógico y su vinculación con la problemática del sistema nacional de Educación" lo que implica un reconocimiento explícito a la importancia que tiene la escuela en la actividad científica educacional.
Se hace significativo en los documentos revisados como los autores se mostraban de acuerdo con las insuficiencias presentes hasta esos momentos producto a que el trabajo científico "no se encamina a dar respuesta a los problemas (…) fundamentales" por lo que "su calidad es pobre porque de su ejecución no se ha originado el beneficio social imprescindible a toda la actividad científica…"[4].
Se revelaba en este VI Seminario la importancia de haberse iniciado en el quinquenio 1976 – 1980 el proceso de institucionalización de las investigaciones pedagógicas en el país, ya que el Instituto Central de Ciencias Pedagógicas (ICCP) (Unidad de Ciencia y Técnica adscripta al MINED) estableció las direcciones y los problemas que sirven de punto de partida para la selección de temas y las tareas de investigación a desarrollar.
También se hace énfasis en la necesidad de fortalecer "los vínculos con la escuela, un conocimiento verdadero de su problemática de forma tal que las investigaciones pedagógicas que se planifiquen reflejen verdaderamente las necesidades de la educación"[5].
Y por último dedica atención al trabajo científico-investigativo de los estudiantes por su contribución al desarrollo de las habilidades para el trabajo científico, "al dominio de los fundamentos teóricos y metodológicos de la investigación científica, así como, al incremento de la calidad del proceso docente-educativo"[6].
El VII Seminario Nacional, efectuado en febrero de 1983, se dedicó el Tema XI a "la contribución de la investigación ramal al perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación"[7]. Se reconoce en este seminario que "el plan de investigación propuesto para el quinquenio 1981 – 1985 constituye solamente un eslabón en todo el proceso de perfeccionamiento que, visto en forma perspectiva, comprenderá una etapa de instrumentación de cambios y una etapa de experimentación para ser introducidos posteriormente en la práctica de nuestras escuelas"[8].
En consecuencia y unido a los lineamientos aprobados por el IV Congreso del PCC (1990) para el desarrollo del país, en los que la ciencia y la innovación tecnológica desempeñan un papel decisivo, así como el desarrollo que ha ido alcanzando la actividad científica en el sector, conducen al Ministerio de Educación a adoptar una política dirigida principalmente a la solución inmediata de los problemas esenciales que afectan la calidad de la educación, desde el nivel de escuela, a partir de los resultados científicos alcanzados con el esfuerzo de los docentes e investigadores, lo que ha definido la actividad científica educacional como la vía estratégica para el logro de la calidad en la educación.
A partir de entonces se adopta la proyección estratégica para el desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica en el Ministerio de Educación con la misión de: "constituir un elemento aglutinador y dinamizador de la actividad de la Ciencia e Innovación Tecnológica en el sector, contribuyendo decisivamente a detectar los problemas que afectan la educación y a establecer prioridades; elevar la eficiencia y la calidad de la educación cubana en función de la formación integral de las nuevas generaciones de cubanos (…) y desarrollen en el personal docente en formación y en servicio, una cultura para aplicar al trabajo cotidiano, integrado esta al sistema de trabajo del organismo"[9].
Este imperativo exige cambios profundos en las concepciones, teorías y prácticas en el ámbito de la investigación educativa y su gestión desde la escuela con el fin de lograr que las transformaciones en la educación cubana se realicen a partir de resultados de la investigación científica en general y la educativa en particular, concebida desde la reflexión crítica de la práctica escolar.
Es por ello que los autores consideran que perfeccionar la gestión de la actividad científica educacional es un imperativo para convertirla en la vía estratégica para impulsar los procesos de cambio educativo que permitan elevar la calidad de la educación en las instituciones educativas de Cuba.
Esta concepción de la gestión de la actividad científica educacional, como expresión de la Política Científica Educacional, definida sobre la base de la Política Científica Nacional y del encargo de la sociedad al Ministerio de Educación, a decir de Arencibia Sosa y Escalona Serrano (2006) condujo al Ministerio de Educación a hacer ajustes en la estrategia de gestión de la ciencia en ese organismo.
En junio de 2002 se creó la Dirección de Ciencia y Técnica, como el órgano rector para la Actividad Científica y de Educación Ambiental. Su primera línea de trabajo estuvo dirigida a la determinación de los niveles de correspondencia entre las prioridades de la revolución educacional que vivía y vive el Sistema Nacional de Educación y el sistema de Programas Ramales y sus proyectos asociados; entre las prioridades territoriales y los proyectos asociados a Programas Territoriales, así como la correspondencia entre los resultados emanados de la formación académica de postgrado (Doctorado y Maestría) con el sistema de Programas y Proyectos.
Como resultado, se ha ido sistematizando una estrategia de gestión de la actividad de ciencia e innovación que comienza con la identificación, por la vía científica, de los problemas que afectan el desarrollo educacional en cada nivel, incluyendo la escuela, la determinación de las prioridades con las que deben ser atendidos, así como la identificación del potencial científico y el aseguramiento de las condiciones organizativas y materiales que faciliten su desarrollo exitoso.
La estrategia de gestión de la actividad de ciencia e innovación del Ministerio de Educación también incluye, como componentes esenciales, los procesos de producción, introducción y generalización en la práctica de los resultados de los proyectos asociados a los diferentes programas. La introducción y generalización de los resultados científicos en todos los niveles del sistema educacional y en todas sus instituciones, debe planificarse, ejecutarse y evaluarse en vínculo estrecho con sus usuarios; estos son básicamente, los cuadros que tienen la responsabilidad de tomar decisiones, los educadores y los estudiantes. Ello se extiende también a la familia y las organizaciones de la comunidad.
La gestión de la actividad de ciencia e innovación se realiza con un potencial científico altamente calificado, capaz de impulsar la compleja tarea de transformar la educación sobre bases científicas, de forma tal que se garantice la sostenibilidad de las transformaciones en ejecución. Esto hace que los programas de formación de doctores también formen parte de la estrategia de ciencia e innovación y que constituyan una tarea de máxima prioridad en todos los niveles del sistema educacional.
En la gestión de la actividad de ciencia e innovación participan: la Dirección de Ciencia y Técnica, el Sistema de Información para la Educación, los directores de Centros de Estudios dedicados a la investigación educativa y pedagógica, los Vicerrectores de Investigación y Postgrado y sus equipos de dirección y los asesores de ciencia y técnica a nivel provincial y municipal.
Posterior a estas trascendentales decisiones y su implementación hasta el nivel de escuela, en el VIII Seminario Nacional para Educadores, correspondiente al curso escolar 2007– 2008, se realiza un análisis de las condiciones para continuar perfeccionando la organización de la Actividad Científica Educacional de forma tal que se potencie su desarrollo y su consecuente impacto en la formación integral de las nuevas generaciones y el personal docente.
Se señalan entre esas condiciones la "identificación de líderes científicos comprometidos, que en los diferentes niveles educacionales puedan asumir tareas de la dirección científica educacional"[10] ya que el éxito de la implementación de la Estrategia para la Actividad de Ciencia e Innovación del MINED depende, en gran medida, del nivel alcanzado en cuanto a recursos humanos. Se hace referencia a que la universalización de la Educación Superior Pedagógica se ha convertido en un factor que facilita la participación directa de los maestros en la solución de los problemas educacionales.
Durante los preparativos para el curso escolar 2009 – 2010, se efectúa el IX Seminario Nacional en mayo del 2009. Este Seminario dedica el tema VI a la "actividad científica en las instituciones educativas; proyectos institucionales"
Los autores del Tema revelaban que aunque la investigación educativa hace mucho tiempo dejó de ser dominio elitista, "los estudios muestran la existencia de una brecha entre la gestión educativa y el quehacer científico de los profesionales y directivos en el sector"[11] que a criterio de los autores se profundiza más por la ausencia de una estrategia de gestión a nivel de institución educativa.
Así mismo se significan las diferentes "propuestas que tienen como presupuesto básico lograr un acercamiento de la actividad científica educacional, como sistema de acciones de gestión, a las necesidades de transformación y desarrollo de las instituciones educativas"[12].
Hoy se propone, como una solución de la problemática, organizar la actividad científica en la institución educativa mediante los denominados "proyectos institucionales (…) también llamados proyectos de centros o proyectos educativos de centro, [que] permiten gestionar la ciencia, la investigación, la tecnología y la innovación educativa (…)[13], adecuadas a las características de la institución educacional.
Los autores reconocen que los proyectos institucionales organizados en cada centro educativo integran la actividad y los resultados de las investigaciones de los educadores y permiten el avance a niveles superiores de desarrollo al buscar la participación protagónica de todos los actores del proceso y en consecuencia, por el compromiso con la transformación (MINED, 2009), pero son sólo un componente de la gestión de la actividad científica educacional en la escuela, que aun no han logrado un "enlace armónico" con las funciones de la totalidad de los órganos de dirección y técnicos de la institución educativa por su "carácter operativo"[14].
Desde el siglo XIX Carlos Marx explicó la trascendencia de la actividad de dirección para el logro de los objetivos de cualquier organización social, lo que resulta válido para aquellas encargadas de la educación al señalar que "Todo trabajo directamente social o colectivo en gran escala, requiere en mayor o menor medida una dirección que establezca un enlace armónico entre las diversas actividades individuales y ejecute las funciones generales que brotan de los movimientos del organismo productivo total, a diferencia de los que realizan los órganos individuales."[15]
Para Valiente y Guerra (2007) los términos gestión y dirección son dos formas para denominar a un concepto; cuyo contenido se refiere a la influencia o acción consciente de unos hombres sobre otros, para el logro de determinados objetivos de relevancia para la organización y socialmente, a través de un proceso que incluye la planificación, la organización, el mando y el control.
El término gestión, también puede ser entendido como una variedad operativa, a corto plazo, de la dirección o como sinónimo de actividad (Valiente y Guerra, 2007). En este caso, cuando se habla de gestión de la actividad científica educacional, se está aludiendo a una actividad que tiene como contenido la dirección de la solución de los problemas pedagógicos con que se enfrentan a diario el docente, tanto de las personas como de los procesos sustantivos de la escuela que garantizan el cumplimiento de su encargo social.
Podemos asumir, por consiguiente, que la dirección científica educacional "… es el proceso social para alcanzar, a partir de una determinada pre visualización del futuro de la institución educacional, las metas fijadas; las formas de involucrar a los profesores, alumnos y el resto del personal en su ejecución y las vías para institucionalizar los cambios producidos en la formación integral de los participantes"[16].
Las funciones de dirección, "son determinados elementos lógicos que adoptan el carácter de fases, (…) para llevar a cabo exitosamente la tarea de dirección" (Borrego, 1989)[17]. Ellas son: la planificación, la organización, la regulación, el control y la evaluación.
Según S. Alonso (2006) "…la Educación en general y toda actividad pedagógica específica, necesariamente tiene que ser concebida como un proceso de dirección social, es decir, como la unidad de un conjunto de objetivos sociales y un sistema de relaciones de dirección, de cuya interrelación dialéctica depende la satisfacción de las necesidades de la sociedad"[18].
Los análisis realizados hasta el momento evidencian que la actividad científica educacional es una actividad de dirección específica que responde a determinadas necesidades de los sujetos. Para un Colectivo de autores "la Actividad Científica constituye una forma de investigación científica desde la escuela, una manera adecuada para el perfeccionamiento del sistema educacional, un proceso transformador que persigue, de manera esencial, la modificación de las condiciones para promover un cambio ulterior, a partir de las acciones sistematizadas."[19]
La anterior definición hace referencia a la Actividad Científica desde la escuela, como una forma de investigar, mediante el empleo de los métodos científicos, para perfeccionar, transformar y cambiar la realidad educativa. Esa realidad para el maestro investigador es su aula, sus alumnos, su escuela, su entorno, etc., no obstante este concepto no revela que es el resultado de la gestión.
Sistematizar las experiencias vividas durante el proceso pedagógico permite llegar al campo de la Actividad científica educacional, la cual conduce al maestro hacia la investigación, hace posible que pueda no solo ordenarlas y explicarlas, sino también descubrir sus relaciones causa-efecto, controlarlas y perfeccionarlas.
Para Escalona Serrano [et al.], (2009) la "actividad científica educacional" es "el sistema de acciones de gestión de la investigación, la ciencia, la tecnología y la innovación educativa"[20] que tiene "sus bases en la política científica nacional" y se fundamenta en "la política científica educacional" por lo que "compete a todos los profesionales y directivos educacionales (…) y se establece para todas las instituciones e instancias del Sistema Nacional de Educación"[21].
La gestión ha sido vista como sinónimo de dirección y por tanto, equiparada con las funciones de esta, o sea, planificación, organización, ejecución y control. En la actualidad se plantea que la gestión en su sentido más amplio, implica la movilización de los recursos materiales y humanos en función de lograr ciertas metas, que en el caso de la actividad científica educacional "incluye el tránsito de la información al conocimiento, o sea, la búsqueda de información y su procesamiento, que implica el manejo de la bibliografía, y de las tecnologías de la información y las comunicaciones, la comunicación como proceso de intercambio y socialización, entre otros aspectos. Desde ese ángulo, ambas conceptuaciones lejos de ser contrapuestas, se complementan pues se explicitan aspectos que en el orden interno pueden estar presentes"[22].
El análisis realizado por los autores le permite asumir el concepto de Actividad Científica Educacional definido por especialistas de la Dirección de Ciencia y Técnica del Ministerio de Educación por concordarse al campo de la investigación.
Lo que se pretende obtener con la investigación educativa en la actualidad, es la búsqueda de soluciones científicamente sustentadas, que contribuyan a dar respuesta a los grandes desafíos que impone el desarrollo de la sociedad, con lo cual se favorecerá lograr las transformaciones educacionales enmarcadas en el contexto de la Tercera Revolución Educacional Cubana, con la que se inició el nuevo siglo.
A este importante encargo social de la investigación educativa se añade que constituye un factor esencial para la profesionalización del personal docente, como premisa para lograr dichas transformaciones.
Esta es la expresión más alta de la Actividad científica educacional, cuyo punto de partida es el análisis de los problemas que se dan en su práctica y en la teoría que la sustenta; en la autorreflexión de su práctica en la que sistematiza sus experiencias; y en la profundización de las causas que dificultan la formación y el desarrollo de los estudiantes.
El estudio de las definiciones analizadas acerca del término investigación educativa posibilitó a los autores definir los rasgos que la caracterizan: es un proceso dialéctico de construcción del conocimiento científico multidisciplinar acerca de la realidad educativa; es un proceso consciente, orientado y regulado por el método científico; tiene como finalidad la producción de determinados resultados científico-técnicos; estos resultados posibilitan describir, explicar, predecir y transformar el objeto en correspondencia con los problemas inmediatos y perspectivos del desarrollo de la educación en un contexto histórico-concreto; la búsqueda de soluciones científicamente sustentadas, favorecerá lograr las transformaciones educacionales; y comprende varias etapas o fases para su realización.
El estudio desarrollado por los autores con respecto a los rasgos que identifican a los términos investigación, investigación científica, investigación educativa y experiencia pedagógica de avanzada, y su relación con el concepto asumido de Actividad científica educacional, le permiten caracterizar dicha Actividad de la forma siguiente:
Es un sistema de acciones de gestión de la investigación, la ciencia, la tecnología y la innovación educativa.
Es una forma de investigación científica que se realiza desde la escuela y tiene dos modalidades: la investigación educativa y la experiencia pedagógica de avanzada.
Un proceso dialéctico de construcción del conocimiento científico multidisciplinar acerca de la realidad educativa, consciente, orientado y regulado por el método científico (el rigor de este es menor con respecto a su uso en la experiencia pedagógica de avanzada).
Se sustenta en referentes teórico-metodológico de partidas intencionalmente elegidas y la integración de los hechos descubiertos en sistemas teóricos, desde los cuales es posible describir, explicar, predecir y transformar el objeto en correspondencia con los problemas inmediatos y perspectivos del desarrollo de la educación en la escuela; tiene un enfoque electivo.
Es el docente y sus estudiantes los sujetos que la realizan: el maestro investigador.
Su finalidad es la producción de determinados resultados científico-técnicos; la búsqueda de soluciones científicamente sustentadas, favorecerá lograr las transformaciones educacionales (en la experiencia pedagógica es menor el rigor en cuanto a la novedad del conocimiento obtenido).
Es una manera adecuada para el perfeccionamiento del sistema educativo. Comprende varias etapas o fases para su realización que guardan relación con las de la dirección.
Es la sistematización de las experiencias vividas en todos los procesos que se desarrollan en esa realidad, lo que conduce a la Actividad científica educacional.
Esta Actividad responde a la Política Científica Educacional Cubana, la que se define a partir de la Política Científica Nacional y tiene, entre sus fundamentos, estar en función del encargo social al sector educacional; sustentarse en elevados valores humanistas; poseer como protagonistas a los directivos educacionales, personal pedagógico, estudiantes y otros agentes educativos de la comunidad; organizarse a partir de programas, proyectos y experiencias pedagógicas de avanzada, que responden a los problemas y prioridades del país, los territorios y los centros educacionales; sustentarse en las prioridades de las enseñanzas en los diferentes niveles del Sistema Educacional (municipios, provincias, país).[23]
En consecuencia, la política del Ministerio de Educación de Cuba ha situado la actividad científica educacional como una vía estratégica para el logro de la calidad en la educación, centrando su atención en la labor de los cuadros, profesores y maestros que con una actitud científica enfrentan y buscan soluciones a los problemas surgidos en la actividad pedagógica.
La concepción y desarrollo de esta política, concebida como estrategia global, se ha organizado en los siguientes niveles: nacional, territorial, municipal e institucional, relacionada con la escuela. Esta organización da prioridad a la escuela como base de la estructura piramidal en la organización de la actividad científica, ya que reconoce que es en ese nivel, donde deben transcurrir los reales cambios educativos, lo que indica, orientar hacia ella y su estructura de dirección las acciones para consolidar su trabajo y hacer que se inserte en un proceso de auto transformación.
Las medidas de organización de la ciencia en Cuba, contenidas en la política del Ministerio de Educación, como estrategia global para el desarrollo y la realización de la actividad científica, han tenido lógicamente, un sistema de influencias de diversa naturaleza en la escuela, sin embargo, reflexionando sobre el impacto de estas en las instituciones de la ETP, los autores consideran se debe perfeccionar la dirección de la actividad científica educacional y sus interrelaciones entre todos los componentes, a partir de contextualizarlo a la escuela politécnica.
La referida Política se concreta en el Sistema de Ciencia e Innovación del Ministerio de Educación y en este se define también la estrategia para la Actividad de Ciencia e Innovación, la que se organiza en Programas Nacionales, Ramales y Territoriales, Proyectos Asociados a Programas y Proyectos no Asociados a Programas. Así mismo, incluye la propuesta de los proyectos de centros para la gestión de esta actividad en la escuela.
Algunas consideraciones finales
El análisis realizado permite expresar que el Sistema de Ciencia e Innovación tecnológica del Ministerio de Educación constituye la forma organizativa mediante la cual se materializa la Política Científica Educacional, y que la actividad científica educacional en instituciones de la Educación Técnica y Profesional, a la vez que representa un subsistema de dicho Sistema de Ciencia e Innovación, es también un sistema, la cual constituye el objeto de la investigación ejecutada.
Así mismo, los presupuestos asumidos sobre la actividad científica educacional como un sistema de acciones de gestión de la investigación, la ciencia, la tecnología y la innovación educativa que tiene sus bases en la política científica nacional y se fundamenta en la política científica educacional, que compete a todos los profesionales y directivos educacionales y se establece para todas las instituciones e instancias del Sistema Nacional de Educación, entre ello los centros politécnicos de Economía de la provincia de Holguín, constituye el campo de la investigación.
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Autor:
Lic. Alba Sánchez Arencibia
Dr. Jorge Alejandro Laguna Cruz
Institución: Universidad de Ciencias Pedagógicas "José de la Luz y Caballero", Holguín, Cuba
DATOS DE LOS AUTORES:
Alba Sánchez Arencibia (Holguín, Cuba, 1967), es Licenciada en Educación, especialidad Economía (La Habana, 1989) y Profesara de la Universidad de Ciencias Pedagógicas (UCP) "José de la Luz y Caballero" de Holguín, Cuba. Jorge Alejandro Laguna Cruz (Holguín, Cuba, 1957), es Profesor de Nivel superior de Geografía (Holguín, 1979); Licenciado en Educación, especialidad Geografía (Holguín, 1981); Máster en Didáctica de la Educación Superior (Santiago de Cuba, 1998) y Doctor en Ciencias pedagógicas (Holguín, 2005). Actualmente se desempeña como Decano de la Facultad de Educación Infantil de la UCP de Holguín.
[1] MINED: La Educación en Cuba. Encuentro por la Unidad de los Educadores latinoamericanos. La Habana: Ed. Palcograf, 1999, p. 38
[2] Ministerio de Educación. Programas Ramales del MINED para el plan 2003-2007, [s. p.].
[3] Arencibia Sosa, Victoria, Lisardo García Ramis y Eva Escalona Serrano: La investigación educativa como sustento de las transformaciones educacionales, p. 3.
[4] MINED. VI Seminario Nacional a dirigentes, metodólogos e inspectores de las direcciones provinciales y municipales de educación y de los Institutos Superiores Pedagógicos, feb. 1982, 2ª parte, pág. 551
[5] Ibídem, pág. 552
[6] Investigación de carácter ramal realizada por el Ministerio de Educación en la década de 1980 dedicada al estudio del comportamiento de la implementación del Plan de Perfeccionamiento en el Subsistema de Educación General Politécnica y Laboral.
[7] MINED. VII Seminario Nacional a dirigentes, metodólogos e inspectores de las direcciones provinciales y municipales de educación y de los Institutos Superiores Pedagógicos, feb. 1983, 2ª parte, pág. 50
[8] Ibídem, pág. 51
[9] Proyección estratégica de la ciencia y la innovación tecnológica en el Ministerio de Educación de la República de Cuba.-ICCP.- 10ma versión.- La Habana.- ICCP, 11 de junio de 1999.
[10] MINED: VIII Seminario Nacional para Educadores, curso escolar 2007€“ 2008, 2ª parte, pág. 25
[11] Ibídem, pág. 122 €“ 123
[12] Ibídem, pág. 123
[13] Ibídem, pág. 123
[14] MINED: Seminario Nacional de preparación del curso escolar 2009 €“ 2010, mayo 2009, pág. 127
[15] Citado por Valiente Sandó, P. y M. Guerra Zaldívar, Curso 89, Congreso Internacional de Pedagogía 2007, pág. 3
[16] Bringas Linares, José y Olga Lidia Reyes (2000). Epistemología y Paradigmas de la Dirección Educacional, (Material del curso en el evento Internacional La Educación Hacia el siglo XXI, La Habana, 2000)
[17] Borrego, Orlando (1989): La Ciencia de la Dirección. Editorial SUPSCER. La Habana.
[18] Alonso Rodríguez, Sergio H.(2006): Filosofía de la Dirección Científica Educacional Maestría en Educación (Mención en Dirección Científica Educacional) Texto Básico del Curso No. 2, pág.4
[19] Seminario de sistematización de la actividad científica y de la práctica pedagógica, p. 25.
[20] MINED: Seminario Nacional de preparación del curso escolar 2009 €“ 2010, mayo 2009, pág. 121
[21] Ibídem, pág. 122
[22] Chirino Ramos [et al.]: Actividad científica e investigación educacional en la escuela, Curso Congreso Pedagogía, 2009, p. 81
[23] Cuba. Ministerio de Educación. Dirección de Ciencia y Técnica. Proyección estratégica para la ciencia, la innovación tecnológica y el medio ambiente. Quinquenio 2003-2007, p. 5.
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