CRÓNICA DE LOS HECHOS REALIZADOS POR EL PARTIDO DE LOS POBRES (SEGÚN INFORME DE LA CNDH)
Antecedentes del secuestro del ing. Rubén Figueroa Figueroa. Recuento de acciones del Partido de los Pobres, 1967-1974
Es importante aclarar que los hechos que se señalan a partir de diferentes fuentes de información no tienen la finalidad de hacer una nueva interpretación de la historia del Partido de los Pobres, sino que tratan de ser situados cronológicamente, solo desde el punto de vista de acciones o enfrentamientos armados en donde se presume que murieron, desaparecieron o fueron heridas diferentes personas, tanto soldados, policías, como integrantes del Partido de los Pobres. Acciones en donde fueron confrontadas la veracidad de las mismas por todas las fuentes posibles de información, y con el único objetivo de conocer o comprobar las diferentes versiones sobre el paradero de personas reportadas como desaparecidas.
Desde esta perspectiva, sólo se recogen aquellas acciones más significativas que se desarrollaron en un período amplio, como fue el que transcurrió entre 1967 y 1974, es decir 7 años, lapso en él cual surgió y se consolidó el Partido de los Pobres en un amplia zona de la sierra de Guerrero, aunque se puso especial énfasis en el período en que fue secuestrado y rescatado el ing. Rubén Figueroa Figueroa, y la muerte del Prof. Lucio Cabañas Barrientos, de mayo a diciembre de 1974.
Como ejemplos representativos de la diversidad de opiniones y la insuficiencia de información, como limitantes al esclarecimiento de los hechos, son los enfrentamientos armados más significativos de dicho período:
1).- El de 24 ó 25 de junio de 1972, en San Andrés de la Cruz, en Atoyac de Álvarez;
2).- El de 23 de agosto de 1972, en "Los Llanos de Santiago", cerca del poblado "Los Torincheros", a las márgenes del arroyo de "Ixtla";
3).- El de 23 de agosto de 1973 en Zacoalpan,
Municipio de Atoyac de Álvarez; y
4).-.El de 20 de noviembre de -1973, sin que se haya logrado conocer el lugar del enfrentamiento.
Sobre la acción armada del 24 ó 25 de junio de 1972, conviene señalar las diferencias del lugar, tiempo y circunstancia que las diferentes fuentes de información revelaron, y que muestran las dificultades para comprobar los hechos, y sobre todo la ubicación actual de presuntos desaparecidos, o la comprobación de muertos y heridos en dicha acción armada.
Por un lado, Luis Suárez señaló que la acción armada ocurrió el 25 de junio de 1972; que por parte del Partido de los Pobres participaron 10 elementos; que ocurrió en un paraje denominado "Arroyo de las Piñas", en las cercanías de San Andrés por la carretera Atoyac-San Vicente; y que resultaron 10 soldados muertos y 2 heridos.
Por su parte, Francisco Fierro Loza, ex – integrante del Partido de los Pobres, describió en detalle el enfrentamiento armado, indicó que ocurrió el 24 de junio de 1972, y reveló el dato de 10 soldados muertos y 2 heridos. Otra fuente vinculada al Partido de los Pobres, como es el autor Comandante Eleazar Campos Gómez, expresó el dato de 10 soldados muertos, aunque reveló los sobrenombres de los 11 integrantes del grupo que atacó al ejército. Otro autor Isidro Castro Fuentes, también vinculado al Partido de los Pobres, estuvo de acuerdo en lo general con los datos aportados por Francisco Fierro Loza y el Comandante Eleazar Campos Gómez, aunque manifestó la fecha del 25 de junio como el dato correcto.
Otro autor, como es Juan Miguel de Mora y basado en informaciones periodísticas, también destacó en su texto que el ataque armado efectivamente ocurrió, pero dando la fecha del 25 de junio de 1972; que fallecieron 10 soldados y 2 resultaron heridos; y que el ataque ocurrió 2 kilómetros al norte de San Andrés de la Cruz, en el camino de Atoyac de Álvarez a San Vicente de Benítez.
Por su parte, el Lic. Oscar Flores Sánchez describió que el ataque al ejército ocurrió el 25 de junio de 1972; que pudieron ser identificados algunos miembros del grupo de Lucio Cabañas, ya sea que murieron en dicho enfrentamiento o posterior a él; que fallecieron 10 soldados; que se trató de una emboscada a las fuerzas públicas en "San Andrés de la Cruz", Municipio de Atoyac de Álvarez; que tres integrantes del grupo de Lucio Cabañas murieron en la acción, identificados por sus nombres y uno más, ubicado también por su nombre, murió en fecha posterior, pero en la acción del 25 de junio fue identificado. No se tiene evidencia de que el ejército hubiera emitido información oficial alguna sobre el enfrentamiento del 24 6 25 de junio de 1972.
De los datos anteriores, proporcionados por varias fuentes, se puede concluir que la mayoría de los autores citados sostienen que efectivamente ocurrió el enfrentamiento armado; que ciertamente sucedió en "San Andrés de la Cruz", Municipio, de Atoyac de Álvarez; discrepando las fuentes sobre la fecha, pudiendo ser el 24 ó 25 de junio de 1972; que participaron en el mismo entre 10 y 11 integrantes del Partido de los Pobres y 12 soldados; que por parte de los autores vinculados al grupo de Lucio Cabañas, sólo se señaló el nombre del Teniente Agustín Álvarez Sosa como uno de los miembros del ejército muertos, y no se reconoció ninguna baja por parte del Partido de los Pobres; en cambio, el Lic. Oscar Flores Sánchez identifica plenamente y por su nombre a cuatro integrantes del grupo de Lucio Cabañas, tres muertos durante la acción y uno después; otro autor escribió los 11 sobrenombres de las personas del grupo de Lucio Cabañas (10 sobrenombres y Lucio Cabañas).
Si bien se comprobaron por varias fuentes algunos datos sobre el enfrentamiento, no se pudo verificar los nombres reales de los participantes, salvo el del Teniente muerto. No se pudo saber el destino de los cadáveres de los soldados muertos, y al no aceptar el grupo de Lucio Cabañas que tuvo bajas, existe una contradicción entre la afirmación del Lic. Oscar Flores Sánchez sobre tres cadáveres plenamente identificados por su nombre que tuvo como bajas el grupo de Lucio Cabañas y la negación del hecho por parte del Partido de los Pobres. Ya que del informe del Lic. Oscar Flores Sánchez no se desprende la forma en que se logró la identificación de las tres personas muertas y vinculadas al grupo guerrillero.
Por otro lado, conviene señalar que investigadores de la CNDH realizaron investigaciones en el Estado de Guerrero, éstos localizaron y entrevistaron a Enrique Fuentes Chávez o Chávez Fuentes en "San Francisco del Tibor", Municipio de Atoyac de Álvarez, Gro. Enrique Fuentes Chávez era reclamado por un organismo pro-defensa de los Derechos Humanos, como presunto desaparecido en la sierra de Atoyac, Gro., desde 1974. El declaró que fue detenido por la fuerza pública el 18 de julio de 1972, procesado y sentenciado, y purgó su condena en la Cárcel de Acapulco hasta 1976, en que fue dejado en libertad, desde entonces vive normalmente en "San Francisco del Tibor", Municipio de Atoyac de Álvarez, Gro.
Sobre el enfrentamiento del 23 de agosto de 1972, también se pueden señalar las discrepancias de los diferentes autores sobre datos cruciales para el esclarecimiento de los hechos, y sobre todo sobre la identificación de las bajas de ambos mandos y su posible destino.
Por un lado, Luis Suárez señaló el 23 de agosto de 1972, como la fecha del enfrentamiento; y que ocurrió en "Los Llanos de Santiago"; desconociendo el número de bajas por ambos lados. Juan Miguel de Mora, basado en informaciones periodísticas, mencionó la misma fecha del 23 de agosto de 1972, como la del enfrentamiento; resultando muertos dos oficiales y cinco elementos de tropa, y desconociendo las bajas del grupo guerrillero.
Por el lado de los autores cercanos al Partido de los Pobres, Isidro Castro Fuentes estuvo de acuerdo con la fecha del enfrentamiento del 23 de agosto de 1972; que se efectuó en "Arroyo de las Piñas"; y que murieron 18 soldados y 20 resultaron heridos o capturados. El Comandante Eleazar Campos Gómez también coincidió en que el enfrentamiento sucedió el 23 de agosto de 1972; y que murieron 18 soldados y se capturaron a 20 más entre sanos y heridos. Francisco Fierro Loza por su parte también refiere que el enfrentamiento aconteció el 23 de agosto de 1972; y no señaló si hubo bajas.
Por su lado, el Lic. Oscar Flores Sánchez reportó en su informe, que el 23 de agosto de 1972 murieron dos personas identificadas por su nombre y vinculadas al Partido de los Pobres.
Como se desprende de los anteriores señalamientos, los diferentes autores coinciden en la fecha del 23 de agosto de 1972, como el día en que ocurrió el enfrentamiento. Algunos difieren sobre el lugar del mismo, y otros no lo mencionan. En donde existen versiones muy diferentes, es en lo que se refiere al número de bajas de ambos bandos, otros autores no las mencionan. Igualmente ningún autor brindó información sobre el destino de los cadáveres, en el caso de que efectivamente los hubiera habido.
Por otro lado, sólo el Lic. Oscar Flores Sánchez menciona otros enfrentamientos ocurridos el 27 de agosto y el 1º. de septiembre de 1972, en donde incluso señala el nombre de una persona muerta el 27 de agosto, y los nombres de Abundio y Santiago Onofre Campos, fallecidos el 1º de septiembre de 1972.
Sobre los casos de los presuntos desaparecidos Abundio y Santiago Onofre Campos, investigadores de la CNDH efectuaron investigaciones en el Estado de Guerrero, logrando localizar y obtener el testimonio de María Campos lturio Vda. Onofre, quién declaró que si bien sus hijos desaparecieron en 1974, regresaron a su domicilio, uno en 1976, y el otro en 1977, y que actualmente se encuentran sanos y salvos y viviendo en el domicilio materno en Atoyac de Álvarez, Gro. A su vez sigue presuntamente desaparecido Juan Onofre Campos.
En otro caso mencionado, como es la presunta desaparición de Pablo Loza Patiño, también merecen comentarse algunos datos sobre su presunta desaparición. Por un lado, Pablo Loza Patiño es señalado en el informe del Lic. Oscar Flores Sánchez como recluido en la cárcel municipal de Acapulco, desde el 4 de septiembre de 1972, por lo que se entiende que al año de 1979, fecha del informe del Lic. Oscar Flores Sánchez, Pablo Loza Patiño seguía recluido en dicho Penal.
Por su parte, la Comisión Nacional de Derechos Humanos solicitó y obtuvo del Director del Centro Regional de Readaptación Social de Acapulco, Gro., copia de un solo documento sobre Pablo Loza Patiño, el oficio firmado por el Agente del Ministerio Público Federal, de fecha 5 de septiembre de 1972, en que solicita al Director Municipal de Cárceles, anexo dos, que Pablo Loza Patiño quede internado en ese Reclusorio. No se encontró evidencia alguna sobre si fue liberado, cuándo y las causas de su internamiento.
En otra solicitud, la Comisión Nacional obtuvo respuesta del Tribunal de Justicia del Estado de Guerrero, señalando el Juez Tercero de Primera Instancia del ramo penal que acudió al Centro de Readaptación Social de Acapulco, y que ahí le informaron que solo tienen el dato de que el Ministerio Público Federal le instruyó a Pablo Loza Patiño la Averiguación Previa No. 179/72.
Por otro lado, sólo dos autores relataron que el 23 de agosto existió un nuevo enfrentamiento. Juan Miguel de Mora, basado en informaciones periodísticas, lo situó en la cercanías de Zacoalpan; y que resultaron heridos dos soldados. El Comandante Eleazar Campos Gómez también lo refiere en dicha fecha y el mismo lugar, y aceptó que sólo dos soldados resultaron heridos.
Como dato importante que reveló la dificultad para identificar a personas, está el hecho de que varias de ellas utilizaron más de un sobrenombre a la vez. Así, por ejemplo, "Las Aplanadoras", resultaron ser "Juan", "Tiburcio" y "José Luis", sobrenombres estos últimos que aún no han permitido identificarlos por sus nombres verdaderos.
Un solo autor, Juan Miguel de Mora, señaló que el 20 de noviembre de 1973 se realizó un nuevo enfrentamiento en el que, basado en informaciones periodísticas, murieron cinco soldados y otros cinco más resultaron heridos, así como una persona muerta por parte de los atacantes; refirió nombres de los soldados muertos, aunque no señaló donde sepultaron los cadáveres.
Un aspecto importante en el que se lograron conocer dos versiones diferentes es el que se refirió a que el propio Partido de los Pobres mató a varias personas. El Comandante Eleazar Campos Gómez señaló que fueron "ajusticiados" cuando menos dos personas. Un "desplegado" atribuido al Partido de los Pobres, del 27 de noviembre de 1974, expresó que fueron muertos por dicho grupo nueve personas; y en los cassettes grabados entregados por Luis Suárez de la CNDH, se mencionan a dos personas como "ajusticiadas". El Lic. Oscar Flores Sánchez señaló a 10 personas como "ajusticiadas" por el Partido de los Pobres. Destacando que en dos de ellos existe otra versión sobre su destino. En ningún caso se señaló el destino de los cadáveres.
Acercamientos previos a la entrevista Figueroa-Cabañas
Autores cercanos a la posición del Partido de los Pobres difieren sobre un mismo hecho. Francisco Fierro Loza manifestó que "Hipólito", quién respondía al nombre de Simplicio Robles, desertó del grupo de Lucio Cabañas el 28 de mayo de 1974. Por otro lado, el autor Simón Hipólito señaló que Sulpicio Robles Zamora fue muerto por la propia Brigada Campesina de Ajusticiamiento al intentar huir de un campamento del grupo a orillas de "Río Chiquito", siendo sepultado clandestinamente en ese lugar. Es probable que Simplicio Robles, señalado por Fierro Loza, haya sido Sulpicio Robles Zamora, mencionado por Simón Hipólito. Lo anterior, según estas fuentes, prueba las discrepancias sobre un mismo suceso. Si, se da credibilidad a la opinión de Simón Hipólito, queda comprobado que el propio grupo de Lucio Cabañas mató a uno de sus integrantes, lo enterró clandestinamente, y no dejó testimonios y evidencias de ello.
El secuestro del lng. Rubén Figueroa Figueroa
Una limitante en el esclarecimiento de los hechos fue la identificación de los sobrenombres. En este apartado se señaló que para el 29 de mayo de 1974, horas antes del secuestro del ing. Rubén Figueroa Figueroa, el grupo de Lucio Cabañas estaba conformado por 84 elementos, todos hasta donde se conoce usando sobrenombres.
Un asunto al que ya se ha aludido, es el que se refiere a la similitud entre el escrito de Francisco Fierro Loza, y el libro del Comandante Eleazar Campos Gómez, en este apartado se repitieron las similitudes de párrafos completos. La única diferencia entre ambos escritos radica en que en uno Fierro Loza aparece como protagonista de hechos y, en el otro, aparece en la mayoría de las citas el seudónimo "Juan" en su lugar.
Junio de 1974
Los testimonios rendidos ante investigadores de la CNDH, además de que proporcionaron datos importantes, mencionaron por escrito la situación de personas, identificadas por su nombre, que fueron vistas en lugares no ubicados y que después no se ha sabido más de su paradero. Es el caso del testimonio del declarante No. 5, detenido el 20 de septiembre de 1974 en Acapulco, Gro., quién señaló que vio a "Javier"; "Natalia" o Rocío Moreno Vargas; "Adán"; "Maximino" o Maximino Salgado Guillén; y el "Chimino" en el lugar no identificado en el que estuvo detenido antes de ser trasladado al penal de Acapulco. El declarante No. 5 manifestó por escrito que estuvo detenido en el penal de Acapulco, Gro., e investigadores de la CNDH solicitaron al Director del Centro Regional de Readaptación Social constancias que acreditaran la detención del declarante No. 5, sin embargo, en su respuesta el Director de dicho Centro señaló por escrito que no se encontró dato alguno en los archivos del Centro sobre el declarante No. 5.
Es importante señalar que se mencionan ocho personas que murieron en fecha y lugares imprecisos y presuntamente vinculadas con el Partido de los Pobres, siendo la única fuente que las reporta el informe del Lic. Oscar Flores Sánchez. Ángel Arreola Ortiz, plenamente identificado en el informe citado, muerto en junio de 1974; Getulio Rebolledo Ocampo, también plenamente identificado en el informe citado, muerto "a mediados del año de 1974"; Marcial Navarrete, plenamente identificado en el informe citado, muerto en junio de 1974; Rodolfo Molina Martínez, plenamente identificado, muerto el 15 de junio de 1974, dicha persona en su agonía dio su nombre y en sus bolsas se encontró una carta anónima dirigida a Lucio Cabañas; Domitilo y Zacarías Barrientos Peralta, plenamente identificados, y que murieron el 25 de junio de 1974; Reynaldo e Isaías Urióstegui Terán, plenamente identificados, y que murieron el 11 de julio de 1974.
Sobre estos últimos dos casos, investigadores de la CNDH durante las investigaciones se trasladaron al Estado de Guerrero logrando localizar y entrevistar a María Guadalupe Cruz González, residente en el poblado de "El Paraíso", Municipio de Atoyac de Álvarez, Gro., quién en declaración escrita ante los investigadores de la CNDH, señaló que Reynaldo Urióstegui Terán fue su yerno ya que se casó con su hija Donaciana Cepeda Cruz, y que fue detenido junto con Isaías Urioste Urioste o Uriéstegui Terán, en 1974. Después de la presunta desaparición no supieron más de ellos, hasta que tres años después sus cadáveres fueron encontrados en una propiedad particular cerca del sitio denominado "Puente de los Lagartos", en "Arroyo del Imperial", Municipio de Atoyac de Álvarez, Gro. El reconocimiento de cadáveres lo hizo Lidia Terán, madre de Reynaldo y tía-abuela de Isaías, dicha persona ya falleció.
Tanto el oficial del Registro Civil en la localidad de "El Paraíso", como el declarante No. 3, afirmaron en declaración escrita a los investigadores de la CNDH, que lo narrado por María Guadalupe Cruz González era cierto y que les constaba plenamente.
Otro caso que fue documentado por los investigadores de la CNDH, es el que se refiere a la muerte de "El Gorrión", identificado como Jesús Gómez Ochoa, quién murió el 3 de octubre de 1974, y que fue documentado su caso en el informe del Lic. Oscar Flores Sánchez, siendo la única fuente en que se encontraron datos al respecto. Según el Lic. Oscar Flores Sánchez, Jesús Gómez Ochoa murió a manos de Emilio Romero Benítez, en el kilómetro 34 de la carretera Acapulco-Zihuatanejo, estando expuesto el cadáver de Emilio Romero Benítez (se supone que en la agencia del Ministerio Público) por 24 horas sin que nadie lo identificara.
Investigadores de la CNDH obtuvieron constancias escritas de las Agencias del Ministerio Público en Coyuca de Benítez y en Atoyac de Álvarez, Gro., señalando que después de revisar los libros de gobierno de 1972 a 1975, no se encontraron referencias a dicho suceso, por lo que de manera oficial los Ministerios Públicos respectivos desconocían la muerte de Jesús Gómez Ochoa y Emilio Romero Benítez, así como si sus cadáveres estuvieron expuestos en su jurisdicción.
Un dato que reveló pruebas de que varios integrantes del grupo de Lucio Cabañas dejaron al grupo en julio de 1974, y se trasladaron por su propia voluntad a lugares alejados de la sierra de Guerrero, fue la referencia de Francisco Fierro Loza, de que 35 miembros del grupo, incluso dos personas consideradas como reos por haber intentado desertar, obtuvieron permiso para dejar los campamentos en la sierra. Algunos de ellos al parecer fueron capturados en el intento por la fuerza pública, señaló la misma fuente, pero algunos, sin poderse precisar cuantos y quiénes, sí lograron su intento, desconociéndose, por tanto, su paradero actual.
Tiempo después, y por testimonios declarados ante investigadores de la CNDH, en especial el testimonio del declarante No. 5, se supo de algunos integrantes del Partido de los Pobres que descendieron de la sierra y desarrollaron actividades armadas en Acapulco y fueron capturados, de otros no se supo más. El declarante No. 1 mencionó por escrito ante los investigadores de la CNDH, que le consta que "Hortensia", que respondía al nombre de Guillermina Cabañas Alvarado; "Nidia"; "Manuel" o "Chupachencas"; "Mauricio" y otras personas no identificadas, efectivamente dejaron al grupo de Lucio Cabañas en la sierra y, en el caso de "Hortensia", ella se trasladó a Acapulco, Gro., en agosto de 1974.
Por otro lado, también reviste importancia el hecho de que no solo el informe del Lic. Oscar Flores Sánchez no presentó pruebas ni señaló cómo logró la identificación de cadáveres de personas presuntamente vinculadas con el grupo de Lucio Cabañas, sino también el que algunos declarantes, ante investigadores de la CNDH, no enseñaron evidencias ni mencionaron la forma en que obtuvieron dicha información. El declarante No. 1 señaló que Raymundo Ramos Cabañas (a) "José Juan", Heriberto Ramos Cabañas, Marco Ramos Cabañas y Eduviges Ramos de la Cruz fueron presuntamente detenidos por el ejército en "San Nicolás", del Municipio de Coyuca de Benítez, Gro., en el año de 1975, y desde entonces se desconoce su paradero, sin presentar más pruebas que su propio testimonio escrito.
Emboscada del 9 de agosto de 1974
Autores cercanos a la posición del grupo de Lucio Cabañas, señalaron que el 9 de agosto de 1974 ocurrió un nuevo enfrentamiento, en el cual resultaron muertos 6 soldados y 11 más fueron heridos; resultando herido "Lázaro", por parte del grupo de Lucio Cabañas, el ataque ocurrió en un sitio denominado "Rancho Alegre". Resulta coincidente que sólo los autores cercanos a la posición del grupo de Lucio Cabañas hayan descrito el enfrentamiento. Francisco Fierro Loza coincidió en lo fundamental con lo expresado en un "desplegado", atribuido al Partido de los Pobres, de fecha 27 de noviembre de 1974, que fue en "Monte Alegre" el enfrentamiento, el 9 de agosto de 1974; y resultaron 11 soldados muertos y 6 heridos. Isidro Castro Fuentes también manifiesta las mismas circunstancias, fechas y número de bajas del ejército. El Comandante Eleazar Campos Gómez también coincide con lo expresado por los otros autores sobre circunstancias, fechas y número de bajas del ejército. La única diferencia entre estos autores fue el nombre del lugar, para el Partido de los Pobres fue "Monte Alegre", mientras que para Fierro Loza fue "Rancho Alegre". Ningún autor expresó el destino de los cadáveres y de los heridos.
Emboscada del 21 de agosto de 1974
Diferentes fuentes cercanas a la posición de Lucio Cabañas tuvieron coincidencia en que el 21 de agosto de 1974 ocurrió otro enfrentamiento. En esta acción al parecer hubo 14 soldados muertos y 15 más fueron heridos, y ocurrió en un lugar cercano al pueblo de "El Ticuí". En un desplegado atribuido al Partido de los Pobres se mencionaron los datos anteriores, así como la hora y el número aproximado de 100 soldados que fueron emboscados. Francisco Fierro Loza y El Comandante Eleazar Campos Gómez señalaron que el enfrentamiento ocurrió en "La Huerta de los López"; que fueron las bajas militares ya mencionadas; y que no se trató de una emboscada, sino de un encuentro casual.
En notas periodísticas contenidas en el libro de Juan Miguel de Mora, se mencionaron dos versiones que al parecer procedieron de fuentes militares. En una de ellas sólo se indicó que fueron emboscados vehículos militares en "San Vicente"; que perecieron seis elementos del ejército por 14 bajas de los atacantes; el ejército sólo enterró a tres (no se señaló donde ni a que bando pertenecieron) y que el grupo atacante se llevó a sus muertos. La otra nota periodística sólo mencionó que perecieron 18 militares y 16 resultaron heridos.
Como se desprende de las dos versiones fundamentales, una de ellas proporcionó suficientes datos sobre el enfrentamiento y las bajas militares, y la otra versión fue sumamente escueta, desconociéndose si realmente aceptó que el enfrentamiento se haya efectuado.
Como dato adicional, en el informe del Lic. Oscar Flores Sánchez se señaló que José de Jesús Avila González fue identificado en agosto de 1974, como participante en algunas acciones del Partido de los Pobres, y se desconocía su paradero. Igualmente Fernando Morales Galeana se mencionó como participante en un enfrentamiento entre dos grupos de desconocidos el 25 de agosto de 1974, y desde entonces se ignoraba su paradero.
El rescate del lng. Rubén Figueroa Figueroa el 8 de septiembre de 1974
Todas las fuentes de información coincidieron en expresar que el 8 de septiembre de 1974 ocurrió un enfrentamiento en un lugar localizado entre las poblaciones de "El Refugio" y "El Quemado", en el que fue rescatado el lng. Rubén Figueroa Figueroa. El lng. Rubén Figueroa Figueroa relató a Luis Suárez su rescate: indicando que el grupo en el que iba al parecer cayó en una emboscada, siendo superado por el número de atacantes y la sorpresa; recordó algunos apodos de sus captores; que "Sabás" mató a Luis Cabañas; que el Teniente Coronel López Ortiz fue el comandante del destacamento Militar de 60 hombres que lo rescató; que una vez rescatado y estando en el poblado cercano llamado "El Quemado", se dio cuenta de que ahí estaban en calidad de detenidos varios miembros del grupo de Lucio Cabañas que lo habían custodiado. En diferentes notas periodísticas de los principales diarios nacionales, se mencionó que: en la nota del diario Novedades se reseñó que en el rescate del lng. Rubén Figueroa Figueroa resultaron un soldado herido, y muertos y heridos no cuantificados, así como 4 prisioneros del grupo de Lucio Cabañas.
En la nota de "Excelsior" se indicó que hubo cuatro muertos y tres heridos, y que Luis Cabañas fue sepultado en la sierra de Guerrero. Días después en el mismo "Excelsior" se manifestó que en realidad hubo dos enfrentamientos, uno el 7 y otro el 8 de septiembre; que el grupo de Lucio Cabañas tuvo 17 bajas; y que los muertos fueron sepultados sin decir dónde. El Lic. Oscar Flores Sánchez expresó que el enfrentamiento se realizó en el lugar y fecha ya mencionados por todos los autores, aunque refirió expresamente que en dicha acción murieron y fueron identificados por su nombre 44 integrantes del grupo de Lucio Cabañas.
Por su parte, los autores cercanos a la posición del Partido de los Pobres refirieron lo siguiente: en el "desplegado" atribuido al Partido de los Pobres se hizo mención del enfrentamiento del 8 de septiembre de manera escueta y sin señalar el número de bajas. Simón Hipólito mencionó que en el enfrentamiento murieron "Sabás" y "El Zarco". Carlos Bonilla Machorro señaló que murieron 20 personas, en dicha cifra se incluyeron los soldados muertos; que el grupo de Lucio Cabañas estaba compuesto por 45 o más personas armadas; que los soldados hirieron y dejaron morir por falta de atención médica a Luis Cabañas.
Como se desprende de las versiones de los diferentes autores no existe coincidencia sobre aspectos fundamentales de los sucesos del 8 de septiembre de 1974. En especial no se puede afirmar cual fue el número de muertos de cada bando en esa fecha; independientemente de que el Lic. Oscar Flores Sánchez mencionó los nombres de los 44 muertos del grupo de Lucio Cabañas, no explicó la forma en que logró la identificación ni tampoco indicó que se hizo con los cadáveres. Incluso, en un caso particular, existen versiones diferentes: Luis Cabañas murió según unos autores a consecuencia de las balas del fusil de "Sabás", y otros le atribuyen su muerte a miembros del ejército.
Merecen señalarse las versiones diferentes de dos fuentes sobre el caso de Aída Ramales Patiño. El Lic. Oscar Flores Sánchez mencionó que Aída Ramales Patiño (a) "Nidia" resultó muerta y fue identificada en el enfrentamiento del 8 de septiembre de 1974; Por su parte, el declarante No. 1 testificó, ante investigadores de la CNDH, que Aída Ramales Patiño fue detenida por un grupo de la Policía Judicial en Acapulco, Gro., el 25 de junio de 1977. Por las diferencias de circunstancias, lugar y fecha que indicaron las dos fuentes, resulta imposible pronunciarse sobre el caso de Aída Ramales Patiño.
La columna de Lucio Cabañas y el enfrentamiento del 20 de septiembre de 1974
Se señaló la ruta que siguió el grupo en el iba Lucio Cabañas, sobre todo cuando se enteró del enfrentamiento del 8 de septiembre, y del ataque que realizó su grupo el 20 de septiembre de 1974. Como dato relevante, Isidro Castro Fuentes refirió que la noticia dada por la radio sobre el enfrentamiento del 8 de septiembre le fue comunicada a Lucio Cabañas, con el resultado de 35 muertos y varios heridos.
Sólo en el "desplegado" atribuido al Partido de los Pobres, se reseñó que el 20 de septiembre de 1974 se efectuó un nuevo ataque al ejército, ocurrido en la carretera que va de Cacalutla a la sierra, y en el que resultaron 9 soldados muertos y 7 heridos, aunque, aclara la misma fuente que estos datos no fueron comprobados. De esta manera existen dudas fundadas sobre dicho enfrentamiento, si efectivamente se realizó, por ser mencionado sólo en una fuente, ya que la misma expresó reservas sobre el suceso.
Por otro lado, en el mismo "desplegado" del Partido de los Pobres, del 27 de noviembre de 1974, se mencionaron "acciones espontáneas de la población", como enfrentamientos armados ocurridos entre agosto y septiembre de 1974. En dichas acciones se expresó que en diferentes lugares fueron emboscadas policías judiciales y soldados, resultando muertos varios de ellos sin poder precisar el total. Estas acciones no pudieron ser comprobadas.
En dos fuentes diferentes existieron contradicciones sobre la suerte de "Samuel". Isidro Castro Fuentes en su entrevista a la Revista "Por Esto", señaló que "Samuel", "Martín" "Mario", y "El Tejano", murieron en enfrentamientos armados con el ejército cerca de "Guamúchil", en la sierra de Atoyac, a mediados de septiembre de 1974; el declarante No. 1, mencionó, ante los investigadores de la CNDH, que "Samuel", efectivamente se llamaba Martín Nario y que murió el 8 de septiembre de 1974, durante el rescate del lng. Rubén Figueroa Figueroa.
Por su parte, en el informe del Lic. Oscar Flores Sánchez se mencionaron los casos de Lucio Peralta Santiago, David Rebolledo, Emilio Romero Benítez y Julio Mesino Galicia, el primero fue secuestrado por desconocidos, y los tres últimos muertos, el segundo por desconocidos el 28 de septiembre de 1974, y los dos últimos por la fuerza pública entre el 3 y 10 de octubre de 1974. No se aportaron evidencias sobre estos cuatro casos. Sobre el caso de Emilio Romero Benítez, en otra parte de este informe se relató su situación, vinculada a la suerte de Jesús Gómez Ochoa (a) "El Gorrión".
Enfrentamiento del 11 de octubre de 1974, en el que se desmembró el grupo en que iba Lucio Cabañas
Las fuentes cercanas a la posición del Partido de los Pobres han documentado el enfrentamiento presuntamente ocurrido el 11 de octubre de 1974. Dicho enfrentamiento resultó importante, en cuanto a que el ejército sorprendió al pequeño grupo en el que iba Lucio Cabañas, logrando desmembrarlo. Fierro Loza señaló que el grupo en el que iba Lucio Cabañas estaba compuesto por 12 personas incluidos dos guías; que una vez terminado el ataque el grupo se dividió en dos, del grupo en el que iba, sólo quedaron cinco personas; desde ese momento ya no supo más de Lucio Cabañas. El Comandante Eleazar Campos Gómez refirió que el grupo que escapó del cerco lo conformaron siete personas; que en ese grupo no se encontraba Lucio Cabañas. Isidro Castro Fuentes mencionó que el ataque ocurrió entre "Santa María Achotla" y "La Cayaca"; que murieron 19, miembros del ejército y hubo sólo la baja de "Rutilo", quién se llamó Pedro Mesino Benítez. Esta misma situación la expresaron el declarante No. 1, el Comandante Eleazar Campos Gómez y Francisco Fierro Loza.
En el "desplegado" atribuido al Partido de los Pobres se indicó que el enfrentamiento del 11 de octubre de 1974 se efectuó en el cerro de "Santa María", Municipio de Tecpan de Galeana, Gro., que murieron 16 soldados y 15 resultaron heridos, y que del grupo de Lucio Cabañas hubo cuatro bajas, "Rutilo" y "Martín" que fueron heridos y hechos prisioneros, y dos más que fueron llevados por el propio grupo.
Se puede concluir que el grupo en que iba Lucio Cabañas estaba compuesto por 12 personas, y que al ser desmembrado y dividido en dos, un autor señaló que una subdivisión del grupo lo conformaron cinco personas, y otro autor sobre esa misma subdivisión dio la cifra de siete personas. En este grupo ya no se encontró a Lucio Cabañas. Es probable, por tanto, que Lucio Cabañas pudo haber salido del cerco que le impuso el ejército sólo con cinco o seis acompañantes.
Existe una contradicción en dos escritos de una misma fuente, por un lado Francisco Fierro Loza en su entrevista a la revista Proceso explicó que "Edi Carlos" sobrevivió con él al enfrentamiento del 11 de octubre de 1974, y que estuvo en el campamento de "El Interior" hasta fines de enero de 1975, en que dejó dicho campamento, por otro lado el mismo autor en su escrito mencionó que "Edi Carlos" está "detenido desaparecido" sin precisar lugar y fecha de tal situación.
Por otro lado, dos fuentes diferentes señalaron que: el autor Comandante Eleazar Campos Gómez mencionó que el 29 de noviembre se efectuó otro enfrentamiento y, otra fuente, la entrevista de Isidro Castro Fuentes también indicó que se efectuó otro encuentro armado el 1º de diciembre. En este mismo enfrentamiento en que se dan las fechas del 29 de noviembre y 11 de diciembre murieron "Ricardo", quién se llamó Daniel Sánchez Juárez; "Chelo", quién se llamó Crispín Hernández y "Franti", en el poblado llamado "Pitales".
Enfrentamiento del 2 de diciembre de 1974, en que muere el Prof. Lucio Cabañas Barrientos
Todas las fuentes documentaron el enfrentamiento del 2 de diciembre de 1974, en que murió Lucio Cabañas. Diferentes medios de comunicación, por ejemplo, "El Universal", señaló: que hubo enfrentamientos previos al 2 de diciembre; murieron Lucio Cabañas y 10 de sus seguidores en el enfrentamiento de "El Otatal". El Correo, de iguala, Gro., mencionó que murieron Lucio Cabañas y 27 de sus seguidores, y varios soldados sin especificar su número. Simón Hipólito expresó que sepultaron a los integrantes del grupo en que iba Lucio Cabañas en una barranca del lugar; y que sólo trasladaron a Lucio Cabañas y a un acompañante al anfiteatro militar de Atoyac. Juan Miguel de Mora indicó que existió un comunicado oficial de la Secretaría de la Defensa Nacional, en el cual se mencionó que murió Lucio Cabañas y 10 de sus acompañantes; y, que por parte de la tropa resultaron dos muertos y cinco heridos. Carlos Bonilla Machorro escribió que al momento del enfrentamiento eran 11 los integrantes de Lucio Cabañas; y que, durante el mismo, el grupo fue dividido en dos, cayendo uno a uno hasta que "Arturo" murió junto a Lucio Cabañas.
El Comandante Eleazar Campos Gómez refirió una reseña breve del enfrentamiento, identificando los sobrenombres de "Arturo", "René" y "Benigno" como los acompañantes de Lucio Cabañas en el enfrentamiento; que "Benigno" sobrevivió al mismo; por su parte, el Lic. Oscar Flores Sánchez expresó en su informe que en el enfrentamiento del 2 de diciembre de 1974 murieron 42 personas vinculadas al Partido de los Pobres, más Lucio Cabañas, y que a todos se les pudo identificar plenamente. No proporcionó pruebas ni asentó como se realizó la identificación, así como el destino de los cadáveres.
De las diferentes versiones sobre el enfrentamiento del 2 de diciembre de 1974,se pueden extraer algunos comentarios. Siendo difícil precisar el número de bajas por ambos lados, resulta una afirmación sin pruebas la comentada por el Lic. Oscar Flores Sánchez, de que fueron 42 personas más Lucio Cabañas las bajas del grupo de este último, sobre todo si las contrastamos con diferentes versiones que han referido cronológicamente las rutas, el número de componentes, incluso sus nombres, y los campamentos en que se había establecido el pequeño grupo de no más de 12 personas que acompañaba a Lucio Cabañas hasta el enfrentamiento del 11 de octubre de 1974; después, varias fuentes relataron que Lucio Cabañas sólo fue acompañado por cinco o seis personas, por lo que cuando se efectuó el enfrentamiento del 2 de diciembre de 1974 no pudo haber tenido un grupo considerable. Por otro lado, queda la interrogante de los muertos documentados en el informe del Lic. Oscar Flores Sánchez en el caso de que efectivamente lo fueron, nunca se señaló donde fueron enterrados.
Dos fuentes diferentes describieron que Esteban Nava Hipólito fue muerto o aprehendido en lugares y fechas distantes entre sí. Según el Lic. Oscar Flores Sánchez, Esteban Nava Hipólito resultó muerto y fue identificado en el enfrentamiento del 2 de diciembre de 1974; por su parte el declarante No. 4 testificó, ante investigadores de la CNDH, que Esteban Nava Hipólito fue aprehendido en un "retén", en Iguala, Gro., por el ejército a finales de noviembre de 1974, y desde entonces desconocía su paradero. En virtud de la diferencia en las versiones entre las dos fuentes, y al no encontrarse más evidencias que pudieran comprobar los hechos motivo de la presunta desaparición de Esteban Nava Hipólito, es imposible pronunciarse sobre la suerte ocurrida al presunto desaparecido.
Observaciones Generales
De los libros de Gobierno de las Agencias del Ministerio Público de los Municipios de Tecpan de Galeana, correspondientes a los años de 1968 a 1977; de Atoyac de Álvarez, de los años 1968 a 1976; que fueron proporcionados a la CNDH por el Gobierno del Estado, se encontraron registrados 24 cadáveres de adultos en calidad de desconocidos, 4 cadáveres en 1969; 2 en 1970; 2 en 1972; 2 en 1973; 10 en 1974; 1 en 1975; 2 en 1976; y 1 en 1977. De la cifra de 24 cadáveres de desconocidos: 20 de ellos fueron encontrados en diferentes localidades del Municipio de Tecpan de Galeana; 3 en el Municipio de Atoyac de Álvarez; y 1 fue remitido al Estado de Michoacán, posiblemente por que había indicios para su probable identificación.
Los 24 cadáveres de desconocidos hallados en los registros de los libros de Gobierno de las Agencias del Ministerio Público no representan una cifra cercana a la que reportan los diferentes enfrentamientos armados en los mismos años de referencia, es decir de 1969 a 1977, y menos los 10 cadáveres que en calidad de desconocidos se registraron en 1974, año de diversos enfrentamientos armados a causa del secuestro y rescate del lng. Rubén Figueroa Figueroa y de la muerte del Prof. Lucio Cabañas Barrientos, y que en el presente informe se presentan pruebas de su veracidad. En algunos casos incluso se logra precisar el lugar del suceso, la fecha y el nombre de la persona muerta o presunta desaparecida, pero nunca se localizó su cadáver, por lo que cabría suponer que podría haber cierta equivalencia en número entre las dos cifras, sin embargo no fue así.
En el presente informe la cifra de muertos y presuntos desaparecidos es mucho mayor a los 24 cadáveres de desconocidos registrados en las Agencias del Ministerio Público. Cabría entonces suponer varias hipótesis: a) que el registro de cadáveres de desconocidos ante las Agencias del Ministerio Público en la zona de conflicto o bien fue deficiente, o fueron sustraídos deliberadamente los registros, o no era necesario registrarlos cuando algún vecino o autoridad local los encontraba. Situación esta última que no se puede descartar ya que, como lo señaló la Oficial del Registro Civil de una localidad visitada, sólo en los casos en que a petición de parte se solicitaba se registraba en el libro de Gobierno el nacimiento, matrimonio o defunción de alguien, sin que dicha autoridad obligatoriamente comprobara el hecho y emitiera el comprobante escrito de tal acto, si esa situación sucedió en muchos casos con personas conocidas en la localidad, que podría esperarse de cadáveres que nadie reclamó. b) También cabe la posibilidad de que los muertos en enfrentamientos armados fueran enterrados clandestinamente y sin registro alguno, por lo que nunca se registró dicho suceso ante el Ministerio Público, o bien que los muertos en enfrentamientos armados fueron trasladados a lugares lejanos de donde ocurrió la defunción, situación que pudo darse para evitar dejar rastros a la fuerza perseguidora que pudieran permitirla localización de los sobrevivientes, o bien que se pudiera conocer el número de la fuerza atacante. Una situación en la que la Comisión Nacional no se puede pronunciar por falta de evidencias es la que se refiere a presuntos desaparecidos que señalaron testigos que fueron detenidos por la fuerza pública en sus domicilios o en lugares públicos, y que por lo tanto, salvo testimonios de personas que se obtuvieron de los propios familiares, pero que investigadores de la CNDH no pudieron localizar a los declarantes, o que en otros casos se trata de testimonios indirectos, es decir no de hechos propios, se desconoce su paradero a partir del momento en que fueron presuntamente detenidos, por lo que resulta imposible señalar el paradero actual de tales personas reclamadas como presuntas desaparecidas.
En las diferentes visitas que realizaron investigadores de la CNDH al Estado de Guerrero, se lograron entrevistar y localizar a algunos familiares de presuntos desaparecidos, quiénes declararon ante el Agente del Ministerio Público Federal que coadyuvó en esta investigación, y ante los investigadores de la propia Comisión Nacional, señalaron, en síntesis, que efectivamente ocurrieron las desapariciones en el lugar, la fecha y las circunstancias descritas en la comparecencia, y que ésta en lo esencial se ha presentado ante autoridades diversas y en varias ocasiones. La Comisión Nacional analizó los casos presentados en dichas denuncias y no encontró mayores referencias en las fuentes consultadas y en las investigaciones realizadas, sin embargo no por ello pueden ser descartadas. A continuación se señalan los denunciantes y una reseña del contenido de las declaraciones:
I.- Testimonio del declarante No. 8 en Chilpancingo, Gro., de 27 de marzo de 1992. El declarante señaló que el 25 de agosto de 1974 fue detenido Rosendo Radilla Pacheco en un retén militar cerca del poblado de "Cacalutla", Municipio de Atoyac de Álvarez, Gro., y que desde entonces desconocía su paradero.
II.- Testimonio del declarante No. 9 en Acapulco, Gro., de 29 de marzo de 1992. El declarante señaló que el 10 de diciembre de 1974 fue detenido Félix Bello Manzanares por elementos del ejército al momento de descender de un transporte colectivo con rumbo a su trabajo en el poblado de "San Luis San Pedro", Municipio de Tecpan de Galeana, Gro., y que desde entonces desconocía su paradero.
III.- Testimonio del declarante No. 10 en Acapulco, Gro., de 29 de marzo de 1992. El declarante señaló que Antonio Onofre Barrientos desapareció en el trayecto entre Zacatepec, Mor., y Matamoros Tamps., al ir a visitar a su hija en el año de 1972, y desde entonces desconocía su paradero.
IV.- También se recibieron varias hojas de denuncia durante las investigaciones realizadas, que refieren en forma escueta la presunta desaparición de personas sin aportar mayores datos.
Por otro lado, un elemento que debe ser considerado y que fue minuciosamente investigado fue la comparación de las demás fuentes de información con el informe del Lic. Oscar Flores Sánchez, en lo que se refiere a lugares, circunstancias y fechas. En el informe del entonces Procurador se señalan los lugares, y se pueden mencionar que algunos de ellos no concuerdan a nivel de localidad y municipio, e incluso existen contradicciones de localidades que no pertenecen al municipio descrito. Por lo que se refiere a las circunstancias, éstas no coinciden en lo fundamental. Y sobre las fechas, en su gran mayoría no coinciden con las indicadas con otras fuentes en lo que hace a" enfrentamientos armados registrados, en algunos casos coincide el día y el mes pero cambia el año, y en otros casos cambia algún dato que modifica la fecha precisa de la presunta desaparición.
Es importante destacar algunas observaciones de carácter general.
I.- El total de nombres de personas involucradas en el movimiento armado de Lucio Cabañas Barrientos que aparecen en este informe es de 207, cifra en la que están contabilizadas las personas reclamadas como presuntamente desaparecidas por sus familiares o por alguna organización defensora de los Derechos Humanos del período investigado. La situación del total de 207 personas encontradas en este documento es diferente entre si: los que están reclamados como presuntos desaparecidos, los señalados como muertos o heridos, y los que no está aclarada su situación y paradero actual, principalmente porque existen varias versiones sobre su destino o porque los propios familiares están en desacuerdo con la información que les proporcionaron diferentes autoridades en su momento, y que por lo tanto han solicitado la intervención de organismos defensores de los Derechos Humanos. En la identificación de los nombres muchos se ubicaron por el nombre y los dos apellidos de las personas, a otros les faltó el nombre o algún apellido, en otros casos hubo contradicciones entre las fuentes consultadas variando el nombre o algún apellido de la persona identificada, existiendo un alto grado de probabilidad que sea la misma persona al adminicular varias evidencias.
II.- A su vez, de los 207 nombres en total identificados en el informe, 134 están registrados en el informe del Lic. Oscar Flores Sánchez, es decir el 64.7% de los nombres identificados en el presente informe están contenidos en el informe del entonces Procurador General de la República.
III.- Por su parte, la Comisión Nacional de Derechos Humanos tiene registrados como presuntos desaparecidos a 126 personas, cifra que representa el 60.8% del total de nombres identificados en el presente informe.
IV.- De las 126 personas detectadas en el presente informe y registradas como presuntos desaparecidos en la Comisión Nacional, 35 de ellas, a su vez, están reclamadas como desaparecidas ante el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de la Organización de las Naciones Unidas. Esta cifra representa el 16.9% del total de 207 nombres ubicados en el presente documento.
V.- Como se señaló en la presentación del informe, la investigación se inició con el análisis de los 134 casos de presuntos desaparecidos contenidos en el informe del Lic. Oscar Flores Sánchez, pudiéndose identificar que de dicha- cifra, 126 de ellos estaban registrados como presuntos desaparecidos en la Comisión Nacional, esto es que el 94% de los mencionados casos la Comisión Nacional los estaba investigando a partir de que familiares, amigos u organizaciones defensoras de los Derechos Humanos los seguían reclamando, independientemente del informe del entonces Procurador General de la República. Recuérdese que el informe del Lic. Oscar Flores Sánchez hacía mención de 314 casos en total de presuntos desaparecidos en diferentes entidades federativas hasta 1979, por lo que los 134 casos señalados en el informe del Lic. Oscar Flores Sánchez y referidos al Estado de Guerrero representan el 42.6% de los casos de ese mismo.
VI.- Aunado a lo anterior tenemos que los 35 casos registrados ante el Grupo de Trabajo de la O.N.U., representan el 26.1 % de los 134 casos señalados en el informe del Lic. Oscar Flores Sánchez. A su vez, los 35 casos notificados al Grupo de Trabajo de la O.N.U., representan el 27.7% de los 126 casos registrados como presuntamente desaparecidos en la Comisión Nacional de Derechos Humanos e identificados en el presente documento.
ASOCIACIÓN CÍVICA NACIONAL REVOLUCIONARIA
Quizá ninguno de los núcleos guerrilleros aparecidos en México en el medio urbano y rural en le decenio 1964-1974 registren un expediente tan rico de la lucha consecuente que va desde el movimiento democrático de masas hasta el "foco guerrillero", como ocurre con la ACNR.
Ninguna organización guerrillera experimenta ampliamente el camino de las "luchas democráticas de masa" antes de desembocar en frente armando, aunque sin duda muchos de los militantes de los diversos comandos guerrilleros hayan participado primeramente en las filas de partida y organizaciones democráticas y de izquierda.
En cambio, la ACG, dirigida por su fundador, Genaro, nunca prescindió ni desperdició en sus cuatro años de existencia legal el resquicio de ambiente democrático que ofrecen las estructuras políticas burguesas mexicanas; antes bien se convirtió en garante de las demandas y aspiraciones de las masas de carácter democrático: reivindicaciones tales como la lucha por la propiedad de la tierra y créditos para los campesinos, la lucha por la democracia e independencia sindicales, las libertades políticas, etc. Basta conocer la última gestión inscrita en la llamada etapa "legalista" de la ACG, y de su máximo dirigente, del año de 1962, en ocasión de elecciones para gobernador, para convencerse de esta actitud.
Tras lograr nuevos contactos con las masas que le seguían fielmente después de la derrota de 1960, la ACG afina un nuevo programa y recomienza la lucha política, para lo cual lanza la candidatura a gobernador del profesor José María Suárez Téllez, un viejo luchador liberal dirigente del Frente Zapatista de la República. Esta campaña electoral provoca otra gran movilización de las masas campesinas a favor de los "cívicos", frente a la propaganda del candidato priísta "oficialmente designado". Usando de sus amañadas maniobras, la maquinaria oficial desconoce los votos emitidos a favor del zapatista Suárez Téllez e impone, por capricho del entonces presidenciable Donato Miranda Fonseca a Raymundo Abarca Alarcón, exento de la mañas mínima trayectoria política.
En vista de las manifestaciones de protesta del pueblo guerrerense a raíz de la violación electoral y de otra nueva y descarada imposición, por enésima vez la violencia gubernamental es ejercida sin freno contra los partidarios del candidato independiente y los cívicos genaristas. Y de nueva cuenta el día 31 de diciembre de 1962 la policía y el ejército perpetran en Iguala otra matanza: 28 muertos, decenas de heridos. Genaro y parte de los suyos pasan inmediatamente a la clandestinidad, "fichado" de muerte éste último por la justicia guerrerense, acusado de haber disparado en la masacre de la ciudad de Iguala. Y de aquí en adelante la existencia de la Asociación Cívica Guerrerense es considerada ilegal, y es así como se ve obligada a trabajar en la clandestinidad.
Si resulta fácil poner fin a la participación abierta y "legal" de un organización política independiente, no es fácil suprimir otras formas de lucha. Muy por el contrario, a falta de un escape democrático las masas oprimidas expresarán, de una forma o de otra, así fuese como expresión degenerada de su inconciencia de clase, el estado de su situación.
La miseria, la opresión, los desalojos, campesinos, las enfermedades, el analfabetismo, lejos de mitigar las pasiones de lucha entre pueblo, azuzan la justísimo rebeldía popular; el surgimiento de la guerrilla no es más que una de las formas extremas a través de las cuales se expresa esa rebeldía, apoyada por el pueblo y los campesinos, sobre todo en el caso de la ACNR, compuesta mayormente por campesinos guerrerenses.
En consecuencia, tanto la más grande y combativa agrupación política guerrerense como para su principal dirigente, las vías pacíficas y legales que se han agotado. Así como el profesor Genaro Vázquez le asiste en gran medida la razón cuando alzado en la sierra al frente de su movimiento declara:
"Se lucho por todas las formas posibles y "legales" que la oligarquía impuso al pueblo. Y nos cansamos de hacerles el juego. Miles de papeles con quejas pasaron por mis manos sin que jamás una sola de éstas fuera resuelta en forma razonable para los campesinos. Por el contrario, el cacique y la autoridad locales nos daban respuestas crueles"
Los años de dispersión de la ACG coinciden con los años de reorganización de las fuerzas genaristas. Después de un poco más de un lustro de destierro fuera del Estado, Genaro reaparece con una nueva concepción de lucha, que en la práctica se reduce a una "respuesta violenta contra la violencia represiva que encarna el régimen mexicano".
En este periodo de destierro de los dirigentes y miembros importantes de la ACG, que tomaron este camino para eludir la persecución y la orden de aprehensión decretada contra ellos por "la sátrapa política guerrerense", la suerte de Genaro, hasta antes de noviembre de 1966, fecha en que tiene lugar su detención el la ciudad de México, desde donde es trasladado a la cárcel de Iguala, se caracteriza por una serie de experiencias que van desde la creación de la Central Campesina Independiente hasta su vinculación con el grupo que promueve la formación del Movimiento de Liberación Nacional, pasando por los contactos con grupos campesinos de algunos estados del país.
Estas relaciones y cambio de impresiones con líderes campesinos independientes de izquierda enrolados en el partido Comunista, como Danzós Palomino, encaminadas organizar un movimiento campesino a nivel nacional terminan en la "discrepancia" y la separación, pues el radicalismo de Genaro contrasta con los puntos de vista de los miembros de la CCI, supuestamente independientes.
De aquí que Genaro, desilusionado de la "izquierda campesina" diseña su propio movimiento de liberación en los momentos en que es detenido y encarcelado.
En estrecha relación con sus seguidores, desde la prisión de Iguala, que no dura dos años, el futuro comandante guerrillero prosigue intensamente la labor de reorganización de sus fuerzas.
Ya entes encarcelado, y en su carácter de presidente de la ACG, Genaro forma parte de la Liga Agraria Revolucionaria del Sur "Emiliano Zapata", la Unión Libre de Asociaciones Copreras y de la Asociación de Cafeticultores Independientes, organizaciones que vienen a revitalizar la golpeada y deteriorada ACG.
Todo ello lleva a los "cívicos" a plantearse la necesidad de liberar a su líder, para lo cual se forma el primer comando armado que se encarará de la excarcelación de Genaro que tiene lugar el 22 de abril de 1968. En el propio mes de abril se reúnen en Chilpancingo.
Genaro es liberado en una increíble operación para después volver a su vida de clandestinidad para después obtener una muerte que hasta nuestras fechas se torna un poco misteriosa.
"EN UNA REVOLUCIÓN O GUERRILLA, SI LOS REVOLUCIONARIOS OBTIENEN LA VICOTRIA SON VISTOS COMO HEROES Y AL MOMETNO DE MORIR SE TRANSFORMAN EN LEYENDAS; PERO SI SU DESTINO ES EL FRACASO, SON VISTOS COMO BANDOLEROS Y TRAIDORES."
TAL ES EL CASO DE LUCIO Y GENARO………………………………..
LUIS ECHEVERRÍA Y SU RESPONSABILIDAD EN LA GUERRA SUCIA
Luis Echeverría enfrenta actualmente un proceso por su presunta responsabilidad en la captura y exterminio de Lucio Cabañas, de lo que podría derivarse responsabilidad penal por el asesinato de 300 campesinos de Guerrero. Esto debido a que la Femospp dio a conocer documentos en los que Echeverría estuvo enterado de las acciones militares en la Sierra de Guerrero, en la década de los setenta, con el único propósito de aplastar a la guerrilla de Lucio Cabañas y a los movimientos antigobernistas que surgieron posteriormente.
Entre los documentos rescatados del Fondo de la Secretaría de la Defensa nacional, que se encuentran bajo el resguardo en el Archivo General de la Nación, destaca un oficio que el entonces secretario de la Defensa, Hermenegildo Cuenca Díaz, envió al presidente Echeverría, en el que se rinde parte del enfrenamiento que elementos de la 27 Zona Militar libraron con "gavilleros" de Lucio Cabañas, apenas un par de días después de la liberación Rubén Figueroa Figueroa, en aquel tiempo senador y gobernador electo de la entidad.
Figueroa había sido secuestrado por el fundador del Partido de los Pobres, quien de esa forma pretendía forzar a las autoridades para que liberaran a los presos de "conciencia" recluidos en distintas prisiones del estado.
Sin embargo, las Fuerza Armadas rescataron a Figueroa en un operativo identificado como Operación Atoyac, en el que intervinieron el general Francisco Quirós Hermosillo, el teniente coronel Juan López Ortiz y el mayor Mario Arturo Acosta Chaparro, quien se disfrazó de mujer para sorprender al grupo de Lucio Cabañas.
Toda la acción de rescate fue seguida por aire por Cuenca Díaz, quien una vez cumplida con éxito la misión le pidió al senador Figueroa que lo recomendara con el presidente Echeverría para llegar a la gubernatura de Baja California.
Fechado el 10 de septiembre de 1974, el documento dice textualmente:
Licenciado Luis Echeverría Álvarez,
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos
Los Pinos, D.F.
Me permito hacer del superior conocimiento de usted que la Comandancia de la 27/a Zona Militar ( al mando del general de Brigada Eliseo Jiménez Ruiz) informo a esta Secretaría lo siguiente:
…ayer (8 de septiembre de 1974) a las 18:30 horas, durante el encuentro sostenido por elementos de este mando territorial con la gavilla de Lucio Cabañas, resultaron siete gavilleros muertos; se recupero un fusil, ametrallador ligero, y se recogió (sic) una carabina M-1, tres escopetas de diferentes calibres y dos rifles Cal. 22: personal militar sin novedad.
En el reconocimiento efectuado al área donde se rescató al senador Rubén Figueroa, se localizaron dieciséis gavilleros muertos; el personal destacado en la región continúa el rastrilleo con objeto de localizar al resto de la gavilla, efectuando varios desplazamientos de personal, con el fin de hacer más efectiva la intercepción de los maleantes que traten de abandonar el área…
Ordené al citado Mando Territorial continúe las operaciones hasta lograr la captura o exterminio del resto de los gavilleros, informando a esta Secretaría sobre el particular.
Copias del oficio 48627, firmado pro Cuenca Díaz, fueron dirigidas a los jedes de las secciones Segunda y Tercera del Estado Mayor de la Defensa Nacional.
Destrucción Total
Un informe de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) daba cuenta también del ambiente social que prevalecía en Guerrero en aquella época: Según el documento, el partido de los Pobres logró lo que ninguna organización de ese tipo había conseguido: unificar a los grupos clandestinos de izquierda y formar círculos de estudio que se encargaron de politizar a los sectores magisterial, estudiantil y campesino.
Agrega que también contaba con redes de información, abastecimiento y protección dentro de las áreas rural y urbana y que, en su primera fase, se dedicó a extorsionar a particulares, asaltar instituciones bancarias y cometer secuestros en el municipio de Atoyac.
Prosigue el informe de la DFS:
El armamento con que cuentan lo han ido mejorando progresivamente, por medio del producto obtenido durante sus actividades. Poseen armas de tipo automático y de alto poder, parte de las cuales obtuvieron al emboscar al persona del 50 Batallón de Infantería.
En la parte final, el informe de la Federal de Seguridad sugería al alto mando que para contrarrestar al grupo subversivo era necesario emplear las mismas técnicas que ellos, utilizando fuerzas de golpeo que, en forma clandestina, actúen directamente contra los miembros ya identificados y ubicados, para quebrantarlos moral y materialmente hasta lograr su destrucción.
La Femospp encontró en el AGN un plan de acción militar que puso en marcha la comandancia de la 27 Zona Militar, con sede en Acapulco, por instrucciones de Cuenca Díaz. El objetivo era, por un lado, congraciarse con la población civil en Guerrero, especialmente con aquella que habitaba en la zona rural y, por el otro, capturar a Lucio Cabañas y a sus seguidores.
Fechado en septiembre, el programa tenía por objeto:
- Crear o fortalecer en su caso, lazos de amistad, simpatía y adhesión del pueblo guerrerense, en particular de los moradores de la sierra de Atoyac.
- Tratar de que desaparézcanla impresión y las actitudes negativas de la población civil, las cuales han sido originadas inevitablemente, y como resultado de las investigaciones y detenciones realizadas con motivo de los hechos ocurridos los días 25 de junio y 23 de agosto del año en curso, así como también contrarrestar la propaganda aviesa de la prensa local que pretende hacer creer que el ejercito golpea, maltrata y usa procedimientos ilegales en contra del campesinado ( Algo en lo cual la prensa tenía toda la razón).
- Reafirmar la imagen noble del soldado y presentarla ante la opinión pública, a efecto de acrecentar los sentimientos de admiración, respeto y simpatía que, tradicionalmente, las Fuerzas Armadas han tenido con la población civil.
- Evitar en lo posible la detención de personas que no formen parte del núcleo o grupo principal de V.M. (Lucio Cabañas).
- Instruir y orientar al soldado sobre el trato y las relaciones que debe tener con los pobladores, con el propósito de borra la impresión de que el Ejército es una fuerza represiva del gobierno y hacer ver a dichas personas que las tropas permanecerán en as sierras en tareas de vigilancia.
El punto dos del plan de acción del Ejército establecía que los gobiernos federal y estatal tenían el firme propósito de determinar con los motivos de descontento de los campesinos y habitantes de las regiones aledañas a la 27 Zona Militar, "particularmente para (que) éstos no se dejen engañar por grupos de malhechores que, aprovechándose de la ignorancia y pobreza de la gente, obligan por la fuerza y por la violencia a realizar diversos hechos delictivos".
De acuerdo con la estrategia diseñada por la Sedena, los elementos de la 27 Zona Militar, deberían "proseguir con la búsqueda de información, así como con los operativos militares para capturar y exterminar a Lucio Cabañas y el grupo de maleantes que lo acompaña".
Además, el alto mando recomendó extremar las medidas de seguridad en las matrices y partidas militares para evitar ser sorprendidos y actuar con "seguridad y firmeza" en caso de un ataque a alguna instalación militar, agrupamientos en campaña o convoyes de vehículos militares que tengan la necesidad de desplazarse sobre carreteras y caminos.
El último punto de la estrategia militar recomendaba especial mente que se difundiera, sobre todo en la zona rural, información en el sentido de que el Ejército no estaba al servicio de los ricos, sino del pueblo y del gobierno.
Desde ese entonces, las Fuerzas Armadas tenían bien identificados a Lucio Cabañas y a sus seguidores. El plan de acción en la sierra de Guerrero incluye los nombres de 43 miembros del grupo, entre quines se encuentran: Enrique Velásquez Fuentes, Isidro Castro Fuentes, Agustín Álvarez Ríos, Enrique V. Fierro, Gabriel Fierro, Israel Chávez, Félix y Agustín Cabañas Ocampo, Ana María Trujillo y Crispín Silva.
También contiene declaraciones de algunos campesinos detenidos por formar parte, presuntamente, del grupo de Lucio Cabañas, uno de los cuales reveló que entre las personas que pensaban secuestrar se encontraban el tesorero municipal, Alfonso Nogueda Ludwig, Emilio Azcárraga Milmo y el senador Germán Corona del Rosal.
Lucio Cabañas murió el 2 de diciembre de 1974 durante un enfrentamiento con el Ejército en la región de El Ototal, municipio de Tecpan de Galeana.
De todo eso, fue permanentemente informado el entonces presidente Luis Echeverría, según se desprende de las evidencias documentales en poder de la Femospp.
LA RESPONSABILIDAD DE MIGUEL NAZAR HARO EN LA GUERRA SUCIA
Miguel Nazar Haro encierra en sus manos y en su memoria una época marcada por la guerra interna entre el Estado y la guerrilla. Nazar, el policía frío y eficaz que se consideraba a sí mismo como un soldado de la nación, ganó esa batalla, pero lo hizo con el máximo de violencia e impunidad
Quien nunca ha oído hablar de Miguel Nazar Haro jamás podría imaginar que este hombre de baja estatura, muy delgado, cariñoso abuelo de 78 años, tiene en el equipaje de su vida los secretos de muchos de los episodios que construyeron el México del final del siglo XX. Él ideó, fundó y organizó lo que se conoció como la Brigada Blanca, un conglomerado de policías que combatió a las guerrillas. Él refinó los sistemas de espionaje, de inteligencia y contrainteligencia en la Dirección Federal de Seguridad, de la que fue segundo en comando en la agonía del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, y la encabezó en el de José López Portillo. También fue el enlace con todos los servicios de inteligencia que operaban en México durante la Guerra Fría, aliándose a la CIA y enfrentando sutilmente a la KGB, neutralizando movimientos armados extranjeros y coleccionando casos solucionados de secuestros y asesinatos de los empresarios y políticos más importantes de la época. Son los años de la llamada guerra sucia, cuando Miguel Nazar Haro organiza la Brigada Blanca. "Era una brigada especial", recuerda. "Lo de blanca viene porque los agentes habían visto que la Liga 23 de Septiembre tenía una Brigada Roja y le pusieron el nombre de blanca. Nada más." La Brigada Especial nació de la confusión entre policías de diversas corporaciones que acudían a donde se realizaban asaltos bancarios o secuestros y se estaban dando enfrentamientos entre ellos. Entonces dice, "¿cómo íbamos a poder combatir la delincuencia organizada con una bandera política? Pues haciendo una brigada especial".
No hay nada peor que la impunidad. Un crimen que queda sin castigo es un aliciente permanente para la comisión de nuevos crímenes. Por ello es tan importante que el Estado cumpla con su cometido fundamental de punir las violaciones a la ley.
Por otra parte, no hay peor crimen que el que comete el propio Estado. Al criminal común y corriente se le debe castigar por sus trasgresiones debido al mal que le ocasiona a la sociedad.
Pero cuando es el Estado –o un funcionario gubernamental en lo individual-el que viola las leyes, las consecuencias son peores y el castigo debe ser por lo tanto mayor.
Por estas razones no puedo más que sentir alegría por el hecho de que el Estado mexicano esté tomando medidas para castigar a los presuntos responsables de la "Guerra Sucia" de los años sesenta y setenta. Hay motivos para celebrar el hecho de que se haya detenido a Miguel Nazar Haro y se haya girado una orden de aprehensión en contra de Luis de la Barreda Moreno, ambos ex directores de la Dirección Federal de Seguridad. La acusación, por supuesto, no comprueba la culpabilidad, por lo que los acusados deben tener la posibilidad de defenderse, pero hay un alivio en ver que una serie de viejos crímenes pueden ser ahora castigados.
Y, sin embargo, debo confesar que detrás de esta alegría se esconden algunos sentimientos encontrados. Después de todo, más que una búsqueda de la justicia, lo que parece haber detrás de las acusaciones es una persecución política. El motivo principal de la inquietud que siento en este caso es la inequidad con la que se persigue a unos y se deja en paz a otros. No me cabe duda de que las autoridades que persiguieron a los guerrilleros o presuntos terroristas de los años setenta cometieron abusos y crímenes imperdonables.
La decisión de la Suprema Corte de Justicia de que los presuntos delitos de privación ilegal de la libertad cometidos por esos funcionarios no prescriben resulta igualmente inquietante. Hay buenas razones para oponerse en general a la prescripción de los crímenes: si alguien ha privado de la vida a una persona, no entiendo por qué deba quedar exento de acción legal sólo porque han transcurrido 30 años del hecho.
La víctima de un homicidio no tiene forma de recuperar la vida que se le ha arrancado. Pero lo que es inaceptable es que la prescripción se aplique en todos los crímenes excepto los políticos. Lo paradójico de la decisión sobre la no prescripción del delito de privación ilegal de la libertad en este caso es que si alguien ofrece una prueba de que las víctimas de la Guerra Sucia fueron asesinadas en algún momento después de su secuestro, la acusación prescribiría de manera automática. En cambio, si el homicidio no quedó documentado, o si alguna de las víctimas quedó en libertad y se reincorporó a los movimientos clandestinos en que ya militaba, la acusación se mantiene de manera indefinida.
Hay razones para albergar sentimientos encontrados sobre las acusaciones en torno a la guerra sucia. Por una parte, puede uno sentirse satisfecho de que por primera vez se estén llevando a cabo investigaciones serias sobre el tema y de que las acciones legales que se están emprendiendo lancen el mensaje de que ya no se garantiza la impunidad, por lo menos no en el caso de los crímenes cometidos en representación del Estado. Pero no por eso podemos cerrar los ojos ante el hecho de que más que un acto de justicia estamos presenciando una persecución política.
Podemos decir, que en el periodo llamado "Guerra Sucia", en el cual se dieron movimientos armados y políticos de izquierda en el Estado de Guerrero, a consecuencia de la miseria y la marginación de la cual eran victimas los campesinos, se violaron de forma cruel y tajante los Derechos Humanos. Y al asegurar que se violaron estos derechos, no solamente me refiero a las torturas, homicidios y desapariciones (seguramente homicidios también) de las cuales eran victimas los guerrilleros y los lideres de izquierda; sino que también, los campesinos que habitaban las regiones cercanas a las zonas de acción guerrillera, que sufrían de homicidios, saqueos y violaciones.
Y, al referirme a violación de derecho humanos, no solamente me refiero a las acciones ilícitas ejercidas por el Estado Mexicano y todo su sistema armado. También algunos de los guerrilleros violentaron los Derechos Humanos de los campesinos, pero esto se dio en menor medida, en lo que si lo hicieron fue en privar de la libertad a personas como Senadores y Empresarios importantes del Estado de Guerrero.
Así es como concluyo que mi hipótesis tenía razón en gran medida, y ahora aseguro que: "En el periodo llamado Guerra Sucia, se violaron los Derechos Fundamentales de los grupos armados y políticos de izquierda por parte del Ejercito Mexicano, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaria de Seguridad Federal, La Policía del Estado y la Policía Motorizada"
1.- ¿Sabe usted que fue la "guerra sucia" en el estado de Guerrero?
Si | 33 |
Muy poco | 10 |
No | 7 |
2.-¿Ha escuchado alguna vez el nombre de Genaro Vázquez Rojas?
Si | 10 |
Muy poco | 13 |
No | 27 |
3.- ¿ Sabe usted quien fue Lucio Cabañas?
Si | 28 |
Muy poco | 13 |
No | 9 |
4.- Considera usted que la "guerra sucia" ha dejado consecuencias aun en nuestro tiempo.
Si | 8 |
No se | 36 |
No | 6 |
5.- ¿Conoce las anomalías que se presentaron en materia de Derecho Humanos en el gobierno de Rubén Figueroa Figueroa?
Si | 12 |
Muy poco | 25 |
No | 13 |
6.-¿En el periodo de gobierno de Rubén Figueroa Figueroa se violaron los Derechos Humanos?
Si | 48 |
Muy poco | 2 |
No | 0 |
7.-¿Cree usted que en el Estado de Guerrero se da la marginación y la pobreza?
Si | 50 |
Muy poco | 0 |
No | 0 |
8.-¿Piensa usted que la lucha armada sea la solución para dar respuesta a los problemas de pobreza y marginación?
Si | 2 |
No lo creo | 4 |
No | 44 |
9.-¿Cree usted que deben de ser castigados los principales autores de la "guerra sucia" en el Estado de Guerrero?
Si | 37 |
No lo creo | 9 |
No | 4 |
10.- ¿Ha escuchado hablar últimamente de la "guerra sucia en los medios de comunicación"?
Si | 35 |
Muy poco | 12 |
No | 3 |
PROCESO, No 1421, 25 de enero de 2004, México D.F.
AUTOR
Pedro Joel Pérez Castañeda
Localidad: Acapulco, Guerrero, México
Estudios: Actualmente 7º Semestre de la Licenciatura en Derecho de la Universidad Loyola del Pacífico
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