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Superación metodológica del profesor a tiempo parcial en el modelo pedagógico semipresencial


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Desarrollo
  4. Organización de la superación
  5. Conclusiones
  6. Bibliografía

Resumen

En momentos en que las prerrogativas pedagógicas refrendan el ideal de la integralidad en la formación del egresado de la nueva universidad cubana, la problemática de formar un profesional competente emerge como reto para los docentes. Lo anterior revela la necesidad de superación de los profesores para el logro de la competencia profesional.

En este trabajo se presenta una parte de los resultados de la una investigación realizada en la Filial Universitaria de Remedios, presentada como tesis de maestría de uno de los autores de la ponencia.

Especial atención merece la superación de los profesores a tiempo parcial en el modelo pedagógico de la universalización de la Educación Superior, donde la mayor parte de los docentes son profesionales de experiencia y con buen dominio de los conocimientos de sus especialidades, pero que tienen necesidades pedagógicas, para lo que se diseñó un curso para la elevación del desarrollo de habilidades profesional de los profesores. La propuesta se considera útil, novedosa y factible de aplicar. Se lograron resultados positivos, alcanzados en los indicadores determinados para la investigación.

De los tres pilares de la educación: saber (conocimientos diversos), saber hacer (habilidades, hábitos, destrezas y capacidades) y saber ser (valores y actitudes) se presta la atención en el desarrollo de habilidades, pues es precisamente habilidades profesionales básicas de lo que más necesita docente. La clasificación de habilidades básicas del profesor asumida puede resultar un tanto polémica.

Palabras claves: superación profesional, competencias profesionales, habilidades, modelo pedagógico, modelo semipresencial,

Introducción

En los últimos años ha sido significativo el pronunciamiento de las máximas autoridades educativas, organismos e instituciones internacionales de todos los subsistemas, alrededor de la necesidad de introducir un cambio en la concepción de la vieja y tradicional Universidad, de modo que la Educación Superior corresponda a los notables e intensos cambios de la sociedad, denominada sociedad del conocimiento y sociedad global. Así, con diferentes matices y adecuaciones contextuales, se han proclamado declaraciones de principios que figuran como plataformas o documentos básicos para la proyección de la práctica educativa contemporánea.

El presente siglo impone un proceso de aprendizaje, donde tiene un papel decisivo la iniciativa humana, la cuestión tecnológica y la voluntad política. Este proceso comprende la adquisición práctica de nuevas metodologías, nuevas destrezas, nuevas aptitudes y nuevos valores los que son necesarios para vivir en un mundo en constante cambio. En consonancia con (Collazo, B 1992), el aprendizaje es el proceso a través del cual el hombre se prepara para hacer frente a nuevas situaciones. Puede producirse consciente e incluso inconscientemente, por lo general tras experimentar situaciones de la vida real, aun cuando también pueden inducir a él situaciones simuladas en un mundo globalizado, neoliberal y totalmente unipolar. Sin embargo, no todos los países aceptan el modelo neoliberal, y se construyen modelos educativos diferentes.

Cuba en particular, en medio de numerosas dificultades y contradicciones que afectan las esferas de la vida social, enfrascada en un intenso proceso de búsqueda de caminos y soluciones a los problemas que plantea la construcción de una sociedad mejor, necesita una concepción científica propia, acerca del modo de educar a las nuevas generaciones, que esté acorde con lo más avanzado de la ciencia mundial, con las mejores tradiciones históricas y culturales y sobre todo, con las posibilidades y exigencias actuales de la sociedad cubana.

Dicho prototipo de hombre nuevo, desde la perspectiva de la enseñanza universitaria, presupone no solamente un profesional altamente capacitado en su rama específica, sino también implica la asunción de valores consustanciales con la naturaleza del proceso socialista, lo que pasa necesariamente por la conformación de una cultura general integral que se revierta en actitudes conscientes a favor del perfeccionamiento de la obra revolucionaria.

Con la intención de elevar el desarrollo personal y profesional de todos los miembros de la sociedad, en Cuba se emprende una Revolución Educacional a la misma altura de las posibilidades de desarrollo de otros países más avanzados. Para ello, hoy se introducen en la práctica educativa Programas de la Revolución que se dirigen al perfeccionamiento continuo del Sistema Nacional de Educación. En la literatura científica existen diversos autores que han abordado la temática en cuestión, entre ellos se encuentran Silvestre M, (1980), Reinoso, C. González, A. M (1980). Pupo R, (1992), C. Álvarez, (1999), y en el contexto internacional desde Vigosky (1966), Petrovsky (1978) y David Ausubel (1983), entre otros.

En relación con el tema de la formación profesional, en el mundo existe una tendencia actual: la aplicación del método de formación por competencias laborales, lo que implica desarrollo de habilidades, conocimientos y valores que logren un especialista más competente.

Desde el contexto cubano, la adecuada formación del personal docente ha sido considerada como un factor privilegiado para incidir en la calidad de la educación, es por eso que entre los desafíos actuales, la superación profesional de los educadores se erige como un problema esencial. De su solución depende en gran medida el enfrentamiento ante las problemáticas, centralizacióndescentralización, pasividad -calidad y unidad – diversidad y todo esto bajo una nueva forma de concebir el desarrollo educativo: la Universalización de la Educación Superior.

El Reglamento para el trabajo Docente y metodológico en la Educación Superior deja establecido el modelo semipresencial como modelo pedagógico de la universalización, señala las características del mismo y plantea en uno de sus artículos: "El profesor es el responsable fundamental de que la asignatura que imparte posea la calidad requerida, desarrollando una labor educativa desde la instrucción. Para ello debe poseer una adecuada preparación pedagógica y dominar los contenidos de la asignatura; así como orientar, controlar y evaluar a los estudiantes para lograr un adecuado dominio de dichos contenidos, en correspondencia con los objetivos generales de la asignatura, contribuyendo así a su formación integral"[1].

En el nuevo escenario de la municipalización[2]la Universidad enfrenta el reto: formar un "mejor hombre", con capacidad de aprendizaje y un saber utilizable, es decir, formar un profesional con una alta escala de valores y preparado para enfrentar los desafíos que impone el vertiginoso desarrollo tecnológico actual, un profesional con las competencias para desempeñarse con éxito en la actividad laboral.

En el Reglamento de Posgrado se expone: "La calidad de la educación posgraduada en Cuba se concibe como la integración de la pertinencia social y la excelencia académica".[3]

No solo basta con preparar al profesor para la solución de problemas profesionales específicos, es necesario partir de una dirección de la superación profesional que propicie una apropiación activa y creadora de la cultura y dote a los docentes de herramientas para pensar y actuar, que devengan en un autoperfeccionamiento continuo en el contexto de sus relaciones sociales, ello constituye un desafío para la didáctica del posgrado.

Los problemas profesionales pedagógicos han de constituir punto de partida para el perfeccionamiento de los sistemas de superación y en este proceso se deben crear y consolidar las competencias para el desempeño profesional de los docentes.

El presente trabajo es el resultado de una investigación desarrollada en la carrera de Agronomía de la Filial Universitaria Municipal (FUM) de Remedios, donde los profesores en su mayoría, son profesionales con experiencia laboral, vinculados a la producción, pero con necesidades de formación metodológica. Es por ello que al enfrentar la nueva tarea como docentes sea necesario el desarrollo de competencias profesionales básicas.

En el desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje el profesor requiere de reflexión y de dirección para alcanzar los objetivos que se proponen y requiere de un conjunto de procedimiento y normas destinados a dirigir el aprendizaje del modo más eficiente.

Esto explica el porqué se consideran estas competencias, básicas para la dirección exitosa del proceso de formación de un profesional competente.

El papel del docente se va convirtiendo de dirigente inmediato del proceso en mediático, facilitador, orientador, consejero, por lo que requiere del desarrollo de habilidades básicas que le permitan enfrentar el nuevo reto.

"Las Acciones Estratégicas deben encaminarse al desarrollo de la habilidad pedagógica profesional en los docentes de la Educación Superior, lo que les permitirá dominar los métodos y procedimientos de la enseñanza y la educación, basados en la utilización consciente de los conocimientos pedagógicos y metodológicos".[4]

Para alcanzar altos resultados en la labor educativa en la clase es vital el dominio por los docentes de la Educación Superior, de habilidades pedagógicas. El punto de partida tiene que ser la necesaria preparación y capacitación docente y científico-metodológica de los profesores, a través de las diferentes modalidades de superación técnica y profesional, incluyendo la autogestión del conocimiento.

De los componentes de la competencia docente (conocimiento, habilidades, destrezas, actitudes) en este trabajo se centra la atención en el desarrollo de las habilidades, pues se considera que es en el desarrollo de habilidades docentes donde se encuentran las mayores necesidades del profesor a tiempo parcial.

El trabajo tiene el objetivo exponer algunas ideas sobre las competencias profesionales básicas del profesor en el modelo pedagógico semipresencial y cómo contribuir al desarrollo de estas competencias en los profesores a tiempo parcial.

Desarrollo

La superación profesional en Cuba se rige por el Reglamento de la Educación de Posgrado del Ministerio de Educación Superior (MES). Este en su artículo 1 plantea: "La educación de posgrado es una de las principales direcciones de trabajo de la Educación Superior en Cuba y el nivel más alto del sistema de Educación Superior, dirigido a promover la educación permanente de los graduados universitarios. En la educación de posgrado concurren uno o más procesos formativos y de desarrollo, no solo de enseñanza aprendizaje, sino de investigación, innovación, creación artística y otros, articulados armónicamente en una propuesta docente educativa pertinente a este nivel".[5]

En el propio documento se expone que la superación profesional "…es aquel subsistema del posgrado, relacionado con la formación permanente y actualización de los graduados, mientras que la formación académica se relaciona con la educación postgraduada para el logro de una competencia profesional elevada y avanzada capacidad para la investigación y la innovación. Mientras la superación profesional adopta formas organizativas como el curso, entrenamiento, diplomado y otras que las complementan como autopreparación, conferencia especializada, seminario, taller y debate; la formación académica se encarga de otras formas organizativas como la especialidad de posgrado, maestrías y doctorados"[6].

Se hace necesario entonces, detenerse en la primera de estas direcciones, la superación profesional, por constituir esta el objeto de investigación, resultando de importancia el análisis de su esencia y características.

La superación como proceso continuo dirigido al mejoramiento profesional y humano debe responder a las transformaciones que se requieren en la conducta, los conocimientos, las habilidades y cualidades profesionales de maestros y profesores.

En la actualidad es necesario enfocar la superación profesional en la elevación de la competencia y el desempeño del profesional, que dé respuesta a las propias necesidades del docente en el contexto de la actividad fundamental que realiza y a las del sistema educativo. Se aspira a un profesional cada vez mejor preparado para enfrentar los avances tecnológicos actuales, capaz de reflexionar sobre su práctica y transformarla, lo cual convierte a su propia escuela en un elemento dinámico en el sistema de superación.

El conocimiento de las problemáticas que surgen en el proceso docente educativo y el encuentro de las vías de solución, su aplicación y validación son tareas que se deben compulsar mediante la superación diferenciada que lo estimule al logro de resultados superiores.

En la monografía "Currículo Flexible", la Dra. Ruiz Iglesias ofrece una interesante reflexión, al declarar:

"La nueva práctica educativa universitaria, no puede centrarse en indicarle al alumno lo que tiene que hacer, sino en crear las condiciones para que el individuo haga por sí mismo, en generar procesos desarrolladores donde la autonomía en el aprendizaje sea el centro de atención, donde se conjugue el desempeño a partir de un papel activo y autorregulado en la gestión y construcción del conocimiento, así como en sus posibles cuestionamientos, aplicaciones y transferencias en función de lo que demanda y exige su vida personal, social y su práctica profesional". [7]

Al respecto, la mayoría de la bibliografía actual consultada coincide con el Dr. Pere Marqués Graells en que "…hoy en día el papel de los formadores no es tanto "enseñar" (explicar-examinar) unos conocimientos que tendrán una vigencia limitada y estarán siempre accesibles, como ayudar a los estudiantes a "aprender a aprender" de manera autónoma en esta cultura del cambio y promover su desarrollo cognitivo y personal mediante actividades críticas y aplicativas que, aprovechando la inmensa información disponible y las potentes herramientas TIC, tengan en cuenta sus características (formación centrada en el alumno) y les exijan un procesamiento activo e interdisciplinario de la información para que construyan su propio conocimiento y no se limiten a realizar una simple recepción pasiva-memorización de la información.[8]

Dicha labor demanda un claustro capaz y numeroso para enfrentar el proceso docente educativo en todo el país. De ahí que convertir a Cuba en una gran Universidad implica que todo profesional debe ser, potencialmente, un profesor universitario, pero además de cantidad, es necesario garantizar la calidad pedagógica en dicho claustro.

Al respecto, el Centro Regional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (CRESALC), destaca como elemento fundamental para el mejoramiento de la Educación Superior: "Construir la calidad de la docencia fundamentalmente sobre la base de la superación pedagógica del profesorado y de la concepción de una formación integrada en el diseño y desarrollo de los currículos, con la finalidad que puedan egresar graduados creativos, reflexivos, polifuncionales y emprendedores, en el marco de sistemas de formación avanzada, continua, abierta y crítica, donde el alumno asuma su calidad de sujeto activo, protagonista de su propio aprendizaje y gestor de su proyecto de vida". [9]

Esta nueva concepción de la docencia universitaria ha conllevado a que en la actualidad la superación del profesor tenga que desempeñar un nuevo rol.

Por lo tanto, la superación de los profesionales, que asumen la tarea de la docencia en la nueva universidad no se puede limitar a la superación científico-técnica, sino que requiere de superación científico metodológica, que contribuya a su formación metodológica y le permita alcanzar resultados docentes educativos satisfactorios.

Este aumento de nuevos profesores convierte su superación continua en una prioridad, con el fin de salvaguardar la calidad alcanzada en la docencia, la investigación y la extensión universitaria. En este proceso es importante considerar los saberes, vivencias, experiencias, tradiciones y valores del profesorado cubano, que han posibilitado la obtención de innegables éxitos en la formación de profesionales.

Es importante gestionar la superación y promover el tránsito de los profesores a tiempo parcial por las diferentes categorías docentes a través de la superación pedagógica, de la especializada, la investigativa, en el dominio de los problemas sociales de la ciencia, la tecnología y la sociedad, en la lenguas extranjeras, en el eficiente empleo de las tecnologías de la información y las comunicaciones, y otros aspectos de índole cultural. Este inmenso contingente de profesores a tiempo parcial son profesionales de las distintas especialidades, incluyendo las no pedagógicas, con experiencia laboral, que imparten las diferentes asignaturas de cada una de las carreras y que desarrollan, además, todos los procesos sustantivos de la universidad. Esto por sí solo constituye un argumento suficiente de la necesidad vital de superación pedagógica del nuevo claustro. En esta dirección se destacan diferentes investigaciones dirigidas a diseñar estrategias de superación pedagógica para los docentes en condiciones de universalización de la Educación superior. (Entre otras: MES, 2005; Calderón).

En correspondencia con el criterio del Dr. Perdomo Vázquez, la Dra. Ruiz Iglesias, Dr. Horruitiner Silva y otros, el papel del profesor se diversifica, y cambia de trasmisor y único evaluador, que decide el qué y el cómo del proceso, a un papel de planeador y diseñador, facilitador y guía, que comparte las decisiones del proceso.

En tal sentido el Dr. Reymond plantea: "…las exigencias de la formación profesional determinan que la estrategia de intervención de los docentes no se circunscriba a los conocimientos en sí, sino en cómo preparar a los alumnos para que de forma independiente puedan acceder a estos conocimientos a través de procederes que le permitan desarrollar sus capacidades para aprender a aprender y aplicar lo aprendido". [10]

Diferentes autores consideran la capacidad de aprender a aprender entre los requerimientos básicos para el desempeño de cualquier profesión.

Aprender a aprender, según Ruiz Iglesias (2000), es una tendencia educativa encaminada a favorecer que los individuos tengan acceso de forma cada vez más autónoma al conocimiento creciente, definiendo como dimensiones: aprender a estudiar, a leer para aprender y a pensar.

El trabajo del docente se dirige al logro de la independencia cognoscitiva de los estudiantes, a desarrollar su capacidad de autoaprendizaje. "El concepto que estructura la independencia cognoscitiva del estudiante en la Educación Superior Cubana es el de trabajo independiente. Se entiende como tal, a un sistema de organización de las condiciones pedagógicas, que garantiza la dirección del aprendizaje de los alumnos, individualmente o en colectivo, tanto por tareas asignadas como por deseo propio, sin la participación ni ayuda directa del profesor.

La Educación Superior debe lograr desarrollar en el estudiante la capacidad de aprender, es decir, la tarea de la universidad no consiste en dar una gran cantidad de conocimientos sino enseñar al alumno a pensar, a orientarse independientemente. Para ello es necesario organizar una enseñanza que impulse el desarrollo de esta capacidad, que el estudiante de sujeto pasivo se convierta en el centro del proceso de aprendizaje".[11]

Precisamente la necesidad de trascender de una concepción de aprendizaje que ocurre esencialmente en el aula y a partir de la disertación del profesor, por otra donde el aprendizaje se centra en el autoestudio y la realización de forma independiente de las actividades, con las mediaciones de los medios de enseñanza y los niveles de ayudas pedagógicas de los profesores, reclama la organización del proceso de enseñanza aprendizaje de forma tal que tenga en cuenta el desarrollo de habilidades en el estudiante para autogestionar su aprendizaje.

La Dra. Ruiz Iglesias, el Dr. Perdomo y otros autores, reconocen que la pedagogía actual necesita encontrar métodos capaces de permitir a los estudiantes asumir una posición más activa y consciente en el proceso de asimilación de conocimientos. Se insiste en la necesidad de lograr que los estudiantes, además de los conocimientos básicos necesarios, desarrollen habilidades que contribuyan a la obtención y el análisis de nuevos conocimientos por sí solos, que puedan resolver de forma correcta no solo las tareas escolares, sino los problemas que la propia vida les hace enfrentar.

El punto de partida tiene que ser la necesaria preparación y capacitación metodológica y científica metodológica de los profesores en las particularidades de la modalidad semipresencial, a través de las diferentes modalidades de superación técnica y profesional existentes y a través de la autogestión y la autoformación. La Dra. Ruiz Iglesias (2005) reconoce que la formación permanente de los profesores a tiempo parcial que se desempeñan en el proceso de universalización de la Educación Superior tiene que concebirse como un proceso a través del cual se propicie la revisión y la renovación de conocimientos, actitudes y habilidades, y esto debe perfilarse en el perfeccionamiento y transformación hacia la mejora, donde se integren acciones de actualización, capacitación, superación profesional y superación posgraduada.

La misión de los docentes en el modelo pedagógico semipresencial no se limita a trasmitir conocimientos en sí, sino la de dirigir la gestión del aprendizaje y trazar acciones intencionales y conscientes en función de la autonomía del estudiante en la búsqueda del conocimiento, en preparar a los alumnos para que de forma independiente puedan acceder a los conocimientos, a desarrollar sus capacidades para aprender a aprender y aplicar lo aprendido, es decir, enseñar al estudiante a aprender.

En correspondencia a las tareas del profesor se consideran competencias básicas: las competencias pedagógico-didácticas y las competencias estratégicas.

No se trata solo de competencias pedagógico-didácticas, sino que el profesor necesita trazar otras estrategias, por lo que se considera que es necesario desarrollar competencia estratégica que le permitan.

En las diferentes definiciones de competencia profesional consultadas por los autores se encuentran tres pilares de la educación: saber (conocimientos diversos), saber hacer (habilidades, hábitos, destrezas y capacidades) y saber ser (valores y actitudes) que le permiten al sujeto saber estar y conducirse en un ambiente socio profesional y humano acorde a las características y exigencias de las diferentes situaciones profesionales que enfrenta relativas al entorno de trabajo.

Desde el punto de vista formativo, Fuentes, H. (2005), plantea que las competencias se alcanzan si se trabajan de forma interrelacionada los núcleos de conocimientos, las habilidades generalizadas y los valores profesionales.

En correspondencia con el análisis de varias definiciones, enfoques y tomando como punto de partida el planteamiento anterior, se valora, que la competencia profesional abarca las cualidades requeridas para el ejercicio de una actividad profesional eficiente y creativa, y estas son el resultado de la integración de un sistema de conocimientos, habilidades y valores, considerado necesario para el pleno desempeño de la profesión.

De los componentes de las competencias profesionales del docente las mayores carencias de los profesores a tiempo parcial están en las habilidades, pues existe dominio de los conocimientos y valores, por lo que es necesaria la formación y desarrollo de habilidades profesionales básicas en los docentes y la, para dirigir con éxitos la gestión del aprendizaje y trazar acciones intencionales y conscientes en función de la autonomía del estudiante en la búsqueda del conocimiento, teniendo en cuenta la diversidad de los educandos en cuanto a los intereses, necesidades, motivaciones, influencia de factores sociales, personales, ritmos de aprendizaje, sentimientos, actitudes y valores entre otros aspectos esenciales.

La atención en el presente trabajo, por lo tanto, se centra en la formación y desarrollo de habilidades profesionales básicas y en la integración de los diferentes componentes de las competencias profesionales del docente.

La formación es definida por López Gutiérrez como la…"preparación del hombre para el puesto, buscando su mayor eficiencia y eficacia". [12]

Según el propio López Gutiérrez esta preparación se caracteriza por ser una:

  • Actividad a corto plazo.

  • Ayuda a la gente a realizar mejor su trabajo.

  • Es una estrategia para sacar algo adelante.

  • Crea especialistas calificados.

  • Debe ser descentralizada, por cuanto el jefe inmediato es quien conoce mejor sus necesidades.

Ante la interrogante de cómo dirigir el proceso de formación y desarrollo de habilidades, Montes de Oca Recio y Machado Ramírez argumentan, que para que los estudiantes alcancen un nivel consciente de dominio de una acción determinada, es preciso que el docente planifique y organice el proceso teniendo en cuenta que su ejecución debe tener como uno de los resultados el desarrollo de la habilidad en los educandos.

El proceso docente-educativo no debe transcurrir de manera espontánea; por el contrario, ha de seguir un plan didáctico coherente, adecuado y controlado de acuerdo con las circunstancias, con tareas específicas teniendo en cuenta las exigencias del desarrollo de las habilidades.

En el artículo "Didáctica para propiciar autonomía en el aprendizaje el Dr. Reymond destaca que la formación y desarrollo de hábitos y habilidades es una premisa necesaria para desarrollar las capacidades, el pensamiento, el lenguaje y las convicciones de los alumnos, aspectos de mucha importancia en la formación de un hombre autónomo, capaz de resolver los problemas, de transformar, de crear, libre de dogmatismos y con una mentalidad científica que le permita un mejor desempeño.

En la etapa actual de perfeccionamiento del sistema de Educación Superior se considera imprescindible desarrollar hábitos, habilidades y capacidades que garanticen a su vez la operatividad productiva de los conocimientos y que le posibiliten un mejor desempeño al estudiante.

La importancia de las habilidades en la actividad docente educativa está dada en la presencia de las mismas en el proceso de obtención de la información y asimilación de los conocimientos, en la aplicación, expresión y uso de los conocimientos, y en permitir apreciar la extensión y profundización de los conocimientos.

Las habilidades se forman y desarrollan estrechamente relacionadas unas con otras.

La competencia profesional abarca las cualidades requeridas para el ejercicio de una actividad profesional eficiente y creativa, son estas el resultado de la integración de un sistema de conocimientos, habilidades y valores, considerado necesario para el pleno desempeño de la profesión.

Para contribuir a la rápida y efectiva preparación de los docentes a tiempo parcial para enfrentar con éxito el proceso docente educativo se desarrolla un curso de superación metodológica, que contribuye a elevar la formación y desarrollo de habilidades profesionales básicas en los profesores a tiempo parciales.

Esta superación se concibe a partir de la autopreparación consciente de los docentes, utilizando las monografías básicas de la Dra. Magalys Ruiz Iglesias:

– La competencia estratégica de los profesores adjuntos al proceso de universalización.

– Los modelos pedagógicos de enseñanza-aprendizaje.

– El CD Proyecto JANO.

Esta propuesta de superación aborda aquellos aspectos básicos que se pueden aprender con más facilidad sobre la marcha del proceso docente. La superación es dirigida por el coordinador de carrera, haciendo hincapié en las habilidades o problemas vinculados directamente con la actividad docente. Solo así el profesor puede desarrollar sus habilidades y descubrir sus fortalezas y limitaciones.

Esos cambios progresivos y graduales requieren de niveles de ayuda, de mediación, de interacción y he aquí el propósito fundamental de esta propuesta de superación: propiciar un espacio de cooperación reflexiva sobre los modos de actuación que pueden contribuir a la concreción de las propuestas de cambio educativo. Las reflexiones aquí expuestas y las que puedan suscitarse en nuestros receptores forman parte de esos niveles de ayuda encaminados a la reconstrucción del conocimiento profesional con vista a fortalecer las competencias básicas como maestros.

Organización de la superación

En el desarrollo de la superación es necesario propiciar un aprendizaje participativo y basado en la experiencia práctica, o sea aprender por medio de la ejecución, la escenificación y simulación del trabajo, de ahí que la estructura de las actividades responda a la estructura de los encuentros presenciales con los alumnos incorporados al proceso de universalización:

  • Aclaración de dudas (comprobación de la auto-preparación).

  • Orientación del nuevo contenido.

  • Orientación del estudio independiente.

Las actividades presenciales deben proporcionar espacios de cooperación reflexiva para generar la comprensión informativa en torno al nuevo modelo educativo, de forma tal que el docente pueda interpretarlo y hacerlo suyo.

Si el profesor logra allanar este acápite en la actividad docente, transitará hacia el logro de una mayor autonomía en el aprendizaje de los alumnos.

La duración planificada es de un total de 192 horas, distribuidas en 26 horas de actividades presenciales (seis horas para el taller integrador) y 166 horas de estudio independiente.

Objetivo: Contribuir, a través del curso de superación metodológica, al mejoramiento de la preparación de los profesores a tiempo parcial para la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje, en las condiciones de la universalización de la Educación Superior de la carrera Agronomía en la FUM.

Actividad 1. Introducción al curso. Orientación del ejercicio a presentar en el taller integrador-final. Orientar los temas 1 y 2

Tema 1: Hitos más importantes por los que ha transitado la Educación: la escuela tradicional, la escuela moderna, las reformas educativas actuales.

Objetivo: 1. Analizar los diferentes momentos por los que ha transitado la educación en Cuba para una mejor comprensión el modo de actuación de los docentes para lograr el desarrollo de competencias en sus alumnos.

Tema 2: Los distintos modelos pedagógicos: Tradicional, Conductista, Cognitivo y Social-cognitivo.

Objetivo: 1. Analizar los diferentes tipos de modelos pedagógicos para la comprensión del modelo de la universalización de la Educación Superior.

Se debe puntualizar que para el proceso de universalización tienen especial importancia los dos últimos modelos (cognitivo y Social-cognitivo), que están insertados en las reformas educativas actuales, los que tienen carácter constructivista y un desarrollo progresivo y secuencial del estudiante. Por lo que se ajusta a las peculiaridades que posee el nuevo modelo y a las características sociales de Cuba.

Se orienta la actividad para el taller integrador-final, en el que se presentará la preparación de un sistema de acciones a desarrollar en un tema de la asignatura que imparte, donde se propongan diferentes estrategias pedagógico-didácticas para el logro de una mayor autonomía en el aprendizaje de sus estudiantes, teniendo en cuenta el diagnóstico real del grupo. Esta actividad permite evaluar el cumplimiento de los objetivos del curso de superación desarrollado.

Actividad 2. Tema 3. Los tipos de aprendizajes y estilos: cognitivo, psicomotor, afectivo, repetitivo, significativo.

Objetivo: 1. Analizar los diferentes tipos de aprendizaje para la comprensión de la importancia del aprendizaje significativo en la nueva universidad cubana.

Elaborar en equipo, un diagnóstico del grupo de estudiantes de la carrera de Agronomía, para obtener información, con vista a las acciones a trazar.

El diagnóstico se presenta en el próximo encuentro.

Actividad 3. Tema 4. La evaluación del aprendizaje. ¿Cómo lograr que la evaluación se convierta en un proceso de mejora para el aprendizaje?

Objetivo: 1. Profundizar en cómo se logra que la evaluación se convierta en un proceso de mejora para el aprendizaje, en las condiciones de la universalización.

2. Intercambiar con los profesores acerca del diagnóstico y su importancia para trazar estrategias pedagógico-didácticas que contribuyan al aprendizaje significativo de los estudiantes.

Se orienta la elaboración de un sistema evaluativo para un tema de la asignatura.

Actividad 4. Tema 5. Habilidades profesionales del docente.

Objetivo: 1 Socializar el tema de las habilidades profesionales del docente y la importancia de su formación y desarrollo en el proceso de enseñanza aprendizaje.

  • 2 Intercambiar con los cursistas acerca de los sistemas de evaluación por ellos elaborados, para lograr, que la evaluación se convierta en un proceso de mejora continua para el aprendizaje de los estudiantes.

Se orienta la preparación del tema 6: El logro de una mayor autonomía en el aprendizaje en los estudiantes. Este se desarrollará en la próxima actividad presencial, en forma de taller socializador.

Para el desarrollo del taller los docentes investigarán, cómo lograr que:

El alumno dosifique las acciones para el aprendizaje,

El alumno dosifique las acciones que le posibiliten solucionar problemas con el conocimiento que posee.

El alumno trace estrategias de aprendizaje centradas en leer, observar y comprender de manera independiente.

Durante el aprendizaje se alcance la autonomía y se evalúen aspectos de la personalidad, fundamentalmente aquellos que fortalecen lo afectivo, relacionado con el auto concepto y el auto estima.

Se conozcan los ritmos y estilos de aprendizaje para programar acciones encaminadas al mejoramiento de éste.

Actividad 5. Tema 6. El logro de una mayor autonomía en el aprendizaje en los estudiantes.

Objetivo: Analizar la de formar y desarrollar habilidades estratégicas que le permitan al profesor trazar estrategias para el logro la autonomía en el aprendizaje de los estudiantes

En esta actividad se debatirá sobre: ¿cómo lograr mayor autonomía en el aprendizaje de los alumnos?

Finalmente se puntualizará sobre el taller integrador.

Actividad 6. Taller integrador-final.

Objetivo: Demostrar la preparación para la elaboración de sistemas de acciones para el logro de autonomía de los estudiantes en el aprendizaje, en las condiciones de la universalización de la Educación Superior.

En el ejercicio integrador los profesores presentan la planificación de una actividad presencial tipo encuentro, en la que desarrollan un sistema de acciones para lograr autonomía en el aprendizaje de los alumnos demostrando los conocimientos adquiridos. El resto de los docentes aportarán sus criterios en la discusión, de manera que se logre un intercambio productivo para todos.

Conclusiones

1. El curso de superación presentado asume desde el punto de vista gnoseológico los principios de la filosofía marxista, desde el punto de vista psicológico el enfoque histórico cultural de Vigotsky y asume los principios establecidos en el orden teórico y metodológico para la superación profesional del docente en Cuba

2. La estrategia de formación del profesor a tiempo parcial debe estar dirigida a la formación y desarrollo de habilidades profesionales, que le permitan desarrollar en los estudiantes la independencia cognoscitiva, la capacidad de aprender a aprender, que sea capaz de resolver los problemas, de transformar, de crear, libre de dogmatismos y con una mentalidad científica que le permita un mejor desempeño profesional.

3. Las competencias pedagógico didácticas y las competencias estratégicas constituyen competencias profesionales básicas del docente.

Bibliografía

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2. -. El maestro facilitador del aprendizaje. Monografía. UCLV.2003. Santa Clara : Soporte digital, 2003.

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4. -. La competencia estratégica del docente para asumir el nuevo modelo pedagógico dentro del proceso de universalización. Monografía. . Santa Clara. Cuba. : Soperte Digital, 2003.

5. -. La Educación Avanzada. . Barcelona : Academia, 2001.

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7. Tejada, J. Acerca de las competencias profesionales. . [ En documento.] Barcelona : Universidad de Barcelona., 1999.

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21. La formación de hábitos y habilidades en el proceso docente-educativo. Valera, O. 20, La Habana, Cuba. : Ciencias Pedagógicas., jun 1989.

22. Lic. Medina Sánchez, Rodolfo y Lic. Zenén Martínez, Félix. "Habilidades rectoras profesionales de la especialidad Agronomía de Montaña". Material en PDF. [Digital]

23. López Gutiérrez, Juan Carlos. La gestión por competencias, un proyecto para la formación de los cuadros directivos. La Habana. Cuba : Sappiens.com, 2007.

24. Primero, Ministerio de Educación Superior. Oficina del Viceministro. Ministerio de Educación Superior. Oficina del Viceministro Primero. "La Universidad que queremos", mayo 2004. La Habana : s.n., mayo 2004.

25. Primero., Ministerio de Educación Superior. Oficina del Viceministro. "La Universidad que queremos". La Habana : s.n., 2004.

26. Reymond. A, Iglesias. M. y Machado. G. Necesidad de un cambio en la cultura organizacional a partir de la nueva concepción curricular en la Educación Superior Cubana. . Santa Clara, Cuna : Boletín electrónico., 2006. Volumen 3(1).

27. Ruiz Iglesias, M. La formación de competencias básicas en los educadores de jóvenes adultos. Monografía. [digital] Santa Clara. Cuba : Soporte Digital, 2003.

 

 

Autor:

MsC Otto Ángel García Ferrer.

FUM Remedios.

Ing. Águedo Paz Rodríguez.

FUM Remedios.

 

[1] República de Cuba. Ministerio de Educación Superior. Resolución No. 210/07 P-5

[2] Nombre que se le ha dado al proceso de extensión de la Educación Superior por el territorio, por ser el Municipio el lugar donde se desarrolla.

[3] Reglamento de Posgrado del Ministerio de Educación Superior. Dirección de Posgrado. Resolución 132 /2004. MES, 2004. Cap.6, Art 85.

[4] Dr. Reymond Álamo, A. Experiencias didácticas aplicadas en la modalidad semipresencial en las sedes universitarias municipales… (et al). Memorias del I Evento Científico Metodológico de Universalización del Plan Turquino; de mayo; Remedios, Editorial: Feijoo, 2008, ISBN 978-959-250-402-8

[5] . Reglamento de Posgrado del Ministerio de Educación Superior. Dirección de Posgrado. Resolución 132/La Habana, 2004 p.7

[6] Idem.

[7] Dra. Ruiz, M. (2003). ¿Qué es un currículum flexible? México: Euterpe.

[8] Dr. Pere Marqués Graells. Los docentes: funciones, roles, competencias necesarias, formación, ag 2008. Ver http://www.peremarques.net/actodid.htm. Consultado: abril 12 de 2010.

[9] UNESCO (2005). Conferencia Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI: visión y acción. En http://www.unesco.org.ve/, París. Consultado: bril 12 de 20010.

[10] Didáctica para propiciar autonomía en el aprendizaje. Dr. Reymond Álamo, A.… (Et al). Memorias del I Evento Científico Metodológico de Universalización del Plan Turquino; de mayo; Remedios, Editorial: Feijoo, 2008, ISBN 978-959-250-402-8

[11] Cuba. Ministerio de Educación Superior. La modalidad semipresencial. Documento de trabajo (versión; 6.11.06). Soporte digita.

[12] Idem. LÓPEZ GUTIÉRREZ, JUAN CARLOS. Ob. cit.