Curso de teología juanitica en perspectiva universal
Enviado por Fernando Edmundo del Cármen Laredo Cárter
Diseñado para francmasones chilenos y latinoamericanos. Y desde luego, para todos los buscadores de la Verdad en sentido amplio, que en nuestra época son legiòn.
Profesor Fernando Laredo Cárter. M:.M:. y docente en Religión y Filosofía.
Documentos de base para consultar:
El Evangelio de San Juan, El Apocalipsis y las tres cartas de Juan.
Otros:
El Bhagavad Guita, el Evangelio del Gurú Nának, el Tao Te-king.
Literatura kabalística, numerología pitagórica, Corpus Herméticum.
Objetivos del Curso.
Demostrar que Jesucristo y San Juan Evangelista eran Maestros Constructores de un Templo Espiritual verdaderamente universal.
Demostrar que Jesucristo y San Juan querían conectar su doctrina con todas las corrientes del conocimiento espiritual del pasado y del presente.
Demostrar que la mentalidad de los líderes iluminados de la iglesia primitiva estaban mucho más cerca del espíritu de la masonería universal de lo que nos parece hoy día.
Demostrar que la metafísica o la teología mística de Juan es compatible con las grandes corrientes de la metafísica clásica antigua, y con la metafísica actual, oriental y occidental.
Demostrar la numerología kabalistica presente en los principales libros de San Juan, es decir, en su Evangelio y en el Apocalipsis, y sus conexiones con la doctrina pitagórica.
Concluir que la masonería nunca debe claudicar de su espíritu y de su doctrina juanítica si quiere preservar su esencia a través de los siglos.
Observaciòn:
Estos objetivos no son secuenciales. Al tratar los temas se irán haciendo las conexiones con todos ellos, con mayor o menor énfasis según las materias que se vayan desarrollando. Es necesario que los alumnos tengan ante los ojos los textos bíblicos que serán mencionados para confirmar la doctrina, y profundizarla. Si les es posible tener otros textos sagrados, cuyos nombres ya fueron indicados. Eso no es obligatorio para el curso, pues lo indispensable es la Biblia.
Desarrollo del curso
Es una cuestión fundamental para la masonería el que tradicionalmente sus talleres se denominen Logias de San Juan. Usamos aquí la palabra fundamental en su rigor conceptual. Es un fundamento o base firme del edificio entero. Omitir eso es tener una masonería coja y sin unidad interior. En este curso demostraremos que no se trata de un arcaísmo, o de una especie de mera arqueología cultural sin sentido, como les ha dado por decir a algunos masonólogos posmodernos. Una masonería sin doctrina juanitica es una masonería sin alma. Una estructura sin logos, algo ininteligible.
Veamos en primer lugar el significado de Ioannes, Ioan, en griego, Yohanan en hebreo. Significa "gracia de Yahvéh", "la fidelidad de Yah". Este nombre es lo mismo que John en inglés, Ivan en ruso, o que Yahya en Arabe. E Ivon.
La gracia de Dios es un concepto teológico relacionado con el hecho de que los creyentes experimentan de tiempo en tiempo la bondad inmerecida de Dios en sus vidas. Gracia es un regalo, una gratuidad divina que baja del cielo. Un don no merecido por los hombres. Una dadiva que no depende de la justicia de Dios. Por lo tanto no depende de que yo haga sacrificios, que obedezca la ley divina, de que mis méritos atraigan la benevolencia divina.
Juan o Yohanan es, por lo tanto un Nombre Teofórico, o lo que se llama kabala y teología mistica, un nombre portador de Dios, del griego Forein, portar o llevar. Nombres teofóricos son Iehosuáh, Iehsua, Iesaiyahu o isaias, Eliseo, Elijah, Imanu-el, Eleion, Itiel, Ieremíah, Zacaríah, y muchos otros del hebreo y del árabe. De esa palabra griega viene otra muy vinculada con asuntos rosacruces, como es Cristoforo, o Cristofórico. De donde viene San Cristóbal. O San Cristóforo. Portador de Cristo.
Son nombres de personas o de lugares cuyas sílabas contienen la partícula Yah de Yahvéh o El de Elohim, Eloha, Eloi. En el caso de lugares es famoso el santuario de Bet-El, donde Jacob tuvo su famosa visión de la escalera que unía el cielo con la tierra y numerosos ángeles subían y bajaban por ella. En hebreo significa CASA DE DIOS. Rafa-el, medicina de Dios. Uri-el, luz y fuego de Dios. Gabri-el. Fuerza o Poder de Dios. "El" es el nombre del Dios del Cielo de todas las lenguas semíticas. Es nombre propio o sustantivo, no un pronombre. Uno de sus derivados es Alah. O El Sadai, el todopoderoso. O Elohim, el Dios Fortísimo.
Los nombres teofóricos son vehículos de la divinidad, igual que las palabras del sanscrito que conforman los mantrams de los Vedas. Si uno los usa para la meditación pueden engendrar vibraciones adecuadas para liberar la conciencia del cuerpo, o bien precipitar poder desde lo alto.
Incluso para armonizar los órganos, los chakras y la mente. Así los usan los kabalistas. De modo idéntico a como usan los mantrams los yoguis y los lamas tibetanos.
Volviendo a la idea de la gracia divina, debemos decir que justamente es el Evangelio de san Juan el que dice que nos da a conocer la doctrina de la gracia, en el versículo 17 del capítulo uno, con estas palabras:
"PUES LA LEY POR MEDIO DE MOISES FUE DADA, PERO LA GRACIA Y LA VERDAD VINIERON POR MEDIO DE JESUCRISTO".
Así pues, la ley tiene que ver con los meritos personales y con la justicia de Dios. Pero la gracia y la verdad tienen que ver con un regalo de un Dios Misericordioso, que no toma en cuenta los meritos de la persona para fluir o descender sobre alguien. Allí solo se activa un plan de salvación que pasa por encima de los méritos. Un don gratuito de Dios.
Uno de los frutos de esta Gracia es la Divinización del Hombre, tema ya planteado en la literatura pitagórica, como la teósis, o la transformación en Dios que ha de experimentar cada discípulo fiel de Pitágoras al final de su sendero de perfección. Así lo plantean los llamados Versos Dorados del Maestro de Crotona.
Justamente eso es lo que promete el versículo 12 del Capítulo Uno del Evangelio de San Juan, con estos términos: "MAS A TODOS LOS QUE LE RECIBIERON, A LOS QUE CREEN EN SU NOMBRE, LES DIO POTESTAD DE SER HECHOS HIJOS DE DIOS". Y el versículo 13 aclara más el concepto: "LOS CUALES NO SON ENGENDRADOS DE SANGRE, NI DE VOLUNTAD DE CARNE, NI DE VOLUNTAD DE VARON, SINO DE DIOS".
Esta idea de los hijos de Dios, por estar muy repetida a través de los siglos, se ha desfigurado y hoy, para el hombre común ya es algo que no mueve el ánimo. El humanismo ha deformado la doctrina primitiva y ha hecho decir, con mucha soltura de cuerpo, que TODOS LOS HOMBRES SON HIJOS DE DIOS. Y eso es Pitagóricamente y Bíblicamente falso, y falso también para el pensamiento de los Yoguis de la India.
No es algo como un Derecho humano. Es, más bien, una posibilidad del Desarrollo Trascendente del ser humano. Pero solo una posibilidad, que si no se incluye como meta central en un proyecto de vida, puede quedar frustrada.
En el orden fenoménico de la realidad universal, el ser humano es un hijo de la tierra, y de los elementos. Eso dicen nuestros rituales. Y es lo que nos dice la ciencia biológica.
Pero llegar a ser un Hijo de Dios, cuya naturaleza este más allá del tiempo y del espacio, y que no esté condicionada por la materia, es una meta sobrehumana. Eso es lo que quieren decir los dos versículos de Juan recién mencionados. No es dado al hombre natural el ser como Dios o ser Dios. Pero por un decreto de la Gracia de Dios, si es posible. Esa gracia es alcanzable por medio de la iniciación o el segundo nacimiento espiritual.
Eso dicen los Brahmanes, el libro egipcio de los muertos y el Evangelio de san Juan, en el capítulo 3 de este amado libro de sabiduría.
La Iniciación, según la mayoría de las Escuelas Esotéricas, es un proceso de realización de un segundo nacimiento.
Así lo afirma San Juan en el capítulo tres, versículo tres, de Su Evangelio. Jesús, hablando con Nicodemo, una cierta noche le dice: "DE CIERTO, DE CIERTO TE DIGO, QUE EL QUE NO NACIERE DE NUEVO, NO PUEDE VER EL REIN0 DE DIOS. (Obsérvese la palabra VER que usa Juan). Y ante la duda de Nicodemo, vuelve a afirmar: "DE CIERTO, DE CIERTO TE DIGO: EL QUE NO NACIERE DEL AGUA Y DEL ESPIRITU, NO PUEDE ENTRAR EN EL REINO DE DIOS". (Obsérvese la palabra ENTRAR).
La palabra griega EISOTEO, de idéntica raíz de la palabra ESOTERÓS, significa YO HAGO ENTRAR. Y la palabra ESOTERÓS, significa LO INTERIOR DE UNA CASA Y DE UNA DOCTRINA.
Y Jesucristo agrega: LO QUE ES NACIDO DE LA CARNE, CARNE ES, Y LO QUE ES NACIDO DEL ESPÍRITU, ESPIRITU ES. ( Ev. De Juan cap. 3, 6).
Precisamente eso es lo que quiere decirnos Juan en el versículo 12 y 13 del cap. Uno de su magno evangelio. Los hijos de Dios son Seres suprahumanos, no nacidos de la voluntad natural o carnal, o del ego humano, sino de un toque transformador del Espíritu Santo que actúa desde fuera del tiempo, o por encima de la naturaleza, o de la Piedra filosofal de los Rosacruces, piedra roja que algunos autores han denominado como Espíritu Santo cristalizado.
Estas palabras de Juan acerca del segundo nacimiento tienen relación con el Libro de los Muertos de los egipcios. En la guía que se le da a las almas de los difuntos se les dice que sólo los nacidos por segunda vez y que por eso se han transformado en un Osiris, pueden entrar en el mundo de los dioses, o en la luz de Osisris.
En el Cristianismo místico se le enseña a los adeptos que deben ser Uno con Cristo o transformarse en Cristo para tener acceso a la Presencia de Padre de la Luz infinita. Es lo que dice San Juan en varios textos que veremos ahora.
"Y no por éstos ruego solamente, sino también por los que creen, por la palabra de ellos, en mí; 21 para que todos uno sean así como, tú, Padre, en mí y yo en ti, para que también ellos en nosotros estén; para que el mundo crea que tú me has enviado. 22 Y yo la gloria que me has dado, he dado a ellos, para que sean uno; así como nosotros, uno. 23 yo en ellos, y tú en mí, para que sean consumados en uno; para que conozca el mundo que tú me has enviado, y amándolos así como a mí has amado. 24 Padre, lo que me has dado, —quiero que, donde estoy yo, también aquéllos estén conmigo; para que contemplen la gloria la mía, que me has dado, porque me has amado antes de fundación de mundo:" Ev. De Juan Cap. 17, vers. 20 al 24.
A esas almas unificadas con Cristo, en este Capítulo se les promete que DONDE YO ESTOY, ELLOS TAMBIEN ESTEN. Y QUE LA GLORIA ( O ESPLENDOR DE LA LUZ DE DIOS) MIA PUEDAN MIS DISCIPULOS VER O CONTEMPLAR.
Eso es entrar en la misma visión beatífica o la contemplación de la Luz de Osiris, la que, según Plutarco, sacerdote de Apolo, e iniciado en los misterios de Isis y Osiris, significa la visión de la luz de la Inteligencia Infinita o la luz del espíritu puro.
Esa luz de Osiris es la luz del Oriente Eterno, que surge de las profundidades del ojo divino omnisciente y omnipresente, que alumbra al todo hombre que viene este mundo, tal como dice el mismísimo capítulo Uno del Evangelio de san Juan, en el versículo 4 y en el 9.-
Es la luz de la conciencia cósmica que se hace presente en el interior de cada alma, como luz interior que guía hacia la verdad completa. Por eso Jesús, en el capítulo 8 vers. 12 del mismo evangelio de Juan dice, en el texto griego: "YO SOY LA LUZ DEL COSMOS, EL QUE ME SIGUE NO ANDARA EN TINIEBLAS, SINO QUE TENDRA LA LUZ DE LA VIDA". El propio Juan nos habla acerca de que la misión del Espíritu Santo es conducir al buscador de la luz hacia la verdad completa, en el cap. 16,13 de su Evangelio.
Palabras que están en perfecta concordancia con el contenido del primer capítulo del Ev, de Juan, en los versículos 4 y 9 ya mencionados. El texto del vers. 4 dice: "EN EL ESTABA LA VIDA Y LA VIDA ERA LA LUZ DE LOS HOMBRES". Y en el vers. 9 dice: "AQUELLA LUZ VERDADERA QUE ALUMBRA A TODO HOMBRE VENÍA A ESTE MUNDO".
Esa es la Luz del Verbo de Dios que es Dios. Es el mismo Verbo o Logos cósmico del cual nos hablaba un Heráclito en Grecia antigua. Todo fluye, nada permanece, todo se mueve, y sin embargo fluye por medio y a través de una estructura racional universal, un tejido de leyes ordenadoras, un logos unificador y ordenador, o una inteligencia racional cósmica que subyace a la movilidad universal que perciben los sentidos. (Logos, Razón y Verbo son sinónimos en griego).
Kosmos es una palabra griega que significa UN MUNDO ORDENADO Y EMBELLECIDO POR LEYES EMANADAS DE UNA PSIQUIS UNIVERSAL O ALMA DEL MUND0.
Justamente la idea de un cosmos, de un mundo ordenado y bello, regido por leyes divinas, nos conduce a una de las concepciones cristianas que más le cuesta a los racionalistas profanos entender. Es lo que Juan encierra con las palabras de Juan el Bautista al indicar al Mesías con su dedo, y decir de él: HE AQUÍ EL CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO. (Evangelio de Juan 1,29).
Justamente, el pecado humano, por ser una transgresión de la ley divina que embellece y ordena al mundo, requiere que exista uno o varios medios de corregir el desorden cósmico creado por ese mismo pecado multiforme de la especie humana, para que el mundo siga siendo luminoso, ordenado y bello.
Ese es el rol de los sacrificios mesiánicos de Sri Krishna, que muere asaeteado en un árbol por sus enemigos a los 120 años de edad. O el sacrificio del Bab, uno de los fundadores de la religión baha´i. O el de la leyenda de Osiris, o el sacrificio del mismo Jesucristo. Restaurar el equilibrio de un mundo desequilibrado por el pecado. Lavar el mundo sucio de rebelión con su sangre y su obediencia al Padre de la luz eterna.
Y desde luego, la imagen del cordero nos cuenta la historia del Cordero Pascual del éxodo y la de la mansedumbre ante la Voluntad de Dios. Israel llevaba 1500 años sacrificando corderos por razones religiosas. La sangre de los corderos había marcado el dintel del las puertas, en la noche de la muerte de los primogénitos egipcios, y había evitado que el ángel de la muerte entrara a la vivienda de los hebreos para arrebatar a sus hijos.
Cristo era el nuevo Cordero Pascual o la Víctima inmolada en el Pesaj judío. El salvador o el goel, o el Sother debía marcar con su sangre a los hombres que creerían en el según la norma universalista del Nuevo Pacto. Eso es lo que significaba la palabra Iehosuá. O Iesua. Yahvé trae Salvación. Ahora el maligno no tendría poder sobre los ungidos con la sangre de Jesús.
Estos elementos crísticos se perpetuan en los ritos masónicos en los guantes de piel de cordero o en los mandiles de piel de cordero. Y en los símbolos del grado 18 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Y en los parlamentos del grado de maestro, como también en la leyenda de Hiram.
Y desde luego esos elementos crísticos se conservan en la mención ceremonial que las logias hacen, del primer versículo del Evangelio de Juan, en su capítulo primero. EN EL PRINCIPIO ERA EL VERBO, Y EL VERBO ERA CON DIOS, Y DIOS ERA EL VERBO. La última frase ha sido anotada tal como dice el original griego. En otra forma dice: EN EL PRINCIPIO ERA EL LOGOS, Y EL LOGOS ERA CON DIOS, Y DIOS ERA EL LOGOS.
Otra variante nos dice: EN EL PRINCIPIO ERA LA RAZÓN, Y LA RAZÓN ERA CON DIOS, Y DIOS ERA LA RAZÓN.
De acuerdo con el equivalente al logos en el lenguaje del Antiguo Testamento, que es la Hocmah, o "la sabiduría personificada" que existía desde antes que el mundo fuese creado. (ver Los Proverbios 8,22 al 36 ). Esta Hocmah es el segundo sephira del Árbol de la Vida, según la Kábalah.
Esta sephira es la Inteligencia Iluminadora, lo mismo que Juan dice que es el Verbo o el Logos, y lo mismo que es Cristo, la luz del cosmos.(Juan 8,12) Por eso se dice que Iesús es una encarnación de Hocmáh, la inteligencia que ilumina, aquella luz que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. (Evangelio de Juan 1,9).
Y en el capítulo 12,46, Cristo dice: YO, LA LUZ, HE VENIDO AL MUNDO, PARA QUE TODO AQUEL QUE CREE EN MI, NO PERMANEZCA EN TINIEBLAS. Ese es el rol del Gurú de la tradición india. Pues esa palabra significa EL QUE DISIPA LAS TINIEBLAS. (Gu= Oscuridad, Ru=El poder que las disipa). Dios es el Gurú supremo, y delega esa función en ciertos escogidos que actúan como sus representantes en todas las culturas.
Esta Sabiduría-Persona Divina emanada de Dios-Absoluto y que existía desde antes del universo, también nos habla en el capítulo 17 del Evangelio de Juan, versículo 5 : Jesús dice, en la plegaria de la última cena," AHORA PUES, PADRE, GLORIFICAME TU AL LADO TUYO, CON AQUELLA GLORIA QUE TUVE CONTIGO ANTES QUE EL MUNDO FUESE". Lo dicho se une al versículo 24 del mismo capítulo que ya fue explicado anteriormente.
Esta doctrina de las emanaciones es muy propia de la Kábalah. Los esoteristas judíos nos enseñan que existen diez emanaciones del Ein Sof Aur, de la luz infinita. La Primera es Kether, la Corona, el punto supremo. Y de allí surge o emana Hocmah, la sabiduría persona, o el padre iluminador y vivificador del universo. Eso es el Verbo de Dios o el Logos o el Cristo Universal, el Iehosua cósmico.
Por eso dice el Evangelio de Juan, en el cap. 16, versic. 27-28: "PUES EL PADRE MISMO OS AMA, PORQUE VOSOTROS ME HABEIS AMADO Y HABEIS CREIDO QUE YO SALI DE DIOS. SALI DEL PADRE Y HE VENIDO AL MUNDO, OTRA VEZ DEJO EL MIUNDO Y VOY AL PADRE. Salir es emanar del ser absoluto, o del punto de luz infinita de Kether.
Y la idea está reiterada una vez más, en el capítulo siguiente del evangelio de juan, el 17, 8. Donde dice: "PORQUE LAS PALABRAS QUE ME DISTE LES HE DADO, Y HAN CONOCIDO VERDADERAMENTE QUE SALI DE TI, Y HAN CREIDO QUE TU ME ENVIASTE. Esta Emanación de Hocmáh desde el Punto Supremo o kether esta ritualmente representada por la acción del Pas máster que transporta la luz eterna que resplandece sobre el Ara y se la lleva a las manos del Venerable Maestro para encender su lámpara de Sabiduría en Oriente.
Observemos que ahora ya no se habla de "creer" en una emanación divina y en reconocer a Jesús como la objetivación de ella, sino que se afirma que sus discípulos son GNÓSTICOS, pues han CONOCIDO VERDADERAMENTE, y no solo han creido. Creer es una etapa inferior al Ver o al Contemplar, al conocimiento directo de los místicos, o a la iluminación real.
Así el primer versículo del Evangelio de San Juan también dice, en rigor bíblico y kabalístico: "EN EL PRINCIPIO ERA LA SABIDURÍA, Y LA SABIDURÍA ERA CON DIOS Y DIOS ERA LA SABIDURÍA". Y como esa Hocmah es una Persona Divina, el mismo Primer Versículo también dice: "EN EL PRINCIPIO ERA JESUCRISTO, Y JESUCRISTO ERA CON DIOS, Y DIOS ERA JESUCRISTO".
Y esta doctrina del Logos Cósmico Persona o Alma del Mundo, está confirmada en otros documentos del Nuevo Testamento, de otros Apóstoles, Pablo, por ejemplo.
En la Epístola a los Colosenses, cap. Uno, versículo dieciséis, nos dice: "PORQUE EN EL FUERON CREADAS TODAS LAS COSAS, LAS QUE HAY EN LOS CIELOS Y LAS QUE HAY EN LA TIERRA, VISIBLES E INVISIBLES; SEAN TRONOS, SEAN DOMINIOS, SEAN PRINCIPADOS, SEAN POTESTADES, TODO FUE CREADO POR MEDIO DE EL Y PARA EL".
Y en el versículo siguiente confirma lo dicho acerca de la Hocmah persona divina, diciéndonos: "Y EL ES ANTES QUE TODAS LAS COSAS, Y TODAS LAS COSAS EN EL SUBSISTEN". Así pues, todas las cosas y los seres subsisten en el seno del Verbo de Dios que les da el ser y los hace permanecer en la existencia. Por eso los kabalistas nos dicen que mientras Dios pronuncie nuestro nombre en el cosmos, nosotros existimos y somos vivificados. Y si Dios deja de pronunciar nuestro nombre, desaparecemos en la nada.
Por eso el Primer capítulo del Evangelio de Juan nos dice, en su versículo 3 que: "TODAS LAS COSAS POR EL FUERON HECHAS Y SIN EL NADA DE LO QUE HA SIDO HECHO FUE HECHO".
Por eso también san Pablo, en la Epístola a los Hebreos 11, 3 nos dice: "POR LA FE ENTENDEMOS HABER SIDO EL UNIVERSO CONSTITUIDO POR LA PALABRA DE DIOS, DE MODO DE QUE LO QUE SE VE FUE HECHO DE LO QUE NO SE VEÍA".
Es decir, de una luz hiperfísica, distinta de la luz solar. Por eso el Génesis pone la creación de la luz hiperfísica antes de la creación del sol y de la luna y de las estrellas. Claro que la palabra creación es incorrecta, debería decirse Emanación. Pues esa luz hiperfísica es Dios mismo que se hace inmanente al mundo. Ya lo dice el propio Juan en su primera Epístola, capítulo 1,5, afirmando que "DIOS ES LUZ Y QUE NO HAY TINIEBLAS EN EL". Esa luz metafísica o surgida del Ser Absoluto es el Verbo de Dios, El Logos, la Sabiduría Persona divina, o el Adam Kadmón de los kabalistas, un arquetipo eterno del Mesías histórico llamado Iehosua.
Y desde luego, arquetipo celestial también de los Avatares de las religiones de la india. Vishnu y sus Avataras o Descensos a la tierra son perfectamente homologables al Verbo Divino y sus manifestaciones históricas. Y hay más. Los videntes del Vishnuismo esperan la venida del Décimo Avatar, llamado KALKI AVATARA, el cual es descrito como un guerrero de luz, con una espada, montado en un caballo blanco, que acabará para siempre con la maldad en todas sus formas. PUES BIEN, ESA DESCRIPCION ES LA MISMA CON QUE SAN JUAN DESCRIBE EL ASPECTO DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO A LA TIERRA EN EL APOCALIPSIS.
Así lo dice el capítulo 19, versículos 11 al 16.
11.- "Y vi el cielo abrirse, y he aquí corcel esplendente, y el sentado sobre él llamado «Fiel y Veraz»; y en justicia juzga y guerrea. 12 Y sus ojos, llama de fuego, y sobre su cabeza, diademas muchas; teniendo nombre escrito que nadie sabe sino él mismo; 13 y vestido de vestidura tinta en sangre(d) y se llama su nombre: el «Verbo de Dios». 14 Y las milicias las del cielo, seguíanle sobre corceles esplendorosos, vestidas de biso esplendoroso, puro. 15 Y de la boca de él sale espada aguda, para en ella percutir las gentes; y él los regirá, en vara férrea; y él huella el lagar del furor de la ira de Dios el omnipotente. 16 Y tiene sobre su vestidura y sobre su muslo un nombre escrito: «Rey de reyes y Señor de señores».
Así pues, Kalki es el Verbo de Dios en su segunda venida o en su décimo descenso o avatara. Jesucristo puede usar muchos rostros y cuerpos en su tarea de salvación universal. Trabajo divino permanente que nos hace entender que el Génesis nos da una idea incompleta de trabajo de Dios. En éste antiguo libro de Moisés se nos dice que Dios descansó al séptimo día de su trabajo de creación, haciendo pensar a muchos que Dios se desentendió de su creación y la entregó a sus leyes naturales y se cruzó de brazos a contemplar el espectáculo cósmico sin intervenir más en él.
Sin embargo, en el Evangelio de San Juan, de acuerdo con el espíritu laboral y constructor de la masonería, cuyos obreros siempre trabajan, nos da una información preciosa en el capítulo 5, verso 17, donde dice: MI PADRE HASTA AHORA TRABAJA Y YO TRABAJO. Si pues las tareas de salvación de la divina providencia nunca se detienen ni las obras de iluminación de las nuevas generaciones que siempre se renuevan. Y el mundo se sustenta en la sustancia y en la energía de Dios desde siempre y para siempre.
Así lo confirma el propio Bhagavad guita, en su capítulo 3°, donde aclara aún más lo que Juan ha dicho, en los versos 22 al 25:
Cap 3- Verso 22
Nada hay ¡Partha! que yo deba hacer
En ninguno de los tres mundos
Tampoco quiero ganar algún bien
Mas aun así en mi deber actúo.
Cap 3- Verso 23
Pues de no ocuparme yo así
-En mis tareas con gran cuidado-
Mi camino querrían seguir
Los hombres ¡Oh Partha! en todos lados
Cap 3- Verso 24
Los mundos se irían a la ruina
Si yo no cumpliera Mi trabajo
Progenie indeseada crearía
Y a los seres llevaría al fracaso
Cap 3- Verso 25
Como se esfuerza el ignorante
Estando apegado ¡Oh Bharata!
Actúe el sabio mas sin apegarse
Con el fin de educar a los demás.
Ahora bien. Todos han leído en Apocalipsis 1,8 y Apocalipsis 22,13 que Jesucristo es la Alfa y la Omega, el Primero y el último, el Principio y el fin. Pues bien, Sri Krishna, en el Bhagavad Guita, capítulo 10,20 dice: YO SOY EL ESPÍRITU, PRINCIPIO ETERNO QUE MORA EN EL CORAZON DE TODAS LAS COSAS; EL PRINCIPIO, EL MEDIO Y EL FIN DE TODOS LOS SERES VIVIENTES.
Y en el versículo 33 del mismo capítulo, Krishna dice: ENTRE LOS SONIDOS SOY EL SONIDO PRIMERO, LA A, IGUALMENTE SOY LA COORDINACION QUE REGULA LA COMPOSICIÓN DE LAS DEMAS PALABRAS, SOY EL TIEMPO ETERNO, EL CREADOR QUE TODO LO VE.
Y respecto del Verbo de Dios, o el Logos, o la Palabra Divina, Krishna dice, en el versículo 25: … YO SOY LA SANTA PALABRA, LA PALABRA ETERNA…..-
En otras traducciones del mismo versículo, dice: …YO SOY AUM, EL SONIDO TRASCENDENTAL….- (Se pronuncia OOOOOOMM).
Es decir, Aquel que encarnó como Jesús, también encarnó como Krishna. Es la Segunda Persona de la Trinidad (o el Verbo) que viene a la tierra en distintas culturas y épocas para iluminar y salvar a los hombres de las tinieblas de la ignorancia y del pecado. O de las acciones ADHARMICAS, que están fuera de la Ley Eterna. (La Ley divina y la religión eterna es el DHARMA).
Ahora bien. Cambiándonos del formato de la religión hinduista a la de los sijs, seguidores del Gurú Nának, también encontramos la misma doctrina de teológica de san Juan y de la kábalah judía.
Textos seleccionados del JAP-JI, sección del Adi Grant Gurú ___________________________________________________________
En el principio estaba el Ser Verdadero
¡Oh Nanak! El preside el comienzo de cada era.
Siempre fue, es y será. (Ver Apocalipsis 4,8)
I
Con el pensamiento no podrás conocerle,
ni aunque cien mil veces pienses en El;
tampoco le descubrirás por el silencio,
ni aunque permanecieras mudo vidas enteras.
Mil destrezas podrás obtener en este mundo,
pero sólo con un corazón de niño podrás alcanzarle.
II
Por su voluntad todo fue creado,
todas las formas, todas las cosas;
sin embargo, su voluntad jamás podrá ser explicada.
Por su voluntad unos son ensalzados y otros humillados.
Por su voluntad unos gozan y otros sufren;
unos son liberados
y otros se pierden en reencamaciones sin fin.
Con el pensamiento no podrás conocerle,
ni aunque cien mil veces pienses en El;
tampoco le descubrirás por el silencio,
ni aunque permanecieras mudo vidas enteras.
Mil destrezas podrás obtener en este mundo,
pero sólo con un corazón de niño podrás alcanzarle.
II
Por su voluntad todo fue creado,
todas las formas, todas las cosas;
sin embargo, su voluntad jamás podrá ser explicada.
Por su voluntad unos son ensalzados y otros humillados.
Por su voluntad unos gozan y otros sufren;
unos son liberados
y otros se pierden en reencamaciones sin fin.
¡Oh Nanak!
Si los hombres comprendieran su voluntad.
II
Por su voluntad todo fue creado,
todas las formas, todas las cosas;
sin embargo, su voluntad jamás podrá ser explicada.
Por su voluntad unos son ensalzados y otros humillados.
Por su voluntad unos gozan y otros sufren;
unos son liberados
y otros se pierden en reencamaciones sin fin.
¡Oh Nanak!
Si los hombres comprendieran su voluntad,
El no puede ser moldeado por forma alguna,
pues es el Creador de las formas.
Quienes le adoran ganan su compasión,
pues en su boca
vibra el sonido eterno de la Palabra.
El es los Vedas y las escrituras,
Escuchando Su Palabra
fueron creados los dioses y santos;
Escuchando Su Palabra
los siete continentes,
los siete cielos y los siete paraísos
fueron formados ;
escuchando Su Palabra
el hombre alcanza la sabiduría
y la muerte cesa de existir .
¡Oh Nanak!
Tal es el poder de la Palabra.
Toda la creación es una manifestación de tu Palabra.
¿Cómo podría yo ensalzar tu poder?
¡Oh Señor!
Nunca te he entregado mi vida;
lo que Tú desees,
eso sólo haré.
XX
Si el cuerpo se ensucia,
el agua lo limpiará;
si las vestiduras están manchadas,
restregadas con sal se tornan relucientes.
Así, cuando el pecado arraiga en el hombre,
un solo poder puede limpiarlo; el Nombre del Señor.
¡Oh Nanak!
Sólo por la voluntad de su Nombre
el hombre va y viene en la rueda de la reencarnación.
¿Dónde está ese lugar escogido
desde donde Tú vigilas la creación;
allí donde los sonidos de todas las melodías
se funden en divina armonía ?
¿Cuántos sitaristas hay allí que cantan tus glorias?
El viento, el fuego y el agua,
Shiva, Brahma y todos los dioses proclaman tu Nombre.
Edad tras edad, en sus estudios y escrituras,
los sabios te alaban;
todas las regiones celestes proclaman tu Nombre.
Mas sólo aquellos que ganan tu compasión
pueden alabarte y retozar en tu amor.
Los caminos del Señor se esconden en tu corazón.
El es el Maestro del destino, sin principio ni fin.
XXX
Maya, la diosa de la ilusión,
fue desposada por el Señor en el principio de los tiempos.
De esa unión nacieron tres hijos:
el Creador del mundo, el Preservador y el Destructor .
Mas la voluntad del Señor es la que prevalece.
XXXI
Su trono son los mundos,
y su altar los universos;
el Sol y la Luna se postran ante El
y todas las galaxias repiten Su Nombre
¡Oh Nanak!
Sólo la verdad puede crear la verdad
¡Gloria y alabanza a ti, Señor puro y eterno!
Si en lugar de una tuviese cien mil lenguas,
sólo repetiría una y otra vez:
el Señor del universo es único.(Es el mismo texto de la Shema: Marcos 12,29).
Unico es su camino y los peldaños que conducen a su morada;
alli el sonido de cánticos celestiales
hechiza a los que se arrastran en las tinieblas
pero anhelan volar .
El que creó el día y la noche,
el que dio vida a las brisas y avivó los fuegos;
el que creó las criaturas y especies diversas
creó también la ley:
por vuestras obras y pensamientos seréis juzgados.
Dios obra con justicia;
quienes reconocen su grandeza se postran ante El,
pues en sus manos está el destino de los hombres.
Esto, oh Nanak, sucederá siempre así.
XXXV
En su reino existen infinidad de Shivas, Brahmas y Vishnús,
con los cuales fue formada la creación;
existen múltiples disfraces de formas y colores,
muchas lunas y soles, ciudades y regiones;
muchos yoguis, Budas, sabios y videntes,
muchos demonios, dioses y falsos profetas;
muchos señores y reyes,
muchos Vedas y adoradores.
¡Oh Nanak!
Su número no tiene fin.
XXXVI
Igual que en el reino del conocimiento
la sabiduría cosecha todas las bendiciones,
así en el reino de la felicidad
la belleza resplandece como mil soles.
Allí se forja la inteligencia
y el conocimiento de los dioses y los yoguis.
XXXVII
En el reino de la acción el esfuerzo es lo supremo,
nada más permanece:
mas en el reino de la Verdad
sólo existe la contemplación de Dios.
Allí hay países y esferas indescriptibles,
donde millones de formas y destinos son ejecutados.
Lo que El ordena, eso se cumple.
¡Oh Nanak!
Es imposible describir su grandeza.
XXXVIII
El martillo del herrero está hecho de Conocimiento
y su yunque de devoción;
con el temor de Dios hace soplar los fuelles
y con la meditación aviva el fuego del amor.
En el molde de la humildad vierte el néctar
y en él imprime el Nombre del Señor.
Esta forma de exponer el tema del Nombre Divino y de La Palabra de Dios o el Logos, que usa el Gurú Nanak es igual a la que utilizan los Kabalistas hebreos y al Evangelio de San Juan. Y jamás el Gurú Nanak leyó a Juan, aunque se sabe que si leyó el Korán.
Para la kábalah el Nombre de Yahvéh está manifestado en toda la creación y en el ser del hombre, de cada ser humano. De allí que la Palabra "hatebah" o La Naturaleza, vale gematricamente 86, lo mismo que Elohim o Dios.
O también, el término DEVAR o DAVAR, que es "La Palabra" en hebreo, vale 206, y Yahveh, 26. Es decir, la creación es el cero en medio del 26. Y como los Budistas gustan en decir, la creación es puro vacío. Un cero. Una ilusión, pues es Dios quien le da sustancia al cosmos. O un huevo empollado por las alas de Dios.
Así decía también Sankaracharya. El Mundo es pura ilusión, pues solo Brahman es real. El nombre de Yahveh significa eso. El que da el ser. Y el que lo sigue dando. O el que le da subsistencia al mundo y a la vida. Sin Yahveh el mundo y la vida no son, no existen, desaparecen en la nada. Por eso la Palabra creadora es DEVAR, (Dalet: 4, Bet: 2 ,Resh: 200 = 206). Un cero en medio del 26 del valor gemátrico de Yahveh.
Por eso el primer versículo del Evangelio de Juan dice: En el Principio era devar, y devar era con Yahveh y Yahveh era devar. Y Devar era Tres. Y Yahvéh es el Uno dentro del Triangulo creador. Bendita sea la sabiduría de San Juan y sus palabras y bendita sea la raíz Juanítica y teológica de la Masonería Universal.
Examinemos ahora el misterio del Yo Soy Profundo, o el Misterio del Ser, expuesto por Juan.
Uno de los elementos que distinguen al Evangelio de San Juan de los otros santos Evangelios es la presencia de siete o nueve identificaciones personales de Cristo, o los Yo Soy de Jesús. Estos Yo Soy (Ego Eim en griego) son una herencia neo-testamentaria del primer Yo Soy que el Antiguo Testamento nos da en el Libro del Éxodo, donde Dios se identifica con las palabras hebraicas SOY EL QUE SOY, O YO SOY EL SER, O YO SOY EL QUE SOY. (Eheíeh ashr Eheíeh ). Otras traducciones dicen que Dios, en esos textos de Éxodo 3,14-15 se llama EL QUE ES. O Como Yahveh, el que hace ser.
Ahora es Jesús quien se atribuye la misma condición divina de Yahvéh. Y así nos dice, como ya se dijo anteriormente: YO SOY LA LUZ DEL COSMOS.
También dice: YO SOY EL PAN DE LA VIDA, YO SOY EL BUEN PASTOR, YO SOY LA PUERTA, YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD Y LA VIDA, YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA. YO SOY LA VID.
Estas siete afirmaciones rotundas de su ser absoluto o de su yo divino, se pueden desglosar en nueve. Pues la Verdad y la Vida pueden sacarse de sus afirmaciones matrices. Así quedarían:
Yo Soy la Luz del Cosmos. Yo soy la puerta. Yo soy la Resurrección. Yo soy el Buen Pastor. Yo soy el Pan de la Vida. Yo soy el camino. Yo soy la vid. Yo Soy la verdad, Yo soy la Vida.
Estas afirmaciones de la identidad divina de Jesús tienen que ver con dos posturas y logros místicos del Sufí Mansur Al Hallaj, quien decía en su exaltación de realización divina YO SOY LA VERDAD, o YO SOY LO REAL, y fue juzgado y ajusticiado cruelmente en el año 922 en Bagdad, por decir tamaña herejía anti-islámica, y la gran afirmación metafísica monista de Sankaracharya y de todos sus discípulos a través del tiempo: AHAM BRAHMASMI. Que se traduce como YO SOY BRAHMAN o YO SOY EL ESPIRITU INFINITO. Esta afirmación del monismo espiritualista de Sánkara es el mantram único de todos los Swamis a través de 1200 años.
Este número 9 extraído de las identificaciones divinas de Jesús, es la clave principal de Juan, tanto en su Evangelio como en el Apocalipsis, es como su sello personal y doctrinal. Veamos ejemplos.
Después de la resurrección de Cristo, el Maestro se reúne con siete de sus apóstoles o embajadores, y se produce una misteriosa pesca milagrosa de 153 peces del fondo del mar de galilea. Si uno hace la adición teosófica normal en esos casos, tenemos que las cifras de los peces nos dan 9. (Capítulo 21 del Evangelio de Juan).
Y como sabemos que Jesús quería hacer de sus apóstoles unos Pescadores de Hombres ya tenemos una pista, pues en hebreo el nombre de Adam suma 45, ya que sabemos que cada letra hebrea vale un número, y ADM son las letras del primer hombre o Adam Rishon. A= 1 + D= 4 + M= 40 = 45. Si vuelvo a sumar el 4 + 5 me resulta 9. Es decir, los peces representan a todos los hijos de Adam redimidos por la sangre de Cristo y por agua del bautismo.
Justamente es la clave de los 144.000 escogidos de Dios del Apocalipsis de Juan. Las cifras son un desglose del nueve ( 1+4+4+0+0+0=9). Y el Nombre griego de Dios, el Pantokrator, el Todopoderoso, aparece nueve veces en el mismo libro de Revelaciones de Juan. (En griego el Término REVELACION se escribe APOCALIPSIS).
Lo mismo ocurre con el famoso 666. Al sumarlo nos da 18 y al volver a sumar las cifras 1 y 8 nos da nueve. Nueve del hombre caído y convertido en servidor de la Oscuridad y en anticristo. Nueve del hombre exaltado como maestro masón a la Conciencia Crística por su búsqueda y servicio a la Luz de la Divinidad.
Lo mismo ocurre con la afirmación que Cristo hace de sí mismo en el libro del Apocalipsis, en que se muestra como El Alfa y la Omega. Dos veces aparece eso en Revelaciones.( En Apoc. 1,8 y en 22,13). Pues bien, esa afirmación es kabalah griega-pitagórica pura. Pues cada letra griega vale un número, igual que el hebreo. Alfa vale UNO y Omega vale Ochocientos. Es decir: 800 + 1 = 801 y al volver a hacer la adición teosófica de 8 + 0 + 1 = 9 .-
O sea Cristo vuelve a identificarse con Dios y con el nueve. Pues Dios es el Alfa y La Omega del Universo, el Principio y el Fin, el Primero y el último, y lo dice el mismo texto, y lo reitera el Profeta Isaías, 44,6 y en 48,12. Curiosamente el alfabeto griego tiene 24 letras, y el nombre griego de Iesous al transformarse en cifras nos da 888, es decir, 24. El abarca todas las letras del alfabeto. Todo el verbo creador.
Entonces ya sabemos que esas nueve identificaciones son rasgos del ser divino que se revela en toda la Biblia. Si, pues Dios es Luz, es Pan, es Puerta, es Pastor, es Camino, es Resurrección, es la Vid, es la Verdad, es la Vida.
Claro está que en el Bhagavad Guita, en el cap. 5 verso 13 se menciona también LA CIUDAD DE LAS NUEVE PUERTAS, refiriéndose a los nueve orificios del cuerpo físico de un yogui de sexo masculino. Cerradas las puertas de los sentidos y los orificios naturales, el Yogui se sumerge en el océano sin fondo y sin orillas del Espíritu Supremo.
Esos nueve "Yo Soy" son el signo de la unidad secreta o interior de Jesucristo con Dios, pues el mismo Juan dice que Cristo afirmó MI PADRE Y YO SOMOS UNO. (Cap. 10,30). Jesús tiene el mismo Yo de Yahveh a pesar de aparecer como hombre. Pero el también dice en Juan: YO SOY DE ARRIBA, VOSOTROS SOIS DE ABAJO. Remarcando su origen divino y destacando el hecho de que su ser interior divino o su yo profundo es igual a Dios. (Ev, de Juan 8,23).
Los de Abajo son los hijos de la tierra, productos de la evolución biológica, los hijos del Adam Rishon, el primer hombre de la tierra, pero no son encarnaciones del Adam kadmon, del hombre divino inmutable, que no evoluciona, del hombre de luz que surge en kether desde el seno del Ein Sof Aur. Adam rishon es un pálido reflejo de ese Adam supremo, que en realidad es Dios mismo manifestado en el universo celestial.
Adam Rishon puede pecar, el Adam kadmon no puede pecar, pues su voluntad es una con la de Dios. Por eso con el pecado original cayo Adam Rishon pero el Adam kadmon permaneció en su mundo celestial sin pecado alguno. Es un arquetipo divino sin defecto. Cuando los Profetas hablan con Dios y lo ven como un hombre glorioso sentado en un trono real o sentado en el carro celestial que los judíos llaman La Mercaba que vio Ezequiel y Eliseo, están viendo en realidad al Adam Kadmón, una imagen excelsa de un ser humano glorioso, el Mesías mismo en su esencia más elevada, que es manifestación directa del Absoluto.
Por eso el Evangelio de Juan, en el capítulo 14, v. 9 , nos pone en el texto unas misteriosas palabras de Cristo: EL QUE ME HA VISTO A MI HA VISTO AL PADRE. En respuesta a una pregunta del Apóstol Felipe. Jesús era y es la manifestación directa del Adam Kadmon en el mundo, una proyección de la conciencia divina en cuerpo humano. Eso es un avatara, tal como lo describen los textos hinduistas.
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