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Tele-trabajo: ¿salida o no salida? (página 2)


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Se habla en general que la época del trabajo para toda la vida ha llegado a su fin. En los cambios operados se incluye la presencia de períodos de inactividad laboral ; otrora casi ausentes; en el mundo adulto como modelo estadístico esperado.

Linearidad, secuencialidad y alternancias

El mundo moderno parecía tener cierto orden. En él la "realidad" fue compartimentada y estudiada hasta en sus dimensiones más íntimas, fijando etapas en general claras. La ciencia moderna creyó poder alcanzar en algún momento todos los secretos del funcionamiento de la Naturaleza y transcribirlos a leyes inmutables.

En nuestro campo de trabajo, el Psicoanálisis freudiano fue descubriendo detrás del discurso adulto, serio, racional, distintos momentos del desarrollo infantil que daban cuenta de etapas que con la libido como eje, seguían determinado orden aunque es cierto, pasible de verse alterado por regresiones (Freud, 1905 ). Llevadas a su máximo extremo por su hija Anna Freud (1965) estas secuencias fueron meticulosamente disecadas en el desarrollo de los niños. Autores posteriores fueron trabajando en esa misma línea, señalando etapas distintas en la evolución de la personalidad en diferentes dimensiones, a saber individuación-separación (Mahler, 1977), narcisismo (Kohut, 1977 ; Kernberg, 1993 ) etc.

En esa misma línea, a mediados del siglo pasado, cobraron importancia los desarrollos que apuntaban a construir una "Teoría General sobre el Desarrollo Vocacional". Super (1957) y Ginzberg (1951), con pequeñas variaciones, delimitaron una serie de períodos evolutivos donde se esperaban conductas vocacionales diferenciales según la edad. En la década de los ochenta investigaciones encabezadas por Erikson intentaron dar cuenta de la evolución de los itinerarios laborales a partir de la construcción de "perfiles vitales ideales" donde el ejercicio de los distintos roles ocupacionales y su evolución laboral podían llegar a preverse (Smelser 1980).

La antigua linearidad de aquellos modelos evolutivos con sus crisis vitales, se redimensiona en el momento actual y las etapas más que procesos lineales, son estados signados por la precariedad, ya que la secuencialidad se ve alterada. La adultez deja de ser el momento del pasaje al mundo exterior cuando se abandona lo endogámico a través de la independencia económica. Como hemos visto, cada vez más adultos son retirados del mundo laboral y reemplazados por personas más jóvenes, debiendo en algunos casos regresar a sus familias de origen por no poder hacer frente a las dificultades económicas encontradas.

El Tele-trabajo como una nueva variable

El tele-trabajo es una modalidad que agrega nuevos elementos a la problemática del trabajo en la actualidad.

En primer lugar para su adecuado desempeño se requieren determinadas habilidades en relación a lo tecnológico que generan brechas socioculturales y generacionales. El acceso a la tecnología se transforma en un requisito básico para llevarlo a cabo. No se trata ya de un manejo del lenguaje y las matemáticas, sino de ciertos entornos digitales necesarios para desarrollar las tareas prescriptas.

Tapscott (1998) es quizás uno de los autores que ha intentado pensar estos nuevos entornos laborales, dándole a los más jóvenes de capas medias o altas; a los que llama la Generación de la Red, un futuro lugar de privilegio en relación a sus antecesores. La generación nacida en los entornos digitales tendrá para él serias ventajas con relación a sus padres. Autores como Papert (1996) o Tapscott (1998) han insistido en señalar como las nuevas generaciones plantean la alteración del orden "natural", "esperable", enseñándole a los adultos el manejo de diversas tecnologías con una naturalidad y simpleza que deja sin palabras a los mayores. Recorrer los laberintos de los juegos, sus pantallas recargadas, abrir y cerrar ventanas en las interfaces de Windows, resulta para los niños tan sencillo como dificultosa resulta para el adulto la coordinación viso-motora del doble click del mouse en el lugar indicado. La perplejidad del adulto busca refugio en la lógica en la que fuera criado; una lógica más organizada, más lineal y secuencial. De lo anterior se desprende claramente que la edad del trabajador es una variable que debe tenerse en cuenta ya que las posibilidades de adaptarse en parte, estarán signadas por ella.

¿Cómo podrán los adultos re-insertarse en esta nueva modalidad que implica innumerables cambios? Entre ellos la no-salida a la que hacíamos referencia al comienzo en el caso de nuestro paciente. Si para el adolescente la no-salida podría tener un efecto endogámico ¿qué efecto podría tener en un adulto crecido en entornos laborables pautados por el espacio físico?

El tele-trabajo y sus posibles externalidades (3)

Es importante comenzar por remarcar que salir a trabajar no es igual a trabajar. Salir a trabajar ha implicado en las últimas décadas, la salida del entorno familiar. Esa salida es la que en líneas generales contribuyó a transformar la sociedad a partir de que las mujeres comenzaron a volcarse masivamente al mercado laboral a mediados de los setenta.

Con el tele-trabajo un adulto, hombre o mujer, puede trabajar en casa adaptando sus horarios en función de las necesidades de su familia, permitiéndole entonces un compartir de valiosas experiencias que no siempre son posibles cuando hay traslados físicos. Intercalar tareas cotidianas con las laborales parece ser posible en la modalidad del tele-trabajo. La familia como institución parece ganar en ese terreno presencia. Pero por otro lado, este mismo elemento a la vez implica la no-salida, que en muchos casos resulta ser altamente significativa y quizás no tan positiva como pareciera a priori.

La mera presencia física de los adultos en el hogar no garantiza su disponibilidad emocional para atender las necesidades familiares, por lo que sugeríamos una evaluación detallada del ambiente familiar con el objetivo de obtener una evaluación ajustada de un potencial tele-trabajador (Balaguer & Carbajal, 2001).

Si bien los entornos digitales interactivos proveen a los usuarios de oportunidades de relacionamiento social muy intensas (Balaguer, 2001) generan la no-salida del entorno familiar. Del mismo modo, con el tele-trabajo se pierde el contacto presencial con terceros fuera del núcleo primario. El impacto que esa no-salida genera debería analizarse en cada caso, teniendo en cuenta las características de cada individuo y de su entorno. En algunos casos, como ya hemos planteado, "el tele-trabajo puede ser contraindicado como primer empleo para un sector de jóvenes que necesitan de la oportunidad de espacios de trabajo tradicionales que operen como instancias formativas. (Balaguer & Carbajal, 2001). Del mismo modo, para algunos adultos el trabajo con base en el hogar podría implicar eventuales dificultades ya que la salida a trabajar suele implicar cierta "oxigenación". El trabajo fuera permite tomar cierta distancia del ambiente familiar, especialmente en el caso de familias con hijos pequeños, donde las demandas y exigencias familiares son mayores que en otras conformaciones familiares.

Otro elemento a considerar es que, la no-salida al medio laboral a la vez que remodele la ciudad (Virilio, 1997) pueda remodelar también las dinámicas familiares, reubicando a los progenitores adultos en su medio provocando que aquellos viejos anhelos de "no llevar el trabajo a casa", o "los problemas de la casa al trabajo" se vuelvan caducos en un sistema donde casa y trabajo se confundan en uno. La transicionalidad en las nuevas modalidades no pasa por el viaje, sino por la conexión con el trabajo; en otros tiempos un espacio público; que ahora se configura en un espacio público-privado con fronteras tenues e imprecisas. La jornada laboral no se acorta, sino que se funde con el esparcimiento, con lo familiar, en una yuxtaposición a la que, lenta pero firmemente, las interfaces de Windows nos han ido acostumbrando, como quizás hubiera señalado Mc Luhan. La interactividad actual de los medios, con Internet como metáfora de punta, pareciera re-presentarse en estas modalidades de trabajo, donde todo se entremezcla, donde nada predomina, donde las jerarquías son relativas y circunstanciales. Todo es un contínuo, la máquina y el hombre, y así como el show debe continuar, el trabajo pareciera también seguir ese mismo lema. Negroponte (1995) imagina la producción contínua y continuada en "zonas de tiempo", en lugar de espacios físicos a lo largo y ancho del planeta.

Podría pensarse al tele-trabajo como una de las nuevas actividades que integran la tendencia creciente hacia la individuación de los proyectos de vida y de las formas de existencia. Coincidiendo con un retorno a los ámbitos privados se produce una privatización de lo público con un repliegue creciente de las protecciones colectivas. Una tensión actual es motivada por las nuevas modalidades de contratación laboral que "tele-trasladan" al trabajador la solución de problemas básicos como la salud o la seguridad. La desregulación creciente de las condiciones laborales puede, dependiendo de la calidad del empleo, dejar al trabajador en condiciones de gran vulnerabilidad. En ese sentido hay potenciales efectos del tele-trabajo que ameritarían estudios profundos que puedan evaluar la pertinencia de regulaciones por vía legislativa que tiendan a asegurar cierto tipo de protección en aspectos vinculados con la salud ocupacional o la seguridad laboral.

Al perderse el contacto cotidiano ciertas dificultades que hoy se plantean pueden verse agudizadas por el tele-trabajo. Tomemos como ejemplo el de las dificultades generadas por las "lesiones por esfuerzo repetitivo" también llamadas "disturbios osteomusculares relacionados con el trabajo" (4). El acelerado aumento de la prevalencia de estas patologías ha estado asociado con el crecimiento de la informatización y del trabajo automatizado, como el que realizan con frecuencia personas que ingresan datos en computadoras o trabajan digitando durante varias horas. Como previsible que el crecimiento del tele- trabajo se presente asociado con el incremento de ese tipo de actividades, creemos que al perderse el contacto cotidiano las lesiones causadas por esfuerzos repetitivos ocurridas en el hogar, podrían llegar a generar dificultades aún mayores. Actualmente éstas lesiones debido a su invisibilidad, generan incomprensión y discriminación en ámbitos laborales tradicionales. El tele-trabajo puede presentar dificultades novedosas como en el caso de accidentes laborales producidos en el hogar.

Tanto Freud como Marx, que influyeron notablemente en el pensamiento de la modernidad, coincidieron al destacar la doble condición del trabajo. El trabajo es, por un lado, condición necesaria para la realización del ser social y motor decisivo en el proceso de humanización del hombre. (Marx, 1844) "La actividad profesional ofrece particular satisfacción cuando ha sido libremente elegida, es decir, cuando permite utilizar mediante la sublimación, las inclinaciones preexistentes y las tendencias instintivas evolucionadas". ( S. Freud citado por Castaño, 1993) Sin embargo no debemos desconocer que los individuos no siempre pueden proyectarse en el futuro mediante el trabajo. El trabajo, que debería ser siempre una actividad creadora que habilite a la realización de los individuos se convierte, frecuentemente, en solamente un medio de subsistencia ya que"la inmensa mayoría de los hombres sólo trabajan bajo el imperio de la necesidad".(Freud, 1909).

Teniendo en cuenta la desigual significación que el trabajo puede tener para cada individuo es posible considerar que algunos trabajadores – y sus familias – puedan necesitar del trabajo y su organización tradicional pues encuentran en la interacción presencial cotidiana -con sus compañeros – el sostén y la motivación necesaria para desarrollar actividades laborales que no les resultan placenteras". (Balaguer & Carbajal, 2001) En estos casos el tele-trabajo con su relativo aislamiento podría afectar el contacto presencial cotidiano provocando un aumento del malestar producido al desempeñar un trabajo que no resulta estimulante.

Algunas reflexiones finales

En este breve recorrido que hemos llevado a cabo, centrándonos en la salida o la no -salida generadas por el tele-trabajo, son varias las preguntas que quedan abiertas y diversos los modelos interpretativos utilizables para su comprensión. En el presente trabajo hemos elegido algunas de las cuestiones que se encuentran implícitas en el marco de esta modalidad laboral, siendo concientes de la amplitud y del alcance que tiene esta temática en el contexto actual.

La reconfiguración de los espacios observable en el tele-trabajo, hasta ahora se ha manejado básicamente en la línea textual, siendo sin embargo creciente el uso de cámaras (web-cams) que introducirían un elemento más que trascendental : la mirada en el ámbito privado, la pérdida de la intimidad

Escribía el año pasado Freire (2000) "Une los elementos separados, reduce las duraciones y las distancias, es, después de todo, la lógica de los imperios, para los que sus componentes nunca están lo suficientemente juntos, sus provincias siempre son demasiado grandes para abarcar. Esta especie de "montaje rápido" es una variante de las viejas técnicas de poder y trabaja reduciendo las cadenas de comando para controlar mejor los extremos. Culmina con el así llamado "tiempo real", la abolición de toda distancia y toda duración al servicio del imperio del mercado mundial. Cuando en realidad las cosas no existen sino porque están separadas, y para respetarlas y conocerlas hace falta sortear las distancias que las separan tomándose el tiempo real que sea necesario". El autor se refería al hipertexto, sin embargo sus consideraciones bien podrían corresponder con la temática que hoy abordamos.

En este convulsionado mes de setiembre de 2001, la "localización" y la mirada adquieren una importancia trascendental. Las lógicas modernistas, de separación, disección, a las que aludíamos más arriba, se ven alteradas por nuevas formas de funcionamiento que movilizan intensos afectos y desubican al mundo, inclusive al más tecnificado, que se vuelve víctima de la "des-localización". La desorientación generalizada, el caos ganan lugar, mientras la tecnología busca acortar las distancias.

Más recientemente escribía Bernat Jodi (2001) "El 7 de septiembre los miembros del colectivo Surveillance Camera Players (SCP) llevaron a cabo una protesta para manifestarse en contra de la proliferación de las cámaras de videovigilancia (5). Los manifestantes del SCP celebraron el International Day of Action Against Video Surveillance el 7 de septiembre. Protestaban contra la "constante, indiscriminada y tecnológicamente sofisticada videovigilancia de lugares públicos por parte de las empresas y la administración". El más utilizado y curioso método para protestar fue el de actuar de forma pacífica delante de los objetivos webcams con la finalidad de que la acción se hiciera eco en todos los lugares del mundo a los que llega Internet. Alemania, Colombia, Estados Unidos, Francia, Lituania y Turquía fueron los escenarios en los que tuvieron lugar las manifestaciones artísticas de los miembros del SCP. Inspiradas en los escritos de los clásicos de la literatura distópica -George Orwell, Aldous Huxley o Ray Bradbury"-.

Mac Luhan afirmó en una entrevista un año antes de morir: "Ahora todos vivimos en este mundo irracional, instantáneo, immediato. Yo nombré a esto la Aldea Global, pero la gente pensó que esto era un ideal, que yo estaba imaginando una situación ideal. En realidad, una aldea no es una cosa ideal, porque la gente sabe demasiado sobre los demás. No hay privacidad, no hay identidad. En la Aldea Global eléctrica la gente sabe demasiado, y ya no hay un lugar donde esconderse" (citado por Faura, 2000).

Bibliografía

1. Balaguer, R. ; Carbajal, M. (2001) "Tele-trabajo, perfilar o perfilarse?" V Jornadas de ADEPTRU Nov 2001, Montevideo

2. Balaguer, R. (2001) "¿Agora electrónica o Times Square?" Revista TEXTOS de la CiberSociedad, No 1. Disponible en: http://cibersociedad.rediris.es

3. Bernat, J. (2001) "La videovigilancia, reflexiones después del desastre". Disponible en: http://enredando.com/cas/enredados/enredados203.html

4. Carbajal, M. "Problemas de empleo en la mediana edad". Publicación de la Coordinadora de Psicólogos del Uruguay número 125. Montevideo, junio de 2001

5. Castaño, C "Psicología y orientación vocacional". Morava. Madrid, 1993

6. Faura, R. (2000) "La cultura local en el ciberespacio El papel de las Freenets". Disponible en : http://www.naya.org.ar/congreso/

7. Freire, H. (2000) Primer Congreso Virtual de Psicoanálisis "Los Psicoanálisis en Castellano desde el Sur del planeta" Editorial y Fundación Proyecto al Sur

8. Freud, A. (1965 ) "Normalidad y patología en la niñez" Paidós, Buenos Aires, 1979

9. Freud, S. (1905) Tres ensayos para una teoría sexual Tomo IV : Biblioteca Nueva Madrid, pags 1169-1237

10. Giddens, A, (1999) Un mundo desbocado Madrid : Ediciones Santillana , 2000

11. Giddens, A. (2000) Sociología Madrid : Alianza Editorial

12. Guzberg y col. (1951) "Occupational choice: An approach to a general theory". Columbia University Press, New York.

13. Kernberg, O. "Desórdenes fronterizos y narcisismo patológico" Buenos Aires : Paidós, 1993

14. Kohut, H. (1971) "Análisis del Self", Buenos Aires :Amorrortu editores, 1977

15. Mahler, M. "El nacimiento psicológico del infante humano". Marymar, Buenos Aires, 1977.

16. Marx, K (1844) "Manuscritos económicos filosóficos"

17. Negroponte, N. (1995) Being Digital New York : Vintage Books

18. Papert, S. (1996) La Familia Conectada padres, hijos y computadoras Emece Editores, 1997

19. Smelser, N.. Notas para el estudio del trabajo y del amor en la edad adulta. En: Smelser, Neil y Eric Erikson "Trabajo y amor en la edad adulta. Grijalbo, Barcelona 1983

20. Super, D. y Bacharach, P. (1957) Scientific careers and vocational development theory. Teacher College of Education, New York.

21. Tapscott, D. (1998) "Creciendo en un entorno Digital" Barcelona : Mc Graw-Hill, 1999

22. Virilio, P. (1997) Cibermundo : Una polìtica suicida? Santiago : Dolmen Ediciones SA

23. Winnicott, D. (1960) La adolescencia. En "La familia y el desarrollo del individuo". Lumen- Horné, Buenos Aires, 1995.

Notas

1. Más allá de las discrepancias que podamos tener con el tan mentado "fin del trabajo" y sin saber a ciencia cierta cómo éste va a ser en el futuro, hoy contamos con suficientes elementos como para poder afirmar que, cada vez, más van a tener trabajo quienes puedan ejercer la capacidad de aprender.

2. El adulto maduro, frente a la incertidumbre laboral, experimenta un sufrimiento aún mayor ya que ésta lo hace sentir por fuera de las expectativas de la sociedad para su tramo etario. De acuerdo al imaginario de la modernidad con el que creció, se espera del adulto maduro que haya logrado consolidar una estabilidad que la eventual pérdida del empleo puede afectar de manera dramática. Los sujetos que pierden el empleo pierden su afiliación al trabajo pero también la afiliación referida a su entorno social. Una mujer desempleada de cuarenta y cinco años que participó de una experiencia grupal con uno de nosotros expresó con un gran monto de angustia al presentarse: "Me llamo Susana trabajo desde los 17 años y siempre participé de espacios colectivos. Ahora estoy desocupada hace un año y… no soy nada en ningún lado" . Susana no sólo quedó por fuera de los sistemas de salud, sino que se encuentra al margen de todos los lugares que le otorgaban un sentido de pertenencia. Los adultos desempleados se sienten por fuera de un universo simbólico que ha otorgado sentido a sus vidas (Carbajal, 2001).

3. Entendemos por externalidades los efectos que el tele-trabajo, una modalidad laboral con sus especificidades, provoca en el bienestar del tele-trabajador o su entorno.

4. Éstas son lesiones caracterizadas por la destrucción progresiva de los tendones de las manos, codos, brazos o piernas. En Latinoamérica este tipo de lesiones es una de las principales causas de pérdidas de trabajo.

5. Los hechos acontecidos cuatro días después puedan obligar a reformular el enfoque del artículo, aunque su contexto continúe siendo el mismo: la ciudad de Nueva York.

Fuente original: V Jornada de ADEPTRU, Noviembre 2001, Montevideo, Uruguay. Disponible a través del Archivo del Observatorio para la CiberSociedad

 

Autores:

Roberto Balaguer Prestes

Miguel Carbajal

Website: www.robertobalaguer.com

Blog: http://blogs.robertobalaguer.com/vidasconectadas/

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