- Introducción
- Psicosis
- Trastornos psicóticos
- Antipsicóticos
- Antipsicóticos atípicos (nuevos)
- Efectos secundarios de los antipsicóticos
- Dosificación de antipsicóticos
- Conclusiones
Introducción
En este trabajo realizaremos una breve pero acertada revisión de los medicamentos antipsicóticos y todas las implicaciones que conllevan su administración, el uso correcto dependiendo ciertas características que debe reunir una persona para poderlos consumir o administrárselos, haremos un énfasis en las cuales de los medicamentos antipsicóticos y sus presentación y finalmente nombraremos las posibles reacciones adversas que se pueden presentar por su administración.
La Psicosis al igual que otras disciplinas es una materia eminentemente experimental. El carácter práctico de la Psicosis permite que poco a poco vayamos aprendiendo y conociendo todas las enfermedades, referentes a Psicosis.
Las enfermedades que se van a explicar en este trabajo son muy peligrosas y con esto aprenderemos a conocer exactamente como puede llegar a producirse y bajo que síntomas.
Los distintos tipos de enfermedades Psíquicas y su desarrollo nos enseñan a saber cómo actuar en caso de adquirir una Psicosis.
OBJETIVOS
Objetivo General
Reafirmar las principales pautas de definición entre los medicamentos antipsicóticos y destacar sus principales diferencias entre los típicos y atípicos, los cuales son los dos grupos de los mismos.
Objetivos Específicos
Definir antipsicóticos y explicar los dos grupos: típicos y atípicos.
Nombrar las presentaciones de los principales antipsicóticos típicos y antipsicóticos atípicos.
Mencionar las reacciones adversas más conocidas de los medicamentos antipsicóticos
Psicosis
Psicosis es una tipología de enfermedad mental que se caracteriza por los delirios y las alucinaciones. Se trata de un concepto genérico que incluye a enfermedades como la paranoia y la esquizofrenia, y que está vinculado a la pérdida de contacto con la realidad.
El pensamiento desordenado, los cambios en la personalidad, los comportamientos extraños y la dificultad para la interacción social forman parte de la psicosis. Este trastorno puede tener un origen orgánico o funcional y, en sus manifestaciones más leves, es temporal y no afecta drásticamente la vida cotidiana de las personas.
La psicosis supone un desvío del juicio de realidad, y no una insuficiencia del mismo (como en el caso de la oligofrenia). Existen diversas clases y tipos de psicosis, que comparten algunas de las características ya mencionadas.
Es una pérdida de contacto con la realidad que generalmente incluye:
• Falsas creencias acerca de lo que está sucediendo o de quién es uno (delirios).
• Ver o escuchar cosas que no existen (alucinaciones).
Trastornos psicóticos
Clásicamente se consideran psicosis todos los trastornos mentales en los que la pérdida de contacto con la realidad es muy llamativa (por ejemplo, en casos en los que el paciente no distingue en absoluto entre la realidad y su fantasía, o entre sus miedos internos y las amenazas reales, etc.). En sentido estricto, la pérdida de contacto con la realidad se da en distinto grado en muchos trastornos psiquiátricos, incluidas las neurosis graves, pero en los trastornos psicóticos éste síntoma es más característico o grosero.
Las psicosis cursan con mucha frecuencia con delirios; (pensamientos ilógicos, con frecuencia muy extravagantes y sin base real, que no están basados en una creencia cultural compartida y que no se pueden rebatir mediante argumentación lógica) y con alucinaciones (percepciones sin estímulo real como voces, visiones, etc.). Las alucinaciones y los delirios pueden verse en cuadros de depresión psicótica, o manía delirante en el trastorno bipolar, en intoxicaciones por drogas estimulantes o alucinógenas, como efecto secundario de algunos fármacos, en el seno de algunas enfermedades médicas (neurológicas, reumatológicas, etc.) y, de una manera muy característica, en los trastornos que se exponen en este apartado. El trastorno psicótico más conocido es la esquizofrenia.
CAUSAS
Muchos problemas médicos pueden causar psicosis, como:
Alcohol y ciertas drogas ilícitas, tanto durante su consumo como durante la abstinencia
Enfermedades cerebrales, como el mal de Parkinson, la enfermedad de Huntington y ciertos trastornos cromosómicos
Tumores o quistes cerebrales
Demencia (que incluye el mal de Alzheimer)
VIH y otras infecciones que afectan el cerebro
Algunos fármacos de venta con receta, como esteroides y estimulantes
Algunos tipos de epilepsia
Accidente cerebrovascular
La psicosis (o síntomas psicóticos) también se puede encontrar en:
La mayoría de las personas con esquizofrenia
Algunas personas con trastorno bipolar (depresivo o maníaco) o depresión grave
Algunos trastornos de la personalidad
Las causas para desarrollar este trastorno pueden ser de diferente naturaleza. Destacamos los siguientes factores:
– Factores genéticos. Algunas personas poseen una predisposición genética. No obstante, esto no significa que tengan que desarrollar este trastorno, para ello es preciso que haya un factor desencadenante junto con un ambiente social que lo favorezca, como puede ser un divorcio, una experiencia traumática, un fracaso, la frustración al no lograr un determinado objetivo, etc. - Factores psicológicos. Según la personalidad de cada individuo existe una mayor o menor posibilidad de sufrir este trastorno.
- Factores sociales. El ambiente social, las circunstancias y el entorno que rodean a la persona también pueden influir.
- Factores desencadenantes. Cualquier experiencia o circunstancia difícil de aceptar o asumir puede favorecer su aparición.
SÍNTOMAS
Pensamientos confusos.
Los pensamientos se vuelven confusos y dejan de guardar relación entre ellos. La expresión oral es difícil de entender o no tiene sentido. Hay dificultad para concentrarse, seguir el hilo de una conversación o recordar las cosas. A veces los pensamientos están acelerados o a veces lentos.
Creencias falsas.
Con frecuencia se tienen creencias falsas que se llaman "delirios". están tan convencidos de la verdad del delirio que ningún razonamiento es capaz de desengañarlo. Pueden creer que los vigilan y controlan con aparatos electrónicos.
Alucinaciones.
Puede ver, oír, sentir, oler o percibir con el gusto cosas inexistentes. Oye voces que nadie mas alcanza a oír, ve objetos que no existen, percibe olores o sabores que los demás no notan. Puede pensar que la comida está envenenada.
Cambios afectivos y de percepción.
Se sienten raros y aislados del mundo y le parece que las cosas se mueven con gran lentitud. Son frecuentes los cambios bruscos del estado de ánimo y pueden sentirse extrañamente excitados o deprimidos. Parece como si fuera incapaz de emocionarse por cualquier cosa, o no las manifiesta a quienes les rodean.
Cambios de conducta.
Presentan conductas diferentes a las que acostumbraban tener.
PRUEBAS Y EXÁMENES
La evaluación y los exámenes psiquiátricos se utilizan para diagnosticar la causa de la psicosis.
Es posible que los exámenes de laboratorio y las gammagrafías del cerebro no sean necesarios, pero algunas veces pueden ayudar a determinar con precisión el diagnóstico exacto. Estos exámenes pueden ser:
Exámenes de sangre para niveles de hormonas y electrólitos anormales
Exámenes de sangre para sífilis y otras infecciones
Exámenes toxicológicos
Resonancia magnética del cerebro
CUADRO CLÍNICO
Al hablar de psicosis en la práctica cotidiana se hace referencia a los trastornos funcionales, ellos son:
• Esquizofrenia: Generalmente son personas alegres, con buen contacto con las personas y que comienzan con cambios del humor, se tornan aisladas y solitarias. Se notan cambiados, les cuesta reconocerse a sí mismos. En otros casos pueden comenzar con excitación motora, alucinaciones y delirios. Luego aparecen trastornos del pensamiento, en los cuales de pronto perciben una alucinación y cambian abruptamente el discurso, pudiendo continuar hablando de otro tema sin advertir dicho cambio. Por la alteración en el contenido del pensamiento surgen los delirios, los que habitualmente son megalomaníacos: creen ser personas sobrenaturales, que han sido llamadas a salvar el mundo (delirio místico). Sus delirios están mal estructurados y no sistematizados, a diferencia de la paranoia. Presentan una ambivalencia afectiva por una persona u objeto, apareciendo simultáneamente sensación de amor y odio.
• Paranoia Se caracterizan por padecer cuadros de delirios sistematizados, conservando el orden, la coherencia y la claridad. Construyen sus ideas a partir de elementos falsos o ilusiones. Son desconfiados, agresivos, orgullosos y con gran poder de convicción.
• Parafrenia Estas personas no tienen ideas acordes en su delirio, el cual aumenta alrededor de un núcleo central. El mecanismo que desencadena el delirio no son las alucinaciones, sino que surge a partir de la imaginación o la fabulación. Los delirios son cambiantes, con improvisación en el mismo momento del diálogo sin que pierdan por ello la convicción.
• Psicosis alucinatoria crónica
En este tipo de psicosis predomina el denominado triple automatismo: ideoverbal, donde hay robo y adivinación del pensamiento; sensorial, con alucinaciones visuales, perciben olores y gustos; y psicomotor, donde sienten la imposición del movimiento.
TRATAMIENTO
La primera fase del tratamiento consiste en una evaluación exhaustiva mediante una visita por parte del psiquiatra. Durante esta entrevista, se dedica un tiempo a conocer la persona afectada y, si es posible, también a la familia o personas cercanas a ella. En general, se realizan análisis de sangre y pruebas de neuroimagen (resonancia magnética) para descartar posibles causas orgánicas de los síntomas psicóticos. Puede ser un periodo de confusión y angustia por el paciente, por lo que es muy importante el apoyo y comprensión recibida por parte de todo el personal médico y asistencial. Esta relación de confianza mutua entre el paciente y el equipo de salud mental es esencial que se produzca desde el inicio del proceso terapéutico.
La información recogida durante la entrevista y las pruebas realizadas aclararan la naturaleza específica de la psicosis y del tratamiento más adecuado en cada caso.
En algunos casos, los síntomas desaparecerán poco tiempo después de iniciar el tratamiento, permitiendo que el paciente reanude su vida normal en un breve periodo de tiempo. En otros, la recuperación puede tardar semanas o incluso meses. Al igual que en otras enfermedades, puede ser oportuno suspender temporalmente la actividad laboral o los estudios para reiniciarlos más tarde, una vez recuperado, y así tener más garantías de éxito.
El tipo de tratamiento puede variar en función de las preferencias del paciente, la gravedad de los síntomas, el tiempo que han estado presentes y de sus posibles causas.
Medicamentos
Los medicamentos son parte esencial del tratamiento de los trastornos psicóticos y, junto con otras formas de terapia, tienen un papel fundamental en la recuperación después del episodio psicótico y en la prevención de episodios posteriores. Existen diferentes tipos de fármacos de gran eficacia, tanto en la reducción de los síntomas psicóticos como en el alivio de la ansiedad que los acompaña. El tratamiento suele iniciarse a dosis bajas y es el psiquiatra quién determina, junto con el paciente, las modificaciones necesarias, según la evolución de los síntomas. Se dispone de un gran número de fármacos, lo que permite realizar cambios entre ellos en caso de presentarse efectos secundarios. Es importante que el paciente informe a su psiquiatra si presenta algún efecto adverso, ya que su aparición puede empeorar el cumplimiento de un tratamiento, que como ya hemos dicho, es fundamental para la recuperación.
Orientación y psicoterapia
Contar con un equipo de profesionales con quien poder hablar es una parte importante del tratamiento. Existen diferentes tipos de terapia y la elección dependerá de las necesidades del paciente y de la fase de la psicosis en que se encuentre. Inicialmente, puede ser suficiente contar con alguien que entienda la situación y que transmita confianza en la recuperación. A medida que avanza el proceso de recuperación, pueden aparecer dudas o inquietudes sobre la enfermedad y puede ser conveniente conocer medidas para evitar recaídas, como pueden ser técnicas para manejar el estrés o aprender a reconocer precozmente señales de alarma. La orientación o la psicoterapia se pueden realizar de forma individual o en grupo.
Ayuda práctica
También puede formar parte del tratamiento, en algunos casos, la ayuda práctica para hacer frente a las dificultades del día a día. En todos los centros de salud mental hay trabajadores sociales que pueden ayudar a resolver problemas relacionados con la vuelta al trabajo o a los estudios, el uso del tiempo libre, la vivienda, etc.
Tipos de Enfermedades Psíquicas
Todas las enfermedades Psíquicas se pueden dividir en tres grupos:
En el primero de ellos: Son propias las alteraciones Anatomopatológicas específicas, que permite él diagnostico Post Mortem, incluso sin conocer la historia clínica. Entre ellas están la Parálisis general progresiva y otras Psicosis Sifilíticas, las Psicosis Ateroscleróticas, la demencia senil, las Encefalitis y algunas formas de Oligofrenia.
El segundo grupo: De enfermedades Psíquicas presenta solamente modificaciones más o menos típica que, sin embargo, no aparecen al comienzo de la enfermedad, sino después de un periodo, algunas veces muy largo, que puede contarse por años. Figuran entre ellas la Esquizofrenia, la Epilepsia y algunas Psicosis infecciosas y toxicas de curso crónico.
Finalmente, en el tercer grupo: De Psicosis no hay modificaciones Anatomopatológicas que pueden ser comprobadas con los métodos actuales de investigación. En este grupo se incluyen las Psicosis Maniaco – Depresivas, las Neurosis y Psicopatías, las Psicosis Reactivas y algunas otras.
En algunas Psicosis se pueden observar alteraciones vasculares orgánicas o funcionales, que tienen como consecuencia hemorragias o reblandecimientos isquémicos del cerebro. Son frecuentes los fenómenos de exudación y proliferación; las combinaciones de dichos fenómenos son muy diversas en las distintas Psicosis.
En muchas enfermedades Psíquicas, es necesario recurrir al análisis del Líquido Cefalorraquídeo.
Síndrome Psicopatológico
El estudio de los Síndromes Psicopatológicos tiene mucha importancia. Su conocimiento facilita el diagnostico, ya síndromes determinados son propios de unidades nosológicas concretas. Una vez comprobada la existencia de uno u otro síndrome, pueden tomar medidas prácticas que puedan evitar consecuencias graves.
Clasificación y Nomenclatura de las enfermedades Psíquicas
Esquizofrenia.
Epilepsia
Psicosis Maniaco – Depresiva.
Arterioesclerosis Cerebral y otras enfermedades vasculares.
Psicosis Preseniles.
Psicosis Seniles.
Sífilis del Cerebro.
Parálisis General Progresiva.
Psicosis motivadas por Infecciones y enfermedades virulentas.
Psicosis relacionadas con Intoxicaciones.
Psicosis Alcohólicas y Alcoholismo Crónico.
Narcomanías.
Trastornos Psíquicos relacionados con enfermedades de los Órganos Internos, Avitaminosis y Trastornos del Metabolismo. Endocrinopatías con alteraciones Psíquicas.
Trastornos Psíquicos en los Traumatismos Cerebrales.
Lesiones Orgánicas del sistema nervioso.
Oligofrenia.
Desarrollo Patológico de la personalidad (Psicopatías).
Neurosis, Psiconeurosis y estados reactivos.
Otras enfermedades Neuro – Psíquicas.
Antipsicóticos
Antipsicótico es un fármaco que comúnmente, aunque no exclusivamente, es usado para el tratamiento de las psicosis. Los neurolépticos ejercen modificaciones fundamentalmente en el cerebro y pueden servir en casos de esquizofrenia para, por ejemplo, hacer desaparecer las alucinaciones, y generalmente —en dosis terapéuticas— no presentan efectos hipnóticos. Se han desarrollado varias generaciones de neurolépticos, la primera la de los antipsicóticos típicos, descubiertos en los cincuenta. La segunda generación constituye un grupo de antipsicóticos, de descubrimiento más reciente y de mayor uso en la actualidad. Ambos tipos de medicamentos, los típicos y los atípicos, tienden a bloquear los receptores de la vía de ladopamina en el cerebro. Algunos efectos colaterales incluyen la ganancia de peso, agranulocitosis, discinesia y acatisia tardía.
TRASTORNOS PSICÓTICOS
Clásicamente se consideran psicosis todos los trastornos mentales en los que la pérdida de contacto con la realidad es muy llamativa (por ejemplo, en casos en los que el paciente no distingue en absoluto entre la realidad y su fantasía, o entre sus miedos internos y las amenazas reales, etc.). En sentido estricto, la pérdida de contacto con la realidad se da en distinto grado en muchos trastornos psiquiátricos, incluidas las neurosis graves, pero en los trastornos psicóticos éste síntoma es más característico o grosero.
Las psicosis cursan con mucha frecuencia con delirios; (pensamientos ilógicos, con frecuencia muy extravagantes y sin base real, que no están basados en una creencia cultural compartida y que no se pueden rebatir mediante argumentación lógica) y con alucinaciones (percepciones sin estímulo real como voces, visiones, etc.). Las alucinaciones y los delirios pueden verse en cuadros de depresión psicótica, o manía delirante en el trastorno bipolar, en intoxicaciones por drogas estimulantes o alucinógenas, como efecto secundario de algunos fármacos, en el seno de algunas enfermedades médicas (neurológicas, reumatológicas, etc.) y, de una manera muy característica, en los trastornos que se exponen en este apartado. El trastorno psicótico más conocido es la esquizofrenia.
CLASIFICACIÓN:
CLASIFICACIÓN CLÍNICO-FARMACOLÓGICA
ANTIPSICÓTICOS TÍPICOS (CLÁSICOS)
Su acción antipsicótica se ejerce al bloquear los receptores dopaminérgicos D2.
Son eficaces sobre los síntomas positivos de la esquizofrenia.
Tienen muchos efectos adversos, sobre todo extrapiramidales.
Los antipsicóticos típicos (también conocidos como antipsicótico de primera generación, antipsicótico convencional, neurolépticos clásicos o tranquilizantes mayores) son una clase de medicamentos antipsicóticos que se desarrollaron en los años 1950 para el tratamiento de la psicosis, en particular la esquizofrenia, y que por lo general han sido reemplazados por drogas antipsicóticos atípicos. Los antipsicóticos clásicos pueden ser indicados también para el tratamiento de la manía aguda, agitación y otros trastornos emocionales. El primero de esta clase de antipsicóticos de entrar a la práctica clínica fueron los fenotiazinas
Clasificación:
Los antipsicóticos tradicionales se clasifican en dos grupos, dependiendo de su capacidad de ser de alta potencia o de baja potencia:
POTENCIA | EJEMPLOS | PERFIL DE EFECTOS ADVERSOS | |||||
Alta potencia | flufenazina yhaloperidol | Mayor efecto secundario sobre el Sistema extrapiramidal y, en menor medida, histamínicos (como la sedación), alfa adrenérgicos (como la ortostasis) y efectosanticolinérgicos effects (como la boca seca). | |||||
Baja potencia | clorpromazina | Menor efecto extrapiramidal y mayores efectos histamínicos (H1), alfa-adrenérgicos (a1), y muscarínicos. |
EFECTOS SECUNDARIOS
Los efectos adversos de los antipsicóticos incluyen la resequedad bucal, rigidez muscular, calambres, tremores y ganancia de peso. Los efectos secundarios extrapiramidales incluyen signos como la acatisia, parkinsonismo, distonías y otros. Los medicamentos anticolinérgicos como la benztropina y la difenhidramina se usan con frecuencia para tratar estos efectos extrapiramidales.
Ejemplos comunes
Clorpromazina (Largactil, Thorazine)
Flufenazina (Prolixin)
Haloperidol (Haldol, Serenace)
Molindona
Tiotixeno (Navane)
Tioridazina (Mellaril)
Trifluoperazina (Stelazine)
Loxapina (Loxapac, Loxitane)
Perfenazina
Proclorperazina (Compazine, Buccastem, Stemetil)
Pimozida (Orap)
Zuclopentixol (Clopixol)
Antipsicóticos atípicos (nuevos)
Su acción antipsicótica se ejerce no sólo por el antagonismo de los receptores dopaminérgicos D2, sino también por los de serotonina, histamínicos y muscarínicos.
Presentan un espectro de eficacia mayor, incluyendo los síntomas negativos y positivos.
Ocasionan menos efectos adversos incluyendo una baja incidencia de efectos extrapiramidales, además de una mínima afectación de la prolactina y otras hormonas.
Los antipsicóticos atípicos, también llamados antipsicóticos de segunda generación, son una clase de medicamento usado para el tratamiento de ciertos trastornos psiquiátricos. Algunos han sido aprobados para su uso en pacientes con esquizofrenia, otros se ven indicados para tratar la manía, Anorexia Nerviosa, desorden bipolar, agitación psicótica y otras.
MECANISMO DE ACCIÓN
Los antipsicóticos atípicos son un grupo heterogéneo de drogas no relacionadas entre sí, excepto por el hecho de que su mecanismo de acción difiere de los antipsicóticos típicos. Muchos tienen la facultad común de actuar sobre los receptores de serotonina, así como los receptores dopaminérgicos.
Antipsicóticos atípicos
Clozapina (Clozaril)
Risperidona (Risperdal)
Olanzapina (Zyprexa)
Quetiapina (Seroquel)
Ziprasidona (Geodon)
Aripiprazol (Abilify)
Paliperidona (Invega)
Asenapina
Iloperidona (Zomaril)
Sertindol (Serlect)
Zotepina
Amisulpride
Bifeprunox
Melperona
CLASIFICACIÓN QUÍMICA
En función de su estructura química, hay antipsicóticos:
Típicos (Clásicos)
Fenotiazinas: Las hay de tres tipos distintos:
Alifáticas. Ej: Clorpromacina, Levopromacina, Trifluoroperacina.
Piperidínicas: Son las fenotiacinas menos potentes. Ej: Tioridazina, Periciazina.
Piperazínicas: Contienen un -OH, son muy lipofílicas, tienen mayor potencia. Ej: Trifluoperazina.
Butirofenonas. Ej: Haloperidol: Poca actividad adrenérgica o muscarínica. Su presentación farmacéutica es de liberación lenta.
Tioxantenos. Ej: Tiotixeno.
Atípicos (Nuevos)
Dibenzodiacepinas: Pocos efectos extrapiramidales, su acción es antagónica; predominantemente sobre los receptores 5HT2. Ej.: Clozapina, Olanzapina, Clotiapina, Quetiapina.
Bencisoxazoles: Producen mínima sedación y tienen bajo riesgo de efectos extrapiramidales. Ej.: Risperidona.
FÁRMACOS ANTIPSICÓTICO
Los fármacos antipsicóticos disponibles son de varias categorías químicas: las fenotiacinas (incluyendo sus derivados), las tioxantinas, las butirofenonas y los derivados dibenzodiacepínicos y los antagonistas del receptor serotoninérgico.
INDICACIONES Y EFICACIA.
La indicación principal de los antipsicóticos es el tratamiento de las psicosis agudas y sus exacerbaciones, y el mantenimiento de la remisión de los síntomas psicóticos en pacientes con esquizofrenia, en los que incluimos los trastornos del contenido del pensamiento como el delirio, anomalías perceptivas como alucinaciones, y pensamientos anormales como los reflejados en la desorganización mental
Los fármacos antipsicóticos son eficaces en la mejoría de los síntomas psicóticos que se observan en sus diferentes causas funcionales u orgánicas. Los pacientes con depresiones delirantes o psicóticas se benefician de la combinación de fármacos antipsicóticos y antidepresivos.
La elección del medicamento más oportuno tendrá en cuenta los efectos secundarios que deban evitarse en el tratamiento del paciente.
Los fármacos más potentes (como el haloperidol y la flufenazina) se asocian a reacciones extrapiramidales, aunque provocan menos efectos autonómicos y menos sedación que los menos potentes (como la clorpromazina y la tioridazina).
RIESGOS Y EFECTOS SECUNDARIOS.
Reacciones extrapiramidales. Muchos de los efectos secundarios de los antipsicóticos proceden del bloqueo postsináptico de los receptores dopaminérgicos, lo cual provoca una varieda síntomatología de síntomas extrapiramidales, tales como reacciones distónicas agudas, síndrome parkinsoniano, acatisia, acinesia, síndrome del conejo, discinesia tardía y el síndrome neuroléptico maligno. Todas ellas tienen un componente motor involuntario (espasmos, contracciones, distorsiones de cuello y cara) o rigidez como de Parkinson.
Estos síntomas extrapiramidales pueden tratarse profilácticamente con medicación anticolinérgica.
Síndrome neuroléptico maligno. En casos muy esporádicos, un paciente en tratamiento antipsicótico puede desarrollar un trastorno potencialmente fatal conocido como síndrome neuroléptico maligno (SNM): rigidez grave y frecuentemente manifiesta cambios de estado mental, incluyendo delirios, fuerte ansiedad, hipofonía o mutismo, y ocasionalmente catatonia, fiebre, leucocitosis, taquicardia, fluctuaciones anómalas de presión arterial, taquipnea y sudoración
Los efectos secundarios anticolinérgicos, pueden deberse tanto al agente neuroléptico como a los anticolinérgicos administrados para mejorar los efectos secundarios extrapiramidales, o al efecto aditivo de los dos. Estos efectos anticolinérgicos pueden ser periféricos, los más comunes son la sequedad de boca, la disminución de la sudoración y de las secreciones bronquiales, la visión borrosa (por inhibición de la acomodación, la presencia de glaucoma de ángulo cerrado es contraindicación absoluta), las dificultades miccionales (a tener en cuanta en pacientes prostáticos) y el estreñimiento y centrales de los fármacos como problemas de la concentración, atención y memoria.
En tratamientos con neurolépticos se dan cambios en la función hormonal por lo que en algunos estos efectos secundarios están relacionados con el efecto de bloqueo dopaminérgico de los antipsicóticos, que aumentan los niveles de prolactina, que pueden dar lugar a ginecomastia, tanto en varones como en mujeres. También puede aparecer galactorrea, aunque es raro.
Los neurolépticos también pueden bloquear los receptores alfaadrenérgicos dando lugar a la aparición de hipotensión ortostática y mareos.
Efectos oculares y cutáneos. Pueden aparecer cambios pigmentarios en la piel y ojos, especialmente en tratamiento a largo plazo.
Efectos en el electrocardiograma. Varios fármacos antipsicóticos poseen efectos cardíacos que pueden ser detectados tanto clínicamente como en el ECG.
Uso en el embarazo .Como la mayoría de los fármacos, los agentes antipsicóticos deben evitarse, en lo posible, durante el embarazo y la lactancia materna.
MECANISMO DE ACCIÓN Y FORMAS DE EMPLEO
Los neurolépticos pueden administrarse por vía oral, sublingual, intramuscular o endovenosa según sea el caso y el producto comercial. Al llegar al cerebro ocupan los receptores del neurotransmisor conocido como dopamina y en algunos casos también los de la serotonina. Actúan como antagonistas bloqueando sus efectos y producen un estado de tranquilidad e indiferencia inmediatas; es por esto que en 1952 el primer científico en experimentar con ellos los calificó de auténticos "lobotomizadores químicos".
La mayor parte de los neurolépticos son fuertes bloqueadores de los receptores post-sinápticos D2 del sistema nervioso central, especialmente en el sistema frontal-mesolímbico. También se ha descubierto una densidad aumentada de receptores de dopamina en exámenes post-mórtem del cerebro de pacientes esquizofrénicos. Por ello se ha estipulado que la esquizofrenia puede ser causada por una excesiva actividad dopaminérgica. Adicionalmente, hay medicamentos que, como el levodopa y las anfetaminas, agravan la esquizofrenia o producen nuevas psicosis en algunos pacientes.
Sin embargo, existen otras posibilidades, pues no todos los antipsicóticos son completamente eficaces en el tratamiento de la esquizofrenia, y en algunos pacientes no tienen ningún efecto terapéutico. Se ha notado también que algunos de los más recientes fármacos tienen una débil asociación con los receptores D2 y, sin embargo, son más efectivos que aquellos que son más afines por el receptor.
EFECTOS ADVERSOS:
Síntomas extrapiramidales: síntomas parkinsonianos, incluido el temblor, movimientos anómalos de cara y cuerpo (distonía); agitación (acatisia) que suele ocurrir tras administrar grandes dosis; discinesia tardía (movimientos rítmicos e involuntarios de la cara, la lengua y los maxilares) que suele aparecer tras un tratamiento prolongado y dosis altas pero también puede ocurrir en un tratamiento de corta duración y dosis bajas. Lo síntomas parkinsonianos suelen desaparecer al retirar el tratamiento, pero la discinesia tardía no siempre desaparece y el tratamiento no suele tener efecto.
Síntomas antimuscarínicos: sequedad de boca, estreñimiento, dificultad miccional y visión borrosa; muy raramente puede producirse glaucoma de ángulo estrecho.
Otros síntomas: somnolencia; apatía; agitación, excitación e insomnio; cefalea; confusión; trastornos digestivos; congestión nasal; síntomas cardiovasculares (como hipotensión, taquicardia y arritmias); alteraciones del ECG (se han notificado casos de muerte súbita); efectos endocrinos del tipo de trastornos menstruales, galactorrea, ginecomastia, impotencia y aumento de peso; agranulocitosis y leucocitopenia, fotosensibilización, sensibilización al contacto y erupción e ictericia; opacidades corneales y del cristalino y pigmentación purpúrea de la piel, córnea, conjuntiva y retina.
También puede producirse un síndrome maligno por neurolépticos, con hipertermia, nivel fluctuante de conciencia, rigidez muscular y disfunción vegetativa con palidez, taquicardia, labilidad de la presión arterial, sudoración e incontinencia urinaria. Es raro pero puede ser mortal.
Efectos secundarios de los antipsicóticos
DE LEVES A INTENSOS:
Estos pueden disminuir o desaparecer con el tiempo, o bajar de intensidad si se reduce la dosis. La mayoría de las personas presentan más de uno de los siguientes efectos secundarios.
Movimientos corporales anormales, espasmos musculares, temblores
Visión borrosa
Estreñimiento
Mareos
Sequedad en la boca
Latidos cardíacos rápidos
Disfunción sexual
Balbuceo
PUEDEN SER GRAVES
Puede ser necesaria la interrupción del tratamiento con dicho fármaco; en algunos casos, pueden volverse permanentes.
Granulocitopenia, disminución de los glóbulos blancos que combaten las enfermedades, lo cual puede causar infecciones graves o mortales. (Este riesgo se asocia principalmente con la clozapina —se requieren análisis de sangre regulares para su uso—, pero también se ha informado con otros antipsicóticos).
Cambios en el metabolismo que pueden causar diabetes y un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y de accidente cerebrovascular.
Miocarditis, una inflamación del músculo cardíaco que puede ser mortal. Este riesgo se asocia principalmente con la clozapina.
Síndrome maligno por neurolépticos, se caracteriza por fiebre alta, aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial; puede ser mortal.
Convulsiones.
Significativo aumento de peso, aumento de peso del 7% o más. Por lo general, esto equivale a aproximadamente 12 libras o más.
Discinesia tardía, se caracteriza por un movimiento corporal incontrolable que puede incluir temblores y espasmos.
Usos terapéuticos
No se conoce aún el fundamento molecular de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, aunque las evidencias apuntan a un síndrome multifactorial. Al menos un gen ha sid o asociado a la esquizofrenia en ciertas regiones del mundo, el gen que codifica a la neuregulina. Los psiquiatras prescriben neurolépticos especialmente en cuadros clínicos de esquizofrenia, paranoia, psicosisorgánicas y funcionales. Existen cuadros clínicos en los que están severamente contraindicados, tal es el caso de la demencia de cuerpos de Lewy
Los neurolépticos o tranquilizantes mayores también tienen uso diseminado en medicina veterinaria como agentes tranquilizantes, sedantes o hipnóticos, según la dosis, pues disminuyen la excitabilidad nerviosa sin llegar al embotamiento de la conciencia ni generar somnolencia. Disminuye la acción motora y se reduce el umbral de convulsiones.
También la acepromazina posee efectos antieméticos. Otros neurolépticos son: la carbamazepina, la acepromazina, el haloperidol y la olanzapina, un reciente antimaníaco.
Los antipsicóticos y benzodiacepinas son prescritos a los institucionalizados en residencias de ancianos careciendo de una indicación adecuada para su uso.
Dosificación de antipsicóticos
Todos los antipsicóticos aprobados bloquean en mayor o menor medida los receptores D2, además es bien conocido que a partir del 60-70 % de ocupación de los receptores D2 la respuesta antipsicótica disminuye mientras el riesgo de efectos adversos como los efectos extrapiramidales o hiperprolactinemia aumentan considerablemente.
En concordancia con lo anterior, dosis más altas no han demostrado mejor pronóstico de estos pacientes. Además, la combinación de antipsicóticos no ha demostrado una diferencia clara respecto a la monoterapia.
Por otro lado, debemos de tener en cuenta que ya en la década de 1980 se describió que el uso de antipsicóticos de forma continuada puede generar tolerancia. Estudios más recientes muestran que existe una pérdida de efectividad del haloperidol debido a un aumento en el número de receptores D2 y a su vez, de su sensibilidad.
A pesar de todo cada día es más común encontrarse pacientes con dosis altas (>1.5 DDD) en las unidades de psiquiatría, además estos pacientes usualmente son objeto de la polimedicación . Nuestro grupo de trabajo incluso ha llegado a ver pacientes que recibían dosis de antipsicóticos equivalentes a 14 DDD.
Todo lo anterior unido al evidente aumento de riesgo de interacciones, efectos adversos y al aumento de gasto público en medicación hacen necesario replantearse las estrategias a tomar en el tratamiento de estos pacientes.
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