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La Guayra Atalaya de La Libertad (página 2)

Enviado por Rubén Contreras


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Es de entender que Alonzo de Ojeda se desplazaba hacia el occidente recorriendo las costas venezolanas y está primero el Chichiriviche de Vargas, que el de Falcón. Para nosotros lo importante a destacar es el señalamiento de nuestra costa y la supuesta acción irreverente de los indios Tarmas que rechazaron el desembarco de Ojeda con una lluvia de flechas, razón del término del encuentro del flechado y con eso abrimos la historia de confrontación entre los aborígenes criollos y los españoles, aquí en la tierra varguense.

El Congresillo Bajo los Uveros en Macuto.

A llegar Francisco Fajardo a las costas litoralenses en 1555, en su acción de conquista, y no obtener los resultados previstos va a insistir en poblar y conquistar la región litoralense y en su tercer viaje a ésta, alrededor de 1559, deja una avanzada de hombres en el litoral y va continuar viaje hacia el Tocuyo con el fin de hablar con el Gobernador para solicitar autorización en relación a su propuesta colonizadora. Mientras Fajardo estuvo de viaje, los españoles que se quedaron en el litoral cometieron una serie de desmanes y abusos contra los aborígenes y en especial contra las mujeres, lo que motivó a los indígenas a tomar represalias. Razón por la cual vamos a tener un hecho curioso y muy particular como fue la celebración del congresillo realizado bajo los uveros de Macuto, propuesto por el Cacique Guaicamacuto y con la asistencia de otros jefes de diversas tribus como Socama, Caruao, Niscoto, Gauicamacuare y Paisana.

Según Luis Oscar Martínez excrónista de La Guayra, en su obra El Negro y el Indio en la conformación de la identidad regional, este congresillo realizado para tomar acciones contra Fajardo por los aborígenes guayreños, fue la primera acción y demostración de una deliberación democrática en Venezuela en la búsqueda de decisiones compartidas en el ejercicio de un gobierno autóctono.

El despoblamiento de Caraballeda.

Entre 1586 y 1590, vamos a tener la protesta de los pobladores de Caraballeda, ante la disposición del gobernador Don Luis de Rojas de no reconocer los usos y costumbres asumidos por los ciudadanos en su autodeterminación de elegir Alcaldes y Regidores. Según Oviedo y Baños en su Historia de la Conquista y Población de la Provincia de Venezuela, esto produjo un conflicto que devino en el despoblamiento de la misma, e incentivó entre los habitantes de dicho pueblo el desconocimiento de la autoridad, lo cual coadyuvó a la pérdida del uso como puerto para la ciudad de Caracas y en un resquemor hacia las autoridades monárquicas.

Esta situación motivó a que la corona española depusiese a Rojas y trajese como gobernador a Diego de Osorio y Villegas que ocupaba esa función en Santo Domingo, quien vino acompañado del primer Bolívar, Simón Bolívar "el viejo", quien fue el administrador de la provincia de Caracas y denunció los primeros hechos de corrupción en el nuevo mundo, al no asentar las autoridades anteriores, en los libros pertinentes, la forma como se administraba la cosa pública.

La Batalla de La Guayra el 02 de Marzo de 1743, Unión de Nacionalidades.

Dado que La Guayra era el puerto de la ciudad capital de la provincia de Venezuela, era un atractivo para que los piratas y flotas de navíos en la búsqueda de la cosa fácil se presentasen en ella para tomarla como botín y como puerta de acceso hacia Caracas. Ya había sucedido en otros tiempos cuando Andrea de Ledezma, cual quijote se enfrentó a los invasores comandados por Amias Preston, quien fue el bucanero que pretendió mancillar el suelo caraqueño en mayo de 1595 Ahora se presentaba una gran flota compuesta por 19 buques y durante tres días asedia la ciudad amurallada, ante lo cual el capitán de la plaza de la ciudad de La Guayra, Mateo Gual, padre del futuro protomártir Manuel Gual, va diseñar la estrategia convocando a todos los ciudadanos que viven y moran dicha ciudad y pueblos circunvecinos en una conjunción de razas y etnias, de clases sociales, para defender el terruño del agresor.

Esta acción de defensa del puerto de La Guayra es menester destacarla dada la acción voluntaria de sus habitantes, se defendían del agresor y asumían la defensa de la ciudad desde varias ópticas. De no permitir que la ciudad cayera en manos de los ingleses ya que eso era un deshonor ante el rey, pero también La Guayra era la ciudad en que los españoles peninsulares y blancos de orilla tenían sus propiedades y porque aceptar el despojo de unos invasores. También vivían en ella los integrantes de las diversas clases sociales de la colonia, quienes al observar el fragor de la batalla no dudaron en tomar parte activa al lado de sus paisanos y vecinos para defender el orden establecido.

Pudiéramos decir que, este intento unitario de los moradores guayreños logrado por la urgencia de una defensa territorial, significa también el sentido de oportunidad de buscar la solidaridad, de estrechar lazos comunes y de avivar el sentimiento de patria chica, y aunque todavía no se tiene la venezolanidad, es la base inicial para construir la nacionalidad y el sentimiento de patria y de país para todos sin distingos de raza, credo y posición social, así como también la defensa de la libertad que tenían para vivir y actuar en el litoral.

Los Aportes libertarios de La Compañía Güipuzcoana, su fuerza monopólica y el levantamiento de Juan Francisco de León

Al crearse la Compañía Güipuzcoana el 25 de septiembre de 1728 por la Corona española en convenio con comerciantes vascos de Guipúzcoa, para operar comercialmente en la provincia de Venezuela, surgen elementos novedosos al introducirse de contrabando dentro de la carga llegada a los puertos venezolanos y en especial a La Guayra, los libros europeos con las ideas de la ilustración, los cuales van a alimentar y nutrir aquellos que piensan en un nuevo orden y en una autodeterminación política. Pero también se va convertir dicha compañía en un factor de perturbación para los comerciantes y productores del campo, al imponer un monopolio en cuanto a la venta y compra de los productos que entran y salen del país.

Es así que entre 1749 y 1751, la historia nos reseña el levantamiento de Juan Francisco de león, quien era un terrateniente de Panaquire y cumplía las funciones de teniente de Cabo de Guerra y Juez de Comiso en dicha villa, quien ante las protestas por el precio de los productos agrícolas impuestos por la Compañía en cuestión, fue destituido de sus cargos, razón por la cual organizó un movimiento social respaldado por los pobladores de la región del Tuy mirandino.

León llegó a Caracas y el 22 de abril de 1749 logró convocar un cabildo abierto en la plaza mayor, en el cual se acordó entre los asistentes declarar a la Compañía como perjudicial a los intereses de los productores y comerciantes criollos. Como el gobernador Castellanos no respetó el acuerdo, León se traslado a La Guayra involucrando a los vecinos y comerciantes de ésta en está protesta, haciendo énfasis en el perjuicio económico de los habitantes del litoral.

No era el primer motín contra la güipuzcoana, ya en 1732 se había levantado el zambo Andresote en Yaracuy, en 1733 los vecinos de Caracas levantaron su voz de protesta contra los perjuicios que ocasionaba dicha compañas. En 1734, el obispo Valverde de Coro también protestó contra los excesos de la compañía y en 1736 hubo un enjuiciamiento contra los representantes de la misma y en 1741, se produjo una intentona en San Felipe contra sus representantes en dicha entidad. Lo que nos indica el clima adverso propiciado por la empresa aduanera en diversas regiones del país, a causa de sus manejos administrativos e implantación monopólica.

Revisando causa y efectos de estos hechos contra dicha compañía, encontramos que el movimiento liderado por Juan Francisco de León resultó ser el de mayor connotación y envergadura, y le va a tocar a La Guayra, por ser esta ciudad la de mayor movimiento portuario en la provincia venezolana y aunque no tuvo su epicentro en ella, protagonizar tangencialmente dicha causa por el respaldo dado a León por los comerciantes y vecinos de la localidad, quienes también se veían marginados en cuanto a la toma de decisiones de la empresa, sí como por los controles de precios y monopolio impuestos por la misma.

La Conspiración de Manuel Gual y José María España.

Durante el año de 1797, vamos a tener en La Guayra el hecho histórico conocido como La Conspiración de Gual y España, el cual a juicio de Pedro Grases, Casto Fulgencio López y otros, fue el movimiento preindependentista más importante de los acaecidos en Venezuela, por la fuerza de sus contenidos programáticos, por la propuesta contentiva de sus bases constitucionales para la nueva república, de las ordenanzas para la acción de la vida diaria de sus ciudadanos y de su planteamiento similar al de los derechos del hombre y de los ciudadanos, contenidos en la revolución francesa, además de los símbolos históricos como la bandera y las canciones La Carmañola Americana y la Canción Americana.

Esta iniciativa de Gual Y España no va contar con el respaldo de la sociedad caraqueña y los mantuanos en especial ante su propuesta de igualdad de todas las clases sociales. Entonces quien iba a recoger el cacao, el añil, el café cultivar las labranzas, sembrar los tablones de caña de azúcar, el ordeño de las vacas, razón por la cual fue abortada el 13 de julio de 1797.

Claro no era fácil, los mantuanos venezolanos estaban subordinados a sus intereses económicos y también a las decisiones omnímodas del rey, el cual se abrogaba un poder divino, tal como lo expresan Juan Germán Roscio en su obra "El Triunfo de la Libertad sobre el Despotismo", en la cual nos habla de cómo desde los primeros tiempos de la humanidad se empezó a tejer y considerar a los reyes como descendientes del más alto designio divino y quien afrontase sus decisiones se consideraba un traidor, y también en la obra "Gual y España, La Independencia Frustrada" de los autores Juan Carlos Rey, Rogelio Pérez Perdomo, Ramón Aizpurua Aguirre y Adriana Hernández, quienes estudian el impacto de las confrontaciones contra la corona española y de la manera como los funcionarios que velaban por los intereses del monarca amedrentaban y enjuiciaban a cualquier ciudadano que quisiese irrumpir en la escena política proponiendo nuevas alternativas o ideas contrarias, ya que si no se comulgaba con la orientación metropolitana, era un atentado contra el rey, y los antecedentes ya señalados, además de otros esparcidos en América como la de Los Comuneros del Socorro, Tupac Amaru y pudiéramos cerrar el círculo con Gual Y España, tuvieron finales muy trágicos y eso mellaba las expectativas criollas, pero circunstancialmente juristas como Francisco Espejo, el juez inquisidor designado por el Capitán General Pedro Carbonell contra los contra los conjurados de Gual y España y el propio Juan Germán Roscio y otros venezolanos pertenecientes a diversos estratos sociales, comprendieron lo acaecido en España a partir de 1808 y dieron el paso, abrieron los ojos ante las circunstancias y propiciaron la acción del 19 de abril de 1810, que retoma el rumbo libertario en Venezuela propuesto por Gual y España en 1797.

Ese movimiento de Gual y España va a resultar ser la semilla fecunda que germinará en momento oportuno. Van a pasar trece (13) años madurando conceptos y definiendo estrategias hasta el que 19 de abril de 1810, después del fracaso de la intentona de la revolución de los mantuanos en 1808 y acicalada por la crisis de la sociedad colonial venezolana, convertida en una aristocracia territorial agraria, que tenía el poder económico en la provincia, pero no disponía del poder político, va a aprovechar la circunstancia de los hechos acaecidos entre Francia y España por la invasión napoleónica realizada a la península ibérica y deponer de su trono a los reyes de España, tal como lo refiere el Dr. Germán Carrera Damas en su obra "La Crisis de La Sociedad Colonial".

Ya había pasado en Caracas el tiempo de las implantaciones en cuanto a la conquista de nuevos territorios y a la creación de nuevas instituciones político-administrativas, debido a que en el último cuarto de siglo XVIII se habían creado La Intendencia del Ejército y Real Hacienda, La Capitanía General de Venezuela y La Real Audiencia en Caracas, que nos indicaba el status territorial y político de la provincia venezolana, así como los órganos mediante los cuales se gerenciaba las políticas públicas y su debida aplicabilidad, razón por la cual los criollos y blancos de orilla estaban a la espera de una oportunidad, para asumir posiciones de dirección y conducción del territorio venezolano.

Va a ser dos siglos después que el pueblo guayreño va a respaldar la propuesta de Gual y España y convertir la bandera diseñada por ellos en el símbolo histórico por excelencia en el estado Vargas, al ser aprobada en el Concejo Municipal de Vargas, el 27 de mayo de 1997, la resolución adoptándola como bandera oficial de municipio. Esta acción fue respaldada luego por el Coronel Adolfo Pastrán Matute, en su condición de Gobernador del Territorio Federal Vargas, quien en la Gaceta Oficial de La República de Venezuela emitió un decreto el 28 de diciembre de 1998 adoptándola como símbolo histórico del territorio, y a crearse el estado por disposición del Congreso de la República, La Asamblea Legislativa del estado Vargas sancionó mediante Ley regional, el 19 de abril de 1999 la Ley de Símbolos Históricos Estadales, asumiendo la bandera de Gual y España como la bandera oficial del estado Vargas.

El 19 de abril de 1810, como antesala del 20 de abril en la Guayra

Al darse la deposición del Capitán General Vicente Emparan el 19 de abril de 1810, y asumir una Junta suprema el gobierno de la provincia de Caracas, dirigida por criollos y convertidos estos en supremos directores del ideario protestatario contra la metrópoli, se busca una base de apoyo que le de sustento y fuerza para seguir trabajando en la consolidación de la propuesta.

Es así que aunque la distancia entre Caracas y La Guayra está dada principalmente por la altura del Guaraira Repano, la montaña mágica de los indios Caracas, esa noticia llegó en horas a la ciudad portuaria, en la cual se empezó a bordar, como lo dijo Andrés Eloy Blanco en la plaza Vargas de La Guayra en 1937, el mantel de la esperanza libertaria en ellos. Había un razonamiento sin entrar en especulaciones, acerca del sentido de oportunidad de los habitantes de La Guayra, en cuanto a su disposición de participar en apoyo a la decisión de Caracas. Claro La Guayra es un pueblo pequeño, no llega a Villa, titulo negado por la administración monárquica, forma parte de la provincia de Caracas, por lo tanto para algunos pareciese irrelevante este apoyo, pero es menester considerar, que cuando se inicia una operación envolvente por una causa, la suma de apoyos es determinante en la consecución de sus fines planteados.

También debemos tener en cuenta que dentro de las primeras decisiones de La Junta Suprema de Caracas está enviar emisarios a las otras provincias venezolanas, nueve en total y al exterior, para participar la acción acometida en su autodeterminación y solicitar apoyo y respaldo a la propuesta y algunos tenían a La Guayra como tránsito, lo cual le permitió a este pueblo ser a su vez receptor y difusor primigenio del hecho histórico.

El 20 de abril de 1810

Revisando Algunos textos que nos ilustran acerca del papel protagónico de los ciudadanos guayreños en los albores del siglo XIX, encontramos en algunas obras editadas por La Academia de Historia de Venezuela, en ocasión de celebrarse el Sequiscentenario de la Independencia de nuestro país, elementos que ratifican la constancia y participación de los varguenses en los hechos señalados, pero también destacan el apoyo dado en 1810 a la Junta Suprema de Caracas Conservadora de los Derechos De Fernando VII, y entre ellos, Feliciano Montenegro Colón, en su Historia de Venezuela nos reseña cronológicamente en la página 165, la creación de las Juntas territoriales de Gobierno y apoyo a Caracas, en las diversas provincias de Venezuela de la siguiente manera:

"De las provincias de Venezuela la primera que estableció su Junta Territorial fue la de Barcelona, instalándola el 27 de abril; el 30 lo hizo la de Cumaná; el 04 de mayo la de Margarita; el 05 e mayo la de Barinas; y el 11 de mayo la de Guayana. La de Coro fue la primera que se declaró unida a la suerte de España; y la de Maracaibo la siguió; excepto Trujillo y su distrito, en donde se pronunciaron a favor de La Junta Suprema de Caracas, estableciendo una subalterna, a cuya petición accedió aquélla, erigiéndola en provincia separada, según continuó después por confirmación de Congreso. La Provincia de Mérida permaneció dominada y unida a la de Maracaibo hasta más adelante"(1).

También en la obra Textos Oficiales de la Primera República, de la misma colección del anterior, se presenta el Bando publicado por el Capitán Político y Militar de La Guayra, Juan de Escalona, designado por la Junta Suprema de Caracas, quien exhorta e invita a los ciudadanos guayreños a sumarse a la causa propuesta. Igualmente Caracciolo parra Pérez en su obra Historia de la Primera República de Venezuela, editada también con relación al sesquicentenario de la independencia señaló que:

"En La Guayra, el aristócrata Juan de Escalona publica un bando que declara reos de estado, traidores a la patria y a la religión a cuantos no acepten el nuevo régimen" (2).

Enrique Rivodo en su libro Compendio de Apuntes y Tradiciones de La Guayra, nos refiere lo siguiente:

"La Guayra es la segunda población de Venezuela que se une con Caracas en su movimiento de independencia; con un popular festejo celebra el juramento a la libertad, lanzando tañidos de tambores y de clarines, tremolando sobre el pueblo la bandera tricolor, distintivo nacional, y haciendo repetir con gran estrépito el disparo de sus cañones emplazados en murallas, fuertes y castillos, para que así, llegase hasta el Rey Fernando la realidad de sus sueños convertidos en la sagrada independencia (19 de abril).

Por entonces se oía en el silencio de las tranquilas noches guaymeñas el celoso grito de QUIEN VIVE?… Caracas, QUE GENTE?… PATRIOTA". (3).

Otro aspecto a considerar es que en libro de Actas del Cabildo de Caracas, volumen I, correspondiente a los años de 1810 y 1811, están los nombramientos realizados por La Junta Suprema de Caracas para toda la provincia caraqueña, la cual abarcaba la territorialidad actual de los estados, Aragua, Miranda, Guarico, Distrito Federal y Vargas, y como autoridades militares de Caballería e Infantería de las Milicias Urbanas, están señalados los nombres de los ciudadanos francisco Mayora y Salvador Eduardo para la Guayra; Lucas Ladera y Francisco Talavera en Maiquetía y Juan Huizi y pera Sabá Iriarte en Caraballeda, quienes a nuestro juicio, conjuntamente con Juan de Escalona, van a ser los primeros funcionarios públicos de la causa republicana en las tierras de Gual, España, Vargas y Soublette.

De ellos, específicamente el Sr. Talavera, quien cumplía funciones de regidor en Maiquetía, va a ser el intermediario para que los comisionados y emisarios designados por la Junta Suprema puedan llevar la buena nueva a otras provincias, y embarcarse en los buques que toquen en el puerto de La Guayra y en tránsito hacia otras regiones del país y del mundo.

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  • 1- Feliciano Montenegro y Colón. Historia de Venezuela, V. I. pag165.

  • 2- Caracciolo Parra Pérez, Historia de La Primera República de Venezuela, V. I. 388.

  • 3- Enrique Rivodo. Compendio de Apuntes y Tradiciones e La Guayra, p. p. 58.

Esta circunstancia acaecida en la Guayra el 20 de abril de 1810, de respaldar a Caracas en su decisión como pueblo en la búsqueda de su autodeterminación, antes que otros pueblos importantes como Valencia por citar uno, y las otras provincias venezolanas, nos demuestra la constancia y constante de los ciudadanos guayreños en ese sentimiento libertario, y en promover las ideas republicanas para sus habitantes.

Entonces porque no expresar a la voz de los cuatro vientos y ratificar ante la academia venezolana, escrutadora constante de los hechos históricos con sus causas y consecuencias, la importancia que tuvo La Guayra, durante los años de dominación colonial, alimentando con su pujanza e ideario a los habitantes de Venezuela y esparciendo hacia los puertos americanos la necesidad de actuar con libertad e independencia en las acciones político-administrativo.

Pero también queremos destacar como lo expresamos al principio, que a diferencia de las demás regiones el país, los hechos protestatarios contra la implantación colonial, en el litoral guayreño se van a dar con más profusión por ser el Hinterland con el mundo, el cordón umbilical que une.

Una Reivindicación Necesaria

Después de revisar los materiales señalados y dado que estamos en el año bicentenario del 19 de abril de 1810, La Sociedad Bolivariana en el Estado Vargas, ha propuesto a las autoridades locales, desde el ciudadano Gobernador Gral.(r) Jorge Luis García Carneiro, al Alcalde Profesor Alexis Toledo, al Consejo Legislativo y al Concejo Municipal, una reivindicación, un reconocimiento a esos guayreños que se sumaron a la causa caraqueña, y así como en las diversas regiones del país se celebra La Creación de Las Juntas Territoriales en Anzoátegui, Cumana, Nueva Esparta, Barinas y Guayana, entre otras como fecha local, como efemérides regional el día que las mismas se incorporaron a la causa caraqueña, La Guayra también sea reconocida históricamente e incorporada dentro de su calendario regional. Esta solicitud fue consignada en las instituciones señaladas el 09 de septiembre del año 2009 y ratificada como propuesta el 25 de enero del presente año 2010, y hasta ahora, dichos funcionarios al frente de los organismos señalados han desatendido el planteamiento, lo cual causa sorpresa ante tanta propaganda a la cual que hacen alusión los mismos cuando se trata de celebrar y reivindicar a los protagonistas de algunos hechos históricos que pudieran estar en consonancia con la ideología que se pretende imponer a partir del 1999.

Ante esta pretensión de desconocer un hecho histórico singular, el pueblo sabio, con su chispa de gracia y de sarcasmo ocurrente y recurrente, empieza a decir en las estrechas callecitas de La Guayra, que quienes ocupan los solios de dirección tanto gubernativo como legislativos, son más duros y sordos que las tapias utilizadas en la construcción de La casa Güipuzcoana, la que ha sido testigo silente de muchos hechos históricos acaecidos en nuestra región, y más bien son los émulos de los knowels y de Preston en el siglo XXI, quienes no necesitan venir en galeones o carabelas para esquilmar la tierra guayreña, sino que investidos en una legalidad electoral, utilizan los artificios de una propuesta que no se entiende ni conoce denominada como socialismo del siglo XXI, convertida en el salvoconducto básico para distraer los recursos públicos en desmedro de las necesidades y aspiraciones del pueblo llano, tal como ha sucedido con los recursos destinados a la construcción de las obras de prevención de riesgos, en un orden de tres billones quinientos cincuenta y nueve millardos, desaparecidos por obra y arte de magia de quienes han tomado decisiones en el albor del siglo XXI, mientras el pueblo espera.

Conclusión

Después de hacer estas reflexiones acerca del papel irreverente de los habitantes del litoral central, al darse el proceso de implantación y conquista por parte de los españoles, podemos apreciar que sus pobladores iniciales no aceptan cortésmente a los recién llegados y van a presentar férrea disputa ante la usurpación de sus espacios. Pero también el hecho de ser la Guayra el cordón umbilical, o el vaso comunicante con el mundo, de ser receptora y tránsito de las ideas que bogan en el mundo, estas van a ser un complemento a las ideas nativas de preservar la identidad y posesión de las tierras, lo que nos indica una empatía entre ambas clases sociales, que se vieron reflejadas en la simbiosis lograda cuando Mateo Gual defiende la plaza guayreña ante el Comodoro Charles Knowels en 1743 y participan no sólo las autoridades y tropas destacadas en la ciudad, sino todos los ciudadanos sin distingos de ninguna naturaleza, en defensa de lo que se tiene, sea esta la delegación de la autoridad monárquica y también el apego al terruño, a la querencia y a la identidad de su lar, de la patria chica que luego con la lucha independentista se va a convertir en la patria grande, lo que nos demuestra que la Guayra va ser también el inicio de la conformación de la nacionalidad en el país.

En síntesis, pudiéramos decir después de lo expuesto, que La Guayra, puerto crisol de razas, va a ser la mayor expresión de irreverencia venezolana durante el periodo de implantación española en Venezuela, tal como lo hemos planteado aquí, razón por la cual guayreños de estos tiempos, a través del estudio metódico de los hechos debemos demostrarlo y darle a esos antepasados forjadores de trabajo y de lucha su papel preponderante en los espacios que le ha fijado la historia regional y nacional, para hacer valer la primacía de la región en la fragua por la independencia de Venezuela.

Por tal razón hemos propuesto ante las instancias legislativas y de gobierno regional que se declare el 20 de abril de 1810 como fecha histórica regional, con la finalidad que los varguenses y pueblo de Venezuela conozcan de la acción constante realizada por nuestros antepasados litoralenses, por la libertad y la autodeterminación como pueblo y región en sí.

Fuentes consultadas

Actas del Cabildo de Caracas, 1810-1811. V. I.

Año Sesquicentenario de la Batalla de Carabobo, 1821-1971

Concejo Municipal del Distrito Federal

Caracas, Tipografía Vargas, 1971

Carrera Damas, Germán

Una Nación llamada Venezuela

Monte Ávila Ediciones, caracas 1997. p. p. 222

Graziani, Gasparini y Pérez Vila, Manuel

La Guayra Orígenes Históricos, Morfología Urbana

Centro Simón Bolívar, MIT. Caracas, 1981, p. p. 422

Gómez Tovar, Iliana y otros

Rebeliones, Alzamientos y Movimientos Preindependentistas en Venezuela

Ediciones de la Presidencia de La República

Caracas, 2001, p. p. 160

Magallanes, Manuel Vicente

Luchas e Insurrecciones en la Venezuela Colonial

Academia nacional de La Historia 8Colección Libro Menor)

Caracas 1982, p. p. 244

Martínez, Luis Oscar

El Negro y El Indio en la Conformación de la Entidad regional

Alcaldía del Municipio Vargas, S/F. p. p. 48

Martínez, Luis Oscar

De un Fracaso Político a un Triunfo Histórico

200 Años de la revolución de Gual y España

Comisión Regional Bicentenaria de la Conspiración de Gual y España

La Guayra, 1999, p. p. 172

Montenegro Colón, Feliciano

Historia de Venezuela, V. I.

Biblioteca de la Academia Nacional de Historia

Sesquicentenario de La Independencia

Caracas, 1959, p. p. 421

Parra Pérez, Caracciolo

Historia de la Primera República, V. I.

Biblioteca de la Academia Nacional de Historia

Sesquicentenario de la Independencia

Caracas 1959, p. p. 487

Rey, Juan Carlos y otros.

Gual y España La Independencia Frustrada

(Colección Bicentenario de La Independencia, Asociación Académica para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia).

Fundación Empresas Polar. Caracas 2007, P. P. 476.

Rivodo, Enrique

Compendio de Apuntes y Tradiciones de La Guayra

Talleres Tipográficos El Globo, Caracas, 1956, p. p. 124

Roscio, Juan Germán

El triunfo de La Libertad Sobre el Despotismo.

Fundación Biblioteca Ayacucho, Caracas, 1996, P. P. 284.

Textos oficiales de LA primera república

Biblioteca de La Academia Nacional de Historia

Sesquicentenario de La Independencia

Caracas, 1959, p. p. 270

 

 

 

Autor:

Rubén Contreras

Historiador

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