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Vida y obra de Alejandro Casona


Partes: 1, 2, 3, 4
Monografía destacada
  1. Introducción
  2. Vida de Alejandro Casona
  3. Glosario de las obras de Casona
  4. Obra poética de Alejandro Casona
  5. Obra dramática
  6. Resumen de obras de Casona
  7. El teatro y la crítica
  8. "El caballero de las espuelas de oro"
  9. Ejes fundamentales en el teatro de Casona
  10. Los temas de actualidad en el teatro de Casona
  11. Conclusiones
  12. Documentos
  13. Cronología
  14. Bibliografía

Introducción

A través de estas 178 páginas, trataré de hacer un breve repaso de su vida, desde su nacimiento en el pequeño pueblecito de Besullo, allá por el año 1903, hasta su muerte en Madrid, en septiembre de 1965, víctima de una enfermedad cardiaca. Su extensa obra literaria se inicia, curiosamente, con dos obras poéticas a finales de los años 20, tituladas:"El peregrino de la barba florida" y "La flauta del sapo". Posteriormente, crea un sinfín de obras dramáticas para ser representadas sobre un escenario por todo el mundo, especialmente por Latinoamérica, en donde estuvo exiliado (en México y Argentina) unos veinticinco años. De toda su importante obra teatral destacan, sin lugar a dudas, las tituladas:"La dama del alba" (1944) y "La barca sin pescador"(1947). Su última obra teatral, "El caballero de las espuelas de oro", fue escrita y estrenada en España, en 1964.

Casona siempre se sintió vinculado a nuestra tierra. Su obra favorita, La dama del alba, estaba caracterizada y ambientada en una aldea asturiana, rescatando algunos cantares, personajes y refranes propios de Asturias. En una entrevista que le realizó un periodista en Buenos Aires, allá por el año 1949, recordaba con cariño y nostalgia la tierra que le vio nacer y en una corta y certera frase decía: "Soy de una tierra de niebla" evocando, sin duda, a nuestra tierra asturiana.

Vida de Alejandro Casona

El 23 de marzo de 1903, en Besullo, un pueblo vaquero y artesano, de Cangas de Tineo y ahora de Cangas del Narcea (Asturias), nace Alejandro Rodríguez Álvarez, hijo de don Gabino Rodríguez Álvarez y de doña Faustina Álvarez García. Fue bautizado el 25 de marzo en la iglesia parroquial de San Martín de Besullo. Alejandro fue el tercer hijo de los cinco que tuvieron sus padres. Sus primeros años transcurren en tierra asturiana, junto a sus padres, maestros los dos: Besullo, Luarca, Miranda, Villaviciosa, Gijón. Vivió en Besullo hasta lo cinco años. Con propicios mentores en su familia, aprendió pronto a leer a y a escribir; pero aún antes aprendió, sin que nadie le ensañara, a fantasear, a ensoñar, a cuajar de lirismo sus ilusiones. Y de todos sus juegos infantiles, siempre recordó, imborrable, preciso, caliente, el que le empujaba hasta le enorme castaño de tronco hueco conocido con el nombre de la Castañarona; porque en su tronco hueco se metía para soñar con duendes y hadas, magos merlines y brujas, celestiales mensajeros e infernales dragones… A ninguno de los cuales temía, sino, muy al contrario, con quienes hubiese deseado amistar personalmente y tomar parte en sus maravillosas aventuras de la vida y muerte, de gozo y miedo. Desde los cinco años, Alejandro delató su irresistible propensión a ponerse en contacto con un mundo sobrenatural, con un trasmundo alimentado y enriquecido por la magia. "Hemos tenido una bruja, porque en Asturias y en Galicia hay brujas de verdad. Ahora ya no sé; pero cuando yo era chico las había.A esta mujer todo el mundo la señalaba con el dedo, y se le tenía un poco de miedo, un miedo respetuoso, porque sabía de hierbas y de palabras mágicas. En definitiva, cosas raras con las cuales hacía curaciones o ensalmos. La gente sabía que eso, religiosamente, no estaba muy bien visto y era un poco peligroso; pero, en cambio, era muy útil cuando el cuerpo duele, cuando hay necesidad de un consejo. Los niños la queríamos mucho. Algunos, muy brutos, la tiraban piedras desde lejos para cumplir esa especie de deber que tiene el niño de tirar piedras a los locos y a las gentes que están al margen de lo normal. Y a los perros. De todas las maneras, nosotros la queríamos mucho, y cuando se murió—yo era muy niño—supe que no se la enterraba como a los demás, que había una fórmula distinta para aquella mujer. Creo que se la enterró debajo de un árbol, y esto me dio mucho que pensar. Hemos tenido una bruja, porque en Asturias y en Galicia hay brujas de verdad. Ahora ya no sé; pero cuando yo era chico las había".A los diez años se traslada con su familia a Gijón, en cuyo Instituto Jovellanos cursará los dos primeros años de Bachillerato. En esta ciudad entra en contacto con un mundo nuevo; un mundo donde encuentra el tranvía, el mar, la vida urbana, en síntesis, el Gijón de 1913. En esta ciudad acude por primera vez al teatro, lo que le produce una impresión sorprendente:

"Me intranquilizó de un modo terrible, hasta el extremo de que no pude dormir. Había descubierto algo sensacional, un mundo maravilloso, no en el sentido de que pudiera pensar que nunca pertenecería a este mundo, sino que aquello me parecía mejor que ningún libro de cuentos, mejor que ninguna novela, mejor que nada de lo que había visto en mi vida hasta aquel momento. No había podido soñar el descubrimiento del teatro."

De 1916 a 1917 vive en Palencia y de 1917 a 1922 en Murcia, donde termina su Bachillerato. Dirigió en Murcia un grupo de teatro infantil llamado "El pájaro pinto". Empujado por un amigo, asiste a unas clases en el Conservatorio de Música y Declamación, instalado en el viejo Teatro Romea: está cuajando su verdadera afición al teatro, su compromiso ya para siempre con el teatro. Al terminar el Bachillerato empieza la carrera de Filosofía y Letras, mientras publica prosas y versos en periódicos y revistas. Sus nacientes aficiones literarias encuentran allí maestros que le aconsejan y orientan -Andrés Sobejano, Dionisio Sierra, Jara Carrillo…- y amigos que le contagian su entusiasmo loco por el teatro: Antonio Martínez, Pellicer, Prior, Julio Reyes, Pepe Martínez Gilabert… "Todos ellos -los maestros- y vosotros -los amigos-, cada uno un poco, habéis tenido la culpa de que yo tomara este camino del teatro", como él mismo asegura.

Cronológicamente la primera publicación de Alejandro R. Álvarez de que se tiene noticia es:"La empresa del Ave María", romance histórico premiado en unos juegos florales de Zamora y aparecido en la revista Polytechnicum, de Murcia, que dirigía su fundador José Pérez Mateos, en cuyo comité directivo figuraba Andrés Sobejano, siendo responsable de la parte artística Dionisio Sierra (1920). Entre los colaboradores de la revista aparecen los nombres de Benavente, Linares Rivas, Villaespesa, Rueda, M. Machado, Fernández Almagro… En 1922 ingresa en la Escuela Superior de Magisterio, de Madrid; allí se hace Inspector después de cuatro años de estudios. Parece que la poderosa vocación pedagógica de sus padres casi obligó a sus cinco hijos (tres mujeres y dos varones) a seguir estudios de Magisterio, aunque no todos hicieran de la enseñanza su vida personal. Hay una bonita anécdota que nos cuenta que sucedió también en 1922, que mientras esperaba en la estación de La Robla con su hermana Matutina para ir a León a visitar a sus padres, Alejandro se acercó a su hermana y le pidió el dinero que llevaba, cuando ella le preguntó para qué lo quería, él dijo que era para dárselo al hombre con el que estaba charlando para distraer el tiempo de la espera: el hombre no había ido nunca a Madrid, pero… ¡le apetecía tanto!.

Sigue alternando sus estudios con sus aficiones literarias: frecuenta las tertulias de Pombo y Platerías, publica en 1926 los versos de "El peregrino de la barba florida", comienza a traducir y presenta un trabajo de fin de carrera sobre "El diablo en la Literatura y en el Arte", lo que parece significar su interés por el diablo como personaje literario y sus avatares. En 1927 después de cursar sus estudios durante cuatro años se hace inspector en la capital española y comienza a realizar prácticas. Precisamente queda como finalista en el concurso que para autores noveles organiza el periódico ABC en 1928 con una obra dramática, "Otra vez el diablo", aunque este personaje literario es enfocado con humor e ironía poéticos. Sigue un año de prácticas en Madrid, y en 1928 es destinado al Valle de Arán -Les- por el Ministerio de Instrucción Pública. En este año, 1928, se casa con una compañera de estudios, Rosalía Martín Bravo, y obtiene su primer destino como maestro en un pueblo del leridano, Les. Pasó tres años felices en el valle Arán. Allí desarrollaría una intensa labor cultural y social, escribiendo teatro para los niños de la escuela, se llamaba "La pájara pinta". También en Les escribiría "La sirena varada".

El 16 de febrero de 1929 se estrena en el Teatro Principal de Zaragoza " El crimen de lord Arturo". Un año después en 1930, nace Marta Isabel, su única hija; publica su segundo libro de versos," La flauta del sapo", y va firmando con el seudónimo que ya nunca abandonaría.

En 1931 Casona es nombrado Inspector de Enseñanza Primaria y vuelve unos meses a su Asturias natal, para trasladarse casi inmediatamente a Madrid al ganar las oposiciones que lo convierten en Inspector Provincial de Primera Enseñanza. El primer gobierno de la República le nombra Director del "Teatro del pueblo" o "Teatro Ambulante", actividad incluida en el Patronato de Misiones Pedagógicas, fundado por decreto del 30 de mayo de 1931. Así declaraba el mismo lo que sentía cuando trabajaba en las misiones:

"El trabajo de las Misiones era enteramente gratuito. Casi todo el material, enseres, libros, trabajadores, etc., se ofrecían gratuitamente y se rendían jornadas máximas. Recorrimos los artistas-muchachos estudiantes y yo, en días de fiestas, domingos y vacaciones, pueblos y aldeas próximos a la capital y a varias otras provincias. Era un teatro como el que pasa en la carreta del Quijote: sencillo, montado casi siempre en la plaza pública, con un escenario levantado con maderas toscas por los propios muchachos artistas. Los trajes eran muy sencillos, realizados con un gasto mínimo de unas pesetas, y el carácter general de este teatro era la belleza, predominantemente lírica, aliándose con las antiguas canciones populares corales y los romances tradicionales. El camión que nos conducía hacía su aparición en una aldea, tocábamos los heraldos como en pleno siglo inicial del teatro "en el Corral de Doña Elvira" y en pocos momentos estábamos ya en función, regalando a aquella pobre gente olvidada un poco de recreo y bienestar espiritual. Después obsequiábamos algunos volúmenes para fomentarles una biblioteca y hacíamos un poco de música folklórica del siglo a que se remontaba nuestra representación." A continuación añade:

"Durante los cinco años en que tuve la fortuna de dirigir aquella muchachada estudiantil, más de trescientos pueblos en aspa desde Sanabria a La Mancha y desde Aragón a Extremadura, con su centro en la paramera castellana nos vieron llegar a sus ejidos, sus plazas o sus porches, levantar nuestros bártulos al aire libre y representar el sazonado repertorio ante el feliz asombro de la aldea. Si alguna obra bella puedo enorgullecerme de haber hecho en mi vida, fue aquella; si algo serio he aprendido sobre pueblo y teatro, fue allí donde lo aprendí. Trescientas actuaciones al frente de un cuadro estudiantil y ante públicos de sabiduría, emoción y lenguaje primitivos son una tentadora experiencia".

Llevando así el teatro a los campesinos analfabetos que no sabían lo que el teatro era y que, por tanto, lo veían por primera vez. El repertorio era simple, piezas cortas con música y pequeñas danzas, y así de aldea en aldea, durante cinco años. Para este teatro escribiría Casona dos piezas cortas: " Sancho Panza en la ínsula" y "Entremés del mancebo que casó con mujer brava", que, con "farsa de cornudo apaleado"," Fablilla del secreto bien guardado" y "Farsa del corregidor", compuestas en América, fueron publicadas en 1949 bajo el título de:" Retablo Jovial".

En 1932 presenta su colección de narraciones: "Flor de Leyendas" al Premio Nacional de Literatura y lo gana. Un año después inscribe "La sirena varada" en el Premio Lope de Vega de Teatro del ayuntamiento de Madrid y también lo gana, a pesar del rechazo que la obra había tenido entre los empresarios.

En 1933 es estrenada triunfalmente en el Teatro Español -17 de marzo- por la compañía Xirgu-Borrás. Todos los periódicos saludan la aparición de un destacado valor que viene a inocular savia nueva al decaído teatro español.

Una vez premiada, se estrena en 1934. El 26 de abril de 1935, con éxito calificado de rotundo por la crítica, aparece "Otra vez el diablo", y en diciembre del mismo año, esta vez en Barcelona, "Nuestra Natacha" pisa las tablas, arrastrando su éxito a Madrid, donde llega el 6 de febrero de 1936.

Vuelve de allí a Barcelona y después a Valencia y Madrid. Es testigo de la salvación de los cuadros del Museo del Prado, algunos de los cuales resultan dañados por el traslado. Los cuadros serán posteriormente restaurados pero han dejado ya una huella en Alejandro:

"Yo hubiera preferido verlos para siempre con sus cicatrices de guerra, compartiendo su suerte de pueblo. Porque también ellos, como el pueblo de España, sufrieron en su carne eterna el terror, la persecución y el destierro. Y junto a los heridos de los hospitales eran un buen símbolo fraternal esos dos heridos ilustres del Museo".

El 17 de febrero de 1937 Casona abandona finalmente España, víctima de la guerra. Se esconde en Francia y, cuando su mujer y su hija son rescatadas por la Cruz Roja Internacional, se marchan en el buque Iberia, hacia Méjico.

La Guerra Civil oscurece el panorama español, y el 17 de febrero de 1937, Casona pasa a Francia como director artístico de la compañía de Josefina Díaz de Artigas y Manuel Collado, para emprender una amplia gira por Hispanoamérica. En España sólo había estrenado tres obras; ahora en México, Cuba, Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Perú, Chile, Argentina, van a conocer el teatro de Casona.

En México se estrena en 1937 "Prohibido suicidarse en primavera", recreación del mito del doctor Ariel.

Una nueva versión de:" El crimen de lord Arturo" se representa en La Habana de1938; ese mismo año," Romance de Dan y Elsa" (luego, Romance en tres noches) aparece en los escenarios de Caracas y en 1939, "Sinfonía inacabada" llega al público en Montevideo. Ese año, 1939, Casona fija su residencia en Buenos Aires, centro cultural de la América del Sur, en donde permanece hasta su definitivo regreso a España. Lejano y durante cuatro lustros sus éxitos se suceden: conferencias, guiones de cine (de obras propias y ajenas), adaptaciones teatrales, ensayos, estrenos. Durante todo este tiempo, Casona ha seguido trabajando incansablemente para la radio, el cine, para periódicos y revistas, pero, sobre todo, ha escrito con sello propio e inconfundible obras maestras para la escena que dan la vuelta al mundo:a la mediocre "María Curie" en 1940, siguen "Las tres perfectas casadas" en 1941 y "La dama del alba", para la mayoría de los críticos su mejor obra y la preferida, en 1944, además en 1945 "La barca sin pescador", en 1947 "La molinera de Arcos" y en 1949 "Los árboles mueren de pie."

A diferencia de otros escritores españoles de su generación, Casona seguirá fuera de España su obra de dramaturgo sin romper temática ni estilísticamente los moldes de su teatro anterior a la guerra civil española. En 1951 le entrevista Eduardo Zamacois en su casa de la calle de Arenales. Con su ingenio añejo y su desenfadado característico nos describe así la imagen física del dramaturgo:

"… hombre cuarentón, ni alto ni bajo, enjuto y cetrino, de mirar malicioso y penetrante, de trato cordial y sonrisa burlona, cuya frente se pierde en la nobleza de una calvicie prematura… Aunque esté callada, su persona -toda ella- no cesa de hablar. Y es porque hay en sus ojillos astutos, negros y buidos, de campesino castellano, en la ironía de sus sonrisas, a las que el contraste entre el blancor de los dientes y el cobre de las mejillas infunde relieve, como también en la apacibilidad de su voz y la pulida mesura de los ademanes, ese algo misterioso".

Entre 1935 y 1960 la mayoría de sus obras son traducidas a varios idiomas y estrenadas en diversos escenarios europeos y no europeos. Cierra su labor en América " Tres diamantes y una mujer," estrenada en 1961.

Parece que a partir de 1956, Alejandro Casona comienza a sentir un fuerte deseo de volver a España, y precisamente en ese año, durante un viaje que le lleva a Francia, Italia y Portugal, recala brevemente en Barcelona para verse con se padre.

En 1958 es su esposa la que visita España, y en 1961 el dramaturgo permanece algunas semanas en Madrid. Por fin, en abril de 1962, la familia Casona abandona Buenos Aires, para fijar su residencia en la capital de España. En 1962, después de veinticinco años de silencio, vuelve a representarse su teatro en España. El 22 de abril tiene lugar en Madrid un acontecimiento memorable: el estreno en el teatro Bellas Artes de"La dama del alba", que es recibida con entusiasmo unánime. A ella le siguen las demás piezas, que se van poniendo en escena con aplauso constante, a pesar del tiempo transcurrido desde su primera representación, porque sus valores esenciales siguen teniendo vigencia.

En 1964 se ofrece al público español "El caballero de las espuelas de oro", "retrato dramático" de Quevedo, primera obra redactada en España por su autor dentro del ambiente español de nuestros días. Alejandro Casona es ya un clásico en vida, "uno de los maestros del teatro contemporáneo".

Sin embargo, mientras que sus obras son estudiadas y alabadas por todos, Alejandro empieza a sentirse enfermo. En la vorágine de su éxito le asaltan desmayos, mareos… La causa es una antigua estrechez en la válvula mitral. Uno de los actores que había estado a su cargo durante las Misiones pedagógicas, Leopoldo Fabra Jiménez, es ahora flamante cardiólogo y le receta tratamientos, pero no consigue nada; Alejandro no mejora. Al poco tiempo el estado de su corazón se complica: un aneurisma auricular.

Casona decide operarse "cuando termine la temporada teatral". La operación se realiza el 13 de julio. En agosto escribe a sus amigos, diciéndoles:

"Todo ha sido maravilloso, pero la cosa era demasiado seria y profunda. Acabo de salir de la clínica desecho; pero feliz. Dentro de poco tendré mi corazón de hace quince años. Creo que tardaré un mes en reaccionar y hacer algo. Si queda tiempo iremos a Fuenterrabía, si no esperaremos un mes más en Madrid y veré si el 24 de septiembre puedo estar en Venecia."

Sin embargo su optimismo se esfuma y la situación continúa complicándose, el 24 de agosto escribe de nuevo a otro amigo, todavía no ha perdido la esperanza de recuperarse:

"Todo ha ido perfectamente, todo ha sido maravilloso, pero pequeñas complicaciones convirtieron lo que pudieron ser veinte días en dos meses de pesadilla. Estoy en casa desde hace cuatro días. La operación (háblame de supersticiones) fue el martes 13 de julio. Ya llevaba diez días preparándome. Todo está perfecto. No tengo ninguna fuerza. Dentro de dos meses vuestro Alejandro tendrá salud y fuerza para ir a Murcia a llamaros a gritos desde la catedral. Es la primera carta que escribo, naturalmente no con mis manos. Dales noticias a los buenos amigos. No puedo moverme, pero soy feliz. Grandes abrazos con toda el alma nueva."

En septiembre ya sólo recibe visitas de sus amigos más íntimos, habla muy poco y permanece casi todo el tiempo sedado. Se estrena su última obra en Madrid: "Las tres perfectas casadas", a manos de su amigo Cayetano Luca de Tena. El éxito es unánime.

Muchos amigos del autor llaman a su casa en los entreactos para informar del triunfo, pero estas noticias las recogen su mujer Rosalía y su hija Marta, desoladas al ver como la vida se le escapa al dramaturgo, sumido ya en la irrealidad, habitante quizá de ese mundo de fantasía que él había creado en el escenario, recibiendo y sintiendo de algún modo, probablemente, que la visita de esa "Dama del Alba," a la que él pintó con cariño como una vieja amiga, ahora estaba ya muy cerca.

Al día siguiente es trasladado de nuevo al sanatorio para someterle a una nueva operación, pero su ya fatigado cuerpo, no lo resiste, y a este último intento por salvar su vida no sobrevive. Muere el 17 de septiembre a las cuatro de la tarde con sesenta y dos años.

De este hecho dice ABC:

"La noticia de la muerte de Casona, rápidamente divulgada por Madrid en la misma tarde de ayer, causo profunda impresión no solo en los medios teatrales, sino en los mas ajenos sectores de la vida madrileña y no habían transcurrido dos horas de fallecimiento cuando habían acudido a la clínica diversas personalidades relacionadas con el teatro entre ellas, el Presidente de la Sociedad General de Autores, Don Joaquín Clavo Sotelo; el marques de Luca de Tena, Don Antonio Buero Vallejo, Don Conrado Blanco, el actor Guillermo Martín y las actrices María Cuadra y Nuria Espert…"

La capilla es trasladada al teatro Lara a las once y media de la noche. Su féretro es rodeado por macetas de pinos y esta acompañado por sus amigos, entre los que se encuentran: Antonio Gala, Maria Dolores Pradera, Juanjo Menéndez, Mingote, Manuel Gómez Bur…

A las once de la mañana del 18 de septiembre se inicia el cortejo camino al cementerio de la Almudena, al que llega a las doce y veinticinco: el día se había entoldado y enfriado, como si el tiempo quisiera contribuir al luto.

Pero lo más importante para su carrera como dramaturgo es que iba ser en América, tras años de incansable trabajo, donde comienza a publicar el grueso de sus mejores obras y, por supuesto, a estrenarse con un éxito arrollador. Como vemos, Casona debe agradecer al continente americano tanto la oportunidad de entregarse como el gozo de recoger una cosecha de éxitos continua que, poco a poco, se irá extendiendo por toda Europa y el mundo, siendo representado en Milán, París, Río de Janeiro, Lisboa, Burdeos, Munich, Florencia, Dublín, Ámsterdam, Bruselas, Johannesburgo, Zurich, Berlín, Tel-Aviv, Jerusalén, Amberes, Gante, Lovaina, Los Ángeles, Atenas, Norrkoping, Lucerna, Montecarlo, Viena, La Haya, Breda, Gales, Moscú, Berna, Helsinki, Roma, Nápoles, Venecia, Rótterdam, Ginebra, Belgrado, Leningrado, Riga, Köenigsber, Praga, Varsovia, Lieja, Brujas, Aquisgrán… Pero la historia, paradójicamente, está construida a base de contradicciones que se repiten. Así, Casona logra ser reconocido internacionalmente como dramaturgo fuera de su país. Esta paradoja se da en muchos artistas marcados por el exilio.

Gran parte de la crítica afirma que Alejandro Casona es un maestro del teatro nacional contemporáneo, por su manejo de las situaciones dramáticas, su profundo conocimiento de la sicología de los personajes y, sobre todo, por su utilización de un lenguaje muy bello, directo y poético al mismo tiempo.

Fue comediógrafo, autor de un teatro de ingenio y humor que mezcló con sabiduría fantasía y realidad. Después de una breve incursión en el campo de la poesía, "La flauta del sapo" (1930), en 1932 publicó "Flor de leyendas", colección de leyendas clásicas y medievales, que le valió el Premio Nacional de Literatura y, en 1934, año en que decidió dedicarse por completo a la dramaturgia, "La Sirena varada", por la cual recibió el Premio Lope de Vega.

Su manera de hacer teatro rompió los esquemas estilísticos establecidos en el teatro naturalista preponderante de la época, e introdujo materiales nuevos para conformar sus personajes, tales como la investigación psicológica y la fantasía. La gran preocupación del autor fue proporcionar en todo momento una gran dimensión poética a su teatro.

Por su simbolismo y poesía, su teatro se ha emparentado con el de autores como Giraudoux y Priestley.

Para terminar con esta biografía deberíamos quedarnos con las palabras del genial Buero Vallejo:

"A las generaciones jóvenes, la tremenda noticia no puede afectar tanto como a quienes, hoy maduros, recibimos alborozados en nuestra mocedad la llegada de Casona a los escenarios españoles. Aquello fue un saludable viento, no por suave menos vivificante. Una vez más se intentaba la dignificación estética de unos modos teatrales generalmente muy mediocres y, al parecer, con éxito. Alejandro Casona ha sido desde entonces en el teatro español creador singularísimo, que ha influido durante largo anos en numerosos autores de habla hispana. Es pues, un verdadero maestro el que nos deja, una original personalidad, sin la cual la historia de nuestro teatro no podría escribirse. Adiós Alejandro: como tu Quevedo, calzado vas con tus espuelas de oro."

Glosario de las obras de Casona

OBRAS ESTRENADAS, LUGAR, AÑO.

El peregrino de la barba florida,(poemas), Madrid, 1926.

El crimen de Lord Arturo, Zaragoza, 1929.

La flauta del sapo, (poemas), Madrid, 1930.

La sirena varada, Madrid, 1934.

El misterio de María Celeste, Valencia, 1935.

Otra vez el diablo, Madrid, 1935.

El mancebo que se caso con una mujer brava, Madrid,1935.

Nuestra Natacha, Madrid, 1936.

Prohibido suicidarse en primavera, México, 1937.

Romance en tres noches, Caracas, 1938.

Sinfonía inacabada, Montevideo, 1940.

Pinocho y la Infantina Blancaflor, Buenos Aires, 1940.

Las tres perfectas casadas, Buenos Aires, 1941.

La dama del alba, Buenos Aires, 1944.

La barca sin pescador, Buenos Aires, 1947.

La molinera de Arcos, Buenos Aires, 1947.

Sancho Panza en la Insula, Buenos Aires, 1947.

Los árboles mueren de pie, Buenos Aires, 1949.

La llave en el desván, Buenos Aires, 1951.

A Belén pastores, Montevideo, 1951.

Siete gritos en el mar, Buenos Aires, 1952.

La tercera palabra, Buenos Aires, 1953.

Corona de amor y muerte, Buenos Aires, 1955.

La casa de los siete balcones, Buenos Aires, 1957.

Carta de una desconocida, Porto Alegre, 1957.

Tres diamantes y una mujer, Buenos Aires, 1961.

Carta de amor de una monja portuguesa, Buenos Aires, 1962.

El caballero de las espuelas de oro, Puertollano, 1964.

CINE

Veinte años y una noche, 1941.Estudios Filmadores Argentinos.

En el viejo Buenos Aires, 1941.

La maestría de los obreros, 1941.Estudios Filmadores Argentinos.

Concierto de almas, 1942. Estudios San Miguel.

Su primer baile, 1942. Estudios Filmadores Argentinos.

Cuando florezca el naranjo, 1942. Estudios San Miguel.

Ceniza al viento, 1942. Estudios Baires.

Casa de muñecas, 1943. Estudios San Miguel.

Nuestra Natacha, 1936 (versión española).

El misterio de María Celeste, 1944. Estudios Sonofilm

La pródiga, 1945. Estudios San Miguel .Le fruit mordu, Estudios Andes Films.

Milagro de amor, 1946.Estudios San Miguel

Margarita la tornera, 1946. Estudios San Miguel

El abuelo, 1946.Estudios San Miguel

El que recibe las bofetadas, 1947. Producciones Atica

El extraño caso de la mujer asesinada, 1949. Estudios San Miguel.

La barca sin pescador, 1950 (versión argentina).

Romance en tres noches, 1950. Producciones Bedoya

Los árboles mueren de pie, 1951. Estudios San Miguel

Si muero antes de despertar, 1951. Estudios San Miguel

No abras nunca esa puerta, 1952. Estudios San Miguel

Un ángel sin pudor, 1953. Estudios Andes Films

Siete gritos en el mar, 1954. General Belgramo.

REFUNDICIONES DRÁMATICAS

Retablo Jovial, piezas breves escritas para el Teatro ambulante, Mérida 1967

Farsa y justicia del corregidor, Valencia 1970

Marie Curie, escrita en colaboración con Francisco Madrid; la Habana (¿Buenos Aires?),1940

El anzuelo de Fenisa, de Lope de Vega, Buenos Aires, 1957

El burlador de Sevilla, de Tirso, Buenos Aires, 1961

Peribáñez, de Lope de Vega, Buenos Aires, 1962

La Celestina, de Rojas, Granada, 1962

El sueño de una noche de verano, de Shakespeare, Buenos Aires, 1965…

Ricardo III, de Shakespeare.

Fuenteovejuna, de Lope de Vega.

El amor de los cuatro coroneles, de Peter Ustinov

OTRAS OBRAS LITERARIAS.

La empresa del Ave María, romance histórico, 1920

El peregrino de la barba florida, libro de poemas, 1926

El diablo en la literatura y en el arte, trabajo de fin de estudios 1926.

El crimen de Lord Arturo, 1929.

La flauta del sapo, libro de poemas, 1930 Flor de leyendas, prosa, Premio Nacional de Literatura, 1932

El lindo don Gato, ¡ A Belén Pastores ¡ ; piezas infantiles .

Tres farsas infantiles, pequeñas comedias.

Don Rodrigo, libreto para la ópera de Alberto Ginastera.

Vida de Francisco Pizarro, biográfico.

Las mujeres de Lope de Vega, vida y teatro.

Obra poética de Alejandro Casona

La obra poética de Casona es muy escasa. Tan sólo cuenta con dos breves libros de poemas titulados:" El peregrino de la barba florida" (1926) y "La flauta del sapo" (1930). Ambos libros, fueron la prueba inicial de su genio literario.

El peregrino de la barba florida, obra firmada por Alejandro Rodríguez Álvarez, posteriormente, Alejandro Casona, es una breve obra poética, dividida en tres partes o jornadas.

La jornada primera, precedida de un poema introductoria de 24 versos de arte mayor y menor, con rima consonante, consta de 9 poemas de corta extensión. En esta primera parte de la obra, aparecen una serie de personajes que van en peregrinación a Compostela: mendigas, caballeros, el ciego de San Fiz, el leproso de Castrelo, los endemoniados y como poema central de la obra, el poema titulado:"El peregrino de la barba florida", el más extenso de todos ya que tiene 31 versos de arte mayor, menos uno octosílabo, con estrofas de tres versos cada una, menos la última que tiene cuatro. La rima es consonante. En este poema se describe, físicamente, a este peregrino que da título a la obra (primera estrofa), pero además, cuenta que fue un noble guerrero que, por abatares de la vida, fue vencido por sus enemigos y encarcelado, pero gracias a la aparición del apóstol Santiago se le rompieron las cadenas, le dio un bordón de peregrino y lo dejó al borde del camino. La parte final de esta jornada primera, se compone de 9 poemas breves, todos versos de arte menor, menos el primero titulado Nocturno, cuya temática central es la noche y el temor que suscita en los romeros y peregrinos su oscuridad añadiendo, como complemento, algunos elementos paisajísticos norteños (castaños, álamos, pinares…), para, en el último poema, muy breve, de tan sólo 6 versos de arte menor, dar paso a la salida del sol (aurora).

La jornada segunda, se compone de 9 poemas cortos, predominando los versos de arte menor con rima variada (consonante, asonante y libre), cuyo tema central es el encuentro del peregrino de la barba florida con una pastora, llamada Marela, de la que se enamora y llega a quedarse varios días en su cabaña con ella, cayendo en pecado e incumpliendo lo acordado con el apóstol Santiago. Cabe destacar, en esta segunda parte, el empleo de palabras, e incluso algún verso corto, en gallego a modo de cantigas populares tradicionales, como ocurre en el brevísimo poema, de sólo 4 versos octosílabos, escritos totalmente en gallego, titulado:"El cantar de Ruada".

La jornada tercera, se compone de 9 poemas de arte menor (octosílabos), uno de ellos muy breve de 4 versos, escrito en gallego, con rima consonante en los versos pares:

"Augua do Pilar da Cruña,

augua do lindo beber,

quem amores ten o lonxe

mais lle valera n´os ter".

El peregrino de la barba florida abandona a su amada Marela, pero cae sobre él una maldición al haber traicionado al apóstol Santiago, debido a la fornicación y la pereza. El apóstol le condena por sus pecados a pasar una serie de penalidades: sed, hambre, no puede conciliar el sueño…Tendrá que cumplir su penitencia hasta purgar sus pecados que, le serán perdonados, al llegar al Monte del Gozo, último de los poemas de esta jornada tercera, uno de los poemas más extensos de esta tercera parte de la obra, (20 versos de arte mayor y menor) en las que el peregrino llega de rodillas y, con lágrimas en los ojos, pidiendo, de esta forma, que sea perdonado por el apóstol Santiago, así puede comer y beber y, posteriormente, se queda dormido.

El último poema de la obra, denominado Salmodia, o Canto de Salmos, poema final, más extenso que los anteriores, mezcla versos libres de arte mayor y menor, de rima consonante y asonante. En éste poema, se aparece Santiago al peregrino, le perdona todas sus culpas y le echa a andar por el buen camino.

En total, "El peregrino de la barba florida", consta de 27 breves poemas, más un poema introductoria y la Salmodia final.

El segundo, y último libro de poemas de Casona, es el titulado:"La flauta del sapo" escrito en 1930, llevando la firma, que será ya habitual en él, de Alejandro Casona. Este libro de poemas se compone de 15 poesías, todas de arte menor (octosílabos) menos el primer poema que es de arte mayor (14 sílabas, alejandrinos), con 6 estrofas de 4 versos, quedando libre el último. Su rima es consonante.

Se puede obserbar, en algunos casos, la herencia de su primer libro de poemas, "El peregrino de la barba florida". Tal es el caso en uno de sus versos donde dice…"Tañe su flauta un sapo", premonitorio del título de su segundo libro. También se aprecia ese amor por el paisaje norteño (el molino, la fuente, el hórreo, la braña, las vacas, el pino, fresnos…), el gusto por la utilización de palabras en bable (yerba, verdín…), que ya utilizara en su primer libro de poemas.

Se aprecia, claramente, el amor hacia la tierra que le vio nacer, no solamente por lo expuesto anteriormente,sino además, dedica uno de sus poemas más extensos a Asturias, en concreto el titulado:" Encanto de luna y agua". Este poema se divide en seis partes con estrofas variadas, (predominando las de dos y cuatro versos) de arte menor (octosílabos). Su rima es asonante.

Los 5 últimos poemas evocan el mundo de la mar, a los marineros, sus esfuerzos, anhelos y peligros. Son poemas breves, predominando las estrofas de cuatro versos de arte menor (octosílabos) y de rima asonante mayoritariamente. Este poema puede servirnos como ejemplo:

ESTAMPA MARINERA

El sueño de los grumetes

en el azul sin orillas,

¡qué geografía borracha

de ron y estampas marinas!

Palmeras y taparrabos

témpanos de estrellas frías,

cañaveral de serpientes,

y nieblas contrabandistas.

¡Ay, correr hielos y soles,

pisar la luna caníbal,

y en delfines desbocados

echar a pique las islas!…

El sueño de los grumetes

borrachos y sin orillas.

Obra dramática

Las constantes de la dramaturgia de Alejandro Casona son siempre morales: es el suyo un teatro de dimensiones éticas, en las que siempre desemboca las tramas fantásticas o realistas, o mejor dicho, las tramas que entreverán casi siempre realidad y fantasía. El mensaje moral que subyace se orienta hacia una bondad natural del ser humano, distorsionada por su contacto con la civilización, con la urbe, con el entramado "social" por exponerlo de alguna manera. Como para Rousseau, el hombre en soledad es bueno, el hombre en medio de la naturaleza es más humano, que el hombre en sociedad. De su unión con otros, de la vida común arrancan los problemas, la maldad, la degradación. Son muchos los ejemplos que a lo largo de la trayectoria dramática pueden extraerse de Casona: recuerde, por ejemplo, en "La dama del alba" – esa especie de poema legendario de una Asturias rural – , Angélica, el personaje que abandonó el hogar para correr, en brazos de un hombre que no era su marido, a la urbe; ahora regresa apaleada por la existencia ciudadana, para reciclar su fatiga en las aguas que redimen así -unidas a la tradición legendaria – su pecado. Volvía sin más ansia que "la animal de descansar en un rincón caliente".

Ese retorno a la vida primitiva, casi vegetal de Angélica, tienen otros exponentes aunque no llegue a tal grado en la lucha ciudad – campo, maldad – bondad natural en el teatro de Casona.

Casona nos ha planteado la idea de la muerte como un paso más. En muchas ocasiones, no es mas que una fase de la vida, por lo que, algo que todos tenemos que sufrir, no puede ser malo. Aquí nos la plantea como una justicia poética, con su mítica crueldad.

Por eso Casona, para tratar este tema, nos transporta a su Asturias natal, en su obra: La dama del Alba. Casona nos lleva a Asturias, con un ambiente lo suficiente mágico para obtener el ambiente necesario. Allí nos encontramos en una casa rural, ante una familia destrozada ante la muerte, cuatro años antes, de la hija mayor de los dueños, y cuyo cadáver no pudo ser nunca encontrado. Esta familia se ha aislado del mundo debido a esta muerte. Nos encontramos con una galería de personajes torturados:

Madre: Personaje torturado por la idea de haber perdido a su hija Angélica en el río. Solo podría respirar tranquila si encontrase en cadáver de su hija.

Martín: Casado con Angélica durante tres días, el único que sabe porque nunca encontraron su cuerpo.

Dorina, Falín y Andrés: Los tres hermanos de Angélica, se les ha encerrado en casa sin poder ir al colegio por miedo a que pasen por el río, donde se ahogó su hermana.

Telva: Ama de llaves de la casa. Perdió a marido primero y después a sus siete hijos en un derrumbe de la mina.

Abuelo: Abuelo de Angélica, el único que es capaz de reconocer a la Muerte.

A esta casa torturada llega la Muerte, bajo la figura de una bellísima mujer. La muerte juega con los niños dándonos esa alegoría de que los niños juegan a veces con la muerte sin saberlo.

La muerte es en, en este caso, un elemento idealizado, que nos da una idea del mundo del más allá. El abuelo la descubre, le ruega que se marché, pero en este caso ella es implacable, sabe que ha venido para llevarse a alguien, aunque ni ella misma sabe a quien.

Nos da esta una idea de imparcialidad, la muerte no sabe quien debe morir, solo lo sabe en el momento exacto en el que va a ocurrir, deja sus pasos le lleven hacía donde debe ir, sin saber donde va. A veces se equivoca, por eso el abuelo la conoce, por que ella estuvo a punto de llevárselo en una ocasión… y falló.

Con esto nos causa además un sentimiento de pena hacía la Muerte, ella no puede escoger, se limita a obedecer, y, si en una ocasión se equivoca: la hora nunca pasa del todo, bien lo sabes, se aplaza simplemente.

La muerte que nos plantea Casona es un alma que sufre, se siente torturada por no poder sentir como los demás:

Partes: 1, 2, 3, 4
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