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Los negros como una raza inferior (Discriminación Racial) (página 2)


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A toda esa falange altanera que proclama que el hombre negro está destinado a servir de estribo a la potencia del hombre blanco, a esta antropología mentirosa, yo tendré derecho a decirle: ¡"No, no eres una ciencia"!Anténor Firmin

Pese a las voces aisladas, como la de Firmin, que denunciaban la naturaleza anticientífica y violatoria de los derechos humanos de las teorías racistas, el pensamiento occidental profundizó el desarrollo de la filosofía racista en las últimas décadas del siglo XIX. Para ello jugó un papel decisivo la antropología social, realizando una aplicación simplista de las teorías de la «lucha por la vida» y «supervivencia del más apto» de Charles Darwin al campo de las ciencias sociales, dando origen al darwinismo social. En este sentido se ha sostenido que "el racismo fue una ideología fruto de la biologización de las teorías sociológicas".

El racismo también arraigó en el arte europeo del siglo XIX, especialmente en las ideas antisemitas de Richard Wagner y su adhesión entusiasta al racismo de Gobineau, del que fue difusor en Alemania, que se manifestó en varias de su obras, como la ópera "El anillo del nibelungo".

Varios autores han señalado también la relación entre el positivismo y el racismo, al punto de considerar que sin esa corriente filosófica, que gozó de gran predicamento en la segunda mitad del sigo XIX, los pensadores racistas hubieran resultado expresiones aisladas. De este modo, el positivismo proporcionó al racismo un sistema de pensamiento que favoreció su aceptación general.

Los nombres entre otros de C. Penka, L. Wottman de Lapouge, H. S. Chamberlain, O. Ammon y T. Poesche encabezaron en Europa, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, el movimiento racista a favor de la "superioridad del blanco frente a los grupos de color".

Para continuar con nuestro desarrollo es necesario conocer la definición de "raza y racismo":

El genético Luca Caballi-Sforza dice que en diferentes periodos el concepto de raza se ha utilizado como sinónimo de nación o pueblo, desde la visión naturalista del S.XVIII el termino adquiere otro significado.

Carolus Linnaeus – Linneo (1707-1778), estableció una serie de reglas clasificatorias q permiten incluir en una misma categoría a todas las formas vivientes, el consideraba cada especie: "concebida como una entidad inmodificable producto de la Creacion" estaba representada por un "tipo perfecto" y todas las variaciones respecto de ese tipo se consideraban imperfecciones.

A partir de este concepto la clasificación de la variabilidad biológica del hombre cobra sentido; además comienza el entre las posiciones monogenistas (de un solo origen) y las poligenistas (diversos orígenes) acerca del origen de las diferencias entre los hombres. Este debate intento resolverse en diferentes momentos a partir de clasificaciones que reflejaran un "orden natural".

Darwin refuto esta teoría alegando que la variación es una característica de las poblaciones, y la inexistencia de "un tipo ideal". Hasta este momento la definición de raza estaba directamente ligada con el parentesco y con las características físicas observables eran "observables y transmisibles" de una generación a otra;

"un tipo diferente de organismo indentificable dentro de una especie" Lewontin

Darwin señala que esta definición dificultaba la selección de las características o "rasgos típicos" para la definición de raza. En la actualidad siguiendo este lineamiento pasara a definir a un conjunto de una misma especie animal o vegetal, q se diferencia de otro grupo perteneciente a la misma especie. Pero en la teoría darwiniana las clasificaciones raciales son inconcebibles ya que esta se basa en "el cambio y la adaptación contantes, consideraba a las especies contemporáneas como el fruto de una larga sucesión de alteraciones producidas en unidades aisladas por selección natural".

Sin embargo la existencia de la diversidad o variabilidad evidencia las concepciones racistas para afirmar que dichas diferencias muestran la gran separación genética entre las distintas razas. Con respecto a esto Caballi-Sforza afirma que "los caracteres externos del cuerpo, como el color de la piel están directamente determinados por la selección natural relacionada con el clima".

Lewontin afirma en su refutación desde la genética a la existencia de "razas puras", que si bien hay genes que varian mucho de un individuo a otro, no existe ningún gen que sea 100% de una forma en una raza o en otra, asi se concluye con que las diferencias genéticas entre grupos considerados pertenecientes a razas son insignificantes.

Finalmente, debemos plantear la imposibilidad de definir una raza como un grupo cerrado. Siempre han existido entre los grupos humanos todo tipo de contactos, migraciones, intercambios entre poblaciones multiples y diversas.

Debemos aclarar y destacar que la conceptualización de "raza" fue producto de la necesidad surgida en el S.XIX para clasificar la gran diversidad humana existente. A partir de la definición de la palabra la sociedad internalizo el concepto convirtiéndolo en una construccion social a partir de la cual se levanto una ideología justificadora que mas abajo profundizaremos.

Con respecto al concepto de racismo debemos aclarar, que no es sinónimo de raza, sino, por el contrario, el racismo es la expresión de aquellos que ejercen violencia sobre la diversidad humana. Benedict definió al racismo como una presunción indemostrada de la superioridad biológica y perpetua de un grupo humano sobre otro".

La ideología racista se basa en tres supuestos principales:

  • La supuesta existencia de "razas puras"

  • La supuesta superioridad biológica, cultural y moral de algunas razas

  • La legitimidad de ciertos procesos de dominación y los privilegios justificados a travez de las dos afirmaciones anteriores

En la actualidad, pese al reconocimiento de esta cuestión como problema social, es común el empleo de los términos raza y racismo como determinantes de una especie de "condición"

La superioridad de algunas razas y la consiguiente inferioridad de otras, es la actitud de prejuicio y discriminación que los racistas adoptan frente poblaciones mestizas. Se argumenta que el mestizaje es fuente de debilitamiento biológico; que la prostitución y la vagancia son mas frecuentes entre los mestizos que entre los individuos de raza "pura"; que entre aquellos se encuentra aminorada la inmunidad contra ciertas enfermedades. Como testimonios a favor de tal tesis se aducen: las supuestas desarmonías tanto físicas como mentales observadas entre los mestizos de Jamaica. Que la población del Egipto moderno, débil y plagada de enfermedades, es prueba de los malos efectos de una hibridación iniciada hace 5 mil años; Básicamente mestizos negroides, son más primitivos y atrasados culturalmente si se les compara con los de la costa sur, blancos, de civilización relativamente avanzada; Que Haití, con población negra y mulata, es un lamentable ejemplo de lo que el negro puede hacer cuando se le deja gobernarse por si mismo.

Hablar de mestizaje en esa forma supone aceptar como hecho objetivo la existencia de razas "puras"; pero la realidad es muy distinta, si tenemos en cuenta lo dicho respecto al concepto actual de raza y a los procesos biológicos de su formación. Podríamos buscar desde el paleolítico supremo, rastros evidentes de cruce de mestizaje entre distintos tipos humanos. La historia ofrece testimonios irrecusables de que los pueblos actuales fueron objeto de constantes cruzamientos como consecuencia de migraciones debidas al comercio, guerras, sequías e inundaciones.

La migración, el mestizaje, el intercambio y también los enfrentamientos han sido inherentes a las sociedades desde que éstas mismas existen. Mazettelle y Sabarots (1997), justifican que es posible que precisamente en estas prácticas se encuentre la base del etnocentrismo, concepto sobre el cual se desarrollan numerosos prejuicios en contra de ese "otro" calificado como "invasor" o "enemigo". Pero estas actitudes etnocéntricas en sí, no necesariamente implican la búsqueda de la

destrucción de otros pueblos, ni el argumento de la práctica racista.

En medio de este contexto Europa fue creando un mito, en el que se constituía a si misma como "la civilizadora, la poseedora de los saberes, de la historia en general";

"Se va conformando una visión de los pueblos no europeos en la que lo que prima es la simplificación y los estereotipos. El hombre europeo tendrá la carga de "humanizarlos" "convertirlos", "inculcarles necesidades europeas", y el derecho de usufructuar sus tierras y su trabajo"( Mazettelle y Sabarots, 1997)

Posterior a la etapa de la conquista americana, se consolidaron diferentes actividades económicas, como la minería o la agricultura, en la que se caracterizó la utilización de la mano de obra. Los trabajadores indígenas en determinado momento se rebelaron en contra de los españoles y por otro lado, la baja demográfica que se presentó durante la etapa de la conquista y posterior a ésta, gracias a las numerosas enfermedades que contagiaron a los indígenas, además de los crueles tratos por parte de los colonizadores, que les impedían alimentarse y desarrollarse en condiciones adecuada, hizo que los "colonizadores" se dieran por vencidos.

Comienza entonces, un planteamiento sobre el bajo costo de un tipo de comercio que aún en el siglo XV era incipiente: la trata de esclavos, que viene a plantear la posibilidad de utilizar la infraestructura portuaria en África, que existía debido a un movimiento comercial muy importante constituido desde hace tiempo atrás, para comerciar diferentes productos entre los continentes europeo y africano.

En África, ya desde los imperios de Malí, de Ghana o de Shongai, las batallas se sucedían por el control de las riquezas de este continente. Sin embargo, la incursión europea conllevó un funesto clima de injusticia y explotación. La implantación del comercio del Atlántico, era "un arma de doble filo" para los africanos, y posterior a esto, el descubrimiento y la conquista de América, un verdadero caos para la población.

La esclavitud suponía un negocio muy rentable: se partía desde Europa hacia África con cargamentos, posteriormente los caucásicos adquirían esclavos a cambio de productos sin valor, los esclavos se revendían en América, y finalmente, se retornaba a Europa con el dinero de reventa y productos coloniales. En el comercio de esclavos se calcula que murieron alrededor de 75 millones de personas.

Pero, los perniciosos designios de los países del Norte no quedaron ahí. Las rivalidades suscitadas por la conquista de los recursos africanos, obligaron a las potencias europeas a concertarse para fijar los principios del reparto en la Conferencia de Berlín (1884-5) auspiciada por el canciller Bismarck. En ella se dio rienda suelta, de forma organizada, a la explotación del continente.

Las consecuencias políticas de la trata de esclavos no fueron menos importantes que las repercusiones económicas o demográficas. Como los países europeos usaban intermediarios blancos o mulatos, la sociedad Africana sufrió cambios profundos. Las comunidades tribales o las familias transmitieron a las siguientes generaciones el odio al prójimo. La trata de esclavos destruyó las estructuras políticas de algunos Estados y otros debieron reorganizar su administración interna.

Muy importante de señalar es el papel que juegan varios intelectuales europeos, y aquí es donde se observa claramente la justificación ideológica que conlleva la discriminación racial. Principalmente a partir del siglo XVIII, que intentaron justificar o demostrar de una forma "científica" el argumento racista, de la superioridad blanca sobre la negra, o cualquier otra "raza" del mundo.

A grandes rasgos, esas discusiones se centraron en el verdadero origen de los hombres. Una de las posiciones, la creacionista monogenista, planteó que la humanidad tenía como únicos descendientes a Adán y Eva, el argumento religioso, era aún muy válido para esta época dentro de la comunidad de intelectuales. La otra posición, fue la poligenista, la cual supone un rechazo a la versión bíblica de los orígenes humanos y por lo tanto se consideró que las diferencias raciales eran actos de creación separados. A partir de estas interrogantes, se desarrolló desde la Antropofísica numerosos estudios sobre craneometría entre otros, que intentaron determinar de una forma "empírica" u objetiva que las capacidades intelectuales no eran las mismas, y que la superioridad de unas razas sobre las otras era evidente.

Posteriormente, sería en el siglo XIX, en donde H. Spencer, W. Summer y otros científicos, por medio de la teoría del evolucionismo social o darwinismo social, iban a dar todo un marco teórico para que el discurso racista se alimentara y se legitimara. Dicha teoría en términos generales, planteó el análisis de las sociedades como organismos celulares, haciendo uso de conceptos traídos de aquellas disciplinas, como salud y patología social, anatomía y fisiología social, por ejemplo, el término sistema, organismo, que prevalecen aún en la actualidad. Esto permitía determinar

"(…) que los pobres, en el sistema capitalista, eran pobres porque eran biológicamente inferiores, los negros eran esclavos como producto de la selección natural…" (Mazettelle y Sabarots, 1997)

De este modo se ha recorrido un poco el contexto en el cual se ha desarrollado el discurso racista, que afecta principalmente, cuando hablamos de esclavitud, a los africanos de piel negra.

Ahora cabe analizar un poco a los actores:

Sin duda, uno de los principales actores del racismo es el Estado. En cualquier estrategia que se adopte frente al racismo, el Estado tiene un papel central. Como ejemplo tenemos los peores casos de racismo genocida e institucional del siglo XX: el nazismo en Alemania, el apartheid de Sudáfrica, el conflicto de Ruanda en 1994. En todos ellos los gobiernos tuvieron un papel preponderante tanto en la promulgación de leyes discriminatorias como en la promoción de valores racistas. No hay que perder de vista que el Estado tiene en sus facultades responsabilidades fundamentales como la educación, la promulgación de leyes justas, la administración imparcial de justicia, y el mantenimiento de normas y valores de equidad en la sociedad.

Además, los Estados tienen el deber de proteger los derechos de los ciudadanos de otros países que vivan dentro de su territorio. El Estado tiene la obligación de:

  • Promulgar leyes que prohíban la discriminación racial.

  • Establecer los mecanismos propicios que estimulen la vigilancia sobre la incidencia del racismo y la discriminación racial dentro de instituciones y sociedades.

  • Condenar públicamente a las instituciones que incurran en dicho delito.

  • Asegurar que se sancionen a las instituciones públicas y a los funcionarios de Estado que niegan por motivos raciales la impartición de justicia.

El conflicto intra e interestatal está estrechamente asociado con la manipulación política de ideas raciales y con la polarización social. La movilización política unida a diferencias tanto reales como imaginadas entre grupos se produce con frecuencia cuando el Estado distribuye los recursos aplicando criterios étnicos. Los casos de Yugoslavia y Ruanda son representativos. También lo es la situación de los palestinos en Israel, país en el que el Estado continúa negando un acceso igual a los recursos y les impide participar abiertamente en el sistema político.

El racismo puede desatar conflictos que afectan de varias formas la identidad nacional: se afectan a otras naciones o grupos; aceleran la separación tanto física como social de comunidades; y hace imposible la identificación con metas trans-sociales e identidades alternativas. En Ruanda y en Kosovo, por ejemplo, los extremistas se valieron de los temores y frustraciones de la población. El discurso racista se utilizó para profundizar la desconfianza y el "odio de grupo", lo que con el tiempo llevó a una violencia extrema. En Ruanda, las milicias hutus masacraron a los tutsis, y en Kosovo se expulsaron a los albaneses. En ambos casos se encarceló a hombres, mujeres y niños y se cometieron violaciones, torturas y asesinatos. Estos crímenes fueron esencialmente actos políticos de ideología racista.

Las consecuencias

Las personas que sufren racismo responden de diversas maneras. Algunas comunidades internalizan los valores del sistema que las oprime. Muchos hindúes de castas inferiores aceptan su condición por creer que han sido moralmente culpables en una existencia anterior.

Otra forma de respuesta de las comunidades oprimidas consiste en aislarse del conjunto de la sociedad que las oprime. A veces se apoyan en una cultura diferenciada, y pueden hacerlo de una forma introspectiva negativa. Esta respuesta también internaliza, aunque de manera distinta, las expectativas del conjunto de la sociedad.

Las culturas minoritarias pueden hacerse opresivas. En el Reino Unido, la comunidad asiática padece considerablemente el racismo, y ha respondido encerrándose en su propia cultura, la cual se ha vuelto autoritaria en varios aspectos. Su reacción se expresa principalmente a costa de las mujeres, a muchas de las cuales se niegan algunos de sus derechos fundamentales

Una respuesta muy diferente a la discriminación racial es la de contenerse. Es decir, las personas optan, a menudo, por vivir dentro de los límites y expectativas de la sociedad que los circunda. Un ejemplo de esta respuesta puede verse en la manera en que el deporte se ha convertido en el campo en el que los negros destacan. Muchos grupos que sufren discriminación practican la autocensura, limitan sus propias aspiraciones y permiten que miembros menos capaces de otros grupos se les adelanten, porque reconocen los riesgos que conlleva el competir. El sentimiento semi-consciente, o admitido en privado, de temor e intimidación, que puede no tener causa explícita, rara vez se discute, ni siquiera en el seno de las propias comunidades oprimidas

Otra respuesta de las víctimas es adoptar el comportamiento estereotipado que el prejuicio espera de ellas. En la práctica, esta respuesta puede hacerse realidad y atrapar a las víctimas en el estereotipo que han asumido conscientemente. Algunas víctimas de la opresión racial oprimen a su vez a las personas que consideran inferiores. Las víctimas del racismo tampoco son inmunes a las actitudes racistas. En muchos casos, las personas a las que se trata como inferiores parecen sentir la necesidad de encontrar otros sobre los que declararse superiores. Las sociedades en las que esto ocurre no solo se "racializan" sino que desarrollan jerarquías raciales. El racismo y la discriminación caen en forma vertical por todo el sistema, infligiéndose con aun mayor dureza a los más pobres y los más vulnerables

Conclusión

El racismo es una expresión ideológica que adquiere connotaciones de acción política en los grupos dominantes de sociedades, clanes, grupos, etnias, entre opresores y oprimidos. Este ejercicio o recurso ideológico es utilizado para justificar y perpetuar intereses económicos y políticos; el criterio de "verdad" que puede aplicarse a esta afirmación corresponde ser demostrado en la realidad concreta, en el proceso histórico de este fenómeno social que hemos descripto con la mayor justicia posible a nuestro criterio.

La práctica de la esclavitud funcionó de forma muy rentable para "el negocio" europeo. La necesidad de mano de obra en las distintas actividades económicas de las colonias fue una de las razones más importantes para pasar de ser africanos a "esclavos negros" en América.

Desde entonces, varios intelectuales europeos intentaron justificar y demostrar de una forma "rigurosa" el argumento racista, de la superioridad blanca sobre la negra, o cualquier otra "raza" del mundo. Discusiones importantes en cuanto al origen del ser humano, por parte de las posiciones monogenistas y poligenistas, fueron la base científica del discurso a partir del SXVIII.

Lara Putman, nos aclara un aspecto muy importante de la construcción del concepto de raza: "se trata de procesos históricos y sociales particulares, que intentan fundamentar la necesidad de poder por sobre el "otro" cultural. Por esto, es posible afirmar que la construcción social del racismo, está determinada por procesos hegemónicos específicos, no necesariamente de aculturación".

Como vimos, se acuña un discurso que en occidente, que desde nuestra óptica, no tiene un momento ni lugar de origen definido o posible de definir. Lo que es posible afirmar, es que el concepto del racismo se conoce con mayor detalle, a partir de la implantación de la esclavitud por parte de los europeos, en su afán de expansión colonial. Se afirma que a partir de los siglos de la colonización y de la expansión europea, el racismo es una doctrina que se estipula como la defensa de la supuesta superioridad de los blancos por sobre cualquier otra "raza" del mundo.

La aplicación del racismo en África se da por parte de los españoles, y sus consecuencias aun hoy son visibles, perceptibles y demarcan una gran diferencia de oportunidades de acceso en muchos lugares del mundo. Se necesita de más herramientas teóricas para lograr comprender la realidad desde un esquema más "émico", que identifique la práctica racista más allá de la valoración occidental del mismo.

Según Putman, "las razas son construcciones sociales, orígenes históricos específicos. Las líneas de la supuesta división racial y las características consideradas propias de cada grupo, varían entre sociedades y cambian a través del tiempo" (Putman, 1999).

Si bien el racismo no tiene definido sus orígenes, sus autores, su porque, es claro que existen antecedentes en la historia que demuestran que fue utilizado, por algunos "estados", como herramienta de prejuicios, de discriminación, de superioridad, como ideología, para la expansión y dominación territorial, cometiendo los peores crímenes.

Por otro lado, la ciencia ha rechazado el concepto de raza argumentando que es subjetivo y se basa en prejuicios.

Antropólogos, Biólogos, Genetistas y Sociólogos han demostrado que la noción de raza no tiene sentido debido a que el género humano es uno solo e indivisible. Se puede decir que, aunque el racismo no haya desaparecido, la ideología en la que se basa ha sido sometida a una dura crítica en la segunda mitad del siglo XX.

Infundiendo de esta forma, de que todos los hombres de cualquier nación, raza o etnia poseen los mismos atributos y por ende de que a todos les alcanza el goce indiscriminado de los derechos humanos.

Creemos que a partir de la internalización penosa del concepto de racismo en todas las sociedades del mundo se produjo un fenómeno sin fin cuyas consecuencias son incalculables y determinan y subyugan en todos los aspectos las vidas de las victimas de la discriminación racial.

Bibliografía

– V. Gigliotti, Ro. Gutierrez, E. Lander, N. Ublich: Reconstruccion teórico conceptual del racismo. Proyecto Editorial, Bs. As

-Lovejoy, Paul. Los orígenes de los esclavos en las Américas. Perspectivas metodológicas. En: Revista de Historia. Universidad Nacional. Enero-Junio, número 39. 1999

-Lovejoy, Paul; David Trotman. Experiencias de vida y expectativas: nociones africanas sobre la esclavitud y la realidad en América. En: Rutas de la esclavitud en África y América Latina. Editorial Universidad de Costa Rica, Asociación pro-historia centroamericana. 2001.

-Mazettelle, Liliana; Horacio Sabarots. Poder, racismo y exclusión. En: Lischetti, Mirta. Antropología. EUDEBA. Buenos Aires, Argentina. 1997.

-Putman, Lara E. Ideología racial, práctica social y Estado liberal en Costa Rica. En: Revista de Historia. Universidad de Costa Rica, Universidad Nacional. Enero-Junio, número 39. 1999.

-Said, Edward. Orientalismo. Editorial Libertarias.

Paginas de Internet utilizadas:

http://es.wikipedia.org/Racismo

 

 

 

 

 

 

Autor:

Macarena García Torres

Azul A. Giancaterino

Profesor: Sabrina Sauvignano

Partes: 1, 2
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