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La depresión (página 2)


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En el siglo IV a.C. Hipócrates comenzó a analizar este "estado de ánimo pasajero" y concluyó que era una enfermedad que provenía de uno de los cuatro humores corporales (bilis negra) y fue a partir de entonces que se le comenzó a dar más importancia a este trastorno.

Un siglo después Caelius Aurelianos (siglo V) apoya la descripción de Hipócrates afirmando que la bilis negra era la causa de la melancolía y que la depresión su efecto.

Otros pensadores como Galeno de Pérgamo (131-201) describen a la melancolía como una alteración crónica que no se acompaña de fiebre y que presenta síntomas como temerosidad, suspicacia, misantropía y cansancio de la vida entre otros.

Santo Tomas sostenía que la melancolía era producida por demonios e influencias astrales e incluso que era a causa del pecado de pereza.

Todas las descripciones que se hicieron fueron un gran principio para tomar a la depresión como una enfermedad que atacaba a cualquier persona, por lo cual debía de ser tratada.

En 1621 Robert Burton publica un tratado llamado "Anatomía de la melancolía" en el cual era fácil identificar los estados depresivos, y después Bonetus en 1679 escribe sobre la "Manía de la melancolía" y en otra publicación de 1686 habla acerca de la relación y significación etiopatogénica existente entre la melancolía y la manía.

A su vez y en relación con las causas de la depresión, Philippe Pinel a principios del siglo XIX, señaló como causas posibles de la melancolía en primer lugar las psicológicas y en segundo las físicas.

Conforme fue avanzando el tiempo los conceptos y términos utilizados para referirse a la melancolía o depresión eran más acertados y específicos. Así finalmente melancolía es aceptada como concepto de depresión que lleva a otros más que especifican las diferentes ramas o clasificaciones de ésta; como se demuestra en la primera cuarta parte del siglo XX en donde los conceptos se desglosaban en ansiedad, depresión, histeria, hipocondría, obsesión, fobia y trastorno psicosomático entre otros.

¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN?

La depresión es un sentimiento de tristeza intenso, puede producirse tras una pérdida reciente u otro hecho triste pero es desproporcionado con respecto a la magnitud del hecho y persiste más allá de un periodo justificado.

Depresión viene del latín "depressio": hundimiento. El paciente se siente hundido con un peso sobre su existencia. La depresión es la sensación de sentirse triste, decaído emocionalmente, y perder interés en las cosas que antes disfrutaba hacer, ver, tocar y entre otras actividades que el hombre realiza para satisfacer una inquietud o necesidad. Se debe saber que la depresión es una enfermedad como puede ser la diabetes o la artritis, y no es solo una sensación de tristeza o de desánimo. Esta enfermedad progresa cada día afectando sus pensamientos, sentimientos-emociones, salud física, su forma de comportarse, y su relación para con los familiares, amigo, y todas las personas en general. La depresión no es culpa de la persona que la padece, como tampoco es una debilidad de la personalidad. Es una enfermedad médica que es muy frecuente y puede afectar a cualquier persona. Aproximadamente 1 de cada 20 personas, el doble de mujeres que de hombres.

Después de la ansiedad, la depresión es el trastorno psiquiátrico mas frecuente. Se estima que un 10 por ciento de la gente que consulta a un medico pensando que tiene un problema físico tiene en realidad una depresión. La depresión comienza habitualmente entre los 20 y los 50 años, lo nacidos en las últimas décadas del siglo XX parecen tener una incidencia mayor de depresión que las generaciones anteriores.

Un suceso de depresión dura comúnmente de 6 a 9 meses, pero el 15 al 20 por ciento de los pacientes dura 2 años o más. Los episodios generalmente tienden a recurrir varias veces a lo largo de la vida.

Según el Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH siglas en inglés), cada año, el 9.5 por ciento de la población estadounidense (aproximadamente 18.8 millones de adultos americanos) padece de enfermedades depresivas. Desgraciadamente, muchas personas no saben que la depresión es una enfermedad tratable. Muchos creen erróneamente que la depresión es normal en personas mayores, adolescentes, mujeres menopáusicas, madres primerizas o en personas que padecen enfermedades crónicas. Pero éste es un concepto equivocado, no importa la edad, el sexo o la situación de la vida, la depresión nunca es algo normal.

NIMH dice que el trastorno depresivo es una enfermedad que afecta el organismo (cerebro), el ánimo, y la manera de pensar. Afecta la forma en que una persona come y duerme. Afecta cómo uno se valora a sí mismo (autoestima) y la forma en que uno piensa y/o actúa. Un trastorno depresivo no es lo mismo que un estado pasajero de tristeza. No indica debilidad personal. No es una condición de la cual uno puede liberarse voluntariamente, pues es una enfermedad médica que se cura con un tratamiento respectivo como cualquier otra enfermedad que uno sufre.

¿POR QUÉ NOS DEPRIMIMOS?

Esta es una de las preguntas que mantiene a una serie de grupos de especialistas en la salud mental ocupados. Estos han encontrado que existen una serie de factores, cuya combinación o a veces por separado hacen que una persona se deprima. Por un lado existen los factores hereditarios. Hay datos epidemiológicos que muestran que los gemelos idénticos (monocigótos), tienen muy frecuentemente ambos depresión. En menor grado, pero también es frecuente que gemelos que no se parecen (dicigotos), se enfermen de depresión, más frecuentemente que el resto de sus hermanos o sus padres. Finalmente los familiares de primer grado de un enfermo deprimido (hermanos, padres y abuelos) presentan cuadros de depresión mas frecuentemente que el resto de la población. Lo anterior ha llevado a la búsqueda del gen o genes de la depresión.

Otros genes se han propuesto para la depresión, de entre ellos destaca el cromosoma sexual "X", esto sobre la base de que las mujeres tienen dos veces mayor incidencia de depresión que los hombres y a que un defecto que es la ceguera a los colores (daltónica), se ve mas frecuentemente en las mujeres que padecen de depresión. Por supuesto que otros factores biológicos (v.gr., hormonales) o sociales (v.gr., sociedades machistas, la doble carga de trabajo, etc.), pueden ser factores determinantes de que las mujeres sean mucho más vulnerables a desarrollo de depresión que los hombres. Se sabe por ejemplo que las mujeres casadas, padecen con más frecuencia depresiones que los hombres. En ellos, es mas frecuente las depresiones cuando son solteros. Este último dato nos habla de la importancia de factores psicosociales para la expresión o desarrollo de esta enfermedad.

En un sentido simplista se podría decir que la depresión es un extremo de la falla en los mecanismos de estrés. Cuando reaccionamos ante situaciones estresantes tenemos un estado de exceso de actividad, nuestro corazón va más de prisa (v.g taquicardia), estamos con mayor riego sanguíneo al cerebro y músculos y nuestras pupilas están dilatadas. Pero esta situación, que en general se presenta de manera aguda se va atenuando, en la medida que la situación que nos induce estrés va disminuyendo. Pero si el estrés persiste de manera continua, o eventualmente se agregan otros estímulos estresantes, entonces el sistema decae y se produce la depresión.

CAUSAS DE LA DEPRESIÓN

Las causas de la depresión no se conocen por completo. La depresión puede estar causada por uno o varios factores que pueden predisponer a una persona a sufrir depresión mas que otra. Algunas personas tienen mayor probabilidad de tener depresión que otras, las mujeres son mas propensas que los hombres a sufrir depresión, aunque las razones no están totalmente claras. Hay diferentes razones que intentan explicar esta predisposición:

  • Herencia: Los mas implicados son los hormonales, los cambios de los valores hormonales, que pueden provocar cambios de humor justo antes de la menstruación (tensión premenstrual) y después del parto (depresión posparto), puede tener algún papel en las mujeres. Existe un mayor riesgo de padecer de depresión clínica cuando hay una historia familiar de la enfermedad, lo que indica que se puede haber heredado una predisposición biológica. Este riesgo es algo mayor para las personas con trastorno bipolar. Sin embargo, no todas las personas que tienen una historia familiar tendrán la enfermedad. Además, la depresión grave también puede ocurrir en personas que no tienen ninguna historia familiar de la enfermedad. Esto sugiere que hay factores adicionales que pueden causar la depresión, ya sean factores bioquímicos, o ambientales que producen estrés, y otros factores psicosociales.
  • Factores Bioquímicos: Se ha demostrado que la bioquímica del cerebro juega un papel significativo en los trastornos depresivos. Se sabe, por ejemplo, que las personas con depresión grave típicamente tienen desequilibrios de ciertas substancias químicas en el cerebro, conocidas como neurotransmisores. Además, los patrones de sueño, que se ven afectados por la bioquímica del organismo, son generalmente diferentes en las personas que tienen trastornos depresivos. La depresión puede ser inducida o aliviada con ciertos medicamentos, y algunas hormonas pueden alterar los estados de ánimo, también pueden ocurrir cambios hormonales tras el uso de anticonceptivos orales; los fármacos, sobre todo los más usados para tratar la hipertensión arterial pueden causar depresión. También tenemos los corticosteroides que por razones desconocidas causan depresión cuando se producen en grandes cantidades en el contexto de una enfermedad, como el síndrome de Cushing, pero tienden a causar euforia cuando se administran como tratamiento. Lo que aún no se sabe es si el "desequilibrio bioquímico" de la depresión tienen un origen genético o es producido por estrés, por un trauma, o por una enfermedad física u otra condición ambiental.
  • Situaciones estresantes: Cuando se produce la depresión tras una experiencia traumática como la muerte de un ser querido (depresión reactiva), aniversarios con cierto significado, una enfermedad crónica, problemas interpersonales, dificultades financieras, divorcio; todas estas pueden ocasionar síntomas de depresión que sostenidos a lo largo del tiempo pueden desencadenar en una depresión clínica.
  • Estacionalidad – Trastorno afectivo estacional (SAD): Se ha observado que hay personas que desarrollan depresión durante los meses de invierno, cuando los días se hacen más cortos. Es posible que la reducción de la cantidad de horas de luz afecte el equilibrio de ciertos compuestos químicos en el cerebro, dando lugar a síntomas de depresión.
  • Personalidad: Las personas con esquemas mentales negativos, baja autoestima, sensación de falta de control sobre las circunstancias de la vida y tendencia a la preocupación excesiva son más propensas a padecer de depresión. Estos atributos pueden resaltar el efecto de las situaciones de estrés o interferir con la capacidad de enfrentarlas o reponerse de las mismas. Aparentemente, los patrones de pensamiento negativo típicamente se establecen en la niñez o adolescencia y van conformando a lo largo del tiempo un patrón de pensamiento depresivo.

TIPOS DE DEPRESIÓN

LA DEPRESIÓN SEVERA

La Depresión Severa (Trastorno Depresivo Mayor) se manifiesta por una combinación de síntomas que interfieren con la capacidad para trabajar, estudiar, dormir, comer, etc. Es decir, es un tipo de depresión incapacitante que altera la vida del paciente. LA DISTIMIA

La Distimia; También conocida como depresión crónica, afecta a un porcentaje pequeño de la población (entre un 3 y un 6%) y se caracteriza por la presentación de la mayoría de los síntomas que aparecen en la depresión mayor, aunque dichos síntomas suelen ser menos intensos en este caso y se prolongan más en el tiempo (como mínimo dos años). Los pacientes aquejados de distimia pueden llevar una vida normal pero se sienten permanentemente deprimidos, tienen dificultad para disfrutar la vida y no muestran cambios aparentes en la conducta o comportamiento diario, aunque tienen menos energía, una negatividad general, y un sentido de insatisfacción y desesperanza. Depresión Doble. Esta es una complicación de la distimia. Los síntomas empeoran con el paso del tiempo y los pacientes sufren un episodio de trastorno depresivo mayor escondido tras la depresión crónica. En este caso, la depresión es denominada depresión doble. El Trastorno Bipolar o enfermedad maniaco-depresiva es una alteración de los mecanismos que regulan el estado de ánimo. Quienes la sufren pasan alternativamente de la euforia o "manía" a la depresión, llegando a necesitar, en ocasiones, la hospitalización. Los cambios de estado de ánimo pueden ser dramáticos y rápidos, pero más a menudo son graduales. Cuando una persona está en la fase depresiva del ciclo, puede padecer de uno, de varios o de todos los síntomas del trastorno depresivo. Cuando está en la fase maníaca, la persona puede estar hiperactiva, hablar excesivamente y tener una gran cantidad de energía. Este trastorno, no es tan frecuente como los anteriores y si la manía se deja sin tratar puede empeorar y convertirse en un estado psicótico (el paciente pierde temporalmente la razón). El trastorno bipolar suele iniciarse en la vida adulta y, aunque es menos común, también puede comenzar en la adolescencia y raras veces en la niñez. El trastorno bipolar puede afectar a cualquier persona sin embargo, el factor hereditario desempeña un papel importante, de modo que si uno o ambos progenitores padecen un desorden bipolar, existe mayor probabilidad de que los hijos desarrollen el mismo desorden. DEPRESIÓN ATÍPICA

Depresión Atípica.- Las personas con depresión atípica generalmente comen y duermen con exceso, tienen un sentido general de pesadez, y un sentimiento muy fuerte de rechazo.

TRASTORNO AFECTIVO ESTACIONAL

Trastorno Afectivo Estacional: el trastorno afectivo estacional (SAD) se caracteriza por episodios anuales de depresión en otoño o invierno, que remiten en primavera y verano. En estas épocas pueden ser sustituidos por fases maníacas. Otros síntomas incluyen fatiga, tendencia a comer exceso (particularmente hidratos de carbono), a dormir invierno. Es importante destacar que los cambios estacionales suelen a todas las personas y que no por ello se debe confundir con una depresión estacional. TRASTORNO DISFÓRICO PREMENSTRUAL

Trastorno Disfórico Premenstrual. El síndrome de depresión severa, irritabilidad, y tensión que precede a la menstruación se conoce como trastorno disfórico premenstrual (PDD o PMDD) (también llamado trastorno disfórico luteínico tardío). Este trastorno suele afectar a un porcentaje mínimo de las mujeres (entre un 3 y un 8%) y su diagnóstico depende de la presencia de cinco síntomas típicos de la depresión severa, que aparecen durante la mayoría de ciclos menstruales, y que empeoran aproximadamente una semana antes del período menstrual y desaparecen después.

La Asociación Americana de Psiquiatría, ha establecido 3 clases frecuentes de depresión:

Depresión reactiva o neurótica Depresión endógena y Depresión orgánica.  

Depresión reactiva o neurótica

La depresión reactiva o neurótica es la más común, y no se genera por las deficiencias o alteraciones de substancias en el cerebro, como es el caso de la depresión endógena, por lo tanto, los medicamentos o fármacos no son la respuesta exacta. Se llama reactiva, porque surge generalmente por experiencias dolorosas durante nuestra infancia, -aún desde el vientre materno- niñez, adolescencia, juventud, adultez y vejez. Cuando la depresión aparece en la vida adulta aparentemente sin motivo, es que ya estaba en tu mente, agazapada y creciendo. Hoy los estudios nos dicen que los pequeños también padecen depresión reactiva y angustia de por vida, cuando estos sufren la ausencia diariamente de ambos padres o de la madre por más de 3 horas. Este tipo de depresión reactiva, puede ser motivada por ejemplo, por la no aceptación de la muerte o suicidio de alguien muy significativo para ti, el divorcio, los pleitos en la familia, los problemas económicos, el desempleo, por las heridas de la vida, es decir, por los rechazos, abandonos, traiciones, humillaciones e injusticias.

La depresión reactiva o neurótica viene cuando resistes y no aceptas un suceso doloroso de tu vida como por ejemplo, alguna violación o abuso de cualquier tipo, una quiebra económica, una enfermedad crónica o incurable, el alcoholismo o drogadicción de alguien en tu casa o en ti mismo, cuando por tanto dolor no aceptas vivir. El inicio de este tipo de depresión, no tiene porqué ocurrir inmediatamente después del acontecimiento doloroso, sino a veces, puede darse unas semanas o meses o años después.

Resumiendo podemos decir que la depresión, reactiva viene por estar encerrados sobre nosotros mismos, entregados a la auto-compasión, por ello será necesario que queramos, que quieras despertar, que quieras comenzar a vivir de la fe; que a partir de hoy, no quieras volver a reaccionar con esos patrones mentales con los que siempre has respondido ante una palabra hiriente y por ello gritas y hechas al aire palabras y acciones que llevan una gran carga de resentimiento, odio, ira y amargura. Lo que te recomendamos –si no crees en Dios- es que recurras a un consejero, a una consejera que no te guíe o te "escuche", desde su vacío existencial sino que sea una persona madura en los valores humanos, que pueda guiarte por medio de terapias de auto-estima, y del re-descubrimiento de la riqueza de tu propia interioridad ¡Que es mucha!, aunque ahora no lo veas así.

Nosotros hemos pasado por muchas situaciones muy difíciles: cáncer, estar tres años en silla de ruedas, pérdidas de seres queridos, pérdida de un oído, abusos sexuales, rechazos, injusticias, humillaciones, pero a pesar de todo te decimos que nosotros preferimos poner a caminar nuestra fe, antes que decidir vivir en la incredulidad y el resentimiento o la desesperanza. Preferimos vivir de fe, porque por experiencia sabemos que Él es fiel y porque la fe libera; con la fe, no te engañas, la fe te hace libre de fantasmas mentales, cadáveres podridos que te hacen extremadamente infeliz y que muchas veces han sido engendrados por el subconsciente lleno de heridas. Por la fe, esas heridas pueden ser sanadas poco a poco, paso a paso y desde la fe, seguro que podrás vivir constantemente en la verdad, despierto, despierta, disfrutando de tu vida y aún más, disfrutando del único tiempo que es real: el hoy, el aquí y el ahora.

Así que si decides poner a caminar tu fe, si decides comenzar a vivir una relación profunda con ese ser Absoluto, que nosotros llamamos Padre Celestial y a quien agradecemos infinitamente porque nos ha regalado a los seres humanos a su Hijo Jesús, seguras estamos de que tu recuperación interior y la sanación de todos los momentos dolorosos de tu vida, te vendrá del estar con el Señor Dios en oración, ante su Palabra, porque Su Palabra, te irá iluminando e irás trabajando juntamente con Su gracia para saber asumir el caos natural de existir, la angustia existencia propia de ser seres humanos contingentes, frágiles, pero que con la fe puesta en Jesús, salimos más que victoriosos siempre, a pesar de experimentar que en ocasiones la barca se hunda. Te repetimos una vez más que nosotras somos testigos que Dios siempre es fiel. ¡Sí! Dios es fiel y quiere lo mejor para ti, quiere tu felicidad, quiere regalarte su paz.

Depresión endógena

La depresión endógena es una respuesta a algún proceso endógeno o interno desconocido es decir que esta depresión endógena no es desencadenada por ningún acontecimiento externo como es el caso de la depresión reactiva o neurótica. La depresión endógena puede tener un origen debido al mal funcionamiento de algunas glándulas –como las endocrinas por ejemplo, – o por deficiencias o alteraciones de substancias químicas en el cerebro como la serotonina y la noradrenalina La psiquiatría la trata con medicamentos sugiriéndole al paciente que no se auto medique y que esté bajo estricta supervisión médica. En lo personal, la supero con oración, con tiempos específicos en intimidad con el Padre Celestial y con Jesús leyendo y escuchándole en su Palabra Divina teniendo una actitud positiva frente a todo, sabiendo que mi más grande motivación de vivir es el infinito amor que Dios tiene por mi, y ti que lees, ¡¡También te ama inmensamente!! ¡¡Creélo!!

Los nutriólogos aconsejan para este tipo de depresión, ejercicio físico y una dieta alimenticia, rica en carbohidratos y proteínas como dulces, palomitas de maíz, chocolates, pescado, piña y chile como estimulante.(Todo con mesura, con equilibrio)

Nosotros te aconsejamos que te integres a un grupo de auto-ayuda en el que puedas acrecentar la fe, la esperanza y el amor; y que te fijes metas a corto plazo a ser posible solamente las de cada momento del día, sin pensar en el ayer ni en el mañana. Por experiencia te decimos que será muy pero muy benéfico para ti, tener una actitud positiva a pesar de todo lo que puedas sentir. Aférrate sanamente en la fe al Señor Jesús, uniéndote a Él en sus momentos de dolor y uniéndote al dolor de tanto ser humano que sufre porque resiste, porque no saben cómo manejar el dolor sobre todo moral; estamos seguras que saldrás victorioso, victoriosa de cada momento depresivo, pues la fe, libera, la fe da plenitud, la fe nos lleva a la esperanza y la esperanza nos lanza a salir de nuestro dolor para ir a los otros, a ayudarles a brindarles una palabra de aliento, a darles señales de que la vida vale la pena vivirla por amor al Padre Dios, que nos ha amado primero.

La depresión endógena la hemos superado tanto nosotros, como todas las personas que vienen a los talleres que impartimos, por medio de una alimentación sana y balanceada, con el ejercicio físico moderado, tratando de fomentar siempre una mente positiva, y sobre todo, la superamos día con día, -a veces sintiéndonos como espinados, pero la mayor de las veces alentados por el amor de Dios-, entrando en relación íntima en fe y esperanza con Jesús, con el Padre Celestial, leyendo las Sagradas Escrituras (La Biblia), y gracias a Él, gracias a su fortaleza y alegría que nos inyecta cada mañana, hemos podido brindar desde hace 25 años a mucha gente, hasta el día de hoy su libertad, su alegría, su paz, su sabiduría, su amor.

La depresión endógena no es desencadenada pues, por ningún acontecimiento externo. Simplemente se abalanza sobre la persona afectada. Por lo general, presenta ciclos temporales regulares, que probablemente aparezcan cada seis meses pudiendo ser bipolar o unipolar.

El trastorno bipolar recibe el nombre de maníaco-depresiva y es cuando la persona pasa repetidamente de la desesperación a un estado de ánimo neutro, de aquí pasa a un estado maníaco hiperactivo y superficialmente eufórico, aparentemente de mucha alegría, con mucho hablar y hablar, para volver –pasando por el estado neutro- a la postración o estado sumamente deprimido. Repetimos como lo dijimos atrás, que os psiquiatras recomiendan en este tipo de depresión maniaco depresiva, no abandonar el medicamento ni mucho menos automedicarse.

Hay quienes padecen solamente uno de los dos polos: o están eufóricos o sumamente deprimidos. A esto la psiquiatría le llama: Depresión unipolar. La Depresión unipolar consiste en una alternancia regular de desesperación y neutralidad sin aparición de la fase maníaca.

También pueden hallarse genéticamente predispuestas las personas a este tipo de depresión llamada endógena si la madre es depresiva y el padre alcohólico o drogadicto. Y sus síntomas suelen ser tan graves que pueden llevar hasta la postración es decir que lo que se siente interiormente, lleva a no desear ya nada en la vida y querer morir, sobre todo si nunca se ha alimentado la fe.

Otro trastorno depresivo es el trastorno distímico que es un estado en el que no se tiene control sobre los estados de ánimo, pero que los síntomas de depresión no son tan graves como en un trastorno depresivo mayor. Coincide aproximadamente con los diagnósticos clásicos de neurosis o personalidad depresiva. La distimia, es un tipo de depresión menos grave, incluye síntomas crónicos a largo plazo que no incapacitan tanto, pero sin embargo interfieren con el funcionamiento y el bienestar de la persona, tiñendo de gris toda la vida de la persona deprimida, pero te repetimos. Esto se supera desde la fe, desde una relación sólida con el Señor Jesús.

Muchas personas con distimia también pueden padecer de episodios depresivos severos en algún momento de su vida, esto es lo que se conoce como Depresión Doble o Trastorno Depresivo Mayor como la depresión maniaco depresivo. La persona con trastorno distímico pudo haber presentado síntomas neuróticos desde la infancia, así como problemas para adaptarse a todo y a todos, seguramente por los rechazos y abandonos del pasado.

También aparece por ambientes familiares conflictivos en el desarrollo de vida del pequeño más tarde joven, causándole todo esto más heridas y por lo tanto, más depresión. La depresión severa o Trastorno Depresivo Mayor se manifiesta por una combinación de síntomas que interfieren con la capacidad para trabajar, estudiar, dormir, comer y disfrutar de actividades que antes eran placenteras. Un episodio de depresión muy incapacitante puede ocurrir sólo una vez en la vida, pero por lo general ocurre varias veces en el transcurso de la vida.

"No recurras al desaliento, ni a la desesperación. Ten valor y firmeza que Yo tu Dios estoy contigo" "Nadie te podrá derrotar en toda tu vida. Lo único que te pido es que tengas valor y firmeza". Josué 1,5.6

Depresión orgánica

Cuando se hace un diagnóstico de depresión, es importante descartar las bases orgánicas, es decir, que la depresión no esté siendo causada por alguna enfermedad tan simple como una gripe o una infección intestinal, hasta algo tan delicado como una lesión cerebral, cáncer, sida, etc. Además se necesitará descartar que no sea estimulada por la acción de ciertos medicamentos o fármacos. La depresión orgánica también puede aparecer por falta de alguna vitamina en el cuerpo.

La depresión va surgiendo en las diferentes etapas de la vida. En los primero años de la adolescencia y en la mujer a los 40 y en el varón a los 50, la depresión aparece por el cambio hormonal tan importante y brusco. En la mujer la depresión se puede dar también por la menstruación, antes, en y después; lo mismo antes, en y después del parto cargada de ansiedad.

Está también la depresión de la tercera edad causada muy posiblemente por la pérdida de autonomía e incapacidad para cuidarse a sí mismo. Existen diversas circunstancias comunes a la vejez como el aislamiento, la pérdida de relaciones interpersonales, el deterioro de la capacidad adquisitiva y del prestigio social, las enfermedades somáticas, y otros factores estresantes que juegan un papel importante en las depresiones del anciano.

Depresión por duelo o pérdida

La depresión por duelo que se ha acepta con paz, con fe adulta, se trata como un duelo sin complicaciones. Esta depresión, este dolor, esta reacción es normal frente a una pérdida afectiva importante. A veces pueden aparecer síntomas semejantes a la depresión mayor, principalmente ideas de culpa, centradas en no haber hecho lo suficiente por la persona fallecida sin caer en delirios. En Mensajes de paz y esperanza encontrarás temas como "El miedo viene de lo que oigo" que te darán ideas que te ayudarán a aceptar la muerte como algo natural, como parte final terrena de ser seres humanos.

También se tiene la idea de querer morir, más como deseo de reunirse con la persona fallecida que como deseo de quitarse la vida por no querer vivir. Sólo si se prolonga un tiempo superior a seis meses o alcanza una intensidad que paralice a la persona en su vida diaria, se le considera que el duelo se ha complicado con depresión mayor y se tratará como tal, pero te repetimos que la salida más segura de liberación y de sanación interior es la fe, el creer en el amor incondicional del Señor, el saber que todo lo podemos superar en Él, porque nada ni nadie es nuestra motivación de vivir fuera de Él. También será bueno que hagas tuyo nuestro principio de vida: No esperes nada de nadie. Espera todo de Dios y de ti.

DEPRESIÓN SEGÚN EDAD Y SEXO

Las mujeres están más expuestas a sufrir este estado de ánimo. Por algo los estudios psicológicos que la mujeres tienden responder a la adversidad encerrándose en si mismas y auto culpándose. Por el contrario, los varones tienden a negar la adversidad y a dedicarse de lleno a diversas actividades.

  • La depresión en la mujer: Las estadísticas muestran que las mujeres padecen más depresión que los hombres, esto se debe a que existen diferencias biológicas entre ambos. Los cambios hormonales, tales como estrógeno y progesterona parecen tener un efecto importante en el estado de ánimo de las mujeres. Los cambios en los niveles hormonales se producen durante una serie de acontecimientos que están asociados a la depresión, en particular los cambios del ciclo menstrual, el embarazo, el aborto, el periodo de niños, el mantenimiento del hogar y un empleo. Asimismo ciertos sucesos traumáticos como violaciones y otras formas de abuso sexual pueden contribuir a la incidencia creciente de la depresión en mujeres.
  • La depresión en el hombre: Aunque el hombre tiene menos probabilidad de sufrir depresiones que la mujer, y a la vez es más reacio para admitir que tienen depresión. Por lo tanto, el diagnóstico puede ser más difícil de hacer. El hombre es diagnosticado menos que la mujer. La depresión también puede afectar la salud física del hombre, aunque en una forma diferente a la de la mujer. Un estudio reciente indicó que la depresión se asocia con un riesgo elevado de enfermedad coronaria (infartos de corazón) en ambos sexos. Sin embargo, sólo el hombre tiene una tasa alta de muerte debida a una enfermedad coronaria que se da junto con un trastorno depresivo. El alcohol y las drogas enmascaran la depresión en el hombre más comúnmente que en la mujer. Igualmente, el hábito socialmente aceptable de trabajar en exceso, puede enmascarar una depresión. No es raro que la depresión en los hombres se manifieste con irritabilidad, ira y desaliento, en lugar de sentimientos de desesperanza o desamparo. Por lo tanto, puede ser difícil de reconocer. Incluso cuando el hombre se da cuenta de que está deprimido, comparado con la mujer, tiene más resistencia a buscar ayuda.
  • La depresión en la vejez: Es erróneo creer que es normal que los ancianos se depriman. Cuando una persona mayor se deprime, a veces su depresión se considera erróneamente un aspecto normal de la vejez. La depresión en los ancianos, si no se diagnostica ni se trata, causa un sufrimiento innecesario para el anciano y para su familia. Con un tratamiento adecuado tendría una vida placentera. Cuando la persona de edad va al médico, puede describir solo síntomas físicos siendo reacio a hablar de sus sentimientos de desesperanza y tristeza. La persona puede no querer hablar de su falta de interés en las actividades normalmente placenteras, o de su pena después de la muerte de un ser querido, incluso cuando el duelo puede prolongarse por mucho tiempo. Las depresiones subyacentes en los ancianos son cada vez más identificadas y tratadas por los profesionales de salud mental. Los profesionales van reconociendo que los síntomas depresivos en los ancianos se pueden pasar por alto fácilmente. Los síntomas depresivos también pueden deberse a efectos secundarios de medicamentos que la persona está tomando, o debidos a una enfermedad física concomitante. Si se hace el diagnóstico de depresión, el tratamiento con medicamentos o psicoterapia ayuda a que la persona deprimida recupere su capacidad para tener una vida feliz y satisfactoria. La investigación científica reciente indica que la psicoterapia breve puede ayudarlos en sus relaciones cotidianas y a aprender a combatir los pensamientos distorsionados negativamente que generalmente acompañan a la depresión. La psicoterapia es efectiva para reducir a corto plazo los síntomas de la depresión en personas mayores, también es útil cuando los pacientes no pueden o no quieren tomar medicamentos. La depresión en la vejez puede tratarse eficazmente con tratamiento psicoterapéutico. El rápido reconocimiento y tratamiento de la depresión en la vejez hará que este periodo de la vida sea más placentero para el anciano deprimido, para su familia y para quienes le cuidan.
  • La depresión en la niñez: La depresión en la niñez se empezó a reconocer solo hace dos décadas. El niño deprimido puede simular estar enfermo, rehusar a ir a la escuela, no querer separase de los padres o tener miedo a que uno de los padres se muera. El niño más grande puede ponerse de mal humor, meterse en problemas en el colegio, comportarse como un niño travieso o indisciplinado, estar malhumorado o sentirse incomprendido. Dado que los comportamientos normales varían de una etapa de la niñez a la otra, es a veces difícil establecer si un niño está simplemente pasando por una fase de su desarrollo o si está verdaderamente padeciendo de depresión. A veces el niño tiene un cambio de comportamiento marcado que preocupa a los padres, o el maestro menciona que el "niño no parece ser él mismo". En tal caso, después de descartar problemas físicos, el pediatra puede sugerir que el niño sea evaluado, preferiblemente por un psiquiatra especializado en niños. De ser necesario un tratamiento, el médico puede sugerir psicoterapia. Los niños constituyen una población diferente y no pueden ser tratados como si sólo fueran adultos en miniatura. Una forma definida de depresión, denominada depresión anaclítica tiene lugar en la segunda mitad del primer año de vida en niños que han estado separados de su madre. En diferentes combinaciones y grados de severidad, este tipo de depresión combina aprensión, tristeza, llanto frecuente, rechazo del entorno, retraimiento, retraso, aletargamiento, falta de apetito, insomnio y expresiones de desdicha.

SÍNTOMAS Y DIAGNÓSTICO

SÍNTOMAS

Los síntomas se desarrollan habitualmente de forma gradual a lo largo de días o semanas. Una persona que esta entrando en una depresión puede aparecer lenta y triste o irritable y ansiosa.

Muchas personas con depresión no pueden expresar normalmente sus emociones (como la aflicción, la alegría y el placer); en casos extremos el mundo aparece ante ellos como descolorido, sin vida y muerto. El pensamiento, la comunicación y otras actividades de tipo general pueden hacerse más lentos, hasta cesar todas las actividades voluntarias.

La gente deprimida puede estar preocupada por pensamientos profundos de culpabilidad e ideas autoofensivas y puede no ser capaz de concentrarse adecuadamente. Esta personas están a menudo indecisas y recluidas en si misma, tienen una sensación progresiva de desamparo y desesperanza y piensan en la muerte y en el suicidio.

El síntoma más característico de la depresión es que el paciente se siente como hundido, con un peso agobiante sobre su existencia, sobre su vitalidad que cada vez lo entorpece más y más para vivir en plenitud.

Los síntomas principales que la definen son:

Tristeza patológica: Se diferencia de la tristeza, que puede ser un estado de ánimo normal como la alegría, cuando alcanza un nivel tal que interfiere negativamente en la vida cotidiana, tanto en lo social como en lo familiar y lo sexual. Aparece sin motivos o tras un acontecimiento significativo. Es una sensación muy profunda, arrasadora. Tanto, que el paciente se siente "en baja", tal como si hubiera perdido el sabor, el placer de vivir. Se considera incapaz de brindar amor o afecto, lo cual aumenta sus sentimientos de culpa. Un dato tremendo: el 15% de los deprimidos termina suicidándose. Desgano y anhedonia: el sujeto se torna apático, no tiene ganas de nada (ni siquiera de vivir) y nada le procura placer Ansiedad: es la acompañante habitual del deprimido, que experimenta una extraña desazón, como un trasfondo constante. Cuando la ansiedad prima en el cuadro clínico, estamos frente a una depresión ansiosa. Por lo contrario, cuando predomina la inhibición, se trata de una depresión inhibida; quienes la padecen son personas malhumoradas, irritables, agresivas.

Insomnio: al paciente le cuesta conciliar el sueño y, además, se despierta temprano y de mal talante. En algunos casos, que constituyen minoría, puede presentarse la hipersomnia (exceso de horas de sueño). Alteraciones del pensamiento: imagina tener enfermedades de todo tipo; surgen ideas derrotistas, fuertes sentimientos de culpa, obsesiones. El pensamiento sigue un curso lento y monocorde, la memoria se debilita y la distracción se torna frecuente. Cerca del 15 por ciento de las personas deprimidas, mas comúnmente aquellas con depresión grave, tienen delirios (creencias falsas) o alucinaciones, viendo u oyendo cosas que no existen, estas depresiones con delirios se denominan depresiones psicoticas. Alteraciones somáticas: por lo común surgen dolores crónicos o erráticos así como constipación y sudoración nocturna. Se experimenta una persistente sensación de fatiga o cansancio. Alteraciones del comportamiento: el paciente tiene la sensación de vivir arrinconado, rumiando sus sinsabores. Puede estar quieto, de manos cruzadas, o explotar en violentas crisis de angustia o en ataques de llanto por motivos insignificantes experimentando una depresión agitada. Le resulta difícil tomar decisiones y disminuye su rendimiento en el trabajo. Modificaciones del apetito y del peso: la mayoría de los pacientes pierde el apetito deja de comer experimentado una depresión vegetativa y, en consecuencia, provoca la disminución de peso., por el contrario el exceso de alimentación y la ganancia ponderal son frecuentes en las depresiones leves. Pérdida del placer: en lo sexual, se llega a la impotencia en el hombre o a la frigidez en la mujer; también disminuye y tiende a desaparecer el contento en el trabajo, en el deporte y en los juegos y otras actividades que anteriormente le eran gratificantes. Culpa excesiva: siente con exceso la carga de una culpa inexistente, lo cual puede desembocar en delirios. Pensamiento suicida: los pensamientos de muerte están entre los síntomas mas graves de depresión, los pacientes presentan una preocupación exagerada por la muerte y alimentan sentimientos autodestructivos. Muchos deprimidos quieren morir o sienten que su valía es tan escasa que deberían morir. Hasta un 15 por ciento de las personas con depresión grave tiene una conducta suicida. Disminución de la energía: se produce un cansancio injustificado, a veces con variaciones durante el día, muy a menudo más acentuado por la mañana. Las personas afectadas suelen sentirse más fatigadas por la mañana que por la tarde.

DIAGNÓSTICO

El medico es capaz de diagnosticas una depresión partir de los signos y síntomas, con una historia previa de depresión o una historia familiar, recopilando y organizando información junto con un alto índice de sospecha y de intuición fundada, para que sirva de gran ayuda al confirmar el diagnostico.

A veces se usan cuestionarios estandarizados para así poder medir el grado de depresión, la mayoría de pacientes que son vistos por el medico general presentan una depresión relacionada de alguna manera, con padecimientos físicos; este es el motivo por el cual consultan a un medico de atención primaria.

Dos cuestionarios de este tipo, están los de Hamilton y de Beck; del primero viene a ser la escala de porcentaje de la depresión, que se realiza de modo verbal por el entrevistador; y del segundo trata de un inventario de depresión, que consiste en un cuestionario que el paciente debe rellenar.

 A veces la depresión se halla oculta por síntomas físicos y emocionales que en general están asociados con ansiedad.

 A veces la depresión se expresa primordialmente por síntomas somáticos

 A veces el paciente presenta una patología orgánica que causa depresión – la causa físicamente o tiene una respuesta emocional

 Algunos pacientes, dado que padecen patologías orgánicas relacionadas con la edad –- el anciano o el adolescente – presentan mayor riesgo de sufrir depresión.

 Algunas personas sometidas a stress por las circunstancias de vida se encuentran sometidas físicamente al stress y presentan riesgo de sufrir depresión.

Las pruebas de laboratorio, generalmente análisis de sangre, pueden ayudar al medico a determinar las causas de algunas depresiones. Esto es particularmente útil en mujeres, en la que los factores hormonales pueden contribuir a la depresión.

En casos difíciles de diagnosticar, los medico puede realizar otras pruebas para terminar de confirmar el diagnostico de depresión.

Por ejemplo, debido a que los problemas de sueño son un signo prominente de depresión, los medico especializados en el diagnostico y tratamiento de los trastorno del humor pueden realizar un encefalograma durante el sueño para medir el tiempo que tarda la persona en llegar a la fase de movimiento rápido de los ojos (el periodo en el cual ocurren los sueños). Generalmente se tarda unos 90 minutos. En 70 minutos o mayormente en menos de 70 minutos suele alcanzar en una persona con depresión.

PRONÓSTICO Y TRATAMIENTO

Cuando se tiene una depresión y no se trata puede durar unos 6 meses o más.

Existe una gran variedad de medicamentos antidepresivos y psicoterapias que se pueden utilizar para tratar la depresión. La psicoterapia sola es efectiva en algunas personas con formas más leves de depresión. Las personas con depresión moderada o severa más a menudo mejoran con antidepresivos.

En cualquier caso, en general, los depresivos experimentan episodios repetidos de depresión, en un promedio de cuatro o cinco veces a lo largo de la vida.

Hoy en día generalmente, la depresión se trata sin necesidad de hospitalizar a la persona afectada. Sin embargo, a veces una persona debe ser hospitalizada, especialmente si tiene una depresión grave, como ideas de suicidio, si esta demasiado débil por la perdida de peso o si tiene riesgo de problemas cardiacos por la agitación intensa.

Partes: 1, 2, 3, 4
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