El maltrato infantil: una aproximación al complejo fenómeno (página 2)
Enviado por Joaquina Naranjo Gómez�
a) Abuso emocional o psicológico.
b) Abuso físico.
c) Abuso sexual.
La relación con los niños no son en modo algunas ajenas a las mentalidades de cada período socio-histórico. Tanto la educación que el niño recibe en la escuela, como la informal, o sea la cotidiana, la que se da en las relaciones interpersonales del diario, la familia, los vecinos, los amigos, o sea el contacto cotidiano, son incomprensibles si no se tiene en cuenta que el individuo se encuentra inmerso, desde que nace hasta que muere, en un medio geográfico concreto, donde está implicada consciente o inconscientemente, la sociedad.
Es evidente, teniendo en cuenta estas necesidades, que el niño requiere que el adulto le proporcione el afecto, el amor, la ternura, un clima psicológico donde el niño se sienta querido, atendido y pueda interaccionar de modo adecuado.
Las vivencias y experiencias en los primeros años de la vida, tienen un importante significado en la formación de la personalidad de los seres humanos. ¿Qué podemos considerar como maltrato infantil?
Son las acciones intencionadas o por omisión o cualquier actitud pasiva o negligente, que lesionen o puedan lesionar potencialmente a un niño, provocándole daños que en alguna forma interfieran u obstaculicen su desarrollo físico, psicológico-emocial o como ser social.
El problema de los malos tratos no es un fenómeno moderno, durante siglos generaciones de madres y padres, educadoras y educadores, maltrataban a los niños pensando, quizás, que hacían un bien. Fue en 1871, la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos denunció, por primera vez, el abuso sexual y físico en niños maltratados por sus padres. Noventa años después, cuando Henry Lempess denuncia miles de casos de niños torturados física y psicológicamente.
Nos podemos preguntar: ¿Cuando un niño no hace caso, cuándo no responde cuando nosotros queremos. ¿Cuáles son las actitudes de muchos adultos? Le gritan, lo insultan, lo amenazan, incluso lo llegan a golpear, esto lo podemos observar en la calle, en la casa y puede ser que hasta en la escuela.
Cuántos adultos no han cometido el error de leer las cartas dirigidas a sus hijos a tomar sin permiso un objeto de este, o abrir la puerta de su cuarto sin tocar, incluso la puerta del baño. Estos casos ocurren cotidianamente y nos vamos acostumbrando a ver la violencia como algo aceptable.
Se violan los espacios de uno y otro miembro de la familia continuamente, utilizando además formas violentas, de esta forma transmitimos de forma cotidiana desde nuestros propios hogares el maltrato, la violencia o sea aprendemos a ser violentos.
Expondremos a continuación algunas consideraciones sobre los diferentes tipos de Maltrato.
ABUSO EMOCIONAL O PSICOLÓGICO
Se vincula a descalificación, insulto, amenazas de abandono, amenazas de golpe, portazos o tirar objetos al piso, así como silencios prolongados. Ejemplos: Una mamá o papá que le grite a su hijo o le diga "le voy a matar". "cuando te coja no sé lo que va a pasar", "me voy a ir y te vas a quedar solito", "si yo me muero te quedas solo". Decirle malas palabras, desearle cosas negativas" ojalá te partas un pie, bájate de ahí". Decirle frases como "este muchacho me tiene hasta el último pelo", "que bruto es", "basta que habla y camina", o dejarle de hablar. Todo esto de forma cotidiana, que se ve como algo común, suele provocar trastornos en el funcionamiento intelectual y emocional del niño. También está el abandono afectivo, cuando no se le da amor, ternura, cuando no se le habla, no se juega o se comparte con los hijos. También se encuentra el abandono filial, o bien por parte del padre, (que es más común en el caso de divorcio que se divorcian también de los hijos), como por parte de la madre.
ABUSO FÍSICO
Tirarle objetos, pegarle, empujarlo, halarle el pelo, quemado con cigarro o con cualquier otro objeto como plancha, sartén, etc, que le provoque diversos traumatismos, inflamaciones, hematomas, los cuales también dejan huellas en la psiquis de los niños y posteriormente se puede manifestar en agresividad, pasividad o resentimiento.
Pegar con cinto, manguera, chancleta, madero o cualquier otro objeto, que además de dolor, causa daño físico. En ocasiones el abuso físico al niño va acompañado del abuso psicológico o emocional. Ejemplo: "Ven acá rápidamente que te voy a matar cuando te coja "(esto gritándole, luego agarrándolo por los pelos y dándole fuerte con una chancleta e imponiéndole el castigo "no vas a ver los muñequitos").
De esta forma, ocurre que el niño, todos los días, en esos primeros momentos de su vida, en el que todavía no puede tener una visión crítica sobre lo que aprende, va viendo como algo "normal" estos abusos. Los aprenden y por supuesto, al crecer dentro de esta situación es muy normal que lo transmita o lo reproduzca posteriormente en sus relaciones de pareja, con sus amigos, con sus compañeros, y posteriormente con sus propios hijos.
ABUSO SEXUAL
La agresión sexual contra niños, es un asunto que ha acaparado también el interés público y como todas las formas de violencia contra menores ha sido objeto de múltiples trabajos científicos, además de ser contenido de muchas noticias de las que a diario se encuentran en los medios de comunicación masiva. En nuestra actividad los campos fundamentales que se interesan en esta forma de abuso son el penal, el victimológico y el médico, con lo que no excluimos la probable y deseada participación de otros sectores como el educacional o aún de instituciones y organizaciones no gubernamentales.
La familia independientemente de su posición política, social o económica, tiene el deber natural y legal de proteger a sus hijos. Los padres a nuestro juicio son los responsables de garantizar la relación hogar-escuela-comunidad; son además, los primeros rehabilitadores de sus hijos en cualquier circunstancias en que ellos se encuentren. Si no existe ese equilibrio lo más probable es que sobrevenga la crisis donde la mujer y el menor siempre resultan los más afectados.
La prevención del maltrato infantil, como cualquier otra enfermedad, es el eslabón fundamental en la cadena de atención a la familia y sus figuras principales: la mujer y el menor. Para ellos, deben crearse programas integrados dirigidos a las causas que originan las distintas formas de malos tratos y las acciones a corto y largo plazo que permitan erradicarlas; así como mantener niveles adecuados de asistencia primaria, de modo que la calidad de vida de los sobrevivientes alcance un desarrollo óptimo de la familia en la comunidad.
Los Estados y sus Gobiernos que mantienen estas dificultades tienen el deber insoslayable de identificar estos problemas en primera instancia, y crear los proyectos indispensables con un enfoque crítico de la realidad social, en un mundo donde cada seis segundos muere un niño por desnutrición asociada a infecciones, en familias marginadas que no tienen el más mínimo acceso a fuentes de educación o empleo. Es preciso crear un fondo de recursos materiales que garantice la preparación física e intelectual de los recursos humanos, de modo que esta inversión facilite el alcance sostenido de la sociedad en su conjunto y no de una parte de ésta, lo cual origina desigualdades e injusticia social.
Para estos propósitos, en el orden interno de cada nación:
Normal Es preciso fomentar una voluntad política nacional para cumplir con eficacia los compromisos contraídos en la Cumbre Mundial a favor de la Infancia (1990), la Cumbre para el Desarrollo Social (1995) y la Cumbre de Río (1992).
Normal Debe prestarse una atención especial a los niños de la calle y los abandonados, por la repercusión negativa en el desarrollo social de éstos.
En el orden externo:
v Los países desarrollados deben condonar, o por lo menos establecer una moratoria del pago de los intereses de la deuda externa, para dedicar esos recursos al desarrollo económico.
v La voluntad política: quizás sea el factor fundamental para impulsar estas metas y alcanzar una prevención efectiva del maltrato infantil, porque se apoya en los valores humanos y en la ética. No sólo basta "enunciarla", hacer un discurso o dejarla como "letra muerta"; es necesario comprender las grandes mayorías de la población mundial aún siguen viviendo en condiciones deprimentes por muchas causas.
La misma representa la garantía social para alcanzar un nivel de vida cualitativamente más elevado, con independencia de su desarrollo económico. Asimismo, es el derecho humano de que todos tengan acceso a los sistemas de salud, la educación y las fuentes de empleo, así como preservar los valores culturales y el medio ambiente; lo contrario sería prolongar el maltrato a la sociedad, en particular, a la familia y su entorno. Ningún programa de prevención alcanzaría sus objetivos para hacer el diagnóstico predelictivo y detener los conflictos desde sus inicios, si no se aplican estos conceptos.
En este sentido, Cuba puede exhibir algunos indicadores que expresan esa voluntad política, como el hecho de tener un médico por cada 174 habitantes y un maestro por cada 20 alumnos; 5,8 fallecidos por cada 1000 nacidos vivos, 100 % de los niños en edad escolar concurren a la escuela, cuya enseñanza es gratuita y obligatoria; 95 % de las embarazadas se atienden desde el primer trimestre y tienen atención especializada; en 99,9 % de los casos el parto es institucional; se han erradicado numerosas enfermedades, el 100 % de los niños están protegidos con 13 vacunas de enfermedades preventivas; la expectativa de vida es superior a 75 años. La mujer y el niño gozan de verdaderos privilegios.
Se puede concluir que la voluntad política, combinada con sus factores diferentes es determinante para combatir los aspectos principales que hoy afectan a millones de personas en todo el planeta y conseguir la prevención sostenible del maltrato infantil y la mujer. Ella garantiza la justicia social, la equidad y la paz social, contenidas en la Convención de los Derechos del Niño, en la Cumbre sobre la Alimentación en la Cumbre de Río y muchos otros eventos internacionales, además de la experiencia acumulada de los países que han tenido éxito en la atención al hombre y su entorno, lo cual les ha permitido elevar la calidad de vida de sus integrantes.
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Autora:
Joaquina Naranjo Gómez
[1] – Castro Ruz, Fidel.: Discurso en la ceremonia de entrega al Ministerio de Educación de la nueva ciudad escolar "Oscar Lucero". Holguín. 1960.
2Artiles de León, IIeana:Violencia y Sexualidad. Editorial Científico Técnica, 1998. p.25
3 Artiles de León, IIeana:Violencia y Sexualidad. Editorial Científico Técnica, 1998. p.25
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