El presente trabajo tuvo como propósito: analizar la práctica evaluativa del docente en el nivel de Educación Media General del Complejo Educativo Bolivariano "Simón Bolívar" del Municipio Juan José Mora del Edo. Carabobo durante el periodo 2009-2010. Consiste en un estudio de tipo descriptivo con un diseño de campo. La población estuvo conformada por 326 sujetos de la Tercera Etapa de Educación Básica del Complejo Educativo Bolivariano "Simón Bolívar"; de los cuales: 31 son docentes y 295 son estudiantes. La muestra estuvo constituida por 77 sujetos, es decir, 8 docentes y 69 estudiantes. Para la recolección de los datos se utilizaron las técnicas de la observación y la encuesta; y como instrumento se empleó un cuestionario con 34 ítems y cinco alternativas de respuesta, y un instrumento de observación con 45 ítems y dos alternativas de respuesta. Para la validez del instrumento se utilizó la de contenido a través del juicio de expertos, y se determinó que eran válidos. Los resultados de Confiabilidad se calcularon por el método estadístico "Coeficiente Alpha de Crombach" y "Coeficiente de Kuder y Richardson"; dichos coeficientes dieron 0.97 y 0.86, respectivamente, lo que indica que el grado de confiabilidad de los instrumentos era muy alto. Los resultados obtenidos en la aplicación de los instrumentos se tabularon tomando en cuenta la frecuencia y los porcentajes de las respuestas dadas a cada pregunta y fueron sometidos a un análisis porcentual. Se concluyó que los docentes cumplen en grado moderado el proceso evaluativo, pero en grado bajo las normativas en materia de evaluación, ya que todos llevan registros de las evaluaciones, desarrollando en los estudiantes habilidades y destrezas para crear, convivir, participar, valorar y reflexionar, aunque son pocos o muy pocos los que en verdad toman en cuenta los factores que integran la personalidad del estudiante. Línea de Investigación: Políticas Educativas.
Palabras clave: Docente como evaluador, Evaluación del Proceso de Aprendizaje, Práctica evaluativa.
EVALUATING PRACTICES OF TEACHING IN GENERAL SECONDARY EDUCATION LEVEL
ABSTRACT
The purpose of this study was to analyze analyze the teacher's assessment practice in the Middle school level General Educational Complex Bolivarian "Simón Bolívar", Juan José Mora Municipality of state Carabobo during the period 2009-2010. It consists of a descriptive study with a field design. The sample consisted of 326 subjects from the Third Stage of Basic Education Bolivarian Educational Complex "Simón Bolívar", of which: 31 are professors and 295 are students. The sample consisted of 77 subjects, ie 8 teachers and 69 students. For data collection techniques used observation and the survey as the instrument was a questionnaire with 34 items and five response alternatives, and an observation instrument with 45 items and two response alternatives. For the validity of the instrument was used content through expert opinion, and were determined to be valid. Reliability results were calculated by statistical methods "Cronbach's Coefficient Alpha" and "Coefficient of Kuder and Richardson", these coefficients were 0.97 and 0.86, respectively, indicating that the degree of reliability of the instruments was very high. The results achieved in the implementation of the instruments were tabulated by taking into account the frequency and percentages of responses to each question and were subjected to a percentage analysis, which concluded that teachers play in the evaluation process moderate, but Low-grade standards in evaluation, since all records of assessments are developing the students abilities and skills to create, to interact, participate, appreciate and reflect, although few or very few people actually take into account factors integrating the student's personality. Line of research: educational policies.
Keywords: Teaching as an evaluator, Evaluation of Learning Process, assessment Practice.
La educación venezolana requiere de un cambio substancial, donde el objetivo principal sea la calidad de formación del educando, es decir, la búsqueda constante de la excelencia de los alumnos, basada en la eficacia y la eficiencia de los métodos pedagógicos aplicados durante el proceso de enseñanza. La calidad de la educación depende principalmente del docente, de la forma en que cumpla con las funciones administrativas asignadas como: planificación, organización, dirección y evaluación, que conduzcan al crecimiento personal, ético, espiritual y creativo del estudiante; de la forma en que se comprometa a estudiar profundamente la realidad social del país y a desempeñar el verdadero papel de Educar.
De allí que, dentro del esquema educativo, el docente juega un papel importante, al ser el agente transformador de esta sociedad, por una sociedad más justa, más humana, más creativa; por lo tanto se requiere que sea: un guía, orientador, facilitador, investigador, evaluador y promotor social, que contribuya al proceso de enseñanza y aprendizaje, fomentando la utilización de técnicas y estrategias que estimulen las actividades académicas en base a las necesidades e inquietudes del estudiante.
La presente investigación se centró en la función del docente como evaluador del proceso de aprendizaje en el marco del Sistema Educativo Bolivariano que se viene implementando desde año 2007, específicamente en analizar la práctica evaluativa del docente en el nivel de Educación Media General del Complejo Educativo Bolivariano "Simón Bolívar" del Municipio Juan José Mora del Estado Carabobo, es decir, analizar el proceso de planificación, organización, dirección y control de la evaluación del aprendizaje que efectúan dichos docentes durante el año escolar 2009-2010, y así conocer si se corresponden con las orientaciones sobre la evaluación en los liceos bolivarianos con miras a determinar si los cambios pedagógicos van de hecho más allá de las palabras y de las buenas intenciones.
La estructura de esta investigación se presenta en cuatro capítulos; el capítulo I incluye el planteamiento del problema, los objetivos de la investigación, la justificación y la delimitación. El capítulo II, se refiere al marco teórico, en él se presentan los antecedentes de la investigación, las bases teóricas, las teorías fundamentales, las bases legales, la definición de términos básicos, las variables y la tabla de operacionalización de las variables. En el capítulo III, se plantea la metodología; se presenta el tipo de investigación, el diseño de investigación, la delimitación de la población y la muestra, la técnica de recolección de datos, la validez, la confiabilidad y las técnicas de procesamiento de datos. Finalmente, en el capítulo IV, se presenta el análisis de los datos, las conclusiones y recomendaciones.
CAPITULO I
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Los avances que se viven en Venezuela, generaron la necesidad de un cambio en las instituciones educativas y conllevaron a que se generaran transformaciones en la educación no sólo en lo que respecta a la planificación sino también a la evaluación, por ser la herramienta fundamental para obtener la información necesaria para alcanzar el éxito del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Cabe señalar que antes de 1980, en Venezuela se evaluaba en base a los contenidos e información con exámenes orales o escritos principalmente; luego, surgió una renovación curricular con la Ley Orgánica de Educación (1980) en la cual se establecían en los artículos del 63 al 70, las disposiciones legales en relación a la evaluación, siendo el artículo 63 el más significativo ya que establecía que la evaluación como parte del proceso educativo sería continua, integral y cooperativa, y además, determinaría de modo sistemático en qué medida se han logrado los objetivos educacionales indicados en dicha ley, lo cual se ha ido profundizando con la Ley Orgánica de Educación publicada en el año 2009.
De allí que, con la Ley de 1980, ya no se evaluaba en base a contenidos e información, sino a objetivos de enseñanza (cantidad y nivel alcanzado) con exámenes orales y escritos, hasta que en 1986, se decreta el Reglamento General de la Ley Orgánica de Educación, en el cual se establece desde los artículos 87 al 149, disposiciones más especificas en relación a la evaluación. Con este nuevo marco legal, se toman en consideración otras estrategias de evaluación, mediante la aplicación de técnicas e instrumentos tales como: observaciones de la actuación del alumno, trabajos de investigación, exposiciones, trabajos prácticos, informes, entrevistas, pruebas escritas, orales y prácticas, o la combinación de éstas.
En 1999, surge una nueva reforma educativa con el Régimen de Evaluación para la Primera y Segunda Etapa de la Educación Básica (Escuelas Bolivarianas), en el cual se empieza a evaluar al educando de forma cualitativa en base a cualidades y competencias. Por otra parte, en el 2004, surge otro cambio en la educación venezolana, con los "Liceos Bolivarianos", para dar continuidad al sistema educativo que se venía implementando desde 1999, lo que trajo consigo una revolución ideológica, filosófica, pedagógica y social, ya que para muchos es nuevo hablar de la interdisciplinariedad, los seminarios de desarrollo endógeno y la evaluación cualitativa y cuantitativa.
Este cambio supone, según la Guía sobre Orientaciones para los Liceos Bolivarianos, elaborada por la División Académica de la Zona Educativa Carabobo (2004), que el docente evalúe las potencialidades desarrolladas por los estudiantes de forma integral y descriptiva, con el fin de apreciar el nivel de desarrollo alcanzado por el y la estudiante como marco de referencia para reflexionar sobre sus estrategias de aprendizaje y potenciarlas; desarrollar en el y la estudiante sus habilidades y destrezas en el aprender a crear, aprender a convivir y participar, aprender a valorar y aprender a reflexionar así como fortalecer la interacción entre los estudiantes, los docentes y la familia, orientando la responsabilidad que corresponde a cada uno en el proceso de construcción de los aprendizajes.
Lo antes expuesto supone que el docente debe llevar registros (descriptivos, anecdóticos, diarios) de la actuación de cada educando y realizar coevaluaciones, autoevaluaciones y heteroevaluaciones a través de asambleas de evaluación por sección, en las cuales participen todos los involucrados con el hecho educativo, para generar compromisos y garantizar la calidad de la educación, sustentándose en la teorías de Tyler (1930), Schuman (1967), Stufflebeam (1969), Scriven (1967), Guba y Lincoln (1989) y las orientaciones educativas del Currículo Nacional Bolivariano (2007).
Al respecto, el entonces denominado Ministerio de Educación, Cultura y Deportes (2004), estableció como orientaciones generales para la evaluación en los Liceos Bolivarianos que fuese integral, sistemática, cooperativa, dinámica, planificada, interactiva, centrada en el estudiante, respetando y reconociendo sus distintos ritmos, valorando no sólo los procesos cognitivos sino también los procesos actitudinales y procedimentales. Esta nueva concepción cualicuantitativa de la evaluación rompe con la forma de evaluar que se orientaba hacia los resultados y el producto, centrada en lo cognoscitivo, especialmente en la memorización y en la información, en la que predominaba el interés por la medición y por los datos estadísticos.
No obstante, decir que la evaluación en los liceos bolivarianos será cualicuantitativa, fragmentaba la relación entre la teoría y la práctica educativa de los docentes, un ejemplo claro de esta situación, es que en el Liceo del Complejo Educativo Bolivariano "Simón Bolívar" de Morón, el Coordinador de Evaluación ha observado a través de los acompañamientos pedagógicos que los docentes no llevan a cabalidad el proceso de evaluación de los aprendizajes, puesto que la evaluación sigue siendo punitiva y existe discrepancias entre lo que se evalúa y lo que se enseña, lo que genera debilidades en los procesos de enseñanza y aprendizaje, de allí el número de alumnos aplazados y repitientes según resumen del rendimiento estudiantil de los últimos años.
Cabe señalar que, según el Departamento de Registro y Control de Estudios durante el primer lapso del año escolar 2007-2008, varios de los estudiantes en las asignaturas de Inglés, Matemática, Física y Química obtuvieron 01 punto y luego fueron modificadas a 05 puntos, lo que generó problemas con los padres y representantes. En los dos últimos años se observado que el mayor número de aplazados se encuentra en las asignaturas Inglés, Castellano y Química. En el año escolar 2008-2009 de 287 estudiantes, el número de alumnos con materia pendiente fue de 22 (7,67%) estudiantes y 21 (7,32%) repitientes. Mientras que en el año escolar 2009-2010 de 295 estudiantes, el número de alumnos con materia pendiente fue de 23 (7,80%) y 13 (4, 32%) repitientes. Todo esto quizás debido a que el docente encuentra limitaciones como son: su paradigma en relación a la evaluación, debilidad en cuanto a su formación profesional y la falta de tiempo para comprender e internalizar la necesidad y la importancia de ese cambio evaluativo. Al respecto, Alves y Acevedo (1999), señalan que los docentes se enfrentan a tres obstáculos para asumir el cambio en cuanto a la evaluación del aprendizaje, al plantear lo siguiente:
Quizá el primer obstáculo que encuentra el docente para asumir el cambio es su propia historia como estudiante, cargada de competitividad, de frustraciones, de injusticias, cuya critica michas veces, sin alternativas, quedaron en el vacío y terminaron por asimilarlas como parte de la cultura educativa. Se considera cultura en tanto que la misma se ha internalizado como lo normal, lo cotidiano, lo cual implica un esfuerzo conciente para desplazarla. El segundo obstáculo es la necesaria coincidencia entre el diseño curricular y su expresión operativa, y la manera de evaluar el aprendizaje… el tercer obstáculo es la debilidad en la formación de los docentes, que aún siendo egresados universitarios, se encuentran actualmente desactualizados, incluso los de reciente egreso, por la lentitud de adaptación de las universidades. (pág. 10)
Por otra parte, los cursos de capacitación ofrecidos por la Zona Educativa, el material fotocopiado que entregan y los folletos son insuficientes, apenas logran un nivel de iniciación y vacilaciones en los docentes. Al respecto, Barbier (1993), señala que:
Existe confusión entre el nivel del discurso y el nivel de la práctica: en la actualidad se dicen y se hacen muchas cosas en nombre de la evaluación, cuando sin dudas sólo unas pocas pueden ser reconocidas como prácticas de evaluación en sentido estricto… Puede parecer más necesario hablar de la evaluación que hacerla; no extrañará constatar la existencia de un profundo abismo entre la riqueza del discurso sobre la evaluación y la pobreza relativa de las prácticas. (p. 13)
Por lo antes señalado, se pretende realizar una investigación que tiene como objeto de estudio verificar el cumplimiento por parte de los docentes de las tareas específicas que le son asignadas y que están normalmente descritas o establecidas en las leyes, resoluciones o circulares emanadas del Estado o del Ministerio del Poder Popular para la Educación en materia de Evaluación de los Aprendizajes. Esta investigación busca dar respuesta a la siguiente interrogante:
FORMULACIÓN DEL PROBLEMA
¿En qué grado aplican los docentes de Educación Media General del Complejo Educativo Bolivariano "Simón Bolívar" las instrucciones sobre la evaluación en los liceos bolivarianos?
OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN
OBJETIVO GENERAL
Verificar el cumplimiento de las instrucciones sobre la evaluación en los liceos bolivarianos por parte de los docentes de Educación Media General del Complejo Educativo Bolivariano "Simón Bolívar" ubicado en el Municipio Juan José Mora del Estado Carabobo durante el año escolar 2009-2010.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Diagnosticar la práctica evaluativa del docente de Educación Media General del Complejo Educativo Bolivariano "Simón Bolívar" del Municipio Juan José Mora del Estado. Carabobo, durante el año escolar 2009-2010.
Identificar las técnicas e instrumentos de evaluación empleados por los educadores para valorar los aprendizajes de los estudiantes.
Determinar en qué medida los docentes de la institución antes mencionada aplican las instrucciones sobre la evaluación en los liceos bolivarianos.
JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN E IMPORTANCIA
Ofrecer una educación de calidad requiere de docentes altamente capacitados, es decir, que sean eficaces y eficientes en lo que respecta al proceso de enseñanza y aprendizaje. En la actualidad, se considera a la gerencia y a la evaluación como actividades fundamentales de dicho proceso, ya que permiten determinar en qué medida se están logrando los objetivos educacionales.
De hecho, Pino (2006), señala que "la evaluación se ha constituido en los últimos años en una disciplina necesaria para conocer el funcionamiento de los programas de cualquier ámbito de la actividad humana, política, económica, sanitaria, social y educativa" (p. 5), aunque es importante señalar que algunos docentes necesitan capacitarse en relación a su función como evaluadores del proceso de aprendizaje, así lo han señalado algunos autores que sirven de antecedentes a esta investigación.
Por otra parte, este estudio se justifica desde el punto de vista didáctico, porque permitirá obtener información acerca de las etapas evaluativas del docente (planificación, organización, dirección y control), los procedimientos e instrumentos que emplean con la intención de dar respuesta a un problema que se presenta a nivel local, regional y nacional, así como despertar conciencia en los docentes acerca de la importancia de llevar a cabo el proceso de evaluación con eficiencia para contribuir a mejorar el desempeño docente, ya que en la medida en que él conciba la evaluación como una actividad crítica de todo el proceso de enseñanza y aprendizaje, que ayuda a avanzar, a corregir y clarificar el rumbo en forma permanente, en esa medida se irá propiciando un ambiente de aprendizaje y la pedagogía del éxito, la relación ganar –ganar.
Desde el punto de vista práctico, se aspira que el docente cambie su concepción de la evaluación y reconozca que la educación es un proceso orientado a que los alumnos tengan éxito, no para el fracaso, para que así cambie sus prácticas de evaluación. De allí que, con la realización de esta investigación se beneficiarán los directivos, los docentes, los estudiantes, el sector educativo y la institución, ya que si los docentes reconocen la importancia de su función como evaluadores del proceso de aprendizaje, se logrará el propósito de una educación orientada a satisfacer las demandas de la sociedad, debido a que el éxito comienza desde el aula de clases, pues es allí donde se incorporan estrategias y herramientas que permiten al facilitador compensar las necesidades del estudiante.
Esta investigación permitirá fortalecer el campo de investigación de la evaluación dentro del proceso educativo venezolano y conocer si los cambios pedagógicos van de hecho más allá de las palabras y de las buenas intenciones, además, servirá de apoyo al docente y de antecedente a futuras investigaciones que deseen profundizar o ampliar los aspectos aquí estudiados. Cabe señalar que esta investigación se ubica dentro de la línea de Investigación: Políticas Educativas del Programa de Maestría en Investigación Educativa.
DELIMITACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN
Este estudio se desarrolló con los docentes y estudiantes del Complejo Educativo Bolivariano "Simón Bolívar" del Municipio Juan José Mora del Estado Carabobo, durante el año escolar 2009-2010, con la finalidad de verificar el cumplimiento de las instrucciones sobre la evaluación en los liceos bolivarianos por parte de los docentes de Educación Media General del Complejo Educativo Bolivariano "Simón Bolívar", ubicado en el Municipio Juan José Mora del Estado Carabobo, durante el año escolar 2009-2010.
CAPITULO II
En este capítulo se presenta el marco de referencia teórica que orienta el estudio, el cual es el resultado de la selección de los aspectos que se consideraron son los más relacionados con el tema. El mismo está constituido por investigaciones previas que guardan relación con el objeto de estudio, por un conjunto de teorías, conceptos y aspectos legales sobre las funciones del docente y la evaluación del aprendizaje, así como el cuadro de operacionalización de las variables.
ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN
La calidad de la educación requiere de docentes conscientes de su práctica evaluativa, así lo han señalado algunos estudios que sirven de antecedentes a esta investigación.
Al respecto, Santos (1998) en su artículo titulado "Evaluar es comprender: de la Concepción Técnica a la Dimensión Crítica" que tenia como finalidad generar conciencia en los docentes sobre sus prácticas evaluativas, señala que ha asistido a numerosas sesiones de evaluación en las que los profesores atribuyen el fracaso a causas exclusivamente centradas en los alumnos: "son torpes, son vagos, están mal preparados, ven demasiada televisión, no atienden, no saben estudiar, se portan mal, están desmotivados, no entienden, forman un grupo malo, las familias no ayudan, entre otros… y cuando esto pasa ¿Cómo se va a mejorar la práctica profesional, el contexto organizativo, la organización de los contenidos, la metodología de la enseñanza, el modo de evaluación? … En una sociedad meritocrática, es lógico que exista un modelo de evaluación que solamente tenga en cuenta los resultados y las calificaciones". (pág. 13) y termina explicando que para los docentes no es fácil poner en marcha los procesos de mejora ya que existen cinco dificultades arraigadas en la práctica profesional y en el contexto organizativo de la escuela, que son: la escasez de tiempo, la falta de motivación, el individualismo, la rutinización institucional y la carencia de ayuda. Este trabajo permite conocer algunas dificultades que encuentran los docentes para mejorar sus prácticas evaluativas.
Así mismo, Gamboa (2003), en su estudio sobre la "Función Gerencial del Docente en el Aula y la Calidad de la Enseñanza", que tenía como finalidad relacionar la función gerencial del docente con la calidad de la enseñanza, basado en un estudio correlacional con un diseño de campo dirigido a los docentes de 7mo. Grado de Educación Básica, concluyó que los docentes cumplen la planificación a cabalidad y específicamente toman en cuenta las necesidades e intereses de los alumnos para su realización, además, determinó que en la función de organización, los docentes se preocupan por organizar las actividades planificadas para ser desarrolladas en su labor dentro del aula de acuerdo a los contenidos programáticos. Por otra parte, la función de dirección, los docentes la ejercen efectivamente, ya que ellos asignan comisiones de trabajo, brindan apoyo y dirigen a sus alumnos en el desarrollo de la actividad. Por otro lado, en cuanto al control, el docente realiza un control sistemático de las actividades diarias que se desarrollan en el aula de clase, evaluando constantemente, de esta manera los docentes pueden visualizar cuáles aspectos han sido logrados y cuáles no, lo cual permite centrar su atención en los objetivos que lo ameriten. Esta investigación señala el cumplimiento de las etapas del proceso evaluativo que son: la planificación, la organización, la dirección y el control, lo que servirá para establecer una comparación.
También, Colmenares (2005), en su trabajo de investigación titulado "Desempeño del Docente en su rol de Evaluador de los Aprendizajes de los Alumnos", el cual tenia como propósito analizar el desempeño del docente en su rol de evaluador de los aprendizajes de los alumnos en la Primera Etapa de Educación Básica en la U.E. Dr. "Lisandro Lecuna", de Naguanagua, Estado Carabobo, concluyó que la mayoría de los docentes no están cumpliendo con su rol evaluador de los aprendizajes de los alumnos, existe un acentuado desconocimiento en los docentes en el rol como gerente de aula, en cuanto al papel de planificador, organizador, orientador y evaluador. Además, señaló que los docentes no promueven buenas relaciones interpersonales con los estudiantes, lo que incide de manera negativa en el aprendizaje, asimismo, observó una discrepancia entre la respuesta de los docentes y la de los estudiantes, respecto a la manera cómo están administrando la asignatura, por esa razón recomendó a las autoridades educativas del área que planifiquen y ejecuten talleres relativos a la evaluación y que los docentes se preparen en sus competencias personales y profesionales con la finalidad de lograr una evaluación justa de los aprendizajes y así alcanzar los objetivos educativos.
Igualmente, Pino (2006), en su investigación titulada "La Otra Cara de la Evaluación", la cual tenia como objetivo propiciar un cambio en la metodología de evaluación a través de una evaluación formativa más interactiva, basada en el paradigma cualitativo con un diseño de investigación acción– participante, concluyó que aunque los docentes realizan las funciones de planificación y evaluación, necesitan capacitarse, ya que la mayoría no poseen mucha habilidad en la ejecución de proyectos, funciones pedagógicas y toma de decisiones en forma eficiente. Además, señaló que no cumplen a cabalidad su función como evaluador. En cuanto a la calidad de su gestión se evidenció que su acción no es un modelo a seguir, esto conlleva a reflexionar sobre la acción educativa, para dar una respuesta urgente. Sugiere una transformación de los modelos de evaluación tradicional. Este estudio contribuye a esta investigación ya que sirve de guía para seguir profundizando acerca de la práctica evaluativa del docente y sus conclusiones servirán de referente para determinar si se han producidos cambios o no.
REFERENTES TEÓRICOS
A continuación se presentan el conjunto de teorías y conceptos que sirven de sustento a esta investigación.
LA EVALUACIÓN
La evaluación puede ser definida como un proceso sistemático, integral y humanista, basado en métodos y técnicas de investigación social, que reconoce los distintos ritmos de cada estudiante, como persona única y cambiante, que busca trascender el sólo medir contenidos y profundizar los aspectos que conllevan al desarrollo pleno de cada educando, en el hacer, ser, convivir y conocer. Al respecto, González (2007), plantea que la evaluación:
Es una actividad humana tan esencial como inevitable, que considera aspectos no sólo del alumno, sino también de la personalidad del profesor, de los métodos de enseñanza empleados, de los materiales didácticos, del medio familiar y social que rodea al alumno, de la organización escolar misma y de la «atmósfera» educativa, material y humana del centro educativo (p.2).
Por su parte Martínez, (2008) considera que la evaluación:
Es un proceso sistemático que pretende indicar hasta qué punto los alumnos y alumnas han logrado o consolidado las diferentes competencias y bloques de contenidos propuestos, donde los participantes en dicho proceso logran emitir algún juicio de valor acerca de los logros alcanzados, con el fin de tomar decisiones que contribuyan a reorientar, mejorar y garantizar la acción educativa. Donde los elementos involucrados, tales como aprendizaje, actividades, programas, instituciones, docentes y alumnos son sometidos a un estudio sistemático para evidenciar su incidencia en los procesos de transformación personal y social. (p.4)
Cabe destacar que para Alves y Acevedo (1999), la evaluación es "un campo en pleno desarrollo que obliga al evaluador a asumir una posición clara y coherente con
los métodos y técnicas a emplear, para aproximarse a la naturaleza del objeto a evaluar y al propósito de la misma." (p. 16).
FUNCIÓN DEL DOCENTE COMO EVALUADOR
La función del docente como evaluador del proceso de aprendizaje se refiere al acto o proceso de realizar las tareas específicas que le son asignadas y que están normalmente descritas o establecidas en las leyes, resoluciones o circulares emanadas del Estado o del Ministerio del Poder Popular para la Educación a fin de garantizar los aprendizajes de los estudiantes, puede ser definida como un proceso de planificación, organización, dirección y control de las actividades de evaluación de los aprendizajes implícitos en un diseño curricular. De allí que el docente, es la persona o individuo que logra metas u objetivos por medio de otras personas, a través de un proceso de toma de decisiones, distribución de recursos y dirección de actividades. A continuación se desarrollan las cuatro funciones del proceso evaluativo:
Planificación:
La planificación es la más importante de las funciones, ya que consiste en determinar anticipadamente qué es lo que se va a hacer, es decir, seleccionar las metas, fijar objetivos y programar para alcanzarlas en forma sistemática, de manera tal que el proceso de aprendizaje sea productivo. Para Koontz (2003), "la planificación consiste en la selección de misiones y objetivos y acciones para lograrlos; requiere toma de decisiones, es decir, seleccionar recursos futuros de acción entre varias opciones." (p. 72). Al respecto, Smith (1995) opina que: "la planificación implica que los gerentes piensen a través de sus objetivos y acciones con anticipación, basados en métodos y planes, más que en una mera suposición. Los planes dan a la organización sus objetivos y fijan el mejor procedimiento para obtenerlos." (p. 42)
Por consiguiente, se puede decir que la planificación es la función a través de la cual el docente organiza las actividades, conocimientos, habilidades, destrezas que deberán adquirir o realizar los educandos, involucrando estrategias que estimulen el logro del aprendizaje, con el fin de garantizar el éxito en la labor educativa al eliminar al máximo la improvisación. Por ello, es importante considerar en la planificación los siguientes aspectos: ¿Qué evaluar?, ¿Por qué evaluar?, ¿Con qué y Cómo evaluar?, que vienen de un marco conceptual establecido en el Currículo Básico Nacional en el año 1997 y que luego en el Sistema Educativo Bolivariano se replantea.
ORGANIZACIÓN:
La organización es la segunda etapa del proceso evaluativo, que consiste básicamente en determinar las actividades que se realizarán, quiénes las realizarán y de qué forma. Al respecto, Robbins (1994) expresa: "la organización incluye la determinación de las tareas que se realizarán, quién las hará, cómo se agruparán las labores y quién reportará a quién y dónde se tomarán las decisiones." (p.114). Por otra parte, organizar es el proceso de determinar y establecer la estructura, los procedimientos y los recursos necesarios para el logro de los objetivos establecidos en la planificación. De allí que el docente debe seleccionar junto con los educandos las actividades, definir las actividades y sus responsables, entre otras.
DIRECCIÓN:
La dirección, es el elemento de la administración en el que se logra la realización efectiva de todo lo planeado, por medio de la autoridad del docente, ejercida a base de decisiones, ya sean tomadas directamente, y con más frecuencia, delegando dicha autoridad, y se vigila simultáneamente que se cumpla en la forma adecuada todas las ordenes emitidas. Por su parte, Koontz (2003) adopta el término "dirección" como "la función ejecutiva de guiar y vigilar a los subordinados." (p.114). Por consiguiente, la parte esencial y central de la organización, es precisamente la dirección. La dirección significa realizar las actividades establecidas en el plan bajo la dirección de una autoridad como es el docente.
CONTROL:
El control es una práctica permanente de la evaluación, consiste fundamentalmente
en contrastar lo que va sucediendo con lo planificado, a fin de conocer las desviaciones que existen, qué causas las han originado y que soluciones se pueden proponer para corregirlas. El control en el proceso de enseñanza y aprendizaje básicamente está determinado por el proceso de evaluación, ésta es la función que consiste en verificar el logro de los objetivos planteados en la planificación. Al respecto Ruiz, (1992) señala: "la evaluación permite controlar las capacidades de los alumnos en cada uno de los momentos del desarrollo de la estrategia." (p. 85)
De allí que la evaluación permita determinar el desenvolvimiento del alumno en el proceso de enseñanza – aprendizaje, comparando los resultados con las expectativas señaladas en la planificación. Es por eso que la función de controlar requiere el establecimiento de un sistema de comprobación de las actividades, operaciones, logro de objetivos y procedimientos claves de manera tal que los errores o desviaciones se vean inmediatamente y se puedan corregir. En consecuencia, la evaluación, se centra en actividades y procesos orientados a la acción, se recomienda emitir reportes individualizados de los estudiantes en lugar de calificaciones numéricas.
Por otra parte, para que el docente pueda ejercer su rol de evaluador, debe poseer ciertas competencias como lo son: planificación, control, conflicto, cambio, comunicación, organización, motivación, dirección, coordinación, liderazgo, innovación y toma de decisiones, entre otras; todo esto a fin de lograr una educación de calidad. Al respecto, Salazar (1995), afirma que: "si se eleva la calidad de los procesos y de los resultados del trabajo en el aula, se presentan muchas posibilidades de que se eleve a su vez la calidad de la educación en el país" (pág. 4). Por otra parte, el autor señala, que estas competencias no son más que los roles que de alguna manera ejecuta el docente en el aula.
De allí que el docente necesite combinar las estrategias, técnicas y recursos disponibles de manera eficiente, para facilitar el logro de los objetivos trazados en el proceso, en forma conjunta docente – alumno. Cabe señalar, que ser facilitador es algo más complejo, sublime e importante que enseñar una asignatura, implica dedicar alma, lo que exige vocación, y esa vocación reclama algo más que títulos, cursos, conocimientos y técnicas, reclama la capacidad de servicio y una coherencia de vida y palabra, la cual es imposible sin el continuo cuestionamiento y cuidado de su proyecto de vida, porque un docente explica lo que sabe o lo que cree saber, pero enseña lo que es.
Por otro lado, todos los seres humanos habitualmente juzgamos, apreciamos, valoramos las cosas, eventos, situaciones, a personas e incluso a nosotros mismos, de allí que formamos un juicio con respecto a lo evaluado, luego de haber establecido alguna comparación. Los docentes no escapan de esta realidad, de hecho su campo de acción evaluativa, es muy amplio, va desde la selección de textos educativos hasta la calificación final del estudiante, aunque tradicionalmente, esta última es considerada la función principal de la evaluación en la educación formal. Es importante señalar que la función del docente como evaluador se refiere al proceso de planificación, organización, dirección y control de la evaluación, de allí la importancia de que el docente reflexione acerca de ¿Qué hace? y ¿Cómo lo hace?, para favorecer el aprendizaje, es decir, hace referencia al conjunto de acciones vinculadas al docente en el proceso evaluativo, lo que supone recaudar informaciones, interpretarlas, analizarlas y reflejarlas en función de logros obtenidos por el estudiante o el grupo para tomar decisiones compartidas con todos los agentes del proceso para corregir, reforzar u orientar el proceso.
CARACTERÍSTICAS DEL DOCENTE EVALUADOR
El docente en su función de evaluador debe ser creativo, innovador, empático, comunicador y objetivo. La creatividad e innovación está relacionada con la capacidad para pensar, crear o producir situaciones novedosas que motiven al estudiante, crear las condiciones que facilitan el conocimiento, pensamiento crítico, reflexivo y creativo que conduce al aprendizaje significativo, para ello es necesario que los docentes realicen cursos de capacitación y actualización en mejora de su crecimiento personal y profesional.
Cabe señalar, que en el año escolar 2006-2007 la Zona Educativa de Carabobo
suministró a los planteles una Guía sobre las Orientaciones para los Liceos Bolivarianos, elaborada por la División Académica y la Coordinación de Formación Permanente, en la cual se señala la dimensión personal o el perfil que debe tener un docente del Liceo Bolivariano, entre las cuales plantean que el profesional de la docencia debe caracterizarse por ser un "líder, investigador, planificador, evaluador, ético, visionario, multifacético, practico, mediador, proactivo, innovador, orientador, comunicador, comprometido con el ideario bolivariano y promotor" (p. 8).
El docente es un planificador, rediseñador, implementador, evaluador, investigador y transformador del proceso de enseñanza y aprendizaje, a través de un pensar y actuar sobre su práctica pedagógica debe asumir una actitud proactiva, crítica y reflexiva frente a la enseñanza, de manera tal que esté preparándose, ensayando, y experimentando contínuamente para transformar su praxis pedagógica, esto amerita que el docente se asegure de que las evaluaciones que realiza sean las más convenientes para el logro de los aprendizajes y que considere los resultados de la evaluación para mejorar los logros o avances en el proceso educativo. Además, el docente debe concentrar su esfuerzo en motivar a los estudiantes para la búsqueda de la excelencia como valor social importante en su desarrollo. La idea de excelencia, debe ser entendida como el propósito de esforzarse en ser cada día mejor, para no contentarse con lo fácil, sino en plantearse metas exigentes que lo conviertan en un ser más apto y socialmente realizado.
Por otra parte, la objetividad es una importante característica del docente como evaluador, es la capacidad de ser imparcial, de ser justo, de no imponer sus observaciones personales o ser subjetivo. Al respecto, Colmenares (2005) en su investigación concluyó que "un alto porcentaje de los docentes no utilizan instrumentos de observación en forma objetiva y un bajo porcentaje valora los estados emocionales de los estudiantes y no propician un aprendizaje cooperativo" (pág. 218), ya que no se basaban en los criterios previamente establecidos. En este sentido, para que el docente sea objetivo debe tener claramente establecidos los criterios de la evaluación. Por otra parte, Florez (1999), señala que:
Un buen docente no debe descuidar nunca la característica esencial de saber observar, apreciar y decidir sobre la marcha del proceso de evaluación, las intervenciones, los correctivos, apoyos e impulsos pedagógicos para que los alumnos no se estanquen, no se pierdan, ni desgasten su talento por falta de la realimentación oportuna y necesaria" (pág. 8).
Para resumir, dado que la actitud y comportamiento del docente es un factor determinante en el éxito del estudiante, el profesor como evaluador debe caracterizarse por poseer las siguientes cualidades o el siguiente perfil:
Un promotor social e investigador
Confianza en las capacidades del estudiante
Respeto y valoración hacia el estudiante
Creación de ambientes de confianza y libertad
Apertura y actitud de escucha
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