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Homenaje a Lao Tse


Partes: 1, 2

  1. La filosofía taoísta y el Derecho
  2. Presentación
  3. Breve reseña histórica
  4. El Misticismo Taoísta
  5. El síndrome de Abraham
  6. La estafa y el robo en el transcurso de la historia humana
  7. El Derecho Penal y la sociedad
  8. Como es en el organismo, es en la sociedad
  9. La teoría del grado de conflictividad
  10. El Espíritu Supremo
  11. Buscar el futuro en el pasado
  12. El Derecho Penal y otras cosas profanas
  13. El Taoísmo visto por un juez
  14. El Maestro que nos guía
  15. El objetivo del Derecho
  16. El Misterio de la Masonería
  17. Los Jasidim y el Taoísmo
  18. Mails
  19. Las Guerras

Lao Tse (Viejo Maestro), burócrata chino muy sabio cuya existencia se la sitúa 600 años antes de Cristo, rompió el protocolo taoísta (mantener el conocimiento en secreto) al escribir en su edad madura el libro Tao Te Ching a pedido del guardia fronterizo Yin Si.

Su discípulo "rudo", igualmente rompe el esquema taoísta y deduciendo tesis nuevas del libro sagrado aproxima el Tao a occidente. ¿Por qué esto? Al parecer el Espíritu Supremo, como llama Moreno al Tao, necesita que se dejen marcas en el camino, para aquellos que habrán de venir.

En esta monografía se reúnen artículos y frases que ilustran una forma de pensar y que se ofrece al público lector.

 Palabras liminares

La filosofía taoísta y el Derecho

Llevo muchos años de juez, la mayor parte en el campo penal. Esta área del derecho es especialmente conflictiva. Muchos litigantes enfocan en su mente al juez presionándolo para obtener fallos favorables, y lo hacen saber militantemente. Estas presiones no siempre son positivas, muchas veces ceder a esas presiones significa el fin de la carrera, el escándalo o la cárcel. Para hacer frente a esa realidad hay que aprender a vivir bajo presión y saber escoger el camino correcto.

Para vivir bajo presión y escoger el camino correcto llevo una rutina diaria de recurrir a la meditación. El sistema es el Bakti yoga y el Raja yoga, esto es el yoga de la devoción (ponerse en manos del Ser Supremo y esperar su consejo) y el raja yoga (el control de la mente)

Para establecer un control de la mente hay que recurrir al sentido común, y en esto la filosofía taoísta es lo que más se parece. El Maestro por excelencia del taoísmo es Li Tan, filósofo chino cuya existencia se sitúa 600 años antes de Cristo, más conocido como Lao Tse (Viejo Maestro) y que dejó al mundo un breve tratado denominado Tao Te Ching. Este libro magnífico exalta el Tao, Camino, que conforme lo describe el Maestro es el Espíritu Rector del Universo. La lógica del Tao es el punto de equilibrio eterno. De ello deriva el espíritu chino de encontrar siempre el punto de equilibrio, de paso, el ideal de la justicia.

Buscando siempre el equilibrio me he aproximado a la filosofía taoísta y los consejos del Maestro siempre han sido oportunos.

Dice el Maestro que la duración es signo de poder. El haber permanecido más de 25 años en un área tan conflictiva es signo de poder del Tao entendido como el Espíritu Supremo que está en constante equilibrio.

El Tao como centro y fuerza permanente es poderoso. Buscar el punto de equilibrio hace al juez poderoso y efectivo, aunque se debe tener entereza y fuerza espiritual para seguir al Tao y solo al Tao.

A través de la diaria introspección y siguiendo los yogas citados junto con la filosofía taoísta se puede afrontar debidamente la labor de juez y el camino de la vida. Debo lo que soy a mi oficio de juez.

Para los colegas novatos afrontar la judicatura es un asunto de leyes. En la realidad es un balance de fuerzas místicas que van más allá del plano humano.

Es necesario aproximarse al Tao para obrar desde una dimensión imperecedera, por que las leyes humanas cambian, las leyes eternas se mantienen por siglos y las distancias a la luz del pensamiento se acortan. A través de la meditación es posible remontarse en el tiempo y acercarse a otras mentes que pueden guiarnos, que pueden darnos luces.

El Espíritu Supremo mismo es asequible si se tiene una rutina diaria de culto al punto de equilibrio. Aunque en mis largos años de meditación no puedo decir que lo he topado directamente, porque ese es un privilegio que pocos lo han conseguido. En todo caso el Espíritu Supremo se manifiesta en las personas que lo buscan con fulgores de claridad de pensamiento e inspiraciones oportunas que nos libran de la adversidad.

Mi Maestro busca la sabiduría, refiere que el sabio es capaz de realizar grandes prodigios sin ufanarse de ello. Siguiendo al Tao es posible armonizar la masa pensante y conseguir cosas imposibles, pero para que se ejecuten hay que renunciar al mérito.

El Maestro refiere que en última instancia la labor del sabio es abrir y cerrar las puertas del Cielo. Para mí ha sido un privilegio trabajar como juez en el campo penal, por que uno se aproxima al trabajo del sabio. Cuando es posible unificar las fuerzas y solucionar el problema de las gentes, se abren las puertas del Cielo. Cuando todo está confuso, el hecho es negativo y merece el escarnio de la sociedad y la aplicación inflexible de la Ley, entonces, cerramos las puertas del Cielo.

Creo que la filosofía taoísta, los consejos del Maestro Lao Tse, son sumamente útiles para la vida y para afrontar la responsabilidad de juez.

Un juez que no tenga vida interior y no tenga una formación ideológica difícilmente puede afrontar la responsabilidad de administrar justicia. Y si la justicia es buscar el punto de equilibrio, la filosofía taoísta es la indicada para cumplir este reto.

Ibarra, a 6 de septiembre del 2009

 

Presentación

Me considero un discípulo rudo de Lao Tse,  su libro Tao Te Ching, es sabio, una fuente de agua fresca que no tiene errores. 

A pesar de mi formación occidental, estimo que luego de revisar muchos textos, el Tao Te Ching  tiene las claves de la sabiduría y la puerta a la óptima realización del ser humano y la sociedad.  El Maestro incentivó la sencillez, la humildad, la frugalidad, la generosidad, le repugnaba la ostentación y el latrocinio,  quería compartir sus bienes y consideraba que contentarse con lo suficientes es lo adecuado, y con muchos siglos de anticipación tuvo una visión ecológica y respetuosa de la naturaleza.  Sus visiones son de un realismo sorprendente y tienden a eliminar la ilusión, no por algo reseñara: "Cuando se eliminan hasta los últimos rezagos de ilusión, la mente aparece sin grietas".   El Maestro rinde culto al punto de equilibrio eterno: el Tao, que es un valor absoluto, ya que el devenir es una constante puja entre el Yin y el Yang,  y las obras buenas y malas de los hombres empujan al Tao, y el Tao actúa. Lo que sigue deriva de las enseñanzas del Maestro, y también se ha agregado un muestrario del Libro Sagrado. Para ustedes estas líneas que tal vez sirvan para ver las cosas bajo otra perspectiva.      

   Breve reseña histórica

Lao Tse fue un sabio chino que sus congéneres le atribuyen una vida y nacimiento de fábulas y autor de prodigios.  Un dios nacido de una virgen que tenía el aspecto de viejo al venir al mundo. 

Si lo definimos como humano, veremos que su gran sabiduría no es de este planeta, por lo que podemos decir siguiendo las apreciaciones hindúes que fue una reencarnación de Visnú, la segunda persona de la Trinidad India

Desde un punto de vista racionalista, fue un burócrata que trabajó en un reino de la China, de la dinastía Chou, provincia de Hunan, posiblemente como archivero real.  Una especie de Director del Archivo del Rey, donde se apilaban los libros sabios con los decretos reales.  No se descarta que pueda haber sido consejero y como tal haya intervenido indirectamente en las labores de gobierno.  Eran tiempos  de absolutismo, muchos siglos antes de Cristo, por ello su insistencia en guardar la lengua y medir las palabras.  Los reyes de ese entonces tenían plena facultad de hacer ejecutar a sus súbditos,  y una palabra imprudente podría significar ser azotado o  la muerte misma, lo que esperemos no suceda en el presente.  El señor Li Tan, nombre verdadero de Lao Tse, sobrevivió al trato con el monarca y ya mayor, se retiró de su cargo.  Había la jubilación, asunto que no es algo nuevo a juzgar por este hecho.  El Maestro hizo un viaje al confín del reino y al llegar a la aduana le salió el guardia Yin Si que le dio hospedaje y lo trató como a sabio a pesar de que el gran hombre demostraba mucha modestia.

Yin Si  le pidió a Lao Tse que le deje un libro como muestra de su sabiduría.  El Maestro escribió un breve tratado de 81 escritos que se denomina Tao Te Ching.  Gracias a Yin Si tenemos este libro magnifico que es el más traducido de la lengua china.        

El Misticismo Taoísta

El místico busca la tutela, el consuelo, la guía del Espíritu Supremo.  Tengo escrito que el Yoga de la devoción es común a todas las religiones y creencias.  El buscar la tutela Divina en el hinduismo se llama el yoga,  la unión, es el camino de las personas creyentes. Pero la unión difiere según el sendero que se transite.  Si se busca la unión con el ser Supremo como sinónimo  de amor diremos que somos Cristianos, pero otras personas verán en el Ser Universal la justicia, otras la opulencia, otras el azote de los enemigos, la abundancia, el placer, la paz, la acción, etcétera.

  El taoísta ve en el Supremo el perpetuo equilibrio, algo que el Maestro lo definió por Tao.   El Tao es eterno e indestructible, se encuentra en perpetuo equilibrio.  Arribar al Tao trae la paz, la iluminación, la sabiduría, inclusive el Maestro dice que es la puerta de la vida eterna.

  El perpetuo equilibrio, el Tao, se ve afectado por las obras buenas y malas de los seres, entonces, se desplaza.  Cuando el Tao se desplaza o bien ocurren cosas buenas, u otras veces cuestiones terribles.

  El taoísta busca el perpetuo equilibrio, sirve al Tao.  Porque para que hayan cosas buenas el Tao debe estar estable.  Para que el Tao esté estable debe existir armonía, satisfacción en los seres, justicia, trabajo que alcance la estabilidad vital, contemplación, cesación de apetitos y ambiciones.

  El maestro señala el silencio como sendero del taoísta, esto se debe que el místico taoísta vislumbra el futuro y siente el trabajo interior de los seres.  Está en la cuarta dimensión, es considerado.

  Al considerar y saber el trabajo interior se puede influir en las eternas leyes del Karma.  A través de la información se puede alterar el Karma.  De allí que hablar es algo complicado.   El Tao se desplaza, y muchas veces este movimiento no está en nuestras facultades evitarlo.  Si lo intentamos seremos observados.  

El taoísta solo puede hacer lo que le es permitido, y no interferir es un credo.  Cuando la unión está cerca, el obrar es algo que intimida, el hablar es algo que debe pensarse cien veces.  

Marzo del 2006  

El síndrome de Abraham

El diccionario define la palabra síndrome como: "Conjunto de síntomas característicos de una enfermedad;  Conjunto de fenómenos que caracterizan una situación determinada."    Hay muchos síndromes, estos conducen a determinada conducta que muchas veces es patológica.   Hoy quisiera abordar un síndrome que he podido rastrear en mi calidad de estudioso del problema humano, me refiero al síndrome que llamaremos con el nombre de Abraham, puesto que al parecer este patriarca lo habría sufrido y de su conducta se ha deducido una serie de acontecimientos en religiones originarias del judaísmo (Cristianismo, Islam, y otras menos conocidas) que tienen como inicio los delirios del buen Abraham.  Aunque el síndrome en cuestión está presente en todos los fundamentalismos del mundo, cualquiera que sea su origen.

  Abraham fue un personaje bíblico que consideró que había hecho un pacto con el Dios Supremo y Único y que a cambio podía someter a los otros pueblos de la tierra.  Este síndrome llevado a situaciones extremas permite la vejación, el sometimiento, la eliminación física de quienes son considerados indignos y opuestos a la posición de privilegio que entraña padecer esta patología.

  En mi condición de discípulo de Li Tan, más conocido como Lao Tse, me oriento hacia una búsqueda del Ser Supremo Universal, búsqueda que también es común en todos los hombres con sentido espiritual, cualquiera que sea su orientación.  Li Tan al Ser Supremo Universal lo llama Tao.  El Tao no puede ser aprehendido, trata al igual que los sabios a los seres humanos como perros de paja (elementos ceremoniales desechables). Esto quiere decir que el Ser Supremo y Universal no hace distinción alguna con los seres del universo.  El Tao solo entiende las reglas de la armonía.  Si hacemos actos estúpidos o injustos desplazamos el Tao, y entonces el Tao en procura de la armonía aplasta a quienes han alterado el equilibrio de las fuerzas cósmicas.

  Desde un enfoque del filosofo Li Tan el Tao no puede hacer pactos, el Tao es indiferente, es implacable, es justiciero, su fin es la armonía perpetua. 

  El taoísta busca el vacío.  Escuchar el pulso del Tao, seguir al Tao y solo al Tao, es el misticismo que destierra la ilusión al máximo grado.

  Llegar a ser un maestro taoísta entraña una adecuación máxima a la verdad intrínseca de la vida.

  Lo contrario es sufrir el síndrome de Abraham. Ser una persona que pretende someter al Tao, cuando el Tao es indiferente, implacable, eterno.

  Y lo grave del Tao es que si determinado grupo humano llegare a someter a los otros humanos desoyendo sus designios, si triunfare en un fin universal insano, el Tao puede mover a la madre tierra, o a los astros de los cielos.  Alterar las reglas de armonía pueden volver al Tao en contra nuestra, y entonces, así sometamos a los humanos, no nos libraremos de las consecuencias.

 5 de julio del 2007   

La estafa y el robo en el transcurso de la historia humana

Se tiende a señalar al robo y a la estafa como una cuestión meramente penal, y lo es, pero la verdad es que estas infracciones se han diversificado y explotado a lo largo de la historia humana.  

El robo es una forma violenta de apropiarse de lo ajeno, es inclusive a la luz del día, ultrajando a la persona dueña de un bien, expulsándola de su propiedad, a veces provocándole la muerte.

El robo y la rapiña era el motivo de la guerra de conquista, era el motivo de la lucha por el poder, ¿aún hoy? 

La estafa, esto es el apropiarse de bienes ajenos a través del engaño, ¿no ha sido sublimada?   ¿Qué es sino recurrir a la manipulación de las masas y la conjugación de leyes infames con el fin de despojar y apropiarse de lo ajeno?

¿Acaso la estafa no ha sido elevada a la categoría de ciencia?

  ¿No será que muchas teorías antiguas y modernas, políticas, religiosas y económicas rayan en la estafa, o tienen por fin la estafa?

  ¿Para no caer en la manipulación de seres superiores pero inmorales, debe el hombre renacer?

  ¿La luz y la claridad del espíritu nos abren el camino a la soledad?

1 de octubre de 2007  

El Derecho Penal y la sociedad

Dice el Maestro: "Siempre hay quien decreta la pena de muerte, cuando solo el Tao es el Supremo Juez."

Los Estados hacen leyes, decretan penas severas para acciones humanas comprensibles.  Muchas de esas leyes son irreales,  en nuestro Ecuador una Ley que sanciona el atentado contra el pudor de una forma tan amplia y sin derecho a fianza, que de aplicarse a tabla raja llenarla las cárceles con todos quienes tengan cualquier intento de sexo con mujeres menores de dieciocho años.  Otra Ley sanciona el acceso sexual voluntario con mujer ligeramente menor de catorce años, muchas de ellas mujeres perfectas y que inclusive aparentan mayor edad, con severas reclusiones que tampoco admiten fianza, y de las cuales es muy fácil ser condenado.  ¿Acaso trampas atrapa bobos?

  En la Inglaterra Victoriana se decretaba la pena de muerte para más de trescientos delitos,  ¿Acaso una forma de deshacerse de los excedentes poblacionales y de las personas que no se habían ubicado en la sociedad?

  En la época que predominó la iglesia cristiana como auxiliar del poder de los reyes, los locos y los indeseables eran sacrificados en autos de fe,  eventos donde en ceremonia pública y con aires de feria de pueblo se quemaba y mataba a gente que no se había ubicado en el contexto económico social.  

El dicho de que la justicia es para el pobre, se adapta a la realidad del derecho penal como medida para deshacerse de quienes no se han integrado al aparato productivo y al mecanismo de auto sostenimiento de la sociedad.  

Hay ingenuos que se rasgan las vestiduras por que no le cae el peso de la Ley a todos.   La verdad es que el derecho penal siempre ha sido para deshacerse de los elementos indeseables de la sociedad, y no como delincuentes en sí, lo que sería saludable, sino como no integrados en el sistema que han caído víctimas de las circunstancias y de leyes irreales.  

Por ello el maestro se lamentaba de quienes decretan la pena de muerte, todas las penas infamantes en general, porque son actitudes absurdas, muchas veces de falsa moral, ¿qué si no apedrear a una mujer por que ha tenido sexo con otro que no ha sido su dueño?  Porque ser marido en algunos países del mundo es ser  dueño de un ser humano, lo que es irreal y absurdo.  ¿O cortar la mano a un supuesto ladrón cuando quien instituyó esa Ley solo pudo consolidar su régimen asaltando caravanas?  

¿Cuándo podremos superar la pasión y ver con claridad?

15 de octubre del 2007    

Como es en el organismo, es en la sociedad

¿Cómo operan los organismos invasivos en el cuerpo humano?  Destruyendo los órganos sustentadores del cuerpo.

 ¿Cómo esclavizar eternamente a un pueblo?        

  Destruyendo a sus grupos de poder.   ¿Cómo destruir los grupos de poder?  Promoviendo pobladas (muchedumbres enfurecidas), creando leyes trampa, destruyendo su sustento patrimonial.

  ¿Hasta que punto puede sostenerse esta actividad?  Hasta que el cuerpo material resista.  El cuerpo material que sostiene los grupos de poder es la Tierra.  ¿Deberá colapsar?

  Los grupos de poder

Los grupos de poder de alguna forma protegen a las colectividades.  ¿Es justificable su eliminación bajo el nombre del progreso?

Los grupos de poder son como órganos de un ser viviente.  Su destrucción altera el sistema.

Las vitaminas incentivan el funcionamiento de los órganos.  ¿Mejorar y sensibilizar los grupos de poder no sería lo deseable? 

16 de octubre del 2007 

La teoría del grado de conflictividad

El juez para afrontar su cargo ha de tener en cuenta la teoría del grado de conflictividad.  Esta teoría se refiere al grado de atención y presión de las partes interesadas sobre el juzgador.  En algunos casos la conflictividad es de gran altura y cuando ello ocurre es necesario tener mucho cuidado y dirigir los pasos por las vías del ordenamiento común.  Más resulta que ha veces el juez sensible orienta el conflicto de tal modo que la pasión se asienta y la atención de las partes se torna escasa o nula.  Cuando la conflictividad desaparece, prácticamente el proceso entra en un punto muerto.

  El grado de conflictividad cesa, sea por perdón de la parte ofendida, porque lo que se reclama ha sido satisfecho, porque el personaje interesado en el juicio tal vez se ha curado de su afección nerviosa, o cuando el acusado ha transado y entrado en relaciones fraternas con la persona ofendida.  Sobre la enfermedad nerviosa de los litigantes, hay que recordar que gran porcentaje de juicios son impulsados por personas enfermas.  Digo, cuando el conflicto ha cesado, es una imprudencia del juez tratar de hacer prevalecer normas y procedimientos que puedan avivar la llama.  

Se alcanza la justicia siguiendo los consejos del Maestro: "Para servir al Tao se debe proceder como tensar un arco, lo que está  abajo sube, lo que está arriba baja; o como trasladar un recipiente, si está muy lleno achicar, si está vacío, llenar hasta la medida correcta".  

Las leyes humanas se crearon, al menos en el sentido sano,  para finiquitar los pleitos;  si un juez sensible consigue eliminar el pleito, ya las leyes comunes se deben tomar en lo que sean útiles.  

Es necesario que los jueces tengan presente esta teoría de la conflictividad en sus asuntos, porque es de sentido común y está en la cuarta dimensión.   Según los estudiosos trascendentales, la facultad de la mente de cuarta dimensión es la consideración.  A través de sentir el trabajo interior de los sujetos en conflicto, se puede orientarlos y destruir el factor conflictividad, se puede administrar justicia desde un estado superior.  Si eso es posible hay que recordar que las creaciones humanas y en esto las leyes, son solo un medio y no un fin.  

Es decir el juez ha de pulsar los mecanismos para extinguir la conflictividad, porque debe ser un médico de la sociedad, y los conflictos son lacras que laceran y enferman al aparato social.  Si se logra extinguir la conflictividad el juez es un buen médico y será respetado por sus semejantes.

Abril del 2008  

El Espíritu Supremo

El Espíritu Supremo ha sido un motivo de estudio y enfoque por diversas razas humanas.   Se han hecho aproximaciones, pero han estado viciadas de parcialidad e interés.   Creo que la visión de Lao Tse se aproxima más a la realidad del Supremo Espíritu.

El Tao no hace de señor y dueño,  responde al llamado de todos los seres, no tiene preferencias.  Su lógica obedece a la confluencia en el punto de equilibrio.  El Tao es el punto de equilibrio que se mueve, unas veces adelante, otras atrás.  Unas veces bendice y favorece, otras destruye y observa.   ¿A qué se debe eso?  A que el Tao escucha los deseos de todos los seres.   Los animales llegan al Tao a través de sus deseos inmediatos.  Los seres humanos tienen un trato más complejo, a más de los deseos inmediatos, van sus ilusiones, sus metas, personales y grupales.  El humano también crea metas colectivas, deseos colectivos.  Esto hace que la labor del Tao en procura del equilibrio sea compleja.

¿Cómo conseguir que el Tao nos bendiga?  Esto se consigue armonizando los deseos, confluyendo en los intereses de todos.   Porque si esto no se alcanza y hay desproporción, el Tao actúa, y entonces los necios, los que han alterado el equilibrio ven producirse cosas terribles. 

La única forma de evitar cosas terribles es velar por el equilibrio.  Respetar la Tierra, respetar las criaturas,  tomar solo lo necesario, limitar nuestra expansión indiscriminada.  El Tao a veces requiere de sacrificios para evitar males mayores, y en esto el control de la natalidad es un sacrificio que se hace una necesidad del presente siglo y de la humanidad.

El no hagas a otro lo que no quisieras que hagan contigo es un pulso de la equidad.  Si somos arbitrarios, si imponemos a los pueblos engaños y cargas duras, si atropellamos constantemente el estatus quo, a la corta o a la larga el Tao se moverá y entonces vendrá el crujir de dientes.

Los deseos tejen la maraña y el Tao inclina las balanzas.  El Tao es eterno, indestructible,  no tiene preferencias,  no hace de señor y dueño, es implacable, no conoce de preferencias; aunque a los hombres buenos y a los que procuran el equilibrio les hace concesiones.

El Tao escucha todos los deseos, el Tao busca armonizar, pero está en nosotros crear las condiciones.

Las cosas son sencillas, sin embargo ¿tendrán ojos para mirar?

 30 de agosto del 2008  

Buscar el futuro en el pasado

Se puede deducir el futuro buscando las causas en el pasado.  El camino que sigue la humanidad puede ubicarse en esquemas mentales del pasado.  Porque todo es mente como lo refiere el Kybalion, o somos lo que pensamos como refiere Buda.   Parece que los pensamientos de la gente generan la acción.

El futuro se inicia en la forma de pensar de los antiguos.  Lo que se avizora no es muy halagador.  Me atrevo a decir que el mundo sigue los parámetros iniciados en el albor del Judaísmo, estos mismos esquemas remozados los adopta el Cristianismo y en una apertura liberal los reproduce el Islam.  

Es interesante señalar que las tres grandes religiones que están dando forma al futuro tienen en sus conceptos el juicio final como un momento de pánico y dolor universal.  El cristianismo y algunas sectas del judaísmo, especialmente a la fecha del aparecimiento de Cristo también creían en un fin apocalíptico.   

¿Vamos al Apocalipsis?  Deduciendo los parámetros mentales que han incentivado borrar fronteras, destruir las sociedades agrarias, mediatizar la sociedad, promover el desarrollo de la inteligencia utilitarista con la consiguiente expansión de la industria, la polución y explosión poblacional; vemos que el futuro no es halagüeño y que la Apocalipsis como sinónimo de fin de era y destrucción es una posibilidad que ronda en el ambiente.  

El deseo de evangelizar, de borrar fronteras, que ha sido seguido por nuevas corrientes de lo mismo han alterado los ecosistemas.  

La palabra ecosistema es nueva pero es una realidad que Lao Tse ya la describe, esto es que el mundo es un vaso sagrado que no puede ser rectificado, tratar de cambiarlo es arruinarle, tratar de sujetarlo es perderlo.  

Deducimos que los parámetros que dieron origen a la realidad que vivimos tienen errores.

¿Será posible rectificar?  

Creo posible. Se debe bajar el pulso, facilitar el retorno a las sociedades agrarias, promover un intensivo control de la natalidad, tal vez sea necesario sociedades comunitarias donde el trabajo sea disminuido a fases manejables, es necesario frenar la industria y para ello podría conducirse una economía no capitalista sino de servicio.  Es necesario ampliar el ocio constructivo, fomentar la contemplación y la sana espiritualidad. Será necesario renunciar al proselitismo y respetar las idiosincrasias de los pueblos.

  Tal vez si se pueda evitar el apocalipsis.    

30 de octubre del 2008 

El Derecho Penal y otras cosas profanas

Es común escuchar cuando algún delito estremece la opinión pública, ¡hay que endurecer las penas! Tal cosa es una estupidez, debe pedirse: ¡que se cumpla la Ley! Porque leyes hay suficientes, el problema es la aplicación.

Y la dificultad en la aplicación de la Ley estriba en que cuando el imputado en un juicio es muy peligroso o influyente, las penas no asoman, los testigos escasean, los operadores de la justicia son amedrentados.

Más leyes no son solución, sino garantías al debido proceso, a los testigos, a los operadores de la justicia.

Se debe dar a los operadores de la justicia condiciones mínimas de ayudas, esto es auxiliares competentes, secretarios inteligentes, recursos materiales, seguridad y estabilidad. Sin esto el juez vivirá en zozobra, será errático, caerá en errores.

Los testigos deben ser protegidos, las pruebas ser fidedignas, la fundamentación jurídica sólida y con buenos argumentos.

Los procesos no han de ser rápidos sino justos. Recuérdese que el juicio de Jesús de Nazaret fue sumario e injusto, puede decirse que la suerte de la humanidad aun se juega por la premura y alegría con que se trato dicho juicio.

Los procesos se hicieron largos por que el factor tiempo ayuda a sosegar las pasiones humanas, y entonces es posible sopesar con entereza la verdad del suceso que se juzga.

La rapidez a pretexto de combatir la delincuencia abre las puertas de la negligencia y la injusticia.

Un buen juez con leyes malas hace justicia. Un mal juez con leyes buenas produce dolores y frustraciones.

La amplitud de las resoluciones judiciales no es signo de buen entender, para juzgar una resolución hay que auscultar el ánimo de los litigantes; si éstos están estables la resolución es la correcta; si a pesar de la largura del fallo los litigantes están enfadados, entonces el fallo es inútil.

No es buen juez el que más escribe, si no el que más acierta. Acertar es conseguir el fin del odio y la avenencia de las partes en conflicto.

El fin de la justicia es conseguir una convivencia pacífica entre los hombres. Cuando no hay avenencia entre los miembros de una comunidad surge el conflicto, es propio de la justicia y del buen sentido ayudar a extinguir el conflicto.

Los conflictos no se arreglan invocando leyes, sino escogiendo las leyes correctas, a veces ni siquiera son necesarias éstas cuando el juez pulsa la raíz humana y entiende el asunto litigioso. ¿Cómo es esto? A veces el conflicto aparece seguir un propósito, pero su naturaleza es distinta. Así, muere una mujer joven por suicidio, ¿a quién culpa el vulgo?, a la rival de amores.

El tiempo y solo el tiempo cura muchos males, la premura, el afán de arreglar todo con leyes estúpidas nada lo consigue.

Lo ideal es buscar la sabiduría y no la erudición, como dice el Maestro: ¿Hay diferencia entre malo y bueno? ¿Hay diferencia entre el mal gobernante y el jefe de la banda de ladrones?

Las tinterilladas y el estudio de normas creadas por pícaros no hacen a los juristas, alimentan el arsenal de los pícaros y delincuentes de cuello blanco.

Dice mi Maestro que cuando los gobernantes obedecen al Tao los caballos arrastran el arado en los campos; cuando el Tao es olvidado los caballos son ensillados para la guerra. Igualmente cuando hay armonía en la sociedad, los jueces juegan damas chinas; cuando la sociedad está enferma, los jueces no se abastecen para los casos propuestos.

Los litigios son muchas veces producto de almas en conflicto. Al litigante más de una vez no le importa la resolución del juez sino una palabra amable.

Yo he visto gente muy humilde que litiga por un pedazo de tierra en sitios distantes. Para ella no importa el desenlace del juicio, le interesa hacer saber que una comitiva importante ha llegado a su lejano terruño para conocer el caso.

El juez no ha de pretender solucionarlo todo, a veces su sola presencia puede ser un signo positivo.

El mal y el pillaje no han de acabar con facilidad, la verdad es que siempre han estado con la humanidad. Atemperar los males, sosegar los dolores, he ahí el propósito de la justicia.

Son lamentables los afanes de mejorar y ascender en la escala de los jueces. En lo que a mi respecta solo he conseguido molestias y que otros se incomoden. Desde cualquier posición se puede servir al pueblo.

Los jueces superiores al pesar los fallos no han de interesarse en hacer el mal al inferior, sino en la suerte de los litigantes. No ha de resultar perjudicado el inocente por el celo de los cargos.

Desconfiar de los avances del derecho, la verdad que todo obedece a leyes primarias. Nada se saca con condenar a toda la población. Eso únicamente volverá rebelde al pueblo.

¿Qué no se castigan todos los delitos? La sociedad como ente colectivo es sabia, si no se castigan todos los delitos es porque muchos de ellos están justificados.

¿Cómo podemos hablar de delitos justificados? Porque algunos hechos en sí punibles, son acogidos como justos por las masas. Si el pueblo ha perdonado, ¿por qué los jueces habrían de hacer más de la cuenta?

Entre el que se apropia un bien con mentiras y el prestamista que se aprovecha de la necesidad del cliente, no hay mucha diferencia. La justicia siempre es limitada y no es posible conseguir el Estado ideal.

La justicia es un medio racional de alcanzar la convivencia civilizada y armónica en la sociedad

28 de noviembre del 2008

El Taoísmo visto por un juez

Como juez he derivado al taoísmo por el afán de encontrar el punto de equilibrio. Esta corriente filosófica tiene un contenido religioso, pero sano, casi light, universal.

Frente al sectarismo, cabe preguntarse: ¿hay una religión espontánea y universal? La respuesta es el Taoísmo.

Se dice que el taoísmo es una tradición china que tiene cinco mil años de antigüedad. Místicos chinos siguiendo el sentido de los antiguos chamanes ya rendían culto al punto de equilibrio eterno que Lao Tse denomina Tao.

El Tao era algo oculto y desconocido para las masas. Los sabios y místicos no lo explicaban. Fue el filósofo chino Li Tan, un archivero real, quien habría de dejar al mundo el texto básico de taoísmo, el libro Tao Te Ching. Pero Li Tan no tuvo intención de escribir este texto, cuando sintió el llamado del misticismo en edad madura, se retiró a los confines del reino y fue el guardia fronterizo Yin Si quien lo descubrió y rogó deje un recuerdo de su paso por el sector. De no haber sido por Yin Si, Li Tan conocido luego como Lao Tse, Viejo Maestro, no habría dado este regalo.

El Tao Te Ching es sencillo y profundo, demuestra la existencia de una religión cósmica. Más allá del sectarismo.

Hay un Cielo, una Tierra, un Universo. Siguen el sentido del Tao. El Tao a falta de nombre dice el Maestro puede llamársele Grande. Es el Espíritu Rector del Universo, su lógica confluye en el punto de equilibrio eterno.

El Tao se rinde a las leyes de la armonía. La armonía confluye en el punto medio que a todos contenta. Cuando todas las partes están escuchadas y reina la equidad hay armonía, si hay armonía el Tao encuentra su trono.

Es una lógica simple pero temible. Porque el Tao también observa. Dice el Maestro que quien va en contra del Tao encuentra su fin próximo. Alterar las leyes de la armonía hace que el Tao se mueva y en su desplazamiento arrase con buenos y malos, y en especial con quienes han alterado las reglas de la armonía.

Para arribar al Tao hay que comprender al Maestro en cuanto que existe un punto de confluencia de fuerzas, que hay un yin y un yang contrapuestos. Que hay fuerzas que pugnan, y de su complemento y medida correcta deriva el Tao.

Para servir al Tao se debe proceder como tensar un arco, lo que está arriba baja, lo que está abajo, sube. O como trasladar un recipiente, si está muy lleno, achicar; si está vacío, llenar a la medida correcta.

Es la equidad, si hay demasía en los bienes, compartirlos, si faltan elaborarlos.

Si la sociedad es muy elitista, apertura. Si es muy generalizada, elevar el conocimiento.

Regular los excesos, llenar los vacíos, procurar la equidad.

Estos son preceptos universales y pueden ser asimilados por todas las culturas.

Según el Maestro no es necesario el magisterio, los que estén a punto despertarán al Tao. Es decir el Tao es un estado de conciencia cósmica, es un estado de ánimo positivo que busca el bienestar y la armonía de los semejantes.

Pero buscar la armonía y el bienestar de los semejantes no es fácil. Las fuerzas contrapuestas del yin y el yang, tiene lógicas distintas, a veces los actos de los hombres y aún de las sociedades van por el camino de la destrucción y el castigo, entonces el taoísta no puede interferir.

Si hay un proceso de retaliación, de devastación, que se opera por el movimiento del Tao, el sabio no puede interferir. Aceptar con resignación los procesos negativos es una característica del sabio.

Aquí estamos llamando sabio al taoísta, porque la sabiduría es la meta del taoísmo. El Maestro busca la sabiduría. Esta sabiduría consiste en entender el trabajo de las fuerzas cósmicas e interactuar con ellas.

El Maestro enseña que el sabio es el cuarto poder de la naturaleza. Esta es la clave de la religión cósmica. El sabio que nace al punto de equilibrio eterno, que interactúa con las fuerzas del yin y del yang es el cuarto poder de la naturaleza.

Esto es un valor universal. Tanto el sabio cristiano, el judío, el musulmán, el hindú, el tribal, el citadino, el pueblerino, que ha nacido al sentido de la equidad y la armonía obedece a la misma lógica del taoísta. El sabio es un valor universal.

En todo caso el taoísmo facilita al hombre sabio la liberación de información irrelevante, lo libra de la ilusión.

El sabio para alcanzar el cuarto estado debe librarse de la ilusión. ¿Cómo alcanzar esto?

Enseña el Maestro que para alcanzar la erudición cada día se aprende más, para alcanzar el Tao cada día se pierde más. Esta pérdida consiste en depurar y eliminar la ilusión.

Somos seres que acumulamos información, que estamos llenos de mitos y creencias imposibles. Es necesario empezar por ser realistas y aceptar el mundo tal como es. Es necesario hacer una introspección diaria y esperar la iluminación. Es necesario renunciar a lo complicado, a lo improbable, a lo absurdo.

Un proceso de vacío progresivo ha de ser el camino a la sabiduría eterna, al cuarto poder.

Entonces veremos las cosas claras y entenderemos la religión cósmica, la religión eterna, podremos interactuar con el yin y el yang, nos sumergiremos en el Tao.

El Tao nos guiará, seremos útiles abriendo y cerrando las puertas del Cielo, tutelando las labores de los seres, entendiendo las necesidades de la madre Tierra.

Si hay una religión eterna, arribar a ella nos hace entender el trabajo interior de las personas, nos hace útiles.

12 de diciembre de 2009

El Maestro que nos guía

Con la apertura liberal de las sociedades occidentales, se nos ha facilitado acceder a todas las corrientes filosóficas y religiosas del mundo. Esta libertad es una bendición para quienes hemos podido discernir y elegir con propiedad. Libertad peligrosa para los espíritus débiles y poco dotados. En todo caso para mí si ha sido una bendición.

Los maestros que asoman en la historia de la humanidad están adornados por la devoción de sus seguidores. Muchos de ellos si los pusiéramos en un plano humano, tendrían graves falencias y algunos estarían en la corriente de la demencia y cerca de la delincuencia.

Yo he observado con frialdad a los maestros, he reconocido mi animalidad y he mirado en esa dirección. Hay muchos maestros pero para citar los más importantes diremos que:

Uno ha explotado la animalidad con éxito, un amplio sector de la humanidad lo sigue, y por él quien sabe si se acabará la civilización.

Otro explotó la ingenuidad y el deseo de ser dioses que tenemos los humanos, sus doctrinas conducen a la enajenación y son caldo de cultivo para los tiempos turbios que vivimos.

Otro igualmente es idealista y parte de visiones quiméricas. Muchos lo siguen, en todo caso es tolerante y hay flexibilidad.

Yo prefiero a Lao Tse, maestro de la China anterior a Cristo, se ha tejido el culto y es un dios para los chinos taoístas, lo adornan de leyendas y mitos. Para mí que he desmitificado con la luz de la razón a los maestros, lo veo como un hombre superior que trajinó en un mundo hostil con soberanos déspotas y donde era fácil perder la vida. Su libro Tao Te Ching nos abre las puertas de su pensamiento, y lo vemos como un hombre sumamente práctico, que sabe sintetizar, que da fórmulas, que explica el mundo. Este Maestro tuvo que medir sus palabras y arrimar el hombro en las tareas de gobierno del soberano a quien servía. Tal vez fue eunuco, cosa corriente en esa fecha puesto que los funcionarios íntimos del soberano entraban a la ciudad prohibida donde tenía gran cantidad de mujeres y estos soberanos con un ego crecido y poder omnímodo salían castrar a sus empleados de palacio para asegurarse de que no habría prole ilegítima. Esta situación que constituirá una revelación para los estudiosos, para mí es posible y deduce las ópticas del Maestro. Con mirada occidental de avanzada, que el Maestro haya sido eunuco no le quita méritos, nos recuerda lo difícil de la vida y la tremenda objetividad de su mensaje que entraña una mentalidad dúplex, propia de personajes andróginos.

Partes: 1, 2
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