5.2.4. Reveladores líquidos
a.) Violeta genciana
El violeta de genciana es también una de las técnicas más comunes para el revelado de huellas latentes, el violeta de genciana o violeta cristal se emplea para teñir células epidérmicas muertas o transpiración dejada en casi cualquier tipo de superficie, especialmente las plásticas y a base de látex. Su uso es excelente para revelar huellas latentes que es encuentren en cintas adhesivas como diurex, maskin tape, micropore, etcétera. Una vez que se tiene la muestra, se baña en una solución de violeta de genciana. "La técnica es de rápida aplicación y eficiente al momento de obtener resultados. Una vez revelada la huella, se le elimina el exceso de colorante con agua ordinaria y se procede a su registro fotográfico."
Este químico es ideal para revelar las huellas latentes que se hallaren en el lado adhesivo de una cinta adhesiva. Se trata de un tinte proteico que tiñe las porciones grasas de las excreciones sebáceas dando una coloración violeta profundo. También puede adherirse a huellas de sangre. Para preparar la solución de trabajo sólo debe agregársele agua destilada al químico.
Figura: Violeta genciana.
5.2.4. Otros reveladores
a.) Isótopos radiactivos
Esta técnica es usada para el revelado de rastros dejados sobre papel, tela y para huellas lofoscópicas muy débiles sobre cualquier superficie, o bien sobre objetos que fueron frotados con un paño, en su intento de borrarlas, como en perillas de puertas, armas, volantes de automóvil y otras superficies.
El objeto en que se sospecha existen huellas latentes, primeramente se somete a los vapores que se desprenden del formaldehído combinado con carbón activado, el cual reacciona con las sustancias químicas desprendidas de los dedos o palma de la mano (aminoácidos) y están depositadas en el objeto de estudio; posteriormente se somete a refrigeración en la que se fotografiará y revelará la película expuesta, ya que el carbón radioactivo en contacto con la película fotográfica sensibiliza a ésta permitiendo observar las huellas lofoscópicas depositadas en el objeto de estudio.
De igual forma existen otros isótopos que se pulverizan sobre la superficie donde se encuentran las huellas lofoscópicas, adhiriéndose a los minúsculos residuos de grasa, que son desprendidos de los dedos y palma de la mano al tocar algún objeto, dejando la huella lofoscópica en forma latente.
b.) Técnica láser
Esta técnica aparece aproximadamente en el año de 1978, cuando los investigadores de todo el mundo la comenzaron a utilizar liderados por el FBI (Federal Bureau of Investigation). Su aplicación resulta sumamente sencilla y tiene la particularidad de no requerir que la muestra a analizar se someta a preparación o tratamiento alguno, con lo cual el estado inicial de la misma no varía.
Se utiliza generalmente un láser (luz monocromática en concordancia de fase) de argón, en combinación con lentes para poder observar las huellas latentes; esto se usa en áreas sospechosas o que se dediquen exclusivamente para el uso como prueba de este instrumento. La tecnología del láser, constituye toda una revolución en el revelado de huellas lofoscópicas latentes, ya que además la técnica para su empleo es bastante sencilla.
"No hay necesidad de tratar previamente la muestra, y con frecuencia el láser se utiliza como la de primera elección. Sin embargo, debido a que algunos procedimientos facilitan el revelado de las huellas, a menudo se alterna el uso del láser con el de otras técnicas. Los polvos fluorescentes son muy útiles para mejorar las imágenes antes de ser examinadas con el Láser."
"Se pone a funcionar el rayo láser de argón y las áreas sospechosas son barridas por el haz de luz. El examinador observa la muestra a través de unas gafas protectoras que sirven como filtros. Es posible observar muestras grandes a través de un cable de fibras ópticas, lo que permite al examinador enfocar áreas específicas. El filtro polarizador también debe emplearse con la cámara fotográfica para su respectiva fijación."
c.) Ruvis scene scope
Durante la última década el Scene Scope ha sido un avance importante de la tecnología en favor del descubrimiento de huellas lofoscópicas latentes. Al ser comercializado por SPEX en 1997, el Scene Scope, ha sido mundialmente vendido a los departamentos policíacos más importantes de todo el mundo.
El Scene Scope se basa en el uso de rayos ultravioleta, a partir de reflejar e intensificar las imágenes, en lugar de utilizar la fluorescencia. El Sistema puede descubrir huellas lofoscópicas en la mayoría de las superficies no porosas incluso puede dar mejores resultados después de haber utilizado el cianoacrilato. La técnica de cianoacrilato evaporado se requiere cuando el examen preliminar con Ruvis no rinde ningún resultado.
El sistema completo "incluye todos los componentes para la búsqueda en la escena del crimen, así como en el trabajo de laboratorio. Cada Scene Scope se calibra para tomas fotográficas 1:1 y es compatible con cualquier usuario que adapte una cámara fotográfica de 35mm, pero que a la vez se ajuste con una lente de 50mm de longitud focal día."
El Scene Scope ha hecho posible el descubrimiento y fotografiado de una cantidad sorprendente de impresiones latentes y aún más cuando se ha combinado su uso con el del cianoacrilato evaporado, tanto en lugares iluminados, cerrados y al aire libre; una ventaja importante del Ruvis es que el tiempo de duración de la batería es de 8 a 10 horas de trabajo sin recarga. La óptica de cuarzo dentro del Ruvis ha permitido al especialista examinar un área grande que se encuentre impregnada de huellas latentes, consiguiendo detalles excepcionales. Las lentes están disponibles en tamaños de 60, 80, y 105mm.
Al trabajar en el laboratorio, el rendimiento de la caja de mando puede conectarse directamente a un amonestador y/o sistema de la computadora; de igual forma, es posible la adquisición de la imagen directamente conectando el Ruvis a una video grabadora, para posteriormente imprimir las imágenes reveladas en tamaños normales, reducidos y grandes, según convenga el caso.
El equipo de Scene Scope completo incluye los componentes necesarios como lo son 3 baterías recargables; lámparas de rayos UV (4 tipos); suministro de poder y caja de mando; los cabezales montados; CCD con interfase óptica; ópticas de rayos UV; 4 interferencias; adaptador para cámara fotográfica de 35mm; protectores faciales para exámenes en la escena del crimen; láser, trípode con cabeza reversible, cables, brazos flexibles y un aditamento con ruedas.
Figura: Ruvis scene scope
5.2.6. Accesorios y otros materiales útiles para el revelado
a.) Scene grabber
Se caracteriza por ser de alta resolución, el Scene Grabber puede complementar su uso con cualquier Scene Scope, permitiendo la visualización directa de la imagen hacia la película. Habilita la fotografía de UV en tiempo real, para poder enfocarla, no se requiere más trabajo de lo habitual. Los resultados que se obtienen son de alta resolución en UV para películas sensibles. Excede la resolución de dispositivos de Ruvis convencionales. También permite la fotografía de imágenes de la Palma."
Figura: Scene grabber.
b.) Cloruro de zinc
El cloruro de zinc es uno de los métodos más tradicionales para realzar las huellas luego del procesamiento de la misma con revelador de ninhidrina. La solución se encuentra disponible en el mercado como solución pre-mezclada de 1 litro. En esa virtud no se le tiene como un revelador sino un realzador de las huellas lofoscópicas previamente reveladas.
c.) Luz ultravioleta y película infrarroja
Generalmente cuando se toma una fotografía sobre superficies no contrastadas, se hace indispensable el uso de filtros, los cuales poseen una serie de colores complementarios y suplementarios, como lo es el filtro de herapatita (sulfato de iodoquinina), que tiene la propiedad de polarizar los reflejos de las superficies pulidas o barnizadas como son espejos, metales pulidos, vidrio, etcétera; con solo colocar el filtro delante del objetivo, el plano de vibración del filtro elimina todos los reflejos que interfieren para la toma fotográfica correspondiente.
El empleo de filtros requiere de preparaciones sensibles a la luz que recubren las películas fotográficas, y que poseen placas ortocromáticas y pancromáticas, además de una sensibilidad igual para cualquier color.
Cuando se tomen fotografías con luz ultravioleta, es necesario emplear un filtro, así como una película ortocromática de contraste o especial para ultravioleta, así mismo podrá utilizarse un polvo fluorescente y fotografiarlo con luz ultravioleta, dando una imagen clara y con contraste, no importando cuál sea el color que se encuentre en la superficie donde está depositado el rastro lofoscópico.
Por lo tanto, las fotografías en las que se usa fluorescencia, luz ultravioleta, rayos X, radiaciones polarizadas, o película infrarroja, son una valiosa ayuda para detectar rastros que son muy débiles.
Figura: Luz ultravioleta
5.2.7. Materiales y técnicas para el transplante de huellas latentes
El transplante consiste en que una vez que las huellas latentes han sido reveladas con polvos, se les pueda transportar y manipular mejor para su estudio de investigación y comparativo, evitando se tenga que transportar los objetos en donde se les encontró impresos, por lo que se transplantarán a otro soporte adecuado al tipo de rastro, para su mejor estudio, así a continuación se mencionan algunos procedimientos.
a.) Película virgen o velada
La película fotográfica virgen se somete a un baño con fijador, después a un lavado con agua y posteriormente secado; se corta al tamaño de la huella revelada, evitando colocar los dedos sobre la película ya tratada, ya que marcan las impresiones y puede confundirse en la investigación. Para efectuar ya el transplante, se humedece la película y por el lado de la emulsión más adhesiva, se hace presión sobre la huella revelada, con el objeto de que se adhiera a la película y pueda estudiarse e incluso fotografiarse.
b.) Uso de papel fotográfico
Este papel se somete de igual forma que la película virgen a fijación, lavado y secado, pero teniendo el inconveniente de que sólo transplantará huellas lofoscópicas reveladas con polvos oscuros, como es el negro de humo y el grafito, pudiendo entonces fotografiar de inmediato.
c.) Uso de cinta adhesiva transparente
"Una huella dactilar latente puede transferirse, sosteniendo el extremo doblado o suelto de la cinta con el pulgar y el dedo índice de una mano y el rollo de la cinta en la otra, extrayendo suficiente cinta como para cubrir la superficie que debe de ser transferida, por lo general 5 pulgadas aproximadamente, asegurando el extremo suelto de la cinta al lado de la huella a ser transferida y manteniéndolo ahí con el dedo índice. Luego deberá deslizarse el pulgar a lo largo de la parte superior de la cinta, forzándola suavemente hacia abajo, el rollo que se encuentra en la otra mano no deberá soltarse durante la operación. La cinta deberá ser colocada suavemente sobre la huella para permitir la salida de las burbujas de aire."
Es más conveniente el uso de placas de celuloide o de plástico, ya que éstas no serán absorbentes, en cambio las tarjetas de cartulina son porosas y tienden a absorber los reactivos y las sustancias oleosas que éstas poseen, por lo que se les puede impermeabilizar con laca, o con protectores comerciales, ofreciendo de esta manera un buen resultado; sólo se requiere que antes del transplante esté perfectamente seco, para que no se adhiera la base del soporte y perjudique el rastro.
d.) Accesorios
Cinta adhesiva transparente Lupa portátil
Lupa de mango Lupa fija de lentes cambiables
Lupa con luz Lupa cuello de cisne
Almohadillas para fijado de huellas en fichas
Estación toma de huellas Estación toma de huellas portátil
Cámara fotografiar huellas Horno de convección
Visores para comparado de huellas
Cámaras para el resguardo de huellas
kit básico para lofoscopía
CAPÍTULO VI
MÉTODO, TÉCNICAS Y PROCEDIMIENTOS LOFOSCÓPICOS
DE IDENTIFICACIÓN PERSONAL
6.1. La lofoscopía como método y técnica
Antes de abordar el tema es importante recordar los conceptos que tienen ciertos términos en relación con el objeto de estudio, con la finalidad de tener clara idea de lo que se expone.
Método: Modo de decir o hacer con orden. Modo de obrar o proceder, hábito o costumbre que cada uno tiene y observa. Obra que enseña los elementos de una ciencia o arte. Procedimiento que se sigue en las ciencias para hallar la verdad y enseñarla.
Técnica: Perteneciente o relativo a las aplicaciones de las ciencias y las artes. Dicho de una palabra o de una expresión: Empleada exclusivamente, y con sentido distinto del vulgar, en el lenguaje propio de un arte, ciencia, oficio, etc. Persona que posee los conocimientos especiales de una ciencia o arte. Miembro del cuerpo de Policía. Conjunto de procedimientos y recursos de que se sirve una ciencia o un arte. Pericia o habilidad para usar de esos procedimientos y recursos. Habilidad para ejecutar cualquier cosa, o para conseguir algo.
Procedimiento: Acción de proceder. Método de ejecutar algunas cosas. Actuación por trámites judiciales o administrativos.
La Lofoscopía, enfocada como método y técnica, está basada en cuatro principios fundamentales, para que sea el sistema de identificación perfecto. Esto porque se considera que los dibujos formados por las crestas papilares de las yemas de los dedos, las palmas de las manos y las plantas de los pies tienen la cualidad de ser perennes ya que aparecen desde la vida intrauterina y se conservan hasta la putrefacción del cadáver, son inmutables ya que nunca van a sufrir modificaciones; tienen variabilidad porque varían de personas e individualizan a cada ser humano; y pueden ser clasificadas y confrontadas, al contar con un sistema apropiado de clasificación, ya que si en un momento no se contara con éste, se perdería eficacia y además la búsqueda sería extremadamente lenta en los diferentes archivos.
Esto último lo podemos corroborar en el libro "Criminalística" de Juventino Montiel Sosa, donde dice que su utilización se basa en el hecho de que los diseños que se encuentran en la cara palmar de los dedos, presentan una variedad infinita." Esta variabilidad infinita va sumada a la individualidad de éstos, o sea que cada persona tiene en sus dedos, palmas de las manos y plantas de los pies dibujos que no se encuentran iguales en ninguna otra y permanecen iguales, salvo el crecimiento correspondiente, desde los primeros meses de vida intrauterina, hasta que la descomposición cadavérica o un accidente destruya la piel."
6.2. Metodología de la investigación
Un aspecto histórico cultural existente en la Criminalística, servirá como preludio para este apartado, Helmut Koetzsche menciona en su libro "Técnicas Modernas de Investigación Policial", que en Alemania el término Kriminalistik se utiliza para describir la ciencia del control, combate y prevención del delito, en los Estados Unidos la palabra Criminalistic, describe la rama de las ciencias forenses que trata del reconocimiento, análisis, identificación, individualización e interpretación de la evidencia física por medio de la aplicación de las ciencias naturales."
"En su mayor parte, el criminalista es el científico forense que maneja las pruebas o evidencias que se envían al laboratorio de Criminalística. En Alemania, el Kriminalist, es el oficial de la policía, sobre todo el detective que investiga el delito y lucha por prevenirlo."
Como en toda investigación criminalística es de suma importancia proteger y conservar el lugar del hecho, ya que con esto, se conseguirá dos fines principales, que son los inmediatos y los mediatos. El primero consiste en tratar que el escenario del delito permanezca tal cual lo dejó el infractor, a fin de que toda la evidencia física conserve su situación, posición y estado original. A este respecto, algunos investigadores señalan que no siempre hay indicios en el lugar de los hechos, sin embargo, el principio de Intercambio de Locard, señala que al cometerse un delito siempre hay un intercambio de indicios entre el lugar y el actor. A estas palabras también hace mención el mexicano Carlos Rougmagnac: "No hay malhechor que no deje detrás de él alguna huella aprovechable." Por lo tanto en toda investigación, siempre debe de haber recolección de indicios, que se encuentren asociados al hecho perseguible; de lo contrario podemos estar señalando de manera categórica que la investigación no fue bien llevada a cabo o que los expertos en estas investigaciones, no supieron buscar dichos indicios.
El fin mediato será la reconstrucción de hechos, así como el identificar al posible autor, mediante un examen minucioso y cuidadoso de los indicios, hecho en un laboratorio adecuado y provisto de los materiales idóneos para el estudio de esas evidencias físicas encontradas.
Los indicios son testigos mudos de los hechos; al estudiar algunos tratados de Criminalística apreciamos cómo, mediante la aplicación de la metodología adecuada, logramos hacer hablar a esos testigos, a fin de resolver las siete preguntas de oro que ante todo hecho criminal el investigador criminalista se debe formular: ¿QUÉ?, ¿QUIÉN?, ¿CUÁNDO?, ¿CÓMO?, ¿DÓNDE?, ¿CON QUÉ? y ¿POR QUÉ?, preciosa máxima recomendada por el Dr. Hanne Grosa."
Tenemos que recordar que dentro de la investigación criminalística la huella lofoscópica constituye un indicio, cuyo hallazgo es posible encontrarlo en cualquier tipo de delito. Se considera de los indicios más importantes y comúnmente encontrados son las huellas dactilares, siguiéndole en frecuencia las palmares, labiales y plantares.
Las huellas lofoscópicas, son marcas que quedan en una superficie. Estas marcas corresponden al patrón de la piel de los dedos, palmas de las manos o plantas de los pies que tocaron dicha superficie. Ahora bien, tenemos que las huellas lofoscópicas son quizá uno de los medios más definitivos que hoy en día existe para la identificación de personas, no sin olvidar que se empiezan a utilizar técnicas genéticas para el mismo fin, pero a diferencia de las primeras esta última resulta ser más costosa y laboriosa. La importancia de recoger las huellas lofoscópicas del lugar de los hechos radica en que son un excelente medio de investigación. Por lo que al momento de su localización y embalaje debe seguirse toda una metodología con técnica precisa, para poder obtener fragmentos útiles de cotejo lofoscópico.
Citando nuevamente a Koetzsche, menciona: "el hecho psicológico que existe detrás de la validez de la identificación por medio de huellas digitales, consiste en que cada huella es única y nunca se han encontrado dos que sean idénticas."
En cualquier tipo de hecho presuntamente ilícito que se investigue, la búsqueda de huellas lofoscópicas para poder establecer la identidad de los directamente involucrados, debe efectuarse lo más cuidadosamente posible, con el fin de no borrar las huellas que se pudiesen encontrar en el lugar de los hechos; por otra parte, dentro de las técnicas de búsqueda debe de incluirse la exploración de lugares en donde éstas lógicamente puedan hallarse y que a la vez tengan relación con el hecho que se cometió.
Cuando se habla de buscar en lugares "lógicos" significa que en la residencia, oficina, fábrica o lugar de los hechos seria imposible polvorear con reactivos para revelar huellas todos los objetos, puertas, vidrios, muebles y demás enseres que conforman el lugar, por lo que es necesario esforzar un poco la imaginación para descubrir los lugares y objetos que pudo haber tocado el delincuente y descubrir allí sus impresiones.
Los sitios donde se pueden encontrar las huellas lofoscópicas en un hecho delictuoso es un apartado muy importante en la investigación que efectúa el experto en criminalística, ya que éste al contar con los suficientes conocimientos, técnicos, científicos y empíricos, guiará perfectamente la investigación.
Una vez que se ha realizado la investigación, se deben obtener todos los objetos que pudiesen contener huellas lofoscópicas, la colecta debe ser con esmero y sumo cuidado, ya que este tipo de indicio así lo requiere. En la medida que sea posible se debe de evitar que la evidencia física se contamine, ya por el contacto de los dedos o bien mediante roces, pues estas pueden originar daños por completo en las huellas latentes. "Toda superficie sospechosa de portar huellas dactilares latentes, será convenientemente protegida de contaminaciones, roces o frotamientos. El embalaje del objeto se ajustará a cada caso en particular, con la condición de que su superficie no establezca ningún tipo de contacto."
No hay que olvidar que todo indicio que se embale, sin importar su tipo y cantidad, se lo debe establecer y mantener una rigurosa cadena de custodia, ya que esto será en beneficio de la investigación que se realice.
De igual forma Koetzsche, menciona que: "mientras mayor sea el número de personas que manejan o tocan objetos en la escena del delito, después de la comisión del mismo, mayor también será el número de huellas digitales que aparezcan y que no tienen nada que ver con el ilícito. De ahí que es una buena táctica obtener las huellas digitales de todas aquellas personas que por razones legales están presentes en la escena del delito, por que así pueden eliminarse pruebas que no corresponden al caso."
Los hechos delictivos donde es más frecuente encontrar éste tipo de indicios, son el homicidio y el robo, por ejemplificar.
Ubiquémonos en el caso de un homicidio, en cuya escena es más factible encontrar estos indicios:
- Armas de fuego y arma blanca; ya que generalmente son los instrumentos que más frecuentemente utilizan los criminales.
- En los lavamanos ya que el delincuente generalmente los usa para el aseo de sus manos o accesorios, también es muy frecuente encontrarlas en las llaves de los mismos, así como en las manijas.
- En las chapas y manijas de puertas y ventanas, interruptores de luz ya que generalmente el delincuente hace uso de ellas en algún momento del hecho delictuoso.
- Botellas de refresco, de vino, de licores, vasos de cristal o de algún otro material, así como ceniceros.
- Muebles, especialmente aquellos que están forrados con materiales plásticos.
En los casos donde los hechos delictivos estén relacionados con robo, los lugares más frecuentes en donde se dejan estas huellas son los siguientes:
Chapas y manijas de puertas y ventanas.
- Utensilios de cocina y en algunos muebles, especialmente mesas y muebles de soporte de electrodomésticos.
- Aparatos electrodomésticos.
- Botellas de licor, vasos, ceniceros, así como herramientas propias, como desarmadores, cortadores de vidrio, etc.
- En el robo de vehículos, las encontraremos en las zonas de las manijas, volante, palanca de velocidades, espejos retrovisores, radio, etc.
Un punto muy importante es que en la literatura encontramos que: "en los ceniceros, vasos y objetos de cocina que se presume han sido manipulados por el ladrón, es muy probable hallar huellas, y también en los objetos que llevó y dejó abandonados en predios vecinos, como botellas de licor o herramientas que deja en su huida, ya que si es sorprendido con ellas, pueden servir para inculparlo." Entonces aquí estaremos hablando de un indicio o material sensible significativo relacionado especialmente con el hecho delictivo efectuado.
"Cuando la huella está presente en la superficie de un objeto intransportable, se intentará separar con cuidadoso corte la parte que la contiene; en caso contrario, necesariamente la huella será revelada en el sitio del suceso."
Ahora bien, tenemos que cualquier huella visible o latente que pueda fijarse fotográficamente en el instante mismo de la observación, deberá realizarse dicho acto, la importancia de esta fotografía radica en el hecho de que constituye una prueba fehaciente dentro de la investigación.
Aspecto digno de mencionar es la cita el tratadista Reyes Calderón, en su Tratado de Criminalística, donde menciona que "generalmente, son las huellas latentes las que merecen mayor atención y existen muchos medios o procedimientos para activarlas, principalmente en función a la naturaleza y color del soporte como a la edad de la huella."
No hay que olvidar que las huellas lofoscópicas se pueden encontrar de tres formas diferentes: moldeadas, visibles y latentes. Ahora bien tenemos que las huellas moldeadas "se encuentran estampadas en materias plásticas como el jabón, la masa de maíz, plasticina, etc." Las huellas visibles se caracterizan por estar impresas con colorantes como lo podría ser la pintura, tinta, o bien sangre, por lo "regular son muy poco útiles para la identificación del delincuente por lo borrosas que suelen quedar al imprimirlas, en cambio, tienen otro valor que no puede menospreciarse, y que consiste en que indican el camino seguido por el delincuente o su presencia en determinados lugares."
Las huellas latentes son quizá el medio de identificación que más frecuentemente podemos encontrar en el lugar de los hechos, tenemos así que dentro del vasto campo de la investigación criminal, una de las más importante tareas del investigador es la de descubrir las huellas dejadas por el delincuente en el escenario del crimen; hay muchos tipos de huellas, pero una de las más difíciles de encontrar, y si se quiere las más importantes, son, sin duda alguna, las huellas latentes dejadas por las crestas papilares, ya sean de la palma de la mano, de los dedos o de la planta de los pies. "Estas huellas son, pudiéramos decir, la tarjeta de visita dejada por el delincuente en el escenario de sus fechorías."
Se llama huella latente a la marca invisible que dejan las crestas papilares impregnadas de sudor sobre cualquier superficie lisa que se ponga en contacto con ellas. "En el lenguaje de la Dactiloscopía, todos los rastros invisibles a los ojos sin cristales de aumento, dejados por las crestas papilares en el escenario del crimen son llamados huellas latentes." También dentro del lenguaje lofoscópico el significado de latente, proviene del latín "Latens" y su significado es oculto o escondido, que no se manifiesta exteriormente.
Una vez que se han mencionado los tipos de huellas dactilares, la preservación del lugar de los hechos, búsqueda, embalaje, cadena de custodia y estudio en el laboratorio criminalístico, no debe olvidarse que hay ciertas variables que determinan la duración que pueden tener las impresiones lofoscópicas, éstas van a estar dadas por las condiciones climáticas, características físicas y fisiológicas del individuo, así como por la naturaleza de la superficie soporte, entre los principales factores.
Con respecto a los primeros, podemos mencionar que las huellas al estar expuestas al medio ambiente o en la intemperie reducen de manera drástica su utilidad. Precipitaciones pesadas como la lluvia, por mencionar alguna, destruyen rápidamente estos indicios; por otra parte, el calor producido por los rayos del sol y otros cuerpos que lo emitan, las hará desaparecer de una manera rápida, debido a la evaporación del sudor; el viento también influye de manera sorprendente, ya que al igual que el calor, hacen que se evapore el sudor, la acumulación de polvo también bajo ciertas condiciones puede hacer que las características dermopapilares impresas se pierdan.
Con lo que respecta a las características físicas y fisiológicas del individuo, influye mucho la constitución física de la piel, ya que una persona con piel gruesa dejará huellas más prominentes a diferencia de una con piel delgada; ahora bien del Dr. Luis Alfredo Diego Diez en su obra "la identificación del delincuente a través de las huellas dactilares", menciona que "una persona que esta muy excitada, generalmente deja huellas con un alto contenido de humedad que la huella dure más tiempo."
La naturaleza de la superficie soporte juega un papel importante en la impresión de lofogramas latentes, ya que si éstas se dejan en superficies lisas y no porosas como papel, metal, vidrio, cerámica, etcétera, generalmente las huellas durarán más tiempo que aquellas que se dejan en materiales porosos o absorbentes como tela, madera sin barnizar, etcétera. Estas últimas superficies absorben la humedad de las huellas lofoscópicas y reducen el término durante el cual se pueden usar los polvos de revelado de manera efectiva."
6.3. Clases de huellas lofoscópicas
6.3.1. Huellas visibles
Son aquellas que pueden observarse a simple vista, sin la necesidad de emplear elementos para revelarlos. En ellas media una sustancia entre el lofograma natural y el soporte. Podemos distinguir las siguientes:
a.) Rastros por impregnación:
Dejados en la superficie por dedos, palma de la mano o planta de los pies que han tomado contacto previamente con sustancias no pulverulentas tales como pintura, sangre, tintas, grasas, aceite, etc. Cuando un dedo, palma de la mano o planta de los pies es impregnado por cualquiera de estas sustancias y posteriormente este se aplica contra una superficie plana y limpia, quedarán impregnadas las crestas papilares. Si el dedo, palma de la mano o planta del pie está demasiado impregnado con esta sustancia, en principio la huella será una mancha; pero en sucesivas impresiones las sustancias se irán eliminando paulatinamente y se producirá la huella no empastada. En estas condiciones, las huellas pueden ser identificables. Obviamente, en un hecho criminal, cuando la huella se manifiesta por impregnación de sangre, debemos tener en cuenta que la misma no sólo pertenecerá al victimario, sino que también puede ser de la víctima u otras personas.
b.) Rastros por sustracción:
Se producen cuando un dedo, palma de la mano o planta del pie presiona sobre una capa de polvo no muy gruesa y parte del mismo queda retenido en las crestas. Al retirar el dedo, palma de la mano o planta del pie, se sustrae del plano original parte del sólido, reproduciéndose en forma mas o menos fiel los dibujos papilares. Estos dibujos no tienen valor desde el punto de vista de la identificación, puesto que carecen de detalles importantes, pero puede utilizarse como elemento de juicio para orientar la investigación.
c.) Rastros por depósito:
En este caso, el depósito será pulverulento de cualquier sustancia que se encuentre finamente dividido como los pigmentos, el hollín, harina, talco, polvo atmosférico, etc. La presión de los dedos, palma de la mano o planta del pie sobre cualquiera de estas sustancias hace que las mismas queden retenidas sobre las crestas. Al aplicar el dedo, palma de la mano o planta del pie sobre cualquier superficie limpia, esta dejara impresa las huellas la cual en la mayoría de los casos será apta para el cotejo.
d.) Rastros por ataque:
Son aquellos que se producen sobre superficies que reaccionan químicamente con los componentes de la exudación, dando figuras que reproducen fielmente los dibujos originales.
6.3.2. Huellas latentes
Son originadas cuando la sustancia química que exudan los poros (agua, aceites, aminoácidos y sales), se deposita sobre una superficie determinada, produciendo de esta manera la huella latente y por ende no observable a simple vista. Se hacen visibles aplicando reveladores físicos, químicos o líquidos, entre los cuales se encuentran los siguientes:
- Revelado por métodos físicos pulverulentos (polvo negro, blanco, de otros colores, magnéticos, fluorescentes, etc);
- Revelado por vaporización, que se lleva a cabo con vapores de yodo cristalizado, con el fin de que produzcan una reacción química. Este procedimiento solo puede aplicarse en caso de huellas muy recientes, ya que la humedad y los aceites se secan rápidamente en superficies porosas como el papel, cartón, cartulina o madera;
- Revelado químico con ninhidrina: Es un procedimiento de revelado que hace reaccionar los aminoácidos presentes en el objeto. Una vez aplicada la ninhidrina, se acelera el proceso por medio de la aplicación de calor. Debe efectuarse utilizado guantes y equipo de protección pues la base del procedimiento es un producto sumamente peligroso;
- Revelado químico con Nitrato de Plata: Se lleva a cabo aplicando revelador químico de nitrato de plata con el fin de que las sales emanadas de las glándulas sudoríparas reaccionen con el producto formando una capa de cloruro de plata; este último sensible a la luz, por lo tanto su exposición acelera el revelado. El nitrato de plata se encuentra en forma de aerosol, debiendo tomarse la precaución de utilizarlo en lugares ventilados. Debemos recordar que las superficies del fondo se irán oscureciendo paulatinamente si se exponen a la luz. Una vez reveladas las huellas por este procedimiento deben conservarse por cortos períodos para evitar su exposición a la luz;
- Revelado químico con Cianoacrilato: Se lleva a cabo por medio de vaporización; el elemento base es altamente tóxico por lo que deberá ejecutarse en una campana extractora de olores. El procedimiento es conocido como "la gotita" por ser esa la cantidad de reactivo que debe aplicarse. Se utiliza comúnmente sobre superficies de plástico, metal, vidrio, etc. El análisis se hace sobre la fotografía que se toma de la huella revelada.
6.3.3. Huellas moldeadas o plásticas
También denominadas por impronta, con relación a la superficie que las contiene. Este rastro se produce cuando se toma, se toca o se apoyan los dedos, palmas de la mano o planta del pie sobre sustancias semi-sólidas, las cuales tienen un elevado grado de densidad, tal como la pintura semi seca, los adhesivos, las sustancias que se ablandan o funden fácilmente (lacre, chocolate, parafina). En estos casos la impronta quedará en negativo, por lo que deberá invertirse a través de una fotografía.
6.3.4. Identificación de cadáveres
En relación a la identificación de cadáveres podemos mencionar que la clave radica en el estado de putrefacción o rigidez en el que se encuentre el mismo. Para esto consideraremos que la rigidez cadavérica comienza luego de las 4 a 8 horas de producido el deceso, inicia por la mandíbula, siguiendo por el cuello, tórax, llegando a las extremidades. Es importante no confundir la rigidez cadavérica con el espasmo cadavérico producido por una lesión en el sistema nervioso, como es la rigidez característica en la mano suicida que apretó la cola del disparador de un arma. Se estima que la rigidez se instala en todo el cuerpo alrededor de las 12 horas y comienza a ceder entre las 18 y 24 hrs.
El perito al trabajar con cadáveres cuyo estado es previo a la rigidez, es decir, en momento en que los tejidos todavía conservaran la elasticidad necesaria para poder realizar una toma bajo condiciones convencionales con el uso de la planchuela, tinta litográfica, papel liso, etc., como fue descrito anteriormente. Al trabajar el perito con cadáveres ya con rigidez cadavérica, es decir, en estado temporal de rigidez, que luego cederá para dar comienzo a la putrefacción. Por esta razón, para realizar la toma de impresiones no se encuentran grandes inconvenientes en recuperar parte de la elasticidad necesaria para realizarlo con los procedimientos convencionales. Para lograr esto se intenta flexionar suavemente el hombro, luego el brazo, el codo, la muñeca y por último los dígitos recuperando cierta movilidad con cuidado de no producir fracturas.
En la identificación de cadáveres con comienzos de putrefacción, es recomendable que el perito comience por limpiar los erizamientos de la piel con la asistencia de un pequeño cepillo, agua y jabón, cuidando de no dañar el tejido. Si este estado ya se encuentra suficientemente avanzado como para impedir la legibilidad de la impresión se podrá recurrir a dos métodos alternativos:
- Con un bisturí se produce un corte por debajo del pliegue de flexión de la tercer falange con el propósito de retirar la capa epidérmica como si fuera un dedal. En ocasiones es necesario sumergirlo en agua caliente de 5 a 7 minutos para lograr la elasticidad del tejido. Una vez retirado se invierte y se colocan en las manos del técnico, el cual realizará el procedimiento de entintado y estampado utilizando sus manos con los dedales colocados. Es de suma importancia recordar que como resultado de dicho procedimiento, obtendremos una doble inversión de la estampa; las presilla internas serán externas y los surcos serán crestas.
- En el segundo proceso se procede a retirar la epidermis trabajando directamente sobre la dermis, donde también encontraremos el dibujo papilar. Cabe destacar que las eminencias serán de muy bajo relieve, por lo que se deberá utilizar muy poca tinta, sumo cuidado para evitar empastamientos y papel satinado.
En la identificación de cadáveres rígidos, es decir aquellos cadáveres en los cuales, a diferencia del rigor mortis, la rigidez se ha instalado en forma de momificación o corificación; al ser la matriz dura, el soporte deberá ser blando, por lo que el perito podrá inclinarse por cualquiera de los dos métodos siguientes:
a) Método borrego de identificación de cadáveres:
Se toma un papel de nylon y se entinta; al mismo tiempo se forma una bollita de masilla la cual se envuelve en el nylon entintado; se toma la bolilla y se presiona contra el dígito, que al estar rígido solo se entintarán las crestas dejando los surcos sin entintar; a continuación se formará otra bolilla de masilla la cual se cubrirá con un nylon limpio; se repetirá el proceso de presionado pero en este caso el dibujo papilar quedará impreso en el nylon limpio, el cual se recortará y fotografiará.
2. Método mota de goma látex:
Se realiza un molde del dígito en goma látex. Se retira, se invierte, se entinta y se toma la impresión. Nuevamente, esta será una doble inversión del dibujo. El procedimiento se completará con un nuevo molde de látex sobre el primero, con el cual se obtendrá una réplica exacta del dígito, sobre el cual se podrán tomar las impresiones.
La toma de huellas en cadáveres saponificados, especialmente aquellos que han estado sumergidos por largos períodos, el entintamiento destruiría de forma permanente el diseño, por lo que se recurre a la fotografía como método de réplica. Si por el contrario, el cuerpo estuvo sumergido por un corto período (12 a 24 horas) excretará agua continuamente, lo cual podrá ser salvado sumergiendo la mano en agua hirviendo, luego secado, entintado y estampado.
En el caso de tener que identificar cadáveres quemados, es decir, en casos en que un cuerpo se expone al fuego, presenta una contracción de músculos y tendones conocidos como la posición de "boxeador". Al contraerse y cerrar el puño, el individuo no permite la combustión de esa zona, protegiendo las crestas que serán claras de no haberse producido la carbonización. Para estos casos bastará con quebrar los dedos para tomar las impresiones. En aquellos casos donde la epidermis resultó afectada, podrá retirarse y trabajar sobre la dermis.
6.4. Procedimientos para el revelado de huellas
Como apuntamos anteriormente las huellas latentes son las que no se ven a simple vista. Se hacen visibles hasta que el experto o perito en lofoscopía aplica un revelador, que puede ser físico, químico o líquido. No se trata de cepillar o aplicar polvos a impresiones que aparezcan marcadas en el polvo, pues hacerlo sería destruirlas. Los objetos que han estado húmedos o sumergidos en el agua, tienen más posibilidades de conservar las huellas latentes e identificables. Sin embargo antes de examinar el objeto deberá estar seco. El secado del objeto que las tiene puede ser en forma natural o por medio de mecanismos especiales como cámaras especialmente fabricadas para ese efecto.
El polvo que es cepillado suavemente sobre una superficie que tenga una impresión latente, se adherirá a la grasa o humedad de las crestas de la impresión latente, haciéndose de esa forma visible. Obviamente deberá utilizarse un polvo cuyo color haga evidentes y notorias las huellas latentes; el color deberá contrastar en la imagen, pues una vez se haga visible la huella se procederá a fotografiarla. Los polvos magnéticos actúan muy bien puesto que se adhieren mejor a la superficie en la que se aplican que los demás.
Para la aplicación, se pone una cantidad de polvo muy pequeña en el pincel, cepillo o brocha y se procede a aplicarlo suavemente. Una vez que se hace visible el contorno de una impresión, deberá pasarse el cepillo siguiendo la dirección de las crestas. Todo el polvo que sobre (que estará entre las crestas) deberá ser cepillado. Los principiantes cometen dos errores básicos: aplican demasiado polvo y cepillan muy poco.
El polvo gris se emplea en superficies de color oscuro, en los espejos y en las superficies metálicas pulidas con acabados brillantes, como los automóviles; pues estas superficies serán fotografiadas en negro con la cámara para impresiones lofoscópicas.
El polvo negro se aplicará sobre superficies blancas o de colores claros. El polvo plateado ofrece el mismo contraste que el gris. Los polvos de bronce rojos y dorados se usan sobre superficies claras. El polvo llamado sangre de drago es un polvo fotográficamente neutro y puede ser empleado sobre superficies claras u oscuras. Sobre vidrio claro o transparente puede usarse tanto el polvo gris como el negro y al fotografiarse se precisa ponerle un fondo de contraste negro o blanco.
Una vez fotografiadas las impresiones deben ser levantadas. Para estos fines se utilizan cintas transparentes adhesivas o de goma. La cinta de goma para levantar impresiones se obtiene en hojas de 10 por 22 cms. y la superficie adhesiva está protegida por una cubierta de celuloide. Indudablemente, una impresión con polvo negro deberá ser levantada con cinta blanca y una impresión con polvo gris con cinta negra.
Después de cortar un trozo de cinta que sea lo suficientemente grande como para cubrir toda la impresión latente, se sacará la cubierta protectora de celuloide y se aplicará el lado adhesivo sobre la impresión latente. La cinta deberá ser apretada con suavidad y firmeza sobre la superficie, teniendo especial cuidado en no cambiar su posición. Después se procede a levantarla suavemente y se vuelve a colocar la pieza de celuloide sobre la impresión para protegerla. El perito deberá hacer todo esto cuidando de no dejar sus propias impresiones en la cinta. Cuando se haya aplicado demasiado polvo, generalmente se debe hacer dos levantamientos con la cinta adhesiva, pues es la segunda en la que se harán más evidentes sus características.
El revelado de impresiones latentes por medios químicos se hace en distinta forma. El empleo de medios químicos para el revelado de impresiones lofoscópicas en papel, cartón y madera recientemente trabajada o sin pintar puede requerir una técnica ligeramente más complicada que la mencionada con anterioridad relativa al uso de polvos, pero los resultados justifican este mayor esfuerzo.
Se recomienda que se apliquen reactivos químicos a los artículos mencionados en el párrafo anterior. Las razones: el polvo no puede ser sacado del papel y posiblemente puede interferir en el examen de algunos tipos de documentos y más aún, es probable que impida la restauración de la legibilidad del espécimen. Los polvos no revelan tantas impresiones latentes en papel como lo hacen los productos químicos. En algunos casos los polvos llegarán a oscurecer las impresiones que posteriormente se revelan con medios químicos. El Nitrato de plata y el yodo son los medios químicos de revelado de huellas más utilizados, dado a que son relativamente económicos, fácilmente obtenidos, efectivos y fáciles de utilizar.
Cuando los cristales de yodo se someten a una pequeña cantidad de calor se vaporizan rápidamente, desprendiendo vapores de color azul violeta. Estos vapores son absorbidos por las grasas y materiales aceitosos con los que entren en contacto, y de esa forma se hacen visibles las huellas latentes. Las impresiones reveladas con yodo no son permanentes y comienza a esfumarse una vez que han dejado se ser sometidas al vapor. Por lo tanto, es necesario que el operador obtenga una imagen con la cámara fotográfica, tan pronto como se puedan apreciar las huellas. Los vapores deben ser controlados usando los cristales en un gabinete de vaporización, o bien mediante un fumigador. El gabinete o fumigador puede ser preparado por el mismo perito o bien, puede ser adquirido en las tiendas que se especializan en artículos para lofoscopía.
Figura: Gabinete de vaporización
Es importante tener en cuenta que el yodo no revela todas las huellas que se hallan en el objeto, solamente las que contengan más grasas o aceites. Precisamente por esto y porque el yodo se evapora de la superficie, este proceso se usa antes que el tratamiento de nitrato de plata.
El contacto con pequeñas cantidades de vapores de yodo no ha presentado efectos nocivos. Sin embargo, el excesivo o prolongado contacto con este material, sí puede causar irritaciones en la piel y en las vías respiratorias.
El revelado de impresiones latentes con nitrato de plata depende del hecho que el cloruro de sodio (la misma sustancia que la sal de mesa común) presente en la transpiración que se forma en las crestas de la mayoría de las impresiones latentes, reacciona con la solución de nitrato de plata para formar cloruro de plata. El cloruro de plata es una sustancia blanca pero inestable a la exposición a la luz y se descompone en sus componentes (plata y cloro).
Las impresiones aparecerán de un color castaño o rojizo. La inmersión en la solución de nitrato de plata hará desaparecer los rastros de agua y de aceite del papel. Por lo tanto, es imprescindible someter los especimenes al vapor de yodo antes de hacer el tratamiento con nitrato de plata para revelar las impresiones latentes de ese tipo.
Una vez reunido el equipo necesario, el proceso se desarrolla en la siguiente forma: La evidencia se sumerge en la solución, se seca, se expone a la luz y se fotografía cuando resulte apropiado el contraste de la impresión latente. Para obtener éxito en la aplicación de este proceso, no se precisan fórmulas químicas exactas, pues si bien la práctica y experiencia dicen que la solución más adecuada es la del 3%, hay ocasiones en que se han usado soluciones al 10% que resultan eficientes. En realidad, en este como en cualquier procedimiento de una determinada disciplina es la experiencia la que se impone.
Para la identificación de la persona a quien le corresponden las huellas reveladas, el lofoscopista debe primero examinar la huella revelada, la clasifica conforme a sus características más evidentes e inicia el proceso de comparación con las huellas que forman el registro existente. Para el efecto el perito puede beneficiarse con la utilización de un comparador, como el que aparece en la siguiente fotografía.
Figura: Comparador lofoscópico
6.5. Confrontación de huellas
Una vez que se ha realizado la inspección criminalística del lugar de los hechos y se aportan diversos tipos de indicios, en este caso las huellas lofoscópicas, será en el laboratorio donde se procederá a hacer la confronta de las huellas encontradas en el lugar de los hechos, contra huellas contenidas en los archivos o del o los sospechosos de la acción criminal.
En la mayoría de las ocasiones, las huellas lofoscópicas no estarán completas, es decir, únicamente se encontraran fragmentos, no bien definidos, con lo que se debe de trabajar. En algunos casos, los fragmentos no reúnen el número suficiente de puntos característicos o tal vez éstos no pueden estudiarse por estar borrosos y mal impresos, por estas razones en ocasiones no será posible determinar categóricamente el resultado del estudio. En la confrontación de dos impresiones debe de tenerse en cuenta que si en las halladas en el lugar de los hechos se encuentran varios fragmentos que sea posible, por su morfología y características especiales, establecer que pertenecen a un mismo dedo, y entre ellos se reúnen doce puntos característicos requeridos para la identificación, esta puede declararse plenamente establecida."
"El descarte de huellas será realizado mediante la obtención de dibujos dactilares de la victima, familiares de la misma o de cualquier persona que probablemente haya dejado sus huellas en el sitio de suceso."
6.6. Levantamiento de rastros en la escena del crimen
Para el Criminalista y Criminólogo José Adolfo Reyes Calderón: "Se entiende por escena del crimen el lugar donde los hechos sujetos a investigación fueron cometidos, los rastros y restos que quedan en la víctima y victimario y en algunos casos en personas presenciales de los hechos u omisiones."
Respecto a la escena del crimen, Rafael Moreno González comenta: "Si queremos reconstruir con cierta seguridad un hecho delictuoso o identificar al infractor, es necesario, en primer lugar preservar y conservar el lugar de los hechos…" En esa virtud este aspecto es de vital importancia para la investigación puesto que como indica Carlos Rougmagnac: "No hay malhechor que no deje detrás de él alguna huella aprovechable."
Sobre el concepto de evidencia tomaremos el que nos da el Dr. Reyes Calderón, que dice: "Es la prueba que se presenta a favor o en contra de una cuestión. Certeza manifiesta y tan perceptible de una cosa que nadie puede racionalmente dudar de ellas. Material sensible significativo que ha sido objeto de peritación." Mientras que para Pabón Gómez: "Es el rastro, vestigio, huella, circunstancia y en general todo hecho conocido, o mejor dicho debidamente comprobado, susceptible de llevarnos por vía de inferencia al conocimiento de otro hecho desconocido."
En relación a indicio Germán Pabón Gómez, en la obra "Del Indicio en Materia Criminal" homologa indicio y presunción por cuanto la legislación mexicana las utiliza indistintamente, y añade: "Un indicio es un hecho que está en relación tan íntima con otro hecho, que un juez llega del uno al otro por medio de una conclusión muy natural." La relacionada obra asimismo cita el concepto de indicio de Antonio Dellepiane que dice: "Es todo rastro, vestigio, huella, circunstancia y en general todo hecho conocido o mejor dicho debidamente comprobado, susceptible de llevarnos por vía de inferencia al conocimiento de otro hecho desconocido." Por su parte, para el tratadista y profesor Jorge Arenas Salazar, "Indicio es el medio de prueba resultante de una operación lógica, mediante la cual a partir de una circunstancia fáctica plenamente demostrada en el proceso se infiere la existencia de otro hecho llamado indiciado."
De lo anterior deducimos que ni entre los más notables autores existe criterio unificado en cuanto a determinar lo que es indicio y evidencia; ni sobre las diferencias que entre sí tienen ambos conceptos. Toda vez que en el estudio del tema que nos ocupa nos basta tener una idea de ambos conceptos, no entraremos a analizar la discrepancia de criterio que hay entre los distintos autores; tan solo señalaremos que nuestra legislación procesal penal vigente utiliza el término evidencia, para referirse a los rastros levantados en la escena del crimen, los cuales son objeto del análisis de los peritos.
El levantamiento de rastros es muy importante para la investigación del hecho delictivo, ya que del resguardo y forma del levantamiento de rastros dependerá la posibilidad de averiguar la verdad del hecho, tarea primordial de la Criminalística. El perito o criminalista que se apersone a la escena del crimen deberá cuidar que la misma no sea vulnerada ni contaminada sin que antes él y otros peritos hagan el trabajo que les corresponde.
La tarea del perito en el levantamiento de rastros consiste en:
- El levantamiento de rastros papilares (dactilares, palmares y plantares) de superficies absorbentes o porosas y no absorbentes, mediante técnicas y reactivos adecuados, según el objeto continente y el lugar, con los cuales se puede determinar la identidad física humana de manera fehaciente e indubitable.
- Traslado de objetos al laboratorio, para someterlos a diferentes técnicas de estudio.
- Levantamiento de indicios orgánicos (material piloso, semen, saliva, sangre) e inorgánicos (huellas de calzado, huellas de rodado, huellas de efracción) para luego ser confrontadas con calzados, neumáticos o herramientas remitidas para tal efecto.
- Toma de individuales lofoscópicas para ser confrontadas con los rastros papilares obtenidos en los objetos tratados, así como también con fichas de personas que surjan relacionadas en una investigación.
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