La radiación ultravioleta, al absorberse por las capas superficiales de la piel, ocasiona reacciones locales, segméntales y generales: intensifica la circulación sanguínea y el trofismo de los tejidos, varía la permeabilidad de los capilares y de las membranas celulares, activa las enzimas, aumenta el contenido de sustancias biológicamente activas en los tejidos, contribuye a la elaboración en el organismo de la vitamina D, mejora la asimilación del fósforo y el calcio por el tejido óseo y normaliza la actividad del sistema nervioso. Los rayos ultravioletas ejercen una acción desensibilizante y lenitiva, además de estimular los mecanismos defensivos del organismo. La radiación ultravioleta, proveniente de fuentes artificiales de luz, compensa el estado de "hambre de luz" que tiene lugar con frecuencia en los casos de insuficiencia de luz solar (en condiciones climáticas como sucede en Europa del Este).
Con el propósito de irradiar de manera profiláctica a los deportistas se emplean los equipos ultravioletas corrientes de acción prolongada o temporal. Para ejercer la acción prolongada sobre los alumnos, en las salas deportivas y demás locales se utilizan lámparas luminiscentes (eritémicas), que irradian rayos ultravioletas de ondas relativamente largas, en el rango de 320 a 380 lm. Estas garantizan una pequeña intensidad de radiación ultravioleta en el transcurso de toda la clase. Se observa un buen efecto profiláctico con el empleo de las lámparas eritémicas en los entrenamientos durante períodos de 3,5 – 4 meses.
Para la irradiación ultravioleta temporal se emplean irradiadores eritémicos móviles e irradiadores estacionarios.
En condiciones naturales de entrenamiento se observa un buen efecto cuando se utilizan correctamente los baños de sol y aire (es necesario comenzar por 2,5 min y después aumentar diariamente la permanencia al sol en 2,5 min sobre las superficies anterior y posterior del cuerpo).
En calidad de medios recuperativos pueden también emplearse los medios de la terapia eléctrica-lumínica, entre los cuales tenemos el electrosueño y la electroestimulación.
La electroestimulación en la práctica deportiva se aplica con el objetivo de acelerar los procesos de recuperación después de entrenamientos tensos e incrementar la fuerza muscular y la capacidad de trabajo general. Al mejorar la circulación sanguínea y el metabolismo en los músculos, la electroestimulación también contribuye al crecimiento de la masa de los músculos estimulados. Esta se realiza con la ayuda de aparatos especiales según el siguiente esquema: estimulación de 10 seg., descanso de 5O seg.; duración total del tratamiento 10 min. La electroestimulación se aplica para la recuperación de los deportistas en el período precompetitivo.
Para estimular los músculos atrofiados y paréticos se utilizan ampliamente las corrientes de impulsos de baja frecuencia tanto alternas como directas (electrogimnasia). Además de su efecto irritante sobre el aparato neuromuscular, las corrientes de impulsos pueden ejercer acciones antiespasmódicas, lenitivas, bloqueadoras de ganglios y dilatadoras de los vasos. Para la estimulación se seleccionan aquellas formas y parámetros de corrientes que brinden el efecto más marcado con la menor sensación.
Ejercen un buen efecto recuperativo y sanitario sobre el organismo, los tratamientos hídricos (frotaciones, enjuagues, diferentes duchas, baños estáticos, baños en piscinas y otros); así como baños de vapor húmedo y vapor seco.
La acción fisiológica de los tratamientos hidrico-térmicos está condicionada, fundamentalmente, por la influencia de los irritadores térmicos sobre la piel, que influyen de manera refleja sobre el estado funcional del organismo. El efecto de la irritación térmica se manifiesta tanto directamente en el lugar de su aplicación, como sobre todo el organismo en general.
Bajo la acción de los tratamientos térmicos se intensifica la circulación sanguínea de la piel y se eleva la temperatura de la sangre (al mecanísmo reflejo de la accíón del calor se une la influencia de la sangre calentada). En este caso aumenta la frecuencia cardíaca (FCC) y la profundidad de la respiración: con frecuencia disminuye la presión o tensión arterial (PA) y se intensifica la acción sudorífica del tratamiento térmico. El calor contribuye al relajamiento muscular, actúa de manera antiespamódica y lenitiva, aumenta (en los casos de acción corta) o disminuye (en los casos de acción prolongada) la sensibilidad del organismo.
Bajo el efecto de los tratamientos fríos inicialmente (primera fase) tiene lugar el estrechamiento reflejo de los vasos de la piel, la cual palidece, disminuye su pérdida de calor y se pone fría. Seguidamente (en el transcurso de 1 min) en el lugar de aplicación del frío los vasos de la piel se dilatan de manera refleja (segunda fase), y en consecuencia, la piel adquiere una coloración rosada y se pone caliente. Si la acción del frío se prolonga, se observa un estrechamiento de las arteriolas, dilatándose los capilares y las venas (tercera fase), disminuye la velocidad del torrente sanguíneo, la piel se pone roja púrpura (incluso morada) y fría al tacto.
El frío inhibe el desarrollo de los procesos inflamatorios agudos, e intensifica (en los casos de acción corta) o disminuye (cuando la acción es prolongada) la excitabilidad de los nervios periféricos y del SNC. Inicialmente, el frío hace menos frecuente, pero mas profunda la respiración y, consecuentemente, hace mas activo e intenso el metabolismo, reduce el ritmo cardíaco y aumenta la PA (con su posterior reducción); la aplicación local del frío disminuye las sensaciones desagradables en la región del corazón y el dolor en la zona del trauma (contusión, distensión muscular, etc.). La reacción a los irritadores fríos, así como a los calientes, se manifiesta no solo de manera local, sino que también se extiende a todo el organismo. La aplicación sistemática de las influencias frías de intensidad creciente conduce al entrenamiento y al incremento de todas las funciones de los órganos y sistemas que participan en la termorregulación.
Representa particular interés el empleo de aplicaciones de hielo en la región del abdomen y el perineo (sentado en una butaca con espaldar en declive) con el objetivo de prevenir la fatiga. El empleo de aplicaciones heladas resulta útil en los corredores que participan en varias disciplinas del programa de carreras, en un mismo día. Las observaciones demuestran que las aplicaciones frías (durante 10-12 min) ocasionan alivios considerables; el hielo ayuda al deportista a prepararse mejor para la próxima arrancada; además, también se observa un efecto psicológico positivo.
Uno de los métodos más efectivos de terapia hídrica con el propósito de recuperar la capacidad de trabajo deportivo es la ducha. Además del factor de la temperatura, en la acción de la ducha desempeña un gran papel el factor mecánico del agua cayendo sobre el cuerpo. Su acción fisiológica sobre el organismo depende de la fuerza de la irritación mecánica y del grado de desviación de la temperatura del agua de la llamada temperatura indiferente (34-36° C).
Se distinguen las duchas de baja, media (de lluvia, de agujas, ascendentes) y alta presión (en forma de abanico, circular, en chorro y holandesa). Por la temperatura del agua se distinguen las duchas frías (10-12 °C), frescas (25-30 °C), templadas (32-35 °C), tibias (36-38 °C) y calientes (38 °G).
La ducha fría o caliente de corta duración tonifica los músculos e incrementa el tono del sistema vascular. La ducha caliente prolongada reduce la excitación de los nervios sensoriales y motores e incrementa el metabolismo. La ducha tibia ejerce un efecto calmante.
La mayor influencia fisiológica la ejercen las duchas en chorro (ducha de Sharko) y
la holandesa. En la ducha de Sharko se combina la fuerte acción de la presión (2-3 atm) y la temperatura del agua, y en la holandesa la acción de dos chorros de diferente temperatura.
La ducha de chorro se efectúa mediante un gran chorro de agua lanzada bajo presión desde una manguera especialmente fijada. Para someterse a la ducha el deportista se desviste, se moja la cabeza y la cara con agua fría y se para a una distancia de 3-5 m, de espalda a la ducha. Al comienzo del tratamiento el técnico baña al deportista con un chorro abierto (temperatura del agua 30-32° C) desde las piernas hasta la cabeza, por detrás y después por delante. Después lo baña con un chorro concentrado por detrás, desde abajo hacia arriba, hasta la cintura, primero a lo largo de una pierna y, seguidamente, por la otra; se debe repetir esta operación varias veces (dos o tres, no mas), hasta que se manifieste una marcada reacción de enrojecimiento de la piel. Después se dirige el chorro de agua a lo largo de la columna vertebral, seguidamente por la derecha y por la izquierda, desde las piernas hasta las axilas (el deportista se coloca de costado a la ducha y extiende los brazos arriba). Para la caja torácica se emplea la ducha en abanico; los chorros de agua se dirigen a la región del abdomen y el pecho. La temperatura del agua se puede disminuir de tratamiento en tratamiento, hasta alcanzar 20° C o menos, mientras que la presión se aumente gradualmente, llevándola hasta 3 atm. La duración de la ducha es de 1-2 min. El tratamiento puede realizarse diariamente después del último entrenamiento.
La ducha holandesa consta de dos flujos en forma de chorro (frío y caliente), lanzados a una misma presión de 2-3 atm. El deportista se somete a los efectos tanto del agua caliente (37 -45° C durante 30-40 seg), como de la fría (10-20° C durante 15- 20 seg). El tratamiento comienza por la acción del agua caliente y termina con la fría, la alternación de las duchas se repite, de cuatro a cinco veces y la duración de cada ducha es de 3-4 min. El tratamiento se realiza en días alternos y es preferible alternarlo con la ducha Sharko.
Entre los medios de la hidroterapia se encuentren los baños que pueden ser comunes (de agua dulce, salados, carbonatados, sulfurosos y tiocianurados), locales (de asiento, de manos, de pies, según Gauff) y medicinales (aromáticos, de salmuera, alcalinos, de mostaza y otros). Por la temperatura del agua los baños de agua dulce se dividen en fríos (inferior a 20°C), templados (20-33°C), indiferentes (34-36°C), tíbios (37-39o C) y calientes (40°C y mas).
Los baños indiferentes ejercen un efecto de frescor y ánimo si la duración del tratamiento es de 10-15 min. Ejercen acción calmante los baños con una duración de
15-25 min. Estos baños se prescriben a deportistas con un grado de irritabilidad elevada y que se encuentran en estado de excitación. El baño templado de poca duración eleva el metabolismo y ejerce acción tonificante sobre el sistema cardiovascular y el SNC. Los baños calientes, al retener el calor del organismo e intensificar el metabolismo, actúan de manera excitadora sobre los sistemas nervioso y cardiovascular.
Los baños carbonatados condicionan una prolongada dilatación de los capilares de la piel, contribuyen a hacer menos frecuente la respiración y la FCC, mejoran la irrigación sanguínea del músculo cardíaco, aumentan el metabolismo en los tejidos y normalizan la PA. Estos baños se recomiendan a los deportistas en los casos de sobretensión y estados neuróticos. La terapia consta de 12-15 tratamientos (en días alternos ó dos días seguidos con el tercero de descanso).
Ejercen una acción singular sobre el organismo los baños de esencia de pino. Al irritar las terminaciones periféricas de los receptores de la piel y del analizador olfatorio, las sustancias aromáticas del pino actúan de manera refleja compleja sobre el sistema nervioso central. Los baños de esencia de pino se preparan de la manera siguiente; en 200 ml de agua dulce (temperatura 35-37°C) se disuelven 50-70 g de extracto de esencia de pino pulverizado y hecho tabletas (el peso de una tableta es de 30 g) o 100 ml del extracto líquido. Los baños de esencia de pino se recomiendan a los deportistas en los períodos transitorio y preparatorio del macrociclo de entrenamiento, así como en las temporadas de cambio de otoño-invierno y primavera-verano (10-15 baños, con duración del tratamiento 10-15 min).
Uno de los medios de recuperación más difundidos son los baños de cloruro de sodio (salados) con empleo del agua de mar, el agua de las marismas o esteros marinos y de fuentes minerales naturales. Los baños de cloruro de sodio actúan positivamente sobre el estado funcional del sistema cardiovascular, y ejercen una acción tonificante y reguladora sobre el SNC; actúan de manera estimuladora sobre la labilidad del aparato neuromuscular. Estos baños se preparan de la manera siguiente: 5 kg de sal (sal común, de lago o de mar) se colocan en un saco de lienzo y éste se introduce en la bañera debajo de un chorro de agua caliente. A medida que se disuelve la sal, se adiciona agua fría, y se lleva la temperatura del agua hasta 36-37°C. La duración del baño es de 12-15 min y se aplica en días alternos o dos días seguidos con receso al tercer día (en total son 12-15 tratamientos).
En la práctica deportiva pueden ser recomendados como medios de temple del organismo y de recuperación de la capacidad de trabajo, los baños de contraste, vibratorios, de perlas, de sulfitos, oxigenados y otros baños. Los medios baños y los baños parciales (locales), en particular los baños tibios de manos y de pies, se utilizan ampliamente en combinación con la gimnasia terapéutica en la terapia de las consecuencias de diferentes traumas y enfermedades del aparato locomotor. Con estos mismos objetivos brinda un buen efecto la terapia a base de calor con diferentes tipos de fangos (de turba, de cieno, sapropélicos), así como los de arcilla y arena, parafina y humus. Estos últimos, al mejorar la circulación sanguínea y linfática, y elevar el metabolismo hístico, ejercen una acción de reabsorción, lenitiva y antiespasmódica.
Son medios muy efectivos para el aumento de la capacidad de trabajo y la aceleración de los procesos recuperativos, después de las cargas físicas, los baños de vapor y de aire seco. Las principales diferencias entre los baños de vapor y de aire seco consisten en las diferencias de temperatura y de humedad relativa. Por ejemplo, la temperatura del baño de vapor es de 40-60o C con una humedad mayor del 80%, mientras que la temperatura en el baño de aire seco (sauna) es de 70-90°C para una humedad de 5-15%.
El baño de vapor y la sauna al ejercer un efecto favorable sobre la actividad de los sistemas nerviosos centrales, cardiovasculares, respiratorios y musculares; así como sobre el metabolismo y otros mecanismos del deportista, eliminan las sensaciones de tensión y cansancio, mejoran el estado de ánimo y comunican tranquilidad. También se recomiendan como medio eficaz en la lucha contra la alteración de la actividad del SNC; el mal dormir, la depresión, las fobias que se desarrollan debido a un elevado tiempo de vida, la fatiga rápida y la actividad motora insuficiente.
En el deporte han obtenido amplia difusión los baños de aire seco (sauna, cámaras de calor de diferentes construcciones). Para los deportistas se recomiendan diferentes regímenes de utilización de la sauna. La temperatura del aire debe ser de 70°C y la humedad relativa de 5-15%. Antes del entrenamiento la duración del tratamiento no debe ser mayor de 10-12 min. Si el entrenamiento se planifica para el día siguiente, puede aumentarse la duración de la estancia en la sauna hasta 20-25 min (valores límites del baño de aire seco).
El régimen de utilización de la sauna depende de muchos factores como son: el volumen y la intensidad del trabajo ejecutado, el intervalo de descenso entre las clases de entrenamiento, la soportabilidad individual del calor, etc. Por eso, en la práctica es necesario seleccionar para cada deportista su propio régimen de empleo de la sauna, considerando los factores mencionados y otros más.
Durante la estancia en la sauna son posibles casos de empeoramiento del estado de salud (desmayos, shock térmicos) con gran frecuencia como resultado de algunas violaciones en las reglas de utilización de ésta (aumento de los tiempos de estancia a temperatura eleveda). Por eso no se recomienda la permanencia en la sauna de una sola persona.
Como control del estado funcional del organismo que se encuentra bajo el efecto de la sauna, son altamente informativos los siguientes indicadores: la FCC, el valor de la PA, los indicadores de la respiración externa, el peso, los indicadores de fuerza y otros. Por ejemplo, la frecuencia del pulso al final de la primera sesión no debe superar su valor inicial en mas de un 50-60% y al final del quinto minuto del tiempo de descanso en no mas del 5-10%, después de la segunda sesión en no más del 70-80%. Después de la sauna, la PA se caracteriza por cierto incremento de la presión sistólica (20-30%) con su rápida recuperación posterior hasta los valores iniciales; las pérdidas de peso no deben ser mayores de 500-700 g por tratamiento.
Al emplear la sauna y el baño de vapor se recomienda la ingestión de pequeñas cantidades de bebidas agradables (jugos o agua mineral).
Últimamente se utilizan con éxito en la práctica deportiva las cámaras de calor con respiración abierta, atmósfera de aire seco y volumen ventilado, que brindan la posibilidad de efectuar el tratamiento de manera independiente, la operatividad en la regulación de los regímenes de calor y la posibilidad del calentamiento general o selectivo del cuerpo. Se emplean para el calentamiento y la recuperación de la capacidad de trabajo de los deportistas, y para la regulación del peso. Además, las cámaras de calor son cómodas para el calentamiento de los músculos antes de las sesiones de masaje general ordinario y terapéutico, y en la terapia de una serie de enfermedades (las radiculitis, las distensiones de los ligamentos, las artritis, etcétera).
Para la aceleración de los procesos recuperativos en las diferentes etapas del entrenamiento tiene gran importancia la aeroionización. Los aeraciones son partículas del aire atmosférico (ligeras, medias y pesadas) que llevan carga negativa o positiva. Se ha establecido que el contenido de iones negativos ligeros es mayor, mientras mas limpio y transparente sea el aire. Estos iones predominan en las horas tempranas a la orilla del mar particularmente en los períodos de oleaje, junto a las cataratas potentes, en las regiones de ríos montañosos y en el bosque. En el aire de las grandes ciudades, y más aún en las viviendas, el contenido de iones ligeros representa no más de 400-600 por cm3 con cierto predominio de los iones positivos. A la orilla del mar su concentración es de 1000-1500 por cada cm3, en las riberas de los ríos montañosos de 3000-4000 por cm3 y, fundamentalmente, son iones negativos.
La base de los iones ligeros, con carga negativa predominante, son los átomos de oxígeno. Bajo la acción de los factores ionizantes (la radiación solar, los rayos cósmicos, las cargas eléctricas, el movimiento intenso de las masas aéreas. etc.) se forma oxígeno ionizado. Al entrar en contacto con los tejidos de las vías respiratorias y de la piel de las partes desnudas del cuerpo, el oxígeno ionizado entrega su carga estimulando las funciones fisiológicas del organismo. Es por eso que los iones atmosféricos ligeros negativos ejercen una influencia climático-terapéutica favorable sobre el organismo del hombre. Bajo su acción mejora la disposición general; el apetito y el sueño; se inhibe la RPE (reacción de precipitación de eritrocitos) acelerada; disminuye la coagulación de la sangre y se normaliza el contenido en ella de los elementos formes; se reduce la presión sanguínea; se hace menor la FCC y la respiración; y aumenta la actividad de oxidación-reducción en el organismo. La aeroionización contribuye a la destrucción de los microbios patógenos en el aire.
Igualmente ejercen un efecto análogo sobre el organismo los hidroaerociones (cuando el agua se pulveriza las grandes gotas adquieren carga positiva, mientras que el aire se satura de iones negativos).
En condiciones de entrenamiento en locales cerrados el nivel de aeroionización necesario (1000-3000 cm3) puede garantizarse mediante aparatos especiales.
La aeroionización es de gran utilidad en los períodos de entrenamiento de
otoño-invierno y primavera-verano en locales cerrados. El tratamiento, con una duración de 5 a 30 min (en dependencia del tipo de aeroionizador), se realiza diariamente después de los entrenamientos durante 10-30 días. A los 20-30 días después del receso se puede repetir el curso de aeroionización. El local en el cual se realiza la aeroionización debe estar obligatoriamente aislado, poseer buena ventilación y la temperatura del aire no debe ser inferior a 15° C.
La oxigenoterapia se aplica en la práctica deportiva para la recuperación de la capacidad de trabajo deportivo. El oxigeno se aspira o se incorpora al tracto digestivo en forma de cocteles oxigenados. El oxígeno también se utiliza para incrementar la capacidad de trabajo ante cargas de intensidad máxima y submáxima, así como en los intervalos de descanso durante las competencias.
Para la inspiración del oxígeno en condiciones estacionarias (salas deportivas, piscinas, puntos médicos y otros) se emplean, generalmente, balones de oxígeno. Para esto el oxígeno se humedece, ya que el oxígeno seco irrita las vías respiratorias. La aspiración del oxígeno se debe hacer con la ayuda de máscaras o boquillas de goma. Al emplear las boquillas la inspiración se realiza por la boca y la espiración a través de la nariz. El oxígeno se respira durante 1-10 min (en dependencia de las circunstancias).
Los cocteles oxigenados son el método de introducción del oxígeno a través del tracto digestivo. En el coctel oxigenado se incluyen clara de huevo como formadora de espuma, agua, oxígeno, así como productos nutrientes (carbohidratos de fácil asimilación, ácidos orgánicos, sales minerales y otros), que aceleran la recuperación y aumentan la capacidad de trabajo. La dosis de oxígeno por hombre es de 2 litros. Como producto alimenticio se emplea la bebida deportiva seca o la bebida mineral carbonatada; el jugo de escaramujos, de casis, de limón, de guindas y otros siropes, así como el ácido aspártico.
Después de la ingestión de la bebida, como resultado de que el estómago se repleta de gas, se observa cierta hinchazón del abdomen que desaparece totalmente a los 10-15 min; durante este tiempo el oxígeno se difunde completamente en la sangre. La disminución de la respiración en cuatro o seis veces por minuto, el regreso de la FCC hasta su valor inicial, la coloración rosada de la piel y la sensación subjetiva de estar preparado para renovar el trabajo, son testimonio de la incorporación suficiente de oxígeno al organismo.
La oxigenoterapia se aplica: antes de la ejecución de cargas del tipo de carrera de velocidad; de recorridos de velocidad en la pista; de levantamiento de pesas; de los ejercicios gimnásticos, en los recesos entre las actuaciones en los juegos con pelota, la esgrima y el politlón de atletismo; durante las competencias en pistas; las carreras en bicicleta de varios días y otros; y en el período recuperativo en todos los deportes. Después de la carrera de maratón, de la marcha deportiva de distancias muy largas, del ciclismo de carretera y de las carreras en esquís de 50 km y mas se recomienda un descanso en cámara de oxigeno, o 2-3 tomas de cocteles oxigenados.
El clima de montaña resulta beneficioso para la recuperación de los deportistas después de un período competitivo tenso, así como durante los períodos transitorio y preparatorio de los entrenamientos. Las bajas presiones atmosférica y parcial de oxígeno, la elevada radiación solar, la alta ionización del aire, las bruscas oscilaciones de la humedad y la temperatura del aire son los factores físicos básicos que ejercen una influencia beneficiosa sobre el organismo de los deportistas.
El clima marítimo crea favorables particularidades meteorológicas, climáticas y balneológicas que contribuye a la recuperación (microciclo recuperativo) y a la terapia de los traumas de los deportistas (microciclo terapéutico sanitario), después de finalizar el período competitivo. En condiciones de sanatorio o casa de descanso, en la primera mitad del día los deportistas toman diferentes tratamientos profilácticos y terepéuticos (electroluminoterapia, hidrotermoterapia, etc.), mientras que en la segunda mitad del día se celebran los entrenamientos de carácter general.
Dentro de todo el conjunto de los medios médico-biológicos de recuperación ocupan un lugar especial, por su efectividad, los diferentes tipos de masajes. Se distinguen los masajes manuales (terapéutico, higiénìco, estético y deportivo) y con aparatos (vibratorios, hidrovibromasaje, neumovibromasaje, neumomasaje, hidromasaje, masaje con ultrasonido, masaje bajo presión, etc.). En el deporte se aplica con éxito el masaje combinado, es decir, la combinación del masaje manual y con aparatos de masaje.
El masaje manual en el deporte se subdivide en masaje de entrenamiento (dirigido al aumento de la capacidad de trabajo deportivo), masaje restablecimiento (que se emplea con el objetivo de reducir el tiempo del período recuperativo) y el masaje preparatorio (masaje de corto tiempo dirigido a la preparación del deportista para la clase de entrenamiento o la competencia).
Se asigna un lugar especial al masaje preparatorio. Se distinguen el masaje excitante (tonificante que se indica a los deportistas en estado de abatimiento, inhibición o flacidez), sedante (que se aplica en los casos de elevada excitabilidad de los deportistas), y de calentamiento (con el propósito de intensificar la función de aquellos sistemas que ejecutarán próximamente una gran carga y de elevar la temperatura de los músculos, su capacidad contráctil, elasticidad y estabilidad ante los traumas).
Para intensificar el efecto del masaje, este se realiza con el empleo de ungüentos para fricciones y de cremas deportivas. Estas últimas contribuyen a una mejor preparación del músculo y a una conservación más prolongada del calor en ellos.
El masaje mediante los mecanismos de acción mecánica, reflejo y humoral ejerce acción multilateral tanto sobre los diferentes sistemas y tejidos, como sobre todo el organismo en general.
La influencia mecánica del masaje se manifiesta en la intensificación de la circulación de la linfa, la sangre y el líquido intersticial, también contribuye a la eliminación de las células muertas de la epidermis, etc. El factor mecánico ejerce una acción considerable en la eliminación de los fenómenos de paralización, y en la intensificación del metabolismo y la respiración de la piel.
La acción neurorreflejo del masaje se realiza mediante la irritación de los receptores de la piel, los propioceptores de los músculos y las articulaciones, los receptores de los vasos, excitación que se envía de manera directa a las secciones superiores del SNC y a la corteza cerebral. Las reacciones reflejas de respuesta tienen un carácter trófico y vasomotor.
La acción humoral del masaje consiste en que bajo su acción en la piel se forman sustancias biológicamente activas (histamina, acetilcolina) que, al incorporarse a la sangre, ejercen gran influencia sobre la hemodinámica y la redistribución de la sangre en el organismo.
Bajo la acción del masaje mejora la irrigación sanguínea de los centros nerviosos y las formaciones nerviosas periféricas. Como resultado de la intensificación de la circulación sanguínea, la piel aumenta considerablemente su resistencia a las influencias desfavorables tanto mecánicas como térmicas. A causa de la intensificación de la circulación sanguínea y de los procesos de oxidación-reducción en los músculos aumenta la excitabilidad, labilidad, contractibilidad y elasticidad del aparato neuromuscular; se fortalece el aparato capsulo-ligamentoso; aumenta la cantidad de leucocitos en la sangre; así como de eritrocitos, hemoglobina y sustancias orgánicas nitrogenadas (urea y ácido ureico) que condicionan el aumento de la diuresis.
Con la ayuda del masaje es posible, de manera diferenciada y dosificada, actuar sobre los diferentes tejidos (la piel, los músculos, los nervios, los vasos, etc.), de esta manera influir activamente sobre el estado funcional de los sistemas del organismo.
El masaje manual se emplea con fines profilácticos y de recuperación en la mayoría de los deportes. Es particularmente beneficioso para todo género de lesiones deportivas y enfermedades del aparato locomotor. Para mayor información sobre la acción del masaje manual en el deporte ver el material "CURSO INTEGRAL DE MASAJE".
En la actualidad se han difundido ampliamente los aparatos de masaje.
El masaje vibratorio consiste en la aplicación de vibraciones con determinada amplitud y frecuencia de oscilaciones que se crean mediante motores eléctricos, y que se trasmiten al cuerpo de la persona tratada con la ayuda de medios especiales. El efecto fisiológico de este masaje está determinado por la frecuencia, amplitud y duración de las vibraciones. El masaje vibratorio (frecuencia de 130-170 Hz) mejora el relajamiento de los músculos, aumenta la labilidad del SNC, y contribuye a incrementar la fuerza muscular y la capacidad de trabajo. Al variar la amplitud y frecuencia de las oscilaciones es posible regular de manera dirigida el efecto fisiológico del masaje.
El hidrovibromasaje es la acción sobre el organismo de oscilaciones mecánicas a través de un medio acuoso (baños de agua dulce, minerales, de pino u otros baños) con la ayuda de aparatos especiales. En estos casos a la acción mecánica e hidrotérmica se une también la acción química. Este tipo de masaje se aplica con éxito en la terapia de los traumas.
El neumovibromasaje es la acción de la vibración a través de toberas en forma de embudo, mediante la compresión y la dilatación del aire procedente del cilindro del aparato. En la práctica deportiva está indicado para la aplicación de cualquier tipo de masaje; su aplicación mas conveniente es para la disminución del tono de los músculos fatigados después de grandes cargas físicas.
El hidromasaje es la acción del masaje manual bajo el agua, ya sea un chorro de agua a presión atmosférica (ducha de Sharko, ducha holandesa y otras) o por un chorro de agua de alta presión (12 atm). Este último se realiza en micropiscinas especiales de 2 x 1 x 0,8 m a temperatura del agua de 34-38° C. La dosificación de la intensidad del hidromasaje se realiza mediante el empleo de diferentes toberas, alejando el chorro de agua y mediante el aumento o disminución del ángulo de inclinación de la palanca de la boquilla en relación con la parte del cuerpo sometida al masaje, así como mediante la duración de las sesiones y la temperatura del agua. El hidromasaje intensifica la irrigación sanguínea de las capas de la piel y la hemodinámica en general, aumenta la diuresis y el metabolismo, activa las funciones tróficas, contribuye a la rápida reabsorción de los derrames de sangre y a la transpiración, y acelera los procesos recuperativos
El masaje con ultrasonido es la acción sobre el organismo de las oscilaciones ultrasonoras (de 880 hasta 2950 kHz) con la ayuda de equipamiento fisioterapéutico (acción mecánica, térmica y química). En la práctica deportiva se aplica básicamente en la terapia de los traumas y las enfermedades del aparato locomotor.
El baromasaje es la acción de la baja presión atmosférica sobre las distintas partes del cuerpo (los brazos, las piernas, etc.) con la ayuda de la cámara barométrica. El fundamento de la baroterapia es la diferencia de presión barométrica en el sistema sangre-tejido que surge preferentemente en las zonas que (de manera local) abarca la presión negativa. Esto contribuye a intensificar el suministro de oxígeno, a mejorar el movimiento del líquido intertisular y la circulación linfática, también acelera el torrente sanguíneo y ayuda a detectar las arteriolas y capilares fuera de funcionamiento. Gracias a estas reacciones vasculares se reduce la resistencia periférica al torrente sanguíneo, aumenta la capacidad del curso vascular y, por consiguiente, el valor específico del área de difusión del metabolismo transcapilar.
El método de acción mediante la presión negativa local es sumamente perspectivo para la recuperación de la capacidad de trabajo reducida, como resultado de un entrenamiento o competencia intensivos, así como para su aumento al estimular la capacidad de trabajo de los músculos antes de la ejecución de cargas físicas considerables.
Como consecuencia de la acción barométrica sobre los miembros inferiores de los deportistas se observan el aumento del estado funcional del aparato neuromuscular y la recuperación de la capacidad de los músculos para el relajamiento. De manera subjetiva los deportistas detectan un estado de ligereza en las piernas inmediatamente después del baromasaje y de descanso al siguiente día. La acción del baromasaje sobre los músculos contraídos brinda la sensación de ligereza en las piernas, mejora la disposición anímica y aumenta la saltabilidad al día siguiente, y reduce la sensación de pesadez en las piernas de los corredores de distancias cortas y otras distancias.
También resulta perspectivo el método del baromasaje en la terapia de las enfermedades del sistema nervioso (radiculitis), del aparato locomotor (periostítis, artrosis, periosteopatías y otras) y de lesiones traumáticas (lesiones del aparato
cápsulo-ligamentoso y de las fibras neuromusculares, distensiones de los ligamentos y tendones, contusiones y otras).
El baromasaje se realiza de la siguiente manera. El deportista se sienta con los miembros desnudos frente al aparato y coloca en la cámara el miembro en extensión. Se aumenta la temperatura del aire en la cámara hasta 40°C y se hermetiza. Seguidamente se crea una descompresión en la cámara (correspondiente a alturas de 800; 1000; 1200 y 1500 m) con exposición al valor máximo de la descompresión durante 30-50 seg y su posterior compresión (hasta 0,5-0,7 atm en el transcurso de 30-40 seg). Semejante tratamiento se repite dos veces, su duración general es de 10-15 min. El efecto recuperativo del baromasaje depende en mucho de la magnitud de la carga ejecutada y del estado funcional inicial del organismo. Después de grandes cargas la dosificación del baromasaje debe ser la menor.
Actualmente se ha introducido en la práctica deportiva el masaje segmentario, puntual y la acupuntura.
El fundamento fisiológico del masaje segmentario es la existencia de relaciones reflejas entre los órganos internos y determinadas secciones de la piel, los músculos, el tejido conjuntivo, etc. El masaje se aplica en los casos de incremento de la sensibilidad de la piel en la zona de los segmentos correspondientes, aparición de engrosamientos en los músculos, limitación de la movilidad de la piel, sensaciones dolorosas en el tejido conjuntivo durante la palpación y aumento de la tensión muscular. La eliminación de los cambios citados con la ayuda del masaje también contribuye a normalizar el foco patológico primario.
El masaje segmentario por un tiempo prolongado mejora la circulación sanguínea, contribuye al relajamiento muscular, estimula los procesos de rehabilitación, ahorra la energía consumida y aumenta la capacidad de trabajo. Se emplea antes de las competencias y en el período recuperativo, así como en los casos de traumatismo deportivo. Se utiliza con frecuencia en la terapia de diferentes enfermedades.
La base del masaje puntual y de la acupuntura es la doctrina acerca de los puntos biológicamente activos de la superficie del cuerpo (son alrededor de 700) que se caracterizan por indicadores superiores de electro conductividad, temperatura y nivel de los procesos metabólicos para una baja resistencia eléctrica de la piel. La acción sobre los puntos biológicamente activos son la ayuda de los procedimientos de masaje contribuye a disminuir los dolores en los casos de traumas del aparato locomotor; así como a reducir el tono muscular y otros. La base de la acupuntura es la estimulación (mediante la introducción de agujas en los puntos biológicamente activos) de las innumerables terminaciones nerviosas de la piel, del tejido celular subcutáneo, los tendones, el periostio, los vasos y las fíbras nerviosas periféricas. Los impulsos provenientes de la estimulación pasan a través de los nervios centrípetos a las diferentes secciones del cerebro y la médula espinal que regulan y controlan la actividad de todos los órganos y sistemas. La terapia mediante acupuntura contribuye a normalizar los procesos de inhibición y excitación del SNC e influye sobre el contenido en la sangre de sustancias químicas sumamente activas (adrenalina, acetilcolina, histamina). Una parte componente de la reacción general es la acción de la acupuntura sobre el sistema endocrino y otros sistemas del organismo.
El efecto recuperativo que se obtiene del masaje depende en mucho del carácter y el sentido de las cargas de entrenamiento y competitivas. Por ejemplo para cargas de acción local (sobre determinados grupos musculares de la cintura escapular, el tronco, las piernas, etc.) el mayor efecto recuperativo se observa al emplear medios de acción relativamente local (manual local vibratorio, hidromasaje y baromasaje, segmentario y puntual). En las grandes cargas que actúan sobre todo el organismo los medios recuperativos más efectivos son los medios de acción general (baños de vapor y de aire seco, tratamientos hídricos, masaje manual general, hidromasaje y otros).
Además se ha establecido que el empleo prolongado de un mismo medio disminuye su efecto recuperativo. El organismo se adapta mas rápidamente a los medios de acción local (vibromasaje local, presión negativa local, influencias locales de la temperatura, masaje manual local, etc.), mientras que la adaptación a las acciones globales (radiación ultravioleta, aeroionización, baños, tratamientos hídricos, masaje manual general, hidromasaje y otros) transcurre de forma más lenta. Al combinar estos medios la mayor efectividad se observa en los casos donde los medios locales se aplican después de los medios de influencias general.
En los microciclos de entrenamiento es conveniente la siguiente combinación de los medios de recuperación: cuando el entrenamiento se realiza dos veces al día se prefiere el empleo de los medios locales después del primer entrenamiento y de los medios de acción general después de la segunda carga. Para el rápido incremento de la capacidad de trabajo en caso de arrancadas repetidas, el mayor efecto se observa al aplicar los medios locales de recuperación inmediatamente después de terminar el trabajo anterior. Los tratamientos de acción general se realizan al terminar las cargas de entrenamiento.
Se recomienda la aplicación integral de los medios de recuperación y para aumentar su efectividad se deben variar sistemáticamente los medios y los métodos así como las dosificaciones y las metodologías de su aplicación.
Al elaborar el conjunto de tratamientos es muy importante contemplar la posibilidad de intensificar el efecto recuperativo de cada próximo tratamiento y no por el contrario. Es necesario recordar que la acción de los propios factores físicos sobre el organismo va acompañada de determinado gasto de energía. La dosificación desmedida de estos tratamientos, particularmente después de grandes cargas, no contribuirá a la recuperación, sino, por el contrario, intensificará la fatiga. Por eso, al ejecutar las acciones fisioterapéuticas no se recomienda indicar a la vez más de un tratamiento, es decir, mas de un tipo de masaje, tratamiento hídrico o eléctrico, etc. Por ejemplo, si el lunes se aplicó el vibromasaje, el martes pueden indicarse tratamientos hídricos, el miércoles masaje manual, el jueves baños de sol, el viernes sauna, etc. Además es muy importante el control objetivo de la efectividad de estos medios recuperativos.
La elección de los medios recuperativos en cada caso concreto debe ser estrictamente individual, considerando el tipo de deporte, el nivel de la preparación, el volumen y la intensidad de la carga de entrenamiento o de competencia anterior, las tareas para los próximos días y semanas, etc.
La solución exitosa de este importante problema solo es posible desde las posiciones del enfoque de sistema, que contempla la utilización de medios de diferente acción (pedagógicos, psicológicos y médico-biológicos) en estrecha relación con el régimen y la metodología del entrenamiento, desde las posiciones de la unidad de la carga y la recuperación.
5.3.- Alimentación, vitaminación y algunos medios farmacológicos de
recuperación.
Dentro del conjunto de los medios médicos de recuperación corresponde un gran peso específico a la alimentación racional, la utilización de las vitaminas y de algunos medios farmacológicos.
La alimentación es un importantísimo medio natural de restitución de los gastos energéticos y plásticos del organismo durante las cargas físicas, y al mismo tiempo ayuda a su mas rápida recuperación. Dada la importancia de este aspecto, las nociones principales sobre la alimentación racional del deportista se encuentran en el próximo capítulo (HIGIENE DE LA ALIMENTACIÓN). Aquí se analizarán solo algunas particularidades de la composición y del régimen de alimentación que abrevian la recuperación del organismo después de las grandes cargas físicas.
De acuerdo con la teoría actual de la alimentación balanceada, para garantizar la actividad vital normal y la capacidad de trabajo del organismo del hombre, con el alimento debe incorporarse la cantidad de energía necesaria que corresponda a los gastos energéticos. En este caso también resulta importante garantizar la correcta interrelación entre los diferentes componentes de la alimentación, incluso de los factores insustituibles, es decir, las sustancias no elaboradas por el propio organismo, pero necesarias para el curso normal de los procesos fisiológicos.
La cantidad, la composición y el nivel calórico del alimento deben satisfacer plenamente las demandas energéticas y plásticas del organismo, y garantizar la regulación normal de las funciones fisiológicas con la ayuda de sustancias biológicamente activas en dependencia del tipo de deporte, del peso del deportista, del régimen concreto de entrenamiento y de la magnitud de la carga. Si el nivel calórico de la alimentación es inferior al gasto de energía se alarga el período recuperativo, lo que puede conducir al desgaste gradual del organismo. Un nivel calórico superior se relaciona con sobrecarga del organismo, aumento del peso corporal y dificultades digestivas, y con todo esto también se altera el curso normal de los procesos recuperativos.
Resulta no menos importante la composición cualitativa del alimento, la correcta correlación entre sus diferentes componentes, las cualidades gustativas y los medios de preparación del alimento, la racionalidad de la porción alimentaria, y el tiempo receso suficiente entre la ingestión del alimento y la carga física.
La ciencia deportiva ha elaborado tablas orientadoras de los gastos energéticos (ver próximo capítulo) para las diferentes cargas físicas y también sobre el contenido de sustancias nutritivas en los productos alimenticios estándares, lo cual ayuda al entrenador y al médico a solucionar, de manera operativa, la cuestión de la educación del nivel calórico y de la composición del alimento a los gastos energéticos para las cargas concretas de entrenamiento y competitivas.
Para acelerar la recuperación en los ciclos de entrenamiento con grandes cargas y, particularmente, en el período de las competencias es conveniente aumentar el nivel calórico de la alimentación en 5-10% en comparación con las normas aprobadas, y la cantidad de líquido en 0,5-1 l.
En el periodo recuperativo es de particular importancia garantizar la incorporación, junto con el alimento, de la suficiente cantidad de proteínas, como elemento básico de los procesos plásticos en los órganos, tejido y células. Por lo menos el 50-60% de las proteínas contenidas en el alimento deben ser de procedencia animal (carne, pescado, hígado, requesón, queso, leche y otros). En las horas posteriores a la carga es mejor consumir la carne y el pescado en forma hervida, para facilitar la digestión del alimento y la función del intestino.
Estimulan la recuperación los aminoácidos que forman parte de las proteínas, en primer lugar, el ácido glutámico (son ricas en este la proteína de la leche, la avena y el trigo); las lipoproteínas: la metionina (contenida en la proteína, de la leche, la avena, el hígado y la carne de res) y la colina (contenida en gran cantidad en el hígado de res, la lengua, la yema de huevo, la soya, el chícharo, la avena pelada y algunos otros productos vegetales).
Las grasas y los carbohidratos son importantes fuentes de energía, y por eso su cantidad y correlación correctas también son muy importantes para el normal desarrollo de los procesos recuperativos.
Por cuanto una cantidad demasiado grande de grasa en el alimento retarda el vaciado del estómago, la ración de los deportistas en el período recuperativo no debe contener más del 20-25% de grasas y de ellas no menos del 70-80% de procedencia animal. Para prevenir la acumulación excesiva de grasa neutral en el hígado en los primeros dos días subsiguientes a cargas particularmente grandes, son muy importantes los ácidos grasos poli saturados lo cual se logra con el aumento hasta 20-25% de la cantidad de aceite vegetal contenida en la ración, en relación con la cantidad total de grasa, así como mediante el aumento de la ingestión de carbohidratos.
Para aumentar las reservas de glucógeno en el hígado y los músculos, que disminuyen considerablemente durante las grandes cargas físicas, es muy importante en las 24-48 h subsiguientes a la carga enriquecer la dieta del deportista con carbohidratos. Estos deben representar no menos del 60% del nivel calórico diario.
También contribuyen a la recuperación los carbohidratos fácilmente asimilables (por ejemplo, la miel), los vegetales y las frutas frescas cuya proporción en el período, cuando el deportista ejecuta grandes cargas, debe ser por lo menos del 15 al 20% de la ración alimentaria diaria.
Contribuyen a una mayor rapidez en la recuperación del organismo, después de las cargas físicas, también la saturación de éste con sustancias minerales, fundamentalmente calcio, fósforo, sodio, magnesio y hierro. Estas sustancias desempeñan un importante papel en la regulación de los procesos metabólicos en los músculos, el cerebro y el miocardio; en la formación de las enzimas y las vitaminas; en la asimilación por el organismo de las proteínas; en el transporte del oxígeno: el fortalecimiento del tejido óseo; y la regulación de otros importantísimos procesos fisiológicos.
Cuando el deportista ejecuta grandes cargas y la sudoración es profusa, particularmente durante los entrenamientos y competencias en los días calurosos, en el período recuperativo temprano es necesario aumentar la cantidad de sal común en 5-7 g al día. Si el deportista presenta tendencia a espasmos musculares se recomienda emplear tabletas saladas especiales.
En el período recuperativo temprano es muy importante enriquecer el organismo con sustancias de carácter básica: agua mineral, vegetales y frutas frescas. No es menos importante vigilar la preparación y las cualidades gustativas del alimento, la alimentación habitual al deportista, el ambiente agradable durante la ingestión del alimento, todo lo cual contribuye a la mejor digestión y, por consiguiente, a la recuperación del deportista.
Durante el período recuperativo más cercano después de la carga es importante garantizar un alto nivel calórico en un volumen relativamente pequeño de alimento. Para lograr una recuperación más rápida del balance acuoso salino, prevenir la deshidratación en los casos de sudoración profusa y aligerar la digestión en las horas subsiguientes a los entrenamientos y las competencias, tiene ventajas el alimento semilíquido fácilmente asimilable, como son las sopas, los jugos, las compotas y el agua mineral.
Contribuyen a normalizar la microflora del intestino los productos lácteos acidificados y las naranjas. Los productos de difícil asimilación y en forma de engrudo (carne frita, todos los tipos de jaleas y gelatinas, el arroz y otros) deben excluirse de la dieta.
El alimento se debe ingerir tres o cuatro veces al día y no antes de 1,5-2 h después del entrenamiento o la competencia. Mientras mayor sea el contenido de grasa en la ración, mayor debe ser el tiempo comprendido entre la carga y la ingestión del alimento.
En el problema de la recuperación un importante papel desempeñan las vitaminas y los factores complementarios de la alimentación. Los enormes gastos energéticos de las actuales cargas de entrenamiento y competitivas, especialmente en las competencias de distancias largas y superlargas, los recorridos de varios días, los días de varias arrancadas, etc., crean dificultades considerables durante la elaboración de las raciones alimentarias.
Muchas de las sustancias biológicamente valiosas se encuentran en los productos alimenticios en pequeñas cantidades. Para garantizar al organismo la norma de estas sustancias se requiere de grandes volúmenes de determinados productos alimenticios, lo cual dificulta, en gran medida, la digestión y en la práctica resulta irrealizable.
En estas condiciones es particularmente difícil satisfacer las necesidades del organismo en vitaminas, sustancias minerales y algunos aminoácidos. Además, el contenido de muchas sustancias necesarias para la recuperación normal se reduce considerablemente durante la conservación y preparación de los alimentos, como resultado de lo cual en el alimento preparado su cantidad es muy inferior que en los productos crudos. Todo esto condiciona la necesidad de utilizar, en el período recuperativo, productos alimenticios complementarios, en los cuales las sustancias necesarias al organismo (en primer lugar vitaminas, sustancias minerales y algunas proteínas y carbohidratos) se concentran en pequeños volúmenes.
Las vitaminas participan en los procesos metabólicos, en la síntesis de las proteínas y del creatinfosfato, intensifican la actividad de los sistemas fermentativos, estimulan los procesos de oxidación, aumentan la estabilidad del organismo ante la hipoxia, contribuyen a mejorar la utilización del oxígeno por los tejidos y por todo esto son sumamente importantes para el normal desarrollo de los procesos recuperativos en el organismo.
A causa del gran consumo de vitaminas durante las grandes cargas físicas y las competencias, en el organismo de los deportistas con frecuencia se observa deficiencias de estas (principalmente en las vitaminas C, E y del grupo B), lo que influye de manera negativa en el desarrollo de los procesos recuperativos y en la capacidad de trabajo.
La restitución de las reservas vitamínicas mediante los productos alimenticios es difícil, particularmente en el período de invierno-primavera, cuando el contenido de vitaminas en dichos productos se reduce considerablemente. Por eso, la vitaminación activa (mediante el aumento del contenido de vitaminas en el alimento durante los períodos de cargas especialmente grandes y en la época invierno-primavera, con el uso de preparados especiales) es uno de los aspectos básicos en la dirección de los procesos recuperativos. Pero, en este caso, es necesario considerar que el empleo constante, durante todo el año, de las vitaminas no es conveniente e incluso resulta perjudicial. La sobresaturación del organismo con vitaminas, su incorporación excesiva, al igual que la alteración de su normal correlación, obstaculiza la asimilación, sobrecargan al sistema excretor y, a veces, también pueden ejercer un efecto tóxico.
Por lo cual resulta preferible el empleo de preparados vitamínicos integrales, en los cuales se encuentran en óptima correlación todas las vitaminas necesarias al organismo. La dosis diaria normal de estos preparados satisface totalmente la necesidad del organismo en los períodos de competencias y entrenamientos tensos. La mayor efectividad se obtiene al emplearlos durante 2-3 semanas, preferentemente en el período de invierno-primavera, en los períodos de incremento de la carga y de competencias tensas, durante los entrenamientos y las competencias en condiciones desacostumbradas del medio, etc. Su dosis no debe superar la mitad de la necesidad diaria. Después de competencias tensas, en la misma meta o antes de la próxima ingestión de alimentos, puede recurrirse a una dosis complementaria de vitaminas, o sea 1-2 tabletas del preparado integral.
Para acelerar la recuperación, en especial, durante los entrenamientos de dos sesiones al día, en los recorridos de varios días, en los ciclos más importantes del entrenamiento, y para la restitución urgente de los recursos plásticos y energéticos del organismo, también se emplean preparados alimenticios especiales fácilmente asimilables, donde se encuentra balanceados los factores insustituibles de la alimentación y que poseen elevada actividad anabólica, o sea, preparados proteicos concentrados que contienen una mezcla de aminoácidos esenciales, o preparados integrales con adición de la cantidad necesaria de carbohidratos, sales minerales, microelementos y vitaminas.
Para la restitución perentoria de las reservas de carbohidratos del organismo después de cargas fuertes prolongadas, directamente en la meta, o durante el desarrollo del entrenamiento o la competencia (carrera de maratón ciclismo, carrera en esquís de 30 y 50 km y otras), se emplea la glucosa, la solución de azúcar invertido, el té endulzado, los jugos de frutas y las mezclas especiales que contienen, en pequeños volúmenes y en forma líquida, los componentes necesarios al organismo del deportista.
Actualmente, la medicina deportiva dispone de una enorme cantidad de mezclas y preparados nutritivos. La ciencia de la alimentación y la industria alimentaria de muchos países del mundo proponen una cantidad cada vez mayor de preparados nuevos. Sin embargo, el entrenador siempre debe recordar que la elección del preparado, su dosificación y la táctica de su empleo en cada caso concreto debe determinarse por el médico, según las tareas y el período de la preparación, el carácter y el grado de tensión de la carga, el estado del deportista, la existencia del preparado y su efectividad en las distintas condiciones. Cualesquiera de los productos complementarios alimenticios puede ser empleado solo bajo la condición de la total certeza de su necesidad e inocuidad.
Se debe prestar atención a la dosificación y la racional combinación de los diferentes componentes, así como a la composición en cada uno de ellos, con el objetivo de evitar que el deportista se habitúe a ellos, y se produzca la reducción de su efectividad y su posible influencia desfavorable sobre la capacidad de trabajo y la salud del deportista.
También contribuyen a la aceleración de la recuperación algunos medios farmacológicos.
Desde la antigüedad los medicamentos se emplean en la medicina para la terapia y la rehabilitación del hombre enfermo. Aunque en los últimos años estos también se han comenzado a utilizar para aumentar la estabilidad del organismo sano en condiciones extremas.
El empleo de compuestos biológicamente activos de poca toxicidad está, desde el punto de vista fisiológico, justificado para el control de los importantes sistemas del organismo durante las cargas físicas, para lograr la recuperación y la restitución activa de los recursos plásticos y energéticos consumidos durante las grandes cargas fisicas, y para la regulación del equilibrio de los procesos nerviosos con el propósito de prevenir la sobretensión en la próxima carga. Este uso no tiene nada en común con la estimulación del organismo, es decir, el empleo de doping con el objetivo de movilizar al máximo sus reservas funcionales durante las cargas físicas y lograr de este modo el incremento artificial de la capacidad de trabajo. La utilización del doping conduce al agotamiento de las reservas fisiológicas del organismo y daña la salud.
Para el control de los procesos de recuperación se utilizan, fundamentalmente, sustancias que participan en los procesos metabólicos naturales del organismo y contribuyen a la economía del metabolismo y a una mayor eficiencia en la liquidación de los llamados "cuellos de botella" del metabolismo (por ejemplo, a la utilización y la más rápida excreción de algunos productos del metabolismo que se forman durante el trabajo), en la recuperación del equilibrio de los procesos nerviosos, a una mejor utilización del oxígeno por los tejidos y a una rápida eliminación de la sensación de cansancio.
Estos medios para su estudio se pueden dividir en los siguientes grupos principales:
a) Preparados de acción plástica que intensifican la síntesis de las proteínas y la recuperación de la célula, y mejoran el desarrollo de los procesos bioquímicos. De esta manera, los preparados de este grupo tienen particular significación en la prevención de la sobretensión física. Pueden servir de ejemplo de los preparados de este grupo, que actualmente se emplean en el deporte, el orotato de potasio, la inosina, la carnitina y otros. En este grupo se incluyen los preparados protéicos integrales que se utilizan en forma de adiciones alimenticias.
b) Preparados de acción energética que contribuyen e una pronta restitución de la energía biológica gastada durante las grandes cargas físicas, a la recuperación del normal metabolismo de la célula, la intensificación de la actividad de los sistemas fermentativos y el aumento de la estabilidad del organismo ante la hipoxia. Ejemplos de los preparados de este grupo son la panangina, el ácido glutámico, el glicerofosfato de calcio, la lecitina y otros.
c) Los preparados llamados adaptógenos, o sea, sustancias de acción general que tonifican el organismo, aumentan su estabilidad a las condiciones extremas (grandes cargas físicas, hipoxia, variación brusca de las condiciones climáticas y otros). Estos son además de las vitaminas, fundamentalmente algunas sustancias de origen vegetal.
d) Sustancias que regulan la normal correlación entre los procesos de excitación e inhibición del SNC, incrementan la movilidad de los procesos nerviosos, mejoran el metabolismo, normalizan el sueño después de las cargas físicas y estimulan las emociones positivas, y com esto contribuyen a eliminar la sensación de cansancio; así como a ayudar a recuperar lo mas rápido posible el organismo frente a la acción de irritadores fuertes.
e) Preparados que estimulan la hematopoyesis empleados preferentemente durante
los entrenamientos y en condiciones difíciles del medio, y por indicación médica de
acuerdo con el cuadro correspondiente de la sangre.
f) Preparados empleados en forma de fricciones oleosas y líquidas para actuar sobre el sistema muscular del deportista, fundamentalmente, como complemento del masaje recuperativo. Ellos contribuyen a la recuperación del metabolismo normal en los músculos, al mejoramiento en ellos de la circulación sanguínea y linfática, al relajamiento de la musculatura esquelética, al aumento de la elasticidad de los músculos y de las formaciones cápsulo-ligamentosas, a la excreción de los productos del metabolismo, a la recuperación del tono normal de los músculos, y a la eliminación de las sensaciones de pesadez y dolorosas que con frecuencia tienen lugar después de grandes cargas físicas. Los preparados de este grupo tienen gran significación para la más rápida recuperación del aparato neuromuscular de los deportistas y la prevención de traumas.
Es necesario que el entrenador siempre recuerde que la acción de cualquier medio farmacológico sobre el organismo del deportista es estrictamente individual, y, por eso, este medio puede emplearse solo bajo prescripción médica y siempre requiere de determinado cuidado. En estos casos es necesario considerar lo siguiente:
1) Los medios farmacológicos pueden emplearse solamente en estricta correspondencia con el estado de salud y las particularidades individuales de cada deportista, así como sobre la base de su sensibilidad al preparado considerando el régimen y el período de entrenamiento, el carácter, el volumen y la intensidad de la carga ejecutada, el grado de fatiga que esta ocasiona; la edad; la calificación y el nivel de entrenamiento del deportista. Aquí cualquier tipo de patrón no solo es impermisible, sino también peligroso.
2) No está permitido el empleo prolongado, y menos aún sistemático, de los medios farmacológicos. Estos medios facilitan la adaptación a las cargas lo que conduce a la reducción de su efecto sobre el organismo. Además, también es necesario considerar que puede crear hábito el constante empleo de determinados medicamentos, lo cual reduce el efecto de los mismos. Por eso, los preparados recuperados se emplean mediante determinados tratamientos, fundamentalmente, en los períodos de las competencias y los entrenamientos mas difíciles, cuando el deportista se somete a volúmenes de cargas mayores o a nuevas y complejas tareas motoras, en los casos de empeoramiento de la soportabilidad de las cargas por parte de los deportistas, de manifestación de síntomas de sobretensión y otros.
3) Es necesario prohibir de manera categórica el empleo de preparados que no hayan sido sometidos a una comprobación previa experimental y clínica suficiente, que no tengan indicaciones claras y precisas, así como contraindicaciones y una táctica elaborada para su aplicación. La utilización del preparado solamente es posible bajo la total certeza de su efectividad, su reducida toxicidad e inocuidad y con la autorización del médico para su aplicación a personas sanas.
4) Es necesario la certeza de que el preparado empleado para acelerar la recuperación no se encuentra entre las sustancias tipo doping prohibidas.
5) Se prohíbe categóricamente el empleo por cuenta propia de los medios farmacológicos por los entrenadores y los deportistas sin prescripción médica, lo que en caso de ocurrir se debe entrar a depurar la responsabilidad del culpable.
6) Requiere un cuidado especial el empleo de los medios farmacológicos en el entrenamiento de los jóvenes deportistas en los cuales no han culminado el crecimiento y la formación del organismo.
La utilización de los medios farmacológicos para la terapia y rehabilitación de los deportistas en los casos de traumas, enfermedades, sobretensión y otras alteraciones del organismo, se basa en las disposiciones generales de las ciencias médicas teniendo en cuenta el carácter, el período y el grado de gravedad de la enfermedad o el trauma y las particularidades individuales del deportista, y solamente pueden ser prescritos por el médico.
Los medios farmacológicos utilizados pueden ser divididos en dos grupos principales. El primero abarca los medios específicos para la terapia de determinada enfermedad, dirigidos a la mas rápida liquidación de sus síntomas y a la recuperación de la función afectada. Los preparados que se incluyen en este grupo son variados. En cada caso particular su elección está condicionada por el carácter, el período de la enfermedad y las particularidades individuales del enfermo o del deportista que ha sufrido el trauma.
El segundo grupo incluye los medios de acción general, dirigidos a incrementar la estabilidad no específica y la resistencia del organismo, a normalizar los procesos metabólicos, a restituir los recursos plásticos y energéticos del organismo, a lograr el balance vitamínico, que contribuye a recuperar con la mayor brevedad posible la actividad vital normal y las posibilidades funcionales reducidas como resultado de la enfermedad o del trauma. Los preparados de este grupo ejercen un efecto favorable sobre el organismo del deportista que ha sufrido enfermedades o traumas, ya que le permiten en un tiempo mas breve reanudar el proceso de entrenemiento. El segundo grupo abarca, fundamentalmente, las vitaminas, los medios protéicos y estimulantes de la hematopoyesis, los adaptógenos y otros preparados de acción general. En la mayoría de los casos se emplean en conjunto con otros medios de rehabilitación: regímenes general y motor adecuados, alimentación racional, factores físicos y otros factores.
Extraido del libro de medicina deportiva del Dr. Ramón Alonso López página de la 92 a la 122 en soporte digital.
Guía de estudio número 16:
1. En cuanto a los medios de recuperación de atletas podemos afirmar que:
¨Los procesos de recuperativos son entrenables¨.
¿Qué interpretación usted puede dar de la expresión anterior?. Explique brevemente.
2. ¿Por qué se puede afirmar que los medios recuperativos pueden tener caracter sistemático?. Argumente su respuesta.
3. Los medios principales de recuperación se dividen en tres grandes grupos.
3.1 Mencione los mismos.
3.2 Explique ¿Cómo se aplica cada uno de los medios que mencionaste anteriormente?
4. Dada las siguientes afirmaciones.
¨La combinación y la selección correcta de los medios empleados están condicionados por el tipo de deporte, el periodo de los entrenamientos, el grado de fatiga, y muchos otros factores.
De acuerdo con las afirmaciones planteadas en el párrafo anterior acerca de los medios de recuperación de los deportistas. Haga una interpretación en forma de resumen de aproximadamente 250 palabras mediante que métodos debe planificarse la recuperación de los atletas. Ponga ejemplos de distintos deportes.
5. En la literatura deportiva se plantea que ¨El desarrollo de los procesos recuperativos se caracteriza por recuperar las funciones metabólicas y vegetativas.
De acuerdo a lo expresado anteriormente. ¿Qué otros aspectos hay que tener en cuenta para la recuperación de los atletas.
6. Después de pasada una competencia fuerte un entrenador X va a empezar el proceso de recuperación de sus atletas.
6.1 ¿Qué debe tener presente el entrenador a la hora de seleccionar los medios de recuperación? Argumente su respuesta mediante ejemplos.
7. Durante el proceso de la recuperación de un atleta se incluye el plan de preparación general deportiva.
7.1 Explique las formas básicas organizativas de la realización de las medidas recuperativas.
7.2 ¿Por qué es importante realizar el control objetivo del desarrollo de la recuperación?. Explique detalladamente su respuesta.
8. Existen medios físicos de recuperación.
8.1 Mencione estos medios y explique brevemente en que consiste su acción terapéutica y recuperativa.
9. La alimentación, vitaminación, y algunos medios farmacológicos de recuperación, etc se emplean durante el entrenamiento deportivo.
9.1 Explique la importancia que tienen estos 3 aspectos anteriormente expuesto para el proceso de recuperación de los atletas, ilustre al menos con 4 ejemplos.
Autor:
Guillermo López Gonzalez
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