Tras las huellas del pensamiento complejo: fundamentos de la nueva educación (página 2)
Enviado por Marcelino González Maitland
Dentro de la Teoría Cualitativa de las Ecuaciones Diferenciales se trata el tema de las funciones, y soluciones, casi-periódicas (ver González M. 1979). En esta temática resulta importante destacar tres aspectos fundamentales:
El concepto de función casi-periódica surge por dos motivos fundamentales: Primero por las insuficiencias matemáticas del conjunto de las funciones periódicas, al no ser un conjunto cerrado ni siquiera con respecto a la suma. Segundo porque los procesos y fenómenos reales están lejos de comportarse con la exactitud de las funciones periódicas, por lo que para obtener modelos matemáticos más flexibles y precisos que describan la realidad, se hizo necesario introducir a la noción de funciones casi-periódicas.
Los movimientos casi-periódicos son los grandes "depredadores del movimiento" o sea que los demás tipos de movimiento a la larga son atraídos por éstos, de ahí que se les conozca también como atractores o ciclos límites. Esto sustenta y justifica, además, el hecho de que mayoría de los fenómenos y eventos que ocurren en la naturaleza sean de carácter cíclico o casi-periódico.
La casi-periodicidad significa que a la mayoría de los procesos y fenómenos reales les son inherentes dos aspectos excluyentes entre sí: Por un lado hay algo propio del objeto que permanentemente se repite. Pero por otro lado nunca el proceso se repite de la misma forma, siempre hay algo irrepetible que lo distingue. "Todo en la vida es cíclico, pero. nadie se baña dos veces en el mismo río"
El estudio del cerebro, a través de la actividad del hemisferio izquierdo (con una orientación hacia lo que se repite, hacia lo lógico y lo cuantitativo) y derecho (orientado hacia lo emergente, hacia lo intuitivo y lo cualitativo), indica que se hace necesario considerar la contradicción dialéctica que se da entre lógica e intuición, entre ciencia y arte, tanto en el sentido social, como en el individual. Teniendo en cuenta que tanto ciencia, como arte permiten al hombre conocer a la realidad que lo rodea, queda sin cobertura la necesidad humana, y de todo sistema viviente, de tomar decisiones, de transformar y cambiar tanto al contexto, como a sí mismos. Es por ello que se arriba a la conclusión de considerar a la técnica como elemento dinamizador de la contradicción ciencia – arte. De esta manera se corrobora el principio moriniano de la "Unidad en la Diversidad" como vía para acceder al pensamiento complejo, pero esta vez a través de la síntesis de Ciencia, Arte y Técnica; y no mediante una síntesis interna de la ciencia.
Los aportes de la filosofía al estudio de la conciencia han revelado al menos nueve de sus formas de existencia: La ciencia, el arte, la técnica, la política, la moral, la economía, la religión, la filosofía y la justicia constituyen formas de existencia de la conciencia, tanto social, como individual. Aunque es de destacar que sus formas básicas son ciencia, arte y técnica dado, que a través de éstas se construyen todas las demás. Desde esta perspectiva adquiere una nueva dimensión el principio moriniano de "la unidad en la diversidad", pues en esta ocasión la diversidad abarcaría a todas y cada una de las formas de la conciencia, si se pretende describir, comprender y tomar decisiones acertadas acerca del comportamiento del hombre y de los sistemas en general, al menos desde la perspectiva de la cultura humana.
El principio de la "Unidad en la Diversidad" advierte sobre agudas deficiencias del proceso educativo como está concebido actualmente, lo que implica que no sólo se deba hablar de una "reforma profunda de la educación", sino de una "revolución en la educación"
Entre las propuestas que se defienden en este trabajo se debe destacar que:
El contenido del proceso educativo deberá diversificarse, por lo que ha de estar constituido por la cultura en lugar de los conocimientos,
el método inherente al proceso educativo deberá diversificarse al incluir y considerar a los métodos tanto de la técnica, como del arte, en lugar del puro método propio de la ciencia.
Y finalmente, el objetivo deberá también ser diversificado e ir, metodológicamente, más allá de la instrucción, para llegar hasta la ansiada meta de la educación.
Si en un proceso, en este caso el proceso educativo, se transforma al contenido, el objetivo y el método, entonces se está en presencia de una revolución y no una simple reforma. Describir los fundamentos de esta revolución en la educación es el objetivo de esta obra.
Ciencia, Arte y Técnica
La conciencia cuenta, al menos, con tres capacidades básicas esenciales:
La abstracción, que adquiere concreción a través de los conceptos,
La abducción manifiesta a través de las imágenes artísticas,
La síntesis apreciable en el ingenio.
En cualquier acto perceptivo están presentes en mayor o menor medida estos tres componentes de la conciencia. La construcción perceptiva que privilegia al binomio "abstracción – concepto" deviene en lo que hoy se conoce como Ciencia. La dimensión perceptiva protagonizada por el dúo "abducción – imagen artística" induce al Arte, en tanto que la preponderancia del binomio "síntesis – ingenio" genera a lo que hoy se conoce como Técnica. Ninguno de los dominios referidos es "puro" por lo que, en principio, no se puede establecer una línea demarcadora entre ellos, como se ha intentado a lo largo del último milenio de vida de la humanidad.
Ciencia, Arte y técnica son formas básicas de la estructuración de la conciencia irreductibles la una a las otras. Las demás construcciones perceptivas que componen la conciencia, y que además son formas de su existencia, entiéndase: religión, filosofía, moral, justicia, economía y política, se cimientan y construyen sobre la base de las más diversas combinaciones creativas de las tres capacidades básicas, a saber: ciencia, arte y técnica.
Formas básicas de la conciencia. | ||||||
Ciencia | Arte | Técnica | ||||
Célula básica | Concepto: conjunto de Rasgos esenciales de un objeto | Imagen artística: Coherencia atribuida por la conciencia. | Ingenio: Síntesis de cualidades de diferentes objetos para obtener un efecto deseado | |||
Resultado | Necesario | Probable | Concebido | |||
Veracidad | Coherencia lógica | Eficacia, eficiencia. | ||||
Operación | Analizar- deducir | Abducir | Sintetizar | |||
Procesador | Hemisferio izquierdo | Hemisferio derecho | Pensamiento crítico | |||
Método | Lógica | Estética – ética | Cibernética de 2o orden | |||
Cognición | Objeto | Sujeto | Sistema | |||
Percepción | Lo que se repite y es común a múltiples eventos. | Lo distintivo de cada evento y que dota a éste de identidad. | Lo que es posible lograr, cualidades que pueden ser obtenidas a partir de las existentes. |
Difícilmente se pueda justificar que alguna de estas formas básicas de la conciencia sea superior o más importante que las restantes. Es importante reconocer, además, la diferencia existente entre la forma de conciencia llamada "ciencia" y el feudo de conocimientos bautizado bajo ese mismo nombre.
La paradoja "todo se repite, y a la vez nada se repite" y la necesidad de transformar y adecuarse a las cambiantes condiciones contextuales obligó al cerebro a estratificarse en dos hemisferios funcionalmente asimétricos. Uno de ellos, el hemisferio izquierdo, capaz de percibir lo que se repite, de ignorar las diferencias y por consiguiente abstracto y conceptual. El otro incapaz de ignorar los detalles, orientándose a la identificación de los objetos, y muy capacitado para denotar lo cambiante, descubriendo su coherencia a través de procesos abductivos e imágenes artísticas. El percibir el mundo por una vía y/u otra, no es suficiente, pues hay que transformar a éste y autotransformarse para adecuarse a él, ser eficientes y obtener los fines deseados. Para ello se hace necesario considerar las percepciones proveídas por ambos hemisferios sobre el contexto y sobre sí mismos, haciendo combinaciones ingeniosas de las propiedades del universo de objetos al alcance para satisfacer las necesidades adaptativas de cada sistema.
Cada hombre tiene su propia percepción de lo regular, de lo que se repite cíclicamente, cuenta con una diversidad de conceptos producto de sus propias abstracciones, que conforman lo que se puede llamar su ciencia particular, su "ciencia propia". De igual manera a cada hombre le es inherente un "arte propio" y una "técnica también propia".
Es de destacar que cuando el hombre se integra en sistemas culturales se fraguan estructuras propias de las percepciones científicas, artísticas y técnicas propias de los hombres que conforman dicho sistema cultural, surgiendo así las estructuras científicas, artísticas y técnicas que caracterizan e identifican a las diferentes culturas.
Ciencia, arte y técnica no son patrimonio exclusivo de científicos, artistas e ingenieros respectivamente, sino que son componentes esenciales de la conciencia de cada hombre, reflejadas en la actividad permanente de sus hemisferios cerebrales.
La educación como proceso debe ser reorientada, no se trata de llenar a los alumnos de concepciones ortodoxas propias de las culturas comunitarias y/o dominantes. Hay que operar sobre las concepciones científicas, artísticas y técnicas de cada estudiante, aceptando definitivamente su diversidad cultural. De ahí las posiciones constructivistas y la, tan hoy en boga, "Escuela Integradora o de la Diversidad Cultural" Por igual sendero transita la concepción de "las inteligencias múltiples", etc., etc., etc.
La ciencia, arte y técnica objetos del proceso educativo no deben venir de arriba, deben emerger del mismo seno del proceso, venir de abajo como ocurre con los demás componentes del proceso educativo, cuya planificación se da por derivación, en tanto que el proceso real se da por integración.
Cada maestro, en el ejercicio de su profesión, se enfrenta a los más disímiles problemas. A través de la resolución de los mismos, el maestro va creando la percepción científica, artística y técnica de la docencia que conforma su experiencia, ingrediente fundamental de la maestría pedagógica que exhiben muchos maestros.
La comunidad de maestros genera así una experiencia sistematizada, un tanto objetiva al ser compartida por la comunidad, un tanto verificable a partir de la eficacia manifiesta en la solución a los problemas resueltos, dando como resultado algo muy parecido a una ciencia de la educación. No obstante, sobre esta perspectiva surge espontáneamente el conflicto de estudiar, a través de métodos científicos, y por consiguiente objetivos y verificables, a un proceso tan subjetivo e inconmensurable como lo es el proceso educativo.
Lamentablemente el arte y la técnica no han contado con los mismos privilegios de la ciencia en la educación. Si se pudieran sistematizar los resultados aportados a través de la abducción – imagen artística y/o por la síntesis – ingenio de la comunidad educativa, considerando su más o menos objetividad, desarrollo armónico, percepción ético-estética, eficiencia y eficacia, se obtendría finalmente un arte y una técnica propias de la educación.
Lamentablemente no existe una ortodoxia del arte y de la técnica, pero incluso si existiera, nadie que "ame" a la educación estaría interesado en "devaluarla" mostrando su carácter artístico y/o técnico en una sociedad que sólo venera al conocimiento científico ortodoxo.
El legado aristotélico del que es depositaria la civilización occidental ha eclipsado a los no menos importantes aportes de Platón, quién abogó, a través de sus "Diálogos Platónicos" por un equilibrio entre las diversas formas de la conciencia, en lugar de una absolutización del pensamiento lógico-científico. El pensamiento sencillo, en oposición al pensamiento sistémico-complejo, tuvo sus inicios en las posiciones aristotélicas. Uno de los grandes aportes de pensamiento sistémico en lo general y del pensador Edgar Morín en lo particular, radica en rescatar y redescubrir la verdadera naturaleza del pensamiento humano.
Es oportuno considerar el camino que indica la naturaleza para salir de una situación tan compleja como la relación ciencia – arte – técnica. Como se puede observar en la estructura del cerebro, no se trata de separar al conocimiento producido por el hemisferio izquierdo (supuestamente verdadero) del generado por el hemisferio derecho (supuestamente falso o pseudo-científico). Se trata de buscar una percepción integral, holística exenta de cualquier acto de segregación.
Existe una marcada diferencia entre encontrar soluciones a un problema y resolverlo, puede ocurrir, y de hecho ocurre, que la solución lógico-científica a un determinado problema, se contraponga a las concepciones religiosas de la comunidad en que se da dicho problema, lo mismo puede ocurrir con la moral, economía, justicia o cualquier otra forma de la conciencia. El camino que ha de llevar al hombre a soluciones reales a los problemas que lo aquejan, tendrá que lograrse a través de la perspectiva que ofrece el "pensamiento complejo" como integración de todas las formas de la conciencia.
Las soluciones a los problemas reales que afectan al hombre y a la humanidad son; ante todo; soluciones, y por consiguientes verdades, culturales. Es una utopía seguir enfocándose hacia la búsqueda de soluciones puramente objetivas en lo individual o aculturales en lo social.
1.1 LA PERCEPCIÓN.
Percepción es reflejo en la conciencia de los objetos y fenómenos sometidos a la observación. Es un producto de la conciencia en su interacción con la realidad. La dinamización de su desarrollo es impulsada por la contradicción entre realidad objetiva y realidad subjetiva, que apunta directamente a ¿cuán coincidente es la una con la otra?
La percepción se realiza a través de imágenes artísticas, las cuales dotan de coherencia al reflejo en la conciencia de los objetos sometidos a observación. Las imágenes artísticas, tal como sugiere la creación de que ha sido objeto el ser humano, pueden adoptar las siguientes vías:
coherencia lógica (propia del modo "I", hemisferio izquierdo: coherencia con relación a conceptos, juicios, razonamientos, leyes, teorías y paradigmas preexistentes),
coherencia artística (propia del modo "D", hemisferio derecho: coherencia sobre la base de la estética, la armonía y toda percepción global del objeto que incluye a la imaginación, la fantasía, la intuición, etc.) y
coherencia cibernética (propia de la contradicción dialéctica modo "D" – modo "I": coherencia sobre la base de la acción transformadora sobre el medio, otros sujetos y sobre sí mismo, esta incluye a la relación entre señal de entrada y señal de salida)
A través de la percepción se puede ir desde un reflejo deformado de la realidad, hasta el descubrimiento de aspectos y dimensiones no perceptibles por otras vías cognitivas. La triangulación: lógica – arte – cibernética disminuye el riesgo de deformaciones en el reflejo que se ofrece a través de la percepción.
Ciencia-arte-técnica en la educación
Existe una opinión bastante generalizada en la comunidad educativa, y más allá de ésta, tendiente a considerar que tanto la didáctica, como la pedagogía y/o toda disciplina "seria" que se ocupe del estudio de la educación, han de tener un carácter científico. Esta perspectiva no es de asombrar, pues vivimos en una civilización en que predomina una peligrosa tendencia hacia el racionalismo, con la consecuente marginación y discriminación a perspectivas tan importantes como las relacionadas con la técnica y con el arte, las transformaciones y los sentimientos.
La abstracción, validación y objetividad son entre otras, características que dan identidad al conocimiento científico. Pero no todo es "color de rosa" cuando se aborda el complejísimo problema de la educación: la abstracción por su parte, lleva al investigador con extraordinaria frecuencia a resultados reduccionistas peligrosamente alejados de las realidades educativas, al no considerar aspectos que resultan ser medulares en cualquier descripción aceptable del proceso.
La verificación de los resultados obtenidos, en la actualidad devenida en "validación" dados los agudos problemas filosóficos que gravitan alrededor de la categoría "verdad" incluso para las ciencias fácticas o experimentales, asume un elevadísimo reto al tratar de temas relacionados con la educación, dado su carácter complejo, bajo un absoluto predominio de la incertidumbre, la no linealidad, la irreversibilidad y la no repetitibilidad de los fenómenos y procesos propios de la educación.
La objetividad (independencia de los elementos subjetivos) tan preciada por la construcción del conocimiento científico, induce un proceso recurrente de deshumanización de todo cuanto sabe el hombre. En dicho proceso se puede observar cómo conocimientos que surgieron en los más disímiles contextos, con determinadas creencias religiosas, bajo la égida de reglas morales, estructuras económicas, concepciones filosóficas, luchas políticas, desarrollo tecnológico y percepciones artísticas muy específicas. Son despojados de este influjo subjetivo tan propio del ser humano, en aras de la objetividad. La interrogante que surge de forma espontánea y natural es: ¿cómo educar al hombre, cómo transformar sus sentimientos y hacerlo depositario de los más preciados valores humanos, desde una perspectiva despojada de todo aquello que dignifica, ennoblece e identifica al hombre?
El arte de la educación
La toma de decisiones que realiza el hombre en condiciones de incertidumbre, indeterminación o infinitud no puede ser sustentada a través de estructuras o métodos lógicos, pues los resultados a que estos arriban deberán ser precisos, exactos y necesarios. Estas circunstancias privan al modo "I" (modo de procesar la información el hemisferio izquierdo) de la capacidad para participar de forma determinante en la toma de decisiones, pues la vida raramente brinda la posibilidad de que éstas se realicen en condiciones de total información, certidumbre y/o inusual certeza. Sobre el modo "D" (hemisferio derecho) recae pues, la gran responsabilidad de tomar las decisiones que haga que el sistema se preserve, desarrolle y difunda sostenida y permanentemente.
Si bien en la lógica clásica se entiende por "inducción" al método que permite pasar de lo particular a lo general, y como "deducción" al proceso contrario. En la lógica moderna se entiende como "inducción" a aquellos métodos que arrojan resultados probables, en tanto que la deducción representa a aquellos métodos que dan como resultado eventos necesarios. Es evidente que la inducción sigue siendo, en la lógica moderna, atributo predominante del modo "D", en tanto que la deducción es distintiva del modo "I".
Toda decisión parte de un hecho o información que actúa como señal de entrada (por lo general encubierta por algún problema), un proceso de procesamiento de esa señal de entrada que implica una predisposición o vivencia que involucra a una complicada red de enlaces inversos (experiencia previa y Bucles de Retroalimentación según Morín) tanto positivos como negativos y finalmente un comportamiento o señal de salida. De manera que a toda decisión le es inherente: un problema, una predisposición o vivencia y un comportamiento, todo bajo la égida flexible del modo "D"
Ante un determinado problema, existen infinitud de posibles comportamientos de los cuales sólo un número reducido permite dar solución al problema planteado, la probabilidad de que se llegue a esta solución por vía de prueba y error es nula, de manera que sólo mediante la aplicación de inteligencia le es posible a cada sistema, el encontrar las soluciones a sus problemas. Pero, como ya habíamos visto con anterioridad, al modo "I", en principio, le es imposible mediar con lo indeterminado, lo infinito o con la incertidumbre, de manera que ese acto de inteligencia, necesario para dar solución a la enorme mayoría de los problemas que se anteponen en nuestro camino, será necesariamente resultado de la actividad preponderante del modo "D".
Todo cuanto observamos en la vida se nos presenta como un conjunto infinito y/o indeterminado de hechos separados que cuentan con una enorme multiplicidad de posibles sentidos, tendencias, interpretaciones, etc. La imagen artística (estructura funcional básica del modo "D") es el vehículo que nos permite imprimir coherencia a tales observaciones.
La imagen artística da como resultado un reflejo o modelo de los disímiles objetos y fenómenos sometidos a observación, atribuyéndole el sentido, la coherencia e incluso la esencialidad que tal vez no tengan. La relación fenomenológica que se establece entre el reflejo producto de la imagen artística y los objetos sometidos a la observación es percibida por el hombre como "una analogía de apariencias".
Podría decirse que para el hombre toda posibilidad de encontrar coherencia en los hechos observables se presenta como una apariencia, lo que puede considerarse natural, si se tiene en cuenta que su vehículo de reflejo es la imagen artística. La apariencia manifiesta como imagen artística implica una operación de identificación de semejanzas y diferencia con respecto a lo que se puede ver, pensar o imaginar.
La imagen artística refleja al objeto a través de una, o varias cualidades, comunes entre imagen y objeto. Los objetos cuentan con infinidad de cualidades, algunas de ellas son elegidas por nuestra conciencia para representar o modelar al objeto, conformándose así la imagen artística.
La imagen artística revela una existencia anterior (describe o incluye lo observado), una existencia como posibilidad (capacidad de predicción), en la medida en que es precedida por su existencia en la mente de su creador. Pero es una posibilidad que cobra vida independiente por ser abrazada por la colectividad, que en cuanto imagen resulta autónoma, en cuanto potencialmente posible.
El científico utiliza la imagen artística como vehículo para calar en los objetos sometidos a la observación, percibiendo nuevas cualidades que a su vez le remiten a nuevas imágenes, las cuales a su vez le permiten revelar nuevas regularidades, leyes, teorías y paradigmas.
La imagen artística es, efectivamente, un constructo puramente virtual. Su importancia en el arte reside en el hecho de que no se orienta hacia la búsqueda de propiedades tangibles de los objetos, sino que a través de ella se revela pasado, presente y futuro del hecho que le da origen a la misma incursionándose en su especificidad multisémica.
Toda obra científica denota una analogía con la propia construcción heurística que deviene de la visión e intencionalidad del científico. Es como si sobre toda indeterminación posible, esta "analogía de apariencias" permitiera determinar elementos potencialmente significativos. En esta última afirmación se torna redundante el hecho de que las analogías y apariencias a que se ha hecho referencia, ya de hecho contienen aquello que a juicio y percepción del investigador resulta significativo.
Todos los objetos de la naturaleza tienen cualidades comunes y cualidades que los diferencian, es sólo respecto a nuestros sentidos y necesidades que una semejanza cuenta más que otra. La imagen artística representa la aprehensión de un sentido cuya naturaleza es constantemente recreada, ya sea en la realización de la obra o en su apreciación. En términos cognitivos el hecho artístico sólo es posible como inferencia abductiva y sólo puede dirigirse para aquello que se identifica como vivencia.
Resulta posible una experiencia racional del arte y una experiencia sensible de la razón, pero también una experiencia que puede en cualquier circunstancia conservar su aspecto primigenio y creativo, base de todo posible conocimiento.
Según Peirce el proceso analógico como producto básicamente sensible es fundamental para producir descubrimientos, la analogía como operación denuncia no sólo un modo de comparación entre semejanzas y diferencias sino también, una estructura básica del propio proceso cognitivo, sobre la cual se ha construido todo el saber humano.
3.1 LA OBJETIVIDAD DE LA IMAGEN ARTÍSTICA.
Hay distintos grados de subjetividad de las imágenes artísticas: El hecho de que la conciencia cuente con un registro de patrones que identifican a los objetos que con mayor frecuencia ella refleja, implica una economía y automatización de la actividad cognitiva que desarrolla la conciencia. Cuando los objetos sometidos a la observación poseen rasgos muy cercanos a los rasgos contenidos en alguno de los patrones registrados en la conciencia, espontáneamente ésta los identifica con dichos patrones y consecuentemente les atribuye parte de sus propiedades.
Cuando la percepción de los objetos se aleja de los registros contenidos en la conciencia, pues ésta se ve obligada a concebir nuevos patrones, echándose a andar un complicado proceso de generación de la imagen artística, donde intervienen las cualidades más prominentes del Modo "D"
La concepción de la imagen artística proviene de la síntesis de todas las formas de existencia de la conciencia, donde no se privilegia a ninguna de éstas, aunque es de reconocer que cada forma de existencia de la conciencia cuenta con sus propios patrones.
Los registros con que cuentan las conciencias individuales, adquieren un grado jerárquicamente superior cuando se concilian socialmente, pasando a ser registros de las formas de existencia de la conciencia social. La relación conciencias individuales – conciencia social, pasa por las relaciones y contradicciones filosóficas del "todo y las partes" Más allá del término "social" resulta más abarcador y flexible la categoría "sistémico", la cual cuenta, además, con mayor aplicatividad.
La técnica en la educación
Como se ha visto con anterioridad, la célula básica del saber técnico lo constituye el "ingenio", o sea la capacidad de sintetizar cualidades de diferentes objetos para obtener un resultado esperado. El método que soporta a la técnica está constituido, en lo fundamental, por lo que hoy se conoce como Cibernética de Segundo Orden, con una marcada orientación hacia la búsqueda de las propiedades integrales de los objetos, y cuyo criterio de veracidad lo constituye la búsqueda de la eficiencia y la eficacia.
La Cibernética de la Educación, introducida en la comunidad educativa internacional por el autor de este trabajo, representa una genuina aproximación a la técnica de la educación desde la perspectiva metodológica.
Entre los aspectos más relevantes de la Cibernética de la Educación se destaca el hecho de que su objeto de estudio, los sistemas educadores, constituye una generalización hacia la naturaleza de los sistemas educativos conformados por la humanidad. Las regularidades y resultados obtenidos en la Cibernética de la Educación, revelados desde el mismo seno de la naturaleza, pueden y deben ser aplicados al perfeccionamiento del proceso educativo humano, abriéndose así nuevas perspectivas en este controversial e importante aspecto de la actividad del hombre.
A través de la generalización del concepto de cultura hacia los sistemas biológicos, y considerando como educación al proceso mediante el cual cada sistema educador transfiere la cultura a sus integrantes, se hace posible considerar la existencia de procesos educativos en el reino de los sistemas biológicos.
Por otro lado la Cibernética de la Educación permite sistematizar las experiencias adquiridas por el hombre en los diversos y más disímiles escenarios en que transcurren los procesos educativos humanos. De manera que la Cibernética de la Educación constituye una plataforma metodológica coherente, eficaz y armónica que orienta el estudio y perfeccionamiento del proceso educativo, donde quiera que éste se encuentre, ya sea en la escuela, en la familia, en el colectivo de amigos, en el centro de trabajo, en la congregación de fe, etc.
A través de la Cibernética de la Educación el hombre tiene acceso a la basta sabiduría de la naturaleza en términos de educación, cosa que no ocurre si se le considera a esta última, patrimonio exclusivo de la especie humana como se ha hecho hasta ahora. Téngase en cuenta además, que todo cuanto sabe el hombre lo ha aprendido de la madre naturaleza.
Al enfocar el proceso de educación desde la óptica del proceso preservación, desarrollo y difusión de la cultura, la Cibernética de la Educación identifica a la educación con la misión y razón de existencia tanto de los sistemas biológicos, como de los sistemas sociales, de manera que toda la actividad que han desplegado estos sistemas en el pasado (mutaciones y otros tipos de transformaciones adaptativas), despliegan en el presente y las tendencias observables hacia el futuro se orientan precisamente hacia la preservación, desarrollo y difusión de su cultura.
4.1 CONCEPTOS E IDEAS BÁSICAS DE LA CIBERNÉTICA DE LA EDUCACIÓN.
La cibernética es la rama del saber que ocupa un lugar intermedio entre las ciencias particulares y la filosofía. En el aspecto metodológico la cibernética juega un importantísimo papel debido al carácter extremadamente amplio del objeto de la filosofía, cuyos resultados son tan abstractos que se requiere recorrer un largo camino para devolver a los fenómenos y objetos sometidos a estudio la extensa cantidad de propiedades de que se han despojado en un proceso de profunda abstracción. En la construcción del conocimiento inherente a una rama específica del saber, o incluso en la obtención de resultados interdisciplinarios, transdisciplinarios o multidisciplinarios, se requiere con frecuencia de sistematización, a propósito de la cual, la cibernética ofrece recursos metodológicos de incuestionable valor.
En el aspecto epistemológico el saber cibernético constituye uno de los tres grandes dominios del conocimiento humano, complementando a su vez al conocimiento lógico y al saber conformado por el arte (ver González, Williamson 2005).
La cibernética tiene como objeto de estudio a aquellos sistemas que se caracterizan por el procesamiento, almacenamiento y transmisión de la información, estos sistemas se conocen también como sistemas cibernéticos. Existe una estrecha relación entre el comportamiento de estos sistemas y los procesos de toma de decisiones, dado que en principio estas últimas constituyen el resultado de procesos en que el papel protagónico lo juega la información. Es evidente que la toma de decisiones esta indisolublemente ligada a los procesos de dirección, otra de las vertientes importantes del saber cibernético.
En el aspecto cognitivo la cibernética ocupa un lugar extremadamente importante, dado que sus métodos abren el acceso a las propiedades integrales (propiedades inherentes al objeto integro, pero que no se encuentran en las partes constitutivas del mismo) de los objetos y fenómenos sometidos a estudio. En la búsqueda de tales propiedades juega un rol preponderante la categoría de "sistema", dado que el propio concepto de sistema es inherente a la totalidad y no puede ser reducido a ninguna de las partes. De aquí que los métodos sistémicos y todos aquellos que se derivan de la Teoría General de los Sistemas sean parte constitutiva del saber cibernético.
Definición: Se entiende por sistema, a un conjunto de elementos interrelacionados para cumplir una misión o alcanzar un fin, que los elementos por separado no podrían lograr.
A partir de esta definición se puede observar que en el caso de los sistemas el todo es mayor que se suma de las partes, a esa diferencia que se origina entre "todo" y "partes" se le llama sinergia. También es perceptible el hecho de que los sistemas cuentan con una parte tangible, palpable o material constituida al menos, por el conjunto de elementos que lo genera, contando además, con una parte intangible o inmaterial conformada por las interrelaciones que se establecen entre los elementos.
De la propia definición de sistema se deriva además, que la razón de existencia del mismo es el fin o misión que se pretende alcanzar, a propósito del cual los elementos se agrupan e interrelacionan constituyendo así al sistema. De manera que el sistema debe ser capaz de combinar eficientemente su parte tangible con su parte intangible para alcanzar el fin que constituye su razón de existencia.
Es natural aseverar que en la constitución del sistema la parte tangible constituye su "contenido" como categoría filosófica, en tanto que la parte intangible se identifica con la "forma". Es posible entonces afirmar que la parte tangible del sistema es dinámica, mientras que la parte intangible es relativamente estática. Y que la contradicción dialéctica que se produce entre forma y contenido, o sea entre parte tangible y parte intangible, se revela como fuente de desarrollo de la evolución del sistema en su movimiento hacia el cumplimiento de su misión.
Por analogía con el concepto de cultura formulado de manera privativa para la especie humana (se entiende por cultura a todo el acervo material y espiritual construido por el hombre), se puede formular el concepto de cultura del sistema haciendo referencia a todo el acervo material e inmaterial construido por el sistema con el fin de alcanzar su misión.
Definición: Se llama cultura del sistema al todo holístico conformado por su parte tangible, su parte intangible y las relaciones que se dan entre éstas.
Se podrá también hacer referencia a la cultura tangible y a la cultura intangible del sistema, en correspondencia con su parte tangible e intangible respectivamente. De manera que la cultura del sistema está conformada por la cultura tangible, la cultura intangible y sus contradicciones, imprimiéndole estas últimas un carácter dinámico a la cultura del sistema.
Definición: Se llaman representantes del sistema a aquellos elementos o subsistemas que lo conforman y que se encuentran comprometidos con el cumplimiento de su misión.
Se puede afirmar entonces que los representantes deben ser depositarios de la cultura del sistema, lo que revela la existencia de ciertos mecanismos que permiten la difusión de la cultura del sistema hacia sus representantes y viceversa.
Definición: se llaman sistemas educadores a aquellos sistemas que transfieren su cultura a los representantes que lo conforman.
Definición: La cibernética de la Educación es aquella rama de la cibernética que estudia al proceso de preservación, desarrollo y difusión de la identidad o cultura propia de los sistemas educadores.
Conclusiones
El propósito fundamental de esta obra ha sido mostrar a la comunidad educativa internacional la necesidad de abordar los problemas relativos al estudio y perfeccionamiento de la educación a través del Pensamiento Complejo, un pensamiento que incluya a las principales aristas de la cultura humana, sustentado en el principio moriniano de la "Unidad en la diversidad"
Se ha enfatizado en este trabajo que se trata de una diversidad que no quede atrapada en el interior de la ciencia, sino que considere al arte, la técnica, la filosofía, la justicia, la moral, la economía, la política y la religión como formas de existencia de la conciencia humana y las integre al acto de diversificación.
La ciencia en sentido general, las ciencias sociales en lo particular y las ciencias de la educación en lo singular enfrentan en la actualidad agudos problemas metodológicos sobre todo relacionados con la "veracidad" de los resultados obtenidos por estas disciplinas.
El concepto de ciencia se ha calcificado, sobre todo siguiendo las estructuras de las ciencias naturales o fácticas, dejando pocas oportunidades de desarrollo, o incluso de existencia, a las ciencias sociales y humanísticas. No es posición de este autor el esforzarse en romper o flexibilizar las actuales estructuras de la ciencia en aras de abarcar, describir y comprender el comportamiento humano. El hombre cuenta con emociones, sentimientos, motivaciones, intereses, fantasías, etc. Que deben ser descriptas, expresadas, orientadas y desarrolladas por las vertientes culturales que siempre se ocuparon de ello, "démosle al Cesar, lo que es del Cesar"
Se torna interesante a tales propósitos lo que está ocurriendo alrededor de los métodos cuantitativos y cualitativos de investigación en las ciencias sociales, los primeros fieles a la ortodoxia científica, los segundos renuentes a echar a un lado a la subjetividad y todo que se derive de las condiciones culturales humanas.
Algo similar está ocurriendo alrededor de la llamada "Psicología Científica", donde más del 90% de las actividades, ocupaciones y ejercicio de la profesión que hoy realizan los psicólogos quedan fuera de este intento dotar a la psicología de un carácter puramente científico.
La verdad humana ha de ser inexorablemente una verdad cultural, y por consiguiente debe ser una verdad que se componga de los pequeños ladrillitos que conforman a la cultura humana, es esta la perspectiva del pensamiento complejo que se defiende en esta obra.
Observando la Pirámide de las Necesidades de Maslow, se observará que la educación humana incluye al proceso lógico de la "comprensión", pero más allá de éste pasa por la percepción técnica de lo "significativo" y sólo entonces se hace posible arribar a la percepción artística de la "estética" como víspera de la ansiada autorrealización humana.
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Autor:
Marcelino González Maitland
Doctor en Ciencias Pedagógicas
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