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Propedéutica Dermatológica Veterinaria

Enviado por jrrl


    1. Recuerdo anátomo – fisiológico
    2. Exploración clínica de la piel y mucosas
    3. Mucosas visibles
    4. Semiología de la Piel
    5. Alteraciones patológicas de la piel
    6. Bibliografía

    Introducción

    La dermatología constituye una parte importante del trabajo del Médico Veterinario ya que la piel es el primer elemento que el profesional veterinario observa en el animal al enfrentarse a él por primera vez y sobre todo porque desde el punto de vista clínico la piel tiene una enorme importancia lo que ha provocado que diversos autores la han llamado el espejo de la salud.

    Esto esta dado porque la piel puede alterarse por diversas patologías, brindándole al facultativo importantes elementos para juzgar el estado de salud o enfermedad de su paciente. Si quisiéramos resumir de cuantas formas diferentes se puede alterar la piel podríamos decir que en primer lugar se altera por enfermedades cuyas lesiones fundamentales tanto primarias como secundarias, tienen su asiento en la piel, o sea enfermedades que afectan preferentemente ha dicho órgano Ej: Las Dermatitis, el Eczema, la sarna etc.

    En segundo lugar la piel se ve afectada por enfermedades en las que aunque sus alteraciones principales tienen un carácter general, existen lesiones importantes a nivel cutáneo. Ej.: Fiebre aftosa, Fiebre catarral maligna etc.

    En tercer lugar se ve afectada por enfermedades, donde aunque no existe participación directa de este órgano en el proceso patológico, ya que ni las lesiones primarias ni secundarias se asientan en la piel, esta se altera de un modo que refleja el estado anormal del animal. Ej: En el Parasitismo gastrointestinal la piel pierde el brillo, la untuosidad y la sedosidad del pelo, en las diarreas pierde la elasticidad, de acuerdo con el grado de deshidratación del animal.

    Sin embargo para la exploración correcta de la piel se requieren de profundos conocimientos de este órgano ya que la misma adquiere características diferentes en las distintas regiones del cuerpo y es necesario tener en cuenta esto a la hora de realizar dicha exploración.

    La patología dermatológica en los animales es relativamente frecuente, por eso resulta importante que sea apreciada en su justa medida, para lo cual es imprescindible realizar una exploración eficiente de este órgano.

    Según Harvey y Mckeever un caso dermatológico se puede contemplar como un rompecabezas en el que las piezas principales son la anamnesis la sintomatología clínica y los procedimientos diagnósticos por todo lo cual consideramos que el conocimiento de cómo abordar y unir estos aspectos es imprescindible para llegar al diagnóstico y esto es tarea de la propedéutica.

    En esta monografía queremos dar una visión general de la exploración clínica de este importante órgano de la economía animal, de manera que sirva como material de consulta a los estudiantes de la carrera de medicina veterinaria y como punto de partida de los profesionales que se dediquen a esta bella especialidad

    Desarrollo

    Recuerdo anátomo – fisiológico

    La piel es el órgano extendido más grande de la economía animal, ocupa aproximadamente el 10 % del peso total de la economía animal y esta formada por tres grandes capas:

    1. Epidermis
    2. Dermis
    3. Hipodermis

    La Epidermis y la Dermis constituyen lo que se denomina cutis o piel propiamente dicha mientras la hipodermis se denomina también subcutis o tejido celular subcutáneo.

    Epidermis

    La epidermis es la capa más externa de la piel y a su vez, está formada por cinco estratos o capas, que de afuera hacia adentro son:

    1. Capa o Estrato Corneo
    2. Capa o Estrato Lucido o transparente
    3. Capa o Estrato Granuloso
    4. Capa o Estrato Espinoso
    5. Capa o Estrato Basal o Germinativo (también llamado estrato cilíndrico)

    A las dos Capas o Estratos más profundos (Espinoso y Germinativo) se les denomina Cuerpo mucoso de Malpighio. La epidermis carece de vasos sanguíneos y se nutre a partir de las papilas dérmicas

    Dermis

    La Dermis llamada también corium, cutis o piel verdadera, es mucho más gruesa que la epidermis a la cual continúa anatómicamente y está fuertemente condensada con ella. Posee dos estratos que son:

    1. El estrato reticular o cuerpo papilar (es el que esta en contacto con la epidermis y contiene a las papilas dérmicas)
    2. El estrato reticular

    En la dermis existe una importante red vascular y una gran cantidad de fibras nerviosas y sensitivas y motoras lo que califica a la piel como un importante órgano sensitivo

    Hipodermis

    La hipodermis o tejido celular subcutáneo, también llamada subcutis se compone de tejido conjuntivo laxo que contienen fibras elásticas que se entrecruzan formando mallas las que limitan espacios o celdas que en circunstancias patológicas pueden contener líquido o aire y otros gases denominándose edema o enfisema respectivamente.

    Las celdas o espacios están ocupados por lipocitos o sea por tejido adiposo que pueden formar acumulaciones considerables en panículos como ocurre en los animales cebados (Ej.: cerdo) y en los pulpejos del perro. Sus funciones son la protección física a los traumas, como aislante térmica y como reserva energética.

    Funciones de la Piel

    Fisiológicamente la piel es un órgano con múltiples funciones entre las cuales las más importantes son:

    1. Función Protectora
    2. Función Sensorial
    3. Función Inmunológica
    4. Función Detergente
    5. Función Termoreguladora
    6. Función Metabólica y Enzimática

    Función Protectora: La piel es una barrera contra agentes mecánicos, térmicos, eléctricos, químicos, microbianos etc., en este sentido la epidermis es de capital importancia por estar situada entre el medio externo y los órganos vitales de la economía y dentro de ella la capa cornea, por sus características constituye la principal barrera física, estando hipertrofiada normalmente en algunas zonas donde el roce o la presión mecánica son continuos.

    Función Sensorial: La piel posee un alto número de terminaciones nerviosas las que proporcionan el sentido del tacto y dan lugar a las importantes informaciones de este órgano ante el tamaño, la forma, la superficie y la temperatura de los objetos, así como las percepciones sensoriales ante el dolor, la presión y otros. En los animales esta función a veces recae en algunos anexos de la piel como los pelos (bigotes de los felinos, etc).

    Función Inmunológica: La piel y las mucosas reaccionan inmunológicamente ante agentes tanto vivos como inanimados tanto mediante la inmunidad humoral con la creación de anticuerpos (la Inmunoglobulina A, IgA), como mediante la inmunidad celular participando en reacciones de hipersensibilidad.

    Función Detergente: La piel realiza una función higiénica de auto desinfección y auto-limpieza mediante la continua descamación de su capa cornea, el pH ligeramente ácido de su superficie, la acción del sudor y el cebo.

    Función Termoreguladora: Un papel importante en el mantenimiento de la isotermia de los animales es a través de la piel y sus anexos, propiciado por diversos mecanismos como la producción y evaporación del sudor, la piloerección, así como las vasodilataciones y vasoconstricciones de su rica red vascular. También es muy importante el papel de la piel en el equilibrio hídrico del organismo mediante esos mismos mecanismos.

    Función Metabólica y Enzimática: A nivel cutáneo se lleva a cabo la producción de importantes sustancias tanto para el uso de la propia piel, como es la queratina y la melanina como para el uso general del organismo como la vitamina D, además se ha comprobado que en la piel existe un importante número de enzimas, sobre todo al nivel de la epidermis

    Exploración clínica de la piel y mucosas

    Semiotécnia general de la piel

    Los datos anamnésicos revisten importancia para el diagnóstico de las afecciones cutáneas y en ella debemos recoger los datos sobre la forma, la evolución y el lugar de inicio de las lesiones actuales, así como de los posibles antecedentes familiares y de otros animales que conviven con el enfermo. La especie, raza edad y sexo son elementos importantes, ya que pueden aportar datos de interés para el diagnóstico Ej.: Algunas razas están más predispuestas a padecer algunas enfermedades cutáneas y muchos ectoparásitos poseen especificidad de especie, lesiones derivadas de ciertas endocrinopatias y los tumores de la piel surgen más frecuentemente en animales adultos o viejos, mientras que patologías como los adenomas perianales aparecen casi siempre en machos adultos.

    La alimentación es otro aspecto anamnésico que no debe olvidarse ya que muchos procesos cutáneos se deben a problemas carenciales en la alimentación. El ambiente en que vive el animal si existe hacinamiento o no y el trato que recibe (baños, cuidados con el pelaje en caninos y equinos) son factores a considerar y es importante revisar los tratamientos medicamentosos anteriores (sulfonamidas y antibióticos), así como plantas tóxicas en el pasto (lantana cámara), por el peligro de fotosensibilización.

    Es importante averiguar si hay, o hubo prurito, ya que esta es una manifestación importante de muchos procesos patológicos cutáneos (dermatitis alérgica, ectoparásitos, etc.) y de otro origen (uremia e ictericia).

    En el examen general de la piel y las mucosas, lo mas corriente es que la inspección visual, sea suficiente para diagnosticar las enfermedades más evidentes de la piel; esta debe comenzar con una inspección general a cierta distancia del paciente, observando la distribución de las lesiones, si son localizadas o generalizadas, si son simétricas o no, el estado, cuidado y aseo del pelaje, la presencia de ectoparásitos y el estado de carnes.

    Más adelante resulta necesario realizar un examen más detallado con una inspección más cuidadosa del área afectada utilizando luz natural o de tipo natural ya que las luces coloreadas pueden enmascarar diversos procesos sobre todo en su inicio (Ej. la luz amarilla opaca un tinte subicterico), a veces la inspección puede ayudarse con lentes de aumento y en otros casos es necesario utilizar la vitropresión o diascopía (uso de un vidrio reloj o lamina de cristal), la valoración del olor es otro aspecto que debe tenerse en cuenta y no debe explorarse los pulpejos en el caso de los perros y gatos así como los espacios interdigitales en los ungulados.

    Es importante detenerse a inspeccionar las uniones entre la mucosa y la piel ya que ciertos procesos patológicos se caracterizan por presentar lesiones vesiculosas o bullosas a ese nivel Ej.: Algunos tipos de pénfigo.

    De ser necesario y solo cuando estamos seguros que la exploración no conlleva contaminación del explorador, se realiza la palpación. Finalmente en los casos que se sospeche de enfisema cutáneo se puede emplear la percusión. La toma de muestras para exámenes especiales, tales como el raspado cutáneo y la biopsia tienen gran importancia en algunos casos dudosos.

    Mucosas visibles

    Semiotecnia:

    Desde el punto de vista clínico las mucosas visibles se exploran casi exclusivamente por inspección siendo las más importantes la mucosa bucal, la mucosa ocular, la mucosa nasal, y la mucosa bulbar, ya que para apreciar otras mucosas se requieren de métodos especiales como la endoscopía.

    La exploración de la mucosa bucal requiere del uso de los métodos de sujeción de la cabeza y de abrebocas eficientes y en algunos animales de una sedación efectiva. Para realizar una exploración completa de dicha mucosa, debemos observar sucesivamente las mucosas de los labios, las encías, los carrillos, la cara inferior de la lengua y el paladar duro, ya que en cualquiera de ellos se pueden asentar lesiones importantes.

    En la mucosa ocular debemos de tener en cuenta fundamentalmente a la conjuntiva ocular, los vasos episclerales y el tercer párpado o cuerpo clignotante este último debe ser expuesto mediante la ligera presión del pulgar sobre el párpado superior hundiendo ligeramente al globo ocular mientras con la otra mano se baja el párpado inferior. Para observar la conjuntiva ocular se recomienda girar la cabeza del animal lateralmente sobre su eje, y deprimiendo luego el párpado inferior.

    La inspección de la mucosa nasal se realiza colocando al animal de frente a la luz solar (aunque puede emplearse otra fuente de luz como linternas o espejos frontales), dirigiendo su cabeza hasta encontrar el ángulo por donde penetre más luz y levantando el velo de la nariz para abrir la fosa nasal utilizando los dedos índice y pulgar en algunas especies como es en el caso del caballo y ambas manos en otras como los bovinos.

    La exploración de la mucosa bulbar se lleva a cabo tomando los extremos de los labios bulbares con ambas manos y separándolos lo cual es suficiente para exponer el vestíbulo vaginal y el clítoris. Para una exploración más profunda en la cual se aprecia la mucosa vaginal se requiere de la vaginoscopía mediante el uso del espéculo lo cual escapa al objetivo central de esta monografía

    Semiología

    Desde el punto de vista semiológico en las mucosas se valoran tres aspectos fundamentales que son: El color, el brillo y la humedad.

    Color: El color depende de la mucosa que estemos explorando, aunque en sentido general debemos decir que es más o menos rosada. La mucosa bucal es la que en condiciones normales luce relativamente más pálida debido al gran desarrollo de su capa epitelial, sobre todo en bóvidos y équidos, en algunas razas de equinos y perros la mucosa bucal suele estar pigmentada Ej.: el paladar duro en algunas razas de perros

    La conjuntiva ocular y el tercer párpado suelen ser algo más rosados, variando hacia rosada pálida en algunos animales, apreciándose a nivel conjuntival los vasos episclerales.

    La mucosa nasal suele ser rosácea aunque en muchos casos la pigmentación del animal en la zona no deja observar claramente.

    La mucosa vaginal es también rosa pálida como la conjuntiva ocular con finas vascularizaciones.

    Pueden producirse enrojecimientos de las mucosas en ambientes muy cálidos por el aumento de la circulación periférica o, tras esfuerzos físicos violentos sobre todo en las mucosas ocular y nasal, también la mucosa bulbar se enrojece en el celo. Por el contrario en temperaturas bajas toman un color rojo azulado.

    Las Alteraciones patológicas del color de las mucosas se estudiaran mas adelante unidas a las de la piel

    El Brillo y la humedad: Las mucosas debido a su mayor vascularización y el menor grosor de la capa cornea se aprecian mucho más brillantes y además son normalmente mucho más húmedas que la piel intacta,

    En este sentido las mucosas se pueden alterar por una disminución del brillo y la humedad que son característicos de estos tejidos en enfermedades donde se produce una reseques de las mismas como ocurre en la fiebre o por enfermedades donde se presenta tumefacción de dicha mucosa como ocurre en los procesos inflamatorios que afectan esos tejidos.

    Semiología de la Piel

    En la piel existen aspectos que es necesario valorar al realizar la exploración clínica y muchos de ellos llevan aparejados una técnica determinada, por lo cual al abordar cada aspecto nos referiremos a la técnica exploratoria que se debe emplear en cada caso.

    Aspectos que se valoran a la exploración de la piel:

    1. Anexos de la piel
    2. Color
    3. Humedad
    4. Temperatura
    5. Olor
    6. Elasticidad
    7. Sensibilidad

    Anexos de la piel:

    Entre los anexos se encuentran la capa de pelo, los cascos, uñas y cuernos en los mamíferos, así como el plumaje, cresta, barbilla, pico y otros en las aves.

    La exploración del pelo nunca debe subestimarse a la hora de explorar la piel de un animal ya que es un indicador muy importante del estado de salud del animal, además, uno de los objetivos de la producción de algunas especies animales es el pelo, tal como ocurre en los ovinos con la lana. El pelo normalmente debe ser sedoso brillante y liso, (salvo excepciones), por lo cual un pelaje áspero, sin brillo es un síntoma de diversas patologías tales como enfermedades carenciales (deficiencias vitamínicas y minerales), parasitarias o de larga duración, es característico en el caso de la fiebre que se observe erizamiento del pelo o de las plumas.

    Dentro de las alteraciones más importantes del pelo está la caída del pelo que se denomina alopecia la cual puede ser general o circunscrita. La alopecia generalizada se presenta en casos de trastornos crónicos de la nutrición o en algunas intoxicaciones y en algunas dermatitis fotodinámicas (Ej.: intoxicación por la planta lantana cámara), se ha observado caída del pelo solo de las partes blancas del animal. Cuando la alopecia generalizada es de origen congénito se denomina atriquia aunque esto no debe con la existencia de razas sin pelo como es el caso del perro desnudo mejicano y el perro crestado chino.

    En el caso de la alopecia circunscrita (llamada por algunos autores areata) en la cual se aprecian áreas desprovistas de pelo redondeadas que aumentan progresivamente y algunas de ellas se reúnen entre si. La alopecia tiene frecuentemente una base inflamatoria en caso de eczema, dermatitis, sarna, demodicosis, tricofitosis, etc.

    Ante un trastorno alopécico es necesario definir si son circunscritas o difusas si son simétricas o no y sobre todo si al halar el pelo este se cae fácilmente o no, ya que por ejemplo en las tiñas la alopecia es circunscrita y simétrica y no se cae fácilmente mientras en los trastornos hormonales la situación es inversa.

    Cuando la alopecia esta originada por la rotura del pelo se denomina tricorexis lo cual se produce en el caso de las tiñas. Más raramente se encuentran la existencia de exceso de pelo o hipertricosis, lo cual puede estar originado por alteraciones endocrinas como el hiperadrenocorticalismo equino.

    Las alteraciones del color del pelo pueden ser de origen senil (canicie) o por inflamaciones cutáneas profundas o por irradiaciones roengenológicas continuadas, la disminución de la pigmentación del pelo se denomina leucotriquia y es frecuente en trastornos carenciales de oligoelementos y aminoácidos azufrados, más raramente se puede presentar un aumento en la pigmentación llamada melanotriquia.

    Color de la piel:

    El color de la piel en los animales se aprecia (cuando no esta pigmentada) en las regiones desprovistas de pelo como el periné, la cara interna de los muslos, la región de la glándula mamaria, cara interna de las orejas y otros.

    En los bovinos la piel despigmentada es gris rosado claro, mientras en otras especies como perros y gatos es más clara sin llegar a ser pálida. Cuando la pigmentación impide ver el color de la piel hay que acudir a las mucosas.

    Alteraciones del color de la piel.

    El color blanquecino de la piel y las mucosas se denomina palidez cutánea y puede ir desde un blanco grisáceo hasta un color blanco marmóreo (como el mármol o la porcelana) y es más ostensible en las mucosas, sobre todo a nivel bucal por lo cual no debe de dejarse de explorar en esos casos. En las aves de corral se aprecia a nivel de la cresta y las barbillas debido a la ausencia del tinte rojo que las caracteriza. Este color es característico de las anemias no hemolíticas como son las posthemorrágicas o por pérdida de sangre, las nutricionales o carenciales y las aplásticas o por deficiente formación, también en las hemoglobinemias, y las leucemias. También puede producirse una palidez cutánea en los casos de shock, en la fiebre alta por espasmo vascular y en la debilidad cardiaca por parálisis general vascular.

    En el caso de la disminución de la pigmentación de la piel por disminución de la melanina se le denomina leucodermia y cuando esta ausente se le denomina acromía. Las acromías pueden tener un origen congénito siendo su distribución generalmente difusa en el albinismo o localizado como en el vitiligo. Igualmente encontraremos acromías adquiridas causadas por agentes físicos (cicatrices despigmentadas tras traumatismos), químicos (inyección o aplicación tópica de corticosteroides) y parásitos (lehismaniosis). Aparece también en carencias alimentarias graves (carencia de vitaminas y aminoácidos azufrados) o como secuela de procesos inflamatorios (lupus eritematoso discoide).

    La coloración rojiza o enrojecimiento de la piel y las mucosas puede producirse por una congestión de la sangre dentro de los vasos sanguíneos o hiperemia llamada rubicundez cutánea o por extravasación de la sangre hacia la piel o las mucosas en cuyo caso se denomina hemorragia cutánea. Cuando la Rubicundez es generalizada se le llama Exantema y es rara en los animales aunque en perros se han descrito desordenes mieloproliferativos como la policitemia vera o verdadera, la cual cursa con este proceso, cuando la rubicundez es circunscrita se denomina Eritema. Las características de los Eritemas y las hemorragias cutáneas serán estudiadas en detalle dentro de las lesiones primarias en las manchas o máculas. En caso de dudas para distinguir una rubicundez, de una hemorragia se debe realizar una ligera presión en la piel con una lamina de vidrio, un vidrio reloj o solo con el dedo y si es de origen hiperémico se quedará el tejido blanquecino porque la sangre fluirá fuera del área por los vasos sanguíneos, pero si es una hemorragia esto no ocurrirá porque la sangre está extravasada a esto se le denomina vitropresión o diascopía

    La coloración amarilla aparece en los casos de ictericia variando su tonalidad (desde amarillo verdoso o amarillo limón hasta amarillo azafrán) en dependencia del origen y la intensidad del proceso aparece muy frecuentemente en las anemias hemolíticas como ocurre en las hemoparasitosis (anaplasmosis, piroplasmosis, eperitrozoonosis, etc.) y también en los trastornos hepáticos por diferentes causas como obstrucción del conducto colédoco (ictericia obstructiva) y procesos inflamatorios del hígado como hepatitis o cirrosis hepática (ictericia hepatocelular); también en enfermedades como la leptospirosis, e intoxicaciones que provoquen daño hepático.

    La coloración rojo-azulada o azulada de la piel se denomina cianosis y se produce de forma generalizada por la acumulación de hemoglobina reducida por la presencia de CO2 en la sangre, este es un signo de asfixia o de serias dificultades respiratorias se puede presentar en la disnea intensa o paroxística, también se presenta en trastornos cardíacos como la debilidad cardiaca por disminución del aporte de oxígeno a los tejidos (en esos casos si el animal esta compensado se aprecia cuando se excita) y en intoxicaciones de las cuales la más clásica es por cianuro. Existen enfermedades que cursan con cianosis como es en el caso del cólera aviar en aves de corral, donde se aprecia un color azulado de la cresta y barbilla

    La coloración negruzca de la piel se produce por acumulación patológica de melanina en el caso de la llamada acantosis negrican aunque también puede apreciarse esa coloración por procesos infecciosos graves que provocan ennegrecimiento de la piel como ocurre en la gangrena cutánea.

    Humedad de la piel

    La piel y los pelos se mantienen sedosos, untuosos y ligeramente húmedos debido a la acción tanto de las glándulas sudoríparas como de las sebáceas. Esta lubricación fisiológica depende de diversos factores, ya que este es un importante elemento para la adaptación de los animales al medio, por lo que hay especies o razas que las poseen en mayor número y viceversa. Ej. Los équidos presentan mayor cantidad de glándulas sudoríparas por área de piel que los bovinos y la raza cebú dentro de estos últimos posee mayor cantidad que otras. También hay que tener en cuenta que la distribución de las glándulas sudoríparas no es uniforme, por eso este aspecto en bovinos (y en el ovino pelibuey) se debe explorar el morro, la tabla del cuello, la espalda, los flancos y en los equinos, además de esos lugares, las regiones inguinales y axilares, la base de las orejas y los ojos. En los perros los lugares de elección son los pulpejos ya que casi ninguna raza suda en el resto del cuerpo (con excepción de los perros chinos). Otras especies como el conejo, el ratón, la rata y las aves no sudan nunca.

    Alteraciones de las glándulas sudoríparas.

    El aumento patológico de la secreción de sudor se denomina hiperhidrosis y puede ser generalizada o local y se manifiesta por oscurecimiento y humedecimiento de la capa de pelo, hay veces que los animales aparecen totalmente empapados y con presencia de espuma. La hiperhidrosis generalizada se suele producirse por enfermedades muy dolorosas, especialmente los cólicos y las peritonitis, también en la debilidad cardíaca y en el colapso circulatorio donde el sudor es frío y pegajoso. En el caballo en la uremia y en la etapa final del tétano también se presenta.

    La hiperhidrosis local se observa principalmente por inhibición del simpático o exitación del vago a causa de lesiones traumáticas de los nervios espinales y simpáticos y a veces en enfermedades medulares. Los parasimpaticomimeticos como la pilocarpina, la arecolina o la lentina provocan sudoración en le punto de inyección. Una alteración del riego sanguíneo en una zona específica puede también provocar sudoración localizada en dicha zona (aunque en algunos casos puede también causar lo contrario)

    La disminución de la secreción de sudor se denomina anhidrosis y se aprecia porque la piel se torna reseca al tacto. Se observa el periodo de fastigio de la fiebre (en bovinos se aprecia fácilmente en le morro)y en enfermedades de la nutrición así como después de copiosas pérdidas de agua por diarreas profusas poliuria y diabetes

    Otras alteraciones de las glándulas sudoríparas son la hemohidrosis o sudor de sangre que se produce por hemorragia de las glándulas sudoríparas apareciendo sangre pura o mezclada con el sudor en la superficie cutánea y se observa en la enfermedad maculosa del caballo o en las diátesis hemorrágicas.

    Alteraciones de las glándulas sebáceas

    Las glándulas sebáceas proporcionan una delgada capa oleosa que cubre la piel de los mamíferos y proporciona brillo y suavidad al pelo. El aumento de la secreción sebácea (seborrea) se manifiesta porque la piel se nota excesivamente aceitosa o untuosa al tacto, en otros casos provoca una reacción contraria (seborrea seca) en la cual se producen desde pequeñas escamas furfuraceas hasta costras brillosas, como ocurre en el herpes escamoso y la pitiriasis seborreica. La seborrea puede tener un origen primario en alteraciones del metabolismo lipídico y síndromes de malaabsorción al igual que en carencias vitamínicas, siendo con frecuencia secundaria como complicación de enfermedades de carácter alérgico, autoinmune infecciosa y parasitaria, puede ser generalizada aunque puede encontrarse localizada como ocurre en las crines y el maslo de la cola en equinos.

    La disminución de la secreción sebácea es un proceso raro y se denomina asteatosis. Provoca pérdida del brillo, fragilidad y reseques del pelo y se produce en algunos trastornos crónicos de la nutrición.

    Elasticidad de la piel

    La elasticidad y flexibilidad de la piel es una importante cualidad de este tejido y se valora mediante la observación de la capacidad de la misma de retraerse a su posición inicial, después de realizarle un pliegue cutáneo. Por tanto este elemento se explora realizando un estiramiento de la misma en regiones donde la tensión natural del tejido lo permita. Ese es el caso de las regiones de la tabla del cuello la cinchera, los flancos etc. La elasticidad de la piel se afecta sobre todo cuando hay cuadros de deshidratación en el animal por diversas causas, ese es el caso de las diarreas profusas.

    Los otros trastornos que afectan la elasticidad de la piel, generalmente provocan alteraciones en la consistencia y el grosor de la misma (Ej.: en algunas enfermedades carenciales y metabólicas), aunque la primera se debe a la presencia de elastina y las otras dos a el colágeno ambos existentes en la piel.

    En el caso del grosor este disminuye en la atrofia de la piel la cual afecta a la epidermis y sobre todo a la dermis, colágeno y tejido elástico. La piel se aprecia arrugada transparente observándose la red venosa subyacente. A la palpación se aprecia adelgazamiento del tegumento siendo fácil crear pliegues persistentes. La atrofia de la piel se presenta en el caso del hiperadrenocorticalismo canino. Con relación a la consistencia se afecta en la esclerosis en la cual hay condensación de los elementos constituyentes de la dermis especialmente el colágeno y el tejido elástico dando lugar al endurecimiento de la piel y tejido celular subcutáneo apareciendo la piel gruesa con aspecto brillante y dura a la palpación, rígida e inelástica, no se deja plegar y esta predispuesta a ala aparición de arrugas y grietas. Generalmente es de origen secundario a inflamaciones crónicas, trastornos nutritivos e infecciosos crónicos y solo raramente es primaria. Cuando el engrosamiento y endurecimiento son extremos se le denomina esclerodermia.

    Temperatura cutánea

    La temperatura cutánea es un reflejo de la temperatura corporal, aunque no corresponde exactamente con la temperatura interna del cuerpo debido a los mecanismos de disipación de calor y las características de la piel en cada una de las partes del cuerpo. Esta también depende de la irrigación que tenga la piel de la zona que se trate, por eso la distribución de la temperatura cutánea no es uniforme.

    La temperatura cutánea se toma con el dorso de la mano y debe compararse regiones simétricas y explorar las regiones más cálidas y las más frías para tener una idea de la situación del animal. También experimentalmente se utilizan termómetros digitales de contacto que aunque no tienen un uso práctico importante pueden dar una idea exacta de la distribución térmica en la piel del animal.

    Las regiones más cálidas son fundamentalmente la región del pecho, la cinchera, la parte baja del abdomen y la tabla del cuello, cuando el animal tiene hipertermia se aprecia en la región de la nuca por detrás de las orejas.

    Las regiones más frías son la punta del morro o el hocico y las partes bajas de las extremidades, cuando el animal tiene una hipotermia ó un enfriamiento periférico esas regiones se aprecian más frías de lo común lo cual es característico de los colapsos circulatorios.

    Olor de la Piel

    La piel sana solo despide un olor débil que depende de los metabolitos segregados por cada animal en particular por eso varia según la especie zoológica, e incluso entre animales de la misma especie de manera que les sirve como medio de identificarse entre ellos marcar territorio y buscar pareja

    El olor de la piel se altera en casos de alteraciones patológicas de las glándulas sudoríparas y sebáceas (paridrosis), en cuyo caso los animales despiden un olor desagradable, y se produce por una descomposición intensa del mismo en la superficie de la piel, así como se puede presentar en enfermedades metabólicas como la Cetosis o acetonemia en la cual se presenta un olor dulzón que recuerda el olor de una fruta muy madura o fruta podrida. En el caso de otras enfermedades como la Uremia se presenta olor urinoso de la piel y la transpiración cutánea.

    Sensibilidad de la piel

    Esta se explora como parte de la valoración de la sensibilidad exteroceptiva en el Sistema Nervioso y es necesario evaluar la sensibilidad táctil, térmica y dolorosa. La sensibilidad táctil (no dolorosa) se evalúa con el deslizamiento suave de los dedos, punta de un pincel o de una paja por la superficie de la piel, imitando el roce de un insecto sobre todo al a entrada de los orificios nasales etc., valorando los reflejos y movimientos evasivos del animal. La sensibilidad térmica se valora acercando objetos muy calientes o muy fríos (varilla calentada o trozos de hielo) y evaluando la reacción a ellos. La exploración de la sensibilidad dolorosa se realiza haciendo pequeños pliegues cutáneos efectuados con pinzas, arrancar pequeños mechoncitos de pelo, pinchazos leves etc., para luego valorar las reacciones defensivas los gemidos y quejidos del animal, todos estos estímulos deben de realizarse evitando que el paciente pueda ver lo que hacemos para tratar de garantizar que la reacción esté motivada exclusivamente por la prueba. Es necesario tener en cuenta que en los estados de profunda debilidad estas pruebas no aportan respuestas totalmente efectivas. Las alteraciones de la sensibilidad pueden ser la hiperestesia o exaltación de la sensibilidad cutánea, la cual se puede presentar en enfermedades de los nervios periféricos como Polineuritis (a veces se presentan sensaciones anómalas o parestesias , en la cuales se lamen, roen y rascan partes específicas de la piel), la hipoestesia o disminución de la sensibilidad y la anestesia o ausencia de dicha sensibilidad, estas se producen es trastornos graves del sensorio o lesiones de los nervios.

    Alteraciones patológicas de la piel

    Entre las principales alteraciones patológicas de la piel tenemos:

    1. Prurito Cutáneo o Comezón
    2. Aumentos de volumen
    3. Lesiones primarias o fundamentales
    4. Lesiones secundarias o consecutivas

    Prurito cutáneo

    El Prurito cutáneo o comezón es la sensación de picor ardor o escozor que se produce en la piel debido a la estimulación o irritación de las terminaciones nerviosas de la epidermis en diversas enfermedades cutáneas.

    La sensación de prurito es subjetiva por lo cual lo que apreciamos es sus consecuencias en los animales tales como inquietud, rascamientos, roces, estregamientos, roeduras, lameduras y cuando se localiza en las orejas agitación de la cabeza, las aves se hurgan las costras con el pico y el arrastrarse sobre el ano es signo de prurito anal en el perro.

    El rascado constante de las zonas pruriginosas, provoca una irritación mecánica de la piel que puede desembocar en inflamaciones, excoriaciones, alopecias o necrosis de la piel.

    El prurito puede ser generalizado o localizado El prurito cutáneo generalizado se produce por el cúmulo en el organismo de sustancias toxicas que irriten las terminaciones nerviosas de la piel ya sean de origen endógeno o exógeno. Esto se puede producir en enfermedades renales crónicas que cursan con uremia, en el estreñimiento crónico, en la ictericia, en la diabetes mellitus descompensada, en estados alérgicos o en algunos casos de intoxicaciones alimentarias.

    Entre las enfermedades cutáneas que cursan con prurito intenso tenemos en primer lugar la Sarna y otras ectoparasitosis en las cuales el prurito, es más intenso cuando aumenta el calor, además el prurito se presenta en la urticaria, el eczema, así como en algunos tipos de dermatitis y erupciones cutáneas. También algunas enfermedades nerviosas de la médula y el encéfalo y en algunas polineuritis. En estos casos la extensión del prurito depende de la extensión del proceso patológico que lo causa.

    Dentro del prurito localizado es característico el que se produce en los alrededores de los orificios naturales como es al boca, las fosas nasales o el ano, este se puede originar por la irritación de la mucosa vecina, como ocurre en el catarro nasal, larvas de parásitos, oxiuros cuyas hembras depositan los huevos en la región anal, gastrófilos, segmentos de tenias, etc. También es conocido el prurito que se produce en el punto de infección de algunas enfermedades como en la Rabia (en el punto de mordedura se produce prurito) y la Enfermedad de Aujeszky. Existen fármacos que al ser inyectados pueden provocar prurito fugaz.

    Finalmente resulta llamativo los casos de algunas enfermedades cutáneas que no cursan con prurito, (o que es casi imperceptible) tales como el acne, la demodicosis (demodium canis) y algunos exantemas secundarios.

    Aumentos de volumen

    Los aumentos de volumen de la piel se pueden presentar en muchas lesiones y enfermedades cutáneas como dermatitis, abscesos, actinomicosis, etc, sin embargo en este epígrafe abordaremos dos tipos de aumentos de volumen que por sus características se pueden considerar como síndromes cutáneos y que por su importancia nos pueden ayudar al diagnóstico de muchas patologías tanto de la piel como del organismo en general. Estos aumentos de volumen son:

    1. El Edema cutáneo
    2. El Enfisema cutáneo

    Edema cutáneo

    El Edema cutáneo es el aumento de volumen de la piel por acumulación de líquido en los espacios intracelulares de la dermis y sobre todo en el tejido conjuntivo subcutáneo. Los edemas de la piel en sentido general se aprecian como zonas hinchadas, tumefactas con contornos borrosos (si es extenso se pierden los contornos articulares) y que al tacto se aprecia como de consistencia pastosa y se caracteriza porque al presionar con el dedo sobre el tejido y retirarlo persiste la impresión del dedo durante un tiempo mayor que en el tejido normal; a este fenómeno se le denomina con la voz latina fovea digitalis (fosa del dedo) y constituye un importante signo para distinguir este proceso, aunque en caso de que la piel esté demasiado tensa o sea muy rica en tejido conectivo puede no ser manifiesto.

    Desde el punto de vista de sus características clínicas el Edema cutáneo se puede dividir en Inflamatorio y no Inflamatorio

    Edema cutáneo Inflamatorio

    Este tipo de edema se produce a consecuencia de un proceso inflamatorio intenso que cursa con lesión de las paredes vasculares de la zona, que se hacen permeables generalmente a causa las toxinas generadas por los gérmenes asociados al proceso, dejando pasar líquido rico en albúmina. Por esta razón este proceso se puede producir en cualquier zona del cuerpo y su aparición es generalmente rápida, aguda.

    En estos casos a los signos generales que caracterizan a los edemas (zonas hinchadas, tumefactas, piel tensa brillante, consistencia algo pastosa, fovea digital) se le suman los signos clínicos de la inflamación tales como enrojecimiento de la zona afectada, dolor a la palpación y aumento de la temperatura de la piel en la zona. A veces los edemas se producen en forma de anillo alrededor de un foco inflamatorio (edema colateral)

    Este tipo de edema se puede presentar en enfermedades infecciosas de carácter septicémico tales como el carbunco la septicemia hemorrágica de los bóvidos y búfalos, la influencia equina, la enfermedad maculosa de équidos, la gangrena enfisematosa, el edema maligno, el edema gaseoso, la peste de los renos, la peste de las aves de corral, en la durina y en la tripanosomiasis.

    También se presenta por la introducción o producción de algunas sustancias tóxicas que producen irritación o alergia como ocurre en el caso de las picaduras de algunos insectos (abejas o avispas), arácnidos (arañas o escorpiones), en la urticaria o en la enfermedad del suero.

    Existe también un edema colateral en las inmediaciones de de los orificios corporales y que acompaña a los procesos inflamatorios intensos de las mucosas vecinas (rinitis, estomatitis, faringitis, proctitis, colpitis infecciosa, etc.) A veces en la reticulitis traumática (sobre todo si existe perforación del retículo) puede aparecer una tumefacción edematosa que se extiende por la región esternal, mientras que en la perforación del esófago también se puede producir un edema inflamatorio de la región yugular. En la pleuritis exudativas graves se pueden presentar edemas inflamatorios de la parte exterior del tórax. En muchos de estos casos pueden sobrevenir infecciones que culminen en fístulas.

    Edema cutáneo No Inflamatorio

    Este tipo de edema se puede producir por diversas razones entre las cuales podemos citar los casos en los que esta dificultado el retorno venoso de la sangre, en los cuales se produce como consecuencia un estancamiento o estasis circulatorio en el sector venoso que se traduce a nivel capilar en mayor permeabilidad capilar y mayor presión de filtración; en este caso se le denomina edema por estasis o edema estásico, por otro lado un edema no inflamatorio también se produce cuando los endotelios capilares no están bien nutridos produciéndose una mayor permeabilidad capilar a este tipo de edema se le denomina edema hidrémico

    Los Edemas no inflamatorios pueden ser generalizados o tener un carácter local, ambos responden a las características típicas de los Edemas a las que hicimos referencia, pero en el caso de los generalizados se distinguen porque su aparición, curso y desarrollo es relativamente lento, y los lugares donde comúnmente se aprecian son las zonas inferiores, bajas o con declive y que tengan tejido celular subcutáneo abundante, laxo y piel fina que en los cuadrúpedos corresponden a las regiones del pecho, la papada, la región subglosiana, y la parte inferior del abdomen fundamentalmente, aunque también puede aparecer en las extremidades; en todos ellos se aprecian áreas bilaterales y simétricas muy aumentadas, con los límites o contornos borrosos, imprecisos, tumefactos, piel tensa pero clara (sin enrojecimiento), además la zona se aprecia fría e indolora al tacto, de consistencia pastosa y hasta flácida en algunos casos. El Edema generalizado se denomina anasarca y suele acompañarse de hidropesía de las cavidades serosas tales como ascitis e hidrotórax sobre todo si sus causas son cardiovasculares o hepáticas. Los edemas hidrémicos tienen las mismas manifestaciones que los por estasis generalizados

    En el caso del edema de carácter localizado puede producirse por trombosis venosa u obstrucción de determinados vasos linfáticos y los síntomas son los mismos pero la tumefacción se circunscribe a la zona de la que recoge sangre o linfa respectivamente la vena o el tronco linfático que se encuentra obstruido, por lo cual puede ser unilateral. Cuando este edema es localizado en una extremidad esta se deforma ostensiblemente perdiéndose los contornos articulares lo cual recibe el nombre de elefantiasis.

    Los edemas por estasis generalizados se presentan en la debilidad cardiaca crónica, en la pericarditis y en endocarditis valvulares descompensadas, en procesos que provoquen compresión de las venas cavas, o del corazón ya sea por tumores intratorácicos, formaciones tuberculosas, abscesos mediastinicos o intrapleurales etc; estos últimos casos también pueden provocar edemas localizados si comprometen venas o vasos linfáticos específicos (compresión de la cava caudal, de venas del prepucio, conducto torácico etc.). También se presentan en algunas enfermedades hepáticas que cursen con compresión venosa (cirrosis y tumores hepáticos, etc.) y a veces cadenas o vendajes muy apretados pueden provocarlos.

    Los edemas hidrémicos se producen con frecuencia en la desnutrición y la caquexia (edema subglosiano o edema del hambre), en la anemia crónica grave, en los parasitismos intensos y también raramente en algunas enfermedades renales (el edema nefrótico).

    Enfisema cutáneo

    El Enfisema cutáneo es el aumento de volumen de la piel por acumulación de aire común u otros gases en las mallas conjuntivas de la piel y el tejido celular subcutáneo. Los síntomas fundamentales de los enfisemas cutáneos son que a la palpación se percibe una sensación de almohadilla de aire y que en muchos casos se percibe un ligero crujido al comprimir o pasar los dedos por encima de la piel de la zona (crepitación al tacto), a la percusión de la zona se produce un sonido timpánico claramente manifiesto, una de las diferencias de estos con los edemas es que la demarcación del área del enfisema es mucho menos precisa que en los edemas donde los limites se aprecian más claramente, así como que la consistencia es mucho mas elástica por lo que no se aprecian las marcas de los dedos a la presión las cuales desaparecen rápidamente.

    Los enfisemas cutáneos de acuerdo a sus manifestaciones clínicas también pueden dividirse en inflamatorio y no inflamatorio.

    Enfisema no inflamatorio

    Este tipo de enfisema, también llamado enfisema por aspiración, se origina debido a la entrada accidental de aire a nivel subcutáneo debido a heridas en regiones de mucho movimiento como las axilas, paredes abdominales y pliegue de la babilla, también se ha visto frecuentemente como consecuencia de heridas en órganos internos que contienen aire como los pulmones; ya sea por costillas fracturadas o por cuerpos extraños o también a consecuencia de roturas tos paroxística, espiraciones forzadas, mugidos constantes o por la gangrena pulmonar, en esos casos el aire de los alvéolos y bronquios se filtra hacia el tejido conjuntivo intersticial y de allí es conducido hacia el hilio del pulmón, luego al tejido conjuntivo del mediastino y al tejido laxo de la entrada del tórax y mas tarde a las regiones vecinas.

    Otras heridas que más raramente pueden provocarla son; la aplicación descuidada del trocar a nivel del rúmen en casos de timpanismo, o por heridas perforantes en los intestinos distendidos por un gases lo que provoca la penetración del gas hacia el espacio celular subcutáneo siguiendo diversas vías, es posible también que el origen esté en heridas en la faringe, esófago y bolsa gutural.

    Las características clínicas de este tipo de enfisema, (además de los síntomas generales de esta manifestación semiológica como el sonido percutorio timpánico y la crepitación al tacto) son una tumefacción indolora, fría, de contornos imprecisos, de curso lento y progresivo que puede llegar al abombamiento de gran parte del cuerpo esto si no se complica con un proceso inflamatorio.

    Enfisema inflamatorio

    Este enfisema se produce alrededor de focos inflamatorios, o en estado de putrefacción, provocados por gérmenes anaerobios productores de gas, o sea es consecuencia de lo que se denomina un flemón gaseoso (algunos autores lo llaman enfisema idiopático) donde el proceso se forma fundamentalmente a consecuencia de la colección de los gases pútridos producidos por el metabolismo de dichos gérmenes, esto se produce en el caso de edema maligno, en el edema gaseoso, en la gangrena enfisematosa, en el carbunco sintomático, y en el enfisema de la putrefacción o gangrena enfisematosa obstétrica y en la peste de los renos.

    Las características clínicas de este tipo de enfisema, son que a la crepitación al tacto y el sonido percutorio timpánico, se une la presencia alrededor del foco inflamatorio de signos como una tumefacción dolorosa, caliente, enrojecida de contornos imprecisos, de curso más violento y agresivo que el enfisema por aspiración, aunque luego la piel sufre necrosis y entonces puede tornarse seca y fría.

    Lesiones primarias o elementales de la piel

    Se entiende como lesiones elementales o primarias de la piel a las manifestaciones más directas de las enfermedades cutáneas, que se desarrollan espontáneamente sobre la piel sana, como resultado de la acción de la patología subyacente. Estas lesiones también reciben el nombre de erupciones, eflorescencias o exantemas primarios, pueden encontrarse de forma aislada o asociadas y se pueden presentar en enfermedades infecciosas, orgánicas o tóxicas, proporcionando una clave muy valiosa sobre el tipo de proceso morboso que se está desarrollando.

    La forma disposición y configuración de las lesiones pueden ayudar a orientarnos en el proceso patológico, entre ello puede tener una configuración anular, cuando es circular completa, con una zona menos lesionada o normal en su interior como ocurre en algunas tiñas. Arciforme (forma de arco cuando la lesión no es circular completa, policíclica al confluir lesiones o ser un proceso en expansión como es en la sarna demodécia, lineal como ocurre en lesiones causadas por algún factor externo como dermatitis por contacto, serpiginosa (como una serpiente) al confluir lesiones y extenderse el proceso como ocurre en procesos autoinmunes. La forma de la lesión también puede ser de valor diagnóstico por ej. Una lesión umblicada la que tiene una depresión en un punto generalmente central del área afectada, lesión pedunculada la que tiene un cuello o zona más estrecha que lo une al tejido sano (como ocurre en algunos tumores, papilomas, etc.).

    La topografía también es importante en el diagnóstico de las dermatopatías siendo típica la afectación del morro en el acné, la del abdomen en el impétigo y la zona lumbosacra en la alergia a la picadura por pulgas

    Las principales lesiones primarias son:

    1. Mancha o Mácula
    2. Gránulo o Pápula
    3. Nódulo o Tubérculo
    4. Tumor
    5. Roncha o Habón
    6. Vesícula o Ampolla
    7. Pústula o Ampolla purulenta

    Mancha o Mácula

    Son alteraciones circunscritas del color de la piel, de tamaño variable ( si tienen de 1 a 2 cm. son máculas si son mayores son manchas) sin modificación apreciable de la consistencia o espesor de la piel o la mucosa. Las manchas usualmente tienen forma redondeada, pero en ocasiones pueden ser ovaladas e incluso irregulares. Si hace relieve pueden denominarse máculo-pápulas. Las manchas ligeras en la piel de los animales son difíciles de descubrir debido a la capa de pelo, aunque una correcta exploración revela estas lesiones

    Según su color las manchas se pueden clasificar en machas rojizas, blanquecinas, azuladas, etc., pero la clasificación más completa es sobre la base del origen, en cuyo caso se clasifican en:

    1. Manchas vasculares
    2. Manchas pigmentarias

    Las manchas vasculares son las que dependen de alteraciones de la circulación sanguínea y pueden ser de origen hiperémico o de origen hemorrágico.

    Las manchas hiperémicas debidas a una alteración del sector arterial o sea, debidas a una hiperemia activa, se aprecian como alteraciones de color rojizo, que pueden tener el tamaño hasta de uno o dos centímetros en cuyo caso se le denomina roseola y cuando es mayor se le denomina eritema. Estas manchas se forman a causa de una vasodilatación arteriolo-capilar de la dermis producida por sustancias vasodilatadoras liberadas como consecuencias de los procesos defensivos del organismo ante una patología. Desde el punto de vista clínico se localizan por inspección unido a la realización de vitropresión o diascopía para determinar su origen. Estas manchas se producen en casos de la enfermedad maculosa del caballo, en la peste porcina clásica, en la erisipela porcina etc.

    También se pueden producir manchas hiperémicas debidas a una alteración del sector venoso, o sea debidas a una hiperemia pasiva, en cuyo caso la mancha le confiere un color rojo oscuro o azuloso a la piel conocida en ese caso como cianosis. Esta mancha se forma a causa de la congestión de sangre en el sector venoso de los vasos de la dermis y se produce en caso de trastornos circulatorios graves, etc.

    Las manchas hemorrágicas son debidas a extravasación de los eritrocitos de la sangre en la dermis o la epidermis, por lo que esa mancha no desaparece a la vitropresión. Este tipo de mancha también recibe el nombre de púrpura y se clasifica según la forma que adopta. Cuando las manchas son puntiformes, desde el tamaño de la cabeza de un alfiler, hasta el de una lenteja, se denominan petequias, cuando tienen una forma lineal se llaman víbices, cuando son redondeadas y de mayor tamaño se denominan equimosis, finalmente las colecciones de sangre debajo de la piel que forman relieve (ya no son solo manchas), se denominan hematomas. Las manchas hemorrágicas o púrpuras pueden tener un origen traumático, alérgico, por defectos en la coagulación, trobocitopenico etc. Pero lo mas común son las lesiones vasculares provocadas por agentes etiológicos infecciosos, como ocurre en el casos de peste porcina, erisipela porcina, fiebre petequeal de los caballos, escorbuto de perros y gatos, etc.

    Las manchas pigmentarias son las que dependen del depósito en la piel de cantidades excesivas de melanina, en cuyo caso la piel adquiere una coloración obscura (melanoma, melanosarcoma, acantosis negrican) o de otras sustancias, tales como la hemosiderína, como consecuencia de la destrucción de eritrocitos extravasados en la dermis, en cuyo caso la piel también adquiere una coloración más obscura, así como también se agrupan aquí los casos de desaparición de los pigmentos normales de la piel llamados Hipocromías dándole a la mancha un color blanquecino tal como ocurre, el caso del vitíligo (durina).

    Gránulo o Pápula

    Son engrosamientos duros de la piel que van desde el tamaño de la cabeza de un alfiler hasta el tamaño de una lenteja, que se descubre fundamentalmente por palpación de la piel y que al desaparecer no dejan cicatriz.

    Estas lesiones se pueden producir por diversas causas:

    • por infiltración inflamatoria de las papilas cutáneas,
    • por infiltración celular de la capa de Malpighio
    • por infiltración inflamatoria de algunas glándulas sebáceas o folículos pilosos (foliculitis)
    • por acumulación y desecación del humor sebáceo

    Las pápulas rara vez se descubren por inspección incluso en animales desprovistos de pelo o en regiones poco peludas, generalmente se descubren pasando la mano por encima de ellas, y a veces es necesario pincharlas para darnos cuenta que no contienen líquido. Cuando son pocas y aisladas no tienen importancia clínica, sin embargo cuando son abundantes o están agrupadas pueden constituir síntomas de diversas patologías, como ocurre en algunas enfermedades agudas febriles. También se presentan en casos de enfermedades infecciosas como es en el exantema papuloso del caballo, en la viruela (como exantema papulo-vesiculoso de la viruela) etc.

    Nódulo o Tubérculo

    Son lesiones semisólidas o duras de la dermis, que hacen relieve en la piel, debido que su tamaño generalmente va del de un chicharo o guisante, al de una nuez, aunque puede alcanzar hasta el de un huevo de gallina, en cuyo caso se le denomina tubérculo. Se origina tanto en la dermis como en la hipodermis y sus causas son las mismas que el de la pápula. Cuando los nódulos se producen por inflamación y necrosis del folículo piloso se denominan forúnculos Por lo general su evolución es lenta y deja marcas o cicatrices al resolverse. La existencia de nódulos es un proceso relativamente frecuente en dermatología de manera que Harvey y Mackeever agruparon diversas afecciones cutáneas bajo el término de dermatosis nodulares. Los nódulos se pueden presentar en algunas enfermedades infamatorias crónicas, en el exantema noduloso del ganado y en la papilomatosis entre otros.

    Algunos autores consideran otra lesión parecida al nódulo llamada Goma la cual es sólida en su primera fase pero luego se reblandece y termina en una úlcera

    Tumor

    Son neoformaciones con tendencia a crecer indefinidamente invadiendo cualquier estructura de la piel y tejido celular subcutáneo, pueden ser de origen epitelial, melánico o conjuntivo y su aspecto y consistencia son variables. Las etiologías pueden ir desde malformaciones congénitas hasta verdaderas neoplasias (sarcomas o carcinomas)

    Roncha o Habón

    Son elevaciones circunscritas que hacen relieve y tienen formas redondeadas, hemisféricas o planas, las cuales pueden unirse unas con otras hasta formar extensas placas o mesetas irregulares o planas. Su tamaño varia desde un guisante hasta el de huevos de gallina, cuya consistencia no es dura y se puede reducir con el dedo, su color es rosaceo y blanquea por vitropresión o diascopía. Su aparición es brusca y su curso es fugaz. Cuando son pequeñas se descubren porque el pelo en estas zonas está erizado y en las regiones desprovistas de pelo y pigmentos se aprecian de color rojo al inicio pero a medida que crecen se van tornando más pálidas. Las ronchas habitualmente son muy pruriginosas y al resolver no dejan secuelas en la piel.

    Se origina como resultado de una reacción vascular a nivel de la capa de Malpighio y el cuerpo papilar, debida a causas alérgicas, tóxicas o funcionales, lo que da lugar a salida de plasma y células de los vasos. Esto explica su fugacidad y ausencia de alteraciones titulares una vez terminada la reabsorción del líquido. Hay casos en que el habón se origina más profundamente en zonas laxas del tejido celular subcutáneo en cuyo caso se denomina Edema Angio-neurótico y casi siempre se presenta sin prurito.

    Esta lesión se produce frecuentemente en el Síndrome Urticaria, aunque puede presentarse como síntoma en diversos procesos digestivos, tóxicos, o en autointoxicaciones.

    Vesícula o Ampolla

    Son elevaciones circunscritas de la epidermis o subepidermicas que contienen un líquido claro o seroso. Cuando son pequeñas desde el tamaño de una lenteja hasta el de una avellana pequeña se llaman vesículas, cuando son más grandes que esto se denominan ampollas o bullas, aunque algunos autores las consideran como dos entidades diferentes debido a diferencias en su origen y a sus características.

    Se producen por ruptura o desaparición de los procesos espinosos de las células basales de la epidermis (acantolisis), acumulación de líquido en los espacios intersticiales de la epidermis, así como por aumento de la presión hidrostática de la dermis que despega la unión entre la dermis y la epidermis o que penetra en la epidermis y despega la capa cornea.

    Las vesículas generalmente son multiloculadas y cuando son pequeñas casi nunca dejan cicatriz al resolver, mientras que las ampollas por el contrario son generalmente uniloculadas y cuando evolucionan pueden producir una lesión secundaria (aftas, úlcera, costra etc.) También pueden tener una causa traumática o térmica.

    Las vesículas y las ampollas pueden localizarse en la piel o en las mucosas, en estas últimas pueden presentarse con mayor frecuencia, son de efímera duración y a veces solo apreciamos la lesión secundaria rojiza redondeada y dolorosa (aftas).

    Las vesículas o ampollas se producen en numerosas enfermedades tales como la mamilitis ulcerativa bovina, la fiebre aftosa, en la cual se presentan en los espacios interdigitales, las mamas, las mucosas, en el pénfigo canino donde se presentan bulas, en el eczema, algunas dermatitis, herpes, etc. y en otras como en la viruela puede constituir un estadio intermedio para convertirse en pústulas.

    Pústula o Ampolla purulenta

    Son elevaciones circunscritas de la piel parecidas a las vesículas, pero cuyo contenido es pus. Se produce cuando la irritación del agente patógeno provoca la acumulación de leucocitos polimorfonucleares (piocitos), tejido muerto etc., aunque también puede provenir de una contaminación de una vesícula.

    Las pústulas pueden ser superficiales cuando se localizan por debajo de las capas superficiales de la epidermis (como es la capa cornea), como ocurre en el Impétigo o profundas cuando se localizan en el límite entre la dermis y la epidermis como ocurre en la Viruela. Cuando la pústula es profunda siempre deja cicatriz al resolver. También se produce a nivel del folículo piloso en cuyo caso se denomina folicular. Esta lesión se presenta también en el Ectima en el cual las pústulas están concentradas en una región inflamada, muy frecuente en las ovejas y también se presenta en la estomatitis pustulosa y la peste equina.

    Lesiones secundarias o consecutivas de la piel

    Las lesiones secundarias o consecutivas de la piel son aquellas que se presentan como una consecuencia o modificación de las primarias, o sea, casi siempre son secuelas de las primarias por lo cual son menos específicas y aunque tienen un menor valor diagnóstico, pueden ayudarnos a detectar determinados procesos patológicos.

    Estas pueden evolucionar de tres formas:

    1. Como modificaciones de las capas superficiales de la epidermis
    2. Como pérdidas de sustancia de la piel
    3. Como procesos proliferativos de la piel

    Entre las modificaciones de las capas superficiales de la epidermis tenemos:

    1. Escamas
    2. Costras
    3. Escaras

    Escamas

    Son células epidérmicas queratinizadas que se desprenden de la capa cornea en forma de pequeñas láminas de grosor variable. Su origen es a consecuencia de un proceso patológico de la epidermis que cause trastornos de la cornificación normal como ocurre en algunos tipos de Eczema o a dificultades en el desprendimiento normal de las células corneas.

    Cuando las escamas son pequeñas y finas como el salvado de trigo hablamos de descamación furfurácea, mientras cuando las escamas son más grandes lo denominamos descamación membranosa.

    Se presenta en algunos tipos de Eczema en cuyo caso se aprecian algo húmedas y serosas, en la seborrea y en la sarna demodécica

    Algunos autores describen el collarete epidérmico como un tipo de escama alrededor de una vesícula, bulla o pústula que se ha descrito como síntoma de las piodermas en caninos

    Costras

    Las costras son exudados, pus, y sangre, que se mezclan con los pelos, la suciedad, los detritus celulares que se forman en los procesos inflamatorios cutáneos, todos los cuales se desecan y endurecen formando estratos más o menos adheridos a las capas subyacentes.

    En este caso es importante valorar la lesión subyacente de la cual proviene. Las costras varían en su color y aspecto de acuerdo con la naturaleza del líquido que le dio origen, las que son causadas por exudados serosos son desde amarillo claras hasta amarillo miel parecidas a la goma más o menos transparentes, las de pus son amarillo-verdosas o grisáceas; cuando están mezcladas con sangre o exudado sanguinolento van de pardas a negras. Cuando las costras se estructuran de forma concéntrica y estratificada similar a una concha de una ostra se denomina rupia

    Escaras

    Se trata de zonas de piel necrosadas compactas y negruzcas que tienden a ser producidas a partir de regiones traumatizadas o mortificadas, por su aspecto de estrato se parece a la costra, pero su origen es diferente ya que en muchos casos se deben a compresión mecánica de los tejidos debido a decúbito prolongado del animal. La presencia de escara conlleva a pensar en primer término a una falta de irrigación sanguínea en la piel de esa zona y la necrosis correspondiente (si ese tejido es eliminado pasa a ser una perdida de sustancia denominada necrosis cutánea).

    Entre las pérdidas de sustancia de la piel tenemos:

    1. Excoriaciones
    2. Grietas
    3. Úlceras
    4. Necrosis o Gangrena cutánea

    Excoriaciones

    Son lesiones con desprendimientos de la epidermis, aunque pueden afectar a la capa superficial de la dermis, principalmente por causas traumáticas como rascado, roedura y estregamiento en el curso enfermedades cutáneas pruriginosas como la sarna, o por rotura de vesículas y desprendimientos de trozos de la epidermis en casos de enfermedades vesiculosas (en ese caso tienen forma redondeada), así como, en la excitación violenta a causa de encefalitis y los cólicos, en cuyo caso generalmente se presentan en la frente y en las partes salientes. La excoriación cuando resuelve, normalmente no deja cicatriz, a no ser que esté afectado el corium, aunque puede provocar, o un aumento temporal de la pigmentación, o una hipocromía en dependencia de la región donde se produzca.

    Grietas

    Son ranuras o rajaduras lineales que se presentan en los sitios en que la piel ha perdido su elasticidad natural y se cuartea, a causa de la inflamación y cuyos bordes se separan como una solución de continuidad. A veces solo implican a la epidermis y en otros casos alcanzan la dermis pudiendo llegar a formar fisuras sanguinolentas en zonas cutáneas muy tumefactas o que se han vuelto quebradizas, son muy dolorosas, casi siempre húmedas y hasta purulentas. La posterior evolución de la grieta hacia una cicatriz, depende de la profundidad que alcance en la piel. Esta lesión puede aparecer cuando la piel es gruesa e inelástica a nivel de los orificios naturales como la boca, el morro, la vulva y también en las regiones de mucha distensión de las articulaciones durante el curso de enfermedades, como la enfermedad maculosa y el eczema del pliegue de la cuartilla. (En esta lesión no hay realmente una perdida de sustancia, pero la mayoría de los autores la clasifican en este grupo a falta de un grupo que responda mejor a sus características)

    Úlceras

    Son lesiones que resultan de la destrucción de los tejidos hasta el corium o más profundamente a causa de contaminaciones infecciones de heridas, rotura de abscesos y reblandecimiento de actinomicomas, botriomicomas y tumores malignos. En ocasiones un agente físico o químico puede provocar la lesión, ayudado por un proceso infeccioso concomitante. En las úlceras es importante estudiar su consistencia sus bordes y el exudado que se presenta en el fondo. El curso de estas lesiones es crónico, casi siempre tienden a profundizarse y casi nunca a curarse, debido ante todo a la falta de vitalidad de los tejidos afectados. Al resolver el proceso casi siempre deja cicatriz y es necesario eliminar el tejido afectado para favorecer su curación. Esta lesión se puede presentar en el curso de diversas enfermedades infecciosas como son: el muermo cutáneo y papilar (úlceras muermosas) en la linfangitis epizoótica, en la tuberculosis cutánea (úlceras tuberculosas), en la viruela gangrenosa, etc.

    Necrosis o Gangrena cutánea

    Son perdidas de tejidos con desprendimiento de grandes trozos de piel, puede derivarse a partir de una escara como consecuencia de la necrosis por compresión de la piel en los decúbitos prolongados sobre todo en regiones debajo de las cuales hay una superficie ósea , en otros casos se debe a una gangrena cutánea que puede ser seca con desprendimiento de trozos de piel negruzcos secos, momificados o húmeda donde los trozos desprendidos son blandos, húmedos y friables Una necrosis cutánea se puede presentar en el curso de algunas enfermedades infecciosas tales como: la enfermedad maculosa, la necrobacilosis podal, otras pododermatitis severas como el panadizo interdigital, epizootia maligna del pie y raramente en algunas enfermedades rojas del cerdo. También se puede presentar en procesos cáusticos, en quemaduras, en congelaciones profundas, en dermatitis fotodinámica después de la exposición a los rayos solares, etc.

    Entre los procesos proliferativos de la piel tenemos:

    1. Cicatrices
    2. Vegetaciones
    3. Hiperqueratosis

    Cicatrices

    Son las neoformaciones de tejido fibroso resultantes del proceso de reparación de las lesiones que interesan a la dermis, por lo cual se producen después de pérdidas profundas de tejido. Este proceso de reconstrucción se realiza a partir de un nuevo tejido de granulación, sobre la base de la hiperplasia de los fibroblastos lo que provoca la fibrosis característica de la cicatriz, así como la ausencia de glándula y otros anexos como pelos. La cicatriz puede ser plana o hacer relieve y su color a veces difiere la piel normal, por lo cual de ser extensa y estar localizada en un lugar visible puede afectar estéticamente a un animal de feria. Las cicatrices se pueden producir en heridas profundas quirúrgicas y no quirúrgicas sobre todo si son muy traumáticas (trepanaciones, toracocentesis, ruminotomias, punciones, etc). También en el curso de algunas enfermedades que provocan pérdidas profundas de sustancia como el muermo, la linfangitis ulcerosa, las úlceras estivales y la micosis cutánea.

    Vegetaciones

    Se denominan como vegetaciones a crecimientos anormales cutáneos a nivel de la piel o las mucosas cuya base anatómica es la proliferación de las papilas dérmicas acompañadas de un aumento notable del cuerpo mucoso, con engrosamiento o no de su capa cornea. Su origen es una hiperplasia conjuntivo-epitelial debido a causas infecciosas; esto es lo que ocurre en las verrugas.

    Pueden tener formas muy diversas según su causa, localización etc., las mas frecuentes son la forma de coliflor y la filiforme, cuando se presenta en las mucosas es de superficie húmeda, blanda al tacto y que sangra con facilidad, debido a que la capa cornea es delgada mientras que cuando es en la piel las vegetaciones son más secas ásperas y verrugosas. Este tipo de lesiones se presentan en la Papilomatosis, en las verrugas vulgares y en la Acantosis Negrican.

    Hiperqueratosis

    Es un notable engrosamiento de algunas capas de la piel (fundamentalmente de la capa cornea) debido a una reacción hipertrófica de la epidermis, que a veces se presenta unida a una condensación de algunos elementos cutáneos con menos desplazamiento de sus capas y adherencias a los planos profundos. Puede ser provocada por causas mecánicas que actúan de forma circunscrita como ocurre en las callosidades o por causas infecciosas como ocurre en la hiperqueratosis del ganado vacuno o la enfermedad de los pulpejos en el perro en cuyos casos actúan de forma difusa.

    Bibliografía

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    Autor:

    DrC. Jerónimo Rafael Ruiz León

    UNIVERSIDAD DE GRANMA

    Facultad de Medicina Veterinaria

    Bayamo M.N. Granma

    CUBA

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