Introducción
Los estudios regionales que se vienen realizando en el plano socio-religioso han demostrado la riqueza y peculiaridades que adquieren determinados fenómenos en áreas específicas. El conocimiento del hecho religioso como fenómeno global resulta indispensable en todas las ramas de la praxis social. En especial en comunidades mineras donde muchas veces las ciencias sociales pasan a un lugar secundario por ser consideradas blandas e improductivas, así como por los prejuicios en la crisis actual de la modernidad donde no se aprecia la filosofía posmoderna y los estudios culturales como la gran oportunidad histórica para la solución de estas diferencias largamente reprimidas.
El fenómeno religioso que está determinado, a escala social, por responder flexiblemente a los consumos culturales de distintas actores y sectores. Se ha señalado que la religión es una de las fuentes naturales para la formación de identidades y conservación del patrimonio cultural pero al mismo tiempo, en un contexto de cambio religioso a cultural o de crisis puede generar des-tradicionalización, marginación y abstencionismo social. Por otra parte, el complejo de creencias, representaciones, praxis, ethos y normas que se generan dentro de los sistemas religiosos regulan las características de las relaciones entre los creyentes. Es decir, los sistemas religiosos son un espacio dinámico de relaciones sociales, que tienen en común la fe en lo sobrenatural.
Los sistemas religiosos implican un complejo normativo, que el individuo asume en relación a su cosmovisión (de forma voluntaria, o presionado por la colectividad) y en relación a su estatus socio clasista y cultural. Sin embargo, cuando un individuo sociopático se convierte a un sistema religioso se establece una interrelación normativa, ya que la institución religiosa comienza a regular la percepción de la realidad que posee ese sujeto, que se transforman en un referente para él y pasa a definir los lugares y sentidos de su relación identitaria, socio-cultural e individual.
Es decir, la religión, además de ser una alternativa institucional de socialización, ofrece un sistema de creencias y normas que operan como reguladoras en la vida del individuo, mecanismo terapéutica ante sociopatías como el alcoholismo, drogadicción, prostitución y violencia y la conducta suicida.
Nicaro-Levisa es una importante comunidad minera ubicada en la zona noreste de la provincia de Holguín. Sus orígenes se remontan a la década de 1940 cuando al desatarse la Segunda Guerra Mundial, la General Service Administration (G.S.A) del gobierno de los Estados Unidos, adquiere los terrenos de Lengua de Pájaro (hasta entonces empleados como potreros por la United Fruit Company) para la construcción de una nueva planta niquelífera con el novedoso proceso Caron[1]nunca antes desarrollado a nivel industrial. Los trabajos de construcción de la industria comenzaron en marzo de 1942 y paralelamente nacía Nicaro como comunidad.
El nacimiento espacial y estructural, siguió el proceso de industrialización y urbanización capitalista norteamericano. De esta forma en las inmediaciones de la industria se comenzaron a construir áreas residenciales, tiendas, escuelas, hospital, sistema de acueducto y alcantarillado, cine, clubes, iglesia, etc. Todo ello encaminado a que esos primeros pobladores lograsen identificar un entorno sociocultural y económico que les permitiese auto reconocerse como habitantes de la comunidad que se conformaba.
La naciente población estaba compuesta fundamentalmente por personal de zonas aledañas como Banes, Antilla, Mayarí, Sagua de Tánamo, Baracoa y otras localidades que acudían ante la posibilidad de fuente de empleo, aunque el personal calificado provenía fundamentalmente de los Estados Unidos, quienes se asentaron junto a sus familias al igual que técnicos e ingenieros cubanos provenientes de otras zonas del país. La variedad cultural de estos primeros pobladores provenientes de diversos entornos, así como la división socio-clasista impuesta por la Compañía desde la construcción de la comunidad y la distribución del espacio habitacional y geográfico, dificultó la integración de los diferentes campamentos (barrios) y una identidad con rasgos culturales precisos de estos primeros pobladores.
Desarrollo
En la literatura que recoge la historia de esta comunidad minera se aprecia la ausencia significativa sobre el surgimiento y estructuración del campo religioso. Siendo la religión expresión de la cultura y la identidad de sus habitantes y condicionante del comportamiento social.
A ello debemos sumar que nos regiremos por criterios del investigador Jorge Ramírez Calzadilla del Departamento de Estudios Socio Religiosos en la clasificación de formas concretas y agrupaciones que conforman el campo religioso cubano.
Debemos analizar conceptos de gran importancia. Al definir campo consideramos la categoría del sociólogo francés Pierre Bourdieu, que lo define como una configuración de relaciones objetivas entre las diferentes posiciones que presentan los ocupantes de este espacio; dichas posiciones están presentadas de forma objetiva por el status que juegan y los intereses de cada ente social que estructuran el campo, es decir, que cada agente tiene un lugar en la distribución de los beneficios que puede ofrecer el campo de acuerdo a la repartición de poder o de capital cultural con que cuente, y así su relación con las demás posiciones como de dominación, subordinación, homología, etc.[2].
En la presente investigación se tuvo presente además, el concepto de religión. En términos generales se asume como la fe o creencia objetiva de lo supranatural o lo sobrenatural[3]
Atendiendo los conceptos analizados, tomamos como campo religioso a todas aquellas expresiones y denominaciones religiosas[4]que desempeñen un papel dentro de una región escogida por sus características históricas dentro de un espacio sociocultural.
Al abordar la religiosidad en la comunidad minera nos proponemos, para lograr una mayor coherencia y organicidad en nuestro trabajo, dividirlo por etapas, una etapa que aborde la religiosidad en un período pre revolucionario, y otro que abarque la etapa revolucionaria, todo ello sin pretensiones de historiografiar religiosamente esta región.
Encontramos, a pesar de la fundación relativamente reciente del campo religioso nicarense, además del cristianismo, con el catolicismo y expresiones protestantes que se incorporaron a la comunidad tardíamente, algunas expresiones de origen africano como la Santería (Regla Ocha) y el Palo Monte (Regla Conga) propias del sincretismo, el espiritismo en sus formas de espiritismo, espiritismo cruzado, de cordón y de caridad y la escasa presencia el vodú haitiano.
En la comunidad minera de Nicaro Levisa el cristianismo comenzó con la construcción de una Iglesia Católica en una elevación, construida de madera, la cual se derrumbó y fue entonces que en agosto de 1959 se inauguró la actual, fundada por el padre Rolando García con el nombre de Nuestra Señora de la Caridad. Hoy es atendida por misioneros de la Congregación del Verbo Divino, compuesta por sacerdotes extranjeros provenientes de Uruguay, Indonesia y Filipinas, apoyados por monjas que ayudan en las distintas actividades así como a las diferentes acciones sociales de la misma hacia la comunidad.
La institución católica mantuvo un conservadurismo político ante el revolucionario proceso que se operaba en la zona minera, mantuvo una escasa proyección social de la Iglesia hacia zonas rurales, elemento que posteriormente facilitaría el proceso de asentamiento de denominaciones protestantes.
El protestantismo llega a Nicaro hacia el año 1956, cuando Josefa Cudeiro, vecina de La Pasa escuchando por radio un programa donde se predicaba el evangelio, escribió y dio su dirección a un pastor llamado Luís M. Ortiz, puertorriqueño que estaba en Santiago de Cuba. Este responde a su llamado y envía a un pastor nombrado Rolando Milod Plana, que por esa época radicaba en una iglesia en San Germán, quien estuvo predicando en La Pasa y en todos los lugares donde encontró oídos para su mensaje, lo hizo debajo de un poste eléctrico, de un árbol y en algunas barracas, en Levisita, Nicaro, predicó bajo una guásima por espacio de varios meses por falta de un local.
Inicialmente no tenía albergue donde dormir y se quedaba en los dormitorios de los trabajadores de la fábrica. Cuando un grupo se iba para el trabajo dormía en las camas desocupadas por éstos. Se sustentaba con algún dinero de ofrendas que hacían los días de culto. Por gestiones que hicieron las 24 personas que estudiaban el evangelio en aquella época, a principios de 1957, los norteamericanos dueños de la fábrica de níquel le autorizaron legalmente una porción de tierra para levantar allí el templo que lleva por nombre "Luz y Salvación de Dios". Para financiar la construcción de dicho templo se vendieron bonos con el valor de 25 centavos.
Los estudios realizados muestran que inicialmente existía una fuerte resistencia a la incorporación a esta denominación protestante, en ello influyó el dominio que había tenido la Iglesia Católica sobre los pobladores. Gracias a la proyección social menos elitista y el abandono por parte de la Iglesia Católica a sectores menos favorecidos y la ausencia de un poder jerárquico centralizado, el protestantismo encontró seguidores. Un rasgo característico de esta iglesia era su carácter congregacional, con una estructura eclesial propia y centralidad en la figura de su líder.
Al triunfar la Revolución Cubana comienza el éxodo de los norteamericanos hacia su país al igual que la mayoría del personal técnico calificado. Con la nacionalización de la fábrica, en octubre de 1960, una nueva etapa se abre en la vida de la comunidad minera.
Como parte de las nuevas políticas del naciente gobierno revolucionario se reconstruye el poblado de Levisa (incendiado por el esbirro Sosa Blanco) y comienzan a construirse nuevos barrios expandiéndose el núcleo urbano. Se otorgaron algunos beneficios sociales como el desarrollo urbanístico con la aparición de cines de estreno, buró de turismo, círculos infantiles, escuelas, pavimentación de las calles, la cuota minera, y salarios elevados. Estas condiciones propiciaron una nueva oleada migratoria hacia esta región minera, fuerza joven llega a la zona para desarrollar la industria y apoyar los trabajos a realizar; quienes se sumaron a la población con un impacto social considerable.
En esta etapa según estudios los Testigos de Jehová irrumpen en el escenario religioso nicarense. A pesar de ser una secta urbana de clase media importada desde los EEUU, al ser introducida en esta región de Cuba, se expande por las zonas rurales, principalmente en Levisa y áreas aledañas donde la base social la conformaron campesinos con bajo nivel educacional en un contexto cultural poco favorecido.
El hecho de que el catolicismo fuese antes del 59 representativo los sectores más pudientes en Nicaro, y el nuevo gobierno revolucionario, limitó el dominio de esta iglesia en el escenario religioso por su proyección negativa hacia el nuevo estado cubano, permitió que surgiesen nuevos creyentes que mezclaban el catolicismo con los cultos de origen africano, algo que también contribuyó a la formación del espiritismo en esta zona.
El espiritismo en sus diversas variantes (de caridad, de cordón y cruzado) se difunde en estos años con gran rapidez y consta en la actualidad con gran cantidad de seguidores en los tres templos espiritistas que se han registrado. De manera general los espiritistas nicarenses le dan gran importancia a los espacios ubicados por ellos, pues estos son considerados construcciones simbólicas, no simples realidades físicas o geográficas (patio/casa).
Los actores rituales durante los díaz del 4 y 17 de diciembre estructuran, reestructuran y dan sentido a los mismos, a través de complejos procesos de significación, donde los límites, unas veces aparecen claramente definidos y otras bastante difusos. La entrada en la casa por la cocina para entregar la comida al espíritu de un antepasado o a alguno de los angelitos protectores, vendrá precedido de un bautizo derramando por dentro al frente de la puerta de la casa y a los costados de la misma un chorrito de agua.
Asimismo, en un costado del patio se encuentran los animales comprados por la espiritistas y por los compromisos de los ahijados/as los animales permanecen en un cercado hasta su sacrificio. Dado que la entrega es casi inmediata a la celebración no son bautizados previamente, sino momentos antes del sacrificio,donde son lavados con agua clara (que tiene perfume, canela, malva tabaquito y otras hierbas como la albahaca) de una palangana ubicada delante del altar o al lado del ca?ambe, palo del poder y base principal de Elegguá, al que se le arriman los santos por ser un palo fuerte. A continuación, serán secados, peinados, bautizados y se les dará de comer.
Generalmente aparecen aquí imágenes de distintos santos a los que algunos los llaman por su nombre sincrético por ejemplo: San Lázaro (Babalú Ayé), Santa Bárbara (Shangó), La Virgen de la Caridad (Oshún), y otros. Esto es variable al igual que otros elementos en dependencia de la variante de espiritismo que sea.
La regla conga, podemos decir que es un sistema que está muy arraigado en la zona oriental del país fundamentalmente en la provincia de Santiago de Cuba, región de la cual llegaron los paleros nuestra comunidad, este un sistema que utiliza las fuerzas del monte, o sea de los palos considerando que cada uno tiene su poder. Con respecto al centro de poder (una de las formas de llamar a la Nganga), podemos decir que ésta puede ser de barro o de hierro, en su interior hay todo tipo de objetos ferrosos, palos del monte, tierra del cementerio, huesos de animales o humanos, hormigas, etc. Los paleros entrevistados en nuestra comarca gozan de gran popularidad y credibilidad por parte de sus seguidores generalmente son más respetados.
La relación que se establece entre el palero y su nganga es muy estrecha, existe un intercambio donde el palero le hace ofrendas y alimenta a su caldero; y en cambio la nganga le brinda su poder, o sea, existe un pacto entre el muerto y el palero. Quizás en esto radica el motivo superioridad que le atribuyen los creyentes con respecto a las demás manifestaciones religiosas.
Con esta migración llega con fuerza la regla Osha. Los cultos de este tipo de religión rinden culto a las deidades y ancestros. Los orichas o seres sobrenaturales propios de la religión nigeriana devinieron los santos. La misma ha ido asimilando tributos, explicaciones, formas de culto procedentes de otras expresiones religiosas africanas, del catolicismo y el espiritismo; también ha ido acrecentando su vinculación con las fuerzas sociales, en particular, con las características de la comunidad a medida que la presencia de las fuerzas naturales se han alejado de las formas originarias en la práctica religiosa no vinculada a los ritos de aseguramiento de la producción.
Con respecto a las deidades de esta religión daremos a conocer el nombre de algunas de ellas, los colores que la identifican y el equivalente en el santoral católico. Para ellos el Dios supremo es Orula, Olorún, Olodumare u Olofi y otros como Obatalá, Changó, Yemayá, Oshún, Ogún, Elegguá, entre otros. Existen gran cantidad de seguidores de esta expresión religiosa y se encuentra con facilidad sus practicantes. El uso de collares con fines religiosos es notable así como la asistencia
A partir de la crisis económica de los 90´ comienza a generarse en Nicaro Levisa un fenómeno que está estrechamente ligado al contexto social que vivía el país: el nacimiento de grupos que se erigen como denominaciones independientes. Si bien no presentan carácter sectario, su móvil organizativo está afincado en el carisma del líder. Aunque el carismatismo es un fenómeno que se ha propagado hacia el interior de las diversas denominaciones cristianas protestantes y no protestantes.
Uno de los elementos fundamentales en la religiosidad en esta comunidad minera durante la década de los noventa, es el notable reavivamiento religioso, manifestándose en un conjunto de indicadores que así lo demuestran. Como indicadores podríamos mencionar el aumento de la asistencia a ceremonias religiosas, el significativo incremento de las membresías de iglesias cristianas, la mayor cantidad de locales o casas culto, el crecimiento del número de bautizos, la mayor utilización y comercialización de iconografías y signos religiosos visibles, elevada significación de la religión en el creyente, entre otros elementos de carácter social y cultural.
Este notable crecimiento encontró como elementos favorecedores en su expansión, la frustración de muchos proyectos de vida y sociales, influenciado por la depresión de los mecanismos institucionales estatales, que hasta entonces funcionaban y permitían la socialización extralaboral, es entonces que las expresiones religiosas encuentran el escenario idóneo para cubrir necesidades como esta. Según estudios realizados la membresía de las denominaciones cristianas consideraban que su iglesia era un centro que le permitía cambio social y actividad fuera de lo cotidiano, partiendo de que una de las funciones de la religión instituida es su capacidad reguladora del ser social.
Se puede asegurar que el espiritismo, la santería y la palería no escapan tampoco a ese reavivamiento religioso aunque se desconoce el número exacto de lo que pudiera considerarse una membresía regular en estos últimos años, principalmente las prácticas de espiritismo tipo cordón y cruzado, las cuales logran aglutinar no sólo un número considerable de practicantes en sus sesiones e incrementar los lugares para ofrecer sus actividades.
Algunas de las manifestaciones religiosas en Nicaro Levisa han ampliado su espacio social al intervenir en cuestiones de ayudas, sanidad, humanitarias y realizar actividades de captación directa y ceremonias fuera de los templos, aumentando la propagación de sus creencias y publicaciones. Sin embargo varios líderes religiosos han expresado sus preocupaciones por cierto mercantilismo presente en lo religioso, pues se nota cierta tendencia lo comercial.
En ello influyen los medios de difusión masiva pues artistas plásticos, poetas, cuentistas, cineastas, novelistas abordan ahora la temática religiosa con más frecuencia que lo tradicional. Igualmente sucede en la música y prácticamente todas las orquestas de música popular tienen en sus repertorios canciones a orishas o santos. Las iglesias han organizado coros de una alta calidad. Tal vez lo más destacable es que los medios de difusión reproducen esas obras y en la radio y la televisión aparece también lo religioso en distintas formas y contenidos, lo que no acontecía apenas una década antes.
La influencia de los cambios socioculturales en el campo religioso y la aparición en el ámbito público de lo religioso a través de diferentes espacios sociales ha condicionado nuevas formas de acción, de relación, de legitimación, de movilidad y ascensión social, de reconocimiento social y de establecimiento de estrategias individuales y familiares que, por lo tanto, han propiciado una reestructuración de la sociedad y del campo religioso el que, a su vez, actúa sobre la propia sociedad.
Conclusiones
A modo de conclusiones podemos plantear que al campo religioso en esta comunidad minera està compuesto y estructurado por una riqueza y variedad de expresiones de variado origen, composición, y alcance que varia en sus diversas manifestaciones y proyección social. Puede afirmarse que se ha producido una mayor presencia de la religión en la vida social, con notables cambios, que se advierten en: la dimensión sociocultural de esta comunidad minera, la conciencia social, la organización de la sociedad y la práctica cotidiana y las organizaciones religiosas.
Se comienza a apreciar una serie de elementos identitarios que permiten a sus pobladores identificarse con su entorno religioso y satisfacer sus necesidades de esta índole, pues se advierte la tendencia al movimiento hacia las formas religiosas popularizadas asociadas a la cotidianeidad y a la solución milagrosa, a la vez que, por otra parte, hay una búsqueda en la religión de solidaridad, de ideales de vida, de valores morales, de modelos de conducta y esperanzas.
La década de los noventa fue un escenario productivo en el campo religioso de esta comunidad minera pues no cabe dudas que insatisfacciones, desorientaciones, sentimientos de desprotección, que caracterizan las crisis sociales, potencian el recurso religioso como explicación, respaldo, esperanza y la búsqueda de protección en lo sobrenatural. El campo religioso de forma general se caracteriza por una religiosidad difusa, sincrética, aquirográfica, con una mitografía variable, y un cosmos mágico religioso lleno de cratofanías, hierofanías, teofanías asistémicas, etc. Este escenario fue un espacio alternativo de socialización, donde individuos portadores de sociopatías se resocializan, al asumir referentes axiológicos, pero que les permite una compensada interacción dentro y fuera de la institución religiosa.
Nicaro Levisa, como comunidad minera no está totalmente aislada de Cuba y del mundo y a ella llegan influencias culturales y religiosas desde el extranjero, corrientes del pensamiento, costumbres y diversas tendencias. Las circunstancias del mundo actual que han provocado rechazos a las bases racionales de la modernidad con su búsqueda de soluciones y utopías, alcanzan a la sociedad minera cubana y repercuten en diversos campos, incluyendo el religioso. Véase pues el rol de la religión, como proceso endógeno cultural, en la identidad y conservación del patrimonio en el desarrollo local.
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_______ (2002) Región e Identidad._ Holguín: Ediciones Holguín.
Autor:
Lic. Alden Angulo Roque
[1] Proceso desarrollado por el holandés Martinus H. Caron y patentado en los Estados Unidos, que permite mediante tostación reductora y posterior lixiviación carbonato amoniacal, la obtención de níquel a partir de los minerales lateriticos.
[2] Tomado de: “La lógica de los campos”, en Rev. Zona Erógena, No 6, Buenos Aires, 1993, pp. 39-43
[3] Sabater, V. (2003) “Sociedad y Religión”._ La Habana: Editorial Félix Varela.
[4] El término Denominación resulta de vital importancia por su amplitud, se utiliza para denominar a todas las confesiones que operan en la unidad de análisis, independientemente de tener carácter de Iglesia o Secta. Surgió en los EE.UU. como posibilidad no excluyente en el campo religioso protestante.