Descargar

En torno a una visión trasgresora del mundo erótico femenino en "Las Andariegas" de Albalucía Ángel (página 3)


Partes: 1, 2, 3, 4

Desde esta perspectiva, las creencias míticas y la capacidad receptiva frente a este tipo de imágenes sobrenaturales develan un significado social, el cual fue formalizado por una necesidad de controlar las creencias populares cuyos orígenes son anteriores al cristianismo. En las citas, es la mujer el ente que cuestiona su propia condición sacro-profana, poniendo en cuestionamiento los discursos represivos externos, ya que, los miedos de la mujer han sido mitificados desde las políticas externas al género mismo, tal y como lo hizo la historia con el Malleus Maleficarum (1486) de Sprenger y Kramer, comentado anteriormente.

En los textos se afirma el sentido histórico que tienen las escritoras frente a la dinámica repulsiva de la Inquisición, ya que esta organización fue el principal organismo en destruir la figura femenina. En primer lugar, Mariagne es un juego de nominación con la monja , de quien toda la comunidad cristiana se refirió a este caso como un pacto con el demonio; en segundo lugar, Ángel se refiere a la quema y traición que sufrió Juana de Arco, pero esta cita conserva la secuencia del espacio de lo bello al referirse a las cenizas en el río; y, la tercera cita que describe la destrucción de las dos partes, tanto del hombre a la mujer como de la mujer a los ejércitos.

Con frecuencia, los imaginarios se sustentan en ideologías que definen la verdad y mentira. Este sistema discursivo es objeto de debate en las NCP, ya que, el pueblo constituye la principal respuesta a la presencia femenina, así, la relación entre lo divino y mortal se convierte en poderes del bien y el mal, necesarios para las interpretaciones institucionales. Es decir, el ángel no podía existir solo, necesitaban otro imaginario opuesto para darle sentido a su propia razón de ser, de esta manera, la obsesión por buscar el significado de algo con respecto a otro se convirtió en una dicotomía que produjo diversas metáforas que orientaron los comportamientos.

Inevitablemente pasamos del amor a la historia y a la política, y a los mitos que se corresponden con las circunstancias históricas y políticas, y tú preguntaste: . Y no fue causal esa pregunta –desde fuera nos juzgamos, pero son nuestros temores más profundos los que nos atan a lo que rechazamos-, como no es causal que el demonio sea un hombre negro, o rojo, o si toma forma de mujer, según dice el Diccionario de brujería; demonio es el ángel caído por haber amenazado el orden desde arriba establecido. Pasamos de esta manera, a los mitos de circunstancias históricas y políticas, porque aún no nos es posible hablar de amor…(98)NCP

En el fragmento se interpretan las diferentes perspectivas que recogen las escritoras para tratar de dar explicación a los procesos políticos que demarcaron a la mujer y a otra clase social como los negros. Desde luego, estos debates culturales permiten confrontar el pasado con el presente, puesto que, los movimientos feministas buscan reinterpretar las condiciones contemporáneas en el espacio público. Por esta razón, la pregunta de la cita hace referencia a un nuevo encuentro de brujas, el pacto con el demonio, proceso que trata de escribir las luchas constantes con los cultos patriarcales.

Estas intervenciones en el discurso oficial fueron la causa de la censura y marginalización intelectual de estas escritoras, quienes luego de un fallo judicial quedaron absueltas por atentar contra la moral pública. Ya que, su obra busca denunciar los atentados de la Iglesia contra la sociedad y en segunda instancia enuncian claramente encuentros sexuales prohibidos.

¿Qué le interesa entonces a Mariana? ¿Las manos que la recorren? ¿Las suyas, que descienden lentas por las caderas, o las de él, que la abandonan de improviso…?

¿Se rompe, pues, la clausura?

Curva, tenso, el vientre; la lengua entumecida. La lengua de él caliente, áspera su saliva, y el pausado succionar, próximo, ritmado, vacilándola lentamente de vida.

Complácese Mariana con su cuerpo, consciente de sí misma, olvidada de los motivos y lamentos que la llevan a las cartas que inventan. : hela aquí hundiéndose en su ejercicio. Ejercicio del cuerpo-pasión, ejercicio de la pasión en su causa. (54)NCP

Por temor hasta han de llamarnos lesbianas, porque sobre este cuerpo (seis senos de novela que ríen también) no se pueden posar manos ofreciendo o pidiendo prendas. Frágil y débil es el hombre que separa la madre de sí mismo. Amémonos las unas a las otras como nosotras nos amamos, huérfanas del mismo bien…(61) NCP

Estas intervenciones en la obra, denuncian la estigmatización de los encuentros corporales prohibidos, normas que estableció la Institución patriarcal. Las anteriores citas provocan la clausura institucional sobre el placer del cuerpo, puesto que, la narración rompe con el nivel hegemónico patriarcal para anunciar un placer femenino. La conciencia de las invenciones se contrapone al diálogo con las normativizaciones adquiridas como herencia de situaciones externas, es decir, la lucha directa por las figuraciones sociales reformulan discursos no descritos por la monja. En primer lugar, las autoras se refieren a Mariana como mujer que atiende los ejercicios de la pasión, el acto sexual es descrito bajo los insumos de la naturaleza sensual, y, luego, condicionan el que hacer homoerótico parodiando la cita bíblica de "Amaos los unos a los otros como yo os he amado" Jn, 13:34. para transgredir las leyendas católicas, asumiendo de esta manera la condición homosocial y sexual. Por medio de estas citas se observa la denuncia a la Iglesia Católica que quieren hacer las escritoras, pues de manera evidente se distingue la ironía y parafraseo de ciertos textos de la Biblia.

Quizá los ensayos del discurso sexual escinden la norma para desviar y descalificar la función perversa de los contextos mencionados. Por ejemplo, la aseveración a la condición homo erótica no parte de una realidad, sino que es descrita como parte de la invención trasgresora del mundo represivo en el cual se encuentran. Sin el poder de las palabras, el discurso de las N.C.P. no llamaría la atención sobre el hecho del diálogo lesbiano con los intertextos bíblicos, ya que en Ángel Las Andariegas aluden a las relaciones o eventos homosociales de una forma simbólica, al igual que aparece en Wittig.

Entonces, la inserción determinante de este calificativo aparece enlazado con las reuniones o tertulias que llevaban a cabo las tres Marías, o sea, la formulación del adjetivo es desdeñado por los aquelarres. Encuentros en donde las mujeres tienen la posibilidad de tener espacio para sus propios intereses, oficios que diversifican las versiones y las convierten en un elemento fantasmagórico en donde pueden tener contacto con el demonio quien es una potencia liberadora. Al igual que surgieron las confesiones bajo tortura en la Edad Media, en las NCP las mujeres asumen sus encuentros como el poder de liberación y libertad, así lo describe Michelet "Por todos lados peligros y ganancias. Ninguna situación podía estar más llena de corrupciones. Las mismas brujas no negaban los absurdos poderes que el pueblo les atribuía. Ellas confesaban que con una muñeca atravesada con agujas, podían hechizar, hacer adelgazar, hacer perecer a quien quisieran. Ellas confesaban que con la mandrágora, arrancada al pie del patíbulo (por los dientes de un perro, decían ellas, que invariablemente moría a causa de sus efectos) podían pervertir la razón, cambiar los hombres en bestias, convertir en alienadas y en locas a las mujeres." (1987:168)

De modo que este lugar fantasmagórico y distante de todos los demás, era el símbolo perfecto que devela los misterios de las mujeres poseídas, en este caso las tres Marías. Los pensamientos empiezan a carecer de su propio orden; es entonces cuando aparecen los demonios y demás nexos con lo prohibido. No solamente la mujer se encontraba sola y podía tener conocimiento de su entorno, sino que además, las diversas creencias fantásticas y maravillosas llenaban el espacio con actividades que perpetuaban el nexo mortal versus el mundo inmortal.

Sin embargo, es inevitable en los estudios de género hacer referencia a los momentos históricos que dañan la figura femenina, es decir, la ironía y la parodia que utilizan las NCP complementan las interrelaciones líricas de las otras obras; de esta manera, los epígrafes de Ángel son un camino más que las protagonistas de su libro recorren, al igual que, el lector construye su propia relación mítica de la fémina originaria.

Un análisis de los procesos trasgresores narrados por estas autoras se evidencia en la forma como afirman las escrituras sagradas, rompiendo el artículo femenino y convirtiéndolo en una epístola profana, ya que agencia el ideal homosexual de las actantes. Entonces, ¿existe otro cuento?, las referencias a los seres míticos son discursos subalternos, las subculturas y los subtextos son comentarios que iluminan fugazmente la ideología feminista, pues bien, las analogías temáticas entre Las andariegas y las NCP conservan relaciones culturales de afirmación femenina.

Ya no es pues en ti

de donde el sol vacía el bronce

sino el sonido en ella la plata trabajada

la luz que evoca la forma y a poniente

entierra hasta el fondo su cuchillo

Si tienes domada la rabia

en su filo

tan hembra tú y firme en la fiebre

abatida

atenta está a la piel donde suspendes

los dedos en la presa de la vorágine (29) NCP

descendieron prendidas la una de la otra. parecía una cadena de acero rutilante, brilloso con el sol que era de mediodía y de verano. parecían bucaneras al asalto. vorágines, cristales, vientos abrasadores

azogue, parecían

armaduras y espadas de cristal. (15) Las andariegas

El tono firme de la voz femenina anuncia la vinculación de ésta a la versión social de la nueva historia, el factor de cercanía con los rasgos morales, políticos y culturales señalan la dinámica de la interrupción de los estereotipos masculinos. Así, la nominación de la sexualidad femenina en las citas es presentada desde la construcción de símbolos religiosos como: luz, firmeza y vorágines. El ambiente de la acción desencadena un imaginario mítico-religioso que instaura un nuevo orden para la mujer.

Hasta aquí, la representación argumental de todos los eventos sociales e históricos de la imagen femenina es producto del exilio al cual ha estado sometida la mujer durante siglos, así los símbolos de la luz y a poniente entierra su cuchillo evocan la firmeza y el contraste de luminosidad que tiene una escena teatral, en donde la hembra es la protagonista.

Por lo tanto, es importante la diferencia que marca el discurso ético de las Tres Marías, pues delimita cada problemática femenina y la argumenta desde otro punto de vista, ya que se mueven las críticas a los discursos eclesiásticos, sociales y simbólicos que han posibilitado la mistificación de ciertas ideologías en la dinámica del patriarca. Este factor hace que el libro aniquile las estrategias modernas y contemporáneas que muestran a los personajes míticos e históricos como héroes y antihéroes de su propio que-hacer político.

En consecuencia, el signo de la fémina al igual que en Las Andariegas pertenece a la lógica del desplazamiento de la universalidad, poseído por principios de producción, los sentimientos de la mujer son los que se privilegian en este discurso. El placer y la diseminación de una relación son los acontecimientos que entronizan las necesidades originarias femeninas, la despedida al igual que la de Mariana vincula diferentes estados del amor. Este desplazamiento en la escritura es presentado por las NCP en forma lírica y acróstica, tal y como se observa en el fragmento, en donde se conectan los diversos significados que tiene Mariana.

edu.red

El placer, el odio, la venganza, la fuerza y la desilusión son los pasos que sigue Alcoforado, los cuales son retomados por sus reescritoras, quienes delinean los diferentes estados de su protagonista por medio de las instituciones que movilizan la represión femenina. Desde el inicio se preocupan por resemantizar lo que piensa su madre, lo que dicen sus colegas, lo que dice su amado, Doña Brites y otros personajes de la historia que dialogan con Mariana. Incluso su cuerpo se convierte en ente autónomo que habla y dice lo que siente, lo que desea, pensamientos que reconstruyen con fascinantes y traidoras confesiones lo que la sociedad no aceptó.

De manera similar, las diferentes esferas del campo estético se enlazan en las obras con imágenes de la página en blanco que sólo resaltan en mayúscula sostenida la imagen de círculos, como sucede en la obra de Ángel, esta característica de los círculos en el texto se analizara en el siguiente capítulo. Y, en M.W. esa misma condición de la página se observa en forma horizontal y en bloques narrativos de las mitologías femeninas. De esta forma, se interpretan las tres obras como propuestas críticas de la argumentación femenina y trasgresoras del género literario y estético de la escritura tradicional.

Algunas de las autoras en las N.C.P. escriben en verso y otras en prosa, las voces de esta obra se mueven en el pasado y el presente, lo que fue, lo que no se dijo y lo que se debe decir, parlamentos que insertan el devenir de la cultura. Al igual que el juego entre lo subjetivo y objetivo, el genio y el humor crecen al interior de una obra que pone en circulación varios componentes de la historia de Mariana Alcoforado.

de aquello que rasgamos

y doblamos

carta por carta en su perfil exacto

Hembras somos

fieles a nuestra imagen

oposición sedienta que vestimos

mujeres pues sin buscar ventaja

mas muy seguras de los hombres que cubrimos

Y jamás caza

seremos

u objeto

dado

ni voluntario olor

de bosque seco

vidrio decimos

piedra

caminata

al acercársenos

por barca

o viento

Remoto círculo que se esparce

éste que usamos

de sustento

de presupuesta amarra

en que nos fijamos

apartadas de los otros

pero tan cerca (48) NCP

Finalmente, las consideraciones de las NCP en la obra de Ángel funcionan como intertexto que debate y continúa el camino de la escritura de Las Andariegas, el recorrido vincula los subtextos con una lectura homosocial de las protagonistas. Además del rechazo a una institucionalización heterocentrada que se ha instalado durante siglos a través de la familia, la iglesia y el hogar, la versión sociológica y poética de estas autoras enriquece el movimiento feminista, y en este caso particular, la obra de la escritora colombiana.

Por ejemplo, en la cita las mujeres agencian los rasgos de fidelidad colectiva y se caracterizan por la oposición de la destrucción. Ellas son las protectoras de los géneros, de los hombres que cubrimos, momento en que la maternidad no logró ser sustituida ante tanta violencia y eliminación hacia el sexo femenino. Esta cita rememora el estado de una nueva historia en las obras, pues Ángel finaliza con el ascenso de las protagonistas luego del Apocalipsis, como símbolo de un nuevo inicio.

ascendieron prendidas la una de la otra. Parecía una cadena de acero rutilante. parecían bucaneras al asalto. Vorágines, cristales, vientos abrasadores.

armaduras y espadas de cristal,

la Tierra sabia antigua lujuriosa voraz, las vio alejarse. (138)Las Andariegas

La imagen de las hembras es la base que agencia las condiciones particulares de una generalización que debaten las escritoras, los otros son considerados como el ente que es protegido por la mujer; de esta forma, cubierto por el manto femenino, la caza ya no existe, son dos seres que se vinculan en un solo cuerpo. El círculo, símbolo analizado desde el libro de Wittig se difumina para enaltecer la labor colectiva, la unión de varias voces que se formulan a partir de un nosotros.

Así, los intertextos que utiliza Ángel abordan desde diferentes propuestas estéticas e ideológicas la nueva historia de la protagonista femenina, la mujer madre, hija y original son reconfiguradas por los textos, los cuales, recopilan símbolos de la teoría feminista y de género. Rechazando todas las versiones que se instauran desde la normativización institucional y promoviendo una nueva lectura de los roles hombre-mujer, una escritura femenina libre del control del logos.

Capítulo III

Como una ráfaga de sueños. Como trasmigraciones…

SUBCULTURAS Y SUBALTERNIDADES ÉTNICAS.

Evocan la historia de aquella que estuvo viviendo mucho tiempo en el lugar por donde pasan los camellos. Con la cabeza descubierta bajo el sol, Clémence Maïeul no ha cesado de invocar a Amaterasu la diosa del sol, al tiempo que se cortaba sus abundantes cabellos, que se postraba tres veces golpeando el suelo con las manos y que decía, yo te saludo gran Amaterasu, en nombre de nuestra madre, en nombre de las que han de llegar. Venga a nos nuestro reino. Rómpase este orden. Caigan derribados los buenos y los malos. Dicen ellas que Clémence Maïeul ha dibujado muchas veces en el suelo la O que es el signo de la diosa, el símbolo del anillo vulvar.

Las guerrilleras. (24)

La propuesta de la narración lírica que retoma Ángel a partir de la obra de Wittig, se encuentra simultáneamente en diálogo con deidades y heroínas que reconstruyen la visión socio-histórica de la diferencia entre sexos. Tales intertextos presentan el flujo del espacio femenino como componente histórico-mitológico en un lenguaje que rechaza la normalización a través del tejido social. Es decir, los significados que presenta cada nombre en la cultura occidental, oriental y americana han sido seleccionados como parte fundamental del origen en la historia femenina.

La escritura de estas deidades evidencia en Las Andariegas un lenguaje nuevo e innovador, tanto para la obra de Wittig y Ángel, pues utilizan mayúscula sostenida y juegan con el espacio del discurso. Por ejemplo, Ángel presenta los intertextos mitológicos en forma circular haciendo alusión a la luna como elemento mitológico femenino, en tanto que, Wittig utiliza estas deidades en forma horizontal y justificada, casi como un bloque que busca la resistencia a la normalización masculina; además, las dos obras hacen una propuesta gráfica en el discurso.

Los textos expresan los nombres en una página completa afirmando la metáfora de los feminarios, símbolo descrito en la obra de M.W.. Esta representación reconstruye la memoria femenina y trasgrede las normas establecidas por el discurso del patriarca.

después de hojearlo, el feminario presenta muchas páginas en blanco sobre las que escriben de vez en cuando. En esencia, contiene unas páginas impresas en mayúscula de cantidad variable. A veces sólo hay una o también puede ocurrir que la página esté llena. Es frecuente que se hallen aisladas en mitad de la página, muy espaciadas negras sobre fondo blanco o bien blancas sobre fondo negro. (14) Wittig.

Así, la identidad se ve capturada a través de los mitos, las expresiones del sentir y vivir de la mujer se descomponen a partir de la dialéctica entre cuerpo y naturaleza, desafiando la representación habitual del sujeto masculino como opuesto. Los mitos e historias permiten determinar nuevas relaciones sociales entre los personajes femeninos, ya que implican la afirmación de lo NO dicho en la historia oficial, tal y como lo describe Mircea Eliade "Los mitos revelan, pues, la actividad creadora y desvelan la sacralidad (o simplemente la ) de sus obras. En suma, los mitos describen las diversas, y a veces dramáticas, irrupciones de lo sagrado (o de lo ) en el mundo" (2000:17).

Desde este punto de vista, la narración mítica de Ángel se entiende como el espacio sagrado de la hembra que hace posible la mimesis o la imitación de la naturaleza. Por lo tanto, las representaciones entre la diferencia hombre-mujer constituye uno de los principales mitos en cuanto a la procreación y fertilidad, que buscan explicar la realidad femenina; y este aspecto pone de relieve la virilidad y la fuerza masculina que también pueden tener las mujeres.

Círculos, voz colectiva, orígenes míticos.

En el poema se reta la metáfora originaria del cuerpo femenino como un absoluto que la cultura occidental ha ligado con la maternidad y la procreación de la especie. Tales ideologías, especialmente en el ámbito reproductivo, rompen con la vigencia del discurso falocéntrico. En este caso, la trasgresión del mundo erótico femenino simboliza la condición humana del ser interior , la conciencia del mundo íntimo mantiene un imaginario con su propio cuerpo.

En estas historias, el mundo mítico fluye para tratar de recuperar la participación femenina en la historia de Occidente. El espacio de ensoñación que agencia el texto nos permite entrever una descripción simbólica desde la relación de hoy con el pasado. Cada nombre referencia situaciones límite, las cuales agencian una visión universal que busca llenar los espacios vacíos de la historia. Son diosas y heroínas observadas desde una voz identitaria, suenan al unísono como artefacto de un solo modelo que elimina el tiempo y espacio de cada personaje. De modo infinito, las voces llegan de lejos, máscaras textuales que se convierten en polifonía del texto mismo.

Tal y como la menciona Cisoux "las voces que nos tocan con mayor potencia son las voces que vienen todavía desnudas, voces de antes de la puerta del paraíso, del tiempo en que no conocíamos ni vergüenza ni temor" (2001: 112). Por lo tanto, quedarse fuera del mito es una consigna que se sufre, la reconstrucción de un nuevo origen lleva a la transfiguración de la participación femenina; es decir, la búsqueda constante de este nuevo llamado apunta a la revelación de la desestabilización en los juegos de poder entre lo masculino y femenino.

Es entonces significativo el cómo, dónde y qué características fundamentan las creencias divinas de los pueblos, ya que, con base en los lazos biológicos y genealógicos se interpretan los principios del mundo y su creación. Esto significa que se adoptan posturas morales y éticas que entienden el comportamiento humano dentro de los rasgos de lo que es y no puede ser. Según Eliade, el retorno al origen es la reconstrucción de lo que hicieron nuestros antepasados, volver a los comienzos: "la idea implícita de esta creencia es que es la primera manifestación de una cosa la que es significativa y válida, y no sus sucesivas epifanías. De un modo parecido, no es lo que han hecho el padre o el abuelo lo que se enseña al niño, sino lo que hicieron por primera vez los antepasados, en los tiempos míticos." (2000:39).

Ángel, por medio de los mitos, refleja una constante elisión de género, seculariza la visión patriarcal dentro de las culturas primitivas, subvierte el estado del Otro para abrir paso a un YO, un TÚ y un ELLAS. La cosmogonía local y universal enfoca sus relatos al substrato de los pueblos anteriores, el linaje matriarcal, como ente único, asegura el seguimiento a la Madre, tal y como se afirma en uno de los epígrafes.

Primero estaba el mar

Todo estaba oscuro. No había sol, ni luna, ni

gente, ni animales ni plantas.

El mar estaba en todas partes.

El mar era la madre. La madre no era gente, ni

nada ni cosa alguna.

Ella era espíritu de lo que iba a venir y ella era

pensamiento y memoria.

Mitología Kogui[14](Colombia)

Así como la mitología Kogui muestra uno de los acontecimientos primigenios en su contexto matrilineal, las consideraciones mitológicas exploran al interior del texto diferentes posiciones ideológicas y espaciales, las cuales, continúan con la referencia materna. En especial, la conformación de un estatus existencial que busca explicar los aspectos naturales más cercanos; es decir, invocar por medio de la tradición oral las cosas más simples e importantes de la vida, el agua, el mar y la ontología del mismo, vinculan el pasado, presente y futuro en una cultura indígena. Tradición que elimina la necesidad de designar género o sexo masculino a las manifestaciones naturales de la voluntad divina.

La intersección de nuevas deidades aparece como una forma de pulsión entre la escritura y ritmos de encuentro en el primer viaje, el tiempo y el espacio se despliega hacia el África[15]Además, como elemento catafórico en la narración se irrumpe con una secuencia de lucha:

cuando una de ellas dio la voz de alarma, se aglomeraron en la orilla.(27)

Es decir que la visualización y escucha de estos símbolos aluden a la memoria indeleble de combatientes, guerreras y heroínas. El medio círculo, equivalente a la media luna, está conformado por nombres femeninos que colman el apetito de lo insuperable. Nerfertiti, Isis, Nepthys, Sekhmet y Hachepsut, son los primeras deidades que aluden al despliegue histórico-espacial.

edu.red

Divinidades egipcias que atribuyen sus características a la madre; en primer lugar, Nerfertiti diosa que representa la belicosidad con un sable curvado en la mano símbolo de flor de loto abierta y coronada, dos plumas con cabeza de león igual que su madre, quien representaba la divinidad solar. Luego Isis, quien le devolvió la vida a su esposo después de un ataque que tuvo con Seth, representa la fertilidad. Nepthys, divinidad funeraria, quien yació con su hermano Osiris y ayudó a Isis a encontrar a su marido, con su hermano Anubis representado con cabeza de perro, acompaña las almas. Sekhmet, diosa leona representante del sol en su aspecto maléfico, significa ponente y se simboliza como una leona. Finalmente Hachepsut, diosa que representa la guerra[16]Estas relaciones míticas simbolizan la fuerza de la hembra, ya que son identificaciones del conocimiento profundo de las mujeres rebeldes de otras culturas.

De esta manera, los círculos sirven como referentes al hombre que se abre paso a lo que se llamaría el imaginario entre el victimario y el cazador:

dos guerreros erguidos sobre carrozas tiradas por caballos blancos y caballos tordillos…, …dos varones mortíferos que quisieran dejar un cuerpo yerto… (32)Las Andariegas

En este ejemplo, el ritual ejecutado por los hombres que redimen y someten se encuentra antecedido por figuras femeninas míticas de guerra. Además, la identidad sexual de estas heroínas enmascaran la presencia de un sexo indeterminado, lo cual se observa en Nefertiti, símbolo de trasgresión sexual que apoya características que desmitifican la historia del travestismo.

Así, los referentes históricos más elaborados en el texto de Ángel, subvierten una praxis social que determina el mundo como una NO identidad sexual, es decir, desde las construcciones míticas los significados sociales de sexo enfrentan una esencia del ser y, tienen como rasgo fundamental una antiasimilación de la diferencia. Cisoux se refiere a este aspecto como una marca que busca eliminar los preconceptos de lo negativo y lo positivo "lo neutro (neu-ter). Ni lo uno ni lo otro, tú has hecho en entender que evidentemente no quiero encerrarlo en un sentido que estaría enmarcado por lo negativo y luego por algo del orden de la exclusión de la realidad" (2000: 115). Es decir, que la deconstrucción de sexo parte en las mitologías desde el tono irreverente de las mujeres.

Este fascinación que advierte la sociedad convertida en un ente sin rostro, ni género, se reitera en otras obras de la autora, como Girasoles en invierno (1970) "rostros sin género, ni sexo, número de años…" (11). Esta afirmación supone la insistencia en analizar el estatus problemático del ser masculino y femenino; reflexión que instaura una conciencia por el discurso de género.

En el poema otros mitos permiten determinar nuevas relaciones sociales entre los personajes femeninos. El segundo círculo que continúa el camino hacia la cultura griega, persiste en ser la brújula del camino que van a seguir las andariegas. Durante el recorrido se menciona a Atenea, así que el lector atisba un nuevo paso hacía Europa, progresivamente se descifra la sensualidad implícita en el relato, las amadas aparecen como vínculos de otra personalidad que busca la integración del placer con la fatalidad. Electra, Hécuba, Antígona, Afrodita, Medea, Clitemnestra, Ifigenia, Artemisa, Pandora, Safo, Diotimia, Athis, Helena, Yocasta, Hera e Hipólita, son ahora diosas, semidiosas y mortales, cada una con una nueva historia de madre, esposa e hija, la tríada perfecta para interpretar el nuevo códice de la fémina creadora.

edu.red

La idea de flujo narrativo en este círculo se ve acompañada de cuatro líneas, las cuales son deconstrucciones verbales que buscan elementos fundamentales dentro del ejercicio autoconciente de la escritura; es decir, cada elemento presente en la obra se identifica con una intencionalidad fragmentaria de lo que se considera sagrado. Ejemplo de ello son las menciones contestatarias que irrumpen la identificación y diferencia sexual con respecto al ideal de madre, esposa e hija.

El mito metaforiza y agencia interpretaciones cercanas al deseo homoerótico: Safo e Hypólita, son nombres que abordan el deseo por un mismo género. Si bien desde la poeta griega se alude a la homosexualidad femenina, el grupo al cual pertenecía alimenta el imaginario de los primeros espacios de las mujeres para la interacción intelectual. Por otra parte, la historia de Hypólita refiere nuevamente la imagen de guerra, reina de las Amazonas, combatientes que se niegan estar con los hombres.

En la descomposición textual, la ruptura narrativa aparece como una secuencia atemporal sobre la significación del Otro; los símbolos míticos examinan la figura masculina como una diferencia que desentroniza la fémina originaria. Por esta razón, los espacios matriarcales poseen una perspectiva utópica sobre el futuro, son espacios ahistóricos que confirman los rasgos de la teoría queer, pues los círculos mitológicos construyen la voz primigenia de la hembra desde el erotismo de las situaciones homosociales.

Este futuro utópico parte de la autoconciencia de la escritura, la cual intercede por las condiciones de placer y espiritualidad. Los personajes son amantes que dejan sus despojos a los hombres, el cuerpo femenino de luchadoras incansables resume todas las exclusiones históricas de nuestros tiempos. Estas medias lunas personifican diferentes aspectos del "ser" mujer, condiciones polifónicas y polifacéticas que instituyen un grado salvaje, pero a la vez erótico de las historias.

y beber en

su goce

vírgenes de ojos dulces les dieron el adiós y les

trenzaron oro en los cabellos

viajaron en

sus nombres

amadas

acunadas

en rito

alígero y

sin melancolía

después supieron que ardieron las ciudades. (51) Las Andariegas

En el texto anterior la visión de la mujer empieza con el goce, el placer, la pureza y el amor como expresiones primarias de la hembra, sin embargo, este acontecimiento ritual mítico y fantástico se encuentra trasgredido por la imagen de la ciudades quemadas; es decir, una metáfora de las quemas inquisitoriales que castraron la libertad y placer de la mujer. De esta manera, las vírgenes son los símbolos originales de la voz mitológica, un ser sin contacto sexual pero que conserva el placer del cuerpo erótico es representado por los ojos dulces y los cabellos trenzados.

Determinar las estrategias de lectura mítica en la obra es vincular el entramado histórico y social de diferentes culturas, pues Ángel construye una realidad en búsqueda de la mujer original a partir de los referentes de la cultura de occidente. El nacimiento de una hembra sin ataduras y sin clausuras continúa el recorrido narrativo hacía las grandes tragedias, en el siguiente círculo la interacción de las protagonistas con las metáforas teatrales continúa su ejemplo hacia el amor filial con: Medea, Clitemnestra, Antígona, entre otras. Ellas han renunciado a todos los preceptos sociales por el amor filial y fraterno, han sido despojadas por el hombre de las referencias culturales y populares. Estos nombres forman una peregrinación que despliega su horizonte hacia los diferentes continentes y épocas. Los personajes dramáticos sirven para dar testimonio sobre la capacidad de amar, traicionar y combatir las condiciones sociales predispuestas en cada cultura.

edu.red

En este círculo, las diferencias temporales constituyen un recorrido dramático que preserva la idea del rito originario, es decir, la interpretación del mundo se determina en el texto literario como escena de la realidad, otra perspectiva que utiliza Ángel para semantizar al sujeto femenino. Mircea Eliade analiza este aspecto a partir de las tribus americanas y se refiere al escenario mítico-ritual como una renovación periódica del mundo para encontrarse asimismo (2000:48).

De esta manera, la identidad de género y pensamiento establece escenarios para las configuraciones sexuales, ya que cuestiona estratégicamente los complementos e inclusiones sociales que abordan el componente femenino. Tal y como lo menciona Elena Grau en su análisis, Ángel presenta una visión de "cómo la mujer es situada dentro de la historia y cómo ella misma se sitúa." (1997:33).

Es decir, que a partir de los recorridos de los personajes, el paso del descubrimiento a la heterogeneidad se relaciona en las culturas primitivas americanas como un acercamiento al imaginario primario, la mujer como ser origen de la creación tiene como última estación América. El substrato de los pueblos anteriores, un linaje patriarcal que trata de ser entendido desde un estilo diferenciador; la conciencia política de Ángel desentraña el linaje matriarcal, a través de una pericia multireferencial, así los intertextos funcionan de forma plena para hacer visible la presencia originaria.

edu.red

En las culturas americanas, según Manfred Ludmer (1992) la figura de la mujer cambiante obedece a la interpretación de la madre tierra, al igual que las atribuciones de dios o diosa, son distinciones que miden el horizonte celeste para las tribus indígenas. La fertilidad, atribuida a la disposición receptiva de fecundidad se le atribuye, en la mayoría de las culturas, a la luna. Por ejemplo, para los mexicanos la luna estaba llena de agua y se confunde con la diosa Tierra o la magna mater, sabiduría que conserva la visión de la mujer cambiante con respecto al género de sus deidades, la cual se asemeja a la primera referencia de las divinidades egipcias que hace Ángel.

La afirmación no se queda sólo en la cultura eurocentrista, ya que, la autora hace alusión a diferentes mitos originarios con múltiples interrelaciones que se establecen en contraste con el sujeto femenino. En América presenta a Mama Ocllo, figura de la cultura Inca, quien preside la existencia del pueblo, pues con Manco ( o Magno Capac) son los únicos sobrevivientes que encuentran el ombligo del mundo. De esta manera, no hay especificidad de una sola historia o mito, por el contrario, en el desarrollo del texto las características similares al encuentro de un recuerdo inherente a la sociedad se subvierte para entender la reificación de características válidas, tanto para ella como para él.

De esta manera, las condiciones originarias que construye Ángel a partir de los círculos, tiene como finalidad el continente americano, versiones de la historia que no han sido rescatadas por los conquistadores, quienes en el texto aparecen como destructores. La conciencia del nivel subjetivo y colectivo aparece como elemento estructurado de las voces míticas, así pues, las tribus indígenas de Perú, México y Colombia traen una perspectiva de la representación femenina que revive la historia de los antepasados.

En primer lugar, el imperio Azteca referenciado en el círculo por Coatlícue, Itzapápolotl y Cihuacóatl, tres deidades mexicanas que conforman la voz de la crueldad y la maternidad. Las representaciones gráficas de las tribus las identifican como destructores y a las tres se les identifica con serpientes, animales que referencian el pecado. Por ejemplo, Cihuacoatl (nombre de la antigua diosa serpiente), Coatlícue e Itzapápolotl fueron compañeras de Mixcoatl, la primera una deidad mayor que representaba la tierra y la muerte y, la segunda una deidad menor que representaba la guerra.

Coatlícue[17]fue una madre juzgada por deshonra, ya que al estar barriendo el templo le tocó una pluma en el pecho y quedó embarazada, lo cual indignó a sus 400 hijos, quienes para borrar el pecado pensaron en ejecutarla; sin embargo, dio a luz a Huitzilopochtli, quien nació completamente armado (según la leyenda) y la defendió de sus hermanos, matando cruelmente a su hermana Coyolxauhqui. Acto por el cual su madre lo reprendió, así que envío su cabeza al cielo y así la convirtió en Luna.

En segundo lugar, la Gaitana mito colombiano de los indígenas de Tierradentro, mujer combativa y cruel que se resiste, según las crónicas, a los conquistadores. Su imagen mítica ha sido retomada por varios cronistas, es una de las mujeres precolombinas que continúa vigente en la memoria. Es un símbolo de resistencia al conquistador tal y como lo analiza Betty Osorio, "La ceremonia efectuada por la Gaitana de cierta manera emula la atrocidad de Añasco, pues la pregunta que la Gaitana le hace al conquistador

Partes: 1, 2, 3, 4
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente