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Estrés postraumático (página 2)


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Algunas personas experimentan secuelas emocionales semanas o meses después de haber estado expuestos a un suceso traumático. Otras pueden experimentar estas reacciones mientras todavía se hallan en el lugar de los hechos, cuando deberían concentrarse en los peligros que cambian continuamente a fin de velar por su propia seguridad y rescatar a los heridos. Dentro de las consecuencias que se presentan están:

Físicos

Dolor en el pecho Dificultad para respirar Shock Fatiga Náuseas/vómitos Mareo Sudoración excesiva Aceleración del ritmo cardíaco Sed Dolor de cabeza Alteraciones visuales Espasmos de la mandíbula Dolores difusos

Cognoscitivos

Confusión Pesadillas Desorientación Aumento o disminución del estado de alerta Concentración deficiente Trastornos de la memoria Dificultad para resolver problemas Dificultad para identificar personas u objetos conocidos

Emocionales

Ansiedad Culpa Aflicción Negación Pánico severo (raro) Miedo Irritabilidad Pérdida del control emocional Depresión Sentimiento de fracaso Sentirse abrumado Culpar a los demás o a sí mismo

De conducta

Ira intensa Aislamiento Estallidos emocionales Pérdida o aumento temporal del apetito Consumo excesivo de alcohol Incapacidad de descansar, intranquilidad Cambios en la conducta sexual

Las personas con trastorno de estrés postraumático experimentan de nuevo el hecho una y otra vez en al menos una de varias formas. Pueden tener sueños y recuerdos atemorizantes del acontecimiento, sensación de estar pasando por la experiencia nuevamente (reviviscencia) o tornarse muy perturbado durante los aniversarios del evento.

Evaluación

El profesional que trabaja con este tipo de pacientes debe considerar el carácter multidimensional y necesariamente complejo de este tipo de trastornos. Una entrevista clinica global y multidimensional es una estrategia de evaluación de primer orden para el adecuado diagnóstico del estrés traumático. Un adecuado proceso de entrevista permite al paciente relatar su experiencia y sus impresiones del evento, teniendo la oportunidad de expresarse con libertad en un entorno seguro,empático y no crítico. La entrevista permite extraer los detalles de la experiencia vivida por el sujeto, evaluar los niveles pasados y presentes de funcionamiento del sujeto y determinar la modalidad de tratamiento asi como los objetivos terapéuticos más adecuados en cada caso concreto. Entre las entrevistas estructuradas mas utilizadas se encuentran:

-Clinician Administered PTSD scale (CAPS; Blake et al., 1990)

-Anxiety Disorders Interview Schedule-IV (ADIS-IV; DiNardo, Brown, & Barlow, 1994).

Otros instrumentos de evaluación específicos utilizados son:

-Subscala del Minnesota Multiphasic Personality Inventory (MMPI; Keane, Malloy, & Fairbank, 1984; Schlenger & Kulka, 1987),

-The Penn Inventory for PTSD (Hammarberg, 1992).

Es frecuente encontrar en este tipo de pacientes otros trastornos asociados,como trastornos de pánico, depresión o ansiedad generalizada,por lo que la evaluación de este tipo de trastornos debería ser parte del proceso evaluativo (Meichenbaum, 1994)

Criterios diagnósticos manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-IV

A. La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que han existido 1 y 2:

1.    La persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno (o más) acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás.

2.    La persona ha respondido con un temor, una desesperanza o un horror intensos. Nota: En los niños estas respuestas pueden expresarse en comportamientos desestructurados o agitados.

B. El acontecimiento traumático es reexperimentado persistentemente a través de una (o más) de las siguientes formas:

1. Recuerdos del acontecimiento recurrentes e intrusos que provocan malestar y en los que se incluyen imágenes, pensamientos o percepciones. Nota: En los niños pequeños esto puede expresarse en juegos repetitivos donde aparecen temas o aspectos característicos del trauma.

2. Sueños de carácter recurrente sobre el acontecimiento, que producen malestar. Nota: En los niños puede haber sueños terroríficos de contenido irreconocible.

3. El individuo actúa o tiene la sensación de que el acontecimiento traumático está ocurriendo (se incluye la sensación de estar reviviendo la experiencia, ilusiones, alucinaciones y episodios disociativos de flashback, incluso los que aparecen al despertarse o al intoxicarse). Nota: Los niños pequeños pueden reescenificar el acontecimiento traumático específico.

4. Malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático.

5. Respuestas fisiológicas al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático.

C. Evitación persistente de estímulos asociados al trauma y embotamiento de la reactividad general del individuo (ausente antes del trauma), tal y como indican tres (o más) de los siguientes síntomas:

1. Esfuerzos para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el suceso traumático.

2. Esfuerzos para evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos del trauma.

3. Incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma.

4. Reducción acusada del interés o la participación en actividades significativas.

5. Sensación de desapego o enajenación frente a los demás.

6. Restricción de la vida afectiva (p. ej., incapacidad para tener sentimientos de amor).

7. Sensación de un futuro desolador (p. ej., no espera obtener un empleo, casarse, formar una familia o, en definitiva, llevar una vida normal).

D. Síntomas persistentes de aumento de la activación (arousal) (ausente antes del trauma), tal y como indican dos (o más) de los siguientes síntomas:

1. Dificultades para conciliar o mantener el sueño.

2. Irritabilidad o ataques de ira.

3. Dificultades para concentrarse.

4. Hipervigilancia.

5. Respuestas exageradas de sobresalto.

E. Estas alteraciones (síntomas de los Criterios B, C y D) se prolongan más de 1 mes.

F. Estas alteraciones provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.  

Pautas para el diagnóstico

Este trastorno no debe ser diagnosticado a menos que no esté totalmente claro que ha aparecido dentro de los seis meses posteriores a un hecho traumático de excepcional intensidad. Un diagnostico "probable" podría aún ser posible si el lapso entre el hecho y el comienzo de los síntomas es mayor de seis meses, con tal de que las manifestaciones clínicas sean típicas y no sea verosímil ningún otro diagnóstico alternativo (por ejemplo, trastorno de ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo o episodio depresivo). Además del trauma, deben estar presentes evocaciones o representaciones del acontecimiento en forma de recuerdos o imágenes durante la vigilia o de ensueños reiterados. También suelen estar presentes, pero no son esenciales para el diagnóstico, desapego emocional claro, con embotamiento afectivo y la evitación de estímulos que podrían reavivar el recuerdo del trauma. Los síntomas vegetativos, los trastornos del estado de ánimo y el comportamiento anormal contribuyen también al diagnóstico, pero no son de importancia capital para el mismo.

Tratamiento

Parece evidente que la elección de una técnica sobre otra dependerá en buena medida de la propia formación teórica y práctica del profesional de la salud mental. En todo caso,y reconociendo la multidimensionalidad y complejidad del trastorno, parece aconsejable en la mayoría de las ocasiones optar por un enfoque ecléctico, adaptable a las circunstancias del paciente en la medida de lo posible. A continuación se presenta una breve revisión de algunas de las modalidades terapéuticas más comúnmente utilizadas en la actualidad.

1.    Enfoque psicoeducativo

El enfoque psicoeducativo implica propocionar al paciente/familia información básica sobre su enfermedad, síntomas característicos y diversas estrategias de afrontamiento. Esta primera categoría de tratamientos incluye compartir información básica con el sujeto, a través de libros, artículos y otros documentos de interés que permita adquirir al paciente nociones esenciales de conceptos relacionados con el trastorno como conocimientos de psicofisiología, introducción al concepto de respuesta de estrés, conocimientos jurídicos básicos relacionados con el problema (como por ejemplo en casos de violación/delincuencia)….etc. A nivel familiar incluye la enseñanza de estrategias de afrontamiento y habilidades de solución de problemas para facilitar la relación con la persona afectada por el trastorno. Este enfoque psicoeducativo, a nivel familiar, parece reducir considerablemente las sensaciones de estrés,confusión y ansiedad que suelen producirse dentro de la estructura familiar y que pueden llegar a desestructurarla, ayudando de manera significativa en la recuperación del paciente. En todo caso, es  importante destacar la necesidad de un enfoque colaborativo, donde tanto paciente como terapeuta compartan información relevante, en una y otra dirección, facilitando de esta manera el proceso terapéutico.

2. Terapia cognitivo-conductual

Surgida a partir de la segunda guerra mundial, originariamente bajo el concepto de modificación de conducta o terapia de conducta ,se fundamentaba en sus primeros orígenes en técnicas de naturaleza básicamente conductista, basados en los trabajos de Paulov y Skinner. Posteriormente con la incorporación de los trabajos de autores como Bandura y más recientemente Ellis, Beck, Meichenbaum o Cautela, la MODIFICACION DE CONDUCTA ha ido "asimilando"a su repertorio de técnicas de intervención las estrategias y procedimientos de la psicología cognitiva, basada en la modificación de patrones de pensamiento distorsionados y el entrenamiento en habilidades de solución de problemas, manejo de ansiedad o inoculación de estrés. Tanto por el número de estrategias eficaces de intervención disponibles como por la propia naturaleza multi-dimensional del trastorno, el enfoque cognitivo-conductual parece especialmente adecuado en el abordaje psicoterapéutico de este tipo de trastornos. En la terapia cognoscitiva, su terapeuta le ayuda a entender y el cambio como usted piensa en su trauma y su secuela. Su objetivo es de entender como ciertos pensamientos sobre su trauma le causan acentúan y hacen sus síntomas peores. Aprenderá a identificar pensamientos sobre el mundo y usted que le hace sentirse con miedo o trastornar. Con la ayuda de su terapeuta, usted aprenderá a sustituir estos pensamientos por más exacto y menos pensamientos de apenar. Usted también aprende modos de enfrentarse con sentimientos como la cólera, la culpa, y el miedo. Después de un acontecimiento traumático, la persona suele culparse por cosas que  no podía haber cambiado. Por ejemplo, un soldado puede sentirse culpable sobre decisiones él o ella tuvo que hacer durante la guerra. La terapia cognoscitiva, un tipo de CBT, le ayuda a entender que el acontecimiento traumático que usted sobrevivió no era su culpa.

3. Hipnosis clínica

Dejando aparte posibles recelos que entre ciertos sectores de la comunidad científica levanta el concepto de hipnosis (acrecentada por la imagen pública que de ella se tiene),lo cierto es que las estrategias hipnóticas, aplicadas por un profesional con la debida cualificación y en conjunción con otras técnicas de intervención, han mostrado un potencial terapéutico relevante en el tratamiento del trastorno por estrés postraumático. En la fase inicial de la intervención, la hipnosis puede ser especialmente eficaz para estabilizar al paciente, proporcionándole estrategias de autocontrol emocional y manejo del estrés / control de activación, ayudándole a través del aprendizaje de sencillas técnicas de auto-hipnosis a generalizar las habilidades adquiridas en la consulta a su vida cotidiana. En el estado hipnótico es un momento especialmente adecuado para proporcionar sugestiones hipnóticas y posthipnóticas que incrementen su autoestima y su sensación de seguridad/control, facilite el afrontamiento de los recuerdos mas dolorosos y permita combatir síntomas comunes asociados con el PTSD como el insomnio, agresividad/ira, la excesiva activación emocional o la ansiedad generalizada. Este incremento del autocontrol emocional del paciente a través de la hipnosis como estrategia de control del estrés permitirá al paciente beneficiarse de otras estrategias de intervención posteriores. En una segunda fase, varias técnicas pueden ser utilizadas para la integración y resolución de los recuerdos traumáticos. En este contexto el paciente puede aprender a modular la distancia cognitiva y emocional hacia el evento traumático y los recuerdos asociados. Por otro lado, la hipnosis puede servir como estrategia para poder acceder a recuerdos dolorosos y traumáticos que pueden estar influyendo en el estado presente del sujeto y de los que ,en ocasiones, no es consciente o han sido reprimidos. Técnicas imaginativas, proyectivas y de reestructuración cognitiva pueden ser especialmente útiles en este proceso. Finalmente, los objetivos terapéuticos se dirigirían a la consecución de una integración funcional y adaptativa de las experiencias traumáticas en la vida del paciente y la adquisición de nuevas técnicas de afrontamiento. Estrategias como los ensayos encubiertos o la potenciación del propio autoconcepto irían encaminados en esta dirección.

4. Terapias psicodinámicas

Las terapias psicodinámicas se centran en los conflictos emocionales causados por el evento traumático, particularmente los relacionados con experiencias tempranas. A través de la expresión de las diversas emociones y pensamientos asociados al evento, en un ambiente empático y seguro, el paciente adquiere una mayor sensación de seguridad y autoestima, desarrolla maneras efectivas de pensar y de afrontar la experiencia traumática y las intensas emociones asociadas que emergen durante el proceso terapéutico. El objetivo es incrementar la conciencia ("insight") de los conflictos intrapersonales y su resolución. El paciente es guiado hacia el desarrollo de una autoestima reforzada, mayor autocontrol y una nueva visión de su integridad personal y autoconfianza. El psicoanálisis más tradicional implica diversas sesiones semanales, de entre 45 y 50 minutos durante períodos de entre 2 y 7 años. Es precisamente esta larga duración lo que ha provocado que, a la luz de la formulación original, se hayan originado diversas variaciones del método original, de duración más limitada. La psicoterapia psicodinámica breve, por ejemplo, comprende entre una y dos sesiones semanales durante un promedio de entre 12 y 20 sesiones. En definitiva, el terapeuta psicodinámico pretende un cambio de largo alcance. Busca reestructurar la personalidad básica cambiando la forma en que una persona contempla la vida y reacciona ante ella, ayudando a las personas a desarrollar una visión adecuada de sí mismas y a tomar conciencia de las poderosas fuerzas psicológicas enterradas profundamente en su inconsciente.

5. Terapias grupo / grupos autoayuda-apoyo social

La terapia de grupo es un opción terapéutica efectiva en la medida que permite al paciente compartir sus recuerdos traumáticos en un ambiente de seguridad, cohesión y empatía proporcionada por los otros pacientes y el propio terapeuta. Compartir la propia experiencia y afrontar directamente la ira, ansiedad y culpa a menudo asociados a los recuerdos traumáticos permite a muchos pacientes afrontar de forma eficaz sus recuerdos, sus emociones e integrarlos de forma adaptativa en su vida cotidiana. A pesar de que existen una gran variedad de aproximaciones grupales al tratamiento del trauma en general la terapia de grupo pretende alcanzar los siguientes objetivos terapéuticos:

§  Estabilizar las reacciones, tanto a nivel físico como psíquico, frente a la experiencia traumática.

§  Explorar, compartir y afrontar emociones y percepciones.

§  Aprender estrategias efectivas de afrontamiento y manejo ante el estrés.

6. Tratamiento farmacológico

Probablemente la siguiente cita del Dr. Friedman extraída de un reciente artículo sobre la aproximación psicofarmacológica al tratamiento del trastorno por estrés postraumático resume bastante bien algunos de los desafíos a los que es preciso enfrentarse en este momento:

"Existen muchos retos para escribir un artículo sobre la farmacoterapia del trastorno por estrés postraumático (PTSD). El problema más obvio es que la literatura publicada sobre ensayos clínicos es demasiado escasa e inconsistente para que cualquiera pueda hacer recomendaciones de fiar. Segundo, lo que nosotros entendemos actualmente sobre la psicobiología del PTSD es tan complicado que es difícil predecir que clases de fármacos pueden tener la expectativa de mejorar y qué grupo de síntomas. Tercero seleccionar el mejor fármaco implica tener en cuenta la realidad clínica que el paciente con PTSD usualmente exhibe con un espectro de diagnóstico comórbido (por ejemplo depresión, ansiedad, trastornos de ansiedad, y dependencia o abuso de agentes químicos). A pesar de estas muchas consideraciones, los psiquiatras deben sumergirse en el mar de las incertezas actuales y tomar las decisiones más inteligentes que puedan sobre qué drogas o qué fármacos prescribir a sus pacientes con PTSD."

Sin embargo, los medicamentos que actúan en el sistema nervioso pueden ayudar a reducir la ansiedad y otros síntomas de este trastorno. Los antidepresivos, incluyendo los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), como fluoxetina (Prozac), pueden ser efectivos para tratar el trastorno de estrés postraumático, aunque el médico debe hacer un seguimiento a su utilización, dado que pueden tener efectos secundarios. Los sedantes pueden ayudar con las alteraciones en el sueño. Los ansiolíticos pueden servir, aunque algunos tipos, como las benzodiazepinas, pueden ser adictivos.

7. Terapia familiar

La terapia familar es similar a la terapia de grupo en la medida que su foco de interés fundamental es la interacción entre las personas, sin embargo difiere en algunos aspectos importantes. En primer lugar, un grupo no tiene un pasado, una historia o un futuro común. En cambio, la familia sí los tiene y es en buena medida el factor determinante del éxito en la terapia. En segundo lugar, el rol del terapeuta familar, en la mayoría de los casos, es más directivo.

El terapeuta de grupo suele actuar más como un facilitador de procesos y dinamizador del grupo. Pero quizás la diferencia más importante sea que el objetivo final del terapeuta familiar sea la de fortalecer al grupo en sí mismo, a la vez que a sus miembros individuales, mientras que la meta de la terapia de grupo es que el propio grupo se autodisuelva cuando sus miembros individuales hayan resuelto sus conflictos. Generalmente este tipo de terapia es utilizada como complemento necesario a otras estrategias terapéuticas más directamente asociados con la sintomatología del trastorno por estrés postraumático, no siendo considerada como una estrategia suficiente, por sí misma, para un tratamiento eficaz del trastorno.

8. Terapias alternativas / holísticas / naturales

Bajo este concepto, por definición amplio y global, y que despierta no pocos recelos entre algunos sectores, se esconde todo un conjunto de métodos, técnicas, filosofías y procedimientos con mayor o menor apoyo científico y que pueden ser utilizados, en solitario o en conjunción con otras estrategias, para el tratamiento de los problemas asociados al trastorno por estrés postraumático.

A continuación se presenta una breve definición de algunas de las más comunes:

-Acupuntura. Método terapéutico milenario, y parte integrante de la medicina tradicional china, basado en el uso de agujas para prevenir y tratar las enfermedades, estimulando los "canales energéticos" del cuerpo.

-Aromaterapia. Sistema amplio de masajes a través de aceites naturales adaptados a fines específicos. Los aceites esenciales utilizados son destilados aromáticos extraídos de las plantas medicinales que concentran sus principales virtudes.

-Ejercicio físico. El uso de la actividad física para mantenerse en forma, liberar tensión y mejorar el estado de ánimo.

-EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing).Es un relativamente nuevo enfoque psicoterapéutico,desarrollado por la psicóloga norteamericana FRANCINE SHAPIRO ,que combina elementos de la terapia de exposición, terapia cognitivo-conductual y determinados patrones de movimiento ocular y sonidos que generan una alteración del foco de atención, lo que facilitaría, en teoría, el acceso y procesamiento de los recuerdos traumáticos.

-Herboterapia. Uso de plantas y extractos vegetales para el tratamiento de trastornos específicos a partir de sus propiedades medicinales y/o nutritivas.

-Homeopatía. Término derivado de dos vocablos griegos HOMEO (similar) y PATHOS (sufrimiento).Usa remedios preparados a partir de sustancias que se presentan en la naturaleza para tratar a toda la persona, estimulando la tendencia del cuerpo a curarse por sí mismo. Utiliza dosis muy concretas de sustancias que en masivas dosis producen efectos similares a aquellos producidos por la enfermedad a tratar.

-Masaje. Técnica manual dirigida fundamentalmente a la liberación de la tensión en los músculos.

-Medicina holística. El objetivo es tratar a la persona en su "globalidad".Se parte de la premisa de que mente, cuerpo y espíritu están íntimamente unidos y deben ser tratados "conjuntamente". Se utilizan diversas estrategias de tratamiento alternativas/naturales como la meditación, yoga, plegarias, ciertas combinaciones dietéticas, vitaminas, minerales hierbas y otros suplementos dieteticos/naturales evitando aproximaciones tradicionales basadas en el uso de fármacos.

-Naturopatía. Enfatiza la "curación natural" y emplea tratamientos naturales tales como dietas específicas, masajes, hidroterapia, ejercicios y asesoramiento.

Programación Neurolingüística. Modelo psicoterapéutico, desarrollado en la década de los 70 a partir de los trabajos de RICHARD BANDLER Y JOHN GRINDER y fundamentado en el estudio de la estructura de la experiencia subjetiva. Ha desarrollado numerosos procedimientos específicos para el trabajo con los traumas basados en técnicas de carácter imaginativo/encubierto.

-Reflexología. Un tipo de masaje, focalizado en "desbloquear" las 7.200 terminaciones nerviosas concentradas en los pies, con el objetivo de estimular los propios procesos curativos del cuerpo, y alcanzar un "estado equilibrado". Usado para el tratamiento de afecciones específicas y sentimientos generales de malestar.

-Remedios florales de Bach. Se preparan con flores de hierbas silvestres, arbustos y árboles. Suelen utilizarse para "modificar" el humor del individuo y su estado mental, puesto que se sabe que el miedo, la aprehensión y la preocupación suelen interferir  con los procesos curativos del cuerpo.

-Shiatsu. Un enfoque, basado en el masaje, dirigido a corregir el "flujo de la energía" del cuerpo, a través de un tratamiento de contacto corporal. En japonés, "shiatsu" significa «presión con los dedos», una presión que sustituye a las agujas de acupuntura en la estimulación de los canales energéticos.

-Tai chi. Sistema tradicional chino basado en un movimiento físico suave, que  permite al individuo canalizar su energía, su fuerza y su poder de modo más positivo.

-Tratamiento nutricional (dietética).Se centra en mejorar el estado de ánimo a través de unos buenos hábitos dietéticos y una suplementación específica de determinados nutrientes (vitaminas, minerales, sustancias naturales, etc.).

-Yoga. Antiguo sistema de posturas corporales, control de respiración y prácticas de meditación que fomentan el bienestar general y el equilibrio interior.  

Prevención

Existen muchas maneras de tener un  estilo de vida equilibrado. Se le recomienda tomar en consideración:

Cuidados Físicos

  • Comer regularmente ( ej: desayuno, almuerzo, cena)
  • Dieta saludable
  • Hacer ejercicio
  • Consulte regularmente al médico por prevención
  • Reciba asistencia médica regular cuando sea necesario
  • Si se siente enfermo tómese el día libre
  • Reciba masajes
  • Baile, nade, camine, corra, practique algún deporte, cante o haga cualquier otro tipo de actividad física que le de placer
  • Duerma lo suficiente
  • Use ropas que le gusten
  • Tómese unas vacaciones
  • Haga un viaje de un día o tómese unas mini vacaciones
  • Aléjese por un tiempo de los teléfonos

Ayuda Psicológica

  • Tome su tiempo para meditar
  • Tenga su propia psicoterapia personal
  • Escriba un diario
  • Lea literatura que no se relacione con su trabajo
  • Haga algo en lo que no sea un experto o que esté al mando
  • Disminuya el estrés en su vida
  • Tome en cuenta sus experiencias interiores – escuche cuáles son sus pensamientos, sus opiniones, creencias, actitudes y sentimientos
  • Deje que los demás descubran diferentes aspectos de su personalidad
  • Enfoque su inteligencia en un área desconocida, por ejemplo, vaya a un museo de arte, a una exposición histórica, a algún evento deportivo, a una subasta, concurra a ver una obra de teatro
  • Ponga en práctica recibir de otros
  • Sea curioso
  • Algunas veces diga que no a mayores responsabilidades

Cuidado Emocional

  • Pase tiempo con personas cuya compañía usted disfruta
  • Manténgase en contacto con aquellas personas que son importantes en su vida
  • Haga afirmaciones; elógiese
  • Busque diferentes formas de aumentar su autoestima
  • Relea sus libros favoritos, vuelva a ver sus películas preferidas
  • Identifique actividades, objetos, relaciones y lugares que lo reconforten y búsquelos.
  • Permítase llorar
  • Busque aquellas cosas que lo hagan reír
  • Manifieste su indignación en acción social, cartas, donaciones, marchas, protestas
  • Juegue con sus hijos

Autoayuda espiritual

  • Tómese su tiempo para reflexionar
  • Disfrute de la naturaleza
  • Encuentre alguna conexión o comunidad espiritual
  • Mantenga su mente abierta a la inspiración
  • Mantenga su optimismo y su esperanza
  • Tome conciencia de aquellos aspectos no materiales de la vida
  • Intente en algunas ocasiones no estar a cargo o ser el experto
  • Permítase no saber sobre algo
  • Identifique lo que es importante para usted y analice qué lugar ocupa en su vida
  • Medite
  • Ore
  • Cante
  • Pase tiempo con los niños
  • Experimente sensaciones de asombro, sobrecogimiento
  • Colabore en aquella causas en las que usted cree
  • Lea literatura inspiradora (charlas, música, etc.)

Conclusión

Durante esta investigación observamos que existe una gran cantidad de información que te permite conocer la situación actual del trastorno estrés postraumático. Así pudimos ver que este trastorno no se reserva para una sola edad en particular pues puede afecta desde la infancia hasta la edad adulta y la vejez. Mucho menos respeta la situación emocional de la persona, pues hasta mujeres embrazadas pueden presentarlo. Y es que lo que se pudo observar, y queremos destacar, es que un evento traumático se  presente todos los días pero que dependiendo de lo importante que puede ser impactará en la vida de una persona dando un giro radical a su vida. Pensamos que este trastorno te pone ante el dilema, como comúnmente dicen, hoy estamos bien, mañana quien sabe. Por eso, proponemos una serie de técnicas que ayuden a superar este trastorno, por quienes lo padece y los que no para que estén alerta, no garantizamos la efectividad de las técnicas, ya que, el paciente, tiene que reconocer que tiene el trastorno y darse la oportunidad de mejorar su calidad de vida, o mejor dicho de recuperar su vida, pues este trastorno afecta de tal manera, que se refleja en todas ámbitos donde convive el paciente. Creemos que con las actividades que proponemos dentro de la prevención la persona puede disminuir la probabilidad de adquirir el trastorno de estrés postraumático. No aseguramos que lo librara de vivir un evento traumático, pero como lo mencionamos lo ayudara  a prevenir. Lo más importante es cuidar nuestra integridad, es decir, de nuestra salud física y mental;  y estar preparados por si alguno de nuestros familiares o amistades se ven envueltos con este trastorno, y brindarles todo el apoyo necesario.

Referencias

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Centro Nacional de Trastornos por Estrés Postraumático (The National Center for Post Traumatic Stress Disorder). Prevención del estrés postraumático. En:www.ncptsd.org

 

 

 

 

Autor:

Marcolfa González

Dareli  de la Cruz

Selene Fernández

Universidad del Valle de México

 Villahermosa, Tabasco

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