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El Nuevo Testamento (página 2)

Enviado por Diego Bustamante


Partes: 1, 2

Roma y Palestina del siglo I:

La relación de Roma con Herodes inicia cuando se resguarda en la fortaleza de Masada, por el apoyo de Octaviano y Antonio, es nombrado rey de Judea. Con dificultades para expulsar a los partos, obtuvo ayuda de las legiones romanas para liberarse definitivamente entrando a gobernar Judea con fuerte oposición judía a nivel aristocrático y religioso. Entro sus decisiones para asegurarse en el poder, tenemos: la eliminación de la nobleza sacerdotal privándoles de autoridad suprema en la nación; se destacó por su dedicación en la construcción de la ciudad y la creación de algunas ciudades. Su vida política y constructiva lo caracteriza, no así su vida familiar, hizo asesinar a sus familiares por su fuerte personalidad paranoide de perder el poder. Herodes distribuyó su territorio, quedando dividido y disminuido en reinos, reinados despóticos y tiranos. Arquelao, hijo de Herodes, recibió el título de etnarca de Judea, finalmente es desterrado y en su lugar Roma envía un prefecto para administrar esos territorios, en ese tempo se organiza la realización del Censo, bajo la autoridad del procónsul Quirino. El tetrarca Herodes Antipas (Mc 6, 14), se caracterizaba por ser un rey tranquilo, tuvo problemas familiares, lo que ocasionó una guerra con el rey Aretas IV, pues su hija era esposa de Herodes y fue repudiada por éste.

Los primeros gobernadores fueron llamados prefectos hasta el 41 d.C. Con la presencia de motines y revueltas en Judea, llegando a constituir movimientos nacionalistas llamados los zelotes. La serie de prefectos hasta Poncio Pilato es la siguiente: Coponio (6-9), Marco Ambíbulo (9-12), Annio Rufo (12-15) y Valerio Grato (15-26). Poncio Pilato gobernó durante diez años (26-36), conocemos de él por la redacción de Flavio Josefo y Filón, Pilato hizo ajusticiar a Jesús, mediante la crucifixión romana, ante las denuncias de los sacerdotes en contra de la ley y el orden (Lc 23, 2), en esta coyuntura hizo las paces con Herodes Antipas (Lc 23, 7-12).

El ambiente judío de la religión

El ambiente religioso judío no solo está influido por el AT, sino también por la tradición recibida por los padres, que configura su mentalidad y costumbres. Así, el NT contiene algunos textos relacionados con el Judaísmo del siglo I (Mc 7, 1-4; Lc 2, 25; Jn 4, 20; Mt 11, 12; Mt 22, 23; Mt 23, 2; Rom 9, 4-5). Entre aspectos trascendentales tenemos:

  • El Destierro y el retorno (587-539 a.C.): La destrucción del reino davídico y el destierro en el 587 a.C., sufren una crisis en su fe, el abandonar su tierra implicaba graves amenazas a su identidad religiosa, económica. Luego de ello, la comunidad postexílica formó dos grupos: "la estirpe santa" (o el resto de Israel), y los que nunca habían conocido nunca su patria.

  • La reforma helenista: La conquista de Alejandro Magno, trajo a la Palestina la cultura griega, los hasidim (los piadosos), eran los principales opositores a la helenización, de connotación macabea (1 Mac 2, 29-38). En este periodo se configura la concepción del futuro mesías, el rey justo del linaje de David.

  • Entre los grupos religiosos en Palestina del siglo I, comentados por Flavio Josefo, a los siguientes: los saduceos (procedentes de Sadoc, sacerdote de Salomón para guardar la alianza), los esenios (vivian en el Qumrán, viviendo con estricto rigorismo), los fariseos (los separados , los puros o los sabios, defienden la cultura judía del helenismo), los escribas (eran reverenciados por su ciencia, interpretaban la ley y la tradición), los zelotes (amaban la libertad y reverenciaban profundamente a Dios, opuestos al régimen imperial romano), los samaritanos (grupo independiente y difuso, se proclamaban únicos continuadores de la religión judía), los bautistas (movimiento popular, anuncian la salvación, mediante la conversión y la penitencia al estilo de Juan Bautista).

  • La ley y el templo eran el centro de la religiosidad judía. El templo era el centro de las grandes fiestas y símbolo de la unidad de Israel, la ley de la pureza legal, se complementaba con el pago del diezmo. Después de la destrucción del templo la religión judía sobrevivirá por la praxis religiosa de la ley: la sinagoga y las normas de pureza.

Categorías sociales y étnico-religiosas

  • Se ubicaban en la siguiente escala de clases sociales: la clase real conformada por el rey y su corte; los representantes de la clase rica, propietarios almacenistas de trigo, vino y aceite; la tercera, la clase media representada por los pequeños comerciantes; y finalmente, los pobres el grupo numéricamente mas grande, pertenecían los jornaleros, braceros, albañiles, les pagaban un denario por la tarde, están incluidos los esclavos y los forasteros.

  • La estructura étnico religiosa, radica en el criterio fundamental de pureza étnica. Según la concepción teocrática, el sumo sacerdote ocupaba la jerarquía más alta como jefe del sanedrín, el derecho era hereditario. Junto al sumo sacerdote existían cinco jefes mas con poderes especiales, después venía la nobleza laica, representada por los ancianos o jefes de familias acomodadas e influyentes.

Jesús y la Iglesia primitiva en su ambiente histórico

La historia de Jesús y la Iglesia, surge del NT, muy poca información existe en la historia de Flavio Josefo, de Eusebio, Plinio el Joven; razón por la cual las fuentes históricas son una necesidad, esto provendría también de la pobreza de las comunidades cristianas, que no podían darse el lujo de escribir abundantemente. La cronología del NT, narra al menos el siglo I, un documento interesante es de G. Lüdemann, que se basa en la fecha del decreto de Claudio ordenando la expulsión de los judíos.

Jesús predicaba el Reino, pero no solo una filosofía, al estilo de Bultmann; aunque no indicó las líneas concretas de estructuras para su comunidad, quería realizar un movimiento en el interior de Israel (Mt 10, 5-6), con una nueva alianza y centrada en el Reino de Dios, el que tendría que ensancharse a todos los pueblos paganos. Jesús procede de Nazareth, su presencia taumatúrgica ocasiona graves contradicciones en el pueblo judío, donde será repudiado, por oponerse a su cosmogonía tradicional, sobre todo con los representantes de la Ley; sin embargo, Jesús fue respetuoso de la ley, vino a cumplirla (Mt 5, 17), pero esta sobre la ley, la interpreta y se pone por encima de ella y del mismo Moisés, algo inaudito para un judío. La trascendencia de la vida de Jesús se halla en su resurrección, con lo que se configurarán las primeras comunidades cristianas.

Las primeras comunidades cristianas, tuvieron serios roses con las autoridades del templo, al igual que Jesús, se reunían para celebrar la eucaristía y la oración en común; sin embargo, los piadosos cristianos seguían frecuentando el templo, por lo que el número de cristianos aumento significativamente, bajo las figuras de Juan y Pedro cuando curaron a un lisiado, es decir la presencia de ellos en lugares públicos. La predicación de Pedro, como cabeza de los apóstoles, molestaba a las autoridades del templo porque les reprochaba la muerte de Jesús. Lo mismo ocurrirá a Pablo. Las dificultades culminarían con un acuerdo donde los cristianos no intervendrían en el templo, dedicándose a predicar en las sinagogas. Los apóstoles, darán testimonio de su fe, organizaran la iglesia de un modo igualitario, con la participación de los judíos de lengua hebrea y helénica, extenderán la catequesis a muchos lugares de la Palestina y fuera de ella (Pablo); hasta convertir una fe particular judía en culto universal.

Panorama literario

El NT es una huella de la historia del siglo I, contiene expresiones literarias de la época, que amerita tenerlas presente en un estudio técnico. Según Brioschi-Di Girolamo, una obra literaria tiene cuatro condiciones: a) el texto está sometido de nuevo a una comunidad, b) el contenido coincide con la experiencia a la que el mismo da forma en nuestra lectura, c) lo hace insustituible, d) la asimetría del texto determina ante un público la presencia de una autoridad superior.

La literatura sinóptica y Hechos:

El término evangelio ha tenido un uso fluido en el AT, y en el griego profano, de quien es mensajero de buenas noticias. A San Pablo se le atribuye su uso en sus escritos hasta 60 veces. Le sigue Marcos con 8 utilizaciones. Tres en Lucas y dos en hechos. San Pablo utilizó este verbo en un ambiente helenista, mediante la fe en Cristo que vivió, murió y resucitó. Marcos utiliza este verbo para significar en sí mismo al escrito, dejando de lado el problema de la expresión, es decir leer la vida de Cristo. Posteriormente, en el siglo II el término evangelio se utilizará para designar a los cuatro escritos apostólicos en sentido kerigmático. El género literario evangelio es único en su especie, no se puede catalogar en relación aparte de su sentido: génesis del evangelio, analogía con géneros literarios. Los evangelistas fueron verdaderos y propios autores, no meros compiladores de tradiciones populares. Los evangelios fueron escritos sólo unos decenios después de la muerte de Jesús, a diferencia de las tradiciones populares, los evangelios surgieron de testigos oculares; por ello no deben catalogarse como leyendas medievales o invenciones populares.

Podemos distinguir tres afirmaciones sobre el evangelio: es una obra literaria con literatura elevada, menor o popular; contiene formas literarias comunes a la época, como los relatos de los milagros propios del ambiente helenista y judío, relatos de viajes, etc. El evangelio es un género histórico-kerigmático en el sentido en el que cuentan una historia no del pasado, sino una historia que habla a los lectores del presente a insertarse en ella mediante la fe. Evangelio, refiere una aspecto formal referido a la vida pública de Jesús (enseñanza, muerte y resurrección) y un contenido, de que Dios actuaba en la vida de Jesús. Wilder, define que los contenidos engendran nuevas formas literarias, como lo vemos en el evangelio, al hablar de Evangelio de Jesús, Mesías e Hijo de Dios, etc. Así, sólo existen cuatro evangelios, ni siquiera el llamado evangelio de Tomas puede arrogarse ese nombre.

  • Los evangelios de Marcos, Mateo y Lucas son obras literarias, con una personalidad propia; es decir, el género evangelio tiene características peculiares en cada texto sagrado, los evangelistas han realizado un montaje distinto de las tradiciones pre-evangélicas y de las fuentes eventuales, de acuerdo a quienes estaban destinadas.

  • El evangelio de Marcos presenta a Jesucristo el Hijo de Dios (Mc 1,1; 1, 11; 9, 7; 8, 29; 8, 31; 15, 39), en el centro del evangelio es presentado por Pedro. Marcos vincula al evangelio con el camino (Mc 1, 2-3; 10, 32; 16, 7. El prólogo enuncia el tema del evangelio (Mc 1, 1-13), el epílogo proclama el misterio pascual a las mujeres (Mc 16, 1-18). La primera parte del evangelio se divide en tres secciones: Mc 1, 14-15; 3, 7-12; 6, 6b. La segunda Mc 3, 7-6, 6b, la tercera sección es Mc 6, 6. La segunda parte es considerada la parte central del evangelio: Los discípulos iluminados por Jesús lo reconocen como mesías (8, 30), predicciones de la pasión, muerte y resurrección (8, 31-33; 9, 30-32; 1, 32-34). Y, la tercera parte: (Mc 11, 1-15, 47).

  • Las fuentes de Mateo, según la teoría de Rolland, utiliza dos fuentes principales comunes con los otros evangelios y una propia. Ac=material propio, 50%; Q= material común con Lucas 27% logia; M=material propio de Mateo 23% en los primeros dos capítulos.

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  • Mateo, no está estructurado literalmente en clave cronológica o topográfica; sino, principalmente temática. Jesús es el "Enmanuel" (Mt 1, 23), el "Dios con nosotros", en centro del evangelio resuena la promesa de Jesús cobre su presencia donde dos o tres estén reunidos en su nombre (18, 20); y finalmente, promete su promesa de permanecer hasta el fin del mundo (Mt 28, 20).

  • La obra literaria de Lucas, en el evangelio y en los Hechos, distinguimos a Lucas como único autor que presenta su proyecto y método para abordarlo en su evangelio (Lc 1,1-4). En su prologo inicia con gran característica literaria (Lc 1, 5ss). Escribe consultando a los testigos oculares de los acontecimientos; de este modo Lucas es un investigador por excelencia, e incluso historiador, indaga, cuestiona, para tener información de primera mano; esta característica es común al evangelio y a los Hechos. Su obra histórica está al servicio del anuncio de la salvación: historia y kerigma, acontecimientos que inciden en el pasado y el futuro, no es una historia cerrada en sí misma. Lucas es de cultura y lengua helénica, ello lo refleja en sus términos del evangelio y los Hechos. Las fuentes de Lucas son: el evangelio premarcano paulino común a los tres sinópticos y la fuente Q común con Mateo.

  • En cuanto a la historia de los evangelios sinópticos y los Hechos, podemos decir: llevan la marca de sus autores en cuanto al estilo, adaptación, y ambiente de los primeros lectores. Sustancialmente el contenido proviene de la tradición del Jesús histórico unido al kerigma propugnado por la iglesia de los orígenes, partiendo de los Hechos escritos por Lucas (Hch 10, 36-46). La condición necesaria en la escritura de los evangelios ha sido la tradición oral, viva fiel y controlada; Lucas habla de "testigos oculares", mientras que Pablo remite a sus lectores la tradición recibida, terminología oficial para la transmisión rabínica (1 Cor 11, 23; 15, 3), así la tradición fue controlada y fiel. La tradición viva del evangelio se comprende a Jesús como una palabra siempre actual, en "buenas noticias", para todos los tiempos y lugares; de esa manera el mensaje se adapta a los tiempos y lugares como un organismo vivo, manteniendo su propia identidad. La primera adaptación fue lingüística, la traducción de los relatos de Jesús del arameo al griego; la segunda adaptación es la social, pasa de una cultura rural a urbana; finalmente, la cultural que se mantuvo fiel a las enseñanzas de Jesús, por ejemplo el matrimonio (Mt 19, 6; Mc 10, 9). La tradición se mantuvo fiel, no solo por la autenticidad en sí misma, la fidelidad no está dada por la letra, sino al sentido de la salvación en el más allá. La fidelidad estuvo controlada por la comunidad apostólica, la fidelidad intencional común (Mc 9, 42-45) estuvo acompañada de la fidelidad de la comunidad apostólica oficial, por ser testigos oculares. La transmisión evangélica se caracterizaba por los transmisores y las comunidades que acogían y vivían de un modo particular el evangelio, en correspondencia a su fisonomía socio-religiosa. Las formas literarias preevangélicas se dividen en: la tradición de las palabras y de los hechos, existen otras formas como las parábolas pertenecientes a las "palabras" de Jesús; éstas formas literarias se distinguían en tres ambientes: litúrgico, misional y catequético. Posteriormente las colecciones pre-sinópticos fueron agrupándose con objeto de recordar, conservar y transmitir, constituyéndose los primeros rasgos de la vida de Jesús, partiendo del Kerigma de los Hechos. Las fuentes conformadas son las fuentes Q y Marcos, además, los cristianos intentaban conservar no solamente fragmentos preciosos de Jesús, sino su persona histórica, misión terrena, predicación, actividad taumatúrgica y exorcista, pasión, muerte y resurrección. La redacción de los evangelios (redaktionsgeschichte), es la realización del evangelista en la composición de su evangelio, estas teorías parten de Conzelmann y W. Marxen.

  • El evangelio de Marcos se encuentra en una posición privilegiada, al determinar su autor, destinatarios, fechas, y origen. El aporte de los primeros Padres de la Iglesia atribuyen a Mc ser el segundo evangelio, los críticos están de acuerdo con esa tradición, se habla de Marcos como el hermeneuta de Pedro, relacionado con él, lo llama "hijo mío" (1 Pe 5, 13). Marcos escribe su evangelio en Roma, lo explican los latinismos utilizados en la redacción (Mc 6, 12; 7,4; 15, 16). La fecha de composición es entre 60 y 70.

  • Mateo al contrario que Marcos, tiene dificultad al determinar su autor, la fecha y lugar de composición, es el primer evangelio. La redacción actual parece ser de un judeo-cristiano de lengua griega, conocedor de lengua de la Biblia y la lengua griega, pretende dar a conocer la misión universal de la iglesia a los paganos, como aparece con claridad ene mismo final de Mateo (28, 18-20). El lugar de redacción es una ciudad helenista, cerca de Palestina, donde vivía cerca dos grandes comunidades: judía y judeo-cristiana.

  • Lucas es compañero de Pablo, la tradición lo indica como su autor, médico de profesión; aunque existen algunas contradicciones en cuanto a su profesión, porque la terminología no es técnica, sino la utilizada comúnmente por la gente culta. La fecha más posible para su composición sería entre el 62 y el 65-66.

El problema sinóptico

Los tres primeros evangelios tienen mucho en común, pero contienen versiones distintas de los mismos episodios. Taciano (S II), intenta superar las dificultades de la "concordia discors", propuesta por Celso (Filósofo de neoplatónico del S II). Según Taciano los evangelios eran uno solo, tesis rechazada por la Iglesia y mantuvo a los cuatro evangelios a pesar de las discordancias. San Agustín intenta armonizar entre si los evangelios en donde era posible. La hipótesis de los evangelios todavía sigue abierta para una ulterior explicación. Entre las teorías principales sinópticas tenemos:

  • Teoría de las fuentes: es la más utilizada en la explicación de los evangelios, a su vez es muy criticada. Presupone dos fuentes principales en el origen de Mt y Lc: Marcos y la fuente Q (Quelle).

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  • Teoría de Griesbach: Presupone el origen de los sinópticos al de Mateo, del que se derivó Lucas con algunas partes propias; Marcos abrevia a Mateo, derivándose de Mt-Lc, este último se deriva de Mt.

  • Teoría de Benoit y Boismard: Proponen las existencia de tres fuentes: el evangelio de origen palestino, la interpretación de las comunidades para uso de las iglesias pagano-cristianas, documentos hipotéticos que sólo se explican por el uso de los dos anteriores.

Valor histórico de los evangelios sinópticos y de los Hechos

Son documentos históricos con sentido de orientación kerigmática, en ellos se describe un acontecimiento histórico en detalle, el problema histórico va mas allá del literario. El problema histórico postula su propio método, la critica histórica, distinto a la crítica literaria. La critica histórica es necesaria, porque los evangelistas tienen una intensión historiográfica, no utilizan los acontecimientos objetivamente en sí mismos, sino destacando la convicción procedente de los testigos oculares (Lc 1, 2). Reinterpretan sus fuentes, no deformándolas, sino transformándolas para transmitir y comprender su mensaje a sus lectores de una cultura distinta de la cultura palestina, su interés es netamente hermenéutico, una vez asegurando sus fuentes de los testigos, se deja en claro la crítica histórica. De este modo, la critica histórica es una parte de la asimilación de su contenido, corresponde además, la reflexión teológica sobre la fe, que es un acontecimiento histórico de la salvación, la salvación de Cristo.

El valor histórico de los evangelios al que remiten los evangelios es a la persona de Jesús, la criteriología histórica normal ha demostrado ser insipiente para dar a conocer la profundidad de su mensaje, bajo esta perspectiva se debe tener en cuenta los siguientes criterios:

  • 1. Testimonio múltiple: El hecho es atestiguado por varias fuentes, muy usual.

  • 2. Criterio de diversidad (análisis) y coherencia (síntesis).

  • 3.  Círculo hermenéutico de la comprensión (inductivo-deductivo de la personalidad de Jesús).

  • 4. Historicidad de carácter comprensivo (ambiente vital): lengua, geografía, arqueológico, político-religioso, corrientes de pensamiento, grupos religiosos, instrucciones, doctrinas, tendencias distintas a la literatura paulina.

El positivismo histórico ignora el problema hermenéutico, el historiador siempre está afectado por la historia que escribe, ameritaba al historiador como un neutral espectador, separado de los hechos que captaba. De otro lado, tampoco tenía presente la diversidad entre un historiador y un científico, en esa misma línea ha surgido el historicismo, extrapolaciones irreconciliables con la interpretación hermenéutica y teológica. Lo mismo podemos afirmar del escepticismo histórico, que se refugia en el fideísmo, desconfiando de los resultados obtenidos en una investigación histórica.

El valor histórico de los Hechos, inicia su profundización investigativa con G. Betori, donde se proponen los siguientes criterios respecto del libro de los Hechos:

  • 1. Análisis propio del texto: intensiones del autor, episodios narrados y discursos referidos.

  • 2. Comparación con otras fuentes históricas: acontecimientos o personajes de la gran historia, confrontación con la literatura epistolar del NT, sobre todo la paulina.

  • 3. Comparación con la literatura historiográfica greco-romana y judeo-helenista.

La literatura epistolar paulina y apostólica

En las cartas preepistolarias de la literatura epistolar, se utilizan fórmulas que no proceden del redactor de la carta, sino de la tradición, presupone como conocidos a sus destinatarios y familiares, ello sirve de argumentación teológica (1 Cor 15, 3b-5) o parenética (Flp 2, 6-11). El estudio morfológico de la literatura es propio, de origen cristiano, aunque se encuentren en relación con la parénesis judía y helenista.

Vielhuer propone siete criterios para señalar las fórmulas:

  • 1. Fórmula de la tradición de manera explícita (1 Cor 11, 23a; 15, 1-3a; Ef 5, 14; 1 Tim 1, 15).

  • 2.  Un texto destaca en su contexto inmediato, por una formulación literaria diversa: versos rítmicos, estrofas, estilo relativo o participial (Rom 4, 25; Flp 2, 5-11; Col 1, 15-20; 1 Tim 3, 16; Heb 1, 3).

  • 3. Cuando aparece una terminología distinta del autor: pecados, Escrituras (1 Cor 15, 3-4).

  • 4. Se conservan concepciones teológicas que se distinguen de las del autor (Rom 1, 4).

  • 5. Fórmula igual o poco variada en autores diversos (Rom 1, 3-4; Mc 10, 45b)

  • 6. Los pensamientos expresan unidad, pero superan el contexto (Flp 2, 6-8, aumenta v 9-11).

  • 7. Presencia de incorrecciones gramaticales que no pueden explicarse de otro modo (1 Tim 3, 16).

Las fórmulas de la tradición las podemos dividir en cinco:

  • 1. Profesiones de fe: dos elementos, creer y profesar públicamente.

  • 2. Kergimáticas: predicación misional, a judíos y paganos.

  • 3. Textos litúrgicos: signo y prueba de la naciente liturgia: Didaché. Entre estos tenemos: Fórmula cristológica: con hemistiquios paralelos (Rom 1, 3b-4). Aclamaciones de unidad (1 Cor 8, 6). Otras aclamaciones relacionadas con doxologías, oraciones, fórmulas cultuales (Mc 14, 22-25), y bautismales (Mt 28, 19).

  • 4. Himnos y cánticos (Col 3, 6)

  • 5. La parénesis o exhortación moral (Rom 12, 12-13).

El género literario epistolar

El corpus paulino

Los códices del NT asignan 13 cartas de Pablo. El orden cronológico de las cartas de Pablo, prescindiendo por ahora de su autoría en el sentido estricto de la palabra, sería el siguiente: 1) las cartas del segundo viaje misionero (50-52): 1-2 Tesalonicenses; 2) cartas del tercer viaje misionero (53-57): Gálatas, 1-2 Corintios, Romanos; cartas de la cautividad (58-62): Colosenses, Filemón, Filipenses, Efesios; 4) cartas pastorales (62-65): 1-2 Timoteo, Tito; 5) carta de los hebreos, que no es de Pablo, sino posterior. Pablo es un excelente escritor, menciona a menudo a sus colaboradores, remitentes de sus cartas, sus conclusiones a menudo terminan con una fórmula litúrgica (1 Cor 16, 20-24). Se sirve de un secretario (Tercio romano de Corinto, escribe la carta a los Romanos: Rom 16, 22), firmada por Pablo. La lengua y estilo de Pablo se acercan al griego de los Setenta, típico de la sinagoga helenística y la retorica en Tarso; su preparación denota un conocimiento de autores griegos (1 Cor 15, 33); sin embargo, esto no disminuye en nada el mensaje, el lenguaje utilizado está al servicio de esa transmisión.

  • Las cartas del segundo viaje misionero (1-2 Tesalonicenses): Pablo dedica sus primeras dos cartas a las comunidades de Tesalónica, tuvo un notable éxitos en las sinagogas con judíos y paganos; hecho que ocasionó envidia de los judíos, abandonando posteriormente la ciudad, su permanencia le facilitó organizar una comunidad cristiana entusiasta, tiene una implicación profunda y personal ( 1 Tes 2, 1-12), denomina junto a la comunidad en sus escritos "nuestro evangelio" (1 Tes 1, 5), utilizando un lenguaje hiperbólico y plerofórico, con intenciones de animar y entusiasmar a su querida comunidad (1 Tes 1, 7-8). Los destinatarios tesalonicenses son muy fervorosos. Pablo se siente llamado a escribirles como un padre a sus hijos, guiándoles en la solución de problemas: referentes a la parusía (1 Tes 4, 13-5, 11), la conducta cristiana y vida comunitaria.

  • Las cartas del tercer viaje misionero (Gálatas, 1-2 Corintios, Romanos): El viaje más largo de todos (53-57), de significativa producción literaria, donde se constituyen el centro de su mensaje teológico, donde revela una unidad lingüística entre Gálatas, Corintios y Romanos. La carta a los Gálatas es polémico, ante el impulso de algunas comunidades de cristianos que habían abandonado la fe, por una práctica ritual de circuncisión, ley y culto, adversarios; los cristianos de Galicia eran convertidos del paganismo, mantenían constante correspondencia, exhorta a la vivencia completa del evangelio a no someterse a leyes como yugo, acción realizada por los misioneros itinerantes, quienes obligaban a la circuncisión.

  • Las dos cartas de los Corintios: Corinto era una ciudad comercial y artesanal de primera importancia, la mayoría de sus habitantes eran griegos y romanos, unos pocos judíos. Una ciudad con problemas inmorales, la permanencia de Pablo se sitúa entre la expulsión de Aquila y Priscila por orden de Claudio en el 49 y la llegada del procónsul Galión a Corinto (51-52). De las dos cartas, la más viva es la segunda, utiliza muchos juegos retóricos, participios, síntesis, Pablo alcanza gran eficacia. En su estructura mantienen intima unidad literaria las dos cartas.

  • La carta a los Romanos fue escrita por Pablo en Corinto (56-58): Roma era la capital del imperio, cuando Pablo escribe la carta la comunidad cristiana ya había sido fundada, aunque se desconoce quién lo hizo. El año 49 los judeo cristianos helenistas fueron expulsados, por el edicto de Claudio, junto con los judíos. La carta es la más extensa, de gran influencia en la teología. Su estilo literario es el mejor presentado, a pesar de su extensión mantiene el género de carta, se constituye de prólogo (Rom 1, 1-7) y conclusión (15, 33); el cuerpo de la carta mantiene un estilo argumentativo a menudo en forma de disputa cínico estoica. Su estructura establece una ligación con señales literarias, que denotan una atención esmerada, se divide en dos partes: la kergimática (1-11) y la parenética (12-15). El tema general es la "obediencia en la fe" (Rom 1, 5; 16, 26). Pablo expone a los romanos su proyecto de viaje misionero a España (Rom 15. 22-32), se dirige a Jerusalén para llevar la colecta en las fiestas de pentecostés; luego, en Roma, haría su centro base para la misión en España. La carta está destinada a los romanos, judíos y paganos, se esfuerza en presentar el evangelio de forma clara y precisa a sus destinatarios, respondiendo a las murmuraciones sobre su persona y su mensaje. Se defiende de las amenazas de predicar un laxismo moral, olvidando la ley, esta defensa es serena, pues no conoce personalmente a la comunidad de Roma, o tal vez un regalo de síntesis del evangelio.

  • Las cartas de la cautividad (Filipenses, Efesios, Colosenses y Filemón).

  • La carta a los Filipenses, se descubre su estilo, aunque la crítica por su parte intente dividir esa unidad. La unidad de estilo y de contenido es manifiesto en el tema del gozo, que la empapa desde el inicio hasta el fin. Se refleja de otro modo, su estado de ánimo por la ayuda económica de Epafrodito en la evangelización. Pablo es apreciado por unos y despreciado por otros, no le interesa ser criticado, su único fin es la evangelización. Filipos es una colonia romana, Pablo conoce hasta los problemas más banales de ésta comunidad (1, 29-30), como los graves de persecución (1, 2-30); el objetivo de carta, enviada a través de Epafrodito, es agradecer la ayuda recibida, comunicar noticias personales y aconsejar como Padre a sus hijos.

  • La carta a los Colosenses y a Filemón: Estas dos cartas se enviaron a la misma ciudad de Colosas (Col 1, 2; 4, 17; Flm 2) los mismos remitentes Pablo y Timoteo (Col 1, 1; Flm 1). El fundador de ésta comunidad no fue Pablo, sino Epafras, "ministro de Cristo" (Col 1, 7), Pablo la escribe a instancias de Epafras. Se ha negado la autenticidad de esta carta a los Colosenses: presentes 33 palabras propias y 15 del NT, pero no de Pablo, el estilo está cargado de conjunciones, sinónimos y proposiciones muy largas, no se encuentra la fórmula usual de Pablo: "hermanos (míos)"; aunque esto podría explicarse en el hecho de los destinatarios, si existen por otro lado claras relaciones. El cuerpo de la carta a los Colosenses (1, 9-4, 6) se divide en dos partes: la primera una kerigmática y polémica (contra una herejía pregnóstica, Col 1, 9-2, 23) y la segunda parenética (3, 1-4, 6). Existen argumentos a favor de la pseudonimia; sin embargo no se puede hacer una aseveración total de ello, no hay motivos para abandonar la autenticidad paulina; si Pablo escribe desde la cárcel de Roma se entiende de mejor forma su entusiasmo en la difusión del evangelio al mundo.

  • La Carta a Filemón se relaciona con la de Colosenses, una misiva personal de Pablo a Filemón y a la comunidad doméstica, breve pero de alto nivel en contenido y estilo. Se le atribuye como "la carta de la liberación de de los esclavos", proclamada solemnemente en Colosenses (Col 3, 11), pues para Cristo no existen divisiones étnicas o sociales, son distinciones accidentales.

  • La carta a los Efesios contiene abundante riqueza teológica, se pude en duda por parte de algunos historiadores su característica de carta porque se han reducido las formalidades al mínimo. El vocabulario empleado es paulino en un 90%, Erasmo incluso llegó a pensar en otro autor. El estilo es sobrecargado, un lenguaje con características de la prosa litúrgica, contiene diversos himnos. La primera parte está formada por una prolongación del proemio eucológico-eucarístico, el tema es la economía de Dios; mientras la segunda, es parenética y trata de la praxis cristiana.

  • Las tres cartas pastorales: Están dirigidas a las iglesias regionales (Efeso y Creta), su estilo y vocabulario se apartan bastante de las otras cartas, tratan temas de praxis cristiana, organización de las iglesias y luchas contra los herejes. Timoteo y Tito son los destinatarios, muy conocidos en la historia de Pablo. Presentan algún estilema común con la carta de los Efesios, la lengua es mas helenista, moderna, más cerca del uso profano que el cristiano, con un estilo lento, difuso y monótono, conserva el estilo y vocabulario paulino; hasta considerarlas incluso pseudoepigráficas, pero situadas en la tradición paulina. Poseen indicaciones eclesiales y consideraciones en contra de las herejías.

  • La carta a los Hebreos: Surge un enigma mayor, al hablar de Melquisedec, quien "carece de padre, madre y de genealogía" (Heb 7, 3). En oriente siempre se ha considerado parte del corpus paulino, mientras en occidente ingresó con cierta complejidad. En rigor no corresponde a Pablo, el nombre "Hebreos" está tomado de su contenido, ya que no se menciona a los hebreos para nada en esta carta. Es el único escrito inserto en el epistolario paulino, no es una carta estrictamente hablando, es un discurso. Contiene cinco partes: 1) dos secciones cristológicas (Heb 1, 1-4); 2) recoge y desarrolla en orden inverso las dos características de Jesús sumo sacerdote en dos secciones sucesivas (3, 1-5, 10); 3) la parte central, Jesús sumo sacerdote, según el rito de Melquisedec (5, 11-10; 20); 4) se divide en dos secciones: fe de los antiguos (11, 1-40), y constancia para los cristianos probados (12, 1-13); 5) fija orientaciones prácticas para la conducta y la praxis cristiana (12, 14-13, 16).

Demás epístolas

  • Las cartas católicas: Santiago, 1-2 Pedro, Judas: Se denominan católicas, las cartas fuera del corpus paulino, nombre otorgado por los padres de la Iglesia. En el canon de la Iglesia griega van delante de las cartas paulinas, en occidente detrás; se les atribuye a los grandes apóstoles cristianos: Santiago, Pedro, Judas, Juan; además, no llevan nombre del remitente.

  • La carta de Santiago está escrita en griego esmerado, las expresiones son precisas, incluso técnicas. El género literario es único, es ejemplo de parénesis casi pura, se esbozan justificaciones doctrinales de las praxis cristiana. El estilo es oral, utilizando palabras tipo para ligar las diversas partes, apela a veces a la predicación moral de los profetas, con carácter de amenaza escatológica. El tema es la disputa sobre la fe y las obras.

  • La primera carta de Pedro posee un buen griego, como de Santiago, pero una composición menos unitaria, se utilizan dos formas literarias: litúrgicas y parenéticas, se encuentran unidades literarias indicadas por inclusiones, palabras tipo: "queridísimos". Su estructura se compone de parénesis, defensa de los cristianos, incluye los "padecimientos de Cristo". Se sugiere su redacción entre los años 64-65, de autoría pseudonímica.

  • La carta de Judas y la 2 de Pedro, son las misivas más cortas del NT, 2 de Pedro depende de la carta de Judas, su objetivo es defender la ortodoxia e sus destinatarios judeo-cristianos con una polémica contra "los falsos maestros" (2 Pe 2, 1), de hombres impíos designados como "esos" (Jds 4.8.10.12.16.19). Las dos cartas mostraron problemas para entrar en el canon, se argumenta pseudonímia, cuya composición sería en el siglo II, en relación con las herejías gnósticas. La segunda de Pedro tiene un elevado lenguaje helénico, así lo vemos en las ocho virtudes de la fe, coronadas por el agapé (1, 5-7). La estructura literaria no es unitaria, a pesar de que el tema es una defensa escatológica cristiana con argumentos sacados de la propia experiencia y los profetas, dedicado a los falsos maestros. La fecha de composición fluctuaría entre el 65-70 y el 90-95.

La literatura juánica

Comprende el cuarto evangelio, las tres cartas de Juan y el Apocalipsis. Se estudian todas en un solo estudio, porque se derivan y complementan entre sí. Contienen un vocabulario común (logos: Jn 1,1.14; Ap 19, 13) ausente en el resto del NT, lo mismo sucede con sus adjetivos, y palabras técnicas literarias endémicas.

  • El Apocalipsis se presenta con este nombre (1, 1a), cambiado posteriormente por la tradición como Apocalipsis de Juan. Apocalipsis significa revelación, trata de: a) revelación de Jesucristo; b) de parte de Dios; c) manifestada a Juan; d) mediación del ángel; e) revelar a los cristianos los acontecimientos que van a ocurrir pronto. El profeta es el hombre de la palabra. El lenguaje apocalíptico es único, Juan escribe en griego, pensando en hebreo. Su estructura literaria está de acuerdo en dar importancia a los septenarios: cartas, sellos, trompetas, copas, contiene además, una marco litúrgico, mientras el cuerpo de la carta se divide en: siete cartas (2-3) y la interpretación profética de la historia (4-21). Las cartas que no contienen reproches son las de Esmirna y Filadelfia. El autor o los autores recaen sobre la escuela fundada por el Apóstol Juan, remite en su literatura al AT, convencido de la unidad interna de la palabra de Dios en la historia de la salvación. Para la interpretación apocalíptica se debe partir: de la interpretación profética, histórica, histórico-escatológica y kerigmática.

  • El evangelio de Juan: Desde Clemente de Alejandría se le ha dado el apelativo de "espiritual"(pneumatikon), se capta en seguida por el solemne himno del logos, ciertamente el más original del NT. Juan al igual que Pablo tienen una forma muy personal de componer, inconfundible, la gramática y la semántica se respetan en el evangelio. Las formas literarias van encaminadas a explicar lo esencial, caracterizadas por su teología de la revelación de Dios en el verbo encarnado. El discurso de revelación no se encuentra en la Biblia hebrea ni en el AT. Preferentemente utiliza formas como: paralelismo antitético, inclusiones literarias, ironía. Es un libro de los signos (1, 19-12, 50), la vuelta de Jesús al Padre (13-20). Contiene una revelación progresiva del Hijo encarnado a los hombres, para que tengan vida en su nombre (20, 30-31), un proceso judicial entre Dios y el mundo con intervención de Moisés, el bautista y la Biblia; donde se demuestra la filiación y la realeza divina. El evangelio no se aleja de la realidad histórica de Jesús, al contrario la objetiviza, lo plantea desde una unidad profunda.

  • Las cartas de Juan se ubican cerca de los discursos de revelación de su evangelio, quizá porque ambos van dirigidos a los creyentes, la segunda y la tercera carta son del género epistolar. Se insiste en la repetición de los temas de la fe y el amor: la interpretación equivocada del kerigma. La redacción del evangelio surge de la tradición oral y escrita en el evangelio y las cartas.

Panorama teológico

Historia del método de la teología bíblica del NT

Para tener una apreciación global de la evolución en la asimilación del NT, es necesario tomar en cuenta el documento de la Dei Verbum, sobre la divina revelación y la teología reciente, desde la edad media hasta el Vaticano I (1870) y demás documentos eclesiales. La revelación se definía en el relación con la razón y sobre el trasfondo de la distinción entre el orden natural y sobrenatural. En el Vaticano I se entendía a la revelación con "las verdades de la fe", por tanto sobrenaturales. Otras corrientes, como Bart, se oponen a una revelación meramente intelectual, así también la teología dialéctico-kerigmática, que concibe a la revelación como "palabra de Dios", consignada en la Biblia, habla continuamente al hombre y le interpela en la fe en orden a una existencia nueva, que solamente puede suscitar la acción interior de Dios, como respuesta a la fe; sin embargo, esta revelación kerigmática carece de la plausibilidad histórica, observada desde esta perspectiva como "mundana". La Dei Verbum (1965) une los dos aspectos de la revelación: suceso y palabra, historia y significado (DV 2). La verdad que la Biblia revela de manera infalible, "está en orden a nuestra salvación" (DV 11). La revelación del VII es una revelación como acto de Dios, se autorrevela en la historia de la salvación con hechos y palabras, en cuya cima está el verbo encarnado, es mostrada al hombre, pero al mismo tiempo es historia.

Fundamentación y articulación de la teología bíblica del NT

  • 1. La unidad escondida del NT es la memoria de Jesús en la liturgia, en el kerigma y en la praxis.

Existen varias interpretaciones cristológicas en los cuatro evangelios. Las teologías del NT se pueden dividir en dos géneros literarios principales: el temático que exalta la unidad del NT, y el histórico que pone de manifiesto la diversidad. Su unidad radica en la memoria de Jesús, el histórico y glorioso que dio el Espíritu a la comunidad; su predicación y obras hacen posible la multiplicidad de testimonios neotestamentarios. La memoria de Jesús en el NT se expresa en tres líneas básicas: kerigma, liturgia y praxis; la mas exaltada es el kerigma y la casi olvidada es la liturgia, que se desarrolló posteriormente en las comunidades cristianas, por la toma de conciencia de la comunidad, los primeros signos fueron configurándose desde el inicio: bautismo y eucaristía.

  • 2. Fundamentación de la teología bíblica del NT: kerigma y memoria.

El kerigma es una categoría que engloba todo, encierra una estructura dialógica, requiere una respuesta de fe por parte del individuo, es el comienzo de una nueva teología. El kerigma implica una respuesta, lo que configura una formula de fe o un credo, unido a una alabanza hímnica de la comunidad; corroborada por la praxis cristiana como respuesta eficiente al llamado.

La memoria de Jesús y las tradiciones evangélicas en la catequesis, cimentada en la profesión de las primeras comunidades cristianas, se constituye en respuesta al kerigma, alimentado por la memoria de Jesús. Los transmisores de esta memoria fueron los apóstoles, quienes son los testigos oculares desde el principio, posteriormente se convertirán en servidores del mensaje.

  • 1. Memoria de la pasión y muerte de Jesús: Es la más cercana e impresionante, ubicada en el centro del kerigma y de las formulas verbales de la fe. Destacamos las apariciones del resucitado, que legitiman la misión de los apóstoles y la promesa del don del Espíritu.

  • 2. Memoria de los hechos: las acciones de Jesús son las que justifican el kerigma: taumaturgo y exorcista. El entusiasmo y la presencia de Jesús lo identifica como profeta escatológico y el mesías. Las acciones ejemplares en la biografía de Jesús se lo muestra como maestro por excelencia; con una singularidad de "rabí", entre otras tenemos:

  • a. Jesús llama personalmente a sus discípulos.

  • b. Vive con ellos.

  • c. Actúa en ellos como misionero itinerante.

  • 3. Memoria de los discursos: es la más fija y precisa que la de sus hechos, se vincula con sus mismas palabras: discurso inaugural, sermón de la montaña (Mt 5,7; 6), bienaventuranzas (Mt 5, 3-12), parábolas (Mt 13; Mc 4) y el discurso final escatológico. La tradición comienza a asociarse en una "colección" que aseguraba sus subsistencia en el tiempo, por ello se utilizaba recursos como las parábolas propias de ambientes rabínicos, frases de Jesús.

El AT en el NT, la reflexión de la fe sobre la muerte y resurrección y luego sobre toda su vida en la tierra, tiene su punto de partida en el AT, este recurso se encuentra presente en el kerigma (1 Cor 15, 3-5). La interpretación de la persona de Jesús, desde las tradiciones evangélicas contiene apelaciones exclusivas del AT. Jesús unifica los testamentos. Para V. Rad, el AT no comprende sino se lo prolonga al NT.

El desarrollo de la teología bíblica del NT se contiene en el kerigma y las tradiciones del NT; éstas tuvieron su desarrollo en las propias comunidades de la Iglesia primitiva, ligadas a personalidades apostólicas (Pedro, Mateo, Juan, Pablo, Judas) y a diversos ambientes culturales (judeo-palestino, judeo-helenista, diáspora y ambiente romano). El evangelio de Mt presencia al mesías del Hijo del Dios vivo e Israel; entre los evangelios sinópticos, la eclesiología de Mat es las destacada, la Iglesia es el verdadero Israel, no uno nuevo ni espiritual, el Reino de Dios ha pasado a los paganos (Mt 21, 33-45; 27, 15-16). Marcos es el evangelio de las teologías epifanías cercanas, porque es el primero en escribir el evangelio y darle un nombre (1, 1), su cristología está centrada en el corazón de su evangelio (8, 27, 9-13). Lucas presenta una historia y teología de la salvación en Jesús salvador y señor de la historia, una vida que se desarrollo según la voluntad de Dios, estructura su evangelio sacado de la tradición (Mc, fuente Q y L). Los Hechos continúan con la historia de Jesús la continuidad en la fe, el carácter central de la persona de Jesús unidad de historia y fe, la unidad interior, la contemplación y acción. De igual modo, las teologías del kerigma de Pablo y carta a los Hebreos. Pablo se basa en la experiencia personal del Señor resucitado (Gal 1, 11-12; 1 Cor 9, 1; 15, 8 y los tres relatos de los hechos), además: la fase kerigmática, soteriológica, cristológica, el kerigma sacerdotal de la memoria de Jesús en la carta a los Hebreos. Las teologías de la praxis se evidencian en Santiago, Pedro y las pastorales.

El origen histórico del Canon del NT, como sabemos canon es la designación autorizada de los libros que contienen la revelación histórica de Jesucristo y determinan el contenido de la fe. Existen cuatro periodos: 1. formación del canon en el I; 2. Comienzo de un corpus en el S II; 3. La formación del corpus casi definitivo comienzos del S III; las cartas de fiestas de Atanasio y la Iglesia de Alejandría.

 

 

Autor:

Diego Bustamante

Partes: 1, 2
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